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Música (página 2)




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6. Clasicismo (música)

Lenguaje musical desarrollado por Joseph Haydn, Wolfgang
Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven, que se caracteriza por un
perfecto equilibrio
entre forma y contenido musical. El término clásico
se aplica a la música de Haydn y
Mozart incluso desde los últimos años del siglo
XVIII. Poco después de la muerte de
Mozart en 1791, su primer biógrafo observó que sus
óperas, conciertos, cuartetos y otras obras eran dignas de
alabanza dado que podían escucharse una y otra vez sin que
llegaran a cansar. Incluso antes de 1800 se reconocía ya
que las obras de Mozart serían objeto de un estudio
continuado, por analogía con las obras maestras del
arte griego y
romano. Durante el clasicismo, el objetivo era
la universalidad del lenguaje
musical, tal como ya señaló el teórico
Johann Joachim Quantz en 1752: "…Una música que es
aceptada y reconocida como buena no sólo por un
país… sino por muchos pueblos… debe, dado
que se basa tanto en la razón como en el sentimiento del
sonido, ir
más allá de toda discusión y ser considerada
la mejor". Si bien el estilo clásico trascendió de
forma efectiva los límites
nacionales, sus más célebres exponentes estaban
asociados al nombre de la ciudad de Viena.
Los autores contemporáneos han recalcado que esta
música debería agradar a todo oyente sensible y
estar libre de cualquier tipo de complicación
técnica innecesaria. Pero, por su poder de mover
y estimular, debería evolucionar más allá
del mero entretenimiento. Esta música es el reflejo de la
emergencia de la clase media a una posición de influencia
durante el Siglo de las Luces. La filosofía, la ciencia, la
literatura y las
bellas artes comenzaron entonces a tener en cuenta al
público general, en lugar de a un selecto grupo de
expertos. La música se vio afectada de un modo similar y
nacieron los mecenazgos y el público musical moderno. El
compositor alemán Carl Philipp Emanuel Bach
señaló intencionadamente un mercado de
amateurs y connoisseurs en el título de una de sus
colecciones de música para teclado. Las
aptitudes complementarias del conocimiento y
el buen gusto eran cualidades de la música de Mozart,
especialmente elogiadas en una carta que Haydn
dirigió a su padre, Leopold Mozart.
Ya en 1814 el escritor Ernst Theodor Amadeus Hoffmann
reconoció la originalidad e integridad del lenguaje y
observó que el nuevo arte de Haydn,
Mozart y Beethoven tuvo sus orígenes a mediados del siglo
XVIII. Uno de los estilos más influyentes a partir de la
década de 1720 fue el rococó (o estilo galante),
cultivado principalmente en Francia. El
llamado estilo expresivo (empfindsamer stil) surgió algo
más tarde, y estuvo básicamente asociado a los
compositores alemanes. Ambos estilos se desarrollaron a partir de
la práctica difundida en el barroco de
poner el mayor interés
melódico en las voces exteriores. La importancia de la voz
del bajo disminuyó de forma radical, dado que su papel
quedó relegado al de mero soporte de la línea
melódica principal en la voz superior. Rococó fue
un término utilizado, en un principio, para designar los
elaborados ornamentos de decoración e interiorismo
cultivados en Francia
durante el periodo de la Regencia. Galante era el término
popularmente utilizado para indicar lo moderno, inteligente y
sofisticado. En la música, el estilo del rococó
siguió perteneciendo a la aristocracia, mientras que el
estilo expresivo lo era esencialmente de la clase media,
transformando los afectos del barroco en
sentimientos individuales. Ambos lenguajes fueron absorbidos
más adelante dentro del estilo clásico.
Los cambios en el lenguaje
musical se centraron en los nuevos enfoques de la melodía
y la armonía. Durante el periodo del barroco el carácter
básico (affekt) de un movimiento
siempre era consistente. Tenía un único tema
declarado al comienzo, y luego, en lugar de la cadencia habitual
era desarrollado y articulado por medio de la repetición
secuencial de frases. Los compositores preclásicos
