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Mahoma mítico



  1. Introducción
  2. Profetas y profecías en la antigüedad
  3. Definición de milagro
  4. La propia y las demás religiones
  5. Mitología mahomita
  6. Pruebas del carácter profético, es decir, divino de Mahoma
  7. La parábola de los labradores malvados y la piedra angular desechada
  8. Fuentes

Introducción

Todos somos profetas

Prácticamente todo el mundo es profeta, todas las personas manifiestan deseos o juicios sobre lo que presienten que va a suceder o quieren que ocurra. En los hechos que corresponden a lo presentido o deseado se consideran profetas.

En un contexto religioso significa visión, sueño, oráculo o revelación.

Definición de profecía

Conjetura, intuición o juicio sobre hechos futuros, a través de indicios o señales, por ejemplo pronóstico sobre ganadores en un torneo.

– Toda profecía es un verdadero milagro, porque predecir acontecimientos excede la capacidad de la naturaleza humana. Para aceptar las profecías hay que creer en alguna intervención sobrenatural o mágica.

Las personas para creer en profecías o milagros tienen que apelar a la fe. Anteponer la fe a la razón.

Profetas y profecías en la antigüedad

Las religiones en la antigüedad aceptaron que algunos de sus líderes hablaban directamente en nombre de su dios o dioses y los consagraron como profetas. Definían entonces profecía como:

– Predicción que se hace por inspiración divina o sobrenatural.

– Don sobrenatural de origen divino que permite el conocimiento de hechos futuros.

El fenómeno en realidad consistía en que las predicaciones futuristas de estos líderes se trasmitían primero oralmente y luego escritas, y cuando algún hecho coincidía, o se podía interpretar relacionado con lo predicado, se aceptaba como profecía del respectivo líder.

Profetas farsantes

Algunos embaucadores han escrito supuestas profecías de hechos futuros, en un lenguaje polivalente, es decir con sentidos diferentes, que permitan interpretarlas de varias maneras y por tanto como coincidentes con algún hecho sucedido. Por ejemplo las llamadas profecías de Nostradamus.

En estos casos siempre existirán diferencias en claridad y precisión entre la supuesta profecía y el hecho que se quiere aceptar como profetizado.

Definición de milagro

Suceso extraordinario y maravilloso que viola las leyes de la naturaleza y que se atribuye a la intervención de un dios o de un ser sobrenatural.

– Un milagro supone la violación de leyes naturales y por tanto no puede existir realmente, pero si como producto de la imaginación.

– Los milagros no existen porque no pueden ocurrir realmente. Por ejemplo, no es milagro que una persona muera, el milagro consiste en que algún muerto resucite. No es milagro que las frutas caigan de los árboles, pero sí que se queden flotando en el aire.

– Por ello cuando alguien nos relata un milagro, pensamos: esta persona trata de engañarnos o ha sido engañada.

Milagrero

– Quien dice hacer milagros.

– Quien interpreta como milagros las cosas que suceden naturalmente.

Todos somos milagreros

Gusto por lo asombroso. Cuando unimos nuestras creencias religiosas con el gusto por lo asombroso, perdemos el sentido común y nos olvidamos de la veracidad.

– Con qué avidez acogemos las novelas, las películas, de ficción; los relatos milagrosos de viajeros, sus aventuras maravillosas, sus luchas y escapadas de seres y condiciones monstruosas y míticas.

Buenas intenciones de beatos. Los beatos se entusiasman e imaginan ver cosas no reales, y aunque sus relatos sean falsos perseveran en ellos, con las mejores intenciones de promover causas sagradas.

– Su vanidad e interés religiosos son azuzados por una tentación poderosa de actuar más eficazmente que el resto de las personas.

– Sus oyentes generalmente carecen del juicio suficiente para criticar sus testimonios, y aunque cuenten con alguna capacidad para cuestionar estos temas sublimes y milagrosos renuncian a ella, ante la pasión y encendida imaginación que despiertan e impiden que sus mentes y juicios funcionen regularmente.

– La credulidad aumenta la osadía del orador y la osadía a su vez la credulidad de sus oyentes.

La elocuencia. La elocuencia cuando alcanza gran intensidad, deja poco espacio a la razón, o a la reflexión, subyuga el entendimiento, cautiva al oyente que se vuelca enteramente a la fantasía y a las emociones.

– Lo que Demóstenes despertaba en el público griego, y Tulio en el romano, lo consiguen predicadores o docentes itinerantes o permanentes, con la mayoría de las personas, y en mayor grado, al tocar pasiones burdas y vulgares.

Difusión de información. Contar una noticia interesante, ser el primero en relatarla, propagarla, es decir, difundir información, causa placer a muchas personas.

