Monografias.com > Periodismo
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

MOVIMIENTOS DE PERIODISTAS EN CENTROAMERICA:



    Indice
    1.
    Introducción

    2. Rasgos de las
    organizaciones

    3. Temor a la participación
    gremial

    4. El entorno mediático,
    potenciador del desgano gremial

    5. Elementos para la
    esperanza

    6. Posibilidades jurídicas para la
    asociación de los periodistas

    7. Fuentes consultadas

    1.
    Introducción

    En Centroamérica, las asociaciones o sindicatos de
    periodistas no han estado
    desempeñando sus funciones
    convenientemente en beneficio de todos los informadores.
    Constantemente, los periodistas en ejercicio expresan
    actitudinalmente y verbalmente su antipatía a estos
    grupos
    organizados y temen incorporarse activamente a ellos.
    Este endeble desempeño de las organizaciones y
    la negativa de los mismos periodistas a pertenecer a ellas se
    deben internamente a la incapacidad gerencial, fraccionamiento
    político, fragilidad de sus estructuras y
    la dudosa reputación de sus dirigencias.
    Al mismo tiempo,
    externamente, el entorno laboral y
    político no son favorables de las asociaciones de
    profesionales. Esencialmente, las políticas
    de las empresas
    informativas y la actitud del
    sistema
    político se constituyen en los adversarios del desarrollo
    gremial.
    A pesar de ello, existen las posibilidades jurídicas y la
    necesidad imperiosa de agremiarse para estar unidos y luchar por
    sus intereses, no sólo para tener presencia en la agenda
    temática de los medios y,
    consecuentemente, ganarse el reconocimiento de las instituciones
    políticas y sociales, sino para legitimarse profesional,
    política,
    económica y culturalmente en una sociedad, que en
    estos momentos solamente reconoce del diente al labio la
    importancia de la función de
    los periodistas en la dinámica del país.

