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Los daños causados por la crisis ya abarcan "tres generaciones" (Parte I) (página 3)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12

• Hacer que los planes de pensiones complementarios sean compatibles con la movilidad, protegiendo, a través de la legislación, los derechos de pensión de los ciudadanos que se desplazan e impulsando el establecimiento de servicios de rastreo de pensiones en toda la UE. De este modo es posible proporcionar a los ciudadanos información sobre sus derechos de pensión y previsiones sobre sus ingresos tras la jubilación.

• Animar a los Estados miembros a que fomenten la prolongación de la vida laboral, vinculando la edad de jubilación a la esperanza de vida, restringiendo el acceso a la jubilación anticipada y eliminando las diferencias que existen entre hombres y mujeres en materia de pensiones.

• Seguir con el seguimiento de la adecuación, la sostenibilidad y la seguridad de las pensiones y apoyar las reformas de los Estados miembros en materia de pensiones.

Contexto

Los pensionistas constituyen una parte significativa y en rápido crecimiento de la población de la UE (ciento veinte millones o el 24 %), en particular debido a que los nacidos del boom de natalidad empiezan a alcanzar la edad de jubilación y el número de trabajadores en la edad laboral principal está descendiendo. En 2008, por cada ciudadano de la UE de sesenta y cinco años o más había cuatro personas en edad de trabajar (15-64 años). De aquí a 2060, esta relación bajará a dos personas en edad de trabajar por cada ciudadano de sesenta y cinco años o más. El impacto del envejecimiento demográfico se ha visto agravado aún más por la crisis económica. Las pensiones ya representan un porcentaje muy alto del gasto público: una media del 10 % del PIB en la actualidad, que posiblemente llegue hasta el 12,5 % en 2060. No obstante, el gasto en pensiones públicas, que va del 6 % del PIB en Irlanda al 15 % en Italia, pone de manifiesto que, si bien los países afrontan problemas demográficos similares, la situación varía bastante de un país a otro. La crisis afecta a los planes de pensiones basados en un sistema de reparto a través de la caída del empleo y el consiguiente descenso de las cotizaciones, mientras que los planes de capitalización se ven afectados por la caída del valor de los activos y la bajada del rendimiento.

Aunque los sistemas de pensiones son en gran medida competencia de los Estados miembros, la UE puede contribuir con legislación sobre las cuestiones que afectan al funcionamiento del mercado interior, con ayuda financiera para que los trabajadores de más edad puedan permanecer en el mercado laboral, con coordinación de políticas y con aprendizaje mutuo. Las reformas de los sistemas de pensiones se evalúan en el marco de la estrategia Europa 2020. En 2011, dieciséis Estados miembros recibieron una recomendación específica relativa a las pensiones, y otros cinco firmaron reformas en materia de pensiones como parte de sus Memorandos de Acuerdo (más información en el anexo III del Libro Blanco).

(http://ec.europa.eu/social/BlobServlet?docId=7341&langId=en)

El FMI se une al "coro de las plañideras" (llorando por el riesgo de vida excesiva)

"Estados Unidos y otros gobiernos probablemente están subestimando la expectativa de vida de sus poblaciones, un riesgo que podría elevar las obligaciones de sus sistemas de pensiones en casi un 10% e inflar sus ya masivos niveles de deuda pública, advirtió el miércoles el Fondo Monetario Internacional"… Los países desarrollados subestiman el riesgo de la longevidad de su población, dice el FMI (The Wall Street Journal – 11/4/12)

El FMI señaló que muchos gobiernos deberían actuar ahora para elevar la edad obligatoria de jubilación e instar a sus sistemas de pensiones a protegerse mejor contra sus riesgos.

"Las demoras elevarían los riesgos a la estabilidad financiera y fiscal, lo que podría requerir medidas mucho mayores e invasivas en el futuro", dijeron economistas del FMI.

La entidad señaló que pocos gobiernos o proveedores de pensiones reconocen adecuadamente el riesgo de la longevidad, al subestimarla en tres años en promedio, un error que podría costar a las economías avanzadas la mitad del producto interno bruto de un año.

Para Estados Unidos, esto significaría un error de US$ 7 billones al calcular costos futuros.

La entidad también dijo que Japón, Canadá, Francia, España y Alemania también podrían enfrentar enormes déficit para financiar pensiones y servicios sociales si se equivocan sobre la longevidad de sus poblaciones.

El FMI advirtió que hacia 2050 este riesgo podría llegar a decenas de billones de dólares.

"El Fondo Monetario Internacional ha presentado hoy los capítulos analíticos de su Informe de Estabilidad Financiera (GFSR, por sus siglas en inglés) donde la organización reconoce que "si el promedio de vida aumentara para el año 2050 tres años más de lo previsto hoy, los costes de envejecimiento "que ya son enormes" aumentarían un 50 por ciento"… FMI: Los costes del envejecimiento podrían crecer un 50 por ciento antes de 2050 (El Economista – 11/4/12)

Según la organización, para neutralizar los efectos financieros del riesgo de longevidad, es necesario "combinar aumentos de la edad de jubilación (obligatoria o voluntaria) y de las contribuciones a los planes de jubilación con recortes de las prestaciones futuras".

En un ejemplo, el FMI muestra que en el caso de los planes privados de pensiones de Estados Unidos, un aumento de tres años en la media de vida podría elevar los pasivos jubilatorios alrededor de un 9 por ciento. Es decir, las empresas que organizan los planes de pensiones tendrían que "multiplicar varias veces" sus contribuciones anuales normales, en términos generales, para poder afrontar esos costes adicionales.

Dadas las circunstancias, la organización plantea tres posibles respuestas para hacer frente a este riesgo de longevidad. Primero, los gobiernos deben reconocer el riesgo de longevidad al que los exponen los planes de prestaciones definidas para sus propios empleados y los sistemas de seguridad social para las personas de edad avanzada.

En segundo lugar, el riesgo debe estar debidamente distribuido entre los particulares, los organizadores de los planes de pensiones y el gobierno.

Por último, se puede recurrir a los mercados de capital para transferir el riesgo de longevidad de los planes de pensiones a quienes tienen más capacidad para gestionarlo. El FMI a través del GSFR pone de relieve una serie de instrumentos en este mercado creciente, y distintas posibilidades para mejorar su funcionamiento.

El impacto financiero del riesgo de longevidad

Informe sobre la estabilidad financiera mundial (GFSR) – FMI – Abril de 2012

(Preparada por S. Erik Oppers (jefe del equipo), Ken Chikada, Frank Eich, Patrick Imam, John Kiff, Michael Kisser, Mauricio Soto y Tao Sun)

Nota de prensa del capítulo 4:

Observaciones fundamentales

? Vivir hoy más años es un hecho muy positivo que ha mejorado
el bienestar individual. Pero la prolongación de la esperanza de vida
acarrea costos financieros, para los gobiernos a través de los planes
de jubilación del personal y los sistemas de seguridad social, para las
empresas con planes de prestaciones jubilatorias definidas, para las compañías
de seguros que venden rentas vitalicias y para los particulares que carecen
de prestaciones jubilatorias garantizadas.

? Las implicaciones financieras de que la gente viva más de lo esperado (el llamado riesgo de longevidad) son muy grandes. Si el promedio de vida aumentara para el año 2050 tres años más de lo previsto hoy, los costos del envejecimiento -que ya son enormes- aumentarían 50%.

? El riesgo de longevidad es un tema que exige más atención ya, en vista de la magnitud de su impacto financiero y de que las medidas eficaces de mitigación tardan años en dar fruto.

? Para neutralizar los efectos financieros del riesgo de longevidad, es necesario combinar aumentos de la edad de jubilación (obligatoria o voluntaria) y de las contribuciones a los planes de jubilación con recortes de las prestaciones futuras.

? Los gobiernos deben: i) reconocer que se encuentran expuestos al riesgo de longevidad, ii) adoptar métodos para compartir mejor el riesgo con los organizadores de los planes de pensiones del sector privado y los particulares, iii) promover el crecimiento de mercados para la transferencia del riesgo de longevidad, y iv) divulgar mayor información sobre la longevidad y la preparación financiera para la jubilación.

Este capítulo pone de relieve las implicaciones financieras potencialmente
muy grandes del riesgo de longevidad; es decir, el riesgo de que la gente viva
más de lo esperado. Define el riesgo, muestra su magnitud y estima sus
efectos en los balances fiscales y las empresas.

A medida que las poblaciones envejezcan en las próximas décadas, consumirán un porcentaje creciente de recursos, ejerciendo presión sobre los balances públicos y privados. Los gobiernos y las entidades del sector privado que ofrecen pensiones se han estado preparando para las consecuencias financieras del envejecimiento. Sin embargo, estos preparativos están basados en proyecciones demográficas de base que en el pasado han subestimado constantemente cuántos años vive la gente.

La longevidad inesperada más allá de estas proyecciones de base constituye un riesgo financiero para los gobiernos y las entidades que ofrecen prestaciones jubilatorias definidas, que tendrán que pagar más de lo esperado en pensiones y prestaciones de la seguridad social. A pesar del beneficio obvio de vivir más tiempo, los particulares se exponen al riesgo financiero de agotar los recursos jubilatorios. Estos riesgos financieros crecen lentamente con el paso del tiempo, pero si no se los aborda pronto podrían tener efectos negativos profundos en los balances, ya debilitados, de los sectores público y privado, exacerbando su vulnerabilidad a otros shocks y afectando posiblemente su estabilidad financiera.

