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DIABETES




Enviado por lucy_p_12



Partes: 1, 2

     

    Indice
    1.
    Introducción

    2. Insulina humana
    3. Tipos de diabetes
    4. Síntomas de la
    diabetes

    5. Complicaciones de la diabetes
    descompensada

    6. Estado De Coma
    7. Tratamientos actuales para
    la diabetes

    8. Biología molecular
    y diabetes

    9.
    Conclusión

    10.
    Bibliografía

    1.
    Introducción

    Este trabajo tiene como objetivo
    presentar a la diabetes en la
    mayoría de sus aspectos. La primera parte trata de las
    características generales de la enfermedad,
    las complicaciones que acarrea su desarrollo en
    un individuo y los tratamientos actuales.
    La segunda parte del trabajo estudia los distintos caminos que se
    están buscando y descubriendo para conocer más
    sobre la enfermedad y así proponer nuevos tratamientos, y
    por qué no, la cura definitiva. También está
    incluida la posibilidad de detección precoz con el
    objetivo de
    evitar directamente su desarrollo.
    La información es muy variada, por tratar
    distintos temas. Es una recopilación de datos de fuentes
    diferentes, y, en la segunda parte, toda la información es de fines del año 1999
    a la fecha actual, ya que los descubrimientos en biología molecular y
    medicina son
    constantes, y cada vez más completos.
    La diabetes es una
    enfermedad muy compleja, y que tiene muchas clasificaciones
    internas. Yo me limito en este informe a la
    diabetes tipo I (insulino-depediente), porque aunque no es la
    más común, es la que más complicaciones
    produce y la más difícil de controlar.
    Además, los factores que la provocan son principalmente a
    nivel genético, por lo cual es inevitable todavía.
    De todas formas describo también a los otros tipos, pero
    en la parte de investigación me remito sólo a los
    datos
    relevantes para la tipo I.

    ¿Qué es la diabetes?
    La diabetes mellitus humana es una compleja enfermedad
    metabólica en la que el organismo afectado no es capaz de
    asimilar en medida suficiente la glucosa aportada por la nutrición, por lo que
    los niveles sanguíneos de este azúcar
    se elevan por encima de los límites
    fisiológicos normales, con la consiguiente
    manifestación de síntomas de mayor o menor
    gravedad.
    Es una enfermedad crónica, actualmente incurable y,
    generalmente evolutiva. Sin embargo puede ser abordada con un
    tratamiento constante, que bien llevado, permite al paciente una
    vida plena y útil.
    Si la diabetes no es controlada adecuadamente, puede llevar a
    serias complicaciones médicas como enfermedades
    cardíacas, problemas
    circulatorios, nerviosos y problemas
    renales, en los ojos y en los miembros, entre otros. La forma de
    evitar estas complicaciones es el control diario de
    la enfermedad.
    Más que una entidad única, la diabetes es un
    grupo de
    procesos con
    causas múltiples, que hasta pueden afectar la psicología del
    enfermo.
    Ese déficit puede ser mínimo o puede ser total, con
    todos los grados intermedios. Pero todos, en mayor o menor
    cuantía, tienen comprometida su salud, sus posibilidades de
    vivir sin padecimientos físicos y probablemente ver
    acortada su existencia. Todas estas posibilidades negativas
    pueden ser corregidas con un tratamiento adecuado y una conducta
    disciplinada.

    ¿Qué es ser diabético?
    Es diabético todo aquel individuo en el que su organismo
    no dispone de suficiente acción de una hormona, la
    insulina, por un período más o menos largo de
    tiempo y que
    muchas veces es permanente. Por lo tanto, es un individuo que ha
    perdido en mayor o menor grado su capacidad de utilizar
    apropiadamente, en cantidad y oportunidad, los nutrientes
    indispensables para una correcta función
    orgánica. No es por falta de aporte de estos nutrientes,
    sino por carecer de la coordinación adecuada y el estímulo
    suficiente, para el uso correcto las de los mencionados alimentos.

    Glucosa:
    Los hidratos de carbono son
    utilizados por las células en
    forma de glucosa, un azúcar
    monosacárido de fórmula
    C6H12O6. La glucosa es la
    principal fuente de energía del organismo. Se encuentra en
    la miel, en el jugo de numerosas frutas y en la sangre de los
    animales. Es
    un sólido cristalino de color blanco,
    algo menos dulce que el azúcar destinado al consumo. Las
    disoluciones de glucosa giran el plano de polarización de
    la luz a la derecha;
    de ahí el otro nombre alternativo dextrosa (del
    latín dexter, 'derecha'). La glucosa cristaliza en tres
    formas diferentes y cada una de ellas gira el plano de
    polarización de la luz en distinto
    grado.
    Tras su absorción desde el intestino delgado, la glucosa
    se procesa en el hígado, que almacena una parte como
    glucógeno, (polisacárido de reserva y equivalente
    al almidón de las células
    vegetales), y el resto pasa a la corriente
    sanguínea.

