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Doping (página 2)




Enviado por rdberneri



Partes: 1, 2

La aparición y extensión del doping se
debe en gran parte a factores externos a la misma esencia del
deporte como el abuso de fármacos que se da en la
actualidad y a la presión
que ejerce la sociedad sobre el
deportista al que le exige una superación continua de su
rendimiento deportivo. En nuestra sociedad, el medicamento no
sólo se usa para combatir la enfermedad, sino
también como ayuda en estados fisiológicos límites
(cansancio, dolor, sueño, ansiedad, frustración,
etc.). El deportista también recurre a ellos para
estimularse o sedarse, aumentar su fuerza y masa muscular, su
capacidad cardíaca, concentración, calmar la
fatiga, incluso la provocada por su entrenamiento. En
definitiva usa el doping para obtener el triunfo o para
conseguirlo con menor esfuerzo.

Tanto el deporte de recreación, amateur, como el competitivo,
ocupan un lugar destacado en las sociedades
modernas. EI profesionalismo impulsado por las empresas y
la
televisión llevan a los deportistas a esfuerzos
tremendos y a una superación constante. También el
atleta ante una expectativa de mayores beneficios se sube a esa
carrera desenfrenada y como le resulta difícil mantener
ese ritmo con medios naturales recurre al doping. También
hay deportistas amateurs y recreacionales que se dejan seducir
por promesas de cientos de productos que
le pueden ayudar a practicar un deporte con más intensidad
o a obtener resultados deportivos que otra manera no
conseguirían y que buscan afanosamente por motivos de
prestigio personal
social.

4) SUSTANCIAS
PROHIBIDAS EN EL DEPORTE

Las siguientes clases de sustancias están
prohibidas por el Comité Olímpico Internacional
(COI):
• Estimulantes
• Narcóticos
• Beta bloqueantes
• Diuréticos
• Esteroides Anabólicos
Hormonas
peptídicas y sus derivados

Además están prohibidos los siguientes
métodos de doping:
• Doping de sangre
• Manipulación farmacológica, física y química de la
orina

Y las siguientes sustancias están sujetas a
ciertas restricciones:
• Alcohol
• Marihuana
• Anestésicos locales
• Coricoesteroides

Ciertas federaciones tienen su propia lista de
sustancias prohibidas. Deben chequearse para saber si hay otras
sustancias prohibidas en el deporte particular.

VER CUADRO DE LA PAGINA 15

5) MÉTODOS
DE CONTROL

Uno de los principales avances de la lucha antidopaje es
la realización de análisis de sangre para
detectar la presencia de eritropoyetina (EPO), que se usa
habitualmente en ciclismo, esquí y atletismo. La
Federación Internacional de Medicina
Deportiva, asegura que sería deseable que se usaran estas
pruebas en
otros muchos deportes, como el fútbol, donde sólo
se realizan test de
orina.

El análisis de orina es el principal método
institucional de control antidopaje para revelar y, en su caso,
sancionar la presencia de sustancias dopantes en los deportistas.
Ha demostrado ser eficaz en la detección de sustancias
exógenas que el cuerpo humano
no es capaz de sintetizar, como la mayoría de los
estimulantes, narcóticos, esteroides, anabolizantes y
diuréticos. Sin embargo, el análisis
de orina no precisa la dosificación de las sustancias
endógenas y resulta totalmente ineficaz en el dopaje
efectuado por autotransfusión de sangre. La
clasificación del COI (Comité Olímpico
Internacional) permite el uso limitado de sustancias corrientes
(como la cafeína, el alcohol,
determinados anestésicos o antiinflamatorios), que
también supone dopaje si el deportista sobrepasa el umbral
de uso permitido. Debido a los controles antidopaje, cada vez
más frecuentes, los deportistas que se dopan prefieren
usar productos hormonales (corticoides, esteroides, testosterona
o dihidrotestosterona), existentes ya en el organismo y cuya
concentración es difícilmente cuantificable en el
análisis. Frente al creciente uso de productos y
número de métodos dopantes en los deportes de alto
nivel, los gobiernos organizan campañas de
prevención dirigidas a las federaciones y a los
jóvenes deportistas, informándolos de los peligros
físicos y de las sanciones, cada vez más severas, a
las que se exponen. Además, en las competiciones se han
sistematizado los controles, que incluso pueden realizarse sin
previo aviso.

6)
¿PORQUÉ DEBEMOS COMBATIRLO?

El deporte de competición es un ejemplo característico de actividad que,
inevitablemente compara a cada deportista con sus
compañeros, y se le exige además una constante
superación para llegar a ser el mejor. Pero estas
aspiraciones dejan de ser legítimas cuando se quieren
cumplir por medios peligrosos, violentos y ajenos a la ética,
entre estos esta el doping, por ello su uso esta
prohibido.

• Motivos éticos:

El doping es una pieza que no encaja en la estructura del
deporte. Su practica es contraria a la ética y lealtad
deportivas. En efecto, si uno de los objetivos de
la practica deportiva es el desarrollo
integral del deportista en la libertad y la
dignidad, cuando aparece el doping se anula este
propósito, porque su practica corrompe al deportista, lo
convierte en un objeto al que se utiliza y manipula, en una
maquina que hay que amortizar en breve plazo y que tiene que
rendir al máximo.

Por otra parte el doping es deshonesto porque contradice
la finalidad primaria del deporte, que es conseguir una mejor
salud
física, mental y social.