    2. Rasgos de las
    organizaciones

    En julio del año 1999, en la ciudad de Guatemala, se
    reunieron dirigentes sindicales de Centroamérica, Panamá y
    México,
    bajo el auspicio de la Federación Internacional de
    Periodistas (FIP), para diagnosticar la situación gremial
    de los periodistas, con el fin de iniciar un proceso social
    de instauración de las asociaciones de periodistas en el
    istmo.
    Entre otras conclusiones, se estableció que las
    organizaciones de periodistas de Centroamérica,
    Panamá y México, en los últimos 15
    años, se han distinguido, en mayor o menor intensidad
    según los contextos propios de los países
    (Resúmenes por país, presentados por cada sindicato de
    periodistas presentes en el evento), por:
    1) su incapacidad gerencial. Por falta de formación en
    planificación y administración social y por la fuerza de la
    costumbre, los juntas directivas no han expresado ni
    visión estratégica sobre la solución de las
    problemáticas de los periodistas, ni mucho menos la
    capacidad teórico-técnica para seguir los procedimientos
    adecuados y pertinentes, con el fin de gerenciar eficientemente
    los procesos
    sociales relacionados con los informadores.
    Todo lo contrario: la gestión
    de las asociaciones se ha caracterizado por la
    improvisación y el espontaneísmo. Son comunes en
    las reuniones oír planteamientos como este": me parece
    bonito esto, por qué no lo hacemos", "se oye bien". Esto
    expresa la falta de planes de desarrollo técnica y
    políticamente bien elaborados.
    2) Su fraccionamiento político. El gremio de periodistas,
    como ya lo hemos señalado en otra oportunidad, se
    caracteriza por su dispersión y por su falta de unidad.
    Constantemente, las asociaciones (entiéndase sindicatos,
    colegios, clubes, etc.), se niegan y se excluyen mutuamente,
    muchas veces por medio de difamaciones, de injurias y de rumores
    destructivos, con el fin de: tomar protagonismo, de evitar el
    cumplimiento de proyectos
    promovidos por organizaciones hermanas, o de disfrutar los
    privilegios que dan los puestos de dirección. Esto expresa inmadurez
    política y debilidad social del colectivo de
    informadores.
    3) La fragilidad de sus estructuras. Por deficiencias
    organizativas para producir, para organizar, para dirigir y para
    evaluar proyectos pertinentes, no pueden gerenciar las
    situaciones del gremio. Concretamente, la mayoría de
    instancias de las organizaciones (unidades, secretarías,
    juntas directivas, asambleas, etc.)tienen graves dificultades
    para desempeñar eficientemente sus funciones.
    Frecuentemente, resulta que los funcionarios desempeñan
    sus cargos sólo nominalmente.
    Por esto, muchos periodistas creen que, por la fragilidad
    estructural, las asociaciones son espacios que funcionan
    cotidianamente como estructuras de compadrazgos políticos,
    fraternales o filiales (en El Salvador se los ha nombrado como
    "clubes de cheros","coberturas de líneas político
    partidistas" o "espacios para ganar imagen"). Esto
    paraliza políticamente a las organizaciones, para
    satisfacer sus necesidades profesionales o alcanzar sus
    reivindicaciones más sentidas de todos y cada uno de los
    periodistas.
    4) La dudosa reputación de sus dirigencias. Por la falta
    de transparencia informativa sobre sus actividades y las inversiones
    que realizan, y por las penosas actuaciones en el manejo de las
    finanzas de
    algunos dirigentes, la reputación de las direcciones de
    las organizaciones de periodistas es muy cuestionada y,
    consecuentemente, esto dificulta el desarrollo del gremio como
    tal.
    La reputación de algunas dirigencias también se da
    por la falta de representatividad del sector. Gran porcentaje de
    los periodistas expresa no sentirse representado por las
    dirigencias. Al igual que en otras organizaciones sociales, las
    dirigencias de muchas organizaciones de periodistas están
    en crisis de
    representatividad, quizá por no ser resultado de procesos
    eleccionarios democráticos de todo el demos de
    profesionales de la información. Muchos, organizaciones o
    dirigentes, están ensombrecidos por estigmas
    político-partidaristas, especialmente como "comunistas",
    "revoltosos" o "rebeldes sin causa".

    3. Temor a la
    participación gremial

    Concomitante, y como resultado de lo anterior, los
    periodistas de los diversos medios (prensa, radio y televisión, gabinetes de prensa, etc.)
    cotidianamente toman una actitud displicente hacia las
    organizaciones del gremio. Estudios recientes ilustran el
    comportamiento
    de los periodistas con relación a estas instituciones
    sociales (Santamaría Cañas, Ana Patricia y otras,
    1994:37 y ss.; Cortez, Carlos, 1998):
    1) no participan de las actividades gremiales. Esto se manifiesta
    a través de la negación a afiliarse a cualquiera de
    las asociaciones existentes (se estima que de los periodistas en
    ejercicio, los afiliados no sobrepasan el 45%), o de la poca
    asistencia a los eventos
    organizados por las dirigencias (es palpable el desinterés
    en las asambleas y en los seminarios), o los afiliados no pagan
    su cuota mensual, como en broma dice un periodista: "ni aunque
    los metan presos dan la cuota".
    Otro estudio más reciente sobre el estado
    actual de los periodistas en El Salvador (Nóchez, Claudia
    y Yolani Romero, 2001) se demuestra que:

    • Por la variable sexo: El
      80.3% de 126 periodistas hombres consultados no están
      afiliados a ninguna asociación o sindicato de de
      periodistas existente; de 30 periodistas mujeres, 24 no
      pertenecen a ninguna organización de
      periodistas.
    • Por la variable estado civil: De 92 periodistas
      casados, 61 no pertenece a organización alguna; de 61
      periodista solteros, 50 tampoco pertenecen a
      organización alguna.
    • Por la variable puesto de trabajo en el medio: De
      41 reporteros, 28 no pertenecen a organización alguna;
      de 15 presentadores de noticias, 12 no están afiliados
      a organización alguna; de 83 técnicos, 74 dicen
      no pertenecer a organización alguna;
    • Por la variable edad: De 48, entre las edades de 23
      a 27 años, 34 no pertenecen a organización
      alguna; de 66, entre 28 y 32 años, 57 periodistas no
      pertenece a organización alguna; de 28, entre los 33 y
      los 37 años, 16 periodistas no pertenece a
      organización alguna.

