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¿Ahorrar para acumular o para financiar las crisis?



Partes: 1, 2

Monografía destacada

  1. Introducción
  2. Concepto, motivaciones y determinantes teoricos del ahorro
  3. CAPITULO 3Criterios para la determinación de los períodos de bajo estudio
  4. Introducción a la periodización bajo análisis: la salida del?modelo?agroexportador
  5. Primera etapa: el avance del estado en la generación de la actividad económica. 1935 – 1952
  6. Tercera etapa: reforma financiera, tablita, apuestas al dólar y deuda externa. 1976- 1982
  7. Cuarta etapa: la recuperación de la democracia
  8. Quinta etapa: la década de la convertibilidad 1991-2000
  9. Conclusiones

CAPITULO 1

Introducción

  • OBJETIVOS Y DEFINICIONES METODOLOGICAS

En este amplio estudio se buscó contrastar los principales y más comentados postulados teóricos acerca del ahorro privado y sus determinantes principales, con observaciones del comportamiento de la variable en la economía argentina a lo largo de un periodo de casi setenta años. Una idea original que se mantuvo en el proyecto definitivo era la de (a través de dicha validación) aceptar o rechazar dichas hipótesis teóricas para el caso argentino.

Dado que la contrastación empírica de los más importantes enfoques teóricos sobre el ahorro habría llevado el trabajo a una extensión y complejidad mayor a la recomendable, se optó por la selección de uno de estos postulados, la hipótesis keynesiana del ingreso absoluto para acceder a su validación.

  • FUENTES UTILIZADAS Y METODOLOGIA DE TRATAMIENTO

Las fuentes empleadas fueron exclusivamente bibliográficas. La metodología consistió en la integración de lecturas de libros, artículos y series estadísticas.

  • SINTESIS DE CONTENIDO

El trabajo se introduce en el capítulo 2, dedicado a la recopilación de las principales hipótesis que los economistas teóricos han desarrollado sobre el comportamiento del ahorro privado y de sus principales determinantes en términos agregados.

A continuación se presenta una caracterización temporal de la economía argentina que comprende siete capítulos: El capítulo 3, procura justificar el porqué de la periodización elegida. El capítulo 4, introduce brevemente a la situación económica del país en el momento inmediato posterior a la crisis mundial de 1929. Los capítulos 5 a 9 corresponden a cada una de las cinco etapas en las que se divide el periodo bajo análisis, correspondiente al intervalo 1935-2000.

Finalmente, en el capítulo 10 se exponen las conclusiones preliminares, poniendo de manifiesto las coincidencias y discrepancias halladas entre la evidencia empírica y los postulados teóricos.

CAPITULO 2

Concepto, motivaciones y determinantes teoricos del ahorro

En la agricultura de los antiguos pueblos, los recolectores aplicaban la técnica del ahorro económico, el cual consistía en reservar pequeñas cantidades de semilla para que al año siguiente estas reservas se transformen en cosecha. En otras palabras, se obtendría un beneficio adicional sacrificando una parte del consumo presente. Hoy en dia asociaríamos esa reserva con el concepto de inversión.

A pesar de todo, se pensó que también seria procedente reservar una parte del producto previo, para hacer frente a las necesidades causadas por imprevistos, como la falta de lluvias o un granizo inesperado.

Al comprenderlo, estos pueblos incorporaron lo que suele utilizarse como fundamento primero del ahorro en la literatura económica: El resguardo.

Si podía sacrificarse una proporción de la cosecha para asegurar tanto la producción siguiente como el consumo futuro, también era factible pensar que se podía reservar otra parte de la misma para intercambiar por producción de las comunidades cercanas. Estos primitivos intercambios dieron origen a la economía de trueque.

A medida que estos pueblos adoptaron la vida sedentaria, la idea del trueque se trasladó a los individuos. Al tiempo que éstos fueron diferenciando su producción, percibieron la posibilidad de intercambiar con sus vecinos. Pasando distintas etapas evolutivas, se llegó a lo que hoy llamamos economía monetaria. Esta forma de intercambio avanzado implica la creación de un bien fiduciario, el dinero, que en principio tomó forma de metálico acuñado y más tarde de papel moneda.

Las principales funciones del dinero son las siguientes:

  • Unidad de cuenta: Los precios del resto de los bienes de la economía se expresan en unidades del bien llamado dinero. El dinero, como unidad de cuenta, es un bien de precio fijo.

  • Medio de pago: El dinero se acepta universalmente para realizar transacciones y cancelar deudas entre los agentes económicos participantes.