mantuvieron la estructura
basada en tonalidades relativas, pero comenzaron a introducir un
grado mucho mayor de contraste dentro de los movimientos. La
continuidad de los compositores del barroco fue reemplazada por
frases más articuladas, que por primera vez crearon un
nuevo problema de fluidez. El material melódico a menudo
se basaba en acordes y se caracterizaba por una renovada
simplicidad. El vocabulario armónico y tonal de los
compositores del barroco fue rechazado y el ritmo armónico
se hizo más lento: las progresiones convencionales a
menudo soportaban una gran actividad dentro de la estructura.
Los nuevos lenguajes establecieron una gama de géneros
musicales. En la música para teclado, el
compositor francés François Couperin fue un ejemplo
de estilo galante, y cultivó piezas de género
descriptivo así como piezas para clavicordio llamadas
ordres, cuyos movimientos de danza suelen
tener títulos estrambóticos. De las muchas danzas
del barroco, sólo el minué ha conservado su lugar
en la música de cámara y en orquesta
clásica. Era característico del rococó, con sus
refinados pasos y gestos pequeños, pero demostró
ser capaz de un desarrollo
sofisticado a manos de Haydn y Mozart. El periodo del clasicismo
fue testigo de un cambio radical
en el papel de los
instrumentos de teclado, a medida que iba desapareciendo de forma
gradual la función
del bajo continuo. Un hecho simbólico fue la decadencia de
la sonata a trío, una de las formas instrumentales
básicas del barroco. Ello dio pie al cuarteto de cuerda,
cuya espectacular difusión fue uno los mayores logros de
Haydn.
Durante el periodo barroco, los instrumentos de tecla sólo
desempeñaron un papel importante en las sonatas para dos,
tres o más instrumentos, pero en la primera mitad del
siglo XVIII surgió la sonata para solista, que luego
llegó a conquistar la importante posición que
aún conserva. Uno de los compositores que más
contribuyó a este género fue
el italiano Domenico Scarlatti, cuyas sonatas para virtuosos
muestran un importante entendimiento del idioma musical y del
enfoque experimental, tanto en las progresiones armónicas
como en la estructura musical. A menudo introducía
contrastes temáticos que podrían considerarse como
un rasgo de progreso. Si la ligereza de sentimiento de Scarlatti
lo conecta con el rococó, C. P. E. Bach es la
quintaesencia del Empfindsamkeit (en alemán,
'sentimentalismo'). Fue él quien declaró que los
objetivos
principales de la música son los sentimientos y por ello
era necesario que el músico tocase con el corazón y
se viera comprometido emocionalmente. La expresión de Bach
sobre las sutiles sombras de la emoción se asocia con el
interés
por la calidad vocal con
que dota a sus sonatas y fantasías. La
exteriorización de sentimientos y el culto a las
lágrimas y sonrisas tiene relación con el movimiento
literario conocido como Sturm und Drang (tormenta e impulso), que
tomo el nombre de una obra teatral de 1776 escrita por Federico
Maximiliano von Klinger. La importancia de la libertad
personal del
artista representada en este movimiento previo al romanticismo se
tradujo en la música en una gran intensidad emocional y en
un arranque de pasión que caracterizan algunas de las
piezas de la música para teclado del propio C. F. E. Bach.
También afectó a una parte de la música
instrumental y para orquesta del joven Haydn, quien
reconoció libremente su deuda con el viejo compositor.
Italia era una
fuerza vital
en el periodo del clasicismo y fue allí donde brotaron las
primeras semillas para el desarrollo de
la sinfonía. La obertura de ópera se
estableció en Italia alrededor
de 1700 pero no fue hasta mucho más tarde cuando sus tres
secciones fueron separadas del teatro para ser
interpretadas aparte. Los primeros compositores italianos de
sinfonías fueron Guiseppe Tartini y Giovanni Battista
Sammartini. Sin embargo, pronto se impuso el predominio
alemán en ese campo, especialmente en Mannheim, donde se
hizo famosa la orquesta dirigida por Johann Stamitz bajo el
patrocinio del elector Karl Theodor por su disciplinada
precisión, que causó una gran impresión en
