Utilizar estrategias de aprendizaje cooperativo. Es
ya un hecho bastante demostrado que los niños no
aprenden sólo del profesor sino también de sus
iguales. Las estrategias de aprendizaje cooperativo tienen
efectos positivos en el rendimiento académico, la
autoestima, las relaciones sociales y el desarrollo personal.
La utilización de este tipo de técnicas supone
una gran ayuda para el profesor, porque facilitan el trabajo
autónomo de los alumnos y el docente puede dedicar
más atención a aquellos que más lo
necesitan.
Ofrecer variedad de experiencias y actividades que
permitan trabajar determinados contenidos con diferentes
grados de complejidad e incluso contenidos distintos.
Diseñar actividades que tengan diferentes grados de
dificultad y permitan diferentes posibilidades de
ejecución y expresión; plantear varias
actividades para trabajar un mismo contenido; plantear una
misma actividad para trabajar contenidos de diferente grado
de dificultad; utilizar metodologías que incluyan
actividades de distinto tipo como puede ser el trabajo a
través de proyectos, los talleres.
Ofrecer la posibilidad de que los alumnos elijan
entre distintas actividades y decidan la forma de
realizarlas. Para lograr una mayor autonomía es
preciso dar oportunidades para que los alumnos tomen
decisiones sobre la planificación de su trabajo y se
responsabilicen del aprendizaje. La elección de
actividades permite adaptarse a las diferencias individuales
y que los alumnos se conozcan a si mismos como
aprendices.
Dar oportunidades para que practiquen y apliquen de
forma autónoma lo aprendido. Saber cuando los alumnos
han alcanzado el suficiente nivel de aprendizaje que les
permita trabajar con menos supervisión y
ayuda.
Determinados alumnos van a requerir mayor ayuda y
estrategias específicas para generalizar los
aprendizajes y aplicarlos de forma
autónoma.
Utilizar una amplia gama de materiales
didácticos que ofrezcan diferentes actividades, que
traten determinados temas o contenidos con distinto nivel de
complejidad y permitan diferentes formas de
utilización. Es importante tener en cuenta el material
específico o adaptado que puedan precisar ciertos
alumnos con necesidades educativas especiales.
Combinar distintos tipos de agrupamientos, tanto en
lo que se refiere al tamaño como a los criterios de
homogeneidad o heterogeneidad, que permitan proporcionar
respuestas diferenciadas en función de los objetivos
que se persigan, la naturaleza de los contenidos a trabajar,
y las características e intereses de los alumnos. Es
importante asegurar que aquellos que tienen mayores
dificultades se integren en los grupos que mejor respondan a
sus necesidades.
Utilizar diferentes procedimientos de
evaluación que se adapten a distintos estilos,
capacidades y posibilidades de expresión de los
alumnos. La evaluación a través de las
actividades de enseñanza-aprendizaje y las
producciones de los alumnos, es un medio sumamente
útil para que los docentes puedan ajustar la ayuda
pedagógica al proceso de construcción de cada
uno. Es importante que los alumnos conozcan los criterios a
través de los cuales se van a evaluar sus producciones
para que puedan irlas regulando, y dialogar con ellos acerca
de sus potencialidades y dificultades, las estrategias que
les dan mejor resultado para aprender, etc., de forma que se
conozcan mejor como aprendices y se responsabilicen de su
aprendizaje.
Organizar el espacio del aula de forma que resulte
grato, se favorezca la autonomía y movilidad de los
alumnos y se pueda adaptar a los distintos tipos de
actividades y agrupamientos. Los alumnos con mayores
dificultades habrán de ubicarse en aquellos lugares en
los que tenga un mayor acceso a la información y
puedan comunicarse y relacionarse mejor con sus
compañeros y el docente. Si en el aula hay
niños con problemas sensoriales o motores es necesario
crear condiciones adecuadas de luminosidad, accesibilidad y
sonorización.
Organizar el horario del aula teniendo en cuenta el
tipo de metodología y actividades a realizar,
así como las necesidades de apoyo que puedan precisar
determinados alumnos. Es importante establecer ciertos
momentos en los que se realicen actividades individuales que
pueden ser de refuerzo o profundización.
Crear un clima de respeto y valoración entre
los alumnos: establecer canales de comunicación;
plantear actividades que propicien la cohesión del
grupo y la regulación de la vida del aula como pueden
ser las asambleas o los debates; emitir mensajes que no sean
descalificadores o impliquen situaciones comparativas entre
los alumnos.
Autor:
Alba Melean
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