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Personal de enfermería en la atención del paciente intoxicado con organofosforados




Enviado por yancomas



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    Indice
    1.
    Introducción

    2. Problema
    3. Marco
    Teórico

    4. Teorías de
    Enfermería

    5. Marco
    Metodológico

    6. Presentación y
    Análisis de los Datos

    7. Conclusiones y
    Recomendaciones

    8.
    Referencias

    1.
    Introducción

    Un tóxico o veneno es cualquier sustancia, que al
    ser ingerida, inhalada, absorbida por la piel o al
    generarse dentro del cuerpo en cantidades relativamente
    pequeñas producen lesión al organismo, por su
    acción química, estas
    lesiones están enmarcadas dentro del deterioro de sistemas vitales
    tales como: respiratorios, cardíacos, digestivos,
    nerviosos, entre otros

    Dicho de otro modo, las intoxicaciones, ya sea en forma
    accidental o por autólisis constituyen hoy en día
    un problema de salud, que cada día
    se agrava más. Ahora bien, los pacientes intoxicados, y,
    específicamente con organofosforados, se convierten en
    pacientes críticos, que deben de ser atendidos con la
    mayor rapidez, y más importante aún, deben ser
    manejados tomando en cuenta bases científicas que
    conlleven a restablecer fisiológicamente al organismo
    dañado.

    Siguiendo con lo antes expuesto, se puede decir que como
    un hecho cada vez más frecuente, estos pacientes son
    atendidos en unidades clínicas de emergencias, las cuales
    estan integradas por personal multidisciplinario que deben poseer
    un nivel de conocimiento
    que permitan aplicar medidas en los casos críticos como lo
    son las intoxicaciones con organofosforados.

    Ahora bien, uno de los problemas
    planteados, a nivel de la Unidad Clínica de Emergencia de
    Adultos del Hospital Central de Maracay (HCM), es el aumento
    significativo de los pacientes que ingresan con
    intoxicación con organofosforados, siendo la
    intervención del personal de enfermería un aspecto
    muy importante en la atención del mismo.

    Ante esta situación, surge la
    motivación de realizar un trabajo de investigación que determine la información que posee el personal de
    enfermería sobre las medidas generales y
    específicas en la atención del paciente intoxicado
    con organofosforados que ingresan a la unidad clínica de
    emergencia de adultos del HCM, ya que el rol que desempeña
    el personal de enfermería en las unidades de emergencias
    es decisivo en cuanto a la recuperación y/o
    restablecimiento de la salud del paciente intoxicado.

    Dentro de esta perspectiva, se tomaron como base los
    resultados obtenidos y se presentara una serie de recomendaciones
    dirigidas a mejorar la calidad de
    atención desde el punto de vista científico, de
    información, habilidades y destrezas que el personal
    aplique para restablecer las fallas multiorgánicas
    producidas por el tóxico. Este planteamiento redunda en la
    calidad del trabajo y estimula al personal, en la búsqueda
    de mejorar sus conocimientos, con el fin de reducir los riesgos y
    disminuir así el índice de mortalidad.

    Finalmente, es oportuno señalar la distribución capitular de la
    investigación: Capítulo I El Problema, en el se
    desarrolla el planteamiento del
    problema, objetivo
    general, objetivos
    específicos, así como la justificación del
    mismo; Capítulo II Marco
    Teórico, consta de los antecedentes y las bases
    teóricas que fundamenta la investigación, se
    analizan las variables y su
    respectiva operacionalización; Capítulo III Marco
    Metodológico, se desarrolla el tipo de
    investigación utilizada, el tamaño de la población y su respectiva muestra,
    así como el instrumento utilizado para la recolección
    de datos, sus procedimientos y
    técnicas de análisis; Capítulo IV, en el se
    realiza la tabulación y el análisis de los datos arrojados
    por las encuestas;
    Capítulo V, se presentan las conclusiones y
    recomendaciones, así como la bibliografía utilizada, un
    glosario de
    términos y una serie de anexos.

    2. Problema

    Planteamiento del Problema
    Si bien es cierto que los plaguicidas son considerados como
    venenos útiles, pues prestan un servicio en la
    lucha contra las plagas perniciosas para la salud y la cosecha;
    evidentemente también representan un riesgo para la
    salud del hombre ya sea
    por falta de información y/o prevención en su
    manejo, provocando que la población agrícola,
    esté particularmente expuesta al riesgo de
    intoxicación, producto del
    mal uso o abuso, en la aplicación de dichos plaguicidas,
    además cabe considerar que por su fácil
    disponibilidad son cada vez más utilizados como agentes
    suicidas.

    Ahora bien, las intoxicaciones se presentan en cualquier
    individuo independientemente del sexo o edad,
    producto de su ingestión, inyección,
    inhalación o exposición
    cutánea, ambiental o accidental a una sustancia
    tóxica. En este orden de ideas, cabe señalar que el
    90% de los plaguicidas se utilizan con fines agrícolas, y
    el resto para el uso doméstico; entre ellos se encuentran
    los compuestos con organofosforados los cuales son considerados
    unos de los más tóxicos en el mercado.

    Por lo antes expuesto, se hace necesario acotar, que los
    organofosforados son productos
    químicos anticolinesterácicos, derivados del
    ácido fosfórico y fosfónico, que
    actúan por fosforilización de las enzimas
    acetilcolinesterácicas (B-esterasas), lo que implica la
    separación de la acetilcolina (sustancia que transmite el
    impulso) presentándose acumulación de grandes
    cantidades de ésta en las uniones colinérgicas
    neuroafectivas (efectos muscarínicos) y en las uniones
    mioneurales del esqueleto y en los ganglios autónomos
    (efectos nicotínicos), como también impiden la
    transmisión de impulsos nerviosos en el cerebro, causando
    trastornos en el sensorio, en la función
    motora, en el comportamiento
    y en el ritmo respiratorio. De allí pues, que las
    alteraciones neurofisiológicas que se producen en el
    individuo van desde una intoxicación leve hasta el deceso
    mismo.

    En este sentido, según datos suministrados por
    la
    Organización Mundial de la Salud (OMS) (1990) en todo
    el mundo hubo un millón de intoxicaciones accidentales con
    plaguicidas de los cuales el 75% fueron causadas por elementos
    organofosforados, de igual manera el 70% eran imperativos a
    exposiciones ocupacionales, destacando además que el 90%
    de las muertes atribuidas por organofosforados se han presentado
    en países en vías de desarrollo.

    Visto de esta manera, la Organización Panamericana de la Salud (OPS)
    (1990), plantea que "en este continente, especialmente en
    Latinoamérica, los casos de personas
    intoxicadas con organofosforados, como producto del uso
    indiscriminado y sin medidas de seguridad ha
    presentado una proporción elevada de estas intoxicaciones
    en menores de 14 años" (p.74), lo que se traduce como un
    problema adicional de salud
    pública.

    Dentro de este marco de ideas, Venezuela no
    se escapa de este contexto problemático, a pesar de tener
    una economía
    basada en la producción petrolera, aún trata de
    establecer y mantener una actividad agrícola, la cual se
    desarrolla fundamentalmente en los estados centro-occidentales.
    En la mayoría de estos estados el desarrollo
    agrícola se ha dado con una lentitud que va en detrimento
    de los campesinos, quienes utilizan los fertilizantes y
    plaguicidas sin control alguno,
    lo cual podría ser el fundamento del problema de las
    intoxicaciones con organofosforados.

    Ahora bien, en el H.C.M., los ingresos por
    intoxicaciones con organofosforados se han elevado en
    comparación con años anteriores, demostrado por los
    datos suministradas por el departamento de estadística del H.C.M., donde se reportan
    desde la década del 90 hasta la fecha, un número de
    287 casos de intoxicaciones por organofosforados y un 25% de
    defunciones por el mismo caso.