– Por esta razón ninguna persona sensata presta atención a los relatos hasta no confirmarlos con una evidencia mayor. Esta pasión y otras más fuertes inducen a gran número de personas a creer y a contar, cada vez con mayor vehemencia y seguridad, milagros religiosos.

– Aunque numerosos milagros, profecías y sucesos sobrenaturales han sido comprobados como falsos, se siguen inventando y propagando. Esta es una prueba de la fuerte propensión de los seres humanos a lo extraordinario y maravilloso y de poca atención a la sospecha que generan relatos de este tipo.

– Esta es nuestra manera de pensar, incluso cuando se trata de hechos más comunes y creíbles. El encuentro de una pareja a solas y en la penumbra es por ejemplo un tipo de relato que tiene mucho éxito y se extiende rápidamente, especialmente en lugares rurales o pueblos provinciales.

– Los vecindarios propagan inmediatamente los relatos que los une afectivamente.

Relatos de pueblos primitivos. Los relatos sobrenaturales y milagrosos abundan entre pueblos primitivos, ignorantes.

– Los relatos admitidos en pueblos civilizados, generalmente provienen de pueblos primitivos. Permanecen por el respaldo de las autoridades y personas generalmente religiosas que los narran.

– Entre estos relatos, sus escenarios y sus circunstancias hay incoherencias. Los prodigios, las profecías, los oráculos y los juicios obnubilan la razón, oscurecen las verdaderas causas naturales de estos sucesos.

– Batallas, revoluciones, epidemias, el hambre y la muerte fueron efectos de causas sobrenaturales, no naturales.

– Afortunadamente a medida que avanza la ilustración, la ciencia y el sentido común, aprendemos que no hay causas misteriosas ni sobrenaturales y que aquellas explicaciones sobrenaturales, provienen de la propensión habitual de los seres humanos hacia lo maravilloso.

– Desafortunadamente aunque esta inclinación va siendo frenada cada vez más por el sentido común y el conocimiento, parece que nunca podrá ser extirpada completamente de la naturaleza humana.

La propia y las demás religiones

Los cristianos

– Para los cristianos son familiares los milagros atribuidos a Jesús,
como la conversión de agua en vino, la multiplicación de panes
y peces, caminar sobre el agua, curar enfermos e incluso resucitar y auto resucitarse
de entre los muertos.

– Extrañamente los cristianos creen en la autenticidad de estos milagros
solo por dos razones:

– Porque aparecen narrados en los evangelios, aunque estas narraciones estén
llenas de contradicciones de un evangelio a otro.

– Y por el hecho de que millones de cristianos siguen creyendo en ellos después
de más de dos mil siglos.

Fieles de otras religiones

Pero lo sorprendente es que por estas mismas dos razones, los fieles de las
demás religiones:

– Siguen creyendo en sus dioses, milagreros, milagros, profetas y profecías.

– Y critican y no aceptan los milagros de las demás religiones.

– Las personas de una determinada religión no aplican a sus creencias
los mismos razonamientos que utilizan para descartar dioses, milagreros, milagros
profetas y profecías de las demás religiones.

– No son capaces de pensar en su propia religión con la misma racionalidad
con que lo hacen cuando se trata de otras religiones.

– Los cristianos aceptan que Jesús resucitó al tercer día
de haber muerto crucificado, pero no que Mahoma en solo una noche hizo un viaje
de ida y vuelta desde la Meca, pasando por Jerusalén, hasta el cielo,
donde conoció a Abraham, a Moisés y a Jesús.

Los musulmanes

– Los musulmanes creen que Mahoma dividió la luna en dos mitades, pero
no creen que los sacerdotes cristianos conviertan el pan en cuerpo de Jesús
y el vino en su sangre.

Mitología mahomita

Encuentro con el monje Bahira

582. A los doce años acompañó a la ciudad de Basora,
en Irak, a su tío Abu Tâlib, quien lo dejó allí por algún
tiempo con el monje zoroastrista Bahira, aprendiendo de él y de los libros
sagrados. El monje Bahira reconoció en el adolescente Mahoma las señales
de un profeta, y advirtió a su tío sobre el peligro del joven
con los judíos y cristianos.

Revelaciones

595. Aunque comerciante, Mahoma hacía retiros espirituales. Desde su juventud se entregó a la oración y contemplación y todos los años, desde los 25 hasta los 45, iba a una cueva del monte Hira, a unos 5 km de la Meca. Allí empezó a tener revelaciones y en ocasiones solía permanecer uno o dos días. Conversaba con espíritus celestes, en especial con el arcángel Gabriel, quien le ordenó predicar la verdadera religión, que le enseñaba.

