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Doctrina policial para la policía de la provincia de Salta (Argentina) (página 4)




Enviado por Alberto Ruben Apase



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

Así, toda acción administrativa de policía, está siempre, sometida a las condiciones del Estado Constitucional y a los principios del régimen de derecho.

El Estado de Sitio, previsto en nuestra Constitución Nacional, por ser un estado de excepción donde se suspenden determinados derechos y garantías constitucionales, coadyuva fácticamente a enfrentar situaciones de conmoción interior de carácter grave, pero también requieren siempre de juridicidad y del respeto ineludible hacia las personas.

Conforme a la experiencia, la alteración al orden público que da lugar a la intervención de las fuerzas, puede variar en el grado de extensión, intensidad y calidad, que normalmente serán siempre nuevas en sus circunstancias de tiempo, lugar y modo. Desde situaciones de abierta rebelión o sedición, o de guerrilla urbana, que podríamos denominar de graduación máxima, hasta acciones ilícitas individuales, grupales o sociales, simultáneas o aisladas, producto originalmente de descontento o anómalas justificaciones de conductas desviadas, pero carentes de la voluntad de cambiar el orden constitucional, republicano y federal, la amplia gama de situaciones posibles, requerirán de conductores y ejecutores un acabado conocimiento profesional, tanto en los táctico como en lo específico de orden jurídico, penal y procesal, particularmente en cuanto al uso de la fuerza, que incluye las armas de fuego de dotación individual e integral.

En estas situaciones de anormalidad, las actividades delictivas se entremezclan con actos lícitos propios de los derechos individuales que conforman la libertad, y de los cuales gozan los habitantes de acuerdo a las leyes que reglamentan su ejercicio.

De ahí la importancia que adquieren los medios disuasivos y las tácticas antidisturbios, que empleadas inteligentemente, pueden inducir preventivamente y por sí, al acatamiento de la autoridad y de la ley.

Es imprescindible que la acción coercitiva esté dirigida únicamente a quienes hacen resistencia ostensible a la autoridad o infrinjan las leyes, en su carácter de autor, cómplice o encubridor.

Estas cuestiones merecen un criterioso y prudente asesoramiento por parte de los jefes responsables a las autoridades políticas con decisión, a fin de que éstas no pretendan el cumplimiento de acciones que excedan el marco jurídico y evalúen acertadamente las consecuencias posibles del empleo táctico de la Policía de la Provincia de Salta.

03. Relación con la justicia. La intervención de la Policía de Salta en caso de alteraciones del Orden Público que afecte la Seguridad General de la provincia, implica por un lado el ejercicio del poder de policía del Estado, de carácter administrativo; y por el otro, su autoridad legal como policía judicial en el orden provincial, que conlleva como funcionario, la de policía concurrente, que le obligan a "detener a las personas que sean sorprendidas en infraganti delito y aquellas contra quienes haya indicios vehemente o semiplena prueba de culpabilidad", debiendo ponerlas de inmediato a disposición del juez competente y también denunciar ante el mismo todo conocimiento que hayan adquirido de un delito que dé nacimiento a la acción pública.

No debe confundirse, entonces, las actividades administrativas propias del Poder Ejecutivo Nacional o Provincial, que responderán a sus decisiones, dirigidas a conservar el orden público y preservar las acciones delictivas (control de rutas, regulación del tránsito, protección de objetivos, disolución de manifestaciones, vigilancias de todo tipo, control de personas o cosas, etc.), con las acciones de orden judicial derivadas de la competencia de los jueces y actuando como Policía auxiliar de la justicia.

Si bien están vinculadas ante la materialización de actos delictuosos, no deben entorpecerse mutuamente, a pesar de su coexistencia necesaria. El mantenimiento del orden público, por un lado, implica medidas de vigilancia y demás disposiciones tendientes a que las personas guarden una conducta correcta que no pongan en peligro la seguridad de terceros, tanto en lo personal como en sus bienes, por el otro, la cesación inmediata de acciones delictivas y la aprehensión policial de los inculpados, reuniendo y conservando "las pruebas materiales de su penetración", es decir todo aquello conducente a la comprobación del hecho u omisión que la Ley repute como delito o falta.

Todo procedimiento de mantenimiento del Orden Público, en consecuencia demandará una decisión política de autoridad competente, una fuerza organizada para tal fin conducida por un jefe responsable y un juez con jurisdicción en los hechos delictivos que se pudieran cometer.

Resuelta la acción o actividad operativa, puntualmente requerida por el poder político o derivada de la misión impuesta, prevista en la planificación superior o necesaria por las circunstancias imperiosas del momento, será la responsabilidad exclusiva del Jefe o responsable de la conducción y control de las operaciones, que incluirá especialmente la oportunidad y el modo de ejecución y la cantidad de efectivos a emplear en la ejecución. Estos aspectos no deberán resignarse a fin de evitar serias interferencias e inconvenientes que pueden nacer de indicaciones no profesionales e inexpertas, que malogren el éxito deseado; sobretodo, cuando ignoran las verdaderas capacidades y normas reglamentarias de la Policía de la Provincia de Salta.

Como está expresado precedentemente, será también responsabilidad del Jefe o responsable de operaciones, poner en conocimiento del juez competente, lo referente a delitos; adoptar los recaudos procesales necesarios y apoyar a la justicia, lo que, a su vez, no deberá afectar el desarrollo de las actividades en ejecución; para ello, será conveniente, la previsión anticipada de personal y medios dedicados a estas tareas.

Por otro lado es notorio desde hace tiempo a la fecha, como un personal policial al pretender cumplir con sus funciones, se encuentra limitado casi totalmente debido a la distintas garantías individuales contenidas sea en ambas Constituciones o Leyes complementarias, que restringen su accionar, pero además de ello carecen de algún sustento judicial por parte de los mismos magistrados de turno, a pesar que las estadísticas marcan un escaso, casi ínfimo, índice de abuso por parte de los funcionarios policiales al momento del procedimiento. Con esto se pretende hacer conocer no sólo a la comunidad sino fundamentalmente a todas las autoridades de los tres Poderes legalmente constituidos, que un Policía para poder cumplir con la misión encomendada por la misma sociedad, necesita en forma ineludible contar con garantías judiciales, que si bien no pueden ser acordadas por legislaciones pertinentes, pueden estar a disposición de los funcionarios encargados de administrar justicia en todo el ámbito provincial. Una prueba cabal de esta problemática, se pude observar a diario cuando un Policía es juzgado con mayor rigor que un delincuente o cuando el peso de la Ley recae con mayor rudeza.

Esta situación, no sólo permite que un Policía en determinados casos no realice sus funciones a fin de evitar inconvenientes legales, sino también que el índice de delincuencia en nuestra ciudad cada vez se eleve más en perjuicio de toda la sociedad. También debe ser considerado dentro de este punto, el tiempo que en mucho de los casos es escaso para realizar con lujo de detalles cada paso del procedimiento o para obtener pruebas, ya que los plazos otorgados judicialmente para cada fin se encuentran expresamente fijados y carecen de cierta flexibilidad necesaria.

04. La toma de decisiones. Si bien se encuentran perfectamente determinadas las funciones y atribuciones de las distintas dependencias policiales, quedan a criterio de la superioridad la designación de los responsables del cumplimiento de las mismas, ya que el Comando Superior y el Estado Mayor Policial deberán tener bien en claro que es lo que se desea lograr en cada área y quién es la persona adecuada para lograrlo. Desde luego que para ello, no sólo debe tener en cuenta las condiciones personales del futuro conductor, sino también y principalmente la antigüedad en el grado, porque la designación de un superior moderno implica el retiro voluntario de los superiores de igual o mayor jerarquía más antiguos. De ahí la importancia en la selección.

Hablamos de la selección, pero el tema central es la toma de decisiones, sea quien la persona elegida para el comando de una determinada área, debe tener en cuenta especialmente y por un lado las funciones que deberá desempeñar y por el otro la doctrina policial que rige al área, sin estos requisitos difícilmente pueda desenvolverse con eficiencia y eficacia, porque si esto no se tiene presente, todas las acciones que ejecute o haga ejecutar estarán viciadas de nulidad, porque su política de acción no estará encaminada a cumplir con la doctrina institucional, sino una personal.

Por otro lado, debe quedar en claro que la toma de decisiones sí bien es personal, no debe confundirse con una decisión unilateral y caprichosa porque un buen conductor por más buena experiencia y conocimientos tenga, utilizando las técnicas de la metodología de las decisión estratégica, debe consultar con sus áreas dependientes las posibles herramientas de solución, ya que ahí la decisión dejaría de ser unilateral y con seguridad la forma de solución tendría varias alternativas. Si esto fuera poco, el término "estrategia" a diferencia de "táctica" implica la realización de una tarea diagramada, planificada, consensuada y llevada a cabo por un conjunto de persona. Frente a esta explicación, no quedan dudas que la toma de decisión para que sea acertada, debe tener el consenso de un gabinete asesor.