    La situación planteada se considera preocupante,
    debido a que este tipo de pacientes requiere ser tratado con
    celeridad, en cuanto a que las primeras 4 a 6 horas son
    consideradas como las más críticas en el
    envenenamiento agudo, ya que este estado,
    podría ocasionar hasta la muerte, en
    consecuencia, estos pacientes deben ser manejados con criterios
    muy bien definidos y acertados, para lograr su
    recuperación.

    Lo antes expuesto, permite acotar que el paciente
    intoxicado con organofosforados, depende totalmente del equipo de
    salud de las áreas de emergencias y es, generalmente, el
    personal de enfermería el que se enfrenta a las 6 primeras
    horas decisivas, aplicando medidas generales y
    específicas, las cuales necesitan estar reforzadas por una
    serie de conocimientos que permiten que la intervención de
    enfermería sea la más científica y por ende,
    proporcionar cuidados óptimos logrando una evolución satisfactoria mediante la
    identificación de las necesidades interferidas.

    Es esencial que éstos pacientes estén
    sometidos a un monitoreo cardíaco continuo, y cuenten con
    un apoyo ventilatorio, en caso de ser necesario mantener las
    vías aéreas superiores permeables, ya que una de
    las mayores complicaciones de éste paciente es producto
    del aumento de las secreciones bronquiales y del deterioro
    neurológico, por lo que debe estar en vigilancia
    permanente.

    Cabe considerar por otra parte que, cuando este tipo de
    pacientes presentan las complicaciones antes mencionadas, debe
    ser atendido en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), o en su
    defecto debe permanecer en unidades de emergencias para brindar
    la debida atención que éste amerita.

    En atención a la problemática
    anteriormente expuesta, se proponen una serie de interrogantes
    que van orientadas a los objetivos de esta
    investigación.

    • ¿El personal de enfermería posee
      información adecuada sobre las manifestaciones
      clínicas que presenta el paciente intoxicado con
      organofosforados?
    • ¿Las medidas generales y específicas
      que aplica el personal de enfermería al paciente
      intoxicado con organofosforados permite la recuperación
      del mismo, o por el contrario lo coloca en situación de
      riesgo?

    Dentro de este marco de hechos e interrogantes, se
    pretende realizar esta investigación, buscando determinar
    la información que posee el personal de enfermería
    en la atención del paciente intoxicado con
    organofosforados que ingresan a la Unidad Clínica de
    Emergencia Adultos del H.C.M.

    Objetivo General.

    Determinar la información que posee el personal
    de enfermería en la atención del paciente
    intoxicado con organofosforados que ingresan en la unidad
    clínica de emergencia adultos del Hospital Central de
    Maracay.

    Objetivos Específicos.

    1. Reconocer la información del personal de
      enfermería con respecto a las manifestaciones
      clínicas del paciente intoxicado con
      organofosforados.
    2. Identificar la información que posee el
      personal de enfermería, con respecto a las medidas
      generales utilizadas en la atención del paciente
      intoxicado con organofosforados.
    3. Identificar la información que posee el
      personal de enfermería, con respecto a las medidas
      específicas utilizadas en la atención del
      paciente intoxicado con organofosforados.

    Justificación
    La importancia de realizar un estudio relacionado a determinar la
    información que posee el personal de enfermería de
    la unidad clínica de emergencia adulto del HCM, para
    brindar atención a pacientes intoxicados con
    organofosforados, es proporcionar alternativas que redunden en el
    beneficio de los actores principales de este proceso, como
    lo son: el paciente, el equipo de salud (médicos –
    enfermeras(os)) y la institución.

    Cabe destacar, la relevancia en los datos suministrados
    por el departamento de estadísticas del HCM, que reflejan un
    incremento en el ingreso de pacientes intoxicados con
    organofosforados a la unidad clínica de emergencia de
    adultos, siendo el porcentaje de defunciones por esta causa la
    alarmante cifra del 25%.

    Ahora bien, esta situación planteada, permite
    considerar que este tipo de pacientes requiere una
    atención inmediata y una valoración continua que
    permita identificar las características y sintomatologías de
    su patología, para así prestar las medidas tanto
    generales como específicas que éste requiera, y de
    esta manera evitar complicaciones en la evolución del
    cuadro clínico del paciente disminuyendo así, la
    estadía hospitalaria y reincorporándolo a la
    sociedad.

    En segundo lugar, los beneficios que el presente estudio
    ofrece al equipo de salud, específicamente al personal de
    enfermería que brinda cuidados a pacientes intoxicados con
    organofosforados, se centra en la ampliación de sus
    conocimientos, así como, en la posibilidad de capacitarse
    para organizar, coordinar, planificar y priorizar las acciones de
    enfermería, lo que conlleva al cumplimiento cabal de la
    terapia adecuada, proporcionando así cuidados
    especializados y de alta calidad.

    El análisis y el estudio de la información
    que posee el personal de enfermería en la atención
    (aplicación de medidas generales y específicas) al
    paciente intoxicado con organofosforados, conllevan a la
    unificación de criterios bien definidos y basados
    científicamente, que requieren ser brindados a este tipo
    de pacientes, con mayor eficacia,
    logrando así resultados positivos

    Sucede pues, que a medida que el paciente evolucione de
    forma satisfactoria permanece menos tiempo
    hospitalizado, representando un ahorro
    considerable a la institución y a su vez genera la
    posibilidad y capacidad de atención a un número
    mayor de personas que requieran del servicio hospitalario. Cabe
    considerar por otra parte, que el paciente intoxicado con
    organofosforados, es considerado un paciente crítico, por
    lo cual amerita ser atendidos en unidades especializadas, con
    equipos médicos sofisticados, materiales
    médico-quirúrgicos específicos y sistemas de
    monitorización permanente que se suman al alto costo
    hospitalario.

    3. Marco
    Teórico

    Antecedentes de la Investigación:
    Los trabajos más recientes, vinculados a la
    investigación que se realiza, dan una concepción
    más general del estudio, permitiendo examinar las
    referencias desde varios puntos de vista, lo que induce a
    continuar con la indagación de la realidad del presente
    trabajo, proporcionando un tratamiento teórico, por medio
    del cual se valora como una investigación de importancia.
    Entre los más resaltantes se destacan:

    Rodríguez (1991) en su trabajo libre presentado
    en el III Congreso de Medicina
    Crítica Caracas, titulado "Intoxicación con
    Paraquat". Describe este tipo de tóxico como herbicidas el
    cual es altamente tóxico para el ser humano. El objetivo
    principal se basó, en analizar 70 casos de intoxicaciones
    severas, en donde se identificó una sintomatología
    parecida en un 100% de los casos, los cuales se clasifican como:
    daños multisistemáticos con lesiones locales del
    tubo digestivo, necrosis tubular, edema pulmonar, lesiones
    cerebrales, cardíacas y renales. Se analizaron aspectos
    epidemiológicos y patológicos. De acuerdo a esto
    concluyeron que el tóxico es altamente letal, siendo la
    insuficiencia respiratoria la causa más frecuente de la
    muerte. Se
    discutieron las diferentes maniobras terapéuticas para el
    tratamiento de esta condición, y se proponen lineamientos
    generales en su manejo.

    De igual manera. Felise (1991) en su trabajo de grado
    titulado "Investigación de la acción tóxica
    directa en la intoxicación por insecticida
    organofosforados". Presenta como objetivo principal el estudio de
    21 casos de intoxicación por insecticida organofosforados
    admitidos en la unidad de medicina intensiva, durante un
    período de dos años Ene.97 – Ene. 80). La metodología utilizada para la
    investigación fue de tipo de campo de carácter
    descriptivo.

    Los 21 casos fueron clasificados según los
    criterios de gravedad, el tóxico utilizado y las
    alteraciones funcionales presentadas. Entre los factores
    determinantes en este caso, se concluyo: a) el pariathón
    fue el agente tóxico más frecuente, considerado
    como representativo entre los tipos de tóxicos; b) en los
    supervivientes se determino alteraciones funcionales, en tanto
    que, en los fallecidos, lesiones fisiológicas y
    morfológicas; c) y como resultado final señalar el
    mecanismo fisiopatológico , en el cual interviene la
    conocida acción de la inhibición enzimática
    de la colinesterasa, señalado como factor derivado de la
    acción tóxica directa sobre diferentes parenquimas
    y que contribuyó al cuadro clínico de fracaso
    pluriorgánico de la forma grave de esta
    intoxicación. De allí radica la importancia de una
    atención óptima en el manejo de este tipo de
    pacientes, por la serie de complicaciones presentadas en las
    primeras horas del caso.

