- Testimonios de mujeres que
abortaron - Los doctores y
enfermeras hablan de la triste realidad de lo que es un
aborto. - Las feministas como
antiabortistas - Embarazo
precoz. - Violación,
Incesto y Aborto: investigando más allá de los
mitos - El aborto – un
resumen general - Argumentos
pro-vida - Argumentos
científicos - Desarrollo
fetal - Recomendaciones
para la recuperación - El padre luego del
aborto - Aborto
Espontáneo - Implicaciones
sociales - Hablar de
"Niños deseados" los convierte en objetos
lúdicos - Las feministas
como antiabortistas - Después de
un aborto: Pasos hacia la
recuperación
Testimonios de
mujeres que abortaron
Recibido en Mayo 2000
Hola, quiero que mi nombre quede en el anonimato, por
que me da vergüenza decir lo que hice.
Hace un año en el mes de marzo me entere de que
estaba embarazada, el padre de mi bebé es un hombre casado,
su esposa llevaba el mismo tiempo de
ambarazo que yo, había sido su primer embarazo
después de tres abortos, yo solo pensaba en el dia en que
el se divorciara pero con esa noticia no lo hizo, yo me refugie
en una amiga quien me acompaño al doctor que me
confirmo
mis sospechas, en ese momento yo solo queria tener a mi
bebé, pero cuando le dije a él solo me
respondió "y ahora que vas a hacer" solo le
respondí lo voy a tener aunque me cueste los
regaños y la perdida de confianza de mis padres, el me
apoyaba pero no estaba conmigo cuando me sentia necesitada de
cariño, solo me evadía diciendome que tenia que ir
al doctor con su esposa, un día desesperada por no tener
en quien confiar, me puse a escribir todo lo que sentía en
un papel,
ahí le confese a mi bebé que su padre era un
hombre casado,
que el no podría estar con nosotros que yo lo
quería…..
Pero de repente me entro una idea descabellada y le dije
a mi bebé "Mi amor,
disculpame por lo que voy a hacer pero entiendeme, no te puedo
tener conmigo, tu papi es un hombre con compro miso y yo sola no
puedo con la resposabilidad tan grande perdoname"… al otro
día me fui a trabajar, mi mamá leyo el papel y cuando
regrese me pego, haciendome saber lo mal que
estaba, me dijo que como era posible que con un hombre
casado, yo soy la unica hija de cuatro hermanos que somos, mi
papá se ve en mi siempre ha presumido de su "beba", dice
es la unica que estudio, la unica que solo me ha dado
satisfacciones, la unica en quien puedo confiar ciegamente…. me
entienden?, entonces los remoridimientos llenaban mi cabeza, y le
propuse a
mi mamá que fueramos a ver a un medico, fuimos y
me realizo el aborto, me
siento tan mal, por que pienzo que no fue la mejor decicion que
pude tomar, pero entiendanme no tuve otra alternativa. necesito
el apoyo de alguien que me escuche y me ayude.
Recibido en Marzo 2000
Quiero narrar mi experiencia.
Empecé a tener sexo faltando
un mes para cumplir los 15 años, duré más de
dos años teniendo relaciones con diferentes personas sin
quedar embarazada,fué hasta los 17 que tuve mi primer
experiencia con lo que aparentemente fue un embarazo y un
aborto
espontáneo, en ese entonces yo le conté a mi
madre,pero ella estaba enferma de diabetes y con lo
que le dije empeoró y falleció
a las pocas semanas de haberselo dicho lo que me hace
sentirme culpable de su muerte,
después de eso yo continué teniendo relaciones con
mi vecino, al año siguiente falleció mi
papá, triste por la pérdida de mi mamá y de
que le amputaron una pierna me dijo que ya no quería vivir
porque sentía que era un estorbo para mí, ya que
mis otros hermanos ya estaban casados y yo era la única
soltera y que además no podía estuidar porque lo
tenía que cuidar. A los 19 años me volví a
embarazar, sin embargo no estaba segura de quien era el
bebé porque había tenido relaciones con dos
personas, sin embargo le dije a uno de ellos que era el que
más quería y al que más confianza le
tenía y él me dijo que era esteril y que no
podía tener hijos, ahora ya tiene uno de 8 o 9
años, y entonces yo me sentía sola y no
sabía que hacer ya que mi papá murió cuando
yo tenía 18 años y había tenido que empezar
a trabajar, fue entonces que conocí a un hombre mayor que
yo por 15 años, sin embargo para mi mala suerte lo
conocí un día antes de que abortara y no tuve el
valor
de
contarle lo que pensaba hacer, había en el trabajo una
compañera que me decía que si no abortaba me hiban
a correr del trabajo, después un "amigo" me dijo de un
doctor que practicaba abortos y después fuí con
otro "amigo" para que me prestara dinero y me lo
prestó y fué el día de mi cumpleaños
precisamente el día en que cometí el más
infame de los crímenes, me duele
tanto haberlo hecho y estoy tan arrepentida.
Actualmente tengo 38 años, estoy soltera y he
tenido varias relaciones sin embargo no puedo tener hijos y esto
me hace sentir peor todavía y creo que es una de las
causas por las cuales no puedo mantener una relación
estable;desempeño mi trabajo como profesora y trato
de darles la mayor información a mis alumnos(as) más
bien formación de los riesgos que se
corren al realizar
el sexo sin
reflexionar antes, de saber que somos seres humanos con una gran
capacidad de amar y de que no somo simples animales que
actúan por institnto. Esto yo no lo sabía, no busco
justificarme porque sólo Dios puede darme la
sanación a mi alma y a mi espíritu, pero sí
considero que es de fundamental importancia saber y sobre todo
conocer la Palabra de Dios al respecto.
Me duele tanto no tener ese hermoso bebé, he
tenido la maravillosa oprtunidad de tener 10 sobrinos(as) y a
todos los quiero mucho, los he bañado son mi vida y vivo
para gloria de Dios y ayudar a todos aquellos que lo necesiten,
considero que Dios tienen un plan de vida para
cada uno de nosotros y tenemos que buscarlo. Gracias al apoyo de
tanta gente que me quiere y me ha acercado a Dios he podido
superar todo esto, sin embargo quiero que sepan que duele y que
si alguna persona piensa en
abortar que no lo haga por que es un ser humano hecho a imagen y
semejanza de Dios y que tiene derecho a la vida y que nada
justifica un crimen.
Gracias por permitirme expresar mis sentimientos.
perdón por omitir mi nombre pero mi actual papel frente
alos jóvenes no me lo permite, sin embargo sé que
Dios que conoce el corazón de
los suyos ya lo sabe, les pido que oren mucho por mí y por
todas aquellas personas que se han practicado un aborto pero sobre
todo por aquellos que lo practican.
Recibido en Marzo 2000
Hola, soy K. R. Tengo 24 años de
edad…
Hace exactamente 4 meses y 26 dias que me practique un
aborto. Fue la peor decisión que he tomado y creo que no
puede existir otra cosa peor que eso.
Tengo 2 niñas a las que quiero con toda mi alma,
este fue mi tercer embarazo… El padre de Jhonny (mi hijito
abortado) es un hombre comprometido y cuando sali embarazada lo
primero que hice fue pensar en lo que diria mi familia y que
haria ya que el no me podia responder. La primera
opcion que llego a mi mente fue el
aborto.
Las personas a las que le confie lo que me pasaba
tambien entendian que lo mejor era quitarle la vida a mi hijito.
Cuando se lo comunique al padre me hizo sentir que a mi me
convenia mas que a el, tal decision y le crei. Yo sabia que eso
estaba en contra de las normas morales de
Dios, pero me sentia que no tenia salida. Crei que podria superar
tal cosa, pero me equivoque!!!.
El dia 9 de Octubre de 1999 fuimos los dos al medico
abortista, todo el tiempo que estuve
alli deseaba que el doctor no pudiera llegar, pero no fue asi.
Llego y no era la unica mujer, habian dos
chicas esperando por el tambien, yo tenia el segundo turno.
Cuando llego el momento el doctor ni
siquiera me pregunto si estaba segura de hacerlo, solo
lo hizo.
Me pusieron un suero con anestecia y me durmieron, no
senti nada del procedimiento; a
las ds horas cuando desperte solo me preguntaba si habia sido un
sueño y al pasar los dias abrigaba la esperanza que no lo
hubiera podido matar.
Cuando salimos de alli senti que estaba dejando parte de
mi vida, tirado en algun ricon de ese lugar.
La experiencia fue lo suficientemente amarga, como para
seguir viviendo tranquila. Cuando decidi hacer esto no queria que
en mi casa se dieran cuenta de lo que estaba pasando, pero ahora
es peor porque la depresion no me deja ser madre y no he vuelto a
tener paz desde entonces. Todos me preguntan que me esta pasando,
mi familia,
compañeros de trabajo, amigos y hasta personas ajenas a
mi, me preguntan porque estoy tan triste.
Todas las noches lloro hasta que no resista mas, y deseo
tanto volver solo un minuto antes del aborto para poder pararme
e irme y de esta manera tener a mi Jhonny conmigo.
No tengo valor para
acercarme a Dios, la verguenza no me deja hacerlo.
Siento un vacio que no puedo llenar con nada, siento que
no solo me arrancaron a Jhonny de mi vientre, sino que tambien me
arrancaron el alma.
