Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La despenalización del aborto también es por la vida (página 2)


Partes: 1, 2

Pero ya que en los últimos años cada vez hay más Estados que permiten el aborto, ¿no habría sido un gesto de benevolencia de la Iglesia el haber mitigado las penas para los católicos que aborten? La Iglesia pudo haber cambiado, en la última y profunda revisión del Código de Derecho Canónico culminada en 1983, la pena de excomunión que pesa sobre los que procuran conscientemente un aborto, pero no lo hizo así precisamente porque en las últimas décadas se ha producido en todo el mundo una acusada relajación de la sensibilidad de las gentes (y también de muchos creyentes) hacia este crimen. Y si bien esta mayor laxitud social, que ejerce una presión cierta sobre las conciencias, puede disminuir la gravedad del delito en algunos casos, una atenuación de la pena habría suscitado, inevitablemente, la errónea idea de que la Iglesia considera hoy el aborto provocado como menos grave que antes, cuando, evidentemente, no es así. La Iglesia es Madre y Maestra; como Madre, es lenta para la ira y fácil para el perdón, pero como Maestra no puede desvirtuar el depósito de la doctrina legado por Dios, y no puede decir que está bien lo que está mal, ni puede dar pie a que nadie suponga que actúa de esta manera.

¿Puede suceder que alguna persona consienta o colabore en un aborto y no incurra en excomunión? Sí. Dado que en Derecho Canónico no existe delito si no hay pecado grave, hay circunstancias en las que no se incurre en esta pena, que requiere plena imputabilidad. Por ejemplo, no quedan excomulgados los que procuran un aborto si ignoran que se castiga con la excomunión; los que no tengan conciencia de que abortar voluntariamente es pecado mortal; los que han intervenido en un aborto forzados con violencia irresistible contra su voluntad o por miedo grave; los menores de edad…; en general, los que han obrado sin plena advertencia y pleno consentimiento.

  En el caso de que un médico (o un anestesista o una enfermera), por no estar dispuesto a realizar este tipo de intervenciones, fuese despedido y padecieran necesidad él y su familia, ¿podría colaborar? Nunca se puede colaborar de modo positivo en la comisión de un acto que va contra la ley de Dios, que hay que obedecer antes que a la ley de los hombres. El católico que se halla en esta situación tiene la obligación grave de ampararse en el derecho a la objeción de conciencia, aunque esta actitud pueda acarrearle represalias. El profesional sanitario cristiano ha de tener presente, además, que si es conocida su condición de creyente puede provocar un grave escándalo si colabora a la práctica de abortos. Si los familiares de ese profesional son también cristianos, tienen la responsabilidad humana y moral de ayudarle a sobrellevar las dificultades, apoyarle en sus decisiones y hacer causa común con él en esos momentos de tribulación. Y esta responsabilidad alcanza también a sus amigos y colegas, si son cristianos y quieren vivir auténticamente su fe, así como a los miembros de la comunidad católica en que el profesional sanitario se desenvuelva.

 ¿Y qué ha de hacer el resto de las personas que trabajan
en un hospital donde se practican habitualmente abortos?
Esas personas han
de poner todos los medios lícitos a su alcance para que se dejen de practicar
abortos. En cualquier caso, han de negar su colaboración directa a esas
acciones

¿No es la doctrina católica sobre el aborto una dura doctrina, que muy pocos podrán seguir? Casi con estas mismas palabras replicaron los contemporáneos de Jesús cuando oyeren su predicación. Y el mismo Jesús nos dijo que hay que seguir el sendero estrecho para llegar al Reino de los Cielos. Seguir a Cristo en Su Iglesia no es fácil, pero con la Gracia de Dios se allana el camino y se superan las dificultades, por grandes que parezcan. También nos dijo Jesús que fuéramos a Él con confianza, y Él nos aliviaría de nuestras angustias. La doctrina católica sobre el aborto no proviene de la voluntad de la autoridad eclesiástica, sino que está fundamentada en lo más profundo de la naturaleza de las cosas queridas por Dios, que se expresa en la Ley que Él nos ha dado a conocer, y que la Iglesia tiene la misión de transmitir. Pero la Iglesia cumple también con su deber siendo el ámbito en que los cristianos pueden fortalecer mejor su fe y ser ayudados y estimulados a vivir más intensamente su vida cristiana.

  ¿Cómo puede levantarse una excomunión, tras haber colaborado en un aborto consumado? Si un católico se encuentra en esta situación, debe acudir al obispo o al sacerdote en quien éste delegue. En la práctica, puede dirigirse a cualquier sacerdote, que le indicará lo que debe hacer.

  ¿Tienen los católicos, además de la obligación grave de no colaborar en ningún aborto provocado, otras obligaciones en esta materia? Todos los católicos estamos llamados a una vida plena, es decir, a la santidad, y a contribuir activamente a la extensión del Reino de Dios en la tierra llevando el Evangelio hasta el último rincón del mundo. Si todo miembro responsable de una sociedad que se proclama civilizada tiene el deber de defender la vida y la dignidad humanas, por muchas más razones los católicos hemos de asumir esta tarea.  

¿Cómo se puede hacer esto, en el caso del aborto? El lograr que en una sociedad se respete el derecho a la vida es responsabilidad de todos en su actividad cotidiana, pues todos, con el ejemplo de su conducta, sus palabras, sus escritos, sus opiniones, su voto, la educación de sus hijos, etc., influyen en lo que se piensa, en cómo se vive Y en lo que se legisla. Ciertamente, un papel importante corresponde a políticos, educadores y responsables de medios de Comunicación social, por la repercusión que sus palabras o sus acciones tienen en la colectividad; pero ellos, al tiempo que influyen sobre la sociedad, son influidos a su vez también por ella.  