    Por su parte Ruiz (1991) en su trabajo libre presentado
    en el II Congreso de Medicina Crítica, titulado
    "Intoxicación por Organofosforados", donde el objetivo
    principal fue reseñar la fisiopatología en estos
    casos, con la intención de planificar los cuidados y
    tratamientos aplicados a este tipo de pacientes. El trabajo
    presentado fue de una metodología tipo documental, en
    donde esquematizó puntos importantes como: definiciones,
    vías de intoxicación, fisiopatogénia,
    sintomatología, diagnóstico, antídoto, y
    tratamiento. En sus recomendaciones planteó la
    realización de protocolos para
    el manejo rápido y óptimo de cada caso
    específico, permitiendo esto una actuación eficaz
    en la prevención de complicaciones graves.

    Noguerales y De la Rosa (1992), en su trabajo titulado
    "Terapia Intensiva en la Intoxicación por Insecticida
    Organofosforados", el objetivo fue centrado en demostrar el
    índice elevado de pacientes que ingresan por
    intoxicación con organofosforados al Hospital
    Universitario de Canarias – España. El
    estudio realizado fue de índole documental, donde se
    revisaron retrospectivamente las historias clínicas de los
    pacientes en el período comprendido de enero de 1989 –
    enero 1991. Además en el trabajo se tomaron en cuenta las
    variables: edad, sexo, procedencia, tóxico causante y
    tratamiento. Utilizaron una muestra de 305 pacientes teniendo
    como resultado que el 58.7% eran masculinos y 41.33% femeninos;
    el 85% edades comprendidas entre 20 a 30 años; el 70%
    tenían procedencia rural; y el 94% presentaron
    clínica de consumo de
    hidrocarburos
    clorados, kerosén y fungicida; no pudiéndose
    identificar un 6% el tóxico responsable; además el
    0.57% representó la mortalidad. El tratamiento
    consistió en fluidoterapia, lavados gástricos y
    observaciones. En el análisis de estos datos se concluye
    la necesidad de crear áreas de atención inmediata
    en el manejo de este tipo de pacientes, y de igual manera,
    investigar desde el punto de vista preventivo para la
    disminución de los casos.

    Por su parte George (1994) en su trabajo de tesis
    presentado para obtener el título de Licenciado en
    Enfermería, hace referencia sobre "Las Complicaciones
    Respiratorias de los Pacientes Intoxicados y su Relación
    con los Cuidados de Enfermería". Caracas. Teniendo como
    objetivo general, establecer la relación entre las
    complicaciones respiratorias en pacientes intoxicados con los
    cuidados de enfermería. La investigación fue de
    tipo proyecto
    factible, teniendo como muestra a 35 enfermeras, se aplicó
    un cuestionario
    tipo Liker, dicha aplicación condujo a las siguientes
    conclusiones 1) El personal de enfermería tiene pocos
    conocimientos en cuanto a las complicaciones respiratorias en
    pacientes intoxicados; 2) El 68% refirieron que la mayoría
    de las complicaciones respiratorias en los pacientes eran
    responsabilidad del personal de enfermería
    por ser ellas las encargadas de prestar la atención
    respiratoria necesaria. Estas conclusiones permitieron proponer
    una serie de recomendaciones para mejorar la calidad de
    atención en este tipo de pacientes como son: Planificar
    talleres de actualización en cuanto al tema, realizar
    protocolos que permitan unificar criterios, evaluar la asistencia
    de enfermería periódicamente frente al paciente con
    intoxicación.

    Arias (1995). En su trabajo especial de grado,
    "Atención de Enfermería en Niños
    Intoxicados", el objetivo estuvo encaminado a precisar la calidad
    de atención de enfermería en niños
    intoxicados. Para su trabajo utilizó una
    metodología eminentemente documental en donde la
    búsqueda bibliográfica relacionado con las
    intoxicaciones fue su principal herramienta, tomando como puntos
    importantes definición, vías de penetración,
    clasificación, sintomatología, diagnóstico,
    prevención y tratamiento. La investigación concluye
    planteando una serie de acciones de enfermería en
    pacientes intoxicados, entre los más importantes destaca:
    Conservar vías aéreas libres, Cateterizar
    vías periféricas, Administración de oxígeno, Posición adecuada,
    Colocación de sonda nasogastrica (SNG), Colocar sonda de
    Foley, Obtener muestra de sangre, Acciones
    interdependientes. Con esta serie de acciones, se
    facilitará en un futuro la realización de
    normativas que permitan atender en una forma unificada el manejo
    de este tipo de pacientes.

    Bases Teóricas
    Intoxicación.
    La presente investigación se fundamenta sobre los efectos
    que genera el proceso de intoxicación en el individuo, por
    tal motivo es importante definir y detallar que es una
    intoxicación y bajo que aspectos las mismas son
    clasificadas y afectan al organismo.

    Para tales efectos se analizan a algunos autores quienes
    ofrecen una visión, lo suficientemente clara como para
    continuar el proceso de la investigación, ahora bien, al
    analizar las intoxicaciones y su efecto en el hombre, se
    citan algunos conceptos emitidos por investigadores del
    tema.

    De tal manera Carmona (1993) señala que la
    intoxicación es: "Un cuadro clínico que aparece al
    ingresar en el organismo una sustancia nociva u otra inofensiva,
    pero perjudicial en altas dosis" (p.46). Dicho de otro modo se
    puede considerar que la intoxicación es toda sustancia
    natural o sintética (química) que al ser
    introducida en el organismo por cualquier vía, oral,
    respiratoria, dérmica u originada en su interior (toxinas)
    cause o pueda causar daños o alteraciones en las funciones vitales
    de ese organismo, siendo parciales o letales de acuerdo al grado
    de toxicidad del mismo.

    Por consiguiente, las intoxicaciones representan un
    causal frecuente de muerte en los seres humanos, si no son
    tratados con
    prontitud, y su atención varía según el
    grado de toxicidad del agente causal, como también de los
    efectos que ocasione el tóxico sobre el organismo. Sucede
    pues que las intoxicaciones son producidas en el organismo
    generalmente por la ingestión, inyección o
    inhalación de una sustancia tóxica.

    En este sentido, las causas de las intoxicaciones se
    dividen en tres grupos:
    accidentales, intencionales e yatrogénicas. La
    ingestión accidental incluye la curiosidad inocente de
    niños pequeños ingestión inadvertida porque
    el envase ostenta etiquetas equivocadas o por no seguir las
    instrucciones y exposiciones ambientales. La ingestión
    intencional incluye el abuso de drogas
    recreativas e intento de suicidio. El
    envenenamiento yatrógeno suele deberse a reacciones no
    anticipadas de medicamentos o ingestión de dosis
    equivocadas en quiénes padecen insuficiencia renal o
    hepática.

    Plaguicidas.
    Hay muchas definiciones para esta sustancia, en este sentido
    Albert (1997) señala que "plaguicida es cualquier
    sustancia destinada a prevenir, destruir o controlar cualquier
    plaga, incluyendo los vectores de
    enfermedades
    humanas o de los animales, las
    especies no deseadas de plantas que
    causan perjuicio o interfieren con la producción" (p.365).
    Es por ello que los plaguicidas son principalmente utilizado en
    la agricultura,
    motivado a la variedad de plagas que puedan afectar a los
    cultivos o inclusive a los productos ya cosechados.

