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Reflexiones sobre la importancia de la asimilación de los conceptos en la formación de ingenieros




Enviado por almipaz



    Indice
    1.
    Introducción

    2. Determinación
    Recíproca

    3. Comprensión y
    extensión

    4. Concepto y
    conocimiento

    5. Lógica
    proposicional

    6. Construcción del
    conocimiento

    7. Conclusión
    8. Bibliografía

    1. Introducción

    El concepto, es el
    elemento lógico central en la construcción del conocimiento,
    por lo tanto, es una forma de razonamiento lógico, reflejo
    de las propiedades y nexos internos, esenciales y determinantes
    en la captación intelectual de los objetos. Regulado por
    leyes, entre
    los objetos del mundo material y la interpretación ideal.
    Por tanto, es uno de los componentes
    determinantes del saber básico de toda disciplina
    científica, tecnológica o humanística.
    El concepto es resultado de la captación intelectual de
    las características esenciales de un objeto.
    Ellos no afirman ni niegan,
    sólo designan objetos del mundo ideal o real. Es por medio
    de él que el hombre
    conoce el mundo, lo interpreta y se lo apropia.
    Se denomina pensamiento
    conceptual, a la serie de operaciones
    intelectuales y estrategias que
    el sujeto ejecuta para la
    aprehensión de las características esenciales o
    definitorias de los objetos. Por el contrario, la noción,
    -que es una operación también intelectual pero
    dual- no es precisa y no incluye ni hace referencia a la esencia
    del objeto.
    La conceptualización, es por tanto, un proceso
    lógico por el cual la mente humana elabora conceptos que
    sirven para identificar los objetos o fenómenos de la
    realidad real o ideal. En tal sentido conceptuar es ir más
    allá de la noción, es comprender, captar la
    esencia, lo invariable de las cosas.

    Históricamente el pensamiento conceptual surge en
    el período en que hacen aparición las relaciones
    gentilicias en la sociedad, cuando
    se han desarrollado los diferentes sistemas de vida
    social y la producción. Sobre este desarrollo
    surgen las primeras actividades de análisis y síntesis
    de la conciencia
    humana, formas que son necesarias para que se formen en primera
    instancia las nociones y a continuación los
    conceptos.

    Los primeros conceptos eran difusos e indivisos, se
    confundían con las nociones generales. No cabe la menor
    duda, de que
    en esta primera etapa no había un proceso de
    comprensión en forma consciente, pero sí un proceso
    orientado a solucionar en forma más independiente la
    relación hombre
    naturaleza. Es
    indudable que este fue el inicio de la actividad analítica
    y sintetizadora que facilitó dicha
    relación.

    El desarrollo del lenguaje, del
    pensamiento y el nexo orgánico entre el concepto y la
    proposición facilitan el surgimiento del
    pensamiento científico. Los primeros rudimentos de
    la ciencia se
    dan en Egipto en las
    antiguas sociedades
    esclavistas, quienes crearon el primer calendario del mundo, en
    el que el año tenía trescientos sesenta y cinco
    días y doce meses de treinta días, lo que confirma
    la elaboración de conceptos en referencia al tiempo que
    representa una de las categorías más complejas en
    el pensamiento humano. También alcanzaron notables
    conceptos para el desarrollo de las matemáticas, la geometría
    y el álgebra.
    Al igual que ellos, otras culturas también desarrollaron
    notables conceptos científicos en el mundo
    antiguo.

    El hombre es un individuo capaz de comprender las
    condiciones de su propia existencia y ser consciente de los fines
    que persiguen sus actos, gracias a su capacidad de
    conceptualizar. El concepto como forma, ente lógico,
    reflejo y manifestación de la esencia de la verdad,
    determina también el pensamiento del propio hombre
    relativizando su propia comprensión.

    Los textos son vehículizadores de conceptos, por
    lo tanto, no es posible comprenderlos sin tener claro su
    significación. La época actual es totalmente
    alfabetizada y casi todo el saber humano está expresado en
    libro en los
    que se encuentran cantidades millonarias de conceptos. Se puede
    decir que la fortaleza de una cultura
    depende del grado de conceptualización y que la
    civilización es su mayor manifestación.

    La lógica
    surge cuando se cuantifica un concepto, porque en todo concepto
    siempre vamos a encontrar un número de notas o
    características predicables que lo determinan y que
    impiden que se le confunda con otro y perturben su
    comprensión.

    El concepto científico es la síntesis en
    la cual se expresan los conocimientos adquiridos acerca de un
    proceso o grupo de
    procesos, de
    una de sus propiedades o de alguna relación entre diversos
    procesos. Desde su forma más elemental hasta la más
    compleja, el concepto se establece por medio de la
    reconstrucción racional de los datos conocidos,
    que son entrelazados, ordenados, organizados y constituidos en
    una representación unitaria. Al principio, la
    reconstrucción puede ser poco precisa y estar mal acotada,
    pero ya desde entonces refleja en su integridad al proceso, la
    propiedad o la
    relación de que se trate.

    Después, el concepto se va afirmando y
    determinando, en la medida en que se desarrolla. El concepto
    formulado de esa manera, permite entender mejor los datos
    conocidos y sirve para descubrir nuevos aspectos y otros enlaces
    entre los procesos o entre sus propiedades. Cuando se descubren
    efectivamente otros aspectos, su incorporación al concepto
    lo enriquece, amplía su comprensión y hace posible
    imaginar nuevos matices. Ahora bien, para asegurar la objetividad
    del concepto, es necesario comprobar, en cada estado de su
    desarrollo, la concordancia entre dicho concepto y la realidad
    que representa.

