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La construcción de monstruos: medios, miedos y rumores en el norte cordobés



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Quilino: de la "sombra fantasmal" al "hombre pájaro"
  3. Los nidos sensacionalistas de un "pájaro" poco original
  4. "Rara avis"
  5. Epílogo

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Introducción

De tanto en tanto, los diarios, la radio y la televisión suelen sorprendernos con noticias de supuestos acontecimientos que, por sus características poco convencionales, parecieran sacarnos del tiempo profano en el que vivimos trasladándonos al polisémico universo de las leyendas y el mito.

A principios de agosto de 2015, una de esas extrañas crónicas empezó a circular en casi todos los portales periodísticos de la Web Argentina. Importantes cadenas mediáticas se hicieron eco de ello y, en menos de cuarenta y ocho horas, todos estaban hablando, con mayor o menor ironía, sorna o abierta credulidad, sobre la inquietante aparición de un fantasma en la pequeña localidad de Quilino, departamento de Ischilín, al norte de la provincia de Córdoba.[1]

Los titulares no desperdiciaron la oportunidad de sensacionalismo. Decoraron la noticia con imágenes impactantes, todas subidas de Internet (como las que encabezan este trabajo) y aplicaron la típica mirada de superioridad que suele evidenciarse cuando este tipo de noticias, provenientes de zonas rurales y pueblos pequeños, llegan a las grandes urbes.

El imaginario popular irrumpía en el tecnificado y racional universo de las ciudades, produciendo una grieta en el llamado sentido común; al tiempo que despertaba curiosidad, pasmo y no pocas sonrisas escépticas.

Una vez más, un ser sobrenatural rompía con la monotonía citadina y, como en tantas otras oportunidades, empezó a tejerse un cambio que, con el paso de las horas, convertiría al fantasma original en algo muy diferente de lo que había sido al principio. Los agregados y omisiones que hicieron los medios de comunicación y las redes sociales, así como la exposición a la que fue sometida la noticia, tanto como su fugaz vigencia en los portales y primeras planas, me llamaron poderosamente la atención. Esa historia ya la conocía. Mis pesquisas previas respecto del Hombre-Gato y el Payaso Asustador indicaban que estábamos nuevamente en una encrucijada por demás interesante.[2] Lo inverosímil cobraba cuerpo en letras de molde. Abrumaba. Abría una veta muy rica e interesante para explorar el rico imaginario contemporáneo y sus derivaciones.

Es lo que intentaré hacer en este breve trabajo.

Setiembre de 2015

Buenos Aires

PARTE 1

Quilino: de la "sombra fantasmal" al "hombre pájaro"

"El espanto es el signo del fantasma."

Pascal Quignard

"Tenía miedo de la soledad porque en el silencio

de la soledad escuchaba el ulular de sus propios fantasmas."

Carla Montero

El 11 de agosto de 2015 una batería de medios cordobeses hicieron pública la noticia: algo "raro" ocurría al norte de la provincia. Aparentemente, una entidad, catalogada como sobrenatural, provocaba pánico en un tranquilo pueblo de las sierras. Fue así como la localidad de Quilino pasó a ser conocida por la mayoría de los argentinos. En pocas horas, los titulares empezaron a difundir distintas versiones sobre los hechos. Las explicaciones cambiaron de diario en diario y, promediando el día, la misteriosa entidad ya tenía más de cuatro identificaciones posibles.

Primero se habló de un fantasma femenino que recorría por las noches las calles del pueblo.

"Vecinos de la localidad de Quilino denunciaron la aparición de una mujer fantasma que recorre por las noches las calles de la ciudad. (…) Viven atemorizados por la presencia de una sombra que espanta a quien circule de noche. (…) Además de los vecinos, fueron los bomberos voluntarios quienes alertaron sobre la extraña presencia.

"(…) El Jefe Departamental de Ischilín aseguró a Cadena 3 de Córdoba que (…) "Es de público conocimiento que quienes dicen haber visto ciertas manchas, sombras o aproximación de ser humano, nunca se contactaron con tal elemento. No se ha registrado delito o contravención por la aparición de este supuesto bulto". Al tiempo que indicó que se abrió una causa para que, en caso de detener a algún responsable, se dé intervención a la fiscalía local." [3]

Al respecto, la mencionada Cadena 3 publicaba:

"Vecinos de esa localidad cordobesa (Quilino) vienen denunciando desde hace 15 días la aparición de una sombra con forma humana. Anoche fue vista por los bomberos voluntarios en la zona céntrica.

