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Parasitología




Enviado por juezdark



    Indice
    1.
    Introducción a la parasitología

    2. Ecología del
    parasitismo

    3. Dinámica de
    transmisión

    4. Zoonosis
    Parasitarias

    1.
    Introducción a la
    parasitología

    Seguramente las asociaciones
    biológicas entre los seres vivos se iniciaron con la
    aparición de la vida misma sobre el planeta Tierra al
    competir éstos por el espacio y ponerse en contacto
    íntimo. Algunos autores señalan asociaciones
    parasitarias encontradas en restos fósiles de
    foraminíferos (protozoos con concha calcárea) y
    algas marinas con más de 530,000,000 de años de
    antigüedad.
    En la actualidad se sabe que hay más clases de organismo
    parásitos que no parásitos, ya que esta modalidad
    de asociación entre los seres vivos es una de las
    más exitosas. El hombre es
    huésped de cientos de especies de parásitos, sin
    contar a los virus, bacterias y
    hongos que en
    general las especies de éstos son también
    parásitos en su mayoría. Es difícil no
    encontrar ejemplares de parásitos cuando se examinan
    cuidadosamente animales
    silvestres, domésticos, o al mismo hombre
    La parasitología se inicia con el hallazgo de los
    parásitos por el hombre, hecho
    que tiene su origen en los tiempos más remotos y que se
    pierde en la bruma del pasado histórico de la humanidad,
    pero los descubrimientos a este respecto por los antiguos chinos,
    griegos, egipcios, persas, etc., han quedado consignados de tal
    manera que el estudiante actuales capaz de reconocerlos por el
    análisis de los manuscritos que dejaron
    para la posteridad, los adelantos que sobre los parásitos
    y enfermedades
    parasitarias se realizaron hace muchísimos
    años.
    Los médicos chinos en la antigüedad, podían
    distinguir los cuadros clínicos del paludismo por el
    tipo de fiebre que observaron en: terciana, cuartana,
    estibotoñal y relacionarlas con el paludismo como lo
    hicieron griegos y romanos siglos más tarde. Entre los
    egipcios (papiro de Ebers, 1550 a J.C) se describe probablemente
    al gusano Taenia saginata y se prescribe tratamiento para
    eliminarlo. Moisés entre los israelitas y después
    de haber recibido instrucción médica con los
    sacerdotes, dictó leyes sanitarias
    para proteger a su pueblo de plagas de insectos y de la carne de
    animales infectados con "piedras" (Cysticercus cellulosae,
    metacéstodo forma larvaria de Tenia solium).
    Pero quizá el nacimiento real de la parasitología
    se inicia en la época de Leeuwenhoeck con el invento del
    microscopio.

    Las enfermedades parasitarias y su
    importancia socioeconomicas
    Se sabe que las enfermedades parasitarias han producido a
    través de los tiempos más muertes y daño
    económico a la humanidad que todas las guerras
    juntas. Generalmente en los países con poco desarrollo
    socioeconómico es en donde las enfermedades parasitarias y
    la parasitosis se presentan con mayor frecuencia, viéndose
    favorecido esto por las condiciones climáticas
    cálidas o templadas y por la falta de cultura
    médica en el pueblo, ya que en los países
    desarrollados social, médica y económicamente, las
    enfermedades parasitarias han sido erradicadas o tienen muy poca
    significación.
    Es importante señalar que alguna parasitosis transmitida
    por el suelo y por
    fecalismo (ascariosis, uncinariosis, tricocefalosis, amibiosis,
    giardiosis, etc.) no solo se presenta en climas cálidos
    sino inclusive en zonas templadas y aún en
    frías.
    El impacto global de las enfermedades parasitarias en el mundo es
    muy importante ya que inciden de manera brutal sobre la salud, la esperanza de vida
    al nacimiento, y la productividad de
    millones de personas.
    La prevalencia de la parasitosis está estrechamente
    vinculada a diferenciales climáticas, fenómenos
    demográficos y al desarrollo socioeconómico de las
    diferentes zonas del planeta. No es de extrañar que los
    protozoos y los helmintos patógenos sean parte de la vida
    cotidiana en los trópicos, sin ser privativos de
    ellos.
    Debe considerarse que el 75% de la población mundial se encuentra establecida
    en países en desarrollo y que el 50% de la misma
    está constituida por personas menores de 15 años de
    edad, rango en que se presenta la mayor mortalidad por
    enfermedades infecciosas incluyendo las de etiología
    parasitaria. Ante la magnitud del problema, algunas instituciones
    y fundaciones en el mundo han destinado parte de sus recursos
    económicos y tecnológicos para el estudio de la
    parasitosis.
    La República Mexicana, debido a su diversidad
    geográfica y al desigual desarrollo
    económico, presenta frecuencias variables de
    enfermedades parasitarias en las diferentes regiones.
    Entre las principales causas de mortalidad en país, se
    observa que las defunciones por enfermedades infecciosas y
    parasitarias asociadas a naciones subdesarrolladas ocupan el 4to
    lugar. La mortalidad por enfermedades parasitarias es un problema
    común a los diferentes grupos
    etéreos, pero su magnitud destaca en la niñez,
    evaluándose en términos de muerte
    prematura y que repercute en Años de Vida Potencial
    Perdidos (AVPP) que es un valioso indicador para países en
    desarrollo pues otorga mayor importancia a las causas de
    defunción que inciden a edades tempranas.
    Es importante señalar que las medidas iniciadas en 1991
    para control del
    cólera se han visto recompensadas por una reducción
    significativa de enfermedades diarreicas bacterianas y
    parasitarias.
    Dentro de la parasitosis en que juegan un papel los
    transmisores biológicos, el paludismo, sin duda, la
    más importante y sigue requiriendo de medidas preventivas
    y de vigilancia epidemiológica.