No quiero ir a ningun lado, no quiero que nadie me
pregunt que es lo que me pasa, no quiero hablar con nadie, no ni
siquiera llegar a mi casa, voy a trabajar porque tengo dos hijas
que me necesitan y ellas no tienen la culpa de mis
errores.
Hoy solo faltarian 3 dias para que cumpliera los 6 meses
y cada dia que pasa siento mas la muerte de
mi hijito. No se como sobreponerme a esto, el padre del
niño me ha manifestado su arrepentimieto y quiere que
hagamos todo lo que podamos para superarlo, pero ya yo agote
todas las formulas para esto y no lo logre. Solo quiero estar
sola, apartada de todo el mundo y a veces
pienso la mi unica solucion es que dejara de existir,
pero seria demasiado facil y entiendo que me toca sufrir el gran
error que cometi.
Mientra mas tiempo pasa el dolor es mas grande, el dia 9
de cada mes es el puro infierno para mi; saber que la hora en que
mi bebe debio nacer se acerca y que no lo podre tener en mis
brazos… es lo mas desastroso que me ha pasado.
Solo me gustaria que mi experiencia le sirva para abrir
los ojos a esas mujeres que se encuentren en esta situacion, el
aborto no soluciona nada solo detruye tu vida sin
regreso…
Espero algun dia tener la oportunidad de poder pedirle
perdon a mi hijito.
Te quiero Jhonny ….
Recibido en Marzo -2000
Tengo 20 años y hace poco más de tres
años y medio tuve un aborto. Enrique era 6 años
mayor que yo. En ese entonces yo estaba por empezar mi tercer
semestre de preparatoria y a él le faltaban dos
años aún para terminar su carrera. Los dos
estudiábamos en la universidad
más prestigiada y más cara de México y
yo siempre había crecido con la idea de terminar una
carrera
exitosamente, tener un buen trabajo y ser una gran
ejecutiva, sin darle mucha importancia al matrimonio y a la
maternidad. Yo amaba a Enrique, pero nuestra relación no
era muy seria, simplemente me entregué a él por
amor sin
importarme si él sentía lo mismo que yo. Pobre
tonta de mí, pensé que entregándome a
él me iba a amar y no me di cuenta que de esa forma solo
iba
a provocar en él cualquier cosa, menos amor.
Veía en él un apoyo, una salida a mis problemas
familiares, ya que mis papás estaban por separarse y eso
me dolía demasiado. Tenía entonces 15 años.
Siempre tuvimos sexo sin protección, así pasaron
poco más de cinco meses. Enrique era el primer hombre en
mi vida, era demasiado ingenua y pensé que un embarazo
sería algo muy difícil y que a mi no me iba a
ocurrir jamás.
Cuando me di cuenta de que estaba embarazada no
podía creerlo. Tenía mucho miedo principalmente
porque había defraudado la confianza de mis
papás.
Siempre había sido la hija perfecta que
tenía las mejores calificaciones del grupo, que
había estudiado siempre en los mejores colegios, la hija
en la que habían depositado toda la confianza del mundo
para que siguiera su ejemplo y triunfara en la vida. Por este
motivo no hablé con ellos al
principio, sino con Enrique. Yo no sabía
cómo decírselo, estaba muy nerviosa, tenía
miedo a su reacción, pero finalmente hablé, al
principio le fue difícil creerlo, pero terminó por
creerlo Él estaba muy nervioso, yo me abracé de
él fuertemente y no sabía qué hacer, pero
él me dijo que no me
preocupara, que ya encontraríamos una
solución. Tenía poco más de cinco semanas de
embarazo. Ese día no hablamos de nada, sólo me dijo
que si su papá se enteraba lo iba a obligar a casarse.
Días después él me sugirió el aborto
como única opción, y me dio como argumentos que era
mejor que un hijo no naciera a que solo viniera al mundo a
sufrir, pues un embarazo en
nuestras circunstancias no era una buena opción.
A él le faltaba muy poco tiempo para terminar su carrera y
yo aún no la empezaba. Me dijo que tomara en cuenta mi
propia vida y me preguntara a mí misma si desearía
que mi hijo sufriera al igual que yo con tantas peleas, tantos
problemas
familiares, pues aunque nos casáramos lo más
seguro era que
nuestro matrimonio
fracasara, además ninguno de los dos tenía una vida
económica estable y no estábamos preparados para
enfrentar una responsabilidad de esa naturaleza
teniendo toda una vida por delante. Yo sabía perfectamente
bien que sus papás lo hubieran obligado a casarse conmigo
y a enfrentar su
responsabilidad, sin pensar siquiera en la posibilidad
de un aborto, él también lo sabía y supongo
que eso también influyó mucho en su
decisión. Yo me convencí también de que el
aborto era la mejor opción. Tenía toda una vida por
delante y de ninguna manera iba a ver mis sueños
frustrados, a pesar de que amaba a mi pareja.
El aborto en México es
ilegal, así que había que encontrar a algún
médico que estuviera dispuesto a hacerlo. Aún no le
decía nada a mi familia, pero al final no tuve otra
opción, pues Enrique nunca me apoyó, solamente me
sugería ir a ver a tal o a cual médico, pero
jamás estuvo dispuesto a ir
conmigo ni a ayudarme económicamente, pues aunque
mis papás me daban todo lo que yo quería no era
justo que yo cargara sola con toda la carga, y menos sabiendo que
él tenía posibilidades de hacerlo también.
Finalmente me atreví a hablar con mi mamá y decirle
lo que estaba sucediendo. Contrariamente a todo lo que yo
esperaba, ella reaccionó de una forma serena y calmada.
Me
dijo que qué pensaba hacer y ella misma
habló con mi papá. Cuando tuve que enfrentar a mi
papá se me partió el alma, pues para mí
haberlo defraudado era lo peor que pude haber hecho, tenía
mucho miedo a su reacción, sin embargo también me
apoyó y en ningún momento me reprendió, sino
al contrario, me dijo que la decisión estaba en mi, y
decidiera lo que decidiera ellos siempre me iban a apoyar. Ellos
en ningún momento me obligaron ni a abortar ni a tener a
mi bebé, sólo me dieron todas las posibles
alternativas que tenía con sus pros y sus contras, tampoco
hablaron
con Enrique, pues ellos sólo lo harían si
yo se los pedía, y yo no quería ocasionarle
problemas con su familia ni quería hacer más
grandes las cosas, pues la decisión yo ya la había
tomado: el aborto era la mejor opción en ese momento. Mis
papás son médicos, así que encontrar quien
hiciera el aborto de la manera más discreta posible fue
fácil para ellos, pues tenían muchos amigos
médicos. Finalmente todo terminó. No fue nada
agradable someterme a un aborto, pero lo hice. Después de
eso Enrique se fue un semestre a estudiar fuera del país y
yo empecé un nuevo semestre. Él ni siquiera se
dignó a llamar para preguntar por mi salud después de que
le dije que ya había hablado con mis papás y lo que
pensaba hacer. No volví a hablar con él hasta que
regresó de nuevo a México. Fueron dos años
en que yo misma me negaba las cosas, trataba de pensar que no
había sucedido nada, pues en mi casa nunca se habló
de ello jamás y yo seguía con mi vida
normal,
estudiando. Al regreso de Enrique las cosas volvieron a
ser como antes, nos seguíamos viendo y seguíamos
teniendo relaciones, aunque esta vez con protección. Mis
papás ya se habían separado y yo vivía con
mi mamá y tenía demasiados problemas con ella a
causa de que yo seguía viendo a Enrique.
Ella no soportaba el hecho de que no me hubiera apoyado
en nada y no podía entender cómo después de
eso yo siguiera viéndolo como si nada hubiera pasado. Los
problemas con mi mamá eran ya insoportables, así
que al terminar la preparatoria decidí irme a estudiar a
otro estado, al
más alejado de mi casa y de tantos problemas, pues
también me di cuenta de que Enrique no
merecía mi amor y que en verdad nunca me
había querido ni lo iba a hacer jamás, y
sólo la distan cia podía terminar con esa
relación que estaba terminando conmigo, con mi vida y con
mi amor propio y mi dignidad. Así empecé mi carrera
universitaria viviendo sola. Fue hasta entonces cuando me di
cuenta de lo que había hecho. Fue hasta que estuve sola y
viví sola cuando me di cuenta de lo tonta que había
sido por no haber tenido el valor de tener a nuestro
bebé.
De verdad estoy arrepentida, no puedo creer que fui
capaz de abortar, no sé si hubiéramos sido felices
o no, si nos hubiéramos casado o no, no sé que
hubiera sido de nuestras vidas, sólo sé que si mi
hijo hubiera nacido, tal vez yo no estaría estudiando una
carrera, tal vez no me divertiría tanto con mis amigos, ni
iría a las discos y fiestas como lo hago, quizá no
sería quien soy ahora, pero sería muy feliz con mi
hijo, yo no tenía derecho de negarle la vida, yo
quería la felicidad para mí, pero no me di cuenta
de que por mi felicidad le negué la felicidad a un ser
indefenso, a un ser que no pidió ser concebido, a un ser
que tenía el mismo derecho que yo y que cualquier persona a vivir y
a ser feliz. En la búsqueda de la felicidad y el triunfo
para mi misma, le negué la oportunidad de hacer lo mismo a
una pequeña parte de mí. No me di cuenta en ese
entonces de lo egoísta que
estaba siendo y del pecado tan grande que estaba
cometiendo. Durante muchos meses me atormenté con todo
esto, fueron demasiadas noches de insomnio y de llanto imaginando
lo que pudo ser y no fue, cómo sería mi
bebé, cómo lo hubiera querido, cuánto
habíamos disfrutado todo el tiempo juntos, y que si su
papá no me hubiera apoyado, mi bebito me hubiera dado el
valor para
seguir adelante, primero por él y luego por mi
misma. Fueron muchos meses en una enorme depresión
y hasta dejé la escuela por un
año, me dediqué a beber en exceso y también
caí en el alcoholismo.
Era demasiada la culpa que sentía, me sentía la
persona más miserable del mundo y me culpaba
constantemente por lo que pasó, después
culpé a Enrique. Finalmente busqué
la ayuda de un sacerdote por medio de la
confesión y esto me ayudó bastante, pues
aprendí a perdonarme y a perdonar a todos los que
creía culpables, y aunque nunca voy a olvidar lo que hice
ni voy a olvidar a mi bebé, ahora sé que no fue mi
culpa ni la de Enrique, sino de las circuns tancias, de la
ignorancia. Hoy no puedo ya hacer nada más por mi bebito
mas que pedirle perdón cada noche y rezar por él,
pedirle a Dios que cuide a ese angelito como yo lo hubiera hecho,
y rogarle también por todos los niños
que, como el mío, nunca pudieron nacer, por que perdone a
todas las madres que como yo, por cualquier circunstancia, se
vieron obligadas a caer en ese enorme enemigo que es el aborto y
sobre todo, a que ayude a que se perdonen a ellas mismas, que
ilumine el alma de todas las demás madres que están
pensando en abortar para que no lo hagan y para que se den cuenta
de lo valiosa que es la vida de una persona que desde que es
concebida ya está viva y ya es una personita.
Espero que con mi historia pueda poner mi
granito de arena para prevenir el aborto, para que las
mamás que están pensando en el aborto como una
solución se den cuenta que esto no es el final de un
problema, sino el principio de muchos otros, pues ahora puedo
decir que el aborto no fue sólo el dolor físico
más fuerte que he sentido en mi vida, sino también
el dolor emocional más grande que sentiré
jamás. Y para aquellas que ya lo hayan hecho solo quiero
decirles que aprendan primero a perdonarse por haberlo hecho,
porque sus hijos ya lo han hecho, pues en el corazón de
un bebito que está con Dios no cabe el rencor, pues solo
han conocido el amor de
Dios y viven rodeados de él. Sólo nos queda
continuar viviendo y hacer de nuestra vida una obra maestra, pues
no tiene caso vivir en una constante depresión
que no nos permite seguir adelante, pues es el mejor regalo que
podemos hacerles a nuestros hijos: tener una vida
maravillosa
Recibido el 27-enero-2000
Me llamo Emily hace ocho meses tuve dos abortos. Esto
que paso me ha dejado maracada para toda la vida, a veces trato
de salir del hoyo, pero la mayoria caigo de nuevo…Yo aborte por
amor a mi novio, porque el sabia como chantajearme y me hizo
creer que lo estaba condenando por querer al bebe y me dio unas
pastillas, aborte y me tuvieron que internar, me hicieron un
legrado, pude perder la vida porque tenia una fuerte
infección, desde ese dia todo cambio un
hombre te dice que va a estar contigo, pero es mentira si no te
reponde es porque no te quiere ni ahora ni después, no
seas tonta por favor abre los ojos, te esperan noches de
sufrimiento, dias de llanto y desesperación….
Mi novio se drogaba y comenze a hacerlo yo
también , a veces me golpeaba porque me amaba decia,volvi
a quedar embarazada y volvi a abortar, mis padres se enteraron,
intente suicidarme con pastillas pero no funciono, me llevaron al
médico y me detecto una grave anemia, tengo problemas con
mi periodo, he perdido mucho peso , pero sobre todo antes que
nada el dolor que siento en el corazón es más
fuerte que el físico y se que no existe medicina para
eso, no hay dia de mi vida que no me arrepienta, el dia que
encontre la pagina habia puesto una pistola en mi cabeza…Karina
me ha ayudado, pero siento que cada dia que intento salir caigo
de nuevo, hoy el amor de mi
vida, el papa de mis bebes, acaba de decirme que no quiere saber
de mi, de nuevo intente suicidarme…
Yo no era asi, y solo quisiera tener a mis bebes y
amarlos y dar mi vida por la de ellos, solo le pido a Dios que
los tenga con él y que ojala algun dia me logren perdonar,
los extraño tanto…
El dolor de tu corazon no tendra medicina para
calmarlo, por favor, es tu bebe, es parte de ti, y te
necesita…yo no senti tanto físicamente a mis bebes, pero
en mi corazon existieron y dejaron un hueco tan profundo que
nunca se volverá a llenar, por favor, no lo hagas, piensa
que es todo lo que tienes, piensa en las madres que sufrimos por
no tenerlos por haber tomado el camino equivocado, y te aseguro
que el dia que lo mires a los ojos sabras que valio la pena, hoy
desearía abrazar a mis hijos y darles todo el amor que un
dia les negue, hoy no puedo tomar una goma y borrar el tiempo,
tan solo puedo pedir a Dios por ellos y dormir soñando con
algun dia poder verlos…
Donde quiera que se encuentren: los amo.
Recibido en Enero 2.000
Hola,
Mi nombre es Karina, soy una mujer de 25 anos
de edad y tengo una hija de 3 anos de edad. Vivi con el padre de
mi hija hasta hace 2 anos, hace un año empeze a salir con
un joven de 24 años un año menor que yo, mi madre
se oponetotalmente a esta relacion, el 12 de nov 99 me entere que
tenia 4 semanas deembarazo, estava muy desesperada, sabia lo
dificil que era ser madre soltera tenia mucho miedo, a la
reaccion de mi madre, ya que recientemente me habia enterado que
sufre problemas de el corazon.
Pense en huir de mi casa, pero pensaba en mi hija, a
donde iba a ir, que iba a hacer, conozco de la palabra de dios,
sentia temor ante dios por lo que pensaba hacer, pero sentia que
si no lo hacia mi madre moriria al enterarce de mi estado.
Sabia que si algo le pasaba a ella mis hermanos, me
odiarian por el resto de mi vida, me decidi a abortar a mi bebe,
lo hice el 10 de Dic 99, desde ese dia tengo pesadillas, miro a
un bebe que me persigue juntando las diferentes partes de su
cuerpo, es un dolor horrible el que siento y sufro en silencio,
siento como si se repitiera el procedimiento
dentro de mi cuerpo cada noche mientras duermo. Nunca me
perdonare ami misma lo que hice, mi consejo para quien lea mi
historia es no lo
hagas, que si te libra de el problema ante el mundo, pero
destrozas tu vida por siempre, y nunca volveras a dormir
tranquila siento que como todo asesino recibimos nuestro castigo,
solo que
En silencio.
Amigas, dios nunca nos deja solas, nada, nada es mas
valioso que la vida de tu bebe, no temas dios siempre estara a tu
lado para que te apoyes en el.
Que dios Te Bendiga….. Senor perdonanos a todas las
mujeres que como yo tomamos esa horrible decision, pero sobre
todo pequeno ser perdon por haberte quitado el derecho de vivir,
sin yo tener esa autoridad….te llevo siempre en mi corazon…..
Oremos las unas por las otras para un dia al canzar el perdon de
nuestro bebe y de nuestro padre dios.
Gracias por la oportunida de expresar mi sentir, Karina
_ HYPERLINK "http://www5.mixmail.com/Mail-Bin/send_mail.form?TO=JRALOVE[arroba]aol.com"
_JRALOVE[arroba]aol.com_
Recibido en Agosto 1999
Mi nombre es **** y tengo 19 años. Mi experiencia
con el aborto es todavía reciente y sé que no voy a
ser capaz de escribir esto sin llorar. Soy y siempre he sido
pro-vida, pero es asombroso como te extravías cuando estas
asustada.
Me embarace a fines de Noviembre de 1998, y mientras el
día en que debería dar a luz se acerca
más, siento más dolor. No tenía una
relación seria, pero la conexión que Dan y yo
compartíamos era muy intensa. No temía decirle que
estaba embarazada, temía lo que mi futuro me reservaba.
Tenía planeado decirle a Dan después de que
terminara sus exámenes finales, pero él preguntaba
qué estaba mal y al final desistí y se lo dije. En
ese momento él sugirió un aborto; le dije que eso
estaba fuera de discusión porque no iba a asesinar a mi
bebé. Decidimos continuar discutiéndolo hasta que
sus exámenes terminaran. Cuando nos sentamos a hablar
sobre ello, el aborto fue lo único que él
discutió. Me senté y escuché su
razonamiento, pero cada vez que mencionaba la adopción,
él me decía cuanto mejor un aborto sería.
Los dos concordamos entonces que yo era demasiado joven y sin
recursos para
criar un niño. Yo quería dar mi bebé en
adopción,
y encontrar una familia que le diera a mi bebé todo lo que
merecía. Después de horas de discusión
él dijo que cuando mis exámenes finales terminaran
yo tendría que decidir, pero que al final sería mi
decisión.
Tome los finales con la idea constante de lo que iba a
hacer. Dan era tan persuasivo que hacía parecer el aborto
como la única elección que tenía. Me hizo
creer que el dolor de la adopción me heriría
más que el aborto. Y yo le creí. Para mi propio
asombro, consentí en tener un aborto en tanto fuera un
aborto médico. Es una inyección que detiene el
embarazo y causa un arrojo.
Las enfermeras en la clínica me dijeron que
tenía suerte pues un día más y el aborto
médico sería imposible. No sé a donde fui,
pero desaparecí por días. Aborté en
Diciembre 25 de 1998, Terminé contándoles a mi
madre y una de mis hermanas que tuve un aborto. Ambas me
apoyaron, pero empecé a batallar conmigo misma.
Enseguida me arrepentí de mi elección;
quería a mi bebé de regreso. Lloré y
lloré. Me aislé y recé que todo esto hubiera
sido solo un sueño. Dan nunca discutió el aborto
hasta que lo obligué. Lo necesitaba allí para
escucharme, pero él no podía. Siempre me
decía que fue la elección correcta. Finalmente le
dije que era un bebé y merecía tener un nombre.
Así que a solas, lo llamé Noah James y planeo
celebrarlo en Agosto 8, su cumpleaños.
Me di cuenta de como Dan me había forzado a tener
un aborto. Sé que fue mi elección al final, pero
hasta este día me asombra como él hizo parecer el
aborto tan bueno a alguien que está tan en contra de eso.
Yo culpé a Dan por mucho tiempo y solo recientemente lo
empiezo a perdonar. Es lo único que él
conocía y estaba tan asustado como yo. El mayor problema
que tengo es yo misma. He luchado y todavía lucho para
perdonarme a mi misma. Creo que Noah y Dios me han perdonado,
pero no me puedo perdonar a mi misma. Quiero llorar cuando veo
bebés y sólo quiero tener a mi Noah en mis brazos.
Algunos días son peores que otros pero todavía
intento ir hacia adelante. Noah es una parte concreta de mi vida
y nunca será olvidado. Esto es un memoria de
él, mi hermoso y precioso bebé.
Recibido en Julio de 1999
Mi nombre es Amy y cumplí 15 hace un par de
semanas. Hoy es el tercer aniversario de mi aborto.
Después de los tres años más largos y
dolorosos de mi vida, decidí compartir mi historia con
gente que entendiera.
El aborto arruinó mi vida incluso antes de que me
embarazara. Mi madre se embarazó justo luego de graduarse
del colegio, y su enamorado, mi padre, insistió que ella
tuviera un aborto. Mi madre firmemente se negó, y
eventualmente los dos se casaron para criar al niño
juntos, a pesar que él nunca fue totalmente feliz por
ello. Dos años después de esa niña, Mary,
nació otra más, Joy. Cuando Mary tenía 10
años y Joy 8, Melissa nació. Cinco años
más tarde, mi madre se embarazó de nuevo, pero mi
padre declaró que tres eran más que suficiente y
por segunda vez demandó un aborto.
Nuevamente, mi mamá se negó. Nací
sin padre y mi hermana mayor tenía 15 años
más que yo.
Hace cinco años, Mary y Joy se casaron y trataron
sin éxito
de tener hijos.
Ambas estuvieron devastadas cuando les informaron que
probablemente eran estériles. La vida en casa para
mí y Mellisa era el infierno. El novio de mi mamá,
Sam, se mudó con nosotros y nos odiaba a Melissa y a mi.
El violaba a Melissa casi todos los días, y me golpeaba al
menos una vez al día. Mi mamá se desentendía
durante todo esto, y Melissa y yo estabamos demasiado asustadas
para intentar conseguir ayuda; sólo teníamos 14 y
10 años.
Dos años después, Sam todavía
violaba a Melissa. El nunca usó ningún tipo de
anticonceptivo y cuando Melissa nunca resultó embarazada,
pensamos que todas las hermanas éramos probablemente
estériles. Recuerdo a las cuatro llorando juntas ese
día; todas deseábamos mucho el ser
madres.
Un poco antes de mi cumpleaños 12, y dos
después de mi primer periodo, Melissa se fue de
campamento. Mientras ella no estaba, Sam me violó tres
veces. Estuve devastada, pero una semana después
cumplí 12 y descubrí que estaba embarazada. Estaba
fascinada; ahora tenía una esperanza, luego de que Sam la
había tomado de mi, porque yo podía tener niños.
Al saber que yo no era capaz de criar al niño yo misma,
decidí hacer lo posible para entregarlo/la a Mary y su
esposo, quienes estaban encantados con el prospecto de finalmente
tener a un niño en su casa.
Pero mis planes se rompieron cuando fui informada por mi
mamá y Sam de la decisión. Me asombré cuando
mi mamá montó en furia, diciendo que yo
debía tener un aborto, no había forma de que ese
bebé fuera traído al mundo.
Estaba asombrada, después de todo, ella misma se
había negado a tener dos aborto. Pero ahora, su
único interés
era proteger a Sam. Si daba a luz su hijo, sus
crímenes de violación se descu brirían. Mi
madre inmediatamente hizo una cita para abortar y me dijo que lo
haría. Me gustara o no, yo me negué a ir, diciendo
que no era su decisión, lo cual llevó a Sam al
borde.
Cuando él me levantó y me tiró en
la mesa de la cocina, tiró de mi ropa interior,
pensé que me iba a violar de nuevo. Pero cuando
tomó un cuchillo de carne del mostrador, diciendo que
cortaría al bebé el mismo, yo rompí en
llanto, sintiéndome totalmente vencida y dije que
iría a la clínica para el aborto. Nunca me
recuperé de lo que él casi hizo. Los días
hasta el aborto parecieron volar. Antes de que lo supiera, mi
madre me llevó a la clínica, debido a que era una
menor, tenía que ser acompañada por un pariente.
Pero luego de firmar la forma de consentimiento, ella
salió, diciéndome que mejor no estuviera embarazada
cuando saliera o si no… Me dieron una píldora que se
suponía me calmaría pero que no hizo, y algunas
formas para firmar que verificaban que había hecho esta
decisión por voluntad libre lo cual no era cierto. Me
llevaron a ver a un consejero, que preguntó si era feliz
con mi decisión y yo dije que sí. Pensé que
sería obvio que no lo era, pero él no lo
cuestionó. Continúo explicando el procedimiento
muy, muy brevemente, usando palabras que yo no entendía.
Después del consejero, me llevaron a una habitación
para cambiarme, donde me dijeron que me sacara toda la ropa y me
pusiera una bata de papel. Me senté en cuarto de espera,
temblando por casi media hora antes de que me llamaran en la
habitación. Con cada paso que daba, sentía
más y más deprimida. Me tomaron el peso, mi
sangre y orina
fueron sometidos a prueba y mi presión
sanguínea fue chequeada. Entonces un hombre mayor y serio
entró a la habitación y me dijo bruscamente que me
acostara en la mesa de examinación con mis pies en los
estribos. Con esas palabras, sentí mi corazón
hundirse hasta el suelo, y
pregunté si Dios me perdonaría por que estaba a
punto de hacer.
Me acosté en la tabla con mis glúteos en
el filo, abriendo mis piernas y poniendo mis pies en los
estribos, lo que era difícil porque mis piernas eran muy
cortas. Cerré mis ojos, humillada mientras el doctor
apartaba la bata en mi cintura y abría mis rodillas.
Estaba expuesta para todo el mundo.
Sentí que él separaba mis labios e
insertaba lo que sentí como su mano entera en mi vagina.
Mi espalda se contraía en dolor mientras él
movía la mano dentro de mí y presionaba en mi
abdomen. Cuando finalizó, él dijo "once semanas" a
la enfermera, que fueron las últimas palabras que
dijo.
El doctor examinó mi pecho entonces, dejando el
camisón abierto sobre mis muslos y área vaginal
todavía expuesta. Quería que el terminara con ello,
que parara de tocar mis senos y terminara el aborto. Finalmente
él lo hizo, moviéndose para sentarse en un banco entre mis
piernas. Sentí que él abría mis labios e
insertaba un especulo en mi vagina, el cual estaba muy
frío e incómodo, y la incomodidad se
convirtió en dolor mientras el me abría con eso. La
siguiente cosa que sentí era la aguja insertada en mi
cuello uterino para matar, la cual se sentía como fuego
invadiéndome. Casi pierdo el
conocimiento con el dolor de eso, y a pesar de que se supone
que aliviaba el dolor del aborto no creo que lo hiciera. El
doctor empezó a insertar varillas en mi cuello uterino
para dilatarlo, cada una trayendo una ola de dolor e
incomodidad.
Cuando mi cuello uterino esta finalmente dilatado, el
doctor insertó un tubo largo y delgado dentro de mi
útero, mientras raspaba dentro de mí, deseaba que
fuera yo, y no mi bebé quien moría. Finalmente el
encendió la máquina de succión unida a una
manguera, y sentí como mi cuerpo entero era succionado en
ella. Fue muy doloroso, incómodo, vergonzoso.
Tuve numerosas complicaciones e infecciones luego del
aborto. Sangré mucho por más tiempo del normal, y
tuve terribles retorcijones la mayor parte del tiempo.
Eventualmente necesité una operación menor para
corregir los problemas, una operación que hizo imposible
para mi tener niños de nuevo.
Estaba devastada. El aborto, el que nunca quise tener,
mató el único bebé que mis hermanas y yo
pudimos haber tenido entre todas.
Hoy, tres años después, no pasa un minuto,
sin que piense en mi hijo o hija.
No sé si alguna vez podré perdonarme por
lo que hice. Pero si puedo ayudar a alguien que está
considerando el aborto, entonces tal vez pueda empezar a hacerlo.
Para quién lea esta historia y este en esta
posición, *por favor* toma en cuenta todas las
circunstancias antes de decidir abortar, y recuerda que hay
muchos padres potenciales ahí afuera que o no pueden tener
niño propios o quieren dar hogar a niños que no
pueden quedarse con sus padres.
Recibido en Abril 1999
Encontré su sitio hoy…es difícil para mi
describir como me hizo sentir.
Había un artículo acerca de una chica que
comparaba al aborto con encontrar jamón en su sopa. Solo
la noción de que alguien pudiera ser tan desalmado me hizo
llorar. Soy una de esas mujeres de las que ella estaba
hablando… como se refería ella a mí? Es
inconcebible para mi que alguien pueda tener una alma tan
fría. Yo podría, en cualquier momento, decirle
exactamente que edad
tendría mi niño. Hoy él/ella
tendría 6 meses y tres semanas de edad.
Probablemente estaría aprendiendo a sentarse. No
puedo ver al vientre de una mujer embarazada. No puedo encontrar
paz de mente en mi iglesia y ya
no voy.
En cada aniversario mensual de mi aborto, no puedo salir
de cama. Hay veces que paso todo el día allí, y
solo lloro. Este fue el peor error de mi vida, y siempre lo
será, aunque viva hasta los 100.
No pensé claramente. No supe que me
sentiría de esta forma. Nadie me dijo que
arruinaría mi vida. Me doy cuenta que usted es una persona
pro-vida, y me hace llorar que su respuesta a mi no sería
"lo tiene merecido!". Yo trate de encausar toda esta
agonía en algo bueno llamando a Paternidad Responsable
(USA) y preguntando si había alguna forma de que yo
aconsejara a mujeres y muchachas que estaban considerando el
aborto. No para sermonearlas o convencerlas de no hacerlo, sino
decirles lo que nadie se molestó en decirme a mí,
que alterará su vida en formas que no puedo ni siquiera
articular.
Pero la mujer con la
que hable dijo que debido a que lloraba mientras hablaba, yo no
sería una consejera imparcial.
Yo nunca sermonearía pues no creo que eso detenga
a nadie, y porque causa más dolor a mujeres como yo cuando
ya sabemos cuan desesperadamente equivocadas estemos. Así
que parece que tengo todavía que encontrar una forma de
cambiar todo esto en algo constructivo.
Gracias por tratar de comprender mi dolor, y por
defender mujeres como yo de esa mujer que está tan, tan
perdida.
A.M.
Recibido en Abril 1999
Hola, mi nombre es Denise. He experimentado tanto
adopción como aborto.
Tenía 18 años y estaba en la universidad
cuando me enteré que estaba embarazada. Tuve sexo sin
protección y nunca pensé que el embarazo me
sucedería a mí. Estaba lejos de casa y todo a mi
favor. Mis padres estaban pagando mi educación y
vivía por mi cuenta.
En ese momento, en todo lo que podía pensar era
que no quería perder todo lo que tenía.
Quería ser libre y no estar atada a nada ni nadie. Estaba
centrada en mi misma, como la mayoría de chicas a esa
edad, pensé solo en mí misma. Me criaron con la
creencia de Dios, pero no había ido a la iglesia en
años y no tendía una relación personal con
él. Me hice un test en
Paternidad Respon sable, una consejera me dio los resultados.
Ella explicaba que ya que obviamente era un embarazo no planeado,
y yo tenía tantas cosas importantes en que pensar, la
única opción era el aborto. Siendo una persona
ingenua y a quién solo le importaba sí misma, le
creí. Tuve un aborto a la sexta semana de
gestación.
Poco después del aborto caí en una
profunda depresión. Abandoné los estudios y
discutí con mis padres. Tenía un enamorado abusivo
y manipulador y yo me sentía miserable. No me importaba a
mi misma más. Era suicida y fría. Dos meses
más tarde, me embarace de nuevo (esta vez usaba la
píldora). Yo no podía ni siquiera imaginar
atravesar otra vez el dolor y tormento de otro aborto, fue
difícil decirles a mis padres que estaba embarazada. Ellos
nunca supieron (y todavía no saben) acerca del embarazo
anterior. Cuando le dije a mi padre, él me miró
intensamente (él no es una persona que muestre sus
emociones), y
dijo, "por favor no hagas algo tan horrendo como tener
un
aborto", mi estómago se revolvió. Mi amigo
amenazó con matarme si llevaba al niño, entonces
amenazó con matarme si conserva al niño. Todos mis
"amigos" (sí, donde están ahora?) me urgieron a que
tuviera un aborto. Hablé con alguien que usaba el aborto
como forma de control natal. La
idea me dio ganas de vomitar! Entonces me encontré con un
compañero de trabajo que tuvo algo grandioso que compartir
conmigo. Ella sacó unas fotos de una
niña pequeña que tenía casi tres
años. Ella dijo "es mi hija. La di para adopción al
nacer".
"Adopción?" pense, Guau, por qué no
pensé en eso antes. Después de todo, yo misma soy
adoptada. Mi madre natural me amó lo suficiente para darme
la vida como lo había planeado Dios! Así que hice
mi elección. No fue fácil. Al mes de que me
enteré de que estaba embarazada, conseguí un
maravilloso novio. El me ofreció mantenerse conmigo e
incluso ayudarme a criar al niño si yo quería. Le
dije que yo era demasiado inmadura e inestable para criar a un
niño al momento. También creí que el
niño necesitaba dos padres si era posible, y ya que apenas
habíamos empezado a salir, no podía hacer un
compromiso de esa naturaleza.
Encontré un abogado y empecé a buscar
padres.
Yo fui adoptada en una adopción cerrada, pero
ahora se puede escoger una adopción abierta y mantener el
control.
Miré algunas peticiones y escogí una pareja que me
pareció serían buenos padres. Los conocí en
persona y hablamos por teléfono muchas veces durante el embarazo.
Ellos me ayudaron un poco financieramente porque mi novio
tenía un sueldo muy bajo y yo estaba inhabilitada para
trabajar. Ellos querían asegurarse que hiciera todas mis
visitas al médico y comiera saludablemente (comí
demasiado saludablemente, gane 95 libras!!) He sido acusada
varias veces (especialmente por madres jóvenes) de que
estaba vendiendo mi bebé y que era una persona
horrible.
Mantuve mi barbilla alta, sabía que hacía
lo correcto.
En Mayo 7, 1990 dí a luz una hermosa niña
de 8 libras. Los padres adoptivos vinieron tan pronto como
pudieron. Me agradecieron desde el fondo de su corazón por
darles la oportunidad de finalmente tener un hijo suyo. Diez
años después tenemos dos niños maravillosos.
Siempre estaré arrepentida de ser responsable de tomar la
vida de mi primer hijo (aborto). NUNCA me arrepentí de dar
una vida a una pareja buena. Tengo fotos de ella
cada año y debido a que fue una adopción abierta,
siempre podríamos vernos si alguna vez fuera necesario.
Desearía que la adopción no fuera sojuzgada
tanto.
Desearía que me hubieran ofrecido esta
alternativa tan fácilmente como ofrecen el aborto. La
adopción no deja remordimiento, el aborto sí. Es
tan simple como eso! Tener sexo responsable o mantener
abstinencia hasta el matrimonio ayudaría mucho
también ¡ Agradezco a Dios por no permitirme cometer
el mismo error dos veces!!
Gracias por escucharme, es a primera vez que he
compartido esta historia. Se siente bien. Espero poder ayudar a
alguien…
Recibido en Marzo 1999
En 1972, mientras caminaba a casa desde el colegio un
conocido mi me ofreció un aventón. Este hombre
tenía un caballo que me dejaba montar cuando yo
quería y siendo una muchacha emocionada por los caballos
entonces, siempre tomaba la oportunidad de estar cerca para poder
continuar con el deporte.
Ah, la inocencia de la juventud. En
vez de llevarme a casa, el hombre me
llevó a una área escondida y me violó.
Siendo orgullosa y terca, me lo guarde. Hasta seis semanas
después, cuando empecé a sentirme enferma cada
mañana. Mi madre, sospechando que tenía un problema
me llevo al doctor.
Allí, luego me hicieron una variedad de pruebas que
incluían el embarazo.
Resulto que me había embarazado en la
violación. Mi secreto estaba descubierto. Tenía que
decirle a mis padres. Temiendo lo peor, me endurecí y
mostré a mi madre los resultados del doctor. Me
preguntó como algo semejante sucedió. Le dije,
dejando fuera detalles, cuando mi padre llegó a casa, ella
le dijo. Esperé en mi habitación, temiendo una
explosión de ira, pero nunca vino. Mis padres estaban
enfadados, pero no conmigo. Con el hombre que
me había hecho esto. Ellos decidieron que un aborto se
requería. Llamaron al doctor de y completaron un examen
psicológico. Estuve 15 minutos con este doctor. En ese
tiempo me preguntó si me gustaba el colegio, si
tenía muchos amigos y que pensaba acerca de estar
embarazada.
"Si", "Si" y "No he pensado realmente acerca de
eso."
A partir de estas respuestas, el decidió que
llevar el niño a término sería dañino
para mi salud
psicológica, así que un aborto fue organizado.
Bien, al principio de los setenta, en Winsconsin, un aborto era
ilegal, a menos que se probara que el embarazo sería
dañino para la madre. A partir de algunas preguntas que me
hizo, él asumió que yo estaba en un estado
demasiado frágil para tener un niño. Hmm, me suena
como una confabulación.
De todas formas, una semana después, me
admitieron el hospital y el aborto fue realizado.
Permanecí en el hospital por tres días, pues el
procedimiento se consideraba cirugía. No se hablaba de
esto muy seguido. "Algunas cosas están mejor sin que se
las mencione".
En 1975 me embaracé de nuevo. Esta vez era una
adulta. Yo fui quien decidió que hacer acerca de este
problema. Mis amigos me dijeron que aborte. Mi familia estaba
dividida entre aborto y adopción. Cada uno estaba
preocupado por mi "futuro". Hmm, y que acerca de la
pequeña vida que llevaba? No merecía él/ella
un futuro? Así que hice la decisión de llevar el
niño a término y darlo/la en adopción. En
mayor de 1976, di a luz un hijo. Llegué a conocer ese
pequeño niño mío por tres meses y entonces
fue el momento de firmar los papeles, renunciando a mis derechos de madre. El juez
me preguntó si alguien me obligaba para darlo en
adopción. "No.", le dije. Que lo "estaba haciendo por
amor". Que "Sentía que era la única forma en
él podría tener una familia estable y amorosa y
vida. Quiero que tenga la oportunidad de ser alguien."
Luego, un amigo me dejó en una iglesia. No
recuerdo cual. Solo sabía que tenía que ir
allí. Era la primera vez que iba en siete años. Mis
amigos?
Ellos me castigaban por "regalar" mi hijo. Se
preguntaban como podía hacer una cosa tan odiosa! Esta
misma gente que me empujaban a tener un aborto. De alguna forma,
estaba bien asesinar a mi hijo, pero no estaba bien ayudarlo a
tener una vida decente. Hasta este día no entiendo su
forma de pensar. Este es mi hijo, unos días después
de que dejó mi vida, para empezar una nueva con la familia que
había esperado por años por un niño.
Frecuentemente me pregunto como sería el niño que
aborté.
Así, yo he estado en los dos lados del debate
pro-vida. He experimentado las elecciones disponibles de primera
mano. Rezo para que mi hijo esté saludable y feliz. Que
algún día él venga a golpear mi puerta y que
le pueda decir que renuncié a él porque lo amaba.
Sufro por mi pobre bebé no nacido. Quien nunca
sentirá el sol en su
rostro. Nunca sabrá la majestad de una salida del sol.
Nunca conocerá el dolor de un corazón roto. Nunca
sentirá el calor y
ternura de un abrazo. Sin embargo también sé que
está con Dios. Seguro en Su amor
y protección.
Cualquier joven mujer que se halle embarazada y se halla
indecisa en que hacer, confíe en mi, el aborto NO es la
respuesta. No resuelve las cosas.
Puede ser una salida rápida para lo que se
percibe como un problema, pero créanme, las ramificaciones
permanecerán con ustedes por una vida entera y más
allá. La culpa que sigue por el resto de la vida es una
carga pesada. Tu vida puede no ser dañada, pero
créeme, tu alma lo es. Además, SIMPLEMENTE NO ES
CORRECTO EL TOMAR UNA VIDA, sea esta vida seis pequeñas
células
o una persona que camina y habla.
Damas, desde momentos inmemorables, nos han
enseñado y condicionado a ser servidoras de los hombres.
Nos pagan menos, nuestro alojamiento es peor, tenemos menos
beneficios. Por qué incluso nuestros zapatos son hechos
menos durables que los de los hombres. Las mujeres
continúan considerándose ciudadanas de segunda
clase. Si alguna se viste cómodamente en un día
cálido de verano, se le considera una presa fácil,
sexualmente. Si usamos shorts y camiseta, muchos hombres lo toman
como una búsqueda de relaciones sexuales.
Por favor, sean cuidadosas. La violación es algo
que ocurre a un ritmo alarmante. La triste verdad es que el
perpetrador es frecuentemente alguien conocido para la
víctima.
Damas, confíen su intuición. Si tienen
algún mal presentimiento de un hombre, sea un novio, un
familiar, un extraño o un conocido, escuchen a su voz
interior. Hagan lo necesario para no estar a solas con esa
persona.
Estén en guardia todo el tiempo. Su cuerpo es
demasiado precioso para ser ensuciado y profanado por alguien en
un momento por su propia pasión y dominación
egoísta.
Recibido en Enero 1999
A la edad de dieciséis, me embarace por mi primer
novio. Mi enamorado estaba igualmente asustado como yo y ambos
estábamos en conflicto y
confundidos.
Terminé diciéndole a mis padres y mi
papá dijo que debería tener un aborto o sino…
Así que a los dieciséis, lo hice. El procedimiento
fue terrorífico y sin duda la cosa más dolosa que
nunca haya soportado. Las consecuencias dejaron a mi enamorado y
a mi deprimidos y enojados con nosotros.
Permanecimos juntos por tres años más
después y no pasó un día sin que nos
odiáramos por lo que habíamos hechos. Y finalmente,
hace un año mi novio murió en un accidente de
auto.
El primer pensamiento en
mi cabeza y el que me ha perseguido desde ese día es que
había matado al último pedacito viviente de ese
maravilloso y amable hombre, a quien había amado por tanto
tiempo. Ese es más traicionero peso que uno puede
cargar.
Recibida en Diciembre 1998
Empecé a ser activa sexualmente cuando
tenía 14 años y perdí mi
autorespeto
luego de que el hombre con el que estaba me fue infiel.
Tenía otros compañeros sexuales luego y me embarace
a los 15. Le dije a mis mejores amigas luego que empecé a
sentirme enferma en las mañanas y escribí una nota
de suicidio porque
en mi corazón era asesinato y quería morir con mi
niño.
No podía vivir con la vergüenza de haber
sido tan estúpida como para embarazarme. No podía
enfrentar a mi mama, papa o mis amigos. Estaba en un estado de
pánico y miedo de que alguien se enterará y solo
quería morir. Era solo un problema como suicidarme.
Necesitaba tiempo para encontrar la forma.
En vez de eso mi mama encontró la nota y mi
tía me llevó a hacerme un análisis de sangre. Fue
positivo y me dije a mi misma "Creo que quiero un aborto". Y eso
hice. Lloré luego que salí de la clínica en
el carro. Trate de prender un cigarrillo pero me dio nauseas.
Seguí llorando por un tiempo y nunca hablé de
ellos.
Una vez en clase de economía
doméstica vi unas fotos de un feto de 12 semanas –
Tenía diez semanas cuando aborte, y no sabía que
era un bebé.
Nadie me dijo que estaba tan vivo y tan formado y tan
real que su corazón estaba latiendo cuando lo maté.
Debería haberlo sabido, y profundamente sí lo
sabía.
Repetí el mismo procedimiento fríamente y
sin emoción cuando tenía 17.
Después de años de luchar con una
adicción a la droga y
tendencias suicidas a la edad de 19 tuve un niño
pequeño y bloquee todas las cosas malas que me pasaron,
clamando que había cambiado y creyendo que él era
mi absolución.
Ahora no puedo vivir con ello más, no puedo
reconciliarlo con la vida que tengo ahora. No puedo hacer que
tenga sentido o alejar el recuerdo. Era yo o mis bebés y
yo me escogí a mi misma – qué clase de madre hace
esto. Quién soy? Tengo tanta ira y tanta pena y no he
empezado a expresar este dolor.
Nunca he sido capaz de hablar acerca de esto pero no
quiero que más bebés mueran y no quiero seguir
viendo las fotos anti-aborto en folletos.
1.300.000 abortos al año, 1,300.000 bebés
al año y todo lo que veo es a mis hijos recién
nacidos y mi corazón oscuro y mis manos de 15 años
temblando de miedo. Sé que necesito consejo y me ha tomado
8 años darme cuenta de cuan tan devastadores son los
efectos del aborto, cuan enferma estoy y que tan mal en realidad
me siento. Solo estoy arrepentida, no quiero que le suceda de
nuevo a ningún bebé. Estos son nuestros
niños.
El asesinato no debería ser una opción, no
debería…
Anónimo
Diciembre 1998
Siendo una mujer que ha experimentado el dolor y los
efectos posteriores del aborto, puedo decir que de ninguna forma
fui aconsejada. Esa es una mentira desde el fondo del infierno,
esos lugares que ofrecen consejo. En Paternidad Responsable,
Lancaster, PA: (USA). Me sentaron con otros 10 otros hombres y
mujeres alrededor de una gran mesa.
Estaba extremadamente enferma en ese momento, pero
había asistido al así llamado consejo para poder
abortar dentro de las 12 semanas. Tuve que dejar el cuarto
numerosas veces debido a ataques de asma y tos. Estaba muy
enferma física
y emocionalmente en ese momento. Estaba esperando una
explicación que me hiciera reconsiderar. La QUERIA.
Quería conservar a mi bebé, pero estaba tan
confundida, , que sentía el tic-tac del reloj. Estaba tan
devastada de enterarme que el así llamado consejo era el
"y si…" y el "Qué podría pasar", y toneladas de
papeles para firmar, en caso de complicaciones. Sabes que ellos
debían cuidar su trasero. Ellos necesitaban probar que me
habían dicho, en caso de que algo fuera mal. Bueno, me
perdí la mayor parte de la conferencia de
todas manera porque estaba entrando y saliendo del baño en
un ataque de tos.
Es un hecho simple, que si tengo sexo, me puedo
embarazar. Siento que tomé mi decisión" cuando pese
esas consecuencias en mi mente, antes de tener sexo. Desde ese
momento, no tuve otra elección. Dios hizo ese
pequeño bebé en mi, lo formo en mi útero. No
tenía derecho a detener el progreso natural de ese
niño en un ser humano nacido.
La sociedad me
llenó la cabeza con no es un niño, es una
elección, y tu no puedes MANTENER otro niño,
está bien abortar, y yo también lo hice. Me mantuve
escuchando esto, una y otra vez. Los dos únicos amigos que
apoyaban la idea de tener a mi hijo, vivían 60 millas
lejos de mí. Cuando los vi, decidí no matar a mi
bebé, cuando regresé a Lancaster, otra vez me
bombardearon con negatividad y "no puedes conservar ESO"
mentalmente. Yo QUERIA mi bebé. Yo AMABA mi bebé,
yo EXTREAÑABA mi bebé, todavía SUFRO y LLORO
la pérdida de mi niño. NADIE debió tratar de
convencerme de lo que era correcto para mí. Sabía
en lo profundo de mí lo que era correcto, y escogí
ignorarlo, porque me etiquetaron como una madre soltera en esta
sociedad, algo
menos valioso que una madre "verdadera". Yo solo entendí
esto cuando era demasiado tarde para salvar a mi bebé.
Aprendí que Jesús me valoraba tanto como a las
madres "verdaderas" y que yo también era una madre
verdadera. Yo aprendí que Dios quería protegerme
del dolor de la crisis de mi
embarazo y que por eso la santidad del matrimonio es tan
especial.
Aprendí que hubiera estado bien el conservar a mi
bebé, que Jesús me habría amado tanto a cada
uno de los demás. Oh, saber del amor de Jesús
antes…pero se que este dolor causó que yo buscara su
amor Y Dios me hizo que las cosas volvieran a su cause. No
seguí su voluntad y salí profundamente herida. El
ha sanado mi corazón, a El le importa el niño que
llamé Gabriel Wynne, y El me ama y me perdona por enviar a
ese niño a El antes de que tuviera una oportunidad de
vivir. Recé con todo mi corazón que los hombres que
asesinan estos bebés, algún día sientan el
dolor de los no nacidos, y sepan que Dios formó a esos
doctores en los úteros de sus madres.
Qué los va a perdonar, si tan solo pararan este
asesinato sin sentido…
Shellie
Gabriel Wynne
Recibido Noviembre 07,1998
En Nov. 23, 1979, tuve un aborto a pesar de ser
católica, moral y saber
que esta era una vida humana. Estaba en los primeros años
de universidad, asustada de decirle a mis padres, abandonada por
mi novio, y segura que era incapaz de mantener y cuidar a mi
bebé. Mis hermanos no sabían qué hacer o
qué decirme. Mi consejero universitario acordó que
tener un aborto era la decisión que me "permitiría
seguir con mi vida."
Como quisiera haber tenido UNA fuerte voz pro-vida cerca
de mí para urgirme a no tener un aborto. Estaba lista a
ser convencida de no tener un aborto — necesitada a alguien que
me ofreciera estar conmigo para decirles a mis padres,
básicamente, decirme que estaba bien y tener a este
niño era la cosa correcta a hacer.
Mi vida giraba fuera de control luego de ese aborto y se
volvió una marejada de alcohol y
promiscuidad. Era firmemente pro-elección porque,
después de todo, yo tuve un aborto y no tenía el
derecho de decirles a otros que no "tomaran su
decisión".
Finalmente a la edad de 30, casada, con un hijo y
renovada en mi cristiandad, yo me ofrecí a tener un centro
de crisis de
embarazo y vi los videos, leí los manuales y me
deshice. La mayor parte de las mujeres allí habían
experimentado un aborto y sabía el dolor que tenía
que suceder antes de sanar. Oración, apoyo y creencia que
Dios perdona nuestros pecados confesados me llevaron a la
aceptación, a pesar de que siempre desearía haber
dado a luz.
Me di cuenta de que por haber tenido yo un aborto no
tenía que luchar para apoyar eso. En los años de
ebriedad, conducía ebria casi cada noche- eso no significa
que yo tenía que abogar por el derecho a manejar ebrio! Si
estas en el dilema, porque has tenido un aborto y ahora no lo
apoyas, confía que tu amarga experiencia puede ser dejada
atrás y puedes ser activamente opuesta al aborto. Sabes
del dolor del aborto y sus efectos destructivos sobre el
bebé y su madre.
Kathy
Recibida en Octubre 27, 1998
Luego de leer todos los e-mail, yo también
desearía haber estado más informadas. Han sido 3
después del aborto. Yo había negado que estaba
embarazada por un mes. Mi enamorado, quién es muy
cristiano, me mencionó un día acerca de
embarazarse. Yo exploté y le dije "no hay forma, no te
preocupes". Estaba en estado de negación. Empecé a
pensar en ello y supongo que siempre ha estado en el fondo de mi
mente. Le mencioné a mi mejor amiga que lo estaba como un
mes más tarde. Así que al día siguiente
planee tomar una prueba de embarazo. Cuando resultó
positivo, estaba insensible a todo.
En lo que odiaba pensar era como le iba a decir a mi
enamorado que acababa de irse a otro país, y no
volvería por meses. Todavía lo negaba, así
que tomé un test de sangre
esa noche. Mi peor temor, ese también fue
positivo.
En la mañana, la realidad se empezaba a
vislumbrar y me imaginaba criando al niño por mi misma. Me
di cuenta que ya me había atado. Me tomó cuatro
horas reunir el valor de decirle. Lo tomó mejor que de lo
yo hice, pero yo actuaba como si no hubiera decidido que hacer.
Quería escuchar que diría, nunca me imaginé
que él traería el tema de aborto. Así que
dije "esa es la única opción en este momento para
los dos". Negué todos los sentimientos dentro de
mí. Solo me preocupaba lo que nuestras familias
dirían. No pensaba como iba a vivir yo con esta
decisión. También pensé que él
cambiaría su forma de pensar. Escuchándolo, el no
tenía ninguna idea del desarrollo de
un embrión de 5 semanas o de los procedimientos de
aborto. Hice una cita y mi mejor amiga me acompañó
para apoyarme. Ella ya había intentado convencerme de no
hacerlo. Todo lo que quería era que mi novio cambiara su
decisión. Seguí rezando que algo me detuviera
mientras esperaba. Eso habría sido una clave para correr y
no mirar atrás. Nunca imaginé que el dolor, era
torturador.
Parte del dolor fue por el procedimiento, pero
también en el instante del vacío. Sabía que
lo había hecho por mi cuenta, y había cometido el
peor error de mi vida Quería regresar el tiempo. Tengo un
gran vacío, tengo un corazón vacuo.
No hay forma de llenar ese vacío. Lloro todas las
noches cuando estoy sola, no hay consuelo en este mundo. Por
supuesto, mi enamorado no entiende el vacío que tengo. El
nunca sintió el lazo, ha intentado confortarme pero es
difícil al estar el océano entre nosotros.
Realmente no creo que algo haga que mejore. Me pregunto cada
segundo del día, como hubiera sido mi bebé, era un
niño o una niña? Nunca planee el atarme, pero ahora
cada vez que veo a alguien embarazada o un nuevo bebé,
siento envidia. Sé que no la debería sentir. Quiero
que todos sepan que no se acaba luego del aborto. El problema
solo empeora. Si solo pudiera deshacerlo…
Nombre no proporcionado.
Recibida Octubre 15, 1998
Fui criada como una chica católica pro-vida, y
todavía lo soy luego de lo que me ocurrió. Me
comprometí cuando tenía 17 y poco después me
embarace, mi familia estaba muy feliz y yo tenía casi tres
meses. El padre me dijo al principio que él estaba feliz,
y lo quería pero yo era joven e ingenua porque cuando
él me dijo poco después que si no me hacía
un aborto él me dejaría, y que si no lo
hacía no estaría demostrando mi amor por él.
Así que hice una cita para un aborto, cuando fui
allí, estaba asustada y no sabía que hacer, pero
continué. Luego de hacerlo me sentí terrible, como
si alguien me hubiera arrancado el corazón. Me
sentí como si no pudiera manejar esto emocionalmente.
Menos de un mes después empecé a tener fuertes
retortijones y fiebres ligeras, así que llamé a la
clínica; ellos me dijeron que no había nada de que
preocuparse, pense que no había nada malo hasta que tuve
realmente una fuerte contracción que llevó hasta el
hospital. El doctor dijo que a partir del aborto tuve una
infección uterina y dos quistes ováricos.
Acabé en el hospital por 2 días y con suero en casa
con ayuda de una enfermera por dos semanas. Solo ahora
averigüe que las oportunidades de tener niños son
escasas.
Ahora estoy casada con el hombre que fue el padre y
todavía es difícil el manejar el aborto. No puedo
olvidar que él me dijo que lo hiciera, él dice que
ultimadamente fue mi decisión y si me sentí tan
contraría, no debí haberlo hecho, así que
ahora me siento peor que nunca. En realidad espero que pueda
tener un niño. Una cosa que la clínica de aborto no
te dice es que si el feto siente dolor o no. Me enteré de
todas las estadísticas luego de leer sobre el tema.
Gracias por su tiempo y solo quería compartir mi
historia.
Carrol
Recibida en Julio, 1998
Estaba leyendo estas dolorosas historias de estas
mujeres con quién por tanto tiempo me había negado
la necesidad de reunirme. Sin embargo, solo ahora me he dado
cuenta que soy una de ellas. Siempre paso mucho tiempo,
juzgándolas por su falta de sentido o personalidad y
me negaba a admitir mi propia culpabilidad. Tuve un aborto en
1978. Yo tenia 18 años y estaba comprometida para casarme
el siguiente verano. Me había graduado del colegio con
honores y planeaba la universidad. Mi vida entera estaba dedicaba
a ser la niña estrella. Mi madre se había
embarazado conmigo y mi padre biológico se casó con
alguien a quien había embarazado al mismo tiempo. Esto
dejó a mi madre fuera de su familia y ella pasó los
siguiente 18 años enorgulleciéndose de cada uno de
mis logros como una forma de justificación por desafiar a
sus padres en vez de ir a Tijuana y tener un aborto ilegal como
ellos querían.
Al descubrir que estaba embarazada me volví un
poco loca. Como le podía hacer esto a mi madre.
¿Que dirían ahora sus familiares? De tal madre, tal
hija. Estoy avergonzada de admitir ahora que estaba más
preocupada por el bienestar de mi madre que por el de mi
bebé. Mi novio me animaba a terminar el embarazo por que
como una diabética, su preocupación era que el
bebé no naciera saludable o con algún defecto de
nacimiento. Así, a pesar de estar en contra de todo en lo
que me habían criado para creer y actuar, tomé la
salida cobarde y sacrifiqué a mi bebé. Tengo 38
años ahora, y incluso mientras escribo esto estoy
llorando.
Me casé con él 3 años
después y lo abandoné. El quería una
familia. Yo no lo podía ni empezar a considerar. Tener una
familia? Ya habíamos empezado una solo para matarla. No lo
podía enfrentar, porque enfrentarlo sería como
enfrentarme a mi misma y mi parte en esa horrorosa
acción.
Me casé de nuevo en 1992. Queríamos una
familia por sobre todas las cosas. Desgraciadamente, en 1995 me
enteré que ahora era estéril y las oportunidades de
embarazarme eran casi nulas. Irónicamente, la esterilidad
no tenía nada que ver con el aborto. Así que
literalmente había matado la única oportunidad que
había tenido de dar a luz un niño. Mi actual esposo
y yo intentamos algunos tratamientos contra la infertilidad sin
éxito.
Pero pudimos adoptar una hermosa niña de 11 días,
seis meses luego de casarnos.
Desde entonces adoptamos otra hija y pudimos traerla a
casa directamente desde el hospital. Amo a mis hermosas y
milagrosas niñas incondicionalmente.
Y no las considero reemplazos para el niño que
sacrifiqué. Y nunca olvidaré a ese niño
tampoco. He confesado mi pecado y creo que he sido perdonada
incluso si aún me castigo a mi misma. Lloro con estas
mujeres por todas nuestras pérdidas. Rezo que la muerte de
estos inocentes y nuestras experiencias no sean para nada… que
alguna mujer las leerá y entenderá que el aborto no
es una salida rápida. Vivirá contigo como ese
niño lo habría hecho, y tal vez por más
tiempo. Así que no las juzgo más, mis hermanas en
duelo, me juzgo a mi misma como la más dura, y rezo que
nos volvamos buenas maestras. Gracias por proveer este foro.
Recibida Junio, 1998
Mi primer y único aborto sucedió luego de
tener mi primer niño en 1987.
Había estado casada por casi 4 años y de
repente me encontré embarazada de nuevo. Estaba devastada.
No planeaba otro niño tan pronto luego del
primero.
El solo tenía cinco meses. Había discutido
el problema con mi esposo y contra su mejor juicio, él
accedió. No sabía exactamente que conllevaba. Al
principio pense "No es de preocuparse". Puedo hacer esto, pero
cuando entré a esa clínica, supe que estaba
cometiendo el más grande error de mi vida. Y tan
estúpida como soy, continué de todas formas. Me
encontré con una joven mujer y conversamos. Necesitaba
saber como se sentiría así que le
pregunté.
Ella dijo "no es nada, es mi cuarta vez aquí." No
podía creer lo que estaba escuchando. Ella estaba tan
tranquila por ello. Pensé que esta mujer era algún
tipo de loca. Pero ahora al volver atrás, me doy cuenta
que no era mejor que ella. Después de mi aborto, la
culpabilidad llegó. Era horrible.
Recé esa noche esperando que Dios me perdonara
por lo que había hecho. Supe que lo hizo. Cinco
años después me encuentro embarazada y teniendo los
mismos pensamientos de nuevo. Esta vez decidí que no
pondría a mi bebé ni a mi misma a través en
tal prueba de nuevo. Así que conservé a mi
bebé y tuve una ligadura de trompas. Era lo mejor. No
quería más niños, y no quería otro
asesinato sobre mi cabeza para el resto de mi vida. Muchas veces
me hallo pensando si era un niño o una niña, y que
edad tendía hoy. Pero siento alivio sabiendo que este
niño está con Dios y que me ha perdonado porque
nunca volvería a hacer algo así de nuevo. Veo a mis
dos niños ahora y le agradezco a Dios por ellos. Ellos me
han traído tanto placer y felicidad. No puedo imaginar la
vida sin ellos.
Midik
Recibida Mayo 29,1998
Son ahora dos semanas luego del aborto. Sospeche mi
embarazo hace cuatro semanas, así que a la hora del
almuerzo fui a la farmacia a comprar una prueba casera.
Regresé al trabajo y realicé el test en el
baño. Cuando vi la marca positiva
sentí una mezcla de excitación y miedo. Actualmente
estoy comprometida con el más maravilloso hombre que haya
conocido. Tengo 29 años soy bien educada y tengo un
excelente trabajo. Tengo dos niños de una matrimonio
previo y él tiene tres. Es tan difícil que
decidimos no más niños. Siempre me sentí
triste por esto, no tener un niño con el hombre que amaba
tanto. Así que cuando el test fue positivo solo pude
imaginarme este hermoso niño con su cabello ondulado y mis
grandes ojos cafés!
Le dije la siguiente noche (me tomo ese tiempo reunir el
valor), su única respuesta fue, "Ya sabes que hacer".
Discutimos y yo acabé abandonándolo esa noche y
quedándome con mi familia.
La siguiente semana fue lo mismo, peleas sin fin. Llore
más en esa semana de lo que lo había hecho en toda
mi vida. Finalmente 8 días luego de esa señal de
positivo en mi test, no lo podía soportar más. Le
dije que haría una cita para esta tarde. No podía
pensar correctamente por toda la pena que estaba sintiendo. No
había comido ni dormido en 8 días. Mi cita era para
la 1:15 esa tarde, para mi ecosonograma. Reuerdo al doctor
diciendo "Ahí está, parece que todavía es
temprano." Mi corazón se hundió. El doctor
había visto mi bebé, que en pocos minutos iba a ser
removido de mi cuerpo. Unos minutos después me dieron una
inyección para "relajarme". El resto está en la
bruma.
Recuero haber llorado histéricamente y haber
gritado "NO". En el cuarto de recuperación, solo me
senté y lloré. No podía creer lo que
había hecho.
Había terminado con una vida que quería
tan desesperadamente.
Todavía estoy con mi novio, y nos vamos a casar
en unos pocos meses. No sé porque estoy todavía con
él luego de la forma en que nos trató a mí y
a nuestro niño. Tal vez al verlo todos lo días
tengo una visión de como nuestro niño hubiera sido.
El es una buena persona y lo amo. El se hizo una
vasectomía la semana pasada. Me alegra. No podría
tener un niño suyo y no sentirme culpable por el
niño que eliminamos. Compre los más hermosos
ángeles de cristal como un memorial de mi niña, la
llame Makaela Renee.
Ahora puedo verlos y sonreír sabiendo que ella
está con Dios. Todavía siento la necesidad de
perdonarme. Sanar tomará tiempo.
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