• Motivos sanitarios:

Es potencialmente peligroso para la salud porque: expone
al organismo al riesgo de
sobrepasar fatalmente sus límites normales, altera la
coordinación normal de las funciones
orgánicas y psíquicas, ocasiona progresiva
dependencia y hábito al uso de drogas,, induce a cierto
abandono del entrenamiento metódico, causa un deterioro
físico talvez irreversible.

• Cómo prevención de la violencia:

El doping puede uno de los factores desencadenantes de
la violencia en el deporte. En términos generales, el
deporte es relajante, pero con la competencia
pueden aparecer tensiones que pueden convertir al deporte en una
actividad de gran tensión. Si a ello se la añade el
uso de drogas que aumentan la agresividad, el resultado puede ser
el ataque o agresión corporal.

7) ¿CÓMO
SE PUEDE SOLUCIONAR EL PROBLEMA DEL DOPING?

Por tratarse un problema inherente, al doping es
problema social, cuya solución supone la aplicación
de estrategias y
acciones. Las
federaciones deportivas y gobiernos han iniciado y potenciado
eficaces medidas disuasorias que influyen en el animo del
deportista cuando a este se le presente la disyuntiva de competir
con doping o sin doping. Estas medidas disuasorias se llevan a la
practica con tres tipos de acciones:

• Acciones preventivas:

Las acciones preventivas se ejercen mediante programas de
divulgación, información y educación. Los
grupos
receptores son todos aquellos que se relacionan con el deporte:
deportistas de todos los niveles competitivos, niños
escolares, jóvenes profesores de educación
física, médicos (deportólogos, de
familia),
entrenadores, dirigentes ,etc.

La sociedad esta poco informada y se debe conseguir que
la ignorancia no se convierta en excusa.

• Acciones controladoras:

Los controles antidoping permiten conocer el alcance del
doping en un deporte, además reduce por su efecto
disuasorio el consumo de drogas. También es útil la
vigilancia en el comercio de
medicamentos y la inspección de equipajes de los
deportistas.

• Acciones sancionadoras:

Son complementarias a los test antidoping; sin sanciones
en los casos deportivos, los controles serían
inútiles. Las sanciones deben ser justas y equitativas; la
tendencia actual es extender las sanciones a otras personas
responsables además del deportista (entrenador
médico, etc.)

8)
PUNTUALIZACIÓN DE CASOS

Giro de Italia 1999: Ivan
Gotti vencedor final Junio 99

El ciclista italiano Ivan Gotti se impuso en la
clasificación general individual final de la 82ª
edición del Giro de Italia que concluyó el 6 de
junio en Milán. Fue éste un resultado inesperado,
pues desde que comenzara el sábado 15 de mayo, la prueba
estuvo dominada por el gran favorito, el italiano Marco Pantani,
triunfador del Giro y del Tour de Francia en
1998.

A falta de dos jornadas para que finalizara la
competición, El Pirata, apelativo por el que es conocido
Pantani, vestía la maglia rosa, se había adjudicado
la victoria en cuatro etapas, lideraba la clasificación
del Gran Premio de la Montaña y había protagonizado
actuaciones memorables, demostrando gran superioridad sobre sus
rivales en las etapas de montaña. Pero el ídolo del
ciclismo actual, recuperador de la épica que
acompaña a la figura del escalador, superó la tasa
del 50% de hematócrito (porcentaje del volumen de una
muestra de sangre ocupada por células)
permitida por la Unión Ciclista Internacional (UCI) en un
análisis realizado por este organismo. Así no pudo
tomar la salida en la vigésimo primera etapa, la jornada
"reina", la que llevaría a los corredores a coronar cimas
míticas de la ronda italiana como el Gavia o el Mortirolo,
y en la que podría haber reivindicado su condición
de mejor escalador de las últimas
décadas.

La descalificación de Pantani supuso una
importante decepción para la afición italiana, que
se vio compensada en parte al ver finalmente a tres compatriotas
en el podio: Ivan Gotti (que repetía su triunfo de 1997
tras mostrar una gran regularidad durante el transcurso de toda
la carrera), Paolo Savoldelli (segundo) y Gilberto Simoni
(tercero). También fueron protagonistas de esta
edición del Giro de Italia el corredor italiano Mario
Cipollini (que aprovechó sus oportunidades en las etapas
llanas y se adjudicó cuatro victorias en el sprint final),
el colombiano José Jaime Chepe González (vencedor
del Gran Premio de la Montaña y de una etapa), el
francés Laurent Jalabert (triunfador en la
Clasificación de la Regularidad, cuarto en la general
final y ganador de tres etapas), el italiano Fabrizio Guidi (se
impuso en la Clasificación del Intergiro y en la
última etapa), el español
Roberto Heras (quinto en la general y vencedor de la etapa reina
citada anteriormente) y el equipo español Vitalicio
SegurosGrupo General
(primero en la Clasificación General por
Equipos).

