Indice
1. San
Judas Tadeo y Venezuela
2. Oraciones
1. San Judas Tadeo y
Venezuela
San Judas Tadeo es uno de los apostoles a los que mas
devocion se le profesa en America Latina,su Festividad se realiza
el: 28 de octubre.Frecuentemente la aversion que sienten hacia el
Judas Iscariote les lleva a obviar la familiaridad con este
humilde e incondicional discipulo de Cristo.Entre nosotros San
Judas Tadeo se ha venido a constituir en el "ABOGADO DE TODOS LOS
CASOS IMPOSIBLES Y DIFICILES".Es una especie de Rita de Cassia en
masculino.En casi todas las iglesias de nuestro pais existe
alguna imagen de San
Judas y es de las mas veneradas por los fieles.En algunos templos
de la capital,entre
los que cabe destacar la Iglesia de San
Pio X,en La Puerta de Caracas,La Chiquinquira,La
Florida,constantemente se ven fieles a los pies del santo
apostol. El apostol Judas Tadeo figura en el evangelio como uno
de los mas callados y humildes del colegio apostolico.Cuando
Cristo le invito a seguirle lo hizo sin titubear y a partir de
entonces nada ni nadie le aparto del Maestro.Judas no era tan
desconocido en el grupo de los
apostoles.Le unian lazos de amistad y
sangre con
casi todos los demas discipulos y con otros personajes cristianos
de los primeros años de la Iglesia.
Judas nacio en Galilea.Pertenecia a la tribu de Juda y su
padre,Cleofas,es el mismo que,con otros discipulos,se dirigia a
Emaus el dia de la Resurreccion del Señor.Cleofas se
convirtio en un autentico cristiano.Vivio como tal y defendio la
fe dondequiera que se movio hasta su muerte.Una
muerte cruel,puesto que fue martirizado en su propia casa,segun
nos narra el martirologio romano,el 25 de Septiembre.
Fue hermano de San Jose,el esposo de la Virgen Maria,y su madre
fue Maria de Alfeo.Esta mujer tuvo
tambien otros hijos de importantisima relacion con Jesus,tales
como Santiago el Menor,apostol,Jose el llamado Justo,Simeon,que
fue con el tiempo obispo de
Jerusalen y Salome,madre de Santiago y San Juan.
Consagración
San Judas, Apóstol de Cristo y Mártir glorioso,
deseo honrarte con especial devoción. Te acojo como mi
patrón y protector. Te encomiendo mi alma y mi cuerpo,
todos mis intereses espirituales y temporales y asimismo los de
mi familia. Te
consagro mi mente para que en todo proceda a la luz de la fe; mi
corazón
para que lo guardes puro y lleno de amor a
Jesús y María; mi voluntad para que, como la tuya,
esté siempre unida a la voluntad de Dios. Te suplico me
ayudes a dominar mis malas inclinaciones y tentaciones evitando
todas las ocasiones de pecado. Obténme la gracia de no
ofender a Dios jamás, de cumplir fielmente con todas las
obligaciones
de mi estado de vida
y practicar las virtudes necesarias para salvarme. Ruega por mi
Santo Patrón y auxilio mío, para que, inspirado con
tu ejemplo y asistido por tu intercesión, pueda llevar una
vida santa, tener una muerte dichosa y alcanzar la gloria del
Cielo donde se ama y da gracias a Dios eternamente.
Amén.
Oración
Apóstol gloriosísimo de Nuestro Señor
Jesucristo, aclamado por los fieles con el dulce título de
ABOGADO DE LOS CASOS DESESPERADOS, hazme sentir tu poderosa
intercesión aliviando la gravísima necesidad en que
me encuentro. Por el estrecho parentesco que te hace primo
hermano de Nuestro Señor Jesucristo, por la privaciones y
fatigas que por El sufriste, por el heroico martirio que
aceptaste gustoso por su amor, por la promesa que el divino
Salvador hizo a Santa Brígida de consolar a los fieles que
acudiesen a tu poderosa intercesión, obtenme del Dios de
las misericordias y de su Madre Santísima la gracia que
con ilimitada confianza te pido a Ti, Padre mío
bondadosímo, seguro que me la
obtendrás siempre que convenga a la gloria de Dios y bien
de mi alma. Así sea.
