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Cabala mistica (página 2)



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La esencia de la Cábala no-escrita consiste en el conocimiento del orden en que ciertas series de símbolos han sido arreglados sobre el Arbol de la Vida. Este Arbol Otz Jaim, está compuesto por Los diez Santos Sephiroth, ordenados de cierta manera particular, conectados por lineas que se denominan: Los treinta y dos senderos del Sepher Yetzirah o Emanaciones Divinas. (Véase el "SePher Yetzirah" de Wynn Wescott). Aqui existe uno de Los callejones sin salida, o trampas para Los no iniciados de que tanto se contratulaban Los antiguos Rabbis. Si Los contamos con cuidado, veremos que sólo hay 22 y no 32 senderos en el Arbol, pero, para sus fines, Los Rabbis trataban a Los diez Sephiroth mismos como senderos, lo que desconcertaba a Los no iniciados. Así, pues, Los primeros diez senderos del Sepher Yetzirah están asignados a Los diez Sephiroth, y Los siguientes 22, a Los senderos mismos. Así también se verá que Las 22 letras del alfabeto hebreo pueden correlacionarse con Los senderos sin discrepancia alguna. También estan asociados con ellos Los 22 Misterios Mayores del Tarot, que son Las moradas de Thoth. Concerniente a Los Tarots, hay algunas autoridades contemporáneas, tal es como el escritor francés Dr. Encaus (Papus), A. E. Waite y Los manuscritos de la Orden de la Aurora de Oro (Order of the Golden Dawn), de MacGregor Mathers, que Crowley publicó bajo su propia responsabilidad. Los tres son distintos. Concerniente al sistema en sí. Waite declara que "hay otro método que sólo conocen Los Iniciados", lo cual hace suponer que era el método usado por Mathers. Papus no concuerda con ninguno de estos métodos, pero como su sistema violenta muchas veces correspondencias cuando se Las pone sobre el Arbol, que es la prueba suprema de todos Los sistemas, y como el utilizado por Mathers-Crowley es el que se ajusta admirablemente al mismo, podemos deducir que éste es el que corresponde a la Orden tradicional, y al que nos ajustaremos en estas páginas. Además, Los cabalistas colocaban sobre Los senderos del Arbol de la Vida Los signos del Zodíaco, Los Planetas y Los Elementos.

Ahora bien: hay 12 signos, 7 planetas y 4 elementos, lo que suman 23 símbolos en total. ¿Cómo pueden ajustarse sobre Los senderos? Este es otro reto, pero la solución es muy sencilla: en mundo físico nos encontramos sobre el elemento Tierra, y por eso dicho símbolo no aparece en Los senderos que conducen a lo Invisible. Si sacamos ese Elemento, nos restan 22 símbolos que ajustan perfectamente y que, una vez bien colocados, encontramos que se corresponden absolutamente con Los Misterios del Tarot dilucidando en la forma más notable cada símbolo al siguiente proporcionando, a la vez, las claves de la Astrología Esotérica y de la adivinación por los Tarots.

La esencia de cada Sendero consiste en que conecta entre dos de Los Sephiroth, y sólo es posible comprender su significado teniendo en cuenta la naturaleza de Las esferas así vinculadas en el Arbol. Pero, un Sephirah no puede ser comprendido en un plano, porque su naturaleza es cuádruple. Los Cabalistas lo expresan claramente al decir que hay cuatro Mundos, o sea:

Atziluth, el Mundo Arquetípico, o Mundo de Las Emanaciones, el Mundo Divino.

Briah, el Mundo de la Creación, también denominado Khorsia (Kjorsia), o sea el Mundo de Los Tronos.

Yetzirah ,el Mundo de la Formación y de Los Angeles.

Assiah, el Mundo de la Acción, el Mundo de la Materia.

Véase MacGregor Mathers: "The Kabbalah Unveiled").

Se dice que Los Diez Santos Sephiroth tienen, cada uno; su propio punto de contacto con cada uno de Los Cuatro Mundos de Los cabalistas. En el mundo "Atzilúthico" se manifiestan por Los Diez Santos Nombres de Dios. En otras palabras, el Gran Inmanifestado desde la sombra de Los Tres Velos Negativos de la Existencia pendientes tras la Corona se pone en manifestacion bajo diez aspectos distintos, que serán representandos por Los diferentes Nombres empleados para indicar la Divinidad en Las Escrituras Hebreas. Estos Nombres se dan en distintas formas en la Versión Autorizada, y el conocimiento de su verdadero significado y de Las esferas a que pertenecen es lo que nos permite conocer Los muchos enigmas del Antiguo Testamento.

En el mundo "Briahtico" Las Emanaciones Divinas se manifiestan por intermedio de diez poderosos Arcángeles cuyos Nombres desempeñan un papel muy importante en la Magia Ceremonial. Los restos gastados y borrosos de estos magníficos Nombres de Poder constituyen esos "Nombres bárbaros" que usaba la magia medieval en sus evocaciones, ninguna de cuyas letras podía ser cambiada. La razón de esto es que, en hebreo, cada letra representa también un número, y Los números de cada Nombre tienen un significado importantísimo.

En el Mundo "Yetzirático", Las Emanaciones Divinas se manifiestan no por intermedio de un solo Ser sino por diferentes tipos de Seres, a Los que llamamos Huestes o Coros Angélicos.

E1 Mundo "Assiático" no es, estrictamente hablando, el mundo material si se lo contempla desde el punto de vista de los Sephiroth, pues comprende el plano astral inferior y el etérico, ,juntamente con el físico. En el plano físico, Las Emanaciones Divinas se manifiestan a través de Los que podríamos llamar, con bastante propiedad, Los diez chakras mundanos, porque esos centros de manifestación corresponden en perfecta analogía a Los similares existentes en el cuerpo humano. Estos Chakras son la -Esfera del Zodíaco, Los siete planetas y Los Elementos; tomados en conjunto, diez en total.

Por lo antedicho, se verá que cada Sephirah se compone, primeramente, de su Chakra mundano; en segundo término, de Las Huestes de Seres Angélicos, Devas o Archons, Principalidades o Poderes, segun la terminología que se emplee; en tercer lugar, por la Conciencia Arcangélica o Tronos, y, finalrnente, por un aspecto especial de la Divinidad. Dios, tal como es en su Integridad, está absolutamente oculto detrás de Los Velos Negativos de la Existencia, y es completamente incomprensible para la conciencia humana no iluminada.

Los Sephiroth pueden ser considerados como macrocósmicos mientras que Los Senderos son microcósmicos; Los Sephiroth, tal como puede verse en algunos diagramas antiguos, están conectados entre sí por rayos, como una espada flamígera que representará Las Emanaciones Divinas sucesivas que constituyen la evolución creadora. Los Senderos, sin embargo, representan gradas o etapas sucesivas de desenvolvimiento de realización cósmica, de la conciencia humana. En pinturas muy antiguas suele representarse lo dicho por una serpiente que se enrosca en torno a Las ramas del Arbol. Esta es la serpiente Nechushtan "que se muerde su propia cola", el símbolo de la Sabiduría y de la Iniciación. Las espiras de esta serpiente, colocadas debidamente en el Arbol, cruzan cada uno de Los senderos en sucesión y sirven para indicar el orden en que se Los debe enumerar. Con la ayuda de este jeroglífico es muy fácil arreglar la tabla de Los símbolos en sus posiciones correctas en el Arbol) siempre que, naturalmente dichos símbolos hayan sido dados en su debido orden en Las tablas. En ciertas obras modernas que se consideran como autoridades sobre el tema no se da el orden verdadero, pero sus autores aparentemente, han creído que esto no debe ser revelado a los no iniciados. Pero como este orden no se da en ciertas obras mucho más antiguas, así como en la Biblia y otras literaturas cabalísticas, no vemos razón ninguna para dar a Los estudiantes, intencionalmente, enseñanzas que los desoriente.

Rehusarse enseñar algo puede estar absolutamente justificado; pero no encontramos justificación alguna en dar indicaciones con el objeto exclusivo de desorientar a Los demás. Por otra parte, nadie será mayormente perseguido en nuestros días por estudiar ciencias heterodoxas, de manera que el único objeto plausible que existiría en guardar reservadas estas enseñanzas es porque se refieren a la teoría del Universo y a la filosofía que de ella resulta, de ninguna manera a Los métodos de la magia práctica, lo que podría retener el conocimiento que confiere prestigio y poder.

Este egoísmo exclusivista es la ponzoña del movimiento oculto y no su guardián. Es el antiguo pecado de retener el conocimiento de Dios en manos del sacerdocio, negándoselo a Los que se encuentran fuera de la tribu sagrada. Esto podría justificarse cuando las gentes eran bárbaras, pero no en el caso de los estudiantes modernos y cultos. Porque, para decir la verdad, toda la enseñanza y la doctrina necesaria puede entresacarse de las obras ya publicadas, por todos aquellos que se tomen el trabajo de hacerlo y hasta pueden adquirirla con dinero los que tengan el suficiente como para comprar ciertas obras existentes, pero rarísimas. El hecho de poder disponer de todo el tiempo y del dinero necesario ¿serían pruebas de merecimiento para obtener la Sabiduría Sagrada?

No dudamos que nos exponemos a muchísimas críticas de parte de aquellos que se han constituído a sí propios en guardianes de este conocimiento que puede contener preciosos secretos que no deben ser traicionados. Pero, a ésto diremos que no pensamos traicionar secreto alguno, sino, simplemente, coordinar los fragmentos que ya se han dado al mundo y que son de naturaleza sencilla y conocida. Cuando por primera vez tuvimos acceso a ciertos manuscritos, creímos que eran absolutamente desconocidos y secretos para el mundo en general; pero, una mayor familiarización con la literatura oculta nos reveló que esas enseñanzas ya habían sido dadas fragmentariamente en otras obras.

En realidad, muchísimas cosas que los iniciados han jurado mantener secretas ya han sido publicadas por Mathers y Wynn Wescott. En 1926 se publicó una edición más de la obra de Mathers, "The Kabbalah" y en esa obra se encontrarán muchas de las tablas que damos en ésta. Como esta descripción de las Jerarquías de Seres fueron dadas al mundo por Isaías, Ezequiel y varios Rabbis de la Edad Media, ya no puede decirse que pertenezcan a ningún autor determinado. Por lo demás, el único autor de todo esto, segun la Cábala misma, sería el Arcángel Mitatrón, y no ninguno de sus comentaristas.

