Hay en Carpentier (1904 -l980), una concepción
unitaria del ser en eter no cambio y
transformación, sustanciada por una visión profunda
del hombre, la
historia y la
cultura como
proceso. Esto
avala su método
estructurador de esencia que sin soslayar lo determinante no
pierde de vista lo fenoménico que matiza el todo como
sistema.
Al mismo tiempo, su
genialidad literaria, con dotes excepcionales como escritor y
comprometido con su tiempo histórico, lo abren nuevas
vías de acceso a la realidad y nuevos fundamentos
interpretativos del devenir histórico-social que
encuentran concreción en su profusa producción novelística y su en
restante obra literaria, como crítico, cronista y
periodista.
Es sorprendente en el escritor cubano el empleo y uso
del lenguaje. Su
rica cultura, unido al estilo barroco
expresivo y al americanismo, si ciertamente hace difícil
la comprensión a veces por el lector común, sin
dominio del
oficio, esto no contradice la maestría del autor. Su prosa
con gran apego al barroquismo, no dibuja los escenarios, los
cuadros, con fines simplemente decorativos, ni en función de
alarde de erudición. Es el ejercicio del narrador acucioso
que exige seguir la lógica
y el sentir mismo del objeto que narra y describe. Por eso cada
relato, inmerso en tiempo, espacio, circunstancia y en
función del tema central, y los accidentes
secundarios, no soslaya el entorno con su grama de señales
naturales y de claves y signos engendrados por el hombre.
Todo sobre una base creadora, subjetivista, -no subjetiva-
pletórica de imaginación. Esto por supuesto,
presupone que cada obra del escritor sea resultado de una
profunda investigación, que incluye la
penetración y el dominio del contexto y la
aprehensión del lenguaje que lo expresa. Esto se pone de
manifiesto en el modo en que describe la arquitectura, la
música y
los diversos temas de la realidad americana y universal.
En este mismo sentido, resalta por su riqueza expresiva y
aprehensiva el modo con que capta la psicología de los
personajes, su trama existencial ante las posibles alternativas
que le deparan las circunstancias, incluyendo los cauces de
realización o no. Con ello, sus narraciones constituyen
verdaderas fotografías creadoras, o más exactamente
radiografías psicológicas. Lo que no implica en
modo alguno el uso absoluto de procedimientos
introspectivos de corte fenomenológico, pues Carpentier no
se contenta con las esencias puras ni pone el mundo entre
paréntesis Su discurso si
bien está perneado por la subjetividad humana como creador
fundante, es revelador de lo real maravilloso en nuestra América. Descubrimiento pleno de
imaginación y creación que, afincado en la
realidad, abre nuevas perspectivas humanas de realización
en la revelación de nuestra identidad. Un nuevo modo de
"…. situarse ante las cosas propias, con ojos nuevos y
espíritu virgen de prejuicio" para así (…) hallar
la más sencilla verdad de lo universal, lo propio, lo
mío y lo de todos -entendiéndome a mí mismo-
al pie de una ceiba solitaria que antes de mi nacimiento estaba y
está siempre, en un lugar más bien árido y
despoblado, entre los Cuatro Caminos…" La oposición
America-Europa, es
recurrente en la narrativa carpenteriana. La búsqueda del
ser propio latinoamericano y su inserción en la
universalidad, en tanto tal, es una profesión de identidad
humana en el intelectual cubano. Exige el reconocimiento
universal de nuestros pueblos, avalado en su concepción de
la historia y la cultura como ser esencial humano y medida de su
desarrollo.
