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Conciencia de seguridad en directivos cubanos



Partes: 1, 2

  1. ¿Existe Conciencia de Seguridad en nuestros Directivos?
  2. La seguridad y protección en el ámbito mundial
  3. El contrato de servicios de seguridad. Tratamiento en el ordenamiento jurídico internacional

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Más allá de conceptos teóricos básicos y edictos legislativos, queremos compartir con ustedes algunas reflexiones que son el resultado de más de 20 años de estudio y experiencia en la gestión de seguridad a nivel estratégico y táctico en la sociedad, en correspondencia, con los estándares nacionales e internacionales de este sector.

¿Existe Conciencia de Seguridad en nuestros Directivos?

En este contexto, es importante significar que en nuestro caso, las condiciones sociales existentes con la implementación de los logros del proceso revolucionario que han convertido a nuestro país en el más seguro del mundo, han arraigado una concepción estrecha sobre la seguridad, menospreciando que la misma implica la existencia de un enemigo, ya sea este real o potencial y todo el pensamiento debe dedicarse a privar a este enemigo de motivación, capacidad u oportunidad de actuar.

Seguridad es un termino entendido pero no comprendido. Entendido porque cualquier persona, organización o empresa tiene una creencia de lo que debe ser seguridad. Incomprendido porque esta creencia generalmente esta distorsionada para su aplicación a la realidad o mejor dicho a la necesidad. Un caso claro es la creencia que la empresa tiene de lo que es seguridad, ¿para que sirve?, ¿Cómo se gestiona? Y que puede aportar al beneficio económico de la empresa.

Es así que la tesis fundamental que defendemos es que, hoy en día la actividad empresarial y de administración pública desaprovechan el beneficio que puede aportar la seguridad, dicho en plata, malgastan el dinero y desperdician oportunidades.

¿Cuántos Consejos de Dirección y de Administración tienen un sillón reservado para una cabeza pensante en función de la seguridad, salvo en el caso obvio de las empresas de seguridad? En los casos que lo tienen: ¿lo emplean?

Las organizaciones no piensan en la seguridad como una función de dirección sino como un servicio interno o externo dependiente de alguna otra función, como lo es el caso de la limpieza. Responsabilizando solo a las empresas de seguridad y protección, grupos de seguridad interna o serenos con la protección de sus bienes.

Es importante llegados a este punto tener claro, que significa organización, sus funciones y que significa seguridad, pues sino lo tenemos claro cualquier discusión es estéril.

Una organización es un organismo vivo y al igual que una célula en un ecosistema debe crecer y defenderse en un ambiente hostil debido a la existencia de amenazas externas(competencia comercial, administración criminales, etc) e internas(trabajadores, directivos y socios en competencia por los espacios de mercado y decisión), para lo cual ha racionalizado su propio funcionamiento compartimentando sus funciones(comercial, directiva, producción.[Fayol]) y clasificando sus niveles de decisión( estratégico, organizativo y gestional. [Anshoff] acoplándolos su tipo de servicio, producto, mercado, entorno en definitiva a su ecosistema.

La seguridad es una necesidad básica en la preservación de la vida y las posesiones, es tan antigua como la VIDA. Los conceptos de seguridad se encuentran ya en el inicio de la escritura. La evidencia escrita más temprana de conceptos relacionados con la seguridad se encuentra en códigos legales tales como el Sumerio (3000 ac) o el de Hammurabi (2000 ac).

La seguridad moderna, se desarrolló durante la Revolución Industrial, pues con su advenimiento el miedo a los incendios y a los delitos comunes impulsó la industria de la seguridad, proceso que se fue desarrollando hasta que en 1919, un ingeniero en minas y teórico del management Henry Fayol identificó la seguridad como una de las necesidades fundamentales de la industria y definió su objetivo: "…salvaguardar propiedades y personas contra el robo, inundación, contrarrestar huelgas y felonías y de forma amplia todos los disturbios sociales que puedan poner en peligro el progreso e incluso la vida del negocio. Es generalmente hablando, todas las medidas para conferir la paz y tranquilidad al personal".

¿Cómo es entonces posible que los máximos órganos de decisión de la administración pública o de la actividad empresarial deliberen e incluso paguen facturas millonarias a asesores sobre afrontar la competencia e implementar sistemas de gestión, tecnologías y olviden completamente adversarios con capacidad letal (Amenazas).

Si un problema de seguridad produce perdidas o afectaciones económicas, entonces este problema debe ser afrontado por toda la organización, sobre todo por la alta dirección de la misma como una prioridad.