Mucho de lo que en cierto tiempo fué un conocimiento libre y universal, posteriormente fué recogido y confinado al juramento de secreto de los iniciados. Y una de las imputaciones más contundentes de Crowley contra alguno de sus instructores consiste en que lo obligaron a prestar un juramento terrible de guardar el mayor secreto, y luego le entregaron "el alfabeto hebreo para su custodia".

La filosofía de la Cábala es el esoterismo del Occidente. En ella encontramos la misma cosmogonía que existe en las Estancias de Dzyan, que fueron la base de todo el trabajo de la señora Blavatsky. Esta autora encontró en ellas toda la estructura de la enseñanza tradicional que luego expuso en su gran obra "La Doctrina Secreta". Esta cosmogonia cabalística es la Gnosis cristiana; sin ella nos encontraríamos con un sistema incompleto, que por otra parte ha sido siempre la debilidad del cristianismo. Haciendo uso de términos vulgares, diríamos que los padres primitivos de la Iglesia, al tirar el agua del baño, tiraron con ella también el nene.

El más ligero estudio que se haga de la Cábala sirve para mostrarnos que en ella se encuentran las claves de los enigmas de las Sagradas Escrituras en general, y de las obras proféticas en particular (los libros de los Profetas). ¿Existe alguna razón valedera para que los iniciados modernos encierren estos conocimientos en una caja secreta y se sienten sobre la tapa para más seguridad? Si ellos consideraran así las cosas, y pensasen que estamos en un error al dar estos conocimientos que ellos estiman de su incumbencia exclusiva, diriamos que vivimos en un país libre, y que cada cual tiene derecho a tener sus propias opiniones.

CAPITULO V

Existencia negativa

Cuando el esoterista se propone formular su filosofía para comunicársela a Los demás, se encuentra ante el hecho de que este conocimiento de Las formas superiores de la existencia se obtiene por procedimientos distintos del pensamiento, y que estos procesos recién comienzan cuando se supera al pensamiento mismo. Por lo tanto, Las ideas trascendentales y superiores sólo pueden ser conocidas y sólo pueden comunicar esas ideas a Las personas capaces de elevarse hasta esa esfera de conciencia. Cuando tiene que comunicar esas ideas a Los que aún no han experimentado ese modo de conciencia, tiene que cristalizarlas y darles forma o fracasa por completo en dar la impresión adecuada. Todos Los místicos han empleado cuanto símil imaginable han podido concebir, con objeto de transmitir sus impresiones; Los filósofos se han perdido realmente en una maraña de palabras y todo ello de nada ha servido en lo que concierne al alma que aún no ha recibido cierta iluminación. Sin embargo, Los cabalistas emplean otro método. No tratan de explicar a la mente lo que la mente es incapaz de comprender, sino que suministran una serie de símbolos para meditar, Los cuales permiten crear una escala de realización, grado por grado, permtiendo así ascender cuando no se puede volar. La mente es tan incapaz de captar la filosofia trascendente como lo es el ojo para ver la música.

El Arbol de la Vida no representa tanto un sistema como un método, y Los que lo formularon tuvieron presente que para obtener claridad en la visión es necesario circunscribir el campo de la vista. La mayoría de Los filósofos fundaron sus sistemas sobre el Absoluto pero éste no es un fundamento firme, ya que la mente humana no puede ni definir ni captar lo Absoluto. Otros tratan de utilizar una negación para su fundamento, declarando que Absoluto es y debe ser siempre incognoscible. Los cabalistas no hacen ninguna de Las dos cosas sino que se limitan a decir que lo Absoluto es desconocido para el estado de conciencia normal de Los seres humanos.

Por consiguiente, para sus fines, ponen un velo en cierto punto de la manifestación, no porque allí no haya nada, sino porque la mente, como tal, tiene que detenerse allí. Cuando la mente humana haya sido llevada a su más alto grado de desenvolvimiento y la conciencia sea capaz de desprenderse de la misma por así decirlo, quedando por encima de ella, entonces podemos penetrar en Los velos de la Existencia Negativa, según se le llama.

Para todo propósito práctico podemos comprender la Naturaleza del Cosmos si aceptamos Los Velos como convenciones filosóficas y nos damos cuenta de que corresponden a Las limitaciones humanas y no a Las condiciones cósmicas mismas. El origen de Las cosas es inexplicable en términos filosóficos. Por más lejos que alcancemos en nuestra retrospección hacia Los orígenes del mundo de manifestación, siempre encontraremos una existencia precedente. Solamente cuando aceptamos correr un Velo de Existencia Negativa en el sendero que lleva a Los primitivos principios, es cuando logramos un fondo sobre el cual resulta visible la Causa Primera. Y esta Causa Primera no es un origen sin raices, sino meramente la Primera Apariencia en el Plano de la manifestación. La mente no puede ir más allá, aunque, sin embargo debemos recordar que las distintas mentalidades pueden recorrer diferentes distancias, y para algunas el Velo debe ponerse en un sitio y para otras en otro.

El ser humano ignorante no va más allá del concepto de Dios como un anciano, con una larga barba blanca, sentado en un Trono de Oro, y dando órdenes a la Creación. El hombre de ciencia irá poco más allá antes de verse obligado a tender el Velo que llama éter, y el filósolo irá todavía mucho más allá antes de tender el Velo que llama Absoluto. Pero el Iniciado irá mucho mas allá, porque ha aprendido a pensar por medio de símbolos y los símbolos son para la mente lo que las herramientas son para manos: una aplicación extensiva de sus poderes,

El Cabalista toma como punto de partida Kether, la Corona, el Primer Sephirah, que simboliza la cifra I, la Unidad, el punto dentro del circulo. Detrás de esto, coloca Los Tres Velos de la Existencia Negativa. Esto es muy distinto que tratar de partir del Absoluto y seguir así el trabajo hasta la Evolución. Quizá no conduzca inmediatamente hasta un conocimiento preciso y completo del origen de todas las cosas, pero permite a la mente tener un punto de partida, y si no tenemos un punto de partida, menos podemos esperar tener uno de llegada.

Por lo tanto el Cabalista empieza donde puede, o sea en el punto que está todavia dentro del alcance de la conciencia finita. Kether equivale a la forma o concepto más trascendental que podemos concebir de Dios, cuyo nombre es Ehieh, que la versión autorizada de la Biblia traduce como "Yo Soy", o, más claramente, el Ser Puro, Unico, Existente por Sí Mismo.

Pero estas palabras son palabras y nada más, a menos que sean capaces de transmitir algo a la mente, y en sí mismas no pueden hacerlo. Hay que correlacionarlas con otras ideas antes que se logre ese objeto o tengan algún significado. Sólo empezamos a comprender a Kether cuando estudiamos a Kjokmah (Chokmah), el Segundo Sephirath, su emanación. Y en realidad, sólo cuando vemos todo el desenvolvimiento de Los diez Sephiroth estamos en condiciones de aproximarnos a Kether, haciéndolo con Los datos que nos da la clave de Su Naturaleza. Al trabajar con el Arbol de la Vida es mucho mejor mantenerse siempre en marcha más bien que detenerse en un punto determinado hasta haberlo dominado por completo, porque cada cosa explica la otra, y la iluminación es el resultado de la percepción de Las relaciones entre Los diferentes símbolos. Nuevamente repetimos que el Arbol de la Vida es un método para utilizar la mente y no un sistema de conocimiento.

Sin embargo, por el momento, no nos estamos ocupando del estudio de Las Emanaciones, sino de Los orígenes hasta donde la mente humana es capaz de penetrarlos, y, por paradójico que pueda parecer, entraremos aún mucho más allá tan pronto como tendamos el Velo, mucho más que si tratáramos de penetrar sin él a través de Las tinieblas. Por lo tanto, resumiremos la posición de Kether en una sentencia, que quizá tenga poco o ningún significado para el estudiante que considere por primera vez la materia, pero que, si se conserva en la mente, comenzará a desenvolver su significado vívidamenté más tarde. Al hacerlo así nos atenemos a la antigua tradición esotérica de dar al estudiante un símbolo para que lo geste hasta que lo dé a luz en su mente, en vez de darle instrucciones explícitas, que en realidad no le dirían nada preciso. La sentencia germinal que echamos intencionalmente en la subconsciencia del lector es la siguiente: "Kether es el Malkuth del Inmanifestado". Dice Mathers en la obra citada: "El océano Infinito de la Luz Negativa no procede de un centro, porque carece de él, sino que se concentra en un centro que es el numero Uno de Los Sephiroth manifestados, Kether, 1a Corona, el Primer Sephirah".

Las palabras en sí mismas son contradictorias e incomprensibles. La Luz Negativa no es más que una manera de decir que lo que se describe, aunque tiene ciertas cualidades en común como la Luz, no es, sin embargo, Luz, tal como la conocemos, lo cual en verdad, nos dice muy poco acerca de lo que se nos quiere describir. Por lo tanto se nos dice que no cometamos el error de pensar en ello, como Luz, por la sencilla razón de que la mente no está en condiciones para formar imágenes que la representen y, por consiguiente, debe dejar la cuestión sola, hasta que se produzca el crecimiento indispensable. No obstante, aunque estas palabras no nos digan lo que deseamos saber, transmiten ciertas imágenes a la imaginación, Las cuales se van sumergiendo en mente subconsciente, donde mucho después evocarán ciertas ideas que penetrarán en la mente consciente y que están relacionadas con aquéllas. Así es como el conocimiento va surgiendo cuando se dá al método de la Cábala su aplicación práctica, que es el Yoga del Occidente.

Los Cabalistas reconocen cuatro planos de Manifestación y tres planos de Inmanifestación o Existencia Negativa. Al primero de éstos se le da el nombre de "Ein" (Ain), negatividad; al segundo "Ein Soph", lo Ilimitado, y al tercero "Ein Soph Aur", la Luz llimitada. De esta última se concentra Kether. Estos tres términos son Los Tres Velos de la Existencia Negativa que están tras Kether. En otras palabras, son Los símbolos algebraicos que nos permiten pensar en lo que trasciende al pensamiento y que a la vez ocultan aquello que representan: son como la máscara. Realidades Trascendentales.