  • Reserva de valor: El bien llamado dinero debe servir para conservar el poder adquisitivo a lo largo del tiempo. La inflación afecta negativamente a esta función del dinero, que se diluye cuando los aumentos del nivel de precios son elevados. La suposición de que el dinero mantiene su valor constante en el tiempo cuando se alteran los niveles de precios de una economía se denomina ilusión monetaria.

Existen una serie de motivos por los cuales las personas ahorran, ya sea en magnitudes individuales o agregadas, las propensiones media y marginal al ahorro, que se definen más adelante, diferirán en función del ingreso disponible, de la preferencia por el consumo presente, de la tasa de interés real y de otros factores más difícilmente mensurables, como las pautas culturales o los hábitos de los consumidores. Factores como la alternancia de ciclos expansivos y recesivos, la inflación o la forma de distribución del ingreso, también alteran la propensión al ahorro de los individuos y las empresas.

2.1. Determinantes teóricos del ahorro

2.1.1. La medición de la variable:

La determinación del ahorro como variable agregada suele presentar complicaciones formales. La teoría macroeconómica ha establecido distintas metodologías para su obtención, de las cuales tres, suelen ser las más utilizadas:

  • Método directo: Mediante la obtención de datos para cada componente del ahorro agregado: Ahorro agregado de las familias, las empresas y los gobiernos.

  • Método indirecto: Se despeja el ahorro a partir de la identidad ahorro – inversión. El ahorro interno es igual a la inversión bruta interna más el saldo de la balanza comercial.

S = Ibif9 + (X – M) (C)

  • Método residual: El ahorro nacional se obtiene como residuo entre el ingreso y el consumo agregados. El ahorro privado es la diferencia entre el ingreso disponible y el consumo privado.

De todas las variables macroeconómicas, el ahorro es probablemente la menos abordada por la literatura, lo que ya se pone en evidencia desde su tratamiento como residuo del consumo. Existen diversas hipótesis acerca de sus determinantes, desde la tradición keynesiana de considerarlo como la proporción de la renta corriente no consumida, hasta modelos más complejos, surgidos de las aportaciones de –entre otros- Kuznets, Modigliani, Ando y Friedman.

2.1.2. Hipótesis keynesiana del ingreso absoluto

Para Keynes, el ahorro se determina fundamentalmente por el nivel absoluto del ingreso corriente, como una función lineal del mismo:

S = sY (D)

Donde:

S = Ahorro

s = propensión media a ahorrar

Y = ingreso corriente

Keynes invoca una ley psicológica fundamental, según la cual, variaciones positivas de la renta, se corresponden con incrementos también positivos, pero proporcionalmente menores del consumo. En otras palabras, ante cada unidad monetaria de aumento del ingreso, sólo una proporción decreciente del mismo se destina a gastos de consumo, mientras que se ahorra el resto. A estas proporciones destinadas a consumo y ahorro, las denomina propensiones, y se expresan:

PMeS = S/Y (E) PMgS = ?S/?Y (F)

Donde:

PMeS = Propensión media al ahorro

PMgS = Propensión marginal al ahorro

S: Ahorro

Y: Renta

?: Coeficiente de variación

0 < PMeS < PMgS < 1

Definido el ahorro como proporción del ingreso no consumido, de acuerdo con la ley de Keynes la propensión marginal al ahorro es mayor que la razón entre ahorro e ingreso (propensión media). A bajos niveles de ingreso, al ahorro puede ser negativo (desahorro), pero a partir de un determinado nivel de ingreso corriente, se comienza a ahorrar a una tasa creciente, es decir, se ahorra una proporción cada vez mayor del ingreso. La acumulación de ahorro de periodos sucesivos determina la riqueza.

Para Keynes, el ahorro es el excedente de la renta sobre los gastos de consumo. Esto es válido tanto para el ahorro individual, como para el ahorro agregado. Pero aún cuando ambos tipos de ahorro se definen en los mismos términos, la suma aritmética del ahorro individual de ninguna manera representa al ahorro de la comunidad.

2.1.3. Hipótesis no keynesianas:

Trabajos como los de Kuznets (1946) y Goldsmith (1955), estudiaron el comportamiento de la relación ahorro – ingreso disponible, llegando a la conclusión de que en el largo plazo, las propensiones media y marginal al consumo (y por lo tanto, al ahorro, que es el consumo visto en un espejo), eran constantes menores que 1 e iguales entre sí. Sobre estos trabajos se asentaron las llamadas hipótesis no keynesianas, que son básicamente tres: La del ingreso relativo, la del ingreso permanente y la del ciclo de vida.

