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La era de la desigualdad (¿Consecuencia directa del imperialismo monetario?) Parte II (página 13)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15

Y esta impermeabilidad ante la realidad
va acompañada de una asombrosa falta de
compasión.

Si siguen los debates sobre el paro, se
sorprenderán de lo difícil que es encontrar a
alguien del bando republicano que dé señales
siquiera de una pizca de compasión por los parados de
larga duración. El hecho de estar parado se presenta
siempre como una opción, algo que solo les sucede a los
perdedores que, en el fondo, no quieren trabajar. En efecto, uno
tiene a menudo la sensación de que el desprecio por los
parados es lo primero, que las supuestas justificaciones de las
políticas despiadadas son una racionalización a
posteriori.

La consecuencia es que, en la
práctica, a millones de estadounidenses se les ha dado por
perdidos, rechazados por sus posibles empleadores y abandonados
por unos políticos cuya falta de claridad mental solo es
comparable a la dureza de sus corazones.

(Paul Krugman es profesor de Economía de
Princeton y premio Nobel de 2008.© New York Times Service
2014)

Los bancos que se
comieron a la economía (Project Syndicate –
24/2/14)

(Por Howard Davies)

Londres.- EL gobernador del Banco de Inglaterra, Mark
Carney, sorprendió a su audiencia en una conferencia el
año pasado cuando especuló que los activos de la
banca en Londres podrían crecer hasta más de nueve
veces el PIB británico para 2050
. Su pronóstico
representó la simple extrapolación de dos
tendencias: la continua profundización financiera en el
mundo (esto es, un mayor crecimiento de los activos financieros
que de la economía real), y la continuidad de la
participación londinense en los negocios financieros
mundiales.

Puede tratarse de supuestos razonables, pero la
estimación resultó profundamente inquietante para
muchos. Alojar un enorme centro financiero, con bancos locales
gigantescos, puede ser costoso para los contribuyentes. En
Islandia e Irlanda, los bancos superaron la capacidad de sus
gobiernos para apoyarlos cuando fue necesario. El resultado fue
desastroso.

Más allá de los
posibles costos de rescate, hay quienes sostienen que la
hipertrofia financiera daña la economía real porque
desvía talento y recursos que podrían utilizarse
mejor en otras partes
. Pero Carney sostiene que, por el
contrario, el resto de la economía británica se
beneficia por estar en medio de un centro financiero mundial.
"Estar en el centro del sistema financiero mundial", dijo,
"amplía las oportunidades de inversión para las
instituciones que protegen los ahorros británicos y
refuerza la capacidad de las industrias manufactureras y
creativas del RU para competir en forma global".

Ciertamente, ese es el supuesto sobre el cual se ha
construido el mercado londinense y la línea argumental que
propagaron sucesivos gobiernos. Pero ha entrado en la
línea de fuego.

Andy Haldane, uno de los lugartenientes
que heredó Carney en el Banco de Inglaterra, ha
cuestionado la contribución económica del sector
financiero, destacando su «capacidad para vigorizar e
incapacitar a grandes partes de la economía no
financiera». Sostiene (en un discurso reveladoramente
intitulado "La contribución del sector financiero:
¿milagro o espejismo?") que la contribución al PIB
informada por el sector financiero ha sido significativamente
sobrevalorada.

Dos escritos recientes suman dudas al
asunto. En "El crecimiento de las finanzas modernas", Robin
Greenwood y David Scharfstein, de la Escuela de Negocios de
Harvard, muestran que la participación de las finanzas en
el PIB estadounidense casi se duplicó entre 1980 y 2006,
justo antes del comienzo de la crisis financiera (del 4,9 % al
8,3 %). Los dos factores principales que impulsaron ese aumento
fueron la expansión del crédito y el rápido
aumento de los recursos dedicados a la administración de
activos (asociados, no casualmente, con el crecimiento
exponencial del ingreso en el sector financiero).

Greenwood y Scharfstein sostienen que
la financialización tuvo sus pros y sus contras: puede
haber habido más oportunidades de ahorro para los hogares
y fuentes de financiamiento más diversas para las
empresas, pero el valor agregado de la actividad de
administración de activos fue ilusorio. En gran parte,
implicó una costosa y excesiva rotación de las
carteras, mientras que el aumento del apalancamiento
implicó fragilidad para el sistema financiero en su
conjunto e impuso grandes costos sociales cuando los hogares
sobreendeudados quebraron.

Stephen G. Cecchetti y Enisse
Kharroubi, del Banco de Pagos Internacionales -el banco central
de los bancos centrales-, van más lejos todavía.
Sostienen que el rápido crecimiento del sector financiero
reduce el aumento de la productividad en otros sectores.
Utilizaron una muestra de 20 países desarrollados y
encontraron una correlación negativa entre la
participación del sector financiero en el PIB y la salud
de la economía real.

Los motivos de esta relación no son
fáciles de establecer en forma definitiva y las
conclusiones de los autores son controvertidas. Pero resulta
claro que las empresas financieras compiten con otras por los
recursos, especialmente por la mano de obra calificada. Los
físicos o ingenieros con doctorados pueden inclinarse por
desarrollar modelos matemáticos complejos sobre los
movimientos del mercado para bancos de inversión o fondos
de cobertura, donde habitualmente son llamados
«lumbreras». O pueden usar sus talentos para
desarrollar, por ejemplo, energías alternativas para
iluminar las ciudades.

Cecchetti y Kharroubi encontraron evidencia de que
efectivamente son las empresas intensivas en investigación
las que sufren más cuando las finanzas florecen. Para
estas empresas es más difícil reclutar
profesionales habilidosos cuando las empresas financieras pueden
pagar salarios más elevados. Y no solo nos referimos a los
"quants" (diseñadores de modelos cuantitativos). En los
años previos a la crisis financiera de 2008, más de
un tercio de los MBA de Harvard, y una proporción similar
de los graduados de la London School of Economics, fueron a
trabajar a empresas financieras. (Hay quienes cínicamente
pueden afirmar que alejar a los MBA y a los economistas de los
negocios reales es una bendición, pero dudo que eso sea
así).

Los autores descubrieron además otro efecto
intrigante. Los períodos de rápido crecimiento en
los créditos suelen estar asociados con aumentos
explosivos de la construcción, en parte porque los
inmuebles son relativamente fáciles de colocar como
garantía crediticia. Pero la tasa de crecimiento de la
productividad en la construcción es baja y el valor de
muchos proyectos impulsados con créditos luego resulta
escaso o negativo.

Entonces, ¿deben los británicos ansiar con
entusiasmo el futuro esbozado por Carney? Quienes desean
dedicarse a las operaciones con derivados ciertamente
tendrán más confianza en sus perspectivas
laborales. Y otras partes de la economía que brindan
servicios al sector financiero -los concesionarios de Porsche y
los clubes de striptease, por ejemplo- sentirán un
estímulo similar.

Pero si las finanzas continúan
acaparando una cantidad desproporcionada de los profesionales
más destacados, es posible que para 2050 quede poco de la
industria manufacturera británica, e incluso haya menos
empresas de alta tecnología que en la actualidad. Quienes
se preocupan por los desequilibrios económicos y la
excesiva dependencia del volátil sector financiero,
ciertamente esperarán que este aspecto de la
«orientación prospectiva» del Banco de
Inglaterra resulte tan poco fiable como lo han sido sus
predicciones sobre el desempleo.

(Howard Davies, a professor at Sciences Po in Paris, was
the first chairman of the United Kingdom"s Financial Services
Authority (1997-2003). He was Director of the London School of
Economics (2003-11) and served as Deputy Governor of the Bank of
England and Director-General of the Confederation
of…)

¿Puede
funcionar una
sociedad sin valores? (El Confidencial –
2/3/14)

(Por Diego Sánchez Meca)

Probablemente, los dos factores que con mayor intensidad
han generado cambios profundos durante las últimas
décadas en las sociedades occidentales y en el modo de
vida de quienes pertenecemos a ellas han sido los avances
científico-técnicos, por un lado, y la
evolución del modelo económico, por otro. Los
desarrollos imparables de la tecnología han ido
requiriendo una superespecialización que ha acabado por
poner en manos de los expertos y de los "tecnócratas", no
sólo las decisiones técnicas, sino también
la mayor parte de las decisiones políticas,
económicas y sociales, mediatizadas por sus previsiones y
sus informes preceptivos. Sin embargo, es preciso tener en cuenta
que el tipo de racionalidad que preside esos informes y, por
tanto, esas decisiones es tan sólo una racionalidad
instrumental, un conjunto de operaciones funcionales de
contrastación de datos, de deducciones e inferencias
lógicas, que en ningún momento da cabida ni permite
incluir reflexión alguna sobre los fines últimos,
sobre los significados no funcionales de lo que se decide, o
sobre los valores que se promueven o debilitan con lo que resulte
de tales decisiones. Se piensa que todo esto de los valores,
de los significados y de los fines queda relegado al plano de las
subjetividades individuales
y de las creencias de cada uno, y
que, como la religión, debe tener su lugar propio en la
esfera de lo privado. En lo público, hemos pasado de un
modo de entender la vida en el que había sagrado y profano
a otro donde la totalidad de los fenómenos se unifican
bajo el concepto de mundo. Un mundo ya sin misterios,
desencantado, racionalizado.