Si pensamos acerca de los Estados de existencia negativa en términos de cualquier cosa que conozcamos, cometeremos un error porque sean lo que sean, no pueden ser lo que pensemos, ya que son Inmanifestados.

La expresión "Velos" nos enseña, por lo tanto, que no sirven más que de fondo, carecen de valor en sí mismos, pero nos son útiles en nuestros cálculos, ideas que, de otra manera, serían inconcebibles. Como la esencia del Arbol de la Vida reside en el hecho de que hace que sus símbolos se expliquen unos a otros por medio de sus posiciones relativas, estos Velos sirven como pedestales para el pensamiento, permitiéndonos sostenernos en regiones todavía desconocidas para nosotros. Sin embargo, esos Velos, si bien ocultan lo que representan, nos permiten ver claramente aquello a lo cual sirven de fondo, y esa es su función y objeto.

Son nuestras propias limitaciones las que hacen indispensables esos símbolos insolubles, que se presentan a nosotros, pero la mente disciplinada en la filosofía esotérica, pronto aprende a trabajar dentro de estas limitaciones y acepta como Velos puestos al símbolo de lo que está más allá de su alcance. Así es como recorre el camino de la sabiduria, porque la mente va creciendo con aquello de que se la alimenta, y un buen día, cuando hayamos logrado ascender hasta Kether, podremos tener la esperanza de elevar Los brazos y desgarrar el Velo, y contemplar la Luz Infinita.

El Esoterista no se limita a sí mismo declarando que lo Desconocido es siempre Desconocible, porque sobre todas las cosas es un evolucionista y sabe que lo que hoy no se puede abarcar, puede muy bien ser realizado en el mañana del tiempo cósmico. También sabe que el tiempo evolutivo es un asunto individual en los mundos internos y que se mide, y no se regula, por la revolución de la Tierra sobre su propio eje.

Esos tres Velos: Ein, Negatividad; Ein Soph, Ilimitado, y Ein Soph Aur, la Luz Ilimitada o Infinita, aunque no podamos comprenderlos, sugieren ciertas ideas. Negatividad quiere decir Ser o existencia cuya naturaleza no podemos comprender. No podemos concebir una cosa que es y que sin embargo, no es. Por lo tanto, tenemos que concebir alguna forma de ser de la que jamás hayamos tenido experiencia consciente; la forma de un ser que, según nuestros conceptos de la existencia, no exista y que, sin embargo, si es que podemos decirlo así, exista de acuerdo con su propia idea de la existencia. Para usar Las palabras de un gran sabio podriamos repetir: "Hay muchísimas más cosas en Los Cielos y en la Tierra de Las que podamos soñar en nuestra filosofía".

Pero, aunque digamos que la Existencia Negativa está fuera del alcance de nuestra realización, esto no significa que estemos fuera del radio de su influencia. Si asi fuera, podriamos descartar eso por completo y nuestro interés terminaría definitivamente. Por el contrario, aunque no tengamos acceso directo a su ser, todo cuanto sabemos que existe tiene su raiz en esta Existencia Negativa, de manera que aunque no podamos conocerla directamente, podamos tener experiencia de la misma, aunque remota. En otras palabras, aunque no podamos conocer su naturaleza, conocemos sus efectos, de la misma manera que si bien ignoramos lo que es la electricidad en sí misma, sin embargo podemos hacer que nos sirva en nuestra vida, y de nuestra experiencia de sus efectos podemos llegar a conclusiones ciertas concernientes por lo menos a las cualidades que posee.

Los que han penetrado más profundamente en lo Invisible nos han dado descripciones simbólicas gracias a las cuales podemos dirigir nuestra mente en dirección a lo Absoluto, aunque no podamos alcanzarlo. Han hablado de la Existencia Negativa como Luz: "Ein Soph Aur, la Luz Infinita". También han hablado de la Primera Manifestación como Sonido: "En el Principio era el Verbo".

Recordamos haber oído decir una vez a un hombre a quien consideramos como un gran Adepto, lo siguiente: "Si queréis saber lo que es Dios, puedo decíroslo en tres palabras: Dios es presión". Y de inmediato brotó en nuestra mente una imagen seguida de una realización. Pudimos concebir el flujo de la Vida a través de todos los medios y canales de la existencia. Sentimos que habíamos logrado una verdadera realización de la naturalez de Dios. Y. sin embargo, si nos ponemos a analizar fríamente esas palabras, no hay en ellas absolutamente nada. No obstante, tenía el poder de transmitir una imagen, un símbolo, y la mente, operando en el reino de la intuición, más allá de la razón, alcanzaba una realización, aunque esa realización sólo pudiera reducirse, a la esfera del pensamiento concreto, a una imagen.

Es necesario que nos demos cuenta de que en esas regiones abstractas la mente sólo puede usar símbolos, pero esos símbolos sólo tienen el poder de transmitir realizaciones a la mente que sabe cómo utilizarlos. Esos símbolos son los gérmenes mentales de donde brota la comprensión, aun en el caso de que no seamos capaces de expandir y transformar el simbolo en una realización concreta.

Poco a poco como una marea ascendente, la realización va concretando lo Abstracto, asimilando y expresando en términos de su propia naturaleza cosas que pertenecen a otra esfera, y cometeríamos un gravísimo error si tratáramos de probar con Herbert Spencer que porque una cosa es actualmente desconocida para la mente que poseemos, tiene que permanecer desconocida para siempre. E1 tiempo no sólo va aumentando nuestros conocimientos, sino que la Evolución acrecienta nuestras capacidades, y la Iniciación, que es la Evolución forzada, aporta facultades anticipándose a la estación normal y llevando la conciencia del Adepto a una expansión que le permite vastas captaciones, muchísimo más allá de las que puede alcanzar la mente humana común. Estas ideas, aunque el Adepto las comprende perfectamente en su nueva conciencia, no le es posible transmitirlas a otros si no participan de su misma conciencia. Sólo puede expresarlas en forma simbólica, pero todo aquel que haya tenido experiencia más amplia podrá captar esas ideas en su propio plano, aunque no pueda transportarlas a la esfera del pensamiento consciente.

Es de esta manera como en la literatura esotérica se diseminan gérmenes o ideas germinales tales como "Dios es presión", o "Kether es el Malkuth de la Existencia Negativa". Estas imágenes, cuyo contenido no pertenece a nuestra esfera, son los gérmenes masculinos de pensamiento, que fecundarán el óvulo de la realización concreta. En sí mismos, son incapaces de mantener más que una existencia fugitiva en la conciencia, como un relámpago de realización; pero sin ellos, el óvulo del pensamiento filosófico quedaría estéril. Sin embargo, impregnado por ellos, su substancia es absorbida y se pierde en el acto mismo de la impregnación, y entonces comienza el crecimiento dentro del informe germen mental, hasta que, ultérrimamente, después de la debida gestación la mente da a luz a una idea en el umbral de la conciencia.

Si queremos sacar el mayor partido posible de nuestra mente, es necesario que aprendamos a dejar pasar tranquilamente ese período de latencia, de gestación, después de que haya sido impregnada por algo externo de nuestro plano de existencia, hasta que la gestación culmine su obra más allá del umbral de la conciencia. Las invocaciones de las ceremonias iniciatorias tienen por objeto precisamente atraer esa influencia impregnante sobre la conciencia del candidato.

De ahí que los Senderos del Arbol de la Vida, que son las gradas de la iluminación del alma, estén intimamente asociados con el simbolismo de las ceremonias iniciatorias.

CAPITULO VI

Otz Chaim, el arbol de la vida

Antes de que podamos comprender el significado de cualquier Sephirah aislado, es necesario que captemos en líneas generales, como conjunto, lo que significa Otz Chaim, el Arbol de la Vida.

Es un jeroglífico, un símbolo compuesto, que tiene por objeto representar al Cosmos en su integridad y, a la vez, el alma del ser humano en relación con aquel. Cuando más estudiamos el jeroglífico, tanto más nos damos cuenta de que constituye una representación perfectamente adecuada del Arbol y que lo podemos utilizar como el ingeniero o el matemático emplean la regla de calcular para investigar y calcular todas las complicaciones de la existencia tanto visible como invisible, así como la Naturaleza externa y las profundidades del alma.

En el diagrama que damos al final se ve que es una combinación de diez círculos arreglados en determinada manera y vinculados entre sí por ciertas líneas. Estos círculos son los Diez Sephiroth Sagrados y las líneas que los conectan entre si representan los Senderos cuyo número es el de 22.

Cada Sephirah (Sephirah, singular de Sephiroth) es una fase de la evolución y en el lenguaje de los rabbis se los denomina las Diez Emanaciones Sagradas. Los Senderos que se encuentran entre ellos son fases de la conciencia subjetiva, las Sendas o Gradas (del latín Gradus, Escalón) por las que pasa el alma en su realización del Cosmos. Los Sephiroth son objetivos; los Senderos son subjetivos.

Recordaremos nuevamente que no estamos exponiendo la Cábala tradicional de los rabbis, como una curiosidad histórica, sino que exponemos la estructura que generaciones de estudiantes, iniciados todos ellos, y algunos adeptos o Maestros, han ido edificando paulatinamente, convirtiendo el Arbol de la Vida en el instrumento de su desenvolvimiento espiritual o de su trabajo mágico.

Esta es la Cábala Moderna o la Cábala Alquímica, como se ha llamado algunas veces, y contiene muchísimas cosas que no pertenecen a la tradición rabínica, como se verá a su debido tiempo.

Consideremos ahora la disposición general y el significado del Arbol. Se verá que los círculos que representan a los Sephiroth están arreglados en tres columnas verticales (Vease el diagrama No. 1) y que a la cabeza de la del centro, que es la más alta de las otras, formando el vertice superior del triángulo de los Sephiroth, está el Sephirah Kether, al que nos hemos referido en el capítulo anterior. Para mencionar nuevamente las palabras de MacGregor Mathers: El Océano Infinito de la Luz Negativa no procede de un centro, porque carece de él, pues se concentra en un centro, que es el número Uno de los Sephiroth manifestados (Kether, la Corona, el Primer Sephirah).

