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Historia de la Religión Judía




Enviado por luisarodriguez



    1. Los profetas
    2. Traición y
      Crucifixión
    3. De la resurrección a la
      eternidad
    4. Un poco de Historia: los
      Judíos en la península
      Ibérica
    5. El Judaísmo
      Mesiánico

     

    1. Los
      profetas

    Tras cuarenta años en el desierto, los
    Israelitas, también conocidos como judíos, entraron
    en la tierra
    prometida de Canaan. Tristemente, los habitantes de Canaan
    rechazaron a Jehová como Dios, y lucharon contra ellos.
    Pero Dios protegió a los judíos cuando se
    establecieron nuevamente Isaac y Jacob en la tierra
    prometida a Abraham.

    El Señor ordenó sacerdotes para dirigir
    los sacrificios de animales y la
    adoración. Una vez por año el Sacerdote designado
    fue detrás de un velo sagrado separando a la gente de la
    presencia Santa de Dios. Allí el sacerdote
    representó a la nación
    entera ante Dios.

    Después de muchos años, los Israelitas
    coronaron al rey David. Dios escogió a David,
    distinguiéndole como "Un hombre de
    acuerdo de mi propio corazón".

    Dios habló a la gente a través de David y
    otros hombres obedientes, llamados profetas. Cuando los
    Israelitas pecaron, El Señor habló contra Israel a
    través de estos profetas, advirtiéndoles que si
    continuaban pecando, Él permitiría que una
    nación extranjera domine su país.

    Aún con estas advertencias, Israel era
    desobediente y se rebeló contra Dios, rechazando Sus
    leyes y
    matando a los profetas que testificaron contra ellos.

    Finalmente, después de ochocientos años de
    rebelión, Israel fue sacado de su propia tierra y fue
    hecho cautivo en las naciones de Asiría y
    Babilonia.

    Pero Dios continuó hablando a través de
    los profetas durante la cautividad de los judíos. Unos
    mensajes eran llamadas al arrepentimiento, y otros eran
    profecías sobre El Salvador que vendría a rescatar
    la humanidad pecadora.

    El profeta Miqueas predijo la ciudad exacta dónde
    El Salvador nacería y describió Su naturaleza eterna
    diciendo: "De ti Belén vendrá quién
    gobernará en Israel cuya existencia es de tiempos
    antiguos, desde la eternidad".

    Dios incluso reveló que El Salvador
    descendería de la línea del rey David. A
    través del profeta Malaquías, el Señor
    describió un mensajero especial que anunciaría al
    Salvador y prepararía a la gente para
    recibirlo.

    Zacarías profetizó, que su Rey
    vendría a ellos montado sobre un pollino.

    Zacarías profetizó, "O
    hija de Jerusalén: Mira, tu Rey te viene: Él es
    virtuoso y tiene la salvación; humilde, y viene en un asno
    nunca antes montado."

    El Rey David describió cómo El Salvador
    sabría de antemano que uno de Sus amigos íntimos
    con quienes Él comió el pan, lo
    traicionaría.

    Y Zacarías aún escribió que el
    precio de la
    traición sería treinta piezas de plata.

    Jesús fue azotado,
    torturado y luego crucificado por nuestros
    pecados.

    A través del profeta Isaías, Dios predijo
    que El Salvador sería torturado, con latigazos, y que Su
    cara sería escupida.

    David describió el método de
    ejecución por "clavando las manos y los pies del Salvador,
    pero sin romper ninguno de Sus huesos," que El
    Salvador diría, "Mi Dios, mi Dios, por qué me has
    desamparado"?, y que los espectadores se reirían y se
    burlarían de El Salvador, diciendo, "Él
    creyó que el Señor lo salvaría."

    David también escribió que "los huesos del
    Salvador estarían fuera de juntura y en Su sed le
    darían vinagre para beber," y que los perseguidores del
    Salvador "dividirían Su ropa entre ellos, y
    sortearían por Su túnica."

    Isaías dijo que los espectadores serían
    "sorprendidos" al ver la cara del Salvador desfigurada por la
    tortura.

    Las profecías en el libro de Dios
    incluso describen cómo un día, los descendientes de
    David, los habitantes de Jerusalén, verían "al
    Salvador a quien ellos habían clavado."

    Y todo esto fue registrado en las Escrituras muchos
    centenares de años antes de la venida del
    Salvador.