Mozart. La escuela de
Mannheim combinó el lirismo italianizante con la fuerza
dramática de recursos
instrumentales tales como el crescendo y el trémolo. El
desarrollo de la orquesta clásica también se debe a
compositores austriacos como Georg Mathias Monn y Georg Christoph
Wagenseil, cuyo eclecticismo moderó la simplicidad del
nuevo estilo y mantuvo los instintos de la experiencia
contrapuntística. Las bien documentadas distinciones de
los estilos nacionales a mediados del siglo XVII, dieron pie a
una perspectiva verdaderamente internacional durante la
época de Haydn y Mozart. Johann Christian Bach, hijo menor
de Johann Sebastian Bach, tras estudiar en Alemania e
Italia, comenzó con éxito
una carrera como compositor e intérprete en Londres
después de haber sido organista de la catedral de
Milán. La gracia, elegancia y a veces melancolía de
su lenguaje musical muestran la influencia inmediata del joven
Mozart.
En el terreno de la ópera, el surgimiento de la comedia
demostró su importante influencia a lo largo del siglo.
Los intermedios cómicos, que se representaban entre los
actos de las óperas serias, introdujeron personajes
insólitos y pequeñas conspiraciones
extraídas de las situaciones de la vida real. La
ópera buffa pronto se independizó en obras como La
criada patrona (1733) de Giovanni Battista Pergolesi. El
género comenzó a adquirir una enorme influencia,
que no perdió hasta las tres colaboraciones de Mozart con
el libretista Lorenzo da Ponte: Las bodas de Fígaro
(1786), Don Giovanni (1787), y Così fan Tutte (1790).
Christoph Willibald Gluck vio en la ópera seria el balance
de varios elementos que contribuían en conjunto al drama.
Invocando la razón y el buen gusto, describió
así el virtuosismo vocal o los ritornelli orquestales
interminables: "… siempre me he esforzado en mi
música por destacar el texto de una
manera simple y natural, en lugar de hacerlo por medio de la
expresión y la declamación adecuada". La
insistencia de Gluck de que toda ópera debía poseer
un significado ético y expresar las emociones
humanas, le han convertido en una figura destacada del
clasicismo. Pero, a finales del siglo XVIII, la enorme influencia
de la ópera seria italiana decaería, y los
últimos exponentes de su refinada elegancia fueron
compositores como Johann Adolf Hasse y Niccolò
Jommelli.
Más que cualquier otro compositor, Haydn logró
sintetizar durante la década de 1770 los lenguajes
anteriores, combinando lo
aprendido y lo accesible, lo cómico y lo serio. Entre los
elementos más importantes del principio del clasicismo
está la articulación de formas a gran escala y el
empleo de la
modulación entre la tensión y el
relajamiento, que cultivaron tanto Haydn como Mozart. Si bien la
interacción de forma y contenido implica una variedad de
proporciones tonales dentro de cada movimiento individual,
algunos elementos de la relación entre materia y
tonalidad han dado lugar a la aparición del
término, a veces confuso, de forma sonata. Se trata en
este caso del desarrollo de la estructura binaria del barroco que
puede verse, sobre todo, en los primeros movimientos de las obras
clásicas y en otros casos. El término "principio de
la sonata" describe de manera más adecuada un procedimiento que
refleja el lenguaje
musical natural de la época y que podía
fácilmente combinarse con otros elementos como el
rondó e incluso la fuga. El desarrollo de los motivos de
Haydn a partir de su material, suele contrastar con la vena
italianizante de la lírica de Mozart, incluso aunque los
contornos de sus respectivas formas musicales se parezcan en lo
superficial.
La universalidad alcanzada por Haydn se vio reforzada en su
música por ciertos toques de folclore, uno de los medios con los
que pretendió responder a las expectativas de su
público. Sus doce sinfonías Londres (nº
93-104, 1791-1795) ilustran con efectividad el alcance de su
estilo orquestal de la madurez. Mozart también fue
consciente de la necesidad de ser accesible, pero al mismo
tiempo estaba
motivado, en la década de 1780, para acometer un
fructífero estudio de los complejos procedimientos de