05. De las competencias funcionales. Si bien las normas nacionales y/o provinciales determinan taxativamente la jurisdicción y competencia de las Fuerzas Policiales, es común observar a diario problemas entre fuerzas por dichas situaciones. Si se debe ejemplarizar sólo una problemática, creo que coincidiría con las demás Policías Provinciales, principalmente las ubicadas en zona de frontera, que con la única fuerza que comúnmente se choca en estos asuntos sería la "expansionista" Gendarmería Nacional, ya que es notorio cómo esta Institución que no hay que restarle méritos, constantemente avanza en sectores que no le son de su competencia, aunque cuenten con miles de argumento para hacerlo. Frente a ello, debe quedar en claro que el Comando Superior constantemente debe mantener reuniones con los responsables provinciales de dicha fuerza, para evitar esta problemática, como así aclararle que presentados dichos casos inmediatamente debe corregirlos, retirarse o renunciar a las acciones, porque no puede adoptar atribuciones o responsabilidades propias de la Policía de la Provincia de Salta, ya que la que le pertenece no es más que: la prevención y represión del contrabando, tráfico de estupefacientes, migraciones clandestinas y hacer obedecer las leyes que regulan la política sanitaria y forestal de la Nación. Como así ser afectada a la prevención y represión de las alteraciones del orden público, sea a solicitud de las autoridades políticas responsables de la decisión, pero con previo consentimiento de la fuerza policial local, en este caso Policía de Salta, porque puede ocurrir que por propia voluntad tome la iniciativa y no le corresponde, o de lo contrario puede ser que ampliando una autorización concedida se excedan en las acciones o atribuciones o bien no dieran conocimiento a la autoridad de aplicación local.

Por último, si la Policía de Salta no demuestra interés en áreas de la seguridad que le son propias, con seguridad que otra fuerza, institución o sector social tomará cartas en el asunto con consecuentes resultados para su beneficio y en desmedro de nuestra Fuerza; de ahí que todas las acciones que deben ejecutarse por nuestra Institución, con todos los medios disponibles, deben ser iniciadas, aunque no se observen resultados a la brevedad. Debe darse presencia policial e interés institucional de las distintas problemáticas provinciales. Sólo así, seremos los legítimos dueños de nuestra jurisdicción policial.

06. Otorgamiento de facultades legales: Por un lado, se hace necesario contar con instrumentos legales que permitan cumplir con la Doctrina Policial Interna en todos sus aspectos, debido a que todo lo referente a la investigación del delito, si bien es cierto es tarea de la Policía Judicial aún no se encuentra desempeñando sus funciones, razón por la cual se hace necesario otorgarle a la Policía Gubernativa algunas atribuciones legales, para que pueda prevenir sin inconvenientes legales la realización de conductas delictivas, tales como investigación o averiguación de identidad sobre el común de los ciudadanos sin que sobre los mismos recaiga sospecha alguna de delito o falta; la aprehensión policial de sospechosos sin la orden judicial pertinente o la facultad legal para eliminar o limitar las causas que promueven la comisión de delitos.

07. Falta de materiales logísticos: Este es uno de los factores que muchas veces, también afectan un buen procedimiento, por cuanto la carencia de medios de movilidad, equipos de radios, equipos y materiales criminalísticos o periciales de todo tipo, uniformes y equipos especiales, entre otros no sólo permiten que se deban dejar de lado muchos procedimientos sino fundamentalmente que aquellos realizables se practiquen con cierto grado de mediocridad.

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CAPÍTULO VI

Doctrina funcional (interna)

A través de la misma, se intenta definir por un lado cuál sería organización general de la Institución y por el otro la misión y los objetivos operativos particulares de cada dependencia integrante de esa "estructura policial", las cuales deben mantenerse inmutables en el tiempo, independientemente que año tras año, con o sin fundamentos valederos, se produzcan los cambios de destinos del personal policial.

Lo que se pretende a través de ella, no es más que definir objetivamente que debe hacer cada área policial; ahora bien ¿ cómo se alcanza esa doctrina?, ser parte de la planificación orgánica funcional, que cada conductor policial tendrá él deber de realizar al inicio de su gestión. Con ello se aclara, lo que se debe realizar es parte de la doctrina, en cambio como hacerlo es parte de la planificación o estrategia personal.

El presente documento contiene el enunciado de los objetivos y políticas generales de la Policía de la Provincia de Salta. Su carácter de normativa al mayor nivel, supone la obligatoriedad de observancia como guía orientadora para la elaboración de normas derivadas, impartición de órdenes, adopción de resoluciones, o toda otra medida que se disponga, tanto en el ámbito del planeamiento como en el de la ejecución.

Su estructura abarca y coordina los distintos campos de interés de la conducción y responde, básicamente, a la necesidad de dar coherencia y continuidad a todas las acciones que se prevean o ejecuten para el cumplimiento de la misión y funciones de la Policía de la Provincia.

Constituye un cuerpo orientador estable pero no rígido, ya que en función de la evolución que observe la institución, se producirán periódicamente los ajustes necesarios a fin de mantener su vigencia y dinamismo.

La finalidad es orientar una evolución integral de la Fuerza, cuya meta es la de lograr una mayor capacidad operacional, producto de la concurrencia de diferentes efectos contribuyentes. Por ello, es que la organización institucional y la administración de los recursos humanos, se constituyen en núcleos que condicionan los objetivos y políticas de los restantes campos o áreas de interés de la conducción, tales como: marco jurídico, personal, recursos materiales, finanzas y asuntos institucionales.

Con esta idea, hasta el momento la PPS definió la estructura policial de acuerdo a lo que indica el Decreto 551 y los reglamentos internos determinaron sus funciones, pero ningún documento elaboró la Doctrina Funcional Interna, por ello a continuación intentaremos brindar la doctrina que deberá tenerse en cuenta en cada área de la estructura policial.

Lo que se pretende brindar en cada área u organismo interno policial, no son las misiones y los objetivos de cada uno de ellos, por cuanto ya se encuentran definidos en los respectivos reglamentos, aunque se pueden modificarlos sobre la base de nuevos conceptos, sino principalmente se desea definir cuál será el horizonte de los mismos, para lo cual se aportarán conceptos, objetivos y políticas, para normar el desempeño de cada área.

DOCTRINA DE LA ORGANIZACIÓN POLICIAL

Conceptos generales

En sus distintos aspectos, se caracteriza por la existencia de órganos directivos y órganos ejecutivos. Ambos son interdependientes y no han de suponerse que una inadecuada e imperfecta estructuración funcional ejecutiva pueda ser compensada por una eficiente dirección o viceversa.

Toda organización, debe comenzar con los objetivos o las metas propuestas, prosigue con las misiones y éstas han de determinar las distintas funciones individuales o colectivas.

Los objetivos son generales y a su logro se encaminan una serie de misiones conjugadas o concomitantes. Así por ejemplo, el objetivo principal, es decir el ideal de la PPS, es" mantener el orden público y la paz social", una misión sería "brindar seguridad a los espectáculos públicos" y la función a realizarse para cumplir con esa misión, una de ellas podría ser "evitar el ingreso de personas alcoholizadas". Esta diferenciación es la que debe tenerse en cuenta dentro de una estructura policial, porque son en cierta manera aspectos distintos; al respecto muy fácilmente puede observarse que en la aplicación, tanto el objetivo principal o ideal, como la misión y las funciones, a pesar de ser cosas distintas, se aplican como si fueran similares.

Para cumplir la misión es preciso desarrollar una adecuada planificación y agrupación de funciones y éstas, al ser parciales, requieren de ciertas normas de acción, las mismas que precisan ser constantemente mejoradas y renovadas.

Normas generales a tenerse en cuenta en la estructura policial

Podrían considerarse, principalmente, la descentralización, la continuidad, la correlación, la equivalencia y las variaciones relativas.

La descentralización deriva de que cualquier misión trae aparejada una necesaria clasificación por grupos de funciones similares, cada una de las cuales requiere un organismo competente. El organizador debe determinar las funciones generales, clasificarlas y distribuir los espacios de control, la autoridad y sus responsabilidades para un normal funcionamiento, para evitar polarizar todo a su alrededor.

La continuidad significa que el presente de toda organización es relativo y un simple vehículo entre el pasado y el futuro. En consecuencia, la situación presente no puede estar desvinculada del origen, la época y el ambiente en que se desarrolló el pasado del organismo en cuestión, lo que resulta valedero tanto para las organizaciones existentes, reorganizaciones y creación de nuevos organismos. Es necesario, examinar situaciones similares, experiencias ajenas que hubieren sido precedida en una determinada organización y valorar lo que está echo, para luego buscar las accesibles adaptaciones al medio y momento propio.

La correlación es una norma que en el espacio enlaza e interdependiza a las organizaciones. Los distintos grupos de funciones de una organización, guardan estrecha dependencia y relaciones, de manera que un desequilibrio orgánico en las ramas técnicas afecta a las partes administrativas y viceversa.

La equivalencia presupone que en lo operativo de toda organización, los órganos directivos y ejecutivos deben guardar cierta equivalencia. Ello indica que es tan necesario el director como el ejecutante, el planificador como el realizador. Obviamente, en toda organización existen una jerarquía, responsabilidad y autoridad, sin las cuales sería imposible la acción de control: empero, si bien es cierto que los individuos tienen mayor capacidad para determinar cosas, no lo es menos que en cuanto a la articulación orgánica son tan importantes los altos organismos técnicos como los administrativos y los operativos.

