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Consumo de sustancias psicoactivas: La alienación



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. El esconderse en su propia coraza
  3. El paraíso perdido
  4. Todos en la picota
  5. ¿Normalidad/anormalidad?
  6. ¡Los dioses tienen cara en los hongos enteógenos!
  7. La notificación
  8. Citas de internet y vínculos

LA ALIENACIÓN. Doc. I

Introducción

Se ha comprobado que el manejo de las SPAs tiene una manipulación comercial y política. "Hoy por hoy, la realidad y la dinámica propia de las estrategias que se establecen para combatir el avance de la producción, consumo y negociación de las SPAs y derivadas en el escenario continental, deben entrar en un serio análisis y reflexión".

Tanto para Marx como para Hegel, la alienación describe que cuando el sujeto no se posee a sí mismo, cuando la actividad que realiza le anula, le hace salir de sí mismo y, le convierte en otra cosa distinta a la que él mismo propiamente es cuando se expresa que dicho sujeto está alienado; la alienación describe la existencia de una ruptura dentro de un sujeto, de un no poseerse totalmente y, como consecuencia de ello, comportarse de un modo contrario a su propio Ser.

La alienación principal es el desequilibrio económico, el que se da como consecuencia de la estructura socioeconómica que descansa en la propiedad privada, pero no se agota en ella, pues también se expresa en la alienación religiosa, política, e intelectual. ¡Ahora en la alienación por las SPAs! Se puede entender toda la propuesta filosófica de Marx, como el intento de crear una filosofía que permita comprender las causas de la alienación "y en último término del sufrimiento humano" y, encontrar su solución. Una filosofía que no sirve para resolver los problemas de la vida cotidiana, para curar las heridas del alma, no interesa, decía Juana Sánchez-Gey.

Existe una situación particularmente inaceptable para los más pobres, porque las leyes e instituciones más discriminatorias son las que gobiernan la actividad económica, por caso la red bancaria.

Todo esto influye en el pensamiento de un pueblo desesperado, de una generación que se ve manejada y alienada por sus mayores. Es una juventud que no encuentra salida al despilfarro, a la corrupción y al egoísmo de un País contratista y alcabalero. Toca a muchos medios de comunicación social, que antes de cumplir fielmente con su misión de voceros, de fiscales, de informadores de la verdad, de orientadores de la comunidad, se colocan al servicio del mejor postor. Es el destino de una muy bien orquestada política.

El pequeño y mediano industrial, aquel que posee un escaso capital para trabajar, para hacer empresa, y cuya producción no alcanza a competir con el mercado de los poderosos, tiende a desaparecer absorbido por una avasalladora tecnología que plantea la macro industria, la globalización y el neoliberalismo modelo económico que para finales del Siglo XX, hizo que en este País el producto nacional creciera a la tasa más baja del Siglo.

El profesor Stiglitz, premio Nobel, en su libro, Malestar de la Globalización, indica que el neoliberalismo se basó en la teoría de la mano invisible, anunciada por Adam Smith, en la que el mercado por sí solo conduce a la eficiencia y, recuerda que esta teoría es sólo válida dentro de condiciones muy restrictivas, bajo condiciones necesarias, muy al contrario de lo que sucede en el País.

Así mismo veía, Smith, el mercantilismo como un sistema en que los comerciantes e industriales pedían sus propias regulaciones y fuentes de ingreso, y el Estado se las proporcionaba. Esto es lo que se ve en la famosa sociedad civil encabezada por los "cacaos" y las grandes empresas.

Lo anterior no es más que la deshumanización lograda por la tecnología de punta en manos de pocas manos poderosas, aquella que intensifica la superpoblación de desempleados en las ciudades. Día tras día, es mayor la avalancha de gentes del campo que a causa de la guerra, y del desplazamiento pasan a engordar los "cordones de miseria".

Las ciudades se convierten en imán terrible para las gentes del campo, muchos millones están desplazados de sus tierras y, ven las soluciones a sus problemas en el neón, en las vitrinas de los almacenes, en la posibilidad de tener una casa sin cuota inicial, en la cercanía de la escuela con mejores docentes, en un buen trabajo, que además no se consigue y, si se logra es por debajo del salario mínimo; en el empleo como servicio doméstico, en bares, en cafés, en la prostitución o, simplemente como jíbaros. Es la triste realidad del hombre desplazado. ¿Guarda relación el maltrato infantil con la prostitución? De un modo lastimoso y para condena de la sociedad, la respuesta es afirmativa, así lo indica Antonio Caballero.

En lo que al País se refiere, esa apertura de una sola vía ha tenido al menos dos consecuencias nefastas. Una es que el País, que antes exportaba alimentos, ahora los importa. La otra, peor aún, es que a los campesinos en quiebra e improductivos sólo les han quedado tres salidas para sobrevivir. La primera, consiste en irse a buscar trabajo a las ciudades, en donde no lo hay, porque la apertura ha hecho de las suyas también con la industria; así que una vez en las ciudades tienen que dedicarse a la mendicidad o a la delincuencia.

