- Resumen de la
monografía - La explotación sexual
comercial. Definiciones. - Multicausalidad de la
explotación sexual comercial de
niños. - Modalidades de la
Explotación Sexual Comercial de
Niños. - Los pedófilos como
consumidores del mercado del sexo. - A modo de
conclusiones. - Citas y
referencias. - Bibliografía
La monografía
centra su análisis en la valoración de la
relación existente entre la pedofilia y el mercado sexual
infantil; se desarrollan las principales definiciones asociadas
al fenómeno de la explotación sexual de niños,
que en la actualidad mundial se manifiesta como un mercado
floreciente en el que se corrompen millares de infantes.
Profundizamos en la estrecha relación existente entre la
prostitución
infantil, la pornografía infantil, el tráfico de
menores con fines sexuales, el turismo sexual y la demanda
pedófila de ese mercado sexual con infantes.
PALABRAS CLAVES: Pedofilia, mercado sexual con
niños, abuso sexual,
explotación sexual infantil, prostitución infantil, pornografía
infantil, tráfico de niños, turismo sexual, abuso
pedófilo.
Las sociedades de
mercado predominantes en nuestro planeta caracterizadas por su
violencia
estructural, se encuentran vivenciando una explosión en la
demanda pedófila. Progresivo y alarmante fenómeno
que nos compulsa a persistir en la visión
sociopatológica de la pedofilia y reclama una seria
valoración de las razones de este aumento acelerado. El
contexto y objetivos de
esta exposición
solo nos permite hacer mención de algunos elementos que
inciden en el desplazamiento de la demanda del mercado del
sexo hacia los
niños, lo que ha generado el aumento de su valor en dicho
mercado.
Al respecto el Sr. Juan Miguel Petit, Relator Especial
de la ONU, en su
informe de
febrero del 2002, ante la Comisión de Derechos Humanos
expresó: "Tras el descubrimiento del VIH, la demanda de
niños cada vez más jóvenes para la
prostitución no ha dejado de crecer. Sus agresores ya no
son solo pederastas (…), sino también personas que
consideran que las relaciones sexuales con los más
jóvenes comportan un riesgo menor.
Suponen que las personas más jóvenes tiene menos
probabilidades de haber contraído el virus al haber
tenido menos relaciones sexuales y según algunos informes, en
determinadas culturas persisten los mitos de que
las relaciones sexuales con una persona virgen o
con un niño curan la infección por VIH/SIDA en la
persona mayor".
Una de las tantas caras oscuras del sexo rentado es la
insalubridad o problemas de
salud sexual; se
presume comúnmente que el uso de niños y
niñas prostituidos o no, reduce el riesgo de contraer
enfermedades
venéreas o el SIDA, sin
cavilar en que precisamente la fragilidad fisiológica de
un niño en pleno desarrollo los
hace especialmente vulnerables a enfermedades de
trasmisión sexual. Otras variantes son expresamente
guiadas por el imaginario popular y se presentan cuando el adulto
solicita sexualmente a un niño en la vana creencia de que
esa relación lo rejuvenecerá, llegándose al
extremo de atribuirle al sexo con infantes propiedades curativas
de la virilidad dañada, capacidades de facilitación
de la buena fortuna y en definitiva reafirmación de la
masculinidad y el poder de
género.
Otras razones que rodean este crecimiento de la demanda
pedófila son de índole económica y surgidas
casi siempre en países en desarrollo con crisis
económicas desestabilizadoras. Por lo general en estos
casos, los gobiernos recurren al desarrollo turístico como
estrategia de
progreso económico, esta variante trae aparejada efectos
sociales colaterales, tales como el aumento de la demanda en el
mercado sexual, debido a la elevación del número de
turistas que solicitan ese tipo de entretenimiento. Como
determinante coadyuvante de este mercado turístico sexual
aparece el aumento de las facilidades de organización y localización de la
oferta sexual,
a partir del desarrollo de las nuevas técnicas
mundiales de comunicación, que propician el intercambio
de información y contactos a través de
Internet.
DESARROLLO.
I- La
explotación sexual comercial. Definiciones.
En correspondencia con el aumento de la demanda
pedófila en el mercado del sexo y de manera directamente
proporcional, se ha potenciado la explotación sexual
comercial de niños. La explotación sexual comercial
de infantes como industria
floreciente a escala mundial,
ha convertido al sexo en un bien vendible y sujeto a una
transacción comercial que puede pagarse en dinero o con
una contraprestación.