Entre los gobiernos y las entidades que ofrecen pensiones, son contados los que reconocen debidamente el riesgo de longevidad; y los que lo hacen descubren que es grande. El capítulo muestra que si el promedio de vida aumentara para 2050 tres años más de lo que se espera hoy -un supuesto que concuerda con tasas previas de subestimación-, los costos del envejecimiento, que ya son enormes, podrían aumentar 50%. En un ejemplo, el capítulo muestra que en el caso de los planes privados de pensiones de Estados Unidos ese aumento de la longevidad podría elevar los pasivos jubilatorios alrededor de 9%. Como el total de pasivos por pensiones es voluminoso, las empresas que organizan los planes de pensiones tendrían que multiplicar varias veces sus contribuciones anuales normales, en términos generales, para poder afrontar esos pasivos adicionales.

Para hacer frente al riesgo de longevidad, es necesario actuar en varios frentes. Primero, los gobiernos deben reconocer el significativo riesgo de longevidad al que los exponen los planes de prestaciones definidas para sus propios empleados y los sistemas de seguridad social para las personas de edad avanzada. Segundo, el riesgo debe estar debidamente distribuido entre los particulares, los organizadores de los planes de pensiones y el gobierno. Tercero, se puede recurrir a los mercados de capital para transferir el riesgo de longevidad de los planes de pensiones a quienes tienen más capacidad para gestionarlo. El capítulo pone de relieve una serie de instrumentos en este mercado creciente, y distintas posibilidades para mejorar su funcionamiento.

Una reforma esencial es permitir que la edad de jubilación aumente a la par de la longevidad esperada. Esta podría ser una obligación impuesta por el gobierno, pero también se podría ofrecer incentivos a los particulares para postergar la jubilación. La postergación de la jubilación ayuda de dos maneras: prolonga el período de acumulación de recursos jubilatorios y acorta el período de uso de esos recursos. La divulgación de información más completa sobre la longevidad y su impacto financiero contribuiría a aclarar mejor las consecuencias. Asimismo, es importante que las entidades que ofrecen pensiones puedan actuar con flexibilidad: si no es posible incrementar las contribuciones o subir la edad de jubilación, posiblemente haya que recortar las prestaciones.

Reconocer y mitigar mejor el riesgo de longevidad es un proceso que debe ponerse en marcha ahora. Las medidas tardarán años en dar fruto y será más difícil abordar debidamente esta cuestión si se posterga la acción correctiva. Prestar atención al envejecimiento de la población y al riesgo de longevidad adicional forma parte del conjunto de reformas necesarias para restaurar la confianza en la viabilidad de los balances del sector público y del sector privado.

También la OCDE entra en el debate (la pensión -¿o presión?- del miedo)

– Los jubilados del futuro cobrarán pensiones un 25% más bajas (Negocios.com – 12/6/12)

(Por Manchobas) Lectura recomendada

La OCDE pide retrasar la edad de retiro y contratar planes privados.

"Puede no parecerlo, pero los actuales jubilados están viviendo lo que podría ser la edad de oro para las pensiones y los pensionistas". Así comienza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) su informe sobre las pensiones de 2012, en el que constata que, con las últimas reformas introducidas en la mayor parte de países desarrollados, las futuras generaciones de jubilados percibirán unas pensiones públicas entre un 20 y un 25% más bajas que ahora. La OCDE ofrece dos recetas para asegurar que la brecha de ingresos sea lo menor posible: fomentar el retraso en la edad de jubilación "incluso más allá de los 67 años" y fomentar los planes privados de pensiones.

El futuro para los actuales trabajadores pasa por "trabajar más antes de jubilarse y recibir menores" rentas. Sus cálculos indican que los que se incorporen ahora al mercado laboral pueden aspirar a que, cuando se jubilen tras "una carrera completa a la edad legal de retiro", perciban una pensión que será la mitad de sus ingresos. En la actualidad, ese porcentaje alcanza el 85% de media en España, uno de los países donde los jubilados tienen una pensión más alta respecto a sus últimos ingresos como trabajador, sólo superada por Grecia, Luxemburgo, Turquía y Austria.

Para evitar el empobrecimiento de los futuros jubilados, la OCDE recomienda fomentar los planes privados de pensiones hasta el punto de que señala que lo ideal sería "hacerlos obligatorios", aunque constata la oposición de muchos países a hacerlo. Como alternativa, aboga por que la inclusión en estos planes sea "automática" aunque con la posibilidad de que, pasado un tiempo, los trabajadores puedan descolgarse.

El problema es que la caída en las Bolsas puede dar al traste con las aspiraciones a una jubilación dorada. Entre 2007 y 2011, los fondos de pensiones se han devaluado un 1,6% anual de media, un porcentaje que se acerca al 4% en España, una caída sólo superada por Islandia y Australia. Incluso entre 2001 y 2010, la ganancia media para los países de la OCDE se limita al 0,1% anual (en España han caído casi un 1,5%).

El aumento de la edad de retiro y su vinculación a la esperanza de vida es otra tendencia imparable. En 13 de la treintena de países miembros se han introducido ya reformas para fijar la edad legal de jubilación en 67 años. República Checa, Irlanda y Reino Unido llegarán a los 68, y Dinamarca e Italia, a los 69.

OECD Pensions outloock 2012 (Media brief) – OCDE – Junio 2012

Recent pension reforms will lead to lower public pensions for future generations of retirees, around 20-25% on average. This first edition of the Pensions Outlook argues that countries should focus on two main policies to address the growing pensions gap: later retirement and extending the coverage of private pensions.

Overall, the pace of pension reform has accelerated over the last five years. Changes include increases in pensionable ages, the introduction of automatic adjustment mechanisms and the strengthening of work incentives. Some countries have also better focused public pension expenditure on lower income groups. However, some recent reforms have raised controversy, such as the decision of some Central and Eastern European countries to pull back earlier reforms that introduced a mandatory funded component.

Most OECD countries have already begun to increase pensionable ages, or plan to do so in the near future. Age 65 remains the modal age at which people normally draw their pensions, accounting for 17, or half, of OECD countries for men and 14 countries for women. But 67 -or higher- is becoming the new 65. Some 13 countries (12 for women) are either increasing pension ages to this level or, in the cases of Iceland and Norway, are already there. Italy, which links pension age and seniority requirements to life expectancy from 2013 and Denmark, which plans to link pension age to life expectancy from the mid-2020s, are forecast nearly to reach age 69 in 2050. The United Kingdom has accelerated the increase in the pensionable age, which will move from 65 to 66 by 2020 (6 years earlier than planned) and from 66 to 67 by 2026-28 (10 years earlier than planned).

Extending working lives will help enhance both the sustainability and adequacy of pension systems. However, planned increases in retirement ages are generally insufficient to address expected rises in life expectancy. In many countries, cuts in public pensions will also widen the gap between pre and post retirement income. In order to close this pension gap, a growing role for private pensions will be essential.

Figure 1. Pensionable age under long-term rules, by sex

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Currently, thirteen OECD countries have either compulsory private pension systems in place (e.g. Australia, Chile) or quasi-mandatory systems based on nation-wide or industry-wide collective bargaining agreements (e.g. Denmark, the Netherlands) to ensure that most workers are covered and therefore have access to a sufficiently high complementary pension. However, in some countries with relatively low public pension benefits, private provision remains voluntary and the highest coverage rates observed are around 50%. In all the countries analysed in the report, the young, low income, part-time and temporary workers are least likely to participate in voluntary private pension plans (see UK case below).

Figure 2. Coverage rate of private pension plans in the United Kingdom according to age and income

As a % of labour force

By age and by income

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An alternative to compulsory enrolment that has gained popularity in recent years is automatic enrolment. At its essence, it involves signing up people automatically to private pensions but giving them the option to opt out with different degrees of difficulty. Auto-enrolment was introduced in New Zealand in 2007 and partly explains the rapid increase in the coverage of the KiwiSaver (about 55% of the working age population, the highest level among non-compulsory systems in the OECD). On the other hand, in Italy, the introduction of auto-enrolment in 2007 has only had a small effect on coverage rates.

In October 2012 the United Kingdom will also see the introduction of a nation-wide auto-enrolment retirement savings system for all those workers who are not currently covered by private pension plans. This new mechanism should increase further the coverage rate of occupational pension schemes, currently standing at 43.3% of the working age population.

The design of financial incentives for retirement savings also needs to be reformed. Germany (Riester) and New Zealand (KiwiSaver) have introduced financial incentives based on direct state subsidies from the state to retirement savings accounts that also benefit workers that pay no or low taxes. In Germany, the state subsidy provided to Riester pension plans has promoted greater participation among lower income workers than among other private pension arrangements (see Figure 3 below). Low income workers do not normally benefit much from the tax incentives traditionally used to promote private pensions.

The success of these countries in expanding coverage in a relatively short period largely vindicates these policies, though financial incentives can create a heavy burden on already stretched public budgets. Furthermore, coverage gaps also remain in these countries, and overall enrolment rates are still below those observed in countries with mandatory or quasi-mandatory systems (over 70% of the working age population).