La mayor parte de las revelaciones las obtuvo en sueños. Un ejemplo: "En el sueño se me aproximó una figura celeste que se dio a conocer como el Arcángel Gabriel. Me presentó un trozo de brocado de seda sobre el que había algo escrito y dijo: Lee. Yo respondí: No sé leer. Él replicó, entonces oye y aprende.."

– En una de las primeras ocasiones tuvo la visión de un ser divino que en un primer momento identificó como Alá, y en otra visión posterior comprobó que se trataba del arcángel Gabriel.

610. A los cuarenta años, vio al Arcángel Gabriel, que le abría el pecho y le sacaba el corazón, de donde extrajo un coágulo negro, símbolo de la posible tentación de Satanás. Luego lavó el corazón con agua del pozo de Zam Zam, contenida en un recipiente de oro, y volvió a colocar el corazón en su sitio. Entonces le hizo saber que había sido elegido como el último de los profetas de Alá, y le ordenó memorizar y recitar todos los mensajes publicados luego en el Corán, porque Mahoma no sabía leer ni escribir.

Durante su vida, Mahoma recitó incansablemente la palabra de Alá, grabada en su memoria por el arcángel Gabriel. Profetizó además que esta palabra de Alá sería recopilada por escrito en el Corán con toda su pureza, sin el menor cambio ni de fondo ni de forma.

– Las revelaciones divinas se repitieron a lo largo de su vida con cierta frecuencia, y Mahoma aprendía de memoria lo que le decía el arcángel para luego enseñarlo a sus discípulos. Sus amanuenses además copiaban los contenidos de estas frecuentes revelaciones, que el cielo enviaba al profeta en todas las circunstancias difíciles.

– Algunas veces las revelaciones producían a Mahoma ciertas reacciones físicas: como dolor, sonidos fuertes, repicar de campanas, fríos intensos, o sudoración abundante.

Profecías. Profecías cumplidas

– Hay al menos 160 profecías conocidas y confirmadas del Profeta Muhammad, entre ellas:

* Los triunfos en las Batallas de Badr en el año 623, y de los Aliados en el año 626.

* Que su hija Fátima sería el primer miembro de su familia en morir después de él.

* Que serían conquistados: Jerusalén, hecho que sucedió en el año 638; Persia, en el año 642 completó la derrota de los Sasánidas; Egipto, las fuerzas Bizantinas se retiraron de Egipto en el año 642; Roma, Persia y Yemen, en la batalla de los Aliados en el año 626.

Profecías aún no cumplidas

Hay al menos 28 profecías más que pertenecen al final de los tiempos que esperan ser cumplidas.

Milagros. Dividió la luna en dos. Cuando los habitantes de La Meca solicitaron a Mahoma una señal que demostrase su auténtica misión como enviado de Dios "Como señal de que el día del juicio está cerca, la Luna se partió en dos, pero tras contemplar este milagro se resistieron a creer y dijeron: esto es poderosa hechicería",(Corán 54:1).

Viaje nocturno y ascensión

Viajó desde La Meca a Jerusalén y al cielo en una noche.

Mahoma viajó desde la Meca hasta Jerusalén, ciudades separadas por 1230 km,  en solo una noche. Desde Jerusalén Mahoma ascendió al cielo donde conoció a Abraham, a Moisés y a Jesús y finalmente regresó a La Meca. (Corán 17:1 y 53:12-18).

En el sitio de Jerusalén al que llegó Mahoma se construyó la tercera mezquita más sagrada del Islam. De allí Mahoma ascendió a los siete cielos y se comunicó con los profetas predecesores, Abraham, Moisés y Jesús, entre otros. Luego al comunicarse con Alá se interpuso una gran luz entre ellos. Alá le ordenó hacer construir una mezquita en el lugar de Jerusalén desde donde había ascendido, y establecer que la oración en esta mezquita equivaldría a rezar 500 oraciones en cualquier otro lugar.

Hizo brotar agua de sus manos

Los musulmanes creen que durante una peregrinación por el desierto Mahoma hizo brotar agua de sus manos para calmar la sed de aquellos que peregrinaban con él.

Curó enfermos, expulsó demonios, multiplicó alimentos y responde a las solicitudes que le hacen en oraciones muchos fieles.

Pruebas del carácter profético, es decir, divino de Mahoma

En el Corán

"¡Gente de la Escritura! Nuestro Enviado ha venido a vosotros, aclarándoos mucho de lo que de la Escritura habíais ocultado y revocando mucho también. Os ha venido de Alá una Luz, una Escritura clara". (5:15).