Las variaciones relativas se refieren a que estando el proceso de determinadas funciones sometidos a condiciones constantes, las variaciones a experimentar serían necesariamente limitadas, señalando el ámbito de acción de los ejecutantes. Es evidente que en una estructura donde no sea posible introducir modificaciones substanciales -de medios y personal-, las variaciones de rendimiento se hallarán dentro de factores limitados. A un mayor esfuerzo requerido, se impondrá acudir a cambios de fondo o crear otras organizaciones que mejor respondan a la amplitud funcional. Por lo general debe asignársele a la organización en general un parecido al origen biológico del cuerpo humano: un cerebro que dirige, una equilibrada descentralización de funciones, un sentido de continuidad y correlación de las partes y las variaciones relativas o limitadas en el organismo ante cualquier reacción.

Tipos de organizaciones policiales

Las organizaciones policiales, dentro de los fundamentos básicos de la organización general, siendo especializadas, adquieren caracteres propios y específicos que la diferencian de otras organización.

Así por ejemplo puede ser, que la misma sea lineal o de coordinación vertical, funcional o de coordinación mixta o una conjunción entre ambas.

La organización lineal o de coordinación vertical, es el tipo de organización más antiguo y de origen natural. Se fundamenta en el principio jerárquico, de mayor a menor, donde las disposiciones siguen verticalmente el canal escalonado de los diversos peldaños del organismo. Sus principales características podrían resumirse a las siguientes:

– Una cadena de comando donde la base de la autoridad gira sobre el nivel jerárquico. Tiene limitada aplicación, ya que todos los problemas gravitan alrededor de un jefe.

– El nivel de autoridad y responsabilidad depende de la altura o sitial en que se hallan los componentes. En consecuencia, el elemento número 1 o de superior nivel es el único en quien se concentra la responsabilidad conjunta.

– Las órdenes y disposiciones siguen los canales verticales establecidos.

– Los planos horizontales tienen casi idéntica capacidad en el nivel en que se encuentran, debiendo guardar una relación de colaboración y cooperación pero no de mando entre ellos. No siendo los problemas complejos, el jefe puede subsanar las fallas funcionales.

– La rutina de órdenes, medidas y consultas, dentro de cada escalón, tiene rapidez operativa, ya que un mismo ente puede tomar varias determinaciones. Empero, al tratarse de disposiciones que deben provenir de los más altos niveles, el proceso se torna tardío al tener que descender por la cadena jerárquica.

– La descentralización de subunidades o departamentos, a menos se trate de organizaciones muy sensibles y centralizadas, no presenta mayor problema, ya que los suborganismos disponen de un grado de autonomía funcional.

La organización funcional o de coordinación mixta por el contrario de la organización lineal, del último nivel se remonta hasta el nivel superior, con la tendencia a organizar el trabajo del ejecutante buscando el mayor rendimiento. Cada hombre tiene un jefe inmediato, pero no tiene necesariamente que recibir las órdenes e instrucciones de esa persona, sino de varias que cumplen una función particular. Ambas teorías orgánicas, a pesar de fundamentarse en bases opuestas, vienen a complementarse en sus extremos y se confunden en los niveles medios. El moderno criterio orgánico parece orientarse a no seguir rigurosamente cualquier sistema. Sus caracteres más importantes son:

– La función especializada -como base operativa- y no principalmente la altura jerárquica, norman su desarrollo (sin ello involucrar que en las otras organizaciones carezca de conocimiento quien manda).

– Dos o más superiores especializados controlan a los niveles inferiores donde cada elemento generalmente cumple dos o más operaciones distintas, necesarias, de eficiente control y mando.

– Relativa unidad de mando.

– Las condiciones y capacidad de los elementos situados en los diversos niveles son menores a las que exige el funcionamiento correspondiente de la organización lineal, siendo más fácil encontrar el personal para los cargos que no requieren una gama de cualidades como en lo militar.

– En un mismo nivel, las funciones y autoridad no son las mismas a las correspondientes de la organización lineal, ya que cada jefe especializado es, en su ramo, una autoridad superior a todas las demás.

– Están mejor definidos los limites entre el trabajo mental y físico.

– La disciplina tiene imperfecciones propias de las organizaciones civiles, surgiendo necesidades de un subconjunto o crear organizaciones destinadas expresamente a ese fin.

La organización ideal o deseable

Debe ser una que en sus trazas generales, conserve las ventajas de la organización lineal, pero que de la posibilidad de que los distintos escalones, sin precisamente tener que ordenar a los elementos del mismo nivel, puedan, con la táctica aprobación del jefe superior, controlar el correcto desarrollo de las distintas actividades.

Los caracteres de esta organización deben ser:

– Aparte de las líneas verticales del mando (cada elemento depende directamente de un solo superior), debe exigir la relación en dirección horizontal y oblicua de coordinación y asesoramiento, para lo cual cada elemento debe disponer de la necesaria autoridad.

– En un plano más elevado, otra modalidad consiste en ampliar el Estado Mayor para dar cabida a los múltiples elementos de asesoramiento. En este caso tal organismo coopera directamente con el primer escalón del mando en la solución de todos los problemas. En esta forma, los organismos equivalentes realizan la misma función, pero no directamente, sino colaborando con el jefe del nivel 1, quien acciona a los jefes ejecutivos de la organización. Los demás organismos dependientes seguirán operando bajo el sistema lineal.

Independientemente de lo enunciado anteriormente, la estructura policial debe considerar algunas normas universalmente aceptadas, que deben regir en la organización policial, tales como:

01. La unidad de mando significa que en cada escalón del mando, todas las responsabilidades corresponden a una sola persona, es decir, que en cada escalón debe haber un solo jefe. Establecida la cadena jerárquica, se precisa tácitamente el jefe de cada unidad o repartición, estableciendo así de quien se debe recibir órdenes y a quien se debe informar de las propias actividades. El jefe conoce a su vez a sus subordinados para la asignación de tareas parciales.

02. Los límites de control suponen que un jefe tiene una capacidad máxima de fuerzas a quienes puede dirigir y controlar eficazmente, límite que depende del efectivo de personas posibles de conducir directamente, de la distancia entre el jefe y los elementos y del tiempo disponible por el jefe para ejercitar su acción. Es obvio que las relaciones entre el jefe y sus dependencias crecen geométricamente con cada inclusión de un nuevo subconjunto, lo que no ocurre en los más bajos escalones donde las formaciones son paralelas.

03. La distribución homogénea se refiere a que para cumplir con la misión de una organización, todo el conjunto de funciones necesarias debe ser objeto de una agrupación y distribución en forma homogénea y apropiada. Dos aspectos deben considerarse en esta norma: la clasificación homogénea de funciones y la asignación de personal idóneo para la función. El éxito funcional depende en gran medida de que se cumplan ambas condiciones, factor importante y decisivo de una organización.

04. La delegación de autoridad, consiste en ceder autoridad en los organismos dependientes y en el establecimiento de la justa medida entre el grado de delegación y la responsabilidad que orgánicamente corresponde a su subunidad. Tal delegación va decreciendo a medida que descienden los niveles del mando y no significa precisamente ceder la propia responsabilidad, ya que el jefe que delega su autoridad, parcial o totalmente, continúa llevando la responsabilidad ante el superior jerárquico. Esta norma se orienta a facilitar el cumplimiento armónico de misiones de una organización. Las responsabilidades se dividen y son transferidas temporalmente al subalterno para recibirlas convertidas en la actividad deseada. Delegar autoridad presupone proceder racionalmente, ya que la formación profesional no es completamente homogénea, dándose el caso frecuente de que en una misma jerarquía existen capacidades generales muy variadas.

05. La flexibilidad consiste en el grado de aptitudes de una unidad u organismo para adaptarse rápidamente a las situaciones cambiantes determinadas por la evolución de los medios técnicos u otras circunstancias. Mientras las operaciones más se complican y surgen mayores dificultades, la flexibilidad de las organizaciones deben ser mayor.

06. La autosuficiencia entraña la autonomía orgánica y no precisamente aquella derivada de la delegación de autoridad. Una calificada organización tiende a proveer a las unidades -conforme a sus misiones-, de todos los medios, materiales, elementos y recursos necesarios para sus previsibles cometidos, lógicamente obtenidos de la gestión pertinente efectuada por ante las autoridades de gobierno.

Las normas establecidas anteriormente, por sí solas, no serán suficiente para garantizar el éxito de la organización policial, por cuanto no siempre es posible su riguroso cumplimiento y por otro lado concurren factores varios que influyen negativamente en las organizaciones y que hay que eliminarlos, tales como:

– La deficiencia, el limitado o bajo rendimiento del personal.

– La mala calidad y deficiencia de las instalaciones.

– La poca cantidad o mala calidad del equipo y materiales.

– Las limitaciones de recursos financieros.

Organización consecuente.