La repercusión de esta exigencia de
especialización y de funcionalidad instrumental ha
afectado, pues, no sólo al conocimiento del mundo
físico y al de las estructuras externas de la sociedad,
sino también a la interioridad misma de los individuos. Al
quedar engranados en un funcionamiento general, objetivo y
diferenciadamente especializado, los individuos humanos ya no
son quienes dan sentido y coherencia a los procesos
o
ámbitos de lo que científica, técnica,
económica o socialmente sucede, sino que su existencia se
reduce a cumplir con los respectivos papeles que en ese
funcionamiento anónimo y sus dinámicas se les
exigen y se les obliga a desempeñar.

Por otro lado, el modo como ha evolucionado
últimamente el modelo económico capitalista
confluye y refuerza este debilitamiento del individuo como ser
humano.
La crisis económica, financiera,
política y social que padece Europa ha enfilado por fin
hacia una deriva clara y visible: el interés
público y los procesos democráticos han sido
secuestrados por los intereses de unos pocos. Lo dice el informe
"Gobernar para las élites: secuestro democrático y
desigualdad económica", elaborado recientemente por la
organización Oxfam Intermón. El estudio está
hecho a partir de datos objetivos ofrecidos por diversas
instituciones oficiales e informes internacionales, datos que se
confirman con los que ofrecen también la OCDE, el BM, los
Luxembourg Income Studies o la propia Comisión
Europea.

Especial hincapié se hace en el
espectacular aumento de las desigualdades económicas, a
causa de la masiva concentración de los recursos
económicos en manos de una minoría y su incidencia
en la sociedad y, particularmente, en determinados sectores de
ella. Los datos son muy elocuentes, y hablan por sí solos:
la mitad de la riqueza mundial está en manos del 1% de
la población, y buena parte de esa riqueza está a
buen resguardo en paraísos fiscales
. La riqueza de 85
individuos es la misma que la de los 3.570 millones de
personas que forman la mitad más pobre de la
población mundial. Un alto directivo en una gran empresa
puede llegar a ganar hoy unas 900 veces más que un
empleado medio de esa misma empresa. Pero, aparte de estos datos,
diariamente muchas noticias nos confirman cómo y a
qué velocidad ascienden los niveles de pobreza sobre todo
en los países más pobres, o en qué cuotas
están las cifras de paro juvenil. El número de
españoles atendidos en los servicios de acogida de
Cáritas ha pasado de 370.000 en 2008 a 1'3 millones en
2013. En medio de esta situación se señala a
determinados chivos expiatorios como, por ejemplo, los
inmigrantes, y así se desvía la atención de
los problemas que deberían acometerse sin más
dilación. ¿Qué hacen los centros de
decisión europeos, Bruselas o Berlín? A la vista de
todo esto, ¿se puede seguir hablando todavía,
con alguna credibilidad, de "comunidad europea" y de "modelo
social europeo"?

Es evidente que una desigualdad de esta
naturaleza es destructiva, pues socava la sociedad desde dentro.
Rompe el contrato social, y no es extraño, por tanto, que
provoque desórdenes, conflictos sociales e inestabilidad.
Una forma de orden social aceptable para la mayoría
sólo puede ser la que se basa en un consenso que
reúna, exprese y realice, en cierta medida, la
aspiración común a que unos valores y unas ideas
ampliamente compartidos configuren el proyecto conjunto y el
sentido de ese orden social. Hoy ya no se impone el orden
tradicional y las creencias del pasado automáticamente
para organizar una sociedad.
La socialización de los
individuos y su coexistencia pacífica se producen cuando
la incorporación de unos valores, creencias y significados
representan una cierta instancia normativa efectiva y mayoritaria
a la que poder recurrir, en situaciones de conflicto, a modo de
legitimación. Si esto no se da, si en vez de promoverlo y
potenciarlo se ignora o directamente se socava, la sociedad deja
de existir como sociedad y se convierte en una masa informe de
individuos a la que es preciso controlar y dominar. La burocracia
administrativa y gubernamental se vuelve autónoma. La
sociedad tal vez funcione, pero no satisface las exigencias de
sentido de los individuos que estallan, sobre todo, en
situaciones de conflicto. El Estado, la Administración,
aparece como una fuerza externa hostil y enemiga que amenaza con
abatirse sobre los individuos y aplastar sus aspiraciones de
libertad y de realización personal. Esa es la razón
de la ruptura social abierta, o, como mínimo, de la
desimplicación y la huida fuera de la sociedad de
individuos que se ven así relegados a la
marginalidad.

Se puede pensar, sin duda, en una sociedad que, como una
máquina, funcione sin necesidad de fundarse en
significados y valores. Tal vez los asesores de las grandes
empresas, de los gobiernos y de sus dirigentes, han hecho valer
la idea de que la necesidad general de que la sociedad funcione
hace finalmente que los individuos acaben por aceptar las
situaciones de hecho y la legalidad ordenada y promulgada de
manera decisionista por los poderes políticos. De lo que
se deduciría que el reconocimiento fáctico de estas
situaciones y de esta legalidad hace innecesaria la
cuestión de su grado de racionalidad o la de su
fundamentación en valores. Yo no creo que esto sea
así. Las cosas no son tan simples como esta
teoría funcionalista quiere hacer ver
. Porque en una
sociedad así se ha de suponer que se tiene que dar, por
parte de los ciudadanos, la pura aceptación inmotivada de
cualquier situación o de cualquier legalidad. Y esto no
sucede. Los que creen que sí, olvidan y ocultan de manera
sospechosa la necesidad concomitante, por parte del Estado, de un
creciente reforzamiento de sus capacidades de vigilancia, de
control y de represión para hacer frente y sofocar la
insatisfacción y la no adhesión de los ciudadanos
al sistema. Ocultan que estas sociedades arrastran un potencial
explosivo de rebelión que hace que en ellas cualquier
iniciativa de mayor reforzamiento del orden, o de
imposición de leyes que chocan con sus sistemas de
valoración, provoquen la contestación y la
resistencia civil.

El informe de Oxfam Intermón
concluye que "las élites económicas están
secuestrando el poder político para manipular las reglas
del juego económico, que socavan la democracia".
El
modo en que se han llevado a cabo los recortes sociales, el
rescate de la banca con fondos públicos, los desahucios,
el comportamiento de las compañías
eléctricas y la actitud del gobierno al respecto, etc.,
son cosas tan visibles y claras que hacen crecer la conciencia
pública de hasta dónde llega el poder de los
grandes. En España, el 80 % de la población cree
que las leyes están hechas para favorecer a los ricos y a
los poderosos. O sea, para que se beneficie una minoría en
detrimento de la mayoría. Esta brecha representa una grave
amenaza para la paz y la estabilidad política, pero
también, sin duda, para el propio sistema capitalista que
la está provocando. Se habla de recuperación
económica, pero ¿para quiénes? Los
ciudadanos de a pie no la notan. 

No se trata, por tanto y en definitiva, de rechazar el
progreso técnico y económico que ha producido
nuestro nivel de desarrollo, sino de entender la necesidad de no
prescindir de una visión de conjunto más amplia. En
este sentido, es inteligente darse cuenta de la función
insustituible que juegan los valores y los significados. Ni
los valores ni los significados pueden ser sustituidos por los
simples intereses.
Aunque debilitado y alienado, el ser
humano como humano no ha muerto. Y eso significa que es capaz de
pensar, y que dimensiones importantes de su existencia individual
y social discurren, más allá de lo puramente
material y funcional, guiadas por aspiraciones de libertad e
ideales de realización cuya fuerza no es prudente
desestimar. 

– El crecimiento futuro es un enigma (Project Syndicate
27/2/14)

(Por Jean Pisani-Ferry)

París.- Para la mayoría de los gobiernos,
saber qué tasa de crecimiento económico puede
esperarse en años futuros es una pregunta clave. Y al
menos para las economías avanzadas, se ha vuelto
particularmente difícil de responder.

Si el pasado es buen predictor del futuro, el panorama
es sombrío. A partir de 2008, el crecimiento
económico estuvo siempre por debajo de las previsiones. De
los países más afectados por la crisis financiera,
sólo unos pocos (Estados Unidos, Alemania y Suecia)
pudieron retomar una senda de crecimiento sostenido, e incluso en
esos casos, el PIB de 2013 fue mucho menor a lo que se proyectaba
antes de la crisis.

La opinión de consenso entre economistas y
políticos es que la crisis financiera y la crisis del euro
dañaron la demanda y la oferta, pero que ya comenzó
un proceso gradual de recuperación.

Por el lado de la demanda, dice este argumento, la
demanda interna todavía padece los efectos del
endeudamiento privado de antes de la crisis y del endeudamiento
público que se generó como consecuencia de la
crisis, y es probable que esto siga así varios años
más, hasta que el peso de las deudas empiece a reducirse
en forma sostenida. Entonces los consumidores comenzarán
gradualmente a gastar e invertir otra vez (como ya comienza a
ocurrir en Estados Unidos) y la política fiscal
volverá a ser neutral (como ya sucede en
Alemania).

Por el lado de la oferta, la crisis redujo el
crecimiento potencial de la producción porque (al menos en
Europa) las empresas invirtieron menos y eso impidió la
adopción de nuevas tecnologías. Además, en
algunos casos (por ejemplo el Reino Unido) la caída de los
salarios y la flexibilidad de las normas de despido alentaron a
las empresas a sustituir capital por mano de obra, con lo que se
redujo el nivel de producción por empleado. La
saturación de los mercados de capitales y la resistencia
al malestar social también demoraron el reemplazo de
empresas viejas por otras nuevas más eficientes. El
resultado agregado fue una productividad menor a la prevista: en
el Reino Unido, se necesitaron más horas-hombre por unidad
de producto en 2013 que en 2007. Es probable que el efecto de la
crisis sobre la oferta también se mantenga hasta que las
empresas inviertan en nuevos equipos, se acelere la
innovación y se reanude el proceso de rotación en
los mercados de trabajo.