    Debe señalarse que existen más de 1.200
    compuestos químicos utilizados como plaguicidas y se
    expenden 30.000 formulaciones bajo diferentes nombres
    comerciales, el mayor aumento reciente ha sido el uso de
    herbicidas que en la actualidad representan el 60% de las
    ventas de los
    plaguicidas

    De allí pues, que casi el 90% de los plaguicidas
    se utilizan para la agricultura comercial y el resto para el
    control de plagas estructurales, horticultura, o fines caseros y
    jardinería. Algunos plaguicidas pueden utilizare de manera
    especificas para protección de la salud pública
    como tratamiento de agua potable y
    piscinas, desinfectantes para instalaciones médicas y
    control de portadores de enfermedades como mosquitos y roedores,
    estos plaguicidas aportan particulares beneficios, especialmente
    en países en desarrollo.

    Antes de la 2da Guerra Mundial
    casi todos los plaguicidas eran sustancias químicas
    inorgánicas, desde entonces la mayor parte de las que se
    utilizan actualmente son sustancia químicas
    sintéticas, las cuales se pueden dividir en
    categorías o familias, según la estructura y
    uso con ciertas propiedades en común, incluyendo efectos
    en la salud de los trabajadores y otras personas expuestas a
    cantidades tóxicas por diferentes uso

    Existen diversas clasificaciones de plaguicidas, las
    cuales se establecen según su composición, uso,
    origen y otros. Para esta investigación se detallaron
    específicamente 7 grupos:

    Cuadro #1
    Clasificación de los Plaguicidas

    SEGÚN

    TIPOS

     

    ORIGEN

    Naturales: Vegetal

    Mineral

    Sintéticos: Organoclorados

    Organofosforados

    Carbamatos

    COMPONENTES

    QUÍMICOS

    Orgánicos: Derivados alógenos de
    hidrocarburos

    Clorados

    Inorgánicos: Arsenicales, fluosurados,
    compuesto

    de talio, cloro, mercurio, cobre,
    fósforo.

    FASE VITAL

    Larvicidas

    Adulticidas

    VIA DE

    PENETRACIÓN

    De contacto: Espaciales

    Superficie

    De ingestión: Respiratoria

    Fumigante

    PERSISTENCIA

    Corta duración residual

    Mediana duración residual

    Larga duración residual

    USO

    Insecticida,

    Fungicidas,

    Fungistáticos,

    Molusquicidas,

    Rodenticidas,

    Herbicidas,

    Repelentes, etc.

    TOXICIDAD

    AGUDA

    Esta basado en la dosis letal 50 (DL50) aguda
    por

    vía oral o dérmica.

    Fuente: Tribuna Médica 1993

    Los plaguicidas pueden ingresar al organismo por varias
    vías a saber: oral, respiratorio y dérmicos. Desde
    el punto de vista laboral, las
    vías más comunes son las respiratorias y las
    dérmicas, en cuanto a la vía oral se estima que el
    ingreso más frecuente se presenta en intoxicaciones
    hogareñas por accidentes y
    en tentativas de suicidios.

    Organofosforados como Agente Intoxicante.
    Para el desarrollo de la investigación se analizan
    más ampliamente los organofosforados como elementos
    intoxicantes.
    Ahora bien, Dereslach (1984) señala que "los plaguicidas o
    insecticida utilizados principalmente para el control de insectos
    de cuerpo blando, están representados por dos compuestos
    químicos diferentes: plaguicidas organofosforados y
    carbamatados"(p.8). La intoxicación producida por los
    primeros, causan trastornos graves en el organismo, que pueden
    ser letales, de acuerdo al grado de toxicidad y las
    complicaciones potenciales que se presenten. En efecto, los
    organofosforados son ésteres químicos derivados del
    acido fosfóricos o de sus análogos
    (fosfónicos, trasfosfóricos,
    detrasfosfóricos) compuestos de alta toxicidad para el
    hombre y otros sistemas de vida; son considerados los más
    tóxicos del mercado, debido a su acción casi
    irreversible sobre una enzima vital como lo es la colinesterasa,
    siendo el causante de numerosas intoxicaciones en el ser humano,
    en alguno de los casos son debido a suicidio o al mal uso o
    manejo de estos productos en situaciones laborales.

    En la actualidad la mayor parte de los casos de
    intoxicación laboral se deben al hecho de que los
    trabajadores encargados de la aplicación de los
    plaguicidas expuestos a los mismos se rehusan a cumplir con las
    recomendaciones de protección para la aplicación de
    dichos plaguicidas, tales como el uso de ropa gruesa, botas,
    mascaras, guantes, entre otros, así como las personas que
    realizan labores de cultivo y cosecha en los lugares que han sido
    fumigado en días anteriores, lo que puede generar entonces
    una intoxicación aguda.

    En tal sentido, Tribuna Médica 1993,
    señala en sus páginas:
    Es muy frecuente en la práctica médica la
    intoxicación aguda por ingesta de organofosforados por
    intento suicida o por accidentes caseros, a pesar de su mal sabor
    se han informado intoxicaciones masivas con pan hecho de harinas
    contaminadas con plaguicidas, durante el transporte o
    durante el bodegaje. (pag.73)

    Visto de esta manera, se han reportado casos de
    intoxicación con organofosforados por el mal manejo del
    producto, obviándose todo tipo de protección para
    su aplicación, así como, sus indicaciones para el
    almacenamiento,
    ya que los colocan en sitios no adecuados y en
    compañía de productos alimenticios, representando
    otra forma típica de envenenamiento
    Cabe señalar por otra parte que, existen otras propiedades
    poco comunes de organofosforados específicos, que los
    pueden hacer más peligrosos de lo que los datos sobre
    toxicidad sugieren. En el Malation almacenado durante mucho
    tiempo se pueden formar otros productos que inhiben en gran
    proporción las enzimas hepáticas que operan en el
    catabolismo del Malation, aumentando así su toxicidad.
    Algunos organofosforados son excepcionalmente propensos a
    depositarse en el tejido graso, prolongando la necesidad de
    aplicar antídoto cuando el plaguicida almacenado es
    nuevamente liberado al torrente circulatorio.

    Mecanismo de Acción.
    Resumiendo lo establecido por Morgan (1997) los plaguicidas
    organofosforados al igual que los carbamatos, ejercen una
    acción tóxica mediante la inhibición de la
    enzima acetilcolinesterasa". El organismo necesita de esta enzima
    para degradar la acetilcolina (Ach), que es un neurotrasmisor
    químico importante en la unión neuromuscular; para
    la transmisión normal de los impulsos nerviosos desde las
    fibras nerviosas hasta los tejidos
    inervados.
    Cuando un organofosforados une su radical libre fosfato a la
    acetilcolinesterasa y la inactiva se acumula la acetilcolina en
    la unión neuromuscular. La abundancia excesiva de Ach, en
    primer lugar intensifica y despues paraliza la transmisión
    de los impulsos para la sinapsis neuromuscular. Esto trae como
    consecuencia los efectos generales resultantes: 1-
    potenciación de la actividad parasimpática
    postgangliogar, 2-despolarización persistente del
    músculo esquelético, 3- estimulación inicial
    de las células
    del sistema nervioso
    central (SNC) seguida por la depresión
    de las mismas, y, 4- estimulación o bloqueo ganglionar de
    intensidad variable; mediante los cuales se genera las
    manifestaciones clínicas de la intoxicación, las
    mismas son alteraciones neurofisiológicas que pueden
    desencadenar la muerte, si no, se aplica el tratamiento adecuado
    en las primeras horas luego de la intoxicación.

    Se tiene pues, que los organofosforados se absorben
    fácilmente por inhalación, ingestión y a
    través de la piel (por contacto). La toxicidad depende
    hasta cierto punto de la proporción en que los
    organofosforados específicos se metabolizan en el
    organismo (principalmente por hidrólisis en el
    hígado), teniéndose así la cantidad de
    plaguicida disponible para atacar la enzima acetilcolinesterasa
    en otros tejidos.