El más significativo de los varios
acontecimientos del verano que se centraron la atención en uso de la droga en
deportes:

  • Los bustos de la droga que implicaban la
    erytropoyetina (EPO) hicieron descalificar a casi todas las
    bicicletas de la carrera de del Tour de Francia.
  • Suspendieron a los atletas Randy Barnes y Dennis
    Mitchell de la pista y del campo de los E.E.U.U por el uso de
    la droga, y suspendieron al nadador irlandés Michelle
    Smith de Bruin por su examen de la orina.
  • ·Material para un nuevo expediente del
    funcionamiento del home, en béisbol, la
    revelación de que la marca lograda
    por McGwire (el slugger) utilizó androstenediona, un
    suplemento de la nutrición que es
    legal en béisbol pero está prohibido en algunos
    otros deportes.
  • El presidente del Comité Olímpico
    Internacional Juan Antonio Samaranch hizo comentarios que
    sugieren un retratamiento de las pruebas agresivas de las
    drogas.

9) CASOS PUNTUALES:
FÚTBOL Y ATLETISMO

El fútbol es un deporte de equipo en el que el
marcador no depende exclusivamente del rendimiento físico
de los deportistas, sino que influyen también factores
técnicos, tácticos y psicológicos. "El uso
de una sustancia dopante puede que no influya directamente en el
resultado del partido", explica el doctor Juan Carlos
González, médico del R.C.D. Espanyol de Barcelona.
"Esto hace que el dopaje sea bastante raro en el
fútbol".

Estimulantes: A este grupo pertenecen entre otras la
anfetamina, la efedrina, la cafeína y la cocaína.
"Las sustancias incluidas en este grupo retrasan la
aparición de la fatiga, con lo que el deportista que las
toma puede encontrarse en ventaja respecto a los demás
participantes", señala Juan Carlos González. "No
obstante, los estimulantes también aumentan la
agresividad, el riesgo de colapso y disminuyen la capacidad de
juicio".
Esteroides anabolizantes: "Los esteroides anabolizantes aumentan
la masa muscular y la fuerza y disminuyen la sensación de
agotamiento muscular producida por el esfuerzo intenso". Entre
los efectos negativos se incluye un mayor riesgo de neoplasias
(cáncer) y un aumento de la presión
sanguínea y la frecuencia cardiaca, con el consiguiente
incremento de la posibilidad de sufrir un accidente
cardiovascular. Los principales casos de dopaje registrados en el
fútbol lo eran por
nandrolona
, una sustancia de este tipo.
También se incluyen en este grupo la testosterona y
estanozodol. Esta última fue la detectada al velocista
canadiense Ben Johnson.
Hormonas peptídicas: "constituyen el principal caballo de
batalla del dopaje en la actualidad", comenta el médico
del Espanyol. "Son sustancias análogas a las producidas
por el propio organismo y producen beneficios sobre el deportista
similares a los de los esteroides anabolizantes: aumenta la
fuerza como consecuencia de una mayor potencia muscular
y se aprovechan mejor los recursos
energéticos del atleta". No obstante implican un mayor
riesgo de accidentes
cardiovasculares y tumores. A este grupo pertenece la

eritropoyetina (EPO)
, la hormona del crecimiento
y la insulina equivalente al factor de crecimiento-1 (IGF-1).
Diuréticos: aunque no son sustancias dopantes en sí
mismas, los diuréticos son utilizados para enmascarar el
consumo de otros productos no permitidos. Consiguen disminuir la
concentración de las sustancias dopantes en la orina y
así desvirtuar las pruebas antidopaje.
También se prohiben los analgésicos
narcóticos y otras sustancias como los cannabinoides
(marihuana y
hachís). Aunque el consumo de alcohol no está
prohibido, puede controlarse el grado de alcoholemia de los
futbolistas y los resultados pueden implicadr
sanciones.

FÚTBOL:

A raíz de aparecer ciertos rumores sobre dopaje,
Katrin Krabbe, así como las también atletas
alemanas Grit Breuer, Silke Möller y Sigrun Grau, fueron
suspendidas en enero de 1992 tras comprobarse el hecho de que las
muestras de orina entregadas por estas deportistas eran
idénticas. La International Amateur Athletic Federation
(IAAF, Federación Internacional de Atletismo Amateur)
ordenó también su inhabilitación.

Maradona habia tenido varios problemas
extradeportivos y cierta pérdida de condición
física auguraban su decadencia cuando fue convocado en
1994 para disputar en Estados Unidos su
tercer Mundial. Maradona jugó de manera espectacular en
las victorias argentinas frente a Grecia y Nigeria y
demostró que sus detractores se equivocaban. Pero en el
transcurso de la competición dio positivo en un control
antidopaje y fue expulsado de la misma.

Caniggia, Claudio Paul – En marzo de 1993 fue
inhabilitado por dar positivo en un control antidopaje, tras un
partido entre el Nápoles y la Roma, y estuvo
sancionado hasta mayo de 1994, por lo que pudo jugar el Mundial
de Estados Unidos un mes más tarde.

ATLETISMO:

