El Secreto y Su Perverso Mensaje Anticristiano
El ya famoso libro El Secreto, de Rhonda Byrne, ha
calado hondo en la mente de los hombres de Occidente. Sus
ediciones se han seguido aumentando y mucha gente ha publicado
otros libros semejantes para apoyar, ampliar o contradecir las
ideas sobre la ley de Atracción expuestas en aquella
obra.
En realidad tal secreto nunca ha sido un secreto, salvo
para los miopes que no ven más allá de sus narices.
Todas las religiones han usado el poder de la mente divina y la
ley de Atracción en sus prácticas diarias de
oración o de plegarias. Y en sus emergencias han hecho uso
de ayunos, retiros, y de largos períodos de oración
mental. Y así han obtenido ayudas y apoyos providenciales
para sus vidas, y en algunos casos se han producido verdaderos
milagros que parecen contradecir las leyes naturales.
Hasta allí vamos bien. Los seres humanos, bajo
ciertas condiciones, pueden obtener ayuda de la Mente infinita y
operar con la famosa Ley de Atracción. ¿Pero
qué pasa cuando la gente trata de obtener ayuda sin
cumplir algunas de esas condiciones?
Una condición es la concentración mental,
otra es la perseverancia, otra es la imaginación o la
visualización de lo que se desea. Pero hay algunas de esas
condiciones que el libro del Secreto omite.
Veámoslas en detalle. Primero: Lo que ha sido
ordenado o predeterminado por Dios puede ser contrario a los
deseos de quien invoca la ayuda de la Mente Divina. Y eso,
considerando la Omnipotencia y la soberanía de Dios sobre
los seres, solo producirá un fracaso y una
frustración de los deseos de quien se trata de apoyar en
esa Fuerza Infinita.
Exageremos un poco. Supongamos que yo pido que la Mente
Divina me dé branquias como los peces, para así
bucear sin equipos de oxigeno. Por mucho que me concentre no
lograre ser escuchado y mi cuello seguirá igual, incluso
si recurro a un cirujano para que me haga unas branquias con su
bisturí.
Eso es así pues si pido algo CONTRA LA
NATURALEZA, CONTRA EL ORDEN COSMICO, CONTRA LA VOLUNTAD DEL
CREADOR DE MI SER, no me será otorgado.
Dios es el Legislador de la naturaleza, sus Leyes son Su
Voluntad expresada en la materia. Y según los
teólogos y los libros sagrados Dios jamás puede ir
contra su propia voluntad, pues es UNO en esencia, inteligencia y
propósito. Si tuviese dos propósitos
contradictorios se dividiría a si mismo es dos voliciones
y perdería su unidad óntica. De allí se
comprende el por qué todas las leyes naturales no tienen
contradicciones entre sí. Por eso Moisés
Maimónides en la Guia de los Descarriados, decía
que Se sabe que Dios es Uno porque sus Leyes no son
contradictorias. Si hubiera dos dioses creadores las leyes de uno
u de otro entrarían en colisión. La armonía
de las leyes del universo dan testimonio de que hay un solo
Dios.
La gente que intenta operar con los métodos del
libro del Secreto quieren hacer que en sus vidas sea siempre
primavera o siempre verano, y esas ideas son contrarias al orden
divino de las cosas creadas. Es olvidar el carácter
cíclico de los fenómenos de la vida. Y si
eventualmente eso se lograra por algún tiempo el precio
puede ser demasiado alto, tanto para el entorno de la persona,
como para la persona misma y su destino eterno.
Por eso Jesucristo dice en Getsemaní, en la noche
previa a su sacrificio en la Cruz, PADRE SI ES POSIBLE APARTA DE
MI ESTE CALIZ, PERO NO SE HAGA MI VOLUNTAD SINO LA TUYA. El no
quería ir contra lo ordenado o predeterminado por Dios
respecto a su vida. Según se exponía en los libros
de Daniel 9,26, de Zacarías 11 y 12, de Isaías
52-53 y en los Salmos (22). Y aceptó el dolor y la muerte
de cruz, horrible forma de morir. Y Dios lo resucitó,
conforme lo profetizado en Oseas 6,2.
Una segunda condición, pues, siguiendo la
línea y el ejemplo de Cristo, es el estado moral o grado
de evolución moral del que ruega. Es decir, ¿tengo
el derecho moral de pedir que la mente universal me oiga y me
otorgue lo que pido? ¿Merezco esa ayuda cósmica?
¿Y qué haré con los bienes que se me
otorguen? ¿Vivo para el Ser o para el Tener?
¿Es moralmente bueno lo que pido?
¿Cuál es la condición moral de mi alma?
¿Le haría Dios, la infinita sabiduría, bien
a mi alma, si me otorga lo que solicito? ¿O me
haría un mal? ¿Soy sabio al pedir o no?
