- Características
geográficas - Algunos antecedentes
históricos - Las grandes regiones
naturales - División política
de Europa
El continente europeo se localiza en el hemisferio norte
y cuenta con una extensión territorial de 10,530,750
km2. Limita al norte con el océano glacial
Ártico; al oeste con el océano Atlántico, al
sur con los mares Mediterráneo y Negro; al sureste con el
mar Caspio y al este u oriente con los montes Urales, que lo
separan de Asia.
Europa se considera un continente rico en recursos
naturales, donde existen numerosos factores que contribuyen
al desarrollo de
actividades económicas (especialmente la agricultura).
Uno de estos factores es el marcado contraste del relieve;
así tenemos que la parte norte es ocupada principalmente
por una enorme llanura: la Gran Llanura Europea, que hace
millones de años estaba cubierta por las aguas del mar,
razón por la cual se acumularon gran cantidad de
sedimentos marinos que en la actualidad han propiciado que sus
tierras sean fértiles y se practique la actividad
agrícola. Esta llanura se extiende por Francia,
Alemania,
Dinamarca, Polonia y Finlandia, entre otros
países.
Al norte también se localizan varios sistemas
montañosos, algunos son tan antiguos que la erosión
les ha restado altura, llegando en ocasiones a formar mesetas,
entre ellos están: los montes Kiolen, los Grampianos, la
meseta de las Ardenas, el Macizo Central, los montes de la Selva
Negra y el macizo de Bohemia.
En el sur se ubican, por el contrario, los sistemas
montañosos más jóvenes de este continente,
por ejemplo: los Pirineos, que se localizan en la frontera de
Francia con España;
los Alpes situados en la mayor parte de Suiza, oriente de
Francia, centro y oriente de Austria y en una pequeña
área de Italia; en los
Alpes se localiza el Monte Blanco, que con sus 5,000 m. de altura
es uno de los picos más altos de Europa; los
montes Apeninos que recorren de norte a sur la península
Itálica; los Alpes Dinámicos y los montes
Cárpatos.
También en este continente se localizan los
montes Urales, Cáucaso, Baicanes y los montes o Alpes
Escandinavos.
El gran número de entrantes y salientes
(penínsulas, bahías y golfos) que tienen las costas
de este continente, además de las islas,
archipiélagos y mares interiores, han determinado la
historia y la
cultura de
Europa; la naturaleza
"marítima" del pueblo europeo los ha llevado a transformar
el paisaje natural de su continente, además de explorar y
conquistar otros "mundos".
Por su tamaño, en el litoral europeo sobresalen
las siguientes penínsulas: al norte, la Escandinava y la
de Jutiandia, rodeadas por el mar del Norte y por el
Báltico; y al sur, la Ibérica, la Itálica y
la de los Balcanes o Balcánica, las cuales se internan en
el mar Mediterráneo.
En cuanto a las islas podemos nombrar las siguientes: Islandia,
Gran Bretaña e Irlanda (estas tres son las más
grandes de Europa); así como Cerdeña,
Cárcega, Sicilia, Creta y Chipre, entre otras.
También son numerosos los mares que rodean a
Europa, entre ellos se puede citar al Báltico, del Norte,
de Irlanda, Caspio y Cantábrico; además del
Tirreno, Adriático, Negro, Jónico y Egeo, que son
prolongaciones del mar Mediterráneo.
Una de las características más notables de
Europa es su red fluvial, la cual ha sido
determinante en el desarrollo de pueblos y ciudades. Aunque no
existen ríos de gran longitud la mayoría tiene un
curso tranquilo y caudaloso que permite la navegación,
circunstancia que ha favorecido la
comunicación entre las diferentes regiones.
En las cordilleras o partes altas del continente, nacen
los ríos que mantienen su caudal durante todo el
año debido a las constantes lluvias y al deshielo de las
montañas; después de recorrer el territorio europeo
vierten sus aguas en mares y océanos, es decir, en el mar
Báltico, el Mediterráneo, el Negro y el
océano Atlántico.
Entre los ríos más sobresalientes
encontramos el Volga con 3,690 km. de recorrido, razón por
la cual se considera el más largo de Europa; el Danubio
que nace en Alemania y sirve de frontera entre Rumania y
Bulgaria, atraviesa productivas áreas agrícolas de
ocho países. Los ríos Rhin (que nace en los Alpes),
Ruhr y Elba forman la red fluvial alemana, considerada la
más importante de Europa por permitir la comunicación entre las regiones centrales y
las costas del mar del Norte.
Los ríos Sena, Loira y Rádano, localizados
en Francia, están unidos por canales artificiales a lo
largo de 5,000 km., hecho que constituye una de las maravillas de
ingeniería del ser humano, que
complementó la obra de la naturaleza para facilitar el
intercambio comercial.
Página siguiente |