Es por ello que la seguridad corporativa no existe ni en la naturaleza, ni en la sociedad, ni en contexto empresarial de forma natural, sino que es una condición a conseguir y obtener a través de decisiones y acciones.

Por tanto dentro de las organizaciones la seguridad debe ser una función homogénea al resto de las funciones de dirección, tales como lo son las funciones técnicas, contable, financiera, directiva, comercial.

La definición de seguridad para las organizaciones no debe ser tan estrecha como el uso de dispositivos electrónicos y guardias que custodian el acceso a un edificio esto es como confundir un folleto comercial con la estrategia de marketing de una entidad.

Por tanto el objetivo de la seguridad corporativa no es la protección en si misma sino la contribución que esta puede aportar al beneficio de la empresa en términos económicos-financieros, en otras palabras ayudar a la organización a estar en una mejor posición ante las amenazas externas e internas en el cumplimiento de su razón social.

Estamos intentando explicar que la seguridad trabajará desde el nivel estratégico, explotará el conocimiento y la motivación y dispondrá los acontecimientos, predecirá escenarios, reducirá riesgos y explotará el camino de la organización en antelación.

Para lograrlo es necesario alcanzar en la sociedad, una conciencia de seguridad, entendida como:

UN ESTADO MENTAL MEDIANTE EL CUAL UN INDIVIDUO ESTÁ CONSCIENTE DE LA EXISTENCIA DE UN SISTEMA DE SEGURIDAD Y ESTÁ CONVENCIDO DE QUE ESE SISTEMA ES RELEVANTE PARA SU PROPIA CONDUCTA.

 Esta definición enfatiza que la conciencia de seguridad es parte de un proceso consciente, es una actitud constante que puede mover al individuo a acciones específicas.

Debemos significar cuestiones generales, pero de gran importancia, partiendo de dos principios fundamentales:

La conciencia siempre va a existir en los individuos (Positiva o Negativa) con relación al Sistema de Seguridad implantado.

El Sistema de Seguridad es igual para todos en el lugar, pero todos no lo van a apreciar de la misma forma.

 Podemos, entonces resumir tres elementos fundamentales: 

  • La conciencia no es un concepto único, igual para todos, sino que varía presentando diferentes características para diferentes grupos de individuos.

  • Existe una relación entre los elementos del Sistema de Seguridad y la forma en que las personas lo verán y se preocuparán por él.

  • Es inevitable que el Sistema y sus elementos sean apreciados de manera diferente, debido a que varía el nivel o posición de los que lo aprecian.

Para organizar nuestro trabajo de "Hacer Conciencia" primero
debemos conocer los Grupos Funcionales que existen en el ámbito laboral.
De forma general estos se dividen en: 

  • Alta Dirección (incluye los máximos dirigentes y los funcionarios de más nivel)

  • Dirección Intermedia (incluye Jefes de Dirección y Departamentos)

  • Jefes de Unidades, Grupos y Divisiones de Trabajo.

  • Empleados y obreros

  • Personas que no son fuerza laboral del lugar, pero que interaccionan con él (clientes, visitantes, suministradores)

Como cada uno de estos grupos tiene sus peculiaridades específicas, es útil considerar cómo dirigirse a ellos para obtener la respuesta deseada.

Grupo 1: Los dirigentes principales son los que toman las decisiones de riesgo y por tanto deben ser conscientes del diseño que para la Seguridad se ha concebido. Como es a este nivel que se decide sobre la utilización de los recursos financieros, a ellos hay que hablarles en términos financieros, de ganancias, recuperación de inversiones: cuántas pérdidas se evitan con la inversión en Seguridad.

Si el Sistema que está implantado es apreciado por este grupo como que sólo utiliza fondos que no se van a recuperar, probablemente la actividad tendrá poco o ningún apoyo pues no habrá conciencia positiva. Es necesario que se exponga que el diseño establecido es eficiente porque realmente evita o reduce pérdidas, a partir de la demostración de la Relación Costo-Beneficio. Que la Protección es una Inversión y no un Gasto.

La Gestión de Seguridad se desarrollará sobre la base de modelos de actuación con valores cuantificables, que generen la conciencia en este grupo a partir de demostrar:

  • Existencia de beneficios reales.

  • Que los beneficios sean proporcionales con los recursos consumidos.

  • Que la dirección "comprenda" esa relación.

Grupo 2: Este grupo tiene una visión diferente del Sistema de Seguridad porque su objetivo es que el trabajo sea exitoso a su nivel, que salga bien y rápido. Si el Sistema de Seguridad le parece que está entorpeciendo o frenando su gestión, probablemente lo desaprobará. Esto a su vez, puede provocar fallos del Sistema en otros lugares de la empresa.

