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Apuntes sobre terrorismo



Partes: 1, 2, 3

Monografía destacada

  1. ¿Qué es el terrorismo?
  2. Fases terroristas/contraterroristas
  3. Terrorismo, la guerra
  4. Terrorismo yijadista
  5. Citas sobre terrorismo
  6. Fuentes consultadas

¿Qué es el terrorismo?

La definición

La extrema complejidad del fenómeno terrorista se pone de manifiesto desde el mismo momento en que se procede a su definición, dado que, según la ideología y objetivos de las diferentes organizaciones armadas en activo, hay países que las consideran terroristas y otros que no. Se pueden poner varios ejemplos, pero uno de los más claros es el de las organizaciones armadas palestinas, que la Unión Europea, Israel y Estados Unidos consideran terroristas, y los países árabes no, al contrario, creen que son grupos de liberación nacional que utilizan una fuerza legítima frente a un invasor.

Hay muchas otras situaciones que han conducido en el pasado, y lo siguen haciendo en el presente, a ese enfrentamiento en la calificación de los movimientos armados, como sucede en la tipificación de los de ideología marxista-leninista, que fueron apoyados por los servicios secretos soviéticos para que atacaran intereses occidentales, y los grupos yijadistas, que son financiados por países musulmanes rigoristas.

Estas opiniones contrapuestas hacen que, cuando distintos organismos internacionales pretenden definir el terrorismo para reprimirlo, sea muy difícil, cuando no imposible, alcanzar un acuerdo, y cuando se logra la definición de consenso es tan ambigua, o contempla tantos condicionantes, que la hacen poco operativa y de muy difícil comprensión, es decir, inservible.

Veamos algunos ejemplos de definiciones:

1.- La Convención Internacional para la Supresión de la Financiación del Terrorismo de las Naciones Unidas, que entró en vigor en abril de 2.002, considera "acto terrorista aquel destinado a causar la muerte o lesiones corporales graves a un civil o a cualquier otra persona que no participe directamente en las hostilidades en una situación de conflicto armado, cuando el propósito del acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo".

Esta definición peca de imprecisión y ambigüedad, porque primero habría que ponerse de acuerdo cuándo se está en "situación de conflicto armado", momento en que atacar a militares y agentes de policía no se consideraría terrorismo. Tampoco se contemplan los actos de estragos y sabotajes de todo tipo, que también pueden forzar a los gobiernos a tomar decisiones no deseadas, ni las amenazas que tienen la misma finalidad terrorista.

2.- La International Law Comission (ILC), creada en el seno de las Naciones Unidas, considera terrorismo:

– El asesinato de dirigentes políticos.

– Los ataques contra diplomáticos.

– La destrucción de propiedades públicas.

– La posesión, fabricación, tráfico de armas, explosivos y productos químicos para cometer los actos anteriormente enumerados.

3.- También hay una tendencia que califica al terrorismo según su forma de actuación, como hace la ILC, que describe las siguientes variantes:

  • Anarquista.

  • Delirante (pone de ejemplo la Banda Baader Meinhof y la Fracción del Ejército Rojo – FER).

  • Resistencia (como el caso de la OLP y la guerrilla chechena).

  • Revolucionario (Brigadas Rojas – BR, Movimiento de Izquierda Revolucionaria – MIR, GRAPO, FRAP).

Como se ve la ILC se centra en el terrorismo por motivos ideológicos, pero también existe terrorismo por motivos religiosos, económicos y delincuenciales, que desde que comenzó el siglo XXI se han disparado, especialmente el religioso islamista.

Como puede comprobarse en estos ejemplos, aunque pueden encontrarse muchos más, se intenta generalizar de tal forma que, en muchas ocasiones, grupos terroristas no son considerados como tales, es decir, se hacen definiciones que permiten interpretaciones a la carta. Por todo ello es preciso enunciar una definición que incluya a todos los terrorismos independientemente de su tendencia. Así podríamos decir que:

"Terrorismo es todo acto o amenaza de violencia para infundir terror por motivos ideológicos, religiosos, económicos o delincuenciales para la consecución de fines políticos".

Se puede concluir, pues, que el terrorismo es un tipo específico de violencia, por lo que no se puede considerar como tal cualquier violencia por terrible que sea, ya que la diferencia radica en la pretensión de conseguir fines políticos, y por este motivo es una forma particular de guerra, pues qué finalidad tiene la guerra sino conseguir objetivos políticos, pues como dijo el gran teórico de la guerra, Carl von Clausewitz, "la guerra es la continuación de la política por otros medios".

Genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad

Habría que hacer una prevención, y es que se debe diferenciar el terrorismo de los crímenes de guerra, de los crímenes contra la humanidad y del genocidio. Son delitos estos que no pretenden infundir terror para conseguir un fin político, sino que suelen ser un fin en sí mismos, como es la eliminación de una etnia o el desplazamiento de un grupo poblacional, o bien facilitar una victoria bélica violando las leyes de la guerra, y suelen producirse en el transcurso de conflagraciones de corte convencional o en tiempo de paz pero bajo regímenes políticos tiránicos y criminales. Además estos tres delitos están perfectamente definidos; en el caso de los crímenes contra la humanidad y los crímenes de guerra desde la Carta del Tribunal Militar Internacional de Nüremberg, y el de genocidio por la Convención aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1.946. Conceptos todos ellos ampliamente desarrollados con posterioridad en distintos foros, leyes y tribunales internacionales.

Una vez hecha esta diferenciación, y considerando que el terrorismo es una forma irregular de guerra, además de cometer delitos por la acción armada en sí, los terroristas pueden añadir a sus fechorías los crímenes contra la humanidad, los crímenes de guerra o el genocidio.

Armas secretas del terrorismo

Por su crueldad y trágicos resultados, los asesinatos y atentados de todo tipo son las manifestaciones más impactantes y temidas del fenómeno terrorista, y se tiende a pensar por una parte importante de la población que ahí se detiene el terror, pero no es así, sino que la acción armada es un medio, y sus armas más poderosas son otras, concretamente la difusión, la propaganda y la asimetría.

Para la difusión de sus acciones y la justificación de sus actos las organizaciones terroristas utilizan los medios de comunicación, por supuesto aquellos que les son favorables, pero también todos los demás que también informan sobre sus atentados, y las redes sociales a través de internet.

La propaganda se utiliza para mantener alta la moral entre sus partidarios, así como para realizar proselitismo y captar nuevos militantes y simpatizantes. Para ello retuercen el lenguaje y tergiversan los conceptos que expresan para trasmitir su mensaje sin espantar a los pusilánimes. El método es el mismo que desarrolla George Orwell en su obra 1984, donde el poder tiránico que oprime a la sociedad utiliza la "metalengua", una forma de llamar a las cosas con la palabra totalmente contraria a su significado real; un ejemplo de esto es cuando los terroristas llaman a un atraco "expropiación" o "requisa", al lugar donde mantienen cautivo a un secuestrado "cárcel del pueblo" y al asesinato "ejecución".

La asimetría es la más potente arma del terrorismo, y consiste en la desproporcionada repercusión que tienen sus crímenes, particularmente por la presión sobre la opinión pública entre la que se causa terror, gracias a las dos herramientas citadas anteriormente: la difusión y la propaganda. Debido a esa gran repercusión y a la influencia de los ciudadanos, los gobiernos tienden a dar respuestas exageradas, es decir, asimétricas, lo que inicia un círculo vicioso de acción-reacción-acción muy deseable por los terroristas.

En etapas históricas anteriores a las edades Moderna y Contemporánea ya existía el fenómeno del terrorismo (por ejemplo los sicari judíos en el Imperio Romano, sectas religiosas asiáticas, como los assassins ismailíes u otras en la India), pero no fue hasta el siglo XIX cuando surgió el terrorismo tal como lo entendemos en la actualidad, y la razón es la modernización de los medios de comunicación (ferrocarril, telégrafo) y la extensión e importancia que adquiere la prensa (que comienza a contar con la potente herramienta de la fotografía), lo que permite que el conocimiento de los actos terroristas alcance a una parte sustancial de la población, logrando así una gran penetración e influencia en la opinión pública. En el último tercio del siglo XIX los narodniki y los social-revolucionarios rusos iniciaron el recorrido del terrorismo moderno, pero fueron los anarquistas, poco después, los primeros que utilizaron la propaganda y la difusión de sus actos por todos los medios disponibles, y denominaron a su terrorismo "propaganda por el hecho" debido a su poder de propagación de una idea y a su asimetría, convirtiendo el terrorismo en un fenómeno internacional.

Un asesinato selectivo de una personalidad política aparecía en todos los periódicos, que fijaban la atención en la ideología y objetivos de los autores, con lo que se amedrentaba a millones de personas y se influía en los dirigentes gubernamentales, desencadenando, en algunos casos, acontecimientos políticos o bélicos de gran alcance, como fue el atentado en Sarajevo en 1.914 contra el heredero de Austria-Hungría, Francisco Fernando, perpetrado por Gavrilo Princip, que desencadenó la Primera Guerra Mundial. Éste es el ejemplo típico de las estrategias asimétricas, pues con pocos medios humanos y económicos se puede conseguir una gran repercusión mediática y efectos políticos inmensos, lo que compensa la diferencia de fuerzas entre los contendientes.

Terrorismo sin muertos ni bombas

La amenaza de practicar la violencia o de facilitar las condiciones para que otros la ejerzan, ya es en sí terrorismo.

Muchos gobiernos juegan a esa carta, y también lo hacen partidos políticos tutelando en la sombra a grupos armados, que atentan mientras los primeros, mediante negociación, consiguen beneficios y victorias que recogen, en parte o en todo, las aspiraciones de los terroristas. Para ello, los "políticos" dicen ser diferentes pues, aunque pretenden el mismo fin que los terroristas, lo hacen de forma pacífica y dialogante.

