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Función de las proteínas en nuestro cuerpo




Enviado por jvillalva



    1. Función de los
      carbohidratos en nuestro cuerpo
    2. Función de los
      glúcidos en nuestro cuerpo
    3. Las vitaminas
    4. Enfermedades por la carencia de
      vitaminas
    5. Los minerales

    La función
    primordial de la proteína es producir tejido corporal y
    sintetizar enzimas, algunas
    hormonas como
    la insulina, que regulan la
    comunicación entre órganos y células, y
    otras sustancias complejas, que rigen los procesos
    corporales. Las proteínas animales y
    vegetales no se utilizan en la misma forma en que son ingeridas,
    sino que las enzimas digestivas (proteasas) deben descomponerlas
    en aminoácidos que contienen nitrógeno. Las
    proteasas rompen los enlaces de péptidos que ligan los
    aminoácidos ingeridos para que éstos puedan ser
    absorbidos por el intestino hasta la sangre y
    reconvertidos en el tejido concreto que
    se necesita.

    Es fácil disponer de proteínas de origen
    animal o vegetal. De los 20 aminoácidos que componen las
    proteínas, ocho se consideran esenciales es decir: como el
    cuerpo no puede sintetizarlos, deben ser tomados ya listos a
    través de los alimentos. Si
    estos aminoácidos esenciales no están presentes al
    mismo tiempo y en
    proporciones específicas, los otros aminoácidos,
    todos o en parte, no pueden utilizarse para construir las
    proteínas humanas. Por tanto, para mantener la salud y el crecimiento es
    muy importante una dieta que contenga estos aminoácidos
    esenciales. Cuando hay una carencia de alguno de ellos, los
    demás aminoácidos se convierten en compuestos
    productores de energía, y se excreta su nitrógeno.
    Cuando se ingieren proteínas en exceso , lo cual es
    frecuente en países con dietas ricas en carne, la
    proteína extra se descompone en compuestos productores de
    energía. Dado que las proteínas escasean bastante
    más que los hidratos de carbono aunque
    producen también 4 calorías por gramo, la ingestión de
    carne en exceso, cuando no hay demanda de
    reconstrucción de tejidos en el
    cuerpo, resulta una forma ineficaz de procurar energía.
    Los alimentos de origen animal contienen proteínas
    completas porque incluyen todos los aminoácidos
    esenciales. En la mayoría de las dietas se recomienda
    combinar proteínas de origen animal con proteínas
    vegetales. Se estima que 0,8 gramos por kilo de peso es la dosis
    diaria saludable para adultos normales.

    Muchas enfermedades e infecciones
    producen una pérdida continuada de nitrógeno en el
    cuerpo. Este problema debe ser compensado con un mayor consumo de
    proteína dietética. Asimismo, los niños
    también precisan más proteína por kilogramo
    de peso corporal. Una deficiencia de proteínas
    acompañada de falta de energía da origen a una
    forma de malnutrición proteico-energética conocida
    con el nombre de marasmo, que se caracteriza por pérdida
    de grasa corporal y desgaste de músculos.

    FUNCIÓN DE LOS CARBOHIDRATOS
    EN NUESTRO CUERPO

    Los hidratos de carbono o carbohidratos, aportan gran
    cantidad de energía en la mayoría de las dietas
    humanas. Los alimentos ricos en carbohidratos suelen ser los
    más baratos y abundantes en comparación con los
    alimentos de alto contenido en proteínas o grasa. Los
    carbohidratos se queman durante el metabolismo
    para producir energía, liberando dióxido de carbono
    y agua. Los
    seres humanos también obtienen energía, aunque de
    manera más compleja, de las grasas y proteínas de
    la dieta, así como del alcohol.

    Hay dos tipos de carbohidratos: féculas, que se
    encuentran principalmente en los cereales, legumbres y
    tubérculos, y azúcares, que están presentes
    en los vegetales y frutas. Los carbohidratos son utilizados por
    las células en forma de glucosa, principal combustible del
    cuerpo. Tras su absorción desde el intestino delgado, la
    glucosa se procesa en el hígado, que almacena una parte
    como glucógeno, (polisacárido de reserva y
    equivalente al almidón de las células vegetales), y
    el resto pasa a la corriente sanguínea. La glucosa, junto
    con los ácidos
    grasos, forma los triglicéridos, compuestos grasos que se
    descomponen con facilidad en cetonas combustibles. La glucosa y
    los triglicéridos son transportados por la corriente
    sanguínea hasta los músculos y órganos para
    su oxidación, y las cantidades sobrantes se almacenan como
    grasa en el tejido adiposo y otros tejidos para ser recuperadas y
    quemadas en situaciones de bajo consumo de
    carbohidratos.