El atletismo argentino sufrió un duro golpe al
confirmarse que su representante más importante, la
saltadora en alto Solange Witteveen, será suspendida por
dos años tras dar positiva la prueba B de un control
antidoping celebrado hace dos meses y medio.
"La gente encargada de los análisis en el laboratorio de
Montreal me confirmó que la prueba B dio el mismo
resultado de la A", aseguró Nick Davies, del departamento
de prensa de la
IAAF. La sustancia encontrada en la muestra de orina tomada el 19
de mayo en el campeonato sudamericano en Manaos es "una poderosa
anfetamina de la clase A", explicó Davies.
Witteveen saltó por última vez el 6 de julio en el
mitin de París en el estadio de Saint Denis. Allí
quedó entre las últimas con una marca de 1,85
metros. Poco después suspendió las etapas de su
gira en Estocolmo y Oslo para regresar a la Argentina
alegando una lesión. Hasta hace poco, la suspensión
automática de dos años regía desde la fecha
del análisis, pero un cambio en el
reglamento establece que la fecha de suspensión corre
ahora a partir de la última competencia en la que
participó la atleta. Al finalizar la suspensión, el
5 de julio de 2003, Witteveen podrá defender su medalla de
oro en los Juegos
Panamericanos de Santo Domingo 2003 y participar en los Juegos
Olímpicos de Atenas 2004.
Witteveen, de 25 años, había logrado en Manaos el
record sudamericano con 1,97 metros, y es desde su décimo
tercer puesto del ranking mundial la mejor atleta argentina del
momento. La suspensión debe ser impuesta ahora por la
Confederación Argentina de Atletismo. "Sólo en caso
de que la federación nacional decidiera sin causa clara no
suspender a la atleta pasaría a intervenir la IAAF",
explicó la semana pasada Giorgio Renieri, responsable de
prensa de la IAAF.
No hay posibilidades reales de que prospere una apelación.
"La gente que realizó los análisis fue muy
contundente, la prueba B es exacta a la A. En este caso no hay
apelación posible y se debe cumplir la suspensión",
remarcó Davies. La atleta aguardaba en Buenos Aires un
"milagro" en la prueba B del control para volar a Edmonton y
competir en su prueba, cuya clasificación comenzará
el viernes.
La argentina se había visto beneficiada en Canadá
indirectamente por un caso de doping hace dos años,
durante los Juegos Panamericanos de Winnipeg. Aquella vez la
dominicana Juana Arrendell perdió su medalla de oro tras
dar positivo de estanozolol. Vencida el 28 de julio su
suspensión de dos años, Arrendell está lista
para competir en Edmonton. "Solange y yo nunca hemos tenido
relación, ni siquiera hemos hablado, pero yo tengo muy
buenos sentimientos, sé lo que se vive en un caso
así, y realmente la veía saltando muy bien en los
últimos tiempos. Debe ser muy frustrante para ella. Le
deseo mucha suerte", comentó Arrendell la semana pasada
cuando ya se conocía el positivo de la prueba A de
Witteveen.
El español José Antonio Redolat, candidato al podio
en los 1.500 metros que comienzan mañana y
compañero de Witteveen en el club valenciano "Terra y
Mar", confesó su consternación: "Me extraña
mucho que suceda algo así por el tipo de persona que es
Solange. Me sorprende muchísimo".

