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El ser Humano como tal es un enigma




Enviado por carito220



    La Psicología como
    arte, analiza
    el enigma de el ser humano, describe, relaciona su conducta, sus
    manifestaciones físicas, sus pensamientos, las acciones
    vitales del organismo del sujeto, que encierran en tres esferas
    al Hombre:

    BIOLÓGICA
    PSICOLÓGICA

    SOCIAL

    A través del desarrollo
    evolutivo del hombre ,este
    interactúa siempre entre lo suyo, su interior y el medio ,
    en las tres esferas se presentan las siguientes
    interacciones:

    Biológica Social {Pudor , vergüenza,
    aseo}

    La representación que cada uno de nosotros tiene
    del hombre está plasmada de valores y
    fines, que orientan nuestra acción. : La imagen del ser
    humano no es una creencia que nos venga desde afuera, es el
    conjunto de ideas prácticas, plasmado de valores y
    fines que constituyen la autointerpretación que hace de
    sí mismo el ser humano".
    No hay ningún hombre que exista sin tener que comprender.
    La necesidad de saber no es ajena al hombre, lo constituye. La
    subjetividad humana es una subjetividad que interpreta, lo cual
    implica una toma de posición respecto de sí y de
    los otros.
    De este modo los hombres vamos dando significado a nuestras
    acciones,
    elecciones, tareas, transformando el tiempo de nuestra
    vida en historia, en
    la vida de cada hombre se seleccionan unos momentos y se olvidan
    otros, se van armando estructuras
    significativas desde donde se comprende el pasado y se proyecta
    el futuro. La vida humana es un acontecer que se va narrando, es
    historia.

    Social Psicológico {Cultura}

    La cultura
    aparece como un conjunto de rasgos distintivos, espirituales y
    materiales,
    intelectuales y afectivos, que caracterizan a una sociedad o
    grupo social,
    aparace de la relacion inversa entre lo social y lo
    Psicológico , el ser a medida de su evolucion va
    experimentando , observando , asimilando una serie de
    comportamientos, actitudes,
    destrezas, conocimientos y los adopta según sus gustos ,
    su personalidad y
    su carácter,
    de esa cultura Universal crea una Cultura Individual y el medio
    crea la cultura Universal de la cultura individual y regional de
    un determinado grupo de
    personas sea grande o pequeño , que tienen algo en comun,
    llamese tipo de musica, sitio de nacimiento, tipo de comidas,
    folclor de un pueblo, entre millones de culturas que pueden
    existir y crean dependencia pues una persona puede
    pertenecer a la cultura hippie, a la paisa, a la rockera al mismo
    tiempo
    .

    El término ‘cultura’ engloba
    además modos de vida, ceremonias, arte,
    invenciones, tecnología, sistemas de
    valores, derechos
    fundamentales del ser humano, tradiciones y creencias. A
    través de la cultura se expresa el hombre,
    toma conciencia de
    sí mismo, cuestiona sus realizaciones, busca nuevos
    significados y crea obras que le trascienden.

    Dentro del conjunto de lo Psicológico , la
    personalidad es el término con el que se suele
    designar lo que de único, de singular, tiene un individuo,
    las características que lo distinguen de los
    demás. El pensamiento,
    la emoción y el comportamiento
    por sí solos no constituyen la
    personalidad de un individuo; ésta se oculta
    precisamente tras esos elementos. La personalidad
    también implica previsibilidad sobre cómo Las
    distintas teorías
    psicológicas recalcan determinados aspectos concretos de
    la personalidad y discrepan unas de otras sobre cómo se
    organiza, se desarrolla y se manifiesta en el comportamiento, la teorías
    más influyente es el psicoanálisis, creado por Sigmund Freud,
    quien sostenía que los procesos del
    inconsciente dirigen gran parte del comportamiento de las
    personas. La relacion inversa que existe entre lo social y lo
    psicológico.