    Los conceptos formulados racionalmente, como resultado
    de la actividad científica, son abstracciones de los
    procesos, de sus propiedades y de sus relaciones. Como ya lo
    hemos dicho anteriormente, la abstracción consiste en
    considerar solamente un aspecto de la existencia,
    aislándolo y destacándolo con respecto a los otros
    aspectos, que no son tomados en cuenta. El fundamento objetivo de la
    abstracción se encuentra en el hecho de que el universo es
    susceptible de descomponerse en partes aisladas, aunque siempre
    de manera relativa y transitoria.

    Sobre esa base objetiva, la formulación del
    concepto se hace justamente por medio de abstracciones sucesivas,
    que permiten destacar las propiedades y vínculos comunes
    de un grupo de procesos semejantes, aunque no idénticos.
    Como resultado de esa actividad de abstracción, las
    propiedades concretas de los procesos singulares se funden en la
    unidad general del concepto.

    Por lo tanto, el concepto es una cristalización
    del conocimiento, en la cual se condensan las propiedades comunes
    de un grupo de procesos, constituyendo su contenido. Dicho
    contenido es objetivo en la medida en que el concepto refleja los
    rasgos y aspectos efectivamente existentes en los procesos. En
    todo caso la condición ineludible para poder
    establecer racionalmente una conexión conceptual entre dos
    o más propiedades, o entre dos o más procesos,
    consiste en la posibilidad de su verificación en la
    experiencia.

    Los conceptos científicos se formulan en el curso
    de la evolución histórica del conocimiento
    y son fundamento en la práctica social de la ciencia. Por
    eso los conceptos científicos no son simples productos de
    la creación o la imaginación humanas, y su validez
    puede ser verificada concretamente en la experiencia por
    cualquier persona. Incluso
    en el dominio de la
    matemática, a pesar de la
    abstracción de sus estructuras
    racionales, sus conceptos son creados por la imaginación,
    pero siempre como representaciones ideales de ciertas relaciones
    objetivas, que luego se van enriqueciendo a través de su
    desenvolvimiento lógico y mediante su comprobación
    experimental en otras disciplinas científicas

    2. Determinación
    Recíproca

    La determinación de un concepto se produce
    siempre en conjugación con la de otros conceptos, de tal
    manera que cada concepto viene a ser determinado por otros
    conceptos y, simultáneamente, sirve como determinante para
    ellos. Además, todo concepto se encuentra sometido a una
    determinación incesante y progresiva, a través de
    la cual se penetra cada vez más en el
    conocimiento de los procesos, de sus propiedades y de sus
    relaciones.

    La determinación de cada concepto se va
    desarrollando, entonces, a través del descubrimiento de
    las relaciones que guarda con otros conceptos. Y, como el juicio
    es la función
    lógica en la cual se expresan las relaciones entre los
    conceptos, resulta que la determinación de cada concepto
    se realiza por medio del establecimiento de una sucesión
    de juicios en que interviene dicho concepto. Por lo tanto, en el
    desenvolvimiento que experimenta el juicio dentro de la investigación científica, se ponen
    de manifiesto las diversas fases que adopta la ampliación
    y la profundización de la determinación del
    concepto.

    El concepto se enriquece como resultado de los juicios
    en que interviene. Pero, al propio tiempo, el concepto se
    desprende del juicio únicamente para conectarse de nuevas
    maneras con otros conceptos, convirtiéndose así en
    elemento integrante de nuevos juicios. Por su parte, el juicio
    condiciona recíprocamente a los términos que lo
    forman, esto es, a los conceptos cuya relación es
    expresada en el juicio. En este sentido, los conceptos
    desempeñan la función de ser los elementos de cada
    uno de los juicios de que forman parte.

    Pero, a la vez, el concepto adquiere la
    determinación que el avance del conocimiento le va
    imponiendo, justamente por intermedio de los juicios en que dicho
    concepto interviene. Por lo tanto, el concepto tiene como
    elementos primarios a los juicios que lo determinan. De esa
    manera, existe una correlación funcional entre el juicio y
    el concepto: el juicio se origina en los conceptos y, a su vez,
    el concepto se forma en una sucesión de juicios. O sea,
    que el concepto se determina en el juicio y éste es
    determinado por el concepto.

    El juicio, por su parte, se establece y se desenvuelve a
    través de la función lógica de la
    inferencia. La inferencia es la operación que permite
    formular un juicio determinado, derivándolo nacionalmente
    de las relaciones ya establecidas en otros juicios. Por
    consiguiente, la inferencia es la función lógica
    que enlaza activamente a los juicios, ampliando y profundizando
    su determinación. La determinación del juicio se
    enriquece, entonces, como resultado de las inferencias en que
    interviene. Y, al propio tiempo, la determinación
    resultante de cada inferencia es también un juicio- Por lo
    tanto, el juicio es el elemento primario de la inferencia y, a la
    vez, la inferencia es el componente elemental del
    juicio.

    Por otra parte, la determinación del concepto
    progresa igualmente a través de las inferencias, por
    intermedio de los juicios que lo forman. Es más, la
    relación expresada en el juicio que resulta como
    conclusión de una inferencia, es simplemente una
    relación diferente entre los mismos conceptos que forman
    parte de los otros juicios que intervienen en dicha
    inferencia.

