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Los estudios superiores en el período colonial




Enviado por diansoto



    1. Abstract
    2. Los estudios superiores en la
      colonia. 1580-1826

    ABSTRACT

    The studies in the colonial
    period.

    The research has an analysis of the studies in the
    colony. This period has been distinguished by two different
    stages formation: 1580-1736 and the Enlightenment:
    1736-1826.

    The first stage belongs to the Real Audiencia (Real
    Audience) in order to organize the first universities which could
    grant academic degree. This colonial institution was oriented to
    educate the Creole and Spanish elite, it was regarding primacy to
    the lawyers and priests formation.

    Introducción:

    La síntesis
    que presentamos establece una visión general de la
    evolución de la universidad
    colombiana tomando como hilo conductor las grandes reformas
    educativas y políticas
    que marcaron rupturas en el desarrollo de
    esta institución en Colombia.

    A través de cinco grandes períodos daremos
    una caracterización de cada etapa de estudio en;
    concepción del Estado sobre
    la universidad; autonomía; fundaciones dentro del
    desarrollo cultural-político del país; reformas
    administrativas y de planes de estudio; profesores y estudiantes;
    financiación y educación
    superior femenina.

    Debido a la extensión del trabajo en este
    número de la Revista de
    Historia de la
    Educación Latinoamericana. presentaremos sólo
    el primer período de estudio que se refiere a "Los
    estudios superiores en la colonia".

    El trabajo se sustenta en documentos de los
    Archivo
    General de Indias, Archivo General de la Nación
    de Colombia, Archivo del Colegio Mayor del Rosario, entre
    otros.

    1. Los estudios
      superiores en la colonia. 1580-1826

    Este período lo caracterizamos en dos etapas
    diferentes. La primera la denominamos como el de
    formación: 1580-1736. La primera fecha indica los inicios
    de los estudios superiores en la actual República de
    Colombia. Finalizamos en 1736 por marcar la penetración
    del movimiento
    Ilustrado en el Virreinato de la Nueva Granda con la llegada de
    la expedición geodesica. Sin embargo, la enseñanza Ilustrada en la universidad
    santafereña se da a partir de 1757. El segundo
    sub-período lo enmarcamos hasta 1826 cuando se estructura la
    universidad republicana.

    Concepción en la
    organización de las Universidades

    La primera etapa que hemos denominado de la
    formación de los estudios superiores en este territorio
    americano los circunscribimos de 1580 a 1736. La
    concepción de estos estudios por parte del Estado
    está unido a la organización administrativa que en su
    momento se tenía en la península
    Ibérica.

    De acuerdo con lo anterior, y atendiendo a fuentes
    documentales, las universidades en América
    colonial se organizan por la iniciativa de las comunidades
    religiosas, obispos, altos funcionarios de la Corona, Cabildos
    Seculares e iniciativas de particulares. En cualquier caso para
    obtener el título de Universidad, que le garantizaba el
    otorgar grados, debía tener la Bula Papal ó
    Cédula Real ó la de ambos.

    Para entender la concepción que se tenía
    sobre estos estudios, debemos comentar que las universidades en
    la península Ibérica nacen por la iniciativa del
    monarca y de obispos que apoyados por el clero organizan "al
    menos una universidad en su reino". Entre las primeras
    fundaciones encontramos la que se organizó en la ciudad de
    Palencia en el reino de Castilla(1208). Esta universidad, nace de
    la escuela
    catedralicia palentina y de acuerdo con el obispo Tello se erige
    "Estudio General" dando prelación al estudio de la
    Teología como lo hacia la de París.. La
    universidad, como es de suponer, llevó la respectiva
    aprobación Real de Alfonso VIII(1221) y la Bula del Papa
    Honorio III(1220). Esta institución no logró
    consolidarse por problemas
    económicos.

    Pero, paralelamente, el rey leonés Alfonso
    IX(1188-1229) transforma la escuela catedralicia en "Estudio
    General", en la ciudad de Salamanca(1218), significando
    "diversidad en sus enseñanzas, su caracterísitica de no privada(abierto a
    todos) y la validez y aceptación de sus graduaciones". En
    todo caso, fue hasta 1254 cuando se le reglamenta y se le dota
    con las rentas que dio Alfonso X el Sabio y más tarde a
    través de una participación en los diezmos
    eclesiásticos del obispado de Salamanca. Según se
    establece, la institución se consolidó con once
    cátedras y al año siguiente recibe la Bula Papal
    que le da reconocimiento de sus grados en toda la cristiandad. El
    modelo de
    universidad se asemeja al de la universidad de Bolonia donde se
    daba mayor prelación al estudio de las leyes
    manifestándose en el mayor número de
    cátedras en esta área y en los más altos
    salarios para
    estos catedráticos. Ciertamente, hacia 1395 ya
    tenía ocho cátedras dotadas en Derecho y una amplia
    participación estudiantil en el "gobierno del
    estudio". Los estudiantes se agrupaban en naciones. El gobierno
    de la universidad se realizaba con un Rector que era un
    estudiante noble y elegido por los colegiales. Este rector era
    asesorado por ocho estudiantes procedentes de las naciones o
    cofradías. Igualmente, contó con claustros
    colegiales que se encargaron en organismos del gobierno
    administrativo, económico y académico. Los Colegios
    adscritos a la universidad inician su fundación a fines
    del siglo XIV. Entre los más importantes podemos
    señalar el de "Pan y Carbón"(1336) y el Mayor de
    San Bartolomé (1401). En definitiva, esta universidad fue
    creada por el Rey y con financiamiento
    Real que posteriormente recibe la acreditación Papal y
    económica eclesiástica y su modelo fue el de la
    Universidad de Bolonia. Finalmente, sólo nos resta decir
    que esta Institución es considerada como la modelo para
    las universidades que se organizaron en América colonial,
    principalmente, para aquellas que partieron de la iniciativa de
    la Corona.

    Otra universidad que va tener marcada influencia en la
    organización de las universidades americanas es la de
    Alcalá de Henares. Su fundador el arzobispo Francisco
    Jiménez de Cisneros(1436-1517) tomó como base para
    la fundación de la universidad los Estudios Generales que
    había fundado el arzobispo de Toledo Dn. Gonzalo
    García Gudiel y que habían obtenido la
    aprobación Real en 1293. El modelo que utilizó
    Cisneros fue el de la universidad de Singuenza que se
    fundamentó en un Colegio con tres cátedras: Artes,
    Teología y Derecho Canónico y que tenía la
    prelación de dar grados académicos. Cisneros
    prefirió el modelo del Colegio constituyendo el de San
    Ildenfonso de Alcalá y que tuvo "anexos un convento y un
    hospital de ancianos pobres, para ejercitar la oración y
    la caridad junto al estudio". El objetivo del
    fundador se centraba en llevar a cabo una reforma cultural y
    espiritual del clero.

    La universidad Cisneriana obtuvo la Bula Papal de
    Alejandro VI, el 13 de abril de 1499, para fundar el Colegio y
    otorgar grados en las facultades solicitadas. El modelo
    sería el del Colegio de San Bartolomé de Salamanca
    y para la enseñanza según la de Salamanca y
    Valladolid. Además, se le concedió los privilegios
    del Colegio de San Clemente de Bolonia. El reconocimiento real le
    llegó por parte de Fernando de Aragón en 1512. La
    universidad se financió con las vacantes del arzobispado y
    en el siglo XVI llegó a tener 42.000 ducados mientras la
    de Salamanca contaba sólo con 5.000 ó 6.000
    ducados. La universidad funcionó inicialmente en el
    convento de los franciscanos, situado en las afueras de la villa
    pero en 1510 tenía su propio edificio, fecha en la cual se
    promulgaron las Constituciones de la que se denominó
    "Colegio Mayor y Universidad de San Ildefonso. Cisneros desde el
    comienzo dejo claro que su universidad tendría como
    prelación la enseñanza eclesiástica y que no
    entraría a competir con la Salmantina que enseñaba
    el derecho
    civil.

    El juego de la
    doble protección, pontificia y regia, va configurando las
    peculiaridades de estas corporaciones de amplia
    proyección, con autonomía económica,
    administrativa y jurídica. Exacta o no la
    caracterización, se va gestando la imagen de una
    Cristiandad de cultura
    superior unificada, con el latín como instrumento
    lingüístico de intercambio, planes de estudio
    semejantes en las universidades existentes, y una movilidad
    potencial de eruditos y estudiosos.

    Resulta, pues, clarificador, considerar a la
    universidad como una institución docente con
    otorgamiento de grados reconocidos por autoridad del
    Rey y del Pontífice (auctoritate regia et auctoritate
    pontificia). Si carecían de alguna de ellas quedaban en
    una categoría intermedia, como centros de estudios
    (studia) generales o particulares

    La primera reglamentación en España se
    da con las Siete Partidas de Alfonso el Sabio. Aunque, no se
    conocía el término universidad se emplea la de
    "Estudio". Es en esta legislación donde se establece el
    estudio general y particular. Los Estudios Generales
    correspondían a enseñar las siete artes liberales,
    leyes y decretos y los establecía el Papa o el Rey. El
    estudio particular lo creaba el prelado o el concejo. Lo
    significativo de esta institución era el hecho que
    otorgaba grados y tenían aceptación en el mundo
    occidental.

    Es relevante señalar, que en América
    colonial española se fundaron 32 universidades que
    otorgaron grados académicos a eclesiásticos y
    civiles. En su gran mayoría, estas instituciones,
    obtuvieron las Cédulas Reales y Bulas Papales para su
    fundación con plena autonomía en el manejo
    financiero y educativo. Al iniciar el siglo XVIII las
    únicas "oficiales" eran las de Limay México que
    corresponden más al modelo salmantino. En el siglo XVIII
    se organizan otras reales por iniciativa de los Cabildos como la
    Universidad Real de San Felipe en Santiago de Chile, la
    pública de Quito, Real de Caracas y la de Guadalajara en
    México. Estas universidades estaban sometidas al Real
    Patronato y financiadas por la Corona. Al finalizar el siglo
    XVIII se habían clausurado 11, especialmente, las que
    pertenecían a los jesuitas.

    Según se establece, los antecedentes en las
    fundaciones universitarias, de la actual Colombia, se dieron
    desde la Real Audiencia en 1550. El origen de las universidades
    fue diverso y se debió a iniciativas de las diferentes
    comunidades, arzobispos y filántropos como Pedro Pinillos.
    La localización se concentró en las grandes
    ciudades contrario a lo que sucedió en Europa en los
    orígenes.

    El modelo de las universidades que se fundaron en este
    territorio americano fue tomado, principalmente, de la de
    Alcalá de Henares. Señala, Águeda
    Rodríguez que es un modelo híbrido:
    "convento-universidad; colegio-universidad; seminario-universidad, que implica la coexistencia
    y colaboración de dos instituciones, el convento, el
    colegio o seminario, base que acoge y da cimiento a la
    institución universitaria, institución con
    capacidad de otorgar grados académicos públicos".
    En la parte, de estructura, organización,
    legislación se siguieron por la de Salamanca. Los Reyes al
    fundar las Reales de Lima y México señalan en los
    requisitos que deben guiarse por las Constituciones de la
    Universidad de Salamanca. Por otra parte, hay que señalar
    que el rango de cada universidad era diferente según la
    naturaleza y
    características de la fundación. Estas era:
    Mayores, Menores, Oficiales, Generales, con financiación
    de comunidades religiosas, de particulares, Cabildos
    eclesiásticos, Real Hacienda, Temporalidades, y
    privilegios casi siempre equiparados a la de Salamanca que era la
    referencia..

    La primera universidad que se organizó en el
    actual territorio colombiano fue la que regentó la Orden
    Santo Tomás en Santafé de Bogotá (1580) que
    se creó por la iniciativa y bajo la dirección de la comunidad de
    Santo Domingo. Estos Estudios se organizaron desde el convento de
    Nuestra Señora del Rosario que desde 1571 habían
    establecido los estudios de Artes y Teología.. El objeto
    de estos estudios era la formación para la carrera
    eclesiástica bajo la enseñanza de "Aristóteles en Flosofía pero
    comentado por el de Aquino". La Institución
    representó la enseñanza del "tomismo
    rígido", los textos fundamentales fueron los de Santo
    Tomás, Antonio Goudin. Los estudios de Artes duraban en
    torno a tres
    años y los de Teología cuatro. Hay que decir, que
    el modelo fue el de pedir la licencia de otorgar grados a los
    estudios que se impartían en el convento. Destacamos, que
    esta institución fue la que otorgó, en el
    período colonial, los grados a los estudios impartidos en
    el Colegio Mayor del Rosario y después de la
    expulsión de los jesuitas lo hizó también a
    los del Colegio Mayor de San Bartolomé. Al iniciar el
    siglo XVIII sólo habían otorgado tres grados de
    doctor.

    Podríamos decir, que la Universidad de Santo
    Tomás fue una de las instituciones educativas con mayor
    poder
    político y económico en el virreinato de la Nueva
    Granada. Desde luego, defendieron sus privilegios y primacias
    sobre los demás colegios e instituciones educativas. Con
    los jesuitas sostuvieron dos polémicas: La primera por el
    legado de Gaspar Núñez, que la ganaron. La segunda
    por el privilegio exclusivo de otorgar grados, situación
    que finalmente les correspondió compartir por mandato de
    Real Cédula de 1704. Sin embargo, volvieron los dominicos
    al privilegio de exclusividad de otorgar grados con la
    expulsión de los jesuitas en 1767 pero con la reticencia
    del Fiscal Moreno
    y Escandón que comentaremos más
    adelante.

    Por su parte, en la capital del
    Nuevo Reino de Granada, la comunidad de San Ignacio de Loyola
    llega a la ciudad en 1604 y establece en el mismo año el
    Colegio Máximo. Señala el historiador Mario
    Herrán que "a Santafé llegaron cinco jesuitas el 23
    de septiembre de 1604 y se ocuparon de inmediato en la tarea de
    abrir colegio que se inagura el 1 de enero de 1605 con 70
    estudiantes y las clases de gramática latina, con la que comenzaba la
    segunda enseñanza, mientras el Padre Dadey fundaba la
    cátedra de lengua
    muisca". Este Colegio en 1608 abre el curso de Artes y
    Filosofía y los de Teología en 1611. Se debe
    indicar que es a este Colegio al que se le concede la Facultad de
    dar grados con la Bula Papal de 1621 y la Cédula Real de
    1623. Reiteramos que en este caso, se les otorgó el poder
    de dar grados a los estudios impartidos en el Colegio
    Máximo. El título de universidad no se le da en
    ningún documento jurídico pero en el siglo XVIII se
    de denomina como Universidad Javeriana en los documentos
    oficiales de la época. Los estudios que se impartieron
    eran los de la Ratium Studiorum de la Orden Jesuita unificada y
    promulgada oficialmente por el Padre Acquaviva en
    1599.

    Es imprescindible que clarifiquemos en este trabajo la
    confusión que se ha venido dando entre el Colegio
    Máximo, Universidad Javeriana y Colegio San
    Bartolomé. Ya hemos establecido que en el Colegio
    Máximo funcionaron los estudios y la Universidad Javeriana
    fue solamente el ente jurídico que tuvo la facultad de
    otorgar los grados.

    A este respecto debemos señalar que el Colegio
    Seminario de San Bartolomé fue iniciativa del arzobispo
    Lobo Guerrero para formar al clero secular. El Objeto del
    arzobispo era restaurar el antiguo Seminario de San Luis que
    había pertenecido al arzobispado y que había
    fundado fray Luis Zapata pero que para la fecha según Lobo
    de Guerrero "se encontraba en lamentable situación". Por
    lo tanto solicita en 1599 que vengan los padres jesuitas a
    regentar un Seminario que forme el clero secular. La
    situación era tal que se localiza declaraciones de curas
    de la época que indican que "sin saber lee lo
    habían ordenado" La ignorancia del clero la certifica el
    Padre Manuel Rodríguez, vice-provincial de la
    Compañía de Jesús cunado informa que "la
    igorancia estaba tan arraigada en el clero por no haber estudios
    ni curiosidad en los eclesiásticos, y así los curas
    eran a una mano tan idiotas que no habían tomado el
    arte de la
    lengua latina en sus manos"

    Hay que decir, que el Colegio Mayor de San
    Bartolomé tiene el Acta de fundación del 18 de
    octubre de 1605 y por lo tanto es diferente al Colegio
    Máximo. En la citada Acta de fundación se establece
    que la dirección del Colegio queda a cargo de la comunidad
    de San Ignacio de Loyola por ser "la mejor interpréte del
    Concilio de Trento". El patrón del Seminario era el
    Arzobispado y así queda registrado en las Constituciones
    en el capítulo Primero; "a nos y a nros. Sucesores
    pertenece in integrum el gobierno y administración de dicho colegio……. por
    ser como somos, el primer patrón y fundador de dicho
    Seminario". Con razón señala el historiador Mario
    Herrán que "el colegio Seminario no era propiedad de
    los jesuitas como no lo fue nunca en la época colonial. Su
    personería jurídica pertenecía al
    arzobispado". Se estableció, igualmente, la
    reglamentación del ingreso de los estudiantes: "mandamos
    que las personas que entraren en dicho seminario sean pobres,
    españoles y de legitimo matrimonio, y de
    edad de por lo menos do; y que sepan leer y escribir, de buenas
    costumbres y habilidad; y serán preferidos con iguales
    partes de las dichas, los descendientes de conquistadores". El
    gobierno de la institución fue nombrado de manera
    provisional por el arzobispo mientras el Superior provincial de
    los jesuitas realizaba los nombramientos en propiedad.

    El hecho que esta en discusión es si en esta
    institución se impartieron estudios o si por el contrario
    sólo fue un lugar de residencia para los estudiantes. El
    historiador Herrán señala que era sólo un
    sitio de residencia mientras José Manuel Groot y Luis
    Bohórquez Casallas dan a entender que allí se
    otorgaban estudios. El hecho es que los estudiantes bartolinos se
    clasificaban en tres: Los primeros: los que estudiaban para
    sacerdotes y eran sostenidos por la Iglesia; Los
    segundos; los convictores, que eran alumnos seglares que pagaban
    su pensión; Los terceros: Los colegiales reales: eran
    alumnos nombrados por los vicepatronos y costeados por el erario
    real" . Por su parte, el historiador Herrán indica que los
    estudiantes del Colegio Máximo eran: "los bartolinos, eran
    los internos; los estudiantes jesuitas igualmente eran internos;
    los estudiantes externos que residían en Santafé.
    Al alumno externo se le denominaba manteista(por su atuendo).
    Todos los estudiantes acudían a una sola
    institución docente que era el Colegio Máximo, cuyo
    número durante el siglo XVII fluctúo entre 50 y 100
    alumnos"

    La importancia de la discusión radica en el hecho
    para determinar el modelo de organización de la
    institución educativa. Nosotros nos inclinamos por la
    apreciación del Dr. Herrán con la
    apreciación que los externos podrían ser bartolinos
    o jesuitas. Nuestro interés se
    centra en el tipo de educación y de
    enseñanza que recibían. Consideramos que se
    impartía igual educación de estudios mayores para
    los bartolinos y jesuitas. Es decir, allí se
    accedía a las facultades mayores de Artes y
    filosofía. El Plan de estudios
    que se siguió fue similar al de Seminario de Nobles de
    Madrid. Es decir, se aplicó la Ratium Studiorum de las
    instituciones educativas jesuitas. El título como hemos
    indicado lo daba la Universidad Javeriana como ente
    jurídico. Por otra parte, hay que insitir que el modelo
    era de la Universidad de Alcalá d eHenares no tanto por la
    procedencia y administración desde un Colegio sino por la
    prelación hacia los estudios de Teología. Los
    grados que se otorgaron desde la Universidad Javeriana para los
    estudiantes bartolinos fueron los de: Bachiller en Artes, Maestro
    en Artes y Doctor en Filosofía.

    Sin embargo, debemos señalar que los estudios que
    se impartieron en esta Institución bajo la
    administración jesuita marco un avance en los
    contenidos de los estudios frente a los impartidos por la
    Universidad Santo Tomás. Consideramos un hecho relevante
    el tener religiosos extranjeros que permitieron la
    enseñanza de los avances teórico-científicos
    que se desarrollaban en Europa en ese momento. El método
    jesuítico lo permitía de enseñar para
    refutar las teorías
    del momento. El Padre Juan Manuel Pacheco llega a considerar que
    los circulos más avanzados d ela época estaban
    alreedor de la Universidad Javeriana"donde se había
    despertado el interés por las Ciencias
    Naturales" como lo dmuestra el libro del
    Padre José Gumilla "El Orinoco Ilustrado" y el curso de
    filosofía que se títula Physica specialis et
    curiosa" donde se enseño en 1757 las experiencias de
    filosofos modernos y se explica las teorías del universo como las
    de Tycho Brahe y Copérnico. A lo anterior debemos
    agregarle la voluminosa biblioteca que
    contaba con 4.182 volúmenes, de estos 83 eran de matemáticas y se encontraban además
    obras de Ilustrados como Feijoo.

    No podemos dejar pasar el álgido debate que se
    dio entre la comunidad de Santo Domingo y la de Jesuitas por la
    prelación de otorgar grados y que finalizó con la
    Cédula Real de 1704 que dio iguales prelaciones a las
    comunidades citadas. Un completo estudio se puede localizar en el
    libro "Polémicas universitarias en Santafé de
    Bogotá".

    Bajo el modelo de convento-universidad se
    organizó en Santafé la universidad de San
    Nicolás de Mira (1694) bajo la administración de
    los agustinos calzados. El modelo por lo tanto fue el de
    Alcalá en su organización y en la prelación
    de los estudios para Teología. La institución
    abogó para la fundación los derechos que le daba a al
    comunidad la Bula del 24 de abril de 1694, que le daba derecho
    para fundar universidad y otorgar grados a "los individuos de la
    corporación" y un Colegio Mayor. Además, del Pase
    Regio del 22 de abril de 1703 que reafirmaba estos privilegios.
    El hecho es que en Santafé esta comunidad en 1697
    inició curso académico con la característica
    que fue sólo para el personal de su
    comunidad. Igualmente, tuvieron bajo su administración, en
    la etapa de 1739 a 1775, el Colegio de San Miguel que se suprime
    el 1 de junio de 1775, cediéndose al concilio provincial.
    La universidad siguió funcionando hasta 1861, siendo su
    último rector Felipe Bernal.

    Otra institución de estudios superiores que
    impartió estudios superiores sólo al personal de su
    Orden fue la de San Buenaventura y que fundó la Orden
    Franciscana conforme al "Decreto Especial" del Definitorio
    Provincial de los franciscanos de1688, por el cual se
    determinó " que en Santa Fe, se erigiese y formase un
    Colegio Mayor con título excelso doctor San Buenaventura"
    Su dirección y construcción estuvo a cargo de Fray Diego
    Barroso en 1708. Hay que decir que, la idea surgió del
    convento pero el modelo fue el de colegio-universidad. Se indica
    que "El claustro surgió de las legítimas
    aspiraciones de la Provincia Franciscana del Nuevo Reino de
    Granada de tener su propio centro de estudios superiores, en
    donde se profesan las enseñanzas de la escuela
    franciscana, centradas en el binomio de sus maestros más
    representativos: San Buenaventura y el Beato Juan Duns Escoto"
    .

    Esta Institución obtuvo el reconocimiento como
    institución plenamente constituida en el Capítulo
    General de la Orden Franciscana reunido en Valladolid,
    España en 1740 y fue aprobada por la Corona
    Española mediante Cédula Real de Fernando VI, en
    1747, " por la cual debían reconocerse a los estudiantes
    seculares los cursos que
    legítimamente constare para la obtención de sus
    respectivos grados, en la Universidad de aquellos reinos". En
    Santafé de Bogotá funcionó
    ininterrumpidamente hasta el siglo XIX, cuando el gobierno
    nacional del General Tomás Cipriano de Mosquera dispuso la
    extinción de las comunidades religiosas por Decreto del 5
    de noviembre de 1861.

    Mención especial merece la fundación del
    Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario(1651) por
    parte de fray Cristóbal de Torres de la Orden de los
    Predicadores quien, el 4 de julio de 1645, dona mediante escritura
    pública diez mil pesos para la creación de esta
    institución educativa para "los nobles" del Nuevo Reyno de
    Granada. No podemos dejar de lado el hecho que fray
    Cristóbal inicialmente, en 1645, deja el colegio bajo la
    dirección de los padres dominicos, nombrando como rector a
    Fray Tomás Navarro y poniendo bajo la disposición
    de esta comunidad el mayor presupuesto
    económico que ningún otro colegio tuvo en este
    Reyno.

    Su propósito educativo fue el de realizar "una
    réplica" del Colegio del Arzobispo de la ciudad de
    Salamanca. Reiteramos que su objetivo era el de fundar una
    institución donde se educara la población seglar , especialmente en
    aquellas ramas que más se necesiban, según
    él, en el Nuevo Reyno como eran: sacerdotes, abogados y
    médicos. En la solicitud de fundación indica: "Mi
    deseo es que los colegiales han de ser seglares …. y es mi
    deseo que llegue a tenr treinta colegiales; diez teólogos
    para seminaristas de curas, diez canonistas y legistas y diez
    médicos que son las dos cosas de suprema necesidad en este
    Reyno: para el trato político, los unos, y para la
    conservación de la vida humana, los otros"

    En efecto, el Rey expide la Real Cédula del 31 de
    diciembre de 1651, concediendo de esta manera al arzobispo la
    licencia y facultad de fundar el colegio con los mismos honores y
    privilegios de los que gozaba el "Colegio del Arzobispo" de
    Salamanca. El Colegio se inició, en 1653, con 13
    colegiales que ingresaban a los estudios de: Artes(3
    años); Teología según Santo Tomás (4
    años); Canónes y Leyes y Medicina.

    Ahora bien, en las circunstancias de estar el Colegio
    bajo la admistración de los dominicos se presentó
    una dura polémica con fray Cristóbal Torres porque
    la Orden de Santo Domingo, creyó que era suyo el Colegio y
    empezó a disponer con otra orientación de los
    bienes
    económicos de la Institución. De inmediato fray
    Cristóbal cambia el rector y solicita la entrega del
    Colegio. Sin embargo, la citada entrega demoró 11
    años y 3 meses, tiempo durante el
    cual los dominicos despojaron de los bienes económicos al
    Colegio. Si bien es cierto que los dominicos entregaron el
    Colegio se debe decir que ellos se aseguraron de continuar con el
    control
    ideológico y académico en la institución por
    medio de la enseñanza de Santo Tomás, que se
    indicaba desde las Constituciones, y por otra se obligaba a los
    estudiantes a recibir los grados en la Universidad Santo
    Tomás.

    Cae por su peso que si los dominicos entregaron sin
    mayores fondos económicos el colegio, era de esperar, como
    así sucedió, que entró el Instituto en una
    larga y penosa crisis
    económica, que se agudiza en 1669 cuando los colegiales
    descienden de 15 a 11. Además, se debe indicar la
    reducción en las cátedras, dejando sólo
    cuatro: una de gramática, una de filosofía y dos de
    Teología. Preciso es señalar que el Colegio gozaba
    del apoyo Real que se demuestra además por la real
    Cédula de Felipe IV de 1663 reafirmando el carácter
    secular de la Institución. Ante la crisis económica
    se recurre al Rey para la respectiva financiación por
    parte de solicitudes de la Real Audiencia. Esta ayuda sólo
    llega hacia 1715 pero no logra salir de la crisi financiewra el
    Colegio. En todo caso llo que nos interesa reseñar
    aquí, es el carácter secular de la
    institución y el apoyo real, que más que
    económico se manifiesta en elevarlo de categoría,
    ascendiéndolo al mismo nivel que los de España. LO
    anterior ayuda a explicar, junto con su carácter secular
    el por qué se toma este Colegio junto con el de San
    Bartolomé para la aplicación de la reforma de
    estudios del Fiscal Moreo y Escandón.

    Fuera de la ciudad de Santa fé se organizaron dos
    instituciones que impartieron estudios superiores en el Nuevo
    Reyno de Granada: el Colegio-seminario de Popayán, bajo la
    administración de los jesuitas y el Colegio-Universidad de
    San Pedro Apóstol (1806), localizado en la villa de Mompox
    y que quedo bajo la administración del Cabildo
    Civil.

    En cuanto al primero El Colegio Seminario de
    Popayán recibe las respectivas aprobaciones de: Real
    Audiencia (15 de noviembre de 1640); Real Provisión (28
    noviembre de 1640). El Colegio se abrió con las
    cátedras de: gramática, filosofía y
    Teología. Esta institución se cerró en 1767
    con la expulsión de los jesuitas. Después d e diez
    años, el rey dispuso que se tomará este local para
    casa de estudios denominándolo "Colegio Real Seminario".
    El Colegio lo tomaron los dominicos pero a los pocos años
    lo dejaron por tener pocos alumnos. Es así, que el Obispo
    tomó el Colegio y en 1784 se reabre con las
    cátedras de : lengua latina, filosofía,
    teología dogmática y moral. Debe
    indicarse que el Cabildo de Popayán en 1793
    solicitó ante el Rey la prerrogativa de dar grados en el
    Colegio real y establecer las cátedras de Derecho Civil y
    Canónico. La solicitud fue denegada porque el centralismo de la
    capital, parece ser que lo impidió. Sin embargo, hacia
    esta fecha se encontraba de profesor en este Colegio José
    Felix de Restrepo que enseño la filosofía Ilustrada
    que había aprendido en Santafé durante la
    aplicación del Plan de Estudios de Moreno y
    Escandón.

    El segundo colegio que se fundó fuera de
    Santafé, con la categoría de Universidad, fue el
    Colegio-Universidad de San Pedro Apóstol (1806), en
    Mompox.

    Autonomía

    La autonomía hace parte del concepto de
    universidad desde sus orígenes. La autonomía se
    manifiesta en "la academia que significa que cada universidad
    puede aplicar los planes y programas de
    trabajo que considere apropiados para el cumplimiento de su
    misión". En este sentido, debemos indicar
    que la universidad colonial, hasta 1767, se daba sus propios
    planes y programas que correspondían a la Ratium Studiurun
    de la comunidad fundadora de la institución.

    Por otra parte, la autonomía administrativa por
    medio de la cual la comunidad universitaria elige su propio
    gobierno. Esta se daba de diferente manera en las instituciones.
    Por ejemplo, a partir de 1774 los claustros de colegiales del
    Rosario y San Bartolomé realizaban las oposiciones de los
    catedráticos, y enviaban los nombres para su nombramiento
    al virrey. Los colegiales eran seleccionados por el mismo
    claustro.

    La autonomía financiera según la cual cada
    universidad organiza y administra su patrimonio sin
    el control Estatal. Esta modalidad se dio completamente en el
    período colonial.

    Planes de Estudios y reformas administrativas

    "Este cielo azul que todos vemos

    ni es cielo, ni es azul; lástima
    grande

    que no sea verdad tanta belleza"

    Las universidades estaban administradas totalmente por
    el clero, predominando en la enseñanza y en el
    método la filosofía escolástica. Estas
    instituciones tenían como función
    otorgar los grados. En los casos de Santo Tomás y la
    Javeriana les otorgaban los grados a los civiles que
    recibían los estudios en los Colegios Mayores del Rosario
    y San Bartolomé respectivamente. Las áreas de
    estudio, se centraban en la trivium: gramática,
    retórica y súmulas; el y cuatrivium:
    arimética, geometría,
    música, y
    astronomía. Los planes de estudio de:
    gramática latina, filosofía, teología y
    jurisprudencia
    se impartían bajo el método de enseñanza
    escolástico con el dictatio y la disputatio y la lengua
    académica, como hemos indicado era el latín.
    Sólo a comienzos del Siglo XIX se restituyó la
    enseñanza de la medicina en el Colegio Mayor del Rosario.
    Los niveles de enseñanza eran: Primeras letras y
    Gramática. Los estudios superiores se concebían
    desde el grado de Bachiller en Artes o Filosofía (3
    años). Este título era indispensable para acceder a
    los estudios de Bachiller en Cánones y leyes(3
    años) y Doctor(2 o 3 cursos).

    En el período colonial, en concreto en el
    siglo XVIII, con el ingreso del movimiento cultural de la
    Ilustración se presentaron grandes transformaciones en
    la
    educación de los estudios superiores. Hay que decir,
    que la universidad Javeriana desde 1757 se localiza que el
    profesor de filosofía enseñaba a Isacc Newton(1642-1727) y a Nicolás
    Copérnico. Pero lo significativo que se debe tener en
    cuenta es que en cuanto hace a la educación superior, se
    optó por dos clases de soluciones,
    con el objeto de disminuir la influencia absorbente de la
    escolástica. En primer lugar, y con el objeto de evitar la
    modificación de los planes de estudio, se empezó a
    dictar la cátedra de matemáticas, acontecimiento
    que en Santafé tuvo lugar en un acto solemne celebrado el
    13 de marzo de 1762, en la capilla de la Bordadita del Colegio
    Mayor de Nuestra Señora del Rosario a cargo del
    médico de cámara del virrey Pedro Messía de
    la Zerda, José Celestino Mutis( 1732-1808).

    En el virreinato de la Nueva Granada, con la
    expulsión de los jesuitas se da un vuelco en la
    educación. Fue significativo que las propuestas de reforma
    educativa provinieron de la élite criolla, de funcionarios
    reales y en algunos casos se implementó por Orden Real
    como fue el caso de la universidad de Caracas. De otra parte, las
    reformas se orientaron a la administración; al
    método, para cambiar el escolástico por el
    experimental; en los estudios, con nuevas disciplinas donde se
    relevaba la "Summa de Santo Tomás" por autores basados en
    el pensamiento
    Ilustrado.

    Reiteramos que el aspecto relevante a tener en cuenta es
    que las reformas se inician a partir de la expulsión de
    los jesuitas y se propone la creación de universidades
    públicas financiadas con el dinero de
    los expatriados. Planteadas así las cosas y para entender
    las diferentes propuestas que se dieron en el virreinato de la
    Nueva Granada

    Ciertamente, la expulsión de los jesuitas
    contribuyó para que el grupo de
    ilustrados entrará a la palestra con reformas educativas
    para los estudios superiores en el virreinato. En primera
    instancia, a partir de 1767, el sector civil abogó, a
    través del Fiscal Moreno y 3Escandón(1736-1792) la
    dirección de los estudios superiores y se presentó
    la propuesta de la primera universidad Pública para este
    virreinato. Esta propuesta de universidad se caracterizó
    porque por primera vez el Estado
    tendría el control sobre la educación superior en
    la administración y supervisión de los estudios que se
    impartieran. Hay que indicar que la propuesta contó con el
    apoyo del virrey Manuel Guirior y del Cabildo Secular y Junta de
    Temporalidades que la aprobó y ordenó su
    aplicación de inmediato mientras se seguía el
    trámite reglamentario ante el Consejo de
    Indias.

    La idea era tener universidad pública como las
    existentes en Lima, México y Santiago de Chile. Insistimos
    que estas instituciones eran para educar a los blancos de la
    nobleza. La característica de pública
    correspondía al control por parte de la Corona y
    financiadas por ésta.

    La propuesta se caracteriza por apoyarse en la política del
    "Patronato Real". Es decir, el Estado controlaría la
    educación y no, como hasta ahora, las comunidades
    religiosas o el sector eclesiástico. Lo anterior
    significaba que el sector civil adquiría el derecho a
    dirigir la educación reduciendo de esta manera la
    influencia de las comunidades religiosas. La propuesta de Moreno
    de concretaba en la creación de universidad pública
    que sería financiada con el dinero de los
    expatriados y que él entraba a controlar desde la Junta de
    Temporalidades.

    Se debe recordar que el rey para controlar que los
    antiguos bienes de los jesuitas "no se perdiesen en manos
    diferentes a las del Estado, ordena la formación de 10
    Juntas de Temporalidades en todo el reino de España,
    incluyendo las colonias. Una de estas le correspondió,
    como lo hemos indicado, al Virreinato del Nuevo Reino de
    Granada".

    En efecto, las Juntas se reglamentaron y su objetivo fue
    el de "formar nómina
    o lista de los colegios, casas de residencia, misiones o
    doctrinas y cualesquiera otro establecimiento que hubiesen tenido
    los regulares de la Compañía en su respectivo
    territorio". Es más, se señalo que la
    aplicación de estos bienes se destinará a la
    educación y bien público.

    Es por ello, que el fiscal Moreno sustenta la base
    económica de la propuesta, de "Universidad pública"
    para Santafé, en la Temporalidades de los Jesuitas, los
    novenos del arzobispado, siguiendo el ejemplo de la Universidad
    de Lima.

    Es imprescindible conocer que la comunidad de Santo
    Domingo también aspiraba al monopolio
    educativo en Santafé. Las polémicas habían
    sido fuertes con los jesuitas en el siglo XVIII y al final les
    correspondió compartir los privilegios de otorgar grados.
    No cabe duda que pensó que la oportunidad les llegaba. Y,
    por supuesto manifestaron al Rey, por intermedio del padre fray
    Jacinto Antonio Buenaventura, que "por la estrechez del colegio y
    pobreza para
    adquirir libros de
    ciencia
    solicitaban se les otorgará los bienes de los jesuitas".
    Pero hay todavía otro aspecto que conviene señalar:
    los dominicos no sólo pedían "para sí los
    bienes de los jesuitas, el Colegio Máximo con todas sus
    pertenencias, y los derechos y privilegios que tenía la
    antigua universidad de los jesuitas, sino además, todas
    las prerrogativas que el fiscal Moreno pedía para la
    universidad pública"

    Por otra parte, otro aspecto que salta a la palestra es
    el de los grados académicos. De hecho al instaurarse la
    universidad pública propuesta por Moreno, cesarían
    de inmediato los privilegios de otorgar grados para la
    universidad Santo Tomás y ciertamente se
    cuestionaría su misma razón de ser.

    La tesis que
    sostenemos para Santafé es que los dominicos previeron el
    panorama terrible que se les venía. No era difícil
    imaginar que la propuesta los desplazaba del control educativo.
    Ciertamente, el plan que presentó el Fiscal, el 9 de mayo
    de 1768 ante la Real Audiencia de Santa Fe, señalaba el
    problema de fondo: el sector civil estaba relegado de los cargos
    en el campo de la educación. En efecto, señala que:
    "Los religiosos han empuñado el cetro de las ciencias, han
    dominado en los empleos de rectores, regentes de estudios,
    examinadores en los grados y árbitros en conferirlos,
    quedando los seculares sujetos con la dura servidumbre, a vivir
    siempre inferiores sin esperanza de sacudir tan pesado
    yugo"

    De acuerdo con este planteamiento de Moreno, hay que
    subrayar que en Santafé las universidades y colegios
    mayores que impartieron estudios al sector civil estuvieron bajo
    el control de las comunidades religiosas: jesuitas, dominicos y
    Agustinos calzados con la excepción de uno de los casos
    atípicos en América colonial como fue el caso del
    Colegio Mayor del Rosario con patronato Real y
    eclesiástico.

    Pero hay otro aspecto que se debe destacar en esta
    rivalidad de poderes: el tipo de educación que se
    impartía y Moreno estaba dispuesto a afrontar esta reforma
    demostrando que " los religiosos tenían una obsesiva
    enemistad hacia los avances de la ciencia y
    la filosofía útil".

    Aunque a lo largo de este periodo se pueden analizar
    diversos casos sólo compararemos con la reforma que
    llevó a cabo al peruano Olavide. En efecto, los dominicos
    llevan el liderazgo en
    la contrarreforma en Sevilla y le inician a Olavide un proceso en la
    Inquisición. En este caso la nobleza andaluza no iba a
    permitir las reformas de este ilustrado en la provincia de
    Andalucía. En Santafé, asimismo al fiscal Moreno no
    le perdonarían que hubiese osado quitarle los privilegios
    y monopolio que ejercía esta comunidad de Santo Domingo.
    Hay que subrayar que aquí lo envían a Chile lejos
    de su familia y de su
    tierra en un
    cargo secundario de funcionario público.

    En el proceso peculiar que nos ocupamos de
    Santafé, los ataques fueron radicales y a pesar que la
    Junta de Temporalidades y la Audiencia apoyaron al Fiscal, hay
    que decir, que el poder de los dominicos fue más fuerte en
    la Corte tal como se vio en Sevilla con Pablo de
    Olavide.

    Pero no cabe duda, que en Santafé, el sector
    civil consiguió sus objetivos
    aunque por un corto periodo de tiempo. En este proceso fue
    significativo el apoyo que el Cabildo le otorgó a Moreno.
    En efecto, el 23 de noviembre de 1769 le indicaba el Cabildo al
    Rey la necesidad de establecer universidad pública con el
    criterio que "era tan urgente como son notorios los daños
    que ocasiona su defecto en una capital que abunda la
    lúcida e ingeniosa juventud
    aplicada por inclinación al estudio de las letras". Es
    bien sabido que la reforma de Moreno se presentó el 12 de
    septiembre de 1774 y lo aprobó la Junta Superior de
    Aplicaciones el 22 de septiembre del mismo mes y
    año.

    La propuesta de Moreno se aplicó por escasos
    cinco años en los Colegios Mayores del Rosario y de San
    Bartolomé, de Santafé, entre 1774 a 1779.
    Así pues, los contenidos y método
    escolástico se reformaron con el nuevo Plan de Estudios.
    Lo significativo del Plan que se aplicó es que
    contempló modificaciones en la enseñanza de las
    cátedras de filosofía, introduciendo la
    enseñanza en la lógica
    de Fortunato de Brecia; en las matemáticas
    ciñéndose al texto del
    alemán Christian Wolff; en la teología,
    restringiendo la influencia de Santo Tomás; en cuanto hace
    al derecho, se subrayó la importancia de estudiar las
    leyes reales.

    Pero la propuesta del Fiscal se enfrentó a una
    formación universitaria que giraba en torno de una
    concepción teocéntrica del conocimiento
    que en una sociedad como la
    neogranadina constituía, no sólo el eje de la
    mentalidad, como era obvio, sino que también condicionaba
    la educación de quienes, en un momento dado, debían
    engrosar las filas de la vanguardia
    intelectual.

    Así, a pesar de que el arzobispo Fray
    Cristóbal de Torres había creado, con la
    fundación del Colegio Mayor de Nuestra Señora del
    Rosario en 1653, un centro educativo destinado a la
    formación del sector secular, donde se educaran no
    sólo miembros del sector eclesiástico, sino
    también médicos y abogados, varias décadas
    después, en 1693, tan sólo habían salido de
    sus aulas tres abogados y dos de ellos en derecho
    canónico.

    Por otra parte, en San Bartolomé¸ el otro
    colegio mayor donde se educaba la juventud santafereña,
    los estudios de derecho sólo fueron implementados a
    principios del
    siglo XVIII. En apariencia, no sólo se trataba de que el
    mercado laboral
    únicamente era apto para absorber elementos pertenecientes
    al sector eclesiástico, sino que en Santafé el
    ambiente
    intelectual, ya en la mitad del siglo XVIII, aún estaba
    influenciado casi totalmente por la escolástica.
    Además, se presentaba una grave situación
    denunciada por Moreno: escaseaban los libros y el sector secular
    estaba muy poco comprometido con las nuevas ideas que manejaba la
    intelectualidad europea e inclusive española.

    Precisamente, el virrey Guirior, en su relación
    de mando de 1776, valora la aplicación del Plan en los
    siguientes términos: "Con tan feliz suceso, que en
    sólo un año que se ha observado este acertado
    método, se han reconocido por experiencia los progresos
    que hacen los jóvenes en la aritmética, álgebra,
    geometría y trigonometría, en la jurisprudencia y
    teología".

    Sin embargo, la comunidad de los Dominicos a quienes se
    les eliminó la prelación de dar grados iniciaron un
    pleito ante la Corte que ganaron al conseguir nuevamente el
    monopolio educativo en la capital. Ciertamente, la contrarreforma
    llegó en 1779 e impusieron nuevamente un plan de corte
    escolástico. Hay que decir, que el proceso de
    revocación del Plan de Moreno se realizó de una
    manera muy peculiar. Según se establece documentalmente el
    13 de octubre de 1779 el señor Gutiérrez de
    Piñerez, asumiendo las funciones de
    virrey Flórez citó a la Junta de estudios donde los
    dominicos tenían el control. Un hecho significativo es que
    no asistió el arzobispo Caballero y Góngora quien
    manifestará que esta Junta "fue demasiado ampliada" y "no
    era nada apta para resolver sobre estudios".

    Quizá, resultó inevitable la ley de vida y
    consecuencias para quienes son pioneros en los cambios
    socio-políticos. En realidad, se alcanzan los objetivos
    con grandes sacrificios personales y al final la oposición
    nunca perdona que le hayan realizado los cambios y contraatacan
    al pionero con el arma más fuerte como es la de
    desmeritarlo, quitarle todo poder político y al final la
    estocada mortal. En este caso el visitador Gutiérrez de
    Piñerez consiguió quitar del camino a Moreno y
    Escandón. Es difícil imaginar la salida de Moreno
    para Lima en abril de 1780 a donde se desplazó con el
    cargo de Fiscal del Crimen dejando en su tierra natal una "carga
    de sinsabores y con la derrota a cuestas de un proyecto al que
    le había dedicado su vida y que para desventura del
    virreinato, no logró institucionalizarse. Así pues,
    nuestro reformador de los estudios nunca regresa a su patria y
    muere como funcionario público en Santiago de Chile en
    1791.

    Sin embargo, el grupo del fiscal Moreno que lideraba el
    gaditano José Celestino Mutis vuelve con un nuevo Plan de
    Estudios a través, en esta ocasión, del Virrey
    Caballero y Góngora (1723-1796) quien pertenecía al
    sector de clérigos ilustrados y regalistas. Caballero
    retomó la bandera de Moreno con todas las implicaciones
    que esto significó de enfrentamiento a la comunidad de
    Santo Domingo. La arremetida fue fuerte e inició por
    quitarle las prerrogativas de otorgar grados a la universidad
    Santo Tomás el 21 de enero de 1780 y lo ratifica el 29 de
    julio del mismo año. En su cargo de virrey aprueba la
    Expedición Botánica de Mutis en 1783 y en 1786
    restablece la cátedra de matemática
    y luego, retoma la bandera de una universidad pública con
    la propuesta de la "Universidad Real Mayor de San Carlos" que
    presenta el 13 de julio de 1787. Como es de suponer, la propuesta
    no pasó en la Corte el virrey termina su mandato en 1789,
    en el mismo año que muere Carlos III y con él una
    época de avance cultural, en medio de polémicas por
    la secularización de los estudios superiores en el
    virreinato de la Nueva Granada.

    El Plan de Estudios del arzobispo-virrey contemplaba
    algunas innovaciones con respecto al plan de Moreno y
    Escandón. El Plan se dirigió a "a sustituir las
    útiles ciencias en lugar de las meramente especulativas en
    que hasta ahora se ha perdido el tiempo". Aparte de la
    cátedra de filosofía tradicional, contempló
    la apertura de otras, como la de matemáticas, la de
    botánica, la de química, la de
    medicina y la de algunas otras cátedras para la
    enseñanza de la teología. Por razones de orden
    burocrático, sin embargo, el plan de Caballero y
    Góngora no llegó a aplicarse. Es importante
    subrayar que se trató de un Plan de estudios ilustrado
    cuyo autor fue un virrey. Sin embargo, bajo su gobierno se
    reabrió la cátedra de matemáticas(1776) y se
    puso en funcionamiento la de derecho
    público. En cuanto a la cátedra de
    matemáticas, Mutis la dictó durante cortos
    período, entre 1762 y 1767 y después de 1770 a
    1774. Por otra parte, es bien sabido que se inicia la
    Expedición Botánica bajo la dirección de
    José Celestino Mutis en 1783. Es allí donde se
    concentró la formación ilustrada de un grupo de la
    élite criolla neograndina.

    Queda por explicar que el hecho de la no
    aprobación, por cuestiones de tipo burocrático,
    revela hasta qué punto en la implantación de esos
    planes influyeron asuntos de orden económico y
    político, aspectos que se hallaban profundamente
    entrelazados y que evidencian la distancia a veces sumamente
    profunda entre la presencia de un discurso
    abierto a toda suerte de innovaciones y la falta de
    interés real en llevarlo a cabo.

    Innovación importante en los estudios superiores
    fue la de la cátedra de derecho público, cuya
    apertura había sido dispuesta por el Plan de Estudios de
    1779, y que sólo fue abierta en 1787 . A pesar de que en
    esta cátedra se apoyó el despotismo ilustrado,
    permitió el manejo de la razón como elemento para
    el estudio del derecho. Suprimida en 1794, fue reemplazada por la
    de derecho real.

    Es sorprendente la actitud de los
    virreyes y, en general de la ilustración española. Por una parte,
    por ejemplo, Antonio Nariño traduce los derechos del
    hombre de un
    libro que se encontraba en poder del virrey José de
    Ezpeleta. Por la otra, bajo la gestión
    de este mismo mandatario se prohibe una cátedra que era
    una especie de caballo de Troya a través de la cual no
    solamente se justificaba el despotismo ilustrado sino que el
    texto utlizado también contenía el germen para
    poner en tela de juicio la legitimidad de ese mismo
    despotismo.

    Por ello la cátedra de derecho público
    debió ser suprimida, y reemplazada por la de derecho real.
    A pesar de que el método elegido para dictar la nueva
    asignatura era el tradicional, de toda maneras la
    enseñanza de las instituciones jurídicas
    españolas en la universidad significó un avance
    considerable en relación con la enseñanza del
    derecho tal como se llevaba a cabo hasta ese momento, basada
    generalmente en el derecho romano
    y en el uso del latín.

    En todo caso los virreyes continuaron señalando
    en sus informes en la
    necesidad de una universidad pública para este virreinato.
    Sin embargo, Don José de Ezpeleta(1789-1796) inició
    la represión contra quienes divulgaron las ideas de la
    revolución
    francesa en los claustros de los estudios superiores. Por el
    contrario, la orden dominicana recibió la
    ratificación de la facultad para otorgar grados. Pero hay
    que decir que, fuera de estos claustros, este virrey,
    apoyó las ideas ilustradas que se divulgaron a
    través de Papel Periódico
    de Santafé de Bogotá y en 1793 la Expedición
    Botánica recibió un nuevo impulso.

    No podemos de dejar de mencionar que durante la
    gestión de Pedro Mendinueta y Musquiz ( 1797-1803) se
    empezó la construcción del Observatorio
    Astronómico de Santafé, se realizó el cuarto
    censo de población, estableció la Sociedad
    Económicas de Amigos del País en 1801. Un plan que
    sí llegó a aplicarse y que significó la
    reorganización de los estudios de medicina en el
    virreinato fue el de medicina, debido a la iniciativa de
    José Celestino Mutis, mediante un plan redactado en 1803
    que significó el distanciamiento de la teoría
    hipocrático- galénica, común en los estudios
    de medicina. Previamente el científico Mutis, por encargo
    del virrey, había elaborado el informe "Estado
    de la medicina y la cirugía en el Nuevo Reino de Granada
    en el siglo XVIII y medios para
    remediar su lamentable atraso";

    La adopción
    de este Plan de medicina no encontró las dificultades con
    las cuales debieron tropezar los otros planes, ya que hasta ese
    momento se hallaba abandonada la enseñanza de la medicina
    en Santafé, y los defensores de la escolástica, que
    habían llevado al traste hasta ese momento con la
    aplicación de las ideas ilustradas en la enseñanza
    universitaria, no se opusieron a él. Es interesante
    puntualizar la manera como se produjo el nombramiento de quien
    debía ser el catedrático de medicina que
    debía poner en funcionamiento el plan, el sacerdote Miguel
    de Isla, y que culminó con su designación como
    catedrático provisional de medicina en 1801. Mientras que,
    por una parte, funcionarios de la Real Audiencia como Mariano
    Blaya y Sebastián López Ruiz se opusieron vehemente
    al nombramiento, argumentando que el Padre Isla carecía
    del título de médico que lo acreditara para
    enseñar medicina, por otra parte José Celestino
    Mutis y el virrey defendieron la posición opuesta, y
    argumentaron que no valía la pena traer
    catedráticos desde España, y que en Santafé
    la persona
    más autorizada para encargarse de la asignatura era el
    Padre Isla, cuya idoneidad en cuanto a conocimientos
    médicos conocía bien Mutis. Prevaleció la
    posición ilustrada, y el sacerdote fue el encargado de
    poner en funcionamiento el Plan propuesto por Mutis para la
    reapertura de la facultad de medicina en el Colegio del
    Rosario.

    Hay todavía otro aspecto que conviene
    señalar, en este apartado, y es el de las Constituciones y
    Plan de Estudios que elaboró el ilustrado criollo Eloy
    Valenzuela(1756-1834) ( para el Colegio–Universidad
    de San Pedro Apóstol en la villa de Mompox. Ciertamente,
    consideramos que los dos documentos señalados, inspirados
    en el pensamiento Ilustrado, constituyeron junto con el Plan de
    Moreno el inicio de la modernidad en la
    universidad colombiana.

    Hay que decir, que el Eloy Valenzuela que llega de la
    mano de Mutis en 1770 al Colegio Mayor del Rosario del que se
    hace catedrático de Filosofía en 1777 para explicar
    bajo la Reforma de Moreno y Escandón la nueva
    filosofía Ilustrada. Una vez más, es posible que
    Mutis influyera en la carrera académica de Valenzuela al
    ser designado por Dn. Pedro Martínez de
    Pinillos(1748-1809) para que elaborara las Constituciones y el
    Plan de Estudios de Filosofía para el Colegio de San Pedro
    Apóstol para la Villa de Mompox, en 1806.

    El comerciante Pedro Martínez Pinillos, fundador
    del colegio, en 1802 destinó 176.500 pesos para la
    creación de dos escuelas de primeras letras y el citado
    colegio-universidad con seis becas. Esta institución
    tenía como objetivo formar a la población civil y
    además se estableció que el patronato fuera real
    administrado a través del Ayuntamiento de la Villa. Desde
    luego una vez aprobado, el real Colegio-universidad, el virrey
    procedió a nombrar los profesores previa oposición
    que hicieron a los cargos. La administración de los
    dineros quedó en la compañía mercantil
    "Pinillos y sobrinos" con un capital permanente de 120.000
    pesos.

    Da la impresión que el trámite de la
    solicitud de fundación del colegio-universidad
    tenía sus apoyos en la Corte porque no deja de ser
    significativa la rapidez con la que se expide la Real
    Cédula si se tiene en cuenta la lentitud administrativa de
    la época. La Real Cédula le concedió al
    Colegio el privilegio de otorgar grados al establecerla como
    universidad. Decía la Real Cédula: "Visto todo lo
    referido a mi Consejo de Indias con lo que informó su
    contaduría general… he venido en acoger bajo mi soberana
    protección y aprobar las dichas fundaciones y en mandar se
    eriga en universidad el referido colegio, con las mismas
    facultades y prerrogativas que el de esa capital, vistiendo sus
    colegiales igual beca con el escudo de su titular San Pedro y
    facultad de conferir en ella los grados en las facultades que se
    cursen en la misma universidad".

    La Universidad se instaló con las normas de rigor
    el 29 de agosto de 1809. Interinamente, hasta que Valenzuela
    ocupara el cargo de rector y catedrático, se nombró
    al abogado de la Real Audiencia José María
    Gutiérrez y Cabiedes quien a su vez
    desempeñó el cargo de vice-rector y
    catedrático de filosofía y por lo tanto le
    correspondió la lección inaugural del curso
    académico. Gutiérrez y Cabiedes se había
    distinguido en su época de estudiante por la exposición
    que realizó en las conclusiones públicas.
    También, es de resaltar su participación en la
    tertulia del Buen Gusto en la ciudad de Santafé. Su
    nombramiento se reseñó en la época de la
    independencia,
    en el Correo del Orinoco, de la siguiente manera:
    "Gutiérrez fue recibido por la Audiencia en el
    número de abogados, y el Virrey le confirió luego
    una comisión muy importante para la villa de Mompox, nada
    menos que para poner en planta el Colegio Universidad que
    allí se había erigido por Cédula Real
    á espensas del filántropo español
    Dn. Pedro Pinillos, hombre bien hechor de aquel país…".
    De todas maneras es importante apuntar que desde el 29 de julio
    de 1806 el virrey había dictado el edicto del nombramiento
    de todos los catedráticos, rector y
    vice-rector.

    La Universidad funcionó en el antiguo colegio de
    los Jesuitas. Sus labores duraron poco tiempo debido a que se
    clausuró en 1811 y sólo se reabre en 1823 bajo la
    rectoría del Pbro. Luis José Serrano Díaz.
    Otro plan fue el concebido en 1808 para el Colegio de
    Medellín y que fue analizado por el payanés Camilo
    Torres( 1766-1816)

    No se puede dejar de mencionar la influencia que
    ejerció sobre la universidad el grupo de la
    Expedición Botánica liderada por el gaditano
    José Celestino Mutis. Este "sabio" estuvo en la palestra
    asesorando a la élite criolla neogranadina y a los
    virreyes. En efecto, se enfrentó en dura polémica
    con los dominicos al tratar de introducir en el Colegio Mayor del
    Rosario la enseñanza de Copérnico y
    Newton.

    Los estudios para la formación de abogados y
    sacerdotes continuaron dentro del método
    escolástico con la variante que se dio en la
    formación de los médicos al estar Mutis y el Padre
    Isla en la propuesta de estos estudios a comienzos del siglo XIX
    y la transformación de una nueva concepción de
    universidad que señalo Valenzuela para el
    Colegio-Universidad de San Pedro Apóstol de la Villa de
    Mompox.

    Por otra parte, finalmente, los virreyes terminaron
    desentendiéndose, por así decirlo, de la
    evolución de la educación superior en la medida en
    que la posición de ésta no conllevara problemas de
    orden público. Prueba de lo anterior consiste en que el
    texto de Goudin, escolástico a ultranza, fue retirado y
    substituido por el de Christian Wolff, que había sido
    propuesto por Moreno y Escandón en su Plan de Estudios.
    "En 1804, dice el padre Pacheco, el texto de filosofía en
    los colegios de Santafé ya no era el P. Goudin". Ya por
    ejemplo, en San Bartolomé Joaquín Moya explicaba en
    castellano
    principios de aerostática y aerometría bajo la
    dirección de Custodio García Rovira

    En definitiva, la universidad colonial del virreinato de
    la Nueva Granada no logró institucionalizar la universidad
    pública ni las reformas ilustradas. Sin embargo, si
    alcanzó, a través de los profesores ilustrados,
    junto con la Expedición Botánica y las Tertulias
    una nueva mentalidad de la necesidad de los estudios
    "útiles y prácticos" que repercutió en la
    élite criolla neogranadina en el proceso de independencia.
    Hay que tener en cuenta el aporte en la difusión del
    pensamiento Ilustrado, de "Papel Periódico" y el
    "Semanario de la Nueva Granada".

    Destacamos que en América colonial, fue el
    único virreinato que logró aprobación local,
    por la Junta de Temporalidades, para la aplicación de una
    reforma Ilustrada y con esta el control del Estado en los
    estudios superiores y la dirección por parte del sector
    civil. De lo que se ha localizado, documentalmente, hasta el
    momento la reforma más avanzada, para su época, se
    localiza en el Colegio-universidad de la villa de Mompox.
    Así mismo, a finales del siglo XVIII se inicia
    enseñanza y conclusiones públicas en español
    frente al idioma predominante de la universidad que era el
    latín.

    Sin embargo, un examen más profundo del fracaso
    de las iniciativas virreinales en materia de
    educación superior puede revelar, por ejemplo, que para
    llevar a cabo esos proyectos no se
    contaron con medios económicos suficientes- con los
    cuales, por ejemplo, sí contó José Celestino
    Mutis para adelantar los propósitos de la
    Expedición Botánica- Ello no solamente evidencia la
    ausencia de fondos oficiales suficientes con destino a la
    educación , sino también una falta de voluntad
    política, defectos que, no es necesario subrayarlo, se
    prolongan hasta nuestra época.

    A comienzos del siglo XIX sólo se tenían
    tres universidades con derecho a otorgar grados. De estas dos
    otorgaban grados al sector civil: Santo
    Tomás(Santafé) y San Pedro Apóstol (Mompox).
    La de Mira(Santafé) sólo lo realizaba para los
    clérigos de su orden. Se debe indicar que la de Santo
    Tomás no impartía estudios al sector civil,
    allí sólo iban a graduarse los de San
    Bartolomé y del Rosario.

    Profesores y estudiantes

    Ahora bien, la universidad colonial se orientaba a la
    formación de los jóvenes de la élite criolla
    y española quienes ingresaban bajo riguroso "proceso de
    informaciones".Los catedráticos en los inicios eran
    nombrados por el Padre Director de la Universidad pero es a
    partir de la reforma de Moreno y Escandón que se inician
    las oposiciones para optar al cargo docente. Al respecto
    señala Moreno que "deberían proveerse las
    cátedras por oposición, votándose la
    aprobación por los examinadores y proponiéndose
    terna al superior gobierno para la elección". De esta
    manera, el nombramiento, se daría a"los más
    beneméritos e idóneos por su aplicación,
    habilidad y literatura".

    La cátedra se convirtió en un medio para
    que la élite criolla accedería a los cargos en la
    administración virreinal. Los salarios anuales oscilaban
    entre ciento cincuenta a cuatrocientos pesos anuales variando
    según la cátedra.

    Por otra parte, debemos indicar que los estudios se
    centraron en la formación de abogados y sacerdotes.
    Aproximadamente, la población estudiantil hacia 1810,
    incluyendo los colegios mayores de Rosario, San Bartolomé
    en Santafé, San Francisco en Popayán y las
    universidades de Mira en Santafé y San Pedro
    Apóstol en Mompox era de aproximadamente 200
    alumnos.

    Financiación

    Las universidades se financiaron por las donaciones de
    los particulares y por las comunidades religiosas. Con la
    pretendida y frustrada universidad pública se
    intentó que se financiaran las cátedras con el
    capital de las Temporalidades . En Santafé no
    funcionó el "privilegio universitario de participar en el
    diezmo eclesiástico"

    Educación superior femenina.

    Documentalmente no hemos localizado el nombre de alguna
    mujer que hubiese
    ingresado a los estudios superiores en el virreinato de la Nueva
    Granada.

    En el virreinato, a la mujer le era
    vetado el ingreso a estas instituciones al igual que a los
    mestizos, mulatos, indios y negros. En definitiva, la
    educación superior estaba reservada, bajo escritos
    requisitos de ingreso en raza, religión y nobleza,
    sólo para los españoles y criollos.

    Lo anterior es explicable si se revisa la
    legislación de la época donde la mujer criolla no
    tenía "ninguna capacidad jurídica". La mujer
    siempre dependía de alguien: su padre, esposo, convento o
    tutor. No disponía de sus bienes y sólo lo lograba
    a través de intermediarios. No comentaremos la
    situación de la india y la
    negra que era peor jurídicamente que la de la
    blanca.

    Como se dice con razón que la educación
    obedece a funciones sociales y a las exigencias de la
    división del trabajo. Ciertamente, la educación que
    se le otorgaba a las criollas estaba reservada a la familiar y la
    que recibía en los conventos para desarrollar la
    función social de esposa o de monja. Es por ello que las
    comunidades religiosas que llegaron a América se dieron a
    la tarea de organizar el respectivo convento para la
    formación de las monjas. En el siglo XVIII con el
    padrón de 1776 se localizaron 470 monjas sobre una
    población femenina de 658.411 mujeres. Hay que decir
    varios monasterios fueron fundados por mujeres laicas. Parece ser
    que el único convento de este virreinato fundado por
    monjas clarisas, provenientes de España, fue el de
    Cartagena en 1617. Pero en general, no se impartía una
    educación "pedagógica de carácter
    formal".

    En este virreinato, se cataloga de pionero en la
    enseñanza el monasterio de las monjas agustinas en
    Popayán (1591). En el censo de 1807 se hace constar del
    gran número de educandas. Es más, cuando en 1863 se
    les obligó a exclaustrarse se señala que de
    allí han "salído excelentes esposas y madres de
    familia". En el siglo XVIII, Francisco José de
    Caldas(1738-1816) señala para Popayán, en 1793, la
    existencia de dos monasterios. Uno donde sólo se
    recibían a las mujeres que se dedicaban a la vida
    religiosa y otro que si admitía a jóvenes cuyo
    objeto era el instruirse. En el citado informe Caldas, dentro de
    la mentalidad Ilustrada, aboga por acabar con la ociosidad. Hecho
    que ya se manifestaba en la metrópoli en los escritos de
    Benito Feijoo y de Campomanes. Estos escritos y apoyos en la
    Corte dieron origen en el siglo XVIII a las primeras
    disposiciones oficiales sobre "escuelas de niñas". La Real
    Cédula de 11 de mayo de 1793 ordenaba el establecimiento
    de Escuelas gratuitas de niñas en los barrios de
    Madrid.

    Es imprescindible, conocer la presencia de la mujer en
    las esferas políticas-culturales que son las que van a
    permitir con posterioridad su ingreso a la universidad. En la
    metrópoli las mujeres trabajaron en las Sociedades
    Económicas y fundaron en Madrid la "Junta de
    Señoras". Destacamos a Josefa Amar y Borbón con
    proyectos muy puntuales y no generalizados. Se encuentra el caso
    peculiar de María Isidra Quintina de Guzmán y de la
    Cerda(1768-1803) que recibió en junio de 1785 el grado de
    doctora en Filosofía y Letras Humanas en la Universidad de
    Alcalá de Henares. Un año antes se le había
    admitido en la Real Academia de la Lengua y además de la
    cultura y educación que demostraba se encuentra el hecho
    relevante de ser hija de los Marqueses de Montealegre y Condes de
    Oñate. Lo anterior explica porque Carlos III expide la
    Orden del 20 de abril de 1785 donde permite a la Universidad
    otorgarle el citado titulo de doctora.

    En América colonial, también se oyeron las
    voces de mujeres Ilustres. Lo peculiar en estas mujeres es que su
    único medio de formación fueron los libros. Ellas,
    si bien no lograron el ingreso a la universidad si abogaron por
    lo mínimo: colegios-escuelas para las mujeres de
    América.

    La mujer a finales del siglo XVIII fue tomando una
    figura pública en el campo de las tertulias. Quizá
    las esposas de los virreyes dieron la pauta de un nuevo comportamiento
    burgués a imitación de las mujeres que se
    destacaban en la Corte francesa y española. Por ejemplo,
    doña Juana María de Pereyra, esposa del virrey
    Flórez se le catalogaba de "poetisa y bailarina". La
    esposa del virrey Ezpeleta doña María de la Paz
    Enrile a la que se considera precursora de las Tertulias en
    Santafé. Pero, una de las más conocidas fue la del
    "Buen gusto" que se reunía en la casa de la criolla
    Manuela Santamaría de Manrique. Se indica que doña
    Manuela "estudiaba el latín y el francés para poder
    leer a Virgilio y la Enciclopedia". A esta Tertulia
    asistía Camilo Torres con su esposa María Francisca
    Prieto..

    Por otra parte, la organización de centros
    educativos para la mujer encontramos en Santafé a
    Doña Clemencia de Caicedo(1710-1779) quien
    pertenecía a lo más selecto de la sociedad
    neogranadina. Formada de manera auto-didacta con los libros que
    luego donaría al Colegio de la Enseñanza. Se
    había casado en segundas nupcias con Joaquín de
    Aróstegui, peninsular, residente en Nueva Granda desde
    1740 y Oidor Decano de la Real Audiencia. Doña Clemencia
    apoyada por su esposo propuso ante el Consejo de Indias, en 1766,
    la fundación de un centro educativo para mujeres con la
    comunidad de La Enseñanza pero sin monjas
    peninsulares.

    Luego de un largo proceso el arzobispo virrey Antonio
    Caballero y Góngora, que gobernó el virreinato de
    1782 a 1787, decreta el 17 de marzo de 1783 la apertura del
    Colegio-escuela de La Enseñanza. Hay que decir, que
    doña Clemencia murió en 1779 sin haber visto
    coronado su esfuerzo. Sin embargo, dejó la
    organización y los criterios definidos. Entre otros, se
    organizaría con jóvenes criollas; las
    Constituciones y Reglas obedecerían a la
    Compañía de María; el Patrono sería
    el virrey; la educación se centraría en formarlas
    para el magisterio. . y para tal efecto se funda la
    Compañía de María de la Enseñanza
    bajo el patronato del Virrey. Lo significativo fue que por
    primera vez las educandas tienen una organización, con
    horario y actividades concretas. Además, de un traje
    especial y con reglas de conducta muy
    definidas.

    Elaborado por

    Diana Soto Arango

    Directora Proyecto "Historia y prospectiva de la
    universidad Latinoamericana". Dirección de Investigaciones.
    Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
    Código:
    9005-092. El estudio recoge información del sub-proyecto: "Historia de
    la universidad colombiana.1774-1992"que presentamos a COLCIENCIAS
    en el año 1996 y que dio origen a la linea de
    formación en el Doctorado Ciencias de la Educación.
    de RUDECOLOMBIA. El presente período lleva aportes de los
    trabajos que hemos elaborado en conjunto con Jorge Tomás
    Uribe sobre la Ilustración.

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