    Biologica Psicológica { Cuerpo}

     "Aunque tengo yo un cuerpo al que estoy
    estrechamente unido, sin embargo, puesto que, por una parte,
    tengo una idea clara y distinta de mi mismo, según la cual
    soy algo que piensa y no extenso y, por otra parte, tengo una
    idea distinta del cuerpo, según la cual éste es una
    cosa extensa, que no piensa, resulta cierto que yo, es decir, mi
    alma, por la cual soy yo lo que soy, es entera y verdaderamente
    distinta de mi cuerpo, pudiendo ser y existir sin el
    cuerpo."

    La referencia del s.h. en situación es el propio
    cuerpo. En él se relaciona su momento subjetivo con la
    objetividad y por él puede comprenderse como
    "interioridad" o "exterioridad" según la dirección que dé a su
    intención, a su "mirada". Frente al s.h. se encuentra todo
    lo que no es él y que no responde a sus intenciones.
    Así, el mundo en general y otros cuerpos humanos ante los
    que el propio cuerpo tiene alcance y registra su acción,
    ponen las condiciones en las que se constituye el s.h. Estos
    condicionantes se presentan también como posibles a futuro
    y en la relación futura con el propio cuerpo. De esta
    manera, la situación presente puede ser comprendida como
    modificable en el futuro. El mundo es experimentado como externo
    al cuerpo, pero el cuerpo es visto también como parte del
    mundo ya que actúa en éste y de éste recibe
    su acción. La corporeidad es también algo que
    cambia y, en este sentido, es una configuración temporal,
    una historia viviente lanzada a la acción, a la
    posibilidad futura. El cuerpo, para la conciencia
    humana, deviene prótesis de la
    intención, responde a la intención, en sentido
    temporal y en sentido espacial. Temporalmente, en tanto puede
    actualizar a futuro lo posible de la intención;
    espacialmente, en tanto representación e imagen de la
    intención.

    Cuando me observo, no desde el punto de vista
    fisiológico sino existencial, me encuentro puesto en un
    mundo dado, no construido ni elegido por mí. Me encuentro
    en situación respecto a fenómenos que empezando por
    mi propio cuerpo son ineludibles. El cuerpo como constituyente
    fundamental de mi existencia es, además, un
    fenómeno homogéneo con el mundo natural en el que
    actúa y sobre el cual actúa el mundo. Pero la
    naturalidad del cuerpo tiene para mí diferencias
    importantes con el resto de los fenómenos, a saber: 1. el
    registro
    inmediato que poseo de él; 2. el registro que
    mediante él tengo de los fenómenos externos y 3. la
    disponibilidad de alguna de sus operaciones
    merced a mi intención inmediata. Pero ocurre que el mundo
    se me presenta no solamente como un conglomerado de objetos
    naturales sino como una articulación de otros seres
    humanos y de objetos y signos producidos o modificados por ellos.
    La intención que advierto en mí aparece como un
    elemento interpretativo fundamental del comportamiento de los
    otros y así como constituyo al mundo social por
    comprensión de intenciones, soy constituido por él.
    Desde luego, estamos hablando de intenciones que se manifiestan
    en la acción corporal. Es gracias a las expresiones
    corporales o a la percepción
    de la situación en que se encuentra el otro, que puedo
    comprender sus significados, su intención. Por otra parte,
    los objetos naturales y humanos se me aparecen como placenteros o
    dolorosos y trato de ubicarme frente a ellos modificando mi
    situación. De este modo, no estoy cerrado al mundo de lo
    natural y de los otros seres humanos sino que, precisamente, mi
    característica es la 'apertura'. Mi
    conciencia se ha configurado intersubjetivamente: usa
    códigos de razonamiento, modelos
    emotivos, esquemas de acción que registro como
    'míos', pero que también reconozco en otros. Y,
    desde luego, está mi cuerpo abierto al mundo en cuanto a
    éste lo percibo y sobre él
    actúo…