    2) Desconfían permanente de las organizaciones.
    Esta desconfianza se manifiesta en el rechazo, aversión o
    displicencia frecuente al instrumento político y a sus
    dirigentes. Esto se evidencia en frases como "no me interesa
    afiliarme", "esas organizaciones nunca hacen nada en favor de
    nosotros", "es un club social", "están muy politizados",
    "son organizaciones de cheros","tal vez más adelante me
    afilio", etc.
    4) Sospechas para ser parte activa del las organizaciones. Por la
    percepción negativa sobre las asociaciones,
    por la fobia a que los estigmaticen como rebeldes,
    problemáticos o comunistas, y por la intolerancia de los
    empleadores, o por la falta de protección jurídica
    o laboral, los periodistas temen involucrarse activamente en las
    estructuras organizativas.

    4. El entorno
    mediático, potenciador del desgano gremial

    Las características de las organizaciones de
    periodistas y la percepción que existe de estas en los
    trabajadores de la información, se desarrollan o se
    potencian -como dicen los periodistas entrevistados (enero y
    marzo del 2002)-, porque en su entorno existen factores que las
    producen y reproducen, como los siguientes:
    1) Los empresarios desarticulan al gremio. En su mayoría
    los empleadores de los medios de
    comunicación social influyen negativamente en el
    desarrollo del sector de los periodistas, en la medida que
    disponen de políticas empresariales encaminadas impedir el
    desarrollo y consolidación de la gremialización de
    los informadores.
    Entre otras vías de impedimento, se encuentran: el no
    reconocimiento del trabajo informativo como una profesión
    en términos socioeconómicos, una política de
    exclusión de los sindicalistas o agremiados, o una
    justificación, en varios casos, para despedirlos del
    trabajo y, como consecuencia, para anularlos en el sistema
    informativo.
    2) Una legislación adversa al ejercicio profesional. En el
    ordenamiento legal de la vida del país, se expresa un
    contenido paupérrimo sobre la actividad informativa, pues
    se observa en todo el istmo centroamericano una normativa ambigua
    sobre la libertad de
    expresión (Constitución de la República de El
    Salvador, art. 6), seis referidas a evitar la mala
    intención en el manejo informativo (Código
    penal, arts. 177,178, 184-187; Código Procesal penal,
    art.4), y dos que facilitan y garantizan el trabajo
    periodístico ( Código Procesal penal, arts. 272 y
    293).
    De esto, la constitución es adversativa en sí
    misma, y las otras, imprecisas. Las partes constitutivas y
    esenciales del proceso de información periodística
    (que puedan garantizar el derecho a informar profesional y
    responsablemente, y el derecho a ser informado exactamente) no
    existen todavía en las legislaciones centroamericanas.
    El problema se agrava más cuando el sector de los
    políticos, en lugar de posibilitar y potenciar el
    desarrollo del derecho a informar y ser informado profesional, y,
    con ello, instaurar características más modernas y
    democráticas en las sociedades
    centroamericanas, se esfuerzan por cerrar los espacios
    políticos a los periodistas para que hagan un trabajo
    más profesional y a favor de las democracias.
    Por ejemplo, en El Salvador recientemente, los diputados del
    bloque de derecha (ARENA, PDC Y PCN) aprobaron la ley de seguridad, en
    cuyo artículo 25 contemplaba restricciones al trabajo de
    los periodistas y de los medios informativos, en el sentido de
    incorporaba el concepto de
    obligatoriedad de los ciudadanos e instituciones del país
    de ofrecer información sobre hechos que fueran en contra
    de la Seguridad Nacional.
    Bajo esta concepción autoritarista, se estaban abriendo
    las puertas al arbitrio y a la censura en contra de los
    periodistas por parte de los políticos y del sistema
    judicial. Este intento en contra del gremio de periodistas y del