    Después de setenta años de
    cautividad, el Señor permitió que Su pueblo
    regresara a Israel. Sólo un grupo
    pequeño regresó, pero ellos así como los
    judíos en otras partes, todavía Vivian bajo la
    ley de otras
    naciones…

    Quinientos años después, cuando Roma
    gobernó Israel, dos judíos jóvenes llamados
    José y Maria, descendientes del rey David, planearon
    casarse. Pero antes que ellos vivieran juntos, Maria fue
    embarazada a través del poder del
    Espíritu Santo de Dios.

    Entonces un ángel del Señor le
    apareció a José en un sueño, diciendo,
    "José, no te preocupes por tomar a Maria como tu esposa:
    El Niño en ella se concibió por el Espíritu
    Santo. El Niño es el Hijo de Dios. Y cuando ella de
    nacimiento a este hijo, tu debes nombrarle 'Jesús' que
    quiere decir El Salvador porque Él salvará a Su
    pueblo de sus pecados.

    Esto pasó como el profeta Isaías
    había predicho, 'El Señor mismo te dará una
    señal; Una virgen tendrá a un hijo, y ellos le
    llamarán Emmanuel que quiere decir Dios con
    nosotros.'"


    Jesús nació en un establo, en una ciudad
    llamada Belén.

    José y Maria tenían que viajar a la ciudad
    de Belén para un censo y pagar sus impuestos. En
    Belén, Maria dio a luz a su hijo
    primogénito a quien ellos nombraron Jesús.
    Así, como fue profetizado, Jesús nació en
    Belén, siendo descendiente del Rey David.

    Y en la misma región, habían pastores
    vigilando sus rebaños por la noche. Y el ángel del
    Señor vino a ellos, y la gloria del Señor
    brilló a su alrededor. Y ellos estaban muy asustados.
    Entonces el ángel dijo, "no tengan miedo, yo traigo buenas
    noticias de gran alegría, para toda la gente. Hoy
    nació un Salvador para ustedes qué es Cristo El
    Señor."

    Y el niño creció, poniéndose fuerte
    en el espíritu; y la gracia de Dios estaba en Él.
    Jesús maduró, aumentando en sabiduría, en el
    favor de Dios y hacia la humanidad.

    Cuando Jesús tenía aproximadamente
    treinta años de edad, Juan el Bautista vino, predicando y
    bautizando en el desierto, diciendo, "Arrepiéntanse:
    Prepárense para El Señor."

    Juan era el mensajero que los profetas habían
    predicho que anunciaría la venida del Salvador. Entonces
    Jesús vino al río de Jordán para ser
    bautizado por Juan. Y cuando Juan vio que Jesús
    venía, dijo, "Miren, este es el Cordero de Dios que quita
    el pecado del mundo."

    Y Jesús, cuando fue bautizado, salió del
    agua, y los
    cielos se abrieron a Él, y Él vio el
    Espíritu de Dios descender como una paloma y iluminarlo a
    Él. Y una voz del cielo dijo, "Éste es mi Hijo
    amado en quien yo estoy complacido."

    Entonces, después que Jesús se pasó
    cuarenta días en el desierto, Satanás que
    había tentado a Eva con éxito
    en el Jardín trato por muchas maneras de tentar a
    Jesús–pero Jesús no pecaría.

    Finalmente, Satanás tomó a Jesús a
    una montaña muy alta, y le mostró todos los reinos
    del mundo y su gloria. Entonces Satanás dijo, "Todas estas
    cosas yo te daré, si tu te caerás y si me
    rendierás adoración."

    Jesús contestó, "Apartate de mí,
    Satanás: porque Dios ha escrito que 'Tu le rendirás
    adoración al Señor Tu Dios, y Él sólo
    debes tu servir.'"

    Así que Jesús, el hijo de Dios, mientras
    estuvo en la tierra en la forma de un hombre, Él fue
    tentado en la misma manera que somos nosotros. Pero, Él
    nunca pecó.

    Así, dónde Adán falló,
    Jesús tuvo éxito. Esto mostró de hecho que
    Jesús podría ser El Salvador de la
    humanidad–Sacrificado como cordero pero enviado por
    Dios

    Jesús se reveló de
    muchas maneras como El Salvador prometido, incluso con milagros
    innumerables. En una fiesta de bodas, Él transformó
    el agua en
    vino. Él sanó a un hombre que había sido
    invalido por treinta y ocho años.


    Jesús curó a un hombre leproso
    diciéndole, "Sé limpio". E inmediatamente
    fue curado.

    Un hombre leproso–un intocable–vio a Jesús y se
    postró, diciendo, "Señor, si tu quieres, puedes
    hacerme limpio."

    Jesús extendió su mano y lo tocó,
    diciendo, "Sé limpio". E inmediatamente la lepra lo
    dejó.

