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El Caminante (Tercera parte)




Enviado por Omar Peña



    Introducción

    Una continuación de la ruta del caminante, que
    contempla desde la séptima a la décima horas,
    dentro del proceso de evolución del caminante.

    LA SÉPTIMA HORA: A RESOLVER PROBLEMAS

    Lenguaje del caminante

    • Abuelo, a pasado muchísimo tiempo desde que
      me obsequiaste aquel libro de la vida. Lamento decirte, que
      tal como lo presuponías, me sería
      difícil comprenderlo, pues para mí está
      en un lenguaje que no acierto a
      desentrañar.

    • Hijo, tienes toda la razón del mundo. Has de
      saber, que una realidad se mueve dentro de un cierto lenguaje
      y quienes no comprenden ese lenguaje, no podrán
      acceder a esa realidad. Para poder alcanzar tal realidad,
      sería necesario traducirla a un lenguaje comprensible
      para ti. Recuerdo como hablaba Jesús para ser
      oído y comprendido mediante parábolas y
      ejemplos de la vida cotidiana. Ahora bien, creo que debemos
      buscar un lenguaje que sea aprehendido por ambos, en el
      sentido de darle el mismo significado a las palabras que
      utilicemos.

    • ¿Cuál sería ese lenguaje?, dijo
      el nieto.

    • Ese mismo, responde el abuelo.

    • No entiendo, señala el nieto.

    Entonces el abuelo acota:

    • La pregunta es el lenguaje del cambio de conciencia,
      de la comprensión, de la sabiduría. Cuando
      existe una pregunta, surge la creación de algo
      inexistente: la respuesta. El milagro de la creación
      de una respuesta, es el origen de una pregunta. Muchas veces
      no hay creación porque no se ha hecho la pregunta o
      por desconocimiento de cuál sería la pregunta.
      El gran misterio de los descubrimientos e inventos, es que
      alguien se hizo la pregunta adecuada que generó la
      respuesta creativa. Lo que sucede cuando hay una pregunta, es
      que la mente trasciende el espacio-tiempo en búsqueda
      de la respuesta. Muchos o tal vez todos los fenómenos
      de sincronicidad (PES) suelen ser el resultado de haberse
      efectuado una pregunta (consciente o inconsciente, directa o
      indirectamente).

    • Pero ante todo hijo, debes hacerte tú la
      pregunta en forma sincera y no que otro intente arrebatarte
      una respuesta mediante la invasión a tu conciencia. El
      camino no es que te hagas preguntas de otros, pues tu mente
      ya lo sabe que no son creaciones propias de tu
      espíritu. Si lo hicieras, tus respuestas serían
      de memoria.

    • Como verás –hijo- para descubrir tu
      verdad, debes hacerte tus propias preguntas con tu propio
      lenguaje y así obtendrás respuestas creativas.
      Es como una oración, en que te encierras en tu
      interioridad provocándote una transformación y
      cambio de conciencia desde un nivel externo hacia un nivel
      superior de quietud mental.

    • De todas formas, aunque solo uno deba preguntarse a
      sí mismo, te dejaré una interrogante que para
      mí me ha dado siempre más de una
      respuesta:

    • ¿Qué pregunta debo
      preguntar?

    Esta pregunta nos indica que puede haber más de
    una pregunta para resolver un problema, que a su vez pueden
    originar igual cantidad de respuestas a la
    solución.

    Es interesante saber que cada pregunta nos sitúa
    en un nivel específico de conciencia y que pueden ser
    resueltas normalmente en el mismo nivel o en forma especial en
    otro estado específico de conciencia. Es como el idioma en
    que se hacen las preguntas y respuestas en el mismo lenguaje para
    ser comprendido. Sin embargo, a veces una pregunta es contestada
    en otro idioma por un intérprete, lo que se
    asemejaría a estar en dos estados de conciencia
    simultáneos.

    Desde el punto de vista de un modelo de cambio de
    estados específicos de conciencia podemos diseñar
    un tetragrama de conciencia que permita resolver un problema
    mediante la formulación de las siguientes
    preguntas:

    • 1. ¿Qué impide la
      acción?

    • 2. ¿Cómo lo resolvían
      tradicionalmente otros?

    • 3. ¿Qué efectos produce este
      cambio en la comunidad?

    • 4. ¿Cómo lo resolvería
      creativamente uno?

    Los cambios de estados específicos de conciencia
    originados por estas preguntas permiten generar diversas
    soluciones hacia el encuentro de una respuesta creativa y
    novedosa.

    La primera pregunta nos sitúa en un estado pasivo
    de inactividad, pues somos solo conscientes de que algo
    está obstaculizando nuestro accionar, no sabiendo
    qué actitud tomar y permaneciendo incapacitados para
    reaccionar.

    Si pasamos a la segunda pregunta, aquí se nos
    presenta una gama de alternativas de respuestas que
    tradicionalmente se han ensayado en otras ocasiones a problemas
    similares.

