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La inseguridad ciudadana en Tarapoto, Perú 2016



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Descripción del problema
  3. Marco teórico o referencial
  4. Discusión o análisis de datos
  5. Conclusiones y recomendaciones
  6. Referencias bibliográficas
  7. Anexos

Introducción

La inseguridad ciudadana que cada día avanza a tal punto que ha puesto en apuros muchas veces al propio gobierno es un tema de debate diario, ya las personas no se sienten seguros ni estando en sus propios hogares, es por ello que como estudiante decidimos hacer un trabajo monográfico acerca de la inseguridad ciudadana en la ciudad de Tarapoto.

Para poder obtener los resultados del presente trabajo, realizamos encuestas a un grupo de ciudadanos de la localidad a fin de obtener sus respuestas y posteriormente ser analizada con el equipo de compañeros, en algunos casos las personas se sienten inseguros hasta de dar sus opiniones, tal es el caso que muchos de las personas solicitadas no quisieron llenar la encuesta.

El trabajo consta de un marco teórico, los análisis de los resultados obtenidos y la conclusión a la que llegamos.

Esperamos que el presente trabajo monográfico sirva como una fuente de información para nuestros demás compañeros y para el público en general a fin de encontrar información sobre la inseguridad ciudadana de nuestra localidad de tal forma que cumpla con el objetivo trazado.

Los autores

CAPÍTULO I

Descripción del problema

1.1. Planteamiento del Problema

En la actualidad en el mundo la criminalidad y violencia  constituyen un problema político social de primer orden, lo cual exige la necesidad de implementar medidas concretas para disminuir la violencia urbana, en particular contra la delincuencia común, cuyos efectos los padece toda la población.

Esta violencia obedece a muchos factores causales de índole socioeconómico y cultural, donde la familia, la escuela, la comunidad y los medios de comunicación constituyen espacios de socialización muy importantes; sin embargo, éstos históricamente no han articulado una clara orientación de sus objetivos, contribuyendo a una débil formación ciudadana, muchas veces incitando más a la violencia, vendiendo programas basuras sin importar el público objetivo y manteniendo un horario establecido para ellos.

Entonces, decimos que la criminalidad y la delincuencia urbana es una de las manifestaciones más notorias de la violencia contemporánea. Las ciudades enfrentan altas tasas de delincuencia que amenazan los sentimientos de seguridad de la población. Vernos libres de la delincuencia, gozar de un ambiente de tranquilidad, estar protegido contra la violencia en el hogar y en la calle, lograr que las ciudades sean más seguras son ingredientes indispensables para un desarrollo sostenido, pero sin embargo esto muchas veces queda sólo como una ilusión.

En la actualidad la violencia por la incidencia de muchos factores estructurales como la desocupación, falta de empleo, las migraciones, la pérdida de valores, etc., han elevado sus índices tornándose más agresivas, temerarias e incontrolables y que actualmente está en el tema político del debate diario.

Por lo tanto, muchas veces salir de nuestras casas ya se ha puesto como un dilema, ya que cada instante nos sentimos inseguros, no sabemos lo que nos puede pasar al estar fuera, creciendo cada vez más la desconfianza y esto genera un estrés, actualmente la inseguridad no solo está fuera sino que también estamos inseguros hasta en nuestros propios hogares, tal es el caso del administrador del Banco Interbank, noticia que repercutió a nivel nacional, donde delincuentes ingresaron a su domicilio y secuestraron a su menor hijo a fin de pedir un rescate económico para liberarlo, esto demuestra que en nuestra sociedad, la delincuencia está avanzando más incontrolablemente dejando al descubierto la incapacidad de nuestros gobernantes para poner un freno a la delincuencia.

1.2. Definición del Problema

La inseguridad ciudadana en el Distrito de Tarapoto, cada día va incrementándose sin tener estrategias de solución, y de esta manera poniendo en peligro a nuestra comunidad, es por eso ante nuestro planteamiento del problema: ¿Los Pobladores de la Ciudad de Tarapoto se sienten Protegidos de la Inseguridad Ciudadana?, proponemos dar alternativas y estrategias de solución, para así tener una ciudad segura tranquila que va en desarrollo.

1.3. Formulación de objetivos

1.3.1. Objetivo General

Demostrar que los pobladores de la ciudad de Tarapoto están sujetos a la inseguridad ciudadana.