"El Jefe de Policía relató que las denuncias aparecieron hace 15 días en la zona de Tigre, "donde había vecinos que llamaban a la policía y decían que lo tenían, pero llegado el personal no lo podían ubicar"."[4]

Como podemos apreciar, "la sombra" ya había perdido su identidad de género. No se hablaba más de una mujer y por lo tanto las referencias que algunos habían establecido con la aparición de una supuesta mujer fantasma de la localidad de La Banda, dejó de ser mencionada.[5]

Aún así, el portal de Día a Día insistía en ilustrar su publicación con la foto de una lúgubre mujer asomándose en lo que parece ser un cementerio. Algo traído de los pelos y bajado de Internet sin siquiera leer detenidamente el artículo que publicaban debajo, ya que en ningún momento se hace referencia a fémina alguna. Aunque sí a otro personaje aún más extraño:

"De acuerdo con lo que relatan los medios locales, el pueblo se encuentra convulsionado por la aparente existencia de los que ellos llaman un sátiro.

"Consultado sobre el hecho, el responsable de la Departamental de Ischilín, manifestó que hasta ese momento no había ninguna denuncia formal que asegurara la existencia de un hombre merodeando o causando problemas.

"Otros vecinos aseguran haber visto a un hombre con alas.

"Las cosas dieron un giro drástico. Los miembros del Cuartel de Bomberos relataron que por la noche vieron una figura encapuchada, un poco encorvada, bajarse de un árbol frente al Cuartel. Los hombres, estupefactos, lo siguieron con linternas, y la misteriosa figura se escabulló en el patio del cuartel. Pero las cosas no terminaron allí. Según relataron los bomberos, al verse acorralada la imagen humana, cobró forma de pájaro y escapó del lugar.

"El extraño episodio continúa alimentando el mito de Quilino. Ya no se sabe si hablar de un sátiro, pero los vecinos están convencidos de que algo sobrenatural ocurre en las calles del pueblo. El ser sobrenatural cobró forma de "pájaro" en las últimas horas".[6]

Tampoco faltaron los que anunciaron que un "Ángel" era el responsable de tal conmoción.[7]

Como puede verse, el proceso de mutación fue rápido, brutal y sorprendente. En menos de tres días se pasó de un merodeador a una dama de blanco, a un sátiro, una sombra, fantasma, fenómeno paranormal, extraño ser, ente, ángel, mancha misteriosa, encapuchado y hombre alado. Más de diez denominaciones diferentes en poco más de cuarenta y ocho horas. Todo un récord.

Asimismo, los medios no dejaron pasar la oportunidad para hacer lo que mejor hacen: meter miedo.

Un desfile de inquietantes encabezados lanzaron el "alerta mediático" y el enigmático "ente" de Quilino inició su tremebundo raid aterrorizando[8]conmoviendo[9]inquietando[10]asustando[11]produciendo estupor[12]terror[13]intriga e incertidumbre.[14]

Ni Stephen King podría haber elegido mejores palabras; y por más que algunos artículos aparecieron envueltos con cierta ironía y burla encubierta, no eran lo suficientemente explícitos como para evitar que muchos se lo tomaran todo en serio.

¿Qué buscaban? ¿Llenar espacio? ¿Cubrir la sección misterios sin resolver? ¿Convocar a un número mayor de lectores? ¿Mero sensacionalismo? ¿Despertar la curiosidad por temas en los que algún cronista crédulo estaba interesado? ¿Alimentar por algún motivo el sentimiento de inseguridad, siempre con tanto rating? Tal vez la respuesta sea sincrética y debamos considerar éstas u otras explicaciones a la hora de resolver el dilema de ¿para qué lo hicieron?[15]

Claro que basta ver ejemplos similares para notar que la gimnasia mediática está muy bien aceitada. Saben cómo hacerlo y uno de los principales recursos al que acuden es al del "testigo calificado".

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En el caso de Quilino tres instituciones fueron las que le otorgaron garantía de seriedad a los extraños sucesos. Autoridades locales que, por el sólo hecho de vestir uniformes y detentar una significativa cuota de poder e influencia moral, le dieron entidad a un rumor que, de otro modo, seguramente se hubiera diluido sin pena ni gloria; quedando como una anécdota insignificante en el acervo de la cultura inmaterial del pueblo. Pero el hecho de que el Cuartel de Bomberos Voluntarios, el comisario de la departamental y, finalmente, un sacerdote salieran por los medios hablando del tema, bastó para que la historia cobrara un relieve imposible de obviar por un periodismo ávido de sensacionalismo.[16] Contrariamente a otros casos (como el del Hombre-Gato, por ejemplo), en Quilino se dieron nombres y apellidos. Mostraron la cara. Dieron sus voces y contribuyeron a la construcción del monstruo.

Con un impactante zócalo a pie de pantalla, la televisión abrió el show con el testimonio de un joven bombero.