Figure 3. Coverage rate of private pension plans in Germany according to the income of the household and the type of plan, December 2008

As a % of total labour force

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Private pension plans, particularly mandatory and auto-enrolment ones, are increasingly of the defined contribution (DC) type. Such plans require careful design and regulation as individuals are often ill-prepared to manage their savings in an effective manner. The starting point for a successful DC plan is a sufficiently high contribution rate.

The chart below compares projected public pension benefits with the mandatory contribution rate in mandatory DC plans or the typical or average contribution rate to voluntary DC plans, depending on the country. The public pension projections are shown as replacement rates (benefits as a percentage of final salary) for a young male worker earning average wages and entering the workforce in 2008 who accumulated benefit rights throughout his whole career and retires at the official or normal retirement age.

The graph shows a broadly inverse relationship between public pension benefits and DC contribution rates. For instance, in the United Kingdom the contribution rate of 8% in the auto-enrolment system should allow the average worker with a full career to reach a gross replacement rate of nearly 70% (32% from public PAYG pensions and 37% from the auto-enrolment retirement savings system). The net replacement rate would be around 80% for workers on average earnings.

On the other hand, there are some countries that clearly stand out in having both relatively low public pension benefits and DC contribution rates that do not seem to be sufficiently high. Such countries include Belgium, Germany, Japan, New Zealand, and Norway. These are also among the countries that fall below the black diagonal line, which shows the combination of public pensions and DC contribution rates (with a 40-year contribution period) that delivers an overall replacement rate of 70% on average. Other countries below the black line include Australia, Chile, New Zealand and especially Mexico. The Australian government recently announced that it would raise the mandatory contribution rate from 9 to 12%, which would bring the country above the black line.

Figure 4. Public pension gross replacement rate vs. DC contribution rate

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Another major concern in private pensions is investment risk. The financial and economic crisis has exerted major stress on private pension arrangements. Most countries" pension funds are still in the red in terms of cumulative investment performance over the period 2007-11 (-1.6% annually, on average, in real terms). Even when measured over the period 2001-10, the pension funds" real rate of return in the 21 OECD countries that report such data averaged a paltry 0.1%. Such disappointing performance puts at risk the ability of private pension arrangements to deliver adequate pensions. The United Kingdom follows the general trend, with average real investment returns of pension funds of -1.1% over the period 2007-10 and -0.1% over the period 2001-10.

In DC pension systems, one clear goal for policymakers should be to improve the design of default investment strategies so that investment risk is reduced as the worker approaches retirement. Such life-cycle investment strategies may need to be carefully regulated to ensure that workers are offered sufficient diversification and protection from market shocks in old age.

Figure 5. Average annual real net investment return of pension funds in selected OECD countries

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(Enero 2015): ¿Alea iacta est? (algunas preguntas, políticamente incorrectas)

¿Por qué se puede pagar el sueldo de los empleados públicos y políticos "enchufados", con los recursos fiscales (impuestos) y no aplicar similar criterio con las pensiones?

¿Por qué no se aplican las "cuantas nocionales" al gasto público?

¿Por qué no se aplica el "factor de sostenibilidad" a la burocracia y aparato del estado?

¿Por qué se puede incurrir en déficit fiscal para rescatar a los bancos y no para pagar a los jubilados? ¿Hay déficit y deuda pública buena, y déficit y deuda pública mala?

¿Por qué se preocupan tanto por la "larga vida" de los mayores (gasto en pensiones) y no por la sobrevivencia de los políticos o de las empresas, que subsisten en base a los privilegios y contribuciones del estado (gasto improductivo, prebendario y feudal)?

Espero respuesta de los grandes defensores de los "bienes superiores".

Avasallamiento social extremo: inseguridad, paro y pobreza

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En el Paper – Un análisis sobre la desigualdad de los ingresos (ganadores y perdedores de la crisis financiera mundial) – La Economía del Malestar (el fin de la cohesión económica y social), publicado el 15/7/11, decía:

"Tenemos suficiente para las necesidades de todos, pero no para la codicia de unos pocos".

M. Gandhi, 1869 – 1948 – Abogado, político y activista

Nunca antes tan pocos habían engañado a tantos durante tanto tiempo -jamás

Se le exigió al mundo entero que cambiara su modo de vida en base a la fantástica invención de un grupo de políticos con ansias de "salvar" a la humanidad de una imaginaria catástrofe económica. Decían tener la Verdad en sus manos (en general, aconsejo a mis amigos que confíen siempre en quienes están buscando la verdad, pero desconfíen siempre de aquellos que dicen haberla encontrado).

Aseguraban que la desregulación, la privatización y el libre movimiento de capitales, servicios y mercancías (el de personas, nunca llegó, ni se lo espera) harían entrar a la humanidad en una era de progreso exponencial y continuado, como nunca se había vivido. Y además, desaparecerían los ciclos económicos (¿verdad, grandes bonetes del FMI?). Algunos profetas, hasta llegaron a proclamar el "fin de la Historia" (¿verdad, Profesor Fukuyama?).

"La globalización igualará el terreno de juego… la Tierra es plana… los Gobiernos y sus normas para el mundo laboral han perdido importancia… en marcha hacia una nueva civilización… contratamos a nuestra gente por ordenador, trabajan en el ordenador y son despedidas también por el ordenador"… Para los creadores de estas "genialidades" (dogmas, mantras), la visión de un ejército de parados, inimaginable hasta entonces, era una obviedad.

Ninguno de los altamente remunerados creadores de estos paradigmas (de los sectores de futuro y países de futuro) creía en la existencia de suficientes puestos de trabajo, decentemente pagados, en los tecnológicamente costosos mercados en crecimiento de los que hasta entonces fueron países del bienestar… no importa en qué sector.

"Los pragmáticos del "turbo capitalismo" reducen el futuro a un par de números y un concepto: "20 a 80" y tittytainment"…, decían Hans-Peter Martin y Harald Schumann, en su libro La trampa de la globalización – Taurus 1998), y además, reseñaban:

(Las escenas que siguen corresponden a una reunión mantenida por 500 políticos de primera línea, líderes económicos y científicos de los cinco continentes, efectuada en el año 1995 en el Hotel Fairmont de San Francisco, EEUU)

"En el próximo siglo (XXI), el 20% de la población activa bastará para mantener en marcha la economía mundial. No se necesitará más fuerza de trabajo…

Una quinta parte de todos los que buscan trabajo bastará para producir todas las mercancías y aportar las valiosas prestaciones de servicios que la sociedad mundial pueda permitirse. Ese 20% participará, por tanto, activamente en la vida, el beneficio y el consumo, no importa en qué país. Se puede añadir a ellos un 1 o un 2%, admiten los participantes en el debate, por ejemplo contando con los herederos acomodados.

¿Y los demás? ¿El 80% de los dispuestos a trabajar que no tengan trabajo? "Sin duda", dice el escritor norteamericano Jeremy Rifkin, autor del libro "El fin del trabajo", "el 80% tendrá grandes problemas"…

El esbozo de un nuevo orden social: países ricos sin una clase media digna de mención… En el futuro, la cuestión será "to have lunch or be lunch" (comer o ser comido)…

La expresión "tittytainment" (que ha hecho famosa Zbigniew Brzezinski, consejero de seguridad Nacional del presidente norteamericano Jimmy Carter y que desde entonces se dedica a cuestiones de geoestrategia), es una combinación de "entertainment" y "titis" (entretenimiento aturdidor y alimentación suficiente).

En marcha hacia una nueva civilización. El modelo del mundo del futuro sigue la fórmula 20 a 80. Se perfila una sociedad de una quinta parte, en la que los excluidos tendrán que ser calmados con "tittytainment". ¿Es esto una exageración desmedida?"…

Esa es la sociedad que hoy se está construyendo por encargo. Se les proporciona Ritalin, se les da una X-box con juegos de violencia e insinuaciones sexuales, mientras Facebook, You Tube, Twitter y los "sms" hacen el resto (a veces con la "inapreciable" colaboración del alcohol y las drogas). Zombis felices… Todos en la "nube"…

¿Por qué quiere alguien deliberadamente una sociedad idiotizada? Por una parte es mucho más fácil de controlar a alguien que no tiene conciencia de lo que sucede a su alrededor. Se ofrece futbol (u otros deportes) cinco noches a la semana para mantener a todos ocupados mientras que el saqueo de su riqueza continúa convenciéndoles que hacer hamburguesas en McDonald"s cobrando el salario mínimo es "empleo".

Hay quien busca explicaciones más rocambolescas que aseguran que un movimiento sin precedentes como éste en tiempos sin precedentes como éstos puede llevar a una conclusión sin precedentes.

La Gran Recesión aceleró una tendencia que comenzó hacía tres décadas: deslocalización al extranjero, automatización del trabajo, conversión de empleos a jornada completa en temporales y contratas, debilitamiento de los sindicatos y obtención de reducciones de salarios y prestaciones de los trabajadores actuales. Internet y la informática lo han hecho más fácil.