1.3.2. Objetivos Específicos

  • Indagar mediante una encuesta cuan seguros e inseguros se sienten los pobladores en la ciudad de Tarapoto.

  • Explicar las causas de la inseguridad ciudadana.

1.4. Justificación e importancia del Estudio

En la actualidad la participación de las estructuras sociales como lo es la previsión contra la delincuencia es de vital importancia, ya que se trata de una necesidad, pues refleja que el hombre es actor y artesano de su vida social, pero sobre todo refleja el ejercicio de un derecho fundamental, sin el cual no podrá hablarse de democracia.

Dicha participaciones ha traducido en la aparición de nuevos enfoques de seguridad que se distinguen de los sistemas tradicionales de prevención y represión, pues en los primeros se encuentra una participación activa de la sociedad y en el segundo se trata de las soluciones clásicas establecidas únicamente por las autoridades del gobierno de turno.

Por lo que es importante fomentar esta participación ciudadana como parte de una política criminal (prevención), a fin de disminuir los índices de delincuencia y eliminar el sentimiento de inseguridad pero principalmente para regular los alcances de la participación ciudadana, evitando la justicia por propia mano, a fin de resguardar los derechos fundamentales mediante la preservación de un estado de derecho, beneficiando a todos y cada uno de los individuos que lo conforman ya que la seguridad es pilar fundamental para la sobrevivencia y progreso de toda sociedad civilizada y la razón de la existencia del estado. De ahí la importancia del desarrollo de la presente monografía.

CAPÍTULO II

Marco teórico o referencial

2.1. ANTECEDENTES

2.1.1. En el Mundo

Con la llegada de la crisis económica en los años 80, se termina una etapa, en la cual el crecimiento económico y las características de los estados de bienestar permitieron un incremento de la participación de ciertos segmentos importantes de la población. En la actualidad, la situación es opuesta. Frente a la crisis económica de muchos de los gobiernos mundiales que implementan políticas de ajuste, procesos de modernización estatal y a la apertura económica, se observa el aumento de las violencias callejeras, con lo cual no solamente se ha generalizado la inseguridad social y económica, sino que también se ha incrementado la inseguridad ciudadana generando cada vez más violencia.

En este contexto, América Latina se ha convertido en uno de los continentes más violentos del mundo, si nos atenemos a las tasas de homicidios, esto sin tener en cuenta los conflictos internos de los países árabes, los cuales por su convicción religiosa han hecho de los lugares donde se vive en una de los más inseguros y hostiles para vivir.

La violencia crece en las ciudades a un ritmo superior a la urbanización, convirtiéndose en uno de los factores más importantes de la calidad de vida de la población urbana. No hay lugar donde las violencias no hayan penetrado dejando efectos devastadores.

El mundo urbano es el modo de vida fundamental para la mayoría de los latinoamericanos y, en este contexto, la violencia comienza a marcar las relaciones entre sus habitantes: inseguridad, desamparo, agresividad, autodefensa, etc., con lo cual la población restringe su condición de ciudadanía y la ciudad disminuye su cualidad de espacio público por excelencia.

2.1.2. América del Sur

América del sur es la región donde se presenta un índice de criminalidad bastante alto. Este índice se mide por la tasa de homicidios ya que es una cifra relativamente fácil de registrar. La criminalidad alta, más de 10 homicidios por cada 100.000 habitantes, se da en ciudades de El SalvadorBrasilColombiaGuatemalaMéxico. Otros de criminalidad baja, con 0.5 y 5 homicidios por cada 100.000 habitantes como las ciudades de Costa Rica, Chile, y Uruguay.

Actualmente una de los países más inseguros para vivir, lo cual fue catalogado como el más peligroso es Venezuela, con un alto índice de violencia, esto debido a un gobierno que no ha podido a la actualidad superar la crisis en la que vive el país, una crisis política y social, llegando a hacer largas colas para obtener algo para comer.

2.1.3. En el Perú

En el Perú, como en el resto de América Latina, buena parte del debate público acerca de cómo enfrentar la inseguridad gira en torno de cómo hacer más eficaz y más severa la pena de los hechos delictivos, esto lleva que en la actualidad se esté debatiendo en el congreso el nuevo código penal, también el tema actual del debate está en construir nuevos centros de reclusión a mayor alturas e inclusive ha entrado en este debate la pena de muerte.