    Impacto socioeconómico de las
    enfermedades parasitarias
    El hecho de que un país tenga que sufrir enfermedades
    parasitarias con índices de frecuencia importancia, no
    solo es señal de facultad desarrollo, sino que
    además dichas parasitosis le están produciendo
    grandes pérdidas económicas al pueblo que las
    soporta.
    En América
    Latina el problema del parasitismo es muy importante y de las
    parasitosis intestinales, en particular enorme, ya que las
    encuestas
    epidemiológicas realizadas por los distintos autores de
    los países Latinoamericanos así lo señalan,
    tanto de las protozoosis como de las helmintiasis,
    encontrándose con frecuencia poliparasitismo en un mismo
    individuo, con afectación principal de los preescolares y
    escolares.
    En la República Mexicana las parasitosis producen muerte
    con relativa frecuencia ya que como se mencionó antes, la
    amibiasis ocupa el 4to lugar como causa de muerte en el Hospital
    General de la SSA en la ciudad de México y
    la cisticercosis también sigue ocupando un lugar
    preponderante.
    La amibiasis producida por Entamoeba Histolytica se encuentra
    como causa de muerte entre el 4.9 y 12%, demostrado por las
    autopsias realizadas en adultos en las distintas instituciones
    hospitalarias del país y en el 4.2% en niños.
    Este tipo de frecuencias de muerte por parasitosis, se extrapola
    a casi todos los países subdesarrollados o en vías
    de desarrollo ya que las condiciones ecológicas favorables
    para los parásitos, así como las condiciones
    socioeconómicas deficientes hacen que dichas enfermedades
    sean muy comunes y además los parásitos infecten al
    hombre en forma masiva,
    haciendo que los cuadros clínicos que desarrollan sean
    más graves y las posibilidades de muerte aumenten en forma
    considerable.
    Si las parasitosis se evalúan en términos
    económicos, se refleja la verdadera importancia que tienen
    para un país determinado. En general, los conceptos que se
    toman en consideración para efectuar dichas valoraciones
    son, entre otros: los gastos causados
    por atención médica,
    hospitalización, ausentismo en el trabajo,
    medicinas, pérdida de salario,
    defunción, etc., lo que expresado en dinero da una
    idea aproximada del problema.
    Se podrían seguir mencionando ejemplos que señalen
    el impacto socioeconómico de las parasitosis, pero todos
    ellos nos llevarían a comprobar el elevado costo que tienen
    que pagar los países subdesarrollados por mantener a la
    multitud de especies de parásitos que generalmente existen
    en sus habitantes.
    Es importante señalar que las costumbres de los pueblos
    hacen que aumenten o disminuyan algunas parasitosis, como por
    ejemplo la costumbre de no ingerir carne de cerdo parasitada por
    larvas de T. Solium que practican algunos pueblos del mundo como
    el israelita, hace que disminuyan o desaparezcan la teniasis, por
    el contrario la matanza clandestina de cerdos y la
    ingestión de carne con "zahuate", "granillo" o "tomatillo"
    (carne de cerdo cisticercosa) que con estos nombres la piden
    algunas personas del pueblo de México, por ser más
    barata y según dicen más sabrosa, incrementa las
    posibilidades de teniosis, y si además, se practica el
    fecalismo al aire libre,
    aumentan las posibilidades de adquirir cisticercosis
    Es notorio que la simple práctica del lavado de manos
    antes de comer, así como lavado de frutas y verduras
    disminuyen considerablemente las
    parasitosis intestinales.