La progresión
de las atletas chinas
reabre el debate sobre
el dopaje, la asignatura pendiente más veces suspensa y
aplazada por los responsables del deporte.
Unas veces por desinterés de los propios directivos, otras
por verdadera maestría del deportista en el manejo de las
trampas. En los últimos seis años, el progreso ha
remitido, al menos en el deporte rey, el atletismo. Sobre todo
tras la publicidad de dos
casos ilustres, de ambos sexos: el canadiense Ben
Johnson
, que consiguió un registro
"imposible" en los Juegos
de Seúl
gracias a los anabolizantes, y la
alemana oriental Katrin Krabbe. En el caso de Johnson
había premeditación: reconoció que llevaba
consumiendo esteroides androgénicos desde 1981. "He tomado
pastillas de todos los colores", dijo al
juez. En aquel año, su marca en los 100 metros lisos se
recortó de 10,62 a 10,25 segundos. La Federación
Internacional de Atletismo, que había sospechado desde que
Johnson cayó en manos del entrenador Charlie Francis, "El
químico", desposeyó al forzudo canadiense de
records y medallas con carácter retroactivo, desde 1984.
Poco le importa. La publicidad que le ha dado el caso ha
permitido al canadiense vestirse y probar como jugador de
fútbol europeo y de fútbol americano. Cada camiseta
que se enfundó significó un puñado de
dólares. Gracias al "caso Johnson" se sabe que el mercado negro de
los anabolizantes mueve, sólo en Estados Unidos, al menos
10.000 millones de pesetas anuales que dan lucro y dudoso
prestigio a laboratorios como el del ex atleta británico
David Jenkins, que surtió desde México a
los atletas norteamericanos hasta que fue detenido en 1988:
controlaba el 70 por 100 del tráfico. El caso de Krabbe es
un desliz de la picaresca. En el cambio de unas muestras de
orina, en un control antidopaje por sorpresa en Suráfrica,
en enero de 1992, se le detectó clembuterol, sustancia que
algunos ganaderos suministran a las vacas para aumentar su
volumen muscular. Los expertos especularon con el método
empleado, seguramente de forma apresurada: se habló de
unas bolsas con orina introducidas en la vagina que la propia
atleta vacaría al miccionar en el control antidopaje. Un
depósito de la forma y tamaño de un tampón
permitiría a la atleta correr incluso con el invento. La
repercusión de estos dos casos, que se saldaron con
contundentes sanciones de cuatro años para ambos -a
perpetuidad para Johnson, por ser reincidente- espantó a
todas las especialidades. En halterofilia, antes de que en 1988
se hiciera el control obligatorio, se lograba una media de 30
ó 40 récords del mundo anuales. Desde entonces el
goteo es escaso. En otras especialidades, como el tenis, el
automovilismo y el motociclismo, los controles no son
obligatorios. En el ciclismo, el deporte más duro que
existe, según los expertos, se realizan controles, pero
las sanciones parecen ridículas frente a las que se
imponen en atletismo. El positivo de un ciclista significa cuatro
meses de sanción, que puede cumplir en vacaciones. El caso
de Krabbe es uno más en la larga lista que el atletismo
femenino ha conocido en los últimos veinte años. En
su afán por lograr el éxito,
más allá del Telón de Acero,
valía casi todo. Atletas rusas y alemanas llegaron a
quedarse embarazadas por inseminación artificial dos meses
antes de las competiciones, pues la secreción de hormonas
para favorecer el crecimiento del feto les permitía hacer
las mejores marcas en el torneo o campeonato. Un sencillo
aborto
terapéutico acababa con el proceso. Pero
la antología de las trampas es tan variada como extensa.
El caso de Krabbe y sus compañeras Silke Móller y
Grit Breuer fue un simple error de falta de previsión: las
muestras de orina de las tres atletas eran iguales. Hay quien ha
denominado a la extinta
RDA
"República del Doping de Alemania". El
semanario alemán Der Spiegel publicó varios
reportajes de investigación desmantelando en los
últimos años la trama de la república
oriental en materia
deportiva desde la Segunda Guerra
Mundial. El gobierno
resultó implicado en programas de dopaje que abarcaba el
uso del Oral Turinabol (esteroide androgénico) y experimentos con
atletas para desarrollar nuevas drogas estimulantes no incluidas
entre los fármacos. El nadador Raik Hanneman, medalla de
plata en los campeonatos europeos de 1989, fue claro al explicar
las razones que le llevaron a doparse: "era la única forma
de integrarme en los privilegios del sistema:
quería un apartamento, un coche y una buena
educación. Eso sólo podía lograrlo gracias
al deporte". Hanneman era un prisionero del sistema.
El que se negaba al suministro de sustancias era apartado de la
elite y la posibilidad de entrenar. La saltadora de longitud
Heike Drechsler, de la RDA, ha mantenido su nivel, siempre entre
las mejores del mundo, después de la reunificación
alemana. Ella siempre lo negó, pero se la señala
como conejillo de indias del régimen. Su colega Heike
Henkel, saltadora de altura, abanderó una cruzada contra
el dopaje: compitió siempre con camisetas con leyendas como
"Athletics without doping" (Atletismo sin dopaje) y "In the top
without doping" (En lo más alto, sin dopaje). En la
piscina, la diáspora de deportistas autómatas que
ya no baten records, es aún más sospechosa. Astrid
Straus, ex campeona del mundo de 800 metros, obtuvo sus mejores
éxitos en la pubertad. Al entrar en la veintena, su peso
se disparó de forma desproporcionada. Compitió en
una prueba de la Federación Internacional, y fue la
primera nadadora de la RDA que descubrió el pastel que se
había cocinado en la RDA en los 70 y los 80. Hasta
entonces, marzo de 1992, sólo había referencias de
médicos, entrenadores y nadadores, siempre referidas al
pasado. Kornelia Ender, ganadora de cinco medallas en los Juegos
de Montreal 76 reconoció la posibilidad de haber consumido
sustancias prohibidas, pero sin saberlo. Otras, como la ex
plusmarquista mundial de 100 metros mariposa a finales de los
años 70, Chistiane Knacke, reveló que llegó
a tomar entre 10 y 15 píldoras diarias de esteroides: se
vio obligada éticamente a declarar al comprobar los
desarreglos hormonales que sufría su hija, el aborto que
tuvo su compañera Andrea Pollack y las deformaciones de
los dos hijos de la ex campeona mundial de 100 y 200 metros
Barbara Krausse. La célebre Katrin Krabbe también
perdió en marzo de 1994 el hijo que esperaba. Otras
campeonas, como Kristin Otto, que ganó seis oros en
Seúl 88, negaron todo repetidas veces con cierta
indignación. Pero el catedrático de la universidad de
Heidelberg Werner Franke, la dejó en evidencia en el
diario Berliner Zeitung. En un control antidopaje realizado por
las autoridades de la RDA en Bonn, en 1989, Otto, Daniela Hunger,
Dagmar Hase y Heike Friedrich, las reinas de las piscinas en los
80, superaron hasta seis veces los niveles permitidos de
testosterona. Todas acabaron saturadas de medallas en aquella
competición. Tras la desaparición de la RDA, 300
médicos han emigrado a Austria, Italia, Hungría,
China, Corea y
España,
según han denunciado algunos especialistas. Los Juegos de
Seúl 88 marcan el punto de inflexión en la historia
de las trampas, como apuntó el doctor Juan Manuel Alonso,
de la Federación Española de Atletismo. "El caso
Johnson" es el más famoso, pero en aquella edición
se denunció también un procedimiento que
llevaba al menos dos décadas en vigor: una punción
en la vejiga introduce orina limpia en el atleta que va a pasar
el control antidopaje. La micción del entrenador
cómplice es la que analizan en laboratorio. En las
mujeres, para evitar el pinchazo, a veces se utilizaba un
catéter. Una variante, digna de 007, es ocultar una pera
con orina limpia bajo la axila. El atleta presiona cuando va a
orinar en el control, y un tubo sale bajo el pantalón con
la micción sana. Al ciclista francés Michel
Pollentier le pillaron "in fraganti" en el Tour de Francia de
1978. El "prestaorina" era el mecánico del equipo. Se han
llegado a realizar transfusiones de sangre propia congelada meses