Como ciudadanos nos preguntamos: ¿es la única respuesta posible encerrar a un número cada vez mayor de ciudadanos?; como si las cárceles no estuvieran ya abarrotadas y sobre pobladas. No cabe duda de que cualquier  política de seguridad pública debe contemplar el fortalecimiento del sistema penal, para hacer que las instituciones que lo integran sean más eficientes, pero para ello también debemos de contar con personal eficiente y comprometidos al cambio y que nuestras cárceles sirvan para hacer un cambio en el preso y que no sea la universidad de más delincuentes.

Pero restringir las políticas públicas de seguridad al ámbito de lo penal, y, peor aún, pretender resolver los problemas incrementando las penas para que el mayor número de conductas se castiguen con cárcel (y con el mayor número posible de años de encierro), es un grave error. Es el error al que conducen las llamadas políticas de "mano dura". Se está observando en la actualidad que con este sistema, la mayor cantidad de delitos son penados con cárcel efectiva, delitos que muchas veces se podría contemplar con otros tipos de penas y esto conlleva a que las cárceles sean un lugar de entrenamiento y centro de operaciones de una gran cantidad de delincuentes.

2.1.4. En Tarapoto

El tema de la inseguridad en nuestro distrito como en el resto del país, es un tema constante de todos los días, la inseguridad avanza a pasos agigantados, uno de los factores de la migración como por ejemplo de la zona de Jaén, delincuentes que sin escrúpulo realizan sus fechorías a plena luz del día.

Como se habló anteriormente el caso del hijo del empleado bancario en la cual tuvieron que ingresar a su domicilio a fin de secuestrar a su hijo para pedir rescate, esto lo que genera es que nos sintamos cada día más inseguros y que busquemos cada día formas nuevas de protegernos, ya que la inseguridad ha generado que se pierda la confianza hasta de los policías, siendo estos los llamados a dar seguridad.

Ante este avance de la violencia en nuestra localidad la Municipalidad Provincial de San Martín ha realizado el "Plan Distrital de Seguridad Ciudadana del Distrito de TARAPOTO – 2016", este plan es un es un instrumento orientador para el Comité Distrital de Seguridad Ciudadana CODISEC – TARAPOTO, el cual le permitirá establecer los lineamientos, políticas y mejoras en el Sistema de Seguridad Ciudadana dentro del distrito de TARAPOTO, a su vez tener la necesidad de desarrollar políticas preventivas y de control que cuenten con la participación activa de la comunidad organizada como la Municipalidad Distrital de TARAPOTO, los Representantes de las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana y de todas las instituciones involucradas como el Ministerio del Interior Policía Nacional; Gobernación; Poder Judicial, Defensoría del Pueblo; Ministerio Publico; Ministerio de Salud; Ministerio de Educación.

2.2. MARCO CONCEPTUAL

Aproximación al Concepto de Seguridad Ciudadana

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el desarrollo humano es un proceso de expansión de las libertades efectivamente disfrutadas por las personas. Ese desarrollo no es automático. Por el contrario, está plagado de amenazas. Precisamente por ello, el desarrollo humano debe estar indisolublemente ligado a la seguridad humana, que tiene como propósito proteger al individuo frente a amenazas de distinta naturaleza: desastres naturales, criminalidad, enfermedades y epidemias, hambre, pobreza extrema, dictaduras y totalitarismo[1]

La seguridad ciudadana es solo uno de varios componentes de la seguridad
humana, aquel componente responsable de enfrentar las amenazas violentas y delictivas
contra las personas y sus bienes. La seguridad ciudadana tiene dos acepciones.
La primera la define como la condición objetiva y subjetiva de encontrarse
el individuo libre de violencia o amenaza de violencia, o despojo intencional
por parte de otros.