Hipótesis del ingreso relativo:

Duesenberry y Modigliani, en forma separada, explicaron que la conducta de las personas respecto del consumo y el ahorro se basa en dos factores:

  • Tendencia a no variar los hábitos de consumo ante cambios decrecientes en el ingreso.

  • Tendencia a imitar los hábitos de los sectores de ingresos más altos.

En el primer caso, el ahorro, y no el consumo, es el factor de ajuste de una disminución del ingreso. Incluso las personas estarían dispuestas a desahorrar si la caída del ingreso fuera importante. Respecto del segundo factor, se explica que la utilidad del consumidor depende de la relación entre su consumo y el de aquellos a los que imita social y culturalmente. De acuerdo con estas hipótesis, el ahorro no estaría determinado por el ingreso absoluto de las personas, sino por su ingreso relativo, en el marco de la distribución total de la renta. Bajo estos supuestos, la tasa de ahorro agregado debería aumentar ante una mejora en la distribución del ingreso, mientras no se vería afectada por incrementos en la renta per cápita, ya que ésta elevaría los hábitos de consumo de toda la población. Hipótesis de este tipo son de difícil verificación en los países latinoamericanos, aunque podría rastrearse cierta evidencia en experiencias recientes en la Argentina y Chile, y en el pasado en Venezuela.

Hipótesis del ingreso permanente.

Formulada por Friedman en 1957, se basa en la idea de que el consumo y el ahorro no son función del ingreso corriente, sino de dos tipos de ingresos:

  • El ingreso permanente23, definido como el ingreso futuro esperado.

  • El ingreso transitorio o no esperado, de naturaleza estocástica.

Ante un incremento de la renta, la persona discernirá si se trata de un aumento permanente o transitorio. Para Friedman, un incremento transitorio de la renta no influye en el consumo corriente, y por lo tanto, se ahorra casi en su totalidad, aumentando la riqueza del individuo, y consecuentemente su consumo futuro. El mismo razonamiento es válido en términos agregados. Shocks exógenos a una economía, como un incremento de los términos de intercambio, favorecerían, bajo esta hipótesis el ahorro total.

El consumo también se divide en permanente y transitorio, siendo este último aleatorio. El consumo permanente es una fracción c de ese ingreso, que puede definirse como una relación entre la renta corriente o del periodo y una proporción de la renta obtenida el año anterior. De este modo,

YP = ?Yt + (1 – ?) Y t–1 (G)

Donde

YP es el ingreso permanente

? es una fracción 0 < ? s2

s1 + s2 = 1

Definido el ingreso permanente como en la ecuación (G), existen propensiones medias y marginales al ahorro que dependen de los dos tipos de ingreso de los agentes económicos. Bajo esta hipótesis, en el largo plazo, las propensiones tenderían a la convergencia.

Hipótesis del ciclo vital

Vinculada a trabajos de Ando y Modigliani, supone que las personas administran su ingreso de modo tal de mantener un flujo estable de consumo en el tiempo, en especial durante la vejez. Para ello se requiere acumular ahorros durante la vida activa. Los individuos ahorran cuando su renta es alta, y desahorran cuando dejan de trabajar. El resultado de la tasa de ahorro de toda la vida laboral es igual al requerimiento financiero de la proporción de la parte de la vida en que el individuo permanece inactivo o retirado, lo que además supone un consumo constante y uniforme.

Esta teoría, que se presenta de manera muy simplificada y que el propio Modigliani se encargó de señalar que es válida solamente para sociedades con un alto grado de desarrollo de los mercados de capitales, tiene una sugestiva implicancia sobre la tasa de ahorro de una economía. Si las personas gastan durante su periodo de retiro los ahorros de toda su vida (el modelo en su versión simplificada supone que estas personas no dejan herencias, por lo que al momento del nacimiento la riqueza de todos los individuos es nula), en una sociedad donde la población y la renta per cápita permanecen constantes, el ahorro de las familias es igual a cero.

2.2. Otros determinantes: Riqueza, tasa de interés, inflación, distribución de la renta, términos de intercambio, tasa de crecimiento.