antes en un entrenamiento en altura: la riqueza en
glóbulos rojos y oxígeno
permitirá lograr más rendimientos en pruebas de
mediofondo y fondo. El método más frecuente, con
todo, es adelantarse a la prohibición. Pedro Delgado lo
hizo sin proponérselo en el Tour que ganó, en 1988,
por tomar probenecina para curar un constipado: era un producto
prohibido por las listas del Tour y el COI, pero la Unión
Ciclista Internacional (UCI) aún no tenía
tipificada esa droga, que enmascara los anabolizantes en los
controles: retiene la orina, con lo que disminuyen las
posibilidades de dar positivo por esteroides. Si Delgado hubiese
sido atleta, le habrían caído cuatro años de
suspensión. Otro ciclista, Jaime Huélamo, fue
descalificado y privado de su medalla de bronce en los Juegos
Olímpicos de Munich, en 1972, por hallarse en su orina
restos de coramina. Su delito fue la
ignorancia: la coramina aún no estaba catalogado por la
UCI. A Carl
Lewis
, siempre abanderado en la batalla contra
el dopaje, le fueron detectadas hormonas del crecimiento en el
mundial de Helsinki, en 1983. Entonces no estaban prohibidas. El
rumor sobre su consumo pesa también sobre Florence
Griffith
, que se retiró en 1988, un
año antes de la prohibición. Un último truco
son los diuréticos, que aceleran la eliminación de
orina para hacer desaparecer los residuos dopantes. En algunos
deportes, en los que el peso tiene especial importancia, como el
boxeo o la lucha, los tramposos los utilizan para bajar de
categoría. En una reciente reunión de expertos
celebrada en Alemania, federaciones internacionales como la de
ciclismo, la de tenis y la de fútbol dieron largas a la
homologación total del control que realizan con el del
atletismo. Pronto se verán obligadas a hacerlo: en 1992
estuvo a punto de no celebrarse el torneo de la raqueta de oro y
diamantes de Bruselas, uno de los más cotizados, al exigir
las autoridades belgas a la Asociación de Tenistas
Profesionales (ATP) la implantación de los controles. En
Estados Unidos, los deportes superprofesionalizados, como el
fútbol americano, tienen una legislación antidopaje
muy severa. Los deportistas deben agradecérselo a Lyle
Alzado, un esmirriado joven que pretendía llenar sus 190
centímetros de músculo para fichar por el equipo de
una gran universidad. En 1969 pesaba 86 kilos. En 1978, 135.
¿El secreto? los 50 miligramos diarios de dianabol que
consumía para aumentar su masa muscular. Consiguió
su propósito: fue una gran estrella de los Broncos y los
Raiders. Pero a los 41 años, ya retirado, decidió
volver a los anabolizantes, por adicción, y su cuerpo no
lo resistió. Falleció al poco tiempo de
cáncer. Un caso más reciente es el de Todd
Marinovich, detenido en enero de 1991 por consumo y
tráfico de cocaína y marihuana. Hoy, la Liga
Nacional de Fútbol Americano (NFL) realiza controles
obligatorios a todos los jugadores en la pretemporada y controles
aleatorios a lo largo de la liga. Si un jugador da positivo en un
control, se le concede el beneficio de la duda: sólo cae
sobre él una multa y cuatro partidos de suspensión.
Si es reincidente, se le propone una cura de
desintoxicación que, si acepta, sólo le obliga a
cumplir seis meses de suspensión. Si hay una tercera vez
se acaba el deporte para él. Hay quien asegura que la NFL
no ha admitido al atleta Ben Johnson por su juego sucio.
La NBA, la liga de baloncesto, tiene
una normativa similar. Los responsables de la competición
y la Asociación de Jugadores firmaron un acuerdo que
obliga a los profesionales a someterse a tratamiento
médico cuando consuman droga. Si es reincidente por
tercera vez, se sanciona al jugador a perpetuidad. La moralidad
norteamericana concede algunos atenuantes como la
confesión: si un jugador reconoce su drogodependencia, es
sancionado, pero mantiene su sueldo. El jugador de los Suns de
Phoenix, Richard Dumas, no pudo cobrar nada por llevar en secreto
su adicción. Dumas era reincidente: ya fue sancionado por
cocaína cuando era universitario.Entre los universitarios,
la coca es moneda común. Chris Washburn fue el tercer
jugador en el "draft", la lista a la que acceden los equipos
profesionales para elegir jugadores universitarios. Jugó
un año con los Golden State Warriors, pero no pudo apenas
jugar con los Atlanta Hawks, pues fue sancionado a perpetuidad
tras recaer varias veces. De aquella lista, el segundo, Len Bias;
el sexto, William Bedford, y el séptimo, Roy Tarpley
dividieron su carrera entre las canchas y las clínicas de
rehabilitación.La polémica sobre el consumo
indiscriminado de sustancias dopantes en el ciclismo durante los
70 fue reabierta por el ex corredor José Manuel Fuente,
ganador de dos vueltas a España (1972 y 1974) y cuatro
premios de la montaña en el Giro de Italia. En una
entrevista
concedida al diario El País en noviembre de 1993 aseguraba
que el propio ciclista era el que se pinchaba: "Si trabajabas
para los compañeros y no luchabas por una buena
clasificación, tomabas y te arriesgabas, esperando que no
te tocara pasar el control antidopaje". Según Fuente, el
material más utilizado era la anfetamina (sulfatina,
tenedrón, pervitín o centramina), en pastillas o
por vía intravenosa.Entonces, las anfetaminas no estaban
perseguidas. En el pelotón de los 70 recuerdan que en
plena carrera, sin rubor ante los aficionados, algunos corredores
se bajaban de la bicicleta para inyectarse. En pleno Tour de
Francia de 1967, Tom Simpson falleció en la escalada del
Mont Ventoux: en la autopsia le encontraron restos de anfetamina.
Felice Gimondi, ganador de un Tour de Francia, dos Giros de
Italia y una Vuelta a España, protagonizó dos
positivos en el Giro de 1968 y otro en el Tour de 1975. En 1969,
el belga Eddy
Merckx
, para muchos el mejor ciclista de todos
los tiempos, tuvo que abandonar el Giro de Italia al
detectársele estimulantes. En España, aparte del
"descuido" en el caso de Pedro Delgado en 1988, Angel Arroyo es
descalificado en pleno podio de la Vuelta a España de 1982
por dar positivo. El título de esa edición
recayó sobre el segundo, el vasco Marino Lejarreta. En
1990, una prueba menor, el gran premio de Albacete,
desveló como consumidor de
cocaína a José Recio. El ha negado que fuera un
adicto.Poco a poco, el fantasma del doping parece controlarse.
Entre los 53.165 controles antidopaje realizados por el
Comité Olímpico Internacional en 1991, hubo 380
positivos. El mayor porcentaje de fraudes se registró en
una especialidad con mucha exigencia física, como el
biatlon (ciclismo y carrera): de los 96 deportistas que se
sometieron al control, tres dieron resultado positivo. En
ciclismo, el porcentaje era del 1,08 por 100. En halterofilia,
donde la masa muscular juega un papel
prioritario, la cifra alcanzó los 80 casos de los 4.466
analizados. Los gobiernos se han puesto cada vez más duros
en la lucha contra el doping. En Dinamarca, una nueva ley prevé
incluso la cárcel para el deportista que dé
positivo en el control antidoping. Según el ministro de
Salud, Torben Luud, "el dopaje causa perturbaciones
físicas y psíquicas, es un atentado a la salud y
una violación de los principios
básicos del deporte". El Comité Nacional
Olímpico Italiano ha aprobado el reglamento que
regirá en la Comisión de Investigación sobre
el Dopaje, que prevé, entre otras cosas, la
reducción de la sanción al atleta dopado en el caso
de que colabore en la depuración de responsabilidades. No
se puede reprimir al atleta, el eslabón más
débil de una cadena larga. En Italia, la sensibilidad
sobre dopaje se ha incrementado en los últimos
años, con la llegada de algunos casos al fútbol:
los argentinos Diego
Maradona
y Claudio Caniggia dieron positivo por
consumo de cocaína.La aureola que suscitó la
aparición del "caso Maradona" desveló por inercia
otros casos, como el del boxeador norteamericano Ray Sugar
Leonard, uno de los mejores pegadores de los años 80:
confesó, al conocer la noticia, que él
también había consumido coca entre 1982 y 1985,
restando importancia al asunto.

