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Una teoría de todo, de Ken Wilber (página 6)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

El reconocimiento del espectro global de la conciencia
(que nos muestra la figura 3.2, por ejemplo) nos permite acometer
un análisis inter-nivel cuyos detalles
técnicos expondré en una nota final,'` pero cuyos
rasgos generales pueden formularse de un modo muy sencillo
diciendo, por ejemplo, que la persona que se halla en casi
cualquier estadio del desarrollo típico (desde el meme
púrpura, hasta el rojo, el azul, el naranja, el verde o el
amarillo) puede experimentar un estado alterado de
conciencia o una experiencia cumbre de cualquiera de los
reinos más elevados (desde el psíquico hasta el
sutil, el causal o el no-dual), y que, posteriormente, la persona
debe interpretar esas experiencias en los
términos del nivel en que habitualmente se halle. Y esto
nos obliga a llevar a cabo un análisis combinatorio
inter-nivel que tenga en cuenta, por ejemplo, que una persona que
se halle en el meme azul puede tener una experiencia
psíquica, sutil, causal o no-dual y que lo mismo puede
ocurrir desde los memes naranja, verde, etc. De este modo,
dispondríamos de una rejilla de cerca de dos decenas de
tipos de experiencias espirituales muy reales y

diferentes.20

También debo decir que, aunque los
análisis convencionales realizados por Fukuyama, Friedman,
Huntington, Kaplan, Kennedy, etc., excluyan este tipo de
experiencias espirituales, su importancia, a menudo marginal,
resulta, en otras ocasiones, decisiva. Más de un
líder mundial, por ejemplo, ha experimentado, durante su
período de formación, una experiencia cumbre o un
estado alterado de conciencia, de naturaleza frecuentemente
religiosa, que acabó conformando profundamente su
visión consiguiente del mundo y su agenda… y no
necesariamente en el buen sentido (no olvidemos que Hitler y
Rasputín eran, en cierto modo, una especie de
místicos). Hay veces en que los efectos de ese tipo de
experiencias resultan ciertamente admirables (como ocurre,
pongamos por caso, con Juana de Arco, Gandhi o Martin Luther King
junior), pero en otros resultan francamente negativos
(como sucedió, por ejemplo, en los casos de Himmler y
Charles Manson). Por ello un análisis inter-nivel resulta
absolutamente crucial: ¿de qué nivel procede la
experiencia espiritual y desde qué nivel está
siendo interpretada?

Cuando los niveles egocéntricos se ven sacudidos
por una experiencia transpersonal el resultado más
habitual suele abocar a una potenciación del egocentrismo
que llega incluso, en ocasiones, a límites
psicóticos; cuando tal conmoción afecta a los
niveles etocéntricos, por su parte, se activa la
cólera y, cuando ocurre en los niveles
mundicéntricos, aparece un Abraham Lincoln o un Ralph
Waldo Emerson. Creo que cualquier enfoque realmente integral
-omninivel y omnicuadrante- debería tener en cuenta todos
estos factores. Y no estoy hablando tan sólo de los
líderes mundiales, porque los datos -aunque ciertamente
poco fiablesparecen señalar que un elevado porcentaje de
la población afirma haber tenido, al menos, una
experiencia cumbre/espiritual a lo largo de su vida. Hay que
subrayar que este tipo de eventos constituye unas de las fuerzas
motivadoras más poderosas del psiquismo humano, ya sea que
iluminen el rostro de una madre Teresa o azuzen el intenso
fanatismo de una jihad (una guerra santa), de modo que
ningún análisis de los eventos mundiales que los
ignore puede esperar tener éxito.

¿Por qué no desembarazarnos
simplemente de la religión?

Un análisis más integral de la
situación mundial nos permitiría resolver de
inmediato uno de los problemas más recalcitrantes a los
que se han acercado los analistas sociales durante los
últimos dos siglos: ¿Por qué la modernidad
(naranja) sigue siendo la fuerza política,
tecnológica y económica más importante de la
faz del planeta? ¿Por qué siguen teniendo tanto
peso los movimientos culturales premodemos (desde púrpura
hasta rojo y azul)? Desde hace mucho tiempo, los
sociólogos han señalado que la modernidad
acabaría con los movimientos religiosos, meros vestigios
de primitivas supersticiones premodernas. Pero ¿por
qué -si esto es así- los movimientos religiosos
siguen tan presentes en el mundo actual?

No debemos olvidar que, también en el mundo
moderno, todos nacemos en la ola 1 (beige) y, desde ahí,
debemos emprender nuestro proceso de desarrollo a través
de las olas púrpura, roja y azul hasta llegar a la naranja
(la verde e incluso las olas superiores). Tampoco hay que olvidar
que, según la llamada pirámide del desarrollo
(cuanto más elevado es el nivel, menos gente tiende a
alcanzarlo), siempre habrá una gran población de la
humanidad en las olas mágica y mítica,
habitualmente muy ligadas a la religión tradicional.
Resulta, pues, muy poco probable que las creencias religiosas
tradicionales acaben desapareciendo.

En el mejor de los casos, los analistas políticos
que carezcan de una visión global no llegarán a
comprender la dinámica psicológica central de las
poblaciones humanas reales. Y es que los analistas del mundo
chato suponen que, para resolver el problema, basta con imponer
la tecnología naranja o los derechos humanos verdes sobre
las poblaciones púrpura, roja y azules cuando, de ese
modo, lo único que suelen conseguir es desencadenar una
fanática jihad azul o una revolución roja.
Así pues, dado que el 70% aproximado de la
población mundial se halla inmerso en una
orientación "religiosa" tradicional -púrpura, roja
o azul-, los analistas políticos naranja y verde
harían bien en adoptar un análisis espectral
más integral que tuviera en cuenta esos hechos si no
quieren que sus análisis sigan tropezando con los mismos
escollos.

Pero hay que decir que esto sólo se refiere a la
religión estrecha. Porque en la medida en que el centro de
gravedad de la humanidad se desplace a niveles más
elevados, irán apareciendo cada vez con más
frecuencia las olas transpersonales superiores post-turquesa que
constituyen la religión profunda. Las religiones
prerracionales dominaron el pasado premoderno, pero las
religiones transracionales todavía se hallan en camino,
prestas a señalar a la humanidad la senda que conduce
hacia una conciencia global.

Como ya hemos señalado, la investigación
de los individuos que han alcanzado el pensamiento de segundo
grado indica que, en esos niveles, existe la creencia de que "la
tierra es un organismo que posee una mente colectiva", una
visión que aumenta en el nivel
coral/psíquico, donde acaba floreciendo el misticismo
natural, el misticismo teísta, el misticismo sin forma y
el misticismo no-dual. Y hay que decir que las olas más
elevadas no dejan atrás las olas inferiores -ya que quien
se halle en el nivel sutil todavía tiene acceso, por
ejemplo, a la racionalidad naranja, la sensibilidad verde y el
holismo de segundo grado-, porque cada ola trasciende e incluye a
las anteriores.

Todo esto significa que la religión prerracional
siempre estará con nosotros (porque todos comenzamos
nuestro proceso evolutivo en el primer nivel), y que las
religiones transracionales serán cada vez más
frecuentes en la medida en que la humanidad siga evolucionando.
No parece, pues, nada probable que lleguemos a desembarazamos de
la religión.

La práctica integral

Permítaseme ahora repetir lo que dije al comienzo
de este capítulo. Todas las teorías presentadas en
él son meras teorías o mapas del mundo y, en tanto
que tales, pueden servir de escalones provisionales para
ayudarnos a alcanzar una visión más integral. Por
otra parte, la capacidad básica del pensamiento
integral de segundo grado no exige memorizar todos esos distintos
niveles, conocer todos los bloques de civilización ni
elaborar mapas más comprehensivos. Pero el intento de
comprender esos mapas integrales ejercita el pensamiento de
segundo grado, porque esos mapas abren nuestras mentes -y
nuestros corazones- a un abrazo más expansivo, inclusivo,
compasivo e integral del Kosmos y de todos sus habitantes. Y es
que las grandes imágenes y los grandes mapas abren nuestra
mente -y nuestro corazón– a una transformación
integral.

Si usted ha llegado hasta aquí, ya dispone de la
capacidad para la conciencia integral de segundo grado (porque,
en caso contrario, habría dejado de leer este libro hace
ya mucho tiempo). No es preciso, por tanto, memorizar mapas
concretos, sino llevar a la práctica esta visión
integral, una práctica en la que ahora centraremos nuestra
atención.

Un solo sabor

El ser humano forma parte de la totalidad espacial y
temporal mente limitada a la que denominamos universo y, en una
especie de ilusión óptica de la conciencia, se
experimenta a sí mismo, a sus pensamientos y a sus
sentimientos, como algo separado del resto. Estailusión es
un tipo de prisión que nos circunscribe a nuestros deseos
personales y al afecto por las personas que más cerca se
hallan de no sotros. Nuestra tarea es liberarnos de esa
cárcel y ampliar el círculo de la compasión
hasta llegar a abrazar a todas las criaturas viras y a la
totalidad de la naturaleza, en todo su esplendor.

ALBERT EINSTEIN

Poco después de haber acabado Ciencia y
religión
decidí acometer, durante un
año, la escritura de un diario personal. La razón
fundamental por la que lo hice fue que el trabajo
académico no permite las manifestaciones subjetivas ni las
afirmaciones demasiado personales, que son consideradas como la
evidencia de una suerte de "sesgo" o "información no
objetiva". Y aunque, en algunos campos, se trate de un requisito
relativamente razonable, lo cierto es que no tiene mucho sentido
cuando el área a investigar es precisamente el dominio de
lo subjetivo. Por ello tomé la decisión de
registrar por escrito en un diario mis actividades cotidianas,
incluida la práctica espiritual.