    Ahora bien los plaguicidas organofosforados,
    ocasionalmente han producido un tipo diferente de neurotoxicidad,
    que consiste en un daño a la sustancia mielínica de
    los nervios periféricos, lo que conlleva a una
    neuropatía periférica extensa que se caracteriza
    por entumecimiento, dolor y debilidad de las extremidades que
    persiste durante meses y años. Referente a su
    eliminación, se ha establecido que los mismos se
    hidrolizan por acción de las fosforil – fosfatasas,
    luego excretadas casi totalmente en la orina, dicha
    hidrolización es en mayor o menor proporción
    dependiendo de su estructura química, y se biodegradan
    rápidamente desapareciendo del ecosistema,
    por lo que no presentan problemas de contaminación del medio ambiente
    a mediano o corto plazo, su volatilidad es muy variable, la cual
    aumenta con la temperatura,
    disminuyendo su acción residual al disiparse
    rápidamente.

    Diagnóstico.
    Debe señalarse que, él diagnóstico de
    intoxicaciones con organofosforados, no siempre es sencillo,
    debido a que algunos síntomas y signos pueden simular
    otras enfermedades. Waliszewski (1991) plantea que "los efectos
    aparecen inmediatamente después del contacto y en la
    absorción dérmica los signos y síntomas se
    manifiestan entre 2-3 horas después de la
    exposición, pero es posible observar los efectos dentro de
    ½ -1 hora"(p.266). Es por ello que la
    sintomatología esta en función de la vía de
    ingreso del tóxico al organismo; en otras ocasiones
    algunos compuestos organofosforados pueden retenerse en el tejido
    graso, resultando un retraso de los síntomas hasta 24
    horas, confundiendo así el cuadro
    clínico.

    Cabe considerar por otra parte, que cuando el
    diagnóstico no es obvio, debe hacerse una
    investigación exhaustiva en el medio laboral y familiar
    del paciente en busca de identificar el tóxico. Es de gran
    importancia ante la sospecha del contacto con un plaguicida,
    realizar un test de prueba
    con 1 o 2 mg endovenoso (IV) de atropina. La mejoría de la
    sintomatología o la falta de signos de
    atropinización, apoyan el diagnóstico de la
    intoxicación con organofosforados.

    Ahora bien, un descenso de la seudocolinesterasa en el
    plasma y/o de la actividad acetilcolinesterasa de los
    electrocitos constituyen los índices bioquímicos
    más satisfactorios y generalmente disponibles de la
    absorción excesiva de organofosforados. Morgan (1997)
    afirma que "una cantidad mínima de organofosforados debe
    ser absorbida para deprimir la actividad de la colinesterasa en
    la sangre, pero la actividad desciende con dosis considerable
    menores que las necesarias para causar envenenamiento
    sintomático"(p.4). Sucede pues, que la depresión
    enzimática aparece por lo general inmediatamente
    después o dentro de las 12 o 24 horas de producirse una
    absorción significativa de organofosforados.

    La depresión de la enzima en el plasma persiste
    generalmente por varios días hasta unas pocas semanas, la
    actividad enzimática de los eritrocitos permanece
    deprimida por más tiempo, algunas veces de 1 a 3
    meses.

    Cuadro # 2
    Límites
    Normales de la Actividad de la Colinesterasa

    (1) 100% – 75% = normal

    (2) 75% – 50% = probable sobre
    exposición

    (3) 50% – 25% = seria sobre
    exposición

    (4) 25% – 0% = muy seria sobre
    exposicicón

    Fuente: Dereslach 1984

     

    Signos y Síntomas.
    Es preciso recordar que los signos y síntomas de
    intoxicación aguda aparecen inmediatamente o en un lapso
    de ½ – 1 hora después de la exposición al
    tóxico, se tiene pues, que el organofosforados causa la
    perdida de la función enzimática, lo que permite la
    acumulación de la acetilcolina, impidiendo la
    transmisión normal de los impulsos desde las fibras
    nerviosas hasta los tejidos inervados. De allí pues que se
    producen ciertas manifestaciones clínicas, las cuales
    dependen del tipo de receptor donde actúe el
    tóxico. Pudiéndose observar así en el cuadro
    # 3 descrito por Klaassen C. & Watkin J (1999)
    ……

    Cuadro #3
    Signos y Síntomas de Intoxicación

    Tejidos Nerviosos y receptores
    Afectados

    Sitio Afectado

    Manifestaciones

    Fibras nerviosas postganglionares del sistema
    nervioso autónomo parasimpáticas
    (receptores muscarínicos)

    Glándulas exocrinas

     

    Ojos

     

     

     

    Tubo Digestivo

     

     

     

    Vías Respiratorias

     

     

     

     

    Sistema Cardiovascular

     

    Vejiga

    • Aumento de la salivación,
      transpiración.
    • Miosis (puntiforme y no reactiva), ptosis,
      visión borrosa, inyección conjuntival,
      "ojos sanguinolentos"
    • Nauseas: vómito,
      sensación de estrechez, inflamación y
      cólicos abdominales; diarrea; tenesmos;
      incontinencia fecal.
    • Secreciones bronquiales excesivas, rinorrea,
      jadeo, edema, sensación de estrechez en el
      tórax, broncospasmo, broncocostricción,
      tos, bradipnea, disnea.

     

    • Bradicardia, decremento de la presión arterial
    • Frecuencia e incontinencia urinaria

    Fibras del sistema
    nervioso autónomo parasinpáticas (receptores
    nicotínicos)

    Sistema Cardiovascular

    • Taquicardia, palidez, aumento de la
      presión arterial

    Fibras nerviosas motoras somáticas
    (receptores de nicotina)

    Músculos Estriados

    • Fasciculaciones musculares (párpados,
      músculos faciales finos), calambres, reflejos
      tendinosos disminuidos, debilidad muscular generalizada
      en los músculos periféricos y
      respiratorios, parálisis, tono fláccido o
      rígido.
    • Inquietud, actividad motora generalizada
      reacción a estímulos acústicos,
      temblor, labilidad emocional, ataxia.

    Cerebro (receptores de acetilcolina)

    Sistema Nervioso Central

    • Somnolencia, letargia, fatiga, confusión
      mental, inhabilidad para concentrarse, cefalalgía,
      sensación de presión en la cabeza,
      debilidad generalizada.
    • Coma con falta de reflejos, temblores, respiración de Cheyne-Stokes,
      disnea, crisis
      convulsivas, depresión de los centros
      respiratorios, cianosis.

    Fuente: Klaassen & Watkin
    (1999)

    Es preciso acotar que, el inicio y la intensidad de los
    síntomas varían dependiendo del compuesto o de la
    cantidad ingerida por lo que la probabilidad
    señala una muerte segura en estos casos, basándose
    en esto, se desprende el hecho de que el tratamiento
    específico para los pacientes intoxicados con
    organofosforados es la atropina, ya que este fármaco
    contrarresta los efectos muscarínicos del
    organofosforados.

    Complicaciones.

    Los pacientes con intoxicaciones graves, presentan
    diversas complicaciones, siendo las más frecuentes el
    edema pulmonar que puede ser causada por la interrupción
    brusca de la terapéutica con atropina, sucede pues, que la
    vida media de la atropina es de 5 minutos, y si el paciente no
    está atropinizado, se presentan nuevamente los
    síntomas colinérgicos. Es importante señalar
    que la
    administración de atropina en pacientes anoxicos es
    peligrosa ya que puede desarrollar arritmias ventriculares
    ocasionando paros cardíacos.

    Ahora bien, el paciente intoxicado con organofosforados,
    presenta aumento de la secreción bronquial y debilidad
    muscular que interfieren en la función pulmonar
    (ventiloperfusión arveolar) lo que ocasiona insuficiencia
    respiratoria aguda, que si no es tratada a tiempo puede causar un
    paro respiratorio.

    Tipos de Intoxicación.

