- Significado y concepto de
Representación Política - Antecedentes históricos y
supuestos sociopolíticos - Revolución de
Mayo - Análisis de la
representación - Conclusiones
- Bibliografía
En este trabajo me propongo analizar, tomando como
categoría analítica a la representación
política, con el objetivo
de revisar cual era la representación en el intervalo
1807-1812 considerado como el período de
gestación de nuestra Nación. Con ello
podré clarificar quienes representaban al pueblo y
quienes participaban de los negocios
públicos en el nacimiento de la Nación
Argentina.En cada uno de los acontecimientos
contemporáneos hay una raíz histórica
que los explicas, y resultará difícil
comprenderlos en su totalidad si no se explora esa
raíz. Los hechos particulares responden en gran parte
a ideas y criterios, que crean nuestra historia y se
expresan en un proceso
continuo hacia la integración y afirmación de
la
personalidad nacional, y que mejor que analizar el
nacimiento de la Patria para comprender ciertos sucesos de la
historia
Argentina.Contare con un soporte teórico en donde
definiremos la representación política y
analizaremos su relación con la
participación.- Introducción
- Significado y
concepto de
Representación Política
Etimológicamente hablando, representar significa
presentar de nuevo o hacer presente algo o alguien que no
está presente.
Para Melo, en los sistemas
políticos de las democracias constitucionales, el pueblo
es el titular de la soberanía y en él reside, en virtud
del consenso, la fuente de legitimidad del poder que
confiere autoridad,
pero de hecho no puede ejercer ese poder en forma directa e
inmediata.
Para superar esta situación la innovación política ha gestado una
institución tan fundamental como es la
representación política. Mediante ella se opera una
sustitución legítima que trasmuta la personalidad
del pueblo a sus representantes por medio de un acto de voluntad
de carácter
público y actual, por el cual se crea un vínculo
entre el pueblo representado y sus representantes,
confiriéndoles autoridad, y dando lugar al desplazamiento
de la imputación, de manera que los actos del
representante se consideran como si fueran realizados por el
representado.
Es decir, que Melo define a la representación
política, como la forma de participación
indirecta del pueblo en el proceso de poder, mediante
sustitución pública y actual realizada con la
elección en la persona de sus
representantes, cuyo actos le son imputados como
propios.
Según Sartori, en la teoría
de la representación se asocian:
- la idea de mandato, o delegación.
- la idea de representatividad
- la idea de responsabilidad.
A partir de allí, la teoría de la
representación se desarrolla en tres direcciones
opuestas:
- La representación jurídica: conlleva la
idea de mandato o instrucción. Ligado al derecho
privado, el representante es delegado mandatario, se asocia con
la idea de mandato o de delegación. - La representación sociológica o
existencial: se vincula con la idea de representatividad, es
decir, semejanza o afinidad. Es un concepto sociológico,
según el cual la representación es esencialmente
un hecho existencial de semejanza. - La representación política: incluye la
idea de responsabilidad u obligación de rendir cuentas no
sólo ante el representado sino también cumplir
con una función
eficiente y con una conducta
honesta.
El concepto de representación política
se plantea desde el momento en que resulta imposible la
participación de todos los ciudadanos en la adopción de las decisiones
públicas, es decir desde el ocaso de la polis
griega.La justificación política de la
representación supone que la diversidad de intereses
dentro de una comunidad
pueden alcanzar mediante la deliberación y la
crítica un grado de coordinación que los haga compatibles
con el interés del pueblo.Las justificaciones por razones de necesidad
material, son expuestas por Rousseau,
cuando expresa que "el régimen representativo no tiene
más fundamento y justificación que una
necesidad de orden material y sólo es admisible sujeto
a mandato imperativo y ratificación
popular".Por su parte Sieyés funda su tesis en
la falta de tiempo
necesario del común de la gente de ocuparse de los
asuntos públicos.Montesquieu en su libro XI
del Espíritu de las Leyes,
fundamenta la representación política en una
razón práctica: "como en un Estado
libre todo hombre
debe estar gobernado por sí mismo, sería
necesario que el pueblo en masa tuviera el poder
legislativo, pero siendo esto imposible en los grandes
estados y teniendo muchos inconvenientes en los
pequeños, es menester que el pueblo haga por sus
representantes lo que no puede hacer por sí
mismo".La aparición de la representación
política moderna a partir de su fase medieval fue un
proceso gradual que se observa en Inglaterra
de mediados del siglo XVIII. Sin embargo, la Revolución Francesa marcó la
división tajante entre la representación
política medieval y la representación
política moderna.A lo largo de la historia, la representación
ha revestido formas muy diversas. Esta diversidad se funda en
los distintos sujetos que intervienen en la relación
representativa o en la naturaleza
del vínculo que fundamenta esta sustitución. Es
entonces que, en esta variedad de doctrinas, encontramos al
mandato imperativo y al mandato representativo.Mandato imperativo: este tipo de mandatos supone una
relación contractual concreta de mandato, con
representación. Entre el representante y los electores
concretos, que le designaron. La vigencia de este mandato se
explica a través de:– la no existencia de comprensión de un
interés nacional.– las Asambleas eran la imagen de los
intereses particulares, sin solidaridad respecto de la idea
común.– los representantes no estaban asociados a la
responsabilidad del poder, ni las Asambleas eran
órganos del poder en el
Estado.– continuaba la obligación de rendir cuentas
y la responsabilidad pecuniaria por parte del mandatario y
por parte del mandante, la obligación de resarcir al
mandatario de los perjuicios y remunerar su labor.Mandato representativo: significa que los
representantes formalmente, se encuentran libres de toda
influencia, siendo plenamente independientes de los electores
o del cuerpo electoral, que los ha designado. No pueden
delegar sus facultades, no pueden hacerse representar, no
están ligados a mandatos ni a instrucciones expresas.