El concepto de violencia denota el uso o amenaza de uso de la fuerza física o psicológica con el fin de causar daño o doblegar la voluntad. La noción de despojo remite al acto de privar ilegítimamente de su patrimonio a una persona física o jurídica[2]

Aunque esta definición parecería restrictiva, en realidad,
incluye a todos los delitos contra las personas, como el homicidio, la agresión,
la violación, el secuestro y la trata de personas, así como los
delitos contra el patrimonio, tanto privado (robo, hurto y estafa) como público
(soborno y cohecho). Incluye, además, modalidades delictivas propias
del crimen organizado, como el narcotráfico, el tráfico de armas,
el lavado de activos o el comercio de bienes ilegales, que "están
muy estrechamente relacionados con la violencia y el despojo, aunque no dañen
directamente a las personas o a su patrimonio".[3]

La segunda acepción de seguridad ciudadana la refiere como la
acción destinada a proteger a los ciudadanos frente a los hechos de violencia
o despojo, lo que se persigue con una política pública, entendida
como los lineamientos o cursos de acción que definen las autoridades
estatales. Esto constituye una obligación positiva del Estado derivada
de sus compromisos internacionales para garantizar los derechos fundamentales[4]

Desde una perspectiva de derechos humanos, el concepto de seguridad ciudadana es el más adecuado para el tratamiento de los problemas de criminalidad y violencia, en lugar de los conceptos de seguridad pública, seguridad interior u orden público, por cuanto tiene un enfoque centrado en la construcción de mayores niveles de ciudadanía democrática, con la persona humana y los grupos sociales como objetivo central de las políticas, a diferencia de la seguridad del Estado o de determinado orden político.

En los últimos años, el concepto de convivencia social se ha ligado al de seguridad ciudadana. En efecto, ambos conceptos se basan en la promoción de la adhesión de los ciudadanos a una cultura ciudadana basada en el respeto a la ley, a los demás y a unas normas básicas de comportamiento[5]

En este contexto, la Ley 27933, que crea el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana (SINASEC), considera que la seguridad ciudadana es la acción integrada que desarrolla el Estado, con la colaboración de la ciudadanía, para asegurar la convivencia pacífica, la erradicación de la violencia y la utilización pacífica de las vías y espacios públicos, así como para contribuir a la prevención de la comisión de delitos y faltas. Con mayor detalle, el reglamento del SINASEC, aprobado mediante Decreto Supremo 012- 2003-IN, precisa que su orientación final es la protección del libre ejercicio de los derechos y libertades, además de garantizar la seguridad, la paz, la tranquilidad y el cumplimiento y respeto de las garantías individuales y sociales a nivel nacional[6]

Con posterioridad, la Defensoría del Pueblo ha señalado que la seguridad ciudadana no constituye en sí misma un derecho de naturaleza constitucional o legal, pero sí un bien jurídico protegido, en tanto conjunto de acciones destinadas a preservar otros valores jurídicamente tutelados por nuestro ordenamiento, además de los derechos constitucionales a la vida, a la integridad y a la propiedad, entre otros, como la tranquilidad pública o la paz social, el uso pacífico de los espacios y vías públicos, etc.[7]

En el mismo sentido se ha pronunciado el Tribunal Constitucional, al considerar que la seguridad ciudadana está referida a un conjunto de acciones orientadas a salvaguardar el desarrollo de la vida comunitaria dentro de un contexto de paz, tranquilidad y orden, consolidando una situación de convivencia con normalidad, es decir, preservando cualquier peligro o amenaza para los derechos y bienes esenciales para la vida comunitaria[8]

Causas

La causa por la cual se origina la seguridad ciudadana es por la INSEGURIDAD CIUDADANA, La inseguridad ciudadana se define como el temor a posibles agresiones, asaltos, secuestros, violaciones, de los cuales podemos ser víctimas.

Hoy en día, es una de las principales características de todas las sociedades modernas, y es que vivimos en un mundo en el que la extensión de la violencia se ha desbordado en un clima generalizado de criminalidad.

Entre las causas de inseguridad que se detectan, está el desempleo que vive una gran cantidad de personas; las personas que atentan contra los bienes y la integridad física de los ciudadanos lo hacen, frecuentemente, por no tener un empleo estable que les garantice ingresos suficientes para mantener a su familia.

También, está la pobreza como otra causa que puede generar agresividad y que causa, además, altos índices de delincuencia que, generalmente, se ubican en las zonas marginales de la ciudad.

La falta de educación es otra causa. La escasa y, muchas veces, inexistente educación de los ciudadanos genera delincuencia, agresividad y, por supuesto, inseguridad en aquellas personas que se mantienen al margen, pero que son los que sufren las consecuencias de esta situación.