Glorioso Apóstol San Judas Tadeo, ruega por nosotros.
(Repetir 3 veces)
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
Visita Y Oración
(para el día 28 de cada mes)
Honremos a nuestro Protector, San Judas Tadeo, con una buena
Confesión y una Comunión fervorosa. Así nos
haremos más agradables a Dios y obtendremos del Santo
Apóstol más fácilmente la gracia que
pedimos.
Bondadoso Protector mío, San Judas Tadeo, que recibiste
del Salvador la gracia de la vocación al apostolado para
seguirle más de cerca en la práctica de las
virtudes y predicar su Evangelio, que tuviste el don de conmover
los corazones con tus ejemplos y tus enseñanzas, el
poder de obrar
milagros, y que diste tu vida en defensa y testimonio de la Fe,
recibe mis parabienes por estos grandes privilegios, y acepta
gustoso esta visita que te hago en agradecimiento de favores
obtenidos y para obtener nuevas gracias por tu mediación.
Alcánzame un grande amor al Divino Maestro, que me aliente
en la práctica de la virtud, me consuele en mis
tribulaciones y sostenga mi esperanza cuando el infortunio y la
desgracia me acrisolen. No permitas jamás que la falta de
confianza en la Providencia divina me aparte del amor y servicio de
Dios. Dame tu protección, S. Judas, y alcánzame lo
que necesito y pido para mi bien temporal y eterno.
Amén.
Rezar tres Glorias en honor de la Santísima Trinidad y
hacer luego la petición de la gracia que se desea
obtener.
El autor de esta novena es Charles W. Dahm, O.P., y se
reproduce aquí por cortesía de los frailes
dominicos del Santuario de San Judas Tadeo de Chicago (USA) a
quienes agradezco su permiso. Pese a conocerse poco de la vida de
San Judas Tadeo, esta novena tiene el mérito de iluminar
aspectos de su vida mediante diversas escenas tomadas de los
evangelios a las cuales debió asistir como testigo
privilegiado.
Inicio
Aquí, a tus pies, caritativo Apóstol de Cristo, San
Judas Tadeo, he venido a implorar del cielo la gracia que
necesito. A ti he recurrido, Protector poderoso de los que se
hallan en extrema necesidad, ya que nada hallo que me consuele y
ayude, para que intercedas por mí ante el trono del
Altísimo. Oh, tú, amantísimo y muy amado de
Jesús y de María, ten compasión de mí
y alcánzame del Corazón de tu Divino Maestro la
gracia que te pido; habla por mí a María, Auxilio
de los cristianos y Consuelo de los afligidos, para que me
obtenga, del Niño Jesús lo que necesito. No me
dejes desconsolado San Judas; sé que eres poderoso en el
cielo y que deseas el bien espiritual y temporal de tus devotos.
Agradecido a tus favores, procuraré servir fielmente a
Dios, seguir tus ejemplos de santidad y propagar tu
devoción.
Un Padrenuestro, Avemaría y Gloria para que el Santo
Apóstol nos obtenga la fidelidad en el servicio de
Dios.
Peticion
Oh glorioso Apóstol San Judas Tadeo, siervo fiel y amigo
de Jesús, el nombre del traidor ha sido causa de que
fueses olvidado de muchos, pero la Iglesia te honra y te invoca
como patrón de las causas difíciles y desesperadas.
Ruega por mí para que reciba yo los consuelos y el socorro
del cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos,
particularmente (hágase la petición), y para que
pueda yo bendecir a Dios en tu compañía y con los
demás elegidos por toda la eternidad.
Yo te prometo, Apóstol bienaventurado, acordarme siempre
de este gran favor; jamás dejaré de honrarte como a
mi especial y poderoso protector y de hacer todo lo posible para
propagar tu devoción. Así sea.