    De esa manera los conceptos vienen a ser, directamente,
    los elementos componentes de la inferencia; al mismo tiempo que
    cada concepto se desarrolla a través de las inferencias de
    las cuales resultan los juicios integrantes de ese concepto.
    Entonces, tenemos que el concepto es un resultado de los juicios
    y las inferencias en que interviene, mientras que el juicio se
    constituye en las inferencias y está integrado por
    conceptos y, por su parte, la inferencia tiene como elementos
    componentes a los juicios y los conceptos. En consecuencia, entre
    el concepto, el juicio y la inferencia existe una
    vinculación activa de carácter
    recíproco.

    3. Comprensión y
    extensión

    La lógica comienza en el momento que podemos
    cuantificar "lógicamente" un concepto, en esa medición encontramos un número de
    aspectos inteligibles o notas características reunidas que
    forman el concepto. La "suma" de estas notas o aspectos
    inteligibles se denomina la comprehensión del concepto. Se
    denomina comprehensión al conjunto de notas inteligibles
    que integran un concepto. Por ejemplo el concepto ingeniería
    industrial incluye notas relativas a máquinas,
    materias primas, información, informática, energía y conceptos de
    las matemáticas, física, química, ciencias
    sociales y técnicas
    de procesos, todos tendientes a resolver y solucionar problemas de
    orden teórico o prácticos.

    Los conceptos científicos poseen siempre un
    contenido concreto. Ese
    contenido expresado en el concepto es una forma de la existencia
    objetiva entre formas de existencia. El aspecto cualitativo de
    ese contenido recibe el nombre de intensión del concepto.
    Y el aspecto cuantitativo de ese mismo contenido constituye la
    extensión del concepto. La intensión significa el
    grupo de cualidades de los procesos que el concepto contiene en
    su determinación. La extensión, en cambio, indica
    la cantidad de procesos en los cuales se refiere la
    determinación del concepto. Entre todos los conceptos que
    se pueden formular, el concepto del universo es el
    más general, porque comprende a la totalidad de los
    procesos objetivos y
    refleja su existencia en todas sus formas y modalidades. En
    consecuencia el concepto del universo es más rico en
    contenido cualitativo o intensión y,
    simultáneamente, es el que tiene el máximo de
    contenido cualitativo o extensión.

    Los procesos que constituyen el universo se manifiestan
    como procesos individuales en cierto nivel de la existencia.
    Pero, al propio tiempo, cada proceso está formado por una
    conjugación de otros procesos más simples, que
    manifiestan su individualidad cuando se penetra hasta un nivel
    más profundo de la existencia. Además, cada proceso
    es parte integrante de un conjunto de procesos vinculados e
    interpretados de tal manera que forman un todo unitario y, por
    consiguiente, dicho conjunto constituye otro proceso individual,
    sólo que en un nivel diferente.

    Así, por ejemplo, un átomo es
    un proceso individual que, a la vez, está constituido por
    dos o más partículas elementales; y cada una de
    estas partículas es también un proceso individual
    en su nivel propio. Por otra parte, ese mismo átomo,
    conjugado con otros átomos, puede constituir una
    molécula que, a su vez, es otro proceso individual en su
    nivel de existencia. Por lo tanto, cada proceso contiene como
    elementos a otros procesos y, al mismo tiempo, es uno de los
    elementos de otro proceso más complejo.

    En esas condiciones, cada concepto es
    simultáneamente genérico y específico: es
    genérico en tanto que representa un conjunto de procesos
    individuales; y es específico porque es también uno
    de los elementos integrantes de otro proceso individual
    más complicado. En consecuencia lo genérico se
    encuentra vinculado ineludiblemente con lo específico, en
    el mismo concepto. De esa manera en el aspecto genérico
    del concepto queda incluida toda la riqueza concreta de lo
    específico. Y, por eso mismo, el incremento de la
    generalidad de un concepto no excluye nada de lo concreto de su
    particularidad.

    El desarrollo de cada concepto pone claramente de
    manifiesto la relación directa que existe entre su
    intensión y su extensión. El incremento de la
    intensión de un concepto coincide, en unos casos, con un
    aumento de su extensión; en tanto que, en otros casos,
    dicho incremento en la intensión no afecta a su
    extensión.

    Análogamente, el incremento en la
    extensión del concepto puede producir un crecimiento de su
    intensión, o bien, hacer que su intensión se
    mantenga en el mismo nivel que ya tenía. Por lo tanto, la
    intensión y la extensión del concepto se encuentran
    en una relación tal que, lejos de ser proporcionalmente
    inversa tiene la particularidad de que no admite ningún
    decrecimiento en su magnitud. Por lo tanto, la extensión
    que adquiere un concepto puede aumentar después, o se
    puede conservar, pero ya no puede disminuir. Y lo mismo sucede
    con respecto a su intensión.

    La relación existente entre la extensión
    de dos conceptos diferentes se puede hacer ver de la manera
    siguiente. Si representamos simbólicamente a un concepto
    por la letra X y al otro por la letra Y, tendremos que entre
    ambos son posibles las cuatro relaciones que siguen:
    1) el concepto X se encuentra contenido íntegramente en el
    concepto Y;
    2) el concepto Y está comprendido por entero en el
    concepto X;
    3) el concepto X y el concepto Y coinciden parcialmente; y
    4) no se conoce nada en común entre los conceptos X e
    Y.