La segunda salida, consiste en buscar el único empleo remunerado que queda en el campo, siendo el empleo armado: enrolarse en las filas del ejército, de la guerrilla, de la delincuencia común, o de los paramilitares. La tercera consiste en dedicarse a sembrar marihuana, coca o amapola, que son las únicas cosechas que no sufren de la desleal competencia favorecida por muchos Países ricos; y que además están subvencionadas, ellas sí, por la prohibición que multiplica su precio.

Esas tres salidas fomentan las violencias. La primera, porque alimenta la delincuencia urbana. La segunda, porque garantiza la oferta de mano de obra para la guerra rural y urbana. La tercera, porque de ella viene la financiación que necesitan los aparatos armados de esa misma guerra.

Hay que evitar a toda costa, que el hombre y la mujer, dejen de ser ellos mismos y, se conviertan en objeto de alienación de unos ideales poco prácticos para soluciones bien concretas. El hombre desesperado empieza a girar en procesos muy dolorosos de adaptación y ajuste en sus relaciones humanas.

La unidad básica de producción, de ajuste laboral, es la vida de la comunidad campesina, en donde cada uno no es ficha, sino el grupo en donde todos son personas. De esta manera, en el campo no habría consumo de SPAs, ni prostitución, ni agresividad colectiva.

Eric Fromm dice: "esta sociedad a pesar de su progreso, socava la seguridad interior, la felicidad, el amor, la razón y la capacidad de amor. Convierte al hombre en autómata frustrado y desesperado que se oculta bajo un frenético afán de trabajo y de supuestos placeres".

El amor es aceptación, simpatía, confianza, amabilidad, afinidad, devoción, adoración, ágape (amor espiritual). Sé amable, pues cada persona con la que te cruzas está librando su ardua batalla… decía Platón.

Pero el olvido de lo que en el momento no tiene importancia se tiene que entender. En primer lugar da sentido al trabajo, es la de una persona y no la de un ser manipulado y alienado, y sobre todo concentra todos los placeres experimentados en una proyección futura que los supera.

El goce que se trata de alcanzar es un imaginario construido con el saber precedente. No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer, decía Goethe. No se trata de un resultado contable que resuma las experiencias pasadas, es algo más que las limitaciones del material en las que se basa, puesto que hay un Proyecto que es trabajado de una forma especial.

No es que el consumidor de marihuana se empecine en realizar una Prevención de sanación en forma ilusa e imposible, sino que el infinito cerebral garantice una eterna movilidad de las listas de mérito. Este es el caso también de muchas reglas de juegos, como sucede con el ajedrez, en el que se pueden realizar un número intransitable de partidas.

El esconderse en su propia coraza

Se ha enseñado a depender de todo. Es como lo dijera Shekel, "el hombre es un Malí-Malí. Hay obsesión por la posesión de objetos. Algunas personas parecen una vitrina ambulante de bagatelas. ¡Ni qué decir de las casas de muchos! En nada se diferencian de los baratillos de pueblo.

El hombre de la modernidad y la posmodernidad ha llenado su mundo de comodidades. Siente la necesidad imperiosa de evadirse por los objetos de consumo. Se rehúsa de sí mismo con sus juguetes: el automóvil y los aditamentos para el mismo; los muchos y costosos adornos, la ostentación de bienes. Todos son juguetes, que cuentan en su salud mental; no puede resistir su propia creación porque en ese mundo aparentemente feliz, parece haber olvidado la dimensión del hombre: la misma que los consumidores de SPA buscan en sus viajes por el mundo de la ilusión y la alucinación.

En nada se diferencian los unos de los otros, los consumidores de baratijas y los consumidores de SPAs. Ambos son presos del consumismo. La diferencia está en que el uno es social, da status, da poder; el otro es clandestino, produce soledad, angustia y hasta la muerte.

Lo confesaba Huxley y así lo han venido pregonando sus incontables seguidores: "El afán de fuga, o de auto trascendencia, no puede "abolirse"; podrán crear sustitutos de naturaleza social y tecnológica, religiosos, sicológicos, educativos o atléticos, pero quedará la necesidad de tomarse vacaciones químicas del intolerable sí mismo y del ambiente".

Alguien decía en una de sus trabas: ¡estoy en la era química! "La química no ha de servir solo para darles dinero a los industriales y armas a los ejércitos; que cumpla el hermoso servicio de ser instrumento para la búsqueda interior". "Es el descubrimiento maravilloso de una nueva dimensión del mundo y los condicionamientos han creado una civilización hecha por hombres y mujeres enloquecidos por las máquinas". Decía un muchacho en la Universidad: "Huxley escribió su libro en los límites de la percepción con una descripción de sus hallazgos interiores, bajo el influjo de la mezcalina".