    sistema informativo del país fue criticado y rechazado por
    las asociaciones de empresarios de medios, por el SINPESS
    (Sindicato Nacional de Periodistas y Similares de El Salvador) y
    por la recién nombrada directiva de APES
    (Asociación de Periodistas de El Salvador), precisamente
    por ser inconstitucional y antidemocrática (Co-Latino y La
    Prensa Gráfica, agosto del 2002).
    3) Unas fuentes
    informativas irrespetuosas e indiferentes.
    Por todo lo anterior, en la práctica periodística
    diaria, se concreta la actitud del sistema político
    nacional adversa a la posibilidades de desarrollo del sector de
    los periodistas. Se manifiesta como un irrespeto casi constante
    en contra de la actividad reporteril o investigativa (Por
    ejemplo, la negación al acceso a los datos, rituales
    de sobornos monetarios o en especie, o en algunos casos se ha
    llegado hasta las intimidaciones a través de amenazas).
    Todas estas actitudes se
    dan con el fin de ganarse un espacio en el medio o de
    quitárselo al adversario político.
    Es patética la actitud prepotente de algunas fuentes ha
    llegado al extremo de agredir a periodistas. Por ejemplo, el
    penoso incidente que se dio el 1 de mayo del presente año,
    militantes del FMLN agredieron física y verbalmente
    a un equipo de El Noticiero, de Canal 6, al mismo tiempo que
    dañaron el equipo de un fotoperiodista de la Prensa
    Gráfica (El Diario de Hoy, 15 de mayo del 2002).
    Hecho que propició reacciones encontradas, entre las que
    destacan la de David Rivas, entonces presidente de la
    Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), quien
    sostuvo que los periodistas fueron co-responsables del hecho; la
    de la Dra. Beatrice Alamani del Carrillo, Procuradora de Derechos Humanos,
    quien desestimó la opinión del Presidente de APES y
    responsabilizó a los hechores del atropello en contra de
    los periodistas (El Diario de Hoy, 13 de mayo del 2002).
    Asimismo, propietarios y ejecutivos de los medios de
    comunicación de El Salvador se pronunciaron en rechazo
    a la agresión en contra de los periodistas.
    También, se expresa en la indiferencia casi total sobre la
    toma de iniciativa para ordenar social, política y
    jurídicamente, de modo más responsable, la realidad
    comunicacional del país. Como se ha señalado,
    muchas iniciativas de los partidos
    políticos se han enfocado en dificultar el acceso de
    los periodistas a la información.
    Sin embargo, recientemente El FMLN, cuyos miembros agredieran a
    periodistas el 1 de mayo del 2002, en el documento
    "Democracia,
    prosperidad y justicia
    social" (publicado en Co-Latino el 26 de agosto del 2002), en su
    diagnóstico del país, en el inciso f
    titulado "la desinformación y el control de los
    medios de comunicación" (Pág. 19), sostiene
    que el sistema informativo del país (prensa, radio y
    televisión) responde a un esquema de dominación
    política y exclusión social, pues "encubre la
    corrupción
    y pretende presentar el futuro del país en base a imágenes
    publicitarias y esperanzas vacías". Y consecuentemente, en
    lo que denominan "III. Nuestros compromisos con el pueblo
    salvadoreño", en el inciso b titulado "Garantizar el
    derecho del pueblo a la información", se comprometen a
    "Asegurar el derecho de la sociedad a la información
    oportuna, suficiente y objetiva; promover y respetar la libertad de
    expresión de la ciudadanía, así como la
    libertad de prensa, creando condiciones para la
    democratización de la información, factor esencial
    para libertad, el desarrollo , la justicia y la
    realización humana en un mundo tan complejo y cambiante"
    (página 32).
    Poniendo en perspectiva este ofrecimiento resulta interesante,
    siempre y cuando se concretara como resultado de un debate entre
    los periodistas de todos los medios de comunicación. De
    esa manera pudiera dársele sentido y concreción a
    lo expresado por el artículo 6 de la Constitución
    del país.