La economía de EEUU es hoy el doble de lo que era en 1980 mientras que el salario medio real apenas se ha movido. La mayor parte de los beneficios del crecimiento ha ido a parar a los niveles altos. A finales de los 70, el 1 por ciento de los estadounidenses más ricos cobraba el 9 por ciento de los ingresos totales. A principios de la Gran Recesión, esa cifra sobrepasaba el 23 por ciento. La riqueza está más concentrada.

Ése es el meollo del problema. La mayoría de estadounidenses ya no tiene el poder de compra suficiente como para que la economía vuelva a andar. Cuando estalló la burbuja de la deuda, se quedaron encallados.

Los beneficios empresariales están en alza, pero los empleos y salarios siguen estancados.

Las personas con activos financieros o cuyo talento es tenido en cuenta por las grandes corporaciones están disfrutando de una fuerte recuperación. Mientras tanto, la mayoría de los estadounidenses se esfuerza por ir tirando.

Las empresas no tienen la culpa, pues su objetivo es obtener beneficios. Ni tampoco es culpa de los ricos, que sólo han jugado según las reglas. El problema es que hay que cambiarlas.

Un futuro sin trabajo o con contratos basura para la mayoría de los estadounidenses es insostenible, también para las propias empresas del país, cuya rentabilidad a largo plazo depende del resurgimiento de la demanda nacional.

La solución es ofrecer al americano medio un trato económico mejor. Por lo tanto, deberíamos aceptar que los países puedan propugnar reglas nacionales -políticas fiscales, regulaciones financieras, normas laborales o leyes de salud y seguridad de los consumidores- y que puedan hacerlo levantando barreras en la frontera si fuera necesario, cuando el comercio ostensiblemente amenaza las prácticas domésticas que cuentan con un amplio respaldo popular. Si los impulsores de la globalización tienen razón, el clamor por protección no cundirá por falta de evidencia o apoyo. Si están equivocados, habrá una válvula de seguridad destinada a asegurar que los valores en pugna -los beneficios de economías abiertas frente a los réditos derivados de implementar regulaciones domésticas- sean escuchados de manera apropiada en los debates públicos.

Si el lector desea cambiar el término EEUU por el de Unión Europea, todo parecido con la realidad no será mera coincidencia.

Pero antes de entrar en debate, o invalidar -sin más- mis comentarios políticamente incorrectos, analicemos algunos datos para que cada cual juzgue por sí mismo.

Recordar sirve para comprender (desordenado relato de las últimas "actuaciones")

"El hombre más peligroso para cualquier gobierno es el hombre capaz de pensar por sí sólo… sin tener en cuenta las supersticiones y los tabúes vigentes. Ya que casi inevitablemente llegará a la conclusión de que el gobierno es deshonesto, demente e intolerable". "La única emoción que perdura en el hombre inculto es el miedo; miedo a lo desconocido, lo complejo, lo inexplicable. Lo único que quiere por encima de todo es seguridad". 

H. L. Mencken, 1880 – 1956 – Periodista y crítico social

(Algunos titulares de la Hemeroteca utilizada en el Paper, para ir "templando gaitas")

"Tiempos modernos" para los trabajadores: más horas por menos salario. O sea

"Tras varios días de intensas protestas entre empleados y empresa, los trabajadores de la planta de Mirafiori de la compañía transalpina, ubicada en Turín (Italia), aprobó este viernes en referéndum el plan de futuro para la fábrica acordado el pasado diciembre entre la mayor parte de sindicatos y la dirección de la compañía. Según la comisión electoral, el "sí" se impuso por una ajustada mayoría, con 2.735 votos a favor (54,05 por ciento), frente a los 2.325 votos en contra (45,95 por ciento), y con un alto índice de participación (94,2%)"… Los trabajadores de Fiat aceptan la merma de sus derechos laborales por salvar sus empleos (El Confidencial – 14/1/11)

"La crisis se destaca por lo mucho y rápido que cayeron los salarios"… Los trabajadores de EEUU pagan la recesión de su bolsillo (The Wall Street Journal – 14/1/11)

"Los líderes políticos expresan un descontento cada vez mayor con el Producto Interno Bruto -una medida monetaria de todos los bienes y servicios que produce un país- como forma de medir el éxito de un país para mejorar los estándares de vida. En noviembre, el primer ministro británico David Cameron anunció planes de diseñar medidas de bienestar nacional que tomen en cuenta factores como la satisfacción de la gente, siguiendo una iniciativa similar del presidente francés Nicolas Sarkozy"… Los países buscan el éxito más allá del PIB (The Wall Street Journal – 14/1/11)

"El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss Kahn, ha alertado este martes que el mundo se enfrenta a "la perspectiva de una generación perdida de gente joven, destinada a sufrir durante toda su vida lo peor del desempleo y sus condiciones sociales"… El FMI advierte de una "generación perdida" de jóvenes que sufrirán toda su vida (El Economista – 2/2/11)…

De los mitos y los timos

En la "era de la globalización" una de las fuerzas principales que habría incrementado la exclusión social en los países miembros de la OCDE, estaría constituida por los procesos de desindustrialización, cuyos mayores efectos se habrían verificado especialmente durante las décadas de 1970 y 1980. En los últimos años, la flexibilización de los mercados de trabajo y las fuertes mutaciones culturales y tecnológicas han planteado a los países de la OCDE la necesidad de encontrar las configuraciones económicas, sociales y culturales apropiadas para mantener la unidad societal e institucional y lograr el máximo de adaptabilidad en la gestión de los distintos riesgos (OCDE, 1997).

Uno de los supuestos centrales del enfoque de la OCDE es que la cohesión social requiere de la competencia y de un cambio estructural hacia la economía de mercado, ya que se considera que estas condiciones son el motor del crecimiento económico, contexto en la cual la cohesión social se puede fortalecer. El tejido social fuerte proporcionaría una base segura para la flexibilidad y el riesgo, las cuales son el impulso para la actividad económica y la creación de riqueza. La capacidad de encontrar el equilibrio apropiado, de modo de evitar el estancamiento y la fragmentación social, sería uno de los aspectos centrales de la cohesión (OCDE, 1997). En este marco, las dinámicas y procesos que contribuirían a la cohesión social serían: (1) una sociedad estable y segura; (2) la capacidad de equilibrar la competencia con un tejido social fuerte; (3) la capacidad de diálogo y cooperación; (4) el aseguramiento del bienestar material, y, (5) la promoción de la diversidad y la tolerancia (Jeanotte, 2000).

Desde esta perspectiva, la reforma del Estado podría ser un mecanismo para encontrar el equilibrio entre la cohesión social y la flexibilidad económica (OCDE, 1997). El estado debería constituirse en una de las fuentes primarias de la cohesión social, mediante: (a) los cambios en los sistemas de protección social que aseguran a los ciudadanos frente a los riesgos del desempleo, enfermedad, discapacidad y pobreza, (b) las reformas a los sistemas educativos y, (c) el fomento de la innovación. De igual modo, la OCDE ha sugerido la promoción de la responsabilidad social, el fomento de mercados de trabajo flexibles, la implementación de políticas que permitan mejorar las perspectivas de empleo de grupos que están al margen del mercado de trabajo y las reformas tributarias (Jeannotte, 2000). Estas acciones permitirían el fortalecimiento de los sentimientos de seguridad y confianza entre las personas y entre éstas y las instituciones, lo cual facilitaría la consolidación del "pegamento" que permite que una sociedad se mantenga unida.

Los indicadores sociales reportados por la OCDE (2007) se agrupan en dos dimensiones, que describen su naturaleza y contenido. En la dimensión naturaleza, se incluye a los indicadores que miden factores de contexto social, condiciones de vida y la respuesta societal. En la dimensión contenido, los indicadores son agrupados en función de los siguientes campos de la política social: (1) autosuficiencia; (2) equidad; (3) situación de salud, y, (4) cohesión social. Los criterios de selección de los indicadores son: (a) el grado de comparabilidad, (b) la disponibilidad de datos, y, (c) la posibilidad de realizar desagregaciones.

Los datos obtenidos por la OCDE (2007) indican que la escala tiene validez de criterio, por cuanto la satisfacción aumenta en tanto mejoran los niveles educativos y la situación socioeconómica en la población de los países de la OCDE. Al mismo tiempo, en los países que presentan un mayor desarrollo económico se aprecian los mayores porcentajes de satisfacción con la vida, aun cuando la satisfacción tiende a aplanarse en los tres países con el mayor PIB per cápita. Según la OCDE (2007), la relativa estabilidad del indicador de bienestar subjetivo en los países que evidencian los mayores niveles de desarrollo económico puede reflejar en alguna medida el hecho de que la satisfacción es una variable limitada (escala de 1 a 10), mientras que el PIB per cápita es una variable ilimitada.

De los mitos revelados por la OCDE a los timos promovidos por el mercado: (1) la sociedad se ha hecho más inestable e insegura; (2) el tejido social se ha debilitado; (3) la capacidad de diálogo y cooperación ha disminuido o se ha desvirtuado; (4) para una parte mayoritaria de la población el bienestar material ha disminuido y se ha tornado más incierto, y, (5) en consecuencia la sociedad se muestra menos propensa a la diversidad y reduce su tolerancia.