    Si bien puede haber muchas respuestas, esto no significa
    que puede haber una solución mejor no contemplada en este
    nivel de conciencia.

    La tercera pregunta intenta ver el efecto de la
    respuesta elegida en el punto anterior en la comunidad a la cual
    se aplica la solución.

    La cuarta pregunta nos impone a romper esquemas y
    paradigmas, modificando los enfoques tradicionales con una nueva
    visión que requiere de nuevas soluciones.

    Si bien los niveles de conciencia superior darán
    las mejores respuestas, es conveniente pasar por las cuatro
    preguntas del tetragrama de la conciencia para asegurarse
    efectivamente que se ha elegido la respuesta adecuada.

    La segunda y tercera pregunta están orientadas al
    lenguaje lineal del hemisferio cerebral izquierdo; en cambio, las
    otras dos se corresponden con el lenguaje holístico del
    hemisferio derecho. De ahí que, el empleo del tetragrama
    de la conciencia para la resolución de problemas,
    contribuye a la percepción de ambos puntos de vista:
    percepción secuencial y simultánea. A su vez el
    tetragrama contribuye a integrar la dimensión temporal en
    una unidad: el pasado lo resuelve la pregunta 2, el presente las
    preguntas 1 y 3, en cambio el futuro se resuelve en la pregunta
    4.

    Hemos visto que el tetragrama nos permite tener un
    conjunto de alternativas y percepciones de la realidad para la
    resolución de problemas. También nos presenta las
    respuestas en un instante del tiempo, del pasado, presente y
    futuro, que nos permite hacer mejores predicciones.

    En primer lugar, el tetragrama de la conciencia con la
    pregunta ¿Qué impide la acción? orientada al
    funcionamiento hemisférico cerebral derecho nos faculta
    para establecer el contexto en que se centra el problema. A
    continuación se incorpora el funcionamiento lineal del
    hemisferio cerebral izquierdo: memoria de situaciones similares
    que puedan responder la pregunta ¿Cómo lo
    resolvían tradicionalmente otros? El contenido de las
    respuestas a esta interrogante puede dar por concluida la
    búsqueda de otras alternativas a menos que la siguiente
    pregunta ¿Qué efecto produce este cambio en la
    comunidad? en su evaluación demuestre que no existe un
    consenso lo que implicará que hay que imaginar y crear
    nuevas formas de solucionar el problema planteado en la pregunta
    ¿Cómo lo resolvería creativamente
    uno?

    Si bien aquí hemos presentado paso a paso la
    secuencia del funcionamiento cerebral en la solución de un
    problema (contexto, contenido, evaluación y
    creación), en realidad el proceso es simultáneo, no
    distinguiéndose en la práctica las etapas. Es
    posible que una vez comprendido el contexto, pueda saltarse
    instantáneamente a la etapa de creación, aunque
    seguramente el hemisferio cerebral izquierdo procesó todas
    las etapas intermedias (contenido y evaluación) sin estar
    conscientes de tal función.

    Una forma de resolver un problema, por ejemplo hacer una
    síntesis de una historia, sería ir paso a paso
    analizando los componentes del relato de modo de ir destacando
    los hechos relevantes y desechando los superficiales, hasta
    llegar mediante un proceso de división en partes del
    relato, a una síntesis de él. Este método
    favorece el funcionamiento cerebral hemisférico izquierdo,
    centrando las respuestas en el contenido.

    Otra forma sería pedirle al sujeto que responda
    la pregunta ¿Cómo resumiría el relato en
    media página? Facilitando con ello el funcionamiento
    hemisférico cerebral derecho apto para la
    creación.

    Ahora bien, vista la creación como un proceso de
    desidentificación, un medio para facilitarla sería
    emplear la imaginación como un cambio en la
    identificación mediante el uso de personajes
    arquetípicos (maestro, sabio, abuelo, padre, etc.) que
    producen en el sujeto un proceso y efecto de transmutación
    personal de identificación-desidentificación
    necesarios para la creación como sucede en una
    representación teatral, por ejemplo. Así para
    responder la pregunta ¿Cómo lo resolvería
    creativamente uno?, es más fácil responderla si se
    integra en una historia o cuento en que participen personajes
    arquetípicos, aunque en última instancia son
    identificaciones de uno mismo, solo que ahora son un recurso, un
    valioso recurso para la emergencia de la potencia creadora. Es
    como disponer de una lámpara maravillosa para extraer la
    sabiduría de nuestro interior y que los sabios de todos
    los tiempos han sabido usar para la solución de sus
    problemas.

    Es necesario advertir, que el verdadero despertar de la
    conciencia deviene más allá de la
    desidentificación del ego y de la representación
    arquetípica que ayuda a liberar la potencialidad interior,
    pues este mismo estado de desidentificación puede
    transformarse en otra identificación de nosotros mismos en
    ellos, pasando a constituirse en otro problema de identidad,
    problema que quizás sea solo un invento propiamente
    nuestro. Esto nos lleva al siguiente capítulo del
    caminante.