Muchas investigaciones han propuesto que la riqueza tiene un papel importante en la determinación del ahorro, y así lo sugieren las hipótesis del ciclo de vida y de la renta permanente. En principio, podría pensarse que las personas más ricas deberían tener una tendencia a ahorrar proporcionalmente menor, dado que la diferencia entre la riqueza deseada y la riqueza real u observada sería menor que en las personas de menores ingresos. Friend y Taubman analizaron el ahorro de periodos anteriores como variable proxy de la riqueza, y concluyeron que ésta última está correlacionada negativamente con el ahorro corriente. Sin embargo, se suele decir, y en contrario a lo expresado anteriormente, que las personas de menores ingresos tienen una escasa o nula propensión a ahorrar, dado que se ven forzadas a gastar toda su renta en consumo, en especial de alimentos. Este es un supuesto que ha sido utilizado recurrentemente en los modelos neoclásicos de crecimiento económico. Otros modelos, como los de Kaldor y Pasinetti, han sugerido, en cambio que los asalariados efectivamente ahorran, y que por lo tanto el ahorro es una función de las propensiones medias al ahorro de los salarios y de la renta del capital.

S= SwW + sbK (J)

Donde:

S = Ahorro total

sw = Propensión media al ahorro de los asalariados

sb = Propensión media al ahorro de la renta del capital

sb > sw

Estos modelos suponen que la propensión media al ahorro de los propietarios de capital es mayor que la de los asalariados, lo que contradice lo afirmado por Friend y Taubman. Se desprende también de estas hipótesis que a mayor concentración en la distribución de la renta, mayor será la magnitud del ahorro agregado, con sus notorias implicancias en las decisiones de política macroeconómica.

La relación del ahorro con la tasa de interés, en particular la del ahorro privado, ha sido largamente discutida. Si bien a priori, y según la hipótesis neoclásica puede suponerse que las personas y las empresas estarían más dispuestas a ahorrar ante variaciones positivas en la tasa de interés real, el resultado final de ese aumento sobre el ahorro agregado puede ser ambiguo, según predomine el efecto sustitución o el efecto ingreso.

La explicación de esta aparente paradoja radica en que ante incrementos de la tasa de interés en términos reales, el ahorro se torna más atractivo, pero menos necesario.

  • Efecto sustitución: Ante una suba de la tasa de interés real las personas aumentan su ahorro, con el objeto de consumir más en el futuro.

  • Efecto ingreso: El aumento de la tasa de interés contribuye a reducir la tasa de ahorro presente, ya que se necesita reunir menos activos para hacer frente al mismo consumo futuro.

En América Latina, y como tal, en nuestro país, es difícil encontrar estudios empíricos que hayan demostrado categóricamente cual de los dos efectos se impone. El comportamiento del ahorro agregado estará determinado por el efecto predominante.

Por otra parte, cuando existe un predominio de tasas de interés reales negativas durante periodos largos, como en el caso de la mayoría de los países latinoamericanos, y en especial de la Argentina, el comportamiento de los agentes económicos respecto del ahorro puede tornarse impredecible. El efecto más destacado se refleja no tanto en el ahorro, como sí en la inversión, donde pueden presentarse severas ineficiencias en la asignación del crédito. Esto indirectamente, termina determinando tasas activas de interés (costo del crédito) más altas y un stock de ahorro agregado (acumulación de riqueza social disponible para financiamiento de la inversión) más bajo.

Suele decirse que una alta tasa de ahorro favorece un rápido crecimiento de la economía, vía acumulación de acervo de capital. De la misma manera, sería válido pensar en una relación de causalidad a la inversa. Altas tasas de crecimiento pueden generar aumentos en el ingreso, determinando mayores niveles de ahorro.

2.3. Datos para la determinación del ahorro en la Argentina

Estudios de evidencia empírica de los determinantes del ahorro en Latinoamérica han puesto de relieve que en aquellos países donde la tasa de interés real es sistemáticamente negativa, el ahorro privado presenta un comportamiento errático e impredecible.

De hecho, la tasa de interés real ha sido negativa en casi todo el periodo bajo análisis, con excepción de algunos años aislados (en especial a partir de 1976) y la década de la convertibilidad, a partir de 1992. Se intentará contrastar la afirmación teórica con la evidencia obtenida.

2.4. Problemas de estimación del ahorro en economías latinoamericanas

La estimación de funciones suele presentar dificultades cuando el periodo bajo análisis comprende muchos años. Estos problemas se profundizan en las economías latinoamericanas. En el caso del ahorro agregado, se mencionan algunos de los inconvenientes que suelen presentarse.

  • Discrepancias y poca confiabilidad de las series estadísticas.

  • Comportamientos erráticos, debido a la presencia de factores provocadores de "ruidos" como la presencia persistente de tasas de interés reales negativas o los constantes cambios de direccionamiento de las políticas económicas.

  • Mercados de capitales pequeños, imperfectos y poco desarrollados.