Es un decir estudiantil, una revolución de cafetería y nada más. Porque la creatividad, la visión del futuro, del más allá, de los sentidos positivos, de los cinco enseñados en la escuela, no necesitan del hashish "llamado también hachís, hasch, chocolate, mierda. "Hay cerebros perceptivos, muy perceptivos, visionarios, capaces de manejar todo su potencial electroquímico y electromagnético." (VIII) Son unos verdaderos procesadores de información y creadores de paradigmas; y no necesitan, para nada, de la sustancias psicoactiva para ser grandes. Si alguien agotara su encéfalo en líneas y recorridos de posibles empresas, arruinaría su razón de ser como ser humano: se convertiría en caminante sin rumbo.

El paraíso perdido

Cuando el mundo de los objetos, la creación del hombre, la naturaleza, el ambiente son el "paraíso terrenal," bajo la influencia de las SPAs; entonces los sentidos del hombre dejan de estar subordinados a los conceptos y prejuicios, son ellos mismos una fuente de conocimiento puro, pero como en el comienzo de la vida, todo en blanco. Hay que empezar a grabar impresiones que se van superponiendo, que se van haciendo químicas, ideales, codificables.

Un consumidor deliberado definía esto así: "Es mirarlo todo con los ojos de niño". Si ya no conserva su capacidad de juicio y cada vez se "toca" más, renunciando a su propio comportamiento real, entonces su asunto es de un profundo pesimismo. Le falla su salud mental. Va en camino de la adicción deliberada.

Es todo un comportamiento infantil. Es un estado de dependencia química y física. Los conceptos de espacio y tiempo que tan notablemente condicionan el conocimiento, deparasen bajo la sustancia psicoactiva. El efecto es mayor cuando utilizan LSD, -éste produce una serie de reacciones complejas y generalmente entremezcladas-. Estimula el sistema nervioso central, lo que se traduce en cambios de estado de ánimo, dilatación de las pupilas, aumento de la temperatura del cuerpo y de la presión arterial, aparición de alucinaciones, ansiedad; agudiza la vista, el oído, el tacto, y en general, amplía muchísimo la sensibilidad. Pero al mismo tiempo, a la persona le resulta difícil concentrar la mente en algo y poder hablar y explicar lo que piensa dentro de una percepción exacta.

El momento que viva el consumidor de SPAs, los motivos por los que consume, las condiciones en que lo haga, el que esté solo o acompañado y la pureza de la sustancia, tienen mucho que ver con las respuestas de la primera experiencia. Precisamente por esa especie de desdoblamiento de la personalidad que produce, próxima a la psicosis, es que la persona puede observarse a sí misma como "desde afuera". Causa en algunos novatos que viven su experiencia en solitario, una enorme crisis de angustia que puede conducir al suicidio, pues creen que se han vuelto locos -cuando utilizan hongos-, en forma especial el stropharia cubensis, que se encuentra en algunos setos, sobre todo en México y Colombia. Hay que tener muy en cuenta que los alucinógenos como los hongos, no crean y no construyen; movilizan y combinan conocimientos y experiencias pasadas, modifican totalmente la percepción de las experiencias presentes.

Todo individuo es dueño de su cuerpo, de su mente y puede decidir libre y responsablemente qué hacer con ellos sin agredir al Otro. La persona que libremente, sin coacción, decide emplear sustancias, debe asumir las consecuencias de sus propios actos. El consumidor puede contratar un servicio de desintoxicación o pedir ayuda, confiar en los servicios de salud pública o privada y/o voluntaria.

Si una persona tiene un problema con las SPAs, no es legítimo que obligue a los demás a ayudarle o les imponga normas restrictivas. Al decidirse, puede contratar con otros voluntariamente que le impidan drogarse. Todo propietario puede prohibir o limitar el consumo, tenencia o comercio de sustancias en su propiedad, pero no puede imponer sus normas particulares sobre la propiedad ajena. "Los contratos libres pueden incluir cláusulas que obliguen a realizar pruebas de consumo." (IX)

Los controles espontáneos de calidad en un mercado libre permiten que estén disponibles sustancias de calidad a precios accesibles, evitando los graves problemas sanitarios de adulteración, sobredosis o propagación infecciosa de enfermedades. La creatividad empresarial puede permitir el desarrollo de sustancias más seguras, con menos efectos secundarios nocivos.

El hombre y la mujer han de ser personas éticas, cuando sus acciones hacia otros se originan por respeto a las leyes que se han constituido en una sociedad, es decir, que mantengan una autonomía moral que los hará libres, pero, todo ello se logrará si se obra según una ley moral universal.

Ninguna persona está éticamente legitimada para prohibir las SPAs, buscando que haya menos consumidores. "No existe ninguna cantidad óptima. La afirmación arbitraria de que la sustancia psicoactiva es mala, sin entender que el conjunto de normas o costumbres que rigen la conducta de una persona para que pueda considerarse buena, es una mera apreciación personal subjetiva que no puede imponerse a los demás, esa es una posición moral.