La magnitud real de la multimillonaria industria del
sexo escapa a la medición fidedigna de sus proporciones, por
cuanto la recolección
de datos al respecto se queda en el plano de la cifra negra
de la criminalidad. Se presume como "un negocio muy rentable.
Esto lo confirma el hecho de que no involucra solamente a
empresarios aficionados o que trabajan por cuenta propia, sino
también, y más a menudo, a mafias internacionales
que emplean métodos
sistemáticos de captación dentro de una red sumamente organizada
y cohesionada y que suelen estar implicadas en otras actividades
delictivas".
La naturaleza
abigarrada de la explotación sexual comercial reclama
clasificar estas actividades comerciales en dos grandes sectores:
el sector estructurado y el sector no estructurado. En ambos
casos el sexo con niños se comercializa con mayor o menor
grado de organización y la victimización infantil
se ocasiona de manera más o menos similar. Se diferencian
en que el ámbito estructurado posee más claridad en
el intercambio, en el se produce un pago de dinero por un
servicio de
trascendencia sexual como puede ser: la práctica del coito
o el alquiler de un video
pornográfico con niños. Por su lado, la variante no
estructurada de este comercio posee
un carácter
más difuso y diverso, por cuanto, el niño
víctima realiza actividades de diferente índole y
aparentemente no relacionadas entre sí, es el caso por
ejemplo: de los infantes como empleados domésticos que
además de su trabajo normal se ven obligados a otorgar
favores sexuales a sus empleadores. También como muestra de este
sector comercial sexual no estructurado existen los
"benefactores", que financian o respaldan económicamente a
las familias a cambio del
acceso sexual a miembros niños y adolescentes
de las mismas.
Importante e indispensable resulta también la
preocupación, estudio y prevención de la
explotación sexual de niños de naturaleza no
comercial, nos referimos a casos tales como: el abuso que algunos
miembros del sacerdocio cometen contra menores de edad
(cuestión públicamente reconocida por la Iglesia
Católica), a las relaciones incestuosas victimizantes de
niños, a las corruptas manifestaciones abusivas de
maestros sobre sus alumnos, etc. Aunque resulta válido
dejar clarificado que las distinciones entre la
explotación sexual de niños de carácter
comercial y de entidad no comercial se mueven realmente en un
plano de indeterminación, por cuanto, las fronteras entre
ambas manifestaciones explotadoras poseen carácter
difuso.
II- Multicausalidad de
la explotación sexual comercial de
niños.
En los espacios de lucha contra la explotación
sexual comercial de niños proliferan opiniones más
o menos divergentes sobre los factores incidentes en el
desarrollo acelerado de esta industria global; por lo general las
opiniones coinciden en cuanto a que las razones de este
fenómeno poseen entidad pluridimensional, sin embargo, la
divergencia aparece en el grado de significación de
la pobreza
como factor incidente en este flagelo.
Valorando la multicausalidad del florecimiento de la
explotación sexual comercial infantil, la Relatora
Especial acreditada ante la Comisión de Derechos Humanos, en un
informe presentado a finales de 1996 ante la Asamblea General de
la ONU afirmaba: "las causas del problema abarcan una amplia gama
de circunstancias y prácticas perniciosas que van en
contra de los intereses de los niños, desde la necesidad
económica a las discrepancias socioculturales, pasando por
la discriminación sexual y otras formas de
discriminación por motivos de raza, casta o
clases".
En torno al tema de
la plurifactorialidad del fenómeno de la
explotación sexual comercial, la Declaración y
Programa de
Acción del Congreso Mundial de Estocolmo expresaba en unos
de sus retos: "La pobreza no puede
ser esgrimida como excusa para la explotación sexual
comercial de niños, aunque de hecho esta contribuya a la
generación de un entorno que puede conducir a tal
explotación. Entre la gama de otros factores
contribuyentes más complejos se encuentran las
disparidades económicas, las estructuras
socioeconómicas injustas, la desintegración
familiar, la carencia de educación, el
creciente consumismo, la migración
rural-urbana, la discriminación de género, la
conducta sexual
masculina irresponsable, las prácticas tradicionales
nocivas y el tráfico de niños. Todos estos factores
exacerban la vulnerabilidad de niñas y niños frente
a aquellos que buscan utilizarlos con fines de explotación
sexual comercial".