Otro caso paradigmático es el comportamiento del islamismo "moderado", en sus relaciones con los países europeos y norteamericanos, con respecto al islamismo salafista-yijadista que predica el enfrentamiento directo y armado con Occidente. Este islamismo "moderado", tan cerrado y rigorista como el terrorista (ver los regímenes de Arabia Saudí, Qatar o los Emiratos Árabes Unidos) es aliado de Occidente, pero se aprovecha de la violencia de sus hermanos díscolos, pues, para supuestamente controlarlos, consigue cesiones de todo tipo, económicas, políticas y religiosas.

En España también sucedió igualmente con ETA y los partidos nacionalistas que, al igual que aquella, pretenden la independencia de las Provincias Vascongadas españolas. El caso más destacado es el del Partido Nacionalista Vasco, que consiguió, mediante una auténtica extorsión al Gobierno central y a cambio de supuestamente luchar contra el terrorismo, concesiones autonómicas que rozan la independencia; es la teoría del "árbol y las nueces", que enunció uno de sus dirigentes, Javier Arzallus, que dijo que "ETA movía el árbol y el PNV recogía las nueces".

Terrorismo internacional y sus peligros

El terrorismo internacional como concepto pero no como realidad. Hay grupos que actúan en diferentes países, incluso hay colaboración entre algunos grupos y de éstos con gobiernos, pero no existe un entramado terrorista global que involucre trasversalmente a todas las organizaciones o a una mayoría, sino más bien a bloques ideológicos internacionales.

La llegada al escenario mundial del terrorismo de raíz islámica, y particularmente de la Red Al Qaida, cuya estructura es transnacional y también lo son sus actividades y sus ataques, ha hecho que se extienda el concepto "terrorismo internacional" debido a que ha perpetrado crímenes en distintos países. No obstante eso no es real, pues Al Qaida es una nebulosa de grupos que operan por separado únicamente siguiendo las directrices, unos principios básicos, de la cúpula dirigente de la red, incluso, a veces, los terroristas son individualidades desconectadas totalmente de cualquier cúpula dirigente; es esto lo que se conoce como "franquicia terrorista", y es precisamente lo que hace tan impredecibles sus ataques.

En el caso de de Al Qaida, su dirección reivindica como suyo cualquier ataque que cumpla ciertos requisitos según su ideología, aunque la primera noticia de un atentado les llegue a los líderes terroristas a través de los medios de comunicación tras su perpetración, y es así porque hacen constantes llamamientos para que todo musulmán ataque los intereses occidentales y a los judíos y cruzados dentro de sus posibilidades. Este sistema organizativo (más bien esta ordenada desorganización) une a todos los terroristas islámicos individuales y a los grupos en una red invisible tejida con los principios enunciados en el manifiesto de la "yijad mundial contra los cruzados y los judíos" de Bin Laden.

Tras la eliminación el 1 de mayo de 2.0111 por Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos de Bin Laden, cabecilla de Al Qaida, y con los enfrentamientos sectarios en Iraq tras la II Guerra del Golfo, que se produjo entre 2.003 y 2.011, y en el transcurso de la Guerra de Siria, que se inició en marzo de 2.011, emergió una nueva amenaza terrorista islamista con pretensiones internacionales, el autodenominado Estado Islámico, que declaró un califato en una parte del territorio de Iraq y de Siria en 2.014. Con estrategia y tácticas similares a las de Al Qaida, de la que nació esta nueva rama terrorista, pretende la instauración de un califato mundial tras la conversión de toda la población a la fe islámica.

No obstante todo ello, no es el terrorismo yijadista el primero que actuó a través de las fronteras. El primer fenómeno de este tipo, y que se puede considerar como quien creó el "terrorismo internacional" y la "franquicia terrorista", fue la "propaganda por el hecho" anarquista que surgió a finales del siglo XIX. Ya entonces las soflamas de los dirigentes anarquistas, que pedían atacar a los empresarios, a la realeza, a la aristocracia, a los políticos y a todos los enemigos de la clase obrera, provocaron innumerables atentados realizados por grupúsculos e individuos, todos ellos desconectados de una dirección central, a lo largo y ancho de todo el mundo.

A partir de la década de los 60 del siglo XX se desarrolló otro episodio terrorista que también tuvo connotaciones internacionales, y fue el terrorismo comunista, apoyado y financiado por los servicios secretos de la Unión Soviética para atacar a los países del bloque occidental en el marco de la Guerra Fría. También era grupos, en principio inconexos, que actuaban según unos principios ideológicos que les hacían, además de perseguir sus propios objetivos nacionales, coadyuvar a la gran estrategia internacional de la Unión Soviética, basada en las teorías marxistas-leninistas del internacionalismo proletario y de la expansión mundial de la revolución comunista.