    Los carbohidratos en los que se encuentran la mayor
    parte de los nutrientes son los llamados hidratos de carbono
    complejos, tales como cereales sin refinar, tubérculos,
    frutas y verduras, que también aportan proteínas,
    vitaminas,
    minerales y
    grasas. Una fuente menos beneficiosa son los alimentos hechos con
    azúcar
    refinado, tales como productos de
    confitería y las bebidas no alcohólicas, que tienen
    un alto contenido en calorías pero muy bajo en nutrientes
    y aportan grandes cantidades de lo que los especialistas en
    nutrición
    llaman calorías vacías.

    FUNCIÓN DE LOS GLÚCIDOS EN NUESTRO
    CUERPO

    Esta sustancia es el principal combustible que los
    músculos y otras partes del organismo consumen para
    obtener energía. Está presente en cada célula y
    casi en cada fluido orgánico, y la regulación de su
    concentración y distribución constituye uno de los procesos
    más importantes de la fisiología humana. Entre otros
    azúcares menos importantes destaca la lactosa, o
    azúcar de la leche, que se
    forma en las glándulas mamarias de todos los animales
    mamíferos y que está presente en su
    leche.

    Los glúcidos como el almidón, la dextrina,
    el glucógeno (el almidón animal), la sacarosa (el
    azúcar de caña), la maltosa (el azúcar de
    malta) y la lactosa, se descomponen en el tracto digestivo en
    azúcares simples de seis carbonos, que pasan con facilidad
    a través de la pared intestinal. La fructosa (el
    azúcar de la fruta) y la glucosa no se alteran durante la
    digestión y se absorben como tales. La celulosa, presente
    en muchos alimentos, es un elemento nutricional importante para
    algunos animales, en especial ganado y termitas, pero, aunque es
    básica en el proceso global
    de la digestión, no tiene valor en la
    nutrición humana.

    La digestión de los glúcidos se realiza
    gracias a la acción de varias enzimas. La amilasa, que se
    encuentra en la saliva y en el intestino, descompone el
    almidón, la dextrina y el glucógeno en maltosa, un
    azúcar de doce carbonos. Otras enzimas del intestino
    delgado descomponen los azúcares de doce carbonos en otros
    de seis. Así, la maltasa hidroliza la maltosa en glucosa;
    la sacarasa o invertasa rompe el azúcar de caña en
    glucosa y fructosa; la lactasa descompone el azúcar de la
    leche en glucosa y galactosa.

    Los azúcares de seis carbonos, producto final
    de la digestión de los glúcidos, atraviesan la
    pared del intestino delgado a través de los capilares
    (vasos sanguíneos diminutos) y alcanzan la vena porta que
    los lleva hasta el hígado. En este órgano son
    transformados y almacenados en forma de glucógeno
    (véase Almidón). El glucógeno está
    siempre disponible y cuando el organismo lo requiere se convierte
    en glucosa y se libera al torrente sanguíneo. Uno de los
    productos finales del metabolismo de la glucosa en los
    músculos es el ácido láctico, que llevado
    por la sangre de nuevo al hígado, se reconvierte en parte
    a glucógeno.

    LAS
    VITAMINAS

    Definición: Son sustancias
    químicas necesarias para el crecimiento normal y evitan
    ciertas enfermedades. Las vitaminas están contenidas en
    los alimentos tanto de origen animal como vegetal, aunque son
    más abundantes en los vegetales frescos (espinacas,
    acelgas, lechugas, zanahorias, remolachas, etc.) y
    frutas.

    Clasificación de las vitaminas: se
    clasifican de acuerdo a su capacidad de disolución en
    grasa (vitaminas liposolubles) o en agua (vitaminas
    hidrosolubles
    ). Las vitaminas liposolubles, A, D, E y
    K, suelen consumirse junto con alimentos que contienen grasa y,
    debido a que se pueden almacenar en la grasa del cuerpo, no es
    necesario tomarlas todos los días. Las vitaminas
    hidrosolubles
    , las ocho del grupo B y la
    vitamina C, no se pueden almacenar y, por tanto, se deben
    consumir con frecuencia, preferiblemente a diario (a
    excepción de algunas vitaminas B, como veremos
    después).

    Tipos de vitaminas y su función en nuestro
    organismo
    : Las vitaminas participan en la
    formación de hormonas, células sanguíneas,
    sustancias químicas del sistema nervioso
    y material genético. Las diversas vitaminas no
    están relacionadas químicamente, y la
    mayoría de ellas tiene una acción
    fisiológica distinta. Por lo general actúan como
    catalizadores, combinándose con las proteínas para
    crear metabólicamente enzimas activas que a su vez
    producen importantes reacciones
    químicas en todo el cuerpo. Sin las vitaminas muchas
    de estas reacciones tardarían más en producirse o
    cesarían por completo.

    La vitamina A es un alcohol primario de color amarillo
    pálido que deriva del caroteno.

    El cuerpo obtiene la vitamina A de dos formas. Una es
    fabricándola a partir del caroteno, un precursor
    vitamínico encontrado en vegetales como zanahoria,
    brécol, calabaza, espinacas, col y batata. La otra es
    absorbiéndola ya lista de organismos que se alimentan de
    vegetales. La vitamina A se encuentra en la leche, la
    mantequilla, el queso, la yema de huevo, el hígado y el
    aceite de hígado de pescado.

    El exceso de vitamina A puede interferir en el
    crecimiento, detener la menstruación, perjudicar los
    glóbulos rojos de la sangre y producir erupciones
    cutáneas, jaquecas, náuseas e ictericia.

    Las Vitaminas B: Conocidas también con el
    nombre de complejo vitamínico B, son sustancias
    frágiles, solubles en agua, varias de las cuales son sobre
    todo importantes para metabolizar los hidratos de carbono o
    glúcidos.

    La tiamina o vitamina B1, es una sustancia
    cristalina e incolora, actúa como catalizador en el
    metabolismo de los hidratos de carbono, permitiendo metabolizar
    el ácido pirúvico y haciendo que los hidratos de
    carbono liberen su energía.

    La riboflavina o vitamina B2, al igual que la
    tiamina, actúa como coenzima, es decir, debe combinarse
    con una porción de otra enzima para ser efectiva en el
    metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y especialmente en
    el metabolismo de las proteínas que participan en el
    transporte de
    oxígeno. También actúa en el
    mantenimiento
    de las membranas mucosas.

    La nicotinamida o vitamina B3, vitamina del
    complejo B cuya estructura
    responde a la amida del ácido nicotínico o niacina,
    funciona como coenzima para liberar la energía de los
    nutrientes. También se conoce

    La piridoxina o vitamina B6 es necesaria para la
    absorción y el metabolismo de aminoácidos.
    También actúa en la utilización de grasas
    del cuerpo y en la formación de glóbulos rojos o
    eritrocitos.

    La cobalamina o vitamina B12, también
    conocida como cianocobalamina, es una de las vitaminas aisladas
    recientemente. Es necesaria en cantidades ínfimas para la
    formación de nucleoproteínas, proteínas y
    glóbulos rojos, y para el funcionamiento del sistema
    nervioso.

    Otras vitaminas del grupo B El ácido
    fólico o folacina es una coenzima necesaria para la
    formación de proteínas estructurales y hemoglobina;
    su insuficiencia en los seres humanos es muy rara.

    La vitamina C : es importante en la
    formación y conservación del colágeno, la
    proteína que sostiene muchas estructuras
    corporales y que representa un papel muy
    importante en la formación de huesos y dientes.
    También favorece la absorción de hierro
    procedente de los alimentos de origen vegetal.

    Vitamina D: Es necesaria para la formación
    normal de los huesos y para la retención de calcio y
    fósforo en el cuerpo. También protege los dientes y
    huesos contra los efectos del bajo consumo de calcio, haciendo un
    uso más efectivo del calcio y el
    fósforo.

    Vitamina E: Se encuentra en aceites vegetales,
    germen de trigo, hígado y verduras de hoja verde.. Esta
    vitamina participa en la formación de glóbulos
    rojos, músculos y otros tejidos y en la prevención
    de la oxidación de la vitamina A y las grasas. Se
    encuentra en aceites vegetales, germen de trigo, hígado y
    verduras de hoja verde.

    Vitamina K: es necesaria principalmente para la
    coagulación de la sangre. Ayuda a la formación de
    la protrombina, enzima necesaria para la producción de fibrina en la
    coagulación. Las fuentes
    más ricas en vitamina K son la alfalfa y el hígado
    de pescado, que se emplean para hacer preparados con
    concentraciones de esta vitamina. Las fuentes dietéticas
    incluyen todas las verduras de hoja verde, la yema de huevo, el
    aceite de soja (soya) y el
    hígado.

    Enfermedades por la
    carencia de Vitaminas
    :

    La vitamina A: Uno de los primeros
    síntomas de insuficiencia es la ceguera nocturna
    (dificultad en adaptarse a la oscuridad). Otros síntomas
    son excesiva sequedad en la piel; falta de
    secreción de la membrana mucosa, lo que produce
    susceptibilidad a la invasión bacteriana, y sequedad en
    los ojos debido al mal funcionamiento del lagrimal, importante
    causa de ceguera en los niños de países poco
    desarrollados

    La tiamina o vitamina B1: La insuficiencia de
    tiamina produce beriberi, que se caracteriza por debilidad
    muscular, inflamación del corazón y
    calambres en las piernas y, en casos graves, incluso ataque al
    corazón y muerte.

    Riboflavina o vitamina B2: La insuficiencia de
    esta vitamina puede complicarse si hay carencia de otras
    vitaminas del grupo B. Sus síntomas, no tan definidos como
    los de la insuficiencia de tiamina, son lesiones en la piel, en
    particular cerca de los labios y la nariz, y sensibilidad a la
    luz.

    Niacina o ácido nicotínico (vitamina
    B3):
    La insuficiencia produce pelagra, cuyo primer
    síntoma es una erupción parecida a una quemadura
    solar allá donde la piel queda expuesta a la luz del sol.
    Otros síntomas son lengua roja e
    hinchada, diarrea, confusión mental, irritabilidad y,
    cuando se ve afectado el sistema nervioso
    central, depresión
    y trastornos mentales.

    La piridoxina o vitamina B6: La insuficiencia de
    piridoxina se caracteriza por alteraciones en la piel, grietas en
    la comisura de los labios, lengua depapilada, convulsiones,
    mareos, náuseas, anemia y cálculos renales
    (véase Litiasis).

    La cobalamina o vitamina B12: La insuficiencia de
    cobalamina se debe con frecuencia a la incapacidad del
    estómago para producir una glicoproteína (factor
    intrínseco) que ayuda a absorber esta vitamina. El
    resultado es una anemia perniciosa, con los característicos síntomas de mala
    producción de glóbulos rojos, síntesis
    defectuosa de la mielina (vaina nerviosa) y pérdida del
    epitelio (cubierta membranosa) del tracto intestinal.

    Vitamina C: El escorbuto es la clásica
    manifestación de insuficiencia grave de ácido
    ascórbico. Sus síntomas se deben a la
    pérdida de la acción cimentadora del
    colágeno, y entre ellos están las hemorragias,
    caída de dientes y cambios celulares en los huesos de los
    niños.

    Vitamina D: Deformación ósea El
    raquitismo puede ser el resultado de un aporte dietético
    insuficiente de vitamina D, o bien de un aporte insuficiente de
    radiación
    solar ultravioleta

    Vitamina K: La carencia de esta vitamina puede
    causar coagulación lenta de la sangre.

    RESUMEN DE LAS VITAMINAS:

    VITAMINA

    ALIMENTOS EN LOS QUE SE
    ENCUENTRA

    FUNCIONES PRINCIPALES

    EFECTOS DE LA
    DEFICIENCIA

    Liposoluble

    A

    Vegetales, productos lácteos, hígado

    Componente de pigmentos
    sensibles a la luz. Afecta a la vista y al mantenimiento
    de la piel

    Ceguera nocturna, ceguera
    permanente, sequedad en la piel

    D

    Productos lácteos,
    huevos, aceite de hígado de pescado, luz
    ultravioleta

    Absorción de calcio,
    formación de los huesos

    Raquitismo

    E

    Margarina, semillas, verduras de
    hoja verde

    Protege contra la
    oxidación de ácidos grasos y membranas
    celulares

    Anemia

    K

    Verduras de hoja
    verde

    Coagulador
    sanguíneo

    Inhibición de la
    coagulación de la sangre

    Hidrosoluble

    B1
    (Tiamina)

    Vísceras, cerdo,
    cereales, legumbres

    Metabolismo de los hidratos de
    carbono. Regulación de las funciones nerviosas y cardiacas

    Beriberi (debilidad muscular,
    mala coordinación e insuficiencia
    cardiaca)

    B2
    (Riboflavina)

    Productos lácteos,
    hígado, huevos, cereales, legumbres

    Metabolismo

    Irritación ocular,
    inflamación y ruptura de células
    epidérmicas

    B3
    (Nicotinamida)

    Hígado, carne magra,
    cereales, legumbres

    Reacciones de
    oxidación-reducción en la respiración celular

    Pelagra (dermatitis, diarrea y
    trastornos mentales)

    B5 (Ácido
    pantoténico)

    Productos lácteos,
    hígado, huevos, cereales, legumbres

    Metabolismo

    Fatiga, pérdida de
    coordinación

    B6
    (Piridoxina)

    Cereales, verduras,
    carnes

    Metabolismo de los
    aminoácidos

    Convulsiones, alteraciones en la
    piel y cálculos renales

    B12
    (Cobalamina)

    Carnes rojas, huevos, productos
    lácteos

    Metabolismo de los ácidos
    nucleicos

    Anemia perniciosa, trastornos
    neurológicos

    Biotina

    Carnes, verduras,
    legumbres

    Síntesis de ácidos
    grasos y metabolismo de aminoácidos

    Depresión, fatiga,
    náuseas

    C (Ácido
    ascórbico)

    Cítricos, verduras de
    hoja verde, tomates

    Formación de
    colágeno en dientes, huesos y tejido conectivo de
    vasos sanguíneos

    Escorbuto (hemorragias y
    caída de dientes)

    Ácido
    fólico

    Alimentos integrales, verduras de hoja verde,
    legumbres

    Metabolismo de los ácidos
    nucleicos

    Anemia, diarrea

    LOS
    MINERALES

    Los minerales inorgánicos son necesarios para la
    reconstrucción estructural de los tejidos corporales
    además de que participan en procesos tales como la
    acción de los sistemas
    enzimáticos, contracción muscular, reacciones
    nerviosas y coagulación de la sangre. Estos nutrientes
    minerales, que deben ser suministrados en la dieta, se dividen en
    dos clases: macroelementos, tales como calcio, fósforo,
    magnesio, sodio, hierro, yodo y potasio; y microelementos, tales
    como cobre,
    cobalto, manganeso, flúor y cinc.

    El calcio es necesario para desarrollar los huesos y
    conservar su rigidez. También participa en la
    formación del citoesqueleto y las membranas celulares,
    así como en la regulación de la excitabilidad
    nerviosa y en la contracción muscular. Un 90% del calcio
    se almacena en los huesos, donde puede ser reabsorbido por la
    sangre y los tejidos. La leche y sus derivados son la principal
    fuente de calcio.

    El fósforo, también presente en muchos
    alimentos y sobre todo en la leche, se combina con el calcio en
    los huesos y los dientes. Desempeña un papel importante en
    el metabolismo de energía en las células, afectando
    a los hidratos de carbono, lípidos y
    proteínas.

    El magnesio, presente en la mayoría de los
    alimentos, es esencial para el metabolismo humano y muy
    importante para mantener el potencial eléctrico de las
    células nerviosas y musculares. La deficiencia de magnesio
    entre los grupos que
    padecen malnutrición, en especial los alcohólicos,
    produce temblores y convulsiones.

    El sodio está presente en pequeñas
    cantidades en la mayoría de los productos naturales y
    abunda en las comidas preparadas y en los alimentos salados.
    Está también presente en el fluido extracelular,
    donde tiene un papel regulador. El exceso de sodio produce edema,
    que consiste en una superacumulación de fluido
    extracelular. En la actualidad existen pruebas de que
    el exceso de sal en la dieta contribuye a elevar la
    tensión arterial.

    El hierro es necesario para la formación de la
    hemoglobina, pigmento de los glóbulos rojos de la sangre
    responsables de transportar el oxígeno. Sin embargo, este
    mineral no es absorbido con facilidad por el sistema
    digestivo. En los hombres se encuentra en cantidades
    suficientes, pero las mujeres en edad menstrual, que necesitan
    casi dos veces más cantidad de hierro debido a la
    pérdida que se produce en la menstruación, suelen
    tener deficiencias y deben tomar hierro fácil de
    asimilar.

    El yodo es imprescindible para la síntesis de las
    hormonas de la glándula tiroides. Su deficiencia produce
    bocio, que es una inflamación de esta glándula en
    la parte inferior del cuello. La ingestión insuficiente de
    yodo durante el embarazo puede
    dar lugar a cretinismo o deficiencia mental en los niños.
    Se calcula que más de 150 millones de personas en el mundo
    padecen enfermedades ocasionadas por la insuficiencia de
    yodo.

    Los microelementos son otras sustancias
    inorgánicas que aparecen en el cuerpo en diminutas
    cantidades, pero que son esenciales para gozar de buena salud. Se
    sabe poco de su funcionamiento, y casi todo lo que se conoce de
    ellos se refiere a la forma en que su ausencia, sobre todo en
    animales, afecta a la salud. Los microelementos aparecen en
    cantidades suficientes en casi todos los alimentos.

    Entre los microelementos más importantes se
    encuentra el cobre, presente en muchas enzimas y en
    proteínas, que contiene cobre, de la sangre, el cerebro y el
    hígado. La insuficiencia de cobre está asociada a
    la imposibilidad de utilizar el hierro para la formación
    de la hemoglobina. El cinc también es importante para la
    formación de enzimas. Se cree que la insuficiencia de cinc
    impide el crecimiento normal y, en casos extremos, produce
    enanismo. Se ha descubierto que el flúor, que se deposita
    sobre todo en los huesos y los dientes, es un elemento necesario
    para el crecimiento en animales. Los fluoruros, una clase de
    compuestos del flúor, son importantes para evitar la
    desmineralización de los huesos. La fluorización
    del agua ha demostrado ser una medida efectiva para evitar el
    deterioro de la dentadura, reduciéndolo hasta casi un 40%.
    Entre los demás microelementos podemos citar el cromo, el
    molibdeno y el selenio

    RESUMEN DE LOS MINERALES:

    MINERAL

    ALIMENTOS EN LOS QUE SE
    ENCUENTRA

    FUNCIONES PRINCIPALES

    EFECTOS DE LA
    DEFICIENCIA

    Calcio

    Leche, queso,
    legumbres, verduras

    Formación de
    huesos y dientes, coagulación sanguínea y
    transmisión nerviosa

    Raquitismo,
    osteoporosis

    Cloro

    Alimentos que
    contienen sal, algunas verduras y frutas

    Regulación
    de fluidos entre células o capas de
    células

    Desequilibrio
    ácido-base en los fluidos corporales (muy
    raro)

    Magnesio

    Cereales, verduras
    de hoja verde

    Activación
    de enzimas, síntesis de proteínas

    Fallos en el
    crecimiento, problemas de comportamiento, convulsiones

    Fósforo

    Leche, queso,
    yogur, pescado, aves de
    corral, carnes, cereales

    Formación de
    huesos y dientes, mantenimiento del equilibrio ácido-base

    Debilidad,
    pérdida de calcio

    Potasio

    Bananas, verduras,
    patatas, leche, carnes

    Mantenimiento del
    equilibrio ácido-base y de fluidos,
    transmisión nerviosa

    Calambres
    musculares, pérdida del apetito, ritmo cardiaco
    irregular

    Azufre

    Pescado, aves de
    corral, carnes

    Mantenimiento del
    equilibrio ácido-base y funcionamiento del
    hígado

    Trastornos poco
    probables aunque el cuerpo reciba menos cantidades de las
    necesarias

    Sodio

    Sal de
    mesa

    Mantenimiento del
    equilibrio ácido-base y del nivel de agua en el
    cuerpo, función nerviosa

    Calambres
    musculares, pérdida del apetito

        

    Traza

       

    Cromo

    Legumbres,
    cereales, vísceras, grasas, aceites vegetales,
    carnes, cereales

    Metabolismo de la
    glucosa

    Aparición de
    diabetes
    en adultos

    Cobre

    Carnes, agua
    potable

    Formación de
    glóbulos rojos

    Anemia, afecta al
    desarrollo de huesos y tejido
    nervioso

    Flúor

    Agua potable,
    té, marisco

    Mantenimiento de la
    estructura ósea, resistencia a la caries dental

    Osteoporosis,
    caries dental

    Yodo

    Pescado de mar,
    marisco, productos lácteos, verduras, sal
    yodada

    Síntesis de
    las hormonas tiroideas

    Inflamación
    del tiroides (bocio)

    Hierro

    Carnes magras,
    huevos, cereales, verduras de hoja verde,
    legumbres

    Formación de
    hemoglobina

    Anemia

    Selenio

    Marisco, carnes,
    cereales

    Previene la
    descomposición de grasas y otras sustancias
    químicas del cuerpo

    Anemia

    Cinc

    Carnes magras, pan
    y cereales, legumbres, marisco

    Componente de
    muchas enzimas

    Fallos en el
    crecimiento, atrofia de las glándulas sexuales,
    retraso en la curación de heridas

     

     

     Juana Villalva

     

     

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