  • Sistemas financieros ineficientes y poco confiables.

  • Ausencia de seguridad jurídica en la práctica, pese a la proliferación de leyes y mecanismos de regulación.

  • Inestabilidad del tipo de cambio y existencia de incentivos para la salida de capitales.

2.5. Especificación de la variable agregada

Para la confección de las series y el modelo a analizar, se ha especificado el ahorro interno total (St) por el método residual. Bajo esta hipótesis:

St = Yt – Ct (K)

Sabemos además que el ahorro total se descompone en ahorro del sector privado (Spr) y ahorro del sector público (Spub):

St = Spr + Spub (L)

El ahorro público se determina como la diferencia entre impuestos (T) 41 recaudados y los gastos corrientes del gobierno (Cpub).

Spub = T – Cpub (M)

El ahorro privado es entonces el ahorro interno total menos el ahorro del sector público

Spr = St – Spub (N)

Spr = (Y – Cpr – G ) – (T – G) = Y – T – Cpr (P)

De acuerdo con (P), vamos a definir al ahorro privado como la diferencia entre el ingreso disponible (Y –T) y el consumo privado (Cpr).

2.6. Evidencia empírica en la Argentina. 1935 – 2000. Contrastación econométrica

A los efectos de evitar problemas de estabilidad en los coeficientes, se realizaron regresiones para dos periodos diferenciados: 1935 – 1975 y 1976 – 2000. La elección no es caprichosa. Según la bibliografía consultada, a partir de 1975 se perciben profundos cambios estructurales en el comportamiento de los determinantes teóricos del ahorro, tales como la inflación, las tasas de interés real y nominal, la distribución del ingreso, y la normativa y funcionamiento del sistema financiero. Las causas y consecuencias de estas alteraciones se analizan en los capítulos siguientes.

2.7. Decisiones de asignación posibles del ahorro privado

Pueden diferenciarse tres destinos posibles para el ahorro privado agregado de una economía:

  • Financiamiento de la inversión bruta interna: Cuando el ahorro de las familias y las empresas se destina a la compra de bienes de capital para la producción interna, ya sea por asignación directa (de la unidad económica que ahorra), o bien mediante la intermediación de bancos o mercados de capitales.

  • Financiamiento del sector público: En este caso, la transferencia de ahorro privado puede ser voluntaria (mediante la compra de títulos de deuda de los gobiernos nacionales o provinciales) o forzosa. Un caso particular es el correspondiente al ahorro previsional: No es totalmente voluntario, ni totalmente forzoso. Otra característica distintiva es que no está disponible para el ahorrista hasta el momento de su retiro.

  • Financiamiento de la inversión o del sector público extranjero: Esto se cumple cuando se producen salidas de capitales desde el país que ahorra hacia terceros países, o bien cuando el sistema financiero local o las empresas radicadas en el país tienen capacidad para exportar capitales libremente.

CAPITULO 3

Criterios para la determinación de los períodos de bajo estudio

Se explica el comportamiento del ahorro privado en Argentina por casi setenta años y al tratamiento que se le dio por parte de las políticas económicas.

Los marcos contextuales que se tuvieron en cuenta para la explicación del ahorro privado serian los siguientes:

  • Marco Internacional.

  • Marco político interno.

  • Evolución macroeconómica.

  • Política monetaria y final.

  • Relación ahorro-inversión.

Se han definido periodos históricos básicos para el análisis del comportamiento del ahorro privado en esta nación.

1935-1952:

Este periodo resalto por la fuerte presencia del Estado en la actividad económica, en un doble rol de productor de bienes y servicios, y de regulador e interventor. La participación del estado afecto el comportamiento del ahorro en lo que respecta a la tasa de interés, tipo de cambio y a la renta. 1935 fue el año donde se creó el Banco Central de la República Argentina además de empezar a verse resultados positivos en cuanto a la recuperación económica como resultado de políticas aplicadas tiempo atrás; esto tuvo su continuidad a pesar de lo que el peronismo significo en la política del año 1952.

1953-1975: 

Durante esta etapa se perciben subperiodos, que alternan momentos de regulaciones y controles con otros que presentan diversos niveles de aproximación al libre mercado, tanto en lo económico como en lo financiero. Es además el periodo en el que se produce el ingreso de la Argentina al Fondo Monetario Internacional, y en el que se hace fuerte la presencia de una tasa de inflación elevada y persistente, impulsada en los últimos años de la etapa anterior, y que se profundizará en la siguiente. Se observa una declinación del estímulo al consumo como elemento dinamizador de la demanda agregada, característica de la etapa anterior, en especial en el subperiodo final. Los subperiodos se definen aquí por los quiebres políticos más que por lineamientos económicos, se percibe cierta continuidad y son los siguientes: 1953 -1955; 1956 – 1962; 1963 – 1966; 1966 – 1972 y 1973 – 1975.