¿Tengo mirada existencial larga o corta? O soy un simple
monigote o máquina de desear, un mero espejo de la
sociedad de consumo que me mete sus ideas para desgracia de mi
alma?
La codicia y la avaricia están siempre acechando
en el alma del hombre para arrastrarlo al inframundo y alejarlo
del Reino de Dios y de Cristo. Obsérvese cómo esta
parábola de Jesús describe la forma de pensar de
muchos de los que intentan utilizar los métodos del libro
del Secreto: HABIA UN HOMBRE RICO CUYAS TIERRAS HABIAN DADO UNA
GRAN COSECHA, QUE PENSABA, "NO TENGO DONDE GUARDAR MI COSECHA, Y
SE DIJO A SI MISMO, DERRIBARE MIS GRANEROS Y HARE OTROS
MÁS GRANDES PARA GUARDAR ESTA COSECHA Y TODO LO QUE TENGO.
Y LUEGO ME DIRE: AMIGO, TIENES MUCHAS COSAS GUARDADAS PARA MUCHOS
AÑOS, DESCANSA, COME, BEBE Y GOZA DE LA VIDA". PERO DIOS
LE DIJO: NECIO. ESTA MISMA NOCHE PERDERÁS LA VIDA, Y LO
QUE TIENES GUARDADO, ¿PARA QUIEN SERÁ? ASÍ
LE PASA AL HOMBRE QUE ACUMULA RIQUEZAS PARA SI MISMO PERO QUE ES
POBRE DELANTE DE DIOS.
Los bienes de este mundo material son relativos, buenos
y malos al mismo tiempo. Son solo instrumentos, medios para otros
fines, y esos fines personales pueden ser concordantes con la
voluntad de Dios o no. Y eso es crucial. Pues los libros sagrados
dicen que solo los que hacen la voluntad de Dios se salvan de los
poderes tenebrosos que ordinariamente gobiernan a la
mayoría de los seres humanos. (Ver Mateo 7,21 y
siguientes, y el evangelio de Juan 8,44).
Por eso el propio Jesucristo dijo que no se puede servir
a Dios y a Mamón, el dios de las riquezas materiales. Y
agregó que es más fácil que un camello entre
por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los
cielos. (Lucas 18,25). Y agregó NO HAGAIS TESOROS EN LA
TIERRA, DONDE LA POLILLA Y EL ORIN CORROMPEN, Y DONDE LOS
LADRONES MINAN Y HURTAN. SINO QUE HACEOS TESOROS EN EL CIELO,
DONDE LA POLILLA Y EL ORIN NO CORROMPEN Y DONDE LOS LADRONES NO
MINAN NI HURTAN. PORQUE DONDE ESTE VUESTRO TESORO ESTARA VUESTRO
CORAZÓN. (Mateo 6, 19 al 21).
La palabra "minar" que usa el evangelio significa hacer
hoyos en las paredes para entrar a las casas o para derrumbar los
muros, y así entrar en las propiedades de las
personas.
Y si uno revisa las tentaciones que Cristo tuvo en el
desierto de Judea se dará cuenta que una de ellas
tenía que ver con el poder político y las riquezas
materiales. Y él la desecho y venció al demonio
negándose a adorar y a servir al rey de las tinieblas y a
sus ofertas. Jesús no quiso usar la ley de
Atracción de bienes materiales pues su objetivo al ayunar
y orar era convocar las fuerzas y poderes que sanaran el alma y
el cuerpo de los hombres y mujeres que sufrían bajo el
yugo de los tenebrosos espíritus de las tinieblas que
habían derrotado a Adán y a Eva y a sus
descendientes, y rescatarlos para ponerlos en armonía con
el Plan de Dios.
Antes de continuar, debo aclarar al lector que este
artículo no es una apología de la pobreza. Solo es
un intento de aclarar la correcta jerarquía de los valores
cristianos frente a la prensa y los escritos más
influyentes de la Nueva Era y su vinculación con la magia
negra.
Jesús no estaba en contra de tener un grado de
bienestar material SIEMPRE QUE EL DINERO Y LA RIQIUEZA NO FUESEN
DUEÑOS DEL CORAZON DE LAS PERSONAS. Es decir, estaba en
contra de que los seres humanos tuvieses ídolos en su
mundo interior que los apartaran de la obediencia a las Leyes de
Su Padre. Por eso en el evangelio de Mateo 6,33 dice: BUSCAD
PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA Y LAS DEMAS COSAS OS
SERAN AÑANIDAS.
Ese es el orden cristiano de las prioridades, de la
escala de valores correcta. Dios y la obediencia a sus
Mandamientos primero, y luego la riqueza o la prosperidad
vendrá a nosotros sin atarnos a las tinieblas.