    Como se mencionó anteriormente, los plaguicidas
    organofosforados son de alta toxicidad aguda y causan efectos
    inmediatos a los individuos expuestos. Ahora bien, Dereslach
    (1984), menciona tres tipos de intoxicación aguda, de
    acuerdo a los signos y síntomas que aparecen dentro de los
    primeros 30-60 minutos y alcanzando su máxima intensidad
    en un lapso de dos a ocho horas; y la resume de la siguiente
    manera:

    1. Intoxicación Leve: siendo los signos y
      síntomas; anorexia,
      cefalea, desvanecimiento, debilidad, ansiedad, malestar
      subesternal, temblores de lengua y
      párpados, miosis y disminución de la agudeza
      visual.
    2. Intoxicación Moderada: se manifiestan;
      nauseas, salivación, lagrimeo, calambres abdominales,
      vómito, sudación, pulso lento y fasciculaciones
      musculares.
    3. Intoxicación Grave: se caracteriza por;
      diarrea, pupilas puntiformes y pérdida del reflejo
      pupilar, dificultad respiratoria, edema pulmonar, cianosis,
      pérdida del control de esfínteres, convulsiones,
      coma y bloqueo cardíaco, en algunos pacientes se puede
      presentar hipoglicemia.

    Cabe considerar por otra parte, que algunos compuestos
    organofosforados provocan intoxicación crónica,
    debido que la inhibición de la colinesterasa en ocasiones
    persiste de dos a seis semanas, manifestada por debilidad
    general, ataxia y parálisis, pudiendo hasta ser total,
    dependiendo de la dosis. Estos síntomas ocurren luego de
    un período de 7 a 14 días luego del contacto con el
    producto, de esta forma, una exposición que no
    produciría síntomas en una persona que no ha
    estado permanentemente expuesto, podría producir
    síntomas graves en una persona permanentemente expuesta a
    cantidades más pequeñas del
    tóxico.

    Tratamiento.
    En cuanto al tratamiento se puede mencionar la
    clasificación que Dereslach (1984) formula: a) medidas
    generales y b) medidas específicas.
    Entre las medidas generales se encuentran:

    • Establecer vía aérea
      permeable
    • Respiración artificial y
      oxígeno
    • Lavado Gástrico (colocación de sonda
      nasogastrica)
    • Administración de carbón
      activado
    • Lavado de la piel (si es por exposición
      dérmica).

    En cuanto a las medidas específicas, se refiere a
    la administración del antídoto:

    • Atropina: dosis inicial de 0,5 a 2mg STAT IV, dosis
      de 0,5mg en 5`-10`-15`-30`hasta lograr la atropinización
      del paciente.
    • Oximas: toxogonin (cloruro de obidoxima) 250mg/ml IV,
      repetir 20min después.

    Cabe considerar que la administración de la
    atropina debe ser cumplida estrictamente en el horario
    establecido, motivado a que la interrupción brusca de la
    atropina puede ser seguida rápidamente por edema pulmonar
    o insuficiencia respiratoria, otra consideración
    importante es que no debe usarse como punto limite la
    obtención de taquicardia o miosis solamente, debido a que
    sus efectos sobre el sistema nervioso central son
    nulos.

    Por su parte Morgan D (1997) manifiesta que: " La
    atropina no reactiva la enzima colinesterasa, cuando el efecto de
    la atropina desaparece puede presentarse un encrudecimiento del
    envenenamiento si la concentración de organofosforados en
    el tejido permanece alto " (p.9)
    Cabe destacar que la
    atropina es el antídoto ideal para las manifestaciones
    muscarínicas, pero no tiene acción con los
    síntomas nicotínicos. Por tal motivo, es necesario
    señalar que se debe tener seguridad en cuanto al
    diagnostico de intoxicación con organofosforados, pues la
    atropina es un compuesto tóxico y si el paciente no
    está intoxicado por un compuesto inhibidor de la
    acetilcolinesterasa, varias dosis del compuesto pueden causar
    efectos perjudiciales y agravar el cuadro
    clínico.

    En las perspectivas que aquí se adoptan, es
    importante destacar el uso de reactivadores de la
    acetilcolinesterasa como las oximas, este compuesto se
    caracteriza porque cruza la barrera hematocefálica y
    reactiva la Ach en el SNC, revierte los efectos
    nicotínicos de la inhibición de la Ach, por lo que
    debe administrarse cuando estos efectos son severos y en un
    período de 36 horas, después de este tiempo no se
    debe administrar ya que no tendría acción, sino que
    se uniría a la enzima que se este reactivando, ocasionando
    inhibición de la misma.

    Sin obviar lo antes expuesto, Pereira C. (1990)
    refiere:"La oxima tiene otros inconvenientes como lo es su
    carestía, produce efectos secundarios que pueden
    confundirse con la propia intoxicación y su ineficacia
    (sobre todo la pralidoxima con relación al
    organofosforados que haya producido la intoxicación)"
    (p.78)

    Por tal motivo este componente es considerado
    controvertido, debido a que existen estudios que demuestran la
    falta de estadística en cuanto a morbi – mortalidad
    se refiere, entre grupos que usan oximas y atropina, contra los
    que usan solamente atropina. Algunos autores consideran que la
    oxima debe utilizarse después de la atropina, cuando la
    administración de la primera dosis no ha provocado la
    atropinización.

    Intervención de Enfermería en Pacientes
    Intoxicados con Organofosforados.
    Antiguamente la atención de enfermería se ubico
    desde un punto de vista humanístico, en donde la enfermera
    (o) solamente presta un cuidado sin conocimiento
    científico; sin embargo, en los últimos 20
    años la enfermería ha avanzado con decisión,
    para convertir estos cuidados en una disciplina
    científica. Por consiguiente ha comenzado a crear y
    someter a prueba sus propias bases teóricas y
    filosóficas de los cuidados de
    enfermería.

    De allí pues, que los cuidados que brinda el
    personal de enfermería de la unidad clínica de
    emergencia adultos al paciente intoxicado con organofosforados,
    están encaminados a mantener la vida del ser humano,
    independientemente de su cultura,
    status social, raza, edad o sexo. Es por ello que, la
    enfermera(o) se mantiene en continuo proceso de aprendizaje, para
    así ampliar sus conocimientos teóricos para
    ponerlos en práctica con mayor seguridad en el momento
    oportuno. Proyectando así otra imagen de la
    enfermería como profesión al beneficio de la
    comunidad.

    Ahora bien Simms, Price y Ervin (1990), manifestaron lo
    siguiente sobre la práctica de enfermería:
    La práctica de enfermería significa el ejercicio
    mediante compensación de servicios
    profesionales que requieren un amplio conocimiento especializado
    de los cuidados biológicos, físicos, conductuales,
    psicológicos, sociológicos y de las teorías
    de enfermería como la base de la valoración, el
    diagnostico, la planificación, la ejecución y la
    evaluación de la promoción y el mantenimiento
    de la salud. (p.6)

    Dentro de este marco de ideas, se concentra la verdadera
    responsabilidad de la enfermera (o), en ser directamente
    responsable de la calidad de atención que debe recibir el
    paciente. Esta aseveración conduce a determinar que el
    paciente crítico debe ser tratado de manera individual, de
    acuerdo a sus necesidades humanas y patológicas. Es por
    ello, que la información que posee el personal de
    enfermería, en la atención de este tipo de
    pacientes, esta enfocado hacia la satisfacción de las
    necesidades interferidas, lográndose entonces revertir el
    cuadro crítico en el menor tiempo posible y con resultados
    positivos.

    Visto de esta forma, en la Enciclopedia de Mosby (1982)
    se describe los cuidados críticos como: "…los cuidados
    intensivos, catalogado como la asistencia sanitaria detallada y
    constante, que se presta en diversas circunstancias en que este
    comprometida la vida del paciente."(p.100). Sucede pues, que el
    paciente intoxicado con organofosforados es uno de los tantos
    casos especiales que se presentan durante las funciones diarias
    de enfermería, considerados prioritarios en el manejo de
    urgencias. Sin duda alguna estos pacientes ameritan una
    atención con criterios bien definidos que permitan actuar
    de inmediato.