J. S. Bach. El contrapunto siguió existiendo a partir de
entonces no sólo en contextos sinfónicos como la
sinfonía nº 41 en do mayor Júpiter (1788),
sino también en géneros menos obvios como los
conciertos para piano. También supuso la
profundización de las posibilidades dramáticas de
la música de Mozart para el teatro, sobre
todo en el trazado de personajes individuales dentro de conjuntos. Sus
finales operísticos demuestran una organización magistral de las estructuras
tonales a gran escala. El
lenguaje musical de Mozart reconcilia influencias opuestas y la
yuxtaposición instintiva de elementos italianos y vieneses
queda especialmente reflejada en sus grandiosos logros en la
ópera seria, la ópera buffa y en el singspiel
alemán. En la música religiosa de este periodo se
puede observar un enfoque menos integrador, que coloca las arias
de estilo italiano de ópera seria muy cerca de elaboradas
fugas corales.
La retórica tuvo una influencia significativa sobre la
composición musical de esa época. Las
pequeñas dificultades que ponían los compositores
clásicos en sus intentos expresivos confieren hoy en
día un significado más real a la
interpretación. Algunas ideas sobre las reglas no escritas
de la época y las muchas analogías con la oratoria tienen
su origen en los tratados de
Quantz (1752), Leopold Mozart (1756), C. P. E. Bach (1753, 1762),
Daniel Gottlob Türk (1789) y otros.
En cuanto a la música española no se puede pasar
por alto la estancia en la península del gran compositor
italiano Domenico Scarlatti en el periodo inmediato anterior al
clasicismo. En esa época de tránsito Scarlatti fue
a Lisboa como maestro de capilla de Juan V de Portugal y maestro
de la infanta María Teresa Bárbara para la que
escribió la mayor parte de sus 550 sonatas. Scarlatti
pasó luego a España
como profesor de música de Fernando VI y de su esposa
Bárbara de Braganza.
Otro compositor italiano, Luigi Boccherini, se trasladó a
Madrid en 1769 con el nombramiento de compositor y virtuoso de
cámara del infante Don Luis. Juan Crisóstomo de
Arriaga, que nació en Bilbao en 1806, fue discípulo
suyo, así como de François Joseph Pétis y de
Pierre Baillot. Arriaga escribió tres cuartetos para
instrumentos de cuerda, una obertura y sinfonía para gran
orquesta, un Stabat Mater, una salve, una misa, romanzas y
cantatas y también la escena bíblica Agar y las
óperas Nada y mucho (1819) y Los esclavos felices
(1820).
En el panorama musical español
sobresale el músico valenciano Vicente Martín y
Soler. Estrenó con mucho éxito
en Italia donde se le conocía como Martini lo Spagnolo.
Más tarde en Viena llegó a competir con Mozart.
Martín y Soler es autor de Una cosa rara, o sea belleza y
honestidad, obra
de la que el compositor austriaco recoge un fragmento en el Don
Giovanni. También es autor de El árbol de Diana y
de otras óperas. También contemporáneos de
Mozart fueron el padre Antonio Soler, Antonio Eximeno, Juan
Andrés y Esteban Arteaga, Blas de la Serna y Jacinto
Valledor.
Es discutible hasta qué punto el estilo clásico
sobrevivió durante el siglo XIX. La música de
Beethoven está muy estructurada y, en ese sentido, es
clásica, pero con un concepto
más extendido de la estructura armónica. Por otra
parte, la facilidad de comunicación dejó de ser prioritaria
en su música de madurez. El impacto de la Revolución
Francesa tuvo una influencia extramusical más propia
del romanticismo. El
declive en la productividad y
el aumento de la conciencia de
sí mismo, alejan a Beethoven de Haydn y de Mozart. El
compositor vienés Franz Schubert contuvo su impulso
lírico con excursiones de amplio juego
armónico dentro de enormes estructuras
enormes, como sus sonatas para piano tardías y la
sinfonía en do mayor, La grande (nº 9, 1825). Sin
embargo, dentro de los lieder de Schubert, la importancia
clásica por la forma se trastoca en imaginación
intuitiva, más característica del romanticismo. Si bien
las estructuras clásicas mantuvieron una posición
importante durante el siglo XIX, fueron las formas, más
que los principios, los
que han sobrevivido en la obra de muchos compositores
románticos.