El problema es que a veces gentes llenas de pecados
tienen éxito en el uso de estas conexiones con lo
invisible, y alcanzan fortuna y fama. Y eso desconcierta a gente
sincera y creyente. Eso es justamente porque en estas maniobras
semi-esotéricas o mágicas la gente se conecta con
espíritus oscuros que tienen un grado de influencia en las
cosas materiales, de acuerdo con los datos de la promesa del
demonio a Jesucristo. "El diablo le llevo a una montaña y
mostro todos los reinos de la tierra y sus riquezas, y le dijo
todo esto será tuyo, pues a mí me ha sido entregado
y se lo doy a quien quiero, si te postras ante mí y me
adoras". Jesús le respondió: "Está escrito:
"Solo al Señor tu Dios adorarás y solo a El
servirás". (Lucas 4,4 al 8).
La Biblia condena el uso de la magia satánica o
la magia moralmente neutra tipo Wicca no solo porque es mala,
sino porque es posible tener éxito con ella, pero se abre
un portal invisible en forma irregular, que pone a inocentes en
contacto con un universo de seres inmundos y horribles contra los
cuales la mayoría de los hombres no tienen
defensa.
Esos portales siempre deben permanecer cerrados y es
terriblemente imprudente el ser humano que los abre y
después no los puede cerrar. Tal es el caso, por ejemplo
del espiritismo, un hermano directo de la magia. En los hechos de
los Apóstoles se puede observar cómo San Pablo en
el Nombre de Jesucristo cierra un portal astral hacia el
inframundo y despoja a una médium de sus poderes y de los
espíritus que la utilizaban. Ver Hechos 16,16 al
18.
Y así las personas aceptan servir al demonio,
consciente o inconscientemente, y se les da la riqueza por cierto
tiempo. Eso es magia negra. Y es lo que ofrece el Libro del
Secreto. Lo mismo que ofrece el demonio a sus adoradores. Placer,
éxito, poder, rápidos, fácilmente. Pero
condeno mi alma a las tinieblas y los demonios me controlaran
ahora y en la eternidad.
Y se dice por cierto tiempo pues el poder de los
espíritus del inframundo es temporal, no eterno ni
absoluto. Solo Dios es eterno y absoluto. Y en algún
momento el manantial de la prosperidad se agota y se retorna a la
temida pobreza. O un accidente viene y quiebra todos nuestros
proyectos o una enfermedad incurable se adueña de nuestro
cuerpo. O me enfermo de la mente por siete años, como le
pasó al rey Nabucodonosor. Y así Dios le recuerda
al ser humano que es frágil y mortal, y que no puede
desafiarse a las leyes divinas por siempre.
De manera que cuando entro en contacto con la Mente
infinita puede suceder que, según mis propósitos
impuros y la fuerza vibratoria de mis bajas pasiones me conecte
con otro poder distinto del de Dios. Y así es la ley de
vibración. Vibraciones bajas me conectan con planos
inferiores y con espíritus infernales. Vibraciones
elevadas y motivos nobles me conectan con los mejores
espíritus y planos elevados del mundo
invisible.
De allí es que existe una ingenuidad y una cuota
de ignorancia esotérica en la señora Rhonda Byrne y
en sus seguidores. Recuérdese que decir ignorancia es
decir oscuridad, espiritualmente hablando. Pasan por encima de
las leyes divinas y de la justicia inmanente. San Pablo dice:
NADIE PUEDE BURLARSE DE DIOS, LO QUE EL HOMBRE SIEMBRA ESO
COSECHARA. Eso es lo que nos dice la ley de karma.
(Gálatas 6, 7). Eso es lo que los seguidores de las
doctrinas orientales denominan Ley de Karma.
Pero san Pablo, fiel seguidor de Jesucristo, y tratando
de que las personas no se apeguen a los bienes materiales nos
agrega en el versículo 8 del mismo capítulo de
Gálatas: PORQUE EL QUE SIEMBRA PARA SU CARNE, DE LA CARNE
SEGARA CORRUPCIÓN MAS EL QUE SIEMBRA PARA EL
ESPÍRITU, DEL ESPÍRITU SEGARA VIDA
ETERNA.
San Juan en su primera carta 5,14 nos recuerda la
doctrina primera de la conexión con la Mente Divina: Y
ESTA ES LA CONFIANZA QUE TENEMOS EN EL, QUE SI PEDIMOS ALGUNA
COSA CONFORME CON SU VOLUNTAD, EL NOS OYE.