    Jesús dio la vista a un hombre que había
    sido ciego de nacimiento.

    Una mujer que por
    doce años tenía una enfermedad que los doctores no
    podían sanar, extendió la mano y tocó la
    túnica de Jesús. Él se volvió,
    diciendo, "Hija, no te preocupes. Tu fe te ha salvado; ve en
    paz."

    Y los que padecían diferentes enfermedades se los trajeron
    a Él, y Él los sanó a todos.

    Jesús llamó doce hombres, para que lo
    siguieran. Él les dio el poder y autoridad
    sobre los diablos, y Él mandó a estos
    discípulos que predicaran acerca del reino de Dios, y a
    sanar los enfermos.

    Su fama fue por todas partes, y las muchedumbres
    vinieron a oír lo que enseñaba y a ser sanadas de
    sus enfermedades.

    Cuando una multitud de cinco mil personas
    necesitó comida, Jesús oró sobre el almuerzo
    de un joven que tenia pan y peces. La
    comida fue multiplicada milagrosamente, la multitud comió,
    y sobraron doce canastas de comida.

    Pero la gente siguió pidiendo más prueba
    que Jesús era de Dios. Ellos dijeron, "Nuestros
    antepasados comieron maná en el desierto. Esta escrito en
    las Escrituras, 'Él les dio pan del cielo para
    comer.'"

    Jesús contestó, "El pan de Dios es
    Él, quién baja del cielo y le da vida al
    mundo."

    Las personas dijeron, "Señor, danos este pan
    siempre."

    Jesús contestó, "Yo soy el pan de vida:
    él que viene a mí nunca tendrá hambre;
    Él que cree en mí nunca tendrá sed."
    Jesús profetizó que Él sufriría
    muchas cosas y sería rechazado por los lideres, los
    principales sacerdotes, y los escribas, y que lo matarían,
    y resucitaría de la muerte en
    el tercer día

    La mayoría de los líderes
    religiosos y políticos rechazaron las enseñanzas de
    Jesús. Sin embargo, un Fariseo llamado Nicodemo, vino a
    ver a Jesús de noche, buscando la verdad.

    Jesús le dijo, "A menos que un hombre nazca de
    nuevo, no puede ver el reino de Dios."

    Nicodemo preguntó, "¿Cómo puede
    nacer un hombre viejo? Puede entrar en el vientre de su madre y
    volver a nacer?"

    Jesús explicó, "Lo que nace de la carne es
    carne, y lo que nace del Espíritu es espíritu.
    Ustedes no deben asombrarse que Yo dije, 'Deben nacer de
    nuevo.'"

    ¿Nicodemo le dijo, "Cómo pueden ser estas
    cosas?"

    Jesús lo regañó por enseñar
    religión cuando él no entendía las verdades
    espirituales. Entonces Jesús explicó el nacimiento
    espiritual. "Pero Dios amó al mundo tanto que Él
    dio a Su único Hijo engendrado, que cualquiera que cree en
    Él no debe perecer, si no que obtiene la vida
    eterna.

    Dios no envió a su Hijo al mundo a condenar el
    mundo; Él lo envió para que el mundo pudiera ser
    salvado.

    La condenación real es esta: la luz entró
    en el mundo, y la humanidad amó la oscuridad en vez de la
    luz porque sus hechos eran malos. Él que cree en el Hijo
    tiene la vida eterna: y él que no cree en el Hijo, no
    verá la vida; y la ira de Dios se mantiene en contra de
    él."

    Finalmente Nicodemo entendió y
    creyó.

    A una mujer extranjera, Jesús dijo,
    "Cualquiera que beba el agua que yo doy nunca tendrá sed;
    Será un pozo de agua dentro de él, saltando a la
    vida eterna."

    La mujer dijo, "yo sé que el
    Mesías vendrá, quién se llamará
    Cristo. Cuando Él venga, Él nos dirá
    todo."

    Jesús le dijo, "Yo soy ese Mesías, que
    hablo contigo."

    Después, Jesús le enseñó a
    la gente, diciendo, "Si alguien quiere seguirme, niéguese
    el mismo, y sígame. En qué le beneficia a una
    persona ganar
    la riqueza del mundo entero y perder su propia alma?

    Tengan cuidado! Tengan cuidado con la avaricia: pues la
    vida de una persona no consiste en la abundancia de cosas que
    él posee, pues dónde está su tesoro,
    allí su corazón también
    está."

    Entonces los principales sacerdotes y los Fariseos se
    reunieron, y dijeron, "¿Qué vamos a hacer? Este
    hombre está realizando tantos milagros. Si le permitimos
    continuar, todos creerán en Él: y entonces los
    Romanos revocarán nuestro derecho a controlar la
    gente."

