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¿Administración Financiera o Ideas de Ganancias?




Enviado por norberto_gzz



    Indice
    1.
    Introducción

    2. La Independencia.
    3. La Elaboración de
    Información.

    4. Los Indicadores.
    5. Conclusión.

    1.
    Introducción

    ¿Qué pasaría si el auto que usted
    conduce diariamente no tuviera en el tablero indicadores
    como el de gasolina, el nivel de aceite, la velocidad, las
    revoluciones, el kilometraje o la temperatura?
    Es altamente probable que su auto, de pronto no arranque, se
    apague, no avance, sufra una avería de
    consideración o simplemente no funcione más. Toda
    la inversión que usted hizo en ese auto se
    perdería, o en el mejor de los casos, tendría que
    pagar por su reparación a un técnico automotriz
    para tratar o lograr salvarlo. Si nadie en su sano juicio
    compraría y/o conduciría un auto sin indicadores de
    control,
    ¿por qué la mayoría de las micro y
    pequeñas empresas se
    "conducen" sin indicadores
    financieros de control?
    Sabemos que solo 2 de cada 10 empresarios de negocios micro
    o pequeños se han capacitado formalmente para administrar
    su propia empresa, de estos
    8, no son la mayoría los que saben si su negocio es
    negocio o no lo es. La gran mayoría de estos empresarios
    no tienen independencia
    entre sus finanzas y las
    del negocio, no conocen los métodos de
    elaboración y control de la información financiera y no saben
    cuáles son los indicadores más útiles para
    conocer el desempeño del negocio. El resultado:
    negocios a la
    deriva donde el empresario, a pesar de trabajar todo los
    días dentro de su empresa, no tiene
    certeza sobre la información económica que
    ésta presenta.

    2. La Independencia.

    Es muy común toparse en la práctica con el
    empresario que "asalta" a la empresa cada
    vez que personalmente necesita dinero, le
    retira tanto dinero como
    él cree que le puede sacar, y la hace seguir funcionando,
    o peor aún, hace planes personales con el dinero que
    aún no entra, pero que espera entre a la empresa.
    Las empresas,
    formales o informales, personas físicas o morales, tienen
    su propia identidad, son
    entes económicos por sí mismos que generan su
    ingresos y sus
    gastos, tienen su
    patrimonio y
    sus propias deudas (obligaciones),
    requieren de capital o
    prestamos y gozan de personalidad
    comercial ante sus clientes y
    proveedores.
    Más aún, si la empresa fue constituida ante Notario
    Público, tiene personalidad,
    no solo económica, sino jurídica independiente de
    sus propietarios, como que tiene su propio nombre,
    cumpleaños (fecha de nacimiento), acta de nacimiento (acta
    constitutiva) donde se registran también sus papás
    (socios) y hasta el tutor (representante legal) quién
    velará por sus intereses, tomará decisiones por
    ella y firmará por ella.

    No solo eso, el propietario de una micro o
    pequeña empresa, no solo tiene una personalidad
    independiente, sino que llega a correr hasta tres roles dentro de
    su propia empresa. El primero es el de "dueño o socio", en
    el que debe recibir por su inversión de capital (en
    especie o en dinero) una cantidad de dinero llamada dividendo o
    ganancia, lo cual se genera a través de las operaciones del
    individuo llamado empresa. El segundo rol es el de "empleado",
    (en el caso de que labore dentro de la empresa) por el que tiene
    que recibir una remuneración económica llamada
    salario, la que
    debe ser similar a la que pagaría la empresa a cualquier
    empleado que se contratara para realizar las funciones que
    él desempeña. El tercer rol es el de "arrendador",
    por el que tiene que recibir una cantidad llamada renta por el
    uso de los bienes muebles
    e inmuebles que son de su propiedad y
    que la empresa esta utilizando para su operación, esto en
    el caso de que existan bienes que no
    sean considerados como parte del patrimonio de
    la empresa y ésta los este utilizando para sus operaciones.

    La retribuciones que obtiene el empresario de su negocio
    comúnmente no son calculadas con base en este principio de
    personalidad independiente (llamado también de "Identidad"),
    por lo que los incipientes cálculos de ganancias que el
    empresario elabora o conoce, están lejos de ser realmente
    utilidades.

    3. La Elaboración
    de Información.

    La experiencia nos dice que la razón principal
    por la que las empresas son descapitalizadas, no es por las
    contingencias económicas, sino por el proceder de sus
    propios dueños, quienes por desconocimiento sobre administración financiera, las llevan a
    perder tanto flujo que un buen día ya no es posible
    sostenerla sin una inyección nueva de capital o un
    préstamo.
    Existe tal nivel de ignorancia sobre administración
    financiera, que los cálculos más comunes para
    evaluar los resultados de los de micro y pequeñas empresas
    por sus propietarios es el famoso "dinero que sobra",
    después de pagar "a quien se le debe". Es así como
    se crea la expectativa de que en la medida en que la empresa
    tenga dinero, el empresario se hará más
    rico.

    Dado lo anterior, los expertos ubican el primer gran
    riesgo de las
    empresas sobre el control del dinero, específicamente
    sobre el movimiento de
    éste. La dinámica de entradas y salidas de dinero y
    su control, es uno de los "cocos" de todo empresario. De
    aquí que de pronto y un día antes de los
    compromisos: "No hay para la nómina"
    o "Ya me rebotó un cheque!".
    La sorpresa en las cantidades de dinero necesario o excedente
    puede ser controlables y administrados con una hoja de
    cálculo llamada "Flujo de
    Efectivo". Esta hoja, más que cualquier cálculo de
    ganancias, es la herramienta más sencilla de llevar, la
    más útil para controlar la empresa y la menos
    utilizada en la práctica por los empresarios de micro y
    pequeñas empresas. Los expertos la llamamos el "volante"
    de la empresa. Comúnmente llamada hoja de "Programación y Presupuestos",
    la hoja de "Flujo de
    Efectivo" tiene columnas que representan períodos, los
    que comúnmente son semanas, quincenas o meses
    (según se presenten los movimientos de dinero) y consta de
    un renglón llamado "Saldo Inicial", un apartado de
    "Entradas" y otro de "Salidas", finalmente un reglón
    llamado "Saldo Final". Con esta herramienta elaborada
    periódicamente y proyectada a períodos futuros, no
    se necesita tener una "bola mágica" para predecir el
    futuro cercano, y mejor aún, para tomar decisiones con
    anticipación y no caer en incumplimiento de compromisos
    vitales como la nómina,
    rentas o pagos de proveedores, o
    peor aún, en una descapitalización de la empresa
    tal, que le impida seguir operando.

    Existe también en la práctica la
    confusión entre el cálculo de
    las utilidades y las "ganancias". Comúnmente, el
    cálculo de la ganancia es entendido como la diferencia
    superior entre las Ventas y todos
    los Costos y Gastos. Ya sea
    llamada Ganancia o Utilidad, lo
    complicado no es hacer una resta correcta, lo interesante es
    utilizar los conceptos correctos de Ventas,
    Costos y Gastos
    en dicho cálculo.
    En principio de cuentas, las
    "Entradas" regularmente son confundidas con las Ventas, claro que
    tal vez lo sean, sin embargo, ¿qué pasa si la
    Entrada de efectivo fue motivada por una Venta realizada
    en el pasado, o en el futuro?. Los períodos de la Ventas
    no son siempre los mismos que los de las Entradas del Efectivo,
    por lo que es común confundir por el empresario una
    época de altas Ventas con una época de
    recuperación de créditos otorgados con anterioridad. La
    Venta es
    considerada como tal, desde el punto de vista financiero, en el
    momento en que se crea el compromiso de las partes, ya sea
    vía la generación de una factura, la
    entrega del producto o
    servicio, la
    firma de un contrato o
    pagaré,
    o bien, el pago en efectivo o cheque.

    Ahora bien, si la Venta debe ser considerada dentro de
    los cálculos financiero en el período en la que se
    realizó, también debe ser enfrentada contra los
    Costos y Gastos que contribuyeron a generarla en ese mismo
    período, con base en la misma naturaleza de las
    Ventas, para poder
    determinar con certidumbre la utilidad del
    período. Los períodos de Costos y Gastos tampoco
    son siempre los mismos que los de las Salidas del Efectivo. Cabe
    aclarar que el error más recurrente en este sentido es la
    omisión de los conceptos de Sueldos del Administrador
    (que por lo general también es el dueño -ver
    apartado de independencia-), rentas no pagadas (De activos
    regularmente prestados a la empresa por sus dueños,
    familiares o conocidos y utilizados en las operaciones), las
    depreciaciones de los activos propiedad de
    la empresa (asignación del valor de los
    activos en el tiempo de vida
    útil a los gastos, para su acertada reposición.
    Concepto del
    que pretendo hacer un artículo completo) y los diversos
    impuestos
    generados (ISR, IVA, IA, Imp.
    sobre Nóminas,
    PTU, etc).
    Es hasta después de integrar todo los datos anteriores,
    aislados por períodos, cuando se tiene un cálculo
    real y certero de las utilidades de la empresa en ese
    período, un cálculo que refleja el desempeño financiero de la empresa y
    soporta la asertiva toma de
    decisiones.

    4. Los
    Indicadores.

    Si yo lo invito a que se asocie conmigo en un negocio,
    ¿Cuál negocio preferiría usted?:
    Negocio "A": Ventas del Año anterior = $1,000,000.00
    Negocio "B": Ventas del Año anterior = $100,000.00
    Negocio "C": Utilidades libres de Impuestos del
    Año anterior = $1,000,000.00
    Negocio "D": Utilidades libres de Impuestos del Año
    anterior = $100,000.00

    No continúe la lectura si
    no tiene una respuesta. 0.
    ¿Qué respondió usted? Normalmente usted
    eligió el negocio "D", sin embargo, también pudo
    haber contestado "me falta información", lo cual quiere
    decir que usted tiene buenas nociones de administración financiera. Si no fue
    así, y usted eligió alguna de las cuatro opciones,
    ponga mucha atención.
    Comúnmente se cree que tener utilidades es lo importante
    en un negocio, sí claro, nadie esperaría crear
    una empresa y
    generar eternamente pérdidas. Sin embargo, la utilidad,
    entendida como una diferencia superior entre las ventas y todos
    los costos y gastos, es tan relevante para la empresa como lo es
    el kilometraje de mi auto (32,350 km) para usted. La utilidad
    realmente toma significado cuando es comparada contra la
    inversión que ayudó a generarla, este concepto es
    llamado "rendimiento o rentabilidad"
    y es algo similar a lo que se recibe por intereses cuando se hace
    una inversión en el banco o alguna
    otra institución financiera, una tasa porcentual (%). Ya
    calculando esta tasa de rentabilidad,
    cómo saber si es buena o no?

    Hay mucha gente que utiliza un parámetro
    demasiado simple para darle un valor bueno o
    malo a la tasa de rentabilidad. Algunos analistas
    comúnmente recomiendan comparar la tasa de rendimiento de
    la empresa con la tasa de
    interés que otorga el banco sobre un
    monto de inversión similar. Sin embargo, la tasa de
    rendimiento de las empresas NO son comparables con las tasas de
    intereses de los bancos.
    Adivinará usted por qué. En efecto, si pensó
    que invertir en el banco es mucho más seguro que tener
    éxito
    en una empresa
    nueva, esta en lo correcto. Y no nada más eso, al invertir
    en un banco se puede retirar el efectivo cuando uno disponga, o
    bien, al vencimiento del plazo, en una empresa no se puede
    convertir en efectivo los bienes y propiedades de la empresa tan
    fácilmente. Más aún, no es lo mismo acudir a
    una institución financiera (Banco, Casa de Bolsa, Sociedad de
    Inversión, etc) para invertir una cantidad de dinero, que
    trabajar arduamente para establecer desde sus raíces y
    poner a operar una empresa. Entonces?

    Si debemos de determinar una tasa de rendimiento
    mínima aceptada (TREMA) para nuestra empresa (punto de
    referencia que nos diría cuantitativamente, el
    desempeño de la empresa) cuál sería?
    Reflexione por un momento. ¿Qué opción
    financiera tiene un riesgo, una
    liquidez y un dificultad de creación más parecida a
    una micro o pequeña empresa? No se usted, pero para muchos
    analistas especializados en proyectos de
    micro y pequeñas empresas, la TREMA debe ser similar a la
    tasa de interés
    que cobran las diversas instituciones
    financieras de préstamos pequeños. Piénselo
    así, ¿cuál es el riesgo que toman estas
    instituciones
    al prestar pequeñas cantidades de dinero sin
    garantías? Alto, no cree? ¿Qué tan
    fácil sería para estas instituciones recuperaran en
    efectivo, de pronto, toda la colocación de dinero que
    tienen con sus clientes?
    Difícil, no cree? Qué tan fácil es crear y
    administrar un institución de esta naturaleza?
    Complicado, no cree? Así pues, y dadas las similitudes
    anteriores, es que se determina una tasa (costo del dinero)
    similar a ellas, la que actualmente es de aproximadamente del 35%
    anual. No se asuste, que no tomamos en cuenta el precio del
    dinero que tiene un prestamista similar, pero informal,
    coloquialmente llamado "agiotista".
    Cuando usted elabore este tipo de análisis periódicamente en su
    empresa, y ésta presente una rentabilidad mayor a la
    aceptada de forma sostenida, es entonces cuando podrá
    aseverar que es usted un empresario exitoso por tener una (o
    varias) empresa(s) realmente rentable(s).

    5.
    Conclusión.

    La falta de conocimiento
    en administración financiera (como en muchos otros temas)
    en los emprendedores y dueños de empresas, es una
    situación común, que no por ser común es
    sana. La identidad de la empresa es mezclada con la del
    empresario, la que genera un perjuicio oculto en contra de la
    empresa, los cálculos de aquellos que sí encuentran
    relevancia en la información financiera, se tornan
    inciertos e incompletos, y los indicadores de desempeño
    son con frecuencia limitados y no valorados para la toma de
    decisiones. Esta situación lamentablemente mantiene a
    los dueños de empresas en un analfabetismo
    empresarial puesto que las finanzas son
    el idioma de los negocios, útil para la
    comunicación con toda institución bancaria,
    gubernamental, de consultoría, de evaluación
    de proyectos de inversión, accionistas, proveedores, y
    más que nada, para la toma de decisiones acertadas.
    Como muchos sabemos, en nuestro país existe un rezago en
    el nivel educativo, por lo que no es de sorprender que el oficio
    de ser empresario tenga igualmente un nivel de empirismo
    alto. Sin embargo, la preocupación no es la educación en
    sí misma, sino que la falta de ésta provoca una
    incompetencia para crear y administrar negocios con la suficiente
    competitividad
    como para crear fuentes de
    empleo bien
    remuneradas y sostenidas, contribuir al gasto gubernamental y
    cooperar a la derrama económica de nuestras comunidades
    (temas de otro artículo).
    Un profesional no se hace con un título académico.
    Un profesional ejerce su oficio con el nivel más alto de
    seriedad, compromiso y calidad. El
    profesional de empresas, llamado también "Empresario" es
    un título en sí mismo que muchos ostentan y pocos
    ejercen. Cuando usted conozca y aplique periódicamente en
    su empresa análisis
    financiero con información real y certera, es entonces
    cuando podrá ostentar con orgullo y justa
    proporción, el título de "Empresario
    Profesional".

     

     

    Autor:

    Lic. Norberto C. González Mireles

    Licenciado en Contaduría Pública y Finanzas
    (ITESM)
    Maestría en Economía Industrial
    (UANL)
    Consultor e Instructor para el Desarrollo de
    Empresas Pequeñas
    Presidente del Consejo para la Formación Empresarial de
    México,
    A.C.
    Director de Synergia Consultores, S.C.
    (81) 83.98.58.75

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