No tiene sentido afirmar que es objetivamente malo o bueno que aumente o disminuya el número de consumidores a la sustancia, y es imposible deducir con certeza que la legalización los aumenta. Es absurdo comparar beneficios y costos sociales de la prohibición y la legalización, ya que dichos conceptos están mal definidos y no son cuantificables. No hay racionalidad en estas prohibiciones." (X) Quienes afirman que la legalización implicará un aumento automático de su consumo al bajar el precio, olvidan que la ley económica de oferta y demanda que utilizan en su argumentación supone que todo lo demás es constante.

En ocasiones las intervenciones preventivas se agrupan en dos grandes bloques, el de reducción del consumo, denominado como reducción de la demanda y el de la reducción de la oferta, con vistas a disminuir la disponibilidad de la sustancia en el mercado al que accede el consumidor.

Realmente, cuando hablamos de la Prevención de drogas aplicada a los individuos nos estamos refiriendo a la reducción de la demanda de SPAs; esto es, lo que pretendemos es entrenar a los individuos para que si se les ofrecen drogas las rechacen y con ello se reduzca la demanda de drogas circulante en el mercado en una concreta comunidad, región o país. Por el contrario, la reducción de la oferta de drogas se orienta a que en el mercado haya menos cantidad de droga disponible. Para ello se establecen leyes, controles, cambios en los sistemas o en el ambiente o políticas orientadas a tal fin (Pentz, Bonnie y Shopland, 1996).

Esto es aplicable tanto para las drogas legales como para las ilegales. La Prevención orientada a la reducción de la demanda se centra en el individuo (cambiar actitudes, percepciones, conductas; reducir los factores de riesgo; entrenarlo en habilidades y competencias). Cuando se realiza a un nivel más amplio, ej., escolar, familiar, comunitario, etc., el objetivo sigue siendo el individuo o grupo de individuos al que se dirige.

En cambio, la reducción de la oferta se dirige a la sustancia, a que haya menos cantidad de sustancia disponible o circulando en el mercado. Para ello se establecen controles desde donde se produce la sustancia (cultivo, elaboración), su transporte y almacenaje, hasta el punto de venta intermedio y final. Se relaciona con la producción, tráfico, microtráfico y venta de drogas, realizado por productores, elaborador, traficantes, financiadores, transportistas, vendedores, blanqueadores, etc. Aquí la policía, los agentes de aduanas, el ejército, u otros cuerpos de seguridad, dependiendo de cada caso, tienen el papel más importante. El control y lucha contra el tráfico de drogas, como así se le denomina, no se hace sólo a nivel familiar, local, municipal, nacional sino internacional.

La legalización ética que obedece a una reflexión racional sobre qué se entiende por conducta buena y en qué se fundamentan los denominados juicios morales, implica muchos cambios respecto a la prohibición: cada persona es responsable de lo que hace, no se puede excusar en la sociedad o en sustancias naturales o artificiales; el consumidor debe asumir las posibles consecuencias indeseables de su práctica; las sustancias legales pierden el encanto de lo prohibido. Incluso aunque la legalización aumentara el consumo de SPAs, el que esto sea algo malo o bueno depende de la opinión de cada persona.

"Lo que cada cual piense de lo que hacen los demás es éticamente irrelevante. Es un juicio de valor. Quien decide consumir es porque lo considera bueno. El prohibicionista es un entrometido que quiere controlar las vidas ajenas mediante las violencias". (XI) El origen último de la extradición, es la existencia de un régimen prohibicionista de las SPAs, que convierte en delitos la producción y el tráfico de ciertas drogas. Ese régimen prohibicionista surge en 1909, cuando, a instancias de Estados Unidos se reúne la Comisión de Opio de Shanghái.

El moralista tal vez quiera considerar que es mejor que más personas consuman sustancias con responsabilidad, información y calidad, que menos personas consuman sustancias de forma irresponsable, sin información, sin controles de calidad y que además toda la sociedad sufra los daños de la guerra.

Todos contribuimos a que se construya un imaginario en el que lo violento reemplaza cualquier iniciativa de paz, convivencia y solidaridad.

Aquellas personas u organizaciones que lo deseen, pueden utilizar sus propios recursos para intentar educar a los individuos y, prevenirles de las peligrosas consecuencias del consumo, respetando que cada persona tiene la última palabra sobre su vida: ella decide si el riesgo merece la pena.

Los derechos éticos fundamentales no dependen de votaciones o consentimientos. La opinión pública puede estar mayoritariamente en contra de la legalización de las sustancias, en virtud de la difusión demagógica de falsedades por políticos y moralistas. Algunos medios de comunicación saben que parte de la solución al problema es su legalización, pero prefieren no discutir el tema para no molestar a su público: las madres angustiadas por sus hijos consumidores están muy motivadas pero no razonan. Se asegura tenazmente que es un problema de todos, cuando en realidad es un problema de unos pocos. Las SPAs preocupan, provocan reacciones emocionales, pero muy poca gente piensa lógicamente al respecto. Estimulan efectos disparatados, sobre todo en aquellos que no las conocen y que nunca las han probado. Estudiar con IE el tema, requiere comprensión y capacidad para ir en contra de parte de una opinión pública en su mayoría, ignorante, timorata, pasiva y reaccionaria. Hay la misma diferencia entre un sabio y un ignorante que entre un hombre vivo y un cadáver, decía Aristóteles.