    2. Ecología del
    parasitismo

    El parasitismo que es principalmente el
    resultado de las interrelaciones entre dos seres vivos, uno de
    ellos denominado parásito y el otro huésped,
    hospedero o mesonero, también es influido por las
    interacciones de los seres vivos antes mencionados y el medio
    ambiente, interacciones que constituyen la ecología
    del parasitismo.
    Al principio cuando se originó la vida, los seres
    seguramente eran de vida libre, pero a medida que fue pasando el
    tiempo y la
    competencia por
    el espacio, fue mucho mayor; empezaron a realizarse las primeras
    asociaciones parasitarias (se conocen, mediante el estudio de
    restos fósiles, asociaciones parasitarias de
    foraminiféridos- amebas con concha- y algas marinas que
    datan de hace 550 millones de años)
    En forma muy amplía, los seres vivos que se comportan como
    parásitos son, generalmente, microscópicos y
    están constituidos por grupos moleculares (virus), por una
    sola célula
    como las bacterias, rickettsias, hongos y protozoos o por mucha s
    células
    agrupadas como es el caso de los helmintos (metazoos) y
    artrópodos.
    El estudio de todos los seres vivos sería muy amplio para
    una sola persona, si es
    que se requiere profundizar en su conocimiento,
    por lo que a través del tiempo y para facilitar la
    investigación de los mismos, se han
    agrupado tradicionalmente en varias disciplinas: la
    bacteriología que se ocupa del estudio de bacterias como
    rickettsias y espiroquetas; la virología, de los virus; la
    micología, de los hongos y la parasitología, de los
    parásitos animales (protozoos, helmintos y
    artrópodos).
    Entre los seres vivos se distinguen dos grandes grupos: los
    autótrofos, son aquellos que para vivir requieren de
    sustancias simples como agua, sales
    inorgánicas y energía
    solar para formar materia
    orgánica (proteínas,
    azúcares y grasa) como sucede en la mayoría de los
    vegetales; y los heterótrofos o sea los que utilizan
    sustancias previamente elaboradas para nutrirse (como
    azúcares, proteínas, grasas, etc.) y que las
    obtienen de su medio ambiente. En
    general los parásitos caen dentro del grupo de los
    heterótrofos ya que utilizan para vivir las sustancias
    nutritivas previamente elaboradas por su
    huésped.

    Asociaciones entre los seres vivos
    De acuerdo a los distintos criterios para enunciar los mismos
    tipos de asociaciones, los cuales han sido discutidos, por
    numerosos investigadores como Lapage, Cameron, Baer, Caullery y
    otros, pero quizás el que explica más claramente el
    fenómeno de las asociaciones, es el que las agrupa de la
    manera que a continuación se señala, aunque el
    aumento de los conocimientos sobre la fisiología y bioquímica
    animal se han incrementado recientemente en forma considerable,
    lo que permite conocer a este tipo de asociaciones con bases
    más profundas en lo que respecta a la dependencia
    metabólica:
    Inquilinismo. Asociación entre dos seres vivos, en la cual
    uno (el inquilino) utiliza como morada las estructuras a
    cavidades del otro (el huésped) al que no le ofrece
    ninguna ventaja, cangrejo ermitaño y concha de
    caracol.
    Comensalismo. En este tipo de asociaciones, uno de los seres
    vivos funciona como huésped sin recibir perjuicio ni
    beneficio, mientras que el otro asociado (comensal) se procura
    casa y sustento del huésped, ejemplo: Entamoeba Coli y el
    hombre, en donde la amiba es comensal y el hombre el
    huésped.
    Mutualismo. Es la asociación biológica entre dos
    seres vivos en la que a los asociados se les denomina mutualista
    y ambos reciben beneficios sin que tengan dependencia necesaria
    para su existencia, ya que cada uno podría vivir sin la
    presencia del otro. Ejemplo: anémonas de mar y
    glifidodones.
    Simbiosis. Este tipo de asociación biológica que es
    muy similar a la anterior, ya que existe dependencia necesaria
    para la supervivencia, es decir, los dos asociados (simbiontes)
    no pueden vivir separados
    Depredatismo. En este caso uno de los asociados el depredador
    (ser de vida libre) se alimenta a expensas del otro asociado
    llamado presa, a la cual mata e ingiere, ejemplo: León y
    Cebra.
    Hiperparasitismo. Asociación biológica la cual un
    parásito infecta a otro parásito, ejemplo: fago y
    bacterias patógenas.

    Distintos tipos de parasitos
    De acuerdo con el número de especies animales que les
    pueden servir de reservorios, a los parásitos los podemos
    dividir en:
    Estenoxenos. En los cuales pocas especies de animales les sirven
    de reservorio; ejemplo: Entamoeba Histolytica que utiliza al
    hombre como reservorio.
    Eurixenos. En los que muchas especies animales les sirven de
    reservorio; ejemplo: Toxoplasma Gondii, al cual le sirven de
    reservorio: conejos, cuyos, cerdos, gatos, vacas, ratones,
    etc.
    De acuerdo con el tipo de ciclo biológico y el tipo de
    huéspedes requeridos para complementarlo, los podemos
    diferenciar en:
    Monoxenos. Son aquellos parásitos que en su ciclo
    biológico tienen un solo huésped; ejemplo:
    Enterobius vermicularis cuyo único huésped es el
    hombre.
    Polixenos. Parásitos que en su ciclo biológico
    presentan un huésped definitivo y uno o varios
    intermediarios.
    Metaxeno. Es aquel parásito en cuya transmisión
    interviene uno de sus huéspedes, ya sea el definitivo o el
    intermediario.
    Como hemos venido mencionado con frecuencia al huésped,
    estos también se definen de la siguiente manera:
    Intermediario. Es el que alberga las formas inmaduras o asexuadas
    del parásito, por ejemplo: el cerdo para Trichinella
    spiralis, el hombre para Plasmodium Vivax.
    Definitivo: Es el que alberga las formas sexualmente maduras del
    parásito, ejemplo; el mosco Anopheles para Plasmodium.
    Reservorio. En este huésped se garantiza la supervivencia
    del parásito en la naturaleza.
    Transmisor. Que transfiere activamente al parásito de un
    huésped a otro.