"Aproximadamente a la 00:30 de la noche, sobre la calle Mariano Moreno, sobre un cordón cuneta, se divisa a un individuo parado. A todo esto era una persona… Después, lentamente, se cruzó a una casa que está atrás del Cuartel [de bomberos]. (…) Venía por ahí, entró [dice señalando el trayecto seguido] y se metió para el fondo. Agarró un caminito que se ve ahí y pasó para el fondo. El chico [un compañero] me dice: "no creo que sean los chicos de ellos [los de la casa en cuestión] porque está todo cerrado". Entonces agarramos la linterna, alumbramos de allá, cerca del cuartel, y se veía una cosa que se movía. Entonces mi compañero dice: "Carlitos, vamos. Me parece que vi algo". Cuando el chico entró acá y yo salí por la otra cuadra [indica un movimiento de rodeo], él alumbra una mora [árbol] y se baja de allí un pájaro [no se escucha bien qué dice]. Hasta acá caminaba como figura humana y después ya fue otra figura. Ya no era humana. Era un hombre con alas."[17]

Entrevistado por un periodista local, el Jefe de Policía Departamental declaró al respecto:

"Esto comenzó hace aproximadamente 15 días en un barrio. Más específicamente en el barrio Tigre, donde distintos vecinos manifestaban haber visto una persona, o algo similar a una persona (un bulto), y que, bueno, lo perseguían para agarrarlo, ponerlo a disposición de la justicia. Pero no lograron su objetivo. En función de ello se dispuso un operativo, que aún sigue vigente, con gente uniformada, con gente de civil, en el sector. Después se amplió a otros barrios. Convengamos, a todos los barrios que están en la zona oeste de Quilino. Al otro lado de las vías.

"Verificado que nunca se había identificado a persona alguna, se inició por acta un procedimiento (porque está dentro de nuestras facultades), ya que, si eventualmente encontráramos a esa persona (si fuera una persona imputable o inimputable) nosotros íbamos a proceder de acuerdo a ello. No había delito alguno. Se recibió testimonio de numerosos vecinos. Todos coincidían haber visto un bulto, pero ninguno detallaba la figura humana, las características físicas de esta supuesta persona. Incluso en algunos momentos hubo vecinos que llamaban manifestando que ya lo tenían aprehendido. Y cuando llegábamos decían: "No, cuando lo veníamos siguiendo se nos perdió en el árbol, en el baldío… Pero, sinceramente, nunca llegaron a tomar contacto con este supuesto ser viviente o, lo que fuere. Por ello, solamente hay actuaciones abiertas que podrían encuadrarse en una violación de domicilio, si encontramos a esta persona en una propiedad privada y, sino, en algún merodeo, una infracción al código de faltas. Después, con respecto a lo de ayer [testimonio del bombero], es un caso distinto porque a cambiado la ubicación y ya estamos hablando de zona céntrica.

"Los bomberos detallan una figura humana en un primer momento. Y después los bomberos manifiestan una desaparición. Pero ellos no lograron contacto nunca. Solamente ven imágenes. Como le digo, el personal policial que se llegó al lugar nunca vio nada. O sea que por ahora son sólo los comentarios de los bomberos.

-¿Alguna vez sucedió esto en la localidad de Quilino? [Pregunta el periodista].

"Comentarios siempre existieron, tanto en Quilino como en distintos puntos de la jurisdicción. Cada pueblo, cada lugar tiene sus leyendas, sus historias, sus creencias. Pero, yo sigo sosteniendo que lo que no se toca, no te palpa, no se ve, no existe. O sea que para mí, hasta tanto no se pueda demostrar con algo real y concreto, es sólo una imagen, una posibilidad que alguien, a lo mejor en un momento de descuido, lo ha visto o lo ha imaginado. Si no habrá que esperar a tener algo más concreto. Por ahora no hay nada. No está involucrado en delito alguno este objeto, esta persona. Por ejemplo, en uno de los barrios sí hay un caso de instancia privada, pero este hecho fue protagonizado por la ex pareja de la denunciante, correctamente identificada. Pero son dos cosas distintas.

-En cuanto a estos dichos, a estas sombras, a estas figuras ¿no hay ninguna persona que haya sufrido algún daño?

"No hay persona alguna que haya sufrido daño. Todos los que dicen haberlo visto, lo han visto con distinta dirección (…). Había un comentario, por ejemplo, sobre un ingreso al centro de jubilados y usted habrá podido apreciar las rejas que tiene el centro. Imposible que ingrese algo, una persona, por esas rejas. O sea, sigo sosteniendo, que son sólo comentarios que por supuesto, vamos a considerarlos de quien viene. Vamos a tener precaución. La policía está a disposición de la sociedad ante cualquier requerimiento. Pero vuelvo a reiterarlo, como lo hice en otros medios de prensa, a aprehensión privada está establecida por ley. Todo aquel que pueda aprehender a esta persona o supuesta persona, que lo aprehenda sin ningún problema y llame a la policía. Pero tengamos la prueba.

