Efectos de la situación política y económica

INTRODUCCIÓN

La presencia del hombre sobre la faz de la tierra ha estado inspirada y guiada por una lucha constante. Sale de sus refugios naturales para dominar enemigos y elementos adversos del entorno. Se asocia con sus semejantes, desarrolla su inventiva y capacidad de innovación y crea no sólo artefactos y servicios para mejorar su calidad de vida sino también mecanismos para liderar y controlar procesos e imponer ideologías. Para dar continuidad a sus proyectos concibe y desarrolla organizaciones. Asigna a la institución educativa el rol de socialización de los individuos y de su capacitación para hacerlos productivos no sólo para ellos mismos sino para el resto de sus semejantes. Concibe al Estado, el cual como lo señala Gutiérrez, P., (2001)1 "asume la educación como parte de su cuerpo orgánico y funcional cuando toma conciencia de la importancia que tiene para su preservación, como orden social, la difusión y uniformidad del marco ideológico que la explica, la justifica y le ofrece coherencia interna".

Y es que la educación es apreciada como una de las responsabilidades cruciales, estratégicas e ineludibles del Estado, al cual, en las sociedades modernas, se le han asignado funciones rectoras, de gestión y financieras (Ugalde, L., 1998)2. Ese Estado es temporalmente, en los sistemas democráticos, dirigido y administrado por un Gobierno, desde el cual los individuos colocados en los puestos de mando, además de formular y ejecutar las políticas públicas, tratan de imponer su ideología política y el éxito o fracaso de tales intentos tiene mucho que ver, como lo señala Luque (1996)3 con que ese Estado así dirigido sea tolerado y aceptado por las mayorías y "represente más o menos- o para nada- los plurales intereses de una sociedad-forma ideal de Estado" . Sin perder de vista, como lo expresa Gutiérrez (2000)4, , que todo proceso de transformación en el ámbito social, particularmente en el área educativa, no se produce como por arte de magia, con la sola acción de declararlo o de hacerlo público, o por el deseo manifiesto de un determinado grupo, sino que este cambio se logra " por las posibilidades y el poder de negociación del que se disponga".

Sustentado en este marco teórico e inserto dentro de la línea de reflexión e indagación de la Unidad Curricular Política, Economía y Educación de la Maestría en Educación Abierta a Distancia de la Universidad Nacional Abierta, el presente trabajo se plantea como propósito avizorar algunos escenarios posibles en relación al funcionamiento del subsistema de educación superior Venezolano (Universidades e Instituciones de Educación Superior), partiendo de una caracterización de la situación actual en los ámbitos políticos y económicos y de su impacto en el mencionado sector educativo.

¿Cómo influye la actual situación política y económica del país en el funcionamiento del subsistema de educación superior? ¿Cuáles son algunos escenarios posibles?

Venezuela y los ciudadanos que hacen vida en este espacio geográfico están atravesando actualmente una etapa bastante conflictiva en su vida institucional.

Sin hacer mayores esfuerzos de imaginación se aprecia un país dividido políticamente. La confrontación permanente, la descalificación, y el desprecio del adversario parecen ser el elemento común que separa peligrosamente los bandos en disputa: el sector oficial liderizado por el Presidente Chávez y una creciente oposición integrada por sectores de la sociedad civil organizada y sin liderazgo individual aparente, a los que se han incorporado representantes de los partidos políticos tradicionales , los cuales resurgen de las cenizas en un esfuerzo de superación del acoso e intento de doblegarlos hasta llevarlos a su liquidación, lo cual prevalece como actitud abierta y evidente que viene siendo mantenida por el gobierno desde que asumió en 1998 las riendas del país. A esta arremetida del sector oficial no escapan algunas de las instituciones públicas, tales como la iglesia, el sector educativo, los medios de comunicación y más recientemente la empresa Petróleos de Venezuela.

A este estado de cosas se adiciona la situación económica actual del país como elemento perturbador y desencadenador de protestas sociales, una suerte de polvorín, según es apreciado por distintos analistas, debido al encarecimiento progresivo del costo de la vida del ciudadano común, producto, entre otros elementos intervinientes, de una modificación de la política cambiaria que se mantenía hasta principios del año 2002 y la consecuente

elevación de las tasas de interés, por la creciente escasez de liquidez en la

caja del gobierno (tesorería), la fuga de capitales, alejamiento de la inversión pública y privada, tanto interna como externa, baja dramática de las reservas internacionales y el deterioro de los precios del petróleo en el mercado mundial.