    La antropología filosófica pone como
    centro de su reflexión al ser humano. Busca comprender al
    hombre como un ser que vive y sabe que vive. El saber es la
    dimensión propia del hombre. Él es el único
    ser que necesita comprenderse para saber quién es,
    quién quiere ser y qué puede realizar.
    El hombre
    percibe su vida como una posibilidad única en la que
    ganarse o perderse dependen de sí mismo. Este impulso
    hacia el saber brota de la conciencia de su propia finitud, es
    decir, de saber que no es dueño del tiempo y, por tanto
    necesita diseñar su vida.
    Las preguntas "¿Quién soy?" "¿Quién
    quiero ser?" Son propias del modo de existir del hombre. Por eso
    se pregunta por aquellos que determina y posibilita la existencia
    humana, en la cual reside la dignidad propia del hombre.
    En primer lugar para esta reflexión podemos decir que no
    sólo reconocemos un objeto, el hombre, sino que sabemos
    que ese objeto al que buscamos conocer es un sujeto. Cuando
    preguntamos qué es el hombre pedimos como respuesta un
    ente, una esencia acabada, un algo. Cuando preguntamos
    quién es el hombre preguntamos por alguien y este alguien
    es un sujeto haciéndose, una posibilidad que busca
    concretarse.
    ¿cómo hablar del hombre en medio de tantos discursos
    sobre él?
    Lo que llamamos hombre es, al mismo tiempo, el producto de
    una serie de determinaciones biológicas,
    psicológicas, sociales, culturales; y una posibilidad de
    realización, de deseos, de libertad.
    El hombre, a partir de lo que es, se proyecta hacia lo que no es
    aún y desea ser. Estando determinado, viviendo en una
    situación concreta, es un aquí y un ahora,
    está impulsado a construirse así mismo, a ser
    él mismo con los otros, dándose libertad para
    hablar, para desear dándole sentido a sus vínculos,
    siendo libre para amar, trabajando en la construcción del mundo como un espacio
    habitable y digno.

    Pretender una definición de hombre que no sea
    mera sanción de nuestros prejuicios etnocéntricos o
    ideológicos es tarea siempre en exceso comprometida.
    Afirmar "el hombre es un animal racional" (o sea dotado de
    lenguaje); La
    existencia concreta del hombre es el trabajo; o
    el hombre es un animal dotado de veintitrés pares de
    cromosomas,
    ¿son caracterizaciones suficientes para tomarlas como
    punto de partida?
    Evidentemente, puede decirse que el hombre es todas esas cosas,
    pero ¿se puede decir que es hombre precisamente por
    ellas?
    Y también esta pregunta: cuando nos preguntamos por el ser
    del hombre ¿qué interrogamos exactamente: la idea
    de hombre o la existencia concreta de los hombres, el hombre
    eterno o los sujetos históricos?

    "El mundo natural, a diferencia del humano, se me
    aparece sin intención. Ciertamente, puedo imaginar que las
    piedras, las plantas y las
    estrellas poseen intención, pero no veo cómo llegar
    a un efectivo diálogo
    con ellas. Aun los animales en los
    que a veces capto la chispa de la inteligencia,
    se me aparecen impenetrables y en lenta modificación desde
    adentro de su naturaleza. Veo
    sociedades de
    insectos totalmente estructuradas, mamíferos superiores usando rudimentos
    técnicos, pero repitiendo sus códigos en lenta
    modificación genética,
    como si fueran siempre los primeros representantes de sus
    respectivas especies. Y cuando compruebo las virtudes de los
    vegetales y los animales
    modificados y domesticados por el s. h., observo la
    intención de éste abriéndose paso y
    humanizando al mundo.