La consideración clave en este grupo es hacerles comprender que la amenaza de pérdidas es más crítica que cualquier demora en la tramitación. Que el Sistema va a ayudarle en la efectividad de su tarea de dirección.

Grupo 3: Parecido al anterior, pero sólo preocupado con un limitado proceso de actividad laboral (la que dirigen) y no con el funcionamiento global de una actividad.

Su conciencia dependerá de si percibe el Sistema como ayuda o inconveniente en los objetivos específicos por los que responde. Mientras el trabajo vaya a tiempo y cumpla los parámetros de calidad, él lo considerará efectivo. Las "pérdidas de tiempo" por medidas de seguridad serán vistas como indeseables. El Sistema de Seguridad, para él, puede oponerse a sus metas principales.

A este grupo debe persuadírsele de que las medidas de Seguridad se elaboran partiendo del análisis de vulnerabilidades reales que presentan la producción o los servicios y que, por tanto, la atención y el tiempo dedicados a ellas, son en apoyo a su tarea.

Grupo 4: Entre este grupo y los tres restantes existe una conexión, aunque la conciencia sea diferente. Si el Sistema de Seguridad es bien aceptado por los grupos de dirección, tendrá buena aceptación por los trabajadores en general.

Un trabajador que perciba interés por parte de sus superiores hacia el Sistema de Seguridad y que esté bien informado e instruido sobre el mismo, desarrollará una conciencia positiva. Aquí podemos recordar que la conciencia es un estado mental, lo que combinado con un ambiente adecuado, puede actuar de forma muy positiva en los individuos.

El ambiente lo define, por supuesto, la forma en que se implante, respalde, respete, el Sistema de Seguridad, por los grupos que están por encima de los empleados.

Grupo 5: Este amplio y disímil grupo también debe formarse su conciencia positiva sobre el Sistema, el cual debe aceptar y respetar, cumpliendo las medidas de protección dispuestas.

Debe brindársele todos los elementos sobre las medidas y regulaciones vigentes en el lugar, mediante lo que en la especialidad llamamos "La ley de Avisar".

A modo de conclusión debemos referir que concurren nociones cognitivas y volitivas sobre la seguridad en nuestros directivos, aunque las mismas no han alcanzado el nivel jerárquico necesario que garanticen un modo de actuación proactivo.

Aunque existen los cargos de seguridad a los diferentes niveles, no están cubiertos por capital humano idóneo, competente lo que genera un empleo de estrecho perfil de los mismos, desaprovechando las posibilidades de desarrollo y estabilidad que la gestión de seguridad tributa a la organización.

La gestión de seguridad no está respaldada económicamente en correspondencia con el patrimonio de cuya protección es responsable, existiendo la tendencia a disminuir los presupuestos y cargos de la actividad, limitando el empleo de las diversas soluciones de seguridad que se pueden materializar a partir de la combinación de fuerzas, tecnologías y conocimientos de seguridad.

A partir de estas reflexiones, ¿puede usted afirmar que es segura su organización?

Entonces:

"Entréguese por completo a todo lo que haga. Hacer las cosas en serio es divertido".

Wynton Marsalis

La seguridad y protección en el ámbito mundial

MSC. JORGE LUIS SANTOS CANSINO.

Mundialmente este negocio en franca expansión y crecimiento es reconocido por cuatro segmentos fundamentales de servicios, estos son:

Sin embargo la diversificación que se está desarrollando en este sector también incluye múltiples segmentos conexos entre los que se encuentran:

  • 1. Alarmas (fabricación, provisión e instalación)

20.Investigaciones

2. Armamento

21.Eventos (ferias, congresos, conferencias)

3.Automación de edificios

22.Marketing y management de seguridad

4.Blindaje de edificios y vehículos

23.Medios de difusión (periódicos, revistas, TV, Internet)

5.Capacitación y docencia

24.Monitoreo de alarmas

6.Cerrajería y afines

25.Negociadores de conflictos y secuestros

7.Circuitos cerrados de televisión

26.Planeamiento de respuesta ante emergencias

8.Comunicaciones

27.Prevención de pérdidas

28.Protección contra incendios

10.Consultoría y auditoria

29.Protección personal y guardaespaldas

11.Control de accesos – productos y servicios

30.Seguridad bancaria y financiera

12.Custodia de mercadería en tránsito

31.Seguridad con canes

13.Diseño e ingeniería de seguridad

32.Seguridad contra robos y secuestros

14.Fabricación de insumos de vigilancia

33.Seguridad de espectáculos

15.Fabricación de insumos electrónicos

34.Seguridad de la información

16.Gestión del riesgo

35.Seguridad de las comunicaciones

17.Identificación – productos y servicios

36.Seguridad del trabajo

18.Iluminación y señalización – productos y servicios

37.Seguridad del transporte

19.Importadores y exportadores especializados

38.Seguridad turística

Todos los sectores mencionados arriba se encuentran en fuerte crecimiento, en general mayor al 10% anual acumulativo, incluyendo a los sectores intensivos en tecnología, pese al retraso tecnológico regional.

