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La pedofilia y la explotación sexual comercial de niños




Enviado por martag



    1. Resumen de la
      monografía
    2. La explotación sexual
      comercial. Definiciones.
    3. Multicausalidad de la
      explotación sexual comercial de
      niños.
    4. Modalidades de la
      Explotación Sexual Comercial de
      Niños.
    5. Los pedófilos como
      consumidores del mercado del sexo.
    6. A modo de
      conclusiones.
    7. Citas y
      referencias.
    8. Bibliografía

    RESUMEN DE LA
    MONOGRAFÍA

    La monografía
    centra su análisis en la valoración de la
    relación existente entre la pedofilia y el mercado sexual
    infantil; se desarrollan las principales definiciones asociadas
    al fenómeno de la explotación sexual de niños,
    que en la actualidad mundial se manifiesta como un mercado
    floreciente en el que se corrompen millares de infantes.
    Profundizamos en la estrecha relación existente entre la
    prostitución
    infantil
    , la pornografía infantil, el tráfico de
    menores con fines sexuales, el turismo sexual y la demanda
    pedófila de ese mercado sexual con infantes.

    PALABRAS CLAVES: Pedofilia, mercado sexual con
    niños, abuso sexual,
    explotación sexual infantil, prostitución infantil, pornografía
    infantil, tráfico de niños, turismo sexual, abuso
    pedófilo.

    INTRODUCCIÓN.

    Las sociedades de
    mercado predominantes en nuestro planeta caracterizadas por su
    violencia
    estructural, se encuentran vivenciando una explosión en la
    demanda pedófila. Progresivo y alarmante fenómeno
    que nos compulsa a persistir en la visión
    sociopatológica de la pedofilia y reclama una seria
    valoración de las razones de este aumento acelerado. El
    contexto y objetivos de
    esta exposición
    solo nos permite hacer mención de algunos elementos que
    inciden en el desplazamiento de la demanda del mercado del
    sexo hacia los
    niños, lo que ha generado el aumento de su valor en dicho
    mercado.

    Al respecto el Sr. Juan Miguel Petit, Relator Especial
    de la ONU, en su
    informe de
    febrero del 2002, ante la Comisión de Derechos Humanos
    expresó: "Tras el descubrimiento del VIH, la demanda de
    niños cada vez más jóvenes para la
    prostitución no ha dejado de crecer. Sus agresores ya no
    son solo pederastas (…), sino también personas que
    consideran que las relaciones sexuales con los más
    jóvenes comportan un riesgo menor.
    Suponen que las personas más jóvenes tiene menos
    probabilidades de haber contraído el virus al haber
    tenido menos relaciones sexuales y según algunos informes, en
    determinadas culturas persisten los mitos de que
    las relaciones sexuales con una persona virgen o
    con un niño curan la infección por VIH/SIDA en la
    persona mayor".

    Una de las tantas caras oscuras del sexo rentado es la
    insalubridad o problemas de
    salud sexual; se
    presume comúnmente que el uso de niños y
    niñas prostituidos o no, reduce el riesgo de contraer
    enfermedades
    venéreas o el SIDA, sin
    cavilar en que precisamente la fragilidad fisiológica de
    un niño en pleno desarrollo los
    hace especialmente vulnerables a enfermedades de
    trasmisión sexual. Otras variantes son expresamente
    guiadas por el imaginario popular y se presentan cuando el adulto
    solicita sexualmente a un niño en la vana creencia de que
    esa relación lo rejuvenecerá, llegándose al
    extremo de atribuirle al sexo con infantes propiedades curativas
    de la virilidad dañada, capacidades de facilitación
    de la buena fortuna y en definitiva reafirmación de la
    masculinidad y el poder de
    género.

    Otras razones que rodean este crecimiento de la demanda
    pedófila son de índole económica y surgidas
    casi siempre en países en desarrollo con crisis
    económicas desestabilizadoras. Por lo general en estos
    casos, los gobiernos recurren al desarrollo turístico como
    estrategia de
    progreso económico, esta variante trae aparejada efectos
    sociales colaterales, tales como el aumento de la demanda en el
    mercado sexual, debido a la elevación del número de
    turistas que solicitan ese tipo de entretenimiento. Como
    determinante coadyuvante de este mercado turístico sexual
    aparece el aumento de las facilidades de organización y localización de la
    oferta sexual,
    a partir del desarrollo de las nuevas técnicas
    mundiales de comunicación, que propician el intercambio
    de información y contactos a través de
    Internet.

    DESARROLLO.

    I- La
    explotación sexual comercial. Definiciones.

    En correspondencia con el aumento de la demanda
    pedófila en el mercado del sexo y de manera directamente
    proporcional, se ha potenciado la explotación sexual
    comercial de niños. La explotación sexual comercial
    de infantes como industria
    floreciente a escala mundial,
    ha convertido al sexo en un bien vendible y sujeto a una
    transacción comercial que puede pagarse en dinero o con
    una contraprestación.

    La magnitud real de la multimillonaria industria del
    sexo escapa a la medición fidedigna de sus proporciones, por
    cuanto la recolección
    de datos al respecto se queda en el plano de la cifra negra
    de la criminalidad. Se presume como "un negocio muy rentable.
    Esto lo confirma el hecho de que no involucra solamente a
    empresarios aficionados o que trabajan por cuenta propia, sino
    también, y más a menudo, a mafias internacionales
    que emplean métodos
    sistemáticos de captación dentro de una red sumamente organizada
    y cohesionada y que suelen estar implicadas en otras actividades
    delictivas".

    La naturaleza
    abigarrada de la explotación sexual comercial reclama
    clasificar estas actividades comerciales en dos grandes sectores:
    el sector estructurado y el sector no estructurado. En ambos
    casos el sexo con niños se comercializa con mayor o menor
    grado de organización y la victimización infantil
    se ocasiona de manera más o menos similar. Se diferencian
    en que el ámbito estructurado posee más claridad en
    el intercambio, en el se produce un pago de dinero por un
    servicio de
    trascendencia sexual como puede ser: la práctica del coito
    o el alquiler de un video
    pornográfico con niños. Por su lado, la variante no
    estructurada de este comercio posee
    un carácter
    más difuso y diverso, por cuanto, el niño
    víctima realiza actividades de diferente índole y
    aparentemente no relacionadas entre sí, es el caso por
    ejemplo: de los infantes como empleados domésticos que
    además de su trabajo normal se ven obligados a otorgar
    favores sexuales a sus empleadores. También como muestra de este
    sector comercial sexual no estructurado existen los
    "benefactores", que financian o respaldan económicamente a
    las familias a cambio del
    acceso sexual a miembros niños y adolescentes
    de las mismas.

    Importante e indispensable resulta también la
    preocupación, estudio y prevención de la
    explotación sexual de niños de naturaleza no
    comercial, nos referimos a casos tales como: el abuso que algunos
    miembros del sacerdocio cometen contra menores de edad
    (cuestión públicamente reconocida por la Iglesia
    Católica), a las relaciones incestuosas victimizantes de
    niños, a las corruptas manifestaciones abusivas de
    maestros sobre sus alumnos, etc. Aunque resulta válido
    dejar clarificado que las distinciones entre la
    explotación sexual de niños de carácter
    comercial y de entidad no comercial se mueven realmente en un
    plano de indeterminación, por cuanto, las fronteras entre
    ambas manifestaciones explotadoras poseen carácter
    difuso.

    II- Multicausalidad de
    la explotación sexual comercial de
    niños.

    En los espacios de lucha contra la explotación
    sexual comercial de niños proliferan opiniones más
    o menos divergentes sobre los factores incidentes en el
    desarrollo acelerado de esta industria global; por lo general las
    opiniones coinciden en cuanto a que las razones de este
    fenómeno poseen entidad pluridimensional, sin embargo, la
    divergencia aparece en el grado de significación de
    la pobreza
    como factor incidente en este flagelo.

    Valorando la multicausalidad del florecimiento de la
    explotación sexual comercial infantil, la Relatora
    Especial acreditada ante la Comisión de Derechos Humanos, en un
    informe presentado a finales de 1996 ante la Asamblea General de
    la ONU afirmaba: "las causas del problema abarcan una amplia gama
    de circunstancias y prácticas perniciosas que van en
    contra de los intereses de los niños, desde la necesidad
    económica a las discrepancias socioculturales, pasando por
    la discriminación sexual y otras formas de
    discriminación por motivos de raza, casta o
    clases".

    En torno al tema de
    la plurifactorialidad del fenómeno de la
    explotación sexual comercial, la Declaración y
    Programa de
    Acción del Congreso Mundial de Estocolmo expresaba en unos
    de sus retos: "La pobreza no puede
    ser esgrimida como excusa para la explotación sexual
    comercial de niños, aunque de hecho esta contribuya a la
    generación de un entorno que puede conducir a tal
    explotación. Entre la gama de otros factores
    contribuyentes más complejos se encuentran las
    disparidades económicas, las estructuras
    socioeconómicas injustas, la desintegración
    familiar, la carencia de educación, el
    creciente consumismo, la migración
    rural-urbana, la discriminación de género, la
    conducta sexual
    masculina irresponsable, las prácticas tradicionales
    nocivas y el tráfico de niños. Todos estos factores
    exacerban la vulnerabilidad de niñas y niños frente
    a aquellos que buscan utilizarlos con fines de explotación
    sexual comercial".

    Así pues, el enfoque que desarrollamos en estos
    momentos se refiere a la multicausalidad en el plano de la oferta
    de este infame comercio y evidentemente la explicación va
    más allá de la extrema pobreza; pues no solo son
    sometidos a explotación sexual comercial los niños
    pobres, ni el fenómeno se limita a los países en
    desarrollo. Debemos reconocer que el abuso explotador sexual
    afecta de igual forma a sectores poblacionales que no padecen
    carencias materiales y
    económicas, y también prolifera en países
    desarrollados del primer mundo. El problema no es tan simple, ni
    reducible, convergen en él, entre otros, factores como la
    erosión
    de la estructura
    familiar y un deterioro moral de
    respetables proporciones, fenómenos que no solo son
    privativos de los sectores pobres o de los países del
    mundo subdesarrollado.

    III- Modalidades
    de la Explotación Sexual Comercial de
    Niños.

    Llegados a este punto, nos adentraremos en las
    modalidades y las vías de materialización de la
    explotación sexual comercial de niños. Para
    comprender las diversas modalidades de la industria sexual
    infantil necesariamente se debe trazar una artificial
    línea divisoria entre las formas delictivas asociadas a la
    oferta y las acciones que
    corporifican la demanda. La oferta se caracteriza por brindar dos
    variantes principales de servicios: la
    prostitución infantil y la pornografía infantil,
    manifestaciones estrechamente vinculadas y muchas veces
    complementarias. Precisamente el "material humano" que garantiza
    esta oferta de prostitución y pornografía se logra
    localizar y reclutar mayoritariamente mediante el tráfico
    o venta de
    niños y niñas. De otra parte en el plano de la
    demanda de este mercado sexual infantil se concreta la
    explotación sexual a través de la acción de
    múltiples solicitantes, entre los cuales el grupo de
    clientes con
    mayor capacidad de pago y por ende más instigadores de la
    oferta, lo constituyen los turistas sexuales
    pedófilos.

    Las cuatro formas de expresión y
    concreción del mercado del sexo con niños, son a
    saber, la prostitución infantil, la pornografía
    infantil, el tráfico de niños y el turismo sexual
    pedófilo; las cuales constituyen categorías
    interconectadas e interdependientes que conforman el entramado
    sistémico propiciante del funcionamiento de esta perversa
    industria de la explotación sexual comercial de
    niños. Teniendo en cuenta su trascendencia como formas de
    expresión y de concreción de esa explotación
    pasaremos a conceptuar cada uno de estos
    términos.

    Prostitución Infantil.

    Múltiples son las definiciones elaboradas en
    torno a la categoría de prostitución infantil. Es
    considerada como la "utilización de un niño en
    actividades sexuales a cambio de remuneración o de
    cualquier otra retribución". En un Informe rendido ante la
    Asamblea General de la ONU por la Relatora Especial de la
    Comisión de Derechos Humanos sobre la venta de
    niños, la prostitución infantil y la
    utilización de niños en la pornografía, se
    definió la prostitución infantil como "la
    acción de contratar u ofrecer los servicios de un
    niño para realizar actos sexuales a cambio de dinero u
    otra contraprestación con esa misma persona o con
    otra".

    La prostitución de niñas, niños y
    adolescentes tendrá siempre el carácter de
    actividad forzada, y se considera como una forma
    contemporánea de esclavitud.
    Obviamente la prostitución infantil es una variante de
    abuso sexual victimizante en el que el cliente
    pedófilo deduce cómodamente que el pago del sexo
    con niño supone un simple intercambio comercial,
    constituye una mercancía más y en consecuencia no
    se autovivencia como un abusador o explotador, solo se considera
    un consumidor
    más del mercado libre, todo ello basado en una total
    indiferencia moral hacia ese niño prostituido. "Para la
    mayoría de los clientes la condición de persona
    prostituida del niño es más importante que su
    condición de niño".

    Pornografía
    Infantil.

    La pornografía con niños constituye una
    variante sexual criminal que se perpetúa en el tiempo y que
    prolonga la situación abusiva en tanto esos materiales
    pornográficos continúen siendo usados. Las
    definiciones del término pornografía infantil
    presenta sus matices a tenor con los avances
    tecnológicos modificantes de la presentación
    visual o auditiva del producto. En
    las Naciones Unidas
    los organismos encargados de la protección de la
    niñez han estructurado el fenómeno de la
    pornografía infantil en dos grandes grupos: la
    pornografía visual y la pornografía auditiva.
    Definen la pornografía visual como "la
    representación visual de un niño en un acto sexual
    explícito, real o simulado, o en una exhibición
    obscena de los órganos genitales para el placer sexual de
    un usuario; incluye la producción, la distribución o el uso de ese material". Por
    otra parte la pornografía auditiva se define como "el uso
    de cualquier dispositivo de audición de la voz de un
    niño, real o simulada, para el placer sexual de un
    usuario, incluye la producción, distribución o el
    uso de ese material".

    Más recientemente se considera la
    pornografía infantil como "toda representación, por
    cualquier medio, de un niño dedicado a actividades
    sexuales explícitas, reales o simuladas, o toda
    representación de las partes genitales de un niño
    con fine primordialmente sexuales".

    La dañosidad que causa la pornografía
    infantil trasciende el abuso directo de los niños usados
    en el proceso de
    elaboración de esa pornografía, las afectaciones se
    extienden progresivamente, en tanto, esa pornografía
    original promueve con su efecto excitante nuevos abusos
    infantiles, pues actúa como estímulo erótico
    generador de mayor demanda pedófila en el mercado del
    sexo. En definitiva, la pornografía infantil constituye
    una modalidad de la explotación sexual comercial de
    niños y a la vez garantiza la promoción de esa explotación,
    incentivando el aumento de clientes y magnificando
    fenómenos asociados, como son la prostitución y el
    tráfico de niños.

    Tráfico de Menores.

    El tráfico ilícito, dentro del cual se
    encuentra la trata de personas, consiste en transportar
    ilegalmente seres humanos de un lugar a otro, con el
    propósito de venderlos por dinero o por otra
    compensación. La trata de niños y niñas, que
    los gobiernos consideran el tráfico ilegal más
    grave, superado solo por el comercio de drogas y de
    armas, es una
    industria en la que cambian de mano miles de millones de
    dólares y que se encuentra muy asociada al uso de estos
    menores en acciones que implican una profunda corrupción. Este moderno medio de
    esclavitud se practica en su forma más virulenta con fines
    sexuales.

    Recordemos que como vía de concreción o
    como forma facilitadora de la oferta en el área de la
    explotación sexual comercial de infantes aparece el
    tráfico de niños con fines sexuales, entendido como
    la captación y traslado ilícito de menores de un
    país a otro, o de una región a otra de un mismo
    país; con el fin concreto de
    ser utilizados en el mercado del sexo. Las variantes del
    tráfico adoptan múltiples formas, no todas
    ilícitas, existe desde la adopción
    internacional, la adopción local, el secuestro, la
    compra-venta a familias pobres, etc.

    Turismo Sexual.

    La promoción del turismo en sentido general se
    encuentra saturado de estímulos sexuales; se usa
    publicitariamente las imágenes
    que reflejan la atractiva figura de jóvenes de ambos sexos
    en contextos paradisíacos, exóticos y
    folclóricos. Si eso sucede con la propaganda del
    turismo lícito, cabe esperar un serio recrudecimiento de
    los estímulos sexuales como reclamo turístico en
    las subterráneas manifestaciones promotoras del turismo
    sexual con niños. Resulta denigrante para los derechos
    infantiles su presentación como mercancía de uso,
    incluida en el paquete de entretenimiento ofertado al turismo
    sexual, tanto nacional como internacional, esta última
    variante constituida como la más frecuente y casi siempre
    proveniente del mundo desarrollado. Sin pecar de absolutismo
    podemos afirmar que por lo general este abominable hecho del
    turismo sexual pedófilo, se constituye en una "grave
    violación de la dignidad de las personas alimentada por un
    primer mundo ávido de emociones y
    tolerada por un mundo pobre ávido de
    dólares".

    El turismo sexual se define como el turismo organizado
    con el objetivo de
    establecer relaciones sexuales de entidad comercial. Así
    pues, los turistas sexuales son aquellas personas que en el curso
    de sus viajes de
    vacaciones y recreo, establecen relaciones sexuales explotadoras
    en los países y regiones que visitan. En páginas
    anteriores afirmábamos que el turismo sexual
    pedófilo facilitaba la concreción o
    materialización de la explotación sexual comercial
    de niños, desde la óptica
    de incentivar la demanda. Vale entonces conceptuar el turismo
    sexual infantil como el turismo organizado en función de
    propiciar las relaciones sexuales de carácter comercial
    con niños.

    A modo de resumen, en las definiciones de
    prostitución, pornografía, tráfico y turismo
    sexual asociados a la victimización infantil debemos
    reiterar la interdependencia entre estas cuatro
    categorías; cuestión fácilmente comprensible
    si reconocemos que el florecimiento de una de ellas potencia el
    desarrollo de las demás. Las ciegas leyes del mercado
    en su inexorabilidad funcionan eficientemente, tanto si la
    mercancía la compone bienes de
    consumo
    convencionales o si las transacciones se producen sobre la
    práctica infame del sexo con niños.

    IV- Los
    pedófilos como consumidores del mercado del
    sexo.

    En la búsqueda de la ineludible
    vinculación de la pedofilia con las modalidades de la
    explotación sexual comercial de niños analizadas
    hasta el momento, conviene precisar las relaciones existentes
    entre las manifestaciones pedófilas y las
    categorías recientemente definidas.

    Los hábitos de comportamiento
    pedófilos por lo general poseen signos recurrentes de
    adicción a la pornografía infantil. Son amplios
    consumidores de pornografía infantil; en algunos casos
    producida por ellos mismos y posteriormente puestas a la
    circulación comercial. Su pertenencia a organizaciones
    pedófilas exige muchas veces la aportación
    frecuente de material pornográfico con fines de
    intercambio y de "ayuda mutua" en sus fechorías.
    Obviamente el coleccionismo pornográfico infantil
    compulsivo representa una demanda que como contraparte exige una
    respuesta de la oferta pornográfica del
    mercado.

    En el continuo derivativo de crecimiento que responde a
    la interdependencia de todas las modalidades del mercado del
    sexo, se manifiesta un fenómeno de desarrollo directamente
    proporcional, pues al elevarse la producción
    pornográfica con niños, esta actúa como un
    mecanismo promotor de la prostitución infantil; se
    incentiva la trata de niños para proporcionar
    "mercancía" y consecuentemente se fomenta el turismo
    sexual pedófilo. El grupo de clientes más
    especializados del mercado del sexo infantil lo constituye los
    pedófilos, que mayoritariamente son personas normales y
    respetables en sus países de origen, imagen de
    respetabilidad que los obliga a trasladarse a otras regiones del
    planeta en busca de satisfacciones sexuales con niños que
    no impliquen riesgo a su status social.

    Los turistas sexuales pedófilos además de
    acceder sexualmente a niños prostituidos en las naciones
    que visitan, regresan a sus respectivos países y usando
    sus redes de contacto
    promocionan los placeres y "bondades" de los lugares visitados,
    exhibiendo en sus estrechos círculos pedófilos la
    documentación de sus "proezas" mediante
    filmaciones y fotografías; y junto con ello proporcionando
    datos a otros
    desviados sobre los mejores lugares para establecer relaciones de
    gratificación sexual con infantes, aconsejando en
    qué regiones o países resulta más expedito
    el acceso a ese mercado, cuales son los turoperadores corruptos
    que facilitan ese acceso, etc. Para todo este intercambio
    informativo usan las redes a las que están asociados y
    Sitios Web personales
    existentes en Internet.

    A MODO DE
    CONCLUSIONES.

    Conclusivamente afirmamos que merece especial atención la relación directamente
    proporcional existente entre la demanda pedófila y el
    crecimiento del mercado del sexo; potenciándose con ese
    acelerado desarrollo todas las abusivas variantes de
    explotación sexual comercial de los niños y
    adolescentes. Crece, por tanto, la prostitución y la
    pornografía infantil, garantizadas por un reciclante
    tráfico de niños y una incentivante demanda
    turística de sexo con infantes.

    La vigilancia mundial y el indispensable trabajo
    mancomunado contra el mercado sexual de niños, se han
    materializado en la celebración, hasta el momento de dos
    Congresos Mundiales contra la Explotación Sexual Comercial
    de niños: el Congreso Mundial de Estocolmo (1996) y el
    Congreso Mundial de Yokohama (2001). En ambos eventos
    científicos se llegó a la conclusión que la
    explotación sexual comercial de niños es un
    fenómeno multifactorial y de asociaciones muy diversas;
    por tanto, la reducción de este mercado sexual de infantes
    solo será posible si enfocamos la lucha en un espectro
    amplio, que contenga la erradicación de la pedofilia y del
    turismo sexual con menores, la eliminación del
    tráfico de niños y niñas con fines de
    sexo.

    CITAS Y
    REFERENCIAS.

    • Informe del Relator Especial de la Comisión de
      Derechos Humanos sobre la venta de niños, la
      prostitución infantil y la utilización de
      niños en la pornografía. Febrero del 2002.
      Presentado al 58º período de sesiones de la
      Comisión de Derechos Humanos. Párrafo 65. Disponible en Internet.
      http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nsf/.
    • Informe Provisional de la Relatora Especial de la
      Comisión de Derechos Humanos sobre la venta de
      niños, la prostitución infantil y la
      utilización de niños en la pornografía.
      Octubre de 1996. Presentado al quincuagésimo primero
      período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
      Párrafo 12, inciso e). Disponible en Internet.
      http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nsf/.
    • Julia O` Connell Davidson. (2001). Obra citada.
      Párrafo No. 13.
    • Informe Provisional de la Relatora Especial de la
      Comisión de Derechos Humanos sobre la venta de
      niños, la prostitución infantil y la
      utilización de niños en la pornografía.
      Octubre de 1996. Presentado al quincuagésimo primero
      período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
      Párrafo 10. Disponible en Internet.
      http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nsf/.
    • Declaración y Programa de Acción del
      Primer Congreso Mundial contra la Explotación Sexual
      Comercial de los Niños. (1996). Estocolmo. Suecia.
      Internet. http://www.elamoresmasfuerte.com/.
    • Válido es aclarar en este caso y en los
      subsiguientes que cuando usamos la categoría de turistas
      sexuales pedófilos, nos referimos a todos los adultos
      demandantes de niños para sus prácticas sexuales,
      independiente si están diagnosticados
      clínicamente como pedófilos o si se relacionan
      sexualmente con los niños por otras razones.
    • Protocolo Facultativo de la Convención sobre
      los Derechos del
      Niño relativo a la venta de niños, la
      prostitución infantil y la utilización de
      niños en la pornografía. Artículo 2
      b).
    • Informe Provisional de la Relatora Especial de la
      Comisión de Derechos Humanos sobre la venta de
      niños, la prostitución infantil y la
      utilización de niños en la pornografía.
      Septiembre de 1995. Párrafo 20. Disponible en Internet.
      http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nsf/.
    • Julia O` Connell Davidson. (2001). Obra citada.
      Párrafo No. 38.
    • Informe Provisional de la Relatora Especial de la
      Comisión de Derechos Humanos sobre la venta de
      niños, la prostitución infantil y la
      utilización de niños en la pornografía.
      Septiembre de 1995. Párrafo 24. Disponible en Internet.
      http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nsf/.
    • Ibidem. Párrafo 25.
    • Protocolo Facultativo de la Convención sobre
      los Derechos del Niño relativo a la venta de
      niños, la prostitución infantil y la
      utilización de niños en la pornografía.
      Artículo 2 c).
    • Ver: Prostitución, turismo sexual, pedofilia y
      SIDA. (1998). En: Revista
      ARBIL, anotaciones de pensamiento
      y crítica. Disponible en Internet. http://www.iespana.es/revista-arbil/revista.htm/.

      BIBLIOGRAFÍA

    Bruce, Harris. (1999). Presentación para la
    Conferencia de
    la UNESCO sobre "Abuso Sexual Infantil, Pornografía y
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    DATOS DE LA AUTORA:

    Graduada de Licenciatura en Derecho en la Universidad de La
    Habana en el año 1982 y titulada de Master en Pedagogía de la Educación
    Superior desde el año 2000. Posee 20 años de
    experiencia en la labor docente universitaria. Pertenece a la
    Sociedad
    Cubana de Ciencias
    Penales de la Unión de Juristas de Cuba y a la
    Sociedad de Pedagogos de Cuba. Posee una vasta experiencia en la
    investigación; ha desarrollando sus pesquisas en el
    área criminológica, específicamente en la
    esfera microambiental delictiva, en el área de la
    Personalidad, en la Prevención Criminal y Victimal, en
    el Control Social
    Formal e Informal, en temas de Derecho Penal
    Especial y en la Enseñanza del Derecho.

     

     

    Msc. Marta González
    Rodríguez

    Profesora de Criminología y Derecho Penal

    Universidad Central de Las Villas.CUBA

     

     

     

     

     

     

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