Los déficits públicos y el alto endeudamiento del Estado necesarios para socorrer a los bancos quebrados (causantes, y responsables finales de la crisis, por exceso de especulación y avaricia) han derivado en unas rigurosas medidas de ahorro presupuestario (absurdamente exigidas por los mismos bancos que se beneficiaron del auxilio público), que imposibilitan constituirse en una de las fuentes primarias de la cohesión social, y por ello: (a) los sistemas de protección social han dejado de asegurar a los ciudadanos frente a los riesgos del desempleo, enfermedad, discapacidad y pobreza (o en el mejor de los casos, han disminuido sus prestaciones significativamente), (b) han dejado de promoverse las reformas a los sistemas educativos (con la consiguiente pérdida de extensión y calidad), y, (c) el fomento de la innovación ha sido sustituido por la "sopa boba" que representan las redes sociales, los sms, y otros anestésicos de masas.

Al final (con los ojos abiertos y mirando lo que pasa alrededor) "la consolidación del "pegamento" que permite que una sociedad se mantenga unida" (sic, OCDE), puede resultar una sarcástica profecía: una vez que a los jóvenes (que ni estudian ni trabajan) se les terminen los "polvos blancos", podrán aspirar "pegamento", como en las zonas más pobres de algunos países subdesarrollados (Brasil, Argentina…). La universalización de la infamia. Entonces a nadie interesará: (1) la autosuficiencia; (2) la equidad; (3) la situación de salud, y, (4) la cohesión social. Sólo les importará "pillar" la dosis diaria. El único (y último) mito revelado. Todo un éxito de la "era de la globalización"…

La armonía social perdida

¿Qué le dice a usted la palabra "esclavo" a día de hoy? En la Unión Europea, un mileurista o undermileurista hipotecado, que tiene que aceptar cualquier empleo para sobrevivir, podría hoy ser calificado de tal.

Y peor aún -si cabe- de hecho, vamos hacia una realidad laboral muy segmentada en la que los Estados poco van a poder hacer, porque la mayoría del protagonismo económico lo habrán tomado las grandes corporaciones.

Por sorprendente que parezca en estas exequias el único que tiene vela (surrealismo puro) es el abuelo. El dueño de la pensión (y eso mientras dure, el patriarca de la familia o la jubilación, vaya a saber quién se "marcha" primero). La única fuente de ingresos segura para muchas familias europeas. El resto no es más que humo, declaraciones evanescentes, manifestación de buenos propósitos repetidos ad nauseam, pura envoltura. La argentinización de Europa (vaya sarcasmo). Puro marketing funerario.

Del Himno de la alegría (Novena Sinfonía de Beethoven) a la Messa da Requiem (Giuseppe Verdi): un grito a Dios ante la muerte. Para las próximas reformulaciones a la baja del Estado de bienestar europeo (que llegarán, vaya si llegarán) dejamos pendientes de interpretación otros famosos Requiem (Mozart, Brahms, o Fauré).

Un Estado de bienestar europeo que hace tiempo que agoniza (atado al carro triunfal de la "era de la globalización") y al que vino a darle la estocada final la onda expansiva de la crisis de las hipotecas sub-prime y sus derivados (de uno y otro tipo), desde que, en 2007, estalló la burbuja financiera e inmobiliaria en Estados Unidos que dio paso a la mayor recesión mundial desde la crisis del 29.

Los ancianos pensionados con el peso de las familias a la espalda

Porque "los gozos y las sombras" de España me pillan más cerca (y porque ya viví similares circunstancias, con lamentables resultados, en mi lejana y remota Argentina) les acerco algunas referencias, con la secreta esperanza que no se repita la historia.

"Tengo 87 años, una pensión que no es para tirar cohetes pero sé que ya no me queda mucho en este convento. El problema lo tienen los que vienen detrás, el futuro se ve catastrófico", comenta a BBC Mundo el madrileño Fernando Alves, después de conocer la última cifra de desempleo en España: 4.700.000 parados, la cifra más alta en los últimos trece años"… En España sobreviven con la pensión de los abuelos (BBCMundo – 23/1/11)…

UE: Cuando los juegos virtuales no alivian el dolor (el futuro ya no es lo que era)

Mientras los culpables de la crisis (banqueros -codiciosos y mendaces-, bancos centrales -cómplices y prevaricadores-, gobiernos -irresponsables y corruptos-…) siguen disparando con pólvora del contribuyente, un 80 por ciento de la población europea se debate entre la incertidumbre y el miedo. La sociedad "20/80" citada anteriormente.

Sabido es que la participación de las remuneraciones en el Ingreso Nacional ha caído paulatina y persistentemente en los países de la periferia desde la "Década Perdida" de los ochenta y el proceso de globalización. Pero resulta que el descenso también ha sido la norma en los países del Norte, sin excepción. El gráfico siguiente, que abarca el extendido periodo que se inicia en 1960 hasta 2009, aunque sólo incluye las economías más importantes, permite rastrear la tendencia progresiva en la distribución funcional hasta 1974-75 y la regresividad que se impuso a partir de entonces.

Obviamente esa tendencia negativa es consecuencia, primero debido al primer choque petrolero y, posteriormente, a resultas del buen funcionamiento del mercado global de trabajo. Con la duplicación de la fuerza de trabajo a escala mundial (de 1.500 a 3.000 millones de empleados y obreros), era de esperar la pérdida de influencia de los trabajadores en general y de los sindicatos en particular. Probablemente, también el progreso técnico ha jugado un papel importante en ese proceso, especialmente desde los años noventa.

También debe considerarse, en parte, que la crisis de los países centrales responde a una típica tendencia a la "sobreproducción", como consecuencia de la compresión relativa del poder de compra de la clase trabajadora.

Monografias.com

Fuente: European Commission (2009). Annual Macro-economic Database (AMECO)

Entrando en ciertos detalles (algunos de los que no se pueden observar en el Gráfico) tenemos lo siguiente:

  • La caída más espectacular en la participación de sueldos y salarios fue la que se dio en Italia, que era de 69,7% en 1975, para desplomarse a un promedio de 54% en esta primera década del siglo XXI; es decir, perdieron 16 puntos porcentuales o 23%. De cerca le sigue Japón, que mostraba un 75% a mediados de los años setenta y cayó a 60% en el último quinquenio; o sea,  15 p.p. o 20% menos. De 68% a 56% se desplomó, aunque con altibajos, la participación del trabajo en el caso de España (-12 p.p. o -18%). También Alemania, en parte por la unificación (1990), sintió el golpe: la participación cayó de 64,4% en 1974 a 55% (-15%) en los últimos años. Un caso que llama poderosamente la atención en ese sentido es el de Noruega, que cae de un 62% a mediados de los setenta a 45% en este segundo lustro del nuevo siglo.

  • Llama la atención la recuperación leve de la participación laboral en los últimos tres años de "crisis global". Lo que se debería, más que al aumento real de las remuneraciones, a la caída de las ganancias en términos absolutos.

  • Durante el trienio pasado los países que tuvieron una participación superior al 60% fueron unos pocos, pero que tampoco llegaron a recuperar los niveles de mediados de los setenta: Bélgica, Corea, Dinamarca, Eslovaquia, EEUU, Gran Bretaña, Japón y Suiza. En cambio, la participación es menor al 50% en Bulgaria, Lituania, Luxemburgo, Malta, Polonia, Turquía, Nueva Zelandia y Noruega (sic); y aún menor al 40% en Eslovaquia, Macedonia y México (obviamente también gran parte del resto de América Latina, pero cuyos datos no presenta nuestra fuente).

Dentro de la Unión Europea, tal vez, la situación más dramática esté representada por España que, con una tasa de paro anclada en el 20% y del 43% para los jóvenes entre 16 y 24 años, vuelve a las andadas de la década de los ochenta y mediados de los noventa.

La crisis es especialmente cruel con los jóvenes que entran en el mercado de trabajo con ánimo de independizarse y al no encontrar empleo durante un largo tiempo, terminan quedándose en el hogar familiar. Por otro lado, los jóvenes llevan una ajetreada vida laboral si es que se incorporan al mercado de trabajo, dado que ésta es un continuo trasiego entre el paro, la economía sumergida, el trabajo temporal y el indefinido. Este baile marca profundamente a los jóvenes y como bien señalan Víctor Pérez Díaz y Juan Carlos Rodríguez en su nuevo libro "Alerta y Desconfianza: La Sociedad Española ante la Crisis", la clave de sostenibilidad de la sociedad española es la familia que evita que todo salte por los aires.

Otro caso relevante es el de los emigrantes, donde el paro oficial ronda el 30%. Ellos representan un nuevo apartado al paro crónico español, y su trasiego laboral es algo más complicado, concluyendo con el retorno a su país natal como una de las opciones ante el paro. Mientras, la familia, incluyendo las redes sociales como Cáritas, acoge y evita males mayores ante la situación desesperada en la que se encuentran.

Hasta cierto punto podríamos decir que la sociedad española moderna abusa, una vez más, de la familia en momentos de crisis. Se le exige que ante la avalancha que le acecha, reaccione y se adapte sin rechistar a la grave situación económica y a los abruptos cambios sociales, eso sí, en total soledad y sin paliativos. Estas circunstancias son palpables en instituciones dedicadas a la ayuda desinteresada y es también a través del entorno de las propias instituciones donde se oyen las voces que claman y reclaman por el día a día.