    Páncreas:
    El páncreas es una glándula sólida en forma
    de pez, localizada transversalmente sobre la pared posterior del
    abdomen, detrás del estómago. Su longitud oscila
    entre los 15 y 20 centímetros, tiene una anchura de unos
    3,8 cm y un grosor de 1,3 a 2,5 cm. Pesa 85gr, y está
    dividido en una cabeza (localizada en la concavidad del duodeno
    llamada asa duodenal), un cuerpo y la cola. El páncreas
    tiene una secreción exocrina y una endocrina. La
    secreción exocrina está compuesta por un conjunto
    de enzimas que se
    liberan en el intestino para ayudar en la digestión: es el
    jugo pancreático. La secreción endocrina, la
    insulina, es fundamental en el metabolismo de
    glúcidos en el organismo. La insulina se produce en el
    páncreas en grupos
    pequeños de células especializadas denominados
    Islotes de Langerhans.
    El páncreas humano segrega una hormona denominada insulina
    que facilita la entrada de la glucosa a las células de
    todos los tejidos del
    organismo, como fuente de energía. En un diabético,
    hay un déficit en la cantidad de insulina que produce el
    páncreas, o una alteración de los receptores de
    insulina de las células, dificultando el paso de glucosa.
    De este modo aumenta la concentración de glucosa en la
    sangre y
    ésta se excreta en la orina.

    2. Insulina
    humana

    La insulina es un polipéptido (proteína)
    de 51 aminoácidos y de un peso molecular de 6000. Es un
    dímero porque está compuesta por dos cadenas
    polipeptídicas. Es una hormona que es producida y
    segregada por las células beta, que se encuentran
    agrupadas en el páncreas (grupos de un
    millón de células aproximadamente) bajo el nombre
    de Islotes de Langerhans. Se la denominó insulina por el
    latín insula, "isla", ya que se produce en los islotes de
    Langerhans.
    En el organismo normal, la insulina mantiene la glucosa
    sanguínea a un nivel satisfactorio (normoglucemia),
    previene su aumento o lo corrige, e influye en la producción y el consumo de
    glucosa.
    Cuando las concentraciones de azúcar en la sangre son
    bajas, el páncreas libera glucagón, que
    actúa contrariamente a la insulina, estimulando la
    degradación de glucógeno y la liberación de
    glucosa del hígado. Cuando las concentraciones de glucosa
    en la sangre son elevadas, el páncreas libera insulina,
    que elimina la glucosa del torrente sanguíneo.
    Influye en el consumo de glucosa estimulando a los receptores de
    las células a captarla.

    Acciones de la insulina:

    • Produce hipoglucemia, mantiene la normoglucemia y
      previene y corrige la hiperglucemia y los estados
      diabéticos.
    • Incrementa la utilización de la glucosa de los
      tejidos.
    • Acrecienta la transferencia de la glucosa al interior
      de las células.
    • Aumenta la formación de grasas (glucosa a
      ácidos
      grasos), e inhibe el pasaje de grasas a ácidos
      grasos.
    • Transforma la glucosa en glucógeno
      hepático (anticetogénesis) y muscular y acelera
      el proceso
      (efecto glucogenético).
    • Permite la síntesis
      de péptidos (proteínas) a partir de
      aminoácidos.
    • Disminuye la gluconeogénesis
      proteica.
    • Hace descender el fósforo inorgánico y
      el potasio del suero.

    Los diabéticos carecen de insulina, por lo que no
    se producen las anteriores acciones.
    Por falta de insulina en el organismo diabético se
    establece:

    • Impedimento para que la glucosa pase a dióxido
      de carbono y
      agua;
    • Dificultad para el pasaje de glucosa a ácidos
      grasos;
    • Disminución de la formación de
      glucógeno hepático y muscular.

    Hay un porcentaje de diabéticos que carece
    absolutamente de la capacidad de producir insulina por sí
    mismos. El aprovechamiento de los glúcidos es primordial
    en el organismo ya que es nuestra forma de energía, por lo
    que la falta de insulina es totalmente incompatible con la vida.
    Es por eso que estos diabéticos son llamados
    insulinodependientes, ya que requieren obligatoriamente la
    aplicación de dosis inyectables de insulina, elaboradas a
    partir de páncreas vacunos.

    Etiología (causas):
    En general, puede afirmarse que los factores que intervienen en
    la génesis de la diabetes son múltiples, complejos,
    y que a menudo se asocian con características variables de
    acuerdo con su acción e intensidad, ya que actúan
    en gran medida en función
    del tiempo.