    Entretanto, Jesús enseñó con gran
    autoridad. Él entró en el templo y tiró a
    los comerciantes que estaban allí, comprando y vendiendo.
    Él les dijo, "Esta dicho en las Escrituras, 'Mi casa es la
    casa de oración: pero ustedes la han hecho una cueva de
    ladrones.'"


    Jesús les dijo, "Escrito está: Mi casa es casa de
    oración: pero ustedes lo han hecho cueva de
    ladrones."

    Y Él enseñó diciendo, "Éste
    es el testamento de Él que me envió, que todos los
    que crean en el Hijo puedan tener vida eterna, y Yo
    levantaré de la tumba aquellos que creen. Pero hay algunos
    de ustedes que no creen. Jesús supo desde el principio
    quiénes eran los que no creían, y quién lo
    traicionaría.

    Había una raja entre las personas debido a
    Él. Entre los principales gobernantes, muchos creyeron en
    Él; pero por los Fariseos ellos no confesaron su creencia
    porque tuvieron miedo que serían expulsados de su
    posición religiosa. Ellos amaron la alabanza de los
    hombres más que el reconocimiento de Dios.

    Casi todos los líderes religiosos buscaban
    una forma de destruir a Jesús, pero sin encontrar una,
    porque toda la gente estaba ansiosa de oírle cuando
    Él hablaba.

    Jesús continuó enseñando en el
    Templo, diciendo, "Yo soy la luz del mundo: Cualquiera que me
    sigue no caminará en oscuridad, pero tendrá la luz
    de vida."

    Y Él dijo a aquellos que creyeron en Él,
    "Si continúan viviendo como yo les digo, entonces
    ciertamente ustedes son Mis discípulos. Ustedes
    sabrán la verdad y la verdad los libertara. Si el Hijo los
    hace libre, ustedes serán ciertamente libre. Yo soy la
    puerta; si cualquier hombre viene a Dios a través de
    mí, él será salvado. Yo soy el Buen Pastor:
    el Buen Pastor da su vida para las ovejas. Mis ovejas oyen Mi
    voz, y Yo las conozco, y me siguen. Y Yo les doy a ellas la vida
    eterna, y nunca perecerán; ni ningún hombre las
    arrebatara fuera de Mi mano."

    Después de enseñar por tres años,
    Jesús le dijo a Sus discípulos que trajeran un asno
    joven, uno que nunca se había montado, y Él se
    sentó en él. Entonces cuando Él iba montado
    hacia Jerusalén, una gran multitud empezó a
    regocijarse ruidosamente alabando a Dios por las maravillas
    poderosas que habían visto.

    ¡Ellos proclamaban, "Hosanna! Bendecido sea el Rey
    que entra en el nombre del Señor: paz en el cielo, y
    gloría en las alturas."

    Pero cuando Jesús se acercó a la ciudad,
    él la vio y lloró porque la gente todavía no
    lo reconocieron como el Salvador prometido.

    Satanás
    entró a Judas, uno de los doce discípulos,
    y Judas traicionó a Jesús.

    Entonces Satanás entró en Judas Iscariote,
    uno de los doce discípulos de Jesús, y Judas
    conspiró con los principales sacerdotes y capitanes para
    traicionar a Jesús. Ellos estaban satisfechos de darle
    treinta piezas de plata por saber un tiempo y un lugar
    en que podrían capturar a Jesús cuando las
    multitudes no estaban alrededor de Él.

    Jesús sabía que le había llegado el
    tiempo para morir, así que se reunió con Sus
    discípulos para una cena de Pascua.

    Jesús supo que Su hora de morir
    había venido, y Él reunió a Sus
    discípulos para una cena de Pascua. Cuando ellos comieron,
    Jesús tomó el pan, lo bendijo, lo partió, lo
    dio a ellos, y dijo, "Tomen, coman: éste es Mi cuerpo que
    está partido para beneficio de ustedes. Hagan esto en
    recuerdo de mí."

    Y Él tomó un vaso, y cuando Él
    había dado gracias, él le dio a ellos; y todos
    ellos bebieron. Y Él les dijo, "Esta es mi sangre del nuevo
    convenio que se ofrece para beneficio de muchos para el
    perdón de pecados. Pero yo les digo, Yo no beberé
    más de la fruta de uva hasta ese día cuando yo lo
    beba de nuevo con ustedes en el reino de Mi Padre."