Como puede comprobarse ni el comportamiento ni las técnicas del supuesto terrorismo internacional son originales del siglo XX, ni tampoco es el terrorismo yijadista transnacional el primero que actúa a través de las fronteras. La generalización del concepto se debe a un intento de Estados Unidos y de la Unión Europea de involucrar, extendiendo la amenaza, al mayor número de naciones en la lucha antiterrorista contra la amenaza del islamismo yijadista desbordado, que es a comienzos del siglo XXI una de las principales amenazas para Europa y América.

Se puede concluir, por tanto, que no existe un único fenómeno que responda a la denominación de terrorismo internacional, ni un conglomerado de dirección centralizada ni una exclusiva mitología que se le pueda atribuir; es más, las manifestaciones terroristas que atraviesan fronteras han sido múltiples y han respondido a distintas intencionalidades, y así sigue siendo en la actualidad.

También podemos afirmar que, aunque existieron casos de terrorismo internacional hace muchos siglos, fue a finales del XIX cuando, a lomos de los ideales ácratas, cabalgó con fuerza inusitada saltando las barreras nacionales, y en el XXI, con los avances tecnológicos, los modernos medios de transporte, la inmediatez de la comunicación entre personas y la información instantánea, ha mutado a global. El terrorismo logra sus mayores efectos asimétricos con la difusión de sus perversas acciones, pues su fin es extender el terror a la totalidad de su público-diana; en el XIX los medios eran limitados, circunscribiéndose a la prensa escrita y a la propaganda directa a través de activistas, pero en el presente las redes sociales han sobredimensionado los efectos propagandísticos, incrementándose en progresión geométrica como una peligrosa infección que contagia una violenta enfermedad, trastornando la mente y el alma de los individuos alcanzados por el virus del fanatismo.

Entonces, si el terrorismo internacional está conformado por múltiples ramas independientes, por qué machaconamente se trasmite que es un fenómeno unitario y se habla grandilocuentemente de "luchar contra el terrorismo internacional" sin hacer ningún tipo de distingos ni matizaciones. Sucede así porque existen diversos intereses (políticos, económicos, de bloques militares, de agencias de inteligencia, etc.) que intentan sembrar confusión, manipular y desviar la atención amalgamando en un supuesto único movimiento terrorista mundial a diferentes organizaciones por varias razones:

1.- Muchas potencias tienen a sueldo o infiltrados grupos terroristas que sirven para trabajos y operaciones en las cloacas de la política internacional, por lo que les resulta sumamente útil que sus acciones queden difuminadas en un todo amorfo e impersonal.

2.- El supuesto "terrorismo internacional" es un excelente recurso para justificar intervenciones militares argumentando que se hacen para combatir el terrorismo, ya que así la mayoría de la opinión pública lo aceptará, por lo que resulta fácil conseguir resoluciones internacionales favorables, las pertinentes autorizaciones parlamentarias y el apoyo de los medios periodísticos. Después, los que dicen combatir el terrorismo internacional con operaciones bélicas, dado que conocen a la perfección el universo terrorista a través de los servicios de inteligencia, lo harán selectivamente y destruirán sólo a sus enemigos y apoyarán a sus protegidos.

3.- Con la confusión informativa pueden actuar agentes mercenarios que perpetran ataques de provocación u utilitaristas con el objetivo de beneficiar los intereses de los autores intelectuales, es decir, atentados de falsa bandera, y cobrarán verosimilitud sus reivindicaciones.

4.- Junto con el mito del "terrorismo internacional amorfo" se ha divulgado hasta la saciedad la figura del terrorista actuando como "lobo solitario" que, si bien existe, tiene menor presencia de la que se nos quiere hacer creer. La razón de esa sobrerrepresentación ficticia se debe a su enorme utilidad, por su fácil manipulación, para dirigirlos hacia objetivos concretos. Ya sucedía del mismo modo en siglos pasados con los "lobos solitarios" anarquistas, que no eran tales en muchos casos, y que fueron, en ocasiones, y sin su propio conocimiento, marionetas de intereses ajenos.

En suma, hay muchos actores internacionales a los que no interesa acabar con el terrorismo porque es una herramienta más en su panoplia de métodos bélicos, una opción B en su política internacional. Todo forma parte de un gran juego de trileros en el que la opinión pública es la espectadora a la que la vista engaña mientras naciones y pueblos enteros son timados y sacrificados. En ese gran juego lo único importante son los intereses de las grandes potencias, de los grupos económicos transnacionales a ellas asociados y de las ideologías concomitantes. Actualmente el mundo es el campo de batalla y el terrorismo internacional una táctica más en la guerra híbrida que se libra entre los bloques geo-político-económico-militares que se han establecido, pero también, en cualquier momento, puede ser utilizado más selectivamente por diversos grupos ideológicos, religiosos, económicos o delincuenciales si así lo consideran necesario para lograr sus fines políticos.

El terrorismo internacional no es un peligro unitario y monolítico que nos amenaza a todos por igual, sino un arma en manos de nuestros enemigos, por eso lo esencial es no equivocarnos en su correcta definición e identificación. Si lo logramos estaremos muy cerca de evitar eficazmente sus zarpazos.

Ciberterrorismo

Un grupo terrorista, incluso un solo pirata informático actuando como "lobo solitario", como terrorista individual, podría, mediante las oportunas herramientas y conocimientos, atacar a empresas y causar graves pérdidas dañando sus programas informáticos, y bloquear o destruir los sistemas de control de las infraestructuras críticas paralizando un país entero.

De ningún modo se puede subestimar la capacidad de esta modalidad terrorista, pues su capacidad asimétrica es enorme. Imaginemos que un ciberataque amenace gravemente la independencia de una nación y, haciendo creer el terrorista que el ataque proviene de otro país, éste sea atacado en represalia con armas convencionales. Otra vez más un atentado, en este caso como un "ciberatentado", desencadenaría una guerra.

Tal es la amenaza que todas las naciones de importancia disponen desde los inicios del siglo XXI con unidades dedicadas a combatir los ataques informáticos.

Narcoterrorismo

Hay que hacer mención también a un fenómeno en auge al final del siglo XX y principios del XXI, y es la utilización del terrorismo por las mafias del tráfico de drogas, en lo que se ha dado en llamar el "narcoterrorismo" que, en muchas ocasiones, aparece concatenado con episodios de terrorismo político. Es la más destacada figura del terrorismo delincuencial.

Estas prácticas aparecieron con fuerza en Colombia y se propagaron por el resto del continente americano prendiendo fuertemente en México, donde se convirtió en un problema de primer orden al inicio del siglo XXI, extendiéndose después por toda Centroamérica, amenazando la estabilidad política de los gobiernos y la libertad de los ciudadanos. Los grandes narcotraficantes han comprendido prontamente la utilidad del terrorismo para ampliar su poder y el control de sus huestes, de sus enemigos y de las fuerzas policiales. En Colombia surgió un fenómeno sangrientamente peculiar, que fue el de "los extraditables", que eran aquellos destacados cabecillas sobre los que pesaba una petición de extradición emitida por Estados Unidos, lo que les hizo lanzar una gran campaña de atentados con bomba y asesinatos para forzar al gobierno colombiano a no autorizar su envío a las autoridades judiciales estadounidenses.

En el caso de México, los narcoterroristas, además de asesinar, perpetran todo tipo de mutilaciones en los cadáveres para enviar mensajes a sus enemigos y a sus aliados, con lo que aumentan el grado de terror. Concretamente en Jalisco, ciudad donde más se ceba este tipo de terrorismo, es usual encontrar asesinados con un dedo cortado, para señalar a un delator, con la lengua seccionada, para indicar que el muerto había hablado cosas prohibidas, con las manos cortadas, señalando a alguien que robó a la organización, o decapitados, si se trata de traidores que han cambiado de bando. Los distintos cárteles mexicanos de la droga (Los Zetas, Cártel del Golfo, Cártel de Sinaloa, también llamado del Pacífico, Cártel de Juárez, Cártel de Arellano Félix, Cártel de Beltrán Leyva, La Familia, Cártel de Tijuana) pronto utilizaron métodos terroristas para luchar contra los cárteles enemigos, para forzar al poder político y para perjudicar la economía del país. Dicha actividad criminal-terrorista produjo entre 2.007 y 2.010 más de 28.000 muertos, y en el último año de 2.010 ya era una verdadera guerra narcoterrorista que se prolonga hasta la actualidad.

Terrorismo de estado

Se ha dado en llamar terrorismo de estado a las medidas de represión, en las que se incluyen asesinatos de opositores, encarcelamiento y otras medidas extremas contra la población para producir amedrentamiento y someter su voluntad. En realidad esas prácticas encajan mejor en la tipificación de los crímenes contra la humanidad, llegando al genocidio si es que se aplican contra un grupo étnico o religioso.

¿Ha fracasado el terrorismo?

Esta pregunta se puede responder, sin temor a equivocarnos, que no siempre ha fracasado. Sus victorias son a veces totales, como se puede comprobar en estos ejemplos:

1.- La Primera Guerra Mundial es una clara victoria del terrorismo, ya que el atentado en Sarajevo contra el heredero de Austria-Hungría, el archiduque Francisco Fernando, desencadenó la guerra, cuyo resultado fue un cambio total en la conformación de las fuerzas que dominaban el mundo, de su división territorial y de la distribución nacional.

El atentado, perpetrado por el serbio-bosnio Gavrilo Princip, fue realizado porque los serbios de Bosnia querían escapar de la autoridad austrohúngara para unirse a Serbia; al finalizar la guerra se creó Yugoslavia, una federación de eslavos del sur en la que estaban incluidas Bosnia-Herzegovina, Eslovenia, Croacia y Serbia, siendo ésta última la que preponderaba sobre las demás. Como se ve el atentado y la guerra tuvieron un fin favorable para los serbios, que habían apoyado el ataque contra el archiduque.

2.- El terrorismo que se desencadenó a finales del XIX en Rusia contra la monarquía fue socavando sus cimientos, consiguiendo adeptos y debilitando el régimen zarista propiciando varias revoluciones, como la de 1.905, la de febrero de 1.917 que derrocó a los zares y la definitiva de octubre de 1.917, que llevó a los bolcheviques (comunistas) al poder.

3.- Los grupos terroristas judíos de la Hagana, el Irgun y de la Banda de Stern, que actuaron en Palestina en la década de los 20, 30 y 40 del siglo XX, consiguieron forzar la proclamación del estado de Israel en 1.947, hasta el punto de que algunos de sus líderes llegaron a la presidencia del país, como fue el caso de Menagen Begin.

4.- El Ejército de Liberación de Kosovo-ELK, en dicha provincia serbia, logró el apoyo de los países occidentales de la OTAN en una guerra en 1.999 que forzó la independencia de la región y la llegada al poder de dicha organización y a los más altos cargos a los cabecillas terroristas.

5.- El terrorismo palestino, con la Organización para la Liberación de Palestina-OLP al frente, ha conseguido que se reconozca su derecho a una nación en el mismo territorio que ocupa Israel, y tras muchos años de acciones en todo el mundo, en 2016 cuenta con un gobierno autónomo propio, aunque aún tutelado por Israel, y es inevitable que alcance la independencia total.

Las victorias de los terroristas no sólo se producen con las armas en la mano, sino que el chantaje del abandono de la violencia conduce a la consecución de beneficios que son pequeñas victorias, a veces grandes, utilizadas propagandísticamente para continuar extorsionando y exigiendo nuevas concesiones. En este caso nos podemos referir a ETA, que ha logrado que se legalice su brazo político, que participe en las elecciones y que alcance distintos cargos políticos en las instituciones autonómicas vascas que les proporcionan jugosos ingresos. Ya no necesitan secuestrar y robar para financiarse ya que lo hacen a través de los impuestos.

¿Cómo es un terrorista?

El terrorista tipo es fanático, idealista, imaginativo y con capacidad de reacción, inteligente, fabulador, pero no irresponsable, meticuloso y calculador, pudiendo considerarse su comportamiento como una forma de psicopatía. No es psicótico, tampoco paranoico ni iracundo.

La International Law Comission (ILC) hace la siguiente calificación de los terroristas:

  • Criminal, conoce el drama de sus actos y lo asume sin remordimientos.

  • Psicópata.

  • Defensores políticos.

El atentado

El atentado es el acto en el que se sustancia la violencia con la que amenazan todas las organizaciones terroristas, perpetrando asesinatos o estragos.

Las etapas de un atentado son las siguientes:

1.- Información.

2.- Análisis.

3.- Planificación.

4.- Ejecución.

5.- Huida.

6.- Ocultación.

Como puede comprobarse un atentado es similar a un golpe de mano militar, y precisa de una planificación y precisión de la misma envergadura.

1.- Información. En esta etapa la organización terrorista recaba todo tipo de datos precisos para ejecutar la acción, y lo hacen tanto en fuentes abiertas (periódicos, registros públicos, internet, BOE, etc.) como por observación directa (vigilancias, seguimientos, etc.) que realizan comandos informativos colaboradores o, en casos especiales, los propios ejecutores, aunque esto último no es lo más habitual, sino que los que atentan suelen ser diferentes a quienes trabajan en la información.

2.- Análisis. Tras haber acopiado suficiente información, se procede al análisis de la misma para extraer un conjunto de conclusiones útiles para el ataque, es decir, generar inteligencia. Una vez más se puede observar que los terroristas utilizan técnicas militares y de servicios de inteligencia.

3.- Planificación. Desarrollo de la idea de maniobra del ataque terrorista, con pormenorización de todos los detalles y todas las acciones necesarias, enumeración de la sucesión temporal de las mismas y coordinación de cada una de ellas.

4.- Ejecución. Consumación de la acción terrorista según los planes.

5.- Huida. Alejamiento de la zona del ataque terrorista. Puede ser cercano o lejano, según la distancia del traslado.

6.- Ocultación. Todas aquellas maniobras para burlar la acción policial. Se puede hacer en una casa segura próxima o bien en una zona alejada, incluso en el extranjero. En esta fase tienen gran importancia y cobran protagonismo los grupos de apoyo.

Casas y pisos francos

Las casas y pisos "francos" son aquellos alojamientos donde se ocultan los terroristas para desarrollar subrepticiamente sus criminales actividades. Pueden ser "operativos", es decir, destinados a dar cobijo a un comando para la ejecución de una acción concreta, y "seguros", que sirven para refugiar a terroristas y ocultarse de la acción policial. Hay una finalidad específica a la que se puede destinar un "piso franco operativo", y es cuando es utilizado para la ocultación de un secuestrado mientras se mantiene la extorsión y se negocian las exigencias para liberar al rehén; en este caso los terroristas lo denominan "cárcel del pueblo".

Antes de tomar la decisión de establecer un "piso franco" la organización realiza una búsqueda de la zona más propicia para sus intereses, por lo que estudia el nivel de presencia policial en el barrio, el tipo de vecindario y la posibilidad de pasar desapercibidos confundiéndose con los vecinos, así como las comunicaciones y las vías de escape en caso de necesidad. Por supuesto, todas estas circunstancias deben conjugarse con las necesidades que la propia acción reclama. Los terroristas alojados en el "piso franco", y con el objetivo de pasar desapercibidos, siempre colaboran en todos los gastos y actividades de la comunidad de vecinos y mantienen unos niveles de consumos (agua, electricidad, etc.) de acuerdo con lo que supuestamente viven allí, además de unas cantidades de basura proporcionadas.

Los terroristas suelen establecer una contraseña para comunicar, a aquellos de sus compinches que están en la calle y regresan al piso, que no hay ningún peligro, como puede ser un tipo de prenda determinada colgada del tendedero para trasmitir que todo va bien, y otra distinta para alertar de peligro.

El acceso al piso franco de los distintos terroristas, en el discurrir de su vida diaria, suele efectuarse llamando al timbre y no utilizando llave propia para evitar sobresaltos y malentendidos.

Buzones y zulos

Para el desarrollo de la operativa de las organizaciones terroristas, y particularmente para la perpetración de un atentado, conseguir que la información fluya y el suministro de material es vital para los criminales, y, por supuesto, se realiza de forma encubierta. Para ello utilizan los "buzones" y los "zulos". Los primeros son lugares preestablecidos donde se deposita información que recogerán los destinatarios, y los segundos son escondites que pueden estar enterrados, por ejemplo en bidones herméticos, u ocultos en paredes u otras estructuras, donde se oculta material como armas, explosivos, dinero, etc.

Fases terroristas/contraterroristas

1.- INTRODUCCIÓN.

Estamos habituados a las manifestaciones terroristas, durante el pasado siglo y este en el que vivimos, con aumento progresivo en su intensidad y extensión desde el anarquismo, con atentados individuales, pasando por los Balcanes pronazis, a la estrategia mundial del comunismo en los años 1.960/70 con campos de entrenamiento en Cuba, Siria, Argelia, Sudan, etc., y una auténtica universidad en la URSS, hasta el auge del terrorismo integrista islámico, que se extendió exponencialmente a partir de la Guerra de Afganistán contra la invasión de la URSS.

Esta ya larga historia no ha hecho a los poderes públicos despojarse de una serie de prejuicios que coadyuvan al renacimiento del movimiento, con miramiento y flojedades en los primeros momentos de organización por miedo a ser acusados de represivos, y legalizando a los representantes políticos de los terroristas, con lo que supone de amenaza para el sistema. Ataquemos al terrorismo desde su origen en la obscura clandestinidad para matar la hidra antes que le crezcan más cabezas, pues en ello nos va el futuro.

Es observable que el terrorismo aparece con singular facilidad en las democracias y en los totalitarismos en fase aperturista (como España en la década de 1.960, con más virulencia en los años 70 y 80), en las primeras por la libertad para actuar y emerger la insatisfacción y, si no hay expectativas favorables, convertirse en terrorismo, y en los segundos porque las expectativas de alcanzar metas son altas y el poder coercitivo del estado está muy disminuido. Los esquemas que se pueden estudiar a continuación están pensados para regímenes democráticos y en transición a la democracia, que deberán hacer un mayor esfuerzo en las reformas políticas y en las operaciones policiales, pues su posición es más delicada, si su deseo es conseguir la democracia liberal, ante la falta de crédito cara a los ciudadanos, proclives a enfrentarse con el gobierno, y la facilidad para que naciones extranjeras permitan a los terroristas usar su territorio mirando para otro lado o ayudando activamente con la excusa de ayudar a la libertad y la democracia. En sistemas dictatoriales férreos es muy difícil que aparezca terrorismo organizado, sí individual sin consecuencias posteriores, debido a que la coerción es de tal calibre, y las expectativas de éxito tan pequeñas, que retraen todo deseo de actuar violentamente, y, en todo caso, el gobierno con todos los poderes en su mano lo aniquilaría rápidamente. Nunca se deben cerrar los ojos a la realidad de que el terrorismo es una verdadera guerra, una guerra total a escala, pues el planteamiento de los estrategas terroristas no desecha la utilización de ningún tipo de armas ni la participación en cualquier teatro de operaciones, y es una forma de guerra aceptada y utilizada por muchos gobiernos y poderes públicos, y que además se ha manifestado como muy eficaz en determinados momentos(comprobar cuántos naciones y gobiernos actuales han conseguido la victoria de sus tesis utilizándolo), por ello, debe ser tratado como la guerra que es.