La señora Blavatsky obtuvo de fuentes orientalistas el término "del punto dentro del círculo", para expresar el primer impulso de la Manifestación, y esta idea está también contenida en el término rabínico: Necudah, Bashunah, el Punto Primordial, nombre que se aplica a Kether.

Sin embargo, Kether no representa una posición en el espacio. El Ein Soph Aur ha sido llamado el círculo cuyo centro está en todas partes y cuya circunferencia no está en ninguna, afirmación que, como muchas otras que se hacen en ocultismo, parece inconcebible, pero que, sin embargo, representa una imagen a la mente y sirve perfectamente su propósito. Por lo tanto, Kether, y en realidad todos los demás Sephiroth, son simples estados o condiciones de existencia. Debemos tener siempre presente que los planos no se superponen unos encimas de otros en el Emíreo, como los pisos de un edificio, sino que son estados de existencia de diferente clase y que, aunque se han desarrollado sucesivamente en el tiempo, ocurren simultáneamente en el espacio. La existencia de todas las clases está presente en cada ser separado, lo que no es difícil comprender si recordamos que el ser humano está compuesto por un cuerpo físico, emociones, mente y espíritu, todos los cuales ocupan el mismo espacio al mismo tiempo.

Cualquiera que haya observado una solución a saturación en un líquido caliente y cómo se van formando los cristales cuando se enfría, puede concebir una idea acerca de la naturaleza de Kether. Llenad un vaso de agua muy caliente y divolved en ella todo el azúcar que se puede, a saturación, y luego, cuando la saturación se enfríe, observad cómo van apareciendo los cristales de azúcar. Cuando hagáis esto realmente sin limitaros a leerlo tendréis un concepto que os permitirá pensar acerca de cómo el Primer Manifestado vino a la existencia, emergiendo del Inmanifestado Primordial. El líquido es transparente y no tiene forma, pero dentro de él se produce un cambio y comienzan a aparecer cristales sólidos visibles y de formas definidas. Y de la misma manera podemos concebir que algún cambio ocurre dentro de la Luz Infinita cuyo resultado es que Kether se cristaliza en ella.

Ahora, no nos proponemos hablar profundamente de la naturaleza de los Sephiroth, sino simplemente realizar el bosquejo general del Arbol de la Vida. En el curso de estas páginas trataremos una y otra vez el asunto, hasta alcanzar un concepto comprensivo del mismo, lo cual sólo se puede hacer gradualmente, pues si empleáramos mucho tiempo para tratar algún punto aislado, antes que el estudiante lograra hacerse un concepto general, mucho de ese tiempo sería malgastado, pues no se comprendería la importancia que ese concepto generalmente puede tener para la concepción del bosquejo en conjunto. Los mismos rabbis aplican a Kether la denominación de Secreto de secretos, a la Altura inescrutable, como indicando que la mente humana apenas si puede saber algo acerca de Kether.

Vale la pena hacer notar que el judaísmo exotérico, cuyo heredero, no muy afortunado, es el Cristianismo, no contiene concepto alguno sobre las emancipaciones o desbordamiento de un Sephirah en otro. Declara que Dios hizo el mar, las montañas y las bestias del campo, y visualizamos todo ese proceso, si es que realmente llegamos a visualizarlo, como la obra de artistas celestiales, que modelaban cada frase de la manifestación y ponían el producto terminado en el mundo. Este concepto ha mantenido la ciencia atrasada durante centenares de años, en la Europa occidental, y al final los hombres de ciencia tuvieron que romper con la religión y soportar persecuciones como herejes para poder llevar a la doctrina de la evolución, que era la que explícitamente se enseñaba en la Tradición Mística de Israel, una tradición con la que indudablemente estaban bien familiarizados los que escribieron el Antiguo Testamento, porque su obra está llena de referencias e implicaciones cabalísticas.

La Cábala no concibe que Dios fabricó la Creación etapa por etapa, sino que cree en las diferentes fases de la Manifestación como evolucionando unas de otras, como si cada Sephiroth fuera un lago que, una vez lleno, se desbordara en el lago inferior. Para hablar nuevamente de MacGregor Mathers, "en cada bellota existe una encina con sus bellotas, y oculta en cada una de ellas existe también otra encina con sus bellotas, y así sucesivamente". De la misma manera, cada Sephirah contiene las potencialidades de todo lo que sobreviene despues, en escala de desbordamiento o sucesivas manifestaciones interiores. Kether contiene el resto de los Sephiroth, que son nueve: y el Chokmah (Kjokmah), el segundo, contiene las potencialidades de todos lo que le siguen (y son ocho), así sucesivamente. Pero en cada Sephiroth sólo se desarrolla un aspecto de la manifestación, quedando los demás latentes, y los precedentes se reciben como por reflejo. Cada Sephiroth viene a ser, pues, como una forma de existencia pura en su esencia, siendo la influencia de la fases de precedentes de su Evolución externas, reflejadas en la misma. Estos aspectos por así decirlo, habiéndose cristalizado en las etapas anteriores ya no se encuentran en solución en la corriente que fluye al exterior de manifestación, que siempre procede del Inmanifestado, a través de Kether. Por tanto, cuando deseamos descubrir la naturaleza esencial, la base de manifestación, de cualquier tipo de existencia particular, la obtenemos en la Sephirah correspondiente, meditando sobre ese Sephirah particular en su forma primordial. Porque existen cuatro formas o mundos, en los cuales conciben los Cabalistas el Arbol de la Vida, a los que consideraremos a su debido tiempo. Por ahora sólo nos referiremos a ello, para que el estudiante obtenga bastante fondo como para lograr una perspectiva adecuada.

El estudiante encontrará mucha ayuda recorriendo los capítulos de la obra "La Sabiduría Antigua, de Annie Besant, que tratan de las diversas partes de la evolución, los que arrojan mucha luz sobre el tema de que estamos tratando, aunque el sistema de clasificación no sea el mismo.

Concibamos a Kether como un surtidor que llena su recipiente, y una vez lleno, se derrama sobre otro inferior, el cual, al llenarse a su vez se desborda sobre un tercero más abajo y así sucesivamente. El Inmanifestado va fluyendo siempre a presión por Kether, y llega un tiempo en que la Evolución ha llegado tan lejos como puede hacerlo en la extrema simplicidad de la forma de existencia del Primer Manifestado. Todas las combinaciones posibles se han formado ya y han pasado por todas las mutaciones imaginables. La acción y reacción se han estereotipado y no puede haber nuevos desenvolvimientos más que utilizando las combinaciones entre sí. La Fuerza ha formado todas las unidades posibles; la siguiente fase de desenvolvimiento para estas unidades, es combinarse en estructuras aún más complejas. Cuando esto ocurre, comienza una nueva fase de la existencia más altamente organizada; todo lo que ya había evolucionado permanece pero lo que ahora evoluciona es más que la suma de las partes ya actuantes, porque nuevas capacidades vienen a la existencia. Esta nueva etapa presenta un cambio del modo de existencia. Así como Kether se cristalizó de la Luz Infinita, así también el Segundo Sephirah, Kjokmah se cristalizó de Kether en este nuevo modo de ser, habiendo dejado de ser este nuevo sistema de acciones y reacciones el proceso simple y directo que era y se ha convertido en completo y tangencial. Entonces tenemos dos modos de existencia: la simplicidad de Kether y la relativa complejidad de Kjokmah, pero ambos son tan simples que ninguna clase de vida de la que conocemos podría subsistir allí: sin embargo, fueron los estados precursores de la vida orgánica. Podríamos decir que Kether es la primera actividad de la manifestación movimiento; es un estado de puro devenir, Rashith ha Gigalim los Primeros Estremecimientos o Vibraciones, el Principio del movimiento Giratorio o Vórtices, según lo llamaban los Cabalistas, o "Primum Móbile" según los Alquimistas. Kjokmath, el Segundo Sephirah, es lo que los Rabbis llaman Mazlohh, la Esfera del Zodíaco. Aquí ya encontramos el concepto del círculo con sus segmentos. La Creación ha avanzado. De este nuevo Primordial ha surgido la Serpiente que sostiene su cola con la boca, según nos cuenta la Señora Blavatsky en su inestimable obra de simbolismo arcaico "La Doctrina Secreta" e "Isis sin Velo".

De parecida manera la que en Kether se desbordó dando origen a Kjokmah, Kjokmah se desbordó en Binah, el Tercer Sephirah. Las sendas seguidas por esas emanaciones en estos desbordamientos sucesivos están representadas en el Arbol de la Vida por un relámpago y en otro diagrama por una Espada Flamígera. Observando el Diagrama número 1 se verá que el relámpago tiene que proceder de Kether hacia afuera y abajo, y a la derecha, para alcanzar a Kjokmah, y luego, gira a nivel hacia la izquierda y procede a igual distancia de Kether sobre ese lado, estableciendo allí a Binah. El resultado de todo esto es un figura triangular en el Jeroglífico, la cual se denomina el Triángulo de los Tres Supremos o Primera Trinidad, y se encuentra separado del resto de los Sephiroth por el Abismo que la conciencia humana no puede cruzar. Aquí están las raíces de la existencia, ocultas a nuestras miradas.

CAPITULO VII

Los tres supremos

Habiéndose considerado en general el desenvolvimiento de las Tres Primeras Emanaciones Divinas, nos encontramos en situación de obtener ya una percepción más profunda de su naturaleza y significación, porque no es permitido estudiarlos en sus relaciones, unos con otros. Esta es la única manera de estudiar los Sephiroth, porque un Sephirah aislado carece de todo significado, en razón de que el Arbol de la Vida es esencialmente un esquema de relaciones, potencias y reflejos. (Véase el diagrama No. 3 ).

Los libros rabínicos aplican muchos nombres curiosos a los Sephiroth, y nos es dable aprender muchas cosas de ellos, dado que cada palabra de esos libros tiene un significado importante, y no se emplea ninguna a la ligera, ni por consideraciones literarias o poéticas simplemente, pues todas constituyen términos precisos y científicos.