    Prediabetes (predisposición genética):
    El estado
    prediabético está ante todo íntimamente
    relacionado con el grado de predisposición genética,
    que puede asumir varios aspectos.
    Las anomalías y enfermedades hereditarias
    pueden deberse a diferentes causas. Destacan entre ellas las
    variaciones en el número y estructura de
    los cromosomas.
    También pueden registrarse mutaciones aparecidas
    espontáneamente en hijos de personas sanas tales
    mutaciones pueden dar lugar a la mayoría de las
    enfermedades hereditarias, propiamente dichas). Por último
    ha de considerarse también la coexistencia desfavorable de
    varios genes, ninguno de los cuales por sí solo es
    patógeno. En este último grupo se
    incluyen las heredopatías complejas o multifactoriales, en
    el que está incluida la diabetes.
    Es posible decir que no se trata de una sola entidad, sino de un
    grupo de trastornos genéticamente heterogéneos cuya
    característica común es la intolerancia a la
    glucosa. El concepto de
    heterogeneidad genética significa que diferentes factores
    etiológicos genéticos (a los que de alguna forma
    modifica el ambiente) dan
    lugar al mismo fenotipo. Existen más de 60 alteraciones
    genéticas entre cuyas manifestaciones figura la
    intolerancia a la glucosa y, en algunos casos, la diabetes
    clínica, lo que demuestra que las mutaciones en diferentes
    locus puede producir intolerancia a la glucosa.
    La diabetes puede originarse en la herencia de una
    mezcla de genes "predispuestos", particularmente cuando se
    combinan con factores exógenos, como la dieta y la falta
    de actividad física con obesidad
    consiguiente (la obesidad puede
    desempeñar un papel negativo
    en la estimulación de la aparición de esta
    enfermedad). Si como se admite generalmente, la tendencia a la
    diabetes se hereda como un gen recesivo mendeliano, el hijo de
    dos padres diabéticos (homozigotos) o el gemelo
    monocondrial o univitelino (gemelo idéntico) de un
    individuo diabético serían ya de entrada
    prediabéticos y si vivieran largo tiempo
    manifestarían su diabetes.
    La diabetes puede afectar a toda una familia. Es
    más probable que se diagnostique una diabetes en el
    hermano o hermana de una persona
    diabética que en el resto de la población. Las posibilidades de que se
    desarrolle la enfermedad son del 60 % cuando solamente es
    diabético uno de los padres y un abuelo o un tío;
    del 40 % cuando un padre es diabético y también lo
    es un primo de primer grado; del 22 % cuando uno solo de los
    padres es diabético o son diabéticos los abuelos;
    del 14 % si sólo es diabético un abuelo, y del 9 %
    si es diabético un primo hermano.

    Obesidad:
    La diabetes está relacionada con la obesidad debido a la
    gran frecuencia de la enfermedad entre adultos obesos. Un 70% a
    80% de los diabéticos mayores de cuarenta años han
    sido obesos antes del comienzo de la enfermedad.
    Esta situación exige una mayor secreción de
    insulina, ya que los obesos ingieren una mayor cantidad de
    carbohidratos,
    lo que conduce al agotamiento de las células de los
    Islotes de Langerhans, quedando el trastorno como definitivo. La
    diabetes es diez veces más frecuente entre personas con un
    25% de sobrepeso. La predisposición aumenta con el grado
    de obesidad.

    Destrucción del páncreas:
    La destrucción progresiva de los Islotes de Langerhans
    puede ocasionar diabetes. Asimismo la diabetes puede sobrevenir
    como secuela de necrosis pancreáticas agudas, o de
    pancreatitis subagudas o crónicas a repetición.
    Los siguientes son agentes agresivos para los Islotes:

    • Aloxano: es una sustancia derivada de la pirimidina,
      que produce una lesión química selectiva
      de las células beta.
    • Mantenimiento de una elevada concentración de
      azúcar en sangre por tiempos prolongados.
    • Ácido dehidroascórbico.

    Factor inmunitario:
    La diabetes tipo I, es considerada un trastorno autoinmunitario
    crónico porque las células beta se convierten en
    blancos del sistema inmune,
    es decir, la enfermedad es un caso en el cual el sistema inmune
    reacciona contra las células naturales del cuerpo.
    Alteraciones en la función inmunitaria y en la
    liberación de insulina preceden al desarrollo abrupto del
    síndrome diabético en pacientes con
    predisposición genética.

    3. Tipos de
    diabetes

    Modernamente se diferencian dos tipos de diabetes
    fundamentales, la mellitus o mélitus y la insípida,
    junto con algunas variedades secundarias. En este trabajo
    sólo voy a concentrarme en la diabetes mellitus, que es la
    más común en la población moderna.

    Diabetes mellitus:
    Existen cuatro tipos principales de diabetes mellitus: tipo I o
    insulino-depediente; tipo II o no-insulino-dependiente; tipo III
    o diabetes gestacional; y la de tipo IV, que incluye otros tipos
    de diabetes relacionadas con enfermedades del páncreas,
    cambios hormonales, efectos secundarios de ciertas drogas o
    defectos genéticos.