Una sociedad puede asimilar las SPAs mediante procesos de conciliación y aprendizaje, pero no mediante la prohibición y las violencias. También por razón de la gestión gubernamental; se trata de procesos de sensibilización, participación significativa y cogestión. En la medida en que armonicemos la coordinación interinstitucional; la Promoción de la Prevención de los riesgos socioemocionales de los consumidores será una realidad en cada una de las localidades.

"En situaciones históricas de legalización el número de consumidores problemáticos ha sido pequeño. La prohibición a menudo se ha utilizado para perseguir y dañar a un grupo social o étnico que las consume. La prohibición confía en la abstinencia total a través de una represión perdurable, eficiente y salvadora. Para ello pretende que haya menor disponibilidad de SPAs, precios más caros de las mismas y menor potencial de pureza de las sustancias; todo lo cual desalentaría el consumo de narcóticos. Sin embargo, nada de ello ha ocurrido ni sucede". (XII)

La legalización es estable con una sólida escala de principios éticos, como la libertad, la verdad, la felicidad y la integridad de las personas, no en lo que significan estos términos, sino como son las acciones diarias entre hombres y mujeres que viven en la cotidianidad. La legitimación no es ni frívola, ni insolidaria, ni egoísta.

La despenalización significa libertad, responsabilidad y tolerancia. Despenalizar no equivale a promover la indiferencia ni a difundir, ni a promocionar su consumo, lo cual es una decisión individual. La criminalización supone tratar a las personas opresivamente como niños inmaduros, cuando son los tutores los violentos e ignorantes. Para tener una demanda ilegal, se necesita prohibir y, es por ello que es tan atractivo el discurso de despenalizar, porque sin duda, si se despenaliza, se elimina una razón necesaria. Como el mundo, por ahora, no va a despenalizar, ¿cuáles son los factores necesarios para que haya una oferta? Al final, para que funcione, se requiere que haya una gran brecha entre las normas legales y las normas socialmente aceptadas.

El crimen organizado no surge en un vacío, requiere un apoyo social. Deben existir grupos sociales en donde es perfectamente racional romper con las normas legales.

Por aquello de impedir el crimen organizado surge una prohibición concreta, se desarrolla en una estructura capitalista, alcanza crecientemente una dimensión integral, opera en un contexto cultural que es funcional a su desenvolvimiento, tiene como sujeto de referencia a un actor social inmerso en una particular dinámica Sociedad-Estado, cuyo objeto prioritario es asegurar y proyectar su dominación, actuando con medios preferente pero no exclusivamente violentos, apoyado en un ethos pragmático y portador de una orientación conservacionista.

En esta perspectiva, por caso de los procesadores y traficantes colombianos de SPAs, en tanto fenómeno en el que se expresa con nitidez lo señalado, constituye un ejemplo de criminalidad organizada. La prohibición del consumo de estupefacientes y SPAs ha sido el motor que ha alimentado la configuración del crimen organizado en Colombia.

Los procesadores y traficantes nacionales se han insertado en una estructura capitalista tardía y dependiente, caracterizada en las últimas cuatro décadas, por un crecimiento económico acelerado y dinámico pero rapaz que generó un proceso vertiginoso de renovación; modernización inconclusa dado que no fue acompañada por un desarrollo paralelo y efectivo de los elementos básicos de la modernidad.

Con el tiempo, los procesadores y traficantes colombianos de SPAs ilegales, han ido mostrando un alcance cada vez más integral, multiplicando la producción, comercialización y distribución de distintos productos ilícitos en diversos mercados y ampliando los contactos y compromisos con otros grupos extranjeros de criminalidad organizada. La diversidad social de sus integrantes en cuanto grupos provenientes de situaciones históricas, geográficas y regionales distintas aunque bajo una matriz Sociedad-Estado similar, identificada por un débil desarrollo estatal, no ha impedido el hecho sobresaliente que el objeto genérico del crimen organizado colombiano ligado a las SPAs sea idéntico: incrementar su poder económico, elevar su influencia política y legitimar su presencia social. Esa influencia se marca por poseer herramientas eficaces de persuasión.

Los consumidores SPAs dotados de esta competencia:

1. Son muy persuasivos.

2. Recurren a presentaciones muy precisas para captar la atención de su auditorio.

3. Utilizan estrategias indirectas para recabar el consenso y el apoyo de los demás.

4. Orquestan adecuadamente los hechos más sobresalientes para exponer más eficazmente sus opiniones.

La criminalidad se ha asentado en el País gracias a un entorno cultural cuyos valores y prácticas individuales, sociales, políticas y jurídicas han facilitado al crimen organizado nacional, su expansión ascendente y su potencial consolidación.