    Modalidades Del Parasito
    La asociación biológica entre dos seres vivos
    denominado parasitismo
    puede sufrir un sinnúmero de
    variaciones o modalidades de acuerdo a distintos conceptos, como
    por ejemplo: la duración del parasitismo puede ser:
    Temporal. En la que el parásito momentáneamente
    depende del huésped.
    Periódico. En que el parásito en su
    ciclo biológico alterna la vida libre con la
    parasitaria.
    Permanente. En la que el parásito siempre se encuentra en
    el huésped.
    Si nos referimos al concepto
    necesidad al parasitismo se le puede nombrar como:
    Accidental. En el que el parásito normalmente desarrolla
    vida libre.
    Facultativo. En el que el parásito también puede
    hacer vida libre.
    Obligatorio. En este caso el parásito siempre está
    sobre o dentro de su huésped. Si se toma en
    consideración la ubicación del parásito
    resulta él:
    Ectoparatismo. Cuando el parásito se encuentra en el
    superficie del huésped como sucede con los piojos y el
    hombre.
    Endoparasitismo. Cuando el parásito invade el interior del
    huésped.
    Intracelular. El parásito crece y se reproduce en el
    interior de las células.
    Extracelular. El parásito crece y se reproduce en
    cavidades o espacios intercelulares como sucede con Entamoeba
    histolytica cuando se encuentra en la luz del intestino
    humano.
    Errático. El parásito se encuentra en
    localización no habitual como Ascaris Lumbricoides cuando
    parasita riñones.
    Pseudoparasitismo. Cuando al hallazgo de artefactos, estructuras
    u otros seres vivos, se les puede confundir con parásitos
    verdaderos, lo que permite se haga un diagnóstico erróneo.
    Se pueden encontrar parásitos en el reino vegetal y animal
    y considerando que en algunas ocasiones hay superposición
    de cualidades entre unos y otros, Haeckel, a mediados del siglo
    pasado, propuso la denominación del Reino Protista para
    aquellos que no podrían entrar íntegramente a una
    categoría.

    Nomenclatura de las enfermedades
    parasitarias
    En general para nombrar a una enfermedad parasitaria, simplemente
    al nombre del género del
    parásito se le adiciona el sufijo osis. Así por
    ejemplo para nombrar a la enfermedad parasitaria producida por el
    nemátodo Ascaris se dirá Ascariosis; a la producida
    por Fasciola, se le dirá Fasciolosis, etc. Es pertinente
    señalar que muchas enfermedades parasitarias reciben
    nombres comunes, como por ejemplo, la Oncocercosis se le denomina
    "Enfermedad de Robles", en América
    a la Leishmaniosis cutánea se le llama "Ulcera de los
    chicleros" o "picada de la mosca chiclera", éstos
    sólo son algunos ejemplos.
    Para escribir correctamente el nombre de un parásito, la
    primera letra del generó debe ponerse con mayúscula
    y en singular; ejemplo: Fasciola; el nombre de la especie se
    escribirá con minúscula: hepática. Tanto el
    nombre del género como el de la especie deberán ser
    subrayados o escribirse en letras cursivas si es que no se
    subrayan. Los nombres de los parásitos no se
    acentúan ortográficamente. Si se escribe el nombre
    del género y especie de un parásito todo con
    mayúscula, entonces no será necesario subrayarlo;
    por ejemplo: ENTAMOEBA HISTOLYTICA.
    Los nombres de los parásitos que al principio pueden
    parecer difícil de pronunciar, a medida que el estudiante
    se familiariza con ellos, acabará pronunciándolos
    con fluidez y escribiéndolos correctamente, como es el
    caso de la pronunciación para un mexicano el nombre de sus volcanes:
    Popocatépetl e Iztaccíhuatl.

    3. Dinámica de
    transmisión

    Transmisión. En las infecciones
    parasitarias, es la acción de transferir formas
    infectantes del parásito de un huésped a otro,
    dando como resultado la infección del segundo. La
    infección se efectúa por contacto directo, por
    fomites o por transmisores.
    Un fomite, es la causa que excita o promueve una cosa; es todo
    agente físico que transportando mecánicamente a los
    agentes infectantes, efectúa la transmisión del
    agente infectante.
    Los transmisores son generalmente animales artrópodos, que
    realizan o participan activamente en la trasferencia de formas
    infectantes de un huésped a otro, dando lugar a la
    transmisión. Existen varios tipos de transmisores tomando
    en consideración la evolución del parásito en él,
    así tenemos a:
    Transmisor mecánico. (El parásito se reproduce en
    el transmisor) como es el caso de moscas y cucarachas que solo
    transportan en sus pelos y cuerdas a los agentes infectantes.
    Transmisor Biológico desarrollativo. (si el
    parásito sufre metamorfosis) como los simúlidos
    para Onchocerca volvulus.
    Si el parásito se reproduce dentro del transmisor,
    entonces será un transmisor biológico reproductivo,
    como es el caso del Trypanosoma cruzi dentro de las triatomas.
    Sí además de reproducirse dentro del transmisor los
    parásitos también sufren un ciclo, entonces
    será Transmisor biológico ciclo reproductivo, como
    el mosquito Anopheles, para los Plasmodium sp.
    Infección es la entrada, desarrollo y/o
    multiplicación de un agente infectante en un
    huésped.
    Infestación, desde el punto de vista de la
    parasitología humana, este término se refiere a la
    presencia de artrópodos sobre la piel y
    anexos.

    Condiciones favorables y
    desfavorables
    Para que un organismo parásito pueda desarrollarse dentro
    de un huésped determinado, este debe conservar los
    procesos
    metabólicos adecuados por encima del umbral mínimo
    que permitan sobrevivir y mantener al parásito para que se
    lleve a cabo su desarrollo y reproducción en el huésped
    específico.
    Los metabolitos normales del huésped, tales como vitaminas,
    aminoácidos, ácidos
    grasos etc., van a suministrar el alimento necesario para el
    parásito. Sí los factores metabólicos y
    otras condiciones son favorables para el desarrollo parasitario,
    puedan determinar la susceptibilidad innata del huésped
    que es el equilibrio
    entre las substancias metabólicas que inhiben y las que
    promueven el desarrollo del parásito, por tal motivo las
    condiciones serán propicias o adversas para su desarrollo.
    Las enfermedades parasitarias a menudo van acompañadas de
    un descenso general de reducción de la resistencia a
    nuevas infecciones del huésped, por lo que es evidente que
    si el reducido, también lo estará la capacidad para
    evitar nuevas infecciones.
    La reducción de la resistencia, puede así mismo,
    ser resultado de una infección parasitaria interna o de
    larga evolución. Indudablemente que las infecciones
    secundarias se propician cuando existen lesiones en los tejidos del
    huésped, causadas por los parásitos tal como sucede
    con los protozoos, helmintos y artrópodos que agreden la
    piel y mucosa, destruyendo de esta manera las primeras
    líneas de defensa y facilitando la penetración y
    establecimiento de otros microorganismos.
    La dieta es un factor importante, ya que por estudios realizados
    se ha podido concluir que la desnutrición proteica del huésped,
    lo hace más vulnerable a las infecciones parasitarias. En
    general un huésped bien nutrido es menos factible de ser
    parasitado que un desnutrido, a consecuencia que al desarrollarse
    intensamente las parasitosis, se propiciarán más
    infecciones en otros huéspedes ya que un transmisor se
    infectará más fácil en una buena fuente de
    infección y garantizando así la continuación
    del ciclo biológico, ya que se llevará a cabo
    más fácilmente, porque el número de formas
    infectantes serán muy abundantes.

    Barreras Ecologicas
    Cuando una especie de huésped está dividida en dos
    grandes grupos de población separados
    geográficamente y en diferentes ambientes
    ecológicos, los parásitos respectivos
    también presentan diferencias, esto nos está
    indicando que el ambiente influye sobre el huésped y
    éste a su vez sobre el parásito. Hay barreras
    ecológicas y genéticas que en determinado momento
    impiden la infección de especies filogenéticamente
    cercanas aunque ocupen la misma región
    geográfica.
    El parásito puede ser incapaz de desarrollarse en otro
    huésped que no sea el adecuado por varias circunstancias,
    tales como:

    1. Falta o ausencia de ciertas
      condiciones necesarias para su desarrollo, como son el oxígeno, alimento, agua, temperatura,
      presión
      osmótica, etc.
    2. Resistencia del huésped, es
      decir, presencia de ciertos factores o condiciones como
      inmunidad, edad, barreras mecánicas, etc., el
      huésped puede modificar sus tejidos y alterar su
      metabolismo
      durante su adaptación al parásito, ya que el
      fracaso del huésped puede modificar sus tejidos y
      alterar su metabolismo durante su adaptación al
      parásito, ya que el fracaso del huésped para
      adaptarse adecuadamente al parásito dará como
      resultado debilidades, incapacidad, enfermedad o
      muerte.
    3. Incapacidad del parásito para
      penetrar la superficie externa del huésped.

    D) Presencia de otros parásitos;
    un huésped puede ser infectado por muchas especies de
    parásitos, pero en ocasiones solamente una o algunas
    especies de éstos se encuentran en un huésped a la
    vez.
    E) Invasividad del parásito, condición que en
    algunas circunstancias puede ser incrementada.

    Habitos Y Costumbres
    La mayor parte de las parasitosis por protozoos y helmintos del
    tubo digestivo del hombre, así como algunas
    extraintestinales, se originan por los hábitos y
    costumbres higiénicas deficientes como la práctica
    del fecalismo al ras del suelo, en donde junto con las materias
    fecales se depositan quistes de protozoos o huevos de helmintos,
    que son infectantes desde el momento de su expulsión o
    requieren de cierto tiempo para su maduración, pero que de
    una u otra forma el fecalismo es el disparador de la presencia de
    estás parasitosis en el hombre junto con otros favores,
    que pueden ser biológicos, tales como las características ecológicas y
    fundamentalmente la vegetación; físicos como
    temperatura, precipitación, humedad, suelo, etc. Y
    socioeconómicos como nivel económico, tipo de
    habitación, uso de calzado, etc., importante está
    constituida por aquellas personas infectadas que se dedican al
    manejo de alimentos en la
    vía pública o en restaurantes, ya que el preparador
    de dichos alimentos es de hábitos higiénicos
    deficientes, esto mismo también es válido para las
    amas de casa, por lo que en determinado momento se observan
    epidemias familiares de algunas parasitosis, situación que
    es favorecida por el hacinamiento, como sucede en
    cárceles, orfanatos, manicomios o casas de familias
    numerosas, siendo por otro lado más frecuente en las zonas
    rurales, donde no se cuenta con los elementos necesarios para una
    adecuada higiene personal,
    familiar o comunitaria.
    En algunos países, el riesgo de
    sembradíos se hace con aguas negras, por lo que las formas
    infectantes pueden quedar alojadas en algunos productos que
    se cultivan al ras del suelo, como las legumbres que al llegar al
    consumidor son un
    mecanismo de infección de parásitos
    intestinales.
    El vector que puede ser de varios tipos, juega un papel
    importante en la dinámica de transmisión, ya que en
    muchos casos cuando éste es eliminado se corta el ciclo
    biológico del parásito. El transmisor al igual que
    el huésped, debe reunir ciertas características
    para que el parásito se desarrolle, reproduzca o
    simplemente sea transportado por éste, como es el caso de
    las moscas que en sus pulbillos acarrean formas infectantes hacia
    los alimentos; también son importantes sus hábitos
    alimenticios y de reposo

    Distribucion de huespedes y
    parasitos
    El
    conocimiento de la distribución y diseminación de las
    poblaciones naturales de huéspedes y parásitos, es
    un aspecto importante desde el punto de vista biológico y
    de control. La distribución de una especie depende
    de:

    1. La edad de la especie, ya que cuanto
      más antigua sea, más tiempo ha tenido para
      dispersarse.
    2. La capacidad del parásito para
      vivir separado en determinado momento de su huésped o
      para soportar el cambio de
      medio ambiente que éste experimenta, así tenemos
      que agentes físicos, químicos y mecánicos,
      son factores que puedan producir efectos sobre los
      parásitos adultos, sus formas larvarias o sobre la
      disponibilidad de huéspedes tanto intermediarios como
      definitivos.

    La distribución de los
    parásitos o sus huéspedes está relacionada
    con el ambiente ecológico determinado o modificado por la
    latitud, longitud y estación del año, temperatura y
    humedad son factores importantes que influyen sobre la
    supervivencia y dispersión de determinados
    parásitos como las uncinarias, estrongiloides o sobre
    quistes y huevos.
    Para la distribución y establecimiento de las parasitosis
    en nuevos sitios, es indispensable la existencia de
    huéspedes susceptibles, como es el caso de Schistosoma
    mansoni que en la actualidad se ha extendido
    extraordinariamente.
    Otro factor que interviene en la distribución de los
    parásitos es el aire, ya que es un medio de transporte
    aunque no muy efectivo sí es importante, en la
    diseminación de algunas formas infectantes con cierto
    grado de resistencia a la desecación.

    Mecanismos De Transmision
    El agua es
    fundamental en la distribución de ciertas formas
    infectantes, ya que determinado momento este mecanismo es el
    responsable de la aparición de episodios epidémicos
    en zonas de baja endemicidad y participa junto con otros factores
    al mantenimiento
    de un elevado nivel endémico, sobre todo en zonas o
    comunidades donde el aprovisionamiento de agua es a través
    de colecciones a nivel mas elevado que el de la población,
    ésta llega través de canales parcialmente
    contaminados con el arrastre hacia su interior de formas
    infectantes. Al igual que los animales, las migraciones humanas
    especialmente a los trópicos y zonas subtropicales, o las
    migraciones a los lugares fabriles (industriales) o de cosecha en
    el campo, intervienen en la diseminación de la parasitosis
    y en el aumento o aparición de parásitos y en el
    aumento o aparición de parásitos en nuevas
    localidades, como ejemplo de esto, tenemos a la malaria,
    estableciéndose en estos sitios cuando encuentran ambiente
    ecológico favorable, costumbres de la población
    propicias y huéspedes intermediarios adecuados.
    La introducción, evolución e intensificación
    de los medios de
    transporte, aumenta la oportunidad del hombre de introducir
    inconscientemente formas infectantes desde sus hábitats
    naturales a sitios o regiones favorables para su desarrollo.
    Por aspiración de gotitas de Pflügger se puede
    transmitir Pneumocistis carinii y Toxoplasma gondii, en cambio
    con el polvo, aunque no es tan importante, pueden transmitirse
    quistes de protozoos y huevos viables de helmintos.
    A través de las mucosas se puede llevar a cabo la
    transmisión de protozoos como Entamoeba gingivalis,
    Trichomonas tenax por contacto directo o por medio de
    transmisiones sanguíneas se pueden producir infecciones
    con Plasmodium sp. Y Trypanosoma cruzi.
    La vía cutánea puede ser utilizada como salida o
    como entrada de los parásitos, ya sea por esfuerzo propio
    o por medio de un artrópodo transmisor. Asimismo, existen
    helmintos parásitos, son incapaces de continuar el
    desarrollo; sin embargo, sobreviven y se mueven a través
    de las capas cutáneas por considerables períodos de
    tiempo, pudiendo ser verdaderos miembros de la comunidad
    cutánea por tiempos indefinidos, en donde originan
    alteraciones de distinta naturaleza, con frecuencia infecciosa
    secundarias
    Algunas larvas de parásitos cuyo huésped definitivo
    es el hombre, están adaptadas a las condiciones de la piel
    humana causando únicamente pequeña reacción
    durante la penetración, ya que la atraviesan
    rápidamente hasta llegar a los vasos de los tejidos
    profundos, en cambio algunas larvas de parásitos no
    humanos, pueden penetrar la piel humana, pero son incapaces de
    desarrollarse en este huésped no habitual, por lo que
    mueren rápidamente, es el caso de las cercarias de
    Schistosoma sp. no humanas que penetran el estrato córneo
    de la piel, pero cuando alcanzan la capa germinativa se detienen
    y mueren originando una reacción inflamatoria aguda, con
    infiltración de células plasmáticas,
    conocida como dermatitis de los nadadores, la residencia en la
    piel es por lo tanto temporal y de corta duración.
    La penetración de las larvas tiene lugar principalmente
    cuando el agua se está evaporando de la superficie
    cutánea y es acompañada de sensación de
    ardor, posteriormente se presenta prurito de gran intensidad
    seguido de máculas y pápulas en el sitio de
    penetración, en infección repetida se desarrolla
    hipersensibilidad y aumenta la severidad de los síntomas
    con frecuentes infecciones secundarias.
    Al exponerse la piel del hombre a la tierra o
    arena sombreada donde han defecado perros o gatos
    infectados con estos parásitos, las larvas filariformes
    que se encuentran en la superficie del suelo invaden la piel
    produciendo trayectos serpiginosos (dermatitis verminosa
    reptante)
    El conocimiento de la dinámica de transmisión y de
    la naturaleza de los factores biológicos, físicos o
    socioeconómicos que actúan en cada parasitosis son
    fundamentales para instituir medidas de control,
    prevención o erradicación de dichos problemas.

    4.
    Zoonosis Parasitarias

    El término zoonosis fue
    introducido por Virchow a la terminología médica
    para designar a las enfermedades de los animales cuyos agentes
    etiológicos pueden ser transmitidos al hombre.
    Un grupo de expertos reunidos en 1959 por la OMS definió
    la zoonosis como infecciones y enfermedades, cuyo agentes
    etiológicos son naturalmente transmitidos entre los
    animales vertebrados y el hombre.

    Clasificacion De Las Zoonosis
    Existen varias clasificaciones propuestas por diversos autores, cuyos
    principales objetivos» han sido los de señalar el
    sentido en que
    ocurre la transmisión y cuál de los
    huéspedes constituye el principal reservorio.
    Graham en 1958, clasificó a las zoonosis en:
    Euzoonosis parazoonosis. Las euzoonosis «son
    aquellas zoonosis cuyos agentes etiológicos son
    transmitidos entre los animales y eI hombre, en las cuales, este
    último ocupa una parte esencial en el ciclo
    biológico del agente etiológico; ejemplo: T. solium y T. saginata.
    Las parazoonosis son aquéllas en las
    cuales «eI hombre sólo se ve involucrado
    accidentalmente, ejemplo: toxocariosis.
    Nelson. en 1960, propuso una nueva clasificación basada en la dirección en que ocurre la transmisión y
    dividió a las zoonosis en: antropozoonosis, Zooantroponosis,
    anfixenosis y euzoonosis."
    Las antropozoonosis,
    abarcan las enfermedades o infecciones del hombre,
    naturalmente
    adquiridas de otros vertebrados, donde» el principal
    reservorio del parásito es el animal y el hombre
    sólo participa como huésped accidental;
    ejemplo:
    rabia, peste, hidatidosis, triquinosis, etc.
    Zooantroponosis son aquéllas cuyos agentes etiológicos son
    naturalmente adquiridos del hombre, donde éste es el reservorio y los
    vertebrados sólo huéspedes accidentales; ejemplo:
    amibiasis en
    perros, tuberculosis de
    origen humano en aves o en
    bovinos.
    Las anfixenosis, incluye las enfermedades o
    infecciones
    cuyos agentes etiológicos son transmitidos naturalmente
    entre el hombre y los animales vertebrados, en donde el
    parásito es mantenido indistintamente por el hombre o por
    los animales, ejemplo: tripanosomiosis.
    Las euzoonosis incluyen a las enfermedades en las que existen
    asociaciones obligadas entre hombre y animales en donde
    aquél actúa como huésped definitivo y los
    animales como intermediarios del mismo parásito, tal como
    lo había descrito Graham, en 1958.
    Schwabe, en 1964, propuso una clasificación más
    completa basándose en el ciclo biológico del agente
    etiológico y que por su utilidad didáctica es la más aceptada en la
    actualidad:
    Zoonosis directa. Son las enfermedades e infecciones cuyos
    agentes etiológicos son transmitidos de un huésped
    vertebrado infectado a otro vertebrado susceptible, por contacto
    o transmisión
    mecánica. En estas zoonosis, el
    parásito no sufre o sólo sufre una pequeña
    alteración y no se modifica durante su transmisión;
    ejemplo:
    rabia, otras virosis, bacteriosis, micosis superficiales y
    enterobiosis.
    Ciclozoonosis. En éstas existe necesidad de más de
    un huésped vertebrado pero no de un invertebrado, para
    completar el ciclo biológico del parásito. La
    mayoría de estas zoonosis son causadas por
    céstodos.
    Las metazoonosis, son las zoonosis en las que el agente
    etiológico es transmitido por artrópodos. En las
    metazoonosis siempre existe un período de
    incubación extrínseca en el invertebrado
    precediendo a la transmisión del huésped
    vertebrado; ejemplo: enfermedad de Chagas, malaria,
    etc.

    Repercusion De Las Zoonosis
    En una reunión del Comité de Expertos de la OMS,
    celebrada en 1978 se discutió la enorme repercusión
    que tienen las zoonosis, sobre la economía mundial
    especialmente sobre la de los países subdesarrollados,
    incluso en algunos de ellos se calcula que el 90% de la
    población está expuesta a contraer este tipo de
    enfermedades.
    En los países tropicales y subtropicales las zoonosis
    parasitarias son grandemente prevalentes, especialmente entre los
    niños a los que cobran un doble tributo, ya que
    además de producirles enfermedades que afectan severamente
    su nutrición,
    reducen considerablemente a las de por sí escasas fuentes
    locales de proteínas animales al afectar también a
    los vertebrados utilizados para su alimentación.
    Otro rubro importante de pérdidas económicas lo
    constituye el tener que desechar carnes, pescado y otros
    productos animales cuando se sabe que están infectados por
    parásitos causantes de zoonosis graves. Las
    pérdidas económicas se acentúan cuando se
    obstaculiza la exportación de alimentos en las zonas
    endémicas de hidatidosis, cisticercosis, y triquinosis.
    Además se debe tener en cuenta la enorme
    repercusión sobre la salud y economía de estos
    pueblos, por las enfermedades que afectan a sus animales, que
    además de enfermar al ganado vacuno, lo hacen sobre los
    animales de carga y tiro que todavía suponen un porcentaje
    elevado de la fuerza total
    de tracción en el mundo.

    Factores que influyen en la presencia de
    las zoonosis
    En el incremento de las zoonosis tiene particular importancia la
    modificación de los ecosistemas
    naturales por el hombre. Así como la contaminación
    ambiental por materia orgánica (fecalismo al aire
    libre).
    Otros factores importantes son la ignorancia, el tipo de trabajo
    y las costumbres; lo que se puede apreciar claramente en la
    hidatidosis, donde el hombre al desarrollar una oveja y encontrar
    las vísceras enfermas, lejos de destruirlas, se las ofrece
    a sus perros o como sucede entre los turkamas, un pueblo pastor
    de Kenya, donde los cadáveres humanos se abandonan por
    costumbres religiosas a perros o hienas, por lo que la
    infección humana ayuda a perpetuar el ciclo
    biológico de Echinococcus granulosus. El consumir carne,
    pescado o mariscos crudos (ceviche), incrementa importantemente
    el riesgo de contraer zoonosis.
    Los chicleros y madereros, en el sureste de México,
    están mucho más expuestos a contraer la
    leishmaniosis cutánea que cualquier otro tipo de
    trabajador.
    Los alimentos y el agua desempeñan un papel preponderante
    en la transmisión de zoonosis parasitarias, incrementando
    el riesgo de infección ciertos hábitos
    alimentarios.
    El Comité de Expertos de la OMS en aspectos
    microbiológicos de los alimentos, reunidos en 1976,
    clasificó los parásitos transmitidos por los
    alimentos en dos categorías:

    1. Parásitos cuyos formas
      infectantes se encuentran naturalmente en los alimentos (carne,
      pescado, moluscos, etc.)
    2. Parásitos procedentes del
      medio ambiente (suelo o agua) de los animales y de los
      manipuladores de alimentos, cuyas formas infectantes contaminan
      los alimentos.

    Parasitologia Clinica De
    Tay-Lara

     

     

     

     

    Autor:

    Alejandro De Jesús Rios
    Sánchez

    Villahermosa, Tabasco México

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