    Diabetes Tipo I: Insulino-Dependiente
    Se llama así ya que el paciente depende exclusivamente de
    la insulina administrada para existir y actuar eficientemente. Se
    debe a la falta absoluta de insulina por la carencia total de
    células beta.
    Un tejido insulino-dependiente es aquel que requiere la
    estimulación de insulina para la entrada de glucosa a
    la
    célula y su posterior utilización. Así,
    la insulina estimula la obtención de energía
    mediante la glucólisis y el Ciclo de Krebs, la
    formación de NADPH por el shunt de las pentosas y la
    glucogenogénesis y por otro lado, inhibe la
    gluconeogénesis. En los tejidos insulinoindependientes, en
    cambio, el
    ingreso de la glucosa a la célula es
    libre y así también lo es su
    metabolización.
    La inyección de insulina tiene por finalidad reemplazar la
    que le falta al organismo. La insulina debe utilizarse en forma
    inyectable para que ejerza su acción. El requerimiento
    insulínico del niño diabético aumenta a
    medida que éste crece y generalmente se estabiliza cuando
    llega a la adultez. Se aconseja efectuar la insulinoterapia con
    insulina de acción intermedia en dos dosis: una a la hora
    del desayuno y la segunda antes de la cena.
    Se la encuentra en niños y
    jóvenes. En la inmensa mayoría de los casos, la
    diabetes en el niño es insulino-dependiente.
    También se halla en una pequeña proporción
    de diabéticos que comienzan su enfermedad como
    adultos.
    La diabetes insulino-depediente una vez instalada, rara vez
    retrocede, y puede aparecer bruscamente, dando lugar a la
    manifestación clínica del trastorno en poco
    tiempo.
    Puede aparecer en pacientes sin antecedentes familiares de
    diabetes y sus manifestaciones clínicas son llamativas
    desde el comienzo.
    Los síntomas de poliuria, polifagia y polidipsia son los
    que hacen que el paciente recurra al médico, porque son
    demasiado intensos. Tiene tendencia a la acidosis, coma e
    hipoglucemia. La tendencia a la hipoglucemia se debe a que son
    insulinosensibles, es decir que un leve cambio en la
    dosis insulínica puede producir grandes perturbaciones. En
    los diabéticos juveniles, con grandes variaciones de la
    glucemia en el curso del día, es prácticamente
    imposible impedir la hipoglucemia si no se mantiene constante el
    factor dieta. Es necesario que hagan una distribución estricta de los alimentos en las
    cuatro comidas diarias, y complementarlas con pequeñas
    cantidades (entre 10 y 20 g) de glúcidos para evitar la
    hipoglucemia. Esta colación se puede dar a media
    mañana o a última hora de la noche, para evitar una
    descompensación durante el sueño.

    La aparición de complicaciones es más
    común en los diabéticos graves.
    Es indispensable que el diabético lleve consigo siempre
    una tarjeta o medalla que lo identifique como tal. Esta simple
    medida facilitará su tratamiento en situaciones de
    emergencia donde por pérdida de sensorio no pueda resolver
    por sí mismo su descompensación.

    Diabetes no-insulino-dependiente:
    En este tipo de diabetes, la carencia de acción
    insulínica no es absoluta, sino relativa. La producción o la liberación de
    insulina existe, pero en cantidades menores que las necesarias
    para una correcta función del organismo (llegan a alcanzar
    un valor medio
    de, aproximadamente, el 70 % del valor normal),
    o en forma tal que no puede ser aprovechada como corresponde.
    Desde el punto de vista histológico, el páncreas
    posee aún un buen número de células beta,
    aunque apenas se muestren activas o sean menos sensibles a sus
    estímulos normales.
    Esta insuficiencia insulínica es parcial en las siguientes
    circunstancias:

    1. Cuando la secreción está disminuida
      pero no abolida por completo.
    2. Cuando la secreción es normal pero el
      requerimiento de insulina está aumentado.
    3. Cuando existe "resistencia a
      la insulina" por factores que interfieren o bloquean
      extracelular o intracelularmente, su acción
      fisiológica.

    Se ha encontrado que la diabetes de los adultos
    frecuentemente resulta de una disminución en el
    número de sitios receptores de insulina en las membranas,
    y no de una escasez de insulina. Estos pacientes se tratan
    más eficientemente con una dieta.

    Diabetes gestacional:
    La diabetes gestacional se desarrolla durante el embarazo y
    desaparece casi inmediatamente después del parto. Al
    igual que en otras formas de diabetes, los niveles de glucosa en
    la sangre son elevados porque la mujer no
    metaboliza los carbohidratos
    de manera adecuada, ya sea por insuficiencia de insulina o por
    alguna incapacidad para utilizar adecuadamente la hormona.
    Cuando los niveles de glucosa en la sangre de la madre son muy
    altos, el feto produce insulina adicional que actúa como
    una hormona del crecimiento durante el desarrollo fetal. El
    resultado es un bebé muy grande y enfermizo. El exceso de
    insulina fetal también interfiere en el metabolismo
    del potasio, lo cual puede causar arritmias potencialmente
    fatales, o bien un ritmo cardíaco irregular.
    La diabetes gestacional es la causa más común de
    mortinatos o de muerte fetal
    tardía. El trastorno también aumenta la posibilidad
    de defectos congénitos.
    Entre los factores que contribuyen al riesgo de
    diabetes gestacional está el embarazo
    después de los 35 años, la obesidad y haber tenido
    un hijo previo con un peso superior a 4 kilogramos. Las mujeres
    que pesaron más de 4 kilogramos al nacer también
    tienen mayor incidencia de diabetes gestacional, que a su vez
    implica desarrollar, tarde o temprano, cualquiera de los otros
    tipos de diabetes.

