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Importancia del liderazgo directivo en el desempeño docente en la I y II etapa de educación básica




Enviado por jayan



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    Indice
    1.
    Introducción

    2. El problema
    3. Marco
    teórico

    4. Marco
    metodológico

    5. Referencias
    bibliograficas

    1. Introducción

    La educación a finales del siglo XX y principios del
    XXI, se ha visto afectada por un conjunto de variables
    internas y externas que exigen cambios significativos. La
    necesidad de responder con éxito a
    las demandas de una sociedad cada
    día más exigente y cambiante, han llevado a las
    organizaciones
    educativas a realizar grandes esfuerzos de mejoramiento hacia el
    logro de la calidad total,
    adoptando nuevos conceptos y esquemas teóricos
    válidos, orientados hacia la reestructuración
    funcional formal y la implementación de estrategias en el
    manejo de los recursos materiales y
    muy especialmente de los humanos.

    Lo que se ha convertido en un verdadero reto de la nueva
    gerencia, de
    las personas y sus relaciones tomando en cuenta que: se debe
    aprender como trabajar efectivamente en un proyecto de
    grupo, como
    intermediar para solucionar un problema, como desarrollar una
    buena reputación con los colegas, y como manejar un equipo
    de trabajo, constituyen actualmente los aspectos más
    importantes que un gerente debe
    manejar.

    El éxito organizacional, en consecuencia, es
    imposible sin excelencia individual, y la excelencia individual
    hoy requerida, especialmente en puestos gerenciales, demanda mucho
    más que competencia
    técnica. Demanda un sofisticado tipo de destreza social:
    Liderazgo, que lo capacite para movilizar grupos de
    personas y lograr importantes objetivos a
    pesar de los obstáculos. Que pueda unir a la gente en la
    persecución de un propósito significativo, a pesar
    de las fuerzas que lo separan, y en definitiva que pueda mantener
    las organizaciones educativas libres de la mediocridad
    caracterizada por conflictos
    burocráticos, y luchas de poder.

    En atención a lo expresado, se hace necesario
    emprender un estudio cuyo objetivo
    fundamental es analizar la Importancia del Liderazgo Directivo en
    el Desempeño Docente en la I y II Etapa de
    Educación Básica en el Municipio "José Tadeo
    Monagas" del Estado
    Guárico.

    El estudio en referencia se realizará en el marco
    de una investigación
    de campo de carácter
    descriptivo – correlacional y apoyado en una de tipo
    documental. En concordancia con las características de la investigación de campo, se diseñan
    dos (2) encuestas que
    le serán aplicadas a los estratos muestrales determinados
    como base para la recopilación de los datos
    requeridos.
    Este estudio está estructurado en tres capítulos.
    En el primero, se plantean de manera general la
    problemática gerencial por la cual atraviesa el
    país, hasta ubicarlo en el ámbito en estudio. Luego
    se realiza la justificación, donde se incluyen las razones
    que hacen relevante la investigación. Se establecen los
    objetivos y finalmente se delimita el área de
    acción que abarcará el estudio.
    En el segundo capítulo, se describen con amplitud los
    estudios preliminares que orientan la investigación
    así como las bases teóricas que fundamentan la
    misma.

    En el tercero capítulo, se describe todo lo
    concerniente a la sistematización del estudio, implica
    esto, la descripción del tipo de
    investigación, las fases mediante las cuales se hace
    efectiva; se determina la población y muestra para la
    cual serán válidos los resultados, de la misma
    manera se describe el procedimiento que
    se llevará a cabo para diseñar el instrumento de
    recopilación de datos. Se describe, así mismo, lo
    concerniente a la
    organización o tabulación de los datos
    recolectados y las técnicas
    utilizadas para el análisis de los mismos.

    2. El
    Problema

    Planteamiento y Formulación del
    Problema
    La
    educación en la actualidad a nivel mundial ha sufrido
    cambios y transformaciones. Asimismo, la educación
    latinoamericana ha sido afectada por procesos de
    reformas y cambios como réplicas de las orientaciones en
    los estilos de desarrollo
    económico, social y político. Uno de los
    cambios tuvo que ver con el propósito de hacer cada vez
    más funcional las tesis
    centrales de las políticas
    de desarrollo.
    Desde los sesenta, frente a los desequilibrios crecientes que
    afectaban a la población, como una de las graves
    consecuencias en la aplicación de las políticas
    globales de desarrollo económico – social, aparecen como
    respuestas, un conjunto de nuevos planteamientos o teorías
    tanto en la educación como en la
    administración, que modificaron el grado de influencia
    que mostraban los conceptos de eficiencia y
    eficacia en la
    administración educacional.

    Las nuevas teorías, desde la perspectiva de la
    administración explican, el concepto
    básico que orienta el nuevo enfoque, expresando que la
    efectividad, es la capacidad de respuesta que los aparatos
    educativos deben brindar ante las exigencias de parte de la
    comunidad. Con
    esto se enfatiza como indispensable condición, la
    capacidad de producir, por parte del sistema, soluciones
    efectivas y respuestas deseadas por la población.
    En este orden de ideas, se puede expresar que la
    acumulación de conocimientos y experiencias en la
    administración se vio enriquecida por la
    contribución de tres nuevas fuentes: El
    desarrollo
    organizacional, la administración para el desarrollo y
    los enfoques sistemáticos que terminaron por revolucionar
    la estructura
    dinámica y desarrollo de los
    análisis de problemas
    educativos.

    Sin embargo, a pesar de la aparición de todos
    estos aportes teóricos y los avances en el campo de la
    administración educativa a nivel mundial, en Venezuela la
    Comisión Presidencial del Proyecto Educativo Nacional
    (1986), señala lo siguiente:

    En la administración de la educación se
    advierte una fuerte carga de improvisación y empirismo en
    todos los niveles, e igualmente, las actividades educativas no
    son sometidas a una investigación sistemática que
    permita evaluar permanentemente los resultados con el fin de
    proponer las formas deseables. (p. 42)

    De lo expresado se puede decir que es una
    problemática de estructura organizativa rígida,
    poco permeable a los cambios y con un alto grado de
    descoordinación, que lejos de traer beneficios, ha
    imposibilitado el logro de una mayor eficacia y eficiencia en las
    actividades a desarrollar en los planteles educativos.

    Desde una perspectiva más institucional,
    Cornielez (1992), plantea que: "la gerencia educativa está
    en manos de personas no calificadas ni preparadas
    profesionalmente para administrar la dirección de las escuelas básicas"
    (p. 9). Se desprende de tal aseveración una
    situación por demás perjudicial puesto que los
    gerentes educativos son los encargados de velar que la inversión que se haga en educación
    de un país, obtenga los objetivos y alcance las metas
    propuestas.

    En el mismo orden de ideas, Lara (1994), expone: "el
    control
    administrativo está enmarcado en patrones
    tradicionales, recursos
    humanos incapacitados (directores y supervisores), la
    mayoría del personal
    gerencial no conoce a fondo los principios del proyecto de
    Educación Básica" (p. 8). Se evidencia de lo
    expuesto, la ausencia en el país de una política coherente en
    materia de
    gerencia educativa que permita la formación
    sistemática de cuadros dirigentes y la
    actualización permanente de los profesionales quienes
    deben ejercer influencia significativa sobre los educadores a fin
    de lograr que se desempeñen eficiente y eficazmente en sus
    roles técnico – pedagógicos – administrativos
    y se alcancen las metas educativas.

    Sobre este particular, Díaz (1995), sostiene:
    Algunos países realizan cursos
    sistemáticos para formar directores de planteles a nivel
    medio y del nivel primario y otros someten a concursos de
    oposición a los aspirantes a ascensos, llenando así
    requisitos de selección
    dentro de los grupos de educadores. (p. 164)

    En lo que respecta a Venezuela los ascensos se rigen en
    la actualidad por el Reglamento del Ejercicio de la
    Profesión Docente, decretado en noviembre de 1991. Sin
    embargo a nivel nacional se pronuncian señalamientos en
    relación a la violación del mencionado reglamento y
    los consecuentes ascensos por años de servicio y la
    ingerencia de los partidos
    políticos, así como las organizaciones
    sindicales.

    En relación a esta problemática,
    Ortuño (1992), expresa:

    La administración del sistema escolar y
    especialmente la asignación de cargos administrativos,
    directivos y docentes, se han convertido en el obstáculo
    más fuerte para el mejoramiento de la calidad del nivel
    educativo; lo que impide la eficacia de las funciones y
    tareas de dicho personal. (p.11)
    Es evidente que a pesar de la praxis del Reglamento del Ejercicio
    de la Profesión Docente los grupos de poder siguen
    moviendo sus tentáculos para llevar a los puestos
    gerenciales a los miembros de sus organizaciones, sin la
    necesidad del cumplimiento de los requisitos exigidos en el
    referido reglamento.
    Asimismo, Esqueda (1996), señala: "Los directivos en su
    mayoría son ascendidos por años de servicio, son
    docentes con experiencia en la docencia pero con pocos
    conocimientos en el cargo de la administración educativa,
    ejerciendo el cargo de manera empírica" (p. 9).
    Además de evidenciarse la violación reiterada del
    espíritu del Reglamento de la Profesión Docente,
    con ello, se fundamenta la selección de los gerentes
    educativos en el criterio de que el trabajador puede
    desempeñarse eficientemente en la posición
    inmediata superior del escalafón sin preparación
    previa especializada.

    Los autores citados hasta ahora, evidencian que no todos
    los Gerentes Educativos poseen una sólida
    preparación académica en el área de la
    administración de recursos humanos,
    condición primordial para el manejo y desarrollo de las
    organizaciones educativas.

    Sobre este particular, Ferreira (1990), planteaba "los
    hombres que ocupan cargos gerenciales con poca información y preparación para el
    manejo del sistema educativo no pueden dar un rendimiento
    adecuado" (p. 31). Esa falta de preparación, es decir, el
    desconocimiento de las teorías de la
    motivación, comunicación y liderazgo han conllevado a
    los gerentes a limitar su acción a los aspectos meramente
    administrativos, haciendo a un lado el respeto a la
    condición de ser humano como principal recurso que
    cualquier empresa u
    organización pueda tener.
    En este orden de ideas, Arévalo (1997), acota "la
    acción de los directivos se preocupa más por las
    actividades administrativas que por la función
    educativa". (p.3). Esta imprecisión o cumplimiento a
    medias de su rol gerencial, los convierte en funcionarios
    carentes de habilidades para analizar variables contingenciales
    que correspondan a situaciones específicas, en
    funcionarios carentes de creatividad
    para aplicar estrategias administrativas que sean más
    efectivas; así como las teorías necesarias para
    propiciar mayor interacción entre el personal a su cargo y
    fomentar un clima
    organizacional armónico y eficiente.

    Asimismo, Diez (1994), sostiene al referirse a los
    gerentes educativos que:

    Ellos en su carácter de líderes, deben
    ejecutar dos tipos de funciones: unas académicas y otras
    administrativas entre las cuales se encuentran, asignar las
    labores del grupo, recalcar la importancia del desempeño y
    el cumplimiento de los plazos de la planificación escolar, orientar el proceso de
    aprendizaje,
    diseñar las políticas institucionales… y
    promover las relaciones
    interpersonales. (p.7).

    En consecuencia y tal como lo señala
    García (1997), "se puede destacar la existencia de
    instituciones
    carentes de un buen sistema directivo o gerencial que a su vez se
    traduce en ausencia de un liderazgo eficaz y eficiente". (p. 4).
    Se infiere del planteamiento, que además de planear,
    organizar, ejecutar y evaluar las actividades de una
    organización educativa, el papel primario
    de un gerente es influir en los demás para alcanzar con
    entusiasmo los objetivos establecidos por la organización
    educativa. Tal situación requiere una persona muy
    motivada y con gran confianza en sí misma que le empujan a
    adquirir y utilizar el poder para lograr cosas por medio de otras
    personas.
    La realidad que hoy viven las instituciones de la I y II Etapa de
    Educación Básica en el Municipio "José Tadeo
    Monagas" del Estado Guárico, no es diferente a la
    problemática planteada a nivel nacional.

    En tal sentido, Aponte (1992) sostiene:
    Los gerentes casi nunca participan en las tomas de decisiones, ni
    intervienen en las discusiones del grupo, dan completa libertad al
    personal para que haga la selección de los criterios a
    seguir en el cumplimiento de los objetivos del plantel y no dan
    importancia a la participación de los subalternos en la
    solución de los problemas institucionales. (p. 64)
    Se infiere en las instituciones del referido Distrito Escolar, un
    bajo poder de influencia de los gerentes educativos en
    relación con el personal a su cargo para que se incorpore
    al trabajo cooperativo y participativamente.
    Sobre el particular, Ascanio (1995) expresa: "en cuanto a las
    estrategias de motivación
    para inducir a los educadores a mejorar como tales, es muy poco
    lo que se está haciendo, es así como este aspecto
    no recibe el tratamiento que debería" (p.15). La falta de
    motivación por parte de los Gerentes Educativos, se
    traduce en un ambiente de
    apatía y desinterés en las instituciones
    educativas, así mismo denota la poca importancia que se le
    da a las relaciones interpersonales que deben fomentarse en las
    organizaciones educativas.

    De igual manera el autor citado, al referirse a los
    Gerentes Educativos de la mencionada entidad regional,
    sostiene:

    No dan suficiente importancia a la gran responsabilidad que tienen en sus manos, como es
    la de líderes en sus centros de trabajo, es por ello, que
    además de hacer muy poco para inducir al personal, la
    percepción que se tiene del liderazgo que
    ellos detentan, es de bajo nivel. (p. 15)

    De lo anterior se interpreta que gerenciar no es tarea
    fácil; que la función de dirigir una
    institución educativa representa un gran compromiso desde
    la perspectiva profesional. Asimismo, se evidencia la falta de
    percepción en relación con su rol de líderes
    por lo que se infiere deficiencia en la toma de
    decisiones, en el apoyo y el estímulo que debe poseer
    un gerente líder
    para conseguir las metas organizacionales.
    La situación descrita sobre la realidad administrativa del
    país, la acción llevada a efecto por los gerentes
    educacionales, así como la influencia que sobre los
    docentes demanda la educación básica conlleva a
    formular las siguientes interrogantes:
    ¿Qué tipo de Liderazgo prevalece en los Gerentes
    Educativos de la I y II Etapa de las Escuelas Básicas del
    Municipio "José Tadeo Monagas", Estado Guárico?
    ¿Cuál es el nivel de desempeño
    técnico – docente y administrativo de los docentes
    de la I y II Etapa de las Escuelas Básicas del Municipio
    "José Tadeo Monagas", Estado Guárico?
    ¿Cuál es la correlación entre el tipo de
    liderazgo prevaleciente en los gerentes educativos y el nivel de
    desempeño docente en las escuelas básicas de la I y
    II etapa del Municipio "José Tadeo Monagas", Estado
    Guárico?

    Justificación de la
    Investigación
    En la Educación Básica Venezolana no se puede
    subsistir al margen de las grandes transformaciones y
    expectativas que en todo momento se presentan en el campo de la
    administración. Se hace necesario introducir innovaciones
    en el proceso
    administrativo con la finalidad de lograr las metas de
    una empresa
    con tan alto capital y cuyo
    producto debe
    ser un hombre
    mejor.
    Para que esta empresa u organización pueda estar bien
    manejada debe contar con recursos humanos de óptima
    preparación, adecuados para ocupar los puestos directrices
    en los distintos niveles.
    Si se quiere que el docente de aula, comprendiendo con este
    término todos los lugares donde el alumno aprende en forma
    organizada, alcance los objetivos que la sociedad le han
    señalado, es necesario que el Sistema Educativo cuente con
    los servicios de
    apoyo y control, con
    personal suficientemente capacitado para cumplir su labor. Esa es
    la razón por la cual quienes coordinan y dirigen
    actividades dentro del centro docente, es decir los Gerentes
    Educativos deben estar al tanto de las innovaciones que en el
    campo gerencial se producen frecuentemente.

    El estudio que se somete a consideración,
    constituye un valioso aporte teórico referencial en
    función al análisis sobre la labor del Gerente
    Educativo como líder y su incidencia en el
    desempeño administrativo y técnico – docente de los
    educadores que ejercen su acción en las escuelas
    básicas de la I y II Etapa, ubicadas en el Municipio
    "José Tadeo Monagas" del Estado Guárico.

    El estudio es de importancia para los gerentes
    educativos – directores, subdirectores, coordinadores de
    Departamentos y Evaluadores entre otros – debido a que
    tendrán a su disposición un material de trabajo que
    refleja con seriedad, validez y confiabilidad la situación
    que viven, desde la perspectiva gerencial, los institutos de
    educación básica del Distrito Escolar en
    referencia. Asimismo, constituye la plataforma para
    próximas investigaciones
    dado que en la zona se suponen anomalías, desajustes y
    deficiencias pero no se ha develado la situación sobre la
    base de un estudio sistemático.

    Finalmente se puede expresar, que el estudio tiene un
    altísimo porcentaje de realización puesto que se
    cuenta con el recurso humano, económico y material
    idóneo para llevar a cabo una investigación de
    significativo alcance como la que se propuso. Se cuenta
    además con el tiempo necesario
    para dar cabal cumplimiento a cada una de las pautas trazadas en
    el marco del cumplimiento de los objetivos
    preestablecidos.

    Objetivos de la Investigación
    Objetivo General
    Determinar la importancia del Liderazgo Directivo en el
    Desempeño Docente en la I y II Etapa de Educación
    Básica en el
    Municipio "José Tadeo Monagas" del Estado Guárico,
    para formular estrategias que optimicen la gestión
    de los gerentes y docentes.

    Objetivos Específicos

    1. Determinar el tipo de liderazgo que prevalece en los
      Gerentes Educativos de las Escuelas Básicas de la I y II
      Etapa del Municipio José Tadeo Monagas, Estado
      Guárico.
    2. Determinar el nivel de desempeño de los
      docentes de la I y II Etapa del Municipio "José Tadeo
      Monagas, Estado Guárico.
    3. Correlacionar el tipo de liderazgo prevaleciente en
      los Gerentes Educativos y el desempeño docente en la I y
      II Etapa de las Escuelas Básicas del Municipio
      "José Tadeo Monagas", Estado Guárico.

    Delimitación
    El trabajo en
    ejecución tiene como propósito determinar la
    importancia del liderazgo directivo en el desempeño
    docente prevaleciente en los gerentes educativos directores,
    subdirectores, coordinadores de departamentos, evaluadores, entre
    otros en la labor que cotidianamente llevan a efecto los docentes
    en las escuelas básicas, esta labor se refiere no
    sólo a la técnico – docente que despliegan dentro
    del aula de clases, sino también a los enmarcados dentro
    de los procesos
    administrativos.

    El estudio está dirigido a la I y II Etapa de la
    Educación Básica Venezolana, para la
    selección de los estratos muestrales se utilizaran todas
    las escuelas que de este nivel pertenecen a la
    administración central, es decir, al Ministerio de
    Educación.
    Desde el punto de vista de la ubicación geográfica,
    la población estudiada está constituida por todas
    las instituciones educativas enmarcadas en el territorio del
    Municipio "José Tadeo Monagas", Estado Guárico.
    La investigación es de suma importancia puesto que se
    analizará la problemática planteada la cual
    requiere de una amplia descripción de las principales
    variables objeto de estudio, así como determinar los o el
    tipo de liderazgo existente en las referidas organizaciones
    educativas, al igual que el nivel de desempeño de los
    docentes de la zona en estudio.

    3. Marco Teórico

    Antecedentes de
    la Investigación
    En las últimas décadas las diversas universidades
    del país, así como organizaciones relacionadas o
    preocupadas por la materia educativa se han dedicado a estudiar
    el comportamiento
    de los individuos dentro de las organizaciones educativas. Por
    consiguiente es necesario hacer una revisión de los
    trabajos afines a esta investigación a objeto de tomarlos
    como referencia y orientar adecuadamente el presente
    estudio.

    Entre los trabajos más destacados se pueden citar
    a Fernández (1992), quien en un estudio titulado
    "Relación entre el Estilo Gerencial del Personal Directivo
    de las Escuelas Básicas de Altagracia de Orituco
    correspondientes a la I y II Etapa, y el Clima
    Organizacional de dichas instituciones", enfatiza la necesidad de
    relacionar el estilo gerencial del personal directivo de las
    Escuelas Básicas de Altagracia de Orituco con el clima
    organizacional de las mencionadas instituciones.

    Para el logro de este objetivo, se realizó un
    análisis profundo de tres tipos de estilos gerenciales:
    autoritario, democrático y Laissez – Faire, de los
    tipos de
    comunicación y de las teorías de
    motivación que se consideraron más adaptadas al
    trabajo en cuestión. La investigación se
    enmarcó dentro de la modalidad de trabajo de campo,
    según la dimensión cronológica es
    descriptiva.
    En atención al método se
    utilizó el método correlacional,
    específicamente la prueba de asociación Chi
    cuadrado. Para la recolección de los datos se
    utilizó un cuestionario
    estructurado con 50 ítems que se aplicó por
    separado a dos estratos muestrales: El primero conformado por los
    17 directivos de las escuelas básicas, el segundo formado
    por el 50 % de los docentes de aula los cuales fueron
    seleccionados al azar.

    Los resultados de la investigación determinaron:
    Que el estilo gerencial predominante en las instituciones de
    Educación Básica de Altagracia de Orituco, es el
    Laissez – Faire y que la
    comunicación informal predominó sobre los
    demás tipos de comunicación. Se indica
    además que no hubo una definición clara sobre las
    clases de comunicación: ascendente, descendente y
    horizontal. Los procedimientos
    estadísticos correlacionales, revelan que existe
    relación entre el estilo Laissez – Faire encontrado
    como estilo gerencial predominante y la comunicación
    informal. Porcentualmente se encontró que existe
    relación entre el estilo gerencial y la
    subdimensión motivación, llegándose a la
    conclusión de que los directivos de estos centros no
    motivan al personal a participar.
    Por otro lado el autor recomienda, que se debe mejorar el clima
    organizacional en las mencionadas escuelas, adoptar a las
    necesidades institucionales estilos gerenciales acordes con cada
    situación particular y finalmente recalca la imperativa
    necesidad de implementar cursos, programas de
    mejoramiento y postgrados que contribuyan a aumentar la capacidad
    gerencial de los directivos educacionales.

    Asimismo, González (1993), en su trabajo
    "Influencia de la Acción Gerencial del Director de
    Educación Básica en la Participación
    Docente", analiza los Estilos de Liderazgo del Director de
    Educación Básica y su influencia en la
    participación de los docentes.

    El estudio se realizó en el Distrito Escolar
    Nº 2 del Estado Aragua, de la cual se extrajo una muestra
    que constituyó el 25 % de los docentes que conformaron la
    población en estudio. Para la recolección de los
    datos sobre las variables en estudio, se utilizó un
    cuestionario estructurado tipo escala de Likert
    dirigido respectivamente a los docentes seleccionados al azar. El
    tratamiento de los resultados comprendió un
    análisis descriptivo de los datos, y un análisis de
    varianza.
    Los resultados obtenidos permitieron confirmar que: el estilo
    democrático de liderazgo permite un alto porcentaje en el
    índice de participación de los docentes tanto en la
    planeación como en la ejecución de
    las diferentes actividades de la organización. De la misma
    forma, se logró determinar que existe una relación
    entre el estilo de liderazgo del Director y la
    participación del docente. A pesar de todo lo acotado,
    muchos directores, supervisores y administradores educativos,
    defienden el estilo autocrático de liderazgo en la
    administración educativa.

    Por su parte Durán (1994), en una
    investigación denominada, "El Liderazgo Situacional: una
    alternativa en Gerencia Educacional para mejorar las Relaciones
    Humanas en las instituciones Educativas del Estado Nueva
    Esparta", analiza la importancia del Liderazgo Situacional como
    alternativa gerencial en los Departamentos y Coordinaciones de
    los Institutos de Educación Media, Diversificada y
    Profesional de la Entidad Federal en referencia.

    Para tal efecto, se realizó una
    descripción real de la situación que viven las
    Instituciones Educativas, en segundo término se hizo un
    análisis documental que sirvió para conformar el
    Marco Referencial que fundamenta teóricamente la
    investigación planteada. La muestra estuvo integrada por
    108 Docentes seleccionados entre los directivos, jefes de
    departamento, coordinadores y docentes de aulas a quienes se les
    aplicó un cuestionario a fin de solicitar la
    información necesaria.
    De los resultados obtenidos se concluye que: Los encargados de
    dirigir administrativamente el proceso de enseñanza – aprendizaje, no es
    cónsona con las necesidades y expectativas que tienen los
    docentes en la actualidad. Existe la necesidad de establecer
    estrategias y poner en práctica teorías
    administrativas que contribuyan a mejorar la situación
    de crisis que
    desde el punto de vista gerencial viven las Instituciones
    Educativas del país.

    En el mismo orden de ideas, Ascanio (1995), en su
    estudio titulado "El Liderazgo del Supervisor y la
    Motivación hacia el Mejoramiento Profesional en los
    Docentes que laboran en la I y II Etapa de Educación
    Básica en Altagracia de Orituco, Estado Guárico",
    plantea la necesidad de analizar el rol de líderes
    cumplido por los supervisores y su relación con la
    motivación hacia el mejoramiento profesional.

    La investigación se llevó a cabo en las
    instituciones donde se imparte Educación Básica de
    la I y II Etapa en Altagracia de Orituco, Estado Guárico.
    Para el estudio en referencia se utilizó un diseño
    de investigación de campo, expost – facto, no
    experimental, transaccional, descriptivo. Se elaboró para
    la recopilación de los datos referidos, un cuestionario
    integrado por 27 ítems con cuatro alternativas cada uno;
    el mismo fue aplicado a una muestra representativa del 36 %.
    Los resultados evidencian que los supervisores cumplen en forma
    muy deficiente, su rol de líderes motivadores de los
    docentes, para que éstos se dediquen a trabajar por su
    mejoramiento profesional. De igual forma, los resultados
    manifiestan que los docentes poseen un alto grado de
    motivación hacia el desarrollo de actividades de
    mejoramiento profesional, lo cual puede ser usado como base para
    que los Supervisores diseñen y desarrollen estrategias que
    permitan lograr un personal con un alto nivel de capacitación, y que al mismo tiempo,
    permita a dichos supervisores, cumplir su rol de líderes a
    cabalidad.

    Finalmente, García (1997), en su
    investigación "Necesidades de Capacitación para la
    Función Gerencial del Personal Directivo de
    Educación Básica", plantea la necesidad de dar
    respuesta a los cambios e innovaciones que se han generado en el
    ámbito educativo, a través del proceso de
    modernización y fortalecimiento de la Educación
    Básica, el cual demanda de organizaciones escolares
    exitosas con gerentes calificados y especializados.
    La investigación se llevó a cabo en las Escuelas
    Básicas de I y II Etapa del Distrito Escolar Nº 1 del
    Estado Guárico. Para el trabajo en referencia se
    utilizó una investigación de tipo descriptivo
    – exploratorio, en el marco de la cual se seleccionó
    una muestra conformada por el 11 directivos y 79 docentes esta
    muestra fue seleccionada a través del muestreo
    probabilístico estratificado al azar simple por
    afijación proporcional.

    A la población en referencia se les aplicó
    un cuestionario para recabar información sobre los
    tópicos relevantes del estudio. El análisis de los
    resultados permitió derivar los siguientes resultados: Se
    evidencian fallas de los Directivos en el cumplimiento de las
    funciones gerenciales, no se cumplen los objetivos establecidos,
    la planificación de las actividades, en la
    comunicación, y en la ausencia de liderazgo.
    Situación que, según la autora, afectan la buena
    marcha de las organizaciones escolares.

    La totalidad de los autores referidos, que sirvieron de
    antecedentes a la investigación coinciden en que los
    administradores que se forman para gerenciar la educación
    deben tener condiciones de líder, de allí, que
    éstos deben conocer las teorías de la
    motivación y ser capaces de planificarlas según las
    circunstancias, haciendo con ello gala de conocimientos de las
    teorías de liderazgo.

    De igual forma, el docente que se prepara para
    desempeñar un cargo gerencial debe ser un profesional
    entusiasta con el trabajo, lo cual supone un alto grado de
    motivación para lograr los objetivos organizacionales y
    tener éxito en la
    empresa.

    El gerente debe estar consciente de que existe una
    estrecha relación entre el nivel de motivación de
    los miembros de un grupo y su eficiencia y eficacia en el logro
    de las metas, pero para ello es necesario fomentar un clima
    adecuado de trabajo en cada una de las dependencias, así
    como una comunicación fluida y sincera entre los
    responsables de la conducción de la institución y
    el resto del personal, sin el cual es imposible lograr el
    éxito organizacional.

    Otro de los factores tratados por los
    autores en líneas generales, es la necesidad de utilizar
    un estilo gerencial donde gerentes y subalternos participen
    mancomunadamente en la toma de decisiones por lo que recomiendan
    el estilo democrático. Y finalmente el gerente educativo
    debe buscar constantemente la excelencia, mejorando cada
    día su calidad para ejercer funciones que le permitan
    mantener un liderazgo positivo y democrático, mediante el
    cual se motive al personal para que se desempeñe con
    entusiasmo y dedicación.

    Se evidencia que los estudios reseñados guardan
    relación con el que se reporta, por cuanto todos muestran
    interés
    y preocupación por investigar las condiciones que
    resultarán de mayor provecho para el manejo de las
    personas en una organización educativa. Pudo inferirse
    variables similares a la del trabajo que se propone lo cual
    indica la relevancia de estudio del tema.

    Formulación
    Teórica

    La Gerencia Educativa
    La educación es un proceso que compromete grandes recursos
    de toda índole, tanto humanos como materiales, por ello es
    importante la búsqueda de la efectividad y la eficiencia
    que garanticen el logro de los objetivos; estas consideraciones
    dan relevancia a los niveles jerárquicos superiores puesto
    que son los encargados de velar porque la inversión que
    haga en educación un país obtenga los objetivos y
    alcance las metas propuestas. La tarea de mejorar la
    educación y de impulsar con fisonomía adecuada
    hacia el siglo XXI, tiene un protagonista irremplazable y digno:
    El Gerente Educativo Venezolano.

    El proceso gerencial a nivel mundial ha sufrido cambios
    y transformaciones, así, han surgido diversas concepciones
    y conceptualizaciones. Según Pérez (1996), la
    Gerencia "es un trabajo intelectual realizado por personas en un
    medio organizacional" (p. 7). El gerente en consecuencia es la
    persona que consigue que se hagan cosas mediante el esfuerzo de
    otras personas y al actuar así, tiene como función
    primordial obtener y producir resultados.

    De igual manera González (1993),
    señala:
    …Un gerente es aquella persona que dentro de una estructura
    organizacional, ocupa una posición donde se representa
    un nivel de responsabilidad y autoridad por
    la dirección de un grupo de personas con la finalidad de
    lograr los objetivos que establezcan entre sí o le sean
    indicados por la organización (p. 17)

    Desde la perspectiva educativa, Requeijo y Lugo (1987),
    precisan que la gerencia es parte de la administración y
    se encarga del quehacer educativo, la cual debe irse adaptando a
    las condiciones políticas, sociales, económicas y
    tecnológicas.

    Estas definiciones implican, que el gerente educativo
    para lograr los objetivos organizacionales debe influir sobre el
    personal a su cargo de tal forma que estos desempeñen con
    eficacia y eficiencia sus roles y asuman una conducta positiva
    hacia el trabajo y la organización. Para esto,
    además de las funciones
    administrativas, el gerente debe convertirse en un agente
    impulsor de relaciones y condiciones con y entre el personal, de
    tal manera que conduzcan a una mayor participación y
    cooperación en pro de las metas
    institucionales.

    Por otro lado el gerente educativo debe estar consciente
    de que a su cargo tiene un valioso recurso, el humano. Los
    docentes constituyen un conjunto de individuos cuyo objeto es
    desempeñarse desde la perspectiva técnica – docente
    y administrativa para alcanzar las metas institucionales y los
    postulados de la educación del país. Cada docente
    debe ser concebido como un individuo con experiencia propia o sin
    ella y con aspiraciones diferentes a los demás. Ello debe
    conllevar a los gerentes educativos a propiciar estímulos,
    motivación y comprensión para que las actividades
    de la organización se desarrollen en un ambiente de
    armonía y progreso.

    A tal efecto, la gerencia educativa ha sido explicada
    como una labor de gestión, que atiende al desarrollo, al
    sistema educativo de dirección, fijación de planes,
    establecimiento de metas y objetivos al cumplimiento de funciones
    educativas, pero en la gerencia educativa de la ciencia y
    la tecnología esta gestión incorpora la
    dirección, administración y coordinación del esfuerzo humano, con la
    finalidad de cumplir funciones y lograr los objetivos con la
    participación y el desarrollo potencial de los docentes
    con resultados óptimos para la
    organización.

    Es así, como la gerencia en toda
    organización educativa constituye un factor de primordial
    importancia por cuanto los actos técnico – docentes
    – administrativos que se desarrollan han de estar
    íntimamente relacionado con la acción gerencial de
    la organización, el azar, las situaciones casuales y la
    improvisación son actos opuestos a la buena gerencia;
    razón por la cual el gerente de estas instituciones debe
    cumplir la labor de director, conductor y controlador de todas
    las actividades del proceso educativo de la institución
    que administra, a fin de prevenir las eventualidades que influyen
    negativamente en dicho proceso.

    De lo expuesto, se puede decir que el gerente en el
    cumplimiento de sus roles, debe conocer y dirigir las dimensiones
    gerenciales: Planificación, Organización,
    Dirección y Control.

    Según Stoner (1996), la planificación
    implica que los administradores piensen con antelación en
    sus metas y acciones, y
    basen sus actos el algún método, plan o lógica,
    y no en corazonadas (p. 11). En este mismo orden de ideas
    González (1995), expresa:

    La planificación es concebida como un proceso
    dentro del hecho administrativo, el cual tiene su inicio en el
    estudio y análisis de las necesidades de la
    organización, considera la mayor manera de aprovechar los
    recursos, afrontar riesgos,
    establecer las metas y objetivos, así como los mejores
    métodos,
    técnicas y estrategias para alcanzarlos. (p.
    64).

    Los referidos autores destacan la importancia de la
    planificación dentro de la administración, a
    través de ella se pueden considerar todas las herramientas
    fundamentales para lograr las metas y los objetivos de una
    organización con la inversión de menos tiempo y
    menos desgaste de los recursos humanos y materiales.

    Se evidencia igualmente que con una buena
    planificación se evita uno de los males enquistados en las
    organizaciones educativas, la improvisación, es decir,
    hacer frente a la situación en la medida que surgen los
    problemas. Desde esta perspectiva no se prevén las
    posibles situaciones anómalas que pudieran presentarse en
    el accionar de la organización o empresa en pos de sus
    metas u objetivos.

    Otro de los procesos importantes en la
    administración lo constituye la organización,
    según Stoner (1996), "Organizar constituye un proceso para
    ordenar y distribuir el trabajo, la autoridad y los recursos
    entre los miembros de una organización, de tal manera que
    puedan alcanzar las metas de la organización" (p.12) De
    acuerdo a lo expresado Koontz (1994), dice que:

    El propósito de la estructura de una
    organización, es ayudar a crear un ambiente propicio para
    la actividad humana, por lo tanto, constituye una herramienta
    administrativa y no un fin en sí misma. Aunque la
    estructura debe definir las tareas a realizar. Los papeles
    asignados en esta forma, se tienen que diseñar
    también a la luz de las
    capacidades y motivaciones de las personas disponibles. (p.
    24)

    De lo acotado por los autores referidos, se deduce que
    el objetivo fundamental de la organización es la integración del recurso humano, la
    conformación de un verdadero equipo que ponga en
    funcionamiento de la mejor manera la estructura organizacional.
    Para lograr este objetivo, es recomendable dividir a la
    organización en general en secciones o departamentos con
    el fin de lograr dinamizar la organización. A cada
    departamento se le asignaran responsabilidades particulares a ser
    cumplidas en el ejercicio de las funciones específicas.
    Entre estas secciones organizacionales, como es lógico,
    debe existir coordinación para asegurar que sus esfuerzos
    se conjuguen para lograr de manera general la eficiencia en la
    organización.

    La gerencia, es otra de las funciones relevantes dentro
    de una organización, a través de ella los
    directivos establecen el carácter de la
    organización. Para Koontz (1994), "la dirección
    consiste en influir en las personas para que contribuyan a la
    obtención de las metas de la organización y del
    grupo; se refiere predominantemente a los aspectos
    interpersonales de la administración". (p. 25). Por su
    parte Stoner (1996), la dirección "implica mandar, influir
    y motivar a los empleados para que realicen tareas esenciales.
    Las relaciones y el tiempo son fundamentales para las actividades
    de la dirección" (p. 13).

    Es notorio según lo expresado, que en esta etapa
    del proceso gerencial es donde los gerentes, establecen el
    carácter de la organización, pero ello depende
    primordialmente de los valores y
    el estilo de dirigir del gerente, lo que necesariamente influye
    en la relación interpersonal dentro de la
    institución. En esta etapa el gerente debe convencer a los
    demás a que se les unan para lograr el futuro que surge de
    los pasos de la planificación y
    organización.

    Los directivos, al establecer el ambiente adecuado,
    ayudan a sus subordinados a hacer sus mejores esfuerzos.
    Así que los que cumplen roles gerenciales deben
    también ser líderes eficaces, dado que el liderazgo
    implica seguidores y las personas tienden a seguir a quienes
    proveen medios para
    satisfacer necesidades y deseos, implica además que en las
    funciones de dirección el gerente debe motivar a los
    subordinados y para ello es necesario una optima
    comunicación.

    Todas las etapas descritas anteriormente, se
    verían incompletas sin un riguroso proceso de control, el
    mismo consiste en vigilar la labor desarrollada en la unidad
    organizativa, teniendo como base los objetivos y normas
    establecidas en la fase de planeación. Al precisar sobre
    esta fase del proceso gerencial, Stoner (1996), expresa: "el
    gerente debe estar seguro de que los
    actos de los miembros de la organización, de hecho, la
    conducen hacia las metas establecidas" (p. 13).

    De estas consideraciones, se deduce que el control es la
    culminación del proceso gerencial, pero que durante el
    desarrollo del proceso, se pueden efectuar controles parciales
    para determinar alguna desviación en las acciones para el
    logro de las metas y realizar los reajustes
    pertinentes.

    En concordancia con lo sustentado, Stoner y Freeman
    (1994), consideran que se trata de un proceso para garantizar que
    las actividades realizadas se ajusten a las planeadas. De acuerdo
    a esto, la fase de control comienza precisamente donde termina la
    planeación. En fin el control que se lleva a efecto en una
    organización, se utiliza para comparar el desempeño
    real de los trabajadores de la organización con los
    predeterminados y para tomar las medidas tendentes a garantizar
    que todos los recursos se utilicen en forma eficaz y
    eficiente.

    Al llegar a esta etapa tal como lo sugiere Mockler
    citado por Stoner y Freeman (1994), es preciso tomar en cuenta
    los siguientes elementos: 1) establecer estándares de
    desempeño; 2) medir los resultados presentes; 3) comparar
    estos resultados con las normas establecidas; y 4) tomar medidas
    correctivas cuando se detectan desviaciones. El gerente gracias a
    la función de control, puede mantener a la
    organización por la vía más adecuada,
    lográndose los objetivos de la
    organización.

    Características del Gerente
    Educativo.

    La serie de funciones gerenciales descritas, exigen de parte del
    gerente condiciones y características básicas,
    González (1993), señala:
    Poseer condiciones básicas de salud física y mental y
    equilibrio
    emocional para el cumplimiento a cabalidad de su función
    gerencial; ente capaz de reunir cualidades personales y
    profesionales inherentes a su cargo; capacitado para defender sus
    derechos y
    atender sus deberes con vocación de servicio; consciente
    del rol que desempeña como administrador de
    una organización; valorar su actividad como una verdadera
    disciplina y
    desempeñándose con un estilo profesional propio; su
    acción gerencial está envuelta en la necesidad de
    efectuar cambios en conjunto para ser adaptados a un nuevo
    propósito, poniendo de manifiesto sus conocimientos,
    experiencia y su capacidad de evaluar acciones pasadas, presentes
    y futuras tomando en consideración los recursos
    disponibles, las relaciones con otros grupos, las normas
    establecidas y los objetivos planteados; como líder
    deberá fomentar críticas, reflexiones, ser claro y
    directo al comunicarse, brindar una comunicación abierta y
    con respeto al expresarse. (p. 19)

    No siempre los gerentes asumen al pie de la letra estas
    condiciones básicas aquí entran en juego los
    diferentes puntos de vistas, los valores y
    creencias de las personas que ejercen funciones gerenciales.
    Surgen así los estilos gerenciales.

    La administración de las organizaciones
    educativas, está fuertemente condicionada por los estilos
    de comportamiento con que los gerentes orientan el comportamiento
    de las personas. A su vez, los estilos gerenciales, dependen como
    ya se expresó de los supuestos, creencias y valores que
    los administradores tienen con relación al comportamiento
    del humano dentro de la organización. Esas suposiciones
    moldean no sólo la manera de conducir las personas, sino
    la forma como se divide el trabajo, se planea y organizan las
    actividades.

    Es así, como en atención a todas estas
    funciones o dimensiones del proceso gerencial, el gerente asume
    un estilo para gerenciar la organización a su cargo. Estos
    estilos, Guédez (1995), los sintetiza en cuatro: uno
    autocrático, otro burocrático, un tercero desidioso
    y un último estratégico. El estilo gerencial
    autocrático según el autor citado, se enmarca en la
    tesis de que el gerente todo lo sabe y todo lo puede.

    En consecuencia, su acción es totalizadora y
    omnipotente, pues tiene todas las respuestas posibles a todo tipo
    de problemas. El dispone, ordena todo conforme a su particular
    manera de entender las situaciones de una institución. No
    delega ni interactúa ni reconoce ni forma parte de su
    personal; simplemente ordena y manda con prepotencia y
    autosuficiencia.

    El segundo estilo coincide con el gerente
    burocrático, el cual ejerce sus funciones amparado por la
    seguridad de una
    normativa estable e inflexible. Este es el clásico
    gerente, que para tomar una decisión, precisa todas las
    normas, establece todos los antecedentes, asegura todos los
    controles, consulta a su jefe y, finalmente espera orden por
    escrito de sus superiores.

    El tercer estilo de gerencia, se denomina desidioso y
    consiste en aquella acción que se administra según
    el criterio de dejar hacer y dejar pasar. Aquí se delegan
    los asuntos en forma indiscriminada y opera un tácito
    desentendimiento de las acciones de seguimiento.

    La gerencia
    estratégica, el último estilo gerencial
    descrito por Guédez (1995), adopta una perspectiva
    totalmente distinta, ya que las acciones de dirección,
    persuasión, concertación y delegación se
    alejan de cualquier sesgo absolutista y de cualquier conducta
    estereotipada. Cada una de estas alternativas se adoptan
    según las condiciones de la persona supervisada y se
    ajusta a circunstancias temporales prevalecientes.

    De acuerdo a lo señalado, el gerente educativo
    puede adoptar alguno de los estilos gerenciales descritos. Pero
    por encima de cualquier estilo, la gerencia debe convertirse en
    una acción transformacional, meritocrática,
    transaccional y creativa. Transformacional por cuanto el gerente
    debe ser un agente formador para favorecer el desarrollo de los
    demás. El éxito del gerente está en influir
    en los otros, consiguiendo ayuda para asegurar la misión,
    para favorecer la visión y para enriquecer los valores
    preestablecidos. Por ello el gerente debe asegurar que sus
    subordinados se forman y que asuman una madurez global que les
    acredite como sujetos de delegación y
    liberación.

    Los méritos de la gerencia, supone la
    conveniencia de conocer al personal y de retribuir los
    méritos que ellos conquisten. El gerente debe evaluar a
    sus supervisados y establecer una apreciación de acuerdo a
    criterios que reflejen el cumplimiento de las responsabilidades,
    la capacidad de innovación, la identificación con la
    institución y las relaciones con sus semejantes. A partir
    de esta visión global se podrán definir opciones
    diferenciadas de reconocimientos que se correlacionen con
    merecimientos. Hay que reconocer a los más meritorios y
    estimular el mejoramiento de los menos eficientes.

    La dimensión transaccional, remite a aceptar que
    el hombre, el
    trabajador, el profesional, tiene en la
    personalidad distintos componentes que armonizadamente
    conforman un equilibrio mental. El gerente en consecuencia debe
    estar muy pendiente de esta situación, sobre todo si se
    toma en cuenta que ese individuo debe relacionarse con otros en
    la organización. El éxito de la empresa u
    organización depende de la relación armoniosa de
    sus integrantes.

    Por último, la creatividad de la gerencia
    significa que ella no puede condicionarse a unos esquemas fijos
    ni puede circunscribirse a normas inflexibles. Sobre todo debe
    prevalecer la acción creadora e innovadora del gerente
    para poder reaccionar y solventar problemas sin una receta en la
    mano, sino con creatividad e innovación.

    El Gerente como
    Líder

    En esta parte del estudio se manejan dos definiciones que han
    sido producto de mucha controversia a lo largo de su evolución. De esta manera han surgido
    expresiones y definiciones como las que se analizan
    seguidamente.

    En atención a lo acotado, Rubio (1995), al
    referirse a las dos definiciones, expresa: "Una diferencia
    evidente es ser gerente y ser líder no coinciden" (p. 68).
    Esta afirmación se basa en el hecho de que un educador
    puede ser capaz de gerenciar un aula de clase o un laboratorio;
    controlar, repartir el trabajo y las responsabilidades en equipo
    y gratificar oportunamente el desempeño. Ser líder
    constituye un reto ulterior pues las conductas, el temple de
    ánimo y el estilo del líder es un poco más
    exigente: genera sentido, despierta motivación, maneja
    símbolos, emite mensajes expresivos y genera
    autoconfianza.

    Por su parte, Pérez (1996), señala: "La
    gerencia es un tipo especial de liderazgo en lo cual lo principal
    es el logro de los objetivos de la organización" (p.10).
    Para efectos del estudio se asume que gerencia es diferente del
    liderazgo pero no se excluyen recíprocamente. No existe
    ninguna razón lógica que impida que una persona con
    los antecedentes y los conocimientos adecuados no pueda
    desenvolverse bien en ambas situaciones. Incluso se podría
    afirmar que ambos conceptos son complementarios y que a veces
    aparecen superpuestos.

    Lo que si está claro es que el Gerente Educativo,
    debe ser un líder. Es líder formal por cuanto debe
    ejercer funciones directivas y supervisoras entre otras y ello se
    lo confiere la jerarquía y sus funciones dentro de la
    organización educativa. Pero aparte del cumplimiento
    burocrático que establece la organización este debe
    ser un líder que tome muy en cuenta el recurso fundamental
    que tenga bajo su responsabilidad.

    Al respecto Chiavenato (1989), expresa: "…la
    influencia interpersonal ejercida en una situación y
    dirigida a través del proceso de comunicación
    humana en la consecución de uno o diversos objetivos" (p.
    137). Implica esta reflexión que el Gerente Educativo como
    líder de una institución y en su Comunidad no debe
    conformarse ni limitarse al cumplimiento de sus funciones
    administrativas, debe reconocer constantemente el esfuerzo que
    hacen los docentes, quienes requieren de estímulos,
    motivación y comprensión dentro de la
    organización social a la cual pertenecen.

    Se establece así la importancia de un gerente en
    una organización educativa puesto que es el ductor, el
    motor, el
    profesional que haciendo uso de su conocimiento y
    su inteligencia
    ejerce funciones que propenden las metas institucionales. Muchas
    son las investigaciones que han dedicado parte de su
    acción al estudio de los comportamientos de los individuos
    con las organizaciones y el efecto de la conducta de quienes
    dirigen el funcionamiento de los diferente grupos de trabajo. Uno
    de los aspectos que se ha considerado relevante estudiar, lo
    constituye sin duda alguna el tipo de liderazgo puesto en
    práctica para que la Gerencia Educativa sea
    efectiva.

    Cada individuo en el desempeño de sus funciones
    gerenciales, adopta conductas que le son propias en diferentes
    situaciones y ambientes, lo que le da una característica
    muy particular en la forma de liderizar. En razón de lo
    expuesto, estudiosos de la acción gerencial han
    conceptualizado y caracterizado al líder y su
    acción en atención a diferentes parámetros.
    Peña (1990), lo define como: "La persona reconocida por
    todos como la más eficiente para ejercer sobre los
    demás individuos de una comunidad cierta influencia,
    mediante estímulos adecuados que conducen a la
    ejecución de los propósitos del grupos" (p. 150)
    Esta referencia implica que el liderazgo debe ser ejercido por
    personas con un alto valor dentro
    de la organización y cuya eficiencia en la forma de
    conducir sea reconocida por todos los miembros del
    grupo.

    En este orden de ideas, Koontz, O´Donel y otros
    (1985), señalan que "el liderazgo es un proceso de
    influencia de una persona sobre los demás, para tratar de
    lograr con buena voluntad y agrado el éxito en las metas
    organizacionales" (p. 467). Se asume entonces que el líder
    debe ser una persona que genere con su trabajo, con su ejemplo;
    conductas posibles de ser asimiladas y puestas en práctica
    por los trabajadores para lograr las metas establecidas en la
    organización.

    De igual manera, Stoner (1996), expresa que se entiende
    por "liderazgo gerencial el proceso de dirigir las actividades
    laborales de los miembros de un grupo y de influir en ellas" (p.
    514). Esta conceptualización involucra en primer
    término a otras personas, dada su voluntad de aceptar
    ordenes y sugerencias del líder, este en el proceso del
    liderazgo debe tener con quien compartir, en quien confiar, en
    quien delegar funciones, de no ser así el liderazgo del
    gerente sería irrelevante. Por otra parte el liderazgo
    entraña una distribución desigual de poder entre los
    lideres y los miembros del grupo, esto no implica que los
    miembros del grupo no tengan poder, el cual pueden aplicar de
    distintas maneras.

    Se infiere como tercer aspecto en la definición,
    la capacidad para usar diferentes formas de poder e influir en la
    conducta de los seguidores, de diferentes maneras y finalmente la
    combinación de los tres primeros aspectos, reconoce que el
    liderazgo es cuestión valores. Esto implica que el
    líder debe ofrecer imagen donde la
    característica fundamental sea el ejemplo; la ética y
    esta se aprende de las personas se admiran y se respetan. Es
    importante reforzar en este sentido, los ideales siempre y cuando
    sean sinceros.

    Así como los autores referidos, existe un gran
    número que deben ser tratados puesto que aportan rasgos
    esenciales que un líder debe poseer para realizar una
    labor efectiva en las organizaciones educativas. Spigman (1992),
    considera que "la esencia del liderazgo organizacional
    está en aumentar la influencia por arriba del nivel de
    obediencia mecánica a las órdenes rutinarias
    venidas de la organización". (p. 337)

    Otro de las definiciones de liderazgo que son claves en
    el estudio es el de Pérez (1996), cuando señala:
    "El liderazgo es el proceso dinámico de influir sobre los
    demás para seguir tras el logro de un objetivo
    común. El comportamiento de un individuo también
    puede influir cuando éste está involucrado en la
    dirección de las actividades de los seguidores". (p. 9).
    De estas definiciones se desprende algo muy importante, el
    líder debe en todo momento tener presente que su
    actuación no va en función de su persona sino de
    una organización por cuanto debe interiorizar en todo
    momento las metas organizacionales, incorporándolas como
    parte del sistema de valores del individuo y del
    grupo.

    Asimismo, se derivan de las conceptualizaciones
    formuladas que los líderes no nacen sino que se hacen
    así mismo mediante el esfuerzo personal y el afán
    de mejorar. Para liderar una persona tiene que demostrar que
    tiene pericia y empatía. Empatía por cuanto debe
    asumir el lugar de otra persona, ponerse en su lugar,
    experimentando ideas y sentimiento, y pericia producto del arduo
    trabajo. Es así como el líder podrá ordenar,
    guiar, influenciar y supervisar los pensamientos, sentimientos y
    acciones de otros y ponerlos al servicio de la empresa a la cual
    se debe.

    El liderazgo debe constituirse en una conducta que sirva
    de soporte a las Relaciones Humanas dentro del campo
    organizacional. Para Chiavenato (1989), "el liderazgo es
    necesario en todos los tipos de
    organización humana, principalmente en las empresas y en
    cada uno de sus departamentos". (p. 137). En este sentido el
    líder está en la obligación de conocer la
    motivación humana para saber guiar a las personas. El
    líder debe ser capaz de fomentar a través de la
    humanización un proceso de interacción entre los
    individuos y crear un clima organizacional propicio para
    desarrollar los procesos de dirección, motivación,
    comunicación, toma de decisiones, establecimiento de
    metas, supervisión y control.

    En concordancia con lo expresado, se puede acotar que la
    efectividad de una organización depende en gran medida de
    la efectividad del liderazgo formal. Éxito en el liderazgo
    se refiere a la manera como se comportan los seguidores y la
    efectividad al estado motivacional interno de estos.

    A pesar de los abundantes estudios las variadas
    teorías sobre el liderazgo, no existe un enfoque
    universalmente aceptado. Las teorías sobre el liderazgo
    pueden ser clasificadas en tres grandes grupos: (1)
    teorías de rasgos de la personalidad,
    (2) teorías sobre estilos de liderazgo o teorías de
    comportamiento, y (3) teorías situacionales o
    contingenciales de liderazgo. Las primeras, y más
    antiguas, se refieren a rasgos personales distintivos de los
    líderes; la segunda se refieren al tipo de cosas que
    hacen; y las últimas buscan explicar el liderazgo dentro
    de un contexto más amplio.

    En esta investigación se hace referencia al
    aspecto liderazgo como tópico central a ser estudiado en
    función del desempeño técnico –
    docente – administrativo; es relevante entonces, definir
    las teorías que en relación a este tópico
    sustentan el estudio.

    Los líderes son considerados eficaces y
    establecen una trayectoria clara que permite a sus seguidores ir
    desde el punto donde se encuentra hasta alcanzar sus metas
    laborales y de que les facilita el recorrido de la trayectoria
    eliminando obstáculos y trampas. En esta teoría
    la conducta del líder será fuente de
    motivación en la medida que logre que los subordinados
    satisfagan sus necesidades dependiendo de la eficacia de su
    rendimiento y ofrezca preparación, la dirección, el
    apoyo y las recompensas que se seguirán para un
    rendimiento eficaz.

    Actualmente los tratadistas del comportamiento humano
    dentro de las organizaciones coinciden en dividir el liderazgo en
    tres categorías: Autocrático o coercitivo,
    Laissez–Faire o permisivo y el democrático, sin
    embargo en los últimos años se habla con
    insistencia del liderazgo situacional o contingencial. Estas
    categorías están determinadas por varias razones,
    la actitud que
    asume el líder hacia el grupo y el trabajo que ellos
    desarrollan, los intereses del grupo y la naturaleza de la
    situación en la cual se involucran.

    En relación al Liderazgo Democrático Brito
    citado en Ascanio (1995), expresa que este tipo de liderazgo
    "otorga gran importancia al crecimiento y desarrollo de todos los
    miembros del grupo permitiendo que trabajen según el
    principio de consenso y toma de decisiones". De igual manera
    trata de lograr que las relaciones interpersonales sean
    agradables y de óptima calidad, ya que este elemento le
    sirve de base para la efectiva marcha del grupo y la
    resolución de sus problemas.

    El liderazgo democrático recurre al mínimo
    a la intimidación de las personas para inducirlas a la
    acción, asimismo, usa la información para un mayor
    conocimiento de los antecedentes, intereses y habilidades de
    todos los miembros. También logra que se alcancen las
    metas a través del esfuerzo sincero, la motivación,
    el compromiso, la confianza y el respeto, de igual manera, existe
    una alta orientación hacia la tarea y hacia la
    persona.

    Por su parte Liendo (1995), en lo que al liderazgo
    autocrático respecta, señala que este tipo de
    liderazgo es donde el gerente impone su voluntad sobre los
    docentes y controla la conducta de ellos; esta clase de autoridad
    no existe en las pautas del liderazgo democrático. En
    muchas ocasiones la coerción es esencial, necesaria o
    conveniente en una situación, siempre y cuando signifique
    el ejercicio del poder delegado en una autoridad por los
    subordinados. El liderazgo autocrático depende del poder
    que tiene la autoridad para ejercerlo, pero este poder puede ser
    delegado por las autoridades superiores o por los subordinados;
    en uno u otro caso se está dentro de una situación
    de autarquía.

    Al respecto Brito citado en Ascanio (1995), agrega, una
    de las principales características de este estilo es una
    excesiva orientación hacia la tarea, ya que se cree que
    esta es la única finalidad del grupo, por lo que es claro
    que la gran motivación es la productividad.
    Enfatiza en la eficacia al tratar de disponer todos los
    elementos, de manera que los individuos no desvíen la
    atención de su labor.

    El líder autocrático toma decisiones en
    nombre del grupo, es decir, no permite la participación de
    los demás del camino que ha de seguirse para alcanzar los
    objetivos comunes, aunque se puede producir casos en que se
    otorga la oportunidad de voz y voto, pero con el cuidado de
    reservarse el poder de decidir para sí mismo.

    El autor en referencia, al caracterizar al liderazgo
    Laissez – faire, sostiene que el estilo está
    caracterizado esencialmente por el "dejar pasar, dejar hacer" en
    el contexto de la organización. El Gerente no se preocupa
    por las consecuencias que puede tener una gestión que no
    tiene definición precisa, por lo que deja que el personal
    actué a su libre albedrío. Es por ello que se puede
    afirmar que es totalmente opuesto al autocrático, donde la
    libertad de los individuos está completamente bloqueada,
    ya que la situación la controla una sola
    persona.

    Las teorías situacionales, buscan explicar el
    liderazgo en base a la premisa de que no existe un estilo de
    liderazgo válido para todas las ocasiones. El liderazgo
    situacional orienta al líder a adoptar su comportamiento a
    diferentes situaciones. Asimismo, Díez (1994), distinguen
    cuatro estilos de liderazgo, entendiendo el situacional como el
    comportamiento que deben adoptar los líderes para
    enfrentar diferentes situaciones.

    Los Gerentes Educativos en un momento y en una
    situación dada, afloran alguna característica de
    alguno de los tres tipos tradicionales de liderazgo, por lo que
    es bien difícil caracterizar y etiquetar en un cien por
    ciento a un gerente dentro de un tipo puro de liderazgo. Sin
    embargo poseen ciertas inclinaciones que permiten su
    ubicación o tendencia.

    En la época actual, donde el objetivo del gerente
    es mejorar las relaciones humanas, la productividad de la
    organización educativa, el liderazgo situacional ha pasado
    a ocupar un sitial importante, no todas las situaciones que
    ocurren dentro de un grupo son idénticas, ni tienen la
    misma naturaleza; en consecuencia los gerentes deben conocer en
    primer lugar la situación y luego tomar decisiones o
    actuar de acuerdo a una realidad que haga más efectivo el
    desempeño de sus subordinados, en este caso los
    docentes.

    Para esta investigación se considera como
    más adecuado de los estilos de liderazgo, el situacional,
    puesto que se adapta a cualquier circunstancia, y prevé
    diversidad de características. Dado igualmente que el
    recurso humano con el que se trabaja en una institución
    educativa es actualmente heterogénea, con diferentes
    necesidades de orden laboral y
    personal.

    En atención a lo asumido, Koontz y Wreiguich
    (1994), dicen que en las teorías más recientes, se
    evidencia que los líderes eficaces diseñan un
    sistema que toma en cuenta las expectativas de los subordinados,
    la viabilidad de los motivos personales, entre otros factores, es
    decir, actúan como lideres situacionales.

    En relación a los estilos de liderazgos Soto
    (1993), sostiene que:

    Aunque existe una amplia gama de posibles
    comportamientos del líder, éstos pueden
    visualizarse en términos polarizados. El líder
    decide qué hacer e instruye a los seguidores cómo
    hacerlo (liderazgo no participativo), o el líder propicia
    que los seguidores operen libremente, dentro de los límites
    establecidos por los factores sobre los cuales no se tiene
    control directo (liderazgo participativo). (p.127).

    Asimismo, el autor considera que actualmente, cobra
    fuerza la
    creencia de que cierto estilo de liderazgo no siempre será
    efectivo. En las teorías situacionales o contingenciales
    de liderazgo se sostiene que aunque no existe la mejor,
    universalmente aplicable manera de liderizar, existen situaciones
    que apuntan a diferentes estilos de liderazgo y métodos
    específicos. Así, un líder efectivo
    será aquel que sea lo suficientemente flexible y capaz de
    adoptar el estilo más adecuado de acuerdo a la
    circunstancia particular, referida tanto al grupo liderizado como
    al contexto inter o extra organizacional. En suma, un
    líder cuyo comportamiento sea guiado por la palabra
    "depende".

    En este sentido, Soto (1993), considera que "los estilos
    de liderazgo están ligados a ciertas
    características de personalidad y, por lo tanto,
    relativamente inflexibles" (p.128). Otros, por el contrario,
    consideran que los líderes pueden aprender y cambiar sus
    estilos, adaptándolos a las diversas situaciones.
    Así, todos los estilos pueden tener éxito,
    dependiendo de las circunstancias.

    De acuerdo a lo expresado, Avila (1990), propone dos
    modelos que
    muy bien pueden ubicarse entre las teorías contingenciales
    de liderazgo. A consideración de estos investigadores no
    hay un solo estilo de liderazgo que sea el más efectivo.
    Cada estilo puede ser efectivo bajo ciertas condiciones. Por lo
    tanto, sostienen que los líderes efectivos son aquellos
    que son capaces de adoptar diferentes estilos de liderazgo
    dependiendo de los requisitos de la realidad. Esto es lo que
    ellos llaman "liderazgo centrado en la realidad".

    Ahora bien, para hablar de los Modelos I y II de Avila
    se hace necesario aludir someramente, a los conceptos
    implícitos en ellos: la Teoría de Acción y
    Aprendizaje Organizacional.

    La esencia del desempeño individual y del sistema
    social es la acción. La acción es el comportamiento
    cuyo significado es diseñado y construido por los actores
    para lograr las consecuencias pretendidas. Los individuos, y por
    su intermedio las organizaciones, logran la construcción de su realidad a través
    del uso de Teorías de Acción.

    Las Teorías de Acción, de acuerdo a Avila
    (1990), expresa
    Son teorías de diseño y de ejecución de
    acción y se utiliza por extensión para explicar el
    comportamiento de las organizaciones. La Teoría de
    Acción se constituye en la base para explicar los procesos
    de cambio,
    especialmente con los cambios relacionados con los esfuerzos que
    el hombre realiza cuando se propone modificar una
    situación presente. (p. 2).

    Según Soto (1993), "el fenómeno de no
    estar conscientes del origen de nuestras acciones es lo que
    Avila, en sus análisis de la práctica profesional,
    conciben como la mayor fuente de continuos errores e
    inefectividad en esa práctica". (p. 128). De acuerdo a
    estos autores, la práctica profesional puede entenderse y
    mejorarse haciendo explícito el cuerpo de las reglas y
    principios que constituyen la teoría de acción del
    individuo.

    La Teoría de Acción se ha de entender como
    un constructo mental, constituido por el conjunto de valores o
    variables rectoras, normas, supuestos y estrategias de
    acción que orientan la conducta del individuo. En la
    teoría de acción se puede distinguir dos
    dimensiones: la teoría explícita y la teoría
    en uso. La Teoría Explícita es la que el hombre
    suele comunicar cuando se le interroga sobre su comportamiento
    pasado o sobre lo que haría en determinadas
    circunstancias.

    La Teoría en Uso por su parte, es la que un
    observador puede inferir del comportamiento real del sujeto. La
    Teoría Explícita a menudo contrasta
    significativamente con la Teoría en Uso la cual puede ser
    directamente observada o inferida del comportamiento real. Pero
    la Teoría de Acción no se limita al estudio
    individual, Avila extienden la explicación de esta
    teoría al estudio del cambio
    organizacional.

    En concordancia con lo expresado, Soto en (1993),
    dicen:
    Las organizaciones tendrían también una
    teoría de acción para dar sentido a sus funciones y
    a su comportamiento, es decir, teorías "explícitas"
    que dichas organizaciones anuncian al mundo y teorías "en
    uso" que podemos inferir mediante la observación directa del comportamiento
    organizacional. Con base a esta Teoría de
    Acción, Soto proponen una definición de aprendizaje
    organizacional (p. 19).

    No todos los aprendizajes tienen el mismo significado o
    la misma profundidad. Avila sostiene que los cambios que se
    producen pueden afectar la teoría de acción,
    individual u organizacional, en diferentes niveles. Ellos
    distinguen tres (3) niveles de aprendizaje: aprendizaje de
    recorrido simple (single loop), aprendizaje de doble recorrido
    (double loop) y déutero aprendizaje.

    En criterio de Soto (1993), "los aprendizajes pueden ser
    poco profundos y relativamente fáciles de lograr como
    sucede cuando el hombre o la organización modifican sus
    estrategias de acción sin afectar los valores o variables
    gobernantes de su Teoría de Acción (aprendizaje de
    recorrido simple), aunque podrían ser aprendizajes
    profundos, complejos, difíciles y hasta dolorosos, como
    ocurre cuando el hombre o la organización se ven en la
    necesidad de modificar valores fundamentales de su Teoría
    de Acción (aprendizaje de doble recorrido)". (p. 2). El
    déutero aprendizaje se refiere tanto a experiencias
    previas de recorrido simple como de doble recorrido.

    En consecuencia Soto (1993), definen el aprendizaje
    organizacional como: "…toda modificación de la
    teoría de acción de una organización
    precedida de un esfuerzo colectivo ejercido con el deliberado
    propósito de provocar cambios en la organización y
    con resultados relativamente perdurables" (p. 24).

    Para Avila (1990), existen dos modelos de Teoría
    en Uso. Los Modelos I y II se refieren a estilos de liderazgo
    más o menos favorables por el logro de aprendizajes
    profundos y perdurables. Los componentes de los modelos incluyen:
    1) Los valores o variables rectoras que los seres humanos anhelan
    satisfacer; 2) Las estrategias de comportamiento que utilizan
    para actuar y, también satisfacer las variables rectoras;
    y sobre la efectividad en la resolución de problemas.
    (p.130).

    Seguidamente se presentan, en forma sinóptica,
    los principales componentes de los dos Modelos. Como puede
    observarse, ni las variables rectoras ni las estrategias de
    acción de un modelo son
    completamente contrarias al otro.

    Cuadro Nº 1.- Componentes de los Modelos I y
    II de Teoría en Uso.

    Modelo I Modelo II

    Valores o Variables Rectoras

    1. Definir las metas y tratar de alcanzar las de
      manera unilateral. (control unilateral)
    2. Maximizar las ganancias y minimizar las
      pérdidas. (dominio, poder)
      (autodeterminación)
    3. Minimizar la manifestación o
      generación de sentimientos negativos
      (manipulación)
    4. Asumir una conducta racional y minimizar la
      emotividad (racionalidad)
    1. Disponibilidad de información
      válida (poder compartido, colaboración
      objetividad)
    2. Escogencia libre basada en información
      relevante
    3. Compromiso interno con las decisiones tomadas
      (participación).

    Estrategias de Acción

    1. Diseñar y manejar el entorno
      unilateralmente (manipular la
      información)
    2. Adueñarse de la tarea y controlarla
      (controlarla la tarea unilateralmente)
    3. Protegerse a sí mismo de manera
      unilateralmente (cuidar la "imagen")
    4. Proteger unilateralmente a los demás
      (proteger a "su" gente)
    1. Hacer del diseño y manejo del entorno
      una labor conjunta (compartir la solución de
      problemas)
    2. Hacer de la protección de sí
      mismo de los demás una empresa conjunta. (clima de
      apoyo y reconocimiento)
    3. Expresarse en términos de
      categorías directamente observables. (comportarse
      asertivamente)

    Efectos

    1. Comunicación restringida
    2. Actitudes defensivas de los individuos y de los
      grupos
    3. La libertad de escogencia, compromiso interno y
      asunción de riesgos considerablemente
      reducidos
    4. Efectividad disminuida
    1. Comunicación libre
    2. Disminución de las actitudes defensivas
    3. Alta libertad de escogencia, compromiso interno
      y asunción de riesgos.
    4. Efectividad aumentada

    Fuente: Ávila (1990).

    Cabe considerar entonces, una comparación entre
    los estilos de liderazgo descritos por Avila (1990), al
    principio, y los Modelos I y II propuestos por Soto. Así
    podría asociarse el Modelo I con el estilo no
    participativo y el Modelo II con el estilo participativo.
    Cuando el líder en una organización es percibido
    como autoritario, competitivo, que busca controlar las tareas y a
    la gente, defensivo, con miedo a manifestarse vulnerablemente y a
    expresar sus sentimientos, este líder refleja un estilo
    Modelo I., las relaciones interpersonales y grupales que genera
    son más defensivas que facilitativas. El sentido de
    compromiso le viene de fuera. Enfatiza diplomacia y dominio
    centrado en poder y rivalidad. Tiene poca libertad de
    elección, poco compromiso interno y asume pocos riesgos.
    El aprendizaje que se da en un individuo así es
    autolimitante y de recorrido simple.

    Gerente Modelo I.
    Este gerente se considera "líder" de su departamento. Es
    una persona bastante misteriosa y considera que es su rol y su
    responsabilidad el tomar las decisiones importantes él
    mismo (a menudo en privado) y asegurándose que las mismas
    sean llevadas a cabo. Tiene bastante de político y es
    extremadamente hábil en la persuasión y la
    manipulación de los otros hacia su punto de vista. Muchos
    lo ven como persona bastante fría porque no es dado a
    expresar sus propios sentimientos, y a menudo resulta
    difícil precisarlo sobre puntos específicos. Sin
    embargo, es extremadamente protector y fiel a su propio personal
    y no tolera chismes del personal sobre sus colegas.

    Gerente Modelo II.
    Este gerente se considera coordinador del departamento. Es
    abierto y cooperativo. Ofrece de buena gana sus propias ideas
    sobre asuntos importantes para la discusión, con datos
    para apoyarlas, e invita a comentarlas. Les disgustan las ideas
    triviales y constantemente pide a los colegas sustanciar sus
    opiniones. Sin embargo, busca consenso y toma decisiones en
    conjunto. Aún cuando no interfiere en asuntos personales,
    le hace saber qué opina de uno profesionalmente y no evade
    situaciones difíciles. Cuando hay problemas, siempre busca
    maneras para ayudar en vez de culpar a otros y proteger su propia
    posición.

    En opinión de Soto (1993), "El comportamiento
    acorde con el Modelo II sería de inmensa ventaja puesto
    que ayudaría a los académicos a confrontar
    problemas difíciles, explorar posibles soluciones y, lo
    más importante, implementar el curso de acción
    acordada en conjunto". (p.132).

    Se está consciente de que el cambio a nivel
    organizacional, tanto por influencias externas como internas, es
    ineludible. Este cambio, a su vez, está condicionado por
    los cambios a nivel individual. Y el cambio a nivel individual es
    imprescindible. Se debe reconocer que el por qué se hacen
    las cosas, en definitiva determina el cómo se hacen. Si se
    cambian los supuestos (por qué), se puede cambiar el
    estilo (cómo).

    Para cambiar el comportamiento característico del
    Modelo I por otro más efectivo, Avila en Soto (1993),
    consideran que "el entrenamiento no
    debiera ser enfocado directamente sobre el comportamiento, sino
    1) Haciendo explícita la teoría en uso, y 2)
    entendiendo las consecuencias de usar esa teoría en la
    práctica para luego desarrollar un nuevo comportamiento"
    (p.137). Dicho en otra forma, el entrenamiento se
    iniciaría por comprender la teoría en uso propio
    para luego cambiarla.

    Liderazgo
    Motivador.

    Cuando se hace referencia a cargos gerenciales, de inmediato se
    piensa en mando pero esta acción lleva implícita la
    autoridad compulsiva para requerir la acción de otros, en
    este caso de los docentes, y que la conducción de una
    organización educativa requiere más que "ordenes"
    para ser satisfactoria.

    Al respecto Tejera citado en el Manual de
    Procesos Administrativos de la U.P.E.L. (1986), dice:
    El mando parece ser una dirección incompleta. Esta
    última presume, en efecto, el aprovechamiento de los
    objetivos de una orden por parte de los subordinados y su
    conformidad con ella. Se logra esto mediante explicaciones
    (acción de "exponer", la cual toma tiempo naturalmente).
    Se "manda" para ahorrar el tiempo a los esfuerzos que requiere
    "dirigir". Mandar es por tanto, un sustituto de dirigir –
    pero con grandes limitaciones – por carencia de capacidad
    conductiva o motivadora. (p. 105).

    Las nuevas concepciones directivas han erradicado esa
    autoridad y la han sustituido por una función motivadora,
    a través de la cual el recurso humano con su personalidad
    y potencialidades pueda desempeñarse plenamente en sus
    labores administrativas y técnico – docentes, y
    evaluar sus propias realizaciones mediante las normas
    imperantes.

    En relación a lo expresado, Spigman citado por
    Meza (1994), considera que: "la esencia del liderazgo
    organizacional está en aumentar la influencia por arriba
    del nivel de obediencia mecánica a las ordenes rutinarias
    venidas de la organización" (p. 44).

    El líder en consecuencia, debe ser una persona
    que va más allá del simple funcionario que impone o
    da ordenes, que manda en atención a imposiciones que
    recibe de manera mecánica de sus superiores y las
    convierte en ordenes para que sus subordinados a su vez la
    cumplan al pie de la letra.

    El gerente líder debe cambiar esta actitud de
    omnipotencia y establecer un criterio directriz con una carga
    interactiva y motivadora, sustituyendo el viejo concepto de
    controles extremos y externos por otros sistemas
    más efectivos de control
    interno, que hagan que se trabaje no porque otra persona
    quiera, sino porque el mismo decide que tiene que hacerlo, porque
    está convencido de la importancia de su desempeño y
    de la organización a la cual se debe; actuando en otras
    palabras como un hombre de convicción y libre.
    La situación del mando por la concepción de
    dirección administrativa, y mejor aún por la de
    liderazgo, viene también a hacer hincapié en, que
    para conducir o motivar a la gente, se requiere algo más
    que manejarla; se necesitan conceptos básicos sobre las
    potencialidades y atributos del subordinado. La gerencia
    así entendida, se basa en que la gente quiere trabajar. No
    se puede suponer que no quiere laborar. La mayor parte de la
    gente se desintegra física y moralmente sino
    trabaja.

    Partiendo de estas premisas el gerente como líder
    debe tener presente que la motivación es esencial, el que
    dirige debe crear y conservar el entusiasmo de los trabajadores
    hacia sus labores, manteniendo buenas relaciones humanas y una
    elevada moral del
    grupo. Estas habilidades para guiar, conducir y dirigir tomando
    en consideración, alejan al gerente de la
    concepción tradicionalista de "ordenar intempestivamente"
    y lo definen como un líder motivador.

    La
    Motivación.

    Motivar ha de ser una de las funciones básicas de todo
    gerente. Según Stoner (1996), motivar es el proceso
    administrativo que consiste en influir en la conducta de las
    personas, basado en el
    conocimiento de "qué hacer que la gente funcione" (p.
    484). Para llevar a efecto este proceso se requiere de una serie
    de condiciones, entre ellas: se ha de suponer que la
    motivación es buena, que es un factor que interviene en el
    desempeño personal, el gerente como investigador debe
    indagar si hay o no mucha motivación y buscar los
    mecanismos para reponerla periódicamente y debe permitir a
    los gerentes ordenar las relaciones
    laborales en las organizaciones. Todos estos supuestos
    constituyen la base de la explicación de la
    evolución de la motivación.

    Desde la perspectiva educativa, los gerentes tienen un
    gran reto. La motivación en este sentido siempre ha sido
    una importante fuente de preocupación para los gerentes, y
    es fácil entender el por qué. Los gerentes deben
    lograr que los objetivos organizacionales se logren con la
    cooperación de otras personas, y si no pueden motivar a su
    personal para que ejecuten las actividades, están
    destinados al fracaso.

    La motivación se ha calificado como uno de los
    procesos más simples pero al mismo tiempo de las
    más complejas. Simple por cuanto las personas se sientan
    básicamente motivadas o impulsadas a comportarse de forma
    tal que les produzcan recompensa. Por lo tanto motivar a alguien
    debe ser fácil; simplemente hay que encontrar lo que desea
    y colocado como simple recompensa.

    Sin embargo, es allí donde se presenta la
    complejidad del proceso motivacional. Sucede que lo que una
    persona considera como una recompensa importante, otra
    podría considerarlo como inútil, insignificante.
    Las personas difieren enormemente en la forma en que aprovechan
    sus oportunidades para tener éxito. Por ello se
    podrá observar que la actividad que una persona considera
    clave para conseguir el éxito, quizá sea vista por
    otra como imposible.

    De acuerdo a estos razonamientos, la clave para que una
    organización obtenga el éxito, cualquiera sea su
    propósito, es poseer gerentes conscientes de la
    complejidad del proceso motivacional, sólo de esta manera,
    analizándola como un hecho de la vida y conociendo las
    estrategias se podrá lograr que las personas hagan las
    cosas para lo cual están ocupando un puesto.
    Para precisar la importancia de la motivación, es
    necesario profundizar más sobre el tópico a objeto
    de estudiar en detalle cada factor, cada estrategia a
    utilizar para motivar al personal sea cual fuere la naturaleza de
    la organización.

    La conducta humana
    es el efecto recíproco de dos fuerzas, las
    extrínsecas, es decir, las provenientes del mundo exterior
    y las intrínsecas, las que desencadenan en el interior
    mismo del ser humano. Las primeras, tal como se les conoce a
    través de la percepción, se componen de objetos
    personas y partes del organismo, fuerzas y movimientos, todo
    organizado en lo que se denomina mundo real. Delimitado por la
    epidermis, se encuentra el segundo medio, el ambiente
    orgánico interno, es decir, el dominio de las células
    que nacen y mueren, de los cambios del metabolismo,
    de las reacciones internas y de los estados fisiológicos.
    De ambos reinos se derivan los factores que condicionan la
    motivación.

    Conscientes de estas fuerzas, de estos factores externos
    e internos que confluyen para alentar la conducta del individuo,
    el gerente debe tener amplios conocimientos sobre las
    teorías y modelos que han sido propuestos por estudiosos
    de la conducta humana.

    Aunque todas las teorías de la motivación
    poseen elementos que pueden constituirse en sustentos para el
    presente estudio. Se consideran fundamentales, las pertenecientes
    a la perspectivas contemporáneas de la motivación.
    Landy y Becker citados en Stoner (1996), clasifican a los
    diversos enfoques modernos ante la teoría de la
    motivación y su aplicación en cinco
    categorías: la teoría de las necesidades, la
    teoría de las expectativas y la teoría de las
    metas. (p. 491-492).

    De las teorías mencionadas sirven como sustento
    al estudio, la teoría de las tres necesidades, Atkinson
    citado por Stoner (1996), en relación a la misma dice:
    "las personas motivadas tienen tres impulsos básicos: la
    necesidad de logro, la necesidad de poder, la necesidad de
    afiliación, o asociación estrecha con los
    demás. La necesidad de logro, guarda relación con
    el grado de motivación que tienen las personas que
    ejecutan las tareas laborales" (p. 492).

    A las personas con mucha necesidad de logro les gusta
    asumir responsabilidades para resolver problemas; tienden a
    establecer metas propias con un grado moderado de dificultad y
    correr riesgos para alcanzar dichas metas; además valoran
    mucho la retroinformación sobre la calidad de su
    actuación. La necesidad de afiliación, se refiere a
    la tendencia del ser humano de trabajar cerca de otras personas
    que consideran sus compañeros, lo cual es positivo para
    las organizaciones porque en equipo pueden alcanzar las metas con
    menor esfuerzo y en menos tiempo. La necesidad de poder, se
    refiere al grado de control que la persona quiere tener sobre su
    situación. Esta necesidad puede guardar relación
    con la forma como las personas manejan el éxito o el
    fracaso. El miedo al fracaso, y la erosión
    del poder particular, puede ser un motivador importante para
    algunas personas.

    La teoría de la equidad, de acuerdo con Stoner
    (1996), se basa en el supuesto de que un factor central para la
    motivación es la evolución individual en cuanto a
    la equidad y la justicia de la
    recompensa recibida. Las personas se sienten motivadas cuando
    experimentan satisfacción con lo que reciben de un
    esfuerzo en proporción con el esfuerzo que realizan. Esta
    situación implica que si otros obtienen mejores resultados
    con menos esfuerzos se hablará de justicia, y en este caso
    el afectado tratará de corregir el estado de
    iniquidad reduciendo su esfuerzo, cometiendo faltas de
    inasistencia o renunciando.

    La teoría del reforzamiento, es otra de las
    teorías en la cual se sustenta el estudio. Según
    Stoner (1996), este enfoque se basa en la "ley del efecto",
    es decir, la idea de que la conducta que tiene consecuencias
    positivas suele ser repetida, mientras que la negativa tiende a
    no ser repetida. Según la teoría de los refuerzos,
    una persona está motivada cuando responde a
    estímulos con patrones de conducta consistentes en el
    tiempo. Esta teoría, representa una forma de vincular la
    motivación con las conductas.

    Existen cuatro métodos comunes para modificar la
    conducta: con el esfuerzo positivo se fomentan o refuerzan las
    conductas deseables por medio de consecuencias positivas como
    aumento o una facilitación. Con el aprendizaje por
    elusión, los empleados cambian la conducta para evitar las
    consecuencias desagradables, por ejemplo las críticas o
    una evaluación
    baja. Para detener una conducta, el gerente puede aplicar la
    extinción, es decir, la ausencia de refuerzos.
    También podría recurrir al castigo, a la
    aplicación de consecuencias negativas, estos van desde la
    crítica hasta la reducción de sueldos o el
    despido.

    Todas estas teorías con su correspondiente
    adaptación a las características de la
    Educación Básica Venezolana, se deben constituir en
    las directrices motivacionales de las instituciones para mejorar
    el desempeño técnico – docente –
    administrativo y por ende el mejoramiento de la calidad de la
    educación. Sólo con un personal docente altamente
    motivado por el trato dado por los gerentes, por las
    expectativas, por el reconocimiento de su esfuerzo y el refuerzo
    de las conductas positivas, será posible fomentar y
    mantener un clima organizacional que permita el cumplimiento
    cabal de las metas de la organización.

    La
    Comunicación Gerencial.

    El gerente que desea ser eficiente y lograr a
    través de su influencia que otros trabajen en
    función del logro de las metas organizacionales, debe
    hacer uso constante de un eficiente proceso comunicacional. En
    este orden de ideas Koontz y O´Donnel (1985),
    señalan que "una buena comunicación es el
    intercambio de pensamientos y de información para lograr
    confianza y entendimiento mutuo o buenas relaciones humanas" (p.
    682). De lo expresado se deduce que el proceso comunicacional es
    de vital importancia en cualquier organización, este
    proceso se constituye en el pilar fundamental de la
    institución.

    La comunicación como actividad gerencial,
    persigue dos propósitos fundamentales: la
    información y la comprensión necesaria al refuerzo
    de las personas en el desarrollo de su actividad, y proporcionar
    las orientaciones para lograr los grados deseados de
    motivación, operación, y satisfacción en los
    cargos. A partir de la misma se conduce a un ambiente de trabajo en equipo
    y a mejorar el desempeño de la actividad
    desarrollada.

    Lo expresado hasta ahora, implica que la
    comunicación es importante en la relación entre los
    gerentes y los docentes, permitiendo el esclarecimiento y
    explicación de decisiones tomadas. Los gerentes
    guían y orientan personas y el arte de gerenciar
    tiene que estar orientado al máximo rendimiento de cada
    persona. Esto se logra lógicamente con una
    comunicación efectiva, ya que esta se constituye en el
    medio ideal para tomar y ejecutar decisiones, para obtener
    información y corregir los procesos y procedimientos de
    acuerdo con la situación.

    En virtud de lo señalado, por Fernández
    (1992), dice que para lograr una vigorosa comunicación se
    hace necesario la presencia de las relaciones humanas, pues ello
    permite la integración del recurso humano con las
    organización cubriendo los conflictos inevitables que se
    presentan, y los mecanismos diversos que deben ser utilizados
    para que los inconvenientes y controversias puedan ser
    canalizados a través de actividades directivas.

    Dentro de este orden de ideas, Tovar (1996),
    señalan que la comunicación sirve como lubricante
    para el funcionamiento uniforme del proceso administrativo. La
    comunicación se constituye así en un factor que
    incide directamente en la creación de un clima
    organizacional de trabajo donde reine la motivación, la
    confianza y la satisfacción de los involucrados. Su uso
    adecuado ayuda a que cada miembro de la organización tenga
    perfectamente delimitado su campo de acción y sepa lo que
    debe hacer en cada momento y, a la vez tenga la posibilidad de
    exponer las dificultades con que se encuentre en su tarea,
    así como el rendimiento obtenido.

    Diversos son los tipos de comunicación que se
    encuentran en una empresa u organización. Los autores
    citados anteriormente, se refieren a la comunicación
    formal e informal, ascendente y descendente. La
    comunicación formal la conciben como la que se lleva a
    efecto a través de canales establecidos y oficialmente
    reconocidos, dentro de ellos se pueden mencionar, las entrevistas,
    las reuniones de departamentos, entre otras. A la
    comunicación informal se le designa comúnmente
    rumor, y existe la desventaja de que presenta la posibilidad de
    distorsionar la información, enrarecer el clima
    organizacional, romper las relaciones humanas y crear un clima
    que se dirija en contra de la consecución de los objetivos
    organizacionales.

    La comunicación descendente, es la que parte de
    los niveles jerárquicos superiores y se desplaza a los
    niveles administrativos inferiores. Es la comunicación que
    utiliza la alta gerencia para comunicarse con los subalternos.
    Por su parte la ascendente actúa en sentido contrario,
    aquí los subalternos se comunican con los gerentes. El
    gerente en este tipo de casos particular debe aflorar todas sus
    condiciones de líder para aprender a escuchar y en base a
    ello, tomar las decisiones que le sean pertinentes. El gerente en
    estas circunstancias debe ser un individuo muy racional y
    objetivo para no constituirse en presa de las informaciones
    subjetivas, que desarticulen los esfuerzos y la
    integración de los miembros de la
    organización.

    En virtud a lo expresado en párrafos precedentes,
    la comunicación como proceso dinámico que
    fundamenta la existencia, progreso, cambios y comportamientos de
    todos los sistemas vivientes, individuos y organizaciones,
    según lo expresa Chacón (1996), debe
    encaminarse:

    A buscar objetivos comunes dentro de la
    institución, satisfacer al empleado y su desempeño,
    integrar el recurso humano con la organización lograr
    buenas relaciones humanas en los distintos niveles gerenciales,
    cumplir con los canales regulares de comunicación, conocer
    la eficacia de los que ejecutan los trabajos, canalizar el
    éxito y el fracaso de los subalternos y disipar del
    ambiente la apatía y el desanimo. (p. 276).

    En fin, por todo lo acotado, es imposible prescindir de
    la comunicación en una organización. Por el
    contrario, es necesario contar y estructurar un sistema
    comunicacional que permita a los gerentes – gerentes,
    gerentes – subalternos una fluida, precisa y clara
    información, puesto que esto contribuye al logro de las
    metas institucionales y por consiguiente al éxito de la
    misma.

    Desempeño
    Docente.

    Desempeño, significa cumplimiento del deber, de funciones,
    y los docentes de la Educación Básica Venezolana,
    tienen en la Constitución de la República
    Bolivariana de Venezuela (2000), Ley Orgánica de
    Educación (1980), Modelo Normativo de la Educación
    Básica (1987) y el Reglamento del Ejercicio de la
    Profesión Docente (1991), un extenso articulado que
    establece las funciones que deben desempeñar para dar
    cumplimiento a su importante labor de ductores de las
    generaciones emergentes en la Venezuela de finales de
    siglo.

    Para efectos de la investigación es importante
    destacar que el Desempeño Docente, se ha subdividido en
    funciones técnico – docentes y técnico
    – administrativas. Esto implica decir, las labores que
    cotidianamente tiene que cumplir el docente en un aula de clases
    con sus alumnos para el logro del desarrollo integral de
    éstos; asimismo, implica todo el trabajo previo que el
    docente debe desarrollar para evitar el pragmatismo,
    el inmediatismo y la improvisación durante su
    gestión dentro del aula.

    De acuerdo a lo expresado, en el artículo 77 de
    la Ley Orgánica de Educación, la enseñanza,
    constituye uno de los principales roles que el docente debe
    desempeñar. Aquí se establece que el docente debe
    actuar como un promotor de experiencias educativas, con capacidad
    para utilizar estrategias y recursos que produzcan en el educando
    desarrollo de la creatividad, participación activa de su
    aprendizaje, transferencia de los conocimientos, habilidades y
    destrezas a situaciones de la vida real y el desarrollo de
    actitudes y valores.

    El docente para dar cumplimiento a este rol de promotor
    de aprendizajes debe recurrir a instrumentos curriculares, tales
    como: los programas de estudio, en ellos el docente encuentra los
    objetivos, contenidos, estrategias metodológicas, recursos
    para el aprendizaje y las estrategias de evaluación de las
    diferentes áreas, asignaturas y/o similares. Es de hacer
    notar que los programas constituyen sólo instrumentos
    curriculares flexibles, es decir, sugieren las acciones
    traducidas en objetivos operativos, situación que indica
    que no pueden convertirse en instrumentos que se deban seguir
    ciegamente, sino que deben adaptarse a las características
    de los alumnos, al medio
    ambiente, a la escuela,
    localidad o región.

    El educador debe hacer uso de sus potencialidades,
    correlacionando e innovando los objetivos y contenidos para
    optimizar el proceso de enseñanza y
    aprendizaje.

    En el desempeño docente en la Educación
    Básica, se percibe una acción para facilitar el
    aprendizaje, en tal sentido adquiere importancia la
    planificación de estrategias metodológicas,
    entendiéndose como la integración de componentes
    como métodos, técnicas, procedimientos,
    organización del ambiente y recursos para el
    aprendizaje.

    El docente al planificar y desarrollar las estrategias
    de aprendizaje deberá tener en consideración, tal
    como lo establece el Normativo de Educación Básica
    (1987), los siguientes aspectos:

    El clima psicológico es fundamental, y que la
    motivación como proceso es permanente, de allí el
    papel fundamental tanto de la motivación intrínseca
    como de la motivación extrínseca; el aprendizaje
    activo, aprender por sí mismo, produce mayor
    satisfacción, permanencia en el aprendizaje y crea
    hábitos para el "aprender a aprender". En tal sentido se
    recomienda la búsqueda de el reconocimiento y estimular
    los procedimientos que impliquen el análisis, síntesis,
    observación, comparación, reflexión,
    abstracción, expresión; el ambiente deberá
    favorecer la experiencia vinculada con la realidad, de forma que
    facilite la transferencia de conocimientos, y el desarrollo de
    habilidades y destrezas; no existe un método,
    procedimiento o técnica único para todas las
    situaciones de aprendizaje. Las formas expositivas o discursivas
    propician pasividad en el educando. (p. 45 –
    46).

    Otro de los elementos importantes, lo constituyen los
    recursos para el aprendizaje, estos según la parte general
    del Manual del Docente (1988), se define cómo:
    "multimedios y vías que facilitan el logro de los
    objetivos y a la vez son estímulos que favorecen la
    participación activa de los educandos". (p.54). Se asume
    de esta definición que los recursos para el aprendizaje,
    además de estar íntimamente vinculados con los
    planes y programas de estudio, deben ajustarse a las
    características de los educandos.

    Asimismo, en el Manual del Docente (1988), se puedan
    evidenciar los propósitos de utilización de los
    recursos para el aprendizaje:

    Propiciar el trabajo independiente, ya que estimula la
    indagación y su capacidad creadora; permitir que el
    educando progrese de acuerdo con su propio ritmo y distribuya su
    tiempo en función de sus intereses y necesidades;
    democratizar la situación de aprendizaje, porque permite
    atender a un gran número de estudiantes, favoreciendo la
    igualdad de
    oportunidades educativas; lograr un aprendizaje rico en
    experiencias directas, ya que se pueden utilizar materiales
    multisensoriales; estimular el aprendizaje por descubrimiento.
    (p. 54).

    Es de vital importancia, de acuerdo a lo expresado, que
    el docente seleccione, diseñe, produzca y aplique los
    recursos adecuados a determinadas situaciones de aprendizajes. En
    ese proceso de selección que el docente realiza, debe
    tomar en consideración varios aspectos: la naturaleza del
    objetivo a lograr, las características del educando, la
    información suministrada por el recurso, la estrategia
    seleccionada por el docente, el costo del recurso
    con relación al beneficio que brinda y la factibilidad de
    realización.

    Todo docente debe planificar cuidadosamente la
    presentación y utilización de los recursos a objeto
    de obtener mayor provecho del material que va a usar o para ver
    si es necesario hacer modificaciones en función a futuras
    aplicaciones.

    Dentro del desempeño docente, existe una
    función que es fundamental, se trata de la
    evaluación. Esta según el Normativo de las Escuelas
    Básicas (1987):

    Es la función por la cual el docente puede
    seleccionar y utilizar concepciones, criterios y procedimientos
    que le permitan valorar tanto el rendimiento del alumno como el
    de los demás componentes curriculares, con lo cual le
    será posible constatar si cumplió o no con los
    fines que le asigna la normativa legal vigente de la
    educación venezolana. (p. 61).

    Desde esta perspectiva la evaluación debe
    concebirse como un proceso que permite determinar y valorar el
    logro de los objetivos. Se debe considerar las condiciones en la
    cual se produce el aprendizaje para reorientar el proceso y
    garantizar la acción educativa.

    En la Ley Orgánica de Educación (1980), se
    establece en el artículo 63, como debe ser la
    evaluación: continua, integral y cooperativa.
    Debe ser continua por que se debe realizar en las diferentes
    fases del proceso enseñanza – aprendizaje, es decir,
    antes durante y al final de las acciones educativas para
    determinar, valorar y registrar en forma sistemática, los
    resultados de la actuación general del alumno. Debe ser
    integral, pues esta dirigida a valorar los resultados en las
    áreas cognoscitivas, psicomotora y afectiva, así
    como los rasgos relevantes de la personalidad, tomando en cuenta
    los factores que intervienen en el proceso de
    aprendizaje.

    Cooperativa en la medida en que participan en el proceso
    de evaluación los agentes educativos: docentes, padres o
    representantes e integrantes de la comunidad. La efectividad de
    la evaluación depende, entre otros aspectos, de la
    adecuada selección que el docente haga de las
    técnicas e instrumentos, que le permitan obtener una
    información válida y confiable acerca del
    rendimiento del alumno.

    En este sentido el docente deberá planificar en
    función de las conductas y criterios de logros
    establecidos en los objetivos, a fin de elaborar las
    descripciones tanto cualitativas cómo cuantitativas que le
    permitan: establecer las condiciones en las cuales se encuentran
    los alumnos para iniciar el aprendizaje, el objeto de planificar
    el proceso de enseñanza – aprendizaje y ajustado a
    las necesidades de los alumnos, evidenciar las dificultades del
    alumno en el logro de los objetivos, a fin de aplicar los
    conectivos apropiados, estimular y orientar a los alumnos, padres
    y representantes, docentes y otras personas involucradas en el
    desarrollo del proceso enseñanza – aprendizaje para
    hacer más efectivo el logro de los objetivos, informar a
    padres y representantes acerca del progreso de su representado,
    valorar los resultados del curso a fin de determinar la
    efectividad de los materiales, métodos de enseñanza
    y tomar decisiones relacionadas con la calificación,
    promoción y repitencia, proporcionar
    información sobre la factibilidad de los objetivos y
    adecuación de los planes y programas
    desarrolladas.

    Todo esto debe tenerlo presente el docente con el objeto
    de determinar las causas de ciertas anomalías que
    interfieren con el normal y exitoso proceso de enseñanza
    – aprendizaje. Debe de esta manera determinar la
    relación entre los contenidos programáticos,
    recursos para el aprendizaje, metodologías de aula y los
    niveles de rendimiento estudiantil representados en la
    repitencia, deserción, ausentismo y bajos promedios o
    calificaciones.

    Por otra parte el docente para desarrollar todos los
    aspectos implícitos en el proceso de enseñanza
    – aprendizaje, debe planificar, organizar, ejecutar,
    controlar y evaluar todo lo concerniente a su desempeño y
    a la de los componentes curriculares que forman parte del
    mencionado proceso.

    Es conveniente destacar que la administración de
    la cual se habla en esta parte de la investigación, se
    refiere a la microadministración que se efectúa
    antes del desarrollo de las actividades pedagógicas en el
    salón de clase. En este sentido, el docente
    debe:

    Planificar, ella supone actividades como el diagnostico
    de la situación de los educandos, del ambiente escolar,
    para formular los componentes curriculares que permitirán
    realizar las actividades de enseñanza – aprendizaje
    de manera sistemática, evitando la improvisación y
    la consiguiente pérdida de tiempo y recursos.

    La organización se refiere a la
    disposición en forma adecuada de sus componentes. La
    organización del proceso de enseñanza –
    aprendizaje trata de colocar cada parte en el lugar que le
    corresponde, pero no en función de esa parte sino en
    función de las necesidades de los educandos. En esta fase
    del proceso se ordenan, los objetivos, éstos se relacionan
    con los contenidos, estrategias y los recursos para el
    aprendizaje necesarios para el logro de los objetivos
    educacionales.

    En la fase de ejecución como su nombre lo indica
    se ponen en funcionamiento cada uno de los componentes
    curriculares. Aquí el docente debe interrelacionar cada
    componente pensando no en función de su persona, si no en
    la de los educandos que deben constituirse en el centro de
    atención del proceso de enseñanza –
    aprendizaje.

    Todas las fases descritas, deberán ser
    controladas y evaluadas para retroalimentar constantemente el
    proceso y formular las correcciones de ser necesarias. En el
    proceso de control y evaluación, no sólo se
    evalúa al docente, se evalúa la actuación
    del alumno y la eficacia de los demás elementos del
    currículo. Sólo de esta manera, es
    como se puede eliminar uno de los aspectos que ha caracterizado
    al proceso de enseñanza – aprendizaje, la
    improvisación, es decir, con el cumplimiento cabal de cada
    una de las fases descritas se evita el derroche de
    energía, la pérdida de tiempo y de recursos
    materiales y humanos. Implica en consecuencia, que con el
    cumplimiento de las fases de la microadministración se
    hace más eficaz y eficiente el desempeño del
    docente en procura de los objetivos preestablecidos en la
    organización educativa.

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