Dimensión del negocio

De acuerdo con las mejores cifras disponibles, el mercado mundial de la Seguridad tuvo el año pasado un valor de 85,000 millones de dólares, con una tasa de crecimiento anual promedio del 7 al 8 %.

Estas cifras pueden discriminarse del siguiente modo:

Región

Mercado(MM Dólares)

Crecimiento(%)

Norteamérica

42,000

7 – 9

Europa

28,000

6 – 8

Japón

5,000

7 – 9

Latinoamérica

4,000

9-11

Resto del Mundo

7,000

10 – 11

TOTAL

86,000

7 – 8 %

Tabla – Valores de mercado y tasas de crecimiento

Según creencias de los investigadores en el tema en lo que respecta a Latinoamérica, el valor de mercado real es mayor al estimado por las estimaciones internacionales. La diferencia es imposible de cuantificar, dadas las tasas de informalidad del sector en la región.

Para analizar globalmente al sector de la seguridad el estudio se concentró en los dos actores principales: la demanda de estos servicios y su oferta. Luego se enriquecerá el análisis estudiando la dinámica del vínculo que los une, y esbozar las principales tendencias emergentes en el sector.

Los cuatro principales elementos que caracterizan a la oferta de Seguridad son concentración, profesionalización, incorporación de tecnología y principalmente mejora.

– El origen

La casi totalidad de las empresas del sector se iniciaron de modo semejante: a partir de uno o más funcionarios provenientes de las fuerzas públicas de Seguridad (Fuerzas Armadas y de Seguridad) que, al acogerse a su retiro – y en ocasiones antes – iniciaron la empresa.

La inmensa mayoría de las organizaciones latinoamericanas de seguridad privada, aún hoy son emprendimientos familiares.

Y si bien hay empresas que cuentan con grandes dotaciones (por ejemplo compañías mexicanas o brasileñas con más de 10,000 guardias cada una, y en toda la región hay quizás unas 320 empresas que emplean a más de 1000 hombres), la inmensa mayoría de las organizaciones dedicadas a los distintos segmentos de la Seguridad tienen menos de cien empleados.

– Concentración

A medida que madura, el sector de la seguridad privada se concentra. Muchas de las empresas más pequeñas o ineficientes van quedando fuera del mercado – habitualmente por problemas de costos, de calidad de servicio u otros –, y las grandes organizaciones ganan porciones crecientes del mercado.

– Profesionalización

Un sector como el descrito – que madura, gana escala, se hace más intensivo en conocimientos específicos, incorpora a grandes competidores multinacionales – requiere gerentes y directivos crecientemente profesionales para su gestión.

Este profesionalismo va mucho más allá de los conocimientos operativos necesarios para organizar un dispositivo de protección. Empresas con dotaciones de cientos o miles de empleados, con ventas anuales de millones de dólares y negocios a largo plazo con clientes multinacionales, deben ser gestionadas por gerentes profesionales.

– Incorporación de tecnología

El ritmo de cambio tecnológico en seguridad se ha vuelto avasallante. Presenciamos la continua aparición de nuevos métodos de vigilancia, tele vigilancia, prevención, control de accesos, detección y mil etcétera, con nuevo equipamiento que reemplaza rápidamente a las generaciones tecnológicas anteriores.

Algunos de los cambios tecnológicos que impactan sobre el sector de la seguridad se relacionan con el avance de los dispositivos que reemplazan a los agentes por dispositivos electrónicos tales como sensores, cámaras de video, etcétera.

– Mejora

Mejora es la palabra que más caracteriza a la oferta del sector de la seguridad en Latinoamérica en los últimos diez años. Las empresas de todos los países no solo crecen: mejoran de modo continuo, perfeccionan sus procesos, ofrecen más y mejores servicios, profesionalizan sus niveles gerenciales y directivos, se internacionalizan.

Los principales segmentos de la demanda de seguridad son la pública, la empresarial y corporativa, la del sector de la seguridad privada y la proveniente de Pymes y particulares.

A su vez, los principales elementos que globalmente caracterizan a la esa demanda son su concentración, aprendizaje, sofisticación y principalmente aumento.