    Evolución del embarazo en las
    diabéticas:
    El embarazo presenta una serie de hechos que conviene analizar
    detalladamente:

    • Mayor cantidad de abortos. La frecuencia de abortos
      espontáneos varía con las estadísticas, del 10% al 25%. Depende
      directamente del grado de compensación de la diabetes y
      por lo tanto es menor si la enferma esta bien controlada desde
      el principio del embarazo. El aborto se
      puede producir aún en presencia de acidosis. La
      determinación inicial de la amenaza de abortos mediante
      la colpocitología y urocitograma es muy
      útil.
    • Gigantismo fetal. Un tercio de los hijos de
      diabéticas pesan más de 4.000 gramos y es
      común encontrar niños
      de hasta 6.000 gramos. El peso de estos niños es menor
      si se tiene en cuenta que son prematuros.
    • La mortalidad materna es una circunstancia rara en el
      embarazo de las diabéticas, pues las cifras estadísticas la ubican en
      proporción inferior al 1%. Pero esto rige como cierto
      cuando el embarazo está correctamente dirigido y el
      nacimiento lo atiende un equipo idóneo.

    La mortalidad perinatal (muerte en e
    último mes de vida intrauterina y en las primeras 48 horas
    posteriores al parto),
    sólo se corrigió en parte con el descubrimiento de
    la insulina.
    En el embarazo de las diabéticas hay un primer trimestre
    peligroso por la facilidad de que sobrevengan abortos
    espontáneos y por el desequilibrio frecuente de la
    diabetes que obliga a un período de reajuste de la
    insulina y de la dieta, siendo usual la aparición de
    acidosis e hipoglucemias. La presencia de vómitos complica
    la dietoterapia, pues es necesario llegar a veces a la alimentación
    parenteral. El segundo trimestre es tranquilo. Durante el tercer
    trimestre el embarazo puede complicarse o no con toxemia
    gravídica, y es posible que aparezca polihidramnios.
    El problema mayor es el riesgo grande
    para el feto. A partir de la semana 35 el embarazo, a menudo en
    diabéticas bien compensadas, sin vasculopatías,
    aún sin alto requerimiento insulínico, sin toxemia
    que complique el embarazo y sin signos clínicos
    premonitores, se produce la muerte
    adentro del útero.

    Diabetes insípida:
    Otra clase de diabetes menos frecuente, es la diabetes
    insípida. Se debe esta enfermedad a carencias en la
    síntesis de la llamada hormona
    antidiurética, ADH o vasopresina, o bien a un bloqueo en
    su acción, o una falla en los riñones para
    responder al ADH.
    Esta sustancia es secretada por la neurohipófisis y tiene
    como principal misión
    regular y limitar la eliminación de agua a
    través de la orina y actúa en el túbulo
    renal, impidiendo de esta forma la eventual deshidratación
    del organismo.
    Si se registra una disfunción o destrucción de los
    núcleos hipotalámicos (centros cerebrales donde se
    sintetiza la ADH), o de los conductos a través de los
    cuales se conduce la ADH, tiene lugar el desarrollo de la
    diabetes insípida. Si la producción de la hormona
    es normal y son los túbulos renales los que no responden a
    la acción de la vasopresina, se produce la diabetes
    insípida nefrogénica. En cualquiera de los dos
    casos se registra una gran poliuria, llegándose a eliminar
    hasta quince litros de orina por día, cuando los niveles
    normales no superan los dos litros diarios.
    Al mismo tiempo, los pacientes padecen una intensa
    sensación de sed y existe riesgo de deshidratación.
    A diferencia de la diabetes mellitus en este proceso no se
    detecta exceso de glucosa en sangre ni orina; de ahí el
    nombre de insípida.
    En muchos casos el tratamiento no es necesario, pero pueden
    administrarse hormonas de
    composición afín a la vasopresina, drogas para
    ayudar a los riñones a que respondan al ADH, o
    administrarse fármacos diuréticos.

    4. Síntomas de la
    diabetes

    Pocas afecciones producen tantos cambios
    patológicos y tan diseminados como la diabetes.
    Alteraciones funcionales:

    • Poliuria: excesiva eliminación de orina (los
      diabéticos no tratados
      eliminan de 2 a 5 litros de orina por
      día).
    • Polidipsia: ingestión de grandes cantidades
      de líquidos, debido a la sed que experimenta el
      individuo, como conducta
      de defensa contra una deshidratación.
    • Polifagia: ingestión de grandes cantidades
      de alimento.