El desafío que van a tener los Países productores y consumidores, es despenalizar las SPAs, legalizar sus propios terruños. Es decir, generar un Proyecto de Nación en donde realmente se genere identidad, solidaridad, reciprocidad, confianza. Y eso es muy complicado, pero es el gran desafío que tiene la humanidad.

Muchos líderes políticos defienden la despenalización basándose en que cada individuo es dueño de su propio cuerpo, pero luego se contradicen al restringir todo tipo de libertades sociales o económicas. Son en realidad enemigos de la libertad humana, y no suelen aceptar su liberalización total.

Una despenalización completa a nivel nacional debe proscribir las sanciones criminales para todos los estupefacientes, no solo la marihuana, sino también "SPAs duras" como la heroína y la cocaína. Para aquellos que son consumidores experimentales, ocasionales, habituales y/o dependientes, los tribunales tienen el poder de imponer sanciones civiles. Pero en la práctica, el objetivo general es dirigir a las personas hacia una Prevención y a un tratamiento.

"Los psicotrópicos no aportan cosa nueva más que una visión original o, una distorsión de la realidad, no siempre enriquecedora", (XIII) puesto que el código social del adolescente o del muchacho consumidor, está empobrecido y vacío de conocimientos sociales y culturales. Él cree solucionar sus propios problemas, los de su familia y su entorno, siendo solamente un consumidor compulsivo.

Los actos por impulso de la voluntad también cambian; al exterior dan la apariencia de pasividad y de pereza. Parece que nada les importara. Expresan una indiferencia total -como si nada lo moviera-, por los problemas nacionales, la miseria, las enfermedades, las lesiones sociales, las comunicaciones familiares; por sus padres, su hogar, sus hermanos, su trabajo. Dan la apariencia externa de ser unos completos autómatas. Parecen ser máquinas humanas de las SPAs.

Al interior, indica que la indiferencia nace del hecho que han descubierto una nueva valoración, de modo que lo que antes les importaba y continúa importando a los demás, ya no tiene interés. Han entrado en una "onda diferente".

Es una posición individualista respecto a la vida, a la sociedad. Son indiferentes a cualquier tipo de activismo o dedicación intensa a una determinada línea de accionar en la vida pública, y más bien sí se ocupan de una aparente contemplación. La sustancia psicoactiva produce elementos contemplativos, "como idos" de la realidad interna y externa.

Estos estados se presentan en los momentos de letargo o, sopor o, modorra cuando es ya una adicción, cuando se carece de la sustancia, o sea, cuando no sé está consumiendo en forma compulsiva; la suspensión súbita sin ninguna supervisión científica, puede ser fatal. Su organismo ya cargado de ella, no resiste de golpe la eliminación.

Se habla también en los alcohólicos del Síndrome de la borrachera seca en donde, a pesar de que se logra la abstinencia del alcohol, el individuo sigue mostrando tal ingobernabilidad emocional que, aunque no beba alcohol, su comportamiento es similar a cuando bebía. Algo similar al Síndrome de la borrachera seca ocurre con el consumidor que, aunque ya no se intoxica, su comportamiento sigue siendo destructivo, negativo, estéril y sin cambios.

Una de las causas más frecuentes de recaídas en los consumidores que están acudiendo a tratamiento, es su pésimo manejo emocional ante situaciones que generan frustración, dolor, ira, pena o tensión. En contraparte, muchos consumidores o alcohólicos recaen por su incapacidad de manejar el éxito. Todas las emociones que se asocian al triunfo son tan intensas, que el consumidor en recuperación no las puede manejar y provocan su recaída.

Lo anterior hace pensar que, en general, los consumidores tienen algún déficit de Inteligencia Emocional (IE) que los incapacita para manejar adecuadamente sus vidas. Muchas personas que por último se convertirán en alcohólicos o consumidores, inician el consumo de estas sustancias como un recurso para ayudar a manejar sus emociones: el adolescente tiene que tomarse dos o tres cervezas para poder hablarle a una muchacha o, tiene que consolarse con mariguana para aliviar sus tensiones cotidianas.

La IE del consumidor determina la capacidad potencial de que dispone para aprender las competencias prácticas basadas en uno de los siguientes cinco elementos compositivos: la conciencia de uno mismo, la motivación, el autocontrol, la empatía y la capacidad de relación. Nuestra competencia emocional, por su parte, muestra hasta qué punto hemos sabido trasladar este potencial a nuestro mundo de vida sana.

El servicio que un Psicólogo puede prestar a su paciente, por ejemplo, es una competencia emocional basada en la empatía y, del mismo modo, la confianza es una competencia basada en el autocontrol o, en el hecho de saber controlar adecuadamente nuestros impulsos y nuestras emociones. Y tanto el servicio al paciente como la responsabilidad son competencias que pueden hacer que la Promoción de la Prevención de los riesgos socioemocionales de los consumidores o, que la Prevención sobresalga en beneficio de las partes.

Pero el hecho de poseer una elevada IE no garantiza que el consumidor de SPAs haya aprendido las competencias emocionales que más importan en el mundo de la drogadicción, sino tan sólo que está dotado de un excelente potencial para desarrollarlas.