10)
ANEXOS

SUSTANCIAS PROHIBIDAS EN DEPORTE
(CUADRO)

Estimulantes:

Etafedrina.

Amifenazol.

Etamiván.

Bambuterol.

Etilefrina.

Cafedrina.

Fencamfamina.

Cafeína (1).

Fenilefrina (3).

Catina (2).

Fenilpropanolamina
(2).

Clorprenalina.

Fenoterol.

Cropropamida.

Formoterol.

Crotetamida.

Heptaminol.

Efedrina (2).

Isoprenalina.

Estricnina.

Metaraminol.

Etafedrina.

Metilefedrina (2).

Etamiván.

Metoxamina.

Etilefrina.

Niquetamida.

Fencamfamina.

Orciprenalina.

Fenilefrina (3).

Pentetrazol.

Fenilpropanolamina
(2).

Procaterol.

Fenoterol.

Prolintano.

Formoterol.

Propilhexedrina.

Heptaminol.

Pseudoefedrina (2).

Isoprenalina.

Reproterol.

Metaraminol.

Salbutamol (4).

Metilefedrina (2).

Salmeterol (4).

Metoxamina.

Terbutalina (4).

Niquetamida.

Terbutalina (4).

Orciprenalina.

Salmeterol (4).

Pentetrazol.

Salbutamol (4).

Procaterol.

Reproterol.

Prolintano.

Pseudoefedrina (2).

Propilhexedrina.

Analgésicos
narcóticos. 

Hidromorfona.

Alfaprodina.

Levorfanol.

Alfentanilo.

Metadona.

Anileridina.

Morfina (1).

Buprenorfina.

Nalbufina.

Butorfanol.

Nalorfina.

Dextromoramida.

Pentazocina.

Diamorfina
(heroína).

Petidina.

Dipipanona.

Tilidina.

Etoheptazina.

Trimeperidina

Fenazocina.

Trimeperidina

Fenoperidina.

Tilidina.

Fentanilo.

Petidina.

Hidrocodona.

Pentazocina.

Hidromorfona.

Nalorfina.

Levorfanol.

Nalbufina.

Metadona.

Morfina (1).

Anestésicos
locales.

Bupivacaína.

Lidocaína.

Mepivacaína.

Prilocaína.

Procaína.

Tetracaína.

Bloqueantes
B-adrenérgicos.