1976-1983: 

Este período se centra en la reforma financiera llevada a cabo por el Ministerio Martínez de Hoz basado en un nuevo tratamiento de las políticas bancaria y cambiaria, en lo que respecta a la relación de tasas de interés en pesos y la cotización del dólar.

  • Los mercados financieros internacionales comienzan a incidir en la toma de decisiones locales en materia monetaria.

  • Se propone que la participación del Estado no sea como la de antes en la actividad económica pero a penas esto se cumple.

  • Comienza a gestarse durante estos años el agotamiento del proceso sustitutivo de importaciones y se manifiesta el peso creciente del endeudamiento externo, que crece desmesuradamente. No existe subperíodos en esta etapa, terminando así con la derrota militar en Malvinas y como consecuencia el estadillo de la crisis regional de la deuda externa.

1983-1990: 

Período marcado por dos hechos de importancia: la crisis de la deuda externa manifestándose en México, Brasil y Argentina y la recuperación formal del orden institucional. Fue una etapa de lidiar con consecuencias del período anterior. Se luchó contra la inflación por medio de un plan heterodoxo que, luego de un sorprendente éxito inicial, se desmoronó. Se presentaron 3 elementos el crónico problema de financiamiento del Estado Nacional y las provincias, el peso creciente de los servicios de la deuda externa. Esto cerró con dos superinflaciones y una confiscación del ahorro privado llamado "Plan Bonex".

1991-2000: 

Esta etapa podría describirse como un respiro en cuanto a las anteriores porque hubo varios factores positivos como la desaceleración de la inflación, tipo de cambio fijo con mercado libre y único, tasas de interés reales y masiva afluencia de capitales del exterior hasta 1997. El Estado comienza a mejorar su doble rol en la actividad económica. Con lo relacionado en el sistema financiero el Banco Central de la República de Argentina crea un sistema bimonetario. No existen cambios de gobierno, pero se presenta un fuerte crecimiento en el desempleo y una vulnerabilidad de la economía de los shocks externos.

CAPITULO 4

Introducción a la periodización bajo análisis: la salida del modelo agroexportador

Todo lo que se vivió en los periodos anteriores tuvo consecuencias en la economía Argentina de la crisis global donde se vio afectada la producción agrícola. La crisis no afecto al petróleo y a los metales no ferrosos. Los términos de intercambio se deterioraron.

La inversión el consumo y el ahorro estaban limitados por el nivel de ingresos internos. En estos años Argentina solo tenía el ahorro local como única fuente de financiamiento.

Con respecto a la política de este país se instauro un gobierno militar; a pesar de esto en la toma de decisiones se tomo en cuenta la participación importante del Estado.

Keynes, pensaba que el bienestar general se basaba en mayor medida en la inversión que en el ahorro, a lo contrario que se ha venido practicando como lo es el ahorro.

A raíz de este pensamiento Argentina en el año 1931 se instalo el control de cambios, se incrementaron los aranceles aduaneros con el objetivo de que ya no se importara. Con el ingreso de Federico Pinedo como Ministro de hacienda se conformo juntas reguladoras de los principales sectores productivos.

Por último se llevo a cabo la creación de un Banco Central por las ganancias que se acumulaban de las compañías extranjeras.

CAPITULO 5

Primera etapa: el avance del estado en la generación de la actividad económica. 1935 – 1952

Caracterización del periodo

Marco internacional

Desde inicios de del año 1934, en el ámbito económico Estados unidos presenta señales de una gran recuperación. Pero no fue sino hasta 1939 el cual fue el año en que estallo la segunda guerra mundial, que este factor influyo de manera decisiva en la salida de la crisis y la recesión que se presentaba en el país, dado que la industria bélica de aquellos países participes en dicha guerra ponen a funcionar de manera plena estas industrias para así salir de la recesión presentada en décadas anteriores. La finalización de la guerra determina notorios cambios del escenario político y económico, y de las relaciones entre los países. Estados Unidos emerge como potencia hegemónica del mundo capitalista, mientras Europa afronta dificultades para recuperarse en los primeros años, presentando severos déficit externos.

