The studies in the colonial
period.
The research has an analysis of the studies in the
colony. This period has been distinguished by two different
stages formation: 1580-1736 and the Enlightenment:
1736-1826.
The first stage belongs to the Real Audiencia (Real
Audience) in order to organize the first universities which could
grant academic degree. This colonial institution was oriented to
educate the Creole and Spanish elite, it was regarding primacy to
the lawyers and priests formation.
La síntesis
que presentamos establece una visión general de la
evolución de la universidad
colombiana tomando como hilo conductor las grandes reformas
educativas y políticas
que marcaron rupturas en el desarrollo de
esta institución en Colombia.
A través de cinco grandes períodos daremos
una caracterización de cada etapa de estudio en;
concepción del Estado sobre
la universidad; autonomía; fundaciones dentro del
desarrollo cultural-político del país; reformas
administrativas y de planes de estudio; profesores y estudiantes;
financiación y educación
superior femenina.
Debido a la extensión del trabajo en este
número de la Revista de
Historia de la
Educación Latinoamericana. presentaremos sólo
el primer período de estudio que se refiere a "Los
estudios superiores en la colonia".
El trabajo se sustenta en documentos de los
Archivo
General de Indias, Archivo General de la Nación
de Colombia, Archivo del Colegio Mayor del Rosario, entre
otros.
Este período lo caracterizamos en dos etapas
diferentes. La primera la denominamos como el de
formación: 1580-1736. La primera fecha indica los inicios
de los estudios superiores en la actual República de
Colombia. Finalizamos en 1736 por marcar la penetración
del movimiento
Ilustrado en el Virreinato de la Nueva Granda con la llegada de
la expedición geodesica. Sin embargo, la enseñanza Ilustrada en la universidad
santafereña se da a partir de 1757. El segundo
sub-período lo enmarcamos hasta 1826 cuando se estructura la
universidad republicana.
Concepción en la
organización de las Universidades
La primera etapa que hemos denominado de la
formación de los estudios superiores en este territorio
americano los circunscribimos de 1580 a 1736. La
concepción de estos estudios por parte del Estado
está unido a la organización administrativa que en su
momento se tenía en la península
Ibérica.
De acuerdo con lo anterior, y atendiendo a fuentes
documentales, las universidades en América
colonial se organizan por la iniciativa de las comunidades
religiosas, obispos, altos funcionarios de la Corona, Cabildos
Seculares e iniciativas de particulares. En cualquier caso para
obtener el título de Universidad, que le garantizaba el
otorgar grados, debía tener la Bula Papal ó
Cédula Real ó la de ambos.
Para entender la concepción que se tenía
sobre estos estudios, debemos comentar que las universidades en
la península Ibérica nacen por la iniciativa del
monarca y de obispos que apoyados por el clero organizan "al
menos una universidad en su reino". Entre las primeras
fundaciones encontramos la que se organizó en la ciudad de
Palencia en el reino de Castilla(1208). Esta universidad, nace de
la escuela
catedralicia palentina y de acuerdo con el obispo Tello se erige
"Estudio General" dando prelación al estudio de la
Teología como lo hacia la de París.. La
universidad, como es de suponer, llevó la respectiva
aprobación Real de Alfonso VIII(1221) y la Bula del Papa
Honorio III(1220). Esta institución no logró
consolidarse por problemas
económicos.
Pero, paralelamente, el rey leonés Alfonso
IX(1188-1229) transforma la escuela catedralicia en "Estudio
General", en la ciudad de Salamanca(1218), significando
"diversidad en sus enseñanzas, su caracterísitica de no privada(abierto a
todos) y la validez y aceptación de sus graduaciones". En
todo caso, fue hasta 1254 cuando se le reglamenta y se le dota
con las rentas que dio Alfonso X el Sabio y más tarde a
través de una participación en los diezmos
eclesiásticos del obispado de Salamanca. Según se
establece, la institución se consolidó con once
cátedras y al año siguiente recibe la Bula Papal
que le da reconocimiento de sus grados en toda la cristiandad. El
modelo de
universidad se asemeja al de la universidad de Bolonia donde se
daba mayor prelación al estudio de las leyes
manifestándose en el mayor número de
cátedras en esta área y en los más altos
salarios para
estos catedráticos. Ciertamente, hacia 1395 ya
tenía ocho cátedras dotadas en Derecho y una amplia
participación estudiantil en el "gobierno del
estudio". Los estudiantes se agrupaban en naciones. El gobierno
de la universidad se realizaba con un Rector que era un
estudiante noble y elegido por los colegiales. Este rector era
asesorado por ocho estudiantes procedentes de las naciones o
cofradías. Igualmente, contó con claustros
colegiales que se encargaron en organismos del gobierno
administrativo, económico y académico. Los Colegios
adscritos a la universidad inician su fundación a fines
del siglo XIV. Entre los más importantes podemos
señalar el de "Pan y Carbón"(1336) y el Mayor de
San Bartolomé (1401). En definitiva, esta universidad fue
creada por el Rey y con financiamiento
Real que posteriormente recibe la acreditación Papal y
económica eclesiástica y su modelo fue el de la
Universidad de Bolonia. Finalmente, sólo nos resta decir
que esta Institución es considerada como la modelo para
las universidades que se organizaron en América colonial,
principalmente, para aquellas que partieron de la iniciativa de
la Corona.
Otra universidad que va tener marcada influencia en la
organización de las universidades americanas es la de
Alcalá de Henares. Su fundador el arzobispo Francisco
Jiménez de Cisneros(1436-1517) tomó como base para
la fundación de la universidad los Estudios Generales que
había fundado el arzobispo de Toledo Dn. Gonzalo
García Gudiel y que habían obtenido la
aprobación Real en 1293. El modelo que utilizó
Cisneros fue el de la universidad de Singuenza que se
fundamentó en un Colegio con tres cátedras: Artes,
Teología y Derecho Canónico y que tenía la
prelación de dar grados académicos. Cisneros
prefirió el modelo del Colegio constituyendo el de San
Ildenfonso de Alcalá y que tuvo "anexos un convento y un
hospital de ancianos pobres, para ejercitar la oración y
la caridad junto al estudio". El objetivo del
fundador se centraba en llevar a cabo una reforma cultural y
espiritual del clero.
La universidad Cisneriana obtuvo la Bula Papal de
Alejandro VI, el 13 de abril de 1499, para fundar el Colegio y
otorgar grados en las facultades solicitadas. El modelo
sería el del Colegio de San Bartolomé de Salamanca
y para la enseñanza según la de Salamanca y
Valladolid. Además, se le concedió los privilegios
del Colegio de San Clemente de Bolonia. El reconocimiento real le
llegó por parte de Fernando de Aragón en 1512. La
universidad se financió con las vacantes del arzobispado y
en el siglo XVI llegó a tener 42.000 ducados mientras la
de Salamanca contaba sólo con 5.000 ó 6.000
ducados. La universidad funcionó inicialmente en el
convento de los franciscanos, situado en las afueras de la villa
pero en 1510 tenía su propio edificio, fecha en la cual se
promulgaron las Constituciones de la que se denominó
"Colegio Mayor y Universidad de San Ildefonso. Cisneros desde el
comienzo dejo claro que su universidad tendría como
prelación la enseñanza eclesiástica y que no
entraría a competir con la Salmantina que enseñaba
el derecho
civil.
El juego de la
doble protección, pontificia y regia, va configurando las
peculiaridades de estas corporaciones de amplia
proyección, con autonomía económica,
administrativa y jurídica. Exacta o no la
caracterización, se va gestando la imagen de una
Cristiandad de cultura
superior unificada, con el latín como instrumento
lingüístico de intercambio, planes de estudio
semejantes en las universidades existentes, y una movilidad
potencial de eruditos y estudiosos.
Resulta, pues, clarificador, considerar a la
universidad como una institución docente con
otorgamiento de grados reconocidos por autoridad del
Rey y del Pontífice (auctoritate regia et auctoritate
pontificia). Si carecían de alguna de ellas quedaban en
una categoría intermedia, como centros de estudios
(studia) generales o particulares
La primera reglamentación en España se
da con las Siete Partidas de Alfonso el Sabio. Aunque, no se
conocía el término universidad se emplea la de
"Estudio". Es en esta legislación donde se establece el
estudio general y particular. Los Estudios Generales
correspondían a enseñar las siete artes liberales,
leyes y decretos y los establecía el Papa o el Rey. El
estudio particular lo creaba el prelado o el concejo. Lo
significativo de esta institución era el hecho que
otorgaba grados y tenían aceptación en el mundo
occidental.
Es relevante señalar, que en América
colonial española se fundaron 32 universidades que
otorgaron grados académicos a eclesiásticos y
civiles. En su gran mayoría, estas instituciones,
obtuvieron las Cédulas Reales y Bulas Papales para su
fundación con plena autonomía en el manejo
financiero y educativo. Al iniciar el siglo XVIII las
únicas "oficiales" eran las de Limay México que
corresponden más al modelo salmantino. En el siglo XVIII
se organizan otras reales por iniciativa de los Cabildos como la
Universidad Real de San Felipe en Santiago de Chile, la
pública de Quito, Real de Caracas y la de Guadalajara en
México. Estas universidades estaban sometidas al Real
Patronato y financiadas por la Corona. Al finalizar el siglo
XVIII se habían clausurado 11, especialmente, las que
pertenecían a los jesuitas.
Según se establece, los antecedentes en las
fundaciones universitarias, de la actual Colombia, se dieron
desde la Real Audiencia en 1550. El origen de las universidades
fue diverso y se debió a iniciativas de las diferentes
comunidades, arzobispos y filántropos como Pedro Pinillos.
La localización se concentró en las grandes
ciudades contrario a lo que sucedió en Europa en los
orígenes.
El modelo de las universidades que se fundaron en este
territorio americano fue tomado, principalmente, de la de
Alcalá de Henares. Señala, Águeda
Rodríguez que es un modelo híbrido:
"convento-universidad; colegio-universidad; seminario-universidad, que implica la coexistencia
y colaboración de dos instituciones, el convento, el
colegio o seminario, base que acoge y da cimiento a la
institución universitaria, institución con
capacidad de otorgar grados académicos públicos".
En la parte, de estructura, organización,
legislación se siguieron por la de Salamanca. Los Reyes al
fundar las Reales de Lima y México señalan en los
requisitos que deben guiarse por las Constituciones de la
Universidad de Salamanca. Por otra parte, hay que señalar
que el rango de cada universidad era diferente según la
naturaleza y
características de la fundación. Estas era:
Mayores, Menores, Oficiales, Generales, con financiación
de comunidades religiosas, de particulares, Cabildos
eclesiásticos, Real Hacienda, Temporalidades, y
privilegios casi siempre equiparados a la de Salamanca que era la
referencia..
La primera universidad que se organizó en el
actual territorio colombiano fue la que regentó la Orden
Santo Tomás en Santafé de Bogotá (1580) que
se creó por la iniciativa y bajo la dirección de la comunidad de
Santo Domingo. Estos Estudios se organizaron desde el convento de
Nuestra Señora del Rosario que desde 1571 habían
establecido los estudios de Artes y Teología.. El objeto
de estos estudios era la formación para la carrera
eclesiástica bajo la enseñanza de "Aristóteles en Flosofía pero
comentado por el de Aquino". La Institución
representó la enseñanza del "tomismo
rígido", los textos fundamentales fueron los de Santo
Tomás, Antonio Goudin. Los estudios de Artes duraban en
torno a tres
años y los de Teología cuatro. Hay que decir, que
el modelo fue el de pedir la licencia de otorgar grados a los
estudios que se impartían en el convento. Destacamos, que
esta institución fue la que otorgó, en el
período colonial, los grados a los estudios impartidos en
el Colegio Mayor del Rosario y después de la
expulsión de los jesuitas lo hizó también a
los del Colegio Mayor de San Bartolomé. Al iniciar el
siglo XVIII sólo habían otorgado tres grados de
doctor.
Podríamos decir, que la Universidad de Santo
Tomás fue una de las instituciones educativas con mayor
poder
político y económico en el virreinato de la Nueva
Granada. Desde luego, defendieron sus privilegios y primacias
sobre los demás colegios e instituciones educativas. Con
los jesuitas sostuvieron dos polémicas: La primera por el
legado de Gaspar Núñez, que la ganaron. La segunda
por el privilegio exclusivo de otorgar grados, situación
que finalmente les correspondió compartir por mandato de
Real Cédula de 1704. Sin embargo, volvieron los dominicos
al privilegio de exclusividad de otorgar grados con la
expulsión de los jesuitas en 1767 pero con la reticencia
del Fiscal Moreno
y Escandón que comentaremos más
adelante.
Por su parte, en la capital del
Nuevo Reino de Granada, la comunidad de San Ignacio de Loyola
llega a la ciudad en 1604 y establece en el mismo año el
Colegio Máximo. Señala el historiador Mario
Herrán que "a Santafé llegaron cinco jesuitas el 23
de septiembre de 1604 y se ocuparon de inmediato en la tarea de
abrir colegio que se inagura el 1 de enero de 1605 con 70
estudiantes y las clases de gramática latina, con la que comenzaba la
segunda enseñanza, mientras el Padre Dadey fundaba la
cátedra de lengua
muisca". Este Colegio en 1608 abre el curso de Artes y
Filosofía y los de Teología en 1611. Se debe
indicar que es a este Colegio al que se le concede la Facultad de
dar grados con la Bula Papal de 1621 y la Cédula Real de
1623. Reiteramos que en este caso, se les otorgó el poder
de dar grados a los estudios impartidos en el Colegio
Máximo. El título de universidad no se le da en
ningún documento jurídico pero en el siglo XVIII se
de denomina como Universidad Javeriana en los documentos
oficiales de la época. Los estudios que se impartieron
eran los de la Ratium Studiorum de la Orden Jesuita unificada y
promulgada oficialmente por el Padre Acquaviva en
1599.
Es imprescindible que clarifiquemos en este trabajo la
confusión que se ha venido dando entre el Colegio
Máximo, Universidad Javeriana y Colegio San
Bartolomé. Ya hemos establecido que en el Colegio
Máximo funcionaron los estudios y la Universidad Javeriana
fue solamente el ente jurídico que tuvo la facultad de
otorgar los grados.
A este respecto debemos señalar que el Colegio
Seminario de San Bartolomé fue iniciativa del arzobispo
Lobo Guerrero para formar al clero secular. El Objeto del
arzobispo era restaurar el antiguo Seminario de San Luis que
había pertenecido al arzobispado y que había
fundado fray Luis Zapata pero que para la fecha según Lobo
de Guerrero "se encontraba en lamentable situación". Por
lo tanto solicita en 1599 que vengan los padres jesuitas a
regentar un Seminario que forme el clero secular. La
situación era tal que se localiza declaraciones de curas
de la época que indican que "sin saber lee lo
habían ordenado" La ignorancia del clero la certifica el
Padre Manuel Rodríguez, vice-provincial de la
Compañía de Jesús cunado informa que "la
igorancia estaba tan arraigada en el clero por no haber estudios
ni curiosidad en los eclesiásticos, y así los curas
eran a una mano tan idiotas que no habían tomado el
arte de la
lengua latina en sus manos"
Hay que decir, que el Colegio Mayor de San
Bartolomé tiene el Acta de fundación del 18 de
octubre de 1605 y por lo tanto es diferente al Colegio
Máximo. En la citada Acta de fundación se establece
que la dirección del Colegio queda a cargo de la comunidad
de San Ignacio de Loyola por ser "la mejor interpréte del
Concilio de Trento". El patrón del Seminario era el
Arzobispado y así queda registrado en las Constituciones
en el capítulo Primero; "a nos y a nros. Sucesores
pertenece in integrum el gobierno y administración de dicho colegio……. por
ser como somos, el primer patrón y fundador de dicho
Seminario". Con razón señala el historiador Mario
Herrán que "el colegio Seminario no era propiedad de
los jesuitas como no lo fue nunca en la época colonial. Su
personería jurídica pertenecía al
arzobispado". Se estableció, igualmente, la
reglamentación del ingreso de los estudiantes: "mandamos
que las personas que entraren en dicho seminario sean pobres,
españoles y de legitimo matrimonio, y de
edad de por lo menos do; y que sepan leer y escribir, de buenas
costumbres y habilidad; y serán preferidos con iguales
partes de las dichas, los descendientes de conquistadores". El
gobierno de la institución fue nombrado de manera
provisional por el arzobispo mientras el Superior provincial de
los jesuitas realizaba los nombramientos en propiedad.