-El personal que trabaja en la fuerza, ¿nunca vio esta sombra, este bulto?

"No. Son todos comentarios, como le digo. Yo no estoy dudando de los bomberos, no estoy dudando de la ciudadanía e general. Pero tampoco lo he visto, ni mi gente lo ha visto."[18]

Como si de una competencia entre instituciones se tratara, la autorizada y en principio escéptica voz del comisario se enfrenta al relato del bombero y al de muchos de los vecinos del pueblo, usando la diplomacia y sin caer en una hilarante descalificación, que pudiera ponerle a parte de la comunidad en su contra. De allí que use los mismos términos de los "testigos" y pase, intermitentemente, de "persona" a "supuesta persona", "objeto" o "bulto", en más de una ocasión. En el fondo, lo que no se desea es ir al choque directo contra las "historia locales". Éstas no sólo tienen una larga data, sino también la fuerza tremenda que les brinda la tradición y las creencias locales. La autoridad del pasado lo condiciona a no hablar de superstición y, menos que menos, a burlarse de tan bizarras denuncias.

La creencia en lo sobrenatural parecería tener peso específico en el pueblo, especialmente en la periferia; en ese barrio (Tigre) que está "al otro lado de las vías". Sólo cuando el asunto se instala en la "zona céntrica" (al parecer implícitamente ajena a la irrupción de "cosas raras") los medios de comunicación se hacen cargo del asunto. No antes. Lo que justificaría el testimonio tranquilizador del policía.

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La historia se vuelve mucho más inquietante cuando irrumpe en las cercanías del cuartel de bomberos; como si los suburbios ("la barbarie") no contaran (o contaran menos) al momento de las primeras denuncias (15 días antes). Ahora es la "civilización" la que está amenazada. Recién entonces la sensación de "pueblo sitiado" se refuerza entre la gente. La amenaza se vuelve interna. El sentimiento de ruptura con la normalidad y las leyes naturales se dispara y la paranoia (al menos según las tapas de los diarios) invade a la mayoría de la comunidad. Fue en ese contexto de imaginación desbocada y temor cuando el "fantasma" de Quilino mutó, en corto espacio de tiempo, de bulto a hombre con alas. Entonces sí la viralización de la historia se completa y todos los medios (digitalizados y no digitalizados) del país se hicieron eco de ella. A tal punto que la propia iglesia católica, a través de un sacerdote, salió a la palestra para llevar sosiego y, sin quererlo, darle mayor entidad a la cuestión.

"El domingo pasado [18 de agosto] estuve celebrando la Fiesta de San Roque en Villa Quilino y al final de la procesión compartía con la comunidad la necesidad de la fe, porque obviamente nosotros los cristianos sabemos que el demonio existe, pero también sabemos que Cristo ha vencido al demonio y que el demonio huía cuando estaba Jesucristo.

"Lo que me parece fundamental es que todos los bautizados fortalezcamos nuestra fe (…), orar, escuchar la palabra del Señor (…). Cuando creemos en verdad estamos fortalecidos y bendecidos. Dios está con nosotros (…). Cuando la fe se debilita, cuando dejamos de creer, cuando Dios no existe en nuestra vida, entonces estamos al alcance de la mano del demonio.

"Yo no sé que será esto que dicen que se ve en Quilino, pero lo que sí digo es que como cristianos no debemos tener miedo si en verdad creemos en Jesucristo (…). Quien es bendecido por Dios no debe temer la acción de nadie, mucho menos del demonio (…). Hay que volver a creer. Hay que creer más, Antes las familias vivían en paz. ¿Por qué? Porque se consagraban al corazón de la Virgen. Cuando hay oración, cuando hay fe (…) la alegría de Dios llena nuestros corazones y no tenemos que temerle a ninguna acción del demonio".[19]

En menos de tres minutos el obispo pronuncia la palabra demonio media docena de veces y si bien reconoce no saber qué es eso de lo que la gente habla, deja abierta la posibilidad de que el diablo esté metiendo la cola en todo el tema. Sin duda, una forma muy particular de tranquilizar a la población y, al mismo tiempo, hacer proselitismo. Como puede notarse, el discurso no ha cambiado mucho desde los días en que se perseguían a las brujas que pactaban con Satán, en los aquelarres europeos.

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PARTE 2

Los nidos sensacionalistas de un "pájaro" poco original

"Con una mentira suele irse muy lejos,

pero sin esperanzas de volver."

Proverbio Judío

"Sin mentiras la humanidad moriría

de desesperación y aburrimiento."