La Policía de Salta debe estar constituida por un Comando Superior integrado por el Jefe y Subjefe de Policía, un Estado Mayor Policial integrado por todos los Directores Generales y como órgano de asesoramiento y control, las Unidades Regionales con sus elementos dependientes, los Institutos de Formación y perfeccionamiento y todos los demás Organismos internos de Apoyo.

Los órganos de asesoramiento del Comando Superior, deben auxiliarlos en los amplios campos de interés de la conducción, tales como Seguridad, Investigaciones, Drogas, Planeamiento, Comunicaciones, Institutos Policiales, Personal, Administración, Asuntos Judiciales e Inteligencia.

A su vez en forma ineludible, debe contarse con tres organismos de control, tales como Inspección General de Policía, Asesoría Letrada General y Secretaría General de Policía.

Estructurada la cabeza, a continuación vendrán los niveles de ejecución constituidos por organizaciones que se estructuran en sucesivos escalones jerárquicos descendentes, donde se agruparán el máximo de personal superior y subalterno.

DOCTRINA DEL MARCO JURÍDICO

El marco jurídico tiene que adecuarse a las nuevas necesidades institucionales, debe asegurar el cumplimiento de los principios doctrinarios policiales y garantizar la seguridad laboral en el hombre policía. Esto obliga al reordenamiento homogéneo y coherente de las normas policiales.

En consecuencia se debe elaborar un marco jurídico que incluya los aspectos de descentralización, continuidad, correlación, equivalencia, variaciones relativas y los principios de unidad de mando, límites de control, distribución homogénea, delegación de autoridad, flexibilidad y autosuficiencia.

Por ello, se deberán reformular las leyes madres, cubriendo los vacíos normativos observados a posterioridad de la aplicación de las mismas, tales como: la actualización constante de la Ley Orgánica Policial, para lo cual se deberá también actualizar la organización policial, considerando:

a) Los modernos conceptos de organización de conducción centralizada y ejecución descentralizada, con un posicionamiento que, además de la problemática provincial, contemple la regional, nacional e internacional en el marco del Mercosur.

b) La incorporación en la modificatoria de la Ley Orgánica Policial, de las nuevas dependencias surgidas fuera de su estructura.

c) La flexibilización orgánica para permitir la inclusión de futuras dependencias, tanto en los estamentos superiores como inferiores.

d) Mantener actualizadas la misión general y las funciones policiales, tanto de la Policía de Seguridad como Judicial, ya que con el correr de los tiempos o aparición de nuevas modalidades delictivas, nos veremos en la obligación de especificar nuevas funciones.

Dentro de este marco, también deberá mantenerse actualizada la Ley de Personal Policial, para lo cual se deberá reformular la Ley del Personal Policial nº 6193/83, asegurando la carrera, el desarrollo individual y profesional, la cobertura de salud y previsión social, incluyendo:

a) La actualización constante de los aspectos legales que regulen los siguientes ítems:

– Nombramientos

– Designaciones.

– Incorporaciones.

– Ascensos y eliminaciones.

– Cambios de destinos.

– Sueldos y bonificaciones.

– Régimen de licencias.

– Régimen disciplinario.

– Entre otros.

b) Los nuevos beneficios que hacen al bienestar general del personal, tanto en situación de actividad como de retiro.

c) Las reglamentaciones pertinentes para cada caso en particular.

DOCTRINA PARA LOS RECURSOS HUMANOS

El patrimonio más valioso que tiene la Institución lo constituye su personal, por ello se procura brindarle seguridad laboral y previsional, garantizarle su desarrollo individual y profesional, asegurarle su carrera y motivarlo estimulando la vocación policial, que no es innata y estática, sino que es algo que se va construyendo en torno de las circunstancias, los gustos y los intereses. La Institución tiene que crear ese ambiente de enriquecimiento espiritual y profesional, y el personal tiene él deber de responder con capacitación y vocación de servicio, compatibilizando idoneidad con ascenso.

Personal

Comprende la administración de los recursos humanos y el apoyo a brindar a los mismos. Las actividades que abarca este campo se resumen en dos fundamentos:

– Cubrir los cargos y puestos necesarios en la Policía para el efectivo cumplimiento de las funciones policiales e

– Incrementar la moral del personal y satisfacer sus necesidades.

En consecuencia en el área de personal se deberá procurar: el reconocimiento de los derechos policiales contemplados en las distintas disposiciones legales, la reorganización del cuadro de los cuerpos y escalafones, mantener una elevada moral, a través de la motivación y el reconocimiento, y optimizar el empleo del personal policial y civil.

Pero también deben considerarse objetivos fundamentales los siguientes:

1. Alcanzar en lo inmediato una disponibilidad de recursos humanos flexible, que permita satisfacer las necesidades orgánicas y funcionales de la Institución.

2. Realizar una racionalización de efectivos que permita responder a las necesidades orgánicas, tanto cuantitativas como cualitativas.

3. Otorgar prioridad al mérito y a la excelencia.

Ahora bien, para alcanzar estos lineamientos generales se deberá:

1. Mantener un elevado estado moral, ya que la motivación y el reconocimiento de los derechos personales son las herramientas con que se logra la buena voluntad de los subordinados.

2. Planificar y organizar un sistema de reclutamiento que permita cubrir las necesidades de personal y ampliar la planta analítica piramidal en forma paralela al aumento población de manera que se llegue a la proporción un policía para cien habitantes (1 X 100).

3. Contar con un sistema de promociones y ascensos, donde se premie y reconozca el esfuerzo, la dedicación, la capacitación, la identificación funcional, el mérito y la excelencia, ya que es sabido que con esta herramienta en la mano se puede cometer muchos errores, para evitar ello, se hace indispensable contar con una tabla, tanto en el primer (jefe) como en el segundo escalón (Juntas), que permita valorar específicamente los atributos y defectos de una persona, como así las condiciones y virtudes policiales, con lo cual muchos de los problemas quedarían superados, en virtud que se tendrá la valoración directa y específica de cada acción personal.

4. Tender a la especialización del personal, si bien este aspecto se tocará en forma separada, debe destacarse que sin especialización y educación policial no hay superación ni profesionalización.

5. Otorgar una mayor estabilidad en los destinos, dado que esta decisión permite que el personal conocer a la perfección su área de trabajo y desde el mismo pueda hacer docencia y volcar sus conocimientos a los nuevos camaradas; claro que para algunos este punto es contradictorio ya que supone que permitiría al funcionario viciarse en la actividad, sea dejando de hacer algo o haciendo más de lo que debiera.

6. Cubrir con personal policial los cargos que en la actualidad ocupa personal civil,

7. Seleccionar y nombrar personal policial para cumplir funciones docentes, sobre la base de la capacidad e idoneidad.

8. Generar recursos humanos que permitan incrementar la estructura piramidal, para lo cual se deberá:

a. Establecer en los Institutos de formación una relación ingreso-egreso de 2 a 1.

b. Perfeccionar el sistema de selección para el ingreso, tanto del personal policial como civil.

c. Planificar y ejecutar cursos de selección y admisión del personal civil.

9. Mantener un régimen de asignación y traslado para cubrir cargos o destinos policiales, que tienda a:

Nombramientos:

* Considerar especialmente al personal con posibilidades de acceder a un nombramiento, su experiencia, especialización, conocimiento del área de trabajo y geográfica, grado de compatibilidad entre su personalidad y carácter con las condiciones ambientales, aspiraciones e inclinaciones personales, aptitudes físicas, intelectuales y conocimiento del cargo o destino.

* Considerar la condición de oficial capacitado pero no en forma excluyente.

* Conformar dentro del Comando Superior, Estado y Plana Mayor Policial, equipos que compatibilicen adecuadamente las características de sus integrantes.

* Definir la importancia y jerarquía de los cargos pertenecientes al Comando Superior y Estado Mayor Policial respetando el orden y rango de los mismos.

Cambios de Destinos:

* Efectuar los mismos atendiendo con prioridad, la tenencia de títulos o especializaciones, aptitud, experiencia, necesidades funcionales y capacitación por áreas que posea el personal.

* Establecer un ciclo de rotaciones que permita mantener una trayectoria profesional lógica, en la cual el personal vaya sumando experiencia en cada destino.

10. Establecer un sistema de ascensos y eliminaciones que constituya un verdadero régimen de premios y castigos, que asegure la calidad y excelencia del personal, que lo motive constantemente y no provoque resentimientos para con la Fuerza.

Ascensos:

* Generar las vacantes sobre la base de la cantidad de personal tratado por las distintas juntas y retiro del personal.

* Enumerar taxativamente los actos que faciliten acceder a ascensos anticipados, por méritos, excepcionales o por poseer una destacadísima aptitud profesional.

* Instruir a las Juntas de Calificaciones, para que establezcan normas claras y concretas que permitan operar con total objetividad y no sobre la base del concepto general de los tratados, para lo cual en cada dependencia se deberá habilitar un registro anual de seguimiento desde donde se obtendrán las calificaciones anuales, que luego serán analizadas por las distintas Juntas conjuntamente con las calificaciones de los tres últimos años.

  • Reconocer los mayores esfuerzos y responsabilidades que se van incrementando al transitar grado a grado la carrera.

  • Establecer una tabla de exigencias físicas por edades.