El hecho que esta en discusión es si en esta
institución se impartieron estudios o si por el contrario
sólo fue un lugar de residencia para los estudiantes. El
historiador Herrán señala que era sólo un
sitio de residencia mientras José Manuel Groot y Luis
Bohórquez Casallas dan a entender que allí se
otorgaban estudios. El hecho es que los estudiantes bartolinos se
clasificaban en tres: Los primeros: los que estudiaban para
sacerdotes y eran sostenidos por la Iglesia; Los
segundos; los convictores, que eran alumnos seglares que pagaban
su pensión; Los terceros: Los colegiales reales: eran
alumnos nombrados por los vicepatronos y costeados por el erario
real" . Por su parte, el historiador Herrán indica que los
estudiantes del Colegio Máximo eran: "los bartolinos, eran
los internos; los estudiantes jesuitas igualmente eran internos;
los estudiantes externos que residían en Santafé.
Al alumno externo se le denominaba manteista(por su atuendo).
Todos los estudiantes acudían a una sola
institución docente que era el Colegio Máximo, cuyo
número durante el siglo XVII fluctúo entre 50 y 100
alumnos"
La importancia de la discusión radica en el hecho
para determinar el modelo de organización de la
institución educativa. Nosotros nos inclinamos por la
apreciación del Dr. Herrán con la
apreciación que los externos podrían ser bartolinos
o jesuitas. Nuestro interés se
centra en el tipo de educación y de
enseñanza que recibían. Consideramos que se
impartía igual educación de estudios mayores para
los bartolinos y jesuitas. Es decir, allí se
accedía a las facultades mayores de Artes y
filosofía. El Plan de estudios
que se siguió fue similar al de Seminario de Nobles de
Madrid. Es decir, se aplicó la Ratium Studiorum de las
instituciones educativas jesuitas. El título como hemos
indicado lo daba la Universidad Javeriana como ente
jurídico. Por otra parte, hay que insitir que el modelo
era de la Universidad de Alcalá d eHenares no tanto por la
procedencia y administración desde un Colegio sino por la
prelación hacia los estudios de Teología. Los
grados que se otorgaron desde la Universidad Javeriana para los
estudiantes bartolinos fueron los de: Bachiller en Artes, Maestro
en Artes y Doctor en Filosofía.
Sin embargo, debemos señalar que los estudios que
se impartieron en esta Institución bajo la
administración jesuita marco un avance en los
contenidos de los estudios frente a los impartidos por la
Universidad Santo Tomás. Consideramos un hecho relevante
el tener religiosos extranjeros que permitieron la
enseñanza de los avances teórico-científicos
que se desarrollaban en Europa en ese momento. El método
jesuítico lo permitía de enseñar para
refutar las teorías
del momento. El Padre Juan Manuel Pacheco llega a considerar que
los circulos más avanzados d ela época estaban
alreedor de la Universidad Javeriana"donde se había
despertado el interés por las Ciencias
Naturales" como lo dmuestra el libro del
Padre José Gumilla "El Orinoco Ilustrado" y el curso de
filosofía que se títula Physica specialis et
curiosa" donde se enseño en 1757 las experiencias de
filosofos modernos y se explica las teorías del universo como las
de Tycho Brahe y Copérnico. A lo anterior debemos
agregarle la voluminosa biblioteca que
contaba con 4.182 volúmenes, de estos 83 eran de matemáticas y se encontraban además
obras de Ilustrados como Feijoo.
No podemos dejar pasar el álgido debate que se
dio entre la comunidad de Santo Domingo y la de Jesuitas por la
prelación de otorgar grados y que finalizó con la
Cédula Real de 1704 que dio iguales prelaciones a las
comunidades citadas. Un completo estudio se puede localizar en el
libro "Polémicas universitarias en Santafé de
Bogotá".
Bajo el modelo de convento-universidad se
organizó en Santafé la universidad de San
Nicolás de Mira (1694) bajo la administración de
los agustinos calzados. El modelo por lo tanto fue el de
Alcalá en su organización y en la prelación
de los estudios para Teología. La institución
abogó para la fundación los derechos que le daba a al
comunidad la Bula del 24 de abril de 1694, que le daba derecho
para fundar universidad y otorgar grados a "los individuos de la
corporación" y un Colegio Mayor. Además, del Pase
Regio del 22 de abril de 1703 que reafirmaba estos privilegios.
El hecho es que en Santafé esta comunidad en 1697
inició curso académico con la característica
que fue sólo para el personal de su
comunidad. Igualmente, tuvieron bajo su administración, en
la etapa de 1739 a 1775, el Colegio de San Miguel que se suprime
el 1 de junio de 1775, cediéndose al concilio provincial.
La universidad siguió funcionando hasta 1861, siendo su
último rector Felipe Bernal.
Otra institución de estudios superiores que
impartió estudios superiores sólo al personal de su
Orden fue la de San Buenaventura y que fundó la Orden
Franciscana conforme al "Decreto Especial" del Definitorio
Provincial de los franciscanos de1688, por el cual se
determinó " que en Santa Fe, se erigiese y formase un
Colegio Mayor con título excelso doctor San Buenaventura"
Su dirección y construcción estuvo a cargo de Fray Diego
Barroso en 1708. Hay que decir que, la idea surgió del
convento pero el modelo fue el de colegio-universidad. Se indica
que "El claustro surgió de las legítimas
aspiraciones de la Provincia Franciscana del Nuevo Reino de
Granada de tener su propio centro de estudios superiores, en
donde se profesan las enseñanzas de la escuela
franciscana, centradas en el binomio de sus maestros más
representativos: San Buenaventura y el Beato Juan Duns Escoto"
.
Esta Institución obtuvo el reconocimiento como
institución plenamente constituida en el Capítulo
General de la Orden Franciscana reunido en Valladolid,
España en 1740 y fue aprobada por la Corona
Española mediante Cédula Real de Fernando VI, en
1747, " por la cual debían reconocerse a los estudiantes
seculares los cursos que
legítimamente constare para la obtención de sus
respectivos grados, en la Universidad de aquellos reinos". En
Santafé de Bogotá funcionó
ininterrumpidamente hasta el siglo XIX, cuando el gobierno
nacional del General Tomás Cipriano de Mosquera dispuso la
extinción de las comunidades religiosas por Decreto del 5
de noviembre de 1861.
Mención especial merece la fundación del
Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario(1651) por
parte de fray Cristóbal de Torres de la Orden de los
Predicadores quien, el 4 de julio de 1645, dona mediante escritura
pública diez mil pesos para la creación de esta
institución educativa para "los nobles" del Nuevo Reyno de
Granada. No podemos dejar de lado el hecho que fray
Cristóbal inicialmente, en 1645, deja el colegio bajo la
dirección de los padres dominicos, nombrando como rector a
Fray Tomás Navarro y poniendo bajo la disposición
de esta comunidad el mayor presupuesto
económico que ningún otro colegio tuvo en este
Reyno.
Su propósito educativo fue el de realizar "una
réplica" del Colegio del Arzobispo de la ciudad de
Salamanca. Reiteramos que su objetivo era el de fundar una
institución donde se educara la población seglar , especialmente en
aquellas ramas que más se necesiban, según
él, en el Nuevo Reyno como eran: sacerdotes, abogados y
médicos. En la solicitud de fundación indica: "Mi
deseo es que los colegiales han de ser seglares …. y es mi
deseo que llegue a tenr treinta colegiales; diez teólogos
para seminaristas de curas, diez canonistas y legistas y diez
médicos que son las dos cosas de suprema necesidad en este
Reyno: para el trato político, los unos, y para la
conservación de la vida humana, los otros"
En efecto, el Rey expide la Real Cédula del 31 de
diciembre de 1651, concediendo de esta manera al arzobispo la
licencia y facultad de fundar el colegio con los mismos honores y
privilegios de los que gozaba el "Colegio del Arzobispo" de
Salamanca. El Colegio se inició, en 1653, con 13
colegiales que ingresaban a los estudios de: Artes(3
años); Teología según Santo Tomás (4
años); Canónes y Leyes y Medicina.
Ahora bien, en las circunstancias de estar el Colegio
bajo la admistración de los dominicos se presentó
una dura polémica con fray Cristóbal Torres porque
la Orden de Santo Domingo, creyó que era suyo el Colegio y
empezó a disponer con otra orientación de los
bienes
económicos de la Institución. De inmediato fray
Cristóbal cambia el rector y solicita la entrega del
Colegio. Sin embargo, la citada entrega demoró 11
años y 3 meses, tiempo durante el
cual los dominicos despojaron de los bienes económicos al
Colegio. Si bien es cierto que los dominicos entregaron el
Colegio se debe decir que ellos se aseguraron de continuar con el
control
ideológico y académico en la institución por
medio de la enseñanza de Santo Tomás, que se
indicaba desde las Constituciones, y por otra se obligaba a los
estudiantes a recibir los grados en la Universidad Santo
Tomás.
Cae por su peso que si los dominicos entregaron sin
mayores fondos económicos el colegio, era de esperar, como
así sucedió, que entró el Instituto en una
larga y penosa crisis
económica, que se agudiza en 1669 cuando los colegiales
descienden de 15 a 11. Además, se debe indicar la
reducción en las cátedras, dejando sólo
cuatro: una de gramática, una de filosofía y dos de
Teología. Preciso es señalar que el Colegio gozaba
del apoyo Real que se demuestra además por la real
Cédula de Felipe IV de 1663 reafirmando el carácter
secular de la Institución. Ante la crisis económica
se recurre al Rey para la respectiva financiación por
parte de solicitudes de la Real Audiencia. Esta ayuda sólo
llega hacia 1715 pero no logra salir de la crisi financiewra el
Colegio. En todo caso llo que nos interesa reseñar
aquí, es el carácter secular de la
institución y el apoyo real, que más que
económico se manifiesta en elevarlo de categoría,
ascendiéndolo al mismo nivel que los de España. LO
anterior ayuda a explicar, junto con su carácter secular
el por qué se toma este Colegio junto con el de San
Bartolomé para la aplicación de la reforma de
estudios del Fiscal Moreo y Escandón.
Fuera de la ciudad de Santa fé se organizaron dos
instituciones que impartieron estudios superiores en el Nuevo
Reyno de Granada: el Colegio-seminario de Popayán, bajo la
administración de los jesuitas y el Colegio-Universidad de
San Pedro Apóstol (1806), localizado en la villa de Mompox
y que quedo bajo la administración del Cabildo
Civil.
En cuanto al primero El Colegio Seminario de
Popayán recibe las respectivas aprobaciones de: Real
Audiencia (15 de noviembre de 1640); Real Provisión (28
noviembre de 1640). El Colegio se abrió con las
cátedras de: gramática, filosofía y
Teología. Esta institución se cerró en 1767
con la expulsión de los jesuitas. Después d e diez
años, el rey dispuso que se tomará este local para
casa de estudios denominándolo "Colegio Real Seminario".
El Colegio lo tomaron los dominicos pero a los pocos años
lo dejaron por tener pocos alumnos. Es así, que el Obispo
tomó el Colegio y en 1784 se reabre con las
cátedras de : lengua latina, filosofía,
teología dogmática y moral. Debe
indicarse que el Cabildo de Popayán en 1793
solicitó ante el Rey la prerrogativa de dar grados en el
Colegio real y establecer las cátedras de Derecho Civil y
Canónico. La solicitud fue denegada porque el centralismo de la
capital, parece ser que lo impidió. Sin embargo, hacia
esta fecha se encontraba de profesor en este Colegio José
Felix de Restrepo que enseño la filosofía Ilustrada
que había aprendido en Santafé durante la
aplicación del Plan de Estudios de Moreno y
Escandón.
El segundo colegio que se fundó fuera de
Santafé, con la categoría de Universidad, fue el
Colegio-Universidad de San Pedro Apóstol (1806), en
Mompox.
Autonomía
La autonomía hace parte del concepto de
universidad desde sus orígenes. La autonomía se
manifiesta en "la academia que significa que cada universidad
puede aplicar los planes y programas de
trabajo que considere apropiados para el cumplimiento de su
misión". En este sentido, debemos indicar
que la universidad colonial, hasta 1767, se daba sus propios
planes y programas que correspondían a la Ratium Studiurun
de la comunidad fundadora de la institución.
Por otra parte, la autonomía administrativa por
medio de la cual la comunidad universitaria elige su propio
gobierno. Esta se daba de diferente manera en las instituciones.
Por ejemplo, a partir de 1774 los claustros de colegiales del
Rosario y San Bartolomé realizaban las oposiciones de los
catedráticos, y enviaban los nombres para su nombramiento
al virrey. Los colegiales eran seleccionados por el mismo
claustro.
La autonomía financiera según la cual cada
universidad organiza y administra su patrimonio sin
el control Estatal. Esta modalidad se dio completamente en el
período colonial.
Planes de Estudios y reformas administrativas
"Este cielo azul que todos vemos
ni es cielo, ni es azul; lástima
grande
que no sea verdad tanta belleza"
Las universidades estaban administradas totalmente por
el clero, predominando en la enseñanza y en el
método la filosofía escolástica. Estas
instituciones tenían como función
otorgar los grados. En los casos de Santo Tomás y la
Javeriana les otorgaban los grados a los civiles que
recibían los estudios en los Colegios Mayores del Rosario
y San Bartolomé respectivamente. Las áreas de
estudio, se centraban en la trivium: gramática,
retórica y súmulas; el y cuatrivium:
arimética, geometría,
música, y
astronomía. Los planes de estudio de:
gramática latina, filosofía, teología y
jurisprudencia
se impartían bajo el método de enseñanza
escolástico con el dictatio y la disputatio y la lengua
académica, como hemos indicado era el latín.
Sólo a comienzos del Siglo XIX se restituyó la
enseñanza de la medicina en el Colegio Mayor del Rosario.
Los niveles de enseñanza eran: Primeras letras y
Gramática. Los estudios superiores se concebían
desde el grado de Bachiller en Artes o Filosofía (3
años). Este título era indispensable para acceder a
los estudios de Bachiller en Cánones y leyes(3
años) y Doctor(2 o 3 cursos).
En el período colonial, en concreto en el
siglo XVIII, con el ingreso del movimiento cultural de la
Ilustración se presentaron grandes transformaciones en
la
educación de los estudios superiores. Hay que decir,
que la universidad Javeriana desde 1757 se localiza que el
profesor de filosofía enseñaba a Isacc Newton(1642-1727) y a Nicolás
Copérnico. Pero lo significativo que se debe tener en
cuenta es que en cuanto hace a la educación superior, se
optó por dos clases de soluciones,
con el objeto de disminuir la influencia absorbente de la
escolástica. En primer lugar, y con el objeto de evitar la
modificación de los planes de estudio, se empezó a
dictar la cátedra de matemáticas, acontecimiento
que en Santafé tuvo lugar en un acto solemne celebrado el
13 de marzo de 1762, en la capilla de la Bordadita del Colegio
Mayor de Nuestra Señora del Rosario a cargo del
médico de cámara del virrey Pedro Messía de
la Zerda, José Celestino Mutis( 1732-1808).
En el virreinato de la Nueva Granada, con la
expulsión de los jesuitas se da un vuelco en la
educación. Fue significativo que las propuestas de reforma
educativa provinieron de la élite criolla, de funcionarios
reales y en algunos casos se implementó por Orden Real
como fue el caso de la universidad de Caracas. De otra parte, las
reformas se orientaron a la administración; al
método, para cambiar el escolástico por el
experimental; en los estudios, con nuevas disciplinas donde se
relevaba la "Summa de Santo Tomás" por autores basados en
el pensamiento
Ilustrado.
Reiteramos que el aspecto relevante a tener en cuenta es
que las reformas se inician a partir de la expulsión de
los jesuitas y se propone la creación de universidades
públicas financiadas con el dinero de
los expatriados. Planteadas así las cosas y para entender
las diferentes propuestas que se dieron en el virreinato de la
Nueva Granada
Ciertamente, la expulsión de los jesuitas
contribuyó para que el grupo de
ilustrados entrará a la palestra con reformas educativas
para los estudios superiores en el virreinato. En primera
instancia, a partir de 1767, el sector civil abogó, a
través del Fiscal Moreno y 3Escandón(1736-1792) la
dirección de los estudios superiores y se presentó
la propuesta de la primera universidad Pública para este
virreinato. Esta propuesta de universidad se caracterizó
porque por primera vez el Estado
tendría el control sobre la educación superior en
la administración y supervisión de los estudios que se
impartieran. Hay que indicar que la propuesta contó con el
apoyo del virrey Manuel Guirior y del Cabildo Secular y Junta de
Temporalidades que la aprobó y ordenó su
aplicación de inmediato mientras se seguía el
trámite reglamentario ante el Consejo de
Indias.
La idea era tener universidad pública como las
existentes en Lima, México y Santiago de Chile. Insistimos
que estas instituciones eran para educar a los blancos de la
nobleza. La característica de pública
correspondía al control por parte de la Corona y
financiadas por ésta.
La propuesta se caracteriza por apoyarse en la política del
"Patronato Real". Es decir, el Estado controlaría la
educación y no, como hasta ahora, las comunidades
religiosas o el sector eclesiástico. Lo anterior
significaba que el sector civil adquiría el derecho a
dirigir la educación reduciendo de esta manera la
influencia de las comunidades religiosas. La propuesta de Moreno
de concretaba en la creación de universidad pública
que sería financiada con el dinero de los
expatriados y que él entraba a controlar desde la Junta de
Temporalidades.
Se debe recordar que el rey para controlar que los
antiguos bienes de los jesuitas "no se perdiesen en manos
diferentes a las del Estado, ordena la formación de 10
Juntas de Temporalidades en todo el reino de España,
incluyendo las colonias. Una de estas le correspondió,
como lo hemos indicado, al Virreinato del Nuevo Reino de
Granada".
En efecto, las Juntas se reglamentaron y su objetivo fue
el de "formar nómina
o lista de los colegios, casas de residencia, misiones o
doctrinas y cualesquiera otro establecimiento que hubiesen tenido
los regulares de la Compañía en su respectivo
territorio". Es más, se señalo que la
aplicación de estos bienes se destinará a la
educación y bien público.
Es por ello, que el fiscal Moreno sustenta la base
económica de la propuesta, de "Universidad pública"
para Santafé, en la Temporalidades de los Jesuitas, los
novenos del arzobispado, siguiendo el ejemplo de la Universidad
de Lima.
Es imprescindible conocer que la comunidad de Santo
Domingo también aspiraba al monopolio
educativo en Santafé. Las polémicas habían
sido fuertes con los jesuitas en el siglo XVIII y al final les
correspondió compartir los privilegios de otorgar grados.
No cabe duda que pensó que la oportunidad les llegaba. Y,
por supuesto manifestaron al Rey, por intermedio del padre fray
Jacinto Antonio Buenaventura, que "por la estrechez del colegio y
pobreza para
adquirir libros de
ciencia
solicitaban se les otorgará los bienes de los jesuitas".
Pero hay todavía otro aspecto que conviene señalar:
los dominicos no sólo pedían "para sí los
bienes de los jesuitas, el Colegio Máximo con todas sus
pertenencias, y los derechos y privilegios que tenía la
antigua universidad de los jesuitas, sino además, todas
las prerrogativas que el fiscal Moreno pedía para la
universidad pública"
Por otra parte, otro aspecto que salta a la palestra es
el de los grados académicos. De hecho al instaurarse la
universidad pública propuesta por Moreno, cesarían
de inmediato los privilegios de otorgar grados para la
universidad Santo Tomás y ciertamente se
cuestionaría su misma razón de ser.
La tesis que
sostenemos para Santafé es que los dominicos previeron el
panorama terrible que se les venía. No era difícil
imaginar que la propuesta los desplazaba del control educativo.
Ciertamente, el plan que presentó el Fiscal, el 9 de mayo
de 1768 ante la Real Audiencia de Santa Fe, señalaba el
problema de fondo: el sector civil estaba relegado de los cargos
en el campo de la educación. En efecto, señala que:
"Los religiosos han empuñado el cetro de las ciencias, han
dominado en los empleos de rectores, regentes de estudios,
examinadores en los grados y árbitros en conferirlos,
quedando los seculares sujetos con la dura servidumbre, a vivir
siempre inferiores sin esperanza de sacudir tan pesado
yugo"
De acuerdo con este planteamiento de Moreno, hay que
subrayar que en Santafé las universidades y colegios
mayores que impartieron estudios al sector civil estuvieron bajo
el control de las comunidades religiosas: jesuitas, dominicos y
Agustinos calzados con la excepción de uno de los casos
atípicos en América colonial como fue el caso del
Colegio Mayor del Rosario con patronato Real y
eclesiástico.
Pero hay otro aspecto que se debe destacar en esta
rivalidad de poderes: el tipo de educación que se
impartía y Moreno estaba dispuesto a afrontar esta reforma
demostrando que " los religiosos tenían una obsesiva
enemistad hacia los avances de la ciencia y
la filosofía útil".
Aunque a lo largo de este periodo se pueden analizar
diversos casos sólo compararemos con la reforma que
llevó a cabo al peruano Olavide. En efecto, los dominicos
llevan el liderazgo en
la contrarreforma en Sevilla y le inician a Olavide un proceso en la
Inquisición. En este caso la nobleza andaluza no iba a
permitir las reformas de este ilustrado en la provincia de
Andalucía. En Santafé, asimismo al fiscal Moreno no
le perdonarían que hubiese osado quitarle los privilegios
y monopolio que ejercía esta comunidad de Santo Domingo.
Hay que subrayar que aquí lo envían a Chile lejos
de su familia y de su
tierra en un
cargo secundario de funcionario público.
En el proceso peculiar que nos ocupamos de
Santafé, los ataques fueron radicales y a pesar que la
Junta de Temporalidades y la Audiencia apoyaron al Fiscal, hay
que decir, que el poder de los dominicos fue más fuerte en
la Corte tal como se vio en Sevilla con Pablo de
Olavide.
Pero no cabe duda, que en Santafé, el sector
civil consiguió sus objetivos
aunque por un corto periodo de tiempo. En este proceso fue
significativo el apoyo que el Cabildo le otorgó a Moreno.
En efecto, el 23 de noviembre de 1769 le indicaba el Cabildo al
Rey la necesidad de establecer universidad pública con el
criterio que "era tan urgente como son notorios los daños
que ocasiona su defecto en una capital que abunda la
lúcida e ingeniosa juventud
aplicada por inclinación al estudio de las letras". Es
bien sabido que la reforma de Moreno se presentó el 12 de
septiembre de 1774 y lo aprobó la Junta Superior de
Aplicaciones el 22 de septiembre del mismo mes y
año.
La propuesta de Moreno se aplicó por escasos
cinco años en los Colegios Mayores del Rosario y de San
Bartolomé, de Santafé, entre 1774 a 1779.
Así pues, los contenidos y método
escolástico se reformaron con el nuevo Plan de Estudios.
Lo significativo del Plan que se aplicó es que
contempló modificaciones en la enseñanza de las
cátedras de filosofía, introduciendo la
enseñanza en la lógica
de Fortunato de Brecia; en las matemáticas
ciñéndose al texto del
alemán Christian Wolff; en la teología,
restringiendo la influencia de Santo Tomás; en cuanto hace
al derecho, se subrayó la importancia de estudiar las
leyes reales.
Pero la propuesta del Fiscal se enfrentó a una
formación universitaria que giraba en torno de una
concepción teocéntrica del conocimiento
que en una sociedad como la
neogranadina constituía, no sólo el eje de la
mentalidad, como era obvio, sino que también condicionaba
la educación de quienes, en un momento dado, debían
engrosar las filas de la vanguardia
intelectual.
Así, a pesar de que el arzobispo Fray
Cristóbal de Torres había creado, con la
fundación del Colegio Mayor de Nuestra Señora del
Rosario en 1653, un centro educativo destinado a la
formación del sector secular, donde se educaran no
sólo miembros del sector eclesiástico, sino
también médicos y abogados, varias décadas
después, en 1693, tan sólo habían salido de
sus aulas tres abogados y dos de ellos en derecho
canónico.
Por otra parte, en San Bartolomé¸ el otro
colegio mayor donde se educaba la juventud santafereña,
los estudios de derecho sólo fueron implementados a
principios del
siglo XVIII. En apariencia, no sólo se trataba de que el
mercado laboral
únicamente era apto para absorber elementos pertenecientes
al sector eclesiástico, sino que en Santafé el
ambiente
intelectual, ya en la mitad del siglo XVIII, aún estaba
influenciado casi totalmente por la escolástica.
Además, se presentaba una grave situación
denunciada por Moreno: escaseaban los libros y el sector secular
estaba muy poco comprometido con las nuevas ideas que manejaba la
intelectualidad europea e inclusive española.
Precisamente, el virrey Guirior, en su relación
de mando de 1776, valora la aplicación del Plan en los
siguientes términos: "Con tan feliz suceso, que en
sólo un año que se ha observado este acertado
método, se han reconocido por experiencia los progresos
que hacen los jóvenes en la aritmética, álgebra,
geometría y trigonometría, en la jurisprudencia y
teología".
Sin embargo, la comunidad de los Dominicos a quienes se
les eliminó la prelación de dar grados iniciaron un
pleito ante la Corte que ganaron al conseguir nuevamente el
monopolio educativo en la capital. Ciertamente, la contrarreforma
llegó en 1779 e impusieron nuevamente un plan de corte
escolástico. Hay que decir, que el proceso de
revocación del Plan de Moreno se realizó de una
manera muy peculiar. Según se establece documentalmente el
13 de octubre de 1779 el señor Gutiérrez de
Piñerez, asumiendo las funciones de
virrey Flórez citó a la Junta de estudios donde los
dominicos tenían el control. Un hecho significativo es que
no asistió el arzobispo Caballero y Góngora quien
manifestará que esta Junta "fue demasiado ampliada" y "no
era nada apta para resolver sobre estudios".
Quizá, resultó inevitable la ley de vida y
consecuencias para quienes son pioneros en los cambios
socio-políticos. En realidad, se alcanzan los objetivos
con grandes sacrificios personales y al final la oposición
nunca perdona que le hayan realizado los cambios y contraatacan
al pionero con el arma más fuerte como es la de
desmeritarlo, quitarle todo poder político y al final la
estocada mortal. En este caso el visitador Gutiérrez de
Piñerez consiguió quitar del camino a Moreno y
Escandón. Es difícil imaginar la salida de Moreno
para Lima en abril de 1780 a donde se desplazó con el
cargo de Fiscal del Crimen dejando en su tierra natal una "carga
de sinsabores y con la derrota a cuestas de un proyecto al que
le había dedicado su vida y que para desventura del
virreinato, no logró institucionalizarse. Así pues,
nuestro reformador de los estudios nunca regresa a su patria y
muere como funcionario público en Santiago de Chile en
1791.
Sin embargo, el grupo del fiscal Moreno que lideraba el
gaditano José Celestino Mutis vuelve con un nuevo Plan de
Estudios a través, en esta ocasión, del Virrey
Caballero y Góngora (1723-1796) quien pertenecía al
sector de clérigos ilustrados y regalistas. Caballero
retomó la bandera de Moreno con todas las implicaciones
que esto significó de enfrentamiento a la comunidad de
Santo Domingo. La arremetida fue fuerte e inició por
quitarle las prerrogativas de otorgar grados a la universidad
Santo Tomás el 21 de enero de 1780 y lo ratifica el 29 de
julio del mismo año. En su cargo de virrey aprueba la
Expedición Botánica de Mutis en 1783 y en 1786
restablece la cátedra de matemática
y luego, retoma la bandera de una universidad pública con
la propuesta de la "Universidad Real Mayor de San Carlos" que
presenta el 13 de julio de 1787. Como es de suponer, la propuesta
no pasó en la Corte el virrey termina su mandato en 1789,
en el mismo año que muere Carlos III y con él una
época de avance cultural, en medio de polémicas por
la secularización de los estudios superiores en el
virreinato de la Nueva Granada.
El Plan de Estudios del arzobispo-virrey contemplaba
algunas innovaciones con respecto al plan de Moreno y
Escandón. El Plan se dirigió a "a sustituir las
útiles ciencias en lugar de las meramente especulativas en
que hasta ahora se ha perdido el tiempo". Aparte de la
cátedra de filosofía tradicional, contempló
la apertura de otras, como la de matemáticas, la de
botánica, la de química, la de
medicina y la de algunas otras cátedras para la
enseñanza de la teología. Por razones de orden
burocrático, sin embargo, el plan de Caballero y
Góngora no llegó a aplicarse. Es importante
subrayar que se trató de un Plan de estudios ilustrado
cuyo autor fue un virrey. Sin embargo, bajo su gobierno se
reabrió la cátedra de matemáticas(1776) y se
puso en funcionamiento la de derecho
público. En cuanto a la cátedra de
matemáticas, Mutis la dictó durante cortos
período, entre 1762 y 1767 y después de 1770 a
1774. Por otra parte, es bien sabido que se inicia la
Expedición Botánica bajo la dirección de
José Celestino Mutis en 1783. Es allí donde se
concentró la formación ilustrada de un grupo de la
élite criolla neograndina.
Queda por explicar que el hecho de la no
aprobación, por cuestiones de tipo burocrático,
revela hasta qué punto en la implantación de esos
planes influyeron asuntos de orden económico y
político, aspectos que se hallaban profundamente
entrelazados y que evidencian la distancia a veces sumamente
profunda entre la presencia de un discurso
abierto a toda suerte de innovaciones y la falta de
interés real en llevarlo a cabo.
Innovación importante en los estudios superiores
fue la de la cátedra de derecho público, cuya
apertura había sido dispuesta por el Plan de Estudios de
1779, y que sólo fue abierta en 1787 . A pesar de que en
esta cátedra se apoyó el despotismo ilustrado,
permitió el manejo de la razón como elemento para
el estudio del derecho. Suprimida en 1794, fue reemplazada por la
de derecho real.
Es sorprendente la actitud de los
virreyes y, en general de la ilustración española. Por una parte,
por ejemplo, Antonio Nariño traduce los derechos del
hombre de un
libro que se encontraba en poder del virrey José de
Ezpeleta. Por la otra, bajo la gestión
de este mismo mandatario se prohibe una cátedra que era
una especie de caballo de Troya a través de la cual no
solamente se justificaba el despotismo ilustrado sino que el
texto utlizado también contenía el germen para
poner en tela de juicio la legitimidad de ese mismo
despotismo.
Por ello la cátedra de derecho público
debió ser suprimida, y reemplazada por la de derecho real.
A pesar de que el método elegido para dictar la nueva
asignatura era el tradicional, de toda maneras la
enseñanza de las instituciones jurídicas
españolas en la universidad significó un avance
considerable en relación con la enseñanza del
derecho tal como se llevaba a cabo hasta ese momento, basada
generalmente en el derecho romano
y en el uso del latín.
En todo caso los virreyes continuaron señalando
en sus informes en la
necesidad de una universidad pública para este virreinato.
Sin embargo, Don José de Ezpeleta(1789-1796) inició
la represión contra quienes divulgaron las ideas de la
revolución
francesa en los claustros de los estudios superiores. Por el
contrario, la orden dominicana recibió la
ratificación de la facultad para otorgar grados. Pero hay
que decir que, fuera de estos claustros, este virrey,
apoyó las ideas ilustradas que se divulgaron a
través de Papel Periódico
de Santafé de Bogotá y en 1793 la Expedición
Botánica recibió un nuevo impulso.
No podemos de dejar de mencionar que durante la
gestión de Pedro Mendinueta y Musquiz ( 1797-1803) se
empezó la construcción del Observatorio
Astronómico de Santafé, se realizó el cuarto
censo de población, estableció la Sociedad
Económicas de Amigos del País en 1801. Un plan que
sí llegó a aplicarse y que significó la
reorganización de los estudios de medicina en el
virreinato fue el de medicina, debido a la iniciativa de
José Celestino Mutis, mediante un plan redactado en 1803
que significó el distanciamiento de la teoría
hipocrático- galénica, común en los estudios
de medicina. Previamente el científico Mutis, por encargo
del virrey, había elaborado el informe "Estado
de la medicina y la cirugía en el Nuevo Reino de Granada
en el siglo XVIII y medios para
remediar su lamentable atraso";
La adopción
de este Plan de medicina no encontró las dificultades con
las cuales debieron tropezar los otros planes, ya que hasta ese
momento se hallaba abandonada la enseñanza de la medicina
en Santafé, y los defensores de la escolástica, que
habían llevado al traste hasta ese momento con la
aplicación de las ideas ilustradas en la enseñanza
universitaria, no se opusieron a él. Es interesante
puntualizar la manera como se produjo el nombramiento de quien
debía ser el catedrático de medicina que
debía poner en funcionamiento el plan, el sacerdote Miguel
de Isla, y que culminó con su designación como
catedrático provisional de medicina en 1801. Mientras que,
por una parte, funcionarios de la Real Audiencia como Mariano
Blaya y Sebastián López Ruiz se opusieron vehemente
al nombramiento, argumentando que el Padre Isla carecía
del título de médico que lo acreditara para
enseñar medicina, por otra parte José Celestino
Mutis y el virrey defendieron la posición opuesta, y
argumentaron que no valía la pena traer
catedráticos desde España, y que en Santafé
la persona
más autorizada para encargarse de la asignatura era el
Padre Isla, cuya idoneidad en cuanto a conocimientos
médicos conocía bien Mutis. Prevaleció la
posición ilustrada, y el sacerdote fue el encargado de
poner en funcionamiento el Plan propuesto por Mutis para la
reapertura de la facultad de medicina en el Colegio del
Rosario.
Hay todavía otro aspecto que conviene
señalar, en este apartado, y es el de las Constituciones y
Plan de Estudios que elaboró el ilustrado criollo Eloy
Valenzuela(1756-1834) ( para el Colegio–Universidad
de San Pedro Apóstol en la villa de Mompox. Ciertamente,
consideramos que los dos documentos señalados, inspirados
en el pensamiento Ilustrado, constituyeron junto con el Plan de
Moreno el inicio de la modernidad en la
universidad colombiana.
Hay que decir, que el Eloy Valenzuela que llega de la
mano de Mutis en 1770 al Colegio Mayor del Rosario del que se
hace catedrático de Filosofía en 1777 para explicar
bajo la Reforma de Moreno y Escandón la nueva
filosofía Ilustrada. Una vez más, es posible que
Mutis influyera en la carrera académica de Valenzuela al
ser designado por Dn. Pedro Martínez de
Pinillos(1748-1809) para que elaborara las Constituciones y el
Plan de Estudios de Filosofía para el Colegio de San Pedro
Apóstol para la Villa de Mompox, en 1806.
El comerciante Pedro Martínez Pinillos, fundador
del colegio, en 1802 destinó 176.500 pesos para la
creación de dos escuelas de primeras letras y el citado
colegio-universidad con seis becas. Esta institución
tenía como objetivo formar a la población civil y
además se estableció que el patronato fuera real
administrado a través del Ayuntamiento de la Villa. Desde
luego una vez aprobado, el real Colegio-universidad, el virrey
procedió a nombrar los profesores previa oposición
que hicieron a los cargos. La administración de los
dineros quedó en la compañía mercantil
"Pinillos y sobrinos" con un capital permanente de 120.000
pesos.
Da la impresión que el trámite de la
solicitud de fundación del colegio-universidad
tenía sus apoyos en la Corte porque no deja de ser
significativa la rapidez con la que se expide la Real
Cédula si se tiene en cuenta la lentitud administrativa de
la época. La Real Cédula le concedió al
Colegio el privilegio de otorgar grados al establecerla como
universidad. Decía la Real Cédula: "Visto todo lo
referido a mi Consejo de Indias con lo que informó su
contaduría general… he venido en acoger bajo mi soberana
protección y aprobar las dichas fundaciones y en mandar se
eriga en universidad el referido colegio, con las mismas
facultades y prerrogativas que el de esa capital, vistiendo sus
colegiales igual beca con el escudo de su titular San Pedro y
facultad de conferir en ella los grados en las facultades que se
cursen en la misma universidad".
La Universidad se instaló con las normas de rigor
el 29 de agosto de 1809. Interinamente, hasta que Valenzuela
ocupara el cargo de rector y catedrático, se nombró
al abogado de la Real Audiencia José María
Gutiérrez y Cabiedes quien a su vez
desempeñó el cargo de vice-rector y
catedrático de filosofía y por lo tanto le
correspondió la lección inaugural del curso
académico. Gutiérrez y Cabiedes se había
distinguido en su época de estudiante por la exposición
que realizó en las conclusiones públicas.
También, es de resaltar su participación en la
tertulia del Buen Gusto en la ciudad de Santafé. Su
nombramiento se reseñó en la época de la
independencia,
en el Correo del Orinoco, de la siguiente manera:
"Gutiérrez fue recibido por la Audiencia en el
número de abogados, y el Virrey le confirió luego
una comisión muy importante para la villa de Mompox, nada
menos que para poner en planta el Colegio Universidad que
allí se había erigido por Cédula Real
á espensas del filántropo español
Dn. Pedro Pinillos, hombre bien hechor de aquel país…".
De todas maneras es importante apuntar que desde el 29 de julio
de 1806 el virrey había dictado el edicto del nombramiento
de todos los catedráticos, rector y
vice-rector.
La Universidad funcionó en el antiguo colegio de
los Jesuitas. Sus labores duraron poco tiempo debido a que se
clausuró en 1811 y sólo se reabre en 1823 bajo la
rectoría del Pbro. Luis José Serrano Díaz.
Otro plan fue el concebido en 1808 para el Colegio de
Medellín y que fue analizado por el payanés Camilo
Torres( 1766-1816)
No se puede dejar de mencionar la influencia que
ejerció sobre la universidad el grupo de la
Expedición Botánica liderada por el gaditano
José Celestino Mutis. Este "sabio" estuvo en la palestra
asesorando a la élite criolla neogranadina y a los
virreyes. En efecto, se enfrentó en dura polémica
con los dominicos al tratar de introducir en el Colegio Mayor del
Rosario la enseñanza de Copérnico y
Newton.
Los estudios para la formación de abogados y
sacerdotes continuaron dentro del método
escolástico con la variante que se dio en la
formación de los médicos al estar Mutis y el Padre
Isla en la propuesta de estos estudios a comienzos del siglo XIX
y la transformación de una nueva concepción de
universidad que señalo Valenzuela para el
Colegio-Universidad de San Pedro Apóstol de la Villa de
Mompox.
Por otra parte, finalmente, los virreyes terminaron
desentendiéndose, por así decirlo, de la
evolución de la educación superior en la medida en
que la posición de ésta no conllevara problemas de
orden público. Prueba de lo anterior consiste en que el
texto de Goudin, escolástico a ultranza, fue retirado y
substituido por el de Christian Wolff, que había sido
propuesto por Moreno y Escandón en su Plan de Estudios.
"En 1804, dice el padre Pacheco, el texto de filosofía en
los colegios de Santafé ya no era el P. Goudin". Ya por
ejemplo, en San Bartolomé Joaquín Moya explicaba en
castellano
principios de aerostática y aerometría bajo la
dirección de Custodio García Rovira
En definitiva, la universidad colonial del virreinato de
la Nueva Granada no logró institucionalizar la universidad
pública ni las reformas ilustradas. Sin embargo, si
alcanzó, a través de los profesores ilustrados,
junto con la Expedición Botánica y las Tertulias
una nueva mentalidad de la necesidad de los estudios
"útiles y prácticos" que repercutió en la
élite criolla neogranadina en el proceso de independencia.
Hay que tener en cuenta el aporte en la difusión del
pensamiento Ilustrado, de "Papel Periódico" y el
"Semanario de la Nueva Granada".
Destacamos que en América colonial, fue el
único virreinato que logró aprobación local,
por la Junta de Temporalidades, para la aplicación de una
reforma Ilustrada y con esta el control del Estado en los
estudios superiores y la dirección por parte del sector
civil. De lo que se ha localizado, documentalmente, hasta el
momento la reforma más avanzada, para su época, se
localiza en el Colegio-universidad de la villa de Mompox.
Así mismo, a finales del siglo XVIII se inicia
enseñanza y conclusiones públicas en español
frente al idioma predominante de la universidad que era el
latín.
Sin embargo, un examen más profundo del fracaso
de las iniciativas virreinales en materia de
educación superior puede revelar, por ejemplo, que para
llevar a cabo esos proyectos no se
contaron con medios económicos suficientes- con los
cuales, por ejemplo, sí contó José Celestino
Mutis para adelantar los propósitos de la
Expedición Botánica- Ello no solamente evidencia la
ausencia de fondos oficiales suficientes con destino a la
educación , sino también una falta de voluntad
política, defectos que, no es necesario subrayarlo, se
prolongan hasta nuestra época.
A comienzos del siglo XIX sólo se tenían
tres universidades con derecho a otorgar grados. De estas dos
otorgaban grados al sector civil: Santo
Tomás(Santafé) y San Pedro Apóstol (Mompox).
La de Mira(Santafé) sólo lo realizaba para los
clérigos de su orden. Se debe indicar que la de Santo
Tomás no impartía estudios al sector civil,
allí sólo iban a graduarse los de San
Bartolomé y del Rosario.
Profesores y estudiantes
Ahora bien, la universidad colonial se orientaba a la
formación de los jóvenes de la élite criolla
y española quienes ingresaban bajo riguroso "proceso de
informaciones".Los catedráticos en los inicios eran
nombrados por el Padre Director de la Universidad pero es a
partir de la reforma de Moreno y Escandón que se inician
las oposiciones para optar al cargo docente. Al respecto
señala Moreno que "deberían proveerse las
cátedras por oposición, votándose la
aprobación por los examinadores y proponiéndose
terna al superior gobierno para la elección". De esta
manera, el nombramiento, se daría a"los más
beneméritos e idóneos por su aplicación,
habilidad y literatura".
La cátedra se convirtió en un medio para
que la élite criolla accedería a los cargos en la
administración virreinal. Los salarios anuales oscilaban
entre ciento cincuenta a cuatrocientos pesos anuales variando
según la cátedra.
Por otra parte, debemos indicar que los estudios se
centraron en la formación de abogados y sacerdotes.
Aproximadamente, la población estudiantil hacia 1810,
incluyendo los colegios mayores de Rosario, San Bartolomé
en Santafé, San Francisco en Popayán y las
universidades de Mira en Santafé y San Pedro
Apóstol en Mompox era de aproximadamente 200
alumnos.
Financiación
Las universidades se financiaron por las donaciones de
los particulares y por las comunidades religiosas. Con la
pretendida y frustrada universidad pública se
intentó que se financiaran las cátedras con el
capital de las Temporalidades . En Santafé no
funcionó el "privilegio universitario de participar en el
diezmo eclesiástico"
Educación superior femenina.
Documentalmente no hemos localizado el nombre de alguna
mujer que hubiese
ingresado a los estudios superiores en el virreinato de la Nueva
Granada.
En el virreinato, a la mujer le era
vetado el ingreso a estas instituciones al igual que a los
mestizos, mulatos, indios y negros. En definitiva, la
educación superior estaba reservada, bajo escritos
requisitos de ingreso en raza, religión y nobleza,
sólo para los españoles y criollos.
Lo anterior es explicable si se revisa la
legislación de la época donde la mujer criolla no
tenía "ninguna capacidad jurídica". La mujer
siempre dependía de alguien: su padre, esposo, convento o
tutor. No disponía de sus bienes y sólo lo lograba
a través de intermediarios. No comentaremos la
situación de la india y la
negra que era peor jurídicamente que la de la
blanca.
Como se dice con razón que la educación
obedece a funciones sociales y a las exigencias de la
división del trabajo. Ciertamente, la educación que
se le otorgaba a las criollas estaba reservada a la familiar y la
que recibía en los conventos para desarrollar la
función social de esposa o de monja. Es por ello que las
comunidades religiosas que llegaron a América se dieron a
la tarea de organizar el respectivo convento para la
formación de las monjas. En el siglo XVIII con el
padrón de 1776 se localizaron 470 monjas sobre una
población femenina de 658.411 mujeres. Hay que decir
varios monasterios fueron fundados por mujeres laicas. Parece ser
que el único convento de este virreinato fundado por
monjas clarisas, provenientes de España, fue el de
Cartagena en 1617. Pero en general, no se impartía una
educación "pedagógica de carácter
formal".
En este virreinato, se cataloga de pionero en la
enseñanza el monasterio de las monjas agustinas en
Popayán (1591). En el censo de 1807 se hace constar del
gran número de educandas. Es más, cuando en 1863 se
les obligó a exclaustrarse se señala que de
allí han "salído excelentes esposas y madres de
familia". En el siglo XVIII, Francisco José de
Caldas(1738-1816) señala para Popayán, en 1793, la
existencia de dos monasterios. Uno donde sólo se
recibían a las mujeres que se dedicaban a la vida
religiosa y otro que si admitía a jóvenes cuyo
objeto era el instruirse. En el citado informe Caldas, dentro de
la mentalidad Ilustrada, aboga por acabar con la ociosidad. Hecho
que ya se manifestaba en la metrópoli en los escritos de
Benito Feijoo y de Campomanes. Estos escritos y apoyos en la
Corte dieron origen en el siglo XVIII a las primeras
disposiciones oficiales sobre "escuelas de niñas". La Real
Cédula de 11 de mayo de 1793 ordenaba el establecimiento
de Escuelas gratuitas de niñas en los barrios de
Madrid.
Es imprescindible, conocer la presencia de la mujer en
las esferas políticas-culturales que son las que van a
permitir con posterioridad su ingreso a la universidad. En la
metrópoli las mujeres trabajaron en las Sociedades
Económicas y fundaron en Madrid la "Junta de
Señoras". Destacamos a Josefa Amar y Borbón con
proyectos muy puntuales y no generalizados. Se encuentra el caso
peculiar de María Isidra Quintina de Guzmán y de la
Cerda(1768-1803) que recibió en junio de 1785 el grado de
doctora en Filosofía y Letras Humanas en la Universidad de
Alcalá de Henares. Un año antes se le había
admitido en la Real Academia de la Lengua y además de la
cultura y educación que demostraba se encuentra el hecho
relevante de ser hija de los Marqueses de Montealegre y Condes de
Oñate. Lo anterior explica porque Carlos III expide la
Orden del 20 de abril de 1785 donde permite a la Universidad
otorgarle el citado titulo de doctora.
En América colonial, también se oyeron las
voces de mujeres Ilustres. Lo peculiar en estas mujeres es que su
único medio de formación fueron los libros. Ellas,
si bien no lograron el ingreso a la universidad si abogaron por
lo mínimo: colegios-escuelas para las mujeres de
América.
La mujer a finales del siglo XVIII fue tomando una
figura pública en el campo de las tertulias. Quizá
las esposas de los virreyes dieron la pauta de un nuevo comportamiento
burgués a imitación de las mujeres que se
destacaban en la Corte francesa y española. Por ejemplo,
doña Juana María de Pereyra, esposa del virrey
Flórez se le catalogaba de "poetisa y bailarina". La
esposa del virrey Ezpeleta doña María de la Paz
Enrile a la que se considera precursora de las Tertulias en
Santafé. Pero, una de las más conocidas fue la del
"Buen gusto" que se reunía en la casa de la criolla
Manuela Santamaría de Manrique. Se indica que doña
Manuela "estudiaba el latín y el francés para poder
leer a Virgilio y la Enciclopedia". A esta Tertulia
asistía Camilo Torres con su esposa María Francisca
Prieto..
Por otra parte, la organización de centros
educativos para la mujer encontramos en Santafé a
Doña Clemencia de Caicedo(1710-1779) quien
pertenecía a lo más selecto de la sociedad
neogranadina. Formada de manera auto-didacta con los libros que
luego donaría al Colegio de la Enseñanza. Se
había casado en segundas nupcias con Joaquín de
Aróstegui, peninsular, residente en Nueva Granda desde
1740 y Oidor Decano de la Real Audiencia. Doña Clemencia
apoyada por su esposo propuso ante el Consejo de Indias, en 1766,
la fundación de un centro educativo para mujeres con la
comunidad de La Enseñanza pero sin monjas
peninsulares.
Luego de un largo proceso el arzobispo virrey Antonio
Caballero y Góngora, que gobernó el virreinato de
1782 a 1787, decreta el 17 de marzo de 1783 la apertura del
Colegio-escuela de La Enseñanza. Hay que decir, que
doña Clemencia murió en 1779 sin haber visto
coronado su esfuerzo. Sin embargo, dejó la
organización y los criterios definidos. Entre otros, se
organizaría con jóvenes criollas; las
Constituciones y Reglas obedecerían a la
Compañía de María; el Patrono sería
el virrey; la educación se centraría en formarlas
para el magisterio. . y para tal efecto se funda la
Compañía de María de la Enseñanza
bajo el patronato del Virrey. Lo significativo fue que por
primera vez las educandas tienen una organización, con
horario y actividades concretas. Además, de un traje
especial y con reglas de conducta muy
definidas.
Elaborado por
Diana Soto Arango
Directora Proyecto "Historia y prospectiva de la
universidad Latinoamericana". Dirección de Investigaciones.
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
Código:
9005-092. El estudio recoge información del sub-proyecto: "Historia de
la universidad colombiana.1774-1992"que presentamos a COLCIENCIAS
en el año 1996 y que dio origen a la linea de
formación en el Doctorado Ciencias de la Educación.
de RUDECOLOMBIA. El presente período lleva aportes de los
trabajos que hemos elaborado en conjunto con Jorge Tomás
Uribe sobre la Ilustración.