    Alteraciones de tipo bioquímicas:
    La diabetes se diagnostica mediante un análisis de la sangre y la orina del
    paciente. La base de las pruebas
    simples de diabetes son los siguientes
    síntomas:

    1. Análisis de orina:
    • Cetonuria: aparición en sangre y orina de
      cuerpos cetónicos como consecuencia del catabolismo
      (degradación metabólica) de las grasas en los
      tejidos, especialmente en el hígado.
    • Glucosuria: aparición de glucosa abundante en
      la orina.
    1. Análisis de sangre:
    • Hiperglucemia: excesiva cantidad de glucosa en la
      sangre (nivel superior a 120 después de una comida o
      superior a 80 después de un ayuno).
    • Disminución de la reserva alcalina por debajo
      del 55 vol. %.

    A los 120 minutos, en una persona normal
    los valores
    son inferiores a 120 mg %. En un diabético los resultados
    superan los 130 mg %.

    Alteraciones generales:

    • Pérdida de peso:

    La pérdida de peso se debe a que el organismo
    utiliza las grasas ingeridas ya que no es capaz de utilizar los
    azúcares.
    La insulina, al promover la entrada de glucosa a la célula,
    provee las condiciones necesarias para la formación y
    depósito de grasa. Pero al no haber insulina, hay menor
    lipogénesis (formación de grasa) y mayor
    lipólisis (degradación de grasa). Y como la glucosa
    es eliminada por la orina, no queda almacenada en el organismo
    ninguna sustancia que pueda provocar aumento de peso.

    • Acidosis e hipercolesterolemia:

    Imposibilitado para utilizar glucosa como fuente de
    energía, el diabético recurre en mayor
    proporción que las personas normales al consumo de
    ácidos grasos. Se incrementan, los ácidos grasos
    libres circulantes. También aumenta la oxidación de
    éstos; en consecuencia se engendra acetil-CoA en cantidad.
    Pero como éste no puede ser oxidado eficientemente en el
    ciclo de Krebs, ni ser utilizado en la síntesis de
    ácidos grasos, se acumula un excedente de acetatos que es
    derivado hacia la síntesis de cuerpos cetónicos y
    colesterol. El paciente diabético descompensado presenta
    aumento de los niveles de estos compuestos. El incremento en la
    concentración de cuerpos cetónicos en los tejidos y
    líquidos corporales lleva a la acidosis, la cual produce
    cetonemia, cetonuria y cetoacidosis.

    • Astenia:

    Se llama astenia a la pérdida o
    disminución de las fuerzas, evidenciada por debilidad
    general y fatigabilidad muscular. La astenia es física,
    psíquica y sexual, y en general, persiste mientras dura la
    glucosuria.
    La pérdida de fuerzas e impotencia motora se produce por
    la deshidratación, el balance nitrogenado negativo y la
    acidosis.

    • Prurito:

    Sensación procedente de la piel que
    produce el deseo de rascado.

    • Xantoma diabético:

    Aparecen protuberancias o chichones amarillos en la
    piel, pero
    desaparecen cuando la enfermedad está bajo control.

    5. Complicaciones de la
    diabetes descompensada

    Cualquiera de los tipos de diabetes, si no son tratadas
    al comienzo de la enfermedad y tienen tiempo suficiente de
    evolución, aparecen complicaciones, que
    pueden comprometer la vida en corto plazo, sobre todo derivadas de
    lesiones de arterias y venas, de mediano y pequeño
    calibre, que originan trastornos principalmente en el corazón,
    en los riñones, los ojos y las piernas.
    También se lesionan los nervios que coordinan los
    movimientos y la sensibilidad de los miembros y el funcionamiento
    de órganos como el corazón,
    el estómago, el intestino, la vejiga y el aparato genital
    masculino, lo que trae aparejado enfermedades del aparato
    digestivo, urinario y reproductor.
    Además el diabético tiene alterado su sistema
    inmunitario de defensa, por lo cual es más proclive a
    sufrir infecciones, sobre todo del aparato urinario y tuberculosis
    pulmonar.
    Los siguientes males pueden evitarse con un tratamiento precoz y
    adecuado:

    Pie Diabético
    Es común que los pacientes diabéticos sufran
    problemas de circulación e infecciones en los pies y en
    las piernas. Estos problemas, como úlceras en la piel y
    gangrena, pueden evitarse mediante un especial cuidado de los
    miembros, examinándolos diariamente, y controlando
    cualquier irregularidad, como encontrar la piel roja, reseca, con
    cualquier tipo de callo o ampolla, etc.

    Alteraciones Oculares
    Las principales alteraciones oculares ocurren en la retina, lo
    que se denomina retinopatía diabética.
    La retinopatía diabética es un desorden de los
    vasos sanguíneos en la retina del ojo, provocando la
    ruptura de éstos. Se produce con más frecuencia en
    pacientes que poseen diabetes hace mucho tiempo y no la controlan
    debidamente. Puede presentarse en enfermos insulinodependientes o
    insulinoindependientes.

