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Aproximaciones al mito social. El marxismo: filosofía, ciencia, arte, mito y fe (página 2)




Enviado por Edgardo Holzman



Partes: 1, 2, 3

En base a estos principios, Marx reconstruye la historia de las sociedades humanas a partir de las comunidades primitivas hasta la sociedad burguesa de su tiempo. Para Marx la historia está dada por la sucesión de diversos modos de producción a través de los cuales los seres humanos logran disponer de los bienes materiales necesarios para la subsistencia. El pasaje de un modo de producción a otro no sigue un proceso lineal, continuo, sino que al contrario, se da como ruptura del orden precedente, ruptura detonada por una dialéctica interna. Un modo de producción entra en crisis cuando sus elementos fundamentales —las fuerzas productivas y las relaciones de producción— se vuelven recíprocamente contradictorias. En ese momento se verifica una transformación revolucionaria y se establece un nuevo modo de producción. Con éste aparece también una «cultura» y una «conciencia» nuevas que suplantan a las anteriores. Marx dice al respecto: «A un cierto nivel de su desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción en vigor, o para utilizar un término jurídico, con las relaciones de propiedad con las que han marchado hasta ese momento. Luego de haber sido formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se transforman en obstáculos para las fuerzas productivas mismas. Llega entonces una época de revolución social. Con la modificación de la base económica, la enorme superestructura se derrumba por completo más o menos rápidamente."" (21). Es claro que las diferencias entre humanismo y marxismo se profundizan ante cada observación de lo humano y su consecuencia, lo social histórico, pero el interés genuino de este autor es poder incorporar al Marx joven cuyo humanismo es apreciable, se trata en todo caso de una mirada integradora, que busca en el rescate de las diversas filosofías sus mejores apreciaciones. Puledda busca en los primeros manuscritos del joven Marx los indicios de un humanismo social que encuentra sobradamente, de esta forma descubre que siempre hubo dos Marx, un joven filósofo y un adulto que quiso hacer una teoría científica de la historia. "Pero la aparición de los textos de la juventud de Marx, y en especial de los Manuscritos (descubiertos casualmente en París), revelaba, sin lugar a dudas, el fuerte impulso humanista de Marx y una actitud crítica y libertaria que desacreditaban radicalmente a las burocracias de los partidos comunistas en el poder en aquel entonces. La posición que asumieron estas burocracias frente a los textos juveniles de Marx fue la de considerarlos obras aún inmaduras, ejercicios preparatorios para el desarrollo de un pensamiento que se habría manifestado plenamente sólo mucho más tarde. El espíritu libertario de estos escritos fue etiquetado de ideología, palabra que, en la terminología marxista, significa toda representación que oculta la verdadera realidad de los hechos, revistiéndola de imágenes falsas o ilusorias. Es precisamente a las ideologías, a las superestructuras (jurídicas, políticas, filosóficas, religiosas, etc.) que Marx contrapone su concepción materialista de la historia."(22).Este joven Marx fue también ocultado por sus propios seguidores, de manera que su mirada libertaria no entorpezca el desarrollo científico de la nueva sociedad proletaria, "En modo grotesco y sin ninguna capacidad de autocrítica, los intelectuales ligados a las burocracias del partido no dudaron en acusar de «ideología» al mismo Marx joven y contraponerlo al Marx «científico» de las últimas obras. Se llegó incluso a censurar sus textos juveniles y a ocultar pasajes enteros de los textos de su madurez."(23). El rescate o mejor dicho la interpretación humanista de Marx llega entonces en un momento oportuno, al mismo tiempo que el propio estructuralismo entra en crisis el marxismo no es la excepción, y el joven Marx resurge por encima de aquel que había llevado toda interpretación hacia un materialismo sin salida. "Y sin embargo, en los Manuscritos, la distancia que separa a Marx del riguroso naturalismo de Feuerbach es ya incolmable. Para Marx, de hecho, «… el hombre no es solamente un ser natural; es también un ser natural humano, o sea un ser que es para sí mismo y luego un ser que pertenece a una especie; como tal él debe realizarse y confirmarse tanto en su ser como en su saber. Por ello los objetos humanos no son los objetos naturales como se presentan en modo inmediato». Y «la naturaleza, considerada en forma abstracta, en sí, fijada en su separación del hombre, es para el hombre una total nulidad».

Vemos así que, a diferencia de los demás seres naturales, el hombre posee características que le son particulares: es también una conciencia (para sí) que se manifiesta como saber. No es solamente naturaleza. A su vez, los objetos naturales, aun siendo reales, no pueden ser concebidos en sí mismos, independientemente de las actividades de los hombres. La relación hombre-naturaleza no consiste por lo tanto en un «reflejo» fiel de la realidad natural en la conciencia humana —como sostendrán Engels y Lenin—, o en un simple condicionamiento que la naturaleza ejerce sobre el hombre; se trata en cambio de una relación eminentemente activa, práctica." (24). Para finalizar esta revisión del humanismo sobre Marx, Puledda se remite a los propios textos de Marx que hacen referencia a un humanismo comunista, "Y ahora, veamos la definición más completa que da Marx del comunismo humanista: «El comunismo [se define] como supresión positiva de la propiedad privada, entendida como auto alienación del hombre y por lo tanto como real apropiación de la esencia del hombre a través del hombre y para el hombre; por esto [se define también] como regreso del hombre para sí, del hombre como ser social, o sea humano; regreso completo, hecho consciente, madurado dentro de toda la riqueza del desarrollo histórico hasta hoy. Este comunismo se identifica, en cuanto naturalismo que ha alcanzado la propia realización, con el humanismo; en cuanto humanismo que ha alcanzado la propia realización, con el naturalismo…»"

".Esta concepción filosófica no es fácilmente definible como un materialismo en el sentido tradicional. Marx mismo aclara este punto en los Manuscritos cuando inicia la exposición de su antropología: «Vemos aquí cómo el naturalismo o humanismo, conducido a la propia realización, se distingue tanto del idealismo como del materialismo, y es al mismo tiempo la verdad que une a ambos». Pero, la concepción que emerge de las obras juveniles parece ser, según lo que Marx mismo afirma, un naturalismo que coincide con un humanismo, en el sentido de que si el hombre es un ser natural, la naturaleza es siempre naturaleza humanizada, es decir transformada por el trabajo social de la humanidad.

El humanismo marxista ha sido desarrollado sobre todo en base a estas ideas. No es sorprendente que los exponentes de esta línea interpretativa sostengan con vehemencia que no es correcto considerar al marxismo como un materialismo y que afirmen que la definición más adecuada es precisamente la de humanismo. He aquí cómo se expresa Mondolfo, el primer intérprete de Marx en sostener esta tesis: «… En realidad si examinamos sin prejuicios el materialismo histórico, tal como resulta de los textos de Marx y Engels, debemos reconocer que no se trata de un materialismo, sino de un verdadero humanismo, que coloca el concepto de hombre en el centro de toda consideración y discusión. Es un humanismo realista (realer Humanismus) como lo llamaron sus mismos creadores, que quiere considerar al hombre en su realidad efectiva y concreta, comprender su existencia en la historia y comprender la historia como una realidad producida por el hombre a través de su actividad, de su trabajo, de su acción social, durante los siglos en los cuales se va desarrollando el proceso de formación y de transformación del ambiente en el que el hombre vive, y en el que se va desarrollando el hombre mismo, simultáneamente como efecto y causa de toda la evolución histórica. En este sentido consideramos que el materialismo histórico no puede ser confundido con una filosofía materialista… (25).El trabajo de Puledda es extenso, pero con lo visto es suficiente para verificar esta interpretación que rescata los aspectos si se quiere más humanistas de la obra de Marx, aquel que le dio al ser humano una importancia capital en su visión de la sociedad, visión que lamentablemente fue quedando oculta detrás del cientificismo más ortodoxo de sus últimas producciones, pero la historia siempre tiene estos giros, y la observación del humanismo en Marx puede ser un hecho no menor en un mundo que clama por el rescate de lo mejor de cada filosofía, volveré a este autor en la parte final del trabajo.