Asimismo, la cultura tan pobre de nuestra población genera altos índices delictivos y de agresividad contra las personas. Puede afirmarse que, cuanta menos educación y cultura tengan las personas, más propensas a la delincuencia y al crimen serán.

Otra de las causas es el descontrol de los padres hacia los hijos, poco diálogo o simplemente desinterés por ellos, otro punto es que los hijos muchas veces se crían solos ya que los padres salen a trabaja.

La Inseguridad Ciudadana

La inseguridad ciudadana surge y se define en la actualidad como un fenómeno y problema social en sociedades que poseen un diverso nivel de desarrollo económico, múltiples rasgos culturales y regímenes políticos de distinto signo, no pudiéndose establecer, por tanto, distinciones simplistas para caracterizar factores asociados a su incremento y formas de expresión. En ese sentido, no existe una taxonomía general que permita identificar rasgos uniformes vinculados a las características que asume la inseguridad o distinguir tipos de sociedades que presenten el problema en forma exclusiva, siendo en definitiva una condición que comparten cada vez más un gran número de países en todo el mundo.

La selectividad temática de la inseguridad como una de las principales preocupaciones en las sociedades contemporáneas, ha ocurrido en distintos momentos y circunstancias del acontecer nacional; sin embargo ésta constituye una situación que viene presentándose desde los últimos veinte años cada vez con mayor frecuencia, observándose una tendencia a diferenciar el tratamiento clásico de la delincuencia y su compleja etiología con respecto a la dinámica que permite estructurar sistemas de seguridad ciudadana.

En ese sentido se abre una nueva dimensión frente al tema de la delincuencia, que incluyen procesos sociales distintos a los que determinan la actividad delictiva, lo cual implica revertir la noción de una sociedad vista como víctima pasiva del "azote" criminal y pasar a observar los procesos y capacidades de la sociedad civil para efectuar acciones preventivas.

Por otra parte, las sociedades contemporáneas que han te matizado las condiciones sociales de incremento de las tasas de criminalidad y la elevación de la tasa de temor, en términos de "inseguridad" colectiva y han planteado la necesidad de enfrentarla, son todas sociedades complejas y urbanas, lo cual obliga a adoptar puntos de observación suficientemente amplios y relacionales que permitan incorporar una diversidad de variables y considerar simultáneamente la multiplicidad de interacciones entre las diferentes estructuras de la sociedad actual.

Como consecuencia de lo anterior, ya no es posible encarar los problemas que afectan a la sociedad compleja desde una sola estructura de toma de decisiones, o de intercambio económico en el mercado, o exclusivamente desde un punto de vista educativo o religioso. Paralelamente la sociedad sigue incrementando su nivel interno de complejidad, mediante el desarrollo de la autonomía funcional de los diversos sistemas parciales que la constituyen, al mismo tiempo que se multiplican y diversifican las demandas sociales, haciendo necesario superar las tradicionales formas de coordinación social, pues no existiría ya ninguna estructura o dispositivo, que en forma centralizada, pueda elaborar respuestas con sentido único y generalizables en todo el sistema social, y menos aún proveer soluciones integrales concebidas, planificadas, implementadas y controladas por un sólo agente, institución o grupo social. Todo parece indicar que la sociedad contemporánea ha alcanzado un estado donde más que nunca la construcción social de la realidad y la acción colectiva poseen una creciente multiplicidad de puntos de emergencia y estructuración[9]

Problema Público

En una sociedad compleja caracterizada por un aumento permanente de experiencias y acciones y por la presencia de una variedad de grupos de interés y sistemas parciales, que disponen de su propia codificación y programación frente al ambiente, resulta imposible alcanzar formas de consenso mediante la opinión pública, considerada ésta como fruto de la libre discusión de los temas públicos.

Ante la imposibilidad de establecer intereses generales uniformemente considerados y asumidos, se impone el abordaje de los problemas mediante decisiones estratégicas de carácter parcial, es decir, de manera auto referente en el interior de cada sistema especializado de la sociedad.

