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la masacre de pozzeto




Enviado por monno85



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    Indice
    1.
    Introducción

    2. Reportaje revista
    semana

    3. Satanás
    4. Semana edición 240 VS
    Satanás


    6. El tiempo 6 de diciembre de
    1986

    7.
    Entrevistas.

    8. Opiniones personales y
    conclusiones.

    9.
    Bibliografía

    1.
    Introducción

    Después de la masacre de pozzeto se conocen
    muchísimos artículos que tratan de dar
    explicación a las acciones de
    Campo Elías o simplemente artículos que tratan de
    narrar los sucesos del 5 de diciembre de 1986, ahora bien desde
    antes de desarrollar cualquier clase de investigación del caso de la masacre de
    pozzeto, es necesario saber que no se va a poder obtener
    una verdad absoluta pues de los muchísimos
    artículos que dan información acerca de estos hechos y de
    muchísimos medios que nos
    hablan acerca de este mismo suceso vemos que entre las mismas
    fuentes de
    información hay contradicciones y se llega al punto de
    no tener información como tal si no que simplemente
    tenemos hipótesis acerca de lo que pudo haber
    pasado. Este trabajo consta de una recopilación de toda la
    información que pudimos obtener acerca del caso, un
    estudio de dicha información y puesta en común
    acerca de lo que expongan dichos medios
    teniendo en cuenta las contradicciones de los mismos medios y las
    hipótesis que se
    pueden venir divulgando desde la fecha por medio de testigos con
    testimonios diferentes, ahora bien después de que tengamos
    cada punto claro de cada información que nos manden los
    medios, vamos a comparar dicha información estudiada con
    el libro
    Satanás y así darnos cuenta que entra a ser parte
    de la historia real
    y que hace parte de la ficción o imaginación de
    Mario Mendoza, por ultimo sacaremos conclusiones y puntos de
    vista personales.
    En este trabajo estamos exponiendo bastante información
    simultáneamente que en otras partes posteriores del
    trabajo pueden ser utilizadas por esto para que el lector no se
    tenga que devolver a los artículos anteriores y recopilar
    necesariamente la información, vamos a repetir y a
    re-exponer información dada en partes anteriores del
    trabajo por consiguiente le rogamos paciencia .

    2. Reportaje revista
    semana

    Entrando en materia,
    después de observar los artículos del Diario el
    Tiempo y el
    Articulo de Revista
    Semana, nos damos cuenta de que el articulo de la revista semana
    es mucho mas global y por consiguiente mas superficial en
    comparación con la información que nos brinda el
    diario el tiempo; por esta
    razón hemos decidido empezar por estudiar el articulo que
    brindo la revista semana en su edición 240 (advertencia:
    no se sabe que tan verdad puede ser la información
    brindada por este articulo pues data según el pie de
    pagina de ABRIL 1983, Ahora bien creemos es un error de fecha
    pues la información que dan en el articulo es
    completamente sólida)
    El articulo que brindó la revista semana en donde hablaban
    de la masacre de pozzeto se divide en:

    1. La masacre
    2. 49.896.93 pesos
    3. tiquete sin regreso
    4. La ultima cena
    5. Desde la Barrera
    6. Que entre el diablo y escoja
    1. En el pedazo del articulo que se titula LA MASACRE
      simplemente nos brindan información física de Campo
      Elías Delgado en donde es importante resaltar que era un
      hombre de
      contextura mediana, que vestía de gris y con la camisa
      abierta, que media 1.74 y salió a las 5:30 PM de la cr.
      7 #52-27, que tenia 52 años y tenía un paso firme
      y rápido. Su mamá era una persona de
      presencia pulcra y sencilla
    2. 49.896.93 pesos, desde el día anterior de la
      masacre (el miércoles) Campo Elías se acerco a
      las oficinas del banco de bogota
      para cerrar la cuenta de numero 4352354 que tenia allí
      con el saldo 48.896.93, el cajero intento redondear la cifra
      con 50 centavos pero el hombre no
      estaba de acuerdo y renegó hasta quedar supuestamente
      sin deberle al banco y sin que
      el banco le debiera nada de dinero a el.
      Esa misma tarde Campo Elías en algún momento
      compro aproximadamente 500 proyectiles para un revolver calibre
      32 largo. Curiosamente el lugar donde el soldado empezó
      su matanza fue el ultimo que fue descubierto por las
      autoridades; El jueves 5 de diciembre en el apartamento 304 de
      un edificio situado en la calle 118 #40-11 Según el
      portero Juan Villamizar el llego a visitar a la señora
      Nora Becerra de Rincón, esta señora estaba
      acompañada en el apartamento con su hija de 15
      años que respondía al nombre de Claudia. Aparte
      de ellas dos existía un hermanito de 11 años que
      respondía al nombre de Julio Eduardo y fue el primero
      que se dio cuenta de lo que había pasado con su
      mamá y con su hermana cuando entro en la mañana
      siguiente al apartamento y encontró a su mamá
      amordazada y maniatada con 4 puñaladas y también
      al encontrar a su hermana con 22 puñaladas en el cuerpo
      y atada de pies y manos a la cama de su cuarto. Alrededor de
      las 4 PM el entro al apartamento en donde vivía con su
      madre doña Rida de Delgado a la que asesinó por
      ,medio de un tiro después de una discusión,
      después de muerta Campo Elías la envolvió
      en papel
      periódico y la roseo de gasolina y le
      prendió de fuego después de esto el soldado al
      apartamento 301 y con el pretexto de llamar a los bomberos hizo
      que le abrieran la puerta dos mujeres que respondían a
      los nombres de Inés Gordi Galat y Nelsy Patricia Cortez
      sin saber que su destino inmediato sería un tiro en la
      cabeza; después de estas dos chicas delgado giro su
      cuerpo y en el apartamento 302 se encontraba la señora
      Gloria Isabel Agudelo León de 50 años quien
      salía a averiguar lo que sucedía, a ella
      también la mato, después de esto bajo al
      apartamento 101 donde Matilde Rocío González y
      Mercedes Gamboa le abrieron la puerta y a pesar de estar
      estudiando para un parcial final las chicas dejaron ingresar a
      delgado en el apartamento para que llamara a los bomberos,
      entonces el soldado les dio un poco mas de tiempo de vida y
      después reacciono y las mato a las dos; en ese mismo
      apartamento el soldado hirió a otra estudiante que se
      encontraba en otro lugar del apartamento pero murió
      después cuando era atendida en el hospital San
      José. Entonces Delgado salió de su edificio por
      ultima vez y se quedo aproximadamente 10 minutos observando un
      cartel que hablaba de la obra de García Lorca "Bodas de
      Sangre" según testimonio de la señora Blanca
      Agudelo de Gonzáles quien se cruzo con el a la salida
      del edificio. La señora Berta Gómez era una
      señora que vivía con las estudiantes y logro
      salvarse de los tiros del soldado por que salto hacia el patio
      interior de apartamento, y salió rápidamente del
      edificio, detuvo una patrulla de policía, los agentes al
      darse cuenta que el 4 piso se estaba incendiando le dijeron que
      ese caso era para los bomberos y que ellos se
      encargarían de llamarlos, pero ninguna de las
      autoridades que tuvieron la oportunidad de reaccionar a tiempo
      lo hicieron y entonces no se pudo evitar la siguiente parte de
      la masacre.
    3. Tiquete sin regreso. Unos minutos después de
      pasar los hechos del apartamento el soldado se dirigió
      al apartamento 201 de el edificio ubicado en la Crr 28ª No
      51-31 y doña Clemencia de Castro le abrió la
      puerta, después de que Campo Elías le preguntara
      sobre su marido don Jesús, ella lo invito a seguir al
      apartamento Capo Elías y doña Clemencia
      mantenían una relación de amistada desde hace 5
      años cuando se encontraron las dos familias en una cita
      para jugar poker, que era una de las pasiones de Delgado,
      aparte de eso como el soldado dominaba el ingles, les
      ofrecía unas clases de ingles usando el libro de
      "Dr. Jekill and Mr Hyde"; Durante su visita doña
      Clemencia y el soldado estuvieron hablando y se noto al soldado
      bastante raro y nervioso pues no se sentaba, mantenía
      caminando de una lado a otro y aparte de eso repetía las
      frases que ya había dicho, doña Clemencia le
      ofreció una coca cola al soldado pues era una bebida que
      a el le gustaba mucho, aparte de eso estuvieron hablando de el
      hijo de doña Clemencia que se nombraba Andrés, a
      Andrés la había ido mal en el colegio y Campo
      Elías le repitió mucho que no lo fuera a
      regañar por que el se tenia que "arreglar", el soldado
      era muy cariñoso con los hijos menores de doña
      Clemencia, tubo un espacio para hablar con Andrés y le
      dio unos consejos; Doña Clemencia noto que el soldado
      estaba armado pues se le notaba "el bulto debajo del saco",
      además el mantenía armado desde que fue victima
      de un atraco en New York, el dentro de su visita en
      ningún momento se sentó y siempre él era
      el que hablaba , doña Clemencia en ningún momento
      pudo interrumpirlo, le dijo el soldado a doña Clemencia
      que se iba para un viaje y que de la única familia que
      pensaba despedirse era de aquella, hablo de que tomaba un viaje
      sin regreso para la china; hacia
      las 6:45 pm el soldado se despidió lamentando que don
      Jesús no hubiera estado en la
      visita, les dijo que los quería mucho , doña
      Clemencia lees pregunto que si el les iba a escribir en su
      estadía fuera del país y el le dijo que no se
      preocuparan por que iban a recibir noticias de el muy pronto,
      tres horas depuse José Fernández Gómez se
      las daría.
    4. La Ultima Cena; A las 7:15 pm Delgado llego a su
      restaurante favorito el cual era la pizzería Pozzeto
      (cll 62 cr 7), saludo a los meseros que lo conocían y
      después pidió media botella de vino y unos
      espaguetis a la boloñesa, lo único que los
      meseros notaban extraño de el comportamiento de Delgado es que se paro varias
      veces a el baño, a las 8 de la noche termino la comida y
      pidió el primer destornillador(cóctel preparado a
      base de vodka con jugo de naranja), después pidió
      otro y se lo tomaba al tiempo que leía una revista
      norteamericana, dentro del restaurante en el primer piso donde
      el se encontraba se encontraban 35 personas que no se
      imaginaban que pasaría después; hacia las 8:15 pm
      el soldado ya había pedido su tercer coctel; poco
      después Delgado Pidió la cuenta de se ultimo
      coctel y se sentó en la barra, después de
      entregarle la revista y un poema a Ecce Homo, pidió un
      cuarto vodka…
    5. Desde la Barrera; Unos vecinos del restaurante
      Pozzeto que ya se habían enterado de la mitad de la
      noticia por medio de los medio de televisión a las 9:15 pm los
      Fernández escucharon el primer disparo y cónico
      mas uno tras de otro, unos minutos después estos vecinos
      pudieron observar como llegaban las primeras patrullas de
      policías, escucharon mas disparos mas mientras
      observaban como los agentes de la policía
      destruían ventanales y hacían todo un operativo
      para entrar al lugar, Los Fernández pudieron ver cuando
      el dueño del restaurante don Bruno salió de este
      gritando que no le destruyeran el negocio, entonces la
      policía entro y los vecinos pudieron ver como un agente
      entraba y en medio de un nutrido tiroteo descargaba sus
      cartuchos a un blanco definido, era tal vez el único
      agente que disparaba hacia un blanco definido por que los
      demás agentes entraba al lugar disparando a la loca,
      entonces los agentes comenzaron a entrar gateando y no dejaron
      entrar de nuevo al dueño del restaurante entonces los
      vecinos vieron cuando salió un joven diciendo "mataron a
      nuestra madrecita" luego este joven se acerco a un carro y
      comenzó a darle golpes; Entonces después
      comenzó el caos de los heridos, los cadáveres y
      los testimonios que eran algunas veces CONTRADICTORIOS. Entre
      los testimonios se encontraba el de un cardiólogo que
      respondía al nombre de Pedro José Sarmiento y
      quien por tres disparos fallidos habría salvado su vida,
      el testimonio de este personaje era de excepción pues se
      notaba bastante tranquilo en comparación a las
      demás personas que salían del recinto, Sarmiento
      se encontraba en el restaurante y acababa de ordenar de pronto
      oyó un totazo y pensó que era una bomba,
      después callo en cuenta que eran disparos pues
      oyó varios mas seguidos, entonces escucho una voz que
      gritaba "esto es un asalto todo el mundo al suelo,
      entrégueme el efectivo, no quiero joyas, el efectivo ,
      bótense al suelo"; otra
      testigo Myriam Ortiz de Parrado no puede olvidar que el
      repetía "nadie me debe ver la cara, ustedes no me han
      visto nunca"; entonces en la posición que se encontraba
      Sarmiento se pudo dar cuenta como actuaba Delgado dijo que ese
      hombre se
      acercaba ala gente le pedía la plata y después
      cuando se agachaba a recogerla le pegaba un tiro y los mataba
      entonces vio así como mataron a Montaño, entonces
      el soldado se acerco a Sarmiento y no le dio tiempo tan solo de
      moverse un poco para atrás en el momento Campo
      Elías le disparo y siguió en su actividad matando
      a las demás gente que se encontraba dentro del
      restaurante, Sarmiento se toco el ojo , en donde la bala
      habría podido darle y sintió bien el ojo ,
      después empezó a marearse, se salvo de ese
      disparo y otros dos que le habían pasado rozando , el se
      había salvado pero su hermana no; hasta que llego la
      policía y entro entonces Sarmiento dice ver cuando entro
      la policía y lo mato con un disparo; entonces es
      aquí donde surge la duda de que si el soldado se suicido
      o lo mato la policía; una niña Johana Cubillos
      Garzón, vio como el loco mataba a su hermana y aparte de
      eso dice que ella vio cuando el loco se suicido, ella dijo que
      el loco le pedía plata a la gente y después
      procedía a matarlo entonces se acerco a ella y no la
      mato entonces fue ahí cuando llego la policía y
      el loco se disparo y callo.
    6. Que entre el diablo y escoja; eran las 9:30 de la
      noche, en medio del caos de el negocio en ruinas estaban los
      cuerpos de 5 mujeres y 9 hombres, quince personas mas se
      encontraban en el suelo con heridas, los policías por
      las marcas de las
      balas se dieron cuenta de la certera puntería de Delgado
      las diligencias de los cadáveres terminaron a las 2 am.
      Los heridos fueron trasladados a los hospitales San
      José, San Ignacio, San Pedro, y militar, y horas mas
      tarde seis de ellos morirían, se elevaba a 20 el numero
      de muertos en el restaurante y a 28 el numero de la jornada
      completa; otras dos vecinas ayudaron con la logística después de toda la
      matanza; varias personas se encontraban en el restaurante y fue
      esta su cita con la muerte

    Esta es la información que sacamos de la
    edición 240 de la revista semana, es aquí donde
    tomamos esta información como información base para
    el desarrollo de
    este trabajo.

    3.
    Satanás

    En este Capitulo Buscamos Hacer un pequeño
    resumen de las ideas principales que se encuentran en el ultimo
    capitulo del libro el cual también tiene como nombre
    Satanás, capitulo en el que se narra toda la historia de lo que hizo
    Campo Elías Delgado en su día de masacre por la
    zona de Bogotá.
    El ultimo Capitulo del libro lo hemos dividido en cinco escenas
    que creemos son importantes para el desarrollo de
    este trabajo y así podernos dar cuenta que es parte de la
    ficción del autor y que es parte de la historia oficial la
    que protagonizo el soldado Campo Elías Delgado.

    1. Escena comienzo de la matanza en el norte de bogota,
      cll 118 cr 40 (aprox) (pag 260 del libro). campo elías
      llego al apartamento 304 en donde pregunto por la señora
      Matilde que tenia entre 40 y 45 años de edad,
      doña Matilde lo hizo entrar al apartamento que de por
      cierto era muy lujoso y le ofreció un vaso de coca cola,
      Campo Elías se sienta a hablar con doña Matilde y
      siente el cuchillo que había alistado desde su casa en
      su costado, hablan acerca de su hija y la obra de la doble
      personalidad
      escrita por Stevenson, El soldado le nombra a doña
      Matilde que se va a ir de viaje por que iba a volver a
      re-integrar a las filas del ejercito de los estados unidos
      y tenia planeado supuestamente un viaje a Nicaragua; cuando
      doña Matilde esta hablando el no la deja terminar y con
      un rápido gesto la golpea, le da un certero golpe en la
      nuca y le deja inconsciente, en ese momento el soldado la
      amarra con un cordón que había encontrado y toma
      camino hacia la pieza de la hija de doña Matilde que era
      alumna del mismo soldado, ella estaba estudiando en su pieza
      cuando el soldado entro y comenzó a hablar con ella,
      ella no se había dado cuenta de nada de lo que
      había pasado afuera pues estaba escuchando música
      con unos audífonos entonces no escuchaba ni
      percibía nada de lo que pasaba por fuera de la
      habitación, habla entonces con la niña acerca del
      tema de los ángeles y los demonios, del bien y el mal;
      entonces en otro gesto rápido le pega a Maribel y la
      amarra de pies y manos a la cama, saca el cuchillo y comienza a
      enterrarlo en las extremidades superiores de Maribel, le quita
      los zapatos y medias y sigue hundiendo el cuchillo por las
      extremidades de la niña, corta la ropa y la deja en ropa
      interior, se empieza a masturbar con su cuerpo y después
      le corta la ropa interior para dejarla desnuda y terminar de
      masturbarse, al terminar se llena de rabia y procede a llenarla
      de cuchillazos dentro de la parte central de su cuerpo ,
      abdomen, corazón
      , pecho etc; sale de la pieza después de contemplar el
      cadáver de la niña y se encuentra con que Matilde
      esta despierta, entonces en un ataque de furia empieza a
      hacerle preguntas un tanto locas y llenas de violencia,
      después de esto Matilde se entera de la muerte de
      su hija y el asesino la mata con 4 cuchillazos en el abdomen,
      busca otras prendas de vestir que sean de hombre y elegantes,
      pues se cambia la ropa por que había quedado sucio
      después de esta matanza a arma blanca y después
      sale del apartamento como si nada.
    2. Escena , el soldado va a la universidad
      (pag 270) el soldado se dirige a la séptima con calle
      cuarenta y entra a la universidad
      donde va a realizar la tesis de
      grado es entonces donde un profesor le dice que busque un
      estudiante en el área de ciencia
      sociales que esta terminando letras por que el puede tener una
      bibliografía que le
      puede servir para el desarrollo de su tesis que se
      basa en el tema de los dobles; es entonces cuando el soldado
      busca a el estudiante, lo encuentra y empieza a platicar con
      el; después de que el estudiante le da la bibliografía el soldado
      le da las gracias y se dirige a salir del recinto.
    3. Escena; apartamento de la mamá (pag 271) campo
      elías se dirige a el edificio donde vive y antes de
      entrar al apartamento el consulta su reloj y observa que son
      las cuatro en punto de la tarde, entra al apartamento y
      sostiene desde el principio una discusión con su mama y
      el final de aquella discusión es un disparo en la cabeza
      hacia la mamá; después el soldado fue al
      apartamento 301 y mato a dos chicas sin necesidad de entrar al
      apartamento; se voltea y se encuentra en el apartamento 302 a
      la señora beatriz con la que había tenido unos
      inconvenientes desde antes, la hizo arrodillarse y
      después le pego un tiro en la cabeza; en el 101 mata a
      tres chicas universitarias que estaban estudiando para un
      examen, dos las mata instantáneamente después de
      entrar al apartamento y la tercera la deja herida y va a morir
      después en el hospital; sale del edificio y se queda mas
      o menos diez minutos observando la obra de garcía lorca-
      bodas de sangre.
    4. Escena; apartamento en el barrio sears timbra y lo
      atiende allí una señora que responde al nombre de
      doña Carmen , ella le ofrece una coca cola, hablan
      acerca de los hijos de Carmen y de un viaje que iba a hacer
      supuestamente al otro lado del mundo , a la China;
      después de la larga visita se despide le manda saludes
      al esposo y le dice que no se preocupe que pronto
      recibirá noticias de el.
    5. Escena en pozzeto . El soldado entra al restaurante
      del que es cliente y pide
      media botella de vino y unos spaguettis a la bolognesa;
      después de que termina de comer pide un vaso
      pequeño de coca cola y un flan de caramelo;
      acompaña después toda su comida con un
      destornillador; después de tomarse el trago entra al
      baño y alista las balas del revolver en el bolsillo y
      carga el mismo; deja libre el cuchillo "por si algo" se hace en
      un lado del negocio y comienza a disparar a la loca sin dejar
      salir absolutamente a nadie pues su certera puntería
      niega oportunidad de salida, observa rostros conocidos y
      después de darles la bienvenida al infierno les dispara
      a la cabeza a cada uno, entonces comienza a enloquecerse y
      pensamientos totalmente neuróticos pasan por la cabeza
      del soldado entonces es ahí donde se acerca al cuerpo in
      vida del cura, y con la sangre del
      mismo escribe en el suelo "yo soy legión"; los
      policías entran al recinto y disparan sin un blanco
      definido entonces no logran darle de baja, y en un rito
      ceremonioso el soldado pone su revolver en su misma cien y se
      vuela la cabeza.

    Esta es la historia resumida de lo que paso en el ultimo
    capitulo de la obra, ahora ya teniendo una información de
    tipo "medio de comunicación" y otra fuente de
    información de tipo literario que es la que vamos a
    estudiar, vamos a ponerlas en común y así mismo a
    tratar de sacar lo que es ficción y lo que es parte de la
    historia real de el caso de Campo Elías tan solo teniendo
    en cuenta la información que hasta ahora
    tenemos.

    4. Semana edición
    240 VS Satanás

    Titulamos así para hacer la comparación
    pertinente y darnos cuenta de que es lo que hace parte de la
    historia oficial entre el libro Satanás y la
    información que nos brinda la revista semana y
    también definir que hace parte de la ficción de
    Mario Mendoza.

    1. La masacre: en esta parte tanto el libro como la
      revista semana están meramente de acuerdo con la
      información que nos brindan solo hay que tener en cuenta
      que en el documental de Semana la narración empieza
      desde que ya ha dado de baja a la mamá (en ese
      capitulo)
    2. 49.896,93 pesos; la información que brinda la
      revista semana y la que nos cuenta la historia en el libro de
      Satanás en esta parte del reportaje solo varia en unos
      pequeños detalles: Según el reportaje de Semana
      Campo Elías habría comprado proyectiles para un
      revolver calibre 32 Largo y en la historia del Libro
      Satanás dice que el soldado portaba un revolver calibre
      38 corto, ahora nos damos cuenta que el libro y la revista
      están en desacuerdo con esta parte de la
      información, es en este momento donde asumimos que
      empieza la ficción de Mario Mendoza frente a las
      acciones que
      sucedieron, asumimos como habitantes de esta sociedad
      colombiana y consultando con personas que tengan mas o menos
      idea de armas nos damos
      cuenta de que el autor pudo usar un calibre diferente como lo
      es el 38 corto por que es mas conocido en el mercado y en
      la sociedad
      colombiana en comparación al 32 largo, de hecho es el
      mas común en el porte aquí en la sociedad
      colombiana, entonces el autor pensó en un arma que
      cualquier persona de
      cualquier edad pudiera distinguir y no se confundiera, entonces
      eligió el calibre 38 corto el cual es uno de los mas
      conocidos y de los mas usuales que se ven aquí en la
      sociedad colombiana. Ahora después de esto viene la
      escena de la cll 118 con cr 40 en donde Campo Elías va a
      visitar una mujer;
      mujer que
      según el libro se llama Matilde pero que según el
      documental de Semana se llama Nora Becerra y a este ultimo es
      al que le creemos pues nos damos cuenta que sigue la
      ficción del autor y sustentamos el inclinarnos hacia el
      nombre de Nora Becerra y no al de Matilde por que en el mismo
      comienzo del libro dice "… tanto los personajes como la trama
      pertenecen exclusivamente al territorio de la
      ficción…" de allí que sacamos de que el empieza
      a cambiar todos los nombre de los personajes si los comparamos
      con los verdaderos que confiamos sean los que publica la
      revista semana; ahora en las dos historias aparece de que la
      señora a la que va a visitar tiene una hija la cual es
      alumna de clases de ingles del soldado, esta niña en el
      libro se llama Maribel y en el reportaje de semana se llama
      Claudia, de los mismos argumentos nos valemos para decir que
      Maribel es el resultado de la imaginación de Mendoza y
      que la verdadera niña respondía al nombre de
      Claudia. De ahí para allá no se sabe nada
      según el documento de la revista semana, lo único
      que coincide es el numero de puñaladas de las dos
      mujeres y el estado en
      el que las encontró el hijo al otro día cuando
      abrió el apartamento, son totalmente iguales entre el
      documento y el libro.
    3. ahora entre la escena del apartamento de la 118 y la
      del apartamento de la mamá hay otra escena que es la de
      la universidad, dicha escena la describe el libro en un corto
      pedazo pero el documento no dice absolutamente nada de lo que
      fue la visita a la universidad entre estas dos
      escenas.
    4. En la escena del edificio donde residía la
      mamá no hay ningún cambio por
      que todo coincide perfectamente, solo que en documento de
      Semana dicen los nombres de la victimas de el soldado en
      cambio en el
      libro no , tan solo una persona que era la administradora del
      edificio y que el soldado no se la llevaba bien con ella y
      según el libro se llamaba Beatriz y lo que dice el
      documento de la revista semana es que la señora
      respondía al nombre de Gloria Agudelo; de resto todo es
      igual pero en el documental hablan de una señora que
      escapo del 101 y que vivía con las tres victimas de ese
      apartamento y en el libro no habla nada acerca de ese
      detalle.
    5. En el barrio Sears como ya lo pudimos comprobar el
      autor vuelve a cambiarle el nombre a los protagonistas de esta
      escena esta vez cambia el Clemencia de Castro por Carmen y
      aparte de eso la única diferencia también entre
      el documento y el libro es que en el documento hablan de que el
      soldado estuvo hablando unos minutos con el hijo de doña
      Clemencia Andrés de 12 años de edad y le dio unos
      consejos antes de irse, cosa que dentro del libro no nombran
      para nada y simplemente dice que le mando saludes al marido de
      la mujer
      (Clemencia-"Carmen")
    6. la escena de Pozzeto es la que mas cambia empezando
      por que supuestamente el soldado después de que
      había comido los spaguettis y bebido el vino
      pidió un flan de caramelo y una coca cola, cosa que
      dentro del documental de semana no aparece (simplemente lo
      dejamos como incógnita y lo confirmaremos con mas
      fuentes de
      información), después con los destornilladores
      todo vuelve a coincidir en la historia; según el libro
      el asesino entra al baño para alistar su armamento, cosa
      que en el documento no está, simplemente en el documento
      dicen que el hombre
      cada poco iba al baño pero nunca se supo por que o para
      que con verdadera argumentación, en la parte en que
      dicen que el deja el cuchillo libre para su uso fácil,
      se vuelve a generar otra pregunta pues en el documental no
      hablan de cuchillos, simplemente se nombran las cuchilladas que
      les pego a las mujeres en la 118, pero en Pozzeto según
      la revista semana no se volvía a hablar de cuchillos
      (esta también es información que se confirmara
      con el uso de mas fuentes de
      información). Según el libro el hombre
      dispara sin dejar salir a ninguna persona y sin mencionar
      ninguna palabra excepto "bienvenidos al infierno"; en cambio en
      el documental por medio de los testimonio nos damos cuenta de
      que el hombre amenazaba con que eso era un asalto y
      pedía efectivo aparte de eso en el documento de Semana
      nos damos cuenta que mas de uno pudo escapar de su cita con la
      muerte;
      ahora según el libro el solo se tomo un destornillador,
      pero según el documento de la revista semana el hombre
      se tomo cuatro vodkas. Ahora en el libro se dice que el entro
      en una serie de locura y se le pasaron por la cabeza una serie
      de imágenes
      locas que lo hacían delirar; en cambio en el documental
      dice que el simplemente y tranquilamente pasaba por las
      personas pidiéndoles el efectivo y matándolas
      instantáneamente con un tiro en la cabeza; Ahora en el
      libro dice que el cogió de la sangre de un cuerpo de un
      cura que había matado en el acto y que en el suelo
      escribió "yo soy legión"; en cambio EN LA VIDA
      REAL Y POR FUENTE MISMA DE INFORMACIÓN, MARIO MENDOZA
      nos dijo que el había dicho estas palabras cuando estaba
      agonizando antes de morir; Ahora en el libro dice que el con un
      ritual ceremonioso se vuela la cabeza, en cambio en el otro
      documento hay los dos testimonios, el que el se suicido y el
      que un agente de las policía le dio de
      baja…

    de allí que la obra si tiene muchísima
    ficción y que aparte de eso por las contradicciones que se
    presentan en los testimonios de los testigos y sobrevivientes nos
    damos cuenta que hay preguntas que no se resuelven totalmente y
    que este trabajo puede dejar de ser un trabajo que explique la
    situación a un trabajo que simplemente estudie los
    distintos testimonios y le de la razón a algún
    testimonio bajo alguna argumentación como le hemos venido
    haciendo hasta ahora.
    Nos damos ahora cuenta que ni la prensa en este
    momento tenia claridad de el asunto y que por el contrario estaba
    totalmente confundida de allí que no nos responsabilizamos
    a emitir juicios falsos por mala información o a publicar
    en este trabajo información totalmente falsa.

    Anexo artículos edición 240 Abril
    (1983)fecha error
    La masacre
    Un hombre canoso y con el pelo muy corto, 1,74 de estatura, ni
    muy grueso ni muy delgado, vestido de gris claro, con la camisa
    abierta y un maletín negro de ejecutivo en la mano
    derecha, salió a las 5:30 pasadas del edificio de la
    carrera 7 N° 52-27. El tránsito por la carrera
    séptima era intenso, como cualquier otro día de la
    semana a esa misma hora.
    No había ningún motivo especial para detenerse a
    mirar a este hombre. Ni siquiera por el hecho de que antes de
    emprender su camino, hubiera parado unos instantes frente al muro
    de un solar vecino, sobre el cual estaban colocados varios
    carteles anunciando el último montaje del Teatro El local:
    Bodas de
    sangre.
    Minutos después, el hombre dobló la esquina de la
    53 y se dirigió hacia el occidente, siempre
    caminando.

    ABRIL 1983 EDICION 240

    Amante de la novela
    Dr. Jekyll and Mr. Hyde, no bebía ni fumaba. Se
    jactaba de ser buen tirador de pistola. Después de
    la ducha se secaba el cuerpo con papel
    higiénico. Odiaba a los iraníes. No votaba en
    las elecciones. Usaba el pelo a ras. Había sido
    combatiente en Vietnam. Era Campo Elías Delgado, el
    responsable de la mayor matanza de su género en Colombia
    a quien, en una notable investigación, SEMANA le
    reconstruyó paso a paso sus dos últimas
    jornadas. Gracias a este reportaje por primera vez se pudo
    conectar el crimen de la calle 118 con la matanza de
    Pozzeto…

     

    A esa hora la jornada de la mayoría de los
    bogotanos estaba terminando. Para Campo Elías Delgado, 52
    años, apenas se trataba del intermedio. Era difícil
    adivinar que este hombre de paso firme y rápido y de
    presencia pulcra y sencilla, acabara de matar esa misma tarde a
    su madre y a otras ocho personas. 49.896,93 pesos
    Todo había comenzado el día anterior. A eso del
    mediodía, Delgado se acercó a la oficina del Banco
    de Bogotá donde tenía su cuenta de ahorros
    número 4352354, y le informó al empleado de la
    ventanilla respectiva que venía a saldar la cuenta. Los
    depósitos ascendían a 49.896,93 pesos. Para
    redondear la cifra el cajero le entregó en efectivo
    49.896.50, pero Delgado exigió de inmediato que le fueran
    entregados los 43 centavos restantes. Este fue el detalle que
    permitió que para ese cajero, Delgado se hubiera
    convertido en el único hombre distinto de los cientos que
    había atendido ese mismo día.
    En algún momento esa tarde, o en la mañana del
    día siguiente, Campo Elías Delgado habría
    comprado cerca de 500 proyectiles para un revólver calibre
    32 largo. Era claro que tenía en mente algo grande y
    grave. Y el primer capítulo de la historia que
    habría de protagonizar ese jueves, y que
    irónicamente sería el último en descubrirse,
    comenzó a eso de las 2 de la tarde en el apartamento 304
    de un edificio de la calle 118 No. 40-11.
    Según el portero Juan Villamizar, allí llegó
    Delgado a visitar a Nora Becerra de Rincón, propietaria
    del apartamento en el que vivía con su madre y buena amiga
    de ésta. La señora Becerra estaba acompañada
    de su hija Claudia, de 15 años.
    Otro hijo de la familia,
    Julio Eduardo, de 11 años, el jueves a las 9 de la noche
    regresó a su casa pero no logró entrar porque nadie
    le abrió la puerta. Tuvo que dormir esa noche en la
    portería y muy temprano en la mañana se
    levantó para entrar al apartamento, utilizando las llaves
    de seguridad del
    edificio. Lo primero que vio fue a su madre recostada sobre el
    sillón de la sala amordazada y maniatada, con cuatro
    puñaladas en el cuerpo. Luego, en una de las habitaciones,
    encontró a su hermana Claudia sobre la cama, atada de pies
    y manos y también amordazada. Tenía 22 cuchilladas
    en su cuerpo.
    Nadie podrá saber nunca cómo fueron los
    últimos momentos de la vida de estas dos mujeres que
    ingenuamente le habían abierto la puerta, a las 2 de la
    tarde, a Campo Elías Delgado. Tampoco se sabrá muy
    bien qué hizo éste después. Lo que
    está claro es que alrededor de las 4 de la tarde
    llegó al apartamento en que vivía con su madre, a
    quien le correspondería el siguiente turno de esta
    secuencia sangrienta.
    Se sabe que a doña Rita de Delgado le tocó el
    primer tiro después de una discusión airada. Y que
    después de muerta, Campo Elías la envolvió
    en papel periódico,
    la roció con gasolina y le prendió fuego. Mientras
    las llamas invadían la estancia, dejó
    tranquilamente el apartamento, bajó las escaleras, y con
    el pretexto de llamar a los bomberos, timbró en el
    apartamento 301. Las estudiantes Inés Gordi Galat y Nelsy
    Patricia Cortés le abrieron la puerta, sin saber que su
    destino inmediato sería un tiro en la cabeza.
    Después se dirigió al apartamento 302, cuya puerta
    ya había sido abierta por la profesora Gloria Isabel
    Agudelo León, de 50 años, quien salía en ese
    momento para averiguar dónde se habían producido
    los disparos. Delgado la mató, era la sexta
    víctima.
    Luego bajó al primer piso, y en el apartamento 101
    tocó el timbre. Matilde Rocío González, de
    23 años, y Mercedes Gamboa, de 20, quienes se encontraban
    estudiando para un examen final que debían presentar el
    viernes en la universidad, corrieron la misma suerte que las
    anteriores. Salvo que, al parecer, Delgado les dio un poco
    más de tiempo. Todo indica que, con la excusa del incendio
    del apartamento del cuarto piso, también les pidió
    prestado el teléfono. Matilde alcanzó a
    descolgar la bocina, pero antes de marcar el número la
    mató. En ese apartamento, Delgado también
    hirió de muerte a otra
    estudiante, María Claudia Bermúdez Durán,
    quien falleció horas después en el Hospital San
    José.
    Caía la tarde cuando Campo Elías Delgado
    dejó por última vez su edificio, al tiempo que la
    señora Blanca Agudelo de González, familiar de la
    profesora del 302, llegaba. "Era extraño cómo ese
    señor se quedó sorprendido unos minutos mirando el
    cartel de la obra de García Lorca, ‘Bodas de
    sangre’. Se acercó al borde del andén y creo
    que se quedó allí como 10 minutos, completamente
    quieto", dijo doña Blanca a los periodistas que la
    entrevistaron esa misma noche. Luego Delgado le dio la espalda al
    afiche y se perdió por la calle 58.
    La señora Berta Gómez, quien vivía con las
    estudiantes en el apartamento 101 y había logrado salvar
    su vida saltando hacia el patio interior, salió velozmente
    del edificio y detuvo una patrulla de la Policía, a la que
    pidió ayuda. Los agentes, según doña Berta,
    al ver que el cuarto piso se estaba incendiando, le respondieron
    que este era más bien un caso para los bomberos, y que
    ellos se encargarían de llamarlos. Es muy posible que si
    esta patrulla hubiera atendido inmediatamente el caso, Delgado
    habría podido ser capturado y evitarse el resto de la
    tragedia.
    Pero ni la patrulla paró ni los dos policías
    militares que ocupaban la caseta de vigilancia de la Dirección de Sanidad del Ejército en
    la acera de enfrente, reaccionaron. Y a Delgado se le
    permitió seguir su camino.

    Tiquete sin regreso
    Quince minutos después, Campo Elías Delgado
    timbró en el número 201 del citófono del
    edificio de la carrera 28A N° 51-31. "¿Quién
    es?", preguntó una voz de mujer. "Campo Elías",
    respondió el visitante. Doña Clemencia de Castro
    bajó entonces las escaleras y le abrió la puerta
    del edificio al amigo que llevaba un año sin ver.
    Inicialmente, Delgado preguntó por don Jesús, el
    esposo de doña Clemencia. Ella le dijo que no estaba y lo
    invitó a seguir al apartamento.
    Entre Delgado y la familia
    Castro existía una amistad de
    más de cinco años. Se habían conocido a
    través de otra familia, vecina
    también del sector de Sears, en una noche en que todos se
    habían puesto cita para jugar póker, una de las
    mayores pasiones de Delgado.
    Con el paso del tiempo, Delgado, que era hombre de pocos amigos,
    se encariñó con la familia Castro, a tal punto que
    se convirtió en un visitante frecuente de esa casa. Como
    hablaba muy buen inglés,
    hace dos años les ofreció enseñarles el
    idioma utilizando como libro de texto la obra
    Dr. Jekyll and Mr. Hyde de Robert L. Stevenson.
    Como cosa rara, esa noche Delgado llegó con vestido
    entero, contrariando su costumbre de ir siempre en mangas de
    camisa aun en las noches más frías. Era evidente
    que estaba tan excesivamente peluqueado como lo estaba el ex
    combatiente de Vietnam que Robert de Niro interpreta en Taxi
    Driver antes de desatar su orgía de sangre. Hablaba casi
    compulsivamente. Repetía varias veces una misma frase y a
    pesar de la insistencia de doña Clemencia no quiso
    sentarse. Caminaba de un lado a otro de la pequeña
    sala-comedor, adornada con cuadros sobre las paredes grises y
    varias macetas con helechos de plástico.
    A cada paso sus zapatos golpeaban fuertemente el piso de madera.
    "A él le gustaba mucho la Coca-Cola y por eso le
    ofrecí una", recuerda doña Clemencia, quien a la
    mañana siguiente habría de dar a Caracol las
    primeras pistas sobre la
    personalidad de Delgado. "Mientras se la tomaba
    —relató a SEMANA— hablamos de mis hijos. Al
    menor (Andrés, de 12 años) le fue mal este
    año en el colegio. Y Campo Elías me insistió
    mucho en que no lo regañara porque él iba a
    enderezarse".
    El interés
    de Delgado por el hijo menor de los Castro era usual,
    permanentemente le demostraba un cariño especial. Le
    regalaba chocolatinas y hablaba mucho con él. Esa misma
    noche, Delgado tuvo oportunidad de conversar un rato con el
    niño, a quien dio algunos consejos y le acarició la
    cabeza .
    Doña Clemencia recuerda que mientras esto sucedía,
    observó que Delgado tenía el saco cerrado. "Se le
    notaba un bulto sobre el costado izquierdo. Yo pensé para
    mis adentros: ¿será la pistola? porque él
    generalmente andaba armado desde cuando una vez en Nueva York un
    asaltante le dio un balazo en el tórax".
    Delgado y doña Clemencia continuaron conversando,
    él siempre de pie y ella sentada. En realidad, era casi un
    monólogo del visitante. "Normalmente él no era tan
    hablador pero el jueves en la noche, yo casi no pude
    interrumpirlo. Insistió mucho en que nos quería.
    Habló de un viaje y me aseguró que la única
    familia de la que se iba a despedir era de la nuestra. Dijo que
    había comprado un tiquete sin regreso. Y
    señaló con sus manos que se iba a ir de un extremo
    a otro extremo; a la antípoda. Habló de irse a
    Estados Unidos
    pero luego cambió de idea y comenzó a hablar de la
    China". Hacia las 6 y 45, Delgado se despidió de
    doña Clemencia lamentando que su esposo no hubiera
    estado.
    Mientras bajaban las escaleras, él insistió: "Los
    quiero mucho". Doña Clemencia le preguntó si les
    iba a escribir. A lo cual le respondió: "No se preocupen
    que noticias mías van a recibir pronto, muy pronto". Tres
    horas después, José Fernández Gómez
    se las daría.

    La ultima cena
    Y las noticias eran grandes y graves. A las 7:15, Campo
    Elías Delgado llegó a su restaurante favorito, la
    Pizzería Pozzetto, en la carrera 7a. con calle 62.
    Saludó a
    los meseros que lo conocían, se sentó en una mesa y
    pidió media botella de vino y unos espaguetis bolognesa.
    Colocó a su lado el maletín negro que había
    llevado en las últimas horas. Fue como siempre muy amable
    y el único detalle extraño que notaron los meseros
    fue que en varias ocasiones se paró al baño.
    Pasadas las 8 de la noche terminó la comida y pidió
    un primer ‘destornillador’ (vodka con jugo de
    naranja). Pidió luego un segundo trago y, como el primero,
    lo bebió sin apuros, mientras leía detenidamente
    una revista norteamericana. Terminado el segundo trago, Delgado
    pidió la cuenta, la canceló, y le dijo al mesero
    Ecce Homo Rosas, que le iba
    a componer un poema.
    Ni el mesero ni ninguna de las 35 personas que se encontraban en
    el primer piso del restaurante, tuvieron oportunidad de enterarse
    de que afuera, no muy lejos de allí, decenas de agentes de
    Policía estaban buscando a Delgado, quien dentro de la
    pizzería parecía en ese momento tan inofensivo como
    el resto de los clientes.
    Pero no sólo los policías estaban enterados de lo
    que Delgado había hecho en el edificio donde vivía.
    Decenas de periodistas andaban ya tras la noticia y algunas
    emisoras de radio
    habían dado el flash de que un
    sicópata andaba suelto por las calles de Bogotá. La
    noticia interrumpió las entrevistas de
    camerino de los enviados especiales a Santiago de Chile sobre el
    primer regalo de Navidad que
    millones de colombianos habían recibido esa noche: el
    emocionante triunfo de la Selección
    Nacional juvenil de fútbol sobre el poderoso equipo del
    Brasil. Todo
    esto explicaba la inusual soledad de las calles bogotanas a hora
    tan temprana en día de semana.
    Hacia los 8:15, Delgado ya había pedido un tercer vodka.
    Simultáneamente, a ocho cuadras del restaurante, dos
    máquinas del cuerpo de bomberos terminaban
    de apagar el incendio de su apartamento y las autoridades
    llevaban a cabo el levantamiento de los primeros
    cadáveres. Poco después, Delgado pidió la
    cuenta de ese último vodka y se sentó en la barra,
    después de entregarle la revista y el poema a Ecce Homo.
    Pidió un cuarto vodka, el maletín negro siempre al
    lado.

    Desde la barrera
    Unos minutos antes de las 7, Carlos Fernández y su esposa
    Patricia, que viven en el apartamento 401 de un edificio ubicado
    en frente de la pizzería, oyeron a Pilar Castaño,
    en el Noticiero de las Siete, anunciar que un hombre había
    matado e incinerado a su madre y asesinado a dos personas
    más, en un edificio de la carrera séptima con calle
    52. Vieron entonces las primeras imágenes
    del incendio del cuarto piso del edificio que habitaba Delgado.
    Pero la noticia no había acabado de suceder.
    Hacia las 9:15 los Fernández escucharon un primer disparo
    y luego cinco más, uno detrás de otro. "No
    escuché ningún grito —relata Fernández
    a SEMANA—, sólo pensé en esconderme con mi
    niña de dos semanas, lejos de la ventana. Es lo mismo que
    hago siempre que hay tiros por aquí cerca. Esperé
    tres o cuatro minutos, tal vez más, había un gran
    silencio y Patricia se acercó a la ventana. Yo la
    seguí y alcancé a ver cómo llegaban los
    primeros policías. Como tenía mi cámara a la
    mano, tomé algunas fotos, mientras
    los policías rodeaban el lugar. Creo que escuché
    algunos tiros más adentro de la pizzería. Los
    agentes se acercaron a las ventanas, rompieron los vidrios y
    rasgaron las cortinas, mientras disparaban para cubrirse unos a
    otros. Recuerdo que vi a don Bruno, el dueño del
    restaurante, cuando salió por la puerta gritando:
    ‘No me destrocen más esto, que ya me ha costado como
    un millón de pesos’. En esos momentos, se produjo un
    nutrido tiroteo y me parece que de adentro se oyeron más
    disparos. Desde el costado izquierdo, donde venden las pastas, un
    policía rasgó la cortina y vi cómo vaciaba
    el cargador de su arma hacia un blanco muy definido. Era la
    primera vez que uno de los agentes disparaba repetidamente hacia
    un lugar específico, pues los demás habían
    estado disparando un poco a la loca. Hubo algunos tiros
    más y los agentes comenzaron a entrar gateando. Don Bruno
    intentó seguirlos, y rápidamente lo sacaron,
    mientras le gritaban. Vi entonces a un muchacho que corría
    de un lado a otro gritando: ‘¡Mataron a nuestra
    madrecita! ¡Mataron a nuestra madrecita!’. Luego vi
    cómo se acercaba a uno de los carros parqueados frente al
    restaurante y le daba golpes en el techo".
    Lejos estaban los Fernández de imaginar las sangrientas
    escenas y los minutos de espanto que se habían vivido en
    el interior del restaurante; una masacre sin precedentes en los
    últimos 20 años de historia. Después vino la
    confusión, el caos. Patrullas de Policía
    tenían aislado el sector y procuraban poner orden, para
    que los médicos legistas pudieran adelantar las
    diligencias de levantamiento de los cadáveres y los
    heridos fueran conducidos a los centros hospitalarios. Comenzaron
    entonces las distintas versiones de los hechos. Aquí y
    allá, los medios de
    comunicación entrevistaban gente y recogían
    testimonios a veces contradictorios. Sin embargo, apareció
    lo que podría considerarse un testigo de excepción:
    el cardiólogo Pedro José Sarmiento, a quien el azar
    de tres disparos fallidos le había salvado la vida.
    Sarmiento se hallaba comiendo con un colega suyo, el
    médico boliviano Andrés Montaño Figueroa. La
    orden que les habían tomado no alcanzó a llegar a
    la cocina. De espaldas al resto de la gente que se hallaba en el
    restaurante, oyó un totazo que pensó que era una
    bomba. Cuando escuchó varias detonaciones más,
    seguidas, supo que se trataba de disparos. No alcanzó a
    voltearse, cuando oyó una voz que gritaba: "Esto es un
    asalto. ¡Todo el mundo al suelo! Entréguenme el
    efectivo, no quiero joyas. El efectivo. ¡Bótense al
    suelo!". Era lo mismo que escuchaba, pero dándole la cara
    a Delgado, Myriam Ortiz de Parrado, de 45 años, madre de
    cuatro hijos. Ella no puede olvidar que decía: "Nadie me
    debe ver la cara. Ustedes no me han visto nunca".
    Los comensales obedecieron las órdenes y comenzaron a
    sacar sus pertenencias. Sarmiento, quien se había tirado
    al suelo y yacía boca arriba, pensó que no
    habría problema, que una vez que la gente entregara su
    dinero los
    atracadores se irían. Sin embargo, esto estaba lejos de
    ser así. La posición de Sarmiento le
    permitió ver la forma como procedió Delgado: "Ese
    tipo le pedía plata a la gente y cuando se agachaba a
    recogerla le disparaba y la mataba. El tipo llegó al lado
    de Montaño. No sé si le dio o no dinero. Entonces
    oí disparos, Montaño quedó ahí.
    Cuando se me acercó fui a darle seis mil pesos que
    llevaba. Me eché un poco hacia atrás y él me
    disparó. Pensé que era mi fin y él
    siguió a matar a los otros. Me toqué el ojo derecho
    por donde me había disparado. Lo sentí,
    empecé a marearme". Era la segunda vez que se salvaba.
    Segundos antes, dos balas habían pasado rozándolo
    apenas. Pero Delgado siguió cobrando sus víctimas,
    hasta cuando un policía destrozó uno de los
    ventanales de la fachada y disparó. Era el fin. Delgado
    cayó entonces.
    Es aquí donde surge la duda de si Delgado se
    suicidó, o si fue la Policía quien le dio de
    baja
    Una niña, Johana Cubillos Garzón, estaba
    allí esa noche negra: no sólo vio morir a su
    hermanita de 11 años sino que asegura que vio cómo
    Delgado se suicidaba. "Yo vi todo, yo era la única que lo
    estaba viendo. El loco pedía que le dieran dinero en
    efectivo y que dejáramos los billetes sobre las mesas al
    tiempo que daba vueltas en el salón disparando y matando.
    De pronto se paró junto a mí, me miró y
    pensé que me iba a matar, pero no lo hizo, pensé
    que dispararía pero no lo hizo, no se por qué no me
    mató, pero a mi hermana ya la había asesinado. Yo
    miraba cómo mataba a la gente y no podía hacer
    nada. Hasta que llegó la Policía y rompió un
    vidrio, entonces
    vi cómo el loco se disparó y
    cayó".

    Que entre el diablo y escoja
    Eran cerca de las 9:30 de la noche. En medio de sillas y mesas en
    desorden, vasos y platos rotos, yacían sin vida los
    cuerpos de cinco mujeres y nueve hombres. Quince personas
    más se quejaban de sus heridas. Cuando las autoridades
    hicieron su entrada pensaron, por el número de muertos
    "que nos íbamos a encontrar con pozos de sangre. Pero no
    fue así. Descubrimos que la mayor parte de las
    víctimas había muerto de dos disparos en la
    cabeza". Para la Policía esto revelaba la certera
    puntería de un hombre entrenado. Delgado, dicen algunos de
    quienes lo conocieron, se preciaba de ser el mejor frente a un
    polígono.
    Sobre las escenas de horror comenzaron las diligencias para
    identificar a las víctimas, diligencias que sólo
    terminarían a las 2 de la mañana. Los heridos
    fueron trasladados a los hospitales de San José, San
    Ignacio, San Pedro y Militar, y horas más tarde seis de
    ellos morirían. Se elevaba a 20 la cifra de los muertos en
    el restaurante y a 28 el total de la trágica jornada.
    Dos mujeres de apellido Infante, las únicas habitantes de
    la casa que sobre la séptima limita con el restaurante,
    sintieron personalmente cómo se ramificaba y
    extendía como mancha de aceite la tragedia. Un frasco de
    calmantes, litros de agua
    aromática y un teléfono que siempre pusieron a
    disposición de los familiares de las víctimas,
    fueron los servicios que
    hasta el final de la noche prestaron, aún temblando, estas
    dos samaritanas.
    Como en cualquier sitio público, aquella noche en Pozzetto
    se habían mezclado personas de diferentes profesiones,
    orígenes y edades. Con la mención de los nombres de
    las víctimas que la radio
    transmitía en directo desde el sitio, el país se
    fue enterando de quiénes habían encontrado esa
    noche su cita con la muerte

    7. Comentario; Ahora bien escogimos el documento de la
    revista Semana como documento base para nuestro trabajo, por que
    lo tomamos como documento que mira esta noticia desde un punto
    global y al parecer como La revista Semana no es un diario si no
    que es una publicación que sale cada semana, asumimos que
    esta edición tomo la noticia global que estuvieron
    publicando toda la semana entonces puede tener un porcentaje
    mayor de verdad dentro de su información.

    Segunda Parte
    Ahora como todos sabemos la
    masacre fue el día Jueves 4 de diciembre de 1986
    (desmintiendo varias publicaciones que dan en internet y que no tienen la
    fecha correcta). Vamos a tomar la publicación del diario
    del tiempo el día siguiente después de la
    masacre.

    Partes: 1, 2

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