¿Qué puede hacer para influir en esta materia un cristiano corriente, un ciudadano normal que ni sale en la televisión, ni habla desde una cátedra o una tribuna pública? Lo primero que cada uno puede y debe hacer para afirmar la vida es vivir con la conciencia de su dignidad. Sólo afirmaremos la vida de otros si nosotros percibimos la nuestra en toda su grandeza y si nuestra conducta es coherente con nuestra convicción. El ejemplo de Jesús, tomando en serio a cada una de las personas que se encontraba, debe servirnos para que todos los que se crucen en nuestra vida se sientan valorados y tenidos en cuenta como seres únicos. Una afirmación así de la vida personal en nuestras experiencias cotidianas hará posible que surja, naturalmente, la estima por todos y cada uno de los seres humanos, también los concebidos y no nacidos. Pero junto a esta actitud general, caben muchas maneras concretas de trabajar específicamente en favor de la vida:

  • Rogando al Señor por los legisladores y los dirigentes sociales en general, para que sepan comprender que los hijos concebidos y no nacidos son los más inocentes y los más indefensos miembros de, nuestra sociedad, y que, como ha dicho repetidamente el Papa Juan Pablo li, nunca se puede legitimar la muerte de un inocente.

  • No despreciando el valor moral del dolor y del sacrificio, cuyo rechazo lleva a justificar cualquier intento de acabar con lo que se cree que son sus causas, incluidos los ancianos o enfermos inútiles, los deficientes que son una carga o los nuevos hijos que pueden complicar la vida o disminuir el bienestar de la familia.

  • Acogiendo y ayudando, también económicamente, a quienes, por razón de su maternidad, se encuentran en situaciones difíciles.

  • Recibiendo con alegría, por duro que pueda ser, al nuevo hijo enfermo o deficiente que llegue a la familia, como una bendición de Dios. Es ejemplar el testimonio de numerosísimos padres cristianos en este sentido.

  • Reaccionando positivamente ante escritos públicos o programas audiovisuales que defiendan la vida humana, y críticamente ante los que la ataquen.

  • Orientando el voto hacia las alternativas que merezcan más confianza por sus actitudes ante la vida en general, y ante la cuestión del aborto provocado en particular.

  • Informando a quienes nos rodean, con caridad, pero con firmeza y claridad, de la realidad del hijo no nacido y de la importancia de defender su derecho a vivir.

  • Los médicos, en especial los ginecólogos, y otros profesionales sanitarios, empleando los medios técnicos que permiten que una madre vea en una ecografía, con sus propios ojos, al hijo en sus entrañas, moviéndose, nadando, chupándose el dedo. Se ha dicho que si el vientre de las madres fuera transparente, muchos verían la cuestión del aborto provocado de otra manera.

Son sólo algunos ejemplos que puedan dar idea del enorme campo que un cristiano tiene ante sí en relación con este gravísimo problema.

¿Es razonable pensar que un día la vida y la dignidad humanas se respetarán desde la concepción hasta la muerte? No es posible contestar rotundamente a esta cuestión, pero hacia este objetivo deben encaminarse los esfuerzos de todos los que aspiran a un mundo justo. Las agresiones a la vida humana, especialmente de los inocentes, han tenido siempre en la historia consecuencias dramáticas. Los cristianos sabemos que cuando las personas y las colectividades han reconocido a Jesucristo, este reconocimiento ha supuesto una afirmación de la vida sin parangón con cualquier otra cultura. Por eso debemos empeñarnos en la extensión de la presencia de Cristo en la sociedad, porque de este modo los hombres reconocerán su propia grandeza y podrán vivir con una nueva conciencia propia dignidad. Con el auxilio de Jesús y de su madre, que lo concibió en su seno, y con el ejemplo nuestra propia vida, será posible trabajar mejor en defensa de este ideal.

  • 2.6. COMENTARIO: El derecho a la vida consiste en el derecho a nacer y a vivir hasta que Dios disponga la muerte, de acuerdo al orden natural y al quinto mandamiento de la ley de Dios "no matarás". Está claro que el aborto provocado es el homicidio de un ser humano en formación en el vientre de su madre. Con unas tenazas, el médico lo aprieta hasta quitarle la vida, luego lo extrae y lo destruye. Como dice la Iglesia Católica quien consciente y deliberadamente practica un aborto, acepta que se lo practiquen o presta una colaboración indispensable a su realización, incurre en una culpa moral y en una pena canónica, es decir, comete un pecado y un delito.

CAPÍTULO III:

Mentiras y verdades sobre el aborto

La Medicina entiende por aborto toda expulsión del feto, natural o provocada, en el período no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. Si esa expulsión del feto se realiza en período viable pero antes del término del embarazo, se denomina parto prematuro, tanto si el feto sobrevive como si muere. Revisemos algunas de estas mentiras, verdades y algunas preguntas sobre todo lo referido al Aborto.

MENTIRA 1 ( Es inhumano no legalizar el "aborto terapéutico" que debería realizarse cuando el embarazo pone a la mujer en peligro de muerte o de un mal grave y permanente.

La verdad: En este caso el término "terapéutico" es utilizado con el fin de confundir. "terapia" significa curar y en este caso el aborto no cura nada. Actualmente, la ciencia médica garantiza que prácticamente no hay circunstancias en la cual se deba optar entra la vida de la madre o la del hijo. Ese conflicto pertenece a la historia de la obstetricia. Ya en 1951,, el Congreso de Cirujuanos del American College dijo que "todo el que hace un aborto terapéutico o ignora los métodos modernos para tratar las complicaciones de un embarazo o no quiere tomarse el tiempo para usarlos". El temido caso de los embarazos "ectópicos" o que progresan fuera del útero materno están siendo médicamente cada vez con mayor facilidad. Por otro lado, el código de ética médica señala que en el caso de complicaciones en el embarazo deben hacerse los esfuerzos proporcionados para salvar a madre e hijo y nunca tener como salida la muerte premeditada de uno de ellos.