Elementos míticos en la estructura del marxismo

Como ya hemos comentado el mito social que esbozo el marxismo difiere bastante de los mitos universales de la antigüedad, pero en todo su desarrollo, como lo comenta Silo, ese mito se asoma tomando características propias de los armados míticos, como por ejemplo una escatología particular: "En realidad, toda su concepción filosófica, está impregnada de una tensión ideal y de una promesa escatológica. Para Marx, el hombre que recorre el largo camino de la historia es una criatura mutilada, expropiada de su verdadera esencia: el trabajo social y solidario para humanizar la naturaleza. Porque el hombre es señor y dios; es el centro de la naturaleza. Pero esta historia de lágrimas y sangre, de extrañamiento y dominio, que es la historia de la humanidad, llegará a un término: al final de la Historia, la sociedad ideal, el reino de la libertad —el comunismo— sanará todas las laceraciones, reconciliando al hombre consigo mismo, con los otros hombres y con la naturaleza."(26)

El papel del elegido: en todo mito hay un proceso y una tensión ideal que es llevada adelante por alguien que ha sido elegido para tal fin, los grandes héroes o heroínas son fundantes del proceso mítico en algún momento indeterminado de la historia de la humanidad, y están destinados a cumplir con una tarea esencial, el marxismo toma este elemento para depositarlo no en una persona o en un semidiós particular, sino que otorga a un colectivo anónimo, a una clase social el papel del redentor. "Dejemos de lado la validez filosófica del marxismo y su destino histórico. Detengámonos en las estructuras míticas del comunismo y en el significado escatológico de su éxito popular. Sea lo que fuere lo que pensemos acerca de las veleidades científicas del marxismo, es evidente que el autor del manifiesto comunista retoma y prolonga uno de los grandes mitos escatológicos del mundo asiático – mediterráneo a saber: el papel redentor del justo, (el elegido, el ungido, el inocente, el mensajero de nuestros días, el proletariado), cuyos sufrimientos están llamados a cambiar la condición ontológica del mundo."(27)

En otro investigador de la relación entre marxismo y mito también encontramos esta analogía entre el proletariado y algún personaje destacado de la mitología universal, "Marx cita el Prometeo encadenado de Esquilo, hacia el cual el Prometeo libertado de Shelley había recientemente (1819) atraído la atención del público. Condenado por Zeus a ser encadenado a una roca y a que un buitre devore constantemente sus entrañas que renacen sin cesar, Prometeo pasara mas tarde a representar al proletariado encadenado a su trabajo, constantemente explotado por ese "vampiro" que es el capital, constantemente renaciente, pero solo como asalariado destinado a una nueva explotación. Así como Prometeo se rebela contra Zeus, así lo hace el proletariado contra Dios. Así como Prometeo es el creador de toda civilización, por haber traído el fuego a la tierra, así también el proletariado es fuente de toda riqueza y de todo valor. Por último, así como la liberación de Prometeo inaugura la edad de oro, así también la del proletariado concluirá la prehistoria de la humanidad y la introducirá en su verdadera historia. Da la impresión de que la concepción marxiana con miras a una liberación de toda la humanidad, se debe más al mito de Prometeo que a una especie de remedo, incluso inconsciente, de la mediación de Cristo."(28)

La ciudad ideal: el mito de la ciudad ideal aparece en innumerables menciones a lo largo de toda la historia como traducción de un lugar donde el ser humano logre la plena felicidad, la ciudad ideal puede verse en Platón con su República y las menciones a la mítica cuidad de la Atlántida, en la Ciudad del sol de Campanella, Utopía de Tomas Moro o La nueva Atlántida de Francis Bacon, el mito atraviesa todas las épocas y civilizaciones y pueden verse como ese lugar imaginario donde las mejores virtudes y aspiraciones del hombre se materializarían construyendo un "lugar" donde el ser humano pueda ser libre y feliz. El trasfondo de la doctrina del marxismo deja ver también este armado mítico, aunque su traducción se corresponda con otro momento histórico y no aparezca mencionado de la misma manera que en los autores que lo precedieron, "Marx, escribe por su parte R.Muchielli, se vale del mito de la ciudad ideal, que sus lectores tienen en la mente, llevándolos a la convicción por el rigor científico de su sistema. Lo que él supo desdoblar para sí, se reúne en el espíritu del lector partidario y produce una nueva metamorfosis del mito. Complejo poderoso en el que la fe se alía con la certeza científica… Marx, que estigmatizo la utopía y el ideal calificándolos de reaccionarios, renovó, sin embargo, en sus partidarios la esperanza milenarista. La imagen de la sociedad comunista, forma del mito, arrastra a las masas, a las cuales "El reino de Dios" hubiera dejado escépticas. De esta forma el marxismo llevado en el espíritu y en el corazón de los hombres por el gran mito de la ciudad ideal llega a ser una fuerza que se coloca entre las fuerzas de causalidad histórica. Por esta razón la doctrina de Marx corre el riesgo de suicidarse al triunfar, ya que su triunfo como fuerza sicológica niega sus bases doctrinales, que solo se fundan en las leyes de la economía.

En el marxismo, y, sosteniéndolo, el mito de la ciudad ideal ha adquirido su rostro más reciente. Reanuda la gran empresa que fue la de la fe cristiana que fue desde el imperio romano hasta el Renacimiento y la Reforma, durante los largos siglos en que ella intento realizar la cristiandad universal."(29)

La Edad de oro: ubicada en un tiempo como por fuera del tiempo mismo, o al decir de Mircea Eliade un "illo tempore", la edad de oro refleja un momento cuasi atemporal donde muchos mitos universales ubican el escenario de lo ideal, de ese tiempo inmemorial donde los relatos nos acercan los grandes acontecimientos que fueron fundantes de civilizaciones enteras; un ejemplo aparece claramente en la mitología romana, " los poetas coinciden en relacionar a Ops ( diosa de la fertilidad), con una época en que lo utópico era posible, un tiempo denominado la "Edad de Oro", mostrando la relación de la diosa con la dicha y la felicidad. En esa época los mortales comenzaban a andar por el mundo y no había señales de miseria, engaño ni envidia. Los mortales vivían con la protección y el cuidado de Saturno, quien había detenido el tiempo para que no envejecieran ni se enfermaran. Nada enturbiaba la tranquilidad y la calma de aquello humanos que vivían en completa intimidad con los dioses. Había justicia y sabiduría, no existía el robo, no había puertas, ni llaves, ni candados, y la tierra producía todo lo necesario para una vida tranquila." (30).

El fin último de la idea marxista del mundo ideal, es decir el comunismo, aparece asociada claramente al mito de la edad de oro, un tiempo donde tanto la propiedad privada como el mismo Estado serán suprimidos para dar paso a la sociedad donde la igualdad, la libertad y la superación de las contradicciones sociales proveerán al ser humano todas las condiciones para alcanzar una especie de "reino de los cielos" aquí en la misma tierra. "En efecto, la sociedad sin clases de Marx, y la consecuente desaparición de tensiones históricas encuentran su precedente más exacto en el mito de la edad de oro que, según tradiciones múltiples, caracteriza el comienzo y el fin de la historia. Marx ha enriquecido este mito venerable mediante una ideología mesiánica judeocristiana, por una parte el papel profético y la función soteriológica que le concede al proletariado por otra, la lucha final entre el bien y el mal, que podría fácilmente asimilarse al conflicto apocalíptico entre Cristo y el anticristo, seguido de la victoria definitiva del primero."(31)

Regeneración y escatología: como un fin último de todo proceso mítico, los distintos mitos arriban a una escatología particular, una suerte de "fin de los tiempos" donde todo volverá a recomenzar una vez más, esta regeneración del proceso dará el paso a una nueva instancia, Mircea Eliade identifica esta categoría presente en muchísimos de los antiguos mitos y ritos milenaristas, pero también aparecen solapados en las sociedades modernas bajo formas que, en su superficie, no permiten una visibilidad ante una mirada que ha desechado lo mítico como traducción o como comportamiento. "Esta es la razón por la cual la renovación periódica del mundo ha sido el escenario mítico – ritual más utilizado en la historia religiosa de la humanidad. Esta renovación ha sido infatigablemente reinterpretada y revalorizada, continuamente integrada en contextos múltiples y variados. Tanto las ideologías reales como los diferentes tipos de mesianismos y de milenarismos, y, en la época moderna, los movimientos de liberación nacional de los pueblos colonizados, están influidos más o menos directamente por esta creencia religiosa; que el cosmos puede ser renovado ab integro, y que esta renovación implica no solo la salvación del mundo, sino también la reintegración al estado paradisiaco de la existencia, caracterizado por la abundancia de alimentos obtenidos sin esfuerzo alguno." (32).

Para el historiador de religiones y mitos, en el marxismo esta categoría es indudable, aparece todo el tiempo bajo el manto de una futura sociedad ideal, una especie de escatología final a partir de la cual la humanidad entrara en un nuevo y definitivo tiempo de libertad y felicidad. "Aunque bajo un aspecto fuertemente secularizado, el mundo moderno conserva todavía la esperanza escatológica de una renovatio universal, conseguida por la victoria de una clase social, de un partido o de una personalidad política. El mito marxista de una edad de oro, lograda por el triunfo definitivo del proletariado, constituye la expresión más articulada y más notoria de todas las escatologías políticas modernas. Según Marx la sociedad sin clases del futuro pondrá fin a todos los conflictos y a todas las tensiones que caracterizan la historia de la humanidad desde su comienzo. Ya no habrá historia propiamente dicha. Existirá una especie de paraíso terrestre pues el hombre será por fin libre y comerá cuanto desee empleando el mínimo de trabajo, ya que las maquinas inventadas por los sabios se encargaran del resto…" "Marx se esfuerza por atribuir al proletariado una misión soteriológica, aunque, como era de esperar, no utiliza un lenguaje religioso; simplemente habla de la función histórica del proletariado" (33)

La Fe del siglo, o un siglo de fe

Otro elemento que nos da la clave de la Desilusión, es el aumento de la delincuencia juvenil, el índice de suicidios, alcoholismo y locura. Hablemos mal de estos males pero fomentémoslos para sacar partido de la agitación. La lucha entre viejos y jóvenes, en particular entre padres e hijos, puede reemplazar como mística de combate, como mito, a la religión marxista. (Silo – Estudio del siglo XX – 1961)

La palabra fe tiene una amplitud de significados dados por la cultura y en el imaginario suele estar específicamente asociada al sentimiento religioso, pero también se la asocia a la simple creencia o a la convicción, el diccionario humanista nos aclara el punto de vista que tomamos de referencia cuando nos referimos a la fe, "del lat. fides: fe). Creencia no basada en argumentos racionales. Asentimiento que se da a las palabras por la autoridad del que las dice o por la fama pública; seguridad, aseveración de que una cosa es cierta. Es una característica de la conciencia individual y social.