    Jesús dijo, "No se perturben, ustedes creen en
    Dios, también crean en Mí. En la casa de Mi Padre
    hay muchas mansiones, y Yo voy allí a preparar un lugar
    para ustedes. Y si Yo voy y preparo un lugar para ustedes, Yo
    regresaré de nuevo, para que ustedes puedan estar conmigo.
    Y ustedes saben donde Yo voy y ustedes saben la manera de llegar
    allí."

    ¿Pero Tomás dijo, "Señor, nosotros
    no sabemos dónde vas, cómo podríamos saber
    la manera de llegar allí?"

    Jesús contestó, "Yo soy el camino, la
    verdad, y la vida: ningún hombre viene al Padre excepto a
    través de mí.

    Esa tarde, Jesús le advirtió a los
    discípulos de los tiempos difíciles que
    venían. Él dijo, "Si el mundo los odia,
    acuérdense que me odió antes de que los odiara a
    ustedes. Él que me odia, odia también a Mi
    Padre."

     

     

    Traición y
    Crucifixión

    Allí en la misma área
    dónde muchos años antes Dios le dijo a Abraham que
    sacrificará su único querido hijo Isaac, ellos
    clavaron a Jesús, el único hijo amado de Dios, en
    la cruz.

    Cuando ellos hicieron esto, Jesús dijo, "Padre,
    perdónalos; ellos no saben lo que hacen."

    Los soldados tomaron los
    vestidos de Jesús, y echaron suertes para ver de
    quién sería. Esto cumplió una
    profecía.

    Mientras Jesús colgaba entre dos delincuentes que
    también eran ejecutados, los soldados tomaron Su ropa,
    sorteando Su túnica se cumplieron las palabras
    proféticas habladas por David.

    Por tres horas, la gente vio esto. Los gobernantes con
    ellos se burlaron de Jesús, diciendo, "Él
    salvó otros; que se salve El mismo si Él es el
    Cristo, el escogido de Dios."

    Entonces una oscuridad vino en la tierra que duró
    tres horas más cumpliendo las palabras del profeta: "El
    Señor puso los pecados de todos nosotros en
    Él."


    Jesús clamó a gran voz, diciendo, "Mi Dios,
    mi Dios, ¿por qué me has
    desamparado?"

    ¿Jesús clamó entonces con una voz
    fuerte, diciendo, "Mi Dios, Mi Dios, por qué me has
    desamparado?" Jesús, sabiendo que todo estaba cumplido,
    cumplió las escrituras cuando Él dijo, "Yo tengo
    sed."

    Los soldados ridiculizaron a Jesús y le
    ofrecieron vinagre diciendo, "Si usted es el rey de los
    judíos, sálvese."

    Jesús probo el vinagre, entonces exclamó,
    "Está terminado. Padre, en tus manos yo encomiendo mi
    espíritu." Entonces Él bajo Su cabeza, y entrego Su
    espíritu.

    Cuando Él murió, el sol se
    oscureció y la tierra tembló, y el velo grueso del
    Templo se rasgó en la mitad de arriba abajo.

    Cuando el capitán Romano a cargo vio lo que
    pasó, él dijo, "Verdaderamente este hombre era el
    Hijo de Dios."

    Entonces los soldados rompieron las piernas de los dos
    ladrones colgados en las cruces al lado de
    Jesús.

    Pero cuando vieron que Jesús ya estaba muerto,
    ellos no rompieron Sus piernas. En cambio, uno de
    ellos agujereó Su lado con una lanza, derramando sangre y
    agua fuera de Él.

    Todo esto pasó para que las Escrituras se
    cumplieran: "Ninguno de Sus huesos se romperá," y "Ellos
    verán a Él a quien ellos clavaron la
    lanza."

    Después, dos creyentes (José y Nicodemo)
    tomaron el cuerpo de Jesús, lo envolvieron en lino
    sepulcro, zambullido en especias, y pusieron Su cuerpo en una
    tumba. Y, pedido por los líderes judíos, la tumba
    fue sellada y patrullada por soldados Romanos.

    De la
    resurrección a la eternidad

    Después de tres días, hubo un gran
    terremoto, y un ángel del Señor apartó la
    piedra de la puerta de la tumba. Con miedo, los soldados Romanos
    temblaron y corrieron lejos. Cuando los seguidores de
    Jesús vinieron a la tumba y vieron la piedra movida, ellos
    estaban confundidos.

    ¿De repente, dos hombres con vestiduras
    brillantes, estaban cerca, diciendo, "Por qué buscan entre
    los muertos al que vive? Él no está aquí,
    Él ha resucitado. ¿Acuérdense cómo
    Él les dijo que debía entregarse en las manos de
    hombres pecadores para ser crucificado, y en el tercer día
    se levantaría de nuevo?"