Desde estos acontecimientos el mundo se divide en dos grandes facciones políticas y militares, OTAN y el Pacto de Varsovia. Esto da origen a la conocida guerra fría. Estados unidos crea el Plan Marshall, lo cual es un plan que ayuda a los aliados europeos a recuperarse económicamente de las devastaciones causadas por la guerra, América latina no participa en este plan por lo cual pierde peso en el comercio internacional. Esto crea que las exportaciones a nivel mundial caiga en un 21% para el año 1950. Uno de los países más afectados fue Argentina que presento una baja de exportación al 18.4% de un 25.5% que presentaba en el mismo año. Se registra una ola internacional de estatizaciones en áreas estratégicas de la economía, cuyos hechos más emblemáticos son la nacionalización del Banco de Inglaterra y las minas de carbón en el Reino Unido, y de la banca y los seguros en Francia.

Gran Bretaña, el principal deudor de la Argentina acreedora de entonces, no suscribe esta parte de los tratados. Fruto de los acuerdos y con el rol de organismos reguladores y auditores de esas políticas, se crean el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, y el GATT sucedido a partir de 1997 por la Organización Mundial del Comercio (OMC). Se procuraba la promoción de un multilateralismo tendiente a desplazar a los acuerdos bilaterales adoptados ante la crisis de 1930.

Argentina y el comercio mundial

En 1937 se produce una importante sequía en el hemisferio norte, lo que provoca una recuperación de la participación de las materias primas en la estructura del comercio mundial

Ni América Latina en general ni la Argentina en particular articulan respuestas ante estos hechos, lo que da inicio a un progresivo proceso de aislamiento de las economías de la región. La participación de la Argentina en el comercio mundial, que era del 3% en 1929, declina al 1.5% en 1950. Iniciada la II guerra mundial, una vez más la economía recibe el doble impacto del deterioro cuantitativo y cualitativo de las exportaciones. El proceso se invierte al finalizar el conflicto: los términos de intercambio prácticamente vuelven a los niveles anteriores a 1930.

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Términos de intercambio de la Argentina. 1929 – 1939

Marco político interno

Las presidencias de Justo, Ortiz y Castillo correspondieron a una coalición de conservadores y radicales antipersonalistas. Se caracterizaron por el acceso al poder mediante fraude electoral o bajo la abstención del resto del partido radical. En 1943, un levantamiento militar puso fin al gobierno de Castillo. Ocupó posiciones estratégicas un grupo de oficiales jóvenes, entre los que rápidamente sobresalió el Coronel Perón, designado Secretario de Trabajo. Perón busco legitimar su poder creando alianzas con los sectores sindicales. Perón se impuso a una heterogénea coalición de radicales, socialistas, conservadores, liberales y comunistas. Asumió la presidencia de la República en 1946, y dio inicio a un periodo de profundos cambios en el escenario político.

La política económica peronista

El primer gobierno de Perón (1946 –1952) continuó y profundizó el proceso ISI. Los cuatro pilares del primer discurso económico peronista fueron: mercado interno, nacionalismo económico, rol preponderante del Estado y papel central de la industria.

La participación del estado en la actividad económica junto a una política salarial distributiva y una recapitalización de la industria causaron un crecimiento desproporcional aumento de la demanda que superaba a la oferta, debido a esto se aumentaron de manera exponencial las importaciones. Debido a esto nació en Argentina una alta inflación

La política monetaria y la creación del Banco Central

En la elaboración del proyecto de creación del Banco Central tuvo decisiva importancia Raúl Prebisch. Contemplaba un organismo mixto pero con importante participación del Estado Nacional, frente a otro que aspiraba a que el control estuviera en manos de los bancos privados. Prebisch pensó en un Banco Central que contara con las siguientes atribuciones:

  • Detentar la exclusividad de la emisión monetaria.

  • Mantener reservas de oro o divisas como respaldo de esa emisión.

  • Regular el crédito y los medios de pago.

  • Inspeccionar y controlar a los bancos y demás entidades financieras.

  • Otorgar redescuentos.

  • Controlar el mercado de divisas.

  • Intervenir en forma activa en los mercados de dinero y cambios.

El Banco inició sus actividades en junio de 1935. A partir de 1936 se fijaron tasas de interés máximas del 2,5% anual para los depósitos en caja de ahorros y de 2,5 y 3% anual para los depósitos a plazo a 90 y 180 días respectivamente

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Composición accionaria del BCRA en 1935

En 1946, con Perón ya convertido en presidente electo, se nacionalizó el BCRA, mediante el decreto ley 8503 /46.

Decreto Ley 8503 / 46. Principales aspectos

Nacionalización del Banco Central de la República Argentina.