    La repetida hemorragia puede resultar en una ceguera
    parcial o total.
    El tratamiento a esta afección es con rayos láser, lo
    que se llama fotocoagulación.
    La amaurosis diabética es también una ceguera
    relacionada con la diabetes.
    Las cataratas son también comunes en las diabetes de tipo
    I y II. Se presenta con mayor frecuencia en los diabéticos
    que en los no diabéticos, y puede producir una
    disminución total o parcial de la visión. Aparece
    cuando la enfermedad está mal controlada, ya que cuanto
    mayor sea la hiperglucemia se instala más
    rápidamente.
    Investigaciones llevadas a cabo en Inglaterra y
    Estados Unidos
    han demostrado que la aspirina puede reducir el riesgo de ceguera
    en la diabetes. La Asociación Americana de Diabetes (ADA)
    aconseja que a los diabéticos tomar de 81mg a 325mg de
    aspirina por día para minimizar el riesgo de ceguera y
    paros cardíacos.

    Impotencia Sexual Masculina
    La impotencia sexual masculina es una complicación
    frecuente en los diabéticos mayores de 35 años. Su
    intensidad es variable. La diabetes mellitus predispone a los
    hombres a manifestar disfunción eréctil, y
    aproximadamente la mitad de ellos padece impotencia.
    Existe una escala variable
    que va desde la astenia sexual hasta la impotencia completa. A
    menudo coexiste con la nefropatía que complica a los
    diabéticos juveniles en la cuarta década de su
    vida.
    La impotencia puede deberse a una menor secreción hormonal
    de gonadotropinas, en función de una menor cantidad de
    fructuosa en el líquido seminal.

    Vasculopatías
    La vasculopatía es la principal causa de mortalidad en los
    diabéticos.
    Hay menor frecuencia de lesiones vasculares en los grupos de
    diabéticos controlados, con normoglucemia.
    Existen dos grandes tipos de vasculopatías
    diabéticas: la arteriosclerosis y arterioloesclerosis
    diabéticas, que no se diferencian de las no
    diabéticas, y la microangiopatía diabética,
    que parece afectar específicamente a los
    diabéticos.
    En la arteriosclerosis y arterioloesclerosis diabética
    están afectadas la mayoría de las arterias medianas
    del miocardio, cerebro,
    extremidades inferiores y las arteriolas del glomérulo
    renal y de la retina
    Se presentan determinadas encefalopatías,
    coronariopatías o arteriopatías de las
    extremidades, que constituyen el principal factor de morbilidad y
    mortalidad en el anciano diabético.
    La microangiopatía es una lesión que afecta los
    capilares, las arteriolas y las vénulas y tiene una amplia
    distribución en el organismo. Se encuentra
    en los pequeños vasos de la retina, riñón,
    músculo, piel, placenta, intestino. Se encuentra en
    enfermos con diabetes iniciada en la infancia y en
    la adolescencia,
    pero también puede aparecer en diabetes más
    tardías. Puede haber microangiopatía durante el
    período de prediabetes.

    Afecciones Renales
    Las alteraciones renales se producen tanto en el árbol
    urinario, como en los glomérulos o en los
    túbulos.
    La nefropatía rara vez aparece antes de la edad de 25
    años, y es independiente del tipo de diabetes, pero la
    posibilidad de padecerla aumenta con la antigüedad de la
    enfermedad. En una nefropatía se requiere menos insulina,
    a menos que se produzcan infecciones urinarias o extraurinarias,
    lo que aumentará la dosis. En general están
    asociadas a otras microangiopatías, en especial la
    retinopatía.
    La infección urinaria es cuatro veces más frecuente
    en el diabético que en el no diabético de igual
    edad.
    Cuando se obstruye el árbol urinario se produce papilitis
    necrótica, pero no es específica de la diabetes. En
    la mayoría de los casos es una lesión de aguda de
    evolución rápida y mortal.
    Mediante un régimen adecuado de alimentación es
    posible adecuar el organismo a la insuficiencia renal. Uno de los
    detalles es que la cantidad de glúcidos debe ser mayor que
    lo usual en diabéticos.

    Cardiopatías
    La muerte por
    cardiopatías es prácticamente dos veces más
    frecuente en diabéticos que en personas sanas.
    El infarto de miocardio produce hiperglucemia y aumenta el
    requerimiento insulínico, o hace que los enfermos tratados con
    hipoglucemiantes perorales requieran insulina. Si está
    bien tratado, rara vez llega a la acidosis.

    Síndrome Neurológico Diabético
    Implica cualquier alteración del sistema nervioso
    central o periférico, que es provocado por la
    diabetes.
    La neuropatía diabética puede aparecer con el
    inicio de la insulinoterapia, pero dura poco tiempo.
    También es posible que parezca luego de un coma
    diabético. La neuropatía produce disminución
    de la sensibilidad, algias localizadas, compresión de las
    masas musculares, astenia y disminución de la fuerza
    muscular. Es útil que el diabético mantenga una
    normoglucemia.
    En la mayoría de los casos el paciente requiere un aumento
    en la dosis de insulina.
    La triopatía es un síndrome integrado por
    retinopatía, nefropatía y neuropatía que
    aparece en diabéticos graves, en general
    insulinodependientes, de entre 20 y 50 años.