El significado de la palabra Kether, como ya lo hemos visto es Corona, Kjokmah significa Sabiduría, y Binah, Entendimiento. Pero pendiente entre estos dos últimos Sephiroth existe un Tercero Misterioso, que jamás está presentado en el Arbol de la Vida; es el invisible Sephirah, Daath, Conocimiento, del cual dícese es formado de la conjución de Kjokmah y Binah, estando situado a través del Abismo. Crowley nos dice que Daath está situado en dimensión distinta de los demás Sephiroth y que constituye un vertice de la pirámide, de la cual Kether, Kjokmah y Binah son los tres ángulos básicos. Para nosotros, Daath representa la idea de la realización y de la conciencia.

Dilucidaremos, ahora, los Tres Supremos de acuerdo con el método de la Cábala Mística, consistente en llevar a la mente con todas las correspondencias asignadas a los mismos, dejando que la contemplación haga el resto.

Se observará que estos tres y el misterioso cuarto contienen el simbolismo relativo a la cabeza, la que, en el ser humano arquetípico, representa el nivel de conciencia más elevado. Cuando buscamos en la literatura rabínica cuáles otros nombres pueden serle aplicados, encontramos más y más simbolismos relacionados con la cabeza y Kether, y, aunque no se refieran a los otros dos Supremos, le pueden ser aplicados igualmente, porque no son más que aspectos de Kether en un plano inferior.

Los Rabbis llaman a Kether, entre otras maneras que no necesitamos considerar por el momento : Arik Anpin, el Rostro Inmenso, la Cabeza Blanca, la Cabeza que No Es. El simbolismo Mágico de Kether, según Crowley, es un Antiguo Rey con barba, visto de perfil. MacGregor, a este respecto, dice : "El simbolismo del Rostro Inmenso es el de un perfil, de manera que sólo puede verse uno de sus lados". O, según dice la Cábala : "En El todo es lado derecho". El lado izquierdo, que está hacia lo Inmanifestado, es para nosotros como el lado oscuro de la Luna.

Pero Kether es, ante todo, la Corona; bien, la Corona no es la cabeza, sino que está sobre la cabeza. Por tanto, Kether no puede ser la conciencia, sino la materia prima de la conciencia, considerada microcósmicamente, y la materia prima de la existencia, considerada macrocósmicamente. Porque el Arbol de la Vida puede ser considerado de estas dos maneras: como el Universo y como el alma del ser humano, ya que estos dos aspectos se iluminan mutuamente. En las palabras de la Tabla de Esmeralda de Hermes, se dice: "Como arriba es abajo".

Kether se diferencia de Kjokmah y Binah antes de alcanzar la existencia fenomenal, y a éstos los cabalistas los llaman Abba, el Padre Supremo, y Ama, la Madre Suprema. A Binah se lo llama también el Gran Mar y Shabathai, la esfera de Saturno. Conforme continuemos en nuestro estudio veremos que a los Sephiroth se los denomina sucesivamente como las esferas de los planetas pero Binah es la primera de las Emanaciones a la que se le asigna tal cosa. Kether es el Primer Remolino y Kjokmah es la Esfera del Zodíaco.

Ahora bien: Saturno es el Padre de los Dioses; es el mayor de los viejos dioses que fueron los predecesores de aquellos del Olimpo sobre los que gobernaba Júpiter. En los títulos secretos atribuídos a las láminas del Tarot, el Sendero de Saturno se denomina, según Crowley, el Grande de la Noche de los Tiempos.

Tenemos, pues, a Kether, diferenciándose como una potencia activa, masculina, Kjokmah; y una potencia pasiva, femenina, Binah, estos están colocados a la cabeza de las dos columnas laterales formadas por el alineamiento vertical de los Sephiroth, espaciados en el Arbol de la Vida.

De estas dos columnas, la de la izquierda, que se encuentra bajo Binah, se llama Severidad, mientras que la de la derecha, bajo Kjokmah, se denomina Misericordia. Y la del Medio, bajo Kether, se denomina Suavidad, diciéndose que es la Columna del Equilibrio. Las dos Columnas Laterales son las que se encuentran a la entrada del Templo del Rey Salomón y están representadas en todas las logias de los Misterios, siendo el candidato mismo, cuando se encuentra entre ellas, el Pilar del Medio, el Equilibrio.

Aquí nos encontramos con las ideas expresadas por la señora Blavatsky de que no puede haber manifestación si no hay diferenciación entre Pares de Opuestos. Kether se diferencia en dos aspectos como Kjokmah y Binah, y entonces la manifestación entra en la existencia. Ahora bien, en este triángulo supremo, la Cabeza que No Es, el Padre y la Madre, tenemos la concepción radical de nuestra Cosmogonía, a la que tendremos que volver una y otra vez, bajo innumerables aspectos, y cada vez iremos recibiendo nueva iluminación. Estos primeros capítulos no tratan de agotar los diversos puntos tocados, por razones ya expuestas, porque los estudiantes que no están familiarizados con el asunto –y son poquísimos los que lo están– no tienen los elementos mentales necesarios o el acopio de hechos suficientes como para que les permita apreciar el significado de un estudio más detallado. En estos momentos nos estamos ocupando, precisamente, de juntar esos elementos, y, a su debido tiempo, trataremos de arreglarlos y disponer en un templo viviente, estudiándolos en detalle.

Binah, la Madre Superior, en contradistinción con Malkuth (la Madre Inferior, la Novia del Microposopos, la Isis de la Naturaleza, el Décimo Sephirah), tiene dos aspectos, los cuales se distinguen como Ama, la Madre Obscura, Esteril y Aima, la Madre Resplandeciente y Fertil. Ya hemos visto que tambien se la llama el Gran Mar, que no sólo significa amargura, sino que es la raíz de Marya o María. Y aquí nos encontramos otra vez con la idea de la Madre, como la primera Virgen, y luego con el niño concebido por obra del Espíritu Santo.

Mediante la asociación de Binah con el Mar se nos recuerda que la vida tuvo sus principios primordiales en las aguas, pues de ellas surgió Venus, la Mujer Arquetípica. La asociación con Saturno nos sugiere la idea de la Edad primordial: "antes de los dioses que hicieron que los dioses bebieran hasta hartarse …" Y sugiere las rocas más antiguas: "Dentro de la sombría quietud de la cañada… estaba sentado el canoso Saturno, inmóvil como una piedra". Max Heindel habla de los Señores de la Forma entre las fases más tempranas de la evolución. Y una obra inspiradísima que tenemos en nuestro poder, "The Cosmic Doctrine" (La Doctrina Cósmica), habla de los Señores de la Forma como de las leyes de la Geología.

Considerando nuevamente el simbolismo de las dos columnas laterales del Arbol de la Vida, vemos a Kjokmah y Binah como Fuerza y Forma, las dos unidades de toda manifestación.

No nos sería de gran provecho penetrar más profundamente en las infinistas ramificaciones de este simbolismo en estos momentos, porque nos llevaría mucho más allá de los tres Sephiroth que estamos estudiando. Procederemos a una consideración ulterior del misterioso Daath que aparece en el Arbol, al cual nunca se le asigna ni nombre Divino ni hueste angélica de ninguna especie, y que tampoco tiene ningún símbolo mundano, planeta o elemento, como tienen todos los demás puntos o centros del Arbol.

Daath se produce por la conjunción de Kjokmah y Binah, como ya se ha explicado. El Padre Supremo. Abba, se une a la Madre Suprema, Ama, y el resultado es Daath. Ahora bien, los cabalistas dan a Daath algunos nombres curiosos, como veremos.

En el versículo 38 del "Book Concealed" (El Libro Oculto), de la traducción inglesa de Mathers, tomada a su vez de la traducción latina de Knorr von Rosenroth, se dice: "Porque el Padre y la Madre están perpetuamente unidos en Yesod, el Fundamento (Noveno Sephirah), pero oculto por el Misterio de Daath, o Conocimiento". Y en el versículo 40 leemos con respecto a Daath : "El hombre que diga " yo soy el Señor, descenderá… Yod, la decima letra del alfabeto Hebreo, es el Fundamento del Conocimiento del Padre, pero todas las cosas se llaman "Byodo", esto es, que todas las cosas se aplican a Yod, a quien concierne todo este discurso. Todas las cosas se unen en la lengua que está oculta en la Madre. En otras palabras, gracias a Daath, o Conocimiento mediante el cual la Sabiduría se une al Entendimiento, y el Sendero de la Belleza (Tiphareth, el Sexto Sephirah), con su novia la Reina (Malkuth, el Decimo Sephirah); y esta es la idea oculta o alma que compenetra toda la Emanación. Y, como se sabe (este Sendero Oculto) por lo que procede de sí mismo, resulta que Daath es en sí el Sendero de la Belleza pero también es el Sendero Interior, al que se refería Moises, y ese Sendero está oculto dentro de la Madre y es el medio de su conjunción. Si observamos que Yod es identico a Lingan del Sistema Hindú, y que Kether, Daath y el Sendero de la Belleza, Tiphareth y el Sexto Sephirah, se encuentran en la misma línea del Pilar del Centro del Arbol, que equivale a la espina dorsal del ser humano, el microcosmos, y que Kundalini se encuentra enroscado en Yesod, tambien en el Pilar del Medio, veremos que aquí se encuentra una clave para los que tengan el equipo necesario para utilizarla.

En el libro "Greater Holy Assembly" (La Santa Asamblea Mayor), versículo 566, de la traducción de Mathers, puede leerse con referencia a la Cabeza del Macroposopos, cuyo cuerpo entero se considera un jeroglífico del Cosmos : "De la Tercera Cavidad surgen mil veces mil cónclaves y asambleas, en las que está contenido y mora Daath, el Conocimiento". "Y el lugar hueco de esta cavidad está entre las otras dos cavidades, y todos estos cónclaves se llenan por ambos lados. Esto es lo que está escrito en los Proverbios : "Y en el Conocimiento (Daath) serán llenados los cónclaves". "Y esos tres se expanden sobre todo el cuerpo, sobre este lado y aquel lado, y con ellos se une todo el cuerpo y el cuerpo está contenido por ellos por todos lados, y a través de todo el cuerpo se expanden y difunden".

Si recordamos que Daath está situado en el punto en que el Abismo corta el Pilar del Medio, y que sobre el Pilar del Medio está el Sendero de la Flecha, o sea el Camino que sigue la conciencia cuando el psíquico se eleva por los planos, y que aquí tambien está Kundalini, vemos que en Daath se encuentra el secreto, tanto de la generación como de la regeneración, la clave de la manifestación de todas las cosas mediante su diferenciación en pares de opuestos y su unión en un Tercero.