    Entonces ellos recordaron Sus palabras.

    El mismo día por la tarde, Jesús
    visitó a los discípulos y se paro entre ellos y
    dijo, "Paz a ustedes."

    Pero ellos se asustaron, pensando que estaban viendo un
    espíritu.

    Así que Él dijo, "Miren mis manos y mis
    pies, realmente soy Yo: Tóquenme y vean; un
    espíritu no tiene carne y huesos, como ven que yo tengo.
    Todo pasó como Yo les dije pasaría porque todas las
    escrituras que me describieron en la ley de Moisés, y en
    los Profetas, y en los Salmos, tuvieron que ser
    cumplidas."

    Entonces Él les abrió el entendimiento,
    diciendo, "Esta escrito en las Escrituras que Cristo debe sufrir
    y subir de la muerte el
    tercer día; y que el arrepentimiento y perdón de
    pecados será predicado en Su nombre entre todas las
    naciones. Y ustedes han visto estas cosas."

    Jesús continuó apareciendo a muchas
    personas, demostrándoles que Él estaba vivo que dio
    prueba infalible de Su resurrección. Y Él
    instruyó a Sus discípulos, "Vayan en todo el mundo
    y prediquen el Evangelio."

    Al final de cuarenta días, Jesús
    anunció a Sus discípulos, "Ustedes recibirán
    el poder después que El Espíritu Santo los cubra, y
    ustedes le dirán a otros acerca de Mí, aún
    en Jerusalén, y en todo Judea, y en Samaria, y a las
    partes más lejas de la tierra."

    Cuando ellos estaban viendo, Jesús subió,
    y una nube lo sacó de la vista. Dos hombres en ropa
    blanca, dijeron "Por qué están de pie, mirando
    fijamente al cielo? Este mismo Jesús que ahorita fue
    subido al cielo regresará de nuevo en la misma manera como
    lo vieron irse."

    Así que los seguidores de Jesús
    fueron por toda la tierra, predicando y bautizando, diciendo a
    todos que Cristo El Salvador fue resucitado de la muerte. Ellos
    mostraron en las Escrituras cómo por Adán el pecado
    y muerte vino, pero por Jesús Cristo el perdón y la
    resurrección de la muerte vinieron.


    Vivos o muertos, los cristianos algún día
    serán arrebatados en las nubes para ser recibidos
    por el Señor en el aire.

    Ellos dijeron cómo un día los nuevos
    cuerpos de aquellos que han confiado en Dios y han creído
    en Jesús como Su Señor y Salvador se
    levantarán de la muerte y, con los que están vivos,
    se levantarán en las nubes para encontrar al Señor
    en el aire.

    El libro de Dios también dice que El cielo se
    abrirá, y Jesús regresará a la tierra como
    Rey victorioso y Juez virtuoso.

    Y el nombre escrito en su ropa será REY DE REYES
    Y SEÑOR DE SEÑORES. Y los ejércitos del
    cielo lo seguirán en caballos blancos.

    Jesús estará de pie en la Montaña
    de Aceitunas (así como el profeta Zacarías dijo), y
    la montaña se dividirá. Y Cristo reinará por
    toda la tierra. Pero cuando mil años expiren,
    Satanás saldrá una vez más a engañar
    las naciones, pero el fuego bajará de Dios y los
    devorará aquellos quién siguen a
    Satanás.

    Entonces finalmente, Satanás, el
    engañador, Será arrojado en el lago de fuego y se
    atormentará día y noche para siempre
    jamás.

    Y entonces, enfrente de un gran trono blanco, los
    muertos, pequeños y grande, se pararán ante Dios; y
    quién no se encuentra escrito en el Libro de Vida se
    tirará en el lago de fuego.


    Todos estaremos delante de Dios, el gran juicio del trono
    blanco. Quienquiera que no esté con su nombre
    escrito en el Libro de Vida será lanzado al lago
    de fuego.

    Pero en un nuevo cielo y una nueva tierra, Dios
    estará con Su gente. Y Dios limpiará todas las
    lágrimas de los ojos de ellos. Y no habrá
    más muerte, ni se afligirán, ni llorarán, ni
    habrá más dolor; pues las cosas anteriores
    desaparecerán. Y no habrá necesidad por velas, ni
    la luz del sol; porque la gloria de Dios y el Cordero
    serán la luz; y Ellos reinarán para siempre
    jamás.

    Y el Árbol de Vida estará allí y la
    maldición en la humanidad se habrá ido.