JOSEPH
HAYDN

SCHUBERT

FELIX
MENDELSON

JOHANNES BRAHMS

RICHARD WAGNER

Haydn, Joseph (1732-1809), compositor austriaco, una de
las figuras más influyentes en el desarrollo de la
música del clasicismo (c. 1750-1820).
De origen humilde, nació el 31 de marzo de 1732 en Rohrau
an der Keitha, cerca de Viena. Las Sinfonías Salomon o
Sinfonías de Londres, incluyen algunas de sus obras
más famosas: Sorpresa (nº 94), Militar (nº 100),
El reloj (nº 101), El redoble de tambor (nº 103) y
Londres (nº 104). El himno del emperador (1797)
Chopin, Frédéric (1810-1849), compositor y pianista
polaco adscrito al movimiento romántico, considerado como
uno de los más grandes compositores de música
para piano.
Nació el 4 de marzo de 1810 en Zelazowa Wola, cerca de
Varsovia. Sus obras publicadas incluyen 55 mazurcas, 27 estudios,
24 preludios, 19 nocturnos, 13 polonesas y 3 sonatas para piano.
Entre sus otras obras destacan los Conciertos de juventud, en
mi menor y fa menor opus 11 y opus 21, respectivamente (ambos
para piano y orquesta
Schubert, Franz (1797-1828), compositor austriaco cuyas
canciones (Lieder)
están entre las obras maestras de este género, y
cuyos trabajos instrumentales son un puente entre el clasicismo y
el romanticismo del siglo XIX.Nació en Lichtenthal, cerca
de Viena el 31 de enero de 1797. Sus primeras canciones, entre
ellas Hagars Klage (1811) y Der Vatermöder (1811)
impresionaron a sus maestros. Cuando cambió la voz en
1813, Schubert dejó el Konvikt y comenzó a dar
clases en la escuela de su
padre. Al año siguiente, escribió su primera
ópera, Des Teufels
Lustschloss, su primera misa (en fa mayor), y 17 canciones, entre
las que se encuentran Margarita en la rueca. En 1815
terminó sus segunda y tercera sinfonías, compuso dos misas, en
sol y si bemol mayor, otras obras religiosas, música de cámara y 146
canciones, El rey de los elfos entre ellas, basada en una figura
mitológica de la muerte. Ese
año también trabajó en cinco óperas.
En 1816 compuso la Sinfonía en do menor, conocida como la
Sinfonía trágica (nº 4), la Sinfonía
nº 5 en si bemol mayor, más música religiosa,
una ópera y unas 100 nuevas canciones. Schubert
dejó de dar clases y se dedicó exclusivamente a la
composición. A pesar de que en vida el público no
supo reconocer su inmenso talento, su música era
considerada la obra de un genio por un pequeño grupo de
amigos, entre los que se encontraban el poeta Franz Grillparzer y
el cantante Johann Michael Vogl.Obras posteriores En 1820
Schubert escribió la música para el melodrama El
arpa encantada, y Los hermanos gemelos (1820), un singspiel (tipo
de ópera alemana con partes recitadas) que no tuvo
demasiado éxito. También compuso música
religiosa como los Veintitrés salmos y el oratorio
incompleto Lazarus. Un grupo de sus canciones se publicaron en
1821. Al año siguiente compuso la Sinfonía nº
8 en si menor, conocida como la Sinfonía inacabada
(Sinfonía inconclusa), y la Misa en la bemol. El ciclo de
canciones La bella molinera lo compuso en 1823, y el Octeto y las
Canciones de Sir Walter Scott en 1824. Durante los dos
años siguientes Schubert compuso la Sinfonía
nº 9 en do mayor, conocida como La grande (1825) y el ciclo
de canciones El viaje de invierno (1827). De 1828 son la Misa en
mi bemol mayor, el Quinteto para cuerda en do mayor, las tres
últimas sonatas y el último grupo de canciones El
canto del cisne, editadas tras su muerte.
Murió en Viena el 19 de noviembre de 1828 de fiebres
tifoideas.
Mendelssohn, Felix (1809-1847), compositor alemán, una de
las principales figuras de comienzos del romanticismo europeo del
siglo XIX. Nació el 3 de febrero de 1809 en Hamburgo y su