* Quiénes no puedan ascender en un período dado por falta de vacantes, en el siguiente período deberán ser tratados nuevamente por las distintas Juntas de Calificaciones, pero esta vez sé priorizará la antigüedad general en el grado sobre la selección.

Eliminaciones:

Definir un sistema de eliminaciones, con la finalidad de optimizar el rendimiento del personal, mediante el cual se pueda:

* Diferenciar al personal que no va a ascender por falta de vacantes, de aquél que no tuvo méritos suficientes para hacerlo.

* Producir eliminaciones por rendimiento en las funciones de su grado o desempeño de cargos.

* En aquellos casos que el personal hubiera recibido varios tratamientos de Junta y no ascendiera en tres períodos por haber obtenido la calificación de "apto para permanecer en el grado" o en dos períodos la de "inepto para el desempeño de las funciones y/o cargo" automáticamente se le otorgará el pase a situación de retiro obligatorio.

* Proporcionar facilidades para que el alejamiento del servicio activo se produzca en forma progresiva y no traumática.

11. Mantener un elevado estado moral en el personal, como base para lograr su más alto rendimiento, producto de su situación socio-profesional.

12. Crear una Defensoría Letrada dependiente de Bienestar Policial, que asuma la defensa letrada del personal policial imputado de responsabilidad penal, con motivo de hechos o circunstancias producidos como actos del servicio o derivados del mismo.

13. Ejecutar una racionalización y reestructuración de la planta de personal civil que permita satisfacer las necesidades actuales y futuras, contando para ello con instrumentos legales y reglamentarios actualizados, para lo cual se deberá:

a. Conformar un Estatuto adaptado a las circunstancias actuales, que permita efectuar una excelente selección, capacitación, categorización y reconocimiento de derechos.

b. Concientizar y lograr la identificación con las funciones policiales.

c. Capacitarlo para la ejecución de tareas operacionales, para situaciones de conflicto y necesidad.

d. Normalizar la situación del personal docente titular, interinos y suplentes.

e. Realizar la asignación para cubrir cargos docentes mediante concursos, incluyendo el actual plantel.

f. Implementar un sistema que permita la dedicación, el esfuerzo y la excelencia, sobre la desidia y la medianía.

14. Otorgar al personal policial y su grupo familiar, las condiciones mínimas de bienestar social.

Educación

La educación en la Policía de Salta debe tener como finalidad formar integral y armónicamente al hombre, para lograr una personalidad plena que lo capacite para desempeñarse en las funciones que debe cumplir.

En consecuencia, la ejecución de la educación debe buscar lograr objetivos generales formulados teniendo en cuenta aspectos de carácter ético – espiritual, social, intelectual y físico, que abarquen todos los campos que hacen a la formación general.

Por ello en el área de educación se debe procurar: integrar los planes de estudio de los diferentes Institutos y proporcionar continuidad a los cursos de jerarquía, como así propiciar la capacitación del personal en carreras afines con la función, en el marco de la educación permanente.

Objetivo

Lograr la formación integral, armónica, gradual y permanente del personal policial en los distintos niveles jerárquicos, a través de un sistema educativo más permeable, abierto y flexible, para responder no sólo a necesidades vinculadas a la profesión, la sociedad o la cultura, sino también a las de carácter individual y subjetivo, ya que tiene por destinataria la complejidad y riqueza del alma humana.

Políticas

1. Tender a la formación de hombres libres, solidarios y justos, orientados hacia la preservación del orden democrático-constitucional.

2. Orientar a los educandos hacia una predisposición positiva para el trabajo y sacrificio personal, fomentando actitudes de optimismo en el ejercicio de la función que les compete como servidores públicos.

3. Posibilitar la adaptación de los educandos a la dinámica social real, tomando como marco de referencia una sociedad en constante transformación.

4. Crear espacios de concientización para que los educandos incorporen en forma positiva los cambios técnico-científicos y legales que se impongan a la Institución, atenuando la natural resistencia a las transformaciones y sus implicancias, capacitándose permanentemente para no verse superado por la evolución, que marca inexorablemente el rumbo de la sociedad en su conjunto.

5. Crear espacios de reflexión sobre la necesidad de capacitarse para trascender del esfuerzo individual a la interdependencia de propósitos, en un contexto de división del trabajo en torno a objetivos comunes, proporcionándoles actividades que promuevan el acercamiento y la cooperación.

6. Proporcionar el aporte teórico de otras dimensiones de la realidad, psicológica, social, filosófica, política y religiosa, para brindar respuestas al quehacer policial. Y de ese modo lograr describir, explicar, plantear respuestas o soluciones adecuadas, que conduzcan a un mejor desempeño laboral y mayor bienestar personal y familiar.

7. A partir de los lineamientos básicos descriptos, posibilitar:

a. Una formación y capacitación profesional.

b. La internalización de valores fundamentales que hacen a la dignidad de la persona humana, por un lado, y profesional, por el otro, posibilitando el ejercicio responsable de la libertad, la justicia y la solidaridad.

c. Revalorizar la capacitación y el perfeccionamiento permanente.

d. La adquisición de conocimientos para un adecuado desenvolvimiento en el contexto social.

e. El conocimiento del ámbito natural y humano, y su defensa para la preservación de la vida.

f. La comprensión y valorización de las raíces culturales, para su integración nacional y regional.

g. Modificar la estructuración de los planes de estudio de los distintos Institutos de formación, adecuándolos a un aprendizaje coordinado y progresivo. Evaluándolos periódicamente para lograr su permanente actualización.

h. Mantener actualizado el sistema de planeamiento curricular, asegurando la articulación, coordinación, continuidad y programación de las exigencias, evitando repeticiones o superposiciones.

i. Procurar la excelencia del plantel docente de los distintos institutos de formación policial.

j. Instrumentar en los distintos cursos destinados al personal superior, programas de educación e instrucción, que le permitan conocer, diagramar y ejecutar planes y estrategias de acción.

k. Capacitar al personal para integrar eficientemente cuerpos especiales, conformados para operar en situaciones de conflicto, desastres, rescates o en el área de prevención.

l. Implementar nuevos cursos de jerarquía para el personal superior y subalterno, presenciales y a distancia, para complementar los existentes, propendiendo a una capacitación integral de los cuadros y asegurando la existencia de un sistema de capacitación que consolide la profesión policial.

m. Escalonar los cursos complementarios, de manera tal que en corto plazo puedan cubrirse todas las necesidades educativas de la Institución.

n. Facilitar la participación del personal en cursos o carreras compatibles con las necesidades institucionales, dictados por otras fuerzas o en el ámbito civil, a nivel nacional o internacional.

o. Asegurar la continuidad de las designaciones de becarios para cursar estudios terciarios o universitarios en Capital Federal, otras provincias argentinas e inclusive en el exterior y proyectar un sistema de pasantías con Fuerzas Policiales o de Seguridad del país y del exterior.

p. Instrumentar cursos de adaptación para el personal civil que ingresa a la Institución, a fin de inculcarle el sentido de pertenencia e identificación con la función policial.

q. Continuar con la vigencia del Sistema Educativo Presencial para Adultos, e instrumentar la ejecución del Sistema de Educación a Distancia, para permitir el ingreso, prosecución o conclusión de estudios secundarios (nivel de enseñanza general básica y polimodal), por parte del personal con revista en el interior de la provincia.

r. Establecer, en el caso de cursos subsidiados por la Repartición, un mecanismo que permita que el personal designado contraiga el compromiso de permanecer en las filas de la Institución, para volcar en beneficio de la misma los conocimientos adquiridos, tanto en planes o proyectos institucionales como en el ejercicio de la docencia policial.

DOCTRINA PARA LOS RECURSOS MATERIALES

Logística

Tiene responsabilidad sobre todos los aspectos relacionados con el sostén material proveyendo recursos y servicios en el momento y lugar requeridos.

La logística está presente en todos los niveles de conducción y adquiere mayor relevancia cuanto más significativa sea la calidad y cantidad de los elementos a sostener así como los medios a emplear.

La solución del problema logístico, cualquiera sea su magnitud, se realiza siempre a través de un proceso denominado ciclo logístico, que comprende tres momentos básicos: determinación de necesidades, formulación de requerimientos y obtención y distribución.

Por ello, es que se procura constituir a esta área en el centro de gravedad de la función de mantenimiento y conseguir un moderno reequipamiento para la Institución.

Como así también incrementar y modernizar la Capacidad operativa de los bienes y servicios logísticos de la Institución, para optimizar la conducción y ejecución de las distintas funciones policiales.

Políticas

1. Implementar un nuevo Régimen Funcional Logístico tendiente a elevar la capacidad de bienes y servicios.

2. Desarrollar el planeamiento logístico, implementando la presupuestación por programas y sobre la base de las necesidades insatisfechas de bienes y servicios.

3. Asignar prioridad a la función de abastecimiento sobre la de mantenimiento.

4. Dar precedencia al abastecimiento logístico del sector operacional y educacional.

5. Instrumentar a través de una Inspección General, el efectivo control sobre todos los bienes y servicios de la Institución, mediante la Auditoría de Materiales.