    5. Elementos para la
    esperanza

    Sin duda, así planteada la situación
    parecería el Apocalipsis del gremio, pues, además
    de ser compleja su contextura e interpretación, el futuro
    se avisora escatológico.
    Sin embargo, puede superarse en beneficio de los informadores y
    de la opinión
    pública, si las instancias implicadas sustancialmente
    en el campo profesional realizan procesualmente las acciones
    pertinentes y oportunas, como por ejemplo:
    1) Si en lugar de vender dogmas o profecías, las
    dirigencias de las organizaciones se dedicaran a ofertar
    planteamientos y acciones que vayan encaminados a satisfacer las
    necesidades formativas, salariales, sociales y morales de los
    agremiados;
    2) Si elaboraran estratégicamente los planes de
    desarrollo, de suerte que: se identifique objetivamente el
    multidimensional estado actual de la problemática de los
    informadores, se confeccionen programas de
    acción a favor de todos los periodistas, se dirijan y se
    organicen todas las actividades adecuada e eficientemente, con el
    fin de satisfacer las necesidades, expectativas e inquietudes de
    todos los periodistas;
    3) Si se buscara la unidad política del gremio. Las
    diferentes organizaciones (asociaciones, sindicatos, colegios,
    etc.) deben reconocer el principio de las alianzas
    estratégicas, para posibilitar la concreción del
    reconocimiento objetivo de la
    identidad del
    gremio, de los problemas
    prioritarios y de la búsqueda de las reivindicaciones
    comunes, y para viabilizar el cumplimiento de los deberes de los
    informadores.
    Esto sólo puede ser posible, si los periodistas
    también -en lugar de abrigar siempre el pesimismo, la
    displicencia y las fobias y los arribismos como hábitos
    cotidianos-:
    1) Colaboraran permanentemente desde sus centros de trabajo con
    la potenciación del gremio, por medio del respeto, de la
    honestidad y de
    la sinceridad colectivos.
    2) Superaran el miedo al ejercicio de la libertad profesional y
    humana que los embarga diariamente.

    6. Posibilidades
    jurídicas para la asociación de los
    periodistas

    Entre los derechos que deben asistir
    al periodista, está el de afiliarse libremente a un
    sindicato o a una asociación profesional. Así lo
    reconoce la Declaración Universal de Derechos Humanos, en
    su artículo 20, inciso 1, cuando dice
    explícitamente: "Toda persona tiene
    derecho a la libertad de reunión y de asociación
    pacífica".
    También en el Código de Trabajo de nuestro
    país se reconoce este derecho cuando reza: "Tienen el
    derecho de asociarse libremente para defender sus intereses
    económicos y sociales comunes, formando asociaciones
    profesionales o sindicatos, sin distinción de
    nacionalidad, sexo, raza, credo o ideas políticas, las
    siguientes personas: a) Los patronos y trabajadores privados; b)
    Los trabajadores de las instituciones oficiales autónomas
    y semiautónomas." (Artículo 204).
    Más allá de la parte legal, la pertenencia de los
    periodistas a una asociación o sindicato tiene un sentido
    social, económico y político. El agrupamiento
    social en instituciones les permite a los periodistas articular
    su identidad social, alcanzar sus reivindicaciones y garantizar
    la responsabilidad profesional.
    Permite la identidad social en la medida que posibilita el
    reconocimiento de quiénes son los del grupo de
    informadores, en qué contextos están ubicados,
    cuáles son sus problemas y sus necesidades, quiénes
    son sus adversarios, en qué se oponen en la
    realización profesional, qué deben hacer para
    mejorar su condiciones laborales, etc.
    A partir de ese reconocimiento de quiénes son y qué
    quieren socialmente, se establece una unidad organizativa, con
    una misión y
    una visión claras del gremio, que permite diagnosticar
    precisamente su situación como trabajadores profesional,
    sus intereses, sus expectativas, su futuro, y, consecuentemente,
    proponer las estrategias y
    tácticas para alcanzarlas en el campo político.
    Entre las necesidades más apremiantes, como una exigencia
    en un demandante mundo globalizado y globalizante, está la
    profesionalización de los trabajadores de la
    información, a través de la capacitación profesional permanente y
    especializada. Esta política no sólo permite la
    obtención de altos niveles de conocimiento y
    habilidades técnicas
    en la producción de información
    especializada, sino también la capacidad de competir en el
    mercado laboral
    con profesionales del istmo centroamericano, la región y
    del continente americano y de otros continentes.
    Sin embargo, en Centroamérica, a pesar de las
    posibilidades jurídicas y de la necesidad imprescindible
    de agremiarse para estar unidos y luchar por sus intereses, las
    asociaciones o sindicatos de periodistas no han estado
    funcionando apropiadamente en beneficio de todos los
    informadores. Consecuentemente, los periodistas en ejercicio
    muestran aversión a estos grupos organizados y temen
    incorporarse activamente a ellos. Esto se debe fundamentalmente a
    los rasgos que presentan las asociaciones de periodistas como:
    incapacidad gerencial, fraccionamiento político,
    fragilidad de sus estructuras y la dudosa reputación de
    sus dirigencias.