Así pues, el enfoque que desarrollamos en estos
momentos se refiere a la multicausalidad en el plano de la oferta
de este infame comercio y evidentemente la explicación va
más allá de la extrema pobreza; pues no solo son
sometidos a explotación sexual comercial los niños
pobres, ni el fenómeno se limita a los países en
desarrollo. Debemos reconocer que el abuso explotador sexual
afecta de igual forma a sectores poblacionales que no padecen
carencias materiales y
económicas, y también prolifera en países
desarrollados del primer mundo. El problema no es tan simple, ni
reducible, convergen en él, entre otros, factores como la
erosión
de la estructura
familiar y un deterioro moral de
respetables proporciones, fenómenos que no solo son
privativos de los sectores pobres o de los países del
mundo subdesarrollado.
III- Modalidades
de la Explotación Sexual Comercial de
Niños.
Llegados a este punto, nos adentraremos en las
modalidades y las vías de materialización de la
explotación sexual comercial de niños. Para
comprender las diversas modalidades de la industria sexual
infantil necesariamente se debe trazar una artificial
línea divisoria entre las formas delictivas asociadas a la
oferta y las acciones que
corporifican la demanda. La oferta se caracteriza por brindar dos
variantes principales de servicios: la
prostitución infantil y la pornografía infantil,
manifestaciones estrechamente vinculadas y muchas veces
complementarias. Precisamente el "material humano" que garantiza
esta oferta de prostitución y pornografía se logra
localizar y reclutar mayoritariamente mediante el tráfico
o venta de
niños y niñas. De otra parte en el plano de la
demanda de este mercado sexual infantil se concreta la
explotación sexual a través de la acción de
múltiples solicitantes, entre los cuales el grupo de
clientes con
mayor capacidad de pago y por ende más instigadores de la
oferta, lo constituyen los turistas sexuales
pedófilos.
Las cuatro formas de expresión y
concreción del mercado del sexo con niños, son a
saber, la prostitución infantil, la pornografía
infantil, el tráfico de niños y el turismo sexual
pedófilo; las cuales constituyen categorías
interconectadas e interdependientes que conforman el entramado
sistémico propiciante del funcionamiento de esta perversa
industria de la explotación sexual comercial de
niños. Teniendo en cuenta su trascendencia como formas de
expresión y de concreción de esa explotación
pasaremos a conceptuar cada uno de estos
términos.
Prostitución Infantil.
Múltiples son las definiciones elaboradas en
torno a la categoría de prostitución infantil. Es
considerada como la "utilización de un niño en
actividades sexuales a cambio de remuneración o de
cualquier otra retribución". En un Informe rendido ante la
Asamblea General de la ONU por la Relatora Especial de la
Comisión de Derechos Humanos sobre la venta de
niños, la prostitución infantil y la
utilización de niños en la pornografía, se
definió la prostitución infantil como "la
acción de contratar u ofrecer los servicios de un
niño para realizar actos sexuales a cambio de dinero u
otra contraprestación con esa misma persona o con
otra".
La prostitución de niñas, niños y
adolescentes tendrá siempre el carácter de
actividad forzada, y se considera como una forma
contemporánea de esclavitud.
Obviamente la prostitución infantil es una variante de
abuso sexual victimizante en el que el cliente
pedófilo deduce cómodamente que el pago del sexo
con niño supone un simple intercambio comercial,
constituye una mercancía más y en consecuencia no
se autovivencia como un abusador o explotador, solo se considera
un consumidor
más del mercado libre, todo ello basado en una total
indiferencia moral hacia ese niño prostituido. "Para la
mayoría de los clientes la condición de persona
prostituida del niño es más importante que su
condición de niño".
La pornografía con niños constituye una
variante sexual criminal que se perpetúa en el tiempo y que
prolonga la situación abusiva en tanto esos materiales
pornográficos continúen siendo usados. Las
definiciones del término pornografía infantil
presenta sus matices a tenor con los avances
tecnológicos modificantes de la presentación
visual o auditiva del producto. En
las Naciones Unidas
los organismos encargados de la protección de la
niñez han estructurado el fenómeno de la
pornografía infantil en dos grandes grupos: la
pornografía visual y la pornografía auditiva.
Definen la pornografía visual como "la
representación visual de un niño en un acto sexual
explícito, real o simulado, o en una exhibición
obscena de los órganos genitales para el placer sexual de
un usuario; incluye la producción, la distribución o el uso de ese material". Por
otra parte la pornografía auditiva se define como "el uso
de cualquier dispositivo de audición de la voz de un
niño, real o simulada, para el placer sexual de un
usuario, incluye la producción, distribución o el
uso de ese material".
Más recientemente se considera la
pornografía infantil como "toda representación, por
cualquier medio, de un niño dedicado a actividades
sexuales explícitas, reales o simuladas, o toda
representación de las partes genitales de un niño
con fine primordialmente sexuales".
La dañosidad que causa la pornografía
infantil trasciende el abuso directo de los niños usados
en el proceso de
elaboración de esa pornografía, las afectaciones se
extienden progresivamente, en tanto, esa pornografía
original promueve con su efecto excitante nuevos abusos
infantiles, pues actúa como estímulo erótico
generador de mayor demanda pedófila en el mercado del
sexo. En definitiva, la pornografía infantil constituye
una modalidad de la explotación sexual comercial de
niños y a la vez garantiza la promoción de esa explotación,
incentivando el aumento de clientes y magnificando
fenómenos asociados, como son la prostitución y el
tráfico de niños.
Tráfico de Menores.
El tráfico ilícito, dentro del cual se
encuentra la trata de personas, consiste en transportar
ilegalmente seres humanos de un lugar a otro, con el
propósito de venderlos por dinero o por otra
compensación. La trata de niños y niñas, que
los gobiernos consideran el tráfico ilegal más
grave, superado solo por el comercio de drogas y de
armas, es una
industria en la que cambian de mano miles de millones de
dólares y que se encuentra muy asociada al uso de estos
menores en acciones que implican una profunda corrupción. Este moderno medio de
esclavitud se practica en su forma más virulenta con fines
sexuales.
Recordemos que como vía de concreción o
como forma facilitadora de la oferta en el área de la
explotación sexual comercial de infantes aparece el
tráfico de niños con fines sexuales, entendido como
la captación y traslado ilícito de menores de un
país a otro, o de una región a otra de un mismo
país; con el fin concreto de
ser utilizados en el mercado del sexo. Las variantes del
tráfico adoptan múltiples formas, no todas
ilícitas, existe desde la adopción
internacional, la adopción local, el secuestro, la
compra-venta a familias pobres, etc.
Turismo Sexual.
La promoción del turismo en sentido general se
encuentra saturado de estímulos sexuales; se usa
publicitariamente las imágenes
que reflejan la atractiva figura de jóvenes de ambos sexos
en contextos paradisíacos, exóticos y
folclóricos. Si eso sucede con la propaganda del
turismo lícito, cabe esperar un serio recrudecimiento de
los estímulos sexuales como reclamo turístico en
las subterráneas manifestaciones promotoras del turismo
sexual con niños. Resulta denigrante para los derechos
infantiles su presentación como mercancía de uso,
incluida en el paquete de entretenimiento ofertado al turismo
sexual, tanto nacional como internacional, esta última
variante constituida como la más frecuente y casi siempre
proveniente del mundo desarrollado. Sin pecar de absolutismo
podemos afirmar que por lo general este abominable hecho del
turismo sexual pedófilo, se constituye en una "grave
violación de la dignidad de las personas alimentada por un
primer mundo ávido de emociones y
tolerada por un mundo pobre ávido de
dólares".
El turismo sexual se define como el turismo organizado
con el objetivo de
establecer relaciones sexuales de entidad comercial. Así
pues, los turistas sexuales son aquellas personas que en el curso
de sus viajes de
vacaciones y recreo, establecen relaciones sexuales explotadoras
en los países y regiones que visitan. En páginas
anteriores afirmábamos que el turismo sexual
pedófilo facilitaba la concreción o
materialización de la explotación sexual comercial
de niños, desde la óptica
de incentivar la demanda. Vale entonces conceptuar el turismo
sexual infantil como el turismo organizado en función de
propiciar las relaciones sexuales de carácter comercial
con niños.
A modo de resumen, en las definiciones de
prostitución, pornografía, tráfico y turismo
sexual asociados a la victimización infantil debemos
reiterar la interdependencia entre estas cuatro
categorías; cuestión fácilmente comprensible
si reconocemos que el florecimiento de una de ellas potencia el
desarrollo de las demás. Las ciegas leyes del mercado
en su inexorabilidad funcionan eficientemente, tanto si la
mercancía la compone bienes de
consumo
convencionales o si las transacciones se producen sobre la
práctica infame del sexo con niños.
IV- Los
pedófilos como consumidores del mercado del
sexo.