También se considera f. al estado psicológico del sujeto y que se expresa en ideas e imágenes y que sirve de estímulo y orientación en la actividad práctica.

Se distinguen distintas teorías de la f.: emocionales (que la interpretan como una emoción), sensual-intelectuales (f. como un fenómeno del intelecto) y voluntaristas (f. como atributo de la voluntad). Una esfera especial de la f. es la religiosa.

El N. H. distingue entre la f. fanática (que se expresa destructivamente), la ingenua (que hace peligrar algunos intereses vitales), y la que sirve a la apertura del futuro y a los objetivos constructivos de la vida.(34)

Desde el comienzo mismo del proceso revolucionario marxista, la fe aparece como un elemento central en la construcción de la sociedad y el hombre nuevo; un extranjero que fue testigo presencial de aquellos días en la lejana Rusia nos deja una impresión de su visión y conmoción que lo llevo a escribir un libro sobre lo sucedido hace casi ya cien años. "La revolución de los días 6 y 7- concluyo Lenin- ha abierto la era de la revolución social. El movimiento obrero, en nombre de la paz y el socialismo, vencerá y cumplirá su destino. Había en todo aquello algo tranquilo y potente, que conmovía las almas. Se comprendía porque la multitud tenía fe en Lenin cuando hablaba. Algo se había despertado súbditamente en estos hombres. El uno hablaba de la revolución mundial en marcha, de la que nosotros somos la vanguardia, otro de la nueva era de la fraternidad, en la que todos los pueblos no serán más que una gran familia." (35)

En su "encuentro" con el mundo, las creencias y valoraciones sociales de la época, el marxismo entramó con la cristiandad imperante en el pueblo ruso, absorbiendo en su interior muchas formas y practicas propias de una religión, generando un sincretismo de formas variables como las que describe este escritor que presencio una sepultura colectiva de los revolucionarios luego de triunfar en la toma de la cuidad de Moscú, días después que estallo la revolución en San Petersburgo. "Todo el día, llegando por la Puerta de Iberia y abandonando la plaza por la Nikolskaya, estuvo desfilando el cortejo fúnebre, rio de banderas rojas que llevaban esperanza y fraternidad y audaces profecías a través de una muchedumbre de cincuenta mil almas, bajo las miradas de los obreros del mundo entero y de toda su posteridad. Uno por uno fueron depositando los quinientos féretros en las fosas. Cayo el crepúsculo y las banderas seguían flotando al viento, la música no había cesado de tocar la marcha fúnebre ni la masa enorme de gente de hacer sonar sus cantos. Las coronas fueron colgadas de las ramas desnudas de los arboles, como extrañas flores multicolores. Doscientos hombres empuñaban las palas y se percibió, acompañando los cantos, el ruido sordo de la tierra al caer sobre los ataúdes. Se encendieron las luces, vinieron los últimos estandartes y las últimas mujeres sollozantes lanzando hacia atrás una última mirada de aterradora intensidad. Lentamente la marea proletaria se retiro de la vasta plaza. De pronto comprendí que el religioso pueblo ruso no necesitaba ya de sacerdotes que le abrieran las puertas del paraíso. Estaba edificando sobre la tierra un reino más esplendoroso que el de los cielos, un reino por el cual era glorioso morir." (36)

Es destacable que el marxismo, sea como doctrina, filosofía o ideología pudo entramar con las más variadas visiones del mundo, ejemplos como un marxismo humanista o un marxismo existencialista en lo filosófico, el sincretismo de la teología de la liberación que unió cristianismo y marxismo o el acoplamiento a filosofías de carácter nacional como el caso de la filosofía Juche en Corea del norte son una muestra de cómo el marxismo fue interpretado y absorbido de manera notable por distintas culturas en diferentes momentos y situaciones históricas. Por otra parte, las características "religiosas" del complejo marxista han sido mencionadas por varios autores, por ejemplo en una enciclopedia de religiones universales se hace mención al fenómeno de ciertos atributos ligados más a lo religioso que a lo filosófico. "La religión, para Marx, era producto de la situación socioeconómica y un síntoma de alienación. Era el lamento de los oprimidos y el opio del pueblo. Su primera labor intelectual consistió en el desenmascaramiento de la religión, en sus famosas Tesis sobre Feurbach Marx puso de manifiesto su deuda con Ludwig Feurbach, otro seguidor y crítico de Hegel. Feurbach consideraba que Dios era la proyección nuestra de ciertos atributos humanos esenciales, como por ejemplo la razón y el amor, Marx retomo esa perspectiva proyeccionista y le concedió una interpretación económica. Es preciso indicar que proyeccionismo, es decir la teoría de Dios, al igual que otros seres sobrenaturales son proyecciones llevadas a cabo por seres humanos dentro de la realidad, es un poderoso ingrediente del pensamiento moderno que, también aparece, si bien en una forma diferente dentro del pensamiento de Sigmund Freud. El marxismo era en sí mismo y de muchas maneras, una cosmovisión con cierto sabor religioso cuyo objetivo no era otro mundo más elevado o superior, sino la transformación de este. Como doctrina el marxismo cuenta con los escritos de Marx, Engels, Lenin y otros pensadores. Como mito tiene el latiente ritmo de la historia que culmina con el paraíso terrenal de la sociedad sin clases. Como ética la incesante búsqueda de la justicia social y la lucha de clases. Como practica la necesidad de llevar adelante las teorías de una forma concreta y determinada y a través de la actividad revolucionaria. Por experiencia el ardor y el odio alimentado contra las clases enemigas. Por organización los diferentes partidos comunistas. Todos esos rasgos religiosos todavía se asentaron más en el momento en que el marxismo se convirtió en la doctrina oficial de varios países." (37) Una característica observable en el marxismo que asemeja al contexto de lo religiosos es que a pesar de haber nacido en una región y un contexto cultural específico rápidamente fue tomado por conjuntos sociales que nada tenían que ver con ese contexto, el ejemplo mas visible, aunque no el único, es el protagonizado por la revolución de Mao en la China, revolución que no solo tomo los principios doctrinales del marxismo sino que lo fundió con su propia idiosincrasia transformándolo en una especie de remedo religioso político que también aparece destacado en esta enciclopedia sobre las religiones. "La revolución cultural presenta una serie de características definitivamente religiosas. La cuestión de llegar a saber si el pensamiento marxista – leninista de Mao Zedong es una cosmovisión religiosa no resulta en cierto sentido vital; se trata en realidad de un sistema de creencias y prácticas que durante un periodo de tiempo muy concreto y crucial, se llego a convertir, y en cierto grado aun lo sigue siendo, en el canon de creencias de China y se utilizo para intentar suprimir a esas otras cosmovisiones rivales que son las religiones, como por ejemplo, el tradicional trío formado por el taoísmo, el confusionismo y el budismo. Resulta bastante útil, por tanto, el considerar al maoísmo desde la perspectiva de las dimensiones de la religión. En primer lugar y durante el apogeo de la revolución cultural, el Libro Rojo se utilizo de forma ritual, como si se tratase de unas escrituras sagradas. El libro se llevaba a todas partes, se alzaba durante los mitines y manifestaciones, se consultaba con fines ideológicos y como guía para la acción practica. Además a lo largo de ese periodo se produjeron continuas manifestaciones, mitines y confesiones públicas en las que se esperaba que las personas que habían cometido errores los reconociesen en público, y, por todas partes se veneraba al Gran Timonel, como se le denominaba a Mao. En segundo lugar, emocionalmente se asiste a la conversión de la figura de Mao en una especie de Amitabha (Buda celestial) y a numerosas conversiones a través de las que se purificaba y se renovaba la vida de las personas gracias a sus nuevas obligaciones. (38)

El documental "La fe del siglo" (39) producido por La sept. Arte Kuiv producciones y guionado por Patrick Rotman y Patrick Barberis es un excelente audiovisual disponible en las redes que nos da cuenta de la historia del marxismo y como fue llevado a la praxis socio política en diversos países y culturas; mas allá de mostrarnos lo interesante pero también lo negativo que tuvo su aplicación como experimento social, es decir cómo fueron traducidas las ideas de Marx a la "realidad" social y cultural de una época, el documental deja entrever en su guion el permanente esbozo del intento de poner en marcha un mito social tal cual lo comenta Silo en la charla del inicio de este trabajo. Entiendo que poder observar el documental "incluyéndonos en su desarrollo" nos da un registro quizás aproximado que nos acerca a lo que Silo se refirió. Solo a manera de ejemplos dejamos algunos fragmentos del guion que ponen en evidencia ese intento:

"Que fuerza misteriosa, que confusa seducción atrajo a las filas del comunismo a todos aquello que querían cambios al mundo y tomar las riendas de su destino?"