En esos términos, desde el punto de vista de la generalización de los temas de interés general, resulta central considerar que, la diferenciación funcional ha ido tan lejos en la sociedad contemporánea que resulta improbable la integración social de la opinión pública sin vinculación alguna a los sistemas parciales. Este hecho ha obligado a redefinir el concepto de opinión pública y adscribirlo a algún sistema que permita el manejo de intereses funcionalmente definidos. Desde la perspectiva de los sistemas auto referencial la opinión pública ya no comprende a todo el sistema social, sino fundamentalmente al sistema político como sistema parcial, mediante comunicaciones públicas derivadas de una selección contingente de temas.

Riesgo, prevención y seguridad

Resulta posible abordar la inseguridad desde la perspectiva del riesgo, pues más allá del particular contenido atribuido u operaciones que cada sistema pueda efectuar al respecto en términos de equivalencia funcional, todos los sistemas se ven impelidos a adoptar alguna estrategia de prevención y, al hacerlo o no, asumen el riesgo que ello implica.

El riesgo implica un fenómeno de contingencia múltiple que como tal ofrece diferentes perspectivas a distintos observadores. Para un sistema observador cualquiera, el riesgo siempre implica que el futuro se presenta como incierto, pero se asume que lo que en el futuro pueda suceder depende de la decisión que se tome en el presente, "pues hablamos de riesgo únicamente cuando ha de tomarse una decisión, sin la cual podría ocurrir un daño".

El concepto de riesgo, no debe oponerse al concepto de seguridad, toda vez que la seguridad no puede ser nunca completa. Siempre existe algo imprevisto que puede ocurrir y por ello la seguridad, dada la imposibilidad real de ser alcanzada, sería una ficción social, que surge como una verdadera válvula de escape en el cálculo de riesgos.

De esta forma, permanece abierta la posibilidad para que los sistemas puedan conceptuar situaciones como riesgosas o peligrosas, según el esquema interno de posibilidades manejadas por el sistema en su relación con su entorno relevante. Además es necesario considerar que "no existe ninguna conducta libre de riesgo" puesto que son inevitables ya sea que tomemos decisiones o dejemos de tomarlas.

La prevención debe entenderse en este contexto como "una preparación contra daños futuros no seguros, buscando ya sea que la probabilidad de que tengan lugar disminuya, o que las dimensiones del daño se reduzcan, la prevención, entonces, puede ser practicada tanto frente al peligro como ante el riesgo.

Las definiciones no sólo implican una mera traducción al lenguaje sistémico del problema del riesgo, puesto que la teoría de los sistemas autorreferenciales obliga además a cuestionar los supuestos básicos sobre los cuales se fundamentan los criterios para definir la verdad y la objetividad. Si bien dicha discusión no es posible efectuarla en este trabajo, resulta necesario a lo menos hacer algunos alcances respecto de las consecuencias que esto conlleva para las definiciones sociales habituales que se realizan sobre el tema de la seguridad ciudadana.

Complejo y Riesgo

La observación de los mecanismos para el logro de la Seguridad Ciudadana conlleva invariablemente ambas distinciones, sea cual sea el esquema de diferenciaciones asumidas por el sistema. Así ya sea el Estado a través de cualquiera de sus organismos (Ministerios, Subsecretarías, Intendencias o Municipios); las organizaciones privadas; la comunidad organizada o las personas mismas, al reaccionar frente a las amenazas que representan los robos, asaltos, agresiones o cualquier delito, los denotan como peligrosos, pues son atribuidas a fuentes que provienen del entorno.

Cuando un sistema decide emprender acciones de prevención destinadas a reforzar la sensación de seguridad, a través de medidas percibidas como eficaces para controlar posibles daños futuros, ingresan necesariamente en su operatoria distinción que involucran riesgo. Incluso si estas decisiones no se adoptan, los daños pueden aumentar y con ello incrementar el peligro al cual está expuesto el sistema.

En definitiva lo que hacen los sistemas sociales es efectuar prevenciones para lo cual asumen con su operar inevitablemente algún nivel de riesgo con el propósito disminuir los peligros evitando posibles daños futuros, robos, agresiones, asaltos, catástrofes, etc., lo cual les permite reforzar la sensación de seguridad. Las equivalencias en las distinciones son evidentemente generales y operan en el nivel de la lógica básica de todo sistema social autor referido.

Esto implica que en la práctica diversos sistemas adoptan disímiles combinatorias para reducir y hacer manejable la complejidad que entraña la sensación de inseguridad, pues la identificación y evaluación de los peligros y su jerarquización, en términos de la importancia atribuida o la posibilidad de control, así como las estrategias y acciones de prevención que se decidan emprender, dependen de la configuración autorreferencial de los sistemas.