Un consumidor, por ejemplo, puede ser muy empático y no haber aprendido todavía las competencias basadas en la empatía que se traducen en una buena rehabilitación, una hospitalidad excelente o, la capacidad de saber orquestar adecuadamente los esfuerzos de los consumidores a las SPAs, que integran un equipo de Prevención. Una metáfora musical apropiada al caso sería, la de la hija de un Gran Hermano, con una voz perfecta, que estudió canto y se convirtió en una excelente tenor. Por más dotes musicales innatas que pudiera tener esta profesional del canto, sin la formación adecuada jamás hubiera podido terminar convirtiéndose en una de las grandes de Colombia.

Es así como la droga se convierte en una muleta emocional sin la cual no se concibe el enfrentamiento cotidiano a los problemas de la vida. Cuando el consumidor o el alcohólico deciden optar por la abstinencia, les cuesta mucho trabajo manejar sobrios sus emociones, por lo que están expuestos a recaídas si no se someten a un tratamiento adecuado.

Muchos consumidores explican que el LSD y la mezcalina permiten establecer comunicación con el universo, "hay más percepción, la escala del color se enriquece y en lugar de un color rojo, por ejemplo, son perceptivos las incontables variedades del rojo"; la marihuana, hasta donde se sabe, y dependiendo del tiempo de uso y calidad, crea ligera dependencia y además de sus efectos sobre las funciones fisiológicas "respiratoria, cardiovascular, endocrina", la capacidad intelectual de los niños y jóvenes en desarrollo es dañada a corto y mediano plazo.

Ciertas personas utilizan las SPAs, no para ser pasivos, más bien para aumentar sus potencialidades. Depende de la que utilicen y para qué la necesitan. El problema mayor de estos muchachos, es que desconocen científicamente las consecuencias del consumo.

Muchos opinan que "recrean mundos artificiales". Sin el uso de los psicotrópicos son hombres y mujeres muertos. No son capaces de alguna actividad. Ahora, si la vida es corta y la realidad tan extensa, tan amplia, tan rica en posibilidades, ¿para qué acabarla en pocos momentos? Esos "toques compulsivos que producen violencias sinápticas cerebrales, cortocircuitos nerviosos", son acortamientos de vida.

? Una niña de 18 años que asistía a consulta profesional, responde que lo que busca en la "yerba", marihuana, era ausentarse. "Es como cuando nos ponemos gafas azules para no ver los días grises; creo en mi propio engaño. Me voy para otra parte. Claro que esto depende del tipo de yerba" ? ¡Ya ni sé qué hacer!

La percepción hoy es que, la sustancia psicoactiva está siendo utilizada como recurso extremo dentro de la búsqueda de un mundo distinto, de una dimensión del hombre que la era técnica tiene rezagado. El muchacho y la muchacha de estos tiempos, están confundidos con sus valores, sean estos de sentido humanista o de personalidad socio educativo. No los pueden percibir como soluciones reales a sus problemas concretos.

Todos en la picota

Lo importante del problema sobre las SPAs, es el gran debate que se ha venido dando y que tiene que darse alrededor de las épocas contemporánea, moderna y posmoderna. Los adultos y los mayores se preguntan, cuando se encuentran ante jóvenes consumidores: ¿Qué les hace falta? Si ¡todo lo han recibido! Lo que no se alcanzan a preguntar -estos mismos adultos- es sobre la profunda decepción que se produce al ver que su creación, la obra de sus esfuerzos, su motivo de orgullo, es lo que resulta y puesto en tela de juicio por la "subcultura de la droga".

No se puede negar que los padres y los abuelos hicieron un País grande a partir del esfuerzo; con tesón, concordia y honradez. "Su palabra era ley. No cabía la picardía, la pereza y el desinterés. Todo era compromiso", (XIV) que consiste en sintonizar con los objetivos de un grupo o, de un Centro de Prevención.

Las personas dotadas de esta competencia:

1. Están dispuestas a sacrificarse en aras de un objetivo superior.

2. Encuentran sentido en su subordinación a una misión más elevada.

3. Recurren a los valores esenciales del grupo para clarificar las alternativas y tomar las decisiones adecuadas.

4. Buscan activamente oportunidades para cumplir la misión del grupo.

El crecimiento actual de las drogas ha llegado a una situación límite, en la que han quedado al descubierto sus incontables deficiencias: las generaciones anteriores y la presente. ¿Es un problema de generaciones?

No. Todo el devenir histórico, social y político distorsionado por unos pocos, en América, ha sido una de las causas fundamentales del problema actual del consumo desaforado de SPAs. ¡Así como suena! La situación que se viene tratando cambió rápidamente la geopolítica americana y mundial.

Las naciones han movido sus fronteras; no ajeno a las guerras y a las matanzas está el tráfico y uso de los psicotrópicos. El número de problemas ha crecido, faltan los servicios públicos y el bienestar para las personas, escasea el trabajo, la vivienda es cara y poca; no hay las mismas oportunidades para todos.