"Vienen turistas para visitar el paraíso terrenal, para ellos en el país de los soviets está naciendo el hombre nuevo. La nueva religión toma algunos ritos de la antigua como el bautismo laico en la que el niño de la revolución es bautizado en la fabrica en la que trabaja su madre, los obreros interrumpen la producción para la ceremonia".

"Stalin, el secretario general del partido impulsa los funerales, impulsa el culto a Lenin en todo el país, crea una comisión para inmortalizar la memoria del gran hombre, el cuerpo embalsamado en contra de la voluntad de la viuda, descansa en un mausoleo para la adoración de los fieles. A partir de ahora la sacralización del materialista Lenin va a desempeñar un papel importante en la captación de los herederos, Stalin, el ex seminarista envuelve el patrimonio leninista en la liturgia. Los escritos de Lenin se convierten en un dogma pontificio. En el quinto congreso del Komintern (internacional comunista) de 1924 los delegados inauguran la visita al mausoleo de Lenin que se convertirá en una figura impuesta en la iglesia comunista. La fe se mantiene sacrificando el culto a los muertos."

"Toda la vida de los comunistas, pública y privada, transcurre dentro del partido, esta búsqueda de lo absoluto, que también es la búsqueda de sí mismo, confiere al comunismo un carácter particular, sagrado y sacralizado que prohíbe la duda, el partido del bien solo puede ser el del bien."

"La revolución rusa rompe la historia, de golpe se forjan los mitos que atravesarán la prueba del tiempo, la revolución de octubre es una revolución proletaria, por primera vez los obreros detentan el poder y tratan de crear un hombre nuevo, en un modelo universal llamado a liberar al género humano".

"En esos años el movimiento comunista está en su pleno apogeo, tiene millones de seguidores que adoran a su líder como si fuera el papa de esta iglesia, la veneración del padrecito de los pueblos (Stalin) raya la adoración religiosa. El culto se repite de país en país."

"A principio de los años cincuenta más que nunca ser comunista significa marcar la pertenencia a una familia, afirmar una concepción del mundo, reivindicar una épica. El comunista experimenta ese sentimiento intenso e irremplazable de desempeñar donde quiera que esté un papel en la emancipación del género humano. El militante pertenece a un mundo aparte, un mundo que prefigura el del mañana, un mundo que ya existe allá, en la patria del socialismo."

"Ser comunista significa elegir a sus iguales, significa estar en el partido de los amigos, al calor de los camaradas, donde el yo se borra detrás del nosotros. La fuerza afectiva del comunismo crea una solidaridad indisoluble que no deja lugar a dudas. Una fe forjada en el acero, una conciencia aguda del futuro, una abnegación de uno mismo que confieren al militarismo comunista un carácter religioso. Entrar en el partido cambia la vida, la suya antes que la de los demás, la necesidad absoluta de creer en un absoluto se manifiesta en ese mesianismo laico que es la fe comunista."

"Sin embargo Mao rechaza el liderazgo de Moscú, China reivindica un status de igualdad en la dirección del comunismo mundial, Mao se siente el timonel de una religión más pura, más dura, más intransigente. La ruptura se consuma, el cisma Chino mina la legitimidad de una iglesia que reposaba sobre unos evangelios únicos. A partir de ahora nadie estará en disposición de la palabra sagrada."

"La onda de choque de la revolución cubana es considerable, La Habana se convierte en una nueva meca revolucionaria a la que acuden peregrinos del mundo entero para admirarla."

"De ahora en adelante la búsqueda del comunismo puro, la inversión afectiva se opera lejos de Moscú, en otros lugares, bajo otras latitudes, la cara de arcángel de un médico argentino asmático parece encarnar el bien absoluto."

"La fe comunista está muerta, pero quien puede impedir que los hombres sigan creyendo que quieren cambiar el mundo?."

El arte como expresión del mito

Como hemos tratado de ver en la bibliografía seleccionada, los mitos traducen y representan un núcleo de creencias y valoraciones para una cultura en un momento histórico determinado, otra posible traducción o una forma de expresión de ese núcleo central de ideación es el arte "Éstas han sido mis inquietudes motivantes a la hora de recorrer las producciones míticas. Es cierto que podríamos haber seguido el hilo conductor de la historia de las instituciones, o de las ideas, o del arte, para tratar de llegar a la base de creencias que operaron en distintos tiempos y lugares, pero en ningún caso hubiéramos obtenido fenómenos tan puros y directos como el que nos presenta la mitología." (40)

En el marxismo el arte se expresa con fuerza en la cultura y la impregna con los contenidos ideológicos y filosóficos que contiene, al tiempo que el proceso histórico fue mostrando las tensiones profundas entre la práctica política y la vanguardia artística, por cual muchos artistas fueron catalogados por ciertas elites de ser meros empleados pagados por un Estado autoritario para el que trabajaban dejando del lado el arte propiamente dicho. Sin embargo es de esperar que si bien la cuestión de lo político genero divisiones entre distintas corrientes del arte sobre todo en el ámbito de influencia de la ex URSS, podemos pensar que el mito actuante se tradujo en arte genuinamente, ya que como dice Vassíli Kandinsky: "A esas alturas vertiginosas la lleva siempre el mismo guía infalible: el principio de la necesidad interior. La necesidad interior tiene su origen en y está determinada por tres necesidades místicas:

1. El artista, como creador, ha de expresar lo que le es propio (elemento de la personalidad).

2. El artista, como hijo de su época, ha de expresar lo que es propio de ella (elemento del estilo, como valor interno, constituido por el lenguaje de la época mas el lenguaje del país, mientras este exista como tal).

3. El artista, como servidor del arte, ha de expresar lo que es propio del arte en general (elemento de lo pura y eternamente artístico que pervive en todos los hombres, pueblos y épocas, se manifiesta en las obras de arte de cada artista, de cualquier nación y época y que, como elemento principal del arte, es ajeno al espacio y al tiempo). Es suficiente con penetrar en los dos primeros elementos con los ojos del espíritu, para que se nos haga patente el tercero. Entonces comprendemos que una columna toscamente labrada de un templo indio, está animada por el mismo espíritu que cualquier obra viva moderna." (41)

En el caso del mito que intento poner en marcha el marxismo, claramente se puede observar una traducción en el arte y en la cultura en general que propuso una vinculación estrecha entre el arte y el pueblo, en coherencia con los postulados ideológicos, se trabajó sobre la imagen de un arte que se alejara de ciertas elites intelectuales para llegar a todos y comunicar un modelo cultural integral que ayudara en la construcción del nuevo ser humano que ellos entendían estaba naciendo en el seno de una nueva sociedad. "Por el momento me limitare a señalar que para los soviéticos en las artes plásticas, lo mismo que en otras esferas de la cultura, se destacan los problemas centrales siguientes: el de la vinculación del arte con la vida del pueblo, con los problemas que en cada época determinada han inquietado a la sociedad y, como consecuencia de esto la cuestión del realismo socialista. Estas tendencias principales en los problemas del arte pueden enfocarse de distintas maneras, pero, en cualesquiera condiciones que sean deben ser comprendidas objetivamente, viendo en ellas no una coacción externa impuesta al arte, sino una situación conocida sociológica en la historia del arte universal. Recordemos tan solo – sin establecer de manera alguna como es de comprender, un parangón entre los logros artísticos absolutos ni entre el contenido cualitativamente especifico de las situaciones – que no menos abiertamente social fue el arte de la Grecia clásica, o de Francia entre los años 1789 y 1848 y que no menos determinada y resuelta fue la atracción hacia el realismo en el Quatroccento italiano o en la Holanda del siglo XVII." (42)

El arte social, expresado en la corriente llamada realismo socialista, aunque no solo en ella como veremos en el ejemplo del constructivismo, tiene como significación un enfoque humanista, que entiende al ser humano como el elemento central de la nueva sociedad que dará origen al nuevo mundo que estaba naciendo."El realismo fue una vez la gran fuerza y la gran debilidad del esfuerzo cultural de los rusos tanto en la literatura como en la pintura. Muchos críticos rusos miran el realismo como la verdadera intención del arte y a la vez como representante de todo lo que es verdaderamente ruso. Realmente el crítico más sensible de esta escuela M.V. Alpatov puede decir hablando de los ambulantes: – En los siglos XVII y XVIII el oeste inculco en Rusia las ideas del humanismo. Ahora Rusia tendría que recordar al oeste los principios de ese mismo humanismo que estaba siendo sepultado allí. Una viva sensación de la existencia del hombre, y un profundo amor por él, la creencia de la eficacia de su papel en la vida, en su incomparable valor, es la base fundamental de las mejores obras de arte ruso de este tiempo- ." (43)

Monumento a la III Internacional Socialista: alegoría de un
mito que no fue.