    En este sentido Brunner-Suddath (1986) afirman que:
    La práctica de enfermería en situaciones de
    urgencia, denota la asistencia que se le brinda a las personas
    con necesidades críticas y urgentes, las grandes masas de
    población implican los servicios de urgencia de las
    instalaciones médicas en grado elevado, y por esta
    razón se han considerado las áreas de emergencias
    como sitios especializados en la atención de este tipo de
    pacientes. (p.1149)

    Es por ello, que el ingreso del paciente intoxicado con
    organofosforados a la unidad clínica de emergencia adultos
    del H.C.M.; es considerado como una situación de
    emergencia en donde hay que tomar decisiones cruciales, que a su
    vez dependen del conocimiento, habilidad y destreza del personal
    que labora en esta unidad, basándose, sin duda alguna en
    la intervención en que se encuentra pautados los tres
    principios
    éticos, como son: conservar la vida, evitar el deterioro y
    reincorporar al individuo sano y útil a la
    sociedad.

    Siendo las cosas así, vale la pena destacar que
    el personal de enfermería que labora en la unidad
    clínica de emergencia adultos del H.C.M., debe poseer
    conocimientos para afrontar y actuar con rapidez en el manejo de
    este tipo de pacientes considerados críticamente enfermos.
    Por ello la enfermera(o) planifica estrategias de
    acción de acuerdo a las necesidades interferidas que
    presente este tipo de pacientes.

    Ahora bien, estas estrategias, están enmarcadas
    en el Proceso de Atención de Enfermería (PAE),
    debido a que éste constituye un método
    sistemático y organizado para administrar cuidados al
    paciente de forma individual, dirigido a restablecer la salud en
    el menor tiempo posible. En otras palabras el PAE permite a la
    enfermera(o) establecer prioridades y un plan de
    acción que garantice la calidad de los cuidados brindados,
    fomentando por su continuidad y dando como resultados un ambiente
    seguro y
    terapéutico.

    Con respecto a lo antes expuesto, Alfaro (1990)
    manifiesta: "El proceso de enfermería proporciona la base
    para una valoración y evaluación continua de
    cuidados de enfermería, es un proceso dinámico y
    cambiante, en la medida en que se modifican las necesidades o se
    van resolviendo los problemas existentes."(p.12). En este
    sentido, el personal de enfermería que atiende al paciente
    intoxicado con organofosforados, actúa de manera segura y
    oportuna ya que lo más importante es tratar al paciente y
    no al tóxico.

    Como es sabido, las intoxicaciones por organofosforados,
    se han convertido en situaciones de urgencias diarias más
    genuinas, de ser recibidas en unidades clínicas de
    emergencia, en donde pueden ser atendidas la variedad de lesiones
    y alteraciones que se producen en el amplio arsenal del
    tóxico. Ahora bien, esta acotación conlleva a
    determinar que las unidades clínicas de emergencia adulto,
    deben estar preparadas tanto de personal como de material
    médico quirúrgico, en este sentido Potter y Rose
    (1987) afirman: "como un hecho cada vez más frecuente, el
    personal de los departamentos de urgencias, esta integrado por
    médicos, enfermeros con preparación
    específica como una especialidad"(p.14). Esta
    aseveración, en cuanto a la participación de las
    enfermeras (os) como especialistas en las áreas de
    emergencias demuestran que deben de poseer un alto grado de
    información que permita prestar una atención optima
    en los casos de emergencia específicamente, en este caso,
    al paciente intoxicado con organofosforados.

    De igual manera, De la Torre y Net (1989) hacen
    inferencia y dicen:
    No todas las enfermeras tiene certificado en medicina
    crítica y de urgencias, pero sí han recibido
    entrenamiento
    en este sentido, lo cual se necesita porque la enfermera (o) de
    un departamento de urgencias debe contar con conocimiento,
    habilidad y experiencia que, que solamente el trabajo y la
    enseñanza directa pueden proporcionar.
    (p.42)

    Es por ello que, la intervención adecuada en
    situaciones de intoxicación con organofosforados, depende
    en forma típica, del conocimiento que el personal de
    enfermería posea, de los métodos
    básicos para conservar la vida, y de la pericia para
    aplicarlos; resulta pues, conveniente acotar que los pacientes
    intoxicados de manera intencional, presentan un desequilibrio
    biopsicosocial provocando una serie de alteraciones
    psicológicas entre las que se destacan: ansiedad, estrés y
    depresión, es por ello que el personal de
    enfermería que labora en la Unidad Clínica de
    Emergencia Adulto debe proporcionar apoyo emocional a estos
    pacientes cuando las condiciones clínicas lo permitan. En
    este sentido estos métodos están encaminados a
    determinar medidas para brindar la atención
    acertada.

    Medidas Generales en el Paciente Intoxicado con
    Organofosforados.
    Las mediadas generales están encaminadas a la
    realización de acciones efectivas del personal de
    enfermería en la atención del paciente intoxicado
    con organofosforados, y cuya vía de penetración al
    organismo es la ingesta, pero para este fin es necesario conocer
    la forma en que actúa el tóxico y la manera como
    antagonizar sus efectos. Ahora bien, una valoración
    inicial y rápida de la enfermera(o) debe identificar los
    siguientes signos y síntomas:

    • Perturbación de la visión (miosis y
      visión borrosa)
    • Incremento en las secreciones como epífora,
      sialorrea, diaforesis
    • Bradicardia
    • Disnea o bradisnea
    • Nauseas, vómito, diarrea
    • Aumento de los ruidos hidroaéreos
    • Palidez, cianosis
    • Fasciculaciones de músculos
    • Debilidad muscular o parálisis
    • Decremento del nivel de conciencia
    • Actividad convulsiva

    Sucede pues que, esta valoración permitirá
    poner en práctica las medidas generales, al respecto
    Potter y Rose (1987) refieren: "Las medidas están
    conformadas por 4 metas básicas: a)hacer medidas de
    sostén de vías respiratorias, ventilatorias y
    circulatorias; b)identificar el tóxico o droga;
    c)eliminar la mayor cantidad del tóxico; d)impedir su
    absorción."(p.781). Es conveniente precisar que cuando el
    toxico penetra por la piel es necesario retirar la ropa y
    bañar al pacientre. Se plantea entonces, que lo
    anteriormente expuesto, se logra siguiendo las siguientes
    medidas:

    • Aspiración de las vías respiratorias
      para extraer secreciones ya que existe aumento de las
      mismas
    • Cateterización de vía periférica
      con catéter calibre grueso para:
    • obtener muestra para hematimetría,
      gasometría, electrolitos, glucosa, nitrógeno
      urico, y niveles de creatinina, medir la actividad de
      colinesterasa en los eritrocitos.
    • administrar atropina
    • Oxigenoterapia si hay cianosis para corregir hipoxia,
      evitando así la fibrilación como una
      reacción adversa a la atropina
    • Mantener sonda nasogastrica calibre grueso para toma
      de muestra gástrica, lavado gástrico y
      administración de carbón activado
    • Mantener sonda vesical para controlar
      diurésis
    • Control de signos vitales horarios, ya que existe la
      posibilidad de surgimiento de hipotensión arterial y
      bradicardia, inclusive bloqueo cardíaco, además
      se puede producir alteraciones en la temperatura
    • Posición adecuada thendelenburg para mejorar
      el riesgo a órganos vitales
    • Auscultación cardio-pulmonar, se puede
      presentar estertores, taquipnea o esputos espumosos que denoten
      edema pulmonar
    • Evaluación neurológica sobre todo el
      nivel de conciencia cada hora
    • Valorar fasciculaciones y contracciones
      musculares

    Es importante acotar, que estas medidas deben ser
    realizadas por personal capacitado ya que cada procedimiento
    esta fundamentado en principios científicos que permiten
    valoraciones efectivas y por ende recuperaciones
    satisfactorias.