Jaculatoria. Glorioso Apóstol, San Judas Tadeo, por amor a
Jesús y a María, escucha mi oración y
protege a mi familia, y a cuantos con fervor te
invocan.
Oración a la preciosa Sangre de Nuestro
Señor Jesucristo.
O Sangre adorable de mi amado Jesús, precio de la
redención del mundo y fuente de vida eterna que purificas
nuestras almas, Sangre preciosísima, que intercedes poderosamente
por nosotros ante el trono de la suprema misericordia, yo te
adoro profundamente y quisiera reparar con mis adoraciones y mi
fervor todas las injurias y ultrajes que continuamente recibes de
los hombres, especialmente en el Santísimo Sacramento del
altar. Yo te adoro, dulce Jesús mío; imprime en mi
alma el recuerdo de tu sacratísima Pasión. Haz que
la memoria de
tus dolores y sufrimientos infunda en mi alma un horror sumo al
pecado y un ardentísimo amor hacia ti, para corresponder
de algún modo el sacrificio que de ti mismo hiciste en la
Cruz por mi salvación y rescate. Así
sea.
Día Primero
San Judas, el sanador poderoso
San Judas acompañó a Jesús por las aldeas de
Israel y fue
testigo de su poder de sanación. Tal vez el vio a
Jesús curar a los diez leprosos, sanar a una mujer
sufriendo hemorragias, resucitar a los muertos. Cuando el pobre
ciego gritó, "¡Jesús, hijo de David! Ten
compasión de mí," San Judas probablemente
oyó a Jesús contestar: "Recobra tu vista. Tu fe te
ha sanado." (Lc 18:39-42)
San Judas fue uno de los discípulos a quienes
Jesús "dio poder y autoridad …
y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar. " (Lc
9:1-2). Los envió de dos en dos, y ellos se quedaron
admirados porque "Echaban a muchos espíritus malos y
sanaban a numerosos enfermos con una unción de aceite."
(Mc 6:13)Tal vez dudamos que Dios quiera lo mejor para nosotros.
Puede ser que a veces pensemos que nuestro sufrimiento o
enfermedad es un castigo de Dios por nuestros pecados. Nos
olvidamos como Jesús trabajaba incansablemente para sanar
a los enfermos. Cuando Jesús curó al hombre que
nació ciego, explicó, "Esta incapacidad no es por
haber pecado él o sus padres, sino para que la obra de
Dios se manifieste en él." (Jn 9:3)
San Judas entendió que el deseo del Señor era sanar
a la gente. Después de la ascensión de
Jesús, San Judas y los otros apóstoles "salieron a
predicar por todas partes con la ayuda del Señor, el cual
confirmaba su mensaje con señales milagrosas que los
acompañaban." (Mc 16:18) Las palabras de Jesús
durante la última cena se cumplieron en San Judas: "Les
aseguro que la persona que cree
en mi hará también las obras que yo hago, y
hará otras todavía más grandes." (Jn
12:14)
Oración
San Judas, tú fuiste testigo del poder sanador de nuestro
Señor, Jesús. Tú viste su compasión
por los enfermos y moribundos. Tú mismo tocaste a los
enfermos, compartiste los dolores de los afligidos, y animaste a
los desconsolados. Tú recibiste la autoridad y el poder de
Jesús para hacer maravillas, curar a los incurables, y
restaurar a los incapacitados. Te pedimos que intercedas ante
nuestro hermano, Jesús, para que envíe su gracia
para sanar a los enfermos y afligidos, para levantar a los
espíritus caídos, y para infundir esperanza a los
corazones desesperados. Amén.
•Compromiso. Prometo que de alguna manera llevaré la
buena nueva del amor de Dios a una persona enferma.
Día Segundo
San Judas, Apóstol de Oración
Jesús enseñó a San Judas cómo rezar y
cómo orar con una fe que puede trasladar montañas.
Su oración fue inspirada por las palabras de Jesús:
"Pidan, y Dios les dará; busquen, y encontrarán;
llamen a la puerta, y se les abrirá." (Lc 11:9-10).A veces
pensamos que Dios nos ha abandonado o que nuestras oraciones no
fueron escuchadas. San Judas, al contrario, oraba con la
confianza inculcada por la enseñanza de Jesús: "Fijense como
crecen las flores; no trabajan ni hilan. Sin embargo, ni siquiera
el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como
una de ellas. ¡Cuánto más Dios habrá
de vestirlos a ustedes!…. Por lo tanto, no anden
afligidos….Tu Padre ya sabe lo que necesitan. Pongan su
atención en el reino de Dios, y
recibirán también estas otras cosas." (Lc
12:22-31)Aunque no entendamos totalmente los caminos de Dios, nos
ponemos en sus manos con mucha confianza, como Jesús mismo
lo hizo. San Judas estuvo con Jesús la noche en que el
Señor oró en el huerto. Allí, en su
agonía de oración, Jesús
enseñó a sus apóstoles cómo rezar:
"Padre, si es posible, líbrame de este trago amargo, pero
que no se haga lo que yo quiera sino lo que tú quieras."
(Mt 26:39).Cuando somos insistentes pero confiados en nuestra
oración, permitimos que nuestra oración transforme
nuestras vidas. Abrimos nuestros corazones al espíritu de
Dios, aceptando los desafíos que Dios nos envía y
generosamente comprometiéndonos a imitar a Jesús.
San Judas entendió las palabras del Señor: "No
todos los que me dicen: 'Señor, Señor,'
entrarán en el reino de Dios, sino solamente los que hacen
la voluntad de mi Padre." (Mt 7:21)
Oración
San Judas, por medio de oración alababas a Dios por las
obras maravillosas de Jesús. Pediste a Dios la fuerza para
enfrentar los retos de tu apostolado. Pusiste tu confianza en la
misericordia de Dios, creyendo firmemente que Dios te amaba y
entendía tus penas y alegrías, tus sueños y
miedos, tus triunfos y fracasos. Comprendiste que nada es
imposible para Dios. Te pedimos que ores por nosotros delante del
Altísimo para que nos llene con su fuerza, entendamos su
voluntad para nosotros, y con mucha confianza nos coloquemos en
sus manos amorosas. Amén.
•Compromiso. Me comprometo de nuevo a orar con más
confianza para que siempre se haga la voluntad de Dios en
mí.
Día Tercero
San Judas, Paciente en el Sufrimiento
Como los demás apóstoles, San Judas sufrió
un martirio por su compromiso de llevar a cabo la misión de
nuestro Señor, Jesucristo. Aceptó el reto de
Jesús, "Si alguien quiere ser discípulo mío,
que se olvide de si mismo, cargue con su cruz cada día y
que me siga." (Lc 9:23).San Judas compartió sus
sufrimientos con el Señor. Le escuchó decir,
"Vengan a mi todos ustedes que están cansados de sus
trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el
yugo que les pongo, y aprendan de mi, que soy paciente y de
corazón humilde; así encontrarán descanso.
Porque el yugo que les pongo es fácil y la carga que les
doy a llevar es liviana." (Mt 11:28-30).San Judas creía
que sus sufrimientos estaban unidos a los de Jesucristo y, por
eso, tenían valor
redentor. San Pablo declaró, "Me alegro de lo que sufro
por ustedes; porque de esta manera voy completando en mi propio
cuerpo lo que falta de los sufrimientos de Cristo por la Iglesia,
que es su cuerpo." (Col 1:24).San Judas era humano. Sentía
dolor como nosotros. Pero se acordaba del sufrimiento de
Jesús, su sentido de abandono en la cruz cuando
gritó, "Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has abandonado?" (Mt 27:46). Estas memorias le
ayudaron a aguantar el dolor porque él sabia que
sufría en comunión con el Señor.En nuestros
sufrimientos reflexionamos sobre los de nuestro Salvador,
Jesucristo. Le escupieron, fue azotado, coronado con espinas y
clavado en la cruz donde se quedó colgado por tres horas.
Tal vez el sufrimiento más doloroso que atravesó su
corazón fue el rechazo de parte de los líderes del
pueblo y el abandono por sus amigos. Sin embargo, Jesús se
mantuvo fiel hasta el final cuando gritó, "Padre, en tus
manos encomiendo mi espíritu." (Lc 23:46)
Oración
San Judas, tú te mantuviste fiel al Señor hasta
la muerte.
Entregaste tu vida para que otros pudieran vivir. Aguantaste el
dolor físico y el abandono espiritual. Pero, te alegraste
por poder unir tus sufrimientos a los de nuestro Salvador
Jesús , y así compartiste en la redención
del mundo . Ahora te pedimos que intercedas con nuestro hermano,
Jesucristo, para que nosotros también podamos ser fieles
en nuestros sufrimientos. Ayúdanos a confiar en Dios y
poner nuestras vidas en sus manos. Amén.
•Compromiso. Juntaré todos mis sufrimientos y dolores
a los de Jesucristo para la redención del mundo y
animaré a otra persona que está
sufriendo.
Día Cuarto
San Judas, Campeón de Justicia y
Paz
Al acompañar a Jesús y al escuchar su
enseñanza, San Judas aprendió cómo luchar
por la justicia y la paz. El oyó el sermón de la
montaña cuando Jesús enseñó,
"Bienaventurados son los que trabajan por la paz, porque
serán reconocidos como hijos e hijas de
Dios….Bienaventurados ustedes cuando por cause mía los
maldigan, los persigan y les levanten toda clase de calumnias.
Alégrense y muéstrense contentos, porque
será grande la recompensa que recibirán en el
cielo." (Mt 5:9, 11-12).San Judas escribió en su carta, "Les ruego
que luchen por la fe que una vez fue entregada a los que
pertenecen a Dios." (Judas 1:3). San Judas sí luchaba por
todo lo que Jesús trató de establecer. Como
Jesús, San Judas predicaba la buena nueva a los pobres,
proclamó la libertad a los
cautivos, restauró la vista a los ciegos, y liberó
a los oprimidos. (Lc 4:18).A veces resistimos el reto del
Señor para luchar por el reino de justicia y paz. Tememos
la crítica y el conflicto;
buscamos la comodidad y la conveniencia. San Judas no fue
así. El trabajó por la justicia con mucho
entusiasmo porque entendía que sin justicia, no hay una
paz verdadera.Por su compromiso al reino de justicia y paz, San
Judas sufrió precisamente como Jesús había
predicho, "Los odiarán a ustedes por causa mía."
(Mt 10:22) Sin embargo, él disfrutó de la paz que
Jesús prometió en la última cena, "Mi paz
les dejo; mi paz les doy, pero no como dan la paz los del mundo."
(Jn 14:27)
Oración
San Judas, tú muy valientemente predicaste la Palabra de
Dios en las situaciones más difíciles. Como
Jesús, tú defendiste a los pobres y oprimidos y
desafiaste a los ricos y poderosos. Cuando te amenazaron con la
muerte, no acudiste a la violencia o
desesperación sino te acordaste de las palabras de
Jesús sobre la paz y el perdón. Escucha nuestra
oración por la paz y justicia en el mundo. Pide al
Señor que nos dé la valentía para defender
lo correcto. Ora para que seamos constructores efectivos de la
paz como tú, especialmente donde hay guerra y
opresión, en nuestras comunidades donde hay violencia y
conflicto, y en nuestras familias donde hay discusiones y peleas.
Amén.
•Compromiso. Prometo levantar la voz y actuar contra la
injusticia y trabajar por la paz dondequiera que yo
esté.
Día Quinto
San Judas, Servidor del
Pueblo de Dios
San Judas tenía el privilegio de acompañar a
Jesús diariamente. Aprendía del Señor
cómo Dios nos ama y cómo debemos amarnos unas
personas a otras.
A veces queremos que otros nos sirvan, que hagan lo que nosotros
queremos y que atiendan a nuestras necesidades. Como San Judas,
debemos aprender de Jesús quien dijo, "La persona entre
ustedes que quiera ser grande, deberá servir a los
demás; y la persona que quiera ser el primero,
deberá ser su esclavo, como el hijo del pueblo que no vino
para ser servido sino para servir y para dar su vida como precio
por la libertad de muchos." (Mt 20:26-28).En la última
cena Jesús mostró a San Judas y a los otros
apóstoles cómo deberían servir. Les
lavó los pies y luego dijo, "Yo les he dado un ejemplo
para que ustedes hagan lo mismo que yo les he hecho." (Jn
13:15).San Judas no buscaba un premio por hacer el bien.
Más bien, vivía lo que Cristo enseñó:
"Cuando ya hayan cumplido todo lo que Dios les manda,
deberán decir: 'Somos servidores que no
hacíamos falta, porque no hemos hecho más que
cumplir con nuestra obligación' ."(Lc 17:10).San Judas
cumplió los mandamientos señalados por Jesús
como los más importantes: amar a Dios con todo su
corazón, toda su alma, y toda su mente, y a su
prójimo como a si mismo (Mt 22:27-40). Jesús quiere
que nos amemos como él nos ama: "Así como yo los
amo a ustedes, así deben amarse ustedes unas personas a
otras. Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se
dará cuenta de que son mis discípulos." (Jn
13:34-35)
Oración
San Judas, aunque fuiste elegido por Jesús como uno de los
apóstoles, aprendiste a no ser orgulloso, ni buscar
honores o los lugares más altos. Al contrario, te
humillaste en su servicio a tus hermanas y hermanos. Pedimos que
nos ayudes a servir con un corazón más generoso y
sacrificar nuestro propio interés
por el bien de otros. Intercede por nosotros con nuestro Cristo
crucificado, quien se humilló en la cruz, quien
sacrificó su vida para que tengamos vida nosotros. Que lo
imitemos con una vida de servicio a los demás, una vida
dedicada y desinteresada. Amén.
•Compromiso. Prometo cumplir un servicio a los que lo
necesitan más o a los que no lo esperan.
Día Sexto
San Judas, Reconciliador Compasivo
Aunque fue un apóstol, San Judas era humano como todos
nosotros, y el perdón no le vino fácilmente. Pero,
él aprendió de su Maestro, nuestro Señor,
cómo perdonar. Probablemente fue sorprendido al escuchar a
Jesús decir, "Amen a sus enemigos y recen por quienes los
persiguen," para que "sean perfectos, como su Padre que
está en el cielo es perfecto." (Mt 5:44, 48).Como San
Pablo, San Judas predicaba que no debemos dejar que el sol se ponga
sobre nuestra ira. (Ef 4:26) Y si tenemos algo en contra de
alguien, tenemos que reconciliarnos con esa persona antes de
presentar nuestra ofrenda en el altar. (Mt
5:23-24).¿Perdonamos a las personas que nos han ofendido?
Y cuántas veces debemos perdonarlos? Cuando Pedro hizo a
Jesús esa pregunta, quizás San Judas oyó su
respuesta: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta
veces siete." (Mt 18:22).Cuando Jesús enseñaba a
San Judas y a los otros apóstoles como orar,
explicó, "Si perdonan a otros el mal que les han hecho, su
Padre que está en el cielo los perdonará
también a ustedes." (Mt 6:14) Por esta razón
rezamos con las palabras que Jesús nos
enseñó, "perdona nuestras ofensas como
también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden."
Oración
San Judas, apóstol de la misericordia y
reconciliación, ayúdanos a perdonarnos unos a
otros. Tú comprendes la profundidad de la compasión
de Dios y nuestra resistencia a
perdonar. Tú aprendiste de Jesús, el hijo de Dios,
cómo ser misericordioso. El le enseñó
cómo perdonar a los que le persiguieron y le dieron la
muerte. Intercede por nosotros delante de nuestro Dios compasivo
para que podamos perdonar a las personas que nos han ofendido.
Ayúdanos a quitar todo vestigio de odio, amargura o rencor
de nuestro corazón. Que tengamos la fuerza de perdonar
como Dios nos perdona. Amén.
•Compromiso. Perdonaré a alguien que me ha ofendido y
trataré de reconciliarme con esa persona.
Día Séptimo
San Judas, Predicador de la Buena Nueva del Reino de Dios
Jesús entrenó a San Judas y envió a
él y a los demás a las aldeas lejanas para predicar
la Buena Nueva y para trabajar por el reino de Dios.
Después de la ascensión de Cristo, San Judas se
dedicó a continuar la obra del Señor y se
acordó de su mandato, "Vayan, pues, a las gentes de todas
las naciones, y háganlas mis discípulos;
bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo
lo que les he mandado a ustedes. Y sepan que yo siempre
estaré con ustedes hasta el fin del mundo." (Mt
28:19-20).A veces pensamos que no estamos llamados ni enviados;
erróneamente pensamos que no tenemos nada que ofrecer al
mundo o que nos falta conocimiento o
poder suficiente para cambiar las cosas. Nos olvidamos que por el
bautizo recibimos una luz y fuimos comisionados igualmente como
San Judas, "Ustedes son la sal de la sierra…. la luz del mundo
…. Procuren que su luz brille delante de la gente para que
viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que
está en el cielo." (Mt 5:13-16).San Judas sabía
cómo llevar la Buena Nueva de Jesús a otros.
Aprendió del Señor que cuando demos de comer a los
hambrientos o beber a los que tienen sed o vestimos a los
desnudos o visitamos a los enfermos o encarcelados, estamos
haciéndolo a Jesús. (Mt 25:31-46).Valientemente San
Judas anunciaba la Buena Nueva del amor de Dios y con entusiasmo
predicaba la venida del reino de justicia, paz y amor. Recordaba
las palabras de Jesús en la última cena: "En el
mundo, ustedes habrán de sufrir, pero tengan valor; yo he
vencido al mundo." (Jn 16:33)
Oración
San Judas, tú dejaste tu casa y viajaste lejos para llevar
la Buena Nueva del amor de Dios a todas las naciones. Predicaste
con entusiasmo todo lo que habías aprendido personalmente
de las palabras y obras del Señor Jesús. Tú
valientemente enfrentaste la critica, el rechazo y al final el
martirio. Pide al Señor que envíe al
Espíritu Santo para que podamos ser fieles mensajeros del
amor, perdón y justicia de Dios a este mundo tan
egoísta, violento e injusto. Ayúdanos a ser la sal
de la sierra y la luz del mundo por la manera caritativa y
compasiva que hablamos y tratamos a los demás.
Amén.
•Compromiso. Actuaré según mi fe y
llevaré la Buena Nueva de Jesucristo a otros por mis
palabras, obras y ejemplo.
Día Octavo
San Judas, Abogado en Casos Difíciles
San Judas fue más que un seguidor de Jesús; era su
primo y amigo. Su estrecha relación con el Señor no
solamente cambió su vida sino que lo convirtió en
un abogado fuerte para nosotros. De Jesús llegó a
comprender la profundidad de la compasión y la fuerza del
poder infinito de Dios. Aprendió a no dudar de la
sabiduría de Dios ni desconfiar de la misericordia
divina.San Judas entendía que todos queremos estar cerca
de Jesús, ser su amigo, sentir el calor de su
amor, y experimentar su poder de curación. San Judas
escuchó a Jesús decir, "Yo les llamo mis amigos
porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho.
Ustedes no me escogieron a mi, sino yo los he escogido a ustedes
y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto
permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le
pidan en mi nombre." (Jn 15:15-16).A veces nos desesperamos del
amor de Dios o por lo menos dudamos que Dios nos oiga. Nos
preguntamos: ¿Por qué me va mal?
¿Dónde está el Señor cuando lo
necesito? Venimos a San Judas porque creemos que él es un
hombre de compasión quien entiende que nada es imposible
para Dios. Creyó lo que Jesús le había dicho
en la última cena, "Todo lo que ustedes pidan en mi
nombre, yo lo haré." (Jn 14:14) El oyó a
Jesús decir, "…nada es imposible para Dios." (Mc
10:27)
Oración
San Judas, tú eres el primo hermano y amigo de
Jesús. Al acompañarle en sus viajes y verlo
curar a los enfermos, aprendiste a sentir su compasión
infinita y a experimentar su gracia salvadora. Tú
creíste que él tiene las palabras de la vida eterna
y el poder sobre toda enfermedad y la muerte. Intercede por
nosotros ahora para que sintamos el cariño de su amistad,
el calor de su presencia, y el poder sanador de su
espíritu. Ya que nada es imposible para nuestro Dios,
pidamos que él nos cure de toda clase de enfermedad del
cuerpo y del alma. Amén.
•Compromiso. Prometo animar a alguien que se encuentra en
una situación desesperada.
Día Noveno
San Judas, Fundador de la Iglesia
Como uno de los doce apóstoles, San Judas es un fundador
de la Iglesia de Jesucristo. Dondequiera que San Judas viajara,
trató de organizar comunidades en las cuales "todos los
creyentes vivían unidos y compartían todo cuanto
tenían…repartían sus bienes de
acuerdo a lo que cada uno necesitaba. Acudían al templo
con mucho entusiasmo y con un mismo espíritu y
compartían el pan en sus casas, comiendo con
alegría y sencillez." (Hechos 2:44-46).San Judas
creía en la unidad e igualdad en la
Iglesia. Como San Pablo, entendía que "todos somos partes
del Cuerpo de Cristo." (1 Cor 12:27). Porque todos somos iguales
en Cristo, San Judas profesó con San Pablo que "Ya no hay
diferencia entre judío y griego, esclavo y libre, hombre y
mujer, porque unidos a Cristo Jesús, todos somos uno
solo." (Gal 3:28).Jesús prometió a los
apóstoles enviar a su Espíritu, el Abogado, "para
introducirlos a la verdad total." (Jn 16:13). En
Pentecostés, recibieron al Espíritu "como un viento
fuerte del cielo, "comenzaron a hablar en lenguas y realizar
maravillas de curación. (Hechos 2:24). Ellos vencieron su
miedo y predicaron con sabiduría y fuerza.El Señor
nos llama a todos para ser miembros activos de
nuestras comunidades parroquiales, compartiendo nuestros dones y
poniendo nuestros talentos al servicio de los demás.
Debemos superar nuestro miedo y egoísmo para reforzar el
Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Jesús deseaba mucho
que todos fuéramos uno como él y su Padre son uno.
Que trabajemos todos por la unidad e igualdad entre todos los
creyentes en Jesucristo.
Oración
San Judas, tú viajaste lejos para llevar la Buena Nueva de
Jesucristo a todas las naciones. Tú reuniste a la gente en
comunidades de fe para que pudieran vivir el evangelio del
Señor, compartiendo sus vidas y recursos, uniendo
sus corazones y mentes en Cristo. Tú reconociste la
dignidad de todos, la diversidad de dones, y la igualdad entre
todos los hijos e hijas de Dios. Intercede con el Señor
para que envíe a su Espíritu a cada uno de nosotros
y a nuestros líderes de la iglesia para que podamos forjar
una unidad e igualdad entre tanta división y discriminación en nuestras comunidades
eclesiales. Ayúdanos a vencer nuestro miedo o
egoísmo para poner nuestros dones al servicio de nuestras
hermanas y hermanos en nuestras iglesias locales.
Amén.
•Compromiso. Prometo hacer algo para ayudar reforzar la
Iglesia local, o sea, mi parroquia.
Autor:
Carlos Goncalves
Guatire/Venezuela
(Bueno…lo que queda de ella!)