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Caracterización de la dieta y la salud oral




Enviado por marquezjh



    Indice
    1.
    Introducción

    2. Materiales y metodos
    3. Resultados
    4. Discusión
    5. Conclusiones y
    recomendaciones

    1.
    Introducción

    La presente investigación tuvo como objetivos
    caracterizar la dieta de 372 escolares de la ciudad de Manizales
    y analizar la dependencia entre ésta, variables
    sociodemográficas y el estado de
    salud dental.
    Para caracterizar la dieta se empleó un registro de
    frecuencia de consumo
    semicuantitativo. La información semanal se transformó a
    promedio día dividiendo el aporte en 7 días de la
    semana para obtener la ingesta promedio diaria, que luego se
    comparó con las recomendaciones vigentes de consumo diario
    de calorías y nutrientes para la población colombiana. Para determinar el
    estado dental,
    se realizó un examen clínico a los 372 escolares de
    la muestra por parte
    de odontólogos calibrados, con el fin de clasificarlos en
    niños
    sanos o niños
    con caries, las variables
    sociodemográficas se obtuvieron mediante la encuesta. El
    consumo de grasa fue subadecuado en la mayoría de los
    escolares tenidos en cuenta en el estudio (262 niños), con
    una proporción del 70.4%. Las Proteínas,
    los Carbohidratos,
    la vitamina C y A, el Fósforo y Calcio registraron un
    consumo sobreadecuado en la población escolar. El 87.4% de esta
    población tenía un consumo sobreadecuado de
    Proteínas, el 46.8% de Carbohidratos,
    el 97% de vitamina C, el 67.2% de Vitamina A, el 94.6% de
    fósforo y el 58.1% de Calcio. El consumo de carbohidratos
    indicó que la mayoría de los escolares (75.3%)
    tenían un consumo entre adecuado y sobreadecuado,
    discriminado así: el 28.5% adecuado y el 46.8%
    sobreadecuado. No se encontró relación de
    dependencia entre las variables consumo de carbohidratos con la
    variable estrato. La variable consumo de grasa no registro
    relación de dependencia con la variable estado dental,
    pues, aunque su consumo es deficiente en la mayoría de los
    escolares estudiados