    Jesús dice, "Permítanle venir a aquellos
    que tienen sed. Permítanles beber libremente el agua de
    vida. Vean, Yo vengo pronto; benditos son esos que obedecen Mis
    palabras.

    Él que oye Mi palabra, y cree en Él que me
    envió, tiene vida eterna, y no se condenará; pero
    ha pasado de la muerte hacia la vida."

    Ésta es la Historia de Dios para
    usted.

    Un poco de Historia:
    los Judíos en la península
    Ibérica

    Los comienzos

      
     

    En el año 70 de la E.C., después de
    la destrucción del Sagrado Templo de
    Jerusalén por los romanos, miles de judíos
    huyeron hacia diversos países de Europa,
    Asia y
    norte de África.
    En esa época remota, algunos de ellos llegaron a
    Barcelona. Fuera de unas pocas lápidas sepulcrales y
    algunas joyas, no quedan testimonios materiales de su cultura,
    pero existe una rica historia que merece ser contada y
    reconstruida.

     


    Aleph de un
    manuscrito
    iluminado

     

    El siglo XIII: época de máximo
    esplendor

     
       
     

    El siglo XIII fue el período más
    próspero para la comunidad
    judía en lo que hoy es España. El Call (barrio judío)
    de Barcelona alcanzó los 4.000 habitantes,
    representando el 15 por ciento del total de la población de la ciudad. Conocedores
    del latín, griego, hebreo y castellano, catalán o árabe
    -según dónde residieran-, los judíos
    actuaron como enlace cultural entre las civilizaciones del
    este y del oeste, ayudando a transmitir los avances de
    la
    ciencia y los últimos escritos de filósofos árabes a
    occidente.
    A pesar de su situación de prosperidad, a menudo los
    judíos sufrían agravios por parte de sus
    vecinos cristianos, que no les miraban
    favorablemente.

     

    El Call de Barcelona

    (haz
    click para ampliar)

    Conversiones y la expulsión de
    1492

     
       
     

    A lo largo de los siglos, los judíos fueron
    forzados a convertirse al catolicismo. Los conversos
    -nuevos cristianos- habitualmente recibían la
    protección de un patrón cristiano quien les
    ofrecía su apellido. Después del ataque al
    Call de Barcelona, en 1391, los conversos pudieron ocupar
    cargos que anteriormente les estaban prohibidos.
    La Inquisición persiguió a aquellos
    'conversos' que continuaban sus prácticas
    judías, provocando los numerosos 'autos de
    fe' de la época. Esta situación se
    agravó en 1492, cuando los reyes Isabel de Castilla
    y Fernando de Aragón, dictaron el 'edicto de
    expulsión de los judíos' que aún
    vivían en su territorio.

     


    Placa in memoriam
    del Rav Ha Sareri,
    siglo XIII

    Judaísmo hoy

     
       

    Desde la expulsión hasta fines del siglo
    XIX ha habido muy poca vida judía en España.
    Los primeros judíos volvieron de Medio Oriente,
    luego de Marruecos y, en la segunda mitad del siglo XX, de
    América del Sur. Actualmente hay
    cerca de 18.000 judíos en España, y varias
    comunidades de las que sólo algunas cuentan con
    rabino permanente. Barcelona es la única ciudad en
    la que hay dos sinagogas que ofrecen servicios regulares. La Comunidad
    Israelita de Barcelona
    (CIB), de
    orientación ortodoxa, fue la primera en
    España -después de la expulsión de los
    judíos en el siglo XV- en construir un edificio
    comunitario. La Comunidad Judía ATID de
    Cataluña
    , es la primera en este país
    relacionada con el movimiento del judaísmo progresista.
    En 1997 se afilió oficialmente a la WUPJ
    (Unión Mundial del Judaísmo
    Progresista).

    El Judaísmo
    Mesiánico

    El Judaísmo Mesiánico es una más
    entre las diversas corrientes del judaísmo; quizá
    incluso la más vieja de todas. Su diferencia con las
    demás, se basa fundamentalmente en la aceptación
    del mesianismo de Yeshua (Jesús).

    Sus Orígenes se remontan al siglo primero de la
    era común, en la que doce judíos provenientes de
    diversas corrientes y esferas sociales, creen que en
    Yeshua de Nazareth, se cumplen las profecías
    mesiánicas anunciadas en el Tanaj, por medio de los
    patriarcas y profetas; razón por la cual aceptan su
    invitación a seguirle y predicar las buenas nuevas entre
    la Casa de Israel (Mat 10:1-7). Por estos mismos motivos, el
    Mesías les promete que durante su reinado -la
    restauración de la monarquía davídica-;
    gobernarían conjuntamente con él, a las doce tribus
    de Israel (Mat 19:28).