Anatole France

La construcción colectiva de un rumor está casi siempre acompañada de variaciones, agregados y omisiones. Es de suyo mutar. Difícilmente se mantiene la "historia" primigenia. Como si de un gran lienzo se tratara, una larga cadena de participantes se encarga de darle su propia pincelada, tapando trazos antiguos y exaltando los propios. Capa sobre capa, los detalles se acumulan y la composición general que llega a los medios de comunicación es muy diferente a la original, que suele ser olvidada o arrumbada a un costado del camino. Claro que una vez que alcanza la sala de redacción de un periódico, nuevos participantes agregaran lo suyo; contribuyendo en la construcción de remozados monstruos.

Ya hemos visto como el ente de Quilino pasó de "merodeador" a "hombre pájaro" en un corto tiempo. Todo ello lo apreciamos claramente en el contenido de los artículos citados. Irónicamente, el testimonio oral, que casi siempre es considerado altamente cambiante, parece prolongar su defecto en los procesadores de texto de los cronistas. Al comparar los artículos evidenciamos que no sólo el personaje principal del drama es el que cambia, sino también sus comportamientos se ven profundamente modificados en ellos.

Según algunos portales, el bombero testigo del drama observó cómo una persona encapuchada, vestida de negro, transmutaba en pájaro y se alejaba rápidamente del lugar "en cuatro patas".[20] Esta versión es acompañada por otras (que son mayoría) en las que sólo se sindica que el extraño sujeto "escapó del lugar", sin especificar de qué manera.[21]

Evidentemente faltaba algo. ¿Qué función tenían las alas si el misterioso bulto se había ido caminando?

Tenían que dar el gran salto y sólo un medio se animó, sin titubeos, a agregar (lejos de cualquier testimonio previo) que el "hombre-pájaro", como era de esperar, "se fue volando".[22]

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Seres, demonios y monstruos alados nos han acompañado desde siempre, despertando horror o esperanzas según los casos. Son los protagonistas de mitos milenarios y leyendas urbanas modernas en casi todo el mundo. Basta con empezar a buscar para encontrarlos por doquier. Agoreros profetas de "buenas nuevas" o de desastres descomunales, estas entidades del imaginario arrastran características positivas, una veces, negativas, otras, aunque lo que suele predominar es lo misterioso de sus esquivas intensiones. Pueden ser buenos o malos, bellos u horrorosos, cuidar de la naturaleza y alertarnos sobre los efectos perniciosos de nuestras acciones o vengar los perjuicios que ocasionamos al entorno. El desquiciado universo de los investigadores paranormales de las últimas décadas los asoció con extraterrestres, intraterrestres o seres de otras dimensiones, experimentos genéticos y cruzas extrañas. Lo que antiguamente se veía como una manifestación de la divinidad o del diablo, se adaptó al nuevo contexto tecnológico, despertando de igual modo el asombro, la inquietud y la sorpresa de aquellos que dicen haberlos visto.

Aparecen bajo diferentes nombres. Decenas de libros de folclore los describen a conciencia. Todo indica que, aunque evanescentes, se niegan a desaparecer del todo. La modernidad no les ha hecho mella. Desoyen los argumentos de la razón y, al hacerlo, denuncian insatisfacciones, angustias, miedos y prejuicios. Por ende, sus historias no son inocuas. Tienden a revelar muchas más cosas de las que, en principio, revelan; puesto que detrás de cada una de ellas está, indefectiblemente, el hombre.

¿Qué tiene de extraordinaria la misteriosa aparición de Quilino?

¿Es tan original como parece?

Por supuesto que no.

Sucesos muy parecidos han sido denunciados y popularizados por la prensa desde hace décadas, generando el mismo estupor. Por más bizarro que pueda resultarnos, un variado catálogo de "Hombres-Pájaro" ha mostrado su plumaje a través de los medios; y no como mitos y leyendas propios del folclore, sino como supuestos y bien palpables hechos de la realidad.

Es que de ratos, los monstruos invaden el mundo. Vuelven de cabeza las pautas de lo normal y, por un espacio de tiempo que no suele ser muy largo, plantean las típicas dudas que parten del miedo. Es como si, intermitentemente, la sociedad necesitara volver al universo mágico de otras épocas, buscando con ello compensar la decepción de vivir en un mundo desencantado, inmanente y profano. Las antiguas hierofanías reclaman su espacio. ¿Y dónde mejor que en los medios masivos, considerados por muchos como inequívocos sinónimos de realidad objetiva?

Los extraños sucesos divulgados en Quilino me han llevado a indagar otros "casos", ocurridos en diferentes latitudes del planeta y en distintas épocas. Y, aunque muchos de esos misterios antiguos ya no son creídos, es admirable la persistencia que han tenido a lo largo de la historia. Nos alcanzaron en pleno siglo XXI y siguen siendo popularizados por personas que, a simple vista, tienen todas sus facultades mentales en orden.