    6. Estado De
    Coma

    El coma en los diabéticos no es una
    complicación de la enfermedad, sino una etapa evolutiva de
    la misma que conduce a la muerte sino es tratada debidamente y a
    tiempo.
    Un diabético tratado correctamente no entra en coma.
    Existen dos tipos de coma, según las causas que lo
    produzcan. Estos son el coma diabético causado por una
    hiperglucemia y el coma hiperglucémico.

    • Coma hipoglucémico :

    La hipoglucemia es un trastorno caracterizado por un
    descenso excesivamente anormal del nivel de glucosa en la
    sangre.
    Signos de sobredosis de insulina:

    • Sensación de hormigueo en la boca, en los
      dedos o en cualquier otra parte del cuerpo.
    • Sensación de frío y piel
      pegajosa.
    • Palidez.
    • Zumbido en los oídos.
    • Sudoración abundante.
    • Sensación de debilidad o
      desmayo.
    • Dolor de cabeza.
    • Hambre.
    • Dolor abdominal.
    • Irritabilidad y cambios en el estado
      de ánimo.
    • Visión deficiente.
    • Ritmo cardíaco acelerado y temblores
      nerviosos.
    • Somnolencia repentina.
    • Interrupción brusca del sueño,
      especialmente si va acompañada de alguno de los
      síntomas anteriores.
    • Presencia del signo de Babinski

    El tratamiento más eficaz para una hipoglucemia
    es la
    administración de azúcar o su equivalente. Si
    el enfermo está consciente y puede tragar, hay que darle
    jugo de frutas o infusiones edulcoradas. También se le
    puede dar la porción de azúcar que éste debe
    llevar siempre consigo. En el caso de que esté
    inconsciente, se administra glucosa endovenosa (suero glucosado
    hipertónico al 50%) en cantidades de 20 a 50 cm3, o se
    pasan bebidas edulcoradas mediante una sonda
    gástrica.

    • Coma diabético
      (hiperglucémico):

    Se produce por la reducción brusca o
    supresión de la insulina o intercurrencia infecciosa o
    traumática.

    Se caracteriza por la existencia de un cuadro
    clínico en el que priva la pérdida del sensorio, de
    la sensibilidad y la motricidad activa, con persistencia de las
    funciones
    vegetativas, y de un cuadro biológico, determinante del
    anterior, caracterizado por cetoacidosis severa.
    Puede ser de carácter
    espontáneo, es decir sin la mediación de factores
    desencadenantes.
    Su comienzo es lento, pasando por la acidosis química, acidosis
    clínica, precoma y coma.
    El precoma se caracteriza por:

    • La respiración de Kussmaul: la sed de
      aire del
      paciente es tal que su ritmo respiratorio se altera con
      producción de inspiraciones profundas y prolongadas
      seguidas, luego de breve pausa, por una espiración
      rápida, separada a su vez de la próxima
      espiración por otra breve pausa.
    • Olor manzana en el aliento, producido por la
      eliminación de acetona, que, como se sabe es el
      único cuerpo acetónico
      volátil.
    • Síndrome de deshidratación:
      hipotonía ocular; sequedad de la piel con pérdida
      de la turgencia y elasticidad,
      puestas en evidencia por la persistencia de su pliegue
      después del pellizcamiento; sequedad de las mucosas, con
      lengua
      reseca y rojiza.
    • Taquicardia
    • Cefalea
    • Hipotensión arterial
    • Inapetencia (anorexia),
      vómitos,
      náuseas.
    • En el curso de la acidosis diabética suelen
      producirse manifestaciones dolorosas abdominales, rigidez
      muscular de la pared abdominal y temperatura
      elevada.
    • Ausencia del signo de Babinski

    Alteraciones psicológicas:
    La diabetes repercute en la circunstancia sociocultural y
    socioeconómica del paciente. El requerimiento diario de
    insulina en los diabéticos insulinodependientes requiere
    una cierta disponibilidad de dinero, ya que
    es una sustancia cara, y sobre todo en la Argentina
    (está cuatro veces más cara que en otros
    países del mundo). También la alimentación
    es más cara, ya que puede duplicar a la del no
    diabético.
    El estrés,
    las alteraciones emocionales intensas y sostenidas, etc.,
    actúan agravando las diabetes preexistentes al causar
    hiperglucemias de origen nervioso central. Puede afirmarse sin
    lugar a dudas que los factores psicológicos actúan
    habitualmente como elementos desencadenantes del cuadro
    clínico.
    La dieta, por ejemplo, es un elemento traumatizante, ya que el
    paciente debe acostumbrarse a medir y controlar cada que alimento
    ingiere. En el caso de los diabéticos juveniles, es un
    gran problema, ya que muchos no quieren aceptar su
    situación.

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