Así es como el Arbol va descubriendo sus secretos a los Cabalistas.

El Segundo Triángulo en el Arbol de la Vida está formado por los Sephiroth Chesed (Jesed), Geburah y Tiphareth. Chesed se forma por el derrame o desbordamiento de Binah, y está situado en la Columna Derecha de la Misericordia, inmediatamente debajo de Kjokmah, el ángulo de la Luz Relampagueante, que se emplea para señalar el curso de las emanaciones en el Arbol, se dirige hacia abajo, a la derecha, cruzando el jeroglífico, desde Binah, que está a la Cabeza del Pilar de la Severidad, a Chesed, que ocupa la sección media del Pilar de la Misericordia. Entonces el rayo gira y se dirige horizontalmente a través del jeroglífico en dirección al Pilar de la Severidad, en cuya sección media está el Sephirah Geburah. Hacia abajo y a la derecha se dirige el símbolo de la fuerza de la emanación e indica al Sephirah Tiphareth, que ocupa el centro mismo del Pilar del Equilibrio o de la Suavidad. Estos tres Sephiroth, que constituyen el triángulo funcional que tenemos que considerar, y, aunque no pensemos ahondar mucho en su simbolismo hasta que hayamos terminado con nuestra observación esquemática de todo el sistema, será necesario decir lo suficiente como para dar un vislumbre de su significado a fin de que podamos asignarle un lugar en el concepto que estamos tratando de formar. Este concepto es tan vasto e infinito en su colaboración de detalles que si tratáramos de exponerlo en toda su extensión, desde la A a la Z, no lograríamos más que provocar una gran confusión. Su significado sólo se revela gradualmente al estudiante conforme cada aspecto va interpretando al otro. Quizás nuestro método de exponer esta enseñanza pueda no ser ideal desde el punto de vista del pensamiento metodizado; pero creemos que es el único que despertará el "instinto" del asunto, en el principiante. Nosotros mismos obtuvimos nuestro desenvolvimiento místico sobre el Arbol, y hemos vivido y tenido nuestro ser durante muchísimos años en él, de manera que nos creemos competentes como para trasmitir nuestro punto de vista de misticismo cabalístico, tan intrincado, abstracto y voluminoso, y, sin embargo, tan comprensivo y satisfactorio una vez que se lo ha dominado.

Antes de entrar a considerar el segundo triángulo del Arbol como una unidad, nos es necesario comprender el significado de los Sephiroth que lo componen. Chesed (Jesed) significa Misericordia o Amor, y también se lo llama Gedulah (Guedulah), Grandeza o Magnificencia, asignándosele la Esfera de Júpiter. Geburah (Gueburah) significa Fortaleza y también se lo llama Pachad Temor. Se le asigna la Esfera de Marte. Tiphareth significa Belleza y se le asigna la Esfera del Sol. Cuando se correlacionan los diversos panteones paganos con las Esferas del Arbol de la Vida se ve que todos los dioses que han sido sacrificados, pertenecen invariablemente a la Esfera de Tiphareth. Por esta razón se lo llama el centro crístico de la Cábala cristiana. Ahora ya tenemos material suficiente como para examinar el segundo triángulo. Júpiter, el Regente benefactor y dador de las Leyes, está contrabalanceado por Marte, el Guerrero, la Fuerza ígnea y destructiva, y ambos se encuentran equilibrados en Tiphareth, el Redentor. En el triángulo Supremo, vemos, del Sephirah Primario emanando un par de opuestos que expresan los dos aspectos de su naturaleza : Kjokmah, Fuerza y Binah, Forma, Sephiroth Masculino y Femenino, respectivamente. En el Segundo Triángulo encontramos un par de opuestos que encuentran su equilibrio en un tercero, colocado en el Pilar del Medio del Arbol. De esto deducimos que el Primer Triángulo deriva su significado de aquello que está tras él y que el Segundo Triángulo deriva su significado de aquello que radía o emana. En el Primer Triángulo encontramos una representación de las fuerzas creadoras de la substancia del Universo; en el Segundo tenemos la representación de las fuerzas que gobiernan la vida evolucionante. En Chesed encontramos el sabio y bondadoso rey, el padre de su pueblo, organizando su reino, levantando sus industrias promoviendo la instrucción y dotándolo de todos los beneficios de la civilización. En Geburah tenemos al Rey Guerrero, que conduce a su pueblo a la batalla, defendiendo su reino de los asaltos de los enemigos, extendiendo su fronteras por la conducta, castigando el crimen y destruyendo a los malhechores. En Tiphareth tenemos al Salvador, sacrificado en la Cruz para la salvación de Su pueblo, poniendo así a Geburah en equilibrio con Gedulah, o Chesed. Aquí nos encontramos en la esfera de todos los dioses benéficos, los dioses solares, que curan y sanan. Y así vemos que las misericordias de Gedulah y las severidades de Geburah se unen para sanar a las naciones.

Detrás de Tiphareth, atravensando el Arbol, está Paroketh, el Velo del Templo, que es análogo, en un plano inferior, al Abismo que separa a los Tres Supremos del resto del Arbol. Lo mismo que el Abismo, el Velo señala una ruptura o laguna en la conciencia. El modo de mentación de uno de los lados del Abismo es completamente distinto del modo de mentación que predomina en el otro. Tiphareth es la Esfera más elevada a que puede llegar la conciencia humana normal. Cuando Felipe pidió a Nuestro Señor: "Mostradnos el Padre", Jesús contestó: "El que a Mí me ha visto, ha visto al Padre". Toda mente humana puede conocer a Kether en su reflejo. Tiphareth, el CentroCrístico, la Esfera del Sol. Paroketh es el Velo del Templo, que se desgarró en el momento de la Crucifixión.

Ahora en nuestro examen preliminar llegamos al Tercer Triángulo, compuesto por los Sephiroth Netzach, Hod y Yesod. Netzach es la Sephirah básico del Pilar de la Misericordia, Hod (Yod) es la base del Pilar de la Severidad y Yesod se encuentra en el Pilar Medio de la Suavidad o Equilibrio, en alineación directa con Kether y Tiphareth. Así, el Tercer Triángulo es una réplica exacta del Segundo Triángulo, en un arco inferior.

El significado de Netzach es Victoria, y pertenece a la Esfera de Mercurio y el significado de Yesod es Fundamento, y corresponde a la Esfera de la Luna.

Si al Segundo Triángulo se lo puede llamar el Triángulo Etico, el Tercero puede ser denominado Triángulo Mágico; y si atribuimos a Kether la Esfera de los Tres en Uno, la Unidad indivisa, y a Tiphareth la Esfera del Redentor o del Hijo, podríamos justificadamente llamar a Yesod la Esfera del Espíritu Santo, el Iluminador. Esta aplicación de la Trinidad Cristiana cuadra mejor sobre el Arbol que si se la atribuyeramos a los Tres Supremos, lo que colocaría al Hijo en el lugar de Abba, el Padre, y al Espíritu Santo, en el sitio de Ama, la Madre, lo que provocaría innumerables discrepacias en correspondencias y simbolismos.

En esto podemos ver un ejemplo del valor del Arbol como sistema para controlar la Visión o la meditación, pues las atribuciones correctas se ajustan perfectamente en el Arbol, a través de innumerables ramificaciones del simbolismo (como lo hemos visto al considerar a Binah como la Madre), mientras que el simbolismo incorrecto se desintegra y revela sus asociaciones incongruentes a la primera tentativa que se hace para seguir una cadena de correspondencias. Es asombrosa la multitud de ramificaciones concatenadas que pueden seguirse cuando se hacen las atribuciones correctamente. Parecería que sólo la extensión de nuestros conocimientos es lo que limita el largo de la cadena que es posible eslabonar lógicamente. Se extiende lo mismo por la Ciencia, que por el Arte, las Matemáticas o las épocas de la historia, va a través de las éticas, de la psicología y de la fisiología. Probablemente fue este sistema de utilizar la mente, lo que permitió a los antiguos adquirir sus conocimientos prematuros sobre las ciencias naturales, conocimientos que tuvieron que esperar la invención de los instrumentos de precisión, para poder ser debidamente confirmados. También podemos obtener buenas claves para este sistema, en los análisis de los sueños que hace la psicología, que podríamos describir como el poder o la facultad de la mente subconsciente para usar o elaborar símbolos. Un experimento muy instructivo es el de tomar una masa confusa de símbolos en la mente y ver cómo pueden irse ajustando, mediante la meditación sobre el Arbol elevándose en la conciencia por largas asociaciones concatenadas, como los análisis de los sueños.

Netzach es la esfera de la Diosa Naturaleza, Venus; Hod es la Esfera de Mercurio, el Dios Griego similar al egipcio Thoth, Señor de los Libros de la Sabiduría. Al observar su oposición, nos es dable encontrar dos aspectos diferentes representados en ellos, los cuales encuentran su equilibrio en un tercero. Yesod, la Esfera de la Luna. Entonces vemos un Triángulo compuesto por la Señora Naturaleza, el Señor de los Libros y la Señora de la Hechicería. En otras palabras: la subconsciencia y la supraconsciencia se correlacionan en el psiquismo.

Todo el que esté familiarizado con el psiquismo práctico sabe que hay tres senderos que llevan a la supraconsciencia: el Misticismo de la Naturaleza, de la clase embriagadora Dionisíaca, que corresponde a la Esfera de Venus, de Netzach; y el Misticismo intelectual de tipo oculto, que equivale a Hod, la Esfera de Thoth, Señor de la Magia. Como se verá, refiriéndose al diagrama del Arbol, Tiphareth pertenece a un plano superior al de los demás Sephiroth del Tercer Triángulo. Por otro lado, Yesod está muy cerca de la Esfera de la Tierra.

Se asignan a Yesod todas las deidades que tienen a la Luna en su simbolismo, incluyendo a Hécate, con su dominación sobre la Magia Negra, o Yesod en Assiah, como diría un cabalista, con su ciclo de 28 días, corresponde perfectamente con el ciclo reproductivo del ser humano femenino. Si se investigan todos los símbolos de la Luna Creciente en las diversas mitologías o panteones, se verá que todas las deidades asociadas con ese símbolo son femeninas. En confirmación de nuestro aserto de que el Espíritu Santo corresponde a Yesod, podemos mencionar que MacGregor Mathers dice que el Espíritu Santo es una fuerza femenina, pues en su "Kabbalah Unveiled", página 22 dice: "Generalmente oímos decir que el Espíritu Santo es masculino, pero la palabra Ruach, Espíritu, es femenina, como se desprende del siguiente pasaje del Sepher Yetzirah: Achath (no Achad, masculino) ruach Elohim Chaim: Una es Ella, el Espíritu de Elohim (Elojim) de Vida". Y cuando consideramos el Pilar del medio con referencia a los diversos niveles de la conciencia, obtendremos otras confirmaciones de este aserto.

Finalmente, nos queda por considerar el Sephirah Malkuth, el Reino de la Tierra. Este Sephirah se distingue de los demás en varios aspectos. En primer lugar, no constituye parte alguna de ningún triángulo equilibrado, sino el receptáculo de todos los demás. En segundo lugar, es un Sephirah caído, pues fue separado del resto del Arbol por la Caída, y las espiras del Dragón inclinado que surge del mundo de los Cascarones, los Reinos de las Fuerzas desequilibradas, lo separan de sus demás hermanos. Detrás de la espalda de la Reina, la Novia del Microprosopos (Malkuth) levanta la Serpiente su cabeza, y se dice que allí es el lugar de los juicios más severos. La Esfera de Malkuth se extiende hasta los infiernos de los Sephiroth Adversos, o sean los Qliphoth o demonios malignos. Es el firmamento donde los Elohim separaron las aguas supremas de Binah, de las aguas infernales de Leviathan.

A su debido tiempo consideraremos el significado de los Qliphoth: pero, como hemos tenido que referirnos a ellos aquí, para poder explicar la posición de Malkuth, nos vemos obligados a decir algo para que las explicaciones resulten más inteligibles.

Los Qliphoth (singular, Qliphath: mujer inmodesta o prostituta son los Sephiroth Adversos o Malignos, cada uno de los cuales es la emanación de una fuerza no equilibrada de la correspondiente Esfera del Arbol de la Vida.

Estas emanaciones tuvieron lugar durante los períodos críticos de la Evolución, cuando los Sephiroth no estaban en equilibrio. Por esa razón se los llama: los Reyes de la Fuerzas Desequilibradas, los Reyes de Edom "que gobernaron antes que hubiera algún Rey en Israel", según cuenta la Biblia, o bien, para emplear las palabras del Sephirah Dzanioutha, el Libro de los Misterios Ocultos (Traducción de Mather): "Porque antes de que hubiera equilibrio el Rostro no veía Rostro. Y los reyes del antiguo tiempo estaban muertos y sus coronas no se encontraban más y la tierra estaba desolada".

Hemos completado, pues, nuestro examen preliminar del Arbol de la Vida y la colocación de los Diez Sagrados Sephiroth sobre el mismo. Ya tenemos algunas vislumbres acerca de sus significados y hemos hecho un par de insinuaciones acerca de la forma en que opera la mente cuando se utilizan estos símbolos cósmicos en las meditaciones. Por consiguiente, nos encontramos en situación de asignar a cada nuevo conocimiento su posición adecuada en el esquema. Estamos reconstruyendo cuidadosamente el rompecabezas merced al conocimiento de las líneas generales del cuadro. Crowley ha comparado felizmente al Arbol de la Vida con un fichero en el que cada uno de los símbolos es una envoltura o sobre. Es difícil mejorar este símil.

En el curso de estos estudios comenzaremos a llenar estos ficheros y a descubrir las distintas vinculaciones entre los mismos, lo que está indicado por la aparición del mismo símbolo en otras asociaciones.

CAPITULO VIII LOS MODELOS DEL ARBOL DE LA VIDA

Los diez santos Sephiroth pueden agruparse en el Árbol de la Vida de diversas maneras. No se puede decir, sin embargo que un sistema sea correcto y los demás no, porque sirven a diferentes propósitos y arrojan mucha luz sobre el significado de los Sephiroth ndividualmente, revelando a la vez sus asociaciones y su equilibrio.

También tienen su valor porque permiten que el Sistema decimal del Arbol de la Vida pueda correlacionarse con los sistemas de Tres, Cuatro y Siete.

La conformación primaria del Arbol es de tres Pilares. Al referirse a los diagramas veremos enseguida que los Sephiroth se prestan fácilmente a esta división ternaria vertical porque están arreglados en tres columnas, las cuales se denominan: El Pilar de la Misericordia, el de la derecha; el Pilar de la Severidad, el de la izquierda, y el Pilar de la Suavidad o el Equilibrio, el de medio (Véase el diagrama al final.)

Antes de seguir adelante debemos aclarar bien el significado de las columnas derecha e izquierda del Arbol..Contemplando el diagrama vemos a Binah, Gueburah y Hod (Jod) en el lado izquierdo, y a Chokmah, Chesed y Netzach, en el derecho. Esta es la forma en que vemos el Arbol cuando lo utilizamos para representar el Macrocosmos. Pero cuando lo utilizamos para representar el Microcosmos, esto es, nuestro propio ser, nos ponemos como si dijeramos de espaldas a él de suerte que el pilar del medio equivale a la espina dorsal y el pilar que contiene a Binah, Gueburah y Jod, en el lado derecho, mientras que el Pilar que tiene Chokmah, Chesed y Netzach, corresponde al lado izquierdo. Estos tres pilares pueden correlacionarse con el Sushúmna, Ida y Pingala del sistema de Yoga Oriental. Es importantísimo recordar esta reversión del Arbol de la Vida cuando lo usamos como símbolo subjetivo, porque de lo contrario se producirían muchas confusiones.

En la obra más valiosa que se ha escrito sobre la Cábala "The Holy Kabbalah" (la Santa Cábala). Mr. White, en el frontispicio por razones que bien sabrá él mismo, invierte la presentación usual del Arbol; pero puede tenerse la seguridad de que la mayoría de dichas representaciones siempre dan el Arbol Objetivo y no el Subjetivo. Cuando se usa el Arbol para indicar las líneas de fuerza del aura entonces hay que utilizar el Arbol Subjetivo, de manera que Gueburah (Geburah) se correlaciona con el brazo derecho. En todos los casos, por supuesto, el Pilar del Medio queda siempre en su sitio (en el medio).

Se considera al Pilar de la Severidad como negativo femenino, y al Pilar de la Misericordia como Positivo masculino. Superficialmente podría pensarse que estas calificaciones llevan a un simbolismo incompatible, pero el estudio de los Pilares, a la luz de lo que conocemos, concerniente a los Sephiroth individualmente, revelará que las incompatibilidades son puramente superficiales y que el significado profundo del simbolismo es completamente concordante.

Se observará también que la línea que indica el desarrollo sucesivo de los Sephiroth zigzaguea, va de un lado a otro del jeroglifico, y por ese motivo se le ha dado el nombre de "rayo relampagueante". Esto indica gráficamente que los Sephiroth son sucesivamente positivos, negativos y equilibrados. Esta es una representación muchísimo mejor del proceso de la Creación, que si las Esferas se representaran unas encimas de otras en línea recta, porque indica la diferencia de la naturaleza de las Emanaciones Divinas y sus relaciones mutuas, ya que cuando contemplamos el jeroglífico del Arbol, percibimos fácilmente las relaciones existentes entre los distintos Sephiroth y vemos cómo se agrupan, reflejan y reaccionan unos sobre otros.

A la cabeza del Pilar de la Severidad, la columna negativa, femenina, está Binah, la Gran Madre. Ahora bien, a Binah se le asigna la esfera de Saturno y éste es el dador de la forma. A la cabeza del Pilar de la Misericordia está Chokmah, el Padre Supremo, una potencia masculina. Aquí tenemos la oposición de la Fuerza y de la Forma.

En la segunda trinidad tenemos la oposición de Chesed (Júpiter) y Geburah (Marte). Nuevamente tenemos el par de opuestos con el constructivo Júpiter , el gobernador altruísta y bondadoso, con la destructividad de Marte, el guerrero y aniquilador del Mal. Podría preguntarse por qué una potencia masculina como Geburah está colocada en el pilar Femenino. Debe recordarse que Marte es una potencia destructiva, una influencia infortunada según la astrología. E1 positivo construye y edifica, el negativo desintegra y destruye; el positivo es una fuerza dinámica, mientras que el negativo es una fuerza estática.

Estos aspectos aparecen nuevamente en Netzach en la base del Pilar de la Misericordia, y Hod (Jod) en la base del Pilar de la Severidad. Netzach es Venus, el Rayo Verde de la Naturaleza Elemental, la iniciación de las emociones. Jod es Mercurio, Hermes, la iniciación del conocimiento. Netzach es instinto v emoción, una fuerza dinámica; Jod es intelecto, pensamiento concreto, la reducción del conocimiento intuitivo a la forma.

Debemos recordar también que cada Sephirah es negativo, esto es, femenino en relación con su precedente el cual emana y recibe la influencia Divina. Por tanto cada Sephirah es bisexual como un imán, uno de cuyos polos debe ser necesariamente negativo y el otro positivo. Quizás podríamos explicar mejor el asunto empleando términos astrológicos y diciendo que un Sephirah en el Pilar Femenino está "dignificado" cuando opera en su aspecto negativo, y "decadente", cuando funciona positivamente invirtiéndose la situación en el Pilar Masculino. Así, pues, Binah está dignificado o exaltado cuando produce estabilidad y resistencia, y en decadencia cuando por exceso de resistencia produce agresividad, obstrucción y excrecencias malignas. Por su parte Chesed, Misericordia, está exaltado cuando ordena y preserva todas las cosas armoniosamente, pero se encuentra en decadencia cuando la misericordia se convierte en sentimentalismo y usurpa la Esfera de Saturno, preservando lo que la ígnea energía de Marte, su opuesto, el Sephirah Geburah, debe eliminar de la existencia.

Los dos Pilares representan, pues, las fuerzas positivas y negativas de la Naturaleza: las activas y las pasivas, las destructivas y las constructivas; las que concretan la forma y la energía que se mueven libremente.

Los Sephiroth del Pilar del Medio pueden tomarse como representación de los niveles de conciencia y de los planos en los que opera. Así Malkuth es la conciencia sensorial; Yesod es el psiquis Astral; Tiphareth es la conciencia iluminada, o sea el aspecto superior de la personalidad que se ha unido a la Individualidad, que es el Estado que constituye realmente la iniciación, la conciencia del yo superior atraída a la personalidad. Es un vislumbre de la conciencia superior que proviene de detrás del velo de Paroketh. Por ese motivo todos los Mesías y Salvadores del Mundo están identificados con Tiphareth en el simbolismo del Arbol de la Vida, porque son los que han traído la luz a la Humanidad. Y todos los que traen fuego del Cielo, tienen que sufrir, como Ellos, la muerte sacrificial en beneficio de la humanidad. Aquí es donde matamos al yo inferior para poder resurgir en el Yo Superior. "In Jesu morimur"

El Pilar del Medio se eleva a través de Daath, el Sephirah Invisible, que, según ya hemos visto y también según los Rabbis, significa Conocimiento, captación consciente de acuerdo con la terminología de los psicólogos. A la cabeza de este Pilar se encuentra Kether, la Corona, la Raíz de todo Ser. La Conciencia, pues, alcanza la esencia espiritual de Kether mediante la realización de Daath, el que lo lleva a través del Abismo hasta la conciencia de Tiphareth, adonde es llevada por el sacrificio del Cristo que desgarra el Velo de Paroketh, siguiendo luego a la conciencia de Yesod, la Esfera de la Luna, y de allí a la conciencia cerebral de Malkuth.

Así es como la conciencia desciende en el curso de la Involución, que es el término aplicado a esta fase de la Evolución que lleva del Primer Manifestado a través de los sutiles planos de existencia hasta la materia densa. Estrictamente hablando, el ocultista debería emplear solamente el término de Evolución cuando describe el ascenso desde la materia hasta el Espiritu, porque entonces es cuando evoluciona lo que se involucionó en el descenso a través de las sutiles fases del desenvolvimiento. Es obvio que nada puede desarrollarse o evolucionar si antes no ha sido arrollado o involucionado E1 curso actual de la evolución sigue 1a senda del Rayo relampagueante o Espada Flamígera, desde Kether a Malkuth en el orden de desenvolvimiento de los Sephiroth ya descripto; pero la conciencia desciende plano por plano, y solo comienza a manifestarse cuando los Sephiroth polarizantes se encuentran en equilibrio. De ahí que los modos de conciencia estén asignados a los Sephiroth que se encuentran en el Pilar del Medio, mientras que los poderes mágicos corresponden a los Sephiroth opuestos, cada uno de los cuales se encuentra en el extremo del eje de cada par antagónico.

E1 Sendero de la Iniciación sigue las espirales de la Serpiente de la Sabiduría del Arbol de la Vida, pero el Sendero de la Ilumi nación sigue el camino de la flecha que es disparada por el Arca de la Promesa, Qesheth, el arco iris de colores astrales que se extiende como un halo detrás de Yesod. Este es el Sendero del Místico en contradistinción con el del ocultista. Es rápido y directo libre del peligro de la tentación de las fuerzas desequilibradas que se encuentran en los otros dos Pilares, pero no confiere ningún poder mágico más que el del sacrificio en Tiphareth y el psiquismo en Yesod.

Ya hemos anotado las Tres Trinidades del Arbol en nuestra exposición preliminar de los 10 Sephiroth. Vamos a recapitularlo. ahora para una mayor claridad.

Mathers llama a la primera Trinidad de Kether, Chokmah y Binah, el Mundo intelectual; a la Segunda Trinidad de Chesed, Geburah y Tiphareth, el Mundo Moral, y a la Tercera Trinidad de Netzach, Hod y Jesod, el Mundo Material. Según nuestro modo de ver, esta terminología es confusa, porque esos nombres no se ajustan en nuestra mente a lo que significan esos Mundos. E1 intelecto es esencialmente la concretación de la intuición y de la captación y, como tal, es un vocablo absolutamente inaplicable al Mundo de los Tres Supernos. Con la denominación de Mundo Moral para Chesed, Geburah y Tiphareh, estamos conformes pues es idéntico con nuestra denominación de Triángulo Etico. Pero la denominación de Mundo Material para la Trinidad de Netzach, Hod y Yesod es completamente inapropiada , porque este término es aplicable pura y exclusivamente a Malkuth. Debemos tener en cuenta que estos tres Sephiroth no son materiales sino astrales, para esta Trinidad propondríamos el término de Astral y Mundo Mágico. No conviene forzar el significado de las palabras y suvertir la significación que les atribuye el diccionario, ni siquiera cuando uno define el uso de ellas, cosa que Mathers tampoco se preocupó de hacer.

La Esfera intelectual no es tanto un nivel sino un Pilar, porque el intelecto, siendo el contenido de la conciencia, es esencialmente sintético. Sin embargo, todos estos términos parecen ser una traducción algo cruda de los Nombres Hebreos adjudicados a los cuatro niveles en que los Cabalistas dividen la manifestación.

Estos cuatro niveles permiten otra reagrupación de los Sephiroth. E1 más elevado de ellos es Aziluth el Mundo Arquetípico compuesto por Kether. E1 Segundo, Briah, llamado el Mundo Creador, y se compone de Chokmah y Binah, el Supremo Abba y Ama, Padre y Madre. E1 Tercer nivel es el de Yetzirah, el Mundo Formativo, compuesto de los seis Sephiroth centrales, a saber: Chesed, Geburah, Tiphareth, Netzach, Hod y Yesod. E1 Cuarto Mundo es Assiah, el Mundo Material, representado por Malkuth.

Los Diez Sephiroth se conforman también en Siete Palacios. En e1 Primer Palacio están los Tres Supernos; en el Séptimo se encuentran Yesod y Malkuth y permite correlacionar la escala decimal de la Cábala con la escala septenaria de la Teosofía.

También existe una triple división de los Sephiroth que es muy importante en el simbolismo cabalístico. En ese sistema se da a Kether el título de Arik Anpin, el Rostro Inmenso. Este se manifiesta como Abba, el Padre Supremo, Chokmah, y Ama, la Madre Suprema, Binah, siendo éstos los aspectos positivo y negativo del Tres en Uno. Estos dos aspectos diferenciados al unirse, según Mathers, son Elohim, ese curioso nombre divino formado por un nombre femenino al que se ha agregado un plural masculino. Esta unión se realiza en Daath, el Sephirah Invisible.

Los siguientes seis Sephirah se conforman en Zaur Anpin el Rostro Menor o Microposopos, cuyo Sephirah especial es Tiphareth. E1 restante Sephirah. Malkuth, suele ser llamado la novia de1 Microposopos.

Microposopos es también llamado el Rey y Malkuth la Reina. A esta última también se le llama la Madre Menor o Eva Terrestre, para distinguirla de Binah la Madre Suprema.

Estos diferentes sistemas de clasificación de los Sephiroth no se oponen o compiten entre sí, sino que tienen por objeto permitir mas que emplean, sean un ternario, como el Cristianismo, o un septenario, como la Teosofía. Además sirven para indicar las afiliaciones funcionales entre los Sephiroth mismos.

E1 sistema final de clasificación que debemos notar se encuentra bajo la presidencia de las tres letras madres del Alfabeto Hebreo: Aleph, A; Mem, M, y Shin, Sh. Estas tres letras, según la correspondencia Yetzirática del Alfabeto Hebreo, se atribuyen a los tres elementos: Aire, Agua, Fuego. Bajo la presidencia de Aleph se encuentra la tríada de Kether, en la que está la Raíz del Aire, reflejándose hacia abajo por intermedio de Tiphareth, el Fuego Solar, hasta Yesod, la radiación Lunar. En Binah está la Raiz del Agua (Marah la Gran Mar), reflejándose a través de Chesed en Hod, bajo la presidencia de Mem, la Madre del Agua. En Chokmah está la Raíz del Fuego, reflejándose a través de Geburah en Netzach, bajo la presidencia de Shin, la Madre del Fuego

Hay que tener presente estas agrupaciones porque ayudan grandemente a comprender el significado de los Sephiroth individualmente, en razón de que, como ya hemos dicho en varias oportunidades, cada Sephirah se interpreta mejor por sus afiliados.

CAPITULO IX

Los diez sephiroth de los cuatro mundos

Ya hemos notado la división de los Sephiroth en los Cuatro Mundos de los Cabalistas, porque este es uno de los métodos de clasificación más empleados por esa escuela y de gran valor cuando se estudia la Evolución. Debemos recordar, sin embargo, que el Arbol no es un sistema arbitrario de clasificación, porque una cosa haya sido clasificada de una manera en un sistema, eso no significa que no pueda ser debidamente clasificada bajo otro encabezamiento y en otro sistema. La reaparición del mismo símbolo en diferentes esferas, muchas veces, suministra clave valiosas.

Según otro sistema de clasificación, se considera que los Diez Santos Sephiroth aparecen en cada Mundo Cabalístico sobre todo arco o nivel de manifestación, de manera que así como Ain Soph Aur, la Luz Infinita del Inmanifestado, se concentró en un punto, que era Kether, operando las emanaciones hacia abajo a través de crecientes gradaciones de densidad hasta llegar a Malkuth, así tambien al Malkuth de Atziluth se lo considera como si diera origen a Kether de Briah, y así sucesivamente, a través de los planos, el Malkuth de Briah da nacimiento al Kether de Yetzirah y el Malkuth de Yetzirah al Kether de Assiah, y el Malkkuth de Assiah, que es el aspecto más inferior, desborda ya en los Qliphoth.

Sin embargo, se considera que Atziluth es la esfera natural de los Sephiroth, y por este motivo se le llama el Mundo de las Emanaciones. En este mundo y sólo allí es donde Dios actúa directamente y no por intermedio de Sus Ministros. En cambio en Briah actúa por intermedio de los Arcángeles, en Yetzirah, a través de las huestes Angélicas y, en Assiah, por intermedio de los centros que hemos denominados Chakras Mundanos, planetas, elementos y signos del Zodíaco.

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