Como sucede con las historias de fantasmas, resultaría aburrido referir todas las supuestas apariciones de Hombres-Pájaro. Son numerosísimas. Tantas que, me animaría a decir, constituyen un género literario en sí mismas; que repite, una y otra vez, el mismo patrón argumental. Un fondo idéntico que sólo se ve modificado por las diferentes formas que toman las anécdotas centrales del relato.

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El sensacionalismo de lo que se ha dado en llamar prensa popular es, en mi opinión, uno de los principales (tal vez el más importante) responsable de las extrañas historias que nos convocan.

La gran difusión del periodismo y el enorme éxito que tuvieron este tipo de diarios desde mediados del siglo XIX, explican en gran parte el aumento de la curiosidad e interés del público por regiones y eventos misteriosos; en cuyos límites la civilización y la racionalidad son desplazadas por "cosas raras".

Sucesos morbosos, exotismo, chimes, incluso monstruos (terrestres y extraterrestres, físicos y morales) supieron ser explotados inteligentemente. Periódicos como Le Petit Journal, de París (1863), Evening News (1881) y Star (1888), de Londres, el Journal (1895), de Nueva York, Bild-Zeitung (1952), de Alemania y tantos otros, establecieron las pautas del negocio.[23] El objetivo era sencillo: lucrar con la imaginación y la mentira. Aprovecharse de la credulidad y de la necesidad de creer de millones de lectores, generando sensaciones profundas (de allí la palabra sensacionalismo) que atendían más a la emoción que a la reflexión. Rutas de escape a la mediocridad cotidiana. Atajos, a muy bajo precio, hacia una existencia más intrigante y hasta divertida.

Además, la aparición de agencias internacionales de noticias
(Associated Press, 1848; Reuter, 1851; United Press,
1884) aceleró y amplió el espectro geográfico de la transmisión
de la información y, junto con el abaratamiento de las técnicas
de publicación, permitieron que más gente, en más sitios,
tuviera la oportunidad de maravillarse con las noticias raras que editaban.[24]
Folletines extravagantes de historias inventadas que no hicieron más
que crear y difundir misterios. Algunos, remozados, llegan hasta hoy.

PARTE 3

"Rara avis"

"Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo.

Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti."

Friedrich Nietzsche

"Sin temor y enfermedad, mi vida sería como un barco sin remos."

Edvard Munch

Nada permite sugerir, a menos que nos inclinemos a aceptar teorías conspirativas y alambicadas conexiones esotéricas, que el caso del Hombre-Pájaro de Quilino tenga relación directa con los monstruos alados que referiremos a continuación o que nos habilite a sospechar relación objetiva alguna entre los casos. En otras palabras, no existe ningún argumento cuerdo que incline la balanza hacia una hipótesis que sostenga la posibilidad de que estemos en presencia del mismo individuo a lo largo del tiempo, o de alguna rara avis que pueda catalogarse bajo la etiqueta de "nueva especie desconocida" o remanente vivo de otra muy antigua.

Lejos estamos de los argumentos propios de la criptozoología o de la ufología menos conservadora (aquella que tiende a relacionar y mezclar todo "lo extraño" con los ovnis y los extraterrestres). Como podrá ya notarse, somos partidarios de interpretaciones que tienen su explicación en lo social; en fenómenos antropológicos e históricos que atribuyen a estos fenómenos subjetivos causas en la que se entreveran la influencia de los medios masivos de difusión, el miedo, la sugestión, las historias previas y la necesidad de denunciar, elípticamente, ansiedades colectivas.

Desoímos, pues, las hipótesis esotéricas. Aunque somos concientes de la necesidad de tenerlas en cuenta ya que constituyen elementos retóricos (relatos) fundamentales a la hora de construir la historia de los monstruos alados que nos interesan.

En el onírico universo de los seres extraños, ésos que de los periódicos amarillistas saltaron a la literatura especializada en misterios paranormales, el más famoso, el que más prensa ha tenido, es, sin duda, Mothman, "El Hombre Polilla".

Desde 1966 su leyenda no ha hecho más crecer (incluso en el cine).[25] Pero no fue el primero, ni será seguramente el último. Mucho tiempo antes de que Mothman irrumpiera en el imaginario norteamericano, otros seres alados, monstruosos, enigmáticos y que metían miedo, tuvieron sus 15 minutos de fama; y que ciertos programas de televisión alientan constantemente para mantenerlos en cartelera. Claro que, cuando eso se complica, no dudan en redescubrir casos desconocidos ("olvidados por la gente"); como ocurrió con la novel criatura que en 1903 habría aparecido en el pueblito de Van Meter, Iowa, Estados Unidos.