Así pues, la mente infinita es como la madre
tierra. Podemos sembrar en ella las semillas de nuestros
pensamientos, deseos, imágenes, plegarias,
propósitos. Es fecundada por nuestra fe, pero debemos ser
sabios en usar el mejor tipo de semillas, los más nobles
deseos, aspiraciones y plegarias, de lo contrario
podríamos cosechar lo contrario de lo que esperamos, ya
sea porque no lo merecemos o porque Dios puede tener otros planes
para nosotros y nuestros deseos no armonizan con su voluntad ni
con su sabiduría.
Por eso hay que tener cuidado con los mensajes de los
promotores de New Age, del Nuevo Pensamiento, con el denominado
Evangelio de la Prosperidad y de la llamada Nueva
Metafísica YO SOY. Hay que discernir espíritus paso
a paso. Y caso a caso. No se deben tomar esas doctrinas sin tener
una formación cristiana completa como cosa previa. Hay
cizaña en medio del trigo. Son semillas muy parecidas.
Solo un agricultor o un esotérico experto las
reconoce.
Solo el trigo sirve para hacer harina y pan, la
cizaña es amarga y su harina no sirve para nada. San Pablo
dice: EXAMINADLO TODO Y RETENED LO BUENO. Pero para discernir hay
que tener cultura moral y religiosa, cultura filosófica y
conocimiento de Dios. Por eso Jesús advierte a los
apóstoles acerca de la Levadura de los Fariseos, que
siembran malas doctrinas en las mentes de los hombres. Lo mismo
dice respecto de los falsos profetas.
Según el profeta Oseas (cap.4, 1 al 6) cientos de
millones de almas perecen por falta de conocimiento, y esos
libros de la colección del Secreto y de los que tienen
doctrinas parecidas pueden llevar hacia la perversión de
los poderes interiores y por ende poner al alma humana al
servicio del Anticristo o del famoso 666.
Por eso el Apóstol Santiago, en el
capítulo 4 de su carta, nos da una terrible
lección: ¿De dónde vienen las guerras y los
pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las
cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis y no
tenéis, matáis y ardéis de envidia, y no
podéis alcanzar, combatís y lucháis, pero no
tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
Pedís y no recibís, porque pedís mal, para
gastar en vuestros deleites. (Santiago 4,1 al 3).
Por eso un cristiano debería usar la Ley de
Atracción para pedir Sabiduría y fuerza de voluntad
a Dios, y vivir de acuerdo con las más elevadas normas
morales, sólo así podrá, de acuerdo con la
promesa de Cristo de Mateo 6,33, recibir los bienes materiales
sin daño para su alma. Es lo que hizo el rey
Salomón. Pidió al Señor Inteligencia para
gobernar a su pueblo y hacer justicia entre ellos, y le fue dada
la sabiduría en primer lugar, y luego todo lo
demás.
Primero Dios y su voluntad, luego mis planes y deseos.
José, hijo de Jacob es otro buen ejemplo. Primero se
sometió a Dios y a sus leyes, y al dolor de la
traición de sus hermanos, a las falsas acusaciones y a la
prisión, luego Dios lo exaltó a la diestra del
Faraón y le fueron otorgadas todas las riquezas de Egipto
en sus manos.
Jacques Maritain, el gran filósofo cristiano del
siglo XX e ideólogo de los llamados Partidos
Demócratas Cristianos, en sus últimos libros, se
lamentaba de haber impulsado a los cristianos del mundo a la
acción política y al compromiso temporal, pues la
mayoría se habían corrompido y traicionado los
ideales del cristianismo social. Y que a sus ojos eso fue por que
las presiones y tentaciones de la riqueza y del poder les
había dañado el alma y a las sociedades de las que
fueron líderes. El pecado se adueñó de ellos
y el resultado fue más negativo que positivo para la
iglesia y el mundo.
Pero también Jacques Maritain dijo que la causa
profunda era espiritual, los católicos no están
preparados para la enfrentar al mundo y a sus tentaciones por la
ignorancia de su fe y de las normas de la ética cristiana,
la falta de purificación del corazón, el
déficit en la oración y la falta de retiros
espirituales que les fortalecieran para esa gran tarea. Y desde
luego la ignorancia del Evangelio y de sus exigencias.
No basta con la buena voluntad. Hay que prepararse
mejor. Y lo mismo puede decirse de los seguidores de la Nueva Era
y de las Enseñanzas del Libro del Secreto. El poder tiende
a corromper y a ensuciar el alma de los hombres y de las mujeres.
El uso de poderes ocultos y las técnicas de contacto con
la mente infinita tiene los mismos peligros que el poder
político y del dinero. Solo los fuertes, los puros y los
sabios pueden moverse en esas realidades sin mayor peligro para
sus almas. En la mayoría el demonio gana la batalla y se
oscurece la gloria de Dios en las almas por la funesta
acción del anticristo.
Autor:
Fernando Edmundo del Cármen Laredo
Cárter