    LA OCTAVA HORA: A TRASCENDER LOS PROBLEMAS

    EL PROBLEMA DEL CAMINANTE

    • Abuelo, he aprendido mucho contigo durante todo el
      proceso de la vida en que hemos estado juntos. Me has
      enseñado muchas cosas del proceso de cambio personal.
      Tus historias me han dado esperanza de que todo puede
      cambiar; que basta modificar los conceptos autorreferenciales
      para percibir el mundo de otra forma; que uno se realiza y
      transforma, solo si existe el encuentro con los demás;
      que solo nosotros somos actores responsables de nuestro
      cambio y que la búsqueda, en sí misma es la
      finalidad para el encuentro consigo mismo. También
      aprendí de cuáles son las aptitudes
      psicológicas necesarias para la transformación,
      las características de la trascendencia, las etapas de
      transformación, las actitudes del proceso creativo, la
      experiencia de transformación, del origen del genio y
      de la evolución. Por último, me diste una
      visión futura del proceso de cambio,
      describiéndome al hombre del mañana en el
      sentido de lo que debe hacer, de cómo lo debe hacer y
      para qué lo debe hacer.

    • Ahora abuelo, tengo un problema y no sé
      cómo resolverlo; quisiera que esta fuera la
      última vez que te pida un consejo.

    • Hijo, has de saber, que muchas veces realzamos lo
      negativo, aumentando con ello el problema y afectando
      así nuestra actitud para resolverlo. Esto nos lleva a
      hacernos la siguiente pregunta:

    • ¿Es un problema inventado por el
      hombre?

    Trataremos de construir una realidad que intente
    explicar la interrogante señalada mediante la
    búsqueda de un significado a nuestros problemas
    cotidianos.

    A menudo percibimos que los problemas se originan por
    factores externos a nosotros. Sin embargo, si partimos de la
    hipótesis de que un problema no es más que una
    creación de nosotros mismos, paradojalmente se dan
    situaciones que refuerzan y alimentan los factores que inciden en
    la percepción del problema como tal. Y, entonces, todo
    comienza a parecer (no siéndolo) problemático. Es
    como si un problema se subdividiera en múltiples
    pequeños problemas, hasta el infinito (fractales). Algunos
    factores que contribuyen a reforzar un problema serían,
    por ejemplo, los pensamientos negativos, tales como: Ya me lo
    suponía; estaba seguro que me iría mal; etc., que
    reaccionan en la conciencia del individuo como una
    profecía autocumplida.

    Muchas veces puede existir un problema del cual no somos
    conscientes. La conciencia del problema solo se inicia cuando el
    individuo percibe un efecto de coacción que limita su
    libertad de acción, sintiéndose como un virtual
    objeto pasivo para el cambio personal. Luego el individuo
    comienza un proceso psicológico de relacionar y asociar su
    estado con otras situaciones similares a través de un
    proceso referencial. Recuerda a personas, textos o experiencias
    en que se ha producido algo similar.

    Dado que el individuo pertenece a una comunidad, sabe
    cómo reaccionarían los integrantes de ella frente a
    un problema similar. Por lo tanto, él se mueve en la
    realidad de la comunidad y percibe el problema en una estructura
    consensual de comportamiento.

    Hasta el momento hemos visto que el individuo se siente
    afectado por factores externos (coacción, referencias y
    consenso comunitario), además que sabemos que solo el
    individuo puede realizar el cambio, pero dada la situación
    especial en que se encuentra, proceso vivenciado como una
    invasión de su conciencia por agentes externos,
    incapacitándolo para resolver por sí mismo el
    problema, es necesaria la ayuda externa de un tercero, como
    guía para el cambio personal. Sin embargo, para que la
    ayuda sea efectiva, es imprescindible que se efectúe de
    tal modo que no implique la negación del otro, sino
    más bien le otorgue la responsabilidad del cambio aunque
    no se disponga de los recursos para él. De nuevo estamos
    frente al proceso de evolución y cambio de conciencia, que
    en este caso particular contempla:

    • Tomar consciencia del problema y de la necesidad de
      efectuar un proceso de cambio.

    • Darse cuenta que el cambio se da solo dentro de un
      marco de referencia de una cultura a la que pertenece el
      individuo.

    • Tomar consciencia que el individuo está
      inserto en una estructura de comunidad que le permite
      establecer un modelo consensual de comportamiento.

    • Sentirse actor y partícipe del cambio, por la
      propia experiencia y no en el hecho de acumular y memorizar
      instrucciones de otros.

    • Darse cuenta que el acto creativo deviene como
      resultado de la búsqueda y del encuentro de la
      libertad e independencia del individuo.

    La comprensión de este proceso lleva a una mayor
    y mejor calidad de vida, reflejada en un mejoramiento de las
    relaciones humanas, en las actitudes positivas, en una mejor
    percepción de la realidad, en los pensamientos y acciones
    creativas para la resolución de los problemas. En una
    palabra, contribuye a darnos una mayor felicidad.

    Ahora, respecto de las relaciones humanas dadas en la
    solución de un problema, se manifiestan relaciones de
    aceptación o rechazo a las condiciones impuestas. De
    ahí que pueden darse tres formas de salvar un problema. En
    primer lugar, podemos por nosotros mismos resolver el problema
    sin ayuda externa, responsabilizándonos y experimentando
    una emoción y sensación de dominio e independencia
    de sí mismo.

    Otra forma de resolver el problema, es recibir ayuda de
    alguien quien puede actuar de dos modos: dar apoyo condicionado a
    un estricto control que implica una dependencia al quitarnos la
    libertad de elegir, decidir y responsabilizarnos, en todo, en el
    tiempo que dure el proceso de solución del problema. Otro
    camino, es dar el apoyo sin condiciones algunas,
    incentivándonos al autocontrol tanto en la
    elección, decisión y responsabilidad de los actos.
    Solo en el primer y último caso, el sujeto salva su
    integridad como un ser plenamente activo.

    LA NOVENA HORA: PERCEPCIÓN DEL CAMBIO

    LA CONCIENCIA DEL CAMINANTE

    Abuelo, creo que ya no tengo nada más que pedirte
    para conocer el proceso de cambio personal. Solo me asalta una
    duda: ¿Cómo sabré que estoy
    cambiando?

    • Hijo, no puedo contestarte esta pregunta, pues si
      así lo hiciéramos estaríamos dividiendo
      la conciencia en diversas partes, sabiendo que es una sola
      unidad. Sin embargo, para darte una idea de cómo has
      cambiado recorreremos el camino de tu propio proceso de
      cambio.

    El primer nivel lo experimentas en todas aquellas
    ocasiones en que recibes información directa de un
    maestro, quien dispone de recursos, y es responsable de tu
    aprendizaje, que es básicamente
    asociativo-memorístico.

    El segundo nivel es lo que hemos estado haciendo cuando
    recibes pasivamente mis relato, historias y cuentos, que nos
    sirven de referencias para el cambio personal.

    • Abuelo, no entiendo mucho la diferencia entre ambos
      niveles, pues en ambos casos recibo información
      externa.

    • Hijo, existe una diferencia muy sutil, pero la hay.
      En el primer caso recibes información de una forma un
      tanto mecánica, como sería aprenderse un
      reglamento, una norma o instrucción; en cambio en el
      segundo nivel empiezas a emplear más tu
      imaginación, lo que facilita recordar tal aprendizaje.
      Es como la diferencia entre la prosa y el verso. En el
      segundo nivel comienzas a involucrarte más al
      participar tu imaginación.

    Ahora, el tercer nivel es el que más se ha dado
    entre nosotros, pues hemos estado continuamente intercambiando
    sentimientos mutuos vía el diálogo que nos lleva a
    un encuentro y aceptación de sí mismo y de los
    demás. Ambos somos responsables del aprendizaje y
    aprovechamos los recursos de todos los participantes.

    El cuarto nivel lo experimentas cada vez que meditas o
    preguntas, pasando a ser así actor del proceso de cambio y
    creador del aprendizaje, comenzando a sentirte un
    auténtico ser humano.

    El último nivel, es aquel que contiene a todos
    los demás niveles. Así, puedo decirte que nunca has
    estado separado de él y que solamente no eres consciente
    de este hecho. Lo paradójico es que, si lo buscas, es
    probable que no lo encuentres pues no es un acto voluntario. Es
    como el ojo que no puede verse a sí mismo, pues si lo
    hiciera, dejaría de ver. De ahí que la realidad
    ordinaria ya es estar en ese nivel, aunque aún no lo creas
    y también la búsqueda es el encuentro que te
    mantiene vivo. Ya lo comprenderás.

    • Hijo, otra forma de ilustrarte acerca de los niveles
      de conciencia sería recurrir al efecto que tienen la
      comunicación y el respeto en las relaciones
      humanas.

    Es interesante comprobar que la pérdida en la
    comunicación y del respeto están dados por una
    alteración de los niveles de conciencia. De ahí
    que, es factible predecir y modificar el estado de conciencia
    para mejorar estos aspectos de las relaciones humanas.

    A menudo sucede que una buena relación de
    comunicación y respeto mantenida por mucho tiempo, de
    repente comienza a deteriorarse y transformarse en una actitud
    totalmente opuesta. Lo que en un principio era armonía, se
    convierte en una pesadilla de todos los días impidiendo la
    posibilidad de un encuentro entre las partes
    involucradas.

    La pregunta que habría que hacerse es
    ¿Cómo se llegó a esta situación y
    quién o qué es culpable de ello?