Pero ordenemos los casos más importantes y ubiquémoslos cronológicamente, a fin de que el lector tenga una ruta ordenada y pueda indagarlos si son de su interés.

  • Jack "El Saltarín" o Jack "Talones de Resorte", Londres (Inglaterra), 1837-1838.[26]

  • Criatura de Van Meter, Iowa (EE.UU.), otoño de 1903.[27]

  • El Duende de Ladrillar, Las Hurdes (España), 1907.[28]

  • Demonio de Jersey, EE.UU., 1909.[29]

  • Mothman, Point Pleasant (EE.UU.), 1966-1967.[30]

  • Monstruo Alado (¿Mothman?), Departamento de Artigas (Uruguay), 2003.[31]

  • Hombre-Pájaro, Quilino, Córdoba (Argentina), agosto 2015.

De todos estos presuntos avistamientos es factible extraer aspectos comunes. Comportamientos que se repiten. Creencias que se reeditan una y otra vez, a pesar del tiempo transcurrido y de los diferentes contextos culturales y geográficos. Es que, en el fondo todo, lo que late es una variable imposible de descartar: el hombre mismo.

¿Cuáles son, entonces, en nuestra opinión, esas similitudes?

Las siguientes.

  • Un pueblo tranquilo es, de repente, sacudido por la extraña aparición de "algo" que no encaja con el marco de realidad socialmente construido. Por un corto tiempo la comunidad se ve alterada (generalmente son unos pocos días o semanas). Transcurrido ese lapso, la criatura de desvanece para nunca más volver (o regresa, sí, años más tarde respetando el mismo comportamiento elusivo).

  • Los testigos suelen ser hombres y mujeres bien considerados. Vecinos confiables y respetables que les transfieren al relato esas mismas cualidades personales. De allí que sea común hacer hincapié en los estudios y títulos académicos, profesiones y oficios que poseen, como si con ello se validaran sin más sus dichos.

  • Los avistamientos son siempre esporádicos y generar terror. Esa sensación es la que se propaga, como reguero de pólvora, por toda la comunidad, dándose un efecto de contagio en el que la paranoia y la histeria alimentan leyenda.

  • A medida que el rumor se expande, la criatura va cambiando su apariencia. Evoluciona, muta, en otra cosa; aunque ciertos rasgos básicos se conserven.

  • En más de una ocasión la comunidad se organiza para enfrentarlo. Batidas de personas armadas se lanzan (según los medios) a la calle en pos de monstruo. Es ésta una manera convencional de combatir la ansiedad para materializarla en un "objeto" concreto que todos comparten.

  • Los medios masivos de comunicación desempeñan un rol fundamental, siendo ellos los responsables de casi todo, puesto que son co-creadores y articuladores de esos relatos. Exagerando, tergiversando, agregando y quitando elementos, incuban al monstruo por un tiempo. Le dan entidad mediática. Lo preservan y legitiman por medio de los "testigos calificados" y la fuerza que aún arrastra lo escrito.

  • Los casos suelen darse, en la mayor parte de las veces, en localidades pequeñas, poco pobladas, alejadas del Progreso; y aunque eso no siempre ocurre, es lo que predomina. Creemos que detrás de ello existe un prejuicio de larga data que tiende a menospreciar la vida rural y pueblerina, dejándola asociada a la superstición.

  • Los investigadores especialistas que tratan de darle seriedad al tema son, en su mayoría, adeptos a los fenómenos paranormales. Amantes del misterio que, por más escépticos que digan ser, constituyen parte de las legiones de creyentes que encaran búsquedas quiméricas. Parten de una idea: que los "hechos" relatados son reales. Convengamos que de ahí en más, todo es posible.

  • Se advierte la presencia de una frase que, a modo de comodín, insertan en todos sus escritos: "Posiblemente nunca sepamos qué pasó". Plantan con ello la incertidumbre, elemento fundamental en este tipo de historias.

  • Otro punto a considerar es que la criatura nunca el percibida de forma clara y contundente. Siempre se dan en situaciones de oscuridad y penumbras. Muchas veces es más oída que observada. La mente juega así un rol fundamental, al rellenar los espacios en blanco y darle forma clara a algo que, en principio, no lo era.

  • Por último, actualmente se advierte la tendencia conspirativa de establecer relaciones entre la aparición de la criatura y otros hechos aún más misteriosos (ovnis, poltergeist, duendes, fantasmas, brujas, críptidos y hombres de negro).

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Epílogo

EL CALDERO DE LA SALAMANCA

DE LA CHANCHA CON CADENAS AL HOMBRE-PÁJARO

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"¿Destruir a la Leyenda de su función auxiliar poética de la historia?

¿Desterrarla de un texto en el que lo lírico ocupa amplio espacio?

Sería necio e inútil. Ella triunfa siempre, con su seducción".

Manuel Mujica Lainez, Cecil (1972), Pág. 71

Sólo volviendo a las creencias de la cultura popular de nuestro país podremos contextualizar correctamente el episodio del "Hombre-Pájaro" de Quilino y darle así el marco cultural apropiado que nos permita comprender el posible origen del rumor y la cascada de rumores que se desgajaron del mismo. Si bien antes creímos conveniente plantear un enfoque más bien amplio, que considerara leyendas semejantes de latitudes lejanas, es tiempo de centrarnos específicamente en el universo mágico quilinense y ver qué encontramos en él.

Más de un especialista en folclore nombra a Quilino en sus trabajos. El pueblo arrastra una larga fama. No es la primera vez que la localidad se ve involucrada en relatos en los que interviene lo sobrenatural. Basta con consultar estudios ya tradicionales sobre el tema para notar que esta región del norte de Córdoba ha sido (y por lo visto, sigue siendo) un enorme caldero en el que se cuecen decenas de leyendas que se mantiene vivas en el imaginario cotidiano de su gente.

En 1950, Félix Coluccio[32]el reconocido folclorista argentino, refería que en Quilino había nacido una leyenda, muy difundida luego por el resto del país y de la que Jorge Luis Borges se burla en su bestiario[33]tal vez por no tener una clara raigambre europea. Estamos haciendo referencia a famosa y pavorosa "Chancha con Cadenas".

Adolfo Colombres escribe al respecto:

"En el norte de Córdoba, especialmente en Quilino, hay una chancha diabólica que se pase arrastrando cadenas. Se aparece de noche en los alrededores de la estación ferroviaria, y a veces echa a correr por las vías. Produciendo un infernal ruido con las cadenas. Es fácil oírla, pero no verla, pues cuando se la busca desaparece".[34]

Algunos vecinos han dicho que también suele vérsela corriendo por los cables del telégrafo, siendo el epicentro de sus apariciones un triángulo imaginario conformado por los pueblos de Quilino, Los Cadillos y San José de las Salinas. Respecto de La Chancha, hay dos versiones. Para unos es un animal renegrido, satánico, que trae el mal a quien la ve. Para otros, un alma en pena que vaga lastimeramente en las inmediaciones del pueblo. Una mujer maldita y muy elusiva que fue perdiendo terreno a partir de la década de 1980, cuando el neoliberalismo le quitó al pueblo el ferrocarril.[35]

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Pero no sólo cerdos demoníacos acosan el imaginario del lugar. Una recopilación de leyendas locales, realizada en 2005 por el diario La Voz del Interior, presentadas en fascículos dominicales y titulados Córdoba X, nos pone sobre aviso de algo muy interesante: Quilino es conocida como "La Capital Nacional de las Brujas".[36] Una región de salamancas, hechizos y rituales malignos que, sin sorna alguna, siguen alterando a los vecinos de la región.

Pero ¿qué son las salamancas? ¿Cómo se relacionan con las brujas y éstas con el "Hombre-Pájaro"?

La conquista material y espiritual de América implicó la creación de una cultura mestiza en la que lo europeo y lo aborigen se mezclaron, generando un producto cultural sincrético que superpuso, modificó y enriqueció (al menos para los historiadores) el universo imaginario del Nuevo Mundo.

En los barcos venidos del otro lado del Atlántico viajaron las ambiciones de Europa, pero también sus esperanzas y sus miedos, sus monstruos y ansiedades. Y aquí, en una tierra que muchos creyeron vacía, germinaron las creencias tradicionales que hoy perduran, combinando los aportes del blanco con los del indio y el negro. Entreverando sus fantasmas, sueños y pesadillas. Por este motivo, en las leyendas y creencias populares que circulan en nuestra Argentina profunda, esos universos, en principio antagónicos, muestran sus aportes. El ejemplo de las salamancas y las brujas es un emblemático ejemplo de ello.

En Reseña histórica descriptiva de antiguas y modernas supersticiones del Río de la Plata, Daniel Granada (1847-1929), escritor y filólogo español afincado desde muy niño en Montevideo, desarrolla el tema de las salamancas y las brujas.

"Entre los magos de la gentilidad era de rito efectuar sus invocaciones en cuevas o lugares subterráneos. No solamente el vulgo, más también graves escritores creyeron en la existencia de escuelas de artes mágicas en Salamanca, Córdoba, Toledo y otros puntos de España. Atribúyese a los moros la introducción de ellas en la península. (…) Las tradiciones de (…) escuelas soterradas en antros profundos (…) hanse continuado en la América Española.

"Pero las cavernas habitadas por seres fantásticos no tienen patria originaria: son comunes a todos los pueblos en su estado de infancia.

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