– Demanda Pública:

En varios de los países es la de mayor valor económico. Este subsector de la demanda está conformado por organismos públicos cuya seguridad el propio Estado está dejando de brindar por distintas razones.

Esta demanda pública en general se relaciona con la provisión de agentes y dispositivos electrónicos, pero se observa una composición rápidamente creciente de demandas no tradicionales, como por ejemplo de construcción y gestión de establecimientos carcelarios.

– Demanda empresarial y corporativa:

En valor económico, este segmento de la demanda en general se encuentra en segundo lugar detrás de la demanda pública, en gran crecimiento. Dada la situación regional, para las empresas de muchos países la seguridad se ha convertido en un factor más de producción, con cierta frecuencia crítico. Además de los tradicionales agentes, la demanda corporativa de seguridad también contiene múltiples segmentos y nichos no tradicionales e invisibles para personas ajenas al negocio, como por ejemplo los servicios de "inteligencia competitiva", y aparecen nuevas demandas corporativas casi diariamente.

– Demanda del sector de la seguridad privada:

Se relaciona con la subcontratación de algunos servicios de seguridad privada por parte de otras empresas del sector, por cuenta de clientes finales. Este segmento crece a más de 10% anual y seguirá haciéndolo, porque muchos de los principales proveedores de seguridad se concentran en sus habilidades centrales, tercerizando servicios en subcontratistas especializados.

– Demanda de Pymes y particulares:

Aunque se trata de la población de clientes más numerosa, en general es la de menor valor económico (en muchos países, < 15% del total). En general este segmento demanda servicios de seguridad de menor complejidad (agentes, monitoreo de alarmas, custodias) y de baja facturación unitaria. Frecuentemente, para atender a este segmento de la demanda, las empresas de seguridad forman una o más unidades de negocio relativamente independientes o directamente empresas separadas.

– Concentración.

La demanda corporativa de seguridad privada en Latinoamérica se concentra al ritmo de los negocios generales en la región. Entre otros factores a esta concentración han coadyuvado la apertura económica de casi todos los países y la ola privatizadora de la década pasada, que han dado como resultado la desaparición de gran cantidad de empresas locales y la concentración de sectores económicos completos, muchos de los cuales se han convertido en mono u oligopólicos (telecomunicaciones, energía, etc.), o quedan crecientemente concentrados (banca, supermercados, etc.). La concentración de los sectores corporativos de la demanda facilita la concentración del propio sector de la seguridad.

– Aprendizaje y sofisticación

Hasta hace unos pocos años, los responsables de la compra de servicios corporativos de seguridad privada eran personas sin conocimientos técnicos en seguridad: jefes o gerentes de personal, de compras, etc. Muchas organizaciones gubernamentales y empresas solían comprar sobre la base de precio, de amistad o, con cierta frecuencia, de sobornos.

Estos mecanismos no han desaparecido. Pero una parte sustancial de las empresas, en especial las más grandes, han incorporado los roles de jefe o gerente de seguridad, para los que suele contratarse a personal retirado de las fuerzas armadas o de seguridad. Y las empresas multinacionales, que en general toman muy en serio el tema de la seguridad de su producción, instalaciones y ejecutivos, además de tener responsables de seguridad por país, suelen tener un gerente regional para el tema.

Pero incluso en las empresas locales sin estos funcionarios calificados, aunque más aún en ellas, luego de años de comprar seguridad privada ya han aprendido a hacerlo, y se han vuelto muy exigentes tanto en cuestiones relacionadas con el diseño y prestación del servicio de seguridad que reciben, como con su precio.

Este aprendizaje además lleva a una creciente sofisticación de la demanda: servicios de mayor calidad, creciente complejidad, requerimientos de experiencia previa y diseño conjunto con el prestador. No todos los oferentes están en condiciones de satisfacer estos niveles crecientes de demanda, lo que se convierte en un nuevo factor que facilita la concentración del sector.

– Aumento

De todos los factores que caracterizan a la demanda de seguridad privada, el más relevante es su aumento. Hablamos de un aumento continuo y sostenido, desde hace varios años y en todos sus segmentos. Para dar solo dos ejemplos, la demanda de guardias de seguridad crece en toda la región a un ritmo de 5 – 9% anual acumulativo, y el del monitoreo de alarmas a tasas de entre el 8 y el 20% según el país. Se espera que en los próximos cinco años se mantengan altas tasas de crecimiento en casi todos los segmentos de la seguridad privada en la región, quizás con la excepción de algunos pocos tales como el transporte de valores en algunos países.