    Luego de la resurrección de Yeshua, los
    judíos mesiánicos -conocidos entonces por la
    sociedad
    jerosolimitana como el grupo "Ha Derej"(El Camino)-, permanecen
    como una más de las corrientes judías de la
    época; así que el Templo de Jerusalén,
    continúa siendo el centro de su adoración y la
    puerta de Salomón, su lugar predilecto de reunión
    (Hechos 2:46, 3:1-26,4:1-4, 5:38-42, 6:7, etc.). A los pocos
    años y como consecuencia de la muerte de Esteban, a
    excepción de los apóstoles, el resto huye de
    Jerusalén, y de ésta manera el mensaje que les
    había sido depositado por su amado rabí, comienza a
    ser escuchado en Judea y Samaria (Hechos 8:1,4).

    Sin embargo, no es hasta que Dios llama a su servicio a un
    joven e intransigente rabino, de nombre Shaul (Saulo-Pablo), para
    que su mensaje sea llevado a todo el mundo conocido. Momento
    histórico en el que nace justamente el cristianismo
    (Hechos 11:19-26). Por desgracia y debido a diversos factores
    políticos, sociales, culturales -sin olvidar la voluntad
    permisiva de Dios- : judíos mesiánicos y cristianos
    comienzan a caminar por sendas separadas (aunque unidos
    espiritualmente por el mismo Camino trazado por
    Yeshua-Jesús).

    Largos siglos de dolor, persecución e ignominia,
    esperaban al judaísmo mesiánico. La huella del
    antisemitismo no fue menos profunda en sus hijos, que en el resto
    de sus hermanos de las otras corrientes judías, pues a la
    hora de las persecuciones no importó en absoluto, si se
    creía, o no, en Yeshua. Por fortuna, nuevos tiempos
    comenzaron a soplar en Europa, de tal forma que durante el siglo
    XVIII, muchos judíos de distintos países,
    además de creer que Yeshua es el Mesías
    anunciado en las Kitvei Kodesh (Sagradas Escrituras); consideran
    que no tenía ningun sentido, ni apoyo bíblico, que
    para creer en su propio Dios, en su propio Mesías, y en
    sus propias Escrituras; tuviesen que renunciar a su herencia y
    cultura judía, por lo que tímidamente comienzan a
    organizarse de nuevo.

    Diversas agrupaciones se forman por toda Europa, pero no
    es sino hasta el 14 de mayo de 1866, en que se forma la
    Alianza Hebreo-Cristiana de la Gran Bretaña
    (intentar utilizar el nombre "judío mesiánica"
    hubiera sido casi un suicidio). Su
    primer presidente es el Dr. Carl Schwartz, de manera que
    su ejemplo es seguido por otros países, por lo que se
    forman también Alianzas Nacionales en casi todo el
    continente.

    Concluida la Primera Guerra
    Mundial, las Alianzas Nacionales sobrevivientes convocan a
    una reunión de carácter
    internacional en la ciudad de Londres, pues creían que
    así como el sentimiento sionista imperante en esa
    época estaba en el fluir divino, de la misma forma era el
    momento de unificarse y presentar un frente común ante
    tanta adversidad e incomprensión (no pocas veces
    proveniente de ambos lados)

    El 8 de septiembre de 1925 en la ciudad de Londres, con
    delegados de dieciocho naciones representando a los cinco
    continentes, se formó, luego de oración y de
    escuchar mensajes poderosos así como diversas ponencias
    con sólidas bases bíblicas -acordes por supuesto,
    al tiempo político que se vivía-: la
    International Hebrew Christian Alliance (hoy International
    Messianic Jewish Alliance)
    . La presidencia recayó en
    un caballero de la corona británica: Sir Leon Levinson
    (foto al margen).

    Actualmente el presidente de la IMJA es Joel Chernoff
    (USA) y el Secretario Ejecutivo, el Rabino David Sedaca (Argentina). En
    cuanto a la Alianza de Judíos Mesiánicos de
    México,
    la AJMM, es una de las últimas que se han agregado a la
    gran familia, misma
    que se funda en el año de 1989 en la ciudad de
    Guadalajara, Jal.. Actualmente el cargo de la presidencia es
    ocupado por Myriam Levy.

    Las Oficinas de la AJMM se encuentran en la ciudad de
    Guadalajara, aunque muchos de sus miembros afiliados radican en
    diversas ciudades del país (Distrito Federal, Monterrey,
    Tepic, Tijuana, Cozumel, San Luis Potosí,
    etc.).

     

     

    Escrito por

    Luisa Rodríguez

     

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