Como si fuera una paradoja de la historia, o una representación externalizada de un mito que no llego a construirse de manera definitiva, o como una traducción de las propias contradicciones que el proceso histórico del marxismo representó, puede verse el intento de construcción de un monumento ejemplar que representaba el imaginario de un mundo nuevo y que diversas circunstancias impidieron en el fallido monumento a la III internacional socialista del año 1920 que nos muestra justamente el intento de materializar un mito y las dificultades que la situación histórica y social presentan. "El monumento a la III Internacional del escultor ruso Vladimir Tatlin (1895 – 1956) pudo ser una de las maravillas arquitectónicas del mundo, con sus 395 metros de altura, si hubiera llegado a construirse. No paso, como tantos proyectos del constructivismo ruso posteriores a la revolución. Las tres características principales de las espirales de esta obra son las siguientes: parece que se inclinan, aunque convergen verticalmente por encima de un eje central, es una doble espiral, las espirales no son cilíndricas sino cónicas (el uso de dos espirales cónicas concéntricas es extraño en estructuras de escala arquitectónica, en donde sería más corriente utilizar la espiral cilíndrica simple). Históricamente la doble espiral tiene más connotaciones particulares: una de sus formas más antiguas es el caduceo asociado con Hermes, el mensajero. El tema formal de las espirales entrelazadas y su resolución estática es básico para la torre de Tatlin, en donde se produce una analogía con el proceso de evolución a través de un conflicto dialectico. Ese monumento tiene que ver más con el devenir que con el ser. Todas sus formas y funciones evolucionan hacia una resolución. Consecuentemente la espiral cónica es una forma más completa de sí misma. Su extensión hacia un fin esta imbuida de un significado espiritual, tanto en el caso de Vasili Kandinsky como en el de Mijail Ciulionis. El compositor pintor lituano describe su montaña ilusoria con dos carretas ascendentes y en espiral, símbolo de un esfuerzo espiritual y de una elevación por encima de los asuntos terrenales." (44)

Claramente, y muy a pesar de las influencias racionalistas que el marxismo desplegaba a lo largo de su desarrollo, el arte y la escultura en especial, tomaron e hicieron suyos el mito que se intentaba poner en marcha; las reminiscencias a las grandes construcciones de una antigüedad esplendorosa y que representaron en su momento a ese "mundo nuevo" que nacía no están ausentes en el proyecto monumental de Tatlin, se puede ver en su proyección la materialización de un símbolo que aspiraba a traducir ese mundo por venir, ese nuevo ser humano que todo mito nos muestra en su despliegue a través del espacio y del tiempo en que actúa, pero que puede apreciarse con mayor nitidez desde un tiempo en el que quedan de él solo algunos aspectos secundarios porque su núcleo central ha sido reemplazado por nuevos mitos, por nuevas traducciones. "Con este monumento, Tatlin habría creado una de las maravillas del mundo moderno. No es sorprendente que el proyecto recordara y desafiara las monumentales maravillas de la antigüedad, en especial las pirámides, el coloso de Rodas y Pharos. Tanto el proyecto de Tatlin como las pirámides fueron pensados como monumentos gigantescos, ni puramente escultóricos ni puramente arquitectónicos, sino fusión trascendente de ambos La interpretación del monumento a la III Internacional como una figura que representa a la sociedad nueva de la Rusia pos revolucionaria, o una nueva humanidad naciente, y la interpretación de ese monumento como un artificio de relojería para regular las actividades del ser humano con relación a los ritos cósmicos no son incompatibles. El hombre zodiacal de la historia alquímica y médica relaciona el paso del sol a través de las doce constelaciones zodiacales con las partes del cuerpo humano. Que los signos del zodiaco podían estar implícitos fuera de la torre de Tatlin para ser atravesados tanto por los ritmos solares como por los movimientos del interior, muestra una sugerente comparación del "hombre zodiacal" con la torre, puesto que mientras el "hombre zodiacal" relaciona las estrellas con la anatomía del ser humano individual, la torre de Tatlin, mostrada como imagen del hombre colectivo, relaciona los ritmos celestiales con la anatomía del cuerpo social. Tatlin unía en su torre la imagen cosmológica con la utopía de orden y progreso identificando la organización social de la humanidad con la regularidad infinita y sin esfuerzo de los movimientos celestiales." (45). Finalmente la gran obra no pudo materializarse más allá de los planos y las maquetas, pero, y esta es una opinión personal, la guerra civil y la falta de materiales como el hierro no parecen haber sido las únicas causas de ese fallido intento de construir una obra ejemplar y monumental.

Para aportar alguna idea más respecto del arte como traducción de lo mítico pueden verse estos aspectos en dos breves documentales disponibles en las redes, Arte y Constructivismo, Vida y Obra de Tatlin, Rodchenko y Popova, y Deineka, Una Vanguardia para el Proletariado, (46), tomamos de ellos algunos fragmentos que reflejan las ideas principales: "Pero la economía rusa era principalmente rural, la vida de sus masas era primitiva y la producción a máquina era tan nueva allí que el mito futurista parecía doblemente maravilloso para los pintores rusos y poetas como Alexander Shevchenko en 1913.- El mundo se ha trasformado en una única maquina, monstruosa, fantástica y en perpetuo movimiento, y el sentido del ritmo y armonía mecánica que se refleja en nuestras vidas, no puede ser más que replicado en nuestra mente y vida espiritual, en el arte- ."

"Artistas y poetas se embebieron de una imagen de futuro, no el verdadero futuro de perjuicio y terror en el que tanto de ellos terminarían, sino un futuro que nunca vino, uno de igualdad, de energía colectiva, en donde las artes actuarían como herramientas de trasformación." "Los artistas del nuevo Estado eran incentivados a considerarse como ingenieros sociales, creían que el arte podía afectar tan directamente a la política como los iconos lo habían hecho con la religión. De todas las tendencias en el arte ruso, el constructivismo se acercaba más, al menos como metáfora, a los ideales de la revolución de octubre, el arte debería darle al hombre una razón para vivir, debería ser mentalmente constructivo, no destructivo". "Deineka será sin embargo un representante peculiar del realismo socialista, lo que es evidente que estaba completamente imbuido de ese sentimiento generalizado propio de la época de Stalin que es lo que yo llamaría como el sentimiento celebratorio de estar haciendo algo muy nuevo, algo muy importante, de estar haciendo la revolución, de estar construyendo no solo un nuevo país, sino de estar dando alas a la utopía, de estar construyendo el futuro. En ese sentido el realismo socialista no es un realismo decimonónico, no es un realismo que quiere presentar la realidad tal cual es, sino una realidad a la que se aspira. Es un tipo de realismo que está habitado por los espectros de un futuro que nunca llego a existir……pero el peso de lo real, el peso del presente contra los ideales utópicos de transformar el fututo es tan fuerte que se hace muy evidente en la pintura de Deineka, la pintura se espesa, se densa, pierde ese fulgor de futuro, como acompañamiento celebratorio positivo y optimista de una utopía que estamos construyendo entre todos, y pierde eso a favor de un peso que se nota incluso en la pintura, que es una pintura más densa, más espesa, más gris, adquiere en definitiva la grisura que adquirió la vida soviética al final de los cincuenta y hasta la muerte de Stalin, el peso que acompaño al ciudadano medio soviético, derivado de esa sensación de que si la dirigencia de este país tiene la sensación de ya hemos alcanzado el futuro, entonces ya no hay un sitio más adonde ir, y lo que nos queda es sobrevivir al eterno presente de lo real." "Conforme avanzamos por el espacio expositivo y nos vamos acercando al final de la muestra sentimos que de lo lienzos comienza a emanar una melancolía espectral, provocado seguramente por la certeza de que nos encontramos en una historia de final triste. En este cuento cuyos protagonistas son la propia historia y la utopía, la primera termina por traicionar a la segunda, quedando los ideales más nobles jamás ideados por el hombre en la pesadilla de todo un pueblo."

Al final de trabajo se incluye un apéndice con algunas imágenes de la torre de Tatlin y pinturas de Deineka.

Síntesis

El marxismo intentó poner en marcha un mito cuyo sentido primero era la construcción de un nuevo ser humano, liberarlo de la opresión y lograr la igualdad de todos los hombres. El intento falló al entrar en contradicción la estructura irracional de creencias y valoraciones del mito con el desarrollo de una filosofía racionalista, lo que no permitió que el mito llegase a un nivel trascendente.