verdadero nombre era Jakob Ludwig Felix
Mendelssohn-Bartholdy.
Sueño de una noche de verano . 'Marcha nupcial'.
Pasión según san Mateo.. Sinfonía italiana
(1833) y la Sinfonía escocesa (1843). Su música
coral y para órgano, de las más destacadas del
siglo XIX, incluye los oratorios Paulus (1836) y Elías
(1846) para coro y orquesta, la cantata Erste Walpurgisnacht (La
noche de Walpurgis, 1832, Variations sérieuses (1841) para
piano, oberturas para
concierto, conciertos
para violín (1844) y para piano (1831, 1837) y ocho
volúmenes de Romanzas sin palabras
para piano (1830-1845), compuestas algunas por su hermana
Fanny.
Schumann, Robert (1810-1856), compositor alemán, uno de
los máximos exponentes del movimiento musical
romántico del siglo XIX.Nació el 8 de junio de 1810
en Zwickau, Sajonialas colecciones de Liederkreis (dos ciclos con
textos de Heinrich Heine
y Joseph
Eichendorff), Myrthen (con textos de varios poetas),
Amor y vida
(con texto
de Adelbert von
Chamisso), y Los amores del poeta (sobre textos de
Heinrich Heine). Supo poner de manifiesto el sentido profundo de
los poemas y
otorgó a la parte de piano el papel de expresar los
sentimientos y significados de cada uno de ellos, incluyendo con
frecuencia largos epílogos al final de cada
canción.Las composiciones de Schumann para piano suelen
ser expresiones musicales sobre temas literarios y estados de
ánimo. Con excepción de la Fantasía en do
mayor (1836) y los Estudios sinfónicos (1854), sus obras
para piano son colecciones de piezas cortas en las que una
pequeña idea deriva en la creación de toda la obra
a través de una sencilla organización. Además del Carnaval,
compuso Mariposas (1829-1832), Escenas de niños
(1838), Kreisleriana (1838) y Album para la juventud
(1848).A pesar de que en sus obras largas no consiguió la
unidad formal que poseen las canciones y las piezas para piano
solo, sí logró música de gran belleza, a la
vez que dramática. Son de resaltar la Sinfonía
nº 1 (1841), el Quinteto para piano en mi bemol mayor
(1842), el Concierto para piano en la menor (1845), la
Sinfonía nº 2, la Sinfonía nº 3 Renana
(1846), y el Trío para piano (1847). La Sinfonía
nº 4 fue totalmente innovadora, ya que los cuatro
movimientos aparecen unidos y se ejecutan sin
interrupción. Otras composiciones son el coral El
paraíso y la Peri (1843), y una ópera, Genoveva
(1847-1848), que no tuvo demasiado éxito.Brahms, Johannes
(1833-1897), de origen alemán, es uno de los compositores
más importantes del siglo XIX, cuyas obras combinan lo
mejor de los estilos clásico y romántico.
Brahms nació en Hamburgo el 7 de mayo de1833Sus grandes
obras
Hasta 1873 Brahms había escrito sobre todo música
para piano, el instrumento que mejor conocía, y para coro
y orquesta
(continuó escribiendo música para piano hasta
su muerte). Ese año compuso las Variaciones sobre un tema
de Haydn en versión orquestada. Estas variaciones
demostraron su maestría en la composición de
música para orquesta y fue el comienzo de sus grandes
obras, que se cuentan entre lo mejor de la composición
musical de todos los tiempos. Entre sus obras maestras se
encuentra la majestuosa Sinfonía nº 1 en do menor op.
68 (1876); la suave y dulce Sinfonía nº 2 en re mayor
op. 73 (1877); la Obertura del festival académico op. 80
(1880), que contiene canciones de estudiantes alemanes; la
sombría Obertura trágica (1881); la poética
Sinfonía nº 3 en fa mayor op. 90 (1883), y la
Sinfonía nº 4 en mi menor op. 98 (1885)
Rossini, Gioacchino Antonio (1792-1868), compositor italiano,
conocido especialmente por sus óperas cómicas. Fue uno de
los máximos exponentes del bel canto del siglo XIX,
género que realza la belleza de la línea