En la búsqueda de la ineludible
vinculación de la pedofilia con las modalidades de la
explotación sexual comercial de niños analizadas
hasta el momento, conviene precisar las relaciones existentes
entre las manifestaciones pedófilas y las
categorías recientemente definidas.
Los hábitos de comportamiento
pedófilos por lo general poseen signos recurrentes de
adicción a la pornografía infantil. Son amplios
consumidores de pornografía infantil; en algunos casos
producida por ellos mismos y posteriormente puestas a la
circulación comercial. Su pertenencia a organizaciones
pedófilas exige muchas veces la aportación
frecuente de material pornográfico con fines de
intercambio y de "ayuda mutua" en sus fechorías.
Obviamente el coleccionismo pornográfico infantil
compulsivo representa una demanda que como contraparte exige una
respuesta de la oferta pornográfica del
mercado.
En el continuo derivativo de crecimiento que responde a
la interdependencia de todas las modalidades del mercado del
sexo, se manifiesta un fenómeno de desarrollo directamente
proporcional, pues al elevarse la producción
pornográfica con niños, esta actúa como un
mecanismo promotor de la prostitución infantil; se
incentiva la trata de niños para proporcionar
"mercancía" y consecuentemente se fomenta el turismo
sexual pedófilo. El grupo de clientes más
especializados del mercado del sexo infantil lo constituye los
pedófilos, que mayoritariamente son personas normales y
respetables en sus países de origen, imagen de
respetabilidad que los obliga a trasladarse a otras regiones del
planeta en busca de satisfacciones sexuales con niños que
no impliquen riesgo a su status social.
Los turistas sexuales pedófilos además de
acceder sexualmente a niños prostituidos en las naciones
que visitan, regresan a sus respectivos países y usando
sus redes de contacto
promocionan los placeres y "bondades" de los lugares visitados,
exhibiendo en sus estrechos círculos pedófilos la
documentación de sus "proezas" mediante
filmaciones y fotografías; y junto con ello proporcionando
datos a otros
desviados sobre los mejores lugares para establecer relaciones de
gratificación sexual con infantes, aconsejando en
qué regiones o países resulta más expedito
el acceso a ese mercado, cuales son los turoperadores corruptos
que facilitan ese acceso, etc. Para todo este intercambio
informativo usan las redes a las que están asociados y
Sitios Web personales
existentes en Internet.
Conclusivamente afirmamos que merece especial atención la relación directamente
proporcional existente entre la demanda pedófila y el
crecimiento del mercado del sexo; potenciándose con ese
acelerado desarrollo todas las abusivas variantes de
explotación sexual comercial de los niños y
adolescentes. Crece, por tanto, la prostitución y la
pornografía infantil, garantizadas por un reciclante
tráfico de niños y una incentivante demanda
turística de sexo con infantes.
La vigilancia mundial y el indispensable trabajo
mancomunado contra el mercado sexual de niños, se han
materializado en la celebración, hasta el momento de dos
Congresos Mundiales contra la Explotación Sexual Comercial
de niños: el Congreso Mundial de Estocolmo (1996) y el
Congreso Mundial de Yokohama (2001). En ambos eventos
científicos se llegó a la conclusión que la
explotación sexual comercial de niños es un
fenómeno multifactorial y de asociaciones muy diversas;
por tanto, la reducción de este mercado sexual de infantes
solo será posible si enfocamos la lucha en un espectro
amplio, que contenga la erradicación de la pedofilia y del
turismo sexual con menores, la eliminación del
tráfico de niños y niñas con fines de
sexo.
- Informe del Relator Especial de la Comisión de
Derechos Humanos sobre la venta de niños, la
prostitución infantil y la utilización de
niños en la pornografía. Febrero del 2002.
Presentado al 58º período de sesiones de la
Comisión de Derechos Humanos. Párrafo 65. Disponible en Internet.
http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nsf/. - Informe Provisional de la Relatora Especial de la
Comisión de Derechos Humanos sobre la venta de
niños, la prostitución infantil y la
utilización de niños en la pornografía.
Octubre de 1996. Presentado al quincuagésimo primero
período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Párrafo 12, inciso e). Disponible en Internet.
http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nsf/. - Julia O` Connell Davidson. (2001). Obra citada.
Párrafo No. 13. - Informe Provisional de la Relatora Especial de la
Comisión de Derechos Humanos sobre la venta de
niños, la prostitución infantil y la
utilización de niños en la pornografía.
