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El ecocidio (página 3)




Enviado por Jesús Castro



Partes: 1, 2, 3

Según el evangelista, Jesucristo dijo: "Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos. Sí, oh Padre, porque el hacerlo así vino a ser la manera aprobada por ti" (Las buenas nuevas según Mateo, capítulo 11, versículos 25 y 26). Por lo tanto, surgen las preguntas: ¿Qué cosas habría ocultado Dios de los sabios y de los intelectuales, a no ser alguna clase de conocimiento y de sabiduría?… ¿Qué cosas, pues, hacen que se destaquen como tales los sabios y los intelectuales? ¿No son éstas el conocimiento y la sabiduría, que la gente admira?

Lucas, otro evangelista, reiteró este episodio de la vida del Mesías con las siguientes palabras: «En aquella misma hora Jesucristo se llenó de gran gozo en el espíritu santo, y dijo: "Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido cuidadosamente estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos. Sí, oh Padre, porque el hacerlo así vino a ser la manera aprobada por ti"» (Las buenas nuevas según Lucas, capítulo 10, versículo 21). Este evangelista apostilla con el vocablo "cuidadosamente" (que hemos subrayado). De manera que, al parecer, Dios ha escondido cosas de manera cuidadosa, o con esmero, a los intelectuales y sabios del mundo; pero las ha revelado a los "pequeñuelos", en sentido intelectual (o personas de baja reputación académica) se sobreentiende. ¿Por qué?

El conocimiento escondido

Para que el Dios de la Biblia haya escondido con esmero determinado tipo de conocimiento y sabiduría a la mayoría de los intelectuales del mundo de la humanidad debe ser porque existe una razón de peso en cuanto a ello; pero ¿cuál? Por otra parte, ¿qué tipo de conocimiento es el que Dios esconde de ellos?

La clase de conocimiento que el Creador oculta de los intelectuales en general no debe ser complica- do ni difícil de entender, pues de otro modo no podría ser comprendido por los "pequeñuelos" en sentido intelectual. Por lo tanto, tiene que ser alguna clase de revelación que se encuentra más allá de la percepción del ser humano, inasequible a él por más que investigue mediante su ciencia, su tecnología o cualquier otro campo académico, algo que absolutamente es incapaz de atisbar. Pues bien, la explicación dada por la revista Despertad acerca de por qué existe la crueldad en la biosfera, recogida en las anteriores páginas 22 a 25, parece estar elaborada tomando en cuenta una serie de revelaciones que directa o indirectamente con- tribuyen a que la respuesta sea fidedigna. Dicha explicación basa gran parte de sus argumentos en la Biblia, y tiene como característica particular el hecho de que busca sinceramente la guía que emana de las santas escrituras (y lo hace al adaptarse a la Biblia y supeditar el paradigma del exegeta al mensaje de la misma), en vez de usar la sagrada escritura para defender su propio, particular, humano y egocéntrico punto de vista (que consistiría en adaptar o tergiversar la Biblia para que cuadre con el paradigma del investigador). Éste es un detalle muy importante, pues como explica el Génesis, el auténtico y más terrible problema de la humanidad es que ésta desciende de unos primeros padres que rechazaron la guía moral divina y transmitieron a la prole la tendencia a hacer lo mismo. En consecuencia, la inmensa mayoría de los seres humanos siguen por inercia esa tendencia que los aleja del Creador, a excepción, claro está, de unos pocos individuos que sí han manifestado a través de la historia, o manifiestan al presente, el deseo sincero de recibir las directrices divinas para orientar sus vidas. Y como si de una especie de preclaridad mental se tratase (un tipo de inteligencia religiosa, tal vez), esas pocas personas muestran una inclinación dominante que se deriva de una cierta consciencia de "apremio espiritual", tal como se resalta en una de las "bienaventuranzas" pronunciadas por Jesucristo en su famoso Sermón de la Montaña : "Felices son los que tienen consciencia de su necesidad espiritual" (Evangelio de Mateo, capítulo 5, versículo 3).

La humanidad, en general, sigue un derrotero de independencia moral similar al de sus primeros padres, por lo que sería bastante insensato de parte de Dios el favorecer dicho derrotero premiando indiscriminadamente a ese gran colectivo con revelaciones, conocimientos o "perlas espirituales" que ni agradecería ni desearía ni merecería y que ni siquiera usaría (caso de que de alguna manera lo utilizara) en armo- nía con los altruístas propósitos del Todopoderoso. Y, no obstante, ahí está la Biblia, a disposición de todo el mundo; pero, como era de esperar, sólo sirve para provecho de unos pocos. Además, a todo esto hay que añadir la influencia malsana de fuerzas inteligentes invisibles que extravían a la humanidad, contra las cuales advierte la Biblia (la mayoría de las fuentes informativas que tienen algún peso académico en la sociedad actual no contemplan este aspecto de la realidad por considerarlo ficticio, en tanto que cualquiera otra fuente que hable al respecto no suele ser esclarecedora).