    En el primer caso, el concepto X se encuentra
    subordinado al concepto Y, o sea, que X es una especie de
    género
    Y. A la vez, el concepto Y tiene una extensión mayor que
    la de X. También se puede decir que el concepto X resulta
    de la particularización de Y, en tanto que el que el
    concepto Y es el producto de la
    generalización de X y de los otros conceptos
    específicos que incluye.

    En el segundo caso, las relaciones entre los conceptos X
    e Y son justamente las inversas, de tal modo que el concepto Y es
    la especie subordinada y el concepto X es el género
    subordinante. Como ejemplo de estas relaciones tenemos las que
    existen entre la clase de los rotíferos y el phylum de los
    troquelmintos. Así tenemos que el concepto de
    rotífero se encuentre subordinado como especie al concepto
    genérico de troquelminto y, por ende, constituye una de
    sus particularizaciones. Mientras que el concepto de troquelminto
    es el género subordinante del concepto de rotífero,
    tiene una extensión mayor y es el resultado de la
    generalización de los rotíferos y de los
    gasterótricos, que es la clase comprendida en el mismo
    phylum.

    En el tercer caso, los conceptos X e Y están
    coordinados, constituyendo especies de un género
    común. Por consiguiente, la extensión de los
    conceptos X e Y es parcialmente equivalente. Así, por
    ejemplo, los conceptos de ave y de reptil tienen una
    extensión parcialmente equivalente y se encuentran
    coordinados por el hecho de que ambos son especies de un mismo
    concepto genérico, que es el del subphylum de los
    vertebrados al que pertenecen.

    En el cuarto y último caso, los conceptos X e Y
    no muestran implícitamente ninguna relación. Por lo
    tanto, su extensión no se puede comparar, porque se
    desconocen las referencias pertinentes. Así
    sucedía, por ejemplo, entre el concepto masa y el concepto
    de energía, que se encuentra expresada en la famosa
    ecuación: E = mc.

    4. Concepto y
    conocimiento

    Los ejercicios que hasta ahora hemos realizado
    estuvieron referidos a la preparación cognitiva para
    acceder a uno de los instrumentos más valiosos que haya
    inventado el ser humano para trabajar el discurso: los
    conceptos. Las proposiciones cono dijimos antes, son los
    instrumentos que sirven para vehiculizar los conceptos y
    éstos a su vez vehiculizan, también, el
    pensamiento.

    Los conceptos no son simples palabras; los hay que se
    identifican con palabras, pero como instrumentos de conocimientos
    van mucho más lejos. Recordemos que el objetivo radica en
    comprender cómo funciona la información y
    cómo el conocimiento y ambos utilizan conceptos pero
    aquí estamos buscando no sólo la diferencia sino
    apropiarnos de su manejo y adquirir habilidades para ir tanto a
    la decodificación como a la codificación.
    Interpretar discursos y
    elaborarlos.

    5. Lógica
    proposicional

    La lógica en su sentido estricto, ha existido
    desde que apareció el hombre; porque este siempre ha
    razonado. Pero como ciencia data del siglo V a de C, con la
    escuela de Elea,
    siendo Parménides quién formuló el principio
    de identidad y
    Zenón el formulador de las leyes del razonamiento.
    Más adelante, Sócrates
    precisa el concepto de inducción, y Platón
    profundiza en la deducción y el
    análisis.

    Pero sin duda, el padre de la lógica como ciencia
    es Aristóteles, quien escribió seis
    tratados sobre
    lógica, conocidos con el nombre de Organón (que
    significa instrumento del saber). La lucidez y
    sistemartización de esta obra es tan genial que hoy sigue
    siendo marco de referencia para toda discusión
    lógica.

    Fue la Escolástica medieval la que
    perfeccionó la lógica del maestro
    Aristóteles y es a partir del siglo XVII cuando se notan
    nuevos planteamientos producto de los nuevos tiempos, Francisco
    Bacón en su Novum Organon cuestiona la primacía del
    método
    deductivo en Aristóteles y reivindica la inducción,
    a partir de la experiencia como método básico de la
    ciencia, su teoría
    fue ampliada por Galileo, John Stuart Mill en el siglo
    XIX.

    Hegel, reivindica el método dialéctico, en
    su lógica se fundamenta en los trabajos de
    Heráclito. Este método también va a ser
    empleado por Marx quien
    construye uno de los modelos de
    pensamiento de mayor influencia en la primera mitad del siglo XX.
    Este siglo conoció el más grande de los
    lógicos Bertrand Russell, creador de la lógica
    matemática.

    Lógica es la ciencia de los pensamientos en
    cuanto tal, es una disciplina formal que sólo estudia
    conceptos y los actos de la razón. Es por tanto, una
    ciencia teórica fundamentada en los principios de:
    identidad, contradicción, tercero excluido, razón
    suficiente. Los lógicos dividen la lógica en dos
    grandes ramas: la lógica proposicional y la de
    términos.

    La palabra lógica viene del griego logos que
    significa razón de ser, núcleo fundamental que se
    proyecta o se despliega. También es una ciencia que puede
    responder a las preguntas de: ¿cuáles son las
    reglas que debe seguir el pensamiento para encontrar la verdad? o
    ¿cómo pensar correctamente? o ¿Cuál
    es la naturaleza del pensamiento?. En la lógica no se
    piensa en fórmulas físicas, ni ecuaciones
    matemáticas, ni en acontecimientos de la vida política, sino en el
    pensamiento como tal. Por eso, para conocer su naturaleza,
    estructura y
    sus operaciones, es preciso el estudio de las tres operaciones
    del pensamiento (el concepto, el juicio y el
    razonamiento).