El Observatorio Laboral de la Crisis, elaborado desde FEDEA, realiza trimestralmente un análisis sistemático de la información longitudinal que aporta la EPA (Encuesta de Población Activa) con las Estadísticas de Flujos de la Población Activa. Aunque la información que sigue corresponde a la situación española, muchos aspectos pueden trasladarse fácilmente a gran parte de los países europeos. Por ello se citan algunos párrafos de análisis publicado el 5/2/11:

  • (i) Del Empleo al Desempleo:

Características que afectan a la pérdida de un empleo

Tras el análisis descriptivo, este Observatorio "cuantifica" la importancia relativa de cada una de las características analizadas previamente – género, edad, educación, nacionalidad, tipo de contrato y ocupación en la probabilidad de pérdida de empleo.Para esto, se estima la probabilidad de perder el empleo de cada individuo ocupado en el trimestre anterior. Los resultados detallados se ofrecen en la tabla 2 del boletín. Presentamos aquí un resumen de los mismos:

• El género en sí mismo no contribuye a explicar las diferencias observadas en la pérdida de empleo entre hombres y mujeres de similares características.

• Ser menor de 35 años aumenta el riesgo de pérdida de empleo alrededor de un 30% con respecto a trabajadores similares pero mayores de 35 años. Este resultado contrasta con los encontrados en trimestres anteriores, donde la edad en sí misma no provocaba diferencias en el riesgo de pérdida de empleo. En este trimestre, el ser menor de 35 años parece añadir un factor de riesgo en la pérdida de empleo con respecto a trabajadores similares pero de edad superior.

• Tener estudios universitarios disminuye el riesgo de pérdida de empleo a la mitad.

• Ser extranjero aumenta la probabilidad de perder el empleo en un 26% con respecto a un trabajador de similares características pero de origen nacional.

• Tener un empleo temporal – relativamente a un indefinido, multiplica por cuatro el riesgo de perderlo. En otras palabras, si se comparan dos individuos de similares características en términos de edad, género, nivel educativo y nacionalidad pero que difieren en el tipo de contrato, encontramos que la probabilidad de pérdida de empleo del que tiene el contrato temporal es más de casi 4 veces superior a la que se enfrenta el trabajador con contrato indefinido.

• Trabajar en la agricultura o en la construcción aumenta la probabilidad de perder el empleo con respecto a trabajar en servicios o en industria.

  • (ii) Del Desempleo al Empleo

¿Qué características son importantes para encontrar un empleo?

Para responder a esta pregunta se estima la probabilidad de que un individuo desempleado encuentre empleo en el trimestre siguiente. Tomando tanto a individuos que han accedido al empleo como aquellos que han continuado desempleados, es inmediato obtener la importancia relativa de variables como género, edad, educación, nacionalidad y duración del desempleo en el acceso al empleo. Destacan los siguientes resultados:

• Las mujeres se enfrentan a dificultades ligeramente superiores de acceso a un empleo que los varones con características similares.

• No se encuentran diferencias significativas en el acceso a empleo entre los desempleados nacionales y los desempleados extranjeros.

• Tener una edad comprendida entre 35 y 44 años duplica la probabilidad de acceder a un empleo con respecto al tramo de edad más joven – 16-24 años.

• El tipo de empleo al que acceden los desempleados es fundamentalmente temporal – un 80% frente a un 13% de empleo indefinido. Es cierto que la proporción de acceso a un empleo indefinido ha aumentado en este trimestre, pero estas diferencias tienen un componente estacional, dado que las proporciones observadas en este trimestre son idénticas a las observadas hace exactamente un año.

• La duración del desempleo se manifiesta como el factor más importante para la salida hacia el empleo. Llevar desempleado menos de un mes multiplica por seis la probabilidad de acceso a un empleo con respecto a llevar desempleado más de un año.

• Finalmente, no cobrar subsidio multiplica por dos la probabilidad de acceder a un empleo desde el desempleo. Esto indica que el cobro de subsidio provoca un efecto desincentivador en la búsqueda de empleo, al elevar las condiciones que se exigen para aceptar un trabajo. La consecuencia fundamental es que el cobro del subsidio retrasa la salida al empleo de los individuos desempleados.

Aunque muchas de las "características" del desempleo y empleo español resultan representativas de la problemática europea, para aquellos que puedan tener dudas o presuponer cierta exageración por mi parte, permítanme adjuntarles las "conclusiones" del Capítulo 5 – Income poverty and income inequality correspondientes al Informe Income and living conditions in Europe – 2010 del Eurostat Statistical Books:

Conclusions (en inglés en el original)

"The EU-SILC data on income inequality and poverty are rich and varied. Here we bring together in telegraphic form some of the main findings:

• 1 in 6 citizens are at-risk-of-poverty, and they are to be found in all Member States;

• in three-quarters of Member States, the proportion of children at risk of poverty exceeds the overall proportion; there are real grounds for concern about child poverty in Europe;

• success in reducing income poverty tends to go with success in reducing income inequality; there are no instances of countries pursuing a low poverty/high inequality strategy;

• we do not yet know the impact of the economic crisis, but the picture prior to 2008 was not a static one. Some countries achieved sustained reductions in the proportions at risk- of-poverty, but in the EU as a whole this progress has been offset by reversals in other Member States;

• it is widely believed that income inequality was increasing globally prior to the economic crisis, but the EU-SILC data suggest that the EU picture is more nuanced, with some Member States exhibiting declining inequality".

(Se recomienda muy especialmente analizar los Gráficos y Tablas del Informe y de otras publicaciones de Eurostat disponibles en el Paper mencionado).

Se acabó. El Primer mundo se derrumba. Hace mucho tiempo, dice el creciente lamento plañidero en Europa y Estados Unidos, que nosotros mismos necesitamos ayuda. Nosotros mismos, así lo sienten millones de electores incluso en las regiones urbanas en expansión, somos los estafados por los nuevos tiempos.

Sálvese quien pueda, es el lema. Sólo que: ¿Quién puede? Porque tras la victoria del capitalismo no se ha alcanzado en modo alguno el "fin de la historia", que el filósofo americano Francis Fukuyama proclamaba en 1989, sino el fin del proyecto que tan osadamente se llamó "la modernidad". Un cambio de época de dimensiones globales ha comenzado, dado que no son el ascenso y el bienestar, sino la decadencia, la destrucción ecológica y la degeneración cultural las que determinan a ojos vista la vida cotidiana de la mayoría de la Humanidad.

Los datos son conocidos, pero debido a las fuerzas liberadas por la globalización aparecerán en breve bajo una nueva luz: la quinta parte rica de todos los Estados decide sobre el 85% del PIB mundial, sus ciudadanos desarrollan el 85% del comercio mundial y poseen el 85% de todos los ahorros internos… también esto es una declaración de bancarrota…

Estados Unidos: un inmenso panorama de sufrimiento y sueños rotos

Han pasado nueve años desde que Jim O'Neill acuñó el acrónimo "BRIC", que se ha convertido en sinónimo del ascenso de Brasil, Rusia, India y China. Han pasado más de siete años desde que sus colegas de Goldman Sachs y él mismo publicaron por primera vez un panorama hasta 2050 en el que sugerían que las cuatro economías de los BRIC podrían crecer más que las del G-7 y que, junto con los Estados Unidos, serían las cinco más grandes del mundo.

También han pasado más de cinco años desde que apareció por primera vez la expresión "los once siguientes" o "N-11" (su abreviatura en inglés). Ese término abarcaba a los once países siguientes en tamaño por población y buscaba determinar su potencial de tipo BRIC.

Actualmente estos 15 países generan la mayor parte del impulso positivo para la economía mundial. China ha superado a Japón como segunda economía del mundo con una producción aproximadamente igual a la de los otros tres países BRIC juntos. El PIB agregado de los 15 es de alrededor de 11 billones de dólares, es decir, alrededor del 80% del nivel de los Estados Unidos.

La demanda interna en los países BRIC es aún más impresionante. El valor colectivo en dólares de los consumidores de los países BRIC, según cálculos conservadores, es de un poco más de 4 billones de dólares, tal vez de 4.5 billones. El mercado de consumo estadounidense es de más del doble de esa cifra -alrededor de 10.5 billones- pero la capacidad de consumo de los BRIC actualmente está creciendo a un ritmo anual de aproximadamente 15% en términos de dólares, lo que significa casi 600 mil millones de dólares.

Si se mantiene ese ritmo, los consumidores de los BRIC añadirán otro billón de dólares a la economía mundial para mediados de esta década. Para finales del decenio, superarán en valor a los consumidores estadounidenses.

En efecto, en algún momento de esta década, las economías de los BRIC en conjunto serán tan grandes como la de los Estados Unidos, y el PIB de China por sí solo alcanzará una magnitud de dos terceras partes del estadounidense. Los cuatro países generarán al menos la mitad del crecimiento real del PIB en el mundo y tal vez hasta el 70%.

Más allá de los BRIC, entre los países que probablemente serán los primeros diez contribuyentes al crecimiento del PIB global están Corea del Sur, México y Turquía. Del llamado mundo desarrollado, sólo los Estados Unidos tienen un lugar garantizado en esa lista -y entre los 20 primeros podrían estar Irán, Nigeria, Filipinas y Vietnam.