Clases sociales y seguridad ciudadana

  • a) El Sistema Político

En una sociedad altamente diferenciada, ningún sistema particular puede tener como función exclusiva y excluyente lograr a cabalidad el orden social, pues la creciente diferenciación sistémica necesariamente conduce al desarrollo de "estrategias para establecer relaciones selectivas entre las partes.

En esas condiciones, el sistema político ha adquirido un elevado grado de autonomía respecto de las otras esferas del sistema social, mediante la especialización de códigos y programas de comunicación específico tendiente a reducir la contingencia y a emprender maniobras de control respecto de su entorno relevante.

El poder, entendido como medio de comunicación social, supone la generación al interior del sistema político de un código simbólicamente generalizado que permita procesar la complejidad del entorno, establecer prioridades y seleccionar alternativas significativas y viables para el sistema, lo cual es posible en tanto el sistema siga produciendo y reproduciendo los elementos que lo constituyen, es decir, decisiones políticas.

En las democracias occidentales y durante la mayor parte del siglo XX, el Estado ha operado en términos de un Estado Bienestar. Si bien durante los últimos años se han publicado numerosos libros respeto de su crisis, e incluso sobre el desmonte de muchas de sus estructuras, el análisis de los procesos políticos no puede eludir que los conceptos que le dieron sentido en el pasado continúan operando en la actualidad, aunque con importantes restricciones e inconvenientes.

  • b) La policía

La Policía como organismo del Estado constituye otra instancia central en las estrategias destinadas a combatir los factores que afectan la seguridad de los ciudadanos, los organismos de orden y seguridad forman parte del aparato del Estado y, por tanto, del sistema parcial de la política.

En esos términos, usualmente las Fuerzas del Orden se encuentran adscritas a la estructura e institucionalidad política y su ámbito de competencia, así como sus atribuciones legítimas, se definen según los marcos de la legalidad vigente en una determinada sociedad. Sin embargo la globalización de los principios del Estado democrático, junto a la suscripción y vigencia durante los últimos años de numerosos tratados internacionales, han conllevado grandes y frecuentes coincidencias entre los países respecto de definiciones de principios en términos de sociedades libres y democráticas.

El tema de la Seguridad Interior estuvo traslapado con la denominada doctrina de la Seguridad Nacional, desde la cual surgió la discusión en torno a la "militarización de las fuerzas policiales", como una respuesta a la crisis del narcoterrorismo, que involucró a los militares en tareas propias de la Seguridad Interior como ha ocurrido en Colombia, Perú y Brasil.

Al sur de América, países como Uruguay, Argentina y Chile no se han visto envueltos en esta última tendencia, centrándose más bien el debate de las competencias, atribuciones, dependencias político-administrativas, problemas de coordinación entre los organismos de seguridad y de orden, además de las estrategias y recursos necesarios para incrementar la eficiencia policial.

En Chile, existen dos instituciones que legalmente tienen competencias diferenciadas por las normas, aunque en los hechos operan con cierta superposición de funciones. La Constitución de la República señala que estos organismos existen para dar eficiencia al derecho, garantizar el orden público y la seguridad interior (Artículo N° 90, Constitución Política del Estado Chileno). Para ello la policía dispone de diversos instrumentos reconocidos también por leyes y reglamentos. La ley orgánica de Carabineros de Chile, la define como una institución técnica y de carácter militar, que integra la fuerza pública siendo su finalidad garantizar y mantener el orden público y la seguridad pública (Ley 18.691). En el caso de la Policía de Investigaciones de Chile, la ley le encarga la misión de fundamental de investigar los delitos producidos, identificando los presuntos responsables, reunir y asegurar las pruebas y desarrollar todas las actividades que la ley establece para el esclarecimiento por los tribunales de los hechos constitutivos de infracción a la ley penal. (Decreto 2.469).

No obstante lo anterior, en muchas ocasiones el ejercicio de la acción policial incorpora operaciones donde no se aplica el derecho en estricto rigor, como sucede cuando los funcionarios median en un conflicto, solicitan que un mendigo se retire de un lugar, o a grupos de jóvenes para que bajen el volumen de la música, pese a ello, en toda las sociedades, este tipo de acciones se entienden como legítimas y ajustadas a las normas y ámbitos de competencia de la Policía.

Ello quiere decir que en los diferentes países, la función de la policía está orientada fundamentalmente al mantenimiento de la Seguridad Pública antes que a la Seguridad Ciudadana, lo cual se relaciona con una interpretación restrictiva del ámbito de competencia policial centrada sólo en "dar eficacia al derecho como única o al menos principal función de la policía".

En realidad, la aplicación de la ley penal representa sólo uno de los posibles instrumentos a los que el policía acude para cumplir con su rol en materia de seguridad, entre otras alternativas disponibles. Además, durante las últimas décadas se ha ido desarrollando una óptica más amplia respecto de la función policial que supera su concepto tradicional reconociendo la complejidad de la relación de sus tareas en sociedad. En ese contexto se encuentra el concepto de Policía Comunitaria, surgido en Estados Unidos a partir de un conjunto de investigaciones empíricas efectuadas desde los años cincuenta, que cuestionaron los límites de aplicación del sistema penal, la forma de interacción que mantenía la policía con la población negra entre otros grupos minoritarios, la consolidación de los derechos civiles en la década de los sesenta y el aumento de los índices de delincuencia.

  • c) Las municipalidades

Las municipalidades, como unidades autónomas del sistema político, han constituido punto central en la discusión de la Seguridad Ciudadana y en la elaboración de planes de prevención y control de la delincuencia en la escala local.

Este sistema del aparato administrativo del Estado acciona sobre la base de su propio territorio. En la vida sociopolítica, el municipio se encarga de la administración de la comuna. Más allá de los particularismos institucionales vigentes en una sociedad, la municipalidad, municipio o ayuntamiento, ejerce el poder local como representante del Estado dentro en su jurisdicción comunal.

La cercanía física y social que se establece con la ciudadanía, así como la mayor visibilidad que poseen los factores que inciden en la inseguridad, unido a la capacidad de presión que puede ejercer la comunidad sobre el municipio, ha implicado que en muchos países la temática de la Seguridad Ciudadana haya encontrado mayor eficacia en el ámbito local.

Entre los modelos de prevención del delito que han tenido mayor eficacia en el nivel comunal son que se orientan por la perspectiva situacional, los cuales derivan de una racionalidad pragmática que busca reducir las oportunidades de delinquir aplicando diversidad de medidas de carácter específico y localizado. En ese sentido, las variables que considera el modelo situacional son, en su mayoría, posibles de gestionar desde y con los recursos del sistema municipal.

Destacan entre las intervenciones típicamente asociadas a este modelo aquellas relacionadas con el diseño del espacio público y con instrumentos propios del planeamiento urbano. A través de ellos se procura una mayor visibilidad, facilitar el desplazamiento de las personas y aumentar el control social de los espacios; así como la instalación de medios técnicos que facilitan la detección de actos delictivos como alarmas, cámaras de vigilancia, etc.

2.3. DEFINICION DE TERMINOS

  • Dilema: Situación difícil o comprometida en que hay varias posibilidades de actuación y no se sabe cuál de ellas escoger porque ambas son igualmente buenas o malas.

  • Hostiles:Se aplica a la persona que muestra una actitud de enemistad o aversión hacia otra

  • Epidemias: Es una descripción en la salud comunitaria que ocurre cuando una enfermedad afecta a un número de individuos superior al esperado en una población durante un tiempo determinado

  • Erradicación: Eliminación o supresión completa y definitiva de una cosa, especialmente de algo inmaterial que es negativo o perjudicial y afecta a muchas personas.

  • Contingencia: Suceso que puede suceder o no, especialmente un problema que se plantea de forma imprevista.

  • Disímiles: Es un adjetivo que quiere decir: Desemejante, diferente.

  • Eludir: Evitar una dificultad, obligación, etc., con algún artificio o estratagema.

  • Inciden: Caer en un error, falta o delito.

  • Traslapado: Cubrir parcialmente una cosa [a otra].

CAPÍTULO III

Discusión o análisis de datos

Para el desarrollo de la presente monografía se ha realizado una encuesta, en la que se ha hecho diversas preguntas acerca de la inseguridad ciudadana en la ciudad de Tarapoto, estos resultados se desarrollaran a continuación

Partes: 1, 2

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