Estas variables y otras como las violencias, la corrupción, la parapolítica, la paraguerrilla, la paraempresa, la tortura, la discriminación, la impunidad, han contribuido enormemente a que la actual muchachada se encuentre con innumerables deficiencias para vivir con mayor calidad de vida. Mírese a los desplazados. La globalización de la SPAs es sintomática; quieren convertirlas inútilmente en un problema de policía y de castigo.

Las diversas culturas históricas han tratado las SPAs de forma diferente, aceptándolas o rechazándolas. La penalización contribuye a los abusos, a la irresponsabilidad, a incrementar los daños a sí mismos y a terceras personas.

En general, las culturas represivas han tenido muchos más problemas con las SPAs "abusos, adicción, marginación social, criminalidad, corrupción en todas las facetas" que las culturas tolerantes. "La tolerancia facilita el aprendizaje, promueve la moderación y la responsabilidad." (XV)

Pero la verdad es más honda y si se quiere más cruel: la población actual se ha puesto en peligro porque le ha salido un nuevo juez. Le ha resultado un nuevo fiscal implacable que no permite ni engaños ni tapujos. Que ve el mundo con otra óptica; para quien no sólo no bastan las "buenas costumbres", el "trabajo tesonero", la "honradez del explotado".

Es la nueva Ciencia y Tecnología sin bioética. Hombre-ciencia; ciencia-hombre: se responde con nuevos valores a otros problemas; proporcionando relativas soluciones creativas. Son los conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales.

Los avances en IE y Programas de Promoción en Prevención hacia el fortalecimiento de los factores protectores con miras a lograr la reversión de los factores de riesgo, incrementan la capacidad humana de manipular el cerebro y la mente, con protocolos para los consumidores experimentales, ocasionales, habituales y/o dependientes y perfeccionamientos que mejoran la habilidad mental "inteligencia, aprendizaje, memoria, concentración", que ajustan las respuestas emocionales y mejoran el ánimo. Las técnicas de investigación del cerebro y la mente pueden ya ser usadas para evaluar la salud mental y detectar mentirosos. Los rasgos de personalidad defectuosos pueden ser corregidos mediante medicamentos, implantes o psiconeurocirugías.

Manipular el órgano que produce la reflexión ética plantea cuestiones éticas, especialmente las concernientes a quién toma la decisión de utilizar medicamentos o psicotrópicos.

"La propiedad sobre uno mismo, implica que cada persona puede alterar su estado mental químicamente, si es un resultado que quiere y acepta pagar el precio y asumir los riesgos. Las SPAs pueden alterar la voluntad y los actos volitivos humanos, pero no es algo ilegítimo. La persona que decide usarlas, una o varias veces, conoce mejor su situación personal que los intermediarios bioéticos". (XVI)

Es posible abusar de los avances científicos como de cualquier otra tecnología. Los intermediarios quieren restringir la libertad de las personas en el uso de SPAs, para así poder manipular sus propios cerebros y mentes. Los gobiernos podrían incluso usar implantes cerebrales para vigilar y tal vez controlar el comportamiento de los ciudadanos, estimulándoles para que fueran más obedientes y sumisos.

En el fondo las campañas contra el consumo, atiborran el tiempo libre y el llano, no tocan el tiempo vacío (y llenan el cerebro y la mente de dudas; difícilmente ponen en claro las verdaderas causas del problema y si lo hacen, dicen que es culpa de la familia, de los docentes o del muchacho. Hasta ahí llegan. No pueden ir más lejos. ¡No conviene!

Un nuevo fenómeno que comienza a emerger con fuerza para explicar el consumo de SPAs, ocasionalmente o a nivel de abuso y dependencia, en adolescentes, es el consumo recreativo de drogas (Calafat, 1999; Calafat et al., 1999, 2000). Es indudable que el ocio y los tiempos libre, vacío y llano se están convirtiendo cada vez más en un fenómeno característico de las sociedades avanzadas y en desarrollo, entre las que nos encontramos. El trabajo va quedando poco a poco relegado, que sin dejar de ser importante, nos ocupa sólo una parte del día, nos deja varios días libres a la semana y nos permite tiempos de descanso (vacaciones). Esta concepción del trabajo ha impregnado la vida social y se aplica por igual a los estudiantes, incluso en mayor grado.

Estas cruzadas dejan en los muchachos consumidores, en las familias que sufren el problema una incómoda dosis de autodefensa, de culpa y de hipocresía. La prohibición, en su acción y efecto, dificulta el aprendizaje del consumo adecuado de medicamentos recetados por el médico.

Cuando una persona infringe la ley que prohíbe consumir una sustancia blanda "o preparado medicamentoso de efecto estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno", tiene menos escrúpulos para incumplir la ley que prohíbe una sustancia dura "opio, morfina" y, cuando una persona descubre que el gobierno miente sobre las sustancias blandas, tiende a no creer la propaganda oficial sobre otras más peligrosas.

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