Tampoco podemos obviar la enorme importancia que tiene el entorno internacional, la ayuda y fomento del terrorismo que hicieron determinados países en épocas pasadas (comunismo) y siguen haciendo ahora (islamismo). Es pues un grave problema el que se nos presenta con peligros para nuestra seguridad, libertad y pérdida de identidad, por eso debemos mantener la guardia alta y el ánimo alerta, sin complejos y con decisión de victoria en una lucha que puede desembocar en una guerra de baja intensidad presagiadora de males mayores.

2.-TIPOS DE TERRORISMO.

2.1.- INDIVIDUAL.

2.1.1.- ABSOLUTO: Acción realizada por un individuo aislado sin ninguna conexión y como afirmación de su voluntad y conciencia política, o para vengarse de alguna decisión, desde un punto de vista individualista.

2.1.2.- INDUCIDO: El terrorista solitario ha visto reforzada y alentada su acción por la frustración política de los ambientes y grupos que frecuenta, donde ha podido debatir la posibilidad de la violencia, pero sin que se haya decidido en ningún modo acometerla.

Estas acciones tienen poca repercusión futura y pueden ser previstas y desarticuladas en los grupos conspiradores con un buen sistema de información.

2.1.3.- AVANZADO: Hallándose el terrorismo en fase conspirativa o subversiva, con una perspectiva de acción armada, algún elemento toma la determinación de actuar porque considera que el proceso es lento. Si no son desarticulados, la primera acción puede ser un acicate para el resto del grupo.

2.2.-ORGANIZADO.-

2.2.1.-ESPONTANEO: Nace en el seno de una sociedad, minoría o grupo político que decide utilizar el terrorismo para alcanzar un fin que ellos creen imposible mediante negociación.

2.2.2.- INDUCIDO: Es aquel terrorismo que se produce cuando algún grupo social, económico, delincuencia común organizada o potencia extranjera, lo provocan para servir a sus propios intereses ( ejemplo claro es la política de Cuba y la URSS en Hispanoamérica en los años 1.950/60/70).

2.3.-AUTODEFENSA: Cuando los poderes públicos son incapaces de
proporcionar seguridad a la ciudadanía y el régimen político
está en un avanzado estado de descomposición, aparecen los grupos
de autodefensa que aplican el terrorismo antiterrorista.

3.- FASES TERRORISTAS.

3.1.-CONSPIRACIÓN: Preparación, meditación y calibración de las posibilidades, circunstancias y objetivos de la lucha armada.

3.2.- SUBVERSIÓN: Decidido el pase a la actividad terrorista, el núcleo inicial comienza una campaña de proselitismo, colocación e infiltración de activistas de cara a las futuras acciones, así como búsqueda de ayuda externa.

3.3.- ACCIÓN: Perpetración de atentados, guerra psicológica y propaganda, además de las actividades de la fase anterior.

3.4. REVOLUCIÓN: Si la situación evoluciona hacia el desorden, debilidad del estado y falta de autoridad, se produce la insurgencia generalizada, la toma del poder por la guerrilla y la revolución (Cuba, Nicaragua, Laos, China, Vietnam, etc.).

4.- FASES CONTRATERRORISTAS.

4.1.-INFORMACIÓN: Los servicios de inteligencia deben estar alerta para detectar la aparición de embriones terroristas, grupos políticos proclives, asociaciones culturales tapadera, y, por supuesto, malestar o agitación en minorías religiosas, étnicas, raciales o culturales. Al mismo tiempo, estudios psicológicos deben detectar el nivel y la evolución del grado de satisfacción-insatisfacción y las expectativas de la sociedad, ya que ese análisis permite centrar el peligro y, por tanto, enfocar acertadamente la prevención y la coerción necesarias. Esta información temprana permite a las autoridades políticas aplicar reformas y atraerse a militantes y organizaciones moderadas de los entornos conspirativos.

Se mantendrá una estrecha vigilancia, pues es muy difícil, por no decir imposible, encausar a los implicados con posibilidades de éxito.

Fuerzas participantes: – Policía (grupos de información).

Servicio secreto.

Porcentaje de éxito: muy alto.

4.2.- PREVENCIÓN: Si los preparativos han avanzado se debe proceder al bloqueo de la posible ayuda externa, continuar con las reformas legislativas posibles y aceptables que reduzcan la insatisfacción política (es importante hacerlas antes que aparezca la lucha armada para evitar que sean consideradas como conquistas del terrorismo ).

Operativos: Detención y procesamiento por conspiración
para la subversión y el terrorismo en tribunales ordinarios (muy importante
que dichos delitos estén tipificados con anterioridad), así como
por tenencia de armas y explosivos (si así sucede).

Guerra psicológica y propaganda

Infiltración de agentes

Misiones especiales de inteligencia operativa

Fuerzas participantes: – Policía (grupos especiales antiterroristas). La Policía debe contar en su seno con unidades con formación suficiente para lanzar operaciones cuasi militares y así evitar la utilización del Ejército.

– Servicio Secreto.

Porcentaje de éxito: Alto.

Partes: 1, 2, 3

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