El agua es
fundamental para todas las formas de vida, lo que la convierte en
uno de los recursos
esenciales de la naturaleza… El
volumen del
agua en el
mundo se expresa mediante una cifra de gran importancia: 1.360
millones de km3, es decir 1.360 trillones de litros. Si dividimos
esta cifra por cada ser humano, le correspondería a cada
uno 250.000 millones de litros, lo que equivaldría a
400.000 piletas de natación.
Bajo estas perspectivas, el agua
aparece como un recurso prácticamente ilimitado. Sin
embargo, de esa enorme masa líquida, sólo el 3% es
dulce y la mitad de ella es potable.
Se entiende por agua potable la que es apta para beber y
para los demás usos domésticos. Esta debe ser
límpida e inodora, fresca y agradable. Debe contener
algunos gases,
especialmente aire y sales
disueltas en pequeñas cantidades. No debe poseer materias
orgánicas, gérmenes patógenos ni sustancias
químicas.
Esta agua es un bien indispensable para el desarrollo de
toda civilización, ya que posibilita la expansión
demográfica y los progresos de la producción, que van desde la agricultura
hasta la electrónica.
El agua es la necesidad más urgente para el ser
humano, a pesar de ello, son muy pocas las poblaciones que
disponen de este elemento en cantidad suficiente, ya que su
distribución en el mundo es despareja. Las
aguas pluviales no se reparten equitativamente, sino que se
concentran en zonas templadas y en los trópicos
húmedos. Ayuda a que la vegetación prospere en
algunos países y deja que sólo los desiertos
prosperen en otros. Mientras existen regiones donde se precipitan
hasta cinco metros de agua anuales, otras, reciben 1.000 menos.
Proporciona abundante provisión de agua para beber a
Islandia pero muy poca a Medio Oriente. En consecuencia,
alrededor de 2.000 millones de personas en ocho países
viven con escacez de agua. Están constantemente al borde
de la sequía, pero aún aquellos países
favorecidos con recursos
hídricos enfrentan el problema de la escacez
potencial.
Además, gran parte de las aguas dulces
están bajo forma de hielos o son subterráneas y de
difícil acceso. Sólo el 0.008% se hallan en lagos o
ríos y circulan por napas de fácil
acceso.
La contaminación del agua es conocida desde la
antigüedad. En Roma eran
frecuentes los envenamientos provocados por el plomo de las
tuberías que transportaban el agua. En
las ciudades medievales eran, habitualmente, sucias y pestilentes
y provocaban serios y extendidos problemas de
salud que se
fueron agravando cada vez más. En la actualidad, es
alarmante la constante pérdida de agua potable.
Los problemas del
agua se centran tanto en la calidad como en
la cantidad. La comunidad debe
conocer la importancia de la "calidad" de la
misma y esa misma comunidad de
encargarse de su cuidado y preservación.Los primeros en
contaminar las aguas son los pesticidas, llevados hasta los
ríos por la lluvia y la erosión
del suelo, cuyo polvo
vuela hacia los ríos o el mar y los contamina.
Además, los campos pierden fecundidad por abuso de las
técnicas agrícolas. La sal acarreada
en el invierno desde las rutas hasta los ríos es otro
factor envenenante. Lo mismo que los diques y las represas, que
"barren" amplias franjas de cultivo. La agricultura da
cuenta de alrededor del 70% del uso global del agua.
Si bien las naciones industrializadas han tenido
bastante éxito
en el control de
la
contaminación proveniente de industrias,
siguen teniendo problemas con la escorrentía en las
tierras de cultivos y con las aguas que fluyen de los centros
urbanos cargadas con todos tipos de elementos.
La situación es muy distinta en los países
en desarrollo,
donde hay un déficit notable de sistemas
cloacales y de controles de aguas residuales
industriales.
Es probable que diez países africanos
experimenten una severa escacez de agua, con Egipto
perdiendo vitales provisiones del río Nilo mientras otras
naciones desarrollan las fuentes del
río. En China,
cincuenta ciudades enfrentan ya la escacez de agua. En India, decenas
de miles de villorrios enfrentan la escacez. En México, se
extrae un 40% más de agua de cuanto se reemplaza, lo que
hace que la tierra se
hunda e introduce la posibilidad de tener que importar agua
dulce. En la ex Unión Soviética el agotamiento de
agua de río para la irrigación y para otras
necesidades ya ha hecho que el mar Aral descienda dos tercios
desde 1960 y en los Estados Unidos,
un quinto de la tierra
irrigada es sometida al excesivo bombeo de agua de
pozo.
Las propias viviendas están polucionadas por los
productos de
limpieza contra los cuales ya son poco efectivos los mantos
filtrantes, taponados por esas "aguas negras" (Petróleo)
que llegan al mar.
A la basura producida
por el hombre y
los escapes de contaminantes industriales, hay que añadir
los tóxicos fabriles echados a los ríos y la
polución de los cientos de alcantarillas. Los
países occidentales industriales han hecho algún
progreso al establecer controles sobre la contaminación industrial en particular.
Pero subsisten problemas masivos. A la mayoría, les
resulta sorprendente que a los países con mayor capacidad
económica, poco más de la mitad de la gente cuente
con el servicio de
plantas de
tratamiento de aguas fecales. El río Rhin drena una de las
regiones más altamente industrializadas del mundo. Ha sido
el foco de importantes esfuerzos europeos por mejorar el
alcantarillado y el tratamiento de los desechos industriales. Han
vuelto los peces a
algunas partes del río de las que estuvieron ausentes por
décadas. Pero la
contaminación por las sustancias químicas
tóxicas y el desecho mineral sigue siendo alta. El peligro
de polución esta siempre presente.
Las industrias pueden
producir el ingreso de las aguas de sustancias altamente
tóxicas: cobre, cinc,
plomo, mercurio, entre otras. Estos metales suelen
ser acumulativos, la ingesta repetida de pequeñas
cantidades determina al cabo del tiempo altas
concentraciones de metales en los
tejidos de los
organismos. Estas aguas contaminadas suelen terminar en el mar y
gran cantidad de peces de
consumo humano
se convierten a su vez en agentes tóxicos.
El mercurio es particularmente temido por su elevada
toxicidad de alguno de sus derivados que, además, debido a
su escasa biodegradabilidad se concentra en los seres vivos. El
mercurio vertido en forma orgánica o mineral, se convierte
en metilmercurio muy poco biodegradable, muy tóxico y se
concentra muy rápido en las cadenas alimenticias. En
algunos casos puede haber coeficientes superiores a los 100.000
en el agua contaminada y en algunos peces que viven en
ella.
Usar el agua de manera más eficiente reduciendo
el derroche es obviamente el camino. Se ha estimado, que si el
derroche de agua en torno del
río Indo, en Pakistán, pudiera reducirse en
sólo un décimo, podrían irrigarse otro dos
millones de hectáreas de tierras cultivables. Por fortuna,
se esta tomando conciencia en
mejorar el flujo de los canales de irrigación y se esta
usando la irrigación por tubo capilar para llevar el agua
directamente a las raíces. Estos son algunos de los
métodos
para solucionar el problema de la escacez del agua y de la
necesidad de aprovechar mejor los recursos de agua.
Todo esto es un grave problema, en algunos países
del Tercer mundo, la mayoría de los ríos de
India son poco
más que alcantarillas descubiertas que llevan al mar los
desechos no tratados de las
áreas rurales y urbanas. Alrededor del 70% de las aguas
superficiales del subcontinente está contaminado. En
general los ríos de Asia son tal vez
los más degradados del mundo.
Si tomamos el ejemplo de la Argentina,
observaremos que casi toda el agua que consumen, proviene de los
mismos cuerpos de agua en los que son evacuados los residuos
cloacales e industriales. La concentración de diversos
elementos de contaminación –materiales
pesados, bacterias,
nitratos e hidrocarburos–
que se producen en diferentes lagos, lagunas y ríos de la
Argentina,
superan largamente las cifras consideradas peligrosas.
No es casual que los ríos Paraná, Salado
del Norte, Salado del Sur, Carcarañá, de la Plata y
Colorado se inscriban entre los más contaminados de
la
Tierra.
La Argentina no posee medidas de control adecuadas
para el tratamiento y disposición de aguas servidas,
residuos peligrosos sólidos y desechos industriales
domiciliarios, que finalmente terminan contaminando cuerpos de
agua superficiales y subterráneos. Se cuenta con información que determina que importantes y
numerosos cuerpos de agua se encuentran afectados por aguas
servidas, con intensos procesos de
eutroficación debido a la falta de depuración. El
mayor problema es las áreas urbanas que reciben
contaminantes al por mayor desde todas partes. Una de cada cuatro
camas de un hospital está ocupada por pacientes que tienen
enfermedades
contraídas por el agua. La contaminación del agua actúa
lentamente y genera enfermedades de todo tipo,
no sólo trastornos infecciosos. El agua transporta metales
y sustancias tóxicas que van acumulándose en los
organismos hasta afectar de diferente manera los diversos
tejidos
corporales.
La contaminación de las aguas de superficie
provenientes de las aguas residuales industriales y de aguas
negras sin tratar es una de las causas principales de
daños a la propiedad (en
combinación con las inundaciones), pérdidas de
espacios para recreación
y daños ecológicos alrededor de las principales
áreas urbanas y de varios lagos interiores. En varios
lugares del interior del país –como Rosario y
Córdoba- los cuerpos de agua se han contaminado hasta el
punto de afectar los trabajos de las plantas para su
tratamiento. Podemos tomar el caso del Lago San Roque,
abastecedor del agua de la ciudad de cordoba, en la Provincia de
Cordoba, es un lago empachado por la materia
orgánica, algas, virus y bacterias, es
decir, experimenta el problema de la eutrofización. Hay
proyectos para
hacer plantas de tratamiento para las principales localidades,
pero la descarga sigue creciendo. No hay ningún sistema de
tratamiento funcionando.
La cuenca Riachuelo-Matanza en la Provincia de Buenos Aires, con
sus 2.240 kilómetros cuadrados y sus tres millones de
habitantes, de los cuáles sólo el 45% posee cloacas
y el 65% tiene agua potable (1.700.000 personas utilizan pozos
negros o cámaras sépticas), es uno de los
símbolos nacionales de la polución.
Tres mil empresas vuelcan
a diario y desde hace años sus residuos tóxicos o
no tóxicos, sólidos o líquidos, sin
ningún tipo de tratamiento o con tratamiento insuficiente.
Las industrias farmacéuticas, químicas y
petroquímicas aportan el 30% de la contaminación,
la industria de
las bebidas alcohólicas y curtiembres el 3%. A estos
volcamientos se agregan los afluentes cloacales. En conjunto,
recibe a diario 368.000 metros cúbicos de residuos
industriales, nada menos que el doble del caudal mínimo
promedio del río; esta carga constituye una peligrosa que
destruye cada gota de agua transformándola en una
explosiva gota de contaminación. Los lodos del Riachuelo
poseen grandes concentraciones de cromo, cobre,
mercurio, cinc y plomo. Las mayores concentraciones de cromo y
plomo se encontraron en los límites de
los municipios de Avellaneda y Lanús
en la Provincia de Buenos
Aires.
Hidrocarburos como el benceno, naftaleno, antraceno y
tolueno, entre otros, abundan en las aguas y aparecen
esplendorosos en sedimentos de los ríos y arroyos cercanos
a destilerías e industrias petroquímicas como las
que se encuentran en los cursos de agua
del área Beriso-Ensenada.
En las zonas urbanas y rurales del noroeste de la
Provincia de Buenos Aires, el acuífero Puelche
–reconocido como uno de los más grandes del mundo-
presenta diferentes niveles de contaminación con nitratos
y bacterias coliformes. La sección superior arde de
basura
tóxica. La descarga es meteórica y el agua puede
transportar sustancias asociadas con los pozos ciegos, los
basurales y los nitratos residuales. El partido del conurbano
bonarense, densamente poblado, el agua del Puelche presenta
concentraciones de nitratos hasta tres veces mayores a los
límites
permitidos. El canal oeste de los municipios Beriso y Ensenada,
Provincia de Buenos Aires, languidece. En ningún caso las
plantas depuradoras son suficientes, los tratamientos que
debieran efectuar las empresas antes de
volcarlos a los cauces son entre deficientes e inexistentes. El
conjunto de basuras es letal: metales pesados, compuestos
organicos e inorgánicos.
Por otro lado, la empresa "Aguas
Argentinas" estimó que fluyen 2.300.000 de m3 de aguas
negras sin tratar –por día- en el río de la
Plata. A ellas, se suman 1.900.000 de m3 diarias de descargas
industriales del Area Metropolitana de Buenos Aires. En el caso
de la Ciudad Autonoma de Buenos Aires, la repercusión
principal recae en que las normas de calidad
del agua ambiental se exceden constantemente de la franja de los
300 metros continuos a la costa del río de la Plata,
impidiendo el uso recreativo (por insalubre) de las playas que
antaño fueron tan importantes para sus habitantes
.
La mayor parte del agua que consume la población proviene de los mismos cuerpos en
los que son evacuados los efluentes cloacales e industriales.
Dada la falta de tratamiento de los mismos, la población termina consumiendo agua potable
de calidad dudosa o a un alto costo de
purificación.
La contaminación de las aguas subterráneas
debe considerarse como el problema de contaminación
más importante de la Argentina, más que nada debido
a la exposición
a los riesgos de
salud de una gran
parte de los hogares.-incluyendo una gran proporción de
los de bajo recursos- que dependen del agua subterránea
para sus necesidades diarias.
No por estar escondidas bajo tierra las
aguas subterráneas están liberadas de las
descargas, el área más crítica es la
Metropolitana de Buenos Aires, por la gran cantidad de gente
afectada y por la baja cobertura de infraestructura en las
municipalidades más apartadas. La principal fuente de
contaminación son los tanques sépticos y, en menor
medida, las aguas residuales industriales. Las aguas poseen
contaminación bacteriológica y salina por
nitrato.
La solución más efectiva es promover la
extensión de servicios de
sanemiento y agua potable a los barrios de bajos ingresos y
áreas suburbanas que actualmente no lo reciben.
Todos sabemos que el agua es un elemento y una de las
necesidades más importantes para los seres humanos; sin
embargo, continuamos contaminándola y
desperdiciándola sin ningun tipo de control.
Sin embargo, donde hay vida siempre hay esperanzas… La
experiencia acumulada durante varias décadas de
utilización de tecnología
convencional para el tratamiento de lechos percoladores y lodos
activados, permitió llegar a la conclusión que
estos métodos no
son técnica ni económicamente adecuados para
poblaciones de escasos habitantes por sus elevados costos de
construcción, operación y mantenimiento.
Una nueva solución a ese inconveniente aparece en
el campo biotecnológico. Combinando conocimientos de
ingeniería y de ecología, se
diseñan ecosistemas
artificiales para detoxificar y purificar las aguas residuales.
Estas plantas de tratamiento naturales, son copiadas de los
ecosistemas
llamados humedales, son movidos por la energía contenida
por la luz del sol
(fotosíntesis) y en las moléculas de
los contaminantes.
En el proceso de
tratamiento, los residuos se transforman y se reintegran al
ambiente en
forma no agresiva. El agua ya purificada se puede reutilizar en
la producción de forrajes, madera o en
acuicultura.
De esta manera, los efluentes cloacales durante muchos
años fueron un problema sin solución técnica
definitiva, además de ser muy caros y de golpe aparece una
solución simple, barata, sin mantenimiento,
sustentable en el tiempo y hasta se
puede convertir en un recurso productivo de algo
rentable.
En la Argentina, se esta comenzando a utilizar este
proceso, no a
gran escala pero ya se
están realizando experiencias… La laguna de
Chascomús, en la Provincia de Buenos Aires, pierde dos
centímetros de profundidad al año. Popular,
entrañable, castigada por las inundaciones, víctima
de la contaminación por los desechos cloacales que recibe,
no se encuentra sola en su desdicha. Adela, una laguna cercana,
corre la misma suerte. Las dos forman parte de un sistema conocido
como las encadenadas de la depresión
del río Salado.
¿Qué solución se les puede
encontrar para limpiarlas? La solución esta en aplicar la
biotecnología al importante campo de la
ecología,
tan íntimamente relacionado con la posibilidad de
conservar un medio ambiente
amigable. Limpiar las aguas es apenas uno de sus aspectos. La
biotecnología ambiental tiene como objetivo la
protección y la restauración de la calidad del
ambiente.
La laguna tiene una planta de purificación
convencional, de tratamiento primario, que utiliza
metodologías físico-químicas para sacarle la
parte más gruesa de sus contaminantes. Pero, intalada en
los años 70, no es suficiente. Algunos nutrientes como el
nitrato y el fósforo permanecen en el lugar y se suman a
los que existen en las aguas.
Se descubrió que la instalación de una
nueva estructura
fácil de manejar, económica y de bajo costo, entre la
planta purificadora convencional y las aguas de la laguna
podría resolver el problema.
Comenzarían a utilizarse plantas (vegetales)
flotantes que purificarían la superficie de un modo
ecológico. Eso permitiría aliviar a la laguna y
contribuir a la salud de los peces y de los seres
humanos.
Cuando se concrete la instalación de esta
estructura,
será la primera planta en la Provincia de Buenos Aires,
biotecnológica para el tratamiento de aguas residuales. Y
cuando funcione, las aguas volverán a oler a limpio sin la
necesidad de haber instalado costosas máquinas
con motores y
burbujeos molestos.
El hombre
tecnológico despreció la naturaleza;
explotó sus recursos y la contempló desde la
ventana. Hay que cambiar esa mentalidad. Somos la naturaleza…
Sería bueno recordar los párrafos de la carta que el
Jefe Seatle de la tribu Suwamish le escribió al presidente
de los Estados Unidos,
Franklin Pierce, en 1855 y donde expresa que: "Los ríos
son nuestro hermanos, ellos calman nuestra sed. Los ríos
llevan nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos… Si
contaminaís vuestra cama, moriréis alguna noche
sofocados por vuestros propios desperdicios"… No lo
olvidemos.
Cristian Frers.
Capital Federal – Republica Argentina.
Técnico Superior en Comunicación
Social especializado en Periodismo
Científico.