Indice
1.
Introducción
2. El maestro como
investigador
3. El contexto de la práctica
docente
4. La recuperación de la
práctica educativa
5. Análisis y
sistematización de la
información
6. Proyecto de
intervención
7. Conclusiones
Construir un proyecto de
intervención para transformar la práctica educativa
es un proceso que
incluye una serie de actividades concretas que deben llevarse a
cabo con la intención de precisar lo que se desea
intervenir y cómo se piensa hacerlo.
En el presente ensayo se
expone dicho proceso como
parte del trabajo de investigación que se realiza en la
Maestría en Educación con
Intervención en la Práctica Educativa.
Con fines de facilitar su comprensión, el contenido se
dividió en los siguientes apartados: El maestro como
investigador, El contexto de la práctica docente, La
recuperación de la práctica educativa, Análisis y sistematización de la
información, Proyecto de
intervención y Conclusiones.
Se pretende que el presente trabajo sea una aportación
para quienes se inician en investigaciones
socioeducativas, así como para todas la personas
interesadas en este tipo de temas, con el propósito de que
adquieran una noción más clara del quehacer
científico de quienes nos dedicamos a conocer y
transformar nuestra práctica docente por medio de la
investigación cualitativa.
2. El maestro como
investigador
Llegar a reconocer y transformar la práctica
docente, requiere de apropiarse del conocimiento
en el manejo de instrumentos para darle tratamiento
sistemático a la información a la que se desea acceder. Se
requiere también que quien se dedique a la investigación ha de lograr otras competencias,
tales como el manejo de programas de
procesamiento de textos por computadora,
la traducción de textos del idioma inglés
al español y
la producción de textos académicos en
los que se den a conocer trabajos relacionados con las
actividades de investigación.
3. El contexto de la
práctica docente
Como parte del contexto escolar Cecilia Fierro (1995:17)
agrega que el trabajo del
maestro abarca muchos más aspectos de los que formalmente
se establecen como "actividad docente" y que, como característica común el trabajo de
los maestros, dondequiera que se realice, está conformado
por un conjunto de relaciones: dimensión personal, la
historia de vida
del docente; dimensión institucional, la mística de
trabajo de la escuela en la que
se desarrolla el quehacer del maestro-investigador;
dimensión interpersonal, las relaciones
humanas entre integrantes de la comunidad
escolar; dimensión social, el carácter
que el maestro le concede a la función
que desempeña como educador; dimensión didáctica, cómo promueve el docente
el aprendizaje
de sus alumnos; dimensión valoral, la práctica de
actitudes
formativas que se promueven en la sociedad,
institución y en las clases que el maestro
imparte.
4. La recuperación de
la práctica educativa
Esta es una de las primeras fases dentro del proceso de
investigación. En ella se recogen los datos con los que
hemos de trabajar posteriormente. Se utilizan distintos
instrumentos como lo son el autorregistro, con el que podamos
congelar la situación y posteriormente analizarla,
según lo refiere García (2001:Online). Este
instrumento es elaborado por el propio maestro-investigador.
Otro instrumento que se aconseja emplear, según el
contexto, es el cuaderno rotativo; es un cuaderno común y
corriente en el que los alumnos hacen una descripción de la clase. Se deben respetar
las anotaciones, tal y como las expresen los alumnos; esto
permite emplear dichos datos para
compararlos con los datos obtenidos por medio de otros
instrumentos sobre ciertos acontecimientos en el desarrollo de
la clase.
La entrevista
es una técnica en la que una persona solicita
información de otra o de un grupo
(entrevistados, informantes), para obtener datos sobre un
problema determinado Rodríguez (1996:163). En ella se
utiliza un guión previo, así como la planeación
del tiempo y lugar;
se puede utilizar una grabadora de audio, vídeo o fotografía.
La observación externa es otra forma de
recabar información, para ello es necesario el apoyo de
algún compañero de trabajo o algún padre de
familia. Los
datos no deben sufrir ninguna modificación para que puedan
servir para comparar los datos que se obtengan por medio de otros
instrumentos.
5. Análisis y sistematización de la
información
Una vez recabada la información se empieza a ser
un análisis, comenzando por identificar unidades de
análisis; que no son otra cosa que acciones que
realizan los actores dentro den aula, acompañados de las
circunstancias en que se presentan. En el caso personal se
considera más práctico subrayar las unidades de
análisis escribiendo en cada una de ellas la
categoría en la que mejor encajen.
Una vez completado lo anterior se procede a sistematizar las
categorías en una matriz de
análisis en la que se le da orden a toda esa
información recuperada. A las categorías obtenidas
se sugiere someterlas a la teorización; para
Martínez (1996:90), esta fase consiste en percibir,
comparar, contrastar, añadir, ordenar, establecer nexos y
relaciones y especular.
Hasta aquí se ha seguido un largo recorrido dentro del
proceso de investigación y se está en posibilidad
de reconocer, por medio de la caracterización, al maestro
como profesional. Hay que tener una actitud de
autocrítica que nos haga reflexionar sobre nuestro trabajo
cotidiano; qué hemos logrado y por qué. ¿A
quién o quiénes beneficia o afectan nuestras
acciones?
¿Podemos mejorar? ¿Cómo? ¿ Qué
debemos hacer?
Una vez recuperado por esta situación el investigador
tiene que problematizar, por medio de la focalización.
Consiste básicamente en encontrar relaciones de problemas a
través de una técnica llamada redes de problemas, el
investigador logra reducir la información hasta el punto
de identificar el problema que se considera como punto de
intervención. Para ello se emplea la
triangulación.
Antes de que finalmente nos decidamos por el problema, se
recomienda analizar los problemas clasificándolos en
nodales y torales; esta sugerencia se basa en que de los
problemas identificados, algunos no se pueden intervenir porque
no están dentro de nuestras posibilidades.
Esta es una fase en la que se debe tener sumo cuidado,
ya que propósitos, objetivos y
actividades deben cuadrar de manera clara y precisa. Esto
significa que antes de proceder a la aplicación del
proyecto de intervención hay que diseñar estrategias que
contemplen actividades que permitan incluir indicadores
para la evaluación
y seguimiento del mismo. En las actividades que se propongan es
necesario determinar el cómo, dónde y con
qué recursos se
llevarán a cabo, así como los tiempos.
Después, se recuperan datos para corroborar si ha habido
cambios sustantivos o no y por qué, por medio instrumentos
como los que se señalaron al inicio de este
escrito.
La formulación de un proyecto de
intervención es una tarea que requiere conocimiento y
pericia en la recuperación, tratamiento e
interpretación de la información que se obtiene por
medio de las técnicas e
instrumentos que se utilizan en las investigaciones
de carácter
cualitativo.
El doble trabajo de maestro investigador tiene como finalidad
dotar al docente activo de las herramientas
que le permitan mejorar su práctica educativa in
situ, puesto que en un proceso de investigación de
carácter cíclico se presentan constantes hallazgos
y reformulaciones factibles de ser planteadas como nuevos
problemas para ser intervenidos.
Autor:
Profr. José Guadalupe de la Cruz Ochoa
Estudiante del Tercer Semestre en la
M.E.I.P.E.