Pero la tesis de que las
economías avanzadas se recuperarán gradualmente ha
sido blanco de críticas en sus dos partes. Por el lado de
la demanda, hace poco Larry Summers (economista de Harvard y alto
funcionario estadounidense durante las presidencias de Bill
Clinton y Barack Obama) indicó que es posible que los
problemas de las economías avanzadas sean producto del
estancamiento secular.

Summers considera que el endeudamiento
anterior a la crisis no fue una anomalía exógena,
sino la consecuencia de una insuficiente demanda global. La
distribución global del ingreso se había
modificado, con transferencia de ingresos de las clases medias de
los países avanzados hacia los ricos y hacia las
economías emergentes, lo que dio lugar a un exceso de
ahorro a escala mundial. El único modo de evitar el
estancamiento era que la clase media se endeudara cada vez
más, con la ayuda de bajos tipos de interés y
grandes facilidades para el crédito.

Dicho de otro modo, la sobreabundancia
de ahorro (como la denominó el ex presidente de la Reserva
Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke) ya existía antes
de la crisis y puede seguir afectando la demanda global, a menos
que las clases medias de los países emergentes se
conviertan en el nuevo consumidor de última instancia de
la economía global. Aunque es probable que eso suceda en
algún momento, los esfuerzos de Estados Unidos y del Fondo
Monetario Internacional en el contexto del G-20 para lograr dicho
proceso de redistribución de la demanda todavía no
han sido suficientes.

Por el lado de la oferta, las dudas surgen de una nueva
disputa entre los economistas y los expertos en tecnología
en relación con el ritmo del avance tecnológico.
Para Robert Gordon, de la Universidad Northwestern, las
tecnologías de la información y las comunicaciones
ya dieron la mayor parte del aumento de productividad que
podía esperarse de ellas, y no hay a la vista una nueva
gran ola de innovación que pueda compensar la
desaceleración del crecimiento potencial. Los
países rezagados todavía podrán cosechar los
dividendos de la modernización, pero los países que
ya están en la frontera tecnológica deberán
aceptar que a partir de ahora, un crecimiento anual per
cápita muy bajo, apenas superior al 1%, será lo
normal.

En cambio, dos investigadores del MIT, Erik Brynjolfsson
y Andrew McAfee, aseguran que todavía está por
producirse una "segunda era de las máquinas". Afirman que
el crecimiento incesante del poder computacional, la conectividad
internacional y el potencial casi infinito para generar
innovaciones nuevas a partir de la recombinación de
procesos existentes producirán grandes transformaciones en
la producción y en el consumo, así como la
máquina de vapor transformó el mundo en el siglo
XIX. Esto permitiría esperar una aceleración del
crecimiento, al menos si se lo mide correctamente.

Combinar los cuestionamientos a la
idea de recuperación de las economías avanzadas
citados por Gordon y Summers es desalentador. Si la tesis de
Gordon sobre un bajo crecimiento de la productividad es correcta,
la herencia de deuda de la crisis y los problemas con las
finanzas públicas durarán mucho más de lo
previsto. Si además, Summers tiene razón en que la
demanda seguirá siendo insuficiente, es probable que la
combinación de problemas financieros y desempleo masivo
persistente aliente a los gobiernos a adoptar soluciones
radicales: impago de deudas, inflación o proteccionismo
financiero.

Si por el contrario la razón
la tienen Brynjolfsson y McAfee, el crecimiento será mucho
más firme y el endeudamiento dejará de ser problema
antes de lo esperado. En este caso, la cuestión
será cómo lidiar con los efectos que las nuevas
tecnologías tendrán en cuanto a reducción de
la necesidad de mano de obra y aumento de la desigualdad de los
ingresos.

Esto vale especialmente si estas transformaciones se dan
en el contexto de desempleo masivo persistente descrito por
Summers. El riesgo está en que se produzcan problemas
sociales inmanejables, conforme los avances tecnológicos
comiencen a ser vistos como beneficio para los ricos y causa de
más padecimiento para las masas. En semejante escenario,
los gobiernos necesitarán encontrar respuestas
innovadoras.

Tal vez estas hipótesis parezcan descabelladas.
Pero aunque sean preguntas ciertamente difíciles de
responder, no son en absoluto irrelevantes.

(Jean Pisani-Ferry teaches at the Hertie School of
Governance in Berlin, and currently serves as
Commissioner-General for Policy Planning in Paris. He is a former
director of Bruegel, the Brussels-based economic think
tank)

La historia secreta
de la crisis financiera (Project Syndicate – 7/3/14)

(Por Harold James)

Princeton.- La gran novela de Balzac Las ilusiones
perdidas termina con una exposición de la diferencia entre
"historia oficial", que son "todas mentiras", e "historia
secreta", que es la historia real. Antes resultaba posible
ocultar las verdades escandalosas de la historia por mucho tiempo
-inclusive para siempre-. Ya no.

No hay lugar donde esto resulte
más evidente que en los relatos de la crisis financiera
global. La historia oficial retrató a la Reserva Federal
de Estados Unidos, el Banco Central Europeo y otros bancos
centrales importantes como si la suya hubiera sido una
acción coordinada para rescatar al sistema financiero
global del desastre. Pero transcripciones publicadas
recientemente de reuniones en 2008 del Comité Federal de
Mercado Abierto, el principal organismo de toma de decisiones de
la Fed, revelan que la institución efectivamente
emergió de la crisis como el banco central del mundo,
mientras que seguía respondiendo principalmente a los
intereses norteamericanos.

Las reuniones más significativas se llevaron a
cabo el 16 de septiembre y el 28 de octubre -luego del colapso
del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers- y
se centraron en la creación de acuerdos bilaterales de
canje de divisas destinados a asegurar una liquidez adecuada. La
Fed otorgaría créditos en dólares a un banco
extranjero a cambio de su moneda, que el banco extranjero
aceptaba volver a comprar después de un período
determinado al mismo tipo de cambio, más intereses. Esto
les dio a los bancos centrales -especialmente a los de Europa,
donde enfrentaban una escasez de dólares ante la huida de
los inversores estadounidenses- los dólares que
necesitaban para prestarles a instituciones financieras
domésticas en problemas.

De hecho, el BCE fue uno de los primeros bancos en
llegar a un acuerdo con la Fed, seguido por otros bancos
centrales de países avanzados importantes, entre ellos el
Swiss National Bank, el Bank of Japan y el Bank of Canada. En la
reunión de octubre, cuatro economías emergentes
"diplomática y económicamente" importantes
México, Brasil, Singapur y Corea del Sur- se sumaron a la
acción, y la Fed se comprometió a establecer
líneas de canje por un valor de 30.000 millones de
dólares con cada uno de sus bancos centrales.

Aunque la Fed actuó como una especie de banco
central global, sus decisiones estuvieron forjadas,
principalmente, por los intereses estadounidenses. Para empezar,
la Fed rechazó las solicitudes de algunos países
-cuyos nombres aparecen en la transcripción publicada-
para sumarse al esquema de canje de divisas.

Más importante aún, se fijaron
límites para esos canjes. La esencia de la función
de prestador de último recurso de un banco central
tradicionalmente ha sido la oferta de fondos ilimitados. Como no
hay ningún límite respecto de la cantidad de
dólares que la Fed puede crear, ningún participante
del mercado puede adoptar una posición especulativa en su
contra. El Fondo Monetario Internacional, en cambio, tiene
recursos limitados que extienden los países que lo
conforman.

El creciente papel internacional de la Fed desde 2008
refleja un giro fundamental en la gobernancia monetaria global.
El FMI surgió en un momento en que los países eran
victimizados permanentemente por conjeturas informales de los
banqueros de Nueva York, como la aseveración de J.P.
Morgan en los años 1920 de que los alemanes eran
"esencialmente un pueblo de segunda categoría". El FMI fue
un actor crítico del orden internacional posterior a la
Segunda Guerra Mundial, y su función era la de servir como
mecanismo de seguro universal -no que pudiera ser utilizado para
promover intereses diplomáticos
contemporáneos.

Hoy, como demuestran claramente los documentos de la
Fed, el FMI ha quedado marginado -en particular, por su proceso
de políticas ineficiente-. De hecho, en el inicio de la
crisis, el FMI, en la suposición de que la demanda de sus
recursos se mantendría permanentemente baja, ya
había comenzado a hacer recortes de personal.

En 2010, el FMI se propuso una resurrección y se
presentó como un actor esencial para la resolución
de la crisis del euro -empezando por su papel en la
refinanciación del rescate griego-. Pero aquí,
también, se ha revelado una historia secreta -una historia
que destaca cuán sesgada se ha vuelto la gobernancia
monetaria global.

El hecho es que sólo Estados Unidos y los
países excesivamente representados de la Unión
Europea respaldaron el rescate griego. En verdad, las principales
economías emergentes se opusieron férreamente. El
representante brasileño llegó a decir que era "un
rescate de los tenedores de deuda privada de Grecia,
principalmente instituciones financieras europeas". Hasta el
representante suizo condenó la medida.