melódica por encima del drama o la profundidad
emocional.
Nació el 29 de febrero de 1792 en Pesaro Es autor de 37
óperas, desde Demetrio y Polibio (1806) hasta Guillermo
Tell compuesta a los 37 años (1829). Su primera mujer, la soprano
española Isabel Colbran, interpretó varias de sus
primeras óperas. Sin lugar a dudas la ópera
más famosa de Rossini es El barbero de Sevilla, escrita en
Roma en 1816.
Otras óperas suyas que figuran en el repertorio actual son
L'italiana in Algeri (1813), Il turco in Italia (1814), La
Cenerentola (1817), Semiramide (1823) y Comte Ory (1828). En 1831
Rossini dejó de componer óperas y durante el resto
de su vida sólo escribió dos obras importantes, el
Stabat Mater (1842) y La pequeña misa solemne (1864). A
pesar de este largo retiro siguió figurando como una de
las personalidades más relevantes del mundo
operístico. Falleció el 13 de noviembre de 1868 en
Passy, Francia.
Las óperas de Rossini fueron las últimas compuestas
dentro del estilo italiano de opera buffa (ópera
cómica). Ligeras y animadas, su música destaca por
sus características cómicas. Rossini utilizaba el
bel canto para crear melodías alegres de gran brillantez y
emotividad.
Verdi, Giuseppe (1813-1901), compositor de ópera italiano,
cuyas obras están consideradas entre las mejores de la
historia de la
ópera.
Nació el 10 de octubre de 1813 en Roncole, estado de
Parma, Oberto conde de San BonifacioUn giorno di regno (Un
día de reino, 1840) Nabucco (1842). Macbeth (1847) y Luisa
Miller (1849) Rigoletto (1851), Il trovatore (1853) inspirada en
El Trovador del escritor español
Antonio García Gutiérrez y La Traviata (1853) Las
Vísperas Sicilianas (1855), Simone Bocanegra (1857) Un
ballo in maschera (1859), La forza del destino (1862) y Don Carlo
(1867) Réquiem (1874) Inno delle nazioni (1862) y el
Cuarteto para cuerda en mi menor (1873) así como un Te
Deum, compuesto a los 85 años y otras obras religiosas.
Otello (1887), Falstaff (1893)
Wagner, Richard (1813-1883), teórico y compositor
alemán, una de las figuras más importantes del
siglo XIX.
Nació el 22 de mayo de 1813 en LeipzigLas hadas (1833) y
La prohibición de amar (1836) El holandés errante
(1841) Tannhäuser. Lohengrin, El anillo del nibelungoEl
crepúsculo de los diosesSigfrido, La ValquiriaEl oro del
RinTristán e Isolda (1857-1859) Oper und Drama (Opera y
drama, 1850-1851) Otras de sus obras teóricas son
Über deutsches Musikwesen (Sobre la música alemana,
1840), Das Kunstwerk der Zukunft (La obra de arte del porvenir,
1849), Religion und Kunst (Religión y arte,
1880), Über das Dirigieren (Sobre la dirección, 1869), Über die Anwendung
der Musik auf das Drama (Sobre la aplicación de la
música al drama, 1879) y Eine Mitteilung an meine Freunde
(Una comunicación a mis amigos, 1851). Wagner
también escribió la autobiografía Mein Leben
(Mi vida, 1865-1880).
Liszt, Franz (1811-1886), pianista y compositor de origen
húngaro. Fue el precursor del recital para piano y, a
través de sus numerosos discípulos, el pianista
más influyente del siglo XIX.
Nació el 22 de octubre de 1811 en la localidad de Raiding
Sonata en si menor (1853) Entre sus obras pianísticas
destacan los doce Estudios de ejecución trascendental
(1851), las veinte Rapsodias húngaras (1846-1885; nº
20 sin publicar), los Seis estudios sobre un tema de Paganini
(1851), el Concierto nº 1 en mi bemol mayor (1849; revisado
en 1853), el Concierto nº 2 en la mayor (1848; revisado en
1856-1861), y las piezas que forman los tres volúmenes de
Años de peregrinación (1855, 1858, 1877)

 

 

 

Autor:

Isabel
istalens[arroba]terra.es

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