Labetalol.

Acebutolol.

Mepindolol.

Alprenolol.

Metoprolol.

Atenolol.

Nadolol.

Betaxolol.

Oxprenolol.

Bisoprolol.

Penbutolol.

Bufarolol.

Pindolol.

Bunolol.

Propranolol.

Carteolol.

Sotalol.

Carvedilol.

Timolol.

Celiprolol.

Timolol.

Labetalol.

Sotalol.

Mepindolol.

Estimulantes (tipo B). El grupo
farmacológico «Estimulantes (tipo B)»
está integrado por los estimulantes anfetamínicos y
por cualquier otra sustancia cuya acción y/o efecto
farmacológico sea igual o similar al de alguno de los
siguientes fármacos:

Mefenorex.

Amineptina.

Mefentermina.

Anfepramona
(dietilpropión).

Mesocarb.

Anfetamina.

Metanfetamina.

Anfetaminil.

Metilendioxianfetamina.

Benfluorex.

Metilendioxietilanfetamina.

Benzfetamina.

Metilendioximetanfetamina

Bromantán.

Metilfenidato.

Carfedón.

Metoxifenamina.

Clobenzorex.

Morazona.

Clorfentermina.

Norfenfluramina.

Clortermina.

Parahidroxianfetamina.

Cocaína.

Pemolina.

Dexfenfluramina.

Pipradol.

Dimetanfetamina.

Pirovalerona.

Etilanfetamina.

Selegilina.

Fendimetrazina.

Metilfenidato.

Fenetilina.

Metoxifenamina.

Fenfluramina.

Morazona.

Fenmetrazina.

Norfenfluramina.

Fenproporex.

Parahidroxianfetamina.

Fentermina.

Pemolina.

Foledrina.

Pipradol.

Furfenorex.

Pirovalerona.

Mazindol.

Selegilina.

Mefenorex.

Metilendioximetanfetamina

Mefentermina.

Metilendioxietilanfetamina.

Mesocarb.

Metilendioxianfetamina.

Metanfetamina.

II.1.2 Anabolizantes.

Noretandrolona.

Bolasterona.

Oxabolona.

Boldenona.

Oxandrolona.

Calusterona.

Oximesterona.

Clostebol.

Oximetolona.

Danazol.

Quinbolona.

Dehidroclorometiltestosterona

Esteroides anabolizantes
androgénicos (tipo B).

Androstendiol.

Androstendiona.

Dihidrotestosterona
(androstanolona).

Prasterona
(dehidroepiandrosterona, DHEA).

Testosterona (1).

Agonistas.

Bambuterol.

Clenbuterol.

Fenoterol.

Formoterol.

Reproterol.

Salbutamol.

Salmeterol.

Terbutalina.

Corticosteroides.

Fludrocortisona.

Beclometasona.

Fluocinolona.

Betametasona.

Hidrocortisona.

Cortisona.

Metilprednisolona.

Dexametasona.

Parametasona.

Triamcinolona.

Prednisolona.

Prednisona.

Diuréicos

Furosemida.

Acetazolamida.

Hidroclorotiazida.

Acido etacrínico.

Indapamida.

Altizida.

Isosorbida.

Amilorida.

Manitol (2).

Bendroflumetiazida.

Mebutizida.

Benztiazida.

Mersalil.

Bumetanida.

Metolazona.

Canrenona.

Piretanida.

Ciclotiazida.

Teclotiazida.

Clopamida.

CONCLUSIÓN

Viendo el desarrollo expuesto a lo largo del trabajo, y
analizando cada uno de sus puntos podríamos llegar a la
siguiente conclusión.

Como ya hemos visto en el trabajo, doping es la
utilización de sustancias con el fin de aumentar de forma
no natural el rendimiento físico del individuo en una
competencia o actividad deportiva.

Estas sustancias en muchos casos ponen el peligro la
vida del deportista que la consume y por otro lado perjudica al
resto de sus compañeros de equipo si estamos hablando de
una competencia grupal, como es el caso del fútbol, y
acá no podemos dejar de mencionar el ejemplo mas claro que
dio este deporte, el de Diego Maradona, cuando en 1994 disputando
el mundial de Estados Unidos consumió o lo hicieron
consumir – algo que nunca se descubrió – una
sustancia que supuestamente le curaría el resfrió,
la conocida efedrina. De esta forma al ser detectado por el
control antidoping – como olvidarnos esa imagen cuando
diego se retiro de la cancha frente a Nigeria acompañado
de esa enfermera -, se lo echo de la competición y se le
dio un año de suspensión para disputar cualquier
tipo de partido.

Con esto estamos haciendo mención a que por culpa
del dopaje, Maradona perjudico a sus compañeros, ya que
él representaba sin lugar a dudas el alma del equipo, al
cual le resulto muy difícil pasar la primera ronda, y se
vio eliminada en octavos de final, algo que no hubiera pasado con
la presencia de Diego en la cancha.

Por eso a veces antes de cometer un acto de dopaje hay
que pensar en las consecuencias que traerá esto, y
así seguramente la idea de doparse
desaparecerá.

Los que realizamos este trabajo les queremos dejar un
mensaje claro a los que se estén iniciando en el mundo del
deporte

El mejor triunfo es que se logra con el esfuerzo de uno
mismo, y no el que se obtiene con una simple
sustancia.

 

 

 

 

Raul Berneri

Partes: 1, 2
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