Hace poco tiempo Jim O'Neill, junto con sus colegas, decidió emplear el término "economías de crecimiento", para cualquier economía ajena al llamado mundo desarrollado que represente al menos el 1% del PIB global debe definirse como economía de crecimiento.

Con esa magnitud, que actualmente es de alrededor de 600 mil millones de dólares, una economía debe ser lo suficientemente grande para permitir que los inversionistas y las empresas operen como lo hacen en los países avanzados, y al mismo tiempo tener probabilidades de crecer más rápido. El resto de las economías deben seguirse definiendo como mercados emergentes. Hay ocho países que actualmente cumplen esta definición: los BRIC, junto con Corea del Sur, Indonesia, México y Turquía, mientras que otros -incluidos Arabia Saudita, Irán, Nigeria y Filipinas- podrían entrar en la lista en los próximos 20 años.

Mientras los BRICs, los países "emergentes" o las "economías de crecimiento" se las prometen tan felices, la "era de la globalización" ha echado sal en la herida de los trabajadores de los países desarrollados ocasionada por el vertiginoso proceso de desregulación, privatización y deslocalización. El libre movimiento de capitales, mercancías y servicios ha provocado la caída libre de los empleos y salarios en las (antiguamente) llamadas "economías avanzadas".

Aunque esta es una situación que no afecta por igual a todas las corporaciones y a todos los trabajadores de estos países… Veamos, por ejemplo, cómo les va a los que "hacen la obra de Dios" (las rentas empresariales o los "bonus" de los "malus")

(Transcripción parcial de la Hemeroteca utilizada en el Paper, con datos de referencia)

"Las ganancias del cuarto trimestre de las mayores compañías de Estados Unidos han sido excepcionalmente vigorosas, con importantes avances en los sectores de telecomunicaciones y energía y una recuperación en los servicios financieros"… Las firmas de EEUU gozan de buena salud (The Wall Street Journal – 1/2/11)

"La evolución de los resultados de la mayoría de las grandes empresas de EEUU dice que sí. Los componentes del S&P 500, índice que agrupa a las 500 empresas de mayor tamaño de la bolsa estadounidense, están registrando mayores ingresos de los previstos, según datos compilados por Bloomberg, que apunta que se está produciendo el mejor ritmo de ventas en las multinacionales del país desde 2006"… ¿Crisis? La gran empresa de EEUU registra el mejor momento en ingresos en cuatro años (El Confidencial – 9/2/11)

¿Realidad o ficción?

El siguiente gráfico puede servir para verificar si ha concluido la crisis (al menos, para los millones de habitantes de los Estados Unidos que necesitan cupones de comida)

Desde que asumió el cargo en enero de 2009 el número de estadounidenses que necesitan cupones de comidas se ha disparado desde los 32 millones hasta los 43 millones. La tasa de desempleo ha pasado desde el 7% hasta el 9%. Esa es la realidad de la situación. Todos los días el señor Obama dice que se van a reducir los impuestos, aumentar los gastos, aumentar las exportaciones y reducir la deuda. Sin embargo este es un plan que sólo sirve para engañar a los ciudadanos porque no son objetivos compatibles entre sí. Una cosa es segura, Estados Unidos seguirá gastando más de lo que se puede permitir y seguirá pidiendo prestado a los países "BRICs", "emergentes" o "de crecimiento", que es de donde vienen las mercancías que antes se producían localmente y a donde han ido a parar los empleos y salarios que se perdieron en aras de la competitividad, para poder continuar consumiendo a crédito (con dinero ajeno) lo que antes se podía hacer en efectivo (con dinero propio). Y así continuarán, entre la mala fe y la poca inteligencia, hasta la próxima burbuja y la consiguiente crisis financiera.

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En medio de todo este tortuoso camino de empobrecimiento generalizado para gran parte de la población, que ha asemejado el perfil social de los Estados Unidos, al de un país del Tercer Mundo, no se debe olvidar la corresponsabilidad de muchos de los agentes económicos que permitieron que estas burbujas se crearan, por acción o por omisión. Ellos son, en definitiva, los que originaron, se aprovecharon, han extendido e intentarán perpetuar (si se les deja) esta ultrajante desigualdad de los ingresos.

Gobiernos incapaces de adoptar políticas anticíclicas y que prefieren mirar hacia otro lado; bancos centrales que han olvidado su papel preventivo y se limitan a reaccionar tarde y mal ante acontecimientos sobrevenidos; agencias de rating desbordadas por una carga de trabajo que deteriora su análisis y desvirtúa sus conclusiones; accionistas ávidos que consienten a las firmas de las que son propietarios asumir riesgos irracionales; directivos que se dejan llevar por la presión de unos resultados a corto plazo que determinan su remuneración variable; inversores institucionales o particulares que compran los falsos axiomas clásicos de la inversión inmobiliaria.

Golpe a la clase media

Estados Unidos es conocido por su famoso ideal del "sueño americano", en el que cualquier persona con suficiente ambición puede llegar a ser rica y feliz, independientemente de dónde venga. No obstante, en estos últimos años, los estadounidenses de clase media han sido objeto de una mayor presión.

La crisis financiera golpeó a la clase media estadounidense muy duro, asegura Robert Frank, profesor de gestión y economía en la Universidad de Cornell. "Una vez tuvimos una clase media vibrante", dice. "En términos económicos, era la columna vertebral de la demanda en la economía. Ahora la clase media está cargada de deudas", agrega

El profesor Frank sostiene que la globalización ha hecho más difícil para los estadounidenses hacerse ricos y que esto ha dado lugar a grandes disparidades en los ingresos. "Desde la década de 1970, la mayor parte del aumento del ingreso se ha ido a los estratos de la parte superior de la escala de ingresos", dice el profesor Frank. Los miembros de este grupo que se han enriquecido -según él- han estado gastando y consumiendo mucho más de lo que solían.

La clase media, definida por el profesor Frank como aquellas familias que aspiran a un ingreso de US$ 50.000 anuales, han estado tratando de mantenerse al día y, al hacerlo, han dejado de ahorrar, acuden más a los préstamos y están trabajando más duro. El resultado ha sido que muchas familias de clase media en EEUU se han visto víctimas de ejecuciones hipotecarias, embargos de sus casas y quiebras. Pero el profesor Frank no está argumentando a favor de que los estadounidenses reduzcan sus expectativas del "sueño americano". "Absolutamente no", dice. "Pensaríamos muy mal de una persona que no tuviera por lo menos esa aspiración".

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo recientemente que la clase media en su país había "hecho del siglo XX el siglo estadounidense". (BBCMundo – 9/2/11)

¿Pero a qué país le corresponde el siglo XXI?

Hay una creciente percepción de que las clases medias en EEUU y Europa están siendo desgastadas por una combinación de impuestos más elevados, estancamiento de los salarios y el aumento de precios de los alimentos y el combustible.

Un estudio de la Cruz Roja muestra que un número cada vez mayor de personas en Europa está buscando ayuda debido a la crisis económica global (BBCMundo – 9/10/09). La investigación, llevada a cabo por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), reveló que muchas personas de clase media que jamás habían recurrido a este tipo de asistencia en el pasado se unen hoy en día a los grupos tradicionalmente más vulnerables.

En el informe se advierte que "si no se toma ninguna medida, la cohesión social de toda la región puede ponerse en peligro, debido a las crecientes tensiones relacionadas con el incremento de la vulnerabilidad y la competencia entre los grupos menos privilegiados por puestos de trabajo y servicios". (…): ¿dónde estallará primero la indignación social, en Washington/El Cairo o en París/Túnez?

Visite USA (utilizando la hemeroteca como un GPS de cabotaje)

(2006) El reparto "desigual" de la riqueza (¿a dónde se ha ido el incremento?)

"La economía de Estados Unidos ha tenido un fuerte crecimiento durante los últimos años, tiempo en el que ese país ha superado la recesión.

Luego de un crecimiento superior a 3% anual en 2004 y 2005, el ritmo pareció recuperarse y alcanzó 5,6% durante los primeros cuatro meses de este año, aunque posteriormente se desaceleró y ahora se ubica en 2,9%"… ¿El fin del "sueño americano"? (BBCMundo – 6/9/06)

Sin embargo, poco de ese crecimiento ha llegado a las manos del trabajador promedio, según establece una investigación del Economic Policy Institute (EPI).

En el caso de los ingresos por núcleo familiar en EEUU, el punto intermedio -el nivel en el cual la mitad de los hogares ganan más y la otra mitad percibe menos- ha disminuido durante los últimos cinco años.

El misterio de la expansión económica sin un crecimiento importante en empleos y salarios se ha convertido en un dolor de cabeza para los economistas estadounidenses y los analistas políticos de todas las tendencias. "La ruptura sin precedentes entre el crecimiento y los niveles de vida determina la agenda económica del día", afirmó el economista de EPI, Jared Bernstein.

Durante los cinco años que van desde 2000 hasta 2005, la economía estadounidense pasó de US$ 9,8 billones a US$ 11,2 billones, lo cual representa un crecimiento real de 14%. Entretanto, la productividad -la medición de la producción de la economía por empleado- creció incluso con mayor fuerza en 16,6%.