– "¡Ay de aquéllos que escriben las Escrituras con sus manos y luego dicen: Esto viene de Alá para, luego, malvenderlo! ¡Ay de ellos por lo que sus manos han escrito! ¡Ay de ellos por lo que han cometido!" (2:79).

"Y cuando Jesús, hijo de María, dijo: "¡Hijos de Israel! Yo soy el que Alá os ha enviado, en confirmación de la Torá, y como nuncio de un Enviado que vendrá después de mí, llamado Mahoma". (61:6).

En el Nuevo Testamento. Jesús dijo:

– "Si vosotros me amáis, cumplirán mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con vosotros". (Juan 14:15-16).

– "Mas el Paráclito, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." (Juan 14: 26).

– "Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis." (Juan 14: 29).

– "Pero cuando venga el Paráclito, a quien el Padre enviará, el Espíritu de verdad, el cual procede también del Padre, él dará testimonio acerca de mí." (Juan 15:26).

– "Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Paráclito no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviará." (Juan 16:7).

– "… Pero cuando venga el Paráclito, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere al Padre, y os hará saber las cosas que habrán de venir." (Juan 16:13).

– "… El Paráclito me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber." (Juan 16:14).

– "…Y cuando el Paráclito venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio."(Juan 16:8)

Paráclito, "Periklitos" en griego, equivalen en árabe a "Ahmad" "Muhammad", en español "Mahoma", y significa "la persona justa que distinguirá la verdad y la falsedad".

– "No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en común con migo " (Juan 14: 30).

La expresión utilizada por Jesús, "príncipe del mundo" hace referencia al Profeta Mahoma. Otro calificativo es su famoso título "el orgullo del universo".

– Él confesó: Yo no soy el Cristo. Y le preguntaron: "¿Quién eres pues? ¿Eres tú Elías?" Dijo: "No". "¿Eres tú el profeta?" Y respondió: "No." (Juan 1:20-21). Ese Profeta diferente de Jesús, es el Profeta Mahoma.

– "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis." (Mateo 7:15-20).

– "Por sus frutos los conoceréis e identificaréis al verdadero y a los mentirosos".

– Después de Jesús el resultado fructífero de pueblos que creen en Dios, confían en Dios, aman a Dios y abandonaron la adoración de los ídolos, fue logrado sólo por la religión del Profeta Mahoma.

– "Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros (los judíos), y será dado a gente que produzca los frutos de él (los musulmanes)."

La parábola de los labradores malvados y la piedra angular desechada

(Mateo 21:33-46; Marcos 12:1-12; Lucas 20:9-19):

– El dueño de una finca plantó una viña, le puso una cerca, construyó un lagar y levantó una torre para vigilarla. Luego la arrendó a unos labradores  y se fue de viaje. 

– Llegado el tiempo de la vendimia, mandó unos criados a recibir de los labradores la parte de la cosecha que le correspondía. 

– Pero los labradores echaron mano a los criados: golpearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon. 

– El dueño envió otros criados, en mayor número que al principio; pero los labradores los trataron a todos del mismo modo.

- Por último mandó a su propio hijo, pensando: "Sin duda, respetarán a mi hijo." 

- Pero cuando vieron al hijo, los labradores se dijeron unos a otros: Este es el heredero; matémoslo y nos quedaremos con la viña.

- Así que le echaron mano, lo sacaron de la viña y lo mataron.

– Pues bien, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué creéis que hará con aquellos labradores?

– Le contestaron: –Matará sin compasión a esos malvados y dará la viña a otros labradores que le entreguen a su debido tiempo la parte de la cosecha que le corresponde.

– Jesús les dijo: ¿Nunca habéis leído lo que dicen las Escrituras?: La piedra que despreciaron los constructores es ahora la piedra principal.

- Por eso os digo que a vosotros se os quitará el reino, y se le dará a un pueblo que produzca los frutos debidos.

– En cuanto a la piedra, el que caiga sobre ella se estrellará; y si la piedra cae sobre alguno, lo aplastará.

- Los jefes de los sacerdotes y los fariseos, al oír las parábolas que contaba Jesús, comprendieron que se refería a ellos. 

– Quisieron entonces apresarle, pero no se atrevían, porque la gente tenía a Jesús por profeta.

Fuentes

http://es.wikipedia.org/wiki/

http://despredicador.blogspot.com/2010/10/los-milagros-y-la-religion.html

http://www.revistasomos.cl/2012/12/mahoma-el-sello-de-la-profecia/

http://www.profesorenlinea.cl/universalhistoria/MahomaIslam.htm

http://www.islamreligion.com/es/articles/379/

http://www.biblija.net/

 

Enviado por:

Rafael Bolívar Grimaldos.

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