"Promover el desarrollo de la industria, el mejoramiento de la producción agrícola ganadera, (…) y la elevación de la riqueza nacional"

"Promover un amplio movimiento de rehabilitación económica que asegure y facilite a la población los más altos niveles de consumo que puedan lograrse y se aplique a los progresos técnicos y científicos…"

"Orientar y planificar la economía, garantizando la estabilidad, el nivel de vida y el pleno empleo"

Las funciones otorgadas al BCRA por la antigua ley 12.155 como banco mixto, dominado por la mayoría de la banca privada, para emitir billetes, comprar y vender oro, concentrar divisas, (…), regular la cantidad de créditos y los medios de pago, no deben estar sometidos a los intereses privados, ya que son fines propios del Estado".

Política fiscal

a partir del año 1933 se registra un aumento relativo de los gastos, para efectos de poner sostener este fenómeno, se reorienta la política de recaudación hacia la captación de recursos mediante el gravamen de la activad económica interna. Esto genera la creación de los impuestos.

Año

PBI

Gasto

Gasto/PBI

1946

649,91

161,33

24,82%

1947

722,2

221,43

30,66%

1948

761,77

320,49

42,07%

1949

751,88

220,83

29,37%

1950

755,25

222,15

29,41%

1951

784,6

226,25

28,84%

1952

745,12

223,18

29,95%

Gasto público en el periodo 1946 – 1952

La inversión

A partir de 1933, cobra impulso el sector manufacturero, favorecido ahora por el control de cambios y la suba de aranceles y se convierte en principal destinatario de la inversión. La ISI tendía fundamentalmente a la producción de bienes de consumo destinados al mercado interno. El proceso productivo de éstos dependía de insumos y bienes de capital importados, lo que presionaba sobre la balanza de pagos, en especial cuando las divisas generadas por las exportaciones del agro no alcanzaban para financiar estas importaciones.

Entre 1941 y 1946 el ahorro privado excede al ahorro interno neto de la economía, hecho que solo esporádicamente vuelve a repetirse.

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Ahorro total e inversión bruta 1935 – 1952, en porcentaje del PBI.

El ahorro privado entre 1935 – 1952

Análisis descriptivo de los principales determinantes:

El consumo fue elemento movilizador del crecimiento del mercado interno, y hacia él se redireccióno la economía a partir del proceso ISI, el proceso fue acompañado por notorios cambios en la distribución de la renta, que se manifestaron bajo la forma de créditos dirigidos y subsidiados hacia el sector industrial y en incrementos de los salarios reales. El principal destino del ahorro en esta etapa parece ser el financiamiento del proceso ISI, ya sea por asignación directa o bien mediante políticas crediticias dirigidas e instrumentadas por el BCRA.

Capítulo 6

Inestabilidad política y "stop & go". 1953 – 1975

Caracterización del periodo

6.1.1. Marco Internacional

En el marco internacional la economía mundial continua la fase de crecimiento sostenida, el cual fue iniciado tras la culminación de la II guerra mundial, hasta 1971, año donde se produce el derrumbe del sistema monetario.

Es un hecho recalcado de este periodo, la puesta en marcha de los procesos de unión e integración económica de Europa Occidental. En el año 1975 nace una política y jurídicamente la comunidad económica europea acontecimiento que cambio radialmente el escenario económico continental. Adquirieron creciente protagonismo Francia y la República Federal Alemana, en detrimento del anterior liderazgo de Gran Bretaña.

Estos hechos obtuvieron un doble golpe sobre las relaciones económicas argentino – europeas.

En primer lugar, Gran Bretaña, socio tradicional de la Argentina, país de economía complementaria, perdía importancia relativa en el contexto europeo.

En segundo lugar, la presencia de Francia como miembro de peso de la CEE, era un claro mensaje acerca de que la política agropecuaria comunitaria no iba a ser precisamente favorable a los intereses argentinos.

Mientras, Estados Unidos consolidó su liderazgo dominante entre los países con economías de mercado y profundizó la guerra fría en el campo astuto y económico. Estados Unidos se convirtió en el mayor titular de inversión extranjera directa en el resto del mundo, hecho muy evidente en la Argentina a partir de 1958

Mientras tanto en América Latina, las cosas no andaban en la misma dirección. Los términos de intercambio retomaron su tendencia a la baja y los productos primarios perdieron peso relativo en el creciente comercio internacional, desarrollado ahora por los intercambios de bienes terminados y de capital con alto valor agregado en tecnología.

Partes: 1, 2

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