Respecto de la diferencia entre los mitos que se traducen de los espacios profundos y los que traducen espacios cotidianos como dice Silo en la carta, claramente la diferencia está dado por los significados y el tipo de experiencia que puede obtenerse al estar en contacto con el mito, pero me pareció intuir una forma de mentar que es exactamente igual en un caso que en el otro. Respecto del mito que intentó poner en marcha el marxismo, también me pareció muchas veces que todo el armado filosófico y científico solo venían a cumplir con una suerte de función "justificadora" de algo que ya estaba copresente en el trasfondo, un mito que se estaba perfilando como un núcleo de creencias anti predicativas que "necesitaban" ser explicadas de alguna forma en el contexto de un momento histórico signado por el racionalismo y un cientificismo que había modelado una visión general del universo. Estas contradicciones al interior del propio armado mítico mas el devenir de la historia y sus acontecimientos no permitieron que el mito se completase y con el paso del tiempo y la llegada de nuevas generaciones fue perdiendo la potencia que tuvo en los primeros años.

Por otra parte entiendo que si bien el intento de poner un mito en marcha comienza con Marx a partir de algunos de sus escritos y básicamente a partir de algunas acciones puntuales, es a través de la posterior interpretación de quienes continuaron el marxismo que este alcanza un grado importante de materialización y logra convertirse en un fenómeno social, político y cultural que llego a millones de personas, se nota allí claramente la construcción colectiva y anónima del mito.

Síntesis de la experiencia personal; El mito como expresión del mundo interno:

Hay distintas formas de mirar el fenómeno de los mitos, no es igual un intento de descripción como "desde afuera" que el tratar de "ponerse" mentalmente en la atmosfera mítica que estos generan, Silo nos sugiere el modo correcto de ubicarse para el estudio y la comprensión de los mismos, "Así, cuando hablamos de mitos nos referimos también a un ámbito tocado por la presencia divina en la que se cree y que contamina a todos sus elementos constituyentes. Muy distinto es referirse a esos mismos dioses pero en una atmósfera desacralizada, en un ámbito donde la creencia se ha convertido en, por ejemplo, delectación estética. Esto hace a una gran diferencia en la presentación de las mitologías en boga (que describen a las creencias antiguas de manera externalizada y formal), con la exposición sacralizada, desde "adentro" de la atmósfera en que el mito fue creado.

En nuestro trabajo hemos adherido a la segunda actitud". (47)

"Ver" al mito desde adentro durante los meses en que trabajaba con los materiales elegidos para armar la monografía, me permitió intuir una nueva forma de estudiar o investigar estos temas; una forma si se quiere pedagógica que lleva a una comprensión que es imposible si uno intenta "separarse objetivamente" de aquello que se quiere comprender con mayor profundidad. Abandonar la idea de un objeto de estudio para abordar el tema desde un campo de problemáticas o fenómenos donde uno está incluido, es una perspectiva que se alienta en algunas miradas nuevas de las ciencias sociales, lo que me parece el punto de vista más oportuno para poder comprender ciertos fenómenos, la imagen central podría ser la de tratar de estar "incluido" en el mismo espacio en el que "habitan" los fenómenos que se investigan. Esta forma de aprendizaje o de investigación debe estar acompañada por un gusto o encaje emotivo con los temas, lo que hace agradable la tarea y deja un registro de unidad con lo que se lleva adelante. Esta manera de entender algo que no es lo propio en cuanto significación, algo que pertenece a los otros, y que está alejado del paisaje interno de uno mismo, me produjo algunas veces la sensación de un crecimiento interno acompañado de una mayor comprensión de lo humano en general, de una posibilidad siempre infinita de poder ser parte del otro, del que es distinto. También poder rozar de manera intuitiva algún registro (poniéndose uno como desde adentro del mito) aunque sea mínimo, de cómo podría haber sido un momento de la historia, un momento en el que uno no existía, y al cual de alguna forma pareciese estar ligado en algún punto, me genero una especial expectativa de poder seguir comprendiendo el fenómeno en particular; el registro que mas rescato fue de una comunicación de espacios y tiempos históricos distintos en un mismo momento, como si esa enorme distancia en el paisaje que separa el hoy de hechos sucedidos hace bastante tiempo en lugares lejanos por instantes se acercasen en esa espacialidad interna en que uno se encuentra registrando "el presente". Es en definitiva una experiencia sencilla y reconfortante de aprendizaje, una manera de ponerse frente a un fenómeno que se quiere conocer y profundizar en la comprensión del mismo, un punto de vista o una mirada más entre tantas, un intento en aquello de aprender sin límites, o poder desarrollar el buen conocimiento. Todas estas vivencias finalmente me han hecho revisar mi propia vida, mi paisaje de formación, mis "propios" mitos personales y lo que es más interesante, me pone en disposición para seguir trabajando internamente para comprender y experimentar en profundidad sobre el mito que Silo puso en marcha con "el mensaje de Silo", un mito que aun se está formando y del cual todos quienes hemos seguido su doctrina , y la continuamos después de su partida física, somos parte indisoluble del proceso en el que el nuevo mito se va desarrollando.

Bibliografía consultada

  • (1)  CONVERSACIÓN DE SILO CON ENRIQUE NASSAR MENDOZA NOV 26/2006.-

  • (2) Silo, Habla Silo- Conferencia Mitos raíces universales- Magenta ediciones-

  • (3) Ibídem

  • (4) Extraído de Marx para principiantes y de Grandes filósofos, canal a.

  • (5) Castoriadis Cornelius; La institución imaginaria de la sociedad, Tusquets editoriales

  • (6) Ibídem.

  • (7) Ibídem.

  • (8) Ibídem.

  • (9) Ibídem.

  • (10) Ibídem.

  • (11) Ibídem.

  • (12) Ibídem.

  • (13) Ibídem.

  • (14) Ibídem.

  • (15) Sartre Jean Paul, El existencialismo es un humanismo, ediciones del 80.

  • (16) Ibídem.

  • (17) Ibídem.

  • (18) Puledda Salvatore, Un humanista contemporáneo, Virtual ediciones, Chile.

  • (19) Ibídem.

  • (20) Ibídem.

  • (21) Ibídem.

  • (22) Ibídem.

  • (23) Ibídem.

  • (24) Ibídem.

  • (25) Ibídem.

  • (26) Ibídem.

  • (27) Eliade Mircea, Mitos, sueños y misterios, Editorial Kairos.

  • (28) Paul Dominique Dognin, Introducción a Karl Marx; Ed. U. Católica Andrés Bello

  • (29) Ibídem.

  • (30) Sola María Delia, Origen mitológico de los pueblos, Ed. Gradifco.

  • (31) Eliade Mircea, Mitos, sueños y misterios, Editorial Kairos.

  • (32) Eliade Mircea, Mefistófeles y el andrógino. Editorial Kairos.

  • (33) Ibídem.

  • (34) Silo; Diccionario del Nuevo Humanismo; Ediciones Magenta.

  • (35) Reed John, Diez días que conmovieron al mundo; Editorial Sol 90.

  • (36) Reed John, Diez días que conmovieron al mundo; Editorial Sol 90.

  • (37) Smart Ninian, Las religiones del mundo, Ed. Akal.

  • (38) Ibídem

  • (39) https://www.youtube.com/watch?v=inoI88X1zgw

  • (40) Silo, Habla Silo- Conferencia Mitos raíces universales- Magenta ediciones.

  • (41) Wassily Kandinsky. De lo espiritual en el arte. Editorial Paidos. Argentina.

  • (42) Kurz Muñoz Juan, El arte en Rusia, la era soviética. Ed. Instituto de historia del arte ruso y soviético. Valencia 1991.

  • (43) Ibídem

  • (44) Ibídem

  • (45) Ibídem

  • (46) https://www.youtube.com/watch?v=VHNdLk21uGE; https://www.youtube.com/watch?v=FJP0yJQxNek.

  • (47) Silo, Habla Silo- Conferencia Mitos raíces universales- Magenta ediciones.

Apéndice: menciones al marxismo en los escritos de Silo

DICCIONARIO HUMANISTA

MARXISMO-LENINISMO

Se considera al marxismo como una teoría cuya iniciación se debe a Carlos Marx. La mayoría de los expositores de esta corriente tienden a formar un cuerpo doctrinario conocido como m-l., el cual se fue articulando con los aportes de diferentes autores. De este modo existiría un marxismo correspondiente a la propia autoría de Marx, y un m-l., o escuela marxista, que incluye principalmente al autor inicial, a Engels, Lenin y otros. En el N. H. se tiene en cuenta a esta ideología como corriente, aun cuando se la pueda analizar detalladamente por autor o por diversas posiciones críticas. (*Humanismo marxista, Humanismo filosófico y Antihumanismo filosófico).

