Índice
1.
Introducción
2. ¿Qué es la
biotecnología?
3. Características de la
soja
4. Biotecnología aplicada a la
soja
5. Nace la soja
transgénica
6. La nueva onda
tecnológica
7. La "Super soja"
8. Cuaderno de apuntes: recorte
periodístico
9. La clonación-oveja
dolly
10. Conclusión
personal
11. Bibliografía
consultada
El presente trabajo de campo trata el tema de la
biotecnología y su aplicación en el
área agrícola, desarrollando los alcances logrados
específicamente con la aplicación de nuevas
técnicas y modificaciones genéticas
a las semillas de soja; asimismo se
hará una breve mención de las técnicas
de clonación utilizadas en la
actualidad.
La biotecnología es la combinación de
genes, o parte de genes, para producir diversas variedades. La
Biotecnología Agrícola trata de mejorar la calidad, cantidad
y resistencia a
enfermedades y
plagas de los cultivos del agro. La misma agrega valor siempre
y cuando el atributo deseado (resistencia a
insectos, herbicidas, etc.) se incorpore en híbridos y/o
variedades de mayor potencial de rendimiento.
La Biotecnología es hoy una realidad en la
actividad semillera, los actuales cultivos son el resultado de
varios años de evolución. A lo largo del tiempo, los
productores han ido seleccionando aquellas semillas que
tenían ciertas características especiales, como la
productividad
a la vez que se desechaban otras que poseían rasgos no
deseables, como por ejemplo, crecimiento lento.
La Biotecnología Agrícola es una
actualización de esa técnica. Gracias a ella los
productores pueden contar con semillas mejoradas con la
máxima precisión, ya que las particularidades
deseadas han sido incorporadas en los mismos genes de la futura
planta. Todo esto da por resultado una menor necesidad de mano de
obra, agroquímicos y trabajo mecánico. Por otra
parte, la Biotecnología Agrícola logra incrementar
la calidad,
confiabilidad y productividad de
los cultivos, con claros beneficios para los productores, los
consumidores y el medio
ambiente.
La soja es nativa
del norte y centro de China,
aproximadamente en el siglo XI AC.
En América
fue introducida por Estados Unidos en
1765, sin embargo su gran expansión se inicio en 1840. Se
siembra de Noviembre a Enero, y de ella se obtienen aceites y
harinas panificables que son empleadas en productos
alimenticios dietéticos.
En la Argentina las
primeras plantaciones de soja se hicieron en 1862, pero no
encontraron eco en el campo argentino. En 1909 se comenzó
a ensayar en distintas escuelas agrícolas argentinas el
cultivo de la soja, pero recién para 1965 se
intensificaron los trabajos de investigación sobre el tema. Si bien los
resultados de los ensayos
realizados fueron buenos, el cultivo no logro obtener
difusión entre los productores. Recién en la
década del 70 se incremento el cultivo hasta alcanzar en
la actualidad un papel
fundamental en la economía
argentina. Como consecuencia, la soja es el producto mayor
generador de divisas.
"Una hectárea de soja puede producir suficiente
proteína para alimentar a una persona por 5.500
días, mientras que la carne producida en la misma
área lo hace por no más de 300 a 600 días",
quizás por eso es tan importante para la alimentación de la
población.
A partir de la década del `70, la producción de soja ha venido creciendo
constantemente en nuestro país. Este importante aumento de
producción se ha logrado no solo con
incrementos de superficie sembrada, y con la incorporación
de nuevos elementos que faciliten el cultivo, tales como
fertilizantes, nuevas herramientas,
agroquímicos, modificaciones en las semillas,
etc.
4. Biotecnología
aplicada a la Soja
La primera aplicación biotecnológica en
cultivos de soja se remota hace quince años, en los
Estados
Unidos, cuando se pudo transferir por primera vez a una
célula
vegetal superior resistencia a los antibióticos,
incorporando el plásmido de Escherichia coli, utilizando
al Agrobacterium como vector.