Dado que tanto la demanda como la oferta de seguridad mejoran de modo continuo, los vínculos entre ambas van evolucionando hacia nuevas formas más profesionales y abarcativas, superando la óptica meramente operativa.

Además el foco del vínculo también se ha desplazado hacia el costo-beneficio de ambas partes, y los diferentes modos de medirlos.

Contratos más largos

En la medida que la demanda corporativa de seguridad se vuelve más compleja y se relaciona con aspectos más amplios de la situación del cliente, se requiere por una parte una negociación mas larga previa a la firma de cada contacto importante, y también suele ser necesaria una mayor inversión en equipamiento y tecnología.

Esto también alcanza al sector de la demanda de Pymes e individuos, cuando el equipamiento necesario es aportado por la organización de seguridad, y se amortiza a lo largo de la vida del contrato.

– Alcance regional

Los servicios de alcance regional pueden ser brindados por organizaciones de seguridad multinacionales, con base en varios países de la región, o bien por empresas locales reunidas bajo figuras asociativas tales como redes, consorcios, etc. Ambas formas ya están funcionando en nuestra región, y la tendencia a la firma de contratos de más largo alcance temporal y geográfico se acentuará, en la medida en que los negocios de la región continúan concentrándose.

– Criterios más complejos de selección de contraparte

A medida que la seguridad es comprendida como un insumo crítico para muchas organizaciones, va dejando de seleccionarse al prestador de servicios de seguridad por precio. .

– Tendencias Emergentes en el Sector

Las cuatro tendencias principales en el sector son la muy aguda rivalidad entre las empresas – a la que se caracteriza como hipercompetencia –, a su rápida segmentación y sofisticación, al avance de las formas cooperativas de agregado de valor, y a una mayor concentración en el marketing de retención por parte de las organizaciones de seguridad.

Hipercompetencia

Si bien la tendencia a la concentración en el sector de la seguridad es rápida y evidente, por el momento continúa siendo un sector muy fragmentado, con enorme cantidad de empresas oferentes – incluso con oferentes públicos ofreciendo servicios privados –, muy aguda rivalidad, enorme lucha por precio y un sustantivo porcentaje de nuestros mercados abastecido por la oferta informal o ilegal. Esta hipercompetencia, que está elevando los costos de competir, se mantendrá aún algunos años, con diferencias según el país considerado.

Segmentación y sofisticación

Hasta hace relativamente poco tiempo, las empresas de seguridad de la región eran "especialistas en todo". Ya fuera que se requiriera un servicio de agentes, investigaciones, custodia de una personalidad, o dar protección a un banco, un puerto o un barrio privado, el proveedor era el mismo.

En los últimos años la situación ha ido cambiando, motorizada por la creciente sofisticación y aprendizaje de la demanda y la formación de capacidades y progresiva especialización de muchos de los oferentes. Ahora existe una oferta visiblemente más especializada, y muchas empresas capaces de ofrecer servicios de "clase mundial". Las tendencias a la mayor segmentación del mercado, y a la creciente sofisticación de la oferta, continuará profundizándose en los segmentos más dinámicos del sector.

Valor agregado conjunto

En la región también se extienden las formas de trabajo colaborativo entre proveedores y clientes de seguridad, principalmente en los segmentos corporativos del sector. Se generan vínculos a mas largo plazo, basados ya no en relaciones antagónicas, sino en la búsqueda de formas de agregado conjunto de valor para ambas empresas. Esta es una tendencia incipiente, que se afirmará en la medida en que el sector avance en la transición hacia su madurez.

Marketing de retención

La situación competitiva ha elevado sustancialmente los costos en el sector, en particular los costos de obtención de cada nuevo cliente de seguridad, especialmente en segmentos de la seguridad corporativa en los que además el proceso de negociación no solo es mas caro, sino también mas largo y cargado de incertidumbre.

Dado que en general las fuerzas de venta de las empresas de seguridad de la región son muy pequeñas, y particularmente en el sector corporativo suelen ser de entre una y tres personas, muchas empresas tienden a concentrar los esfuerzos de ese grupo tan pequeño en reforzar sus vínculos con sus clientes actuales y generar nuevos clientes a través de recomendaciones de cliente satisfecho, en lugar de desgastarse en la búsqueda abierta de nuevos clientes en mercados de enorme rivalidad.