No hemos de considerar al m-l. de acuerdo al punto de vista del N. H. sino según la apreciación de los seguidores de esta ideología y tal como fue presentada oficialmente en la U.R.S.S. Transcribimos algunos puntos del artículo Marxismo-leninismo del Diccionario del Comunismo Científico, publicado en Moscú en 1985. "El m-l. es un sistema científicamente fundamentado de conceptos filosóficos, económicos y político-sociales; es la ciencia del conocimiento y de la transformación del mundo, de las leyes del desarrollo de la sociedad, la naturaleza y el pensamiento humano, de las vías para la supresión revolucionaria del régimen de explotación y de la construcción del comunismo, la cosmovisión de la clase obrera y de su vanguardia, los partidos comunistas y obreros. El marxismo surgió en los años 40 del siglo XIX. Las necesidades de un progreso social que había puesto al desnudo los vicios radicales del régimen capitalista, de todo el sistema de explotación, el despertar del proletariado a las luchas políticas, los grandes descubrimientos en las ciencias naturales y el nivel de las investigaciones históricas y sociales plantearon ante el pensamiento social la tarea de elaborar una teoría nueva, verdaderamente científica, que pudiese responder a las cuestiones apremiantes, cardinales, suscitadas por la vida. Esta madura tarea histórica fue cumplida por Marx y su compañero de armas, Engels. Lenin, que empezó su actividad científica y revolucionaria en la divisoria de los siglos XIX y XX, en la época del hundimiento del capitalismo, que había pasado a su última fase: el imperialismo, y del surgimiento de la sociedad socialista, defendió el marxismo contra los ataques de sus enemigos, generalizó los logros más recientes de la ciencia y la nueva experiencia de los combates clasistas, elevó la teoría marxista a un nivel de desarrollo cualitativamente nuevo".

HUMANISMO MARXISTA

Es un caso de humanismo filosófico (*). El h. m. se desarrolló especialmente en los años sucesivos a la Segunda Guerra Mundial por obra de un grupo de filósofos. Los expositores más representativos fueron: Ernst Bloch en Alemania, Adam Shaff en Polonia, Roger Garaudy en Francia, Rodolfo Mondolfo en Italia, Erich Fromm y Herbert Marcuse en los Estados Unidos. Estos autores trataron de recuperar y desarrollar el aspecto humanista que, según su interpretación, constituía la esencia misma del marxismo. Anteriormente, Engels en su famosa carta a Bloch (1880), había subrayado que el marxismo había sido mal entendido y que había sido una equivocación el ver un determinismo absoluto y unilateral de las fuerzas productivas sobre la conciencia y las superestructuras. La conciencia, explicaba, reacciona a su vez sobre la estructura y es necesaria para la comprensión revolucionaria de las mutaciones de la estructura y de la contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales.

Los marxistas humanistas destacaron la importancia de los textos de la juventud de Marx, sobre todo de los Manuscritos económico-filosóficos de 1844, de la Ideología alemana y de la Crítica del derecho de Hegel, y otros de la madurez como los de la Teoría de la plusvalía. Estos filósofos se esforzaron en reinterpretar el pensamiento de Marx en una clave que no fuera estrictamente economicista y materialista (*Materialismo). Así dieron énfasis más que a los escritos de la madurez de Marx, como El Capital, a las obras juveniles descubiertas recién en la década del "30. Destacaron aquel pasaje de los Manuscritos en el que Marx dice: "…el hombre no es solamente un ser natural; es también un ser natural humano, o sea, un ser que es para sí, y luego un ser que pertenece a la especie humana. Como tal, él debe realizarse y confirmarse tanto en su ser como en su saber. Por esto los objetos humanos no son los objetos naturales como se presentan en modo inmediato… la naturaleza, tomada abstractamente, en sí, fijada en su separación del hombre, es para el hombre una nulidad". Marx dice, en el inicio de la exposición de su antropología en los Manuscritos: "Vemos aquí como el naturalismo o humanismo conducido al propio término, se distinga tanto del idealismo como del materialismo, y sea al mismo tiempo la verdad que une a ambos".

Mondolfo explica que: "En realidad, si examinamos sin prejuicios el materialismo histórico, tal como nos resulta en los textos de Marx y Engels, debemos reconocer que no se trata de un materialismo, sino de un verdadero humanismo, que en el centro de cada consideración y discusión coloca el concepto del hombre. Es un humanismo realista (Reale Humanismus), como lo llamaron los mismos creadores, el cual trata de considerar al hombre en su realidad efectiva y concreta. Trata de comprender su existencia en la historia y de comprender a la historia como una realidad producida por el hombre a través de su actividad, de su trabajo, de su acción social, durante los siglos en los cuales se va desarrollando el proceso de formación y de transformación del ambiente en el que el hombre vive, y en el que se va desarrollando el hombre mismo, simultáneamente como efecto y causa de toda la evolución histórica. En este sentido encontramos que el materialismo histórico no puede ser confundido con una filosofía materialista". (*Antihumanismo filosófico y Marxismo-leninismo).

ALIENACIÓN

(de alienar y éste del lat. alienare: enajenar). Tergiversación del equilibrio de los factores de la actividad individual y social a favor de la cosificación de los valores y en desmedro de otros intangibles psicológicos que hacen al desarrollo del ser humano.

La palabra "alienación" tomada de Hegel en su Fenomenología del Espíritu, puede también ser traducida como desposesión, alejamiento o enajenamiento. La a. aparece en este autor encarnando a una "conciencia infeliz", a una "conciencia de sí como naturaleza dividida". Este filósofo considera que la conciencia puede experimentarse como separada de la realidad a la cual pertenece lo que da un registro de "desgarramiento" de la conciencia consigo misma. La popularización de esta idea creció al tomarla Feurbach en su aspecto "natural-social", influyendo en la interpretación que de ella hizo Marx en los Manuscritos económicos y filosóficos de 1844.

COMUNISMO

Sistema social en el cual la propiedad es posesión común de todo el pueblo conforme al principio de: "De cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad". Durante buena parte del siglo XIX, c. fue sinónimo de socialismo, pero después de El manifiesto comunista de 1848 y de otras obras de C. Marx y F. Engels, se fueron separando esos términos. En la teoría de Marx, el socialismo (*) representa una etapa a la cual sucederá la sociedad comunista. El marxismo (*) interpretado como marxismo-leninismo (*) implica una fuerte distinción entre partidos socialistas y comunistas.

DESHUMANIZACIÓN

Proceso en el que se contrae la libertad humana. Es característico de la d. en la relación interpersonal, la negación de la subjetividad libre del otro y, por consiguiente, su cosificación práctica. Una mirada deshumanizante despoja a otros seres humanos de su esencia de libertad, poniendo de relieve ciertas características secundarias que pasan a ser sustantivas (sexo, raza, origen, ocupación, etc.). La mirada deshumanizante tiende a diferenciar en lugar de complementar, movida por la intención de naturalizar al otro. Existe también un naturalismo histórico mediante el cual se interpretan los procesos humanos por determinismos que pretenden ser consagrados por la ciencia (*) de ese momento. La Geopolítica, el Darwinismo social (*) y, en buena medida, el marxismo-leninismo (*) ortodoxo, se inscriben en el determinismo deshumanizante.

ESTRUCTURALISMO

Tendencia filosófica que surgió en la década de los "60, especialmente en Francia. Se trata de un "estilo de pensar" que reúne autores muy diferentes y que se expresan en los más diversos campos de las ciencias humanas, tales como la antropología (C. Lévi-Strauss), la crítica literaria (R. Barthes), el psicoanálisis freudiano (J. Lacan), la investigación historiográfica (M. Foucault), o en corrientes filosóficas específicas como el marxismo (L. Althusser).

Estos estudiosos rechazan las ideas de subjetivismo, historicismo y humanismo, que son el núcleo central de las interpretaciones de la fenomenología y del existencialismo.

ANTIHUMANISMO FILOSÓFICO

Los pensadores existencialistas, basados en la descripción que hicieron los estudiosos del siglo XIX, aceptaron que el humanismo era una filosofía, con lo cual dieron pie a sus oponentes a cimentar el a. f. Particularmente de las filas del estructuralismo y del marxismo conservador salieron estos detractores. Desde luego, ya Nietzsche había sentado algunas premisas que fueron usadas posteriormente por Levi-Strauss y Foucault. La crítica de Heidegger al humanismo también se inscribe en el a. f.

Dentro del marxismo, Althusser propició la teoría de los "dos Marx": el joven todavía "ideólogo" y el maduro verdaderamente "científico". Las consecuencias que el filósofo francés derivó de esta dicotomía, son las siguientes: "Todo pensamiento que reconduzca a Marx para instaurar, en un modo o en otro, una antropología o un humanismo filosófico, no sería "teóricamente" más que polvo. Pero prácticamente, levantaría un monumento de ideología pre marxista que pesaría gravemente sobre la historia real y que podría arrastrarla a un callejón sin salida… Una (eventual) política marxista de la ideología humanista, o sea, una actitud política de frente al humanismo (política que puede ser el rechazo o la crítica, el uso o el sostén, el desarrollo o la renovación de las formas actuales de la ideología humanista en el campo "ético-político"), no es posible sino con la condición absoluta de ser fundada sobre la filosofía marxista, cuya premisa es el antihumanismo teórico".

CAPITALISMO

La Sociología de los siglos XIX y XX califica así al régimen económico-social cuya fuerza motriz es el acrecentamiento del capital.