Después de más de 10 años de
investigaciones y análisis, recién en 1994, se obtiene
la aprobación de la FDA(FDA-Administración de Regulación
Alimentaria) y del Departamento de Agricultura de
los EE.UU., con lo cual la soja transgénica resistente al
glifosato de Monsanto puede ser comercializada a nivel mundial
desde el año 1996 en EE.UU.
Las mejoras realizadas a las semillas, que a partir de
ese momento podían resistir de manera autónoma a
ciertas plagas, no tardaron en hacerse notar: al año
siguiente se aprecio un aumento de las zonas sembradas del 15%,
aparejado por la baja en los costos de
mantenimiento
de la cosecha, principalmente por prescindir la
utilización de agroquímicos.
A su vez, mientras las ventajas de este cultivo sobre
los tradicionales marcaban diferencias entre los países
que estaban en condiciones de invertir para desarrollar este tipo
de cultivo, las organizaciones
ecologistas y de consumidores comenzaban a preocuparse y hacer
oír sus dudas acerca de los problemas y
enfermedades que
podría llegar a causar este tipo de cultivos a futuro en
los consumidores del mundo.
Con el descubrimiento de técnicas en biología celular y
molecular que permiten la manipulación de genes, base de
la herencia de los
seres vivos, se abrió una nueva posibilidad para el
mejoramiento vegetal: la de incorporar características
como el caso de la tolerancia a
herbicidas, que anteriormente no eran realizables.
A partir de entonces, avances logrados en
identificación de genes, introducción de los mismos en especies no
afines y regeneración de tejidos,
permitió concebir algunos proyectos con
respecto a la utilización de estos en el mejoramiento
vegetal. A inicios de la década del `80 se comenzaron los
trabajos tendientes a identificar especies que poseían
genes de tolerancia al
Glifosato (Principio activo del Herbicida Roundup).Una vez
descubierto el gen de interés,
de origen bacteriano, llamado "RR", de propiedad de
la empresa
norteamericana Monsanto, hubo que introducir el mismo en la
especie de soja. El proceso
rindió sus frutos hacia principios de los
‘90 cuando se obtuvo la primer línea elite, con la
característica de tolerar la aplicación del
herbicida en postemergencia. Paralelamente a la tolerancia, se
verificó la no modificación morfológica y
fisiológica de la especie soja.
Las sojas transgénicas son idénticas a las
sojas convencionales, tanto en su comportamiento
en la comunidad vegetal
como en su composición. El grano obtenido de un cultivo
transgénico es semejante al obtenido de un cultivo
tradicional, como así también todas sus
características físicas y químicas que son
propiedades industriales. A partir de esa línea elite la
empresa
productora de semillas NIDERA, incorporó la
característica a su Programa de
Mejoramiento, tendiente a obtener materiales
agronómicamente superiores y destacado nivel de rindes con
tolerancia al Glifosato.
La característica incorporada no tiene ninguna
influencia con respecto al rendimiento, las variedades rinden en
función
del material genético que permite el desarrollo de
las variedades más rendidoras. Tampoco está
asociado a ninguna otra característica morfológica
o fisiológica de la especie soja, siendo solamente el
material genético original el responsable de obtener
variedades de alto potencial de rinde, superiores
características agronómicas, resistencia a
enfermedades, adaptación diferencial o algunas situaciones
de manejo o fertilidad determinadas. A través de los
años y de numerosos de ensayos, se
verificó la tolerancia a una dosis 3 o 4 veces la
recomendada para el control de la
mayoría de las malezas y también en los
estadíos de crecimiento de cultivo, desde plántula
hasta estados reproductivos avanzados. También se
verificó la posibilidad de aplicar más de una vez
el herbicida, en el caso de que esto fuera necesario para
asegurar un mejor control de
malezas o de realizar mezclas de
herbicidas.
La velocidad,
producción e incorporación de tecnología en el
contexto de los últimos años no tiene precedentes.
Mientras hasta hace poco tiempo los
laboratorios y empresas de
agroquímicos realizaban importantes inversiones en
investigación que recuperaban cuando sus
productos eran
exitosos probablemente en el término de una década,
en la actualidad el ciclo de retorno es más acelerado
aún. La biotecnología, como veremos, permite por su
relativamente fácil sistema de
inserción de genes, una vez creados aumentar la velocidad de
los procesos
productivos.
Esta tarea no necesariamente debe ser realizada por
grandes compañías, sino que el proceso de
búsqueda, mejora e inserción de genes puede
llevarse adelante por medianas y hasta pequeñas
compañías que trabajan para un mercado
específico. La inserción de un nuevo gen, con una
característica determinada, una vez descubierto y
estabilizado, demandaría aproximadamente no más de
tres años de nueva investigación, para poner un
nuevo producto en el
mercado.
La escala de
laboratorio,
con que en los albores del desarrollo
biotecnológico, era manejada la producción de la
industria
farmacéutica, ha dado paso a una liberación sin
precedentes de organismos desarrollados por ingeniería
genética para uso agrícola probados
primeramente en campos experimentales bajo condiciones
controladas y ahora en forma extensiva de la mano de los
productores agropecuarios.
Esta nueva revolución
verde apoyada directamente en una tecnología de insumos
basada principalmente en el uso de moléculas que
permitían controlar las plagas y malezas principales junto
a cultivares de altos rendimientos -pero muy dependientes del
ambiente- han
permitido mantener y aún aumentar tales rendimientos,
sobre un soporte edáfico de la producción que cada
ciclo se presenta más deteriorado.
La necesidad de producir alimentos para
una población creciente ha obligado a la
generación de un amplio espectro de herramientas
tecnológicas conservacionistas que se reflejan en el
aumento continuo de la productividad pero con una
consideración especial en el cuidado de los recursos
naturales involucrados (suelo, agua y
recursos
biológicos).
Tecnologías como la siembra directa, los sistemas de
riego, el uso racional de los agroquímicos, las variedades
de altos rendimientos, la eficiencia de
cosecha, los sistemas de
manejo integrado de plagas, enfermedades y malezas son las
principales herramientas que están siendo incorporadas
más o menos velozmente por los productores de la
zona.
Las sojas transgénicas, incorporadas
recientemente a nuestro mercado, producirán cambios
significativos en el sistema de
producción. Su importancia aumenta, cuando consideramos
que es el primer cultivo incorporado como organismo
genéticamente modificado de difusión masiva. Estos
nuevos productos y las interrelaciones de los mismos y sus
sistemas de manejo con el medio biótico – cultivos
tradicionales, otras especies, insectos, artrópodos,
peces,
mamíferos menores -, el medio
abiótico – suelo y agua
principalmente -, el medio antrópico – en sentido de
producto alimenticio y sanitario -, la siembra directa y la
implementación de tecnologías de Control Integrado
son consideraciones a tener en cuanto a la sustentabilidad del
medio ambiente
de la región.
7. La súper soja "
Rondup Ready "
Sus creadores la denominan Súper, porque tienen
en cuenta que tolerar uno de los herbicidas más potentes
del mercado para combatir malezas es casi increíble.
¿ Por qué RR ?
Son las iniciales inglesas de Roundup ( Marca comercial
del producto a base de Glifosato de la Empresa
Monsanto ) Ready ( preparado – listo ). Esto significa que es
soja preparada para este producto.
La resistencia al Glifosato ha sido estudiada durante
más de 10 años y la soja Roundup Ready ha estado en
lotes de ensayo desde
1989. Monsanto a desarrollado la investigación con
precaución, para asegurarse de que esta soja mejorada
genéticamente, solo difiera de otras sojas en que permite
el uso del glifosato durante el ciclo del cultivo, o sea en
postemergencia de soja, las variedades de soja "RR" fueron
seleccionadas sobre materiales
élite, por lo tanto rinden más que los testigos de
cada grupo, el
resultado de este desarrollo es una suma de beneficios para el
productor:
- Simplicidad: Con un herbicida soluciona TODOS los
inconvenientes de malezas. - Mayor Flexibilidad en el control de Malezas: Puede
aplicar el Glifosato cuando desee, desde el nacimiento hasta la
cosecha, con cualquier tamaño del cultivo o de las
malezas. - Mejor Control de las Malezas: Tanto sobre las de hoja
ancha como las ciperáceas, sobre las gramíneas
anuales y perennes, el poder
antimalezas es realmente muy efectivo. - Total Seguridad
para el Cultivo: No hay fitotoxicidad, aún en altas
dosis de Glifosato, ya que este se degrada en contacto con el
suelo. - Reducido costo en el
control de malezas: No solo porque el glifosato resulta
más económico que otras opciones, sino por que el
uso de un herbicida total tiene costos
más bajos que los programas de
control de malezas. - Totalmente compatible con la siembra directa: Lo cual
resulta en un incremento en la humedad del suelo, mientras
reduce la erosión
del mismo y el uso de gas
oil. - Menor necesidad de utilizar herbicidas
postemergentes: Las empresas de
semillas se han preparado para abastecer al 20% de la
producción de soja Argentina para
este año. Planean cubrir con un 60% en 1998 y en casi su
totalidad para fines 1999.
En el recorte que se presenta a continuación,
aparecido en el Diario Clarín se desarrolla el tema de los
logros alcanzados con la siembra de semillas transgénicas
resistentes a ciertas plagas, que han permitido reducir los
tiempos de siembra, los gastos en cuidado
preventivo y mantenimiento(trabajo mecánico,
fertilizantes, etc) y ocasionó el crecimiento de las
áreas sembradas.
Diario Clarín * Sábado 12 de agosto de
2000
La Tecnología : Máximos Rendimientos En Maíz Y
Soja
¿Dónde está el techo?
En Pergamino y Venado Tuerto, los concursos están
demostrando que el piso de producción está cada vez
más alto. Los rindes, para arriba.
En soja estamos estabilizándonos en rindes de 6.300 kilos
por hectárea",admitió José Fuentes,
titular de la Asociación de Ingenieros Agrónomos
del
Norte de Buenos Aires
(AIANBA), en el acto con el que se dieron a conocer los
resultados del 4to. Concurso de Máximos Rendimientos en
Soja.
La entidad viene haciendo estos certámenes en
colaboración con Cyanamid desde hace varios años. Y
este año, por primera vez, incorporaron a los
maíces Clearfield. El resultado: el lote ganador
rindió 16.200 kilos/ha.
No obstante, Fuentes
aclaró que todavía no encontró el techo. "En
Estados Unidos, a nivel de campo de productor están en los
24.400 kilos/ha".
No es el único test que se viene
haciendo en el país. Días pasados, el INTA Venado
Tuerto, en Santa Fe, también dio a conocer los resultados
de su concurso "Maíz
2000".
En ambos casos, por los resultados obtenidos quedó
confirmado que la producción agrícola
encontró un nuevo piso. En el concurso de Pergamino
participaron lotes que "tuvieron un período de barbecho
largo: 130 días y no fueron regados", explicó
José Santoro, director de servicio
técnico de la compañía. Y agregó que
el 40% de los lotes fue trabajado en directa, un 30% en labranza
mínima y el resto (30%) en convencional.
En cuanto a la siembra, señaló que el 40%
lo hizo a 70 cm, un 45% a 52 cm y un 15% sembró a 35 cm
entre hileras. Con estas características comunes, el lote
ganador rindió 6.216 kg/ha, y correspondió al
establecimiento de los hermanos Federico y Mauricio Esnaola, de
Chacabuco. Comparado con el promedio zonal (unos 2.900 kilos/ha)
representa un incremento del 115%.
¿Cómo lo hicieron?
Federico Esnaola explicó que "el lote venía
después de tres años de agricultura y
uno de sorgo forrajero". Trabajado en
convencional ("ya que solamente hacemos en directa soja de
segunda"), porque el lote entraba en la rotación con la
ganadería,
tomaron como precaución empezar con las labores con
bastante anticipación. "Por lo menos, más de 90
días, ya que estaba bastante engramonado", comentó.
La secuencia de labores se inició con la pasada de dos
discos con rolo, un arado, una pasada de rabasto con rastra, un
cincel con rastra y finalmente dos discos-rastra y rolo. El 15 de
noviembre iniciaron la siembra, a 70 cm, de la Pioneer 4396, una
soja resistente al glifosato, perteneciente al grupo 3 largo
e inoculada.
A los 30 días una aplicación de herbicida:
4 litros de Alteza (una mezcla de Roundup y el Pivot), para
combatir las malezas presentes y aprovechar la residualidad por
si aparecían algunas más adelante. "Por suerte, eso
no sucedió", dijo. Un manejo sencillo y sin
complicaciones. Y aun así, no es la primera vez que
obtienen rindes por encima de la media zonal. "En la
campaña anterior, tuvimos lotes con sojas no resistentes
que llegaron a los 4.600 kilos".
Pero no fueron los únicos que anduvieron por arriba de los
6.000 kilos. Juan Domingo Antunovich, de la localidad de
Arribeños, con un cultivar del grupo 4, y en labranza
mínima, redondeó los 6.058,4 kg/ha. E Isabelle de
Rossi, de Rawson, obtuvo 6.023,3 kg/ha. Ambos trabajaron en
labranza mínima. Detrás de los punteros, el
promedio de los 10 mejores lotes fue de 5.128 kg/ha (un 77% por
encima del promedio zonal) y el promedio general llegó a
los 4.167 kg/ha: un 44% más que la media.
La movida del maíz
En el debut del certamen, la nota la dieron los hermanos Jorge y
Raúl Carnaroglio, de Arribeños, quienes alcanzaron
un rinde inédito de 16.623 kg/ha, trabajando en
convencional. Claro que tuvieron algunas "ayudas". El lote
venía de formar parte de un criadero de cerdos. Por eso es
que Jorge le comentó a Clarín Rural que "partimos
de un suelo y unas precipitaciones muy buenas. Durante el ciclo
llovieron unos 600 mm. Además, el lote después de
un trigo/soja de segunda, quedó un año sin
cultivar".
También sembraron el 15/10, a 70 cm, un
híbrido de Nidera: A-888, en una densidad de
75.000 plantas/ha.
"Fertilizamos con unos 80 kilos de fosfato diamónico en la
línea a la siembra, y cuando el maíz medía
un puño (unos 15 cm) aplicamos unos 120 kilos de urea".
Para controlar las malezas, utilizaron una dosis de 114 gramos/ha
de On Duty.
La diferencia con el promedio zonal (unos 5.500 kilos)
fue mucho más marcada que en la soja: un 305% más.
Alberto Marchionni, de Hughes (Santa Fe) hizo doblete. Como
productor se llevó el segundo premio: 11.635 kg/ha, y como
asesor de Alvaro Caro, de Sarasa, el tercero: 10.892 kg/ha. Ambos
trabajando en directa.
¿Por qué cada vez son más los que
logran marcar récord? Hay muchas causas. Una de ellas es
el avance genético. "En soja, por ejemplo, estos
incrementos han sido en la última década de 60
kg/ha/año en los EE.UU., y de 20 a 30 kg/ha/año en
la Argentina", señaló Martín Ambrogio,
coordinador técnico de Aapresid.
Y añadió que, sin embargo, desde el punto de vista
de los rindes ha tenido un impacto muy superior la siembra
directa a través del mejor ambiente
productivo.
Y más aún, las llamadas sojas primavera, variedades
precoces tradicionalmente sembradas en latitud de 40° C, que
al ser llevadas a latitudes de 32-33° C (en el hemisferio
sur) con siembras de octubre coinciden en el período
crítico con condiciones ambientales de máxima
radiación
y temperaturas.
Ambrogio recordó que esta tecnología desarrollada
por Rogelio Fogante, en Marcos Juárez, permitió
incrementar la productividad en 1.000 a 1.200 kg/ha. Es decir,
este aumento significa una ganancia de 20 veces los porcentajes
logrados con el aporte genético, y en sólo un
año.
¿Y los precios?
Son la gran incógnita. "Estamos llegando al valor del
dolor", comentaban en un importante estudio agropecuario. "Los
rindes se logran. Lo que no se puede quebrar es la estrechez de
los márgenes", explicaban. Por eso es que la competitividad
de la soja se está llevando por delante al maíz y
especulan que el cereal podría resignar algo de
área en favor de la oleaginosa. Estos concursos mostraron
la única salida a la que se enfrenta la producción
agrícola en la actualidad.
En los países productores de insumos primarios,
como los nuestros, y que no reciben subsidios externos, no existe
otra chance de subsistir si no es a través del incremento
de la productividad física a los menores
costos posibles.
9. La
Clonación y la Oveja Dolly
El término "clonacion" se utiliza para designar
el proceso por el cual se obtienen organismos
genéticamente idénticos a partir de un único
progenitor, pudiendo considerarse un tipo de reproducción asexual.
A pesar de no ser un metodo de reciente data, ya en el siglo XIX
se sabia que era posible clonar celulas vegetales extraidas de
gajos o partes de la planta, recien a partir de 1997 tomó
conocimiento
mundial por el nacimiento de la oveja Dolly, clonada en un
laboratorio
inglés.
Este experimento marco un hito en la historia científica,
pues demostro que era posible clonar seres complejos como un
mamífero e incluso, daba el punto de partida a la clonacion
de seres humanos.
La labor científica se baso en la toma de una
celula de la ubre de la oveja progenitora, de la cual se extrajo
el núcleo(que contiene los cromosomas con el
material genetico, determinantes de los caracteres del
animal).
Como segundo paso, se procedio a tomar un ovulo no
fertilizado de la misma oveja, al cual se le quitó el
núcleo(sólo tiene la mitad de los cromosomas) y se
lo reemplazo por el núcleo de la otra célula.
En el ovulo manipulado, ahora con la carga genetica
completa extraída de la celula mamaria, se combinaron el
citoplasma y el núcleo con el ADN. Se le aplico
una leve carga electrica para simular la fertilizacion, y de esta
manera favorecer la división celular.
Una vez producida la multiplicación en el interior de un
tubo de ensayo(transcurridas aproximadamente 8 semanas
desde el inicio del proceso), los científicos implantaron
en el interior del utero de la oveja el embrión creado en
el laboratorio, que al cabo de 148 días de
gestación nació sin inconvenientes y fue llamada
"Dolly".
Dolly, un clon de la oveja progenitora había nacido en
base a un experimento que modifico la estructura y
contenido del ovulo con la combinación de una celula
cualquiera de la oveja. Asimismo, Dolly permitió a los
científicos afirmar que el ADN de los
animales no
experimentaba cambios irreversibles al ser modificado, que
hicieran imposible dar origen a un organismo completo.
Este resultado positivo para el mundo científico
permitiria en un futuro no muy lejano, aplacar el hambre(con la
obtención de alimentos tales
como leche y
carnes), obtener mejores medicinas que actúen
verdaderamente sobre el agente causal de la enfermedad, estudiar
el desarrollo del ADN y el mapa genetico del hombre.
En vistas de lo expuesto en el trabajo de
campo, creo importante resaltar que la aplicación de los
procesos
biotecnológicos en todas sus formas, puede traer
beneficios para mejorar la calidad de
vida de las personas y proteger el medio ambiente, aunque
también afirmo que si ese conocimiento
científico y las diversas pruebas que se
realizan en los laboratorios cayeran en las manos equivocadas,
podrían causarnos graves daños a todos.
El desarrollo de la técnica de clonacion en
animales, como
asi también el descubrimiento del mapa genético
humano, plantea un paradigma de
gran trascendencia e importancia mundial, ¿Somos
vulnerables a ser clonados, cuales son nuestras posibilidades de
sobrevivir en un mundo duplicado?
Más alla de esto, pienso que el descubrimiento
científico no es en si bueno o malo, sino que la
aplicación que sea dada por los "humanos" encargados de
manipular este tipo de información debe regirse por los principios
morales básicamente aceptados por el comun de la sociedad, a la
deberia tratar de ayudarse(como por ejemplo, la clonacion
de tejidos para
transplantes de piel) y no
intentar que resulte perjudicada. En este sentido (la
aplicación del conocimiento y
la técnicas biotecnológicas) deberían
dejarse los intereses particulares de lado de una vez por
todas.
¿Será en un futuro beneficioso para todos
nosotros la
clonación humana? Si observamos el lado positivo,
seguramente si pues tendremos a disposición nuevos
tratamientos terapéuticos que permitiran crear en
laboratorio organos y tejidos humanos para transplantes; una de
las consecuencias posibles, sobre la que tiene mucho peso el
contexto mundial y la fabricación de armamentos
químicos para las guerras, es la
de lograr el "hombre
perfecto" que pueda, gracias a la modificación genetica
del embrión, desarrollar anticuerpos para todas las
enfermedades.
Referido al tema de la Soja Transgénica, creo que
las mejoras logradas mediante la utilización de la
biotecnología son beneficiosas para todos. Cabe destacar
que con modificaciones geneticas realizadas en laboratorio,
mediante la aplicación del conocimiento
científico y la biotecnología, nos permiten
aumentar el nivel de cultivos, reducir los tiempos y simplificar
las tareas de cultivo, reducir el presupuesto de
siempra(al prescindir de la utilización de ciertos
agroquímicos), proteger el medio ambiente(al evitar el uso
de plaguicidas, menor riego, etc) permitir la plantación
de especies no autóctonas y hacer especies que por las
características implantadas puedan crear sus propios
anticuerpos a las plagas.
Todas las ventajas resumidas en el parrafo anterior
tiene su contrapartida si escuchamos la voz de los grupos
ecologistas y algunas asociaciones medicas del mundo, los cuales
sostienen que la aplicación de estos conocimientos y la
modificación de la estructura
genetica (transgénesis) de las semillas puede traer
consecuencias en los consumidores a largo plazo, pues
todavía no se ha determinado fehacientemente que estos
caracteres modificados no causen daños en el organismo y
sean los detonantes de enfermedades como el cáncer,
cada vez más comun en los últimos
años.
En lo que respecta a mi opinión, creo que estos
beneficios que pueden causar las semillas transgénicas
pueden ayudar a solucionar el problema del hambre en el mundo.
También coincido con los grupos
ecologistas, creo que todos los consumidores tenemos el derecho a
estar informados de qué comemos y en base a eso elegir.
Asimismo sería bueno que los encargados de controlar este
tipo de ensayos científicos comprueben de una vez por
todas si esas modificaciones realizadas en las semillas y en las
celulas hacen a los alimentos
transgenicos potencialmente peligrosos para la salud.
11. Bibliografía
Consultada
- www.inta.gov.ar
- www.monografías.com
- BIOLOGÍA I "Biología Humana y
Salud" –
Ed. Estrada - Enciclopedia Temática Guinness – La
Nación
Autor:
Alejandro Vigilante