En suma, excluye toda subordinación jurídica
entre representado y representante; los representantes no son
mandatarios.Establece una nueva concepción entre el
pueblo como totalidad política abstracta, titular de
la soberanía y sus representantes. Es decir, el
mandato representativo, en consonancia con el postulado
propio de la representación política de que el
mandatario no representa fragmentariamente a grupos o
distritos aislados, sino a la Nación
entera.La representación política está
vinculada a la idea de participación política.
Más técnicamente podemos debe remontarnos al
momento del pasaje de una representación por mandato a
una representación libre. Durante el Estado
pre-revolucionario, hablar de participación
política no tiene aún un significado real,
puesto que, la correspondencia entre posición social y
posición política es prácticamente
perfecta. Los grupos
sociales, los cuerpos, son representados ante el Estado,
sus miembros no participan de él, lo hacen
únicamente los pares del reino y es una
participación automática, o sea, en
función directa de la posición en la sociedad
civil. Cuando dicha correspondencia automática
cesa, la participación política se convierte en
un fenómeno significativo y comienza a ser problema.
Ello acontece debido a dos procesos
opuestos: por un lado, a raíz de una
reivindicación desde abajo, popular, de
ampliación de derechos
políticos, por otro, en virtud de que los grupos que
están en el poder dentro del Estado tratan del
fortalecerse sellando alianzas con las nuevas fuerzas
populares y revistiéndose de nuevos fundamentos de
legitimidad.La ampliación de la participación
aparece como contradictoria porque contiene una potencialidad
igualitaria, y al mismo tiempo una reafirmación de
privilegios privados: la lucha de clases constituye una de
las alternativas suscitadas, igualdad,
potencial pero cuestionada, implícita en la
ampliación de la participación. En efecto,
frente a la igualdad formal constitutiva del estado de
soberanía popular y a la desigualdad de hecho por la
penetración de las estructuras civiles en las estructuras
políticas, ante quien no tenía
acceso al poder se presentan dos líneas de
acción: o jugar dentro de las reglas políticas
para extraer las consecuencias de su potencialidad
igualitaria (por ejemplo, la lucha política
parlamentaria), o actuar dentro de la estructura
desigualitaria para derribarla y quebrarla: esta es la
alternativa de la lucha de clases.La participación se vincula a un modo de
fundamentar la legitimidad, y por consiguiente a una
verificación del consenso del nuevo estado nacional de
soberanía popular, como también a un modo de
luchar, con medios que
hoy podemos llamar políticos, contra las condiciones
propias de desigualdad de la sociedad
civil. Por lo tanto, la participación política
es un problema de consenso y al mismo tiempo un problema de
igualdad.La participación política es a su vez
un fenómeno antiguo y un fenómeno reciente. Es
un fenómeno antiguo en cuanto desde que se puede
hablar de política, como actividad en comunidades
organizadas existe la participación política.
Es un fenómeno reciente porque está
estrechamente relacionado en su sentido fuerte a
significativos cambios socioeconómicos y de la
naturaleza de las comunidades políticas. Nadie puede
poner en duda en cuanto a la antigüedad del
fenómeno que se puede hablar de participación
política también en los casos de las
ciudades-estado griegas. En efecto, prescindiendo del
limitado número de los que eran admitidos en el
proceso de toma de
decisiones, las características centrales de la
participación política, es decir el estar
dirigida a influir tanto sobre la elección de los
decisores como sobre las mismas decisiones, están
claramente presentes en la polis griega. Sin embargo, resulta
interesante advertir que muchas formas de organización del poder político
(como el absolutismo o el despotismo), durante largo
tiempo no dejaron ningún espacio a la
participación política. Sólo con las
formas modernas de Estado en el mundo occidental, y sobre
todo con los primeros impulsos hacia la
democratización interna, es cuando se puede volver a
hablar legítimamente de participación
política.Según Sartori, diríamos que la
experiencia histórica ha producido dos tipos de
democracia: la directa (es decir, la
democracia con participación) y la indirecta (o sea,
democracia representativa). Entre los dos modelos,
advierte el autor, no hay posibilidad de opción, ya
que el primero expresa una tipología atinente al
pasado, y el segundo responde a situaciones del
presente.- Antecedentes
históricos y supuestos
sociopolíticos - Revolución
de Mayo
En esta apartado realizare una muy somera
revisión histórica, sin profundizar en la descripción de los hecho, sino más
bien intentando analizar los hechos que llevaron a la revolución
de Mayo.
Como escribió Bartolomé Mitré "la
revolución fue el producto de
gérmenes fecundos por largo tiempo elaborados". La
Revolución de 1810 fue un proceso organizado y dirigido
por la una clase estamental determinada, llevada a cabo por una
clase compuesta por militares, religiosos, terratenientes, entre
otros. La cual no gozaba de algunos derechos, que si los
tenían los españoles, y por lo tanto no
podían ocupar o encargarse de los negocios públicos
en determinados casos. Es de sumo valor tener en
cuenta la noción de pueblo que no es la misma
concepción de hoy, en aquella época se consideraba
pueblo a la parte principal y más sana de la población.
El factor profundo que llevó a la
revolución tiene su base en la economía virreinal,
la política de España
obstaculizaba y contrariaba totalmente el desenvolvimiento
económico de las colonial al no permitirles traficar con
ninguna otra nación y reservarse como metrópolis,
acaparándolo exclusivamente, el derecho de todo comercio y
empresa en sus
dominios. El impulso natural de las fuerzas productoras de la
colonia pugnaba por romper este lazo comercial, "el monopolio". La
naciente economía de la embrionaria nación
necesitaba imperiosamente, para conseguir su desarrollo,
desvincularse de la rígida autoridad y emanciparse de la
medieval mentalidad del rey de España. Apenas esta
nación fuera libre, guiada por el mismo impulso natural
que las había conducido a la revolución, busco el
trafico con el capital y la
industria de
Occidente los elementos y las relaciones que el incremento de su
economía requería. El hecho económico fue la
causa eficiente que hacía inevitable la separación
de las colonias y la metrópoli.
Así, en el cuadro del monopolio del comercio de
Indias, en que funciona la Colonia, está ya el germen de
la Revolución de Mayo. Mariano Moreno, Castelli y Belgrano
representan las ideas e intereses que, inexorablemente,
debían romper aquel esquema, para dar lugar al sistema de
libre comercio
que Inglaterra imponía en el mundo por la fuerza de sus
barcos, su armada y su diplomacia.
Esto será la clave de la decadencia de
España, la debilidad orgánica de su
burguesía industrial, el único y verdadero elemento
centralizador de los Estados Modernos. La unión de la
monarquía, la Iglesia y la
nobleza fueron fatales para el crecimiento
económico de España.
La ruptura del monopolio español
trajo, a su vez, el monopolio criollo del puerto de Buenos Aires,
sede del comercio ultramarino. Dando comienzo a la lucha entre el
libre cambio de los
exportadores e importadores y el proteccionismo que reclaman los
artesanos y pequeños industriales del interior. Las luchas
entre unitarios y federales.
La crisis de
España también se debió a que el
águila napoleónica dominaba el cielo de Europa. En su
lucha gigantesca contra Inglaterra, Napoleón se vio obligado a invadir
España. Inglaterra le salió al paso y el Emperador,
esclavo de su estrategia
anti-inglesa y del mesianismo derivado del poder único,
envió sus tropas a España. Esto produjo que todo el
edificio dinástico se derrumbara. La corte se
rindió a la voluntad de Bonaparte. Fernando, el heredero
del trono, se arrodilló ante el invasor, que impuso a si
hermano José como nuevo rey de España.
A esta crisis respondió todo el pueblo de
España el 2 de Mayo de 1810, iniciando el levantamiento
nacional, que arrancara con la existencia histórica de los
americanos del Sur. Todo el pueblo de España se puso
instantáneamente de pie. Se organizaron de inmediato
Juntas populares que asumieron la representación del poder
vacante, el rey Carlos IV y el
príncipe heredero Fernando, que ya era VII,
permanecían cautivos de Napoleón. Las Juntas
populares se unificaron en una Junta Central y se nombraron
diputados para las Cortes españolas, que se reunieron en
Cádiz. La revolución nacional española
llamó a las posesiones americanas a enviar diputados y
declaró la igualdad de derechos entre españoles y
americanos, reconoció el territorio de América
como "parte esencial e integrante de la monarquía
española", esto se puede observar en el Decreto de las
Cortes del 14 de Octubre de 1810 que sancionaba el inconcluso
concepto de que los dominios españoles en ambos
hemisferios forman una misma y sola monarquía, una misma y
sola Nación y una sola familia, y que
por los mismo los naturales que sean originarios de dichos
dominios europeos o ultramarinos, son iguales en derechos a los
de esta Península".
El levantamiento revolucionario en toda América
no fue sino la prolongación en el Nuevo Mundo de la
conmoción nacional de la vieja España que pugnaba
por remozarse. La primera manifestación de la guerra
nacional en el Río de la Plata fue la reacción
popular contra las invasiones inglesas en 1807, en esa lucha debe
buscarse el origen de nuestro ejercito, que nació
combatiendo a las tropas británicas.
Distintos son los hechos de 1816 que producirán
la consolidación de los sucesos de 1810, teniendo como
objetivo la
organización institucional de la Argentina, producto
de que en 1814 Fernando VII recupera el trono, después de
haber esta en cautivo de Napoleón, el destino de
América se define y la independencia
aparece como algo inevitable.
V. Análisis de la
representación
Aquí tratare de analizar a los personajes que
tendrán a su cargo la representación del pueblo en
todo el período de gestación de la Nación
Argentina.
Es importante destacar el ideal de San Martín y
Bolívar, sobre la Nación que era el conjunto de
América Hispana, y en cierto sentido también
España, se disgrega en una polvareda difusa de
pequeños estados. Simón Bolívar en su
carta a
Jamaica de 1815, declaraba su propósito de formar de todo
el mundo nuevo una grandiosa sola nación, con un solo
vinculo que ligue sus partes entre sí y con el todo…
¡Qué bello sería que el Istmo de Panamá
fuese entre nosotros lo que el Corinto para los griegos!
Ojalá que algún día tengamos la fortuna de
instalar allí un augusto congreso de los representantes de
la Repúblicas.
Moreno es otro que tiene a su cargo la
representación popular, para algunos historiadores es
considerado el motor de la
Revolución de Mayo, sus ideas están asociadas al
pensamiento de
Jean Jacques Rousseau (1712-1778). Todas abordadas en la Gazeta
de Buenos Aires, en su propósito de utilizar la prensa como medio
a la vez de propaganda
revolucionaria y de difusión doctrinaria con vistas a la
organización política de los pueblos rioplatenses.
La soberanía la define como indivisible e inalienable,
remitida a la "Voluntad general de un pueblo". La
Soberanía y la Representación no las refiere nunca
a la Nación, sino siempre a los pueblos. Moreno adopta un
postura distinta a la Rousseau, en relación al
contractualismo, expone la existencia de dos pacto, el de
sujeción (rechazado explícitamente por Rousseau) y
el de sociedad como anterior a él y condicionante del
mismo.
El problema central en el pensamiento de Moreno es el de
las modalidades que debería asumir la organización
constitucional de un nuevo Estado. Concibe que la autoridad del
Monarca retrovertió a los pueblos por el cautiverio del
Rey, pueden pues aquellos modificarla o sujetarla a la forma que
más le agrade.
Moreno se propone discutir que conviene más en
ese momento para la organización política de los
pueblos americanos, si un congreso de todos ellos o solo de los
más relacionados entre sí. Expresa un critica del
gobierno
federaticio, dado que los define como la reunión de muchos
pueblos o provincias independientes unas de otras; pero sujetas
al mismo tiempo a un dieta o consejo general de todas ellas, que
decide soberanamente sobre la materias de estado, que tocan al
cuerpo de nación. Comenta además es quizá el
mejor sistema, pero que es difícil de aplicar en la
América, por las dificultades que las distancias supone
para reunir esa gran dieta y comunicar y aplicar sus decisiones.
Al respecto dice "sería…una quimera pretender que toda
la América española formen un solo estado", pues
sería imposible entenderse y conciliar intereses con las
Filipinas o México. La
realidad que tiene frente a si Moreno es la de la existencia de
múltiples entidades soberanas.
Su sistema económico reposaba esencialmente en la
actividad de los comerciantes monopolistas españoles, en
los criollos e ingleses ligados al contrabando y en los ganaderos
que deseaban vender a Europa sus excedentes, para este entonces
el puerto de Buenos Aires se había convertido en la cabeza
del movimiento
comercial del Virreinato. Moreno proyectaba compensar la
debilidad de las fuerzas económicas nacionales con el
fortalecimiento del Estado.
La caída de Moreno por obra de la tendencia
saavedrista, cuya ideología liberal conservadora se adaptara
perfectamente a las necesidades de la burguesía comercial
porteña cierra el capítulo auténticamente
revolucionario de Mayo. Comienza la crisis monetaria, el gobierno
de Buenos Aires, presionado por los ingleses y los comerciantes,
autoriza en 1811 la libre exportación de oro y de plata. De este modo
se sancionaba la preeminencia del capital comercial inglés
sobre Buenos Aires y del poder económico del Puerto sobre
el Interior. Destruida la política nacional de Moreno, que
contemplaba los intereses generales y entronizada en el gobierno
de Buenos Aires la tendencia rivadaviana. La oligarquía
porteña usufructuó el puerto y la Aduana y se
negó a repartir las rentas y el control
político nacional con el resto de las provincias
argentinas. Así nació la idea porteña de que
la ciudad-puerto y la provincia bonaerense eran inseparables y
que el producto de la Aduana pertenecía exclusivamente a
Buenos Aires. Nació el federalismo como
resultado del despojo de la riqueza argentina por una sola
provincia. El monopolio del rey fue suplantado por el monopolio
de la oligarquía porteña.
Por otro lado estaban los comerciantes monopolistas
españoles, encabezados por Alzaga, que veían tanto
en el intercambio libre con los ingleses como en el triunfo del
partido morenista, la extinción de sus privilegios
políticos y comerciales.
Otro grupo estaba
constituido por los comerciantes e importadores (apoyados por los
ganaderos) interesados en el trafico con Inglaterra y con el
comercio exterior
en general. Su representante más notable sería
Rivadavia.
Desde otro punto de vista resultan fascinantes las
discusión que se llevaron a cabo el día 22 de mayo
en el Cabildo Abierto, entre ellas abordare los consejos del
obispo Benito Lue y Riega, quien en un largo discurso
procuró persuadir a los asistentes a mantener el orden y
la paz, y a no producir novedad en la autoridad del
virrey.
Este argumento fue rebatido por Juan José
Castelli, el cual expuso dos ideas fundamentales la caducidad del
gobierno legítimo y la reversión de los derechos de
la soberanía al pueblo de Buenos Aires y sin libre
ejercicio en la instalación de un nuevo
gobierno.
La argumentación de Castelli hacia recaer los
derechos de la soberanía exclusivamente en el pueblo de
Buenos Aires y ello provocó la replica del Fiscal Manuel
Genero
Villota, aceptaba la tesis en lo relativo a la
retroversión de la soberanía, pero alegó que
Buenos Aires no tenía solo ese derecho, y era preciso
oír a los demás pueblos del virreinato antes de
adoptar una determinación, pues de otra manera se
rompería la unidad de la Nación.
Juan José Paso, señalo que si bien era
acertada la observación del fiscal, en el actual estado
de peligro a que por su situación local se ve envuelta
esta Capital, ni es prudente ni conviene el retardo que el
plan que
propone Villota. Agrega además que Buenos Aires
debía establecer un gobierno provisional a nombre de
Fernando VII, el cual invitaría a los demás pueblos
para que enviasen sus representantes a la formación del
gobierno permanente.
Todas estas discusiones y las que se desarrollaron el
propio 25 de Mayo entre los distintos grupos, se debe a que ellos
persiguen intereses o ideales totalmente distintos.
Considero que los hecho de la revolución de Mayo,
tuvo su germen o su base en una problemática
economía como lo era el monopolio, obviamente el
debilitamiento de España ocurrido por la invasión
napoleónica produce toda una crisis institucional que se
traslada a las colonias de América. Los distintos sectores
presentes en la sociedad de 1810, trataron de defender sus
intereses, utilizando distintos discursos para
llevar a cabo dicho fin. Es así que dentro de toda la
revolución a parecieron tendencia con el objeto de
continuar bajo la dominación del imperio español.
Por otro lado un grupo más radical o revolucionario que
perseguía la formación de una junta
provisional.
Los hechos histórico no pueden ser cambiados,
pero si analizados desde distintas perspectivas, esta es la
mía.
JAVIER ALEJANDRO VITALE
GUTIERREZ
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Autor:
Javier Alejandro Vitale Gutierrez