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Literatura latino americana contemporánea




Enviado por Eugenia Sol



  1. Literatura latinoamericana
  2. El realismo mágico
  3. El Realismo Mágico y Latinoamérica
  4. Boom latinoamericano

Literatura latinoamericana

La literatura latinoamericana surge, estrictamente, con el advenimiento del modernismo de José Martí, Rubén Darío, José Asunción Silva, apartándose del cánon europeo.

El momento de mayor auge de la literatura latinoamericana surge mediante el denominado Boom y que corresponde con la denominada literatura real-maravillosa. José Donoso da una clara explicación del fenómeno en su obra autobiográfica Historia personal del Boom.

Entre sus escritores fundamentales se encuentran, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Quiroga, Puig, Onetti, Pablo Neruda, Lemebel, César Vallejo, Ciro Alegría, José Carlos Mariátegui, Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique, José Vasconcelos, Gabriel García Márquez, Alejo Carpentier, José Lezama Lima, Arenas, Fernando Vallejo, Augusto Roa Bastos y Asturias.

Cualquier reflexión sobre la literatura latinoamericana establece de inmediato una doble característica aparentemente contradictoria: la unidad y la diversidad:

  • la unidad de las letras latinoamericanas viene dictada por la comunidad del idioma, por el hecho radical de compartir el español como lengua común.

  • En cuanto a la diversidad, puede decirse que es una de las consecuencias históricas de la formación de las nacionalidades en América.

De ahí que en el contexto latinoamericano la clasificación literaria por grupos nacionales pierda de vista las afinidades entre movimientos, la confluencia de estilos, la idéntica preocupación por una temática, la unidad, en suma, de un hecho literario que se expresa en una misma lengua con una portentosa gama de peculiaridades regionales.

No es tarea fácil, ni llegan a un total acuerdo los críticos literarios, en hacer una clasificación de los escritores latinoamericanos nacidos en las primeras décadas del Siglo XX.

Se han estudiado algunas tendencias comunes tratando de clasificar en realismo mágico, literatura indigenista, el criollismo, la literatura política, la narrativa de la Revolución mexicana y otras formas actuales.

El realismo mágico posee como caracteres que lo distinguen:

  • Planos de realidad y fantasía: hay hechos de la realidad cotidiana combinándose con el mundo irreal, fantástico, del autor, con un final inesperado o ambiguo.

  • Escenarios americanos: en mayoría ubicados en los niveles más duros y crudos de la sociedad o que más reflejan el primitivismo cultural.

  • Es una literatura para lectores cultivados, no es popular.

  • El autor se encuadra fuera de la realidad representada. La estrategia del escritor consiste en sugerir un clima sobrenatural sin apartarse de la naturaleza y su táctica es deformar la realidad Personajes, cosas, acontecimientos son reconocibles y razonables, pero como el narrador se propone a provocar sentimientos de extrañeza desconoce lo que ve y se abstiene de aclaraciones lógicas. No hay tampoco ambigüedad ni análisis psicológico de los personajes, sino oposiciones bien definidas, y éstos no se desconciertan jamás delante de lo sobrenatural.

"Lo maravilloso no es maravilloso, sino natural". El realismo surge como un milagro o como una alteración privilegiada de la "realidad". También, evita cualquier efecto emotivo de escalofrío, miedo o terror, provocado por un acontecimiento insólito. Lo insólito deja de ser el "otro lado", lo desconocido, para incorporarse a lo real, la maravilla en esta es la realidad.

El realismo mágico no es una expresión literaria mágica, su finalidad no es la suscitar emociones sino más bien expresarlas, y es por sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad.

La literatura indigenista, como su nombre lo indica, toma el tema
del indio como predominante. En especial esta literatura se desarrolla en los
países andinos, donde indios y mestizos abarcan una gran parte de la
población. En las obras se refleja una raza despojada y oprimida, con
una dolorosa descripción de la realidad social, que sirve de denuncia
o protesta. En este movimiento se destacan escritores como Ciro Alegría,
Jorge Icaza, Juan Rulfo, César Vallejo, José María Arguedas,
Alcides Arguedas, entre otros.

Hay otro grupo de escritores que desarrollan el tema urbano dentro del realismo social, como Manuel Gálvez, Alfredo Pareja Díez-Canceco y Manuel Rojas.

Y sin clasificarlos plenamente, pero pertenecientes a la más alta producción literaria latinoamericana, resaltan los nombres de Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Ernesto Sábato, Jorge Amado, Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti, Gabriel García Márquez, Rómulo Gallegos, José Eustasio Rivera, Mariano Azuela.

El realismo mágico

Origen del realismo mágico

El realismo mágico tiene sus raíces en la cultura latinoamericana, a partir de las interpretaciones de los europeos en la etapa de la colonización del nuevo continente.

Las crónicas de esa época son ricas en el relato y descripción de cosas absolutamente maravillosas, producto de la extrañeza que provocaba en los exploradores, las cosas que veían en sus viajes.

Es a partir de esta tradición de la interpretación de la realidad del nuevo continente a través de ojos europeos que se creó una visión sobrenatural de la realidad latinoamericana. La aparición de un grupo de escritores latinoamericanos contemporáneos entre sí, que cuestionaban esta visión, dio base a lo que posteriormente se conoció como realismo mágico.

Durante las décadas del '20 y del '30, muchos escritores y artistas latinoamericanos viajaron a Europa para incorporarse al surrealismo, buscando los aspectos sobrenaturales necesarios para crear una realidad basada en los sueños y el subconsciente.

A su regreso a Latinoamérica, percibieron que no era necesario buscar esa realidad extraña en el viejo continente, que de hecho se encontraba en sus propias culturas y países. Uno de los primeros escritores que transitó estos temas, fue Alejo Carpentier. Tanto él como su compatriota Lydia Cabrera, fueron quienes ayudaron a iniciar el reconocimiento mundial de los escritores latinoamericanos. A pesar de encontrarse ambos en París hacia la misma época, los planteos teóricos de Carpentier, que en parte escaparon a su propia aplicación, fueron intuitivamente aprovechados por Lydia Cabrera.

El realismo mágico de estos dos pioneros converge en ciertos aspectos y se abre en sus fundamentos sirviendo de puntal para lo que luego sería uno de los fenómenos más importantes de las letras latinoamericanas. La rígida formación intelectual de Alejo Carpentier le impidió, en última instancia, penetrar lo que él mismo señalaba como nuevo, mientras que el empirismo de Lydia Cabrera le permitió capturar en parte el realismo mágico de los afro-caribeños.

Alejo Carpentier al querer distanciarse del surrealismo, identificó el aspecto único de Latinoamérica como "lo real maravilloso. Carpentier considera que las técnicas surrealistas son equivocadas por el absoluto sentido artificial de lo maravilloso. Allí rompe con el surrealismo y orienta su atención hacia la realidad latinoamericana.

Carpentier fundamenta su análisis de lo maravilloso en el caudal de mitologías y creencias que él considera vigentes, y su alejamiento de la escuela europea es aún más profundo por el sentido de descubrimiento que experimenta cuando regresa a Cuba, en 1939, y cuando visita Haití, en 1943. Es un pionero porque su categoría de conocimiento es la primera expresión teórica de los profundos cambios que maduraban en el reflejo de esa realidad en la novela y que empezaban a manifestarse prácticamente de forma simultánea e independiente en numerosos autores.

Obviamente la realidad latinoamericana es más amplia y variada que el marco propuesto por Carpentier. Hay otras constantes que quedan opacadas, como las luchas por la liberación y el deseo de alcanzar la plenitud. En "lo real maravilloso" se supera en parte el carácter pintoresco del color local, pero los profundos y violentos conflicto sociales quedan enmascarados.Sin embargo, esta particular forma de expresión literaria puede ser interpretada desde otros puntos de vista, y contrapuesta como el extrañamiento del mundo de los colonizados ante el avance de la colonización, y podría afirmarse que se transforma en una particularísima visión y descripción de los males propios del imperialismo en esas tierras.

El concepto de lo maravilloso implica un sentido de sorpresa frente a fenómenos inusuales, inesperados o improbables. Puede ocurrir como resultado deliberado de la manipulación de la realidad, por la percepción del artista y por intenciones sobrenaturales que provocan la presencia de algo diferente de lo normal.

Carpentier juega con esta categoría en diferentes direcciones, pero sintetiza el realismo mágico en tres puntos:

  • primero, como una literatura maravillosa de origen europeo con referencias a eventos sobrenaturales

  • segundo, la realidad maravillosa es más maravillosa que esa literatura y, por lo tanto, cabe hablar de lo "maravilloso americano"

  • tercero, que lo "real maravilloso" de América podrá trasladarse a la literatura solamente a condición de que los escritores tengan fe en que esa América es maravillosamente real.

¿Quién fue entonces el primer escritor realista-mágico? En una entrevista concedida en Madrid en 1978, Gabriel García Márquez afirmó que la primera obra maestra de la literatura mágica es el Diario de Cristóbal Colón, que ya estaba contaminada de la magia del Caribe.La propia historia del libro resultaba inverosímil, pues en ésta se describe desde animales mitológicos hasta seres sobrenaturales. Y aunque probablemente Colón, relató todo esto tan sólo con el fin de obtener apoyo de los Reyes Católicos, su texto dio origen a todo en movimiento literario que se expande y trasciende cada vez más.

El Realismo Mágico y Latinoamérica

En la literatura, el Realismo Mágico es un género en el que el autor combina elementos fantásticos y fabulosos con el mundo real, creando un equilibrio entre una atmósfera mágica y la cotidianidad, quebrantando las fronteras entre lo real y lo irreal, ubicando cada uno de estos en el lugar del otro.

Diferenciándose del uso tradicional de los elementos fantásticos en la literatura, el Realismo Mágico presenta lo real como maravilloso y viceversa, planteando como un suceso común, tanto para el lector como para los personajes de la obra, escenas y hechos fabulosos, mientras que brinda a su vez un carácter fantástico e irreal a actos de la vida común.

Desde mediados del siglo XX, la narrativa latinoamericana amplía su perspectiva más allá de la naturaleza, los indígenas y demás temas comunes de la novela realista. Revoluciones culturales y políticas, un amplio apego a la superstición, regímenes autoritaristas y demás procesos locales se combinaron con las vanguardias europeas, el psicoanálisis y las principales inquietudes del mundo entero sobre los problemas humanos y existenciales, ofreciendo a la pluma latinoamericana un escenario ideal para impulsar el Realismo Mágico en la lieteratura, convirtiéndolo en una senda hacia la consolidación de una identidad regional.

El realismo mágico es la respuesta latino americana a la literatura fantástica de mediados del siglo XX.. Se define como la preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. No es una expresión literaria mágica, su finalidad no es la de suscitar emociones sino mas bien expresarlas y es, sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad.

El realismo mágico refleja a través de su fantasía toda una serie de supersticiones, creencias populares y religiosas que son propias del sentir latinoamericano. Pese a encontrarse en algunos novelistas europeos, este género es propio de la literatura de América Latina, prosperando durante la década del sesenta y parte del setenta y provocando lo que se denominó el 'boom' de la novela latinoamericana; conviviendo con una etapa histórica donde las dictaduras confrontaban con una cultura que buscaba apartarse del autoritarismo y exiliarse de la persecusión.

En medio de este proceso la crítica conoce nuevos nombres: Alejo Carpentier, Jorge Luis Borges, Miguel Angel Asturias y Juan Rulfo destacan entre otros. Años después, en la década de los 60 hacen aparición escritores como Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, que consolidan la literatura latinoamericana en el ámbito cultural mundial.

Obras representativas:

  • Cien Años de Soledad, Gabriel García Márquez.

  • El reino de este mundo, Alejo Carpentier.

  • El hombre de maíz, Miguel Ángel Asturias.

  • La casa de los espíritus, Isabel Allende.

  • La fiesta del chivo, Mario Vargas Llosa.

Aspectos resaltantes del Realismo Mágico

Los siguientes elementos estan presentes en muchas novelas del realismo mágico, pero no necesariamente todos se presentan en las novelas y también otras obras pertenecientes a otros géneros pueden presentar una que otra caracteritica similar.

• Contenido de elementos mágicos/fantásticos, percibidos por los personajes como parte de la "normalidad".

• Elementos mágicos tal vez intuitivos, pero nunca explicados.

• Presencia de lo sensorial como parte de la percepción de la realidad.

• El tiempo es percibido como cíclico, no como lineal, según tradiciones disociadas de la racionalidad moderna.

• Se distorsiona el tiempo, para que el presente se repita o se parezca al pasado.

• Transformación de lo común y cotidiano en una vivencia que incluye experiencias "sobrenaturales" o "fantásticas".

• Preocupación estilística, partícipe de una visión "estética" de la vida que no excluye la experiencia de lo real/social.

Características

Temas

Dentro del realismo mágico podríamos encontrar también elementos de auto-reconocimiento de los escritores latinoamericanos, la búsqueda y justificación de si mismos y identidad latinoamericana fuera del contexto europeo. La temática se extrae de tres aspectos fundamentales americanos: Diversidad de épocas históricas. Esencia cultural del mestizaje. Lo prehispánico en sus valores mitológicos.

Espacio

Mínimo y vital. Dinamiza y activa el contenido de las acciones. Atmósfera interiorizada

Literatura latinoamericana

Boom latinoamericano

"Boom"

La nueva Literatura Latinoamericana

A partir de 1960 ocurre en las letras hispánicas un fenómeno inusitado: la aparición de un grupo numeroso de escritores jóvenes, narradores y novelistas. Algunos de ellos fueron críticos literarios y escritores, los cuales hacían las esplicaciones, valorizaciones y críticas de las obras de sus compañeros. Otro dato que anotar fue la gran cantidad de lectores que surgió en esa época, quienes leían con avidez las novelas de éstos escritores.

Este "boom" es conocido como la Nueva Literatura Latinoamericana. A partir de este lapso la "nueva novela" toma un papel importante tanto para América como para Europa.

Esta literatura presenta algunas características:

  • la desintegración de las formas tradicionales de la novela, debido a que con esta nueva novela se tratan nuevas técnicas y el lector se convierte en un "lector cómplice" y dejará de ser aquel lector pasivo de antes

  • La simultaneidad del lenguaje, aquí el autor utilizará un lenguaje variado de podría hacer denotar las distintas clases sociales, diversidad de lugares y regiones que a la vez que son diferentes su lenguaje también, ya no se utilizará en exceso aquel lenguaje directo, literario. El argumento de la novela es borrado por el lenguaje de personajes y narradores, que serán ahora "hablantes" simultáneos.

  • La novela como ficción total; en esta parte ocurre una ruptura con la realidad circunstancial, los nuevos escritores emprenden la ruta hacia la imaginación creadora y el realismo mágico con la invención de lugares, nombres y personajes. Un gran ejemplo sería "Cien Años de Soledad", sin embargo a partir de Mario Vargas LLosa, Gabriel García Márquez entre otros la novela se convierte en un territorio imaginativo que totaliza la realidad en todos los planos.

Se conoce como Boom latinoamericano o como promoción del Realismo mágico a una serie de escritores de la segunda mitad del siglo XX habitualmente promocionados desde Barcelona por la editorial Seix-Barral y que actualmente constituyen lo más valioso de la literatura escrita en castellano.

El boom latinoamericano se desarrolló y desarrolla en diferentes fases. Entre los más destacados autores de la primera figuran los argentinos Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Ernesto Sábato y Adolfo Bioy Casares; los colombianos Gabriel García Márquez y Álvaro Mutis, los mexicanos Octavio Paz, Juan Rulfo y Carlos Fuentes; los cubanos Alejo Carpentier, José Lezama Lima y Guillermo Cabrera Infante; los peruanos Mario Vargas Llosa y Alfredo Bryce Echenique; los uruguayos Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti; los chilenos José Donoso y Jorge Edwards; el paraguayo Augusto Roa Bastos y el venezolano Arturo Úslar Pietri

Alejo Carpentier (Cuba, 1904-1980)

Novelista, ensayista y musicólogo cubano, que influyó notablemente en el desarrollo de la literatura latinoamericana, en particular a través de su estilo de escritura, que incorpora todas las dimensiones de la imaginación -sueños, mitos, magia y religión– en su idea de la realidad. Nació en La Habana el 26 de diciembre de 1904, hijo de un arquitecto francés y de una cubana de refinada educación. Estudió los primeros años en La Habana y a la edad de doce años, como la familia se trasladó a París durante unos años, asistió al liceo de Jeanson de Sailly, y se inició en los estudios musicales con su madre, desarrollando una intensa vocación musical. Ya de regreso a Cuba comenzó a estudiar arquitectura, pero no acabó la carrera. Empezó a trabajar como periodista y a participar en movimientos políticos izquierdistas. Fue encarcelado y a su salida se exilió en Francia. Volvió a Cuba donde trabajó en la radio y llevó a cabo importantes investigaciones sobre la música popular cubana. Viajó por México y Haití donde se interesó por las revueltas de los esclavos del siglo XVIII. Marchó a vivir a Caracas en 1945 y no volvió a Cuba hasta 1959, año en el que se produjo el triunfo de la Revolución castrista. Desempeñó diversos cargos diplomáticos para el gobierno revolucionario, murió en 1980 en París, donde era embajador de Cuba.

Carpentier recibió la influencia directa del surrealismo, y escribió para la revista Révolution surréaliste, por encargo expreso del poeta y crítico literario francés André Breton. Sin embargo, mantuvo una posición crítica respecto a la poco reflexiva aplicación de las teorías del surrealismo e intentó incorporar a toda su obra la 'maravilla', una forma de ver la realidad que, mantenía, era propia y exclusiva de América. Entre sus novelas cabe citar El reino de este mundo (1949), escrita tras un viaje a Haití, centrada en la revolución haitiana y el tirano del siglo XIX Henri Christophe, y Los pasos perdidos (1953), el diario ficticio de un músico cubano en el Amazonas, que trata de definir la relación real entre España y América siguiendo la conquista española. Se considera que es su obra maestra, un intento de llevar a cabo su idea de construir una novela que llegue más allá de la narración, que no sólo exprese su época sino que la interprete. Guerra del tiempo (1958) se centra en la violencia y en la naturaleza represiva del gobierno cubano durante la década de 1950. En 1962 publicó El siglo de las luces, en la que narra la vida de tres personajes arrastrados por el vendaval de la Revolución Francesa. Más que una novela histórica, o una novela de ideas es, en la interpretación de algunos críticos, una cabal novela filosófica. Concierto Barroco (1974) es una novela en la que expone sus visiones acerca de la mezcla de culturas en Hispanoamérica. Finalmente El recurso del método (1974) y La consagración de la primavera (1978), obras complementarias y difíciles; la primera ha solido -considerarse como la historia de la destrucción de un mundo-, la caída del mito del hombre de orden, mientras que la segunda representa la larga crónica del triunfo en Cuba de un nuevo mito, que Carpentier trata de explicar desde su imposible papel de espectador: el autor trata de explicar el inconciliable desajuste entre el tiempo del hombre y el tiempo de la historia.

A pesar de su corta producción narrativa, Carpentier está considerado como uno de los grandes escritores del siglo XX. El fue el primer escritor latinoamericano que afirmó que Hispanoamérica era el barroco americano abriendo una vía literaria imaginativa y fantástica pero basado en la realidad americana, su historia y mitos. Su lenguaje rico, colorista y majestuoso está influido por los escritores españoles del siglo de Oro y crea unos ambientes universales donde no le interesan los personajes concretos, ni profundizar en la psicología individual de sus personajes, sino que crea arquetipos -el villano, la víctima, el liberador- de una época.

Lydia Cabrera ( 1900 – 1991 )

Es la persona que mejor ha descrito las creencias y prácticas de las religiones africanas traídas a Cuba por los negros esclavos. En la isla la religión más aceptada por la sociedad siempre ha sido el catolicismo pero son las religiones africanas las dueñas de la devoción. Debido a su falta de aceptación y considerarse creencias inapropiadas, por mucho tiempo se clasificaron de ocultismo y por tanto tabú. Lydia Cabrera las trajo a la luz, las presentó como son, terminando con la incredulidad.Entre sus libros encontramos algunos de cuentos. Leyendas de la sociedad negra en Cuba pasadas de padrinos a ahijados de gran valor cultural y religioso. Uno de sus libros El Monte es considerado La Biblia por muchos creyentes.

Nacida en Nueva York, sus padres regresaron a Cuba cuando aun era pequeña. Desde los catorce años ya se publicaba en los periódicos de La Habana bajo el seudónimo de Nena. Durante su juventud vivió un tiempo en París. Colaboró en muchas publicaciones cubanas y francesas. De los escritores contemporáneos cubanos, posiblemente Lydia Cabrera sea la más aclamada y reconocida por el público. Con respecto a estudios en la cultura Afrocubana, Lydia Cabrera, es la última palabra.

Mario Vargas Llosa (Perú, 1936)

Escritor peruano, considerado uno de los más grandes novelistas hispanoamericanos de la segunda mitad del siglo XX, al lado de Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez. Es básicamente un realista, y a veces un regionalista, cuyas obras reflejan la convulsa realidad social peruana (y en algún caso, latinoamericana), sacudida por conflictos de tipo racial, sexual, moral y político. Su representación artística de esa problemática no es, sin embargo, mimética o naturalista, sino que incorpora las técnicas narrativas más innovadoras de la novela contemporánea (multiplicidad de focos narrativos, montaje de planos espacio-temporales, efectos expresionistas, monólogo interior). Es, por la fecundidad, riqueza y hondura de su obra creadora y por su continua presencia en el debate sobre asuntos relativos a libertad, violencia, censura y justicia, una de las personalidades intelectuales más activas e influyentes de la actualidad. Ha sido traducido a numerosísimas lenguas y ha ganado los mayores premios literarios internacionales, entre ellos el Premio Cervantes. En 1995, fue elegido académico de número de la Real Academia Española. Nació en Arequipa y estudió en ese lugar, Bolivia, Piura y Lima. En 1959 viajó a París y luego a Madrid, donde estudió y publicó su primer libro, Los jefes, una colección de cuentos. Pasó un largo tiempo en exilio voluntario, primero en París, después en Barcelona y finalmente en Londres, donde reside actualmente; entre 1974 y 1990 vivió en su país. Recientemente, adoptó la ciudadanía española. Alcanzó la fama por primera vez al ganar el importante Premio Biblioteca Breve, de Barcelona, con su novela La ciudad y los perros (1963), que es una de las expresiones más características de ese momento de renovación en la novelística hispanoamericana que se conoce como "el boom", del cual era el representante más joven. La novela reelabora sus experiencias en el colegio militar Leoncio Prado, con imágenes de gran violencia, tensión dramática y cuestionamiento moral sobre autenticidad, responsabilidad y heroísmo. La destreza técnica y el virtuosismo de su lenguaje narrativo son todavía mayores en las dos siguientes novelas: La casa verde (1966), que aprovecha memorias de sus años en Piura para componer un gran mural de acción y degradación sexual; y Conversación en la Catedral (1969), que transcurre durante los oscuros años de la dictadura de Manuel A. Odría (1948-1956) intentando un vasto análisis de los círculos del poder, el mundillo del periodismo amarillo y los cabarés de mala muerte. En 1967 publicó su notable relato Los cachorros. La rigurosa objetividad y la indeclinable tensión con las que plantea sus conflictos, cede un poco en la segunda etapa de su producción novelística, que se distingue por toques de humor grotesco, como en Pantaleón y las visitadoras (1973), o por retratarse a sí mismo en su relato, como en La tía Julia y el escribidor (1977), en la que narra episodios de su primer matrimonio y sus comienzos literarios. La guerra del fin del mundo (1981) es una vuelta al estilo de composición épica de su primera etapa y una rara incursión en el mundo sociopolítico del Brasil de fines del siglo XIX, siguiendo el modelo de gran reportaje establecido por Euclides da Cunha. En la última porción de su obra narrativa, se entremezclan las novelas cuyo tema es esencialmente político Historia de Mayta (1984), Lituma en los Andes (1993), ¿Quién mató a Palomino Molero? (1986) o erótico Elogio de la madrastra (1988). El hablador (1987) señala un retorno al mundo de la selva, uno de sus ambientes favoritos, para contar una historia sobre identidades culturales y diferencias antropológicas. Una importante porción de su obra ensayística puede leerse en Contra viento y marea (1983-1990). Sus memorias tituladas El pez en el agua (1993) ofrecen un apasionante y minucioso recuento de su experiencia como frustrado candidato presidencial en las elecciones peruanas de 1990. Ha escrito además libros de crítica literaria, obras teatrales e incontables páginas periodísticas en diversos lugares del mundo.

Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1899-1974)

Autor, diplomático y premio Nobel guatemalteco, nacido en Ciudad de Guatemala. Estudió Derecho en universidades de su país y Antropología en la Sorbona de París, ciudad en la que recibió la influencia del poeta surrealista francés André Breton. En 1942 fue elegido diputado en su país y, a partir de 1946, fue embajador en México, Argentina y El Salvador, hasta que, en 1954, se exilió de Guatemala. Posteriormente, fue embajador en Francia, entre 1966 y 1970. Sus poemas y novelas, de contenido fuertemente antiimperialista, le valieron el Premio Lenin de la Paz en 1966 y el Premio Nobel de Literatura en 1967. La muerte le sobrevino, tras una penosa enfermedad, en 1974, cuando se encontraba en Madrid (España).

En su obra, al igual que en la del escritor cubano Alejo Carpentier, el mito se hace presente, pero a diferencia del cubano, organiza sus novelas en torno a los mitos precolombinos. Su primera obra Leyendas de Guatemala (1930) es una colección de cuentos y leyendas mayas. La novela que le ha dado fama internacional es El señor Presidente (1946) en la que traza el retrato de un dictador de una manera caricaturesca y esperpéntica pero siguiendo una estructura regida por la lucha entre las fuerzas de la luz (el Bien, el pueblo) y las fuerzas de las tinieblas (el Mal, el dictador) según los mitos latinoamericanos. Es también un libro de protesta militante: la descripción de un régimen dictatorial en términos de terror, maldad y muerte. En las cuatro cadenas de episodios que integran la trama predominan el miedo y la crueldad. Este tema mítico vuelve a aparecer en Hombres de maíz (1949) aunque ahora la luz está representada por los indígenas y las tinieblas por los hombres de maíz, los colonizadores que llegan a explotar las tierras de los campesinos en beneficio propio. En esta obra, Asturias logra hermanar armoniosamente lo mítico-maravilloso con la dura realidad de la vida indígena. Después escribió novelas y relatos entre las que destaca la trilogía formada por Viento fuerte (1950), El Papa verde (1954) y Los ojos de los enterrados (1960). Otras novelas son Mulata de tal (1963), Malandrón (1969) y Viernes de Dolores (1972). Su producción teatral es poco conocida y trata más o menos los mismos temas, como Chantaje o Dique seco ambas de 1964. Su novela Viento fuerte fue citada en el discurso de entrega del Premio Nobel, que le fue concedido por sus coloridos escritos profundamente arraigados en la individualidad nacional y en las tradiciones indígenas de América.

Isabel Allende (Chile, 1942)

Novelista y periodista chilena nacida en Lima, Perú, donde su padre se encontraba destinado como diplomático. Asistió a diversos colegios privados y viajó por varios países antes de regresar a Santiago de Chile para concluir sus estudios y trabajar en la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), organismo de las Naciones Unidas. Posteriormente trabajó como periodista, escribió artículos sobre temas sumamente polémicos y también hizo cine y televisión. Allende se exilió en 1973 y buscó refugio en Caracas, Venezuela, cuando su tío Salvador Allende, presidente de Chile, murió durante el golpe militar encabezado por el General Augusto Pinochet Ugarte. En el exilio escribió su primera novela La casa de los espíritus (1982), una crónica familiar ambientada en el torbellino de cambios políticos y económicos acontecidos en Latinoamérica. La novela fue bien acogida por la crítica, que vio en ella ciertos elementos propios del realismo mágico. Esta novela fue llevada al cine por el director danés Bille August. Allende continuó su exploración sobre cuestiones personales y políticas en sus dos siguientes novelas De amor y de sombra (1984) y Eva Luna (1987), y en la colección Cuentos de Eva Luna (1992). Ha sido una de las primeras novelistas latinoamericanas que ha alcanzado fama y reconocimiento a escala mundial. Su exilio concluyó en 1988 cuando los chilenos derrotaron en las urnas al dictador Pinochet y eligieron un presidente democrático. En 1995 publicó Paula, un libro de recuerdos dedicado a su hija.

Gabriel García Márquez (Colombia, 1928)

Escritor, periodista y premio Nobel colombiano. Nació en Aracataca y se formó inicialmente en el terreno del periodismo. Fue redactor de El Universal, un periódico de Cartagena de Indias durante 1946, de El Heraldo en Barranquilla entre 1948 y 1952, y de El Espectador en Bogotá a partir de 1952. Entre 1959 y 1961, trabajó para la agencia cubana de noticias, La Prensa, en su país, en la Habana y en Nueva York. Debido a sus ideas políticas izquierdistas, se enfrentó con el dictador Laureano Gómez y con su sucesor, el general Gustavo Rojas Pinilla, y hubo de pasar las décadas de 1960 y 1970 en un exilio voluntario en México y España.

Sus novelas más conocidas son Cien años de soledad (1967), que narra en tono épico la historia de una familia colombiana, y en la cual se pueden rastrear las influencias estilísticas del novelista estadounidense William Faulkner, y El otoño del patriarca (1975), en torno al poder y la corrupción políticos. Crónica de una muerte anunciada (1981) es la historia de un asesinato en una pequeña ciudad latinoamericana, mientras que El amor en los tiempos del cólera (1985) es una historia de amor que se desarrolla también en Latinoamérica. El general en su laberinto (1989), por otro lado, es una narración ficticia de los últimos días del revolucionario y hombre de estado Simón Bolívar. También es autor de varios libros de cuentos como La increíble y triste historia de Eréndira y de su abuela la desalmada (1972) o Doce cuentos peregrinos (1992). García Márquez ha despertado admiración en numerosos países occidentales por la personalísima mezcla de realidad y fantasía que lleva a cabo en sus obras narrativas, situadas siempre en Macondo, una imaginaria ciudad de su país. Su última obra publicada, Noticia de un secuestro (1996), es un reportaje novelado sobre el narcoterrorismo colombiano. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982 y fue formalmente invitado por el gobierno colombiano a regresar a su país, donde ejerció de intermediario entre el gobierno y la guerrilla a comienzos de la década de los ochenta.

Pablo Neruda (Chile, 1904-1973)

Poeta chileno, considerado uno de los más importantes del siglo
XX. Hijo de un ferroviario, y huérfano de madre cuando solo había
vivido un mes, escribía poesía desde muy joven (el seudónimo
comenzó a usarlo cuando apenas tenía dieciséis años).
Gabriela Mistral lo inició en el conocimiento de los novelistas rusos,
que el poeta admiró toda su vida. Estudió para convertirse en
profesor de francés, sin llegar a lograrlo. Su primer libro, cuyos gastos
de publicación sufragó él mismo con la colaboración
de amigos, fue Crepusculario (1923). Al año siguiente, su Veinte
poemas de amor y una canción desesperada
se convirtió en un
éxito de ventas (ha superado el millón de ejemplares), y lo situó
como uno de los poetas más destacados de Latinoamérica. Entre
las numerosas obras que le siguieron destacan Residencia en la tierra (1933),
que contiene poemas impregnados de trágica desesperación ante
la visión de la existencia del hombre en un mundo que se destruye, y
Canto general (1950), un poema épico-social en el que retrata
a Latinoamérica desde sus orígenes precolombinos. La obra fue
ilustrada por los famosos pintores mexicanos Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.
Como obra póstuma se publicaron, en el mismo año de su fallecimiento,
sus memorias, con el nombre de Confieso que he vivido. Poeta enormemente
imaginativo, Neruda fue simbolista en sus comienzos, para unirse posteriormente
al surrealismo y derivar, finalmente, hacia el realismo, sustituyendo la estructura
tradicional de la poesía por unas formas expresivas más asequibles.
Su influencia sobre los poetas de habla hispana ha sido incalculable y su reputación
internacional supera los límites de la lengua. En reconocimiento a su
valor literario, Neruda fue incorporado al cuerpo consular chileno y, entre
1927 y 1944, representó a su país en ciudades de Asia, Latinoamérica
y España. De ideas políticas izquierdistas, fue miembro del Partido
Comunista chileno y senador entre 1945 y 1948. En el año 1970 fue designado
candidato a la presidencia de Chile por su partido y, entre 1970 y 1972, fue
embajador en Francia. En 1971 recibió el Premio Nobel de Literatura
y el Premio Lenin de la Paz. Antes había obtenido el Premio Nacional
de Literatura (1945).

 

 

Autor:

Eugenia Sol

 

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