    "…Me es insuficiente la definición del s. h.
    por su sociabilidad, ya que esto no hace a la distinción
    con numerosas especies; tampoco su fuerza de
    trabajo es lo característico, cotejada con la de animales
    más poderosos; ni siquiera el lenguaje lo
    define en su esencia, porque sabemos de códigos y formas
    de comunicación entre diversos animales. En
    cambio, al
    encontrarse cada nuevo s.h. con un mundo modificado por otros y
    ser constituido por ese mundo intencionado, descubro su capacidad
    de acumulación e incorporación a lo temporal;
    descubro su dimensión histórico-social, no
    simplemente social. Vistas así las cosas, puedo intentar
    una definición diciendo: El s.h. 'es el ser
    histórico cuyo modo de acción social transforma a
    su propia naturaleza'. Si
    admito lo anterior, habré de aceptar que ese ser puede
    transformar intencionalmente su constitución física. Y así
    está ocurriendo. Comenzó con la utilización
    de instrumentos que puestos adelante de su cuerpo como
    'prótesis'
    externas le permitieron alargar su mano, perfeccionar sus
    sentidos y aumentar su fuerza y
    calidad de
    trabajo. Naturalmente no estaba dotado para los medios
    líquido y aéreo y sin embargo creó
    condiciones para desplazarse en ellos, hasta comenzar a emigrar
    de su medio natural, el planeta Tierra. Hoy,
    además, está internándose en su propio
    cuerpo cambiando sus órganos; interviniendo en su química cerebral;
    fecundando ‘in vitro’ y manipulando sus genes. Si con
    la idea de 'naturaleza' se ha querido señalar lo
    permanente, tal idea es hoy inadecuada aun si se la quiere
    aplicar a lo más objetal del s.h., es decir, a su cuerpo.
    Y en lo que hace a una 'moral
    natural', a un 'derecho
    natural' o a instituciones
    'naturales', encontramos, opuestamente, que en esos campos todo
    es histórico-social y nada allí existe por
    naturaleza…" Y luego de negar la supuesta "naturaleza humana",
    concluye con una breve discusión en torno a la
    "pasividad" de la conciencia: "Contigua a la concepción de
    la naturaleza humana, ha estado
    operando otra que nos habló de la pasividad de la
    conciencia. Esta ideología consideró al hombre como
    una entidad que obraba en respuesta a los estímulos del
    mundo natural. Lo que comenzó en burdo sensualismo, poco a
    poco fue desplazado por corrientes historicistas que conservaron
    en su seno la misma idea en torno a la
    pasividad. Y aun cuando privilegiaron la actividad y la
    transformación del mundo por sobre la
    interpretación de sus hechos, concibieron a dicha
    actividad como resultante de condiciones externas a la
    conciencia… Pero aquellos antiguos prejuicios en torno a la
    naturaleza humana y a la pasividad de la conciencia hoy se
    imponen, transformados en neoevolucionismo, con criterios tales
    como la selección
    natural que se establece en la lucha por la supervivencia del
    más apto. Tal concepción zoológica, en su
    versión más reciente, al ser trasplantada al mundo
    humano tratará de superar las anteriores
    dialécticas de razas o de clases con una dialéctica
    establecida según leyes
    económicas 'naturales' que autorregulan toda la actividad
    social. Así, una vez más, el s.h. concreto queda
    sumergido y objetivizado… Hemos mencionado a las concepciones
    que para explicar al s.h. comienzan desde generalidades
    teóricas y sostienen la existencia de una naturaleza
    humana y de una conciencia pasiva. En sentido opuesto, nosotros
    sostenemos la necesidad de arranque desde la particularidad
    humana; sostenemos el fenómeno histórico-social y
    no natural del s.h. y también afirmamos la actividad de su
    conciencia transformadora del mundo, de acuerdo con su
    intención. Vimos a su vida en situación y a su
    cuerpo como objeto natural percibido inmediatamente y sometido
    también inmediatamente a numerosos dictados de su
    intención. Por consiguiente, se imponen las siguientes
    preguntas: ¿cómo es que la conciencia es activa, es
    decir, cómo es que puede intencionar sobre el cuerpo y a
    través de él transformar al mundo? En segundo
    lugar, ¿cómo es que la constitución humana es
    histórico-social? Estas preguntas deben ser respondidas
    desde la existencia particular para no recaer en generalidades
    teóricas desde las cuales se derive luego un sistema de
    interpretación que niegue ser una interpretación.
    Para responder a la primera pregunta tendrá que
    aprehenderse con evidencia inmediata cómo la
    intención actúa sobre el cuerpo y, para responder a
    la segunda, habrá que partir de la evidencia de la
    temporalidad y de la intersubjetividad en el s.h. y no de
    leyes
    generales de la Historia y de la sociedad".

    BIBLIOGRAFÍA

    Desarrollo Evolutivo del ser humano –Editorial Mc
    graw Gill

    Psicológica con aplicaciones para
    iberomérica Editorial Mc graw gill

     

     

    Autor:

    Ingrid C. Zamorano

    Universidad Pontificia Bolivariana , Facultad de
    Enfermería

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