Conclusión

Existiendo, pues, el acoso subterráneo de las contradicciones, las mayúsculas limitaciones del intelecto humano, la ignorancia superlativa acerca de la realidad que nos rodea y una serie de fuerzas inteligentes invisibles malvadas que interaccionan con algunos dominios de la sociedad humana con el fin de des- quitarse del Creador haciendo el máximo daño posible a Su obra maestra de la creación terrestre (táctica de "tierra quemada", similar a la empleada por los nazis en su repliegue o retirada del "frente del este", tal como revela la Biblia en el Apocalipsis, capítulo 12, versículos 7-12)… ¿qué se puede decir?

Con esta visión ampliada, es del todo evidente que ni la "Carta de la Tierra", ni los movimientos ecologistas, ni cualquier otra iniciativa humana que pretenda lograr éxito en la administración de los asuntos terrestres, por muy bien intencionada que sea, puede detener la marea calamitosa que se nos viene encima aceleradamente. Sólo el Creador es capaz evitar el fatal y cercano desenlace que se prevee, esto es, la fatídica cuenta atrás hacia el desastre final. ¿No será acaso por este motivo por el cual Jesucristo animó a sus discípulos a orar y pedir al Padre: "Venga a nosotros tu reino" (Evangelio de Mateo, capítulo 6, versículos 9-13)?

Referencias

Revista EUBACTERIA. Evaluación de los Ecosistemas del Milenio. Kofi Annan (página 1). Evaluación de los Ecosistemas de España. Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (página 2).

Teoría de Malthus (página 2).

El ecocidio del siglo XXI (página 2).

Violencia ambiental. Contradicción hombrenaturaleza. Thomas Robert Malthus (página 3). Ensayo sobre el principio de la población. Ciencias de la Tierra y del medio ambiente (página 3). Luis Echarri Prim. Previsiones de Malthus desmentidas (página 3).

Catástrofe malthusiana. Malthusianismo. Ley de Malthus. Paternalismo Tory. Whigs (página 4). Ley de pobres. Postulados anti-filantrópicos de Malthus. Maltus y Charles Darwin (página 4).

Harriet Martineau (página 4).

Neomalthusianismo. Grupo de Chicago. Liga de la Regeneración Humana (página 5).

Revista "The Lucifer". Paul Robin. George Dryslale. Elementos de Ciencia Social (página 5). Neomalthusianismo francés y español. Francisco Ferrer Guardia (página 5).

Luis Bulffi de Quintana. Procreación consciente y limitada. Huelga de vientres (página 5).

Paul Ehrlich. La explosión demográfica. Métodos anticonceptivos. Control de la población (página 5). Club de Roma. Los límites del crecimiento. Joel Cohen. Capacidad de carga (página 5).

Samuel Huntington. Crecimiento de la población islámica. Idries Shah. Claudio Naranjo (página 5). Malthusianismo y el evolucionismo. Ecocidio. Permanencia del evolucionismo materialista (página 5). Estupidez e hipocresía religiosas. Esperanza de la humanidad. Especulaciones académicas (página 6). Economía. Ciencia deprimente. Lionel Robbins. Microeconomía. Macroeconomía (página 6).

Adam Smith. David Ricardo. Thomas Robert Malthus. Thomas Carlyle (página 6). Karl Marx. Capitalismo. Socialismo. Darvinismo social. Herbert Spencer (página 7). La supervivencia del más apto. Mercado libre. John Maynard Keynes (página 7).

Mahatma Gandhi. Lord Irwin. Sermón del Monte (página 8).

Contradicciones lógicas (página 8).

Ecocidio. Neologismo. Jean Paul Sartre. Pensamiento epistémico (página 8).

Sistémica. Local. Violencia ecológica. Ban Ki-moon. Elementos dialécticos. Marx (página 9). Violencia general. Sistema soviético. Capitalismo occidental. Paradigma capitalista (página 9). Chernobil. Ontología (página 9).

Violencia sistémica. Quinto crimen contra la paz. Corte Criminal Internacional (página 10). Carta de la Tierra. Política ambiental. Cumbre de Río. Contradicciones (página 10).