    La Lógica proposicional es útil
    porque:
    X
    P1. Perfecciona el pensar natural al intentar suplir sus
    deficiencias.
    X P2. Da mayor orden y claridad a los
    pensamientos.
    X P3. Ayuda a descubrir errores producidos por
    el mal uso de las reglas del pensamiento.
    X P4. Te permite pensar en
    forma rigurosa.
    X P5. La Lógica es una facultad o
    capacidad de pensar coherente y consistentemente.

    El concepto es una aplicación de una
    lógica, porque la idea es una representación del
    objeto y como tal responde a unos criterios de verdad. Por eso,
    el pensamiento no sólo elabora conceptos sino que
    también los analiza y los clasifica, estableciendo la
    siguiente división:

    1. X
      Simple: cuando significa una sola nota. Ejemplo:
      hombre.

      X
      Compuesto: cuando significa varias notas. Ejemplo:
      motocicleta.

      X
      Múltiple: cuando significa múltiples
      notas. Ejemplo: Universidad Santiago de Cali.

    2. Por su comprensión:

      X
      Singular: cuando el concepto designa a una sola persona
      o cosa. Ejemplo: Pedro, lápiz, gato.

      X
      Particular: cuando designa algunas personas, cosas o
      animales.
      Ejemplo: Algunos hombres son adultos.

      X
      Universal: cuando el concepto abarca a todos los seres
      de la misma clase. Ejemplo: todas las aves son
      vertebradas.

    3. Por su extensión el concepto es:

      X
      Intuitivo: cuando el concepto proviene de los sentidos.
      Ejemplo: risa.

      X
      Imaginativo: tiene su origen en la imaginación.
      Ejemplo: "Superman".

      X
      Discursivo: cuando tiene su origen en el razonamiento.
      Ejemplo: Democracia.

      El pensamiento es considerado como una actividad
      intelectual que realiza el hombre a través de la cual
      entiende y comprende, por eso, los resultados del pensar son:
      conceptos, juicios y raciocinios. El texto es
      una estructura de pensamiento destinado a la
      divulgación del conocimiento y como tal es una
      estructura lógica.

      Juicio es el acto del pensamiento que consiste en
      relacionar dos o más conceptos afirmando la
      conveniencia o negando. Todo juicio consta de sujeto, verbo
      (cópula) y predicado. Se dividen por la cualidad,
      cantidad, la materia y
      por la forma.

      El razonamiento es el tercer acto de la mente y
      consiste en relacionar juicios conocidos, evidentes o
      comprobados, para descubrir otro juicio desconocido, o para
      comprobar hipótesis no comprobadas.

      El pensar es un proceso que no se constituye como un
      simple acto mecánico, sino que se establece a partir
      de una asociación de ideas, en donde la inteligencia determina la relación,
      coherencia, cohesión de los contenidos y las formas
      del pensamiento.

      Los principios de la lógica son los
      fundamentos que orientan ciertas reglas para determinar la
      coherencia y sistematicidad del texto y del pensamiento.
      Entre ellos tenemos:

      El principio de identidad expresa la igualdad
      de la idea consigo misma. Una cosa, un objeto, un animal o
      una persona siempre es igual a sí misma. Este
      principio se representa mediante la fórmula X es X.
      Ejemplo: un perro es un perro. Este principio es importante
      en la medida que el predicado expresa notas complementarias
      del sujeto.

      El principio de contradicción afirma la
      imposibilidad de concebir dos juicios contradictorios y
      verdaderos con relación a un mismo objeto. Si se
      tienen los juicios S es P y S no es P, es imposible que ambos
      juicios sean verdaderos a la vez en el mismo tiempo y
      circunstancia. Si el uno es verdadero el otro ha de ser
      necesariamente falso.

      El principio de tercero excluido, dado dos juicios
      contradictorios entre sí: (A es B); (A no es B) hemos
      de reconocer que uno de los dos es falso y el otro verdadero
      y no existe un tercer modo de ser (se excluye una tercera
      posibilidad).

      El principio de razón suficiente, plantea la
      necesidad de razonar en forma ordenada y lógica, y
      sólo es verdadero
      aquello que se puede probar suficientemente en referencia a
      otras razones y demostraciones. Ejemplo: "el todo es mayor
      que las partes". Esta proposición es verdadera porque
      se cumple ya sea por experiencia o por la pura
      intuición.

      El texto, entonces, es una construcción
      intelectual que contribuye al conocimiento, porque se
      fundamenta en conceptos, juicios y raciocinios. De ahí
      que:
      X
      P1. El primer acto de la mente es la elaboración
      de conceptos.
      X P2. El segundo acto de la mente es la
      elaboración de juicios.
      X P3. El tercer acto
      de la mente es la elaboración de
      razonamientos.
      X P4. Los tipos de razonamientos son:
      deductivos, inductivos y analíticos.

      Los textos son elaborados con pensamientos; por lo
      tanto, ellos están estructurados por razonamientos,
      juicios y conceptos que contribuyen a su
      interpretación y comprensión. La primera parte
      de la articulación de las proposiciones en un texto
      cualquiera, es descubrir la conclusión mayor. La
      segunda estudia la estructura interna de las proposiciones,
      que se dividen en términos, y la tercera presenta las
      conclusiones.