Ahora que los temores de un repentino colapso de la
eurozona han cedido paso a un debate prolongado sobre cómo
se hará frente a los costos a través de "bail-ins"
(quitas sobre depósitos no asegurados) y cancelaciones, la
postura del FMI se volverá cada vez más enrevesada.
Aunque se supone que el FMI tiene más jerarquía que
otros acreedores, habrá pedidos de cancelación de
un porcentaje de los préstamos que ha emitido. Los
países de mercados emergentes más pobres se
opondrían a una medida de estas características,
con el argumento de que sus ciudadanos no deberían tener
que pagar la cuenta por un despilfarro fiscal en países
mucho más adinerados.

Hasta los defensores originales de la
participación del FMI se empiezan a pronunciar en contra
del Fondo. Los funcionarios de la UE están indignados por
el aparente esfuerzo del FMI de ganar respaldo en los
países deudores de Europa solicitando cancelaciones de
toda la deuda que no emitió. Y el Congreso de Estados
Unidos se ha negado a respaldar la ampliación de los
recursos del FMI -parte de un acuerdo internacional negociado en
la cumbre del G-20 en 2010.

Mientras que la indignación que generó la
designación de otro europeo como director del FMI en 2011
probablemente va a garantizar que el próximo director del
Fondo no provenga de Europa, el papel cada vez menos
transcendente del FMI da a entender que eso no importará
demasiado. Como demuestra la historia secreta de 2008, lo que
importa es quién tiene acceso a la Fed.

(Harold James, a senior fellow at the Center for
International Governance Innovation, is Professor of History and
International Affairs at Princeton University and Professor of
History at the European University Institute, Florence. A
specialist on German economic history and on globalization, he is
…)

– Hyman Minsky, el hombre que explicó el secreto
de la crisis de 2008 (BBCMundo – 24/3/14)

(Por Duncan Weldon)

El economista estadounidense Hyman Minsky, quien
falleció en 1996, creció durante los años de
la Gran Depresión, un evento que moldeó su forma de
pensar y lo impulsó a indagar sobre sus causas, y
reflexionar sobre cómo se podría evitar que se
repitiera.

La vida de Minsky transcurrió a los
márgenes de la economía, pero sus ideas ganaron
popularidad repentinamente con la crisis financiera de 2007/8.
Para muchos, su obra ofrecía una de las explicaciones
más plausibles de por qué había
ocurrido.

La demanda de sus libros, agotados desde hace
años, se disparó de golpe. Copias de sus textos
cambiaron de manos por cientos de dólares, un valor
bastante aceptable para libros interminables con títulos
como "Estabilizando una economía inestable".

Importantes personajes de la banca, entre los que
figuran Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de Estados
Unidos y Mervyn King, exjefe del Banco de Inglaterra, lo citan a
menudo. Y el premio Nobel de Economía Paul Krugman
bautizó una charla de alto perfil sobre la crisis
financiera como "La noche que releyeron a Minsky".

¿Qué tienen sus ideas que volvieron a
capturar la imaginación de los economistas actuales? A
continuación, les presentamos cinco de sus
ideas.

1 – La estabilidad es desestabilizante

La principal idea de Minsky es tan simple que para
explicarla hacen falta sólo cuatro palabras: la
estabilidad es desestabilizante. La mayoría de los
macroeconomistas trabajan con lo que llaman "modelos de
equilibrio". La idea es que una economía de mercado
moderna es, fundamentalmente, estable. Eso no quiere decir que
nada nunca cambie, sino que crece de forma estable.

Para que se produzca una crisis económica o un
boom repentino tiene que ocurrir una suerte de shock externo, ya
sea un aumento en los precios del petróleo, una guerra o
la invención de internet.

Minsky no estaba de acuerdo con este postulado.
Él creía que el sistema mismo puede provocar
sacudones por su propia dinámica interna. Él
pensaba que, durante períodos de estabilidad
económica, los bancos, las firmas y otros agentes
económicos se volvían complacientes.

Estos asumen que los buenos tiempos
están allí para quedarse y comienzan a asumir
mayores riesgos para aumentar sus beneficios. Por esta
razón, las semillas de la próxima crisis se plantan
en las épocas de bonanza.

2 – Tres etapas de la deuda

Esquemas Ponzi

Es similar a un esquema piramidal, una
empresa en la que los fondos de los nuevos inversores -a
diferencia de las ganancias genuinas- se usan para pagar las
elevadas ganancias de los inversores actuales.

Su nombre proviene del estafador italiano Carlo Ponzi
(1882-1949). Estos esquemas están destinados a colapsar
apenas disminuyen las nuevas inversiones o cuando un
número significativo de inversores deciden retirar
simultáneamente sus fondos.

Minsky tiene una teoría -"la hipótesis de
la inestabilidad financiera"- que sostiene que los
préstamos atraviesan tres etapas diferentes. Las
llamó cobertura, especulativa, y Ponzi, en referencia al
estafador italiano Carlo Ponzi.

En la primera etapa, poco después
de una crisis, los bancos y los prestatarios son cautelosos. Los
préstamos son por montos modestos y el prestatario puede
devolver el préstamo inicial y los intereses.

Con el aumento de la confianza, los
bancos comienzan a ofrecer préstamos de los que el
solicitante sólo puede pagar los intereses. Por lo
general, el prestatario ofrece un bien como garantía cuyo
valor está en ascenso.

Finalmente, cuando la crisis anterior es
ya un recuerdo del pasado, llegamos al estadio final. En este
punto, los bancos hacen préstamos a firmas o personas que
no pueden pagar ni el dinero inicial ni los intereses. Todo esto
se hace con la creencia que los precios de los bienes
aumentarán.

La forma más fácil de entender esta
situación es compararla con una hipoteca
típica.

Una operación de cobertura es equivalente a una
hipoteca común, en la que uno paga intereses y capital,
una operación especulativa es como una hipoteca en la que
uno sólo paga los intereses y una operación Ponzi
es algo aún más allá. Es como pedir una
hipoteca, no hacer ningún pago por varios años y
cruzar los dedos para que el valor de la casa suba lo suficiente
como para que su venta cubra los pagos del préstamo
inicial y los pagos que no se hicieron.

Este modelo es una descripción
bastante acertada de la clase de préstamos que condujo a
la crisis financiera.

3 – Momentos Minsky

¿Se acuerda del coyote y el correcaminos? Bueno,
el coyote a punto de caer ilustra perfectamente lo que se conoce
como el "momento Minksy".

El "momento Minsky" es un término
acuñado por economistas que describe el momento en el que
el castillo de naipes se desploma. Las operaciones Ponzi se basan
en el aumento del valor de los bienes y cuando este empieza
eventualmente a caer, los prestatarios y los bancos se dan cuenta
de que hay deudas en el sistema que nunca podrán
recuperarse. La gente se apresura a vender bienes lo cual provoca
una caída aún mayor en los precios.

Es como cuando el personaje de una caricatura se cae por
un precipicio. Sigue corriendo por un rato creyendo que
están sobre una superficie sólida. Pero, de
repente, se da cuenta de que algo pasa -el momento Minsky-, mira
hacia abajo y no ve más que vacío. De inmediato se
desploma hacia el suelo. Esa fue la crisis de 2008.

4 – Temas financieros

La crisis de 2008 puso sobre el tapete el funcionamiento
interno del sistema financiero.

Hasta hace relativamente poco, la mayoría de los
macroeconomistas no estaban muy interesados en los detalles
más sutiles de los sistemas bancarios y financieros. Los
veían como un intermediario que transfería el
dinero de los que ahorraban a los que pedían prestado.
Algo así como la mayoría de la gente que no
está interesada en los detalles de los caños y
demás estructuras mientras les funcione la ducha. Mientras
haya agua caliente y el agua no falte, no hay necesidad de
entender la minucia de su funcionamiento.

Para Minsky, los bancos no eran simplemente caños
sino más bien algo así como un motor. Es decir, no
solo intermediarios para mover el dinero a través de un
sistema sino instituciones interesadas en generar ganancias con
un incentivo para prestar. Esta es la parte del mecanismo que
hace que las economías sean inestables.

5 – Mejor las palabras que las matemáticas y los
modelos

Recordando a Minsky

•"Hy era un personaje exuberante", recuerda
Lawrence Meyer, economista y exgobernador de la Reserva Federal,
quien trabajó con Minsky en la Universidad de Washington.
"Le gustaba escandalizar a la gente. Creo que eso le hacía
mucha gracia".

•"Lo impulsaba ver que las teorías
convencionales eran ilusorias, un punto de vista estilo
Disneyworld sobre el mundo real", dice el economista australiano
Steve Keen. "A él le interesaba ensuciarse las manos en el
mundo real. Creo que Minsky nos dio la primera visión
razonable del capitalismo, con todas las "verrugas" y cosas que
el capitalismo es".

Desde la II Guerra Mundial, la teoría
económica se ha vuelto más matemática,
basándose en modelos formales que explican cómo
funciona.

Para hacer un modelo hace falta hacer
ciertas presuposiciones complejas, y los críticos
argumentan que a medida que los modelos y las matemáticas
se hacen más complejos, las conjeturas sobre las que se
sustentan, se divorcian cada vez más de la realidad. Los
modelos terminan volviéndose un fin en sí
mismos.

Si bien se formó en
matemáticas, Minsky prefería lo que los economistas
llaman una aproximación narrativa. Se inclinaba por
expresar sus ideas con palabras. Muchos de los grandes, desde
Adam Smith a John Maynard Keynes o Friedrich Hayek, trabajaban
así.

Mientras que las matemáticas son más
precisas, las palabras le permiten a uno expresar ideas complejas
que son difíciles de modelar. Nos referimos a ideas como
la incertidumbre, la irracionalidad y la exuberancia. Los
seguidores de Minsky dicen que esto contribuyó a crear una
visión de la economía mucho más realista que
otras teorías económicas.

– La riqueza por encima del trabajo (El País –
30/3/14)

(Por Paul Krugman)

No parece arriesgado afirmar que Capital
in the Twenty-First Century (El capital en el siglo XXI), la obra
magna del economista francés Thomas Piketty, será
el libro de economía más importante del año
(y tal vez de la década). Piketty, posiblemente el mayor
experto mundial en desigualdad de rentas y patrimonio, hace algo
más que documentar la creciente concentración de la
riqueza en manos de una pequeña élite
económica. También defiende de forma convincente el
argumento de que estamos volviendo al "capitalismo patrimonial",
en el que las altas esferas de la economía están
dominadas no solo por los ricos, sino también por los
herederos de esa riqueza, de modo que el nacimiento tiene
más importancia que el esfuerzo y el talento.

Por supuesto, Piketty reconoce que todavía no
hemos llegado a eso. Hasta ahora, la opulencia del 1% superior de
Estados Unidos se ha debido principalmente a los sueldos y las
primas de los ejecutivos más que a las rentas procedentes
de las inversiones y más aún que a la riqueza
heredada. Pero seis de los diez estadounidenses más ricos
son ya herederos, más que emprendedores hechos a sí
mismos, y los hijos de la élite económica de hoy
parten de una posición de inmenso privilegio. Como
señala Piketty, "el riesgo de un giro hacia la
oligarquía es real y da pocos motivos para el
optimismo".

Así es. Y si quieren sentirse aún menos
optimistas, piensen en las actividades a las que se dedican
muchos políticos de Estados Unidos. Puede que la
incipiente oligarquía de EE UU todavía no
esté completamente formada, pero uno de nuestros dos
principales partidos políticos parece entregado a defender
los intereses de la oligarquía.

A pesar de los desesperados intentos de algunos
republicanos por fingir que no es así, la mayoría
de la gente se da cuenta de que el Partido Republicano actual
pone los intereses de los ricos por encima de los de las familias
corrientes. Sin embargo, sospecho que hay menos gente que se
dé cuenta de hasta qué punto el partido defiende
las rentas de la riqueza por encima de las nóminas y los
salarios. Y el predominio de los rendimientos del capital, que
puede heredarse, sobre los salarios -el predominio de la riqueza
sobre el trabajo– es el fundamento del capitalismo
patrimonial.

Para ver de lo que hablo, empecemos por las
políticas y propuestas políticas reales. Todo el
mundo sabe que George W. Bush hizo todo lo que pudo por bajarles
los impuestos a los muy ricos, que las rebajas destinadas a la
clase media que aprobó básicamente eran una
estrategia política para ganar más votos. Lo que es
menos sabido es que las mayores rebajas fiscales beneficiaron no
a los que cobraban sueldos muy altos, sino a los que no
tenían oficio ni beneficio y a los herederos de las
grandes fortunas. Es cierto que el segmento tributario superior
sobre la renta se redujo del 39,6% al 35%. Pero el tipo
impositivo más alto sobre los dividendos bajó del
39,6% (porque tributaban como rentas ordinarias) al 15%, y el
impuesto sobre el patrimonio se suprimió por
completo.

Algunos de estos recortes fiscales se revocaron durante
el mandato del presidente Barack Obama, pero la cuestión
es que la gran campaña de reducción de la
presión fiscal de la época de Bush consistió
principalmente en bajar los impuestos que gravaban los
rendimientos del capital. Y cuando los republicanos
reconquistaron una de las cámaras del Congreso,
inmediatamente presentaron un plan -la "hoja de ruta" del
representante Paul Ryan- que instaba a la eliminación de
los impuestos sobre los intereses, los dividendos, las
plusvalías y las propiedades inmobiliarias. Según
ese plan, alguien que viviese únicamente de las rentas no
tendría que pagar ningún impuesto
federal.

Esta parcialidad de la política en favor de los
ricos se ha visto reflejada en una parcialidad de la
retórica; a menudo, los republicanos parecen tan
concentrados en elogiar a los "creadores de empleo" que se
olvidan de mencionar a los trabajadores estadounidenses. En 2012,
el representante Eric Cantor, líder de la mayoría
republicana de la Cámara de Representantes, estuvo en boca
de todos por conmemorar el Día del Trabajo con una
publicación en Twitter que ensalzaba a los empresarios. Y
más recientemente, Cantor les recordó a los
asistentes a una concentración del Partido Republicano que
la mayoría de los estadounidenses trabajan para otros, lo
que explicaba, al menos en parte, por qué tenían
tan poco éxito los intentos de poner de relieve el
supuesto menosprecio de Obama hacia los empresarios. (Otra
explicación es que Obama no ha hecho tal cosa).

De hecho, no es solo que la mayoría de los
estadounidenses no posea una empresa, sino que los ingresos de
las empresas y los rendimientos del capital están cada vez
más concentrados en manos de unos pocos. En 1979, el 1% de
las familias más ricas representaba el 17% de los ingresos
empresariales; en 2007, el mismo grupo obtenía el 43% de
los ingresos empresariales y el 75% de las plusvalías
.
Pero este pequeño grupo de élite recibe todo el
cariño del Partido Republicano y la mayor parte de su
atención política.

¿Por qué está pasando esto? Bueno,
tengan en cuenta que los hermanos Koch se encuentran entre los 10
estadounidenses más ricos, al igual que los cuatro
herederos de Wal-Mart. Las grandes fortunas sirven para comprar
una gran influencia política, y no solo mediante
contribuciones a las campañas. Muchos conservadores viven
dentro de una burbuja intelectual de comités de expertos y
medios de comunicación cautivos que, en última
instancia, está financiada por unos cuantos megadonantes.
No es de extrañar que quienes están dentro de la
burbuja tiendan a dar por hecho, instintivamente, que lo que es
bueno para los oligarcas es bueno para Estados Unidos.

Como ya he insinuado, las consecuencias pueden parecer
cómicas a veces. Lo que sí hay que recordar, sin
embargo, es que la gente de dentro de la burbuja tiene mucho
poder, y lo emplea para defender a sus patrocinadores. Y la
deriva hacia la oligarquía continúa.

(Paul Krugman es profesor de Economía de
Princeton y premio Nobel 2008 – © 2014 New York Times
Service)

En la Parte III del Paper – Informes de
organismos internacionales – Primer trimestre del año
2014
, se presenta una amplia selección de textos,
tablas y cuadros, vinculados con la desigualdad de los
ingresos
.

Pero antes de pasar a ello, permítanme, con toda
humildad, "codearme" con los que saben, y presentar mi
"opinión" personal, en una suerte de "blog ampliado". Si
están muy apurados, o cansados de la "tabarra", pueden ir
directamente a la Parte III.

(Abril 2014) "Inequality in focus". Un SPECT cerebral
de la crisis: "para que no se olvide lo inolvidable",
ecografía de la hemeroteca Septiembre 2013 – Marzo
2014

Más de seis millones de personas cobran ayudas
sociales en Alemania. No figuran en las estadísticas del
paro pero suponen un gasto de 37.100 millones para el Estado
germano. (El Economista – 1/9/13)

La industria automotriz de los EEUU ha llevado a cabo
una importante reforma de su sistema remunerativo. Como
consecuencia, los empleados nuevos reciben un sueldo que puede
ser alrededor de 50% menor que el de trabajadores más
antiguos. (The Wall Street Journal – 1/9/13)

La desigualdad social está aumentando no
sólo porque cada vez el mundo esté más
dividido entre dos clases de trabajos, sino porque muchos de
ellos no ofrecen los recursos necesarios para la subsistencia.
Prácticamente una cuarta parte de los puestos de trabajo
en los Estados Unidos se remuneran por debajo del umbral de la
pobreza, y eso que hablamos de una zona geográfica
especialmente favorecida en cuanto a nivel de vida. (El
Confidencial – 4/9/13)

El Departamento de Empleo y Pensiones de Reino Unido
impondrá sanciones a un millón de trabajadores
británicos que cobran menos del salario mínimo por
"no trabajar lo suficiente" si no hacen por aumentar sus
ingresos, según ha desvelado este sábado el
periódico británico "The Guardian".
(Vozpópuli – 7/9/13)

Desde el año 1997 al año 2007, la
proporción de ingresos que acumulan los hogares
estadounidense que se encuentran en el 1% superior de la curva de
distribución de ingresos se incrementó en un 13,5
%. Esto es equivalente a desplazar $ 1,1 millones de millones de
los ingresos totales anuales de los estadounidenses hacia dichas
familias – esta cifra representa más que el total de los
ingresos del 40% de los hogares estadounidenses en la parte
inferior de dicha curva de distribución. (Project
Syndicate – 5/9/13)

En todo caso, sea cual sea la causa de la
concentración creciente de la renta en las clases
más altas, el efecto es que está socavando todos
los valores que definen a Estados Unidos. Año tras
año nos vamos apartando de nuestros ideales. Los
privilegios heredados están desplazando a la igualdad de
oportunidades, y el poder del dinero está ocupando el
lugar de la verdadera democracia. (El País –
15/9/13)

Hacerse mayor en Alemania está empezando a ser
prohibitivo. Tanto para las familias de los ancianos como para
los propios jubilados se hace cada vez más difícil
asumir el coste de una residencia o de un cuidador a domicilio.
¿La solución? Salir de Alemania. La
"exportación de abuelas", como han acuñado el
fenómeno en los medios germanos, está la orden del
día. (El Economista – 16/9/13)

La fortuna total de los 400 estadounidenses más
ricos asciende en la actualidad a 2 billones de dólares
(1,5 mil millones de euros), unos 300.000 millones más que
el año anterior y más del doble que hace diez
años. (Expansión – elmundo.es –
16/9/13)

Un nuevo estudio publicado hoy en el British Medical
Journal asegura que en 2009, un año después de
iniciarse la crisis económica mundial, la tasa global de
suicidios en hombres aumentó un 3,3%, con un incremento de
aproximadamente 5.000 suicidios en todos los países
analizados, respecto a la tendencia prevista. (El Confidencial –
18/9/13)

La Cámara de Representantes de Estados Unidos
aprobó este jueves un recorte del 5% del presupuesto (US$
4.000 millones anuales) para las ayudas en cupones de alimentos
de las que se benefician más de 47 millones de
estadounidenses de escasos ingresos. (BBCMundo –
20/9/13)

El hecho de que en media en la UE-27 el 40% del
desempleo sea de larga duración indica que existen
factores estructurales que provocan que casi la mitad de los
parados no puedan encontrar un empleo en un tiempo razonable.
(Fedea – 25/9/13)

El Fondo Monetario Internacional (FMI) no esconde una
nueva vuelta de tuerca a los bolsillos de los contribuyentes
europeos. El organismo que preside Christine Lagarde plantea, en
su informe Fiscal Monitor de octubre, una eventual quita a la
riqueza de las familias europeas para que la deuda pública
de 15 estados europeos recupere sus niveles de 2007. En el citado
informe, la institución económica llega a concretar
una cifra: el 10% de los ahorros familiares. (Vozpópuli –
16/10/13)

El número de personas que llevan más de
doce meses sin empleo en el conjunto de la OCDE alcanzó en
el segundo trimestre de 2013 los 16,86 millones, un 95,4%
más que los 8,63 millones que existían antes de que
comenzará la crisis de 2008. (Negocios.com –
17/10/13)

La realidad prueba la existencia de una tendencia
inevitable de paulatina minoración del peso de los
salarios en la riqueza de muchos estados del primer y segundo
mundo. Este deterioro sólo puede ser sustituido por rentas
de capital -más propensas al ahorro, por cierto- en un
espectro reducido de la población, precisamente el que se
sitúa en el lado amable de la polarización social.
En cualquier caso, el proceso, para los analistas de Fidelity,
tiene carácter estructural y no coyuntural, esto es: ha
venido no sólo para quedarse, sino que se agudizará
en el futuro inmediato. En estas naciones el empleo se
fue… ¿para nunca volver? (El Confidencial –
17/10/13)

En los países de la OCDE a mediados de los 70 el
número total de desempleados estaba en torno a los 10
millones, entre los cuales casi ninguno eran parados de larga
duración, eran de ciclo corto. Ahora los países de
la OCDE, los más ricos del planeta, tienen cerca de 50
millones de parados, sin contar a los precarios. No estamos
hablando de la nueva clase obrera, estamos hablando de la
novísima clase obrera: se vuelve a las situaciones
anteriores, de deterioro y precarización general de las
condiciones trabajo. (El Confidencial –
19/10/13)

La crisis económica que comenzó en 2008
está sacudiendo la estructura social de los países
que la están sufriendo. De la misma manera que en India,
Chile, Perú y Brasil, está disminuyendo el
número de pobres y creciendo el de gente que entra en la
categoría de clase media, en Europa pasa lo contrario;
millones de personas están recorriendo el camino contrario
que anduvieron sus padres o abuelos: de la clase media a la
pobreza. (Vozpópuli – 3/11/13)

Los líderes republicanos intentan moderar un
tanto su lenguaje, pero es cuestión más bien de
tono que de contenido. No cabe duda de que les sigue enardeciendo
la idea de asegurarse de que los pobres y los desafortunados
reciben la menor ayuda posible, y de que -tal como lo
expresó el diputado Paul Ryan, presidente de la
Comisión Presupuestaria de la Cámara de
Representantes- el colchón de protección social se
está convirtiendo en "una hamaca en la que se acuna a
gente físicamente sana para que vivan de la dependencia y
la complacencia". Sus propuestas presupuestarias incluyen
recortes salvajes de los programas de protección social
como los cupones para alientos o el programa Medicaid. (El
País – 3/11/13)

La mitad de los habitantes de Nueva York (un 46%) son
pobres o "casi pobres" (los que viven por debajo del 150% del
límite local de la pobreza, 30.940 dólares, unos
23.000 euros al año para una familia de cuatro),
según un análisis de la propia
Administración Bloomberg. Eso es muy poco en Nueva York,
donde el alquiler medio supera los 3.000 dólares
mensuales. La modestia se percibe enseguida que uno sale de
Manhattan o de las zonas nobles de los boroughs que la rodean:
Queens, Brooklyn, Bronx y Staten Island. Al mismo tiempo, la
ciudad alberga a unos 400.000 millonarios y es la zona
metropolitana del mundo con más milmillonarios. En New
York City viven 8.337.000 personas. Una de cada 16 es rica. (El
Confidencial – 6/11/13)

La crisis financiera mundial no parece haber afectado a
las grandes fortunas del planeta, más bien todo lo
contrario. Desde marzo del 2009 su número y su riqueza se
han duplicado. Un lustro en el que los activos totales de estos
2.170 multimillonarios pasaron de sumar 3,1 billones de
dólares a 6,5. Como subrayan los propios autores del
informe, la crisis global está detrás de una serie
de "cambios tectónicos en la distribución de la
riqueza mundial", que parece haber incrementado las brechas
económicas entre los más ricos y los más
pobres. Además, ha puesto en entredicho la existencia en
el futuro de una clase media en la que pueda incluirse el grueso
de la población. (El Confidencial –
7/11/13)

María, de padres mexicanos pero con pasaporte
estadounidense, no vive en uno de esos países remotos y
pobres que retratan los informes sobre trabajo infantil que
realiza el Departamento de Trabajo. Tampoco es un caso aislado.
Forma parte de una comunidad numerosa y de la que se habla
incluso menos que de los obreros infantiles del textil en
Bangladesh o de la minería en Bolivia: la conformada por
el medio millón de niños que, según
cálculos de organizaciones como Human Right Watch,
trabajan a sueldo de grandes corporaciones agrícolas en
Estados Unidos. (El Confidencial – 8/11/13)

Según el informe The future of employment,
realizado por los profesores de la Universidad de Oxford Carl
Benedikt Frey y Michael A. Osborne, el 47 por ciento del empleo
total está en situación de alto riesgo, "ya que
muchas de sus ocupaciones son susceptibles de ser automatizadas
en una o dos décadas". En una primera fase, la
mayoría de los trabajadores del sector del transporte y de
la logística, así como los administrativos y, en
general, todos los relacionados con la oficina, y los vinculados
a los procesos de fabricación y producción, "son
susceptibles de ser sustituidos por el capital
informático". (El Confidencial –
8/11/13)

La "becarización" del mercado de trabajo, el paro
y la precariedad rebajan las expectativas de quienes se han
formado toda su vida para encontrar un lugar en el mundo…
La crisis económica ha quebrado el "proyecto de vida" de
los más ansiosos por encontrar un trabajo acorde a su
formación, algo que no siempre ocurre… La
oportunidad que no llega suscita una importante
frustración y puede generar emociones como el
desánimo y la tristeza si la situación se prolonga,
señala el sociólogo… La espera resulta
especialmente larga para los "eternos becarios precarios".
(Negocios.com – 10/11/13)

La población en riesgo de pobreza o
exclusión social en España representa ya el 28,2%
de todos los españoles, según datos del
análisis de Eurostat realizado por el Instituto de
Estudios Económicos (IEE) y difundido este martes…
El Estado miembro con la tasa de pobreza más alta sigue
siendo Bulgaria, donde casi la mitad de la población sufre
ése riesgo, seguido de Rumanía, que tiene en esta
situación al 41,7 por ciento de sus habitantes. En
Letonia, Grecia, Lituania y Hungría prácticamente
un tercio de la población está en riesgo de pobreza
y en Italia e Irlanda roza el 30%, conforme los datos difundidos
por el IEE. Los países europeos con menos población
en riesgo de pobreza son Alemania, Eslovenia, Francia y Dinamarca
con cifras en torno al 19%. En Luxemburgo y Suecia las cifras
bajan al 18% y se sitúan alrededor del 17% en Finlandia y
Austria. La República Checa y los Países Bajos
logran que sólo un 15% de su población esté
en riesgo de pobreza o exclusión social. (Gaceta.es –
13/11/13)

El repunte de la zona euro después de una
prolongada recesión perdió fuerza en el tercer
trimestre, intensificando los temores de que el bloque
esté en medio de una "década perdida" caracterizada
por estancamiento económico, desempleo y descontento
político. Aunque se espera que el crecimiento mejore
ligeramente el año entrante, la zona euro está muy
lejos de recuperar el nivel de producción y empleo que
tenía antes de que se desatara la crisis financiera y
económica. (The Wall Street Journal –
14/11/13)

Hemos entrado en una nueva era del trabajo, en un nuevo
modelo (un new normal) que está reconfigurando el mapa de
trabajos y ocupaciones que se demandan y cuya verdadera
dimensión veremos en los próximos años. Para
desgracia nuestra, según asegura el informe realizado por
el think tank Resolution Foundation y por la London School of
Economics, donde se muestra cómo desde el inicio de la
crisis han crecido los trabajos de alta cualificación y
los que requieren escasa formación pero han desaparecido
con preocupante rapidez los situados en el estrato medio. El
estudio, titulado ¿Una crisis polarizante?, señala
cómo el Reino Unido se dirige hacia un mercado del empleo
que únicamente tendrá dos niveles, con una parte
superior de la escala laboral, la de la alta gestión, la
consultoría y el trabajo de alta cualificación que
está creciendo un 16% desde el inicio de la crisis, y un
sector inferior, el de los servicios y hostelería, que ha
aumentado un 17% en ese mismo periodo. (El Confidencial –
15/11/13)

¿Son las burbujas de activos la única
manera en que los bancos centrales pueden impulsar la demanda?
Los principales economistas están empezando a
preguntárselo. Y tanto los expertos como los gobernadores
de bancos centrales se inclinan claramente a favor de mantener
los precios de los activos al alza si esa es la única
manera de lograr que la economía siga adelante. Esto
resultará ser, indudablemente, un error, aunque dadas las
limitaciones con las que operan los gobernadores de los bancos
centrales, es un error que probablemente crean que no tienen
más remedio que cometer. (The Wall Street Journal –
18/11/13)

Durante años, el 1 por ciento más rico ha
acumulado más ingresos que el resto. Desde 1979 hasta el
2007, por ejemplo, el 1 por ciento de las familias más
pudientes han visto sus ingresos crecer un 275 por ciento, de
acuerdo a un estudio de la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Por su parte la parte inferior de las familias, registraron un
incremento en sus ingresos de alrededor del 18 por ciento. El
reciente premio Nobel de Economía, Robert Shiller, puso de
manifiesto la semana pasada que la desigualdad de ingresos es "el
problema más importante que enfrentamos en la actualidad".
Al mismo tiempo, la candidata del presidente Obama para dirigir
la Reserva Federal, Janet Yellen, definió la desigualdad
de ingresos como un problema "extremadamente difícil" y
"muy preocupante". (El Economista – 18/11/13)

Las mujeres que trabajan en empleos temporales tienden
mucho menos a tener hijos antes de los 35 años que las que
tienen un trabajo estable, según concluye un estudio que
publica el último número de la revista
científica Human Reproduction que emplaza a las
autoridades a eliminar las barreras del mercado laboral que
dificultan a las parejas formar una familia. (Expansión –
20/11/13)

Una de las tiendas que Walmart posee en el estado de
Ohio, EEUU, ha pedido a sus clientes que donen alimentos para sus
mal pagados empleados, acto que muestra que los sueldos de la
compañía no son suficientes para que sus
trabajadores puedan alimentarse. "Por favor, donen
artículos de comida aquí, para que los asociados
necesitados puedan disfrutar de la cena de Acción de
Gracias", se leía en un cartel en la tienda. Kory
Lundberg, un portavoz de Walmart, dice que la preocupación
de la administración por sus empleados es una cosa
positiva. "Esto es parte de la cultura de la empresa para
reunirse alrededor de los asociados y cuidar de ellos cuando se
enfrentan a dificultades extremas", dijo. (El Economista –
20/11/13)

Una entrada mucho más tardía al mercado
laboral, una fuerte inversión tanto temporal como
económica en la formación personal, las exigencias
de un mercado laboral cada vez más competitivo, la
inestabilidad económica y personal y la difícil
conciliación entre trabajo y familia despejan un resultado
claro en la ecuación de los millenials: cada vez, y hasta
que las circunstancias cambien, tendrán menos hijos.
(Vozpópuli – 24/11/13)

¿Qué pasaría si la crisis
simplemente se hubiese acabado y en realidad nos
estuviésemos enfrentando a un nuevo escenario en el que el
escaso crecimiento es lo normal, una especie de estancamiento
secular?, planteó el exsecretario del Tesoro
estadounidense y asesor de Obama ante una selecta audiencia en un
foro del FMI. Delante de una distinguida audiencia, con
personajes de la talla de Ben Bernanke o Martin Feldstein entre
los oyentes, el exsecretario del Tesoro estadounidense,
excandidato a presidir la Fed y asesor de Obama, Larry Summers,
pronunció hace unos días un discurso que
conmocionó a la comunidad de académicos y analistas
por radical a la par que convincente y estremecedor: ¿y si
la economía estadounidense y por extensión la
occidental no es capaz de crecer y crear empleo?, ¿y si
sólo puede hacerlo a fuerza de crear burbujas con los
consiguientes riesgos? (Vozpópuli –
24/11/13)

Actualmente vivimos en un mundo en donde nos piden que
escojamos entre más pobreza o más desigualdad, en
donde una tienda de Walmart en Ohio pide a los clientes que donen
comida ¡para sus propios empleados!, en donde McDonald"s
sugiere a sus empleados buscar un segundo trabajo para sobrevivir
o bien cortar la comida en más trocitos para sentirse
llenos antes (¡!). Antes era pobre quien no trabajaba, pero
hoy en día incluso con un trabajo se puede ser igual de
pobre, ¿qué está pasando aquí? (El
Confidencial – 2/12/13)

"Las tendencias combinadas de creciente desigualdad y
decreciente movilidad social suponen una amenaza fundamental para
el "sueño americano"", dijo el presidente en un discurso
en Washington DC. El presidente lamentó que la movilidad
social de EEUU es incluso menor que la de países como
Alemania, Canadá o Francia. Además subrayó
que los niveles de desigualdad de ingresos en la primera
economía del mundo sean "comparables a los de Jamaica o
Argentina". Para el mandatario, esta desigualdad en las
oportunidades que ofrece la economía a los ciudadanos se
explica por cuestiones "no tanto de raza como de clase". "Debemos
avanzar más allá de la falsa noción de que
esto es una cuestión exclusiva de las minorías",
remarcó. Obama, que dijo que la creciente brecha que
separa a ricos de pobres es el "principal desafío" de su
país, criticó al Congreso y a la oposición
republicana por preocuparse más de reducir el
déficit fiscal que los problemas del día a
día de los ciudadanos. "El implacable y creciente
déficit de oportunidades es una amenaza mayor que nuestro
déficit fiscal en contracción", dijo. "Aunque no
podemos prometer igualdad de ingresos, sí tenemos que
garantizar igualdad de oportunidades". (BBCMundo –
5/12/13)

Vivimos en un mundo condicionado por una
intervención monetaria sin precedentes en tamaño y
forma: la Reserva Federal multiplicó por 4 su balance
hasta los 4 billones de dólares, y el BCE por su parte lo
multiplicó por 3 superando los 3 billones de euros en su
punto álgido. Vivimos en un mundo que ha pasado por una
crisis de gravedad similar a la del año 1929, e incluso
peor si hacemos caso a los datos mencionados en el famoso
discurso de Larry Summers. No solo eso, vivimos en un mundo en
donde se desconocen los límites y la verdadera estabilidad
del sistema financiero creado tras Bretton Woods. Tanto es
así que dos de los Premios Nobel de Economía de
este año, Eugene Fama y Robert Shiller, a pesar de sus
discrepancias intelectuales, parecen ponerse de acuerdo en una
cosa: existen motivos para preocuparse. El primero, defensor de
la Hipótesis de los Mercados Eficientes y por tanto
contrario al concepto de "burbuja", cree que existe riesgo de que
los mercados financieros digan "no" a la financiación de
los déficits públicos, lo que provocaría una
recesión global en 2014. El segundo, conocido defensor del
concepto "burbuja", dice estar muy preocupado por el boom vivido
por las acciones estadounidenses y por el Real Estate en algunos
países. (El Confidencial – 9/12/13)

El continuo flujo de inmigrantes ayuda a tapar en las
estadísticas la salida de jóvenes italianos hacia
otros países. Sólo desde el punto de vista
demográfico el saldo para Italia es positivo. Bajo
cualquier otra óptica, este movimiento poblacional es muy
negativo para sus intereses: Italia importa en su mayoría
mano de obra barata, sin competencias específicas,
destinada en muchos casos a la clandestinidad y a trabajos
precarios y sin contrato. Exporta por el contrario una
generación de jóvenes con alta formación,
dominio de idiomas y experiencia internacional. El cuadro
recuerda mucho al que vive hoy España, pero en Italia el
problema ya existía desde antes de la crisis. Ésta
sólo lo ha agravado. (El Confidencial –
16/12/13)

El mejor argumento para restar importancia a la
desigualdad es el estado de depresión de la
economía. ¿Acaso no es más importante
recuperar el crecimiento económico que preocuparse de
cómo se distribuyen sus beneficios? Pues no. Para empezar,
aunque solo se tenga en cuenta el impacto directo de la
desigualdad creciente en los estadounidenses de clase media, no
cabe duda de que el problema es grande. Además, es
probable que la desigualdad haya desempeñado un papel
importante a la hora de crear el caos económico en que nos
encontramos, y crucial en nuestro fracaso para salir de
él. Empecemos por las cifras. Por término medio,
los estadounidenses siguen siendo mucho más pobres ahora
que antes de la crisis. Para el 90% de las familias que
están en lo más bajo, este empobrecimiento refleja
que el pastel económico se está reduciendo y, al
mismo tiempo, que la participación en él es cada
vez menor. ¿Qué es más importante?
Sorprendentemente, la respuesta es que las dos cosas son
más o menos comparables. Es decir, la desigualdad
está aumentando con tal rapidez que a lo largo de los
últimos seis años ha lastrado tanto los ingresos
del estadounidense medio como pobres han sido los resultados de
la economía, si bien el periodo incluye la peor
depresión económica después de la
década de 1930. Desde una perspectiva más a largo
plazo, el aumento de la desigualdad pasa a ser de lejos el factor
individual más decisivo para explicar la caída de
los ingresos de la clase media. (El País –
22/12/13)

Durante la recesión entre diciembre de 2007 y
julio de 2009 la mayor economía del mundo perdió
casi 8,4 millones de puestos de trabajo y para millones de
personas la reactivación no ha resuelto el prolongado
desempleo. De acuerdo con el grupo de estudio Economic Policy
Institute, de Washington, la proporción de trabajadores
que han estado sin empleo por más de seis meses
subió de 17,6 % de los desempleados antes de la
recesión a más del 45,6 por ciento en el segundo
trimestre de 2010, y así se ha mantenido hasta
ahora… Para más de un 1,3 millones de personas que
han estado sin empleo en Estados Unidos durante más de
seis meses la temporada de fiestas llega hoy a un fin duro con la
cancelación del subsidio pagado por el Gobierno federal.
(Expansión – 28/12/13)

Según las mejores estimaciones, la
proporción del ingreso general del 10% más rico de
EEUU superó el 50% en 2012 por primera vez en la historia,
mientras que 22% del ingreso que correspondió al 1%
más rico se superó solamente en 2007, 2006 y 1928.
Los ingresos del 10% más rico son dos tercios más
altos que hace 20 años, mientras que los del 1% más
rico se han más que duplicado… Pero para todo el
resto, es decir cerca de un 90% de los estadounidenses, no se ha
elevado el ingreso en comparación con el de hace 10 o 20
años, para compensar lo que ahora parece una década
que se ha perdido del todo. Al contrario, han seguido perdiendo
terreno. (Project Syndicate – 31/12/13)

Hasta 750.000 jóvenes en el Reino Unido sienten
que "no tienen nada por lo que vivir", según un estudio de
la organización no gubernamental Prince's Trust. El
informe asegura que cerca de un tercio de los jóvenes que
han estado desempleados durante un período prolongado han
contemplado el suicidio. El documento pide medidas urgentes para
que "los jóvenes desempleados de hoy no se transformen en
jóvenes sin esperanza". (BBCMundo –
2/1/14)

Los ingresos en efectivo de una familia media, una que
está en la mitad estadística, apenas se mantuvieron
a la par con la inflación. Sume a eso el seguro de salud y
otros beneficios que no se entregan en efectivo y verá que
ha subido mucho más. Sin embargo, he aquí un hecho
llamativo: Al ajustar por inflación, un trabajador
típico a tiempo completo ganó menos en 2012 (US$
49.398) que su equivalente de 1987 (US$ 50.166). Debido a que
más mujeres fueron educadas y obtuvieron empleos con
mejores salarios, su situación fue mejor: sus ingresos
medios subieron 16%. ¿A dónde se fue todo ese
dinero? Desproporcionadamente a los que están en mejor
situación, los mejor educados, a las parejas de dos
profesionales, los ganadores en Wall Street y Silicon Valley. La
tecnología y la globalización favorecen a los mejor
educados. El auge de las finanzas pagó muy bien a unos
pocos. Los ingresos de aquellos en la cúpula de casi
cualquier campo subieron más rápido que aquellos en
el medio. Diferentes medidas muestran variaciones en la gama,
pero la tendencia es clara: los datos más recientes del
censo estadounidense muestran que la participación de los
ingresos antes de impuestos que van al 5% de las familias
más acaudaladas subió de 15,7% en 1962 a 17,2% en
1987 a 21,3% en 2012. Las tasas impositivas más altas
sobre los ricos y los beneficios dirigidos a los más
pobres limitan esta tendencia, pero esa redistribución de
la riqueza no ha compensado las fuerzas de mercado que aumentan
la inequidad. (The Wall Street Journal –
2/1/14)

En los últimos años, los economistas han
estado repasando el alfabeto para describir la forma de la tan
esperada recuperación… empezando por una optimista V,
continuando con una más pesimista U y acabando con una
desesperante W, pero ahora una ansiedad más profunda
está empezando a acechar a la profesión: el miedo a
lo que yo llamo una recuperación "en forma de L". (Project
Syndicate – 5/1/14)

La política de RC de la Reserva Federal y las
variantes de ella en otros países han hecho que los
balances de los más importantes bancos centrales
aumentaran espectacularmente (de entre cinco y seis billones de
dólares antes de la crisis a casi 20 billones ahora), con
lo que los mercados financieros se han vuelto adictos al dinero
fácil, lo que ha propiciado, a su vez, una búsqueda
mundial de réditos, una inflación artificial de los
precios de los activos y una asignación inapropiada del
capital. A consecuencia de ello, cuanto más dure la RC,
mayor será el daño colateral causado a la
economía real. Ahora la preocupación estriba en
que, cuando la Reserva Federal comience a reducir progresivamente
la RC y disminuya la liquidez en dólares de los mercados
mundiales, resurgirán los problemas estructurales y los
desequilibrios. Al fin y al cabo, las reformas que aumentan la
competitividad en muchas economías avanzadas distan
aún de haber concluido, mientras que la relación
entre el total de deuda pública y privada y el PIB es
ahora un 30 por ciento mayor que antes de la crisis… La
desaceleración del crecimiento mundial se está
produciendo sobre un fondo de aumento de la desigualdad
económica, debido a una menor participación de la
mano de obra en los ingresos nacionales, fenómeno mundial
resultante de la mundialización y del progreso
tecnológico, que constituye una grave amenaza para las
autoridades. Los sistemas que propagan la desigualdad o que no
parecen poder detener su aumento contienen el germen de su propia
destrucción, pero en un mundo interdependiente no hay una
solución evidente, porque la gran movilidad de las
corrientes de capital alimenta la competencia mundial entre
sistemas tributarios. (Project Syndicate –
6/1/14)

"Los pobres no pueden dormir porque tienen hambre", es
la famosa cita del economista nigeriano Sam Aluko, dicha en 1999,
"y los ricos no pueden dormir porque los pobres están
despiertos y con hambre". A todos nos afectan las profundas
desigualdades de los ingresos y la riqueza, ya que el sistema
económico del que depende nuestra prosperidad no puede
seguir enriqueciendo a unos mientras empobrece a otros. En
tiempos difíciles, los pobres pierden fe en sus
líderes y en el sistema económico, y en tiempos de
vacas gordas son demasiados pocos los que disfrutan de los
beneficios. El coeficiente GINI, un indicador de la desigualdad
económica, se ha ido elevando en los países en
desarrollo y en los desarrollados, como Estados Unidos. En Europa
ha crecido la desigualdad debido al rápido aumento del
desempleo, especialmente entre los jóvenes. Algunos han
reaccionado con manifestaciones callejeras, otros han respaldado
a partidos xenófobos de extrema derecha; muchos más
observan en silencio, cada vez más enfadados y resentidos
con los políticos y el sistema que representan. El
problema se aprecia crudamente en las megaciudades del mundo, que
representan cerca del 80% del PIB global. Pero hasta en las
más desarrolladas las disparidades pueden saltar a la
vista. Por ejemplo, si se viaja en el metro de Londres apenas 6
millas (o 14 paradas) hacia el este, desde el centro del gobierno
en Westminster hasta Canning Town, la esperanza de vida de los
habitantes va reduciéndose seis meses en cada
estación. (Project Syndicate – 8/1/14)

El Papa Francisco advirtió en noviembre que "las
ideologías que defienden la autonomía absoluta del
mercado" están impulsando al crecimiento rápido de
la desigualdad. ¿Está el Papa Francisco en lo
correcto?… En los EEUU, las estadísticas son
sorprendentes en ambos extremos de la distribución del
ingreso. La cuarta parte inferior de los hogares estadounidenses
casi no ha recibido ningún aumento en su ingreso real
(ajustado a la inflación) durante los últimos 25
años. Ellos ya no están compartiendo los frutos del
crecimiento de su país. El 1% de los estadounidenses, sin
embargo, han visto que sus ingresos reales casi se han triplicado
durante este período, y su participación en el
ingreso nacional ha alcanzado el 20%, una cifra que no se
veía desde la década de 1920… La
globalización explica algo del estancamiento de ingresos
en el cuarto inferior en EEUU y en otras economías
desarrolladas. La competencia de los trabajadores chinos con
salarios más bajos ha reducido los salarios en Estados
Unidos. Pero el cambio tecnológico puede ser un factor
más fundamental – y un factor que conlleva consecuencias
para todos los países. (Project Syndicate –
8/1/14)

La Comisión de Empleo y Asuntos Sociales del
Parlamento Europeo ha aprobado una propuesta de resolución
en la que se pide a los Estados miembros de la Unión
Europea (UE) que combatan con más dureza el trabajo no
declarado y precario, entre otros los minijobs y los falsos
empleos a tiempo parcial, y que garanticen protección
social adecuada a todos los trabajadores. La resolución,
que aún deberá pasar por el Pleno, condena el abuso
de contratos de trabajo atípicos para eludir el
cumplimiento de las obligaciones en materia de empleo y
protección social. Por ello, estima que las leyes
deberían atender a los derechos de seguridad social y de
protección social a la persona y no al contrato laboral,
"garantizando así una protección social digna para
todos, incluidos los trabajadores autónomos y los
trabajadores asalariados, independientemente del tipo de contrato
de trabajo o de su situación laboral". (El Economista –
10/1/14)

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