Falta de consenso. Incompatibilidades lógicas (página 10).

Inconsistencias constitucionales (página 11).

Kurt Gödel. Lógica. Constitución de Estados Unidos. Princeton. Oskar Morgenstern (página 11). Albert Einstein. Lógica matemática. Formalización lógica (página 11).

Contradicciones lógicas internas a la Constitución. Philip Forman. Autorreferencia (página 11). Adele Nimbursky. Kurt Gödel se negó a comer y murió (página 12).

Carta Magna. Constitución Estadounidense. Constitución Española. Guerra-Pujol (página 13). Cláusula de afianzamiento. Adolf Hitler. Partido Popular Nacional Alemán. Reichstag (página 13). Constitución de Weimar. Ley Habilitante de 1933 (página 13).

Establecimiento legal de una dictadura. Carta de la Tierra. Evolucionismo (página 13). Valores ético-morales trascendentes (página 13).

Contradicciones por todas partes. Contradicciones letales. Salomón (página 14). Camino aparentemente recto (página 14).

Receta de un asesino en serie (página 14).

Pulsión emocional malsana. Ted Bundy. Más allá del arrepentimiento. James Dobson (página 14).

Adicción a la pornografía. pornografía "hardcore". Contenido sexual sadomasoquista (página 14). Sadismo criminal. Piromanía sexual. Volcán pasional morboso (página 14).

James Dobson. Consumo de bebidas alcohólicas. Mente emocional. Bajos instintos (página 15). Horripilancia de sí mismo. Marcos Discroll (página 15).

Fantasías malignas. Violencia pornográfica. El camino de Ted Bundy (página 16). Medios de comunicación (página 16).

Los juicios de Nuremberg (página 16).

Alimaña humana. Hitler. Universo evolucionario. Competidores. Charles Darwin (página 17). Maquinaria nazi. Atavismos paradigmáticos. Moral y ética. Dualidad contradictoria (página 17). Criterios neodarwinistas. Leyes naturales con apariencia competitiva y depredadora (página 17). Dominio del paradigma neodarwiniano. Dominio de la ética y la moral (página 17).

Reglas de juego evolutivas (página 17).

Ignorancia y simpleza (página 18).

Diseñador inteligente. Diseñador benévolo. Argumentos teológicos. Célula (página 18). Complejidad infinita. Patrón universal. Incrédulos inexcusables (página 18).

Problema del diseño y crueldad (página 18).

Dioses griegos del Olimpo. Mitología griega. Ciencia evolucionista. Teodicea. Leibnitz (página 19). Principio de perfección. Tomás de Aquino (página 19).

Tendencia reduccionista o simplista. Isaac Newton. Isaac Asimov (página 20).

Ciencias naturales biológicas. Ciencias naturales fisicoquímicas y astronómicas (página 20). Depredación y parasitismo. Botánica y zoología. Fijismo. Leibnitz. Darwin (página 20).

Malthus y Spencer. Argumento creacionista (página 20).

George Romanes. Teoría de Darwin. Darvinismo social. Wells. Esquema de la historia (página 21). Pérdida de fe. El origen de las especies. Lucha por la existencia (página 21).

Pensamiento antirreligioso. Dilema de la violencia en la naturaleza. Bertrand Russell (página 21). Contradicciones. Paradigma dominante. Criterio de base (página 21).

Paradigmas colectivos. Colisión entre paradigmas. Consenso universal (página 22). contradicciones paradigmáticas. Consenso ecológico mundial. Moral trascendental (página 22). Doctrina evolutiva. Limitaciones cognitivas humanas. La lógica (página 22).

Conclusiones irreales o falsas. Bertrand Russell (página 22). Diferenciación celular. Diseño en la naturaleza (página 23). Gorila. Arca de Noé. Satanás el Diablo (página 25).

Jesucristo. Conocimiento escondido cuidadosamente. Pequeñuelos intelectuales (página 26).

El conocimiento escondido (página 26).

Supeditar el paradigma del exegeta a la Biblia. Tergiversar la Biblia (página 26). Inteligencia religiosa. Apremio espiritual. Perlas espirituales (página 27).

Fuerzas inteligentes invisibles malvadas (página 27).

Conclusión (página 27).

Táctica de "tierra quemada". Fatídica
cuenta atrás. Venga a nosotros tu reino (página 27).

 

 

 

Autor:

Jesús Castro

 

Partes: 1, 2, 3
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