    Ahora bien, el paciente intoxicado con organofosforados,
    necesita ser revalorado continuamente, en este sentido Deluchi
    (1990) señala: "Es importante que el paciente intoxicado
    con organofosforados permanezca bajo vigilancia estricta ya que
    pueden surgir alteraciones, que si no son monitorizadas
    podrían ocasionar hasta la muerte"(p.98)

    De acuerdo a lo antes expuesto, se puede señalar
    que la enfermera(o) debe seguir registrando, en lapsos
    determinados las constantes vitales, no interrumpir la
    monitorización cardíaca ya que por efectos del
    tóxico estos intensifican la conducción del nudo
    auriculoventricular (AV). De igual manera y bajo
    prescripción médica la administración de
    medicamentos según los resultados de laboratorio,
    para equilibrar estados inadecuados tales como: desequilibrio
    acidobáse, electrolitos, entre otros.

    Medidas Específicas en el Paciente Intoxicado con
    Organofosforados.
    Cuando se trata de medidas específicas se refiere a una
    serie de procedimientos que deben ser indicados y supervisados
    por el médico, y que la acción va dirigida a tratar
    el tóxico directamente o en su defecto como ayuda para
    evitar posibles complicaciones, siendo una de las prioridades la
    administración del antídoto.

    Al respecto Dereslach (1984) manifiesta "Un
    antídoto es la utilización de un fármaco que
    interfiere en la acción del tóxico o en su defecto,
    reduciendo su efecto"(p424). De allí radica la importancia
    que tiene el personal enfermería en la disposición
    de los diferentes antídotos aplicados a cada tipo de
    tóxicos. en este sentido, se hace referencia al
    antídoto aplicado a los organofosforados denominado
    atropina. Según la definición de Ruperl (1990)
    "Atropina es un alcaloide principal de belladona, sustancia
    antagónica de la acetilcolina"(p147) por consiguiente
    tiene acción anticolinergica, ya que contrarresta las
    manifestaciones muscarinicas provocadas por los organofosforados
    en el organismo.

    Visto de esta forma es responsabilidad de la
    enfermera(o) cumplir a cabalidad la dosis de atropina en el
    horario establecido por el médico, como es bien sabido es
    administrada cada 5-10-20min según la evolución del
    paciente.

    Apoyando lo antes expuesto, Potter y Rose (1987)
    denotan:
    La primera prioridad de la enfermera(o) es conocer la
    administración de atropina según orden
    médica. Se debe administrar 2gms de atropina por vena o
    intramuscular cada 10-15min, hasta que cedan los efectos
    parasimpatomimeticos de la sustancia tóxica. (p.896)
    De acuerdo a lo mencionado con anterioridad, la
    administración de atropina desencadenará una serie
    de sintomatologías, las cuales se deben evaluar para
    verificar los resultados. Entre los más importantes, se
    denotan:

    • Valoración de la salivación, esto es,
      al hacer efecto el fármaco debe secar la
      salivación
    • Observar si se incrementa el número de
      respiraciones
    • Medir la frecuencia cardíaca que debe exceder
      de 120 latidos por minutos
    • Evaluación pupilar (midriaticas)

    Cabe señalar, que la dosis inicial de la atropina
    es de 0,5 a 2mlg, pues esta desencadenará una
    reacción anticolinergica como taquicardias, boca seca,
    hipiremia y/o dilatación pupilar. Es importante mencionar
    que se debe evitar la administración de morfina,
    barbitúricos, fenotracidas y otros depresores
    respiratorios debido que estos influyen en el mecanismo de
    acción de la atropina. Todas estas reacciones deben estar
    en conocimiento del personal de enfermería que atiende al
    paciente intoxicado con organofosforados, pues de allí
    depende su atención rápida y eficaz en identificar
    todas estas series de alteraciones, producto del mecanismo de
    acción del antídoto.

    Cabe considerar por otra parte, que uno de los objetivos
    principales al administrar el antídoto atropina es lograr
    la atropinización del paciente, siendo definida por
    Casadinho (1996) como "el nivel optimo obtenido por la
    administración de atropina para eliminar el agente
    tóxico"(Notas Eco.Web).

    Por consiguiente se hace referencia de la importancia
    que tienen el conocer los signos de atropinización los
    cuales están caracterizados por cara ruborosa, mucosa oral
    seca, pupilas midríaticas (dilatadas completamente),
    taquicardias, piel caliente, entre otras. Además debe
    señalarse que, cuando la administración de la
    atropina no ha provocado la atropinización, es útil
    el uso de cloruro de obidoxima (oxima toxogonin) por ser
    reconvertidores de la acetilcolinesterasa. Con respecto a su
    administración, las oximas deben infundirse lentamente
    entre 5-10min, ya que la administración rápida
    puede dar lugar a los siguientes síntomas secundarios,
    debilidad, visión borrosa, diplopía, mareos,
    cefaleas, nauseas y taquicardias.

    Entre las medidas específicas también se
    destacan las terapias de soportes, como aquellas medidas de apoyo
    que se utilizan en el tratamiento de pacientes intoxicados con
    organofosforados, las terapias de soportes están referidas
    al tratamiento para mantener cualquier actividad orgánica
    que haya fallado o por efecto secundario al antídoto. En
    este sentido, se reconoce que una de las terapias que se utilizan
    en el paciente intoxicado con organofosforados es el de la
    ventilación mecánica o artificial. Al respecto Suarez y
    Lara (1998) dicen "Un ventilador mecánico es una
    máquina que sustituye (ventilación controlada) o
    colabora (ventilación asistida) con los músculos de
    la ventilación en su misión de
    mantener un adecuado volumen
    circulante"(p.301). Ahora bien, la utilización de
    ventilación mecánica en pacientes intoxicados con
    organofosforados, es por que dicho tóxico debilita los
    músculos intercostales de forma que el paciente pueda
    mostrar insuficiencia respiratoria e incluso parálisis de
    los músculos mencionados. Cuando se detecta esta
    complicación se debe medir volumen ventilatorio, capacidad
    vital y frecuencia respiratoria, si con la atropina no aumenta el
    número de respiraciones, el médico debe auxiliar
    con entubación endotraqueal y ventilación
    mecánica, así mismo la enfermera debe prestar los
    cuidados respiratorios necesarios a este tipo de
    pacientes.

    Otras de las terapias de soporte utilizadas en paciente
    intoxicados con organofosforados es el apoyo hemodinámico,
    ya que el estado
    circulatorio en este tipo de pacientes puede cambiar
    repentinamente conforme se absorbe el tóxico. Es por eso
    que la vigilancia continua de monitoreo cardíaco, los
    trazos electrocardiográficos y los controles estrictos de
    signos vitales, permiten que el personal de enfermería
    pueda identificar desequilibrios hemodinámicos tales como:
    arritmias, hipoxemia, desequilibrio acidobasíco o
    electrolitos entre otros.

    De acuerdo a lo expuesto anteriormente, Borg y Mikas
    (1989) señalan "con una asistencia de apoyo y de
    mantenimiento general del enfermo, se ha conseguido disminuir
    notablemente en las últimas décadas la mortalidad
    en los intoxicados"(p425). Dentro de este marco de ideas debe
    señalarse, las diferentes acciones que cumple el personal
    de enfermería, para mantener hemodinamicamente estable al
    paciente, entre las más importantes se
    señalan:

    • Valorar el equilibrio
      ácido básico por gasometría y
      valoración de electrolitos en sangre
    • Administrar (según orden médica)
      solución de bicarbonato de sodio para corregir acidosis
      y reponer electrolitos
    • Vigilancia estricta de los valores
      de gasometría, en búsqueda de
      hipoxemia
    • Administrar oxígeno suplementario según
      sea necesario
    • Administración de vasos depresores en goteos
      endovenosos para mejorar la presión arterial
    • El médico realizará
      cateterización de vía central, yugular o
      subclavia para controlar la presión venosa central
      (PVC)
    • Administrar diuréticos si hay signos de edema
      pulmonar entre otros.

    Con esto se quiere significar qué el
    mantenimiento hemodinámico de los pacientes intoxicados
    con organofosforados, esta enmarcado dentro de las perspectivas
    más significativas de las funciones vitales, evitando
    así fallas multiorgánicas que pudieran conllevar
    hasta la muerte.

    Partes: 1, 2

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