MENTIRA 2 ( Es necesario eliminar a un niño con deficiencias porque él sufriría mucho y le ocasionaría sufrimientos y gastos a los padres.

La verdad: Este principio, conocido como "aborto eugenésico" se basa en el falso postulado de que "los lindos y sanos" son quienes deben establecer el criterio de valor de cuándo una vida vale o no. Con ese criterio tendríamos suficiente para matar a los minusválidos ya nacidos. Por otro lado, científicamente, las pruebas prenatales no tienen seguridad del 100% para determinar malformaciones o defectos. Por ejemplo, en el caso de la rubéola, revisando 15 estudios de importancia, se encontró que sólo el 16.5% de los bebes tendrían defectos. Quiere decir que el aborto por causa de la rubéola matará a 5 criaturas perfectamente sanas por cada bebé afectado. Por último, ¿Quién puede afirmar que los minusválidos no desean vivir?. Una de las manifestaciones contra el aborto más impresionantes en el estado norteamericano de California fue la realizada por un numeroso grupo de minusválidos reunidos bajo un gran cartel "Gracias mamá porque no me abortaste ". El Dr. Paul Carmeron ha demostrado ante la Academia de Psicólogos Americanos que hoy hay diferencia entre las personas normales y anormales en lo que concierne a satisfacción de la vida, actitud hacia el futuro y vulnerabilidad a la frustración. "Decir que estos niños disfrutarían menos de la vida es una opinión que carece de apoyo empírico teórico", dice el experto. Incluso son numerosos los testimonios de los padres de niños disminuidos física o mentalmente que manifiestan el amor y la alegría que esos hijos les han prodigado.

MENTIRA 3 ( El aborto debe ser legal porque todo niño debe ser deseado.

La verdad: Este es un argumento absurdo. El "deseo" o "no deseo" no afecta en nada la dignidad y el valor intrínseco de una persona. El niño no es una "cosa" sobre cuyo valor puede decidir otro de acuerdo a su estado de ánimo. Por otro lado, el que una mujer no esté contenta con su embarazo durante los primeros meses no indica que esta misma mujer no vaya a amar a su bebé una vez nacido. Se ha podido comprobar que en los países donde el aborto está legalizado, se incrementa la violencia de los pares sobre los niños, especialmente la de la madre sobre sus hijos aun cuando sean planificados y esperados. La respuesta es que cuando la mujer violenta su naturaleza y aborta, aumenta su potencialidad de violencia y contagia ésta a la sociedad, la cual se va haciendo insensible al amor, al dolor y a la ternura.

MENTIRA 4 ( El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo.

La verdad : Pero no cuando el sentido común y la conciencia moderna reconocen que en un embarazo hay dos vidas y dos cuerpos. Mujer, según definición de diccionario, es un "ser humano femenino". Dado que el sexo "seres humanos femeninos"; obviamente NO TODA MUJER TIENE DERECHO A CONTROLAR SU PROPIO CUERPO.

MENTIRA 5 ( Con la legalización del aborto se terminarían los abortos clandestinos.

La verdad : Las estadísticas en los países "desarrollados" demuestran que esto no es así. Por el contrario, la legalización del aborto lo convierte en un método que parece moralmente y por lo tanto, como una opción posible que no es igualmente considerada allí donde no es legal. Pero dado que la gran mayoría de abortos no son por un motivo "sentimental", "terapéutico" o "eugenésico", sino por un embarazo considerado "vergonzoso", no es extraño que la mujer – especialmente si es adolescente o joven – busquen igualmente métodos abortivos clandestinos por la sencilla razón de que una ley, aunque quite la pena legal, no quita la vergüenza y el deseo de ocultamiento. Por otro lado, esta mentira se basa en el mito según el cual los abortos legales son más "Seguros" que los clandestinos. Un ejemplo : Una investigación realizada en 1978 en Estados Unidos arrojó que sólo en las clínicas de Illinosis, se habían producido 12 muertes por abortos legales.

MENTIRA 6 ( El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho sobre su propio cuerpo.

La verdad: ¿Tiene una persona derecho a decidir sobre su propio cuerpo? Sí, pero hasta cierto punto. ¿Puede alguien eliminar a un vecino ruidoso sólo porque molesta a sus oídos?. Obviamente no. Es igual en el caso del aborto. La mujer estaría decidiendo no sobre su propio cuerpo, sino sobre el de un ser no es ella, aunque esté temporalmente dentro de ella.

MENTIRA 7 ( El aborto es una operación tan sencilla como extraerse una muela o las amígdalas. Casi no tiene efectos colaterales.

La verdad: Las cifras desmienten esta afirmación. Después de un aborto legal, aumenta la esterilidad en un 10%, los abortos espontáneos también en un 10%, y los problemas emocionales suben del 9 al 59%. Además hay complicaciones si los embarazos son consecutivos y la mujer tiene el factor RH negativo. Los embarazos extra-uterinos aumenta de un 0.5% a un 3.5%, y los partos prematuros de un 5% a un 15%. También pueden darse perforación del útero, coágulos sanguíneos en los pulmones, infección y hepatitis producida por las transfusiones, que podría ser fatal.

Además, cada vez mas investigaciones tienden a confirmar una importante tesis médica: que la interrupción violenta del proceso de gestación mediante el aborto afecta las células de la mamas, haciéndolas sensiblemente más propensas al cáncer. Algunos partidarios del aborto incluso han llegado a plantear que el aborto es menos peligroso que un parto. Esta afirmación es falsa ( El aborto, especialmente en los últimos meses de embarazo, es notablemente más peligroso. En los países ricos mueren dos veces más mujeres por aborto legal que por disfunciones del parto. Por otro lado, algunas mujeres tiene problemas emocionales y psicológicos inmediatamente después del aborto, otras los tienen muchos años después: se trata de Síndrome Post Aborto. Las mujeres que lo padecen niegan y reprimen cualquier sentimiento negativo por un periodo promedio de al menos cinco años. Después surgen una variedad de síntomas, desde sudoraciones y palpitaciones hasta anorexia, alucinaciones y pesadillas. Los síntomas son sorprendentemente similares a los del Síndrome de tensión post traumático que sufrieron algunos veteranos, 10 años o más después de haber combatido en una guerra.

¿Es un ser humano el fruto de la concepción en sus primeras
fases de desarrollo?
Desde que se produce la fecundación mediante
la unión del espermatozoide con el óvulo, surge un nuevo ser humano
distinto de todos los que han existido, existen y existirán. En ese momento
se inicia un proceso vital esencialmente nuevo y diferente a los del espermatozoide
y del óvulo, que tiene ya esperanza de vida en plenitud. Desde ese primer
instante, la vida del nuevo ser merece respeto y protección, porque el
desarrollo humano es un continuo en el que no hay saltos cualitativos, sino
la progresiva realización de ese destino personal. Todo intento de distinguir
entre el no nacido y el nacido en relación con su condición humana
carece de fundamento.  

¿Así que no es verdad que al principio existe una cierta realidad biológica, pero que sólo llegará a ser un ser humano más tarde? No. Desde que se forma el nuevo patrimonio genético con la fecundación existe un ser humano al que sólo le hace falta desarrollarse y crecer para convertirse en adulto. A partir de la fecundación se produce un desarrollo continuo en el nuevo individuo de la especie humana, pero en este desarrollo nunca se da un cambio cualitativo que permita afirmar que primero no existía un ser humano y después, sí. Este cambio cualitativo únicamente ocurre en la fecundación, y a partir de entonces el nuevo ser, en interacción con la madre, sólo precisa de factores externos para llegar a adulto: oxígeno, alimentación y paso del tiempo. El resto está ya en él desde el principio.

  ¿Cómo puede existir un ser humano mientras
es algo tan pequeño que no tiene el más mínimo aspecto
externo de tal?
La realidad no es sólo la que captan nuestros sentidos.
Los microscopios electrónicos y los telescopios más modernos nos
ofrecen, sin lugar a dudas, aspectos de la realidad que jamás habríamos
podido captar con nuestros ojos. De manera semejante, la ciencia demuestra rotundamente
que el ser humano recién concebido es el mismo, y no otro, que el que
después se convertirá en bebé, en niño, en joven,
en adulto y en anciano. El aspecto que presenta varía según su
fase de desarrollo. Y así, en la vida intrauterina primero es un embrión
pre-implantado (hasta la llamada anidación, unos 12-14 días después
de la fecundación, en que cabe la posibilidad de que de un mismo óvulo
fecundado surjan gemelos); después es un embrión hasta que se
forman todos sus órganos; luego, mientras éstos van madurando,
un feto, hasta formarse el bebé tal como nace. Y después continúa
el mismo proceso de crecimiento y maduración, y más tarde se produce
el inverso de decadencia hasta la muerte. Por eso no tiene sentido decir que
un niño proviene de un feto, sino que él mismo fue antes
un feto
, del mismo modo que un adulto no proviene de un niño, sino
que antes fue niño, y siempre es el mismo ser humano, desde el principio.
Y tan absurdo sería defender que el hijo recién concebido no es
un ser humano porque no tiene aspecto de niño, como suponer que el niño
no es un ser humano porque no tiene el aspecto externo del adulto. 

Admitiendo que existe una nueva vida desde el momento de la fecundación, ¿no podría ser una vida vegetal o animal, para llegar a ser humana en una fase posterior? No. Con los actuales conocimientos genéticos, es indudable que cada ser es lo que es desde el momento de la fecundación. De la unión de gametos vegetales sólo sale un vegetal; de gametos animales no racionales, por ejemplo un chimpancé, sólo sale otro chimpancé, y de la unión de gametos humanos se crea un nuevo ser de la especie humana, que es tal desde el principio, pues así lo determina su patrimonio genético específicamente humano.

  ¿Ha habido épocas en que se haya creído
que el fruto de la concepción de la mujer podía ser un individuo
no humano?
Sí. Hubo épocas en que, por ignorancia de los mecanismos
genéticos, se creyó que una mujer fecundada por un hombre podía
concebir un ser no humano o medio-humano. Esta idea es una manifestación
de superstición y de ignorancia científica que hoy debe tenerse
por superada. Otra cosa es que, por enfermedades o alteraciones diversas, puedan
producirse trastornos en el momento de la fecundación que desemboquen
en la formación de productos anómalos, como la llamada "mola
vesicular" o los "huevos abortivos", que carecerán de
capacidad de desarrollo. O que, en ocasiones, conduzcan a hijos con malformaciones
congénitas, cuya vida, sin embargo, es merecedora del mismo respeto y
la misma protección que la de los seres normalmente constituidos.

¿Y no puede suceder que, aunque el fruto de la fecundación
sea una vida humana, ésta no llegue a constituir un ser humano individual
hasta un momento posterior?
En la realidad no existen más que seres
humanos individuales. El concepto de vida humana es una abstracción que
no existe más que encarnada en seres individuales de la especie humana.
La vida humana, en general, es una idea abstracta; una vida humana concreta
no es, no puede ser en la realidad, otra cosa que un ser humano.  

Pero dado que hasta el decimocuarto día posterior a la fecundación
existe la posibilidad de que de un óvulo fecundado salgan no uno, sino
dos seres humanos (gemelos monocigóticos), ¿no habría que
afirmar que mientras sea posible tal división no existe un ser humano
individualizado?
El que puedan llegar a existir dos seres humanos a partir
de un mismo óvulo fecundado no significa que antes de la división
no haya ninguno, sino más bien que donde había uno -por un proceso
todavía no bien conocido- llega a haber más de uno. Hay que tener
en cuenta que no es lo mismo individualidad que indivisibilidad. Un ser vivo
puede ser individual, pero divisible; es el caso de las bacterias y otros microorganismos.
El que en una determinada época de su evolución biológica
un ser vivo pueda ser divisible no invalida su carácter de individuo
único en los momentos anteriores. El ser humano, como se ha dicho antes,
hasta aproximadamente el día 12-14 de su evolución es individual,
pero divisible, y a partir de la anidación es ya único e indivisible.
 

Si existe un ser humano desde la fecundación, ¿por qué
los científicos se refieren a él con términos varios según
su fase de desarrollo: cigoto, mórula, blastocisto, embrión, feto?
Porque la vida de un ser humano es un largo proceso que se inicia cuando
de dos gametos, uno masculino y otro femenino, surge una realidad claramente
distinta: el nuevo ser humano, fruto de la fecundación, quien en las
distintas etapas de su desarrollo recibe nombres distintos: el cigoto es la
primera célula que resulta de la fusión de las células
masculina y femenina. Tras unas primeras divisiones celulares, este ser humano
recibe el nombre de mórula, en la que pronto aparecerá una diferenciación
entre las células que formarán el embrión (lo que hemos
llamado embrión preimplantado, y que algunos llaman preembrión)
y las destinadas a formar la placenta. En esta nueva fase, el ser humano se
llama blastocisto, y anidará en la pared del útero de su madre.
Después se irán diferenciando sus órganos, unos antes que
otros, durante todo el período embrionario, al tiempo que la placenta
se desarrolla por completo. El embrión se llamará entonces feto,
y continuará su crecimiento mientras se produce la maduración
funcional de sus órganos hasta que, en un momento dado, nacerá
y se llamará neonato, recién nacido. Y este proceso único,
que se ha desarrollado suavemente, sin cambios bruscos, continúa después
del nacimiento, y el neonato se hace niño; el niño, adolescente;
el adolescente, joven; el joven, adulto y el adulto, anciano. Todos éstos
son los nombres que distinguen las etapas de la vida de un solo ser que surgió
con la fecundación y que será el mismo hasta que muera, aunque
su apariencia externa sea muy diferente en una u otra fase. 

¿No podría entenderse que hasta que sea viable, es decir, hasta que sea capaz de subsistir fuera del vientre materno, el hijo no nacido no es un ser humano, puesto que depende de su madre para existir? No. El hecho de que en una determinada fase de su vida el hijo necesite el ambiente del vientre materno para subsistir no implica que sea una parte de la madre. Desde la fecundación tiene ya su propio patrimonio genético distinto del de la madre, y su propio sistema inmunológico diferente también del de la madre, con quien mantiene una relación similar a la del astronauta con su nave: si saliese de ella moriría, pero no por estar dentro forma parte de la nave. Por otra parte, lo que se llama la viabilidad (es decir, la probabilidad de que el hijo siga viviendo en el exterior tras un embarazo cesado prematuramente) es mayor a medida que la gravidez está más avanzada, pero es muy difícil determinarla en el tiempo, pues el que el hijo pueda seguir viviendo depende en gran parte de factores externos: . tipo de parto, atenciones médicas que reciba el niño, abundancia o escasez de medios y estado de la técnica en el lugar en que ocurre el nacimiento, etc. Además, a medida que avanzan los conocimientos de la ciencia va disminuyendo la edad del embarazo en que se puede considerar viable un feto. Por eso la adquisición de la viabilidad, como el aprender a andar o a hablar, o el llegar al uso de razón, son cosas que le pasan a un ser humano, pero en modo alguno momentos en que éste se convierte en humano. No tiene sentido hacer depender la condición humana del desarrollo tecnológico. Por lo demás, la capacidad de subsistir fuera del seno materno ha de ser forzosamente ajena a la determinación del inicio de la vida humana, porque un recién nacido es también absolutamente incapaz de subsistir por sí mismo sin recibir los oportunos cuidados. El nacimiento determina un cambio en el modo de recibir el oxígeno y un cambio en el modo de alimentarse, pero el resto del desarrollo continúa el curso que ya se inició en el comienzo de la vida intrauterino.

A pesar de todo, si alguien tuviese dudas de en qué momento
exacto surge un nuevo ser humano, ¿qué actitud ha de adoptar?
En el supuesto de que alguien tenga dudas acerca de si en un instante concreto
ya comienza a existir un nuevo ser humano o todavía no existe, debe abstenerse
de interrumpir su normal desarrollo o de darle tratos indignos del hombre, pues
ante esta duda debe prevalecer la posibilidad de que sí estemos ante
un ser humano; al igual que, en caso de duda sobre si un hombre está
ya muerto o todavía no, se exige que se le respete como ser humano vivo
hasta que haya certeza de su muerte. Hasta tal punto la sociedad valora la protección
de la vida humana, que para extirpar un órgano con destino a un trasplante
no basta con la probabilidad de que el donante haya fallecido, sino que se exigen
rigurosos criterios científicos para diagnosticar su muerte. Que esto
es así se puede apreciar muy vivamente en los casos dramáticos
de hundimiento de edificios o de mineros atrapados en un derrumbamiento: los
trabajos de desescombro y de rescate prosiguen mientras no haya completa certeza
de que no queda nadie vivo, y jamás se suspenden sólo porque se
suponga meramente probable que hayan muerto todos.  

¿En qué momentos de su vida intrauterina va desarrollando el hijo no nacido sus distintos órganos y funciones?

A las dos semanas se inicia el desarrollo del sistema nervioso.

A las tres semanas de vida empieza a diferenciarse el cerebro, aparecen esbozos de lo que serán las piernas y los brazos y el corazón inicia sus latidos.

A las cuatro semanas ya empiezan a formarse los ojos.

A las seis semanas la cabeza tiene su forma casi definitiva, el cerebro está muy desarrollado, comienzan a formarse manos y pies, y muy pronto aparecerán las huellas dactilares, las que tendrá toda su vida.

A las ocho semanas el estómago comienza la secreción gástrica; aparecen las uñas.

A las nueve semanas se perfecciona el funcionamiento del sistema nervioso: reacciona a los estímulos y detecta sabores, pues se ha comprobado que si se endulza el líquido amniótico -en el que vive nadando dentro del vientre materno- ingiere más, mientras que si se sala o se acidula, lo rechaza.

A las once semanas ya se chupa el dedo, lo que puede verse perfectamente en una ecografía.

La mayor parte de los órganos están completamente formados al final de la duodécima semana, y casi todos ellos funcionarán ya en la segunda mitad de la vida intrauterina. Pero hay cambios que no se producirán más que después de nacer: la primera dentición sólo aparece seis meses después del nacimiento, los dientes definitivos lo hacen hacia los siete años y algunas veces las últimas muelas no salen hasta bien avanzada la edad adulta. La pubertad, con todos sus cambios anatómicos y fisiológicos, acaece en la segunda década de la vida, y la capacidad reproductora en la mujer se inicia poco después de la pubertad y cesa en el climaterio. Es decir, la vida es un proceso único, que empieza en la fecundación y no se detiene hasta la muerte, con sus etapas evolutivas e involutivas.

  Entonces, ¿con qué fundamento defienden
algunos que el hijo aún no nacido forma parte del cuerpo de la madre,
y que es ella la única que puede decidir sobre el destino del hijo?

Quienes así argumentan no tienen ningún fundamento en absoluto. La realidad demuestra categóricamente que el hijo es un ser por completo distinto de su madre, que se desarrolla y reacciona por su cuenta, aunque la dependencia de su madre sea muy intensa, dependencia que, por cierto, continúa mucho tiempo después del nacimiento. Ni siquiera forman parte del cuerpo de la madre la placenta, el cordón umbilical o el líquido amniótico, sino que estos órganos los ha generado el hijo desde su etapa de cigoto porque le son necesarios para sus primeras fases de desarrollo, y los abandona al nacer, de modo semejante a como, varios años después del nacimiento, abandona los dientes de leche cuando ya no le son útiles para seguir creciendo. Por tanto, pretender que el hijo forma parte del cuerpo de la madre no es, en el mejor de los casos, más que una muestra de absoluta ignorancia.

3.2. LA DESPENALIZACION DEL ABORTO TAMBIEN ES POR LA VIDA.

Desde hace ya varios meses la República Dominicana es tema de encendidos debates el asunto de la despenalización del aborto por parte de algunos sectores que buscan que nuestra legislación penal sea modificada, lo que a dividido enormemente la sociedad dominicana, lo que también ha puesto al descubierto la desmoralización en la que se encuentra la población, donde la mentira está a la orden del día. Esto ha quedado más evidenciado con la situación que se ha presentado en la discusión actual. Posiblemente por una concesión ideológica, yo estoy plenamente identificado con el aborto, aunque soy y seré siempre un defensor de la vida. Ahora bien, no me prestaría hacerle el juego ni a las iglesias, ni a las ONGs, ni mucho menos a los politiqueros tradicionales que juegan todos con la miseria y necesidad de las grandes mayorías, más aun con un tema tan delicado como este. Las iglesias vamos a ubicarlas en un plano metódico-religioso, donde por sus creencias religiosas de que quien da la vida y quien puede quitarla, para ellos es Dios, por eso asumen una posición que luce en ocasiones un tanto irracional. Lo malo de todo esto es que no permiten dejar ver otras propuestas que ellos mismo podrían hacerla. Los representantes de las iglesias asumen una posición de "caiga quien caiga y cueste lo que cueste", solo con la excusa "de que hay un Dios que da la vida". Lo peor de todo esto es que la iglesia católica ha llegado al extremo de motivar el falso argumento de que su lucha es por la viva. Para mí, esto es falso de toda falsedad. Estoy totalmente convencido de que los que luchan por la despenalización, también luchan por la vida. Si no, busquemos algunas de sus propuestas. Están ahí, el que no la quiera ver que no la vea, pero no hay peor ciego que aquel que no quiera ver, que es lo que ha ocurrido con las iglesias en este caso. Encerrarse en una posición sin alternativa, es un mal ejemplo a los mecanismos de participación del país. No hacer una contra-propuesta, más grave aún. Hacia dónde vamos, y como vamos, no es posible así. Las iglesias no dan paso a los anticonceptivos pero tampoco están de acuerdo con una educación sexual a temprana edad. Sus dirigentes quieren privilegiar los tabúes, el oscurantismo. En conclusión, el atraso. Y es que estas no dan espacios, no dejan la más mínima brecha de solución y/o alternativa. Su posición es la que debe de imperar aunque este errada. Entiendo que su poder e influencia no lo deja ver más de lo debido. Todo el mundo bien sabe que no es posible una dinámica que no pueda hacer alguna propuesta que busque solución o algún nivel de ceder en sus pretensiones. Las ONGs, con todo y el problema, han sido más coherentes porque uno está claro que quieren y persiguen ly no lo ocultan! y me parece que no son parte de la doble moral. Además, no tienen una posición cerrada, como las iglesias. Han propuesto alternativas científicas que dan luz a este gran problema que tiene dividido gran parte de la población, han tenido la delicadeza de explicar de forma escueta por que se muestran a favor de la despenalización. En cuanto a los politiqueros dominicanos, ahí si es que grande la cosa. Este es el mejor retrato de la doble moral, la partidocracia solo ha pensando en lo que representan los votos en las elecciones. Lo demás, a ellos no les importa o les importa muy poco. Por eso hemos visto como los principales bloques de los tres principales partidos se han pronunciados al respecto y como era de esperarse, sus pronunciamientos fueron contra la despenalización. Ellos que tienen la posibilidad, y también el deber, de legislar y proponer debates dirigidos a procurar soluciones sobre un problema tanta envergadura como este. Pero no, tengo la certeza de que a estos politiqueros solo les interesa continuar haciendo loor a sus tradicionales políticas de clientelismo. Hubiese sido más conveniente que estos prepararan un escenario propicio para un debate constructivo, evaluar si a lo largo de los años la penalización ha resuelto o no, si esa prohibición ha surtido efectos o, por el contrario, con esta práctica lo que hemos logrado es promover aborto clandestino sin ningún tipo de condiciones médicas que garantice la vida. Estoy convencido que si hacemos una evaluación estadística en este aspecto, los números quedarían cortos y demostrarían que real y efectivamente la penalización no ha surtido los frutos o no arrojó los resultados esperados. Si la vida de una mujer está en peligro por su embarazo, como ocurre con ciertas frecuencias, porque no luchar por su vida, porque no darle la oportunidad de elegir por una salida racional, porque no se le quiere permitir ninguna otra alternativa. Esa sería también una lucha por la vida y no puede existir vida privilegiada. Tenemos decenas de casos en los cuales hay que pensar que conviene más a la sociedad. Ejemplos: las violaciones, incesto, son sin lugar a dudas una clara expresión de la difícil situación por la que atraviesa una madre embarazada. Esto para hacer referencia a la discusión del momento porque en su debido momento tenemos que llevar la discusión a niveles más amplio, con posiciones de avanzadas.

Ahora bien, si hubiésemos sido los hombres que nos tocara la misión de dan a luz, de seguro que esta discusión ya tendría años que se hubiese producido por que de una manera u otra, esto está asociado a la exclusión de la mujer durantes siglos. Es oportuno el momento para decirle no a la hipocresía, a la doble moral que tanto daño nos hace. La consigna de las iglesias está llena de falsedad. Pero lo importante es discernir, pensar diferente y no permitir que el poder sea quien ponga la regla del juego solo por ser poder.. Independientemente de su posición, Señor Cardenal, la realidad es que ha pesado más, aunque este no sea su caso, la teoría de quien se va contra la iglesia, no importa lo que diga la realidad, es que esto peso más que todo ¡que pena que sea así!. La lucha por la vida es de todos as , así que no nos dejemos confundir, la lucha es cotidiana permanente, luchemos por la libertad por la justicia, por el respeto, por la dignidad, porque un mundo mejor tiene que ser posible.

Pues bien amigo lector, espero que mi posición de alguna manera
o de otra, también truene en la tribuna de Congreso Nacional. Desgraciadamente
no coincidimos en el tema. Y juzgo como importante que tengamos posiciones encontradas.
Me alegro sobremanera que haya sido así porque hubiese sido más
gracioso yo decir que estoy de acuerdo con su posición, solo para congraciarme
con usted en busca de una mejor nota. Sería un hipócrita más
de esos que denuncio en la introducción de este trabajo que, de seguro,
en esta Maestría alguno deber de haber. Ah, y recuerde, la despenalización
también es por la vida…

Conclusiones

  • En un problema mas que de salud pública, el ABORTO es tratado hoy en día como un problema de ética medica que afecta a una variedad cerrada y que viene a romper una filosofía social tradicional.

  • El ABORTO entre adolescentes es por un embarazo precoz que se origino por una deficiente o nula información del uso de los métodos anticonceptivos por parte de los padres o algunos médicos que piensan que al hablar de ello con el adolescente es inducirlo a iniciar una vida sexual activa.

  • En ocasiones los adolescentes por curiosidad o por experimentar las relaciones sexuales no toman las medidas adecuadas debido a la deficiente información o a la ansia por conocer, provocando por consiguiente que la joven llegue a estar embarazada y esta por perjuicios de la sociedad o por no querer que se enteren sus padres llegan a recurrir al ABORTO y en condiciones poco salubres poniendo en peligro su vida por ocultar un desliz.

  • En mujeres de mayor edad se recurre al ABORTO por que ya se tiene una familia numerosa o por que el producto puede nacer en problemas económicos que atraviesa la familia. El aborto no es aprobado por todas las personas, solo en caso de violación y en el que la vida de la madre corra riesgo, para los demás casos una opción seria tener al bebe y darlo en adopción.

  • El ABORTO espontáneo afecta demasiado a las mujeres y a sus esposos e hijos, ya que en verdad se desea tener el producto; este provoca en ellos, mas que los daños físicos, los psicológicos ya que siempre se están auto culpando por lo ocurrido, lo mismo puede llegar a ocurrir con el transcurso del tiempo en las mujeres que se provocaron el aborto.

  • Justificado o no, el ABORTO obedece a un proceso netamente cultural que se acentúa a partir de los años 80"s como respuesta de las mujeres al rechazo, por diversas circunstancias, a la maternidad por primera o subsecuente ocasión.

  • La mujer que desee practicarse un ABORTO utilizando cualquiera de los métodos existentes deben pensar si vale la pena sacrificar una vida nueva e inocente solo por quedar bien con la sociedad; por ocultar algún desliz, etc. Y arriesgar además su propia vida, ya que el aborto siempre tiene alguna consecuencia desde perder algún órgano hasta sentirse sola y totalmente vacía al no poder tener mas hijos y por sentirse rechazada por la sociedad o familiares y amigos con los que deseaba congraciarse.

  • La controversia del asunto involucra asuntos de tipo social, económicos, morales y esencialmente éticos y se espera una aceptación paulatina que concilia intereses diferentes.

  • Mencionado como un elemento de la llamada "Por la Iglesia Católica (cultura de la muerte)"es todo un mito de fin de siglo.

  • La Iglesia Católica entiende por ABORTO la muerte provocada del feto, realizada por cualquier método y en cualquier momento del embarazo desde el instante mismo de la concepción.

Bibliografía

1. Cabanellas De Torres, Guillermo "Diccionario Jurídico Elemental", Editora Heliasta S.R. L., Buenos Aires, Argentina.

2. Capitant, Henri, "Vocabulario Jurídico", Ediciones Desalma, Buenos Aires, Argentina.

3. Ciprián, Rafael, "El Derecho, un Instrumento Político, Historia e Interpretación", Editora Alfa y Omega, C. por A., 1992, Santo Domingo, R.D.

4. Ciprián Rafael, "La Función del Abogado", Editora Alfa y Omega, 1995, Santo Domingo, R.D.,

5. Código Civil Dominicano.

6. Código de Procedimiento Civil Dominicano

7. Engels, Federico, "El Origen de la Familia, La Propiedad Privada y el Estado".

8. Jorge Blanco, Salvador, "Introducción al Derecho, Ediciciones Capeldom, Santo Domingo 1995.

9. Louis Josserand, "Derecho Civil", Tomo 3, Volumen II, Ediciones Jurídicas EuropaAmérica, ( Ve ) 1939.

10. La Constitución Dominicana, 1994.

11. Ley 136-03 que crea el Nuevo Código del Menor, del 7 de Agosto del 2003.

12. Mazeaud, "Derecho Civil", Parte IV, Volumen II, Ediciones Jurídicas Europa – America, Buenos Aires.

13. Maquiavelo, Nicolás, El Principe, Ediciones Marymar, 1978, Buenos Aires, Argentina.

14. Pérez Méndez, Artagñan, "Sucesiones y Liberalidades". Amigo del Hogar, República Dominicana, 1999.

15. Planiol , Ripert, "Derecho Civil Francés", Tomo IV, Las Sucesiones, Editora Cultural, S.A., Cuba, 1945.

16. Subero, Isa, Jorge, A., "El Procedimiento de Determinación de Herederos en la República Dominicana", Ediciones Capeldom, Revista Estudios Jurídicos, Volumen III, Número 3, Septiembre – Diciembre de 1993.

17. Subero Usa, Jorge A., "Regimenes Sucesorios en la República Dominicana", Ediciones Capeldom, Revista Estudios Jurídicos, Volumen Vi, Número 3, Septiembre – Diciembre de 1996.

18. Tavarez Hijo, F., "Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano", Volúmenes I, II, III y IV., Editora Cachafú, 1964.

19. República Dominicana, Constitución de la República Dominicana. Editorial Tiempo, S.A., 2da Edición, República Dominicana, 2000.

20. República Dominicana, Ley No. 659 Sobre Actos del Estado Civil y Legislación Complementaria, Gaceta Oficial, República Dominicana 1997.

21. Ley 985, Artículo 1, 2 y 3, o Ley de Afiliación.

22. Ley 11-92 Código de Trabajo.

23. Resoluciones de la Junta Central Electoral,

24. Revista de la Junta Central Electoral

25. Código del Menor Ley 14-94. Editora Dalis, Moca, R.D.

Anexos

ABORTO DE NACIMIENTO PARCIAL ("D Y X"): Este horrible procedimiento se realiza durante el segundo o tercer trimestre del embarazo. El abortista introduce unos fórceps en el útero y, guiado por la ecografía, agarra los pies del bebé y tira de ellos hasta que la parte inferior de la cabecita está expuesta. Luego utiliza unas tijeras para abrir un agujero en la cabeza del bebé, a través del cual introduce un catéter para succionarle el cerebro. Una vez hecho esto, el cuerpo inerte del bebé es "evacuado"1. Véanse las fotos que muestran la realidad sobre el aborto provocado, y del procedimiento de D & X.

Monografias.com

Guiado por la ecografía, el abortero sujeta la pierna

del bebé con fórceps. 

Monografias.com

La pierna del bebé es sacada fuera. 

Monografias.com

Tirando del fórceps, el abortero extrae del canal genital el cuerpo del bebé, excepto la cabeza.

Monografias.com

El abortero clava unas tijeras en la región occipital del bebé, después las abre para agrandar el agujero.

Monografias.com

El abortero introduce un catéter en el agujero, a través del cual vacía el cerebro por succión; finalmente extrae la cabeza del útero. El procedimiento ha terminado.

FOTOS QUE MUESTRAN LA REALIDAD SOBRE EL

ABORTO PROVOCADO:

Monografias.com

Succión o aspiración

Monografias.com

Inyección salina

Monografias.com

Prostaglandinas

 

 

 

Autor:

Ing.+Lic. Yunior Andrés Castillo S.

"NO A LA CULTURA DEL SECRETO, SI A LA LIBERTAD DE INFORMACION"?

Santiago de los Caballeros,

República Dominicana,

2015.

"DIOS, JUAN PABLO DUARTE Y JUAN BOSCH – POR SIEMPRE"?

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter