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Investigacion de Mercados




Enviado por juankgs



    1. Objetivos
    2. Apuntes
      etnográficos
    3. Contexto
      productivo
    4. Análisis del modelo de
      comportamiento del consumidor
    5. Modelo de distribución
      del pueblo Sía
    6. Conclusiones
    7. Bibliografía

    OBJETIVOS

    • Justificar que el modelo de
      comportamiento del
      consumidor en la toma individual de decisiones no aplica en
      las comunidades indígenas del pueblo Eperara
      Siapidara.
    • Explicar como se desarrolla el modelo
      dentro de la comunidad.

    INTRODUCCIÓN

    Dadas las diferentes dificultades enfrentadas por la
    comunidad de los Eperara Siapidara para la comercialización de productos, la
    escasez de dinero, su
    economía
    de autoconsumo, sus creencias, la
    globalización y demás factores de orden
    económico, político, social, cultural; éstas
    comunidades se han visto avocadas en un clima de
    conformidad para al toma individual de decisiones a la hora de la
    escogencia de algún producto.

    Es por eso que se dará en este trabajo un primer
    vistazo a la parte etnográfica, para así entender y
    explicar por qué el modelo de comportamiento
    del consumidor no
    aplica para estas comunidades; y posteriormente, explicar cual
    sería el posible modelo que podría implementarse
    allí basándose en elementos como: buscar mejoras en
    la comercialización, identificación de
    mercados,
    soluciones al
    problema del transporte,
    entre otros.

    1. Contexto Social:

      Datos histórico-geográficos:
      Los dos resguardos se encuentran ubicados en las selvas del
      Pacífico colombiano, caracterizados como Bosque Muy
      Húmedo Tropical y donde se desarrolla una de las
      mayores biodiversidades de la Tierra.
      Están asentados en los departamentos del Valle, Cauca
      y Nariño. Su ondulada topografía hace parte del piedemonte de
      la cordillera Occidental, con una altitud que oscila entre
      los 50 y 500 m.s.n.m.. La temperatura promedio es de 28º C, con una
      humedad muy alta (aproximadamente del 95%). La mayor parte de
      su población reside a orillas de los
      ríos Infí y Guangüí, tributarios
      del San Bernardo, el cual es afluente del río Saija
      antes de su desembocadura en el océano
      Pacífico. Los primeros habitantes se asentaron en la
      región desde hace varias centurias, habiéndose
      desplazado forzosamente desde el Chocó por razones
      políticas y económicas durante
      la época de la Conquista.

      Aspectos Sociales: Los miembros de la etnia
      Eperara Siapidara hace parte de la gran familia
      Embera.. Tienen una organización social basada en la
      parentela, es decir, en el conjunto de familiares hasta el
      cuarto grado de consanguinidad; dichas parentelas son
      reconocidas por apellidos, algunos de origen propio como
      Chirimía, Chiripúa, Puama, Quiro, Poirama, y
      otros de origen español, como Valencia, Mejía,
      etc. Su matrimonio es
      monogámico, con uniones preferentemente de hecho.
      Priman las alianzas matrimoniales endogámicas, es
      decir, entre personas del mismo resguardo que no estén
      emparentadas entre sí. Su familia es
      extensa por tradición, pero tienden a constituir
      familias nucleares que construyen sus hogares en terrenos de
      la familia
      paterna o materna; de igual modo, sus reglas de descendencia
      son patri-matrilineales. El patrón tradicional de
      asentamiento es disperso, pero también existe una muy
      reciente tendencia a concentrarse en pequeños
      caseríos o poblados. Los procesos
      descentralizadores que se viven en la nación, se han reflejado en la dinámica interna del resguardo de
      Guangüí promoviendo la constitución de las cuatro comunidades
      con sus respectivas autoridades civiles.

      Aspectos Económicos: Aunque la
      economía de subsistencia ha
      caracterizado su sistema de
      producción, la economía de
      mercado
      monetarista empieza a penetrar y dominar sus relaciones y
      formas de producción, pauperizando cada vez
      más a sus familias y comunidades. La propiedad
      del territorio del resguardo es colectiva, aunque el
      usufructo es familiar, y éste ha sido declarado
      constitucionalmente como inembargable, inalienable e
      imprescriptible. Precisamente dicho territorio se constituye
      en el principal patrimonio
      comunitario pero requiere de un proceso de
      saneamiento, ampliación y redemarcación de sus
      fronteras. Sobreviven con muchísimas carencias gracias
      a cinco actividades productivas: la agropecuaria, la
      artesanal, la pesca, la
      caza y la silvicultura. La
      familia, con todos sus integrantes, participa en las
      diferentes labores económicas aunque a cada género
      y edad se le asignan particulares oficios. En general la
      producción agropecuaria y artesanal se ha
      desestimulado por la falta de oportunidades de mercadeo,
      dadas las grandes distancias de los resguardos hasta los
      centros urbanos. Esta crisis
      económica está generando el desplazamiento,
      temporal o permanente, de algunas familias y sobre todo de la
      población juvenil e infantil hacia la
      región del Alto Micay donde se emplean como jornaleros
      en la recolección de hojas de coca, situación
      que al igual que las fumigaciones aéreas en el Alto
      Micay, empiezan a generar presión para que se emprendan los
      cultivos ilícitos dentro de los resguardos, prohibidos
      por las autoridades tradicionales, las comunidades y los
      cabildos.

      Aspectos Políticos: Aunque ha existido
      una autoridad
      tradicional que identifica a los Eperara Siapidara, las
      nuevas circunstancias del orden nacional condujeron primero a
      la constitución de los dos resguardos, y
      luego, en 1986, del primer cabildo para el resguardo de
      Guangüí, y posteriormente otros cabildos para el
      resguardo de Infí y cada una de las cuatro comunidades
      de Guangüí; estos cabildos son los responsables
      de los procesos
      de organización y gestión comunitaria. De igual manera,
      hacia fines de la década de los ochenta se creó
      la primera organización indígena regional de
      los Eperara, pero diferentes circunstancias llevaron a su
      disolución y la creación de otras tres
      asociaciones sub-regionales: dos en el Cauca y una en
      Nariño. Precisamente Aciesca lleva cuatro años
      de gestación y logró conseguir en el 2000 su
      personería jurídica; es administrada por una
      Junta Directiva, conformada por los gobernadores de los cinco
      cabildos, a quienes les compete especialmente la gestión interinstitucional y la
      coordinación de los asuntos que tienen
      que ver con los dos resguardos. Con la Constitución
      Política de 1991 los resguardos
      indígenas fueron declarados como Entidades
      Territoriales semejantes a los municipios, con lo cual
      conquistaron el derecho a regir sus destinos con mayor
      autonomía; aunque han alcanzado mayor capacidad de
      gestión ante los organismos gubernamentales y no
      gubernamentales, de todos modos es evidente el estado
      de marginación en que el Estado
      tiene a las comunidades indígenas y negras de la
      región. La
      educación y la salud son los
      únicos servicios
      públicos que presta el Estado
      directamente en los resguardos y por demanda de
      las mismas comunidades, aunque con carencias y deficiencias
      lamentables.

      Aspectos Culturales: El Cacicazgo ha sido la
      autoridad
      tradicional en cabeza de los Tachi Akore y Tachi Nawe,
      quienes ejercen funciones
      sacerdotales y religiosas constituyéndose en la
      institución que mantiene la unidad y la identidad
      de todo el Pueblo Sía. Actualmente son tres mujeres
      las que detentan esta investidura, de carácter familiar y hereditaria pero
      también carismática, quienes permanentemente se
      desplazan a todas las comunidades Siapidara en los
      departamentos del sur del Pacífico colombiano, e
      inclusive al Chocó. A los Cabecillas, como mediadores
      entre las comunidades y dichas autoridades, les corresponde,
      de un lado transmitir a las Tachi Nawe las propuestas e
      inquietudes comunitarias, y de otro lado, secundarlas en el
      ejercicio de sus funciones
      organizando las celebraciones religiosas colectivas. Otra
      especial institución que caracteriza a los Eperara son
      los Jaipana, chamanes o brujos con poderes sobre los
      espíritus causantes de la salud y la enfermedad.
      Aunque la población es bilingüe, la lengua
      Sía Pedée sigue siendo su principal instrumento
      de comunicación interno, utilizando el
      Castellano
      sólo para la
      comunicación con agentes externos. La identidad
      cultural de las personas y las comunidades se construye y
      sostiene fundamentalmente por este sistema
      religioso y lingüístico, aunque en las
      últimas décadas se ve expuesta a
      múltiples presiones e imposiciones de la cultura
      nacional mayoritaria, generando críticos procesos
      aculturadores. Precisamente uno de los factores de
      aculturación ha sido la educación formal.

      Contexto
      productivo:

      Se puede calificar su dinámica económica como de
      subsistencia, por ser muy escasa la producción de
      excedentes comercializables y por la conservación de
      las formas tradicionales de procurar su sustento. No obstante
      se constata la progresiva penetración de
      manifestaciones de la economía monetaria que han
      empobrecido aún más a la población,
      además de las políticas agrarias y neoliberales de
      apertura, globalización e
      internacionalización de la economía que tan
      negativamente han afectado a los campesinos e
      indígenas. Con excepción de algunas personas
      que tienen empleos estables, como los maestros y promotores
      de salud, la inmensa mayoría de las familias alcanzan
      ingresos muy
      inferiores al salario
      mínimo legal vigente.

      El concepto de
      la territorialidad del pueblo Sía cobra especial
      significado, no sólo por las prácticas
      productivas ligadas al entorno, sino por sus
      explícitas referencias culturales. El territorio en el
      que se encuentran los resguardos se constituye en el
      principal medio de producción. Existe una doble
      propiedad
      sobre la tierra;
      según la Constitución Nacional las tierras de
      los resguardos indígenas son de propiedad colectiva y
      han sido declaradas como inalienables, imprescriptibles e
      inembargables, pero existe un usufructo familiar, es decir,
      cada familia tiene el derecho a poseer por herencia una
      determinada extensión del territorio, y a explotar los
      recursos
      que allí se encuentren. Además, algunas
      comunidades han hecho una opción por desarrollar
      proyectos
      productivos de tipo comunitario, para lo cual están en
      proceso de
      constitución de parcelas colectivas.

      Las diferentes actividades económicas
      favorecen variadas formas y relaciones de producción.
      Por lo regular en la agricultura y en la pesca
      están comprometidos todos los miembros de una familia,
      incluyendo los niños; pero

      existe un sistema tradicional reconocido como minga,
      en el que se demanda la
      participación de otras personas para actividades
      especiales como la sacada de un potrillo, la apertura de un
      bosque para la siembra o la construcción de "te waibia" o "casa
      grande" el mayor centro cultural de reunión dentro de
      la comunidad Sía. De cualquier modo, el trabajo
      se convierte en fuerte vínculo de integración familiar y social.
      Culturalmente se le da asignación diferente al
      papel que
      deben cumplir los dos géneros en algunas
      tareas.

      Como se dijo anteriormente, las familias de los dos
      resguardos han sobrevivido históricamente gracias a
      cinco actividades productivas, dentro de las cuales hay que
      destacar para efecto de este proyecto las
      de carácter agrícola y pecuario. No
      obstante cabe señalar que el renglón pecuario
      ha sido una actividad que ellos han incorporado a su quehacer
      productivo desde hace apenas unas tres décadas, dada
      la escasez de los animales de
      caza. Inclusive este proceso de apropiación de dicha
      tecnología, y sobre todo en lo que se
      refiere a las aves de
      corral, se ha operado con mucha cautela y lentitud por
      razones estrictamente culturales.

      La agricultura de selva tropical se ha convertido
      en el principal renglón de la economía. Sus
      cultivos son itinerantes, es decir, se precisa de la
      rotación de los mismos ante la pobreza de
      los suelos. Se
      destacan la siembra del plátano, las variedades del
      banano, el maíz,
      la yuca, la caña de azúcar y la papachina, así como
      algunos frutales: limón, piña, caimito,
      borojó, papaya y chontaduro. También se pueden
      observar pequeñas huertas caseras y medicinales,
      así como la actividad pecuaria relacionada con la
      cría de algunas especies domésticas como
      pollos, gallinas y algunos cerdos.

      Tradicionalmente el hombre
      Embera se ha autovalorado como cazador, pero estos recursos
      ya escasean considerablemente en el medio. La cacería
      es una actividad predominantemente masculina y nocturna.
      Entre los mamíferos las presas más
      preciadas son los venados, conejos, guatines, tatabros,
      saínos, armadillos, monos y otros roedores; entre las
      aves: el
      pavón, la pava, la perdiz y el paletón; entre
      los reptiles: la iguana, la tortuga y el piandé. La
      caza se hace preferiblemente con perro y escopeta, la cual
      desplazó al arco y la cerbatana, y en ocasiones se
      ayudan con algunas trampas.

      Para la pesca utilizan distintas técnicas: vara y anzuelo, atarraya,
      barbasco, arpón y buceo, toldillo, nasas, arco y
      flecha, etc. En el río Guangüí y sus
      afluentes las variedades son de poco tamaño: sardinas,
      mojarras, barbudos, guacucos, rabisecos, biringos, bocones,
      nalbos, lambearenas, camarón, langostino de agua
      dulce, etc.

      El trabajo artesanal sobresale por la
      cestería que practican las mujeres, cuya materia
      prima es la tetera, un bejuco que se cultiva en la
      región. La labranza de los potrillos o canoas, el
      tejido de atarrayas y la elaboración de herramientas de madera
      para uso doméstico y agrícola se convierte en
      una segunda actividad artesanal de carácter masculino.
      Finalmente se menciona la práctica extinción
      del trabajo de la cerámica que era femenino.

      La silvicultura se caracteriza por dos tipos de
      actividades: la recolección y la extracción de
      maderas. La primera se realiza en la época de cosecha
      de algunos frutos silvestres: lulos, pepa de pan, guamas,
      curubas, madroños, etc., aunque en los manglares
      ribereños al mar también se recolectan algunos
      moluscos como cangrejos, jaibas, caracoles, pianguas,
      almejas, etc. La extracción de especies maderables,
      entre las que se destacan el cedro, guayacán,
      jiguarrastrojo, nalde, comino, laurel, peinemono, etc., se
      destina principalmente a la labranza de canoas, la construcción de viviendas, la
      cocción de alimentos y
      la elaboración de herramientas. Pero también hay que
      señalar que algunas especies también tienen
      usos medicinales.

      Especialmente en el seno de las familias extensas,
      se da la circulación de algunos productos
      ligados a dichas actividades, es decir, se comparte el fruto
      de alguna cosecha, pesca o cacería.

      La economía de las comunidades eperara es de
      subsistencia, presentándose por ello pocos excedentes
      comercializables, que son vendidos o intercambiados por otros
      productos, en la comunidades negras más cercanas. Los
      productos que se comercializan son el plátano y la
      papachina, los rollos de paja y trenzas (estos rollos son
      elaborados con la corteza de tetera) y en ocasiones
      artesanías elaborados en fibra tetera (sombreros,
      canastos, esteras,..,etc) son vendidos en la bocana del
      río Saija alcanzando valores de
      20.000 pesos la ración de plátano (64
      plátanos) y de 1.000 a 1.500 pesos el tubérculo
      de papachina. Los habitantes de San Miguel de Infí
      cargan ½ a 1 ración de plátano en sus
      espaladas por un tiempo que
      oscila entre 1 y 1 ½ hora, para venderla en el
      caserío negro de San Bernardo. La paja y las trenzas
      de tetera son vendidas en Timbiquí, en Boca de Saija y
      Guapi a 900 pesos royo de paja y 2.000 pesos royo de trenza .
      Las artesanías lo son en Timbiquí y Guapi,
      cuando la dueña de las artesanías o un miembro
      de su familia, van a hacer alguna diligencia o cuando se las
      encargan. Cuando estos productos no pueden ser vendidos los
      indígenas los intercambian por pescado seco, cangrejo,
      piangua, coco o iguana.

      A las comunidades negras se les compra pescado
      fresco y seco, cerdos, miel y dulces de panela y viche
      (aguardiente de caña). También es acostumbrado
      que los indígenas vendan canoas a los negros, dado que
      éstos reconocen su habilidad para la
      fabricación de éstas embarcaciones, pagando
      precios
      entre 60.000 y 100.000 pesos dependiendo de la madera y
      del tamaño de la canoa.

      Este incipiente comercio
      con las comunidades negras se ha visto menguado en la ultima
      década por la drástica disminución en la
      producción del plátano durante dicho
      periodo.

      Con las comunidades negras asentadas en las
      proximidades del mar se da la comercialización bajo
      las formas del trueque o compraventa de algunos excedentes,
      principalmente plátano, en el propósito de
      adquirir productos del mar y coco. Por su parte las
      pequeñas tiendas se abastecen a través de
      Buenaventura de algunos granos y abarrotes de uso
      generalizado: arroz, pilas,
      enlatados, azúcar, sal, etc.

    2. APUNTES
      ETNOGRÁFICOS
    3. ANÁLISIS DEL MODELO DE COMPORTAMIENTO DEL CONSUMIDOR

    Según el modelo de comportamiento del
    consumidor en cuanto a la toma individual de decisiones la
    compra que hace un consumidor es una
    respuesta a un problema. (Solomon, p. 267, 1997).

    En la toma individual de decisiones se presentan 4 pasos
    a la hora de tener la necesidad de adquirir algún producto y
    hacer la selección
    de este bien sea por marca, precio o
    algún tipo de valor agregado
    que este traiga y otros factores.

    Dichos pasos son: el reconocimiento del problema, la
    búsqueda de la información, la evaluación
    de las alternativas, y por último, la selección
    del producto. (Solomon, p. 267, 1997).

    1. Ocurre cuando el consumidor nota una diferencia
      significativa entre su situación actual y alguna
      situación deseada o ideal. Un problema puede
      representarse como un faltante (reconocimiento de una
      necesidad) o como una mejoría (reconocimiento de una
      oportunidad). (Solomon, p. 271, 1997).

      Un ejemplo que podría identificar bien esta
      situación es la sustitución del cultivo de
      arroz para comprarlo ahora en la cooperativa, donde este ya viene desvainado y
      empacado listo para el consumo.
      Acá es evidente el reconocimiento de una
      oportunidad.

    2. Reconocimiento del problema
    3. Búsqueda de la
      información

    Es el proceso por medio del cual el consumidor observa
    su ambiente en
    busca de datos adecuados
    para tomar una decisión razonable. Dado que la
    búsqueda de la información puede ser interna o externa;
    donde la interna es la búsqueda en sus bancos de
    memoria, de
    acuerdo la experiencia previa y a que viven en una cultura de
    consumo; y
    la externa se da por simple contacto con el ambiente
    (personas, publicidad en
    vallas, etc.). (Solomon, p. 272 – 275, 1997).

    Es claro que por las condiciones en la que se
    desarrolla el diario de los Eperara, la búsqueda de la
    información se da de manera externa por: la falta de
    energía
    eléctrica que hace casi imposible que se pueda ver
    televisión; la entrada de personas del
    "mundo exterior", como la misma Universidad,
    en la cual ellos en medio de su curiosidad hacen preguntas y
    piden sugerencias; la observación de la publicidad en
    vallas o carteles cuando se encuentran en alguno de los centros
    de distribución o comercio de
    la zona como Guapi o Timbiquí.

    Pero esto no siempre es regla de oro, pues ellos deben
    "someterse" al tipo de producto que llegue a la cooperativa,
    sin esperar tal o cual marca, o tal o
    cual precio; por
    eso así tengan el
    conocimiento deben ajustarse a lo que tienen terminando por
    escoger el producto no por medio de una análisis de información, sino por
    simple necesidad o deseo.

    Por ejemplo:

    • Las variedades de maíz
      cultivadas son el amarillo y el blanco, de características similares, sólo
      diferenciadas por el color de sus
      granos. No hay una manifiesta predilección por alguna de
      ellas, estando determinada la variedad a sembrar por la semilla
      que se haya logrado adquirir.
    • Regularmente a la cooperativa llegan 2 tipos de
      pilas Varta
      y Tronex, ellos saben que Varta es mejor que Tronex, pero a la
      hora de hacer la elección lo único que les
      interesa es que la pila va a hacer que un radio
      funcione.
    1. En este punto se dan varias etapas:
      identificación de las alternativas,
      categorización de los productos, implicaciones
      estratégicas de la categorización de los
      productos (posicionamiento y reposicionamiento,
      definición de los competidores, calidad del
      prototipo, fomento del interés, localización de los
      productos) y elección entre diferentes alternativas.
      (Solomon, p. 280- 284, 1997).

      Es acá donde ratificamos el no cumplimiento
      del modelo, ya que la mayoría de los productos que
      llegan al resguardo son de marca única, no tienen
      competencia ni en precio, ni en marca, ni en
      sustitutos. Además los productos no están
      organizados en estanterías donde la comunidad puede
      entrar a mirar localización, promociones,
      degustaciones, etc, pues estos están ubicados como en
      una pequeña bodega donde la persona
      sólo va y pide para ser despachado. No hay contacto
      con el producto.

      Las alternativas que se tiene son muy pocas por lo
      que el sentido de la toma individual de decisiones es
      prácticamente nula.

    2. Evaluación de las
      alternativas
    3. Selección del producto

    Finalmente la decisión de selección del
    producto no se da por los factores anteriormente mencionados,
    sino que si se toma por el producto como tal. Por ejemplo:
    arroz, azúcar, sal, pilas, gasolina; se escoge no por la
    marca, el precio, la cantidad sino por el producto como tal. Si
    se llegará a cambiar la marca, el precio o cualquier
    otra característica de este pues simplemente
    no les importa por que no tiene de donde más
    escoger.

    1. MODELO DE
      DISTRIBUCIÓN DEL PUEBLO
      SÍA

    Ya quedó claro como es el modelo de la toma de
    decisiones individuales de la comunidad Eperara para la
    escogencia de algún producto.

    Ahora analizaremos como los productos que el pueblo
    Sía puede comercializar, podrían tener mejores
    niveles de distribución y comercialización para
    obtener mayores ingresos y una
    fuente de trabajo continua y así se vea mejorada su
    calidad de
    vida.

    En la actualidad se tiene granes dificultades para la
    comercialización de los productos, como: los bajos niveles
    de producción (ya que prácticamente es para el
    autoconsumo), el transporte
    para llevarlo a las comunidades negras cercanas o a los centros
    de distribución como Guapi o Timbiquí, la falta de
    identificación de mercados, los
    abusos (en cuanto a precio) a los que son sometidos por parte de
    los "compradores", entre otros.

    Tal vez el ejemplo más claro en el que se
    podrían dar buenos frutos a nivel de distribución
    sería las artesanías y la panadería. Como
    las circunstancias de ambas son más o menos similares,
    enfocaremos el análisis hacia las artesanías dado
    que estas tienen ventaja competitiva desde el punto de vista de
    la materia prima,
    pues en el resguardo es la única parte donde se puede
    conseguir.

    Según Lambin "un canal de distribución es
    una estructura
    formada por las partes que intervienen en el proceso del
    intercambio competitivo, con el fin de poner los bienes y
    servicios a
    disposición de los consumidores o usuarios industriales.
    Estas partes son los consumidores, los intermediarios y los
    consumidores compradores." (Lambin, p. 413, 1995).

    Es acá precisamente donde radica el problema, en
    la falta de planeación
    y conocimiento
    del mercado.

    El hombre desde
    épocas inmemorables a hecho comercio con diferentes
    productos, bien sea compraventa o intercambio (trueque), lo que
    ha hecho que supla sus necesidades para sobrevivir o sólo
    por negocio.

    La historia con la comunidad
    Eperara Siapidara no es la excepción. Las
    artesanías que se producen muchas veces se pierden por la
    falta bien de canales de
    distribución y de políticas de comercio
    claras.

    La tetera es la materia prima
    para realizar todo tipo de productos artesanales como: Sombreros,
    canastos, abanicos, petacas, esteras, etc., los cuales son
    vendidos., intercambiados y hasta regalados por los
    indígenas dadas las pocas posibilidades que se tienen de
    comercializarlos.

    Tal vez el mayor impedimento para realizar la labor de
    comercialización es el transporte, dada la lejanía
    a los diferentes centros de comercio. Pero aparte de la
    lejanía hay otro factor que incide en la en que no se haya
    desarrolla una buena comercialización de productos es la
    falta de canales de comercialización para que los
    productos tengan una demanda permanente.

    Esto se da por: la falta de conocimiento
    por parte de los indígenas, los abusos a los que son
    sometidos por parte de otras razas (negros, blancos) en cuanto al
    precio y la cantidad de producto, la falta de investigación
    de mercados para vislumbrar las posibles oportunidades que se
    tienen, la desinformación por parte de la alcaldía
    y el departamento para invitarlos a ferias y para brindarles
    oportunidades de comercializar el producto.

    Para esto se han planteado unas estrategias las
    cuales están siendo objeto de estudio por parte del
    grupo de
    artesanas para ver si se aplican o no. Estas estrategias
    son:

    • La creación de un fondo común, en el
      cual se recoja una mensualidad para subsidiar la
      mercancía terminada y la salida de la mercancía
      hacia los distintos centros de distribución.
    • Se esta buscando la manera de hacer un monopolio en
      el manejo de los precios y la
      distribución de la fibra de tetera ya que ésta
      sólo se consigue en el resguardo; y esto representa una
      ventaja competitiva con respecto a los competidores de producto
      terminado; pero esta no se ha sabido explotar.
    • Se esta buscando la manera de conseguir un
      distribuidor (que sea indígena del resguardo) que viva o
      este interesado en vivir en alguno de los centros de
      comercialización, para que a este le sea vendida la
      mercancía y así se beneficia el productor y el
      distribuidor. Esto refleja una entrada de dinero de
      los indígenas para los indígenas.
    • Se está buscando apoyo para montar un canal de
      distribución en la Isla de Gorgona, pues se tiene
      conocimiento que el resguardo al pertenecer al departamento del
      cauca (mismo al que pertenece la Isla) tiene derecho a tener un
      "toldo" de distribución de productos en dicha
      Isla

    CONCLUSIONES

    • Se evidencia una carencia en la toma individual de
      decisiones por las pocas oportunidades de mercado y
      comercialización que se tienen en la zona.
    • La comunidad se ve supeditada a lo que el mercado
      arrastre hasta el lugar, pues no se pueden dar el lujo de
      exigir o escoger.
    • Hay que mejorar las relaciones, buscar alternativas y
      aprovechar oportunidades para encontrar canales de
      distribución apropiados y que sirvan para que las
      artesanías sean un medio de entradas de dinero
      permanente a las artesanas.
    • Buscar apoyo de diferentes organizaciones
      para que se pueda salir a las diferentes ferias que se celebran
      en el país.
    • Buscar la manera de hacer más eficiente el
      transporte para la entrada y salida de productos y así
      contribuir a la economía y el bienestar del
      pueblo.

    BIBLIOGRAFÍA

     

     

    Autor:

    Juan Camilo García S.

    Estudiante de 9º semestre de Ingeniera
    Administrativa Universidad
    Nacional de Colombia.

    Basado en la experiencia de convivencia con la comunidad
    Eperara Siapidara del Cauca

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