6. Promover la capacitación de Oficiales y Suboficiales, para disponer de un plantel de personal idóneo en la conducción y ejecución de las funciones logísticas.

7. Completar y actualizar las dotaciones de abastecimiento, de acuerdo con la Capacidad operacional requerida, teniendo en cuenta para ello:

a. Determinación de necesidades:

* A través de un planeamiento que logre y proyecte los recursos reales disponibles, su evolución y tendencia.

* Fijando el siguiente orden de prioridades: vestuario y equipo, medios de movilidad, comunicaciones, armamento, gabinetes periciales y de investigación fijos y móviles, edilicios y provisión de insumos materiales.

b. Obtención:

* Establecer un sistema de normas que permita a la Fuerza, realizar la adquisición de todos los bienes y servicios, asegurando la calidad y continuidad del abastecimiento.

c. Almacenamiento:

* Establecer un sistema de inventario, apoyándose en la informática que permita conocer el patrimonio de la Institución y su estado de conservación.

d. Distribución:

* Implementar un sistema de distribución de bienes y servicios, acorde a las necesidades y prioridades.

8. Restituir la aptitud de los materiales existentes mediante el efectivo mantenimiento, a fin de contribuir al logro de la Capacidad operacional, para lo cual se gestionará el aumento de las partidas presupuestarias.

9. Desarrollar un sistema de transporte que permita satisfacer adecuadamente las necesidades operacionales, para lo cual se ampliará el parque automotor actual y se creará un parque de motocicletas y de helicópteros.

10. Modernizar y aumentar los bienes raíces, como así también restituir a condiciones normales los existentes, sobre la base de las siguientes necesidades:

a. En la construcción sé priorizará lo operacional, educacional y lo atinente a viviendas de servicio, sobre las demás necesidades edilicias.

b. Desarrollar las acciones necesarias para obtener los títulos de propiedad, que certifiquen la posesión de aquellos bienes donados o legados.

11. Aumentar la construcción de parques y depósitos de materiales necesarios, como así procurar la instalación de helipuertos y talleres vehiculares.

12. Procurar la construcción e instalación de Estaciones de Servicios en cada UURR, con la finalidad de generar recursos económicos.

Presupuesto y finanzas

Es el campo de interés de la conducción que comprende el gobierno y administración, de los recursos económicos y financieros puestos a disposición de la Policía. La capacidad operacional de la Fuerza estará condicionada, en gran medida, a la magnitud de los recursos presupuestarios, a su adecuado uso y a la oportunidad en que se los disponga y aplique.

Por ello, se procura obtener el aumento global y presupuestario de los recursos, reordenar la distribución, reduciendo el porcentaje de incidencia de los gastos de personal, en beneficio de los gastos de funcionamiento, y operar con un sistema de presupuesto que refleje las prioridades fijadas, para cada año.

Como así aumentar y optimizar el empleo de los recursos económicos financieros que ingresen, dentro del encuadre jurídico legal y presupuestario impuesto por el PEP, para contribuir a la obtención de la Capacidad operacional necesaria y posibilitar el cumplimiento de las exigencias impuestas.

Políticas

1. Reajustar las asignaciones de recursos financieros a las reales prioridades fijadas en la Institución.

2. Implementar medidas para incrementar la rentabilidad de los elementos dependientes que generan bienes y recursos económicos, a fin de lograr la autosuficiencia policial.

3. Implementar un sistema computarizado en el área administrativa contable que permita a los órganos de la conducción, disponer de un cúmulo de información, para optimizar las decisiones en el campo económico-financiero.

4. Instrumentar a través de una Inspección General, el efectivo control sobre todos los ingresos y egresos de la Institución, mediante la Auditoría Contable.

5. Gestionar el aumento del presupuesto policial, con la finalidad de:

a. Actualizar las bonificaciones por zona desfavorable, insalubridad, responsabilidad funcional jerarquizando el cargo, no-asignación de vivienda, capacitación, etc., incluyendo desarraigo.

b. Incrementar las vacantes en todas las jerarquías, de acuerdo a los análisis realizados.

c. Prever la asignación de becas y gastos de pasantías nacionales e internacionales.

d. Incrementar el cupo de combustible y lubricantes.

e. Proyectar la construcción de nuevas dependencias, depósitos, talleres, helipuertos y demás edificaciones necesarias para las distintas operaciones policiales.

f. Prever los gastos extraordinarios derivados de la función de la Policía de Seguridad y Judicial (gastos de traslados, viáticos, comisiones, accidentes de servicio, tareas propias de la seguridad de estado, gastos de representación, etc.).

g. Absorber los gastos de los siguientes rubros: alimentos, racionamiento del personal, forrajes para equinos y canes, combustibles y lubricantes, uniformes y equipos, insumos de oficina, productos medicinales y de sanidad, armas, municiones y explosivos, etc.

Comunicaciones e Informática

El avance vertiginoso de estas dos disciplinas, obliga a prestarles preferente atención, por cuanto se constituyeron en elementos indispensables en el funcionamiento de las organizaciones modernas. La Policía de Salta las tiene incorporadas y se procura un sistema único, ágil, y flexible a la incorporación de nueva tecnología.

Objetivo

Optimizar el funcionamiento de los sistemas de comunicaciones e informático policial.

Políticas

1. Renovar los sistemas de comunicaciones policiales, telefónicos, teletipográficas e informáticos, adecuándolos a los tiempos y a las necesidades actuales de la Institución.

2. Enlazar todas las dependencias policiales de la provincia en un sistema único de comunicaciones e informática.

3. Crear un sistema de seguridad en las comunicaciones e informática que proteja la información policial, impidiendo el ingreso no autorizado.

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CAPÍTULO VII

Doctrina de la conduccion policial (interna)

DOCTRINA DE LA CONDUCCIÓN POLICIAL

Introducción

La Policía de la Provincia de Salta, por ser una Institución que centra su accionar al mantenimiento de orden público y la paz social, debe nutrirse de hombres (superiores y subalternos) con verdadera vocación de servicios y conscientes que su accionar a la vez será el de la Policía misma, en consecuencia todo lo que haga o deje de hacer repercutirá en el prestigio e imagen policial.

Por ello, creo que antes de referirnos al arte de mandar, se hace necesario pensar y analizar al hombre como un todo o una unidad social, porque es él, quien será el eje central de toda nuestra temática. Conocer sus reacciones, emociones, sentimientos, capacidades y cualidades, nos permitirá instrumentar la forma o el modo de como hacer para dominar, es decir ejercer control sobre el mismo, pero lo que es más importante en esta oportunidad es conocer a través de ello, si el hombre podrá ejercer el mando, educar y conducir a sus semejantes.

Por supuesto que conocer ello no es todo lo que necesitamos, porque además se hace necesario tener presente en el mando, todas las leyes, reglamentos o disposiciones que rigen conductas dentro de nuestra Institución. Ello constituye el basamento legal que permiten ejercer el mando. Pero además se debe hacer notar, que con solo esgrimir el contenido de las leyes, no se estará aplicando correctamente el mando, porque primero se necesita conocer la individualidad de cada subordinado, de esa forma podremos considerar al hombre como tal y respetar su dignidad.

Lo que debemos recordar siempre es que jamás se debe dejar de valorar a un subalterno por menos que tenga o sea, porque siempre poseerá algo que se puede aprovechar o explotar, y donde nos podremos aferrar para lograr su voluntaria obediencia; sin lugar a dudas que este análisis estará a cargo de quien manda, porque es la única persona que primero debe conocer a sus subordinados, para recién ejercer el mando; por otro lado será responsable de saber más del que obedece, pero siempre teniendo presente que está para conseguir el bienestar del personal a sus órdenes.

Es de hacer notar que el mando siempre es dinámico, no hay una sola forma de ejercerlo, siempre existe una forma con cada persona, además porque la experiencia será quien pulirá la forma o modo de aplicación.

Un buen superior, día a día debe tratar de mejorar su relación con el subalterno, debe brindar confianza, debe tener sociabilidad y acercamiento, para de esa forma conquistar, ganar el corazón y lograr su lealtad. Por último, este material no enseñará la forma más adecuada de mandar, sino que ofrecerá los aspectos a tener en cuenta para ello, quedando a criterio de cada superior el método a aplicar para lograr una "voluntaria obediencia".

Mando Policial

El verdadero ejercicio del mando

El entendimiento examina si una orden es necesaria y conveniente, pero el corazón la reviste de una forma agradable para el que deba cumplirla. Una sola orden, comprensiva, expresada en el justo momento, puede dar origen a múltiples bendiciones y a tranquilizar espíritus. Hombres faltos de cordialidad son malos educadores y nunca lograrán la confianza de sus subalternos. Puede fácilmente apreciarse que seres con fuerte tendencia egoísta no gozan de la confianza en el medio en que actúan. Ninguna de las debilidades humanas comunes, destruyen la confianza, tan a menudo, tan rápida y radicalmente, como el egoísmo y lo más lamentable de esto reside en la circunstancia de que el hombre reconoce las inclinaciones egoístas de su prójimo mucho más aguda y rápidamente que las propias. Es imprescindible la propia disciplina primero, para recién poder vencer y desterrar el egoísmo.

La cordialidad y la confianza sólo pueden basarse en la incondicional justicia administrada por el jefe. Justo no es aquel que trata a sus subalternos de acuerdo con sus cualidades y cada caso, según las circunstancias, sino el que obra en forma general. El obrar en forma general, produce aquello que el subalterno no entiende: el esquematismo que lleva aparejado la injusticia. Ningún jefe puede esperar obtener la confianza de sus hombres mediante blanduras, pues justamente ocurre lo contrario. El personal sobre todo si es veterano y capaz, demanda un conductor enérgico, pero no arbitrario o malvado.

Las tristemente famosas "influencias" o "recomendaciones", contra las que desgraciadamente hay que chocar a menudo, constituyen una lacra en todo sentido. El capaz, cualquiera sea su grado, no necesita de ellas para marchar por claro camino y en cambio, el incapaz, que solo se mantiene mediante esas circunstancias, fracasará tarde o temprano por el deleznable de su proceder y caerá irremediablemente ante la primera exigencia. Toda vez que el superior permite que las "recomendaciones" influyan en sus actos, socava grandemente la confianza de sus hombres. Por ello para juzgar y valorar a un subalterno no puede ni debe haber otra cosa, ni nada más decisivo que su personalidad y su capacidad. Se rebaja a sí mismo en su propia dignidad el Superior que se forma juicio de un subalterno, sobre la base de las referencias formuladas por otro o bien se hace influir en su ánimo para luego amonestar o castigar a sus subordinados. Nada hay mejor que la observación diaria y directa del personal a nuestro mando.

La confianza recíproca que constituye la base para la unión íntima y total en las dificultades ante el peligro, sólo puede surgir en forma natural, cuando existe mutuo y real reconocimiento, no solamente como subalterno y jefe sino también de persona a persona. La confianza se crea y mantiene mediante el amor a la responsabilidad; mediante el saber y la capacidad para aplicar éste con la rectitud en el pensar y la sinceridad en el obrar, la justicia, la comprensión y el propio deseo de ser desinteresado.

Condiciones personales

El ejercicio del comando exigirá hombres de personalidad madura y armónica de criterio claro y previsor, independiente, sereno y firme en sus resoluciones perseverante y enérgico en la ejecución de ellas, insensible a los vaivenes de la lucha, con hondo sentido de la gran responsabilidad que pesa sobre él.

Las condiciones personales para el mando que se mencionan se las deberán considerar en un pié de igualdad. Todas serán importantes desde el punto de vista absoluto, pero el énfasis para aplicarlas dependerá en gran medida de objetivos particulares, que persigue el jefe, de las características de los individuos que integran la organización, de las circunstancias ambientales, de la oportunidad y de la personalidad del jefe. Las condiciones para el mando será la resultante de la interacción de la educación, la experiencia y el esfuerzo personal del jefe por conocerse y perfeccionarse. Ello le permitirá lograr de sus hombres con mayor facilidad las aptitudes y comportamientos positivos necesarios para cumplir con el objetivo y finalidad del mando, ello son: – Autocrítica – Abnegación – Aplomo – Audacia – Capacidad – Capacidad de resolución – Constancia – Discreción – Energía – Iniciativa – Integridad y corrección – Criterio – Justicia y ecuanimidad – Lealtad – Optimismo y entusiasmo – Porte – Resistencia – Valor.

Personalidad Policial. Importancia.

Un policía es un servidor público por excelencia, representa el orden y la seguridad pública. Su accionar profesional al amparo de la ética policial constituye sin lugar a dudas, la piedra angular de esta Institución. Pero debe tenerse presente que un hombre por más Capacidad intelectual y/o profesional que tenga, sin PERSONALIDAD se constituye en un ser vacío, sin definiciones, sin horizontes, sin ideales, es decir solo un ser viviente. Por ello cada uno de nosotros, en especial quienes hacemos uso del arte de mandar, debemos definir una personalidad institucional que nos deberá acompañar a lo largo de toda nuestra carrera, para lo cual se debe tener presente la personalidad que formamos desde el momento que tenemos uso de la razón.

Esta personalidad institucional, que para el pensamiento de algunos debe ser la misma que tenemos como hombre, debe ser distinta a aquella, por cuanto se trata de una personalidad moldeada a la vida institucional. No obstante, una vez adquirida esa personalidad, la misma sufrirá presiones propias de la naturaleza humana, que tenderán a calificar o descalificar una persona.

Individualidad y personalidad:

El hombre en sí, la individualidad es el sujeto indiviso, es el ser y la sustancia humana y por lo tanto, una integración de materia física, corporal y orgánica, por una parte y una sustancia – subsiste por sí – incorpórea anímica y espiritual por otra. La individualidad, jerarquizada por la educación, la cultura y la experiencia, con la fiscalización de la conciencia, adquiere la categoría de personalidad.

La personalidad consiste en tener un conjunto armonioso de virtudes activas y una manera propia y elevada de ver, sentir, razonar, decir y obrar. Resulta imprescindible entonces saber VER, ser objetivo, apreciar las aptitudes, los factores -ideas o cosas- como son y no como quisiéramos que fuesen. SENTIR porque nuestra calidad humana exige que nuestro corazón tenga capacidad emocional, ya que advierte y tiene razones que no son accesibles para nuestra mente. Al ser humano hay que aquilatarlo por sus ideas, actitudes y por la imagen que proporciona de su propio sentimiento y la mayor o menor grandeza de alma que evidencia. RAZONAR es un actitud inexcusable de los seres superiores que integran el número o género, es una peculiaridad humana que discrimina las ideas, sentimientos, acciones e intenciones. DECIR, porque ésta es facultad exclusiva del hombre, es el vehículo insuperable de la propia personalidad que se prodiga y de la ajena que nos ilustra o nos defrauda. OBRAR es el resultado de trabajo y de la acción de la mente, cuerpo y espíritu.

Sin penetrar hondo en el quehacer objetivo, subjetivo y/o metafísico de los atributos de la personalidad, tenemos siempre una clara conciencia de su valor y de su valer. Nada halaga tanto a nuestro espíritu como que en la calificación anual nuestros superiores expresen que tenemos personalidad. Es una exigencia de nuestra sana ambición al cabo de un año policial, como premio a nuestros desvelos en el cumplimiento abnegado de las obligaciones y deberes, por ello quienes tenemos personas a cargo, por lo menos al fin de la gestión o en la proximidad de los cambios de destinos anuales, es acertado que el superior agradezca a su personal él haberlo acompañado, comprendido, escuchado, valorado, tanto en los buenos como malos momentos, porque a EL se debe una autoridad; y si por esa cosas propias de la función policial, durante la gestión tuvo inconvenientes con algún personal, también debe estrechar la mano con los mismos, no como un acto de falsedad sino de que se trataba de situaciones laborales.

Siendo la personalidad una relevancia de la individualidad, una virtual categoría del YO consciente y generoso, una elevación y afirmación del ser y de la conducta virtuosa e idealista, podemos afirmar que no tienen personalidad los pícaros, los delincuentes, los malvados y perversos, los impíos y los estúpidos, pero si tienen índole o catadura o cualquier cosa parecida. Tampoco tienen personalidad los tontos, los opas y los imbéciles, pues padecen una suerte de enfermedad que los disculpan. Los ignorantes tampoco la poseen, pero es justo admitir que muchas veces no tienen culpa de no haber podido acceder a la educación y a la cultura, y en ello la responsabilidad es de todos.

Disciplina Policial

Disciplina significa originalmente, a juzgar por la etimología, la relación de maestro a discípulos, como así también las reglas que enseñaba el primero a sus alumnos; pero más se utilizaba el término para significar "el conjunto de reglas tácticas o de reglamentos escritos que se destinaban a asegurar el buen orden y la regularidad de un grupo de individuos".

El origen de este término en consecuencia indica "enseñanza", aunque en mucho de los casos se utiliza descuidadamente para significar castigo, reprensión o cosa semejante. Lo importante de todo esto es que el término se encuentra presente en todos los órdenes de la vida social, por cuanto representa "orden". Por ende también debe encontrarse presente en el seno policial, porque la disciplina en una dependencia policial no es distinta de la que se tiene en una fábrica, en las fuerzas armadas, en un sistema escolar o en un equipo deportivo, porque siempre en cualquier campo existen reglas y requisitos para todos sus miembros, como así un sistema de castigos por infracciones a estas reglas.

Si la disciplina está presente en todos los órdenes y es necesario, dentro de la Institución se debe evitar el relajamiento, por cuanto cualquier unidad puede convertirse de un equipo eficiente en una chusma desorganizada, porque el orden desaparecería. Nada hay tan insidioso ni tan contagioso como burlar deliberadamente las reglas, los reglamentos, las normas o el mando. Una vez que el jefe deja pasar estas faltas, comienza a disminuir su propia fe en la disciplina, si tolera la impuntualidad, la falta de respeto o la mala apariencia en sus subalternos, pronto comienza a tolerarlas en sí mismo y si su superior a su vez la tolera, la infección comienza a extenderse en proporciones desmedidas y sólo el fuerte de voluntad y el firme de carácter quedarán inmunes.