Lo que quise transmitir en Diario era la idea
de lo que puede ser una vida integral, una vida en la que quepa
tanto el cuerpo como la mente, el alma y el espíritu en su
despliegue a través de los dominios del yo, de la cultura
y de la naturaleza. Se trata, dicho en otros términos, de
un ejemplo omninivel y omnicuadrante del modo en que uno puede
estar en cualquier estadio. Con ello no quiero decir que la
mía sea una vida integral -jamás he pretendido tal
cosa-, sino tan sólo señalar que ésa es una
aspiración muy digna. Además, Diario
también brinda detalles concretos sobre mi propia
versión de lo que debe ser una práctica
transformadora auténticamente integral (que en breve
resumiré).

La mayor parte de los libros que hablan de
espiritualidad son tratados de una vida espiritual divorciada de
la vida cotidiana. Cuando leemos un libro titulado, por ejemplo,
¿Cómo conocer a Dios? o ¿Cómo
encontrar su Yo sagrado?,
no esperamos encontrarnos con
capítulos dedicados al modo de ganar el dinero, mantener
relaciones sexuales, beber vino o veranear en Hawai. Parece un
tanto insólito ver relatos genuinamente espirituales en
medio de un viaje a South Beach, que fue precisamente lo que
hice. Los conservadores fundamentalistas -que creen en la moral
prescriptiva- lo contemplarían alarmados como un pecado,
mientras que los liberales -que no creen en la causación
interior ni en ningún tipo de interioridades- se
alarmarían de que dedicase tanta atención, ya fuese
contemplativa o de cualquier otro tipo, a las realidades
subjetivas, en lugar de trabajar incansablemente en la
redistribución más adecuada de la
riqueza.

Y debo insistir en que, si bien no domino este enfoque
integral, quería simplemente presentar una visión
que no compartimentalizase las cosas, un relato que no mostrase
la espiritualidad como algo opuesto a la vida, sino que, por el
contrario, se hallase completamente inmersa en la vida cotidiana,
en medio del trabajo, de las fiestas, de la enfermedad, de las
vacaciones, del sexo, del dinero y de la familia, y que invitara
a los lectores a asumir un enfoque más amable e integral
de sus propias vidas.

Obviamente, hay momentos en que resulta imprescindible
diferenciar provisionalmente las cosas y centrarse en un tipo
concreto de desarrollo, como ocurre, por ejemplo, cuando uno
está aprendiendo a cocinar, paseando por la naturaleza o
sentado en mitad de un retiro meditativo. En lo que respecta al
desarrollo espiritual, yo siempre he sido un fuerte defensor de
la meditación, en cualquiera de sus múltiples
formas. Por ello el segundo punto que quería subrayar en
Diario es la importancia de la meditación como un
ingrediente necesario de cualquier abordaje realmente
integral.

Así, el feedback más común
que recibí de Diario fue: «He comenzado a
meditar», «Después de leer el libro me
apunté a un retiro intensivo de meditación» o
«He tomado la determinación de fortalecer mi
práctica meditativa». Ese era, precisamente, el
efecto que esperaba que tuviera el libro, porque el mero hecho de
adoptar una nueva filosofía holística, de pensar en
términos integrales o de creer en Gaia -por más
importante que todo ello pueda ser- carecen de toda importancia
ante la alternativa de la transformación espiritual.
Descubrir quién cree en todas esas cosas es
atravesar el umbral de la puerta que conduce a Dios.

La práctica transformadora
integral

La idea básica de una práctica
transformadora integral (PTI) es muy sencilla: cuantas más
dimensiones de nuestro ser ejercitemos simultáneamente,
más probable es que tenga lugar la transformación.
Una PTI, pues, trata de ejercitar todas esas dimensiones, no
sólo en el ámbito del yo, sino también en el
de la cultura y en el de la naturaleza, en la creencia de que tal
empresa supone un verdadero catalizador de la
transformación. Así, si usted se halla en azul, la
PTI le ayudará a transformarse hasta naranja; si
está en verde, le ayudará a avanzar hasta el
pensamiento de segundo grado; y si ya está en el
pensamiento de segundo grado, le ayudará a avanzar hasta
la ola transpersonal y espiritual, y no sólo como un
estado alterado, sino como un rasgo permanente.

El término "omninivel" se refiere a las distintas
olas de la existencia (que van desde la materia hasta el cuerpo,
la mente, el alma y el espíritu), mientras que
término "omnicuadrante", por su parte, tiene que ver con
las dimensiones del "yo", del "nosotros" y del "ello" (o del yo,
de la cultura y de la naturaleza; del arte, de la moral y de la
ciencia; de la primera-persona, de la segunda-persona y de la
tercera-persona, etc.). En este sentido, un abordaje realmente
omninivel y omnicuadrante supone ejercitar las olas
físicas, emocionales, mentales y espirituales en los
ámbitos del yo, la cultura y la naturaleza.

Comencemos con el yo. Existe un amplio espectro de
prácticas para ejercitar las distintas olas de la
existencia (desde la física hasta la emocional, la mental
y la espiritual), como el ejercicio físico (levantamiento
de pesas, dieta, jogging, yoga), ejercicios emocionales
(qi gong, counseling, psicoterapia), ejercicios mentales
(afirmaciones y visualizaciones) y ejercicios espirituales (como
la meditación o la oración contemplativa, por
ejemplo).

Pero estas olas no sólo deben ejercitarse en el
ámbito del yo -a menos que queramos incurrir en
booreritis-, sino también en los de la cultura y
la naturaleza. Centrándonos en el ámbito de la
cultura, ello podría significar algún tipo de
servicio desinteresado a la comunidad, como trabajar en el
movimiento Hospice, participar en el gobierno local, trabajar en
la rehabilitación de la ciudad o ayudar a los "sin techo",
por ejemplo. También puede implicar el uso de las
relaciones (como el matrimonio, la amistad o el parentaje) para
alentar el desarrollo de uno mismo y de los demás. En este
sentido, el diálogo respetuoso constituye, de hecho, un
método muy honrado por el tiempo de implicar al yo en una
danza de comprensión con los demás que constituye
un auténtico catalizador para un abrazo realmente
integral.

El ejercicio de las olas de la existencia en el
ámbito de la naturaleza, por último, nos lleva a
considerar la naturaleza no como una especie de mero escenario en
el que tienen lugar nuestras acciones, sino como un elemento que
participa activamente en nuestra propia evolución.
Comprometerse activamente a respetar la naturaleza, en cualquiera
de sus múltiples formas (reciclando, protegiendo al medio
ambiente, celebrando su existencia) no sólo supone honrar
la naturaleza, sino que también alienta nuestra propia
capacidad curativa.

Resumiendo, una práctica transformadora integral
debería ejercitar todas las olas básicas del ser
humano -física, emocional, mental y espiritual- en los
ámbitos del ego, de la cultura y de la naturaleza. Uno es
tan omninivel y omnicuadrante como pueda serlo en el estadio real
del desarrollo en que se encuentre -o, dicho de otro modo, tan
sano como pueda serlo en el estadio en que se halle, sea
éste el que fuere (¡un logro, por otra parte, nada
desdeñable!)-, y ése es el modo más eficaz
de poner en marcha el proceso de transformación que
conduce hasta el siguiente estadio.

Es evidente que si un individuo se encuentra, pongamos
por caso, en la ola azul no puede acceder de manera
permanente a las olas más elevadas, entre las que
se cuentan las olas transpersonales (y ello porque la ola azul,
etnocéntrica y convencional, no es todavía una
postura postconvencional o mundicéntrica y, en
consecuencia, no puede ver el Espíritu que resplandece por
igual en todos los seres sensibles y, por tanto, tampoco
puede experimentar la compasión global que dimana de la
auténtica conciencia espiritual). Pero esos individuos
sí que pueden, como veremos, experimentar un estado
alterado o tener una experiencia cumbre de esos reinos
transpersonales.

Lo que las experiencias cumbre -y la meditación-
sí pueden hacer es promover la desidentificación de
las personas con el estadio en que se hallen y catalizar, de ese
modo, el avance hacia el siguiente estadio. Existe una
considerable evidencia de que ése es uno de los efectos de
la meditación. La investigación realizada en este
campo, por ejemplo, ha puesto de relieve que la meditación
aumenta el porcentaje de población que se halla en el
pensamiento de segundo grado de menos de 2% a un asombroso 38%
(véase el capítulo 10 de El ojo del
Espíritu).
Así pues, la meditación
constituye un ingrediente esencial de cualquier práctica
auténticamente integral.

Mike Murphy y George Leonard fueron los primeros en
hablar de una PTI en su libro The Life We Are Given. Yo
he seguido trabajando estrechamente con Mike en la
clarificación de los fundamentos teóricos de tal
práctica. En la actualidad existen cerca de cuarenta
grupos PTI distribuidos por todo el país (quien
esté interesado en comenzar un grupo o unirse a alguno de
los que ya están en marcha puede conectar con Murphy y
Leonard en www.itplife.com). Por otra parte, el Stanford Center
for Research in Disease Prevention (de la Facultad de Medicina de
la Stanford University) está supervisando los grupos
comprometidos en esta práctica que ya ha tenido efectos
más que extraordinarios y auguran un prometedor futuro a
una práctica transformadora realmente integral. Hay muchos
otros tipos similares de abordaje omninivel y omnicuadrante que
están desarrollándose en todo el país y
espero ver una pronta explosión del interés por
estos programas globales que tan eficaces han demostrado ser a la
hora de promover la transformación.

Recomendaciones

En este sentido, tengo varias recomendaciones que hacer
a quienes quieran emprender una práctica transformadora
integral. En primer lugar, leer Diario y Life We Are
Given,
dos libros que contienen todos los detalles
necesarios para que uno emprenda su propia PTI. También es
aconsejable leer In Over Our Heads, de Robert Kegan (una
soberbia aproximación a la transformación
psicológica); Lo que realmente importa. La
búsqueda de la sabiduría en Occidente,
de Tony
Schwartz (una visión global de las muchas
tecnologías del desarrollo que puede incluir una
práctica integral); y Essential Spirituality, de
Roger Walsh, que creo que es el mejor libro sobre las grandes
tradiciones de sabiduría; subraya que, en su esencia,
todas ellas son ciencias espirituales y contemplativas (en su
acepción de buena ciencia, no de ciencia estrecha). A
aquellos que deseen una visión global de mi abordaje
integral les recomiendo Una visión integral de la
psicología y Breve historia de todas las
cosas.

Cierto pero parcial

Las respuestas a los varios libros en los que he
intentado poner a punto un abordaje más integral pueden
agruparse en dos grandes campos. El primero -y afortunadamente el
más frecuente- ha sido el entusiasmo. El segundo, por el
contrario, ha sido el rechazo y el enojo, un enojo que, en mi
opinión, se deriva simplemente del hecho de que algunas
personas sienten que trato de obligarles a asumir un abordaje
más integral y que la visión global y
holística que sugiero les despoja, de algún modo,
de su libertad, que estas ideas son, en suma, una especie de
camisa de fuerza conceptual contra la que deben
rebelarse.

Pero mi verdadero objetivo no pretende imponer un cambio
de manera de pensar, sino evidenciar la existencia de las muchas
facetas importantes de este extraordinario Kosmos. ¿Ha
pensado acaso en incluirlas en su propia visión del mundo?
Porque mi obra, dicho en otras palabras, trata de hacer sitio en
el Kosmos a todas las dimensiones, los niveles, los dominios, las
olas, los memes, las modalidades, los individuos, las culturas,
etc.

Esta TOE debe atenerse a una gran regla: Todo
está bien o, dicho más concretamente, todo el mundo
-incluido yo- posee una parcela importante de la verdad, y todos,
en consecuencia, deben ser admitidos e incluidos en un abrazo
más amable, espacioso y compasivo, en una auténtica
TOE.

Cuando todo ha concluido

Creo que finalmente todos descubriremos el gozo
intrínseco, la existencia, un gozo que dimana de la gran
perfección de éste y de todos los instantes, una
totalidad maravillosa en sí misma que, sin embargo, forma
parte de la totalidad del momento siguiente, en una cadena
interminable de totalidades y partes que se despeñan hasta
el infinito y regresan, sin carecer de nada -y sin desear, por
tanto, nada-, porque siempre se hallan plenas de la plenitud del
ahora. Y una vez que esta visión integral haya cumplido
con su cometido, se verá finalmente eclipsada por el
resplandor de un Espíritu que es demasiado evidente como
para verlo y demasiado próximo como para alcanzarlo, hasta
que la búsqueda integral se consuma renunciando a ella y
disolviéndose en una Libertad y una Plenitud radical que
nunca han dejado de estar presentes, en cuyo momento uno abandona
la búsqueda de una TOE para serlo simplemente Todo y
fundirse con la Totalidad de esa conciencia incesante que
mantiene el Kosmos entero en la palma de su mano. Y cuando el
Misterio se desvela, el rostro del Espíritu sonríe
en silencio, el Sol resplandece en su corazón, la Tierra
se convierte en su cuerpo, las galaxias se arremolinan en sus
venas, las estrellas iluminan las neuronas de su noche y nunca
más emprenderá la búsqueda de una mera
teoría de lo que ya es su propio Rostro
Original.

Notas

Capítulo 1. La espiral
sorprendente

1. Aunque esta visión integral del Kosmos -esta
TOE- pueda incluir cuerdas y membranas, no es, sin embargo,
susceptible de verse reducida a ellas. Quienes hayan leído
Sexo, ecología, espiritualidad coincidirán
conmigo en que la teoría de cuerdas (o teoría M) es
perfectamente compatible con los veinte principios (las pautas
básicas que evidencian todos los holones en todos los
dominios). Según Sexo, ecología,
espiritualidad, la
realidad no está compuesta de
partículas, quarks, dimensiones sin extensión,
cuerdas o membranas, sino de holones (totalidades que,
simultáneamente, forman parte de otras totalidades). La
totalidad quark, por ejemplo, forma parte de la totalidad
protón que, a su vez, forma parte de la totalidad
átomo que, a su vez, forma parte de la totalidad
molécula que, a su vez, forma parte de la totalidad
célula que, a su vez, forma parte de la totalidad
organismo que, a su vez, forma parte de la totalidad Kosmos que,
a su vez, forma parte de la totalidad del Kosmos del instante
siguiente… y así hasta el infinito (lo que Sexo,
ecología, espiritualidad
denomina "tortugas todo el
camino de ascenso y tortugas todo el camino de descenso"). Antes,
pues, que cualquier otra cosa, todas esas entidades son
holones, es decir, totalidades/parte. Desde esta perspectiva, el
Kosmos está compuesto de holones que se hallan ubicados en
distintos niveles de organización (holones físicos,
holones emocionales, holones mentales, holones espirituales,
etc.), una visión que nos evita caer en el terrible
reduccionismo de acabar afirmando, por ejemplo, que el Kosmos
está compuesto de quarks. En este sentido, cada nivel
holónico superior tiene cualidades emergentes que no
pueden derivarse ni reducirse completamente a los niveles
precedentes, lo cual nos brinda una visión no sólo
del cosmos, sino del Kosmos. Cuanto más bajo es el nivel
de organización de un determinado holón, más
fundamental es, y cuanto más elevado, por el
contrario, más significativo.

Con ello quiero decir, por ejemplo, que un quark es un
holón muy fundamental, porque forma parte de muchos otros
holones (es un subholón de los átomos, de las
moléculas, de las células, etc.), mientras que una
célula, por su parte, es más significativa porque,
al hallarse en un nivel superior de la escala organizativa,
contiene (o significa) a muchos otros holones (como las
moléculas, los átomos y los quarks) en su
propia estructura compositiva.
Así pues, los holones
inferiores son más fundamentales, mientras que los holones
más elevados son más significativos. Los holones
inferiores son elementos constitutivos necesarios -pero no
suficientes- de los holones más elevados, lo cual, a su
vez, confiere significado e importancia a los holones inferiores.
Los holones superiores, por su parte, contienen más
ser,
porque engloban a muchos otros holones en su
estructura. Como he explicado en Sexo, ecología,
espiritualidad,
los datos parecen sugerir que no existe
ningún límite superior a los holones ("tortugas
todo el camino de ascenso"). Pero ¿existe acaso
algún límite inferior?, es decir, ¿existe
algún holón auténticamente fundamental
(un
holón que, por definición, forme parte de
otras totalidades, pero que no contenga ninguna parte)?
¿Existen también, dicho en otros términos,
"tortugas todo el camino de descenso" o acaso tropezamos
ahí con holones fundamentales que no pueden seguir siendo
divididos?

La postura que he defendido en Sexo,
ecología, espiritualidad
es que existen -y siempre
existirán- "tortugas durante todo el camino de ascenso y
tortugas durante todo el camino de descenso" y que, cada vez que
creemos tropezar con lo que provisionalmente consideramos
unidades u holones fundamentales, acabamos descubriendo,
más pronto o más tarde, que esos holones
están compuestos de holones todavía más
fundamentales. De hecho, en ese libro sugerí que cada vez
que la conciencia humana experimenta un avance a un nivel
más elevado acaba descubriendo la existencia de holones
más profundos y fundamentales, en una sucesión
prácticamente interminable.

En este sentido, la teoría de cuerdas no es
más que una nueva versión de esta historia
interminable. Durante mucho tiempo se creyó que los
protones, los neutrones y los electrones eran las unidades
básicas e indivisibles de la existencia, pero. como luego
se descubrió, esos holones estaban compuestos de holones
todavía más pequeños, a saber, los distintos
tipos de quarks, que existían en el mismo nivel de otros
elementos (como los muones, los gluones, los bosones, los
neutrinos, etc. ), a los que el modelo físico prevalente
proclamó como el estrato fundamental de las unidades
fundamentales (esbozado por la matemática no dimensional).
Pero la teoría de cuerdas no tardó en acabar con
esa ilusión ya que, en 1908, se sugirió que los
quarks -y, en realidad, todas las fuerzas, partículas y
antipartículas físicas- no eran más que el
resultado de pautas de resonancia de entidades fundamentales a
las que se llamó cuerdas. A diferencia del modelo
estándar de la física, según la cual las
unidades fundamentales de la existencia son puntos carentes de
dimensión, las cuerdas son líneas
microscópicas unidimensionales que, muy a menudo, se
hallan dobladas como una goma elástica. Desde esa
perspectiva, las distintas "notas" producidas por estas cuerdas
vibrantes son las que dan lugar a las diversas partículas
y fuerzas del mundo físico. Así fue como
terminó descubriéndose un nivel holónico
más fundamental.

La teoría de cuerdas suponía varias
ventajas inmediatas, entre las cuales se hallaba el hecho de que,
dando a las cuerdas un tamaño real, acotaba los
límites de la teoría cuántica y
proporcionaba -por vez primera- un camino para llegar a unificar
la mecánica cuántica con la teoría de la
relatividad. Además, una de las pautas de resonancia de
teoría de cuerdas producía los gravitones y, de ese
modo, posibilitaba (también por vez primera) que el nuevo
modelo explicara la gravedad (puesto que el viejo modelo de la
física cuántica podía explicar el
electromagnetismo, fuerte y débil, pero no la gravedad).
Así fue como la teoría de cuerdas acabó
convirtiéndose en una TOE (o, para ser más exactos,
en "una teoría de todo el universo físico").
Entonces fue cuando se proclamó que las cuerdas
constituían el nivel holónico fundamental de la
existencia y que, por debajo de ellas, no había
ningún otro nivel holónico hasta que, a mediados de
los noventa, tuvo lugar la "segunda revolución" en la
teoría de las cuerdas, introducida por Edward Witten (la
llamada teoría M), que sugería que las cuerdas no
eran más que la punta de un iceberg que contenía
membranas tridimensionales, membranas tetradimensionales… y
así hasta membranas eneadimensionales (más la
décima dimensión del tiempo), a todo lo cual se
refería de un modo global como "pbranes". Estos holones
todavía más fundamentales existen en una
heterarquía de formas (que dependen de factores tales como
constantes de acoplamiento) de la cual emerge la jerarquía
de holones superiores (primero las cuerdas, luego los quarks,
después los átomos, etc., en la medida en que va
evolucionando la holoarquía del Kosmos). Y debo decir que
todo ello resulta bastante familiar desde la perspectiva de los
veinte principios expuestos en Sexo, ecología,
espiritualidad,
y que la teoría de cuerdas y la
teoría M son meras variaciones de estas pautas desplegadas
en tantos otros dominios. Parece, pues, que en este momento los
"p-branes" son los holones fundamentales de la existencia, pero
les apuesto que este estado de cosas sólo perdurará
hasta el momento en que nuestra conciencia experimente un nuevo
paso hacia delante que le permita sondear más
profundamente el reino subcuántico… donde
encontrará holones todavía más fundamentales
("tortugas todo el camino de descenso").

(Debo decir que no hay nada malo en descubrir holones
fundamentales, es decir, holones que no pueden descomponerse en
unidades todavía más pequeñas. Muchas
líneas emergentes del desarrollo comienzan a partir de la
unión de holones originales. Las frases están
compuestas de palabras que, a su vez, están compuestas de
letras, pero las letras no están compuestas de
ningún otro símbolo, porque ahí es donde se
inicia la línea del símbolo
lingüístico. Pero el Kosmos considerado como
totalidad
parece carecer de fondo y no tener
techo…)

Es muy probable que el presente libro sea la mejor
introducción a mi obra (aunque puede complementarse con
Breve historia de todas las cosas, Una visión integral
de la psicología y Diario).
El principal texto de
esta TOE sigue siendo la segunda edición revisada de
Sexo, ecología, espiritualidad. del que existe
una edición en rústica y otra incluida en el
volumen 6 de mis Collected Works (CW6).

2. Desde el énfasis desproporcionado en la
construcción social de la realidad (que llega a afimar que
el yo cultural omnipotente crea todas las realidades), hasta la
relatividad del conocimiento (que sostiene que todo conocimiento
es culturalmente relativo, exceptuando el mío propio,
claro está), la deconstrucción extrema (yo tengo el
poder de deconstruir todos los textos), la teoría de la
respuesta del espectador (cuando veo una obra de arte, soy yo, y
no el artista, el que la crea), las teorías que
salvarán y resucitarán a Gaia. la Diosa y el
Espíritu (cuando habitualmente se cree que será el
Espíritu el que nos salvará), la noción
"nueva era" de que nosotros creamos nuestra propia realidad
(ciertamente, los psicópatas crean su propia realidad),
las abducciones de los extraterrestres (inteligencias sumamente
avanzadas que no tienen nada más importante que hacer que
ocuparse de nosotros) y los centenares de nuevos paradigmas (ya
que todo el mundo parece haber descubierto un nuevo paradigma que
acabará transformando al mundo). ¿No cree usted que
son muchos los campos en los que atribuyen un poder
extraordinario al yo finito? Pareciera, pues, que los
críticos sociales que han percibido una notable cantidad
de "inflación del yo" están señalando hacia
algo importante. ¿No opinan ustedes igual?

3. F. Richards y M. Commons en Alexander et al.,
Higher Stages of Human Development,
pág. 160 (en
cursiva en el original).

4. C. Graves, «Sumary Statement: The Emergent,
Cyclical, Double-helix Medel of the Adult Human Biopsychosocial
Systems», Boston, 20 de mayo de 1981.

5. Quienes estén interesados en las referencias
de la investigación intercultural que apoya la validez de
todos estos modelos pueden echar un vistazo a Una
visión integral de la psicología.

6. Don Beck, comunicación personal. Este dato
está sacado de un archivo informático que se halla
en el National Values Center, de Denton (Texas) y al que pueden
acceder todos aquellos investigadores que posean la
acreditación adecuada.

Según mi propio sistema, existen realmente
numerosos módulos, corrientes y líneas que
discurren de un modo relativamente independientemente a
través de los distintos niveles u olas. Debo decir, en
este sentido, que el desarrollo global no procede de un modo
lineal, porque los individuos pueden hallarse en un nivel
relativamente elevado del desarrollo en algunos módulos,
intermedio en otros y muy bajo en unos terceros. El modelo de
Graves es lo que denomino un modelo del tipo "wilber-2",
según el cual los individuos pueden fluctuar en distintas
situaciones hacia arriba o hacia abajo a lo largo de un gran eje
evolutivo. El modelo de tipo "wilber-3", por su parte, sostiene
que, en la misma situación, un determinado individuo puede
hallarse en un nivel elevado del desarrollo en ciertas
líneas, intermedio en otras y muy bajo en unas terceras.
(El modelo de tipo "wilber-4",-por último, ubicaría
al modelo "wilber-3" en el contexto de los cuatro cuadrantes.
Véase El ojo del Espíritu [CW7] para una
explicación más detenida de estos cuatro tipos de
modelos.) Además, un individuo puede tener un estado
alterado
o una experiencia cumbre en casi cualquier
estadio del desarrollo, de modo que la idea de que sólo es
posible acceder a las experiencias espirituales desde los
estadios más elevados es manifiestamente falsa
(véase Una visión integral de la
psicología
para una discusión más
detenida acerca de estos temas). La Spiral Dynamics no
incluye estados de conciencia ni tampoco abarca las olas
transpersonales más elevadas de conciencia (véase
también nota 10). En cualquier caso debo decir que,'en lo
que respecta al terreno que cubre, nos proporciona una imagen muy
útil y elegante del yo y de su viaje a través de lo
que Clare Graves denominó las "olas de la
existencia".

Don Beck ha dado los pasos necesarios para convertir el
modelo de Graves en un modelo del tipo "wilber-4" que utiliza los
cuatro cuadrantes, un modelo al que califica como "4Q/8L" (ocho
niveles en cada uno de los cuatro cuadrantes). También
debo decir, por otra parte, que se muestra muy receptivo con
respecto a la idea de estados y estructuras transpersonales. Los
estadios esbozados por la Spiral Dynamics se basan en los datos
proporcionados por la investigación y, en este sentido,
como siempre, el problema es que, si bien los estados alterados
son muy comunes, los estadios permanentes más elevados son
relativamente raros (no olvidemos que, cuanto mayor es la
profundidad, menor es la amplitud). Si sólo un 0,1% de la
población mundial se halla en la ola turquesa (como se
explicará en el texto), no resulta difícil
comprender cuán pocos se hallarán establecidos -no
de un modo provisional, sino como rasgo o actualización
permanente- en las olas más elevadas de la conciencia. Y
ése es, precisamente. el motivo que explica por qué
resulta tan difícil disponer de datos procedentes de los
estadios auténticamente elevados. En una de sus
publicaciones, Beck y Cowan califican como "coral' el estadio que
se halla más allá del turquesa -mi ola
psíquica- matizando que «se trata de un estadio
todavía incierto» y del que, ciertamente, no resulta
nada fácil obtener datos fiables. Quienes estén
interesados en este tema pueden consultar Una visión
integral de la psicología.

7. En este capítulo sólo esbozamos las
estructuras y los estadios (los memes). En el
capítulo 3 agregaremos las nociones de estados,
corrientes y tipos.

8. Todas las interpretaciones y usos de la Spiral
Dynamics presentados en este libro han sido cuidadosamente
revisados por Don Beck. Quienes estén interesados en las
interpretaciones y usos de mi amigo Chris Cowan pueden consultar
cowan@spyradynamics.com. En la actualidad, Beck y Cowan
están trabajando en la segunda edición revisada de
Spiral Dynamics que refleja su obra más reciente.
Para otro interesante modelo del desarrollo inspirado
también en la obra de Graves, véase Changes of
Mind,
de Jenny Wade.

9. Personalmente creo que las numerosas teorías
que recurren al concepto de memes -todas las cuales sostienen, de
un modo u otro, que los memes son las unidades de un tipo de
proceso de selección natural que opera en los campos de la
mente y de la cultura y que se transmiten de un modo parecido a
un virus mental que cumple con la función de asegurar la
supervivencia (el ajuste funcional)- son muy confusas. Y mis
objeciones a este respecto son numerosas porque, tal y como
habitualmente suele ser utilizado.. I) el término meme se
refiere a unidades que se explican en el lenguaje de la tercera
persona del "ello", con lo cual no alcanzan a capturar los
cuadrantes interiores de la Mano Izquierda del "yo" y del
"nosotros"; 2) en ese mismo sentido, constituyen un ejemplo
típico del reduccionismo sutil, de modo que su uso no
suele alentar sino, por el contrario, entorpecer la causa
integral porque, una vez dado el paso de reducir la conciencia a
unidades del "ello", resulta muy difícil no caer en el
materialismo científico y en el reduccionismo burdo; 3)
los memes suelen considerarse unidades mentalculturales
individuales, con lo cual la teoría de los memes no
permite comprender que cada unidad de la existencia (de otro modo
un mero montón o agregado) constituye un holón, un
compuesto individual que se atiene a un proceso de desarrollo
concreto, de modo que cada meme no sólo depende de una
historia horizontal, sino que también está
compuesto de subholones articulados en una arqueología
evolutiva vertical: 4) los memes son simplemente las unidades de
la mente y de la cultura tal y como son concebidas por el mundo
chato (es decir, proyecciones distorsionadas e inexactas en un
espacio bidimensional de holones tetradimensionales). Así,
suelen presentarse como una especie de virus unidimensionales que
avanzan hacia una segunda dimensión del tiempo cuya
supervivencia sólo depende del criterio del ajuste
funcional cuando, en el mejor de los casos, son holones
tridimensionales, es decir, holones que poseen las dimensiones
del "yo", del "nosotros" y del "ello" o, dicho de otro modo, un
interior ("yo"), un exterior ("ello") y un interior compartido
("nosotros") que se mueven en la cuarta dimensión del
tiempo y cuya supervivencia depende de los criterios aportados
por las tres dimensiones (las pruebas de validez del Gran Tres o,
para ser más exactos, las pruebas de validez de los cuatro
cuadrantes [para una discusión más completa del
concepto "dimensión", véase más adelante en
esta misma nota]); 5) incluso dentro del mundo chato, la inmensa
mayoría de los científicos rechazan el concepto de
memes debido a su falta de operatividad.

No obstante, hay quienes prefieren seguir utilizando el
término meme en un sentido que tiene en cuenta los cuatro
cuadrantes y, puesto que Don Beck es uno de ellos -y estamos
presentando la Spiral Dynamics-, me veo en la obligación
de utilizar también esta terminología, acotando que
me parece una elección un tanto desafortunada porque,
cuando la teoría de los mentes deje de ser una novedad
intelectual, es muy probable que su declive arrastre consigo a
todas las teorías asociadas. Éste es precisamente
el motivo por el cual insisto tanto en que la
investigación apoya fuertemente la noción de
estadios u olas del desarrollo de la conciencia y que su
articulación en memes constituye un modo no del todo feliz
de formular esa investigación. En este sentido, Beck es
muy cuidadoso y se encuentra a gusto con sus formulaciones, pero
es una rara excepción. Por mi parte, siempre que utilizo
el término meme me refiero concretamente, como antes
decía, a un holón cuadrático
mental-cultural.

El término "dimensión", por su parte,
tiene tantas acepciones que, sin una larga explicación
(como la que sigue), puede acabar convirtiéndose en un
confuso cajón de sastre. En el campo de la física,
por ejemplo, la palabra "dimensión" hace referencia a las
cuatro dimensiones del mundo macroscópico, del
espacio-tiempo físico, las tres dimensiones espaciales
(longitud, anchura y altura) más la cuarta
dimensión del tiempo. En la teoría de cuerdas y en
la teoría M, sin embargo, se afirma que el dominio
físico está compuesto de nueve o diez dimensiones
microespaciales más la dimensión del tiempo, un
total, pues, de diez u once dimensiones. Pero hay que
señalar, no obstante, que todas esas dimensiones se
refieren únicamente al universo físico ya
que, desde la perspectiva proporcionada por la visión
materialista y científica del mundo, ésos son los
únicos dominios realmente reales. Ahora bien, si
reconocemos la existencia de dimensiones emocionales, mentales y
espirituales comenzaremos a tropezar con

multitud de problemas terminológicos, porque
careceremos de palabras para referimos a esos otros
dominios.

Como ya he señalado en Ciencia y
religión (CW8),
mi uso de los términos
niveles y dimensiones suele referirse a las estructuras
u olas verticales y a las facetas horizontales
con que nos encontramos, respectivamente, en cada uno de esos
niveles. En este sentido, las dimensiones más relevantes
propias de cada nivel son, simplemente, los cuatro cuadrantes
("yo", "nosotros", "ello" y "ellos" o, lo que es lo mismo, los
"espacios" subjetivo, intersubjetivo, objetivo e interobjetivo).
Y, puesto que tanto la dimensión del "ello' como la de los
"ellos" son objetivas, suelo resumir estas cuatro dimensiones
como el Gran Tres (del "yo", el "nosotros" y el "ello"; del arte,
la moral y la ciencia; de la Belleza, la Bondad y la Verdad,
etc.). Desde este punto de vista, pues, cada uno de los niveles
del ser posee, al menos, cuatro dimensiones. Si partimos, por
ejemplo, de la existencia de cinco grandes niveles del ser (la
materia, el cuerpo, la mente, el alma y el espíritu) y
consideramos que cada uno de ellos posee cuatro dimensiones o
cuadrantes, arribamos a un modelo de veinte niveles-dimensiones
del ser (es decir, un "yo" físico, un "yo" emocional, un
"yo" mental, un "yo" alma y un "yo" espíritu; un
"nosotros" físico, un "nosotros" emocional, un "nosotros"
mental, etc.).

Cada uno de los niveles posee una modalidad
diferente de tiempo,
un modo distinto de experimentar el
tiempo. En este sentido, por ejemplo, existe un tiempo
físico (el tiempo medido por el reloj), un tiempo
emocional (que es el modo en que experimentamos el tiempo en este
instante concreto), un tiempo mental (el tiempo en que se
despliega la historia. Así, por ejemplo cuando pensamos en
nuestra vida, ese tiempo se despliega en una narrativa temporal,
el tiempo de las historias, los mitos y los dramas, un tiempo muy
real, el tiempo de la narrativa simbólica) y un tiempo
espiritual (el instante atemporal en el que puede contemplarse la
eternidad). Todos ésos son niveles muy reales del tiempo,
diferentes modalidades en que se despliega el Kosmos en los
distintos niveles del ser. (Véase El proyecto Atman y
Después del Edén
[ambos incluidos en
CW2] para una discusión más detenida en
tomo a los múltiples niveles del tiempo.) Es frecuente
considerar al tiempo como una dimensión diferente (aunque
inseparable), en cuyo caso podríamos decir que cada nivel
posee, al menos. cinco dimensiones diferentes (es decir, los
cuatro cuadrantes desplegándose en el tiempo de cada
nivel). Así, si partimos de cinco grandes niveles, cada
uno de los cuales tiene cuatro dimensiones "espaciales" ("yo",
"nosotros", "ello" y "ellos") y una dimensión correlativa
del tiempo, dispondríamos de veinticinco
niveles-dimensiones del ser. Desde esta perspectiva considero la
dimensión física del "ello'-que, según se
dice, contiene nueve o diez dimensiones microfísicas- como
una sola (sin negar, por ello, la existencia de nueve o diez
subdimensiones). También debo decir que el plano
físico contiene unas rudimentarias dimensiones "yo",
"nosotros" y "ello". ¡Sí, ciertamente, este asunto
de las dimensiones resulta un tanto confuso!

Como ya he dicho, resulta un tanto difícil
utilizar de un modo coherente términos tales como
"dimensiones" sin entrar en este tipo de definiciones, de modo
que, a veces -y por mera conveniencia-, utilizo el término
en un sentido técnico como equivalente a "cuadrante" (o a
cualquier aspecto horizontal de cualquiera de los niveles)
mientras que, en otras ocasiones, lo uso de un modo un tanto laxo
para referirme a niveles verticales o a las dimensiones
horizontales. En cualquiera de los casos, será el contexto
el que ayude a determinar qué acepción concreta
esté utilizando.

10. Comunicación personal. Beck utiliza el
término "meme" en un sentido concreto al que denomina
"valor meme" o "vmeme" y al que define como «un sistema de
valor esencial, una visión del mundo, un principio
organizador que impregna las estructuras del pensamiento, los
sistemas de toma de decisión y las diversas expresiones
culturales». El sistema de Graves/Beck no distingue
claramente entre las estructuras provisionales y las estructuras
permanentes, ni entre las estructuras básicas y las
estructuras relacionadas con el yo. Desde mi punto de vista, sin
embargo, las estructuras básicas son duraderas y
permanecen completamente operativas en todos los estadios
posteriores, pero la mayor parte de las corrientes relacionadas
con el yo (como las de la moral, los valores y la identidad del
yo) son estadios provisionales que tienden a verse reemplazados
por los estadios subsiguientes. (Las subpersonalidades pueden
existir en niveles -o memes- diferentes, de modo que uno puede
tener una subpersonalidad púrpura, una subpersonalidad
azul, etc., que suelen verse activadas por el contexto, por lo
que uno puede tener diversos tipos de respuesta moral, afectiva,
de las necesidades, etc., en las distintas situaciones.) Hablando
en términos generales, no obstante, para el yo central o
proximal, una vez que su centro de gravedad ha
alcanzado, pongamos por caso, el nivel verde, no activará
un meme púrpura a menos que esté experimentando una
franca regresión, aunque puede (y eso es algo que ocurre
de continuo) activar las estructuras básicas
correspondientes
al meme púrpura (es decir, el nivel
emocional-fantásmico). Así, cuando un adulto verde
"activa" un meme púrpura, no se trata del mismo meme que
posee el niño de dos años de edad. El meme
púrpura constituye el fundamento de la identidad central,
del yo proximal (o "yo") del niño de dos
años de edad. mientras que. para un adulto verde, forma
parte del yo distal (o "mí"). Cuando el adulto
verde "activa" púrpura, está activando, en
realidad, las capacidades básicas (es-tructuras
básicas) que se vieron abandonadas durante el comienzo del
"estadio púrpura" (es decir, fantásmico-emocional),
pero dado que la identidad exclusiva del yo ya no se halla en el
nivel púrpura, las estructuras provisionales
correspondientes (morales, valores, visiones del mundo, etc.) no
se activan del todo a menos que uno se halle completamente
inmerso en una regresión (o que uno esté activando
una subpersonalidad púrpura). Debemos diferenciar, pues,
al menos, entre las "capacidades púrpura" (que son
duraderas) y el "yo púrpura" (que es provisional).
Véanse Una visión integral de la
psicología
y nota 6 para una discusión
más detallada en tomo a esta cuestión.

Éstas son discriminaciones más bien
técnicas de modo que queda mucho campo para la
discordancia amistosa. En este sentido, cuando el sistema de
Graves/Beck habla de "activar los memes", nos ofrece un modo
simple y conciso de tratar con las facetas más generales e
importantes de las olas de la existencia (como el hecho de que
existen olas generales de conciencia que, una vez emergen, pueden
verse activadas por situaciones muy diversas, de modo que uno
puede ser, de hecho, una "persona diferente" en distintas
circunstancias). Desde una perspectiva fundamentalmenbte
pedagógica, yo también creo que las distinciones
técnicas (permanente/provisional, básico/yo)
resultan un tanto confusas, y una visión general de los
memes puede bastar para ayudar a las personas a pensar en
términos de la espiral global del desarrollo que tenga en
cuenta el espectro completo del desarrollo de la conciencia. Pero
el hecho crucial es que todos nosotros disponemos de todas esas
olas de la conciencia en forma de potenciales que pueden
desplegarse cuando se constelen las condiciones
adecuadas.

11. Muchas de las siguientes descripciones consisten en
citas o paráfrasis de las distintas publicaciones de
Graves, Beck y Beck y Cowan. Quienes estén interesados en
las referencias concretas pueden consultar también Una
visión integral de la psicología.

12. Véase nota 6.

13. Ésta "unión entre el sentimiento y el
conocimiento' es una de las definiciones generales del centauro
maduro (ver Breve historia de todas las cosas).
Según mi modelo y centrándonos, por el momento,
únicamente en la línea cognitiva.. verde es la
visión-lógica temprana (y la transición de
formop a la visión-lógica). En ese sentido, verde o
la visión-lógica temprana diferencia los sistemas
formales en contextos múltiples. La
visión-lógica media y tardía (amarillo y
turquesa) integran posteriormente esa diferenciación en
grados distintos (al tiempo que introducen sus propias
diferenciaciones nuevas que las olas posteriores tendrán
que integrar). El nivel coral es mi nivel psíquico, el
comienzo de las olas auténticamente transpersonales.
Véase Una visión integral de la
psicología
para una elaboración más
completa de todos estos tópicos.

14. Todos los ítems positivos mencionados en este
párrafo empiezan realmente con el meme naranja (e
históricamente, con la Ilustración), porque
naranja. como veremos, es la primera ola realmente
mundicéntrica y postconvencional del desarrollo. El meme
verde es simplemente una expansión de la justicia
mundicéntrica y sus ataques a naranja están
fundamentalmente equivocados y a menudo motivados por
Boomeritis (véase capítulo 2 y
véase también Boomeritis).

15. Quienes estén interesados en las referencias
bibliográficas y en una discusión más
detalladas de todos estos tópicos pueden ver, por ejemplo,
la entrada correspondiente al 23 de noviembre de
Diario.

Capítulo 2. Boomeritis

1. Con ello no pretendo negar la existencia de distintos
tipos de espiritualidad infantil, sino que tan sólo quiero
subrayar que los vehículos a través de los cuales
se expresan son muy preconvencionales y egocéntricos.
Véase el capítulo 11 de Una visión
integral de la psicología,
«¿Existe
acaso una espiritualidad infantil?»

2. The Quest for Mina, pág.
63.

3. Véase nota 1.

4. Véase nota 3. Haan et al,
«Moral Reasoning of Young Adults», Journal of
Personality and Social Psvchology,
1968, 10, págs.
183-201.

5.- Como hemos indicado en la nota 12 del
capítulo 1, la justicia igualitaria y mundicéntrica
empieza con el meme naranja (y la Ilustración), pero
alcanza su momento culminante con el meme verde, que
expandió históricamente los derechos civiles,
legales y políticos a grupos de personas que anteriormente
se hallaban marginadas, no por naranja, sino por azul y rojo (un
hecho habitualmente soslayado por los frecuentes y
erróneos ataques de verde a la Ilustración.
Véase Boomeritis para una discusión
más detallada acerca de este punto).

6. Como explicaré en el Capítulo 3,
también me refiero a las jerarquías de
actualización con el nombre de
holoarquías. Los estudiosos de mi obra
advertirán que. en esta secuencia (que va desde los
átomos, hasta las moléculas… y el universo). no
estoy diferenciando lo individual (cuadrantes superiores) de lo
colectivo (cuadrantes inferiores). En realidad, lo individual y
lo colectivo constituyen aspectos correlativos de todos los
holones de cada nivel del desarrollo (véase Sexo,
ecología. espiritualidad).
En cualquier caso, para el
ejemplo que hemos dado en el texto, la conclusión sigue
siendo la misma.

7. Jenny Wade. que ha llevado a cabo un minucioso
estudio de la obra de Graves. cree que naranja (logro) y verde
(afiliativo) no son dos niveles diferentes, sino dos alternativas
distintas de las que dispone azul (conformista), de modo que
ambos pueden avanzar directamente hasta el pensamiento de segundo
grado (auténtico). El libro de Wade Changes of
Mind
constituye una soberbia exposición global del
espectro de la conciencia que he analizado extensamente en la
segunda edición de El ojo del Espíritu,
volumen 7 de The Collected Works.

8. Véase la entrada correspondiente al día
23 de septiembre de Diario para una discusión de
la cultura integral de Ray como ejemplo de la recién
emergente "religión civil centrada en la
persona".

9. Don Beck, comunicación personal.
Adviértase que, en la descripción del meme verde
que presentamos en el capítulo 1, Beck y Cown estiman que
cerca del 10% de la población mundial se halla en verde,
aunque la mayor parte de ellos se encuentra en Estados Unidos y
en Europa. La investigación realizada por Beck indica que
aproximadamente el 20% de los adultos de nuestro
país se hallan en el meme verde, un dato que se ajusta
perfectamente a las figuras de Ray.

10. Véase El ojo del Espíritu
para las referencias y la discusión en torno a estos
datos. Véase también Una visión integral
de la psicología
para una valoración global a
este respecto.

Capítulo 3. Una visión
integral

1. Lo que sigue es un análisis omnicuadrante de
los factores necesarios para la transformación personal.
Dado que todavía no he introducido ni definido los
cuadrantes no estoy nombrándolos. aunque los conocedores
de mi obra los reconocerán de inmediato.

2. Obviamente, con el término "ruptura" Graves se
refiere a la necesidad de trascender la fijación
al meme verde, que por otra parte sigue siendo un componente
crucial de la espiral global del desarrollo.

3. La cita es de Mike Murphy, cofundador del Esalen
Institute y autor de The

Future of the Bodv y de Golf in the
Kingdom.
Véase el prólogo de El ojo
del

Espíritu (CW7).

4. Los libros posteriores a Seco, ecología,
espiritualidad se
ocupan de encarnar sus distintas ideas.
Entre ellos cabe destacar Breve historia de todas las cosas,
El ojo del Espíritu, El matrimonio ente el alma y los
sentidos, Diario y Una visión integral de la
psicología.
Para una introducción popular.
recomiendo encarecidamente la lectura de Breve historia de
todas las cosas.

5. Don Beck ha comenzado también a utilizar una
figura parecida a ésta, a la que denomina
«4Q/8L» (un término con el que se refiere a
ocho niveles y a cuatro cuadrantes). Obviamente, yo extiendo los
niveles hasta incluir las olas y estados transpersonales
superiores y también muchos estados alterados y corrientes
evolutivas diferentes que discurren a través de las
grandes olas, pero esta figura simplificada resulta muy adecuada
para ilustrar el tema. Digamos también incidentalmente
que, si el lector quisiera colaborar con Don Beck en la
aplicación del modelo "graves/wilber" y de la Spiral
Dynamics, en general, puede conectar con él en
spiwiz@iglobal.net Véanse también, en este sentido,
las obras de Peter McNab, Wyatt Woodsmall, Brian van der Horst y
Maureen Silos, entre otros.

6. En El ojo del Espíritu (CW7) y Una
visión integral de la psicología
presento
evidencia sustancial acerca de la existencia de estos
módulos independientes.

7. Técnicamente, los valores de Graves
representan una línea del desarrollo, pero los niveles de
esa línea -que, en mi sistema, son realmente niveles de
conciencia- pueden ser utilizados para representar niveles en
general. Véase, en este sentido, Una visión
integral de la psicología.

8. Los términos "integrado" e "integral" tienen
muchos significados diferentes en lo que se refiere a su
aplicación a los estadios del desarrollo humano.
Señalemos, para comenzar, dos significados generales
diferentes, uno horizontal y el otro vertical. La
integración horizontal se refiere a que los distintos
elementos de un determinado nivel -púrpura, azul,
amarillo, etc.- se integran mucho mejor en ese nivel. No
olvidemos que un nivel bien integrado es un nivel sano, un nivel
que funciona lo mejor posible dadas las posibilidades -y
limitaciones- de su estructura. La integración horizontal
implica básicamente una integración de los
cuatro cuadrantes en cualquier nivel concreto.
Inversamente,
un desequilibrio (o falta de integración) de los cuatro
cuadrantes en cualquier nivel (ya sea por un énfasis
exagerado en los dominios del "yo", del "nosotros" o del "ello")
provoca un desequilibrio patológico en ese nivel. En
consecuencia, el restablecimiento de la salud de ese nivel supone
la recuperación del equilibrio o integración de los
elementos y cuadrantes de ese nivel (pasando, por ejemplo, de un
azul insano a un azul sano). Así es como funciona la
integración horizontal. La integración vertical,
por el contrario, supone avanzar a un nivel de integración
más elevado. En este punto, pues, la definición de
"integral" comienza a diverger, dependiendo del nivel más
elevado del desarrollo que reconozca cada teórico. El
hecho es que cada nivel del desarrollo tiene la capacidad de ser
relativamente más integrador que sus precesores,
por el simple hecho de que cada nivel sano "trasciende e incluye"
a sus predecesores y que cada nivel superior, por tanto, puede
englobar más holones en su ser y tiende, por ello, a ser
relativamente más integral. Así pues, los
distintos teóricos tienden a calificar con el nombre de
"integral" el nivel más elevado que reconocen. Gebser, por
ejemplo, habla de los niveles arcaico, mágico,
mítico, racional e integral; mientras que Jane Loevinger,
por su parte, se refiere a los niveles autístico,
simbiótico, impulsivo, seguridad, conformista, consciente,
individualista, autónomo e integrado; la Spiral Dynamics
califica los niveles superiores (pensamiento de segundo grado)
con los nombres de integral y holístico, etc. En la figura
2.1 puede verse la mayor parte de estos términos, que
abarcan el rango de niveles del desarrollo de la conciencia hasta
llegar al "centauro". Debo advertir, no obstante, que creo en la
existencia de niveles u olas superiores a los que denomino
"transpersonales" (y que son propios del pensamiento de "tercer
grado"). En muchos libros he rastreado estos niveles de
conciencia superiores utilizando los datos proporcionados por la
investigación (véase Una risión integral
de la psicología).
Bien podríamos calificar,
pues, a esos estadios superiores como "integrales", puesto que
todavía son más integrados que el centauro, el
integral-aperspectivista de Gebser. el integrado de Loevinger,
etc. El hecho, una vez más, es simplemente que cada ola
evolutiva es relativamente más integradora que sus
predecesoras, de modo que lo que denominamos nivel integral
dependerá del nivel más elevado que reconozcamos.
Dado que el nivel superior reconocido por la mayor parte de los
investigadores es el centáurico (el
integral-aperspectivista, el pensamiento de segundo grado, etc.),
en este libro he utilizado genéricamente el término
"integral" para referirme a esos niveles. En cualquier caso, no
obstante, hay que comprender que se trata de un término
muy relativo y que, en última instancia, el único
nivel auténticamente integral es el Kosmos no-dual, que
es, al mismo tiempo, el nivel más elevado de conciencia y
el fundamento de todos y cada uno de los niveles sin
excepción alguna.

9. Esto puede ocurrir en cualquiera de las
líneas. En la línea moral, por ejemplo, una persona
puede ser fundamentalmente un tipo 7 del eneagrama en el nivel
verde en el ámbito laboral, pero en situaciones de
estrés esa misma persona puede convertirse en el tipo 1 de
la ola naranja (o incluso de la ola azul) y, cognitivamente, en
un tipo 4 del meme turquesa, etc. Adviértase, no obstante,
que, por sí solo, el eneagrama no refleja los cambios de
nivel vertical. Como afirma la teoría del eneagrama, un
tipo 7 naranja puede desplazarse, en una situación de
estrés, hasta naranja 1, pero en una situación de
estrés real puede regresar hasta azul, rojo o incluso
púrpura. No se trata sólo de tipos diferentes, sino
de distintos niveles de tipos. Una vez más, la
combinación de las tipologías horizontales con las
tipologías verticales puede permitirnos utilizar las
construcciones del segundo grado para alcanzar una visión
más integral.

En Breve historia de todas las cosas
comencé a sugerir la posibilidad de mezclar las
tipologías horizontales, como el eneagrama, por ejemplo,
con los niveles verticales del desarrollo, una conclusión
a la que también han arribado otros investigadores de
forma independiente. Digamos, en este sentido, que ciertas
versiones del eneagrama pueden ser utilizadas de un modo vertical
-en tanto que niveles del desarrollo (desde los
intestinos hasta el corazón y la coronilla)- y no como
tipos disponibles en cada nivel; ésta es una
versión -actualmente la más popular- que
también me parece adecuada y a la que ha apelado de tanto
en cuanto.

10. Para un buen resumen de la visión
jerárquica de Gilligan acerca del desarrollo masculino y
femenino, véase Alexander y Langer, Higher Stages of
Human Developrnent,
especialmente la introducción de
los editores y el capítulo 9 de Gilligan.

11. La conclusión presentada en El ojo del
Espíritu
es que los hombres tienden a experimentar la
traslación centrándose en la individualidad,
mientras que las mujeres lo hacen subrayando la relación;
y que los hombres tienden a transformarse centrándose en
Eros, mientras que las mujeres lo hacen subrayando Agape. De
todas formas, las olas generales del desarrollo siguen siendo
esencialmente idénticas en ambos casos, ya que en
sí mismas son genéricamente neutras, Véase
el capítulo 8 de El ojo del Espíritu,
titulado «Feminismo integral».

12. Utilizando, pues, nuestro ejemplo de la Spiral
Dynamics, las mujeres se desarrollan atravesando las mismas olas
de la existencia (o la misma jerarquía del desarrollo) que
los hombres, pero con una orientación más
relacional, permeable o comunal, de modo que un feminismo
auténticamente integral debería dedicarse a
explorar la dinámica y las pautas presentes en todas las
olas, estados y corrientes con su peculiar "voz diferente".
Véase el capítulo 8 de El ojo del
Espíritu,
titulado «Feminismo
integral».

13. Véase Una visión integral de la
psicología
para una discusión más
detenida acerca de este tópico.

14. Para la naturaleza injustificada de la
reducción del cuadrante superior-izquierdo al cuadrante
superior-derecho, véanse la Una visión integral
de la psicología y Breve historia de todas las cosas.

La relación exacta entre la mente y el cerebro es
explorada en detalle en Una visión integral de la
psicología.

15. Esto no significa que las ciencias sistémicas
sólo se apliquen al cuadrante inferior-derecho, porque el
cuadrante superior-derecho -especialmente los mecanismos
cerebrales- se abordan cada vez más desde una perspectiva
sistémica. Lo único que quiero decir es que el
cuadrante superior-derecho es un holón individual y que el
cuadrante inferior-derecho es un holón social, pero ambos
tienen aspectos sistémicos porque los individuos, en
realidad, son compuestos. Véase Sexo, ecología,
espiritualidad
para una discusión más detenida
acerca de este tema.

Adviértase, no obstante, que la teoría
sistémica sólo abarca los cuadrantes de la Mano
Derecha (tanto el superior como el inferior). Éste es,
precisa. mente, el motivo por el cual la teoría
sistémica (al igual que las teorías del caos y de
la complejidad) no puede modelar adecuadamente la conciencia (o
los cuadrantes interiores).
Como Whitehead, Hartshorne y
David Ray Griffin han señalado, los únicos holones
poseedores de conciencia son los holones individuales (es decir,
sólo los compuestos individuales poseen conciencia). Las
colectividades o sistemas no tienen conciencia (aunque incluyen
individuos compuestos poseedores de conciencia). Dicho en dos
palabras, todas las versiones de la teoría
sistémica se hallan estructuradas en el lenguaje del
"ello", mientras que la conciencia, por su parte. está
estructurada en el lenguaje del "yo". En consecuencia, los
acercamientos a la conciencia en términos de las
teorías sistémicas (la teoría del caos, la
teoría de la complejidad y la autopoyesis) están
muy equivocados. Y con ello no quiero decir que carezcan de toda
importancia ya que, según mi modelo, el cuadrante
inferior-derecho constituye una parte importante de la historia
global de la conciencia, puesto que todos los holones poseen
cuatro cuadrantes. Así pues, los abordajes
sistémicos son importantes para proporcionarnos una
visión de la conciencia que implica sus formas exteriores
en los sistemas colectivos. Pero hay que decir que los abordajes
sistémicos deben verse complementados con los modelos y
los métodos del "yo" y del "nosotros". Véase
«An Integral Theory of Consciousness»
CW7.

16. Técnicamente hablando, el "nosotros" es la
primera persona del plural y "tú" es la segunda persona
tanto del singular como del plural [no olvidemos que el you
inglés significa tanto "tú" como "ustedes"]. Desde
mi punto de vista, tanto la primera persona del plural
("nosotros") como la segunda persona ("tú/usted") se
hallan en el cuadrante inferior-izquierdo al que habitualmente me
refiero cuando hablo del "nosotros". La razón por la que
lo hago es porque, en inglés, no hay segunda persona del
plural diferenciada (motivo por el cual, dicho sea de paso, los
sureños suelen utilizar la expresión "todos
ustedes"). Dicho en otros términos, el "nosotros"
respetuoso incluye la relación yo-tú (algo
imposible a menos que compartamos un conjunto de percepciones
comunes).

En mi opinión, pues, los teóricos del
yo-tú se refieren a un subconjunto del cuadrante
inferior-izquierdo, a un "nosotros" amplio. Y ése es,
ciertamente. el motivo por el cual la mayor parte de los
teóricos del "nosotros", como Habermas, por ejemplo,
admiten la existencia del reino intersubjetivo (es decir, que el
verdadero yo-tú constituye un subconjunto del "nosotros").
De otro modo, la investigación del "tú" en segunda
persona puede terminar degenerando y convertir el "tú" en
un objeto o "ello". Así pues, toda verdadera
investigación de la segunda persona cae
implícitamente dentro del campo de la primera persona del
plural o "nosotros" intersubjetivo (al menos en parte, incluso
aunque el "tú" se diferencie del "nosotros"). En este
sentido, el simple hecho de enfatizar el "yo-tú" o la
investigación en segunda persona puede ser, en sí
misma, objetivadora y degradante. Por mi parte, soy un ferviente
defensor de la investigación intersubjetiva del
nosotros/tú llevada a cabo por los grandes
filósofos hermenéuticos y estoy completamente de
acuerdo en que los dominios intersubjetivos (tanto del "nosotros"
como del "tú") se han visto muy menospreciados por la
ciencia del "ello" y por el subjetivismo del "yo". Cualquier
enfoque "omninivel y omnicuadrante" -cualquier enfoque 1-2-3-
debe tener en cuenta los ámbitos del "yo", del "nosotros"
y del "ello".

17. Quienes estén interesados en la
relación existente entre los estados de conciencia y las
estructuras de conciencia pueden echar un vistazo a Una
visión integral de la psicología.

18. Véase Una visión integral de la
psicología
para una discusión más
detallada acerca del yo, los niveles de patología y las
modalidades de tratamiento más habituales.

Capítulo 4. Ciencia y
religión

1. Véase Los ti-es ojos del conocimiento
(CW2), El matrimonio entre el alma v los sentidos (CW8) y Una
visión integral de la psicología.

2. lan G. Barbour. Problemas de religión y
ciencia.

3. Eugenie Scott, «The "Science and Religion
Movement"» Skeptical Inquiry, julio/agosto de
1999.

4. Véase, en lo que respecta a la importancia del
postmodernismo constructivo, El matrimonio entre el alma y
los sentidos (CW8), Una risión integral de la
psicología y Boomeritis.

5. En Problemas de religión y ciencia
(el texto fundamental de Barbour en torno a este tópico),
el autor señala que los datos de la religión
implican la realidad de las experiencias espirituales. «Los
datos característicos de una comunidad religiosa son las
experiencias distintivas de los individuos, los relatos y los
rituales de una determinada tradición religiosa». A
diferencia de los críticos que suponen que el uso del
término "datos" implica alguna suerte de positivismo,
Barbour comprende que el término "datos" se refiere a la
materia prima procedente de cualquier reino, incluidas las
experiencias místicas. Pero resulta ciertamente
desafortunado que sólo consagre menos de dos
páginas (de un total de casi cuatrocientas) a hablar de
estos datos (cómo se recopilan. cómo se verifican o
refutan, etc.). Éste es un vacío lamentablemente
demasiado frecuente en este tipo de abordajes, que traté
de llenar con El matrimonio entre el alma y los
sentidos.
Más adelante esbozaré cómo y
por qué encajan los datos en lo que se considera buena
ciencia (incluyendo aquellas facetas de la experiencia espiritual
que están siendo investigadas por la buena
ciencia).

Considero provechosos y útiles muchos de los
comentarios de Barbour y estoy de acuerdo con su
valoración pero, en lo que respecta a la naturaleza real
de los datos de religión, creo, francamente, que se queda
muy corto.

6. S. Gould, «Non-Overlapping Magisteria»,
Skeptical Inquirer, julio/agosto de 1999. (Las cursivas
son suyas.)

7. S. Gould, «Non-Overlapping Magisteria»,
Skeptical Inquirer, julio/agosto de 1999. (Las cursivas
son suyas.)

8. Quienes estén interesados en mi crítica
a la filosofía perenne y a la Gran

Cadena tradicional pueden ver la nota 16.

9. Véanse Wilber, El ojo del Espíritu,
y
Alexander y Larger, Higher Stages of

Hurtan Development.

10. En el cuadrante superior-izquierdo. las "reglas" se
refieren al pensamiento operacional concreto (aproximadamente
azul) y "formal" al pensamiento operacional formal
(aproximadamente naranja) y "visión-lógica" al
pensamiento sistémico (verde, amarillo y turquesa). En el
cuadrante superior-derecho, EF1, EF2 y EF3 se refieren a las
"estructura-funciones" del cerebro que constituyen los correlatos
de las reglas, del pensamiento formal y de la
visión-lógica, respectivamente. En el cuadrante
inferior-izquierdo, "urobórico" se refiere a la
visión del mundo propia del tallo cerebral reptiliano y
"tifónico" a la visión del mundo propia del sistema
límbico. Véase Sexo, ecología,
espiritualidad
para una visión más detallada
acerca de este punto.

11. Véanse también Se-yo.
ecología, espiritualidad (CW6), Breve historia de todas
las cosas (CW7) y Una visión integral de la
psicología.

12. Es frecuente distinguir entre la "religión"
(en tanto que formas autoritarias e institucionales) y la
"espiritualidad" (en el sentido de creencias y experiencias
personales), una diferencia que si bien, en ciertos casos,
resulta útil, en otros, en cambio, puede ser un tanto
confusa. No olvidemos que la mayor parte de las religiones
institucionalizadas poseen vertientes personal/místicas
muy profundas, hasta el punto de que podríamos llegar a
concluir que, en muchos sentidos, la religión representa
una institucionalización de la espiritualidad (si la
espiritualidad de la nueva era, por ejemplo. se expandiera y
consolidara, acabaría convirtiéndose en una
religión). Por mi parte, prefiero hablar de concepciones
estrechas y amplias (o profundas y superficiales, según la
metáfora que prefiramos) de la religión y de la
espiritualidad. Todo esto se aclarará posteriormente en el
texto, aunque mis comentarios se aplican tanto a la
"religión" como a la "espiritualidad".

13. En Un Dios sociable (CW3) establecí
una diferencia entre el religión legítima.
que permite la traslación (o el cambio en las estructuras
superficiales) y la religión auténtica,
que posibilita la verdadera transformación (es decir, el
cambio en las estructuras profundas). La primera se ocupa de
mudar los muebles de habitación sin cambiar de piso,
mientras que la segunda, por el contrario, se ocupa de cambiar de
piso.

14. Véase el capítulo 2 de Los tres
ojos del conocimiento (CW3).
En lo que respecta a si existen
experiencias "inmediatas" o si sólo hay experiencias
"mediatas", hay que tener en cuenta que, aunque las experiencias
-ya sean sensoriales, mentales o espirituales- se hallen mediadas
por factores culturales (lo cual es cierto, puesto que todos los
holones poseen cuatro cuadrantes), en el momento mismo de la
aprehensión, toda experiencia es inmediata. Esto es lo que
quiero decir cuando hablo de experiencias inmediatas o datos.
(Véase Sexo, ecología, espiritualidad para
una discusión más extensa en tomo a este
tema.)

Cuando hablo de estos tres factores
(prescripción, iluminación y validación),
siempre subrayo que el paradigma o prescripción no nos
revela los
datos, sino que nos los proporciona.
Esto es precisamente lo que afirman las distintas posiciones
postkantianas postmodemas que niegan el "mito de lo dado" y
también está en línea con el paradigma
enactivo de Varela. Al mismo tiempo, como también he
señalado en El matrimonio entre el alma y los
sentidos,
el hecho de negar el mito de lo dado, en
cualquiera de los dominios, no supone negar la realidad objetiva
de los rasgos reales o intrínsecos propios de cada
dominio. La noción de objeto puro que no se ve afectado
por la percepción y la idea de que todas las realidades se
hallan socialmente construidas son visiones demasiado extremas y,
en ese sentido, insatisfactorias. Cualquier epistemología
que tenga en cuenta los cuatro cuadrantes deberá encontrar
una visión intermedia que armonice de un modo equilibrado
las verdades parciales del objetivismo y del subjetivismo. Al
mismo tiempo, y debido al predominio de las epistemologías
constructivistas extremas, yo subrayo a menudo los componentes
objetivamente reales de muchas formas del conocimiento, dado que
ésa es, lamentablemente, la importante verdad parcial que
se niega más habitualmente. Véase John Searle,
La construcción de la realidad social (como algo
opuesto a "la construcción social de la realidad"), y
también la introducción a El ojo del
Espíritu (KW7) y Boomeritis.

15. Pero la ciencia -tanto en su sentido amplio como
estrecho- no es, como ya he dicho, la historia entera de la
espiritualidad profunda. La ciencia amplia de los dominios
interiores sólo nos proporciona los datos o las
experiencias inmediatas de esos dominios interiores esenciales,
por otra parte, para la elaboración posterior de los
juicios estético/expresivos y ético/normativos.
Así, aun en el caso de la ciencia amplia, nosotros no
reducimos las interioridades a mera ciencia (ya sea amplia o
estrecha). La ciencia, tanto amplia como estrecha, no deja de ser
uno de los aspectos del Gran Tres y simplemente nos ayuda a
investigar los datos o experiencias inmediatas que representan la
materia prima de las experiencias estéticas y normativas.
Cualquier acusación, por tanto, de que mi perspectiva es
positivista resulta, en este punto, equivocada.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
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