Por tanto, no es posible negar la universalidad a una
región con cultura autóctona, plena de
imaginación donde lo insólito es cotidiano. Una
región, llena de augurio y presagio, cuya identidad se ha
plasmado como resultado de un profundo proceso de
transculturación. De ahí que se pronuncie "contra
lo exótico". Al incorporarse el contexto del mundo
americano al contexto de la novela
universal -escribe Carpentier- se le quita el exotismo a la
novela
americana. Precisamente estoy en contra del tipo de novela que
empieza en el primer capítulo con una fiesta del pueblo,
en el segundo un amorío
típico a caballo, en el tercero un balazo. Lo que quiere
es que los elementos latinoamericanos se integren a la cultura
universal". En su obra el americanismo no es una consigna, sino
una concepción sociocultural muy profunda que
continúa una tradición que defiende la autenticidad
del ser de nuestra América y se opone a continuar siendo
sombra y eco de culturas exógenas. En esta dirección, en la obra carpenteriana,
expresada en disímiles manifestaciones, la
interacción de lo universal y lo particular propio, en la
cultura, ha constituido un tema central, cuyo discernimiento
deviene eficaz contribución en el rescate,
reafirmación y desarrollo de la identidad de nuestra
América. Es una obra que con visión universal,
arranca de las raíces para legitimar lo específico
e insertarlo al todo con estatus de universalidad. Es una perenne
búsqueda -un motivo humanista sociocultural- del ser en su
devenir y ascensión para reafirmar la identidad humana y
social en primera instancia, así como dar cuenta de su
proyección cultural en el tiempo. En Carpentier la
búsqueda identitaria la anima una eterna vocación
humana de reconocimiento de la humanidad del hombre y su
creación cultural. Pro eso se apoya en valores y
comportamientos humanos inmanentes a todo hombre,
independientemente de épocas y tiempos históricos.
Hay en su obra un sentido de identidad como hilo conductor, que o
partir de múltiples mediaciones se dirige siempre a captar
la naturaleza del
ser humano en general -identidad humana- o el ser existencial de
nuestra región -identidad latinoamericana-, en particular,
para tematizarse en concretos resultados que parten de las
raíces con espíritu ecuménico, hasta
totalizarse en producto que
dan cuenta de la cultura como síntesis
de lo particular y lo universal. Esta concepción sirve de
premisa a la búsqueda identitaria carpenteriana. La
teoría
de los contextos da los instrumentos metodológicos que el
intelectual necesita para asumir y captar lo específico
nuestro. "Vayamos ahora a la importante cuestión de los
conceptos cabalmente latinoamericanos- señala Carpentier –
que puede contribuir a una definición de los hombres
latinoamricanos, en espera de una síntesis- aún
distante, situada más allá del término de
las vidas de quienes ahora escriben- del hombre
americano"
Desde el punto de vista teórico no se trata de un
nuevo descubrimiento, pues ya en su obra Carpentier lo ha
aplicado, pero en este momento aparece en coherente exposición
y ya integrados a la teoría y el método del autor,
para "(…) entender el comportamiento
del hombre americano ante ciertos hechos" No es posibles
aprehender el ser de nuestra América y el comportamiento
de sus hombres, incluyendo sus expresiones psicológicas,
ideológicas y en general culturales, al margen de los
contextos propuestos por el mayor novelista cubano:
Contextos raciales:"Convivencia de hombres de una misma
nacionalidad pertenecientes a distintas razas. Indios, negros y
blancos, de distinto nivel cultural que, a menudo viven
contemporáneamente en épocas distintas, si se
considera su grado de desarrollo cultural"
Contextos económicos:"Inestabilidad de una economía
rígida por intereses foráneos"
Contextos políticos.- "El contexto político-militar
latinoamericano es de implicaciones inagotables"…
Contextos ctónicos.- "Supervivencia del animismo,
creencias, prácticas, muy antiguas, a veces de un
orígen cultural sumamente respetable, que nos ayuda a
enlazar ciertas realidades presentes con esencias culturales
remotas, cuya existencia nos víncula con lo universall-
sin- tiempo (…) En la portada de una iglesia de
Misiones aparece, dentro de un concierto celestial, un
ángel tocando las maracas"
Contextos
burgueses.-Inestabilidad clasista de la burguesía,
posibilidad de ascender con rapidez y caer con falicidad, en
función de interes exterior.