      Las proposiciones son oraciones calificables de:
      lógicas, verdaderas o de falsas. En tal sentido, toda
      proposición es oración gramatical; pero no toda
      oración es proposición. Ellas pertenecen al
      lenguaje funcional y argumentativo. Por ser unidades de
      pensamiento permiten afirmar o negar. Su estructura se
      compone de: sujeto, verbo, predicado y un cuantificador.
      Relacionan dos conceptos clasales: el proponente y el
      referente. Un texto se compone esencialmente de proposiciones
      que suministran información sobre la aplicación
      de los conceptos.

      El pensamiento humano es una condición
      propositiva, esto quiere decir que no conocemos de manera
      inmediata, de simple golpe de vista, sino mediante procesos
      que son complejos que van de lo conocido a lo desconocido. La
      proposición, o sea la conexión de un predicado
      con un sujeto, de un concepto con otro, es la estructura
      lógica por ser cuantificada y manifestación de
      un juicio.

      Las proposiciones normales se componen de: sujeto,
      verbo, predicado y. Además, toda proposición
      está cuantificada. Los cuantificadores son
      también términos importantes para sacar
      conclusiones. Por tal razón, de la cantidad o
      extensión de las proposiciones pueden ser: universales
      o no universales, también particulares o singulares.
      En síntesis, las proposiciones son pensamientos
      complejos contenidos en estructuras o textos construidos como
      operaciones de intelectuales para la comprehensión y
      asimilación de la realidad.

      La lectura y
      escritura
      proposicional tienen importancia primordial dentro de la
      actividad académica y científica, porque
      constituyen el medio de expresión y de comunicación de los conocimientos
      adquiridos, al mismo tiempo que se defienden o se demuestran
      las tesis que
      han sido sometidas a la discusión.

      La redacción de un texto proposicional
      debe ser la parte final y en cierto modo culminatoria de un
      trabajo de investigación en las
      ingenierías. Por lo tanto, el ensayo
      se convierte en instrumento a través del cual se
      consigue la adhesión a las hipótesis. A
      demás es también un medio para expresar
      conocimientos que deben ser sometidos a prueba o
      crítica racional.

      Ahora bien, el propósito fundamental de la
      escritura proposicional es la
      comunicación, desafortunadamente muchas veces no
      se cumple tal objetivo por falta de una
      conceptualización adecuada. A este respecto, una
      preparación en lógica y epistemología permitiría que los
      docentes universitarios asumieran una actitud
      más crítica en relación con sus propios
      escritos y mejorar la manera como escriben los
      estudiantes.

      El cultivo del pensamiento crítico es
      indispensable en todo proceso de investigación e
      imprescindible a la hora de
      presentar los resultados. En todos los casos una buena
      escritura proposicional se aprende leyendo esencialmente a
      los grandes clásicos, por ser estos verdaderos
      tratados de lógica humanista.

      El valor de
      un ensayo
      depende tanto de las proposiciones que argumentan y aportan a
      la sustentación de la tesis – o sea, de su
      contenido- como de la presentación que se le da, es
      decir, su forma. En realidad existe una estrecha
      relación entre la forma y el contenido, tanto que no
      es aconsejable exponer o someter a la crítica un
      trabajo que no haya sido rigurosamente corregido y que
      conjugue de manera armónica un contenido valioso con
      una forma correcta y una presentación
      convincente.

      La escritura proposicional debe acentuarse en
      conceptos inteligibles y proposiciones sencillas, de tal
      manera que toda la argumentación sea clara y precisa,
      se deben eliminar las palabras y frases superficiales, las
      reiteraciones innecesarias, los lugares comunes, las
      exageraciones, y sobre todo las expresiones incompletas. En
      todos los casos el ensayo
      debe ser breve, claro y conciso.

      La demostración es el fundamento del ensayo y
      se logra por medio de la argumentación lógica o
      por medio de la inferencia, de esta manera se consigue
      explicar unos conocimientos por medio de otros, de tal manera
      que las tesis son comprobadas racionalmente con fundamento en
      afirmaciones o negaciones, falseadas o
      verificadas.

      6.
      Construcción del conocimiento

      Desde Kant, se
      ha aceptado el postulado que conocimiento es igual a ciencia,
      en tal sentido los procesos pedagógicos deben
      centrarse en desarrollar, potencializar las operaciones
      intelectuales y valorar los conceptos, los juicios y los
      razonamientos. Puesto que el concepto y la
      proposición, por su carácter abstracto y
      universalizante, permiten el
      aprendizaje del mundo de la realidad.

      El concepto precede al juicio, aunque todo concepto
      implica varias proposiciones. Hay rastro de un juicio hasta
      en la simple percepción, es un juicio
      implícito debido a la presencia real del objeto. Por
      lo tanto, si percibimos un objeto, una persona, afirmamos
      implícitamente la existencia de lo que hemos percibido
      y, tenemos un verdadero juicio cuando se pasa de la
      percepción, por medio de la reflexión, al
      juicio explícito.

      Juzgar consiste en captar en un acto de conciencia
      dos percepciones, dos representaciones o relacionar dos
      conceptos. Ello significa unir dos términos con una
      afirmación o separarlos con una negación. Para
      emitir un juicio, no es suficiente que dos términos se
      asocien en nuestra conciencia por contigüedad, por
      semejanza o por contraste, sino que se necesita que los dos
      términos se reconozcan explícitamente y que se
      establezca entre ellos una relación.

      El razonamiento, es pues, una serie de relaciones de
      juicios en un todo y que terminan en otro juicio. De tal
      manera, que, de hechos o datos particulares pasamos por un
      procedimiento
      inductivo a los principios generales; o por el contrario,
      procedemos en forma deductiva, de las leyes y los principios
      generales, pasamos a los datos o las consecuencias
      particulares.

      La ciencia constituye un importante elemento de la
      cultura espiritual y la forma superior de los conocimientos
      humanos; es un sistema
      que se obtiene mediante métodos cognoscitivos, se expresa por
      medio de conceptos, juicios y tesis cuya veracidad se debe
      demostrar por medios
      teóricos o empíricos. Ella permite comprender
      los fenómenos, leyes del mundo y de la actividad
      social, permite prever y transformar la realidad para el
      beneficio del hombre y de la sociedad.

      Todo acto pedagógico debe estar centrado en
      la tarea de reflexionar en función de la ciencia. Por
      lo tanto, se debe fundamentar en la investigación, en
      la reciprocidad de los saberes, en la autonomía frente
      a cualquier ideología; su propósito debe ser
      la búsqueda de la verdad dentro de la racionalidad, y
      de la critica sin dogmatismo, y sin caer en los extremos de
      reducir la verdad a certezas incuestionables.

      Enmanuel Kant, en su análisis,
      "Crítica de la razón pura", plantea que el
      conocimiento nos llega través de los canales
      deformados de los sentidos; por el contrario, la razón
      pura, es un saber que no nos llega por los sentidos sino
      independiente de toda experiencia de ellos. Si pasamos del
      extenso campo de la sensación y de la
      percepción al pequeño recinto del pensamiento,
      se va produciendo un paso del conocimiento "perceptual" de
      los objetos al conocimiento "conceptual" de las relaciones,
      las sucesiones
      y las leyes. En estos instrumentos de la mente se refinan la
      experiencia hasta convertirla en ciencia.

      La sensación es estímulo
      desorganizado; la percepción es sensación
      organizada; la conceptualización es percepción
      organizada; la ciencia es un conocimiento organizado, y la
      sabiduría es la misma vida organizada. Somos nosotros,
      con nuestra mente, la que produce la luz sobre el
      extenso mar de las sensaciones.

      Para Kant, Locke estaba equivocado, porque para
      él "No hay nada que este en el entendimiento que antes
      no haya pasado por las sentidos" y afirma que Leibniz
      tenía razón al añadir: "Nada excepto el
      entendimiento mismo". Las percepciones sin concepciones
      – afirma Kant- son ciegas, no se entretejen en forma
      automática, es a la mente la que le corresponde hacer
      el esfuerzo de ordenar. El orden que vemos en el mundo es
      producto de la acción del hombre, de ahí que
      Kant estaba seguro de que
      no hay nada que se pueda conocer en forma segura.

      El conocimiento se queda en la experiencia, en el
      objeto transformado en idea. Pero no podemos saber en
      sí. De ahí deduce, que cualquier intento, ya
      sea desde la ciencia, ya desde la religión; por descifrar la
      última realidad se queda en el campo de lo
      hipotético, porque el entendimiento nunca puede ir
      más allá de los límites de lo sensible.

      El pensamiento de Kant está ligado a lo
      moderno como una premisa universalistas, hace parte de los
      grandes proyectos
      antropocéntricos y a las cosmovisiones que desatienden
      lo concreto y particular. El pensamiento moderno nos presenta
      la historia
      como una entidad unitaria que implica la existencia de un
      centro organizador y que para el mundo occidental es Europa:
      centro desde donde se construye y se reconstruye la sociedad
      y la cultura que como un espiral avanza en forma positiva y
      permite imaginar el desarrollo y el progreso.

      Lo moderno es progreso inevitable, es confianza
      ilimitada en la racionalidad, es decir, confianza exagerada
      en conocer sin fronteras y transformar la vida. Hay un
      exagerado énfasis en la razón, de esta
      situación, surgen mundos inteligibles donde la
      razón es la ordenadora y la que potencializa las cosas
      hacia un fin.

      Termina el siglo XX, y la pretensión de
      construir un mundo ordenado por la razón fue un
      fiasco, igual una historia universalizante que responda a la
      lógica del progreso para todos fue una necedad. Hoy
      sólo es posible hablar de mundos posibles y la ciencia
      ya no es la panacea, la solución para todos los
      problemas humanos. Hoy vemos que sus resultados a pesar de
      ser asombrosamente vertiginosos en los últimos
      cincuenta años, son visiblemente limitados frente a
      todos los problemas del hombre.

      Asistimos a la irrupción de racionalidades,
      producto de las múltiples miradas; por lo tanto, la
      historia ya no es única, tampoco hay una realidad
      única, lo que prima es la heterogeneidad y se entiende
      que los conocimientos están mediados por los saberes
      de los otros. El fin del siglo XX se vio convulsionado por
      una nueva revolución, rebelión en contra
      de los padres del mundo moderno – Descartes,
      Locke, Kant y Marx- las nuevas propuestas no giran en
      torno a
      grandes proyectos universalizantes, sino en pequeños
      procesos y realidades concretas, se habla en la historia, no
      de un rumbo, sino de muchos rumbos posibles.

      Las ideas de Karl Popper, sin duda constituyen el
      desarrollo más importante de la rebelión contra
      los padres del mundo moderno, sus ideas son consideradas un
      logro dentro de la tradición filosófica
      iniciada por el mismo Kant, su filosofía rompe con la
      perspectiva Hegeliana y su preocupación central es la
      defensa de las ideas liberales y la validez del
      conocimiento.

      Tanto a Kant, como a Popper, les preocupa el tema de
      la razón, el buen uso de ella y su
      recomendación es que si queremos conformar una
      sociedad razonable es necesario que aprendamos a distinguir
      con claridad lo que es un conocimiento
      científico, de las simples creencias y
      convicciones personales, políticas o religiosas no
      fundamentadas. A esta tarea se le ha llamado "Problema de la
      demarcación", y a ella dirigió Popper toda su
      atención. La demarcación implica
      entender muy bien lo que es un conocimiento
      científico, porque no se trata de cómo
      creyó el positivismo moderno un conocimiento verdadero,
      e inconmovible. Siguiendo la tradición kantiana el
      hombre no está en la posibilidad de acceder a dicho
      conocimiento.

      La ciencia está conformada de
      hipótesis que merecen nuestra confianza –
      señala Popper- por ser efectivas para predecir lo que
      va acontecer, en ellas debemos apoyarnos para orientar
      nuestra acción. Pero ello no les otorga el
      carácter de conocimiento (incuestionable) verdadero.
      Incluso para que sean reconocidas como realmente
      científicas es indispensable que puedan ser sometidas
      a la prueba de la experiencia y constatar si son o no
      confiables.

      Si una teoría no puede ser sometida a prueba
      por la experiencia; si no puede ser falseada usando un
      término popperiano, no debe ser considerada como
      científica, y por lo tanto no debe merecer nuestra
      confianza. En eso consiste lo fundamental del "Falsacionismo"
      de Popper.

      Tomemos un ejemplo: la democracia es un camino
      bastante largo y propiamente indefinido en el cual hay un
      mínimo de condiciones -señala Estanislao
      Zuleta- como derecho a elegir, a ser elegido, a disentir, a
      diferir, a pensar diferente. Democracia es la búsqueda
      de una nueva comunidad que
      piense, que reclame y que produzca. Zuleta citando a Kant
      plantea una democracia racional, consistente esencialmente en
      tres principios: 1. Pensar por sí mismo, 2. Pensar en
      el lugar del otro y 3. Ser consecuente. Por lo tanto la
      democracia es racional.
      De acuerdo con lo anterior se desprende que Popper sigue la
      tradición de Kant, reconoce que el capitalismo y la democracia no son dos
      doctrinas idénticas, pero si tienen importantes
      vínculos, en ambos se enfatiza en lo individual frente
      a lo colectivo, lo heterogéneo sobre lo
      homogéneo y esto implica reconocer la divergencia en
      las opiniones. Esto fue lo que llevó a Popper a
      rechazar los totalitarismos colectivizantes y masificantes
      por ser sistemas fundamentalistas.

      Resumiendo, su sistema es esencialmente
      crítico, no busca verdades sino "contrastar", porque
      una teoría es científica cuando resiste la
      refutación de sus postulados. Por lo tanto, el
      problema del conocimiento está en cómo
      descubrir y encontrar razones fuera de nuestra experiencia
      sensible y de nuestros sentimientos que sirvan de fundamento
      para comprender y proponer soluciones
      científicas a los problemas humanos. Pero como no es
      posible la pretendida objetividad cientista y la objetividad
      de la ciencia no depende de la objetividad del
      científico, porque no es posible superar las pasiones
      y los sentimientos, no es posible superar la subjetividad del
      investigador, la pureza de la ciencia seguirá siendo
      un ideal inalcanzable.

      7.
      Conclusión

      A propósito de los aprendizajes, la
      universidad está llamada a propiciar el desarrollo del
      pensamiento conceptual y las potencialidades humanas del
      alumno, para lo cual se hace absolutamente pertinente el
      dominio de las reglas que determinan la estructura interna de
      los conceptos. Aprender a vivir, aprender a hacer, aprender a
      conocer y aprender a comprender, sólo es posible con
      la asimilación de los conceptos.

      8.
      Bibliografía

    4. Por su origen el concepto es:
    5. De Gortari, E. Iniciación a la lógica.
      Editorial Grijalbo, 1970
    6. Gorski, D.P. y Travans. Lógica. Editorial
      Grijalbo, 1958.
    7. Grech, Pablo. Introducción a la ingeniería. Printice Hall,
      2001
    8. Kursanov, G.A. El materialismo
      dialéctico y el concepto. Editorial Grijalbo,
      1966
    9. Mina, P. Álvaro. Aprende a pensar el texto.
      FAID, 2001.
    10. Serrano, J.A. Pensamiento y concepto. Editorial
      Trillas,1988
    11. Serrano, Jorge. Pensamiento y concepto. Editorial
      Trillas, 1995

    Abstrac
    El concepto científico es el elemento lógico
    central en la formación de personas de ciencia, su
    asimilación determina la solidez y estructura intelectual
    del investigador. Por eso, los ingenieros deben desarrollar
    conocimientos del mundo de las matemáticas, de las
    ciencias
    naturales y de las sociales. El éxito
    de un ingeniero depende del grado de comprehensión de los
    conceptos propios del área de su formación, de la
    experiencia vivida y de la habilidad adquirida a lo largo de su
    formación profesional.

     

     

     

     

    Autor:

    Álvaro Mina Paz*

    Docente de humanidades
    Programa
    Ingeniería Industrial USC

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