La seguridad en el ámbito mundial enfrenta grandes desafíos, en un momento de rápida consolidación del sector. Los principales son:

  • Trabajar en una Seguridad crecientemente globalizada

  • Gestionar el riesgo

  • Aprovechar las nuevas oportunidades de negocios

  • Oportunidades en los negocios tradicionales

  • Oportunidades en nuevos negocios

  • Cimentar el crecimiento

Entre las perspectivas para el futuro próximo del sector, ya esbozadas, se encuentran:

  • Profesionalización y legalidad, para los Colegas y sus organizaciones en toda la región, como requisito básico para trabajar en los negocios y segmentos más atractivos de la seguridad.

  • Contratos más extensos y regionales, tendencia que continuará fortaleciéndose a medida que los clientes corporativos se concentran y la globalización avanza.

  • Standard unificados en la prestación de servicios de seguridad, tendencia aún incipiente que avanzará motorizada por la demanda de los clientes multinacionales y con una futura convergencia de las legislaciones en la región, por ahora hipotética.

  • Mayor colaboración con las fuerzas públicas de seguridad, en una interacción impuesta por lo complementario de sus esferas de actuación y por la realidad regional, y que ganará calidad con el mayor conocimiento mutuo de los actores y el perfeccionamiento de las legislaciones nacionales.

  • Crecimiento y consolidación del sector, como factores dominantes del escenario y que se mantendrán al menos en el próximo decenio.

A modo de conclusiones, en un sector como el descrito, y pese a la dura competencia, creemos en un futuro muy positivo para las empresas, cuyas principales características serán:

  • Crecimiento y consolidación empresaria, a partir del aumento continuo y sostenido de todos los segmentos de la demanda.

  • Gestión profesional, superando las ópticas centradas en las operaciones – con funcionarios con mentalidad tan empresarial como el que ya hoy se encuentra en los sectores de servicios más avanzados – y mejores posibilidades de formación gerencial para los directivos del sector.

  • Mejora de productividad y la calidad de servicio, motorizados por el aprendizaje realizado por las propias empresas y sus instituciones, por el mayor control gubernamental y por una demanda progresivamente más selectiva y entrenada.

  • Mejores negocios en todos los segmentos, para las empresas que sobrevivan al cambio estructural del sector.

Muchas Gracias.

El contrato de servicios de seguridad. Tratamiento en el ordenamiento jurídico internacional

LIC. JOSÉ LEONARDO LÓPEZ GARMENDIA

La Seguridad es una necesidad básica en la preservación de la vida y las posesiones, es tan antigua como la vida. Los conceptos de seguridad se encuentran ya en el inicio de la escritura. La evidencia escrita más temprana de conceptos relacionados con la seguridad se encuentra en códigos legales, tales como el Sumerio (3.000ac) o el de Hammurabi (2.000ac).

Más tarde, aparece en obras generalmente refiriéndose al arte de la guerra y gobierno: la Biblia, Homero, Sun Tzu, Cicerón, entre otros son ejemplos relevantes de obras y autores donde ciertas evidencias de temas y principios de seguridad son halladas.

Otra evidencia puede ser encontrada en la arqueología y la antropología. Por ejemplo, podemos razonablemente asumir que la cultura y habilidades de seguridad son reconocibles en actuales culturas primitivas que son muy cercanas a las de los ancestros. Como informan los antropólogos, las organizaciones sociales primitivas revelan un profundo conocimiento y sofisticada aplicación de los principios y funciones básicas de seguridad.

Desde su nacimiento, las personas son instruidas, vía tradición y entrenamiento, y/o vía imitación, en las habilidades para la seguridad. Los bebes son instruidos en no llorar en las proximidades de un enemigo, y son entrenados desde su infancia en reconocer y evitar peligros, a dar alarma, y a esconderse y refugiarse en caso de necesidad.

Los hombres jóvenes físicamente fuertes (y a veces las mujeres)  son requeridos para mantener erectas, guardar, mantener y defender barreras físicas. Los asentamientos son reforzados con fuegos y primitivas empalizadas (hechas de ramas de plantas espinosas), que son frecuentemente adornadas con las cabezas de enemigos muertos, signos mágicos y tabús, con el fin de incrementar el valor "intimidatorio". Pueblos primitivos domesticaron animales para obtener alarma y soporte, para reaccionar organizadamente como equipos, de acuerdo con bien planeadas y ensayadas tácticas, cuando el combate era considerado inevitable, o cuando la potencial pérdida fuera letal.

La evidencia de medidas de seguridad acompaña cada descubrimiento arqueológico. Cerraduras, puertas fuertes, ventanas selladas, trampas, cajas fuertes, sistemas de alarma, barreras físicas y escudos son conocidos y usados desde el principio de la civilización. La más antigua cerradura conocida data de 4.000ac, y fue encontrada en el palacio de Sargon, Khorsabad, cerca de Nineveh. En el mismo periodo, el dibujo de una cerradura fue realizado en el templo de Karnak, en el valle del Nilo. En el 1.000ac, el dios egipcio Anubi fue representado  con una llave en su mano derecha. La caja fuerte más antigua conocida fue encontrada en Pompeya y datada en el siglo II ac; realizada de madera con bandas de hierro, tiene una mecánica muy sofisticada. Es muy similar, en su concepción, a las cajas utilizadas hasta el siglo pasado.