Contextos de disntacias y proporción.- "La distancia es
otro contexto importantes como La escala de
proporciones. Las dismensiones de lo que circunda al hombre
americano. Esas montañas, esos valcanes que aplastarian,
si allá se trasladaran por operación de magia, los
panoramas montañosos de Suiza o de los Pirineos… Pero la
distancia y la desproporción no son elementos pintoresco.
Pintoresco es lo que por definción, puede caber en una
pintura , en
un cuadro"
Contexto de desajuste cronológico.- se asumen corrientes y
realidades, cuando estas "ya rebasaron sus metas iniciales"
Contextos Culturales." Somos un producto de varias culturas,
dominamos varias lenguas y respondemos a distintos procesos ,
legétimos, de transculturación .
Contextos culinarios. Tienen su importancias en cuanto a sus
particulares contextos histórico. El ajiacao cubano, por
ejemplo, plato nacional de la cocina criolla, reúne, en
una misma cazuela, la cocina de los españoles, con
productos de
la primera tierra
avistada por los descubridores"
Contextos de iluminación .- Toda novelista
latinoamericana debería estudiar cuidadosamente la
iluminación de sus ciudades.
Es un elemento de identificación y de
difinición"
Contexto ideológicos.- No se trata de demostradar sino de
mostrar para cumplir la misión
ideológica. A partir del momento en que hay " un contexto
-épico verdadero (…) un contenido social, époco-
social (..) puede eximirse de toda prédica personal por la
veracidad y elocuencia de los hechos presentados"
La teoría carpenteriana de los contextos es en sí
misma un ejercicio de trascendencia latinoamericana que concreta
y resume el sentido de identidad que embarga su discurso. Pero el
premio Cervantes no se detiene en los contextos para revelar
identidad. Se dirige además al estilo mismo y con
maestría insospechable descubre que" nuestro arte siempre fue
barroco: desde la espléndida escultura precolombina y el
de los códices, hasta la mejor novelística actual
de América, pasándose por las catedrales y
monasterios coloniales de nuestro continente . Hasta el amor
físico se hace barroco en la encrespada obscenidad del
guaco peruano. No temamos, pues, al barroquismo en el estilo, en
la visión de los contextos, en la visión de la
figura humana (…) No temamos el barroquismo, arte nuestro,
nacido de árboles
, de leños, de retablos y altares, de tallas decadentes y
retratos caligráficos y hasta neoclasicismos
tardíos; barroquismo creado por la necesidad de nombrar
las cosas, aunque con ello nos alejemos de las técnicas
en boga (..)"
El barroquismo latinoamericano, estrechamente vinculado a los
contextos, como realidad específica muestra , y modo
de aprehender su ser esencial, y el descubrimiento de lo real
maravilloso, completan la teoría carpenteriana de la
revelación del ser de nuestra América. A cada paso-
señala Carpentier- hallana lo real maravilloso. Pero
pensaba, además que esa presencia y vigencia de lo real
maravilloso no era privilegio único de Haití, sino
patrimonio de
la América entera, donde todavía no se ha terminado
de establecer, por ejemplo, un recuento de
cosmoganías"
En lo real maravilloso, la teoría de los contextos
latinoamericanos y el barroquisimo, se concretan en un proceso
objetivo –
subjetivo, de aprehensión de la realidad latinoamericana
en toda su riqueza expresiva propia. "Y es que, por la virginidad
del paisaje, por la formación, por la ontología , por la presencia
fáustica del indio y del negro, por la revelación
que constituyó su reciente descubrimiento, por los
fecundos mestizajes que propició, America está muy
lejos de haber agotados su caudal de mitodologías.
¿ Pero qué es la historia de América toda
sino una crónica de lo real maravilloso?".
El cronista de lo real maravilloso americano, con su perenne
sentido de identidad latinoamericana, comprendido al mismo tiempo
en los marcos de un proceso dialéctico entre lo particular
y lo universal y mediado por lo diferente y diversos,
aportó claves metodológicas importantes para
futuras aproximaciones al ser esencial de nuestra
América.
Autor:
Dr. Rigoberto Pupo Pupo