    Responder la interrogante puede llevarnos a descubrir
    que en realidad no hay culpables y puede llegar al comienzo de un
    encuentro y aceptación del otro y reconocimiento mutuo de
    que ambos son personas distintas con puntos de vistas diferentes
    y valederos.

    • Abuelo, pero qué tiene que ver la
      comunicación y el respeto con los niveles de
      conciencia.

    Se puede decir que el desarrollo de la conciencia es un
    proceso de cambio que tiene por objeto asumir la responsabilidad
    de nuestras acciones, la cual antes pertenecía a
    otros.

    Para graficar el proceso de cambio en las relaciones
    personales (y de niveles de conciencia) recurriremos a un ejemplo
    típico que es la disolución de una sociedad. En
    este caso se produce un fenómeno de involución de
    la conciencia, pues se desciende en los niveles a medida que
    transcurre el tiempo.

    Durante el inicio de la formación de una
    sociedad, existe una relación de comprensión mutua
    en que todos estamos a la disposición de los demás
    sin el ánimo de posesión y manipulación
    alguna. Tampoco existe una lucha de poder, pues claramente se
    coopera y ayuda sin egoísmo. Es un acto de entrega y
    unión fraternal. La responsabilidad se comparte y
    también los recursos. La comunicación es fluida y
    existe un respeto a los demás.

    Con el tiempo es factible que la responsabilidad se
    transfiera hacia alguno de los asociados produciéndose
    así un cambio en la relación, que incentiva la
    separación entre las partes pues se deteriora la
    comunicación, se disminuye el respeto, se incentiva una
    lucha de poder y actitud competitiva.

    Al final se llega a un estado tal de confusión
    entre las partes que ya no es posible mantener una
    relación estable. La ruptura es violenta. Se corta la
    comunicación y no existe el respeto mutuo. Cada uno le
    echa la culpa al otro de la situación y, por tanto, ya no
    hay sociedad.

    Lo anterior no significa que pueda haber sociedades que
    lleguen a un encuentro perdurable entre las partes en raras
    ocasiones, sino que muestra la forma como se va deteriorando la
    relación por efecto del cambio de conciencia. Tener esto
    presente puede contribuir a mejorar la relación mediante
    la comprensión del significado del cambio.

    LA DÉCIMA HORA: CON LOS DEMÁS

    LA SOCIEDAD DEL CAMINANTE

    • Abuelo, creo que he comprendido cómo es el
      caminante y cómo llega al encuentro consigo mismo. Sin
      embargo, tengo la duda de cómo el caminante que se
      conoce a sí mismo, puede encontrarse con los
      demás, sabiendo que la sociedad donde pertenece, no
      está hecha para él. Quisiera que me orientaras
      acerca de estos problemas y de los cambios necesarios para
      lograr una sociedad "buena" para el caminante.

    • Hijo, tienes razón al pensar que existen dos
      grandes problemas. Primero cómo debe ser un caminante
      y segundo cuál es la sociedad del caminante. El primer
      problema ya lo has resuelto durante todo el proceso que hemos
      ido descubriendo juntos. Ahora bien, el hecho de que te
      plantees la necesidad de cambiar la sociedad, supone que bajo
      la actual estructura social se presenta un problema. Entonces
      –hijo- me parece que puedes resolver este problema con
      todo lo que has aprendido con el caminante. Esa es tu
      misión ahora.

    • Tienes razón abuelo, eso intentaré o
      mejor haré desde este momento. Pero antes diré
      que sociedad para mí es cualquier agrupación de
      individuos hacia el bien común.

    Para llegar a resolver el problema de la sociedad del
    caminante, se requiere, en primer término, de un proceso
    de comprensión y toma de conciencia de que así como
    cada individuo percibe y actúa en su propia realidad, para
    modificar tal realidad él debe transformar y cambiar su
    forma de percepción hacia ella. Entonces, esa realidad
    llamada sociedad es diferente para cada individuo según su
    forma de actuar y vivir en esa agrupación que por
    perseguir el bien común la denominamos comunidad. Es
    así, que si esperamos que cambie nuestra percepción
    de la comunidad, debemos efectuar todos los cambios en nosotros
    mismos, para que cambie nuestra sociedad.

    Todos estos cambios se van aprendiendo y desarrollando
    en esta nueva forma de educación humanista: Ser y Vivir en
    Comunidad.

    Y, ¿Cómo puede ser nuestra experiencia
    personal en grupos comunitarios?

    Creo que todos nosotros poseemos una sabiduría
    innata y natural acerca de cuál debe ser el funcionamiento
    de una comunidad auténtica. A medida que vamos conociendo
    y comprendiendo los principios y valores en que se sustenta una
    comunidad, percibimos que nuestro comportamiento paradojalmente
    actúa en ese sentido sin buscar conscientemente ese
    efecto. De ahí que, para deducir cual sería la
    forma en que debe construirse una comunidad bastaría
    reflexionar respecto de nuestras relaciones con los demás.
    En ocasiones, también, aparentemente actuamos en sentido
    opuesto al de la formación de una comunidad. Sin embargo,
    intuitivamente pienso que estamos haciendo algo contrario a lo
    correcto debido a nuestra tendencia hacia la integración
    comunitaria.

    Si bien para lograr el desarrollo del individuo es
    imprescindible alcanzar la independencia y autonomía de
    los demás, esto no significa que debamos abandonar todo
    acercamiento y comunicación con otras personas, sino al
    contrario, se deberá establecer un sentido de vida en
    comunidad, de tal modo que en toda relación personal, sea
    esta de carácter familiar, religioso, educacional, laboral
    y en cualquier forma de agrupación social, impere una
    forma de vida en que se experimente la expresión
    característica del Ser, elementos analizados
    anteriormente.

    Es necesario distinguir, la diferencia existente, entre
    aquellos grupos (unidad fraccionada) pertenecientes a un sistema
    de educación autoritaria de los formados en una
    situación educativa humanista. Solo en esta última,
    se da la conformación de los grupos en un sentido
    comunitario. En la generalidad de los casos, en nuestra vida
    cotidiana, se dan preferentemente la gestación de grupos
    fraccionados. De ahí que, sería adecuado conocer
    los elementos que involucran la formación de una comunidad
    auténtica.

    Dado que la comunidad, en sí, es una
    agrupación de individuos, adopta por ende los principios,
    actitudes y valores de sus componentes, actuando en conjunto como
    un organismo vivo colectivo que, en definitiva percibe, piensa y
    actúa como una sola unidad.

    Quien no haya experimentado los beneficios de una
    comunidad (la mayor parte del mundo), no sabe o no reconoce cual
    o cuales son las ventajas de vivir este proceso. Desconoce, por
    ejemplo, la forma creativa en que funciona una verdadera
    comunidad. Tampoco percibe el sentimiento que embarga a quienes
    participan de esta experiencia: tranquilidad y alegría de
    pertenecer a este grupo especial que funciona también de
    manera especial.

    Debemos recordar que, dado que en toda comunidad existe
    una diversidad de personas con distintos intereses, motivaciones,
    experiencias, etc., esto producirá necesariamente momentos
    de desacuerdos. Sin embargo, el reconocimiento y
    aceptación de tales obstáculos originará,
    tarde o temprano, un acercamiento y respeto por las opiniones
    disímiles. Así, el individuo empieza a comprender
    que las diversas realidades de las personas frente a un hecho, en
    las comunidades se presentan a cada instante. Entonces, en la
    comunidad es donde se da la unión del sujeto-objeto
    más claramente al darse una multiplicidad de realidades
    para cada uno de los participantes en ella.

    Al analizar algunos aspectos de experiencias en grupos
    comunitarios podemos ver en qué medida el proceso de la
    comunidad es similar al proceso de desarrollo personal del
    individuo: cómo percibe la realidad este grupo especial;
    cuáles son los elementos o factores que inhiben la
    expresión o formación de la comunidad; hacia donde
    se dirige esta conformación; qué es la comunidad;
    cuáles técnicas o ejercicios emplea para su
    evolución; cuál es el sentido de la
    meditación e iluminación comunitaria; qué
    referencias existen respecto al sistema educativo regido por
    ella; por último, frente a la participación en
    comunidades, adoptar un sentido de desidentificación de la
    propia comunidad con el fin de alcanzar la auténtica
    libertad de Ser y Vivir en comunidad, sin sentirse sometido
    aunque sí ligado a ella, produciéndose una unidad
    "entre" participantes (Buber) con sentimientos mutuos de dar y
    recibir sin egoísmos, asumiendo actitudes de
    vulnerabilidad sin temores y ansiedades en donde esté
    presente la sinceridad, el amor y respeto de los comunitarios,
    traspasando aun estos valores los límites de la propia
    comunidad. De ahí, podemos decir, que la formación
    de una comunidad va a tener efectos no tan solo para los propios
    actores de la misma, sino que además actúa como un
    sistema abierto, a pesar de ser aparentemente un sistema grupal
    cerrado. Sus efectos trascienden las fronteras de la comunidad
    misma.

    Aun siendo una comunidad, una agrupación de
    individuos, no hay distinción ni predilección entre
    ellos, el amor se comparte por igual, se escucha a cada uno de
    ellos estimulándolos a que se expresen y activen su
    participación personal, haciendo que todos se sientan
    líderes. Tampoco se establecen reglas, estructuras ni
    tiempos que limiten la expresión creativa de los
    participantes.

    • Abuelo, he comprendido que nuestra percepción
      de una sociedad determina en qué sociedad somos y
      vivimos, pero tengo duda respecto a cómo podemos
      enfrentarnos a los obstáculos que naturalmente se
      presentan entre el individuo y la sociedad.

    El abuelo guardó silencio esperando que su nieto
    resolviera su problema por sí mismo. Entonces, este
    último recordó uno de sus sueños de cambios:
    un viaje de aventuras hacia los cambios del futuro personificado
    por Changer, educador del carácter productivo.

    Changer, aparentemente era como todos los demás,
    sin embargo, algo hacía que al parecer sin esfuerzo por
    parte de él, se le facilitaba resolver los problemas
    cotidianos.

    Para enfrentarse a los obstáculos al desarrollo
    del Ser, Changer empleaba todos sus recursos y poderes
    interiores.

    Así, para poder evitar las situaciones
    burocráticas de la Sociedad, Changer programaba
    mentalmente sus actividades, de tal modo que se dieran relaciones
    sinérgicas y de sincronicidad-serendipidad que facilitaban
    y agilizaban el proceso de atención personal como
    situaciones presentadas bajo coincidencias significativas. De
    este modo, este factor de entropía tenía poca
    influencia en el comportamiento de Changer. Él actuaba con
    tal seguridad de que no se le dificultaría el camino, que
    a menudo, sin siquiera programar una actividad, las condiciones
    se presentaban favorables a sus necesidades, de tal modo que se
    convertían en necesidades sinérgicas con las
    necesidades de las demás personas. Más aún,
    pareciera que mientras más desatendiera o evitara la
    programación consciente, mayores eran los efectos de
    coincidencia significativos.

    La segunda valla que plantea que con solo el
    razonamiento intelectual puede resolver los problemas ha
    caído en desuso por su propio peso, pues con el avance de
    la ciencia, que ha aplicado de preferencia el razonamiento
    cognoscitivo, se reconoce ahora que esta facultad del ser humano
    no permite por sí sola reconocer toda la verdad del
    conocimiento, sino que el usar esta facultad limita en parte la
    percepción de la realidad, pues existen otras formas
    intuitivas y holísticas que permiten comprender y
    aprehender la realidad o una aproximación a ella, lo que
    no se podría obtener solo con el razonamiento intelectual.
    De ahí que, para Changer este problema no presenta grandes
    obstáculos para su propio desarrollo, pues él
    emplea la diversidad de percepciones: intuitiva, racional,
    estética, corporal, sensorial, holística para la
    aprehensión del mundo de la realidad.

    Cierto obstáculo al desarrollo del Ser,
    serían los mecanismos de control del comportamiento del
    individuo aplicados en la sociedad actual. Para terminar con esta
    valla, Changer no requiere hacer nada, pues los propios
    mecanismos de control, en algún momento se darán
    cuenta de la inutilidad y alienación de esta
    "sumisión", cuando lleguen a comprender la naturaleza
    humana y ver la pobreza de esa actitud de control y que en
    última instancia, ellos mismos (los que controlan) son los
    creadores del proceso de control. Entonces ya no se
    requerirá de control al ser responsables de sí
    mismos y experimentar un cambio de paradigma en la
    educación del Ser. En principio creerán que es una
    utopía la falta de control, pero cuando perciban la
    realidad del Ser, comprenderán la falacia de tal
    afirmación.

    Otro obstáculo es el temor al cambio. En
    principio casi todos tememos el cambio y nadie lo desea. Para
    Changer esta valla no tiene mayor fuerza pues su forma de vida es
    un constante proceso de cambios; ha superado el temor al cambio,
    más aún, busca el cambio; comprende que el cambio
    cumple una finalidad que si bien en un momento pueda
    desconocerse, después se aclarará su razón
    de ser; se da cuenta que la única verdad o constante
    absoluta es el cambio y que siempre habrá cambios como una
    danza que permite percibir la figura del fondo. Nos damos cuenta
    de que si no existiera el cambio, seríamos ciegos para
    percibir la realidad, pues todo sería la misma cosa
    uniforme y donde no se daría la diversidad que permite la
    distinción y el cambio de percepción de la
    creatividad.

    Un obstáculo más para el cambio, Changer
    lo define como que "todos creen tener la razón",
    despreciando la opinión de los demás. Aquí
    se encuentran los creyentes y especialistas que se oponen a todo
    cambio que signifique sacarlos de su modelo cerrado de
    pensamiento y acción. Lo que ellos dicen, "debe ser
    verdad", así lo creen y lo divulgan en imágenes o
    explícitamente. Para Changer, estos individuos los observa
    con tristeza, pues comprende que están cegados por un
    marco de referencia cerrado, que nubla sus pensamientos y no les
    permite percibir más allá de su campo de
    acción y, por tanto, no es posible que puedan aprehender
    la realidad o una aproximación más cercana a ella.
    Los especialista, se dice conocen mucho de algo, pero Changer
    cree que más bien conocen algo de mucho, pues su esquema
    mental de fragmentación del conocimiento no les permite
    percibir la realidad en forma intuitiva-holística.
    Además, por esta visión parcial que desarrollan
    habitualmente se les dificulta, por no decir, se les atrofia la
    creatividad en el sentido de desarrollar y descubrir cosas nuevas
    y relacionar elementos que escapan a una visión
    parcializada. De ahí que, las conferencias que proclaman
    la participación de "especialistas en la materia" no
    pueden ni podrán ser jamás un avance verdadero del
    conocimiento, sino más bien, será una
    presentación quizás profunda de un tema particular
    del conocimiento disgregado. En cambio, es cosa de ver la
    historia de grandes inventos y descubrimientos en que los
    inventores y descubridores destacaron en otros campos, distintos
    a su especialidad. Otro problema que se percibe, es que en las
    conferencias, libros y artículos del avance de la ciencia
    y de sus proyecciones se da énfasis solo a los elementos
    tecnológicos no considerando los aspectos fundamentales
    del cambio humano, de su comportamiento futuro y de sus
    relaciones con los demás, y esto sucede así, porque
    erróneamente se supone que las relaciones humanas se
    mantendrán similares a como se dan actualmente o se
    desconoce cómo se presentarán en el futuro, por lo
    que se prefiere ignorarlas.

    Trascender las tradiciones de la sociedad, no era mayor
    problema para Changer, pues éste actuaba de forma
    plenamente autónoma, sin perturbar ni participar de ellas,
    dado que su actitud estaba orientada, hacia el crecimiento
    personal más que a mostrar una falsa imagen; hacia lo
    novedoso antes que la rutina de los hábitos; hacia la
    libertad antes que al control; hacia la cooperación en vez
    de la competición; hacia lo ecológico más
    que la explotación; hacia la integración más
    que lo dicotómico; hacia lo holístico en vez de la
    fragmentación; hacia la descentralización en vez de
    la centralización; hacia lo cualitativo antes que lo
    cuantitativo; hacia la disolución del poder frente a la
    jerarquía; hacia la experiencia vivencial antes que el
    conocimiento intelectual; hacia la diversidad frente a la
    uniformidad; hacia lo concreto en vez de lo abstracto; hacia el
    cambio en vez de lo estático.

    Sabiendo que el individuo (consciente o
    inconscientemente) da realce a aquellos elementos que enmarcan
    sus creencias y presuposiciones, buscando con ello ratificar
    estos conceptos y desechando de su mente todo aquello que no se
    encuadre con su modelo de la realidad, además de
    integrarse solo con otros individuos que posean ideas y un
    pensamiento similar, esto hace que se formen grupos de sociedades
    cerradas que no dejan espacio a nuevos puntos de vista que se
    traduzcan en cambios de paradigmas de la realidad. De ahí
    que, la formación de sociedades refleja en gran medida el
    carácter de los individuos que la integran y puede suceder
    que jamás se entrecrucen dos sociedades disímiles,
    aunque sean referidas a un mismo individuo que pertenezca a dos o
    más sociedades en oportunidades diferentes. Así,
    por ejemplo, un padre ejemplar a su vez era un siniestro
    carcelero en los campos de concentración, adoptando ambos
    roles totalmente diferentes debido a que él asumía
    el carácter de la sociedad a que pertenecía en ese
    instante, no provocándole una crisis emocional alguna a su
    conciencia humanitaria frente a una conciencia despiadada en su
    rol de guardia de un campo de concentración. Virtualmente
    este individuo tiene dos personalidades que actúan en sus
    propias sociedades. Entonces esto nos demuestra que podemos vivir
    y ser en tantas sociedades como tengamos la capacidad de
    identificarnos con cada una de ellas, tratando de "cumplir el
    deber" de la mejor forma que creamos se deba actuar en esas
    sociedades.

    Así como cada individuo tiene su propia realidad,
    así también hay tantas sociedades como las vivimos
    en nuestra propia percepción: para unos es una sociedad
    enferma, para otros es sana; sociedad ignorante o sociedad
    educativa; sociedad guerrera o en paz; sociedad de muerte o de
    vida. Y, lo más increíble, es que todas estas
    sociedades existen y actúan simultáneamente,
    actuando en la percepción y forma de vida de sus
    integrantes en cada una de ellas. Son como mundos paralelos que
    afectan solo a quienes forman parte de ellas. De ahí que,
    para modificar nuestra sociedad, debemos actuar sobre nuestro
    sistema de creencias y percepciones acerca de cómo es y
    debe ser la sociedad a que pertenecemos.

    Entonces, vano es buscar en el futuro una sociedad que
    se adecúe a nuestra forma de vida, sino que ahora ya
    estamos en la sociedad que queremos, y solo debemos percibirla
    así. La idea es darnos cuenta que ya estamos en la
    sociedad buena. Tomar conciencia que los cambios no debemos
    efectuarlos en la propia sociedad ni en los demás, sino en
    nosotros mismos y así, si en algún momento fuimos
    hacia la búsqueda de un cambio del mundo, al final hemos
    llegado al propio encuentro consigo mismo y con los
    demás.

     

     

    Autor:

    Omar Peña

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