De acuerdo con la evidencia anterior, no existe duda de que los conceptos de alertar, evitar, detectar, alarmar y reaccionar son tan viejos como la vida misma, siendo una parte esencial de la pugna diaria por la vida, y están fundados en el instinto básico de supervivencia.

Primitivos seres humanos estaban ciertamente alerta sobre los peligros, y antes de que métodos defensivos emergieran, sólo podían reaccionar como los animales, intentando tanto evitar las amenazas más temidas, o eliminado su causa, dentro del bien conocido patrón de "luchar o huir (flight or fight)".

Los conceptos y principios de seguridad han seguido un patrón de evolución dentro de la organización social, desde la familia al clan/banda, tribu, reino y estado. Muy pronto fue claro que los grupos eran menos vulnerables a las amenazas que las personas individuales: proveían una disuasión/intimidación por su mero número; hicieron posible la organización de centinelas y guardias, y facilitaron tácticas básicas defensivas.

La institución de la familia y el descubrimiento de técnicas básicas de agricultura aportaron una importante limitación del fundamental principio de escape: la exigencia de defender la familia, la residencia y los medios de supervivencia (niños, reservas de comida, cosechas y porciones vitales de territorio) de animales y enemigos.

Con objeto de preservar su margen de supervivencia, las personas limitadas en su posibilidad de escapar tuvieron que concebir una manera de resolver la nueva desfavorable ecuación de "luchar o huir".

Esto fue conseguido al poner en la balanza su elemento negativo (limitación de movimiento y espacio) con algunos factores de eficiencia, sobretodo aquellos de organización y "deterrencia" (intimidación/disuasión). 

Los seres humanos aprendieron rápidamente que la mera existencia de medidas protectoras era frecuentemente suficiente para descorazonar a los adversarios con intenciones agresivas. Dolorosas experiencias enseñaron a los atacantes que buscaban penetrar las organizadas defensas que las pérdidas eran a menudo inaceptables y frecuentemente fueron disuadidos de nuevos ataques.

 Probablemente, el próximo paso en la evolución
de la seguridad fue la emergencia de la especialización, primero por
la división entre la seguridad interna y externa, y después entre
la seguridad privada y pública. Con la aparición del estado y
la confianza de su defensa a un organizado ejército, la responsabilidad
de la seguridad interna se relevó gradualmente de la fuerza militar a
la fuerza civil.

La seguridad externa (p.e., aquella preocupada por la amenaza de otros estados) no fue identificada con la paz, sino con la improbabilidad de la guerra. Esto debía ser obtenido a través de la diplomacia, y particularmente alcanzando la superioridad militar sobre los posibles enemigos.

En muchos casos, la aproximación de los estados a la seguridad externa estaba basada más en un principio de intimidación y disuasión ("Si vis pacem, para bellum"), que en aquellos de alianza y cooperación. Guerra, ataques preventivos, retribución militar, intercambio de prisioneros, eran los medios usuales para asegurar la paz y la seguridad. Esto también podía ser conseguido por medio de la sumisión, lo cual normalmente requería la abdicación de la soberanía.

Cuando la sumisión y las alianzas eran descartadas, impracticables, poco fiables o inaceptables, y la "deterrencia" era insuficiente, entonces el atajo de la seguridad externa era muy simple, "Pax Romana", p.e. la paz a través de la aniquilación física del enemigo. La continua exhortación de Catón al senado romano, "Delenda Carthago", es un ejemplo.

La evidencia literaria citada y la historia en general indican que, en el mundo antiguo, la seguridad pública estaba, básicamente, basada en la seguridad interna. Ambas eran principalmente consideradas por los legisladores por el rol que podían jugar en la estabilidad de los gobiernos, esto es, en su propia seguridad.

Parece que los términos de la moderna seguridad pública (como una responsabilidad de lo público para los ciudadanos, así como un instrumento de gobierno) emergen únicamente cuando la complejidad del estado y las demandas de los ciudadanos obligaron a los legisladores a interesarse.

Una posible explicación es que la seguridad fue generalmente interpretada a través de los siglos más un bien privado que público. Esto tiene más tarde una interesante discusión sobre la utilizada de la seguridad.

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