Diferentes escuelas sociológicas dan distinta interpretación al contenido y papel histórico de este régimen. Los sociólogos positivistas encuentran estos regímenes no sólo en los tiempos modernos, sino también en la Antigüedad y en la Edad Media. Los marxistas ven en el c. una "formación socio-económica", una etapa necesaria e inevitable en la evolución histórica universal. Los sociólogos neoliberales consideran a este régimen como el fin de la historia universal. Estos enfoques padecen de reduccionismo económico, limitando la crisis de la sociedad contemporánea a la crisis de determinado régimen socio-económico (sea "capitalista" o "socialista"). El régimen económico-social es parte de una estructura social mucho más compleja del sistema socio-cultural histórico concreto.

FEUDALISMO

(del lat. feudum: feudo). Donación territorial que recibía un vasallo del señor a cambio de su servicio militar. Esta institución al principio (en el Imperio Romano), en la forma de colonato, forma embrionaria del feudo, existió en Europa desde fines de la época carolingia hasta fines de la Edad Media. Los marxistas extendieron demasiado el contenido de este término, considerándolo como una formación socio-económica universal que, según ellos, predominaba en todo el mundo desde la ruina del esclavismo hasta el advenimiento del capitalismo (entre el siglo V y el XVIII). La existencia del f. en el Oriente no se confirma por los documentos históricos y puede ser considerado como una modernización del proceso histórico, una manifestación del eurocentrismo. Marx y los marxistas occidentales trataron de interpretar los fenómenos sociales del Oriente en términos del llamado "modo de producción asiático". Los orientalistas soviéticos heterodoxos empleaban para eso el término "formación primaria", que abarcaba relaciones propias de la barbarie, la esclavitud, el feudalismo, o sea, la coacción extraeconómica necesaria para la apropiación violenta del plus producto y su posterior redistribución a favor de las castas y "clases" (estamentos) privilegiadas. Pero esta interpretación del proceso histórico de la mayoría de la población del mundo también peca de reduccionismo económico y subestimación de la especificidad cultural y diversidad de la historia universal.

HUMANISMO EXISTENCIALISTA

Es un caso de humanismo filosófico (*).

Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, el panorama cultural francés se ve dominado por la figura de Sartre y por la corriente de pensamiento, el existencialismo (*), que él contribuyó a difundir a través de su obra de filósofo y novelista, y a través de su "engagement" o compromiso político-cultural. La formación filosófica de Sartre se lleva a cabo en los años treinta en Alemania y es influenciada sobre todo por la escuela fenomenológica de Husserl y de Heidegger. En el nuevo clima político de posguerra y en la confrontación con el marxismo y el humanismo cristiano, Sartre se esforzó por elaborar los aspectos ético-políticos de su existencialismo, recalificándolo como doctrina humanista, fundada sobre el compromiso y la asunción de responsabilidades históricas, activa en la denuncia de todas las formas de opresión y alienación.

PROPIEDAD

(del lat. propietas: derecho o facultad de gozar y disponer de una cosa con exclusión del arbitrio ajeno). Atributo o cualidad esencial de una persona o cosa; exactitud y precisión con que se ejecuta un trabajo o se expresa una persona; dominio, derecho o facultad que tiene uno sobre las cosas que le pertenecen, para usar y disponer de ellas libremente.

Las formas de p. varían según las diferentes culturas y épocas históricas. Algunos teóricos del anarquismo (*) llaman a acabar con cualquier forma de p. El marxismo-leninismo (*) ve en la p. privada el origen de la explotación del hombre por el hombre y exhorta a sustituirla por la p. colectiva. El N. H. toma en cuenta la experiencia histórica en cuanto al establecimiento de distintas formas de regulación social de la p. a diferentes niveles, desde abajo hacia arriba, con el fin de humanizarla. Pero lo esencial en el planteamiento humanista radica en el cuestionamiento de la p. en general (*Empresa-sociedad) y en la instauración de un sistema de propiedad del trabajador (*).

REFORMISMO SOCIAL

Es una tendencia política dentro del movimiento obrero y de los partidos social-demócratas. Esta corriente niega la inevitabilidad de la lucha de clases y la revolución socialista. Los reformistas propagan la idea de la colaboración social entre el trabajo y el capital, se pronuncian contra la revolución, por las reformas sociales en interés de los trabajadores, por la creación de la "sociedad del bienestar general" y del "capitalismo popular". Esta corriente se afirmó en el movimiento obrero de los países democráticos de Europa y América, pero no prosperó en los países en los cuales dominan los regímenes totalitarios y autoritarios.

El r. s. surgió dentro del movimiento obrero europeo en la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Se nutría del socialismo ético y de la revisión de la doctrina de Marx.

SOCIAL-DEMOCRACIA

Movimiento internacional ideológico y político, integrado por partidos políticos, agrupaciones juveniles, femeninas, sindicatos y cooperativas. Este movimiento surgió a mediados del siglo XIX en Alemania, como movimiento político de los trabajadores asalariados contra el capital, y experimentó la influencia de las ideas de Marx, Lassalle, Proudhon, Bernstein, Kautsky y otros.

SOCIALISMO

Sistema social en el cual no existen divisiones económicas, sino una aproximación a la sociedad sin clases con los medios de producción bajo el control de la sociedad. Existen las más variadas escuelas socialistas. Hacia 1848 con L. Blanc, el s. surgió como poder político en Europa, pero la intervención de Marx (*Marxismo-leninismo) introdujo al s. en una vía diferente de lucha de clases y revolución. En Europa han aparecido diversos partidos social-demócratas, como el Laborista británico, que creen posible lograr el s. sin revolución.

VIOLENCIA

(del lat. violentiam: uso excesivo de la fuerza). Es el más simple, frecuente y eficaz modo para mantenerse el poder y la supremacía, para imponer la propia voluntad a otros, para usurpar el poder, la propiedad y aun las vidas ajenas. Según Marx, la v. es "partera de la historia", es decir: toda la historia de la humanidad, inclusive el progreso, resultan de la v., de las guerras, apropiaciones de las tierras, complots, homicidios, revoluciones, etc. Este autor afirma que todos los problemas importantes en la historia solían resolverse por la fuerza. La inteligencia, razones o reformas jugaban un papel subordinado. En este sentido Marx tiene razón; sin embargo, no la tiene en cuanto a absolutizar el papel de la v., negando las ventajas de la evolución sin v. Tampoco tiene razón justificando la v. con una finalidad noble (a pesar de que él mismo, muchas veces hizo reservas de que ninguna buena razón puede excusar los medios malvados para alcanzarla). Los violentistas de todo signo justifican la v. como medio para lograr resultados "buenos" o "útiles". Ese enfoque es peligroso y equívoco, ya que lleva a la apología de la v. y al rechazo de los medios no violentos.

HABLA SILO

LA RELIGIOSIDAD EN EL MUNDO ACTUAL:

"En el Manifiesto comunista, Marx y Engels describen magníficamente la situación de aquellos inventores de evangelios sociales. Cito el apartado tercero del capítulo III: "Los sistemas socialistas y comunistas propiamente dichos, los sistemas de Saint-Simón, de Fourier, de Owen, etc., hacen su aparición en el primer período de la lucha entre el proletariado y la burguesía (…)". Y más adelante: "Como el desarrollo del antagonismo de las clases marcha al par con el desarrollo de la industria, no advierten de antemano las condiciones materiales de la emancipación del proletariado y se aventuran en busca de una ciencia social, de leyes sociales, con el fin de crear esas condiciones". "A la actividad social anteponen su propio ingenio, a las condiciones históricas de emancipación, condiciones fantásticas; a la organización gradual y espontánea del proletariado en clase, una organización completa fabricada por ellos."

"Por otra parte, el mundo ha dado un vuelco formidable. Se ha desatado la Primera Guerra Mundial y ha triunfado la Revolución Socialista en Rusia. Esta última demuestra en los hechos que aquellas ideas consideradas utópicas por los biempensantes de la época, no sólo se están aplicando sino que modifican la realidad social. Las nuevas estructuraciones y la planificación del futuro en Rusia cambian el mapa político de Europa. La filosofía que organiza las ideas de la Revolución echa a andar por el mundo con vigor. El marxismo salta rápidamente no ya de país en país, sino de continente en continente"

HUMANISMO Y NUEVO MUNDO:

"Reconocemos el rescate de la cuestión en El existencialismo es un humanismo de Sartre y en la Carta sobre el humanismo de Heidegger, producciones que aunque opuestas pueden colocarse en la línea del humanismo existencialista. También podemos destacar un seudohumanismo de cuño cristiano representado por Maritain; un contra humanismo marxista en Althusser y una dialéctica marxista entre humanismo burgués y humanismo proletario en Aníbal Ponce."

VISIÓN ACTUAL DEL HUMANISMO

"Son los filósofos de la Existencia los que dan las primeras señales: Heidegger para descalificar al Humanismo como una Metafísica más (en su Carta sobre el Humanismo); Sartre para defenderlo (en su conferencia El existencialismo es un humanismo); Luypen para precisar el enmarque teórico (en La fenomenología es un humanismo). Por otro lado, Althusser para levantar una postura Anti humanista (en Pour, Marx) y Maritain para apropiarse de su antítesis desde el Cristianismo (en su Humanismo Integral), hacen algunos esfuerzos meritorios."

ETICA EXISTENCIAL (1962)

Partes: 1, 2, 3
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