    7. Fuentes
    consultadas

    Cantarero, Mario Alfredo (1994): "Formación de
    periodistas: Desde y para la sociedad actual, en Revista
    Comunicaciones, El Salvador, Universidad de El
    Salvador, Departamento de Periodismo,
    Noviembre, Número 1, Páginas 14-16
    Cantarero, Mario Alfredo (2000): "Formación de periodistas
    profesionales", en Revista de la Escuela de
    Ciencias de
    la
    Comunicación, El Salvador, Universidad "Dr.
    José Matías –Delgado", Año 1, Volumen 1,
    Págs. 11-18.
    Fuentes Navarro, R. (1992): "Estudio de la comunicación
    desde una perspectiva sociocultural en América
    Latina", en Revista Diálogos, No.32, marzo.
    Instituto Interamericano de derechos humanos (1988):
    Declaración Universal de Derechos Humanos, edición
    conmemorativa-40 aniversario, Costar Rica, Proyecto de
    Educación
    y Derechos Humanos, IIDH, 85 Págs.
    Nóchez, Claudia y Yolani Romero(2001): Estado profesional
    de los comunicadores de los noticieros "Tele Dos", "El
    Noticiero", "Hechos", "Noticias 21", "Teleprensa de El Salvador",
    San Salvador, tesis de
    grado, Universidad "Dr.José Matías Delgado",
    Escuela de Ciencia de la
    comunicación.
    República de El Salvador (1994): Código de Trabajo,
    El Salvador
    República de El Salvador (1998): Código penal y
    Código Procesal Penal, San Salvador, Publicación de
    la Corte Suprema de Justicia, 329 Págs.
    República de El Salvador (2000): Constitución
    política, San Salvador, El Salvador, Publicación de
    la Asamblea de El Salvador.
    Romano, Vicente (1994): "Tesis
    críticas sobre Comunicación y comunicadores", en
    Comunicación y movimientos sociales, Primer Encuentro de
    Almagro, España,
    páginas 381- 403
    Sánchez, Joaquín (1994): "Formación de
    comunicadores y movimientos sociales", en Comunicación y
    movimientos sociales, Primer Encuentro de Almagro, España,
    páginas 365-381
    Santamaría Cañas, Ana Patricia y otras(1994):
    Situación socieconómica de los periodistas en El
    Salvador, Universidad de El Salvador, Tesis, 37 y ss.;
     

     

     

     

    Autor:

    Mario Alfredo Cantarero

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter