- Etiología y
epidemiologia - Patogenia y
fisiopatología - Presentación
clinica - Semiología
- Laboratorio
- Diagnóstico
- Tratamiento
- Pronóstico
- Conclusión
- Bibliografía
La primera descripción fue hecha por Bartholín
en 1645 en el curso de una autopsia, y ya en 1890 Courvouisier
publicó una serie de 131 casos.
El síndrome obstructivo puede ser causado por
problemas
intrínseco, extrínseco, congénito o
intraluminal.1
En este ultimo apartado se encuentra el íleo
biliar, enfermedad poco común en el medio y que produce
solo 1 a 3 % de las obstrucciones no estranguladas de intestino
delgado en pacientes menores de 65 años; y que aumenta
hasta 25 % en pacientes mayores de esta edad. Es una entidad
clínica diagnosticada ocasionalmente que conlleva un
margen significativo de complicaciones y mortalidad que oscila
entre 12 y 27 %.2 Lo anterior es reflejo de la edad
avanzada de los pacientes, las condiciones clínicas,
así como de la alta incidencia de enfermedades concomitantes
como la diabetes
mellitus, hipertensión arterial, problemas
cardiovasculares y obesidad.
Otros factores que también contribuyen a agravar el
pronostico de estos pacientes, es el grado de
deshidratación e hipovolemia con que ingresan al
quirófano y es la propia cirugía otro factor de
morbimortalidad importante.1
El apoyo diagnostico de laboratorio y
los estudios de gabinete ayudan a reconocer este problema.
Clásicamente la placa simple de abdomen ha sido el
método
inicial de estudio en estos pacientes, pero se pueden considerar
otros tales como el transito intestinal, la seriada
gastroduodenal, la tomografía computada y el ultrasonido,
cuando la sospecha diagnostica exista y el paciente lo
amerite.
La mayoría de los pacientes es sometida a
cirugía para extraer el lito biliar, aunque en algunos
casos la sola realización de la panendoscopia puede ser
suficiente para la solución del problema. El manejo de la
fístula biliar y la colecistectomia durante la
cirugía o en un segundo tiempo
quirúrgico tiende a ser controvertida en múltiples
series, pero el procedimiento a
elegir depende de las condiciones clínicas de cada
paciente.
DEFINICIÓN
Se denomina íleo biliar a la obstrucción
mecánica del intestino delgado o del colon
como consecuencia del pasaje de uno o mas lítos a
través de una fístula
biliodigestiva.6
El íleo biliar es una complicación de la
colelitiasis. El incremento de la expectativa de vida, ha
aumentado la prevalencía de esta complicación y su
incidencia es de 0,4 a 0,6 % de todos los pacientes con litiasis
biliar.6
Suele presentarse en pacientes de edad avanzada de entre
65 y 75 años, cuyo promedio es de 72 años. La
enfermedad ocurre con mayor frecuencia en mujeres, en una
proporción de 3,5:1, porque se sabe que las enfermedades de la
vía biliar ocurren con mas frecuencia en este grupo, pero no
existen estudios que respalden esa
afirmación.2
Esta patología representa del 1,5 al 15 % de
todas las oclusiones intestinales mecánicas.
Para producirse la fístula biliodigestiva un
calculo erosiona la pared de la vesícula y del tubo
digestivo. Un proceso
inflamatorio previo, con reducción del flujo arterial en
la pared vesicular, disminución del drenaje venoso y
linfático, junto con el aumento de la presión
intraluminal en la vesícula, determinan la
perforación con fistulización y ulterior
evacuación del calculo hacia el tubo
digestivo.7
Se describe que sólo 1-15% de las fístulas
biliodigestivas producen íleo biliar. La mayoría de
los cálculos que pasan al tubo digestivo se expulsan por
el ano o se vomitan; al parecer el diámetro mínimo
del cálculo
necesario para producir obstrucción intestinal es de 2,5
cm, a menos que exista otra causa de estenosis
intestinal.8
La formación de la fístula biliodigestiva
pasa generalmente inadvertida, interpretándose el cuadro
como cólico biliar o episodios de colecistitis aguda,
otras veces puede cursar con melenas.9
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