No obstante, durante el mismo período, el ingreso de una familia promedio bajó en 2,9 puntos porcentuales en comparación con 11,3%, nivel registrado en la segunda mitad de la década de los 90'. En este caso, los salarios de los hogares de origen africano o hispano cayeron más rápido. Asimismo, los empleados incorporados por primera vez al mercado laboral no recibieron buenos salarios.

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El salario promedio por hora tanto para los bachilleres y estudiantes universitarios cayó entre 2000 y 2005, mientras que pocos de los trabajos encontrados por ese grupo representaron beneficios laborales como por ejemplo, pensiones corporativas o el disfrute de un sistema de salud.

¿A dónde se ha ido el incremento?

Una forma de comprender lo que está pasando en EEUU es observar la ruptura entre cuánto percibe la economía por ganancias y cuánto por salarios.

La parte destinada a los beneficios corporativos se incrementó bruscamente de 17,7% en 2000 a 20,9% en 2005, mientras que la porción de salarios alcanzó un mínimo histórico.

Entretanto, una amplia sección de la fuerza laboral -los desempleados y aquellos que no están buscando trabajo- aún no han recibido los beneficios que se derivan del crecimiento económico.

Más desigualdad

Incluso dentro del grupo de estadounidenses con empleo, los frutos del crecimiento económico han sido distribuidos con más desigualdad dentro del mercado laboral.

Los ingresos percibidos por el 20% de las personas que más ganan han crecido mucho más rápido que lo que devengan aquellos que se ubican en el medio o al final de la escala de distribución de ingresos. El ingreso del 1% y el 0,1% de las personas en la cima de la escala ha crecido particularmente rápido…

(2009) La tasa de pobreza sube a su nivel más alto desde 1994

"Cuarenta y cuatro millones de personas en los Estados Unidos, o uno de cada siete habitantes vivieron en la pobreza en el 2009"… Tasa de Pobreza en Estados Unidos aumentó significativamente en el 2009, reveló el Censo (Noticias.com.co – Fuente: The New York Times)

(2010) EEUU: 43,6 millones de pobres (y en ascenso)

"En Estados Unidos hay 43,6 millones de pobres, equivalente al 14,3% de la población, la cifra más alta desde 1996 y que refleja los estragos causados por la recesión y la lenta recuperación económica experimentada"… Estados Unidos: histórico incremento de la pobreza (BBCMundo – 16/9/10)

"En los Estados Unidos, la clase media se avergüenza de haberse empobrecido. Golpeada por varios frentes, el inmenso colchón que aguantaba los ajustes de impuestos, las curvas del desempleo y las alzas del petróleo lucha por no bajar al escalón donde se encuentran los pobres"… La clase media de los Estados Unidos sigue en vilo (El Comercio – QuitoEcuador – 26/9/10)

(2011) Uno de cada seis estadounidenses es pobre (¿será el fin del "sueño americano"?)

"El número de pobres en Estados Unidos es superior en varios millones de lo que se pensaba, ya que una de cada seis personas, muchas de ellas mayores de 65 años, viven en la pobreza debido al alza de los costos médicos y de otros rubros, según cifras preliminares del censo difundidas el miércoles"… Cantidad de pobres en Estados Unidos puede ser mucho más alta (Primera hora.com – 5/1/11)

"El 45% de los parados de EEUU llevan más de 27 semanas buscando trabajo. Cerca del 11% de todos los parados habían estado buscando trabajo durante alrededor de 2 años o más en el cuarto trimestre de 2010"… (Libertad Digital – 22/2/11)…

La "circularidad" de la infamia (nunca tan pocos destruyeron tanto)

(Decía en su momento) Comencé este Paper con las mentiras de Bernanke ("Tócala de nuevo, Ben") y, "mira tú por dónde", la hemeroteca (gran enemiga de los políticos y altos "representantes") me brinda la magnífica oportunidad de cerrar este Apartado ("Visite USA") con otras mentiras del mismo autor. La leyenda de los tres millones de empleos (17/2/11)

A mediados de febrero apareció Ben Bernanke frente al comité presupuestario del Congreso estadounidense. Se trataba de que proporcionase a los honorables congresistas una visión experta del estado de la economía local, lo que aprovechó el presidente de la Reserva Federal para colocar un publirreportaje sobre las bondades de sus experimentos monetarios recientes, de cuyos efectos duda hasta el más santo de los inocentes.

Las dudas se centran en la posibilidad de impacto de un misil monetario en el punto débil de la recuperación, que no es otro que el persistente y elevado desempleo. Como bien dice Plosser, presidente del Banco Federal de Filadelfia y disidente en voz (que no en voto) dentro del Comité de Mercado Abierto, el detonante fundamental de la crisis fue una sobreinversión en ladrillo, y "no puedes convertir al carpintero en enfermero fácilmente, ni al broker de hipotecas en experto en ordenadores en una fábrica. (…) La política monetaria no puede reciclar a la gente. No puede resolver ese tipo de problemas."

¿La respuesta de Bernanke? Los titulares al día siguiente de su comparecencia: "La compra de bonos por parte de la Fed ha salvado tres millones de empleos". Y punto en boca. Magnífica manera de callar a los críticos, si no fuera porque esa cifra ya la habíamos oído antes, concretamente en boca de una subordinada de Bernanke, la vicepresidenta Janet Yellen.

Un mes antes de la comparecencia de su jefe, en un discurso en Denver, Yellen hablaba de los tres millones de empleos salvados por los programas de flexibilización cuantitativa, pero no en pasado, sino como proyección hasta final de 2012, todo ello basado en un trabajo publicado por economistas ¡de la propia Reserva Federal!, que habían trasteado con el modelo macroeconómico ¡de la propia Reserva Federal! O sea, tres millones de empleos virtuales validados por un modelo construido a base de las mismas relaciones causales que justifican la flexibilización cuantitativa como herramienta. Bonito razonamiento circular (el modelo dice que tiene que funcionar, así que lo implemento, lo introduzco en el modelo y el modelo dice que funciona).

Pero es que Yellen no fue la primera en navegar estas procelosas aguas de la contabilidad laboral creativa. Dos meses antes del discurso de la vice, Bernanke aseguraba a los senadores que sus programas de estímulo monetario crearían "entre 700.000 y 1.000.000 de empleos". Le debió de parecer poco y poco preciso al hombre. Así, en tres meses hemos pasado de "alrededor de un millón puestos de trabajo en un futuro remoto" a "tres millones a dos años" a "tres millones ya", empleos de regresión lineal y PowerPoint, pero qué más da.

Supongo que en algún momento las estadísticas mostrarán tres millones de empleos que atribuir a un tiempo a la flexibilización cuantitativa y a los programas de estímulo fiscal de Obama, otro contable creativo. Nos mean en la cabeza y dicen que está lloviendo. ¿Treta de plutócratas falsarios o vulgar insulto a la inteligencia de los ciudadanos?

Gota a gota (un inmenso panorama de sufrimiento y sueños rotos)

¿Pero, cómo se llegó a esta situación? ¿Es consecuencia de la "globalización"? ¿Es consecuencia de la crisis sub-prime? ¿Cuándo comenzó el "descenso a los infiernos? ¿Cuándo comenzó el fin -aunque no se dieran cuenta, o no quisieran darse cuenta- del sueño americano? ¿Cuándo comenzó la ficción de sustituir empleos por crédito?

En un artículo titulado "La lucha de clases política de EEUU" (Project Syndicate – El País – 23/1/11). Jeffrey D. Sachs (profesor de Economía y director del Earth Institute de la Universidad de Columbia, y asesor especial del secretario general de Naciones Unidas sobre las Metas de Desarrollo del Milenio), afirma:

… "El resultado es una paradoja peligrosa. El déficit presupuestario de EEUU es enorme e insostenible. Los pobres se ven exprimidos por los recortes en los programas sociales y un mercado laboral débil. Uno de cada ocho estadounidenses depende de cupones de alimentos para comer. Sin embargo, a pesar de estas circunstancias, un partido político quiere acabar con los ingresos fiscales por completo y el otro se ve arrastrado fácilmente, contra sus mejores instintos, en aras de mantener contentos a sus contribuyentes ricos. Este frenesí de recortes de impuestos viene, increíblemente, después de tres décadas de un régimen fiscal de élite en EEUU que ha favorecido a los ricos y poderosos. Desde que Ronald Reagan asumiera la presidencia, en 1981, el sistema presupuestario estadounidense se ha orientado a apoyar la acumulación de una inmensa riqueza en la cúspide de la distribución del ingreso. Sorprendentemente, el 1% más rico de los hogares estadounidenses tiene ahora un valor neto más alto que el 90% inferior. El ingreso anual de los 12.000 hogares más ricos es mayor que el de los 24 millones de hogares más pobres"…

En el Paper – "Tiempos modernos" ("realidades cercanas" de un capitalismo sin control) Parte I – publicado el 15/7/12, decía:

"La mentira se eleva a fundamento del orden mundial" – Franz Kafka

(Apartado 1) – Trabajando como esclavos (el robo del futuro)

(Algunos titulares de la Hemeroteca utilizada en el Paper, para que "no nos borren la memoria")

Historias del "minijob" (como funciona la "receta" en casa de Angie)

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12
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