Octubre de 1996. Presentado al quincuagésimo primero
período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Párrafo 10. Disponible en Internet.
http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nsf/. - Declaración y Programa de Acción del
Primer Congreso Mundial contra la Explotación Sexual
Comercial de los Niños. (1996). Estocolmo. Suecia.
Internet. http://www.elamoresmasfuerte.com/. - Válido es aclarar en este caso y en los
subsiguientes que cuando usamos la categoría de turistas
sexuales pedófilos, nos referimos a todos los adultos
demandantes de niños para sus prácticas sexuales,
independiente si están diagnosticados
clínicamente como pedófilos o si se relacionan
sexualmente con los niños por otras razones. - Protocolo Facultativo de la Convención sobre
los Derechos del
Niño relativo a la venta de niños, la
prostitución infantil y la utilización de
niños en la pornografía. Artículo 2
b). - Informe Provisional de la Relatora Especial de la
Comisión de Derechos Humanos sobre la venta de
niños, la prostitución infantil y la
utilización de niños en la pornografía.
Septiembre de 1995. Párrafo 20. Disponible en Internet.
http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nsf/. - Julia O` Connell Davidson. (2001). Obra citada.
Párrafo No. 38. - Informe Provisional de la Relatora Especial de la
Comisión de Derechos Humanos sobre la venta de
niños, la prostitución infantil y la
utilización de niños en la pornografía.
Septiembre de 1995. Párrafo 24. Disponible en Internet.
http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nsf/. - Ibidem. Párrafo 25.
- Protocolo Facultativo de la Convención sobre
los Derechos del Niño relativo a la venta de
niños, la prostitución infantil y la
utilización de niños en la pornografía.
Artículo 2 c). - Ver: Prostitución, turismo sexual, pedofilia y
SIDA. (1998). En: Revista
ARBIL, anotaciones de pensamiento
y crítica. Disponible en Internet. http://www.iespana.es/revista-arbil/revista.htm/.
Bruce, Harris. (1999). Presentación para la
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Disponible en Internet. http://www.casa-alianza.org/human-rights/sexual-exploit/.
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Informe de la Relatora Especial de la Comisión
de Derechos Humanos sobre la venta de niños, la
prostitución infantil y la utilización de
niños en la pornografía. Septiembre de 1995.
Presentado al Quincuagésimo Período de Sesiones de
la Asamblea General de la ONU. Disponible en Internet.
http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nfs/.
Informe de la Relatora Especial de la Comisión
de Derechos Humanos sobre la venta de niños, la
prostitución infantil y la utilización de
niños en la pornografía. Octubre de 1997.
Presentado al Quincuagésimo Segundo Período de
Sesiones de la Asamblea General de la ONU. Disponible en
Internet. http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nfs/.
Informe del Relator Especial de la Comisión de
Derechos Humanos sobre la venta de niños, la
prostitución infantil y la utilización de
niños en la pornografía. Febrero del 2002.
Presentado al 58º Período de Sesiones de la
Comisión de Derechos Humanos. Disponible en
Internet. http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nfs/.
Informe Provisional de la Relatora Especial de la
Comisión de Derechos Humanos sobre la venta de
niños, la prostitución infantil y la
utilización de niños en la pornografía.
Octubre de 1996. Presentado al Quincuagésimo Primer
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Disponible en Internet. http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nfs/.
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rol de la División Unidad Especializada de Investigación de crímenes contra
menores. En: Psicología y
Psicopedagogía. Publicación virtual de la USAL.
Año I, No.1, marzo del 2000. Disponible en
Internet. http:///www.salvador.edu.ar/ua1-9pub01-1.htm.
DATOS DE LA AUTORA:
Graduada de Licenciatura en Derecho en la Universidad de La
Habana en el año 1982 y titulada de Master en Pedagogía de la Educación
Superior desde el año 2000. Posee 20 años de
experiencia en la labor docente universitaria. Pertenece a la
Sociedad
Cubana de Ciencias
Penales de la Unión de Juristas de Cuba y a la
Sociedad de Pedagogos de Cuba. Posee una vasta experiencia en la
investigación; ha desarrollando sus pesquisas en el
área criminológica, específicamente en la
esfera microambiental delictiva, en el área de la
Personalidad, en la Prevención Criminal y Victimal, en
el Control Social
Formal e Informal, en temas de Derecho Penal
Especial y en la Enseñanza del Derecho.
Msc. Marta González
Rodríguez
Profesora de Criminología y Derecho Penal
Universidad Central de Las Villas.CUBA