Ahora bien, ¿ Qué es disciplina? al respecto encontramos varias definiciones, en el presente indicaremos solo algunas de ellas:

– Fuerza que nos obliga a ejecutar las intenciones del jefe por deber o interés general.

– Deber ideal hecho práctico que se ha introducido en la Policía en forma necesaria y se ha asegurado su cumplimiento con sanciones.

– Estado de orden y obediencia existente en el individuo o en el grupo y que se manifiesta a través de la subordinación, el respeto y la lealtad.

Existen varias formas de disciplina, por ejemplo tenemos aquellas que hacen del hombre un autómata, que lo gobiernan tajantemente a través de las normas o reglamentaciones y muy por el contrario existe otra forma mediante la cual se obtiene la obediencia en forma voluntaria, ésta última debiera ser la forma más utilizada, pero por lo general siempre ocurre lo contrario, quizás por la falta de condiciones personales para el mando o la falta de educación e instrucción.

Por otro lado, debemos comprender que la disciplina no implica abundancia de leyes y reglamentos, porque ello obnubila la noción del bien y del mal, como así también evidencia una falta de preparación, pobreza de alma y falta de capacidad del conductor; por esa razón estamos convencidos que la disciplina aplicable es aquella en la que se logra la voluntaria obediencia, no gracias al cumplimiento de las leyes, coacción o coerción sino por convencimiento, devoción, espíritu de cooperación e iniciativa.

Por otro lado, el hacer cumplir la disciplina deberá ser responsabilidad de todos, pero lógicamente no por ello se deberán cometer abusos, porque en ese caso la disciplina desaparecería; al respecto uno de los abusos más peligroso y ciertamente el más desalentador, es la de castigar a un grupo por la falta cometida por una persona, por supuesto a no ser que la culpabilidad sea compartida y ello porque la finalidad de la disciplina es enseñar y no perjudicar. Debe tenerse presente que las personas, sea inteligentes o no, son difíciles de engañar, especialmente los policías, porque su trabajo consiste en "olfatear" una situación rara, y son muy aficionados a ello. No tardan mucho en darse cuenta cuando un superior mortifica a un subalterno por razones personales o deja que sus conflictos de personalidad influyan sobre su buen juicio.

Muchas veces se utiliza la rigidez de la disciplina para obtener autoridad, pero es un rumbo equivocado ya que la misma solo se podrá tener por medio de la capacidad, el respeto y un alto sentido de responsabilidad. Por último la disciplina depende de los lazos invisible de mutuo respeto e interdependencia entre el superior y el subalterno. NO HAY OTRA FORMA.

Disciplina y subordinación

Definido el concepto de disciplina, su necesidad e importancia, podemos indicar que los elementos que influyen en "ella", son la educación, la capacitación, el ejemplo y el respeto. del superior, en cambio son factores negativos para la disciplina, la injusticia, la arbitrariedad, la precaria educación, la deficiente instrucción, la presuntuosidad, la arrogancia, la ignorancia y la desmedida ambición.

Ahora bien de dónde surge la relación disciplina – subordinación? toda comunidad para que sea organizada requiere de un ORDEN que solo se logra con personas educadas y conscientes de sus derechos y obligaciones. Este orden que lo conocemos como la "disposición concertada y armoniosa de las cosas", presupone la existencia de superiores y subalternos dentro de una misma comunidad, donde unos mandan y otros obedecen.

En consecuencia si llevamos este concepto a la Institución podemos decir que del concepto de orden surge el de subordinación, que como su nombre lo indica consiste en colocarse voluntariamente bajo un orden, aceptar de buen agrado una ordenación superior, que es establecida por el mando, sostenida por la disciplina y requerida por el servicio, salirse arbitrariamente de ese orden, significa insubordinarse o sea desconocer la responsabilidad legal de los que mandan y su capacidad virtual para mandar, revelarse contra la disciplina y negar en menor o mayor grado, el objeto del servicio, de ahí que la subordinación supone un estado espiritual propicio, una consciente humildad para someterse a la disciplina, para reconocer que ella crea el ambiente necesario y propicio para la enseñanza, la relación intelectual y moral que debe existir entre discípulos y maestros.

Nuestra Institución ha constituido una de sus bases más firmes en el deber de obediencia; por esa causa resulta necesario para todo Policía la observación más absoluta de las leyes y los reglamentos, la obediencia inmediata y sin dilaciones a las órdenes superiores y el más profundo respeto por la autoridad del que manda. Sus miembros jamás deben olvidarse que tanto la disciplina como la subordinación, forma parte integral y necesaria de la organización policial; como así también que el respeto y la obediencia a los superiores debe ser constante e inalterable, evitando siempre emitir juicios sobre los actos de aquellos, criticar sus órdenes o murmurarlas o mostrarse disconforme por considerarlas inadecuadas, porque cometer alguna de dichas acciones constituye un serio ACTO DE INDISCIPLINA, que no solo debe ser observado sino encauzado, hasta en algunos de los casos sancionados, si ya se agotaron todas las vías de diálogo.

No obstante ello, debe recordarse que el superior es responsable de las órdenes que imparte y de las consecuencias que las mismas produzcan, pero el subalterno es responsable de la ejecución de esas órdenes, comunicar a sus superiores el resultado de lo cumplido o de los inconvenientes presentados.

El superior

La capacidad integral

El Superior es el que concibe y manda las acciones requeridas por el servicio. Cualquier conjunto de personas, por más voluntad que tenga, no puede realizar con éxito una tarea si alguien con más saber y experiencia, no los dirige. La ambición u orgullo personal se resisten por naturaleza a la autoridad hasta que la necesidad, el apremio o el orden hacen sentir la necesidad de un rector o guía, a quien confiar la dirección del esfuerzo común; por eso donde varios deban realizar una tarea común hace falta un Superior, de ahí que desde el inicio de la humanidad el Superior ha sido siempre imprescindible y necesario.

El Superior es la persona que ejerce el mando, el comando y la conducción de cualquier organización, pero para ello debe poner en evidencia su capacidad integral: física, espiritual, intelectual y funcional, pero además debe demostrar sus cualidades, tales como sentido común, voluntad, objetividad, carácter, abnegación, Energía, inteligencia, entre otras.

El Superior se relaciona con sus subordinados por los informes que recibe y las órdenes que imparte, celando el cumplimiento de obligaciones y deberes con su presencia física o por intermedio de sus colaboradores; jamás ha de estar ausente en los momentos de peligro o cuando la tarea a realizar por la unidad a sus órdenes implique riesgo o sea de importancia y responsabilidad, debe ser no sólo un sensor o un vigilante, sino principalmente, un maestro, un padre y un amigo.

Ello le exige saberse el oficio y saberlo enseñar, porque enseñando perfecciona su propio arte de mandar, ya que como expresa San Agustín "enseñar es la mejor manera de aprender".

Sus órdenes han de ser claras y precisas: nada a faltar y sobrar. Debe exigir que los informes que demanda, han de ser fidedignos y oportunos. Sus inspecciones deben incidir en los aspectos esenciales del servicio para comprobar el cumplimiento de las órdenes que ha impartido y el celo puesto en la acción por los subordinados, por lo tanto no debe detenerse en minucias.

No ha de salirse de su esfera de acción, debe fiscalizar el cumplimiento de las órdenes, ya que comprobar la eficacia del servicio no significa coartar en el subordinado su estilo de cumplir. Es evidente que el superior no debe encolerizarse. Quien no se domina a sí mismo, mal puede dominar a los demás. Tampoco debe gritar a menos que el ámbito lo requiera, como desahogo de su contrariedad.

Debe ser auténtica y cabalmente bueno, no hacerse el bueno en procura de una inadmisible aureola de paternidad, porque su capacidad profesional, arte y el celo puesto cada día en su función le hace ganar por sí solo el prestigio que requiere el ejercicio de su mando.

Como Superior asume las innumerables obligaciones y deberes de su grado y de su cargo por ende tiene el inalienable derecho de ser obedecido y dudar, pero ser obedecido por imperio de la ley, la disciplina y su talento.

El Superior debe tener el suficiente hábito de la vida intelectual para pensar rápidamente. Ante cualquier evento sorpresivo no debe reaccionar físicamente, como los harían los animales, sino razonando; la vida de sus hombres dependen más de lo que ordene que de lo que haga. El verdadero Superior siempre ha de mantenerse en estado de pensar y mandar.

En el trato con sus subordinados ha de ser preciso, firme y circunspecto no olvidando la sentencia de San Bernardo, que dice: " la familiaridad en el trato del superior produce un subalterno impertinente ".

Virtudes policiales

Lo que a continuación indicaremos son las virtudes ideales que en orden prioritario son necesarias en todo el personal policial:

1. Virtudes físicas.

2. Virtudes volitivas

3. Virtudes intelectuales.

4. Virtudes espirituales.

5. Virtudes funcionales.

Integridad ética

Para alcanzar esta virtud, se hace necesario reunir los siguientes aspectos:

1. Sabiduría, inteligencia y sentido común.

2. Lealtad, justicia y amor a la verdad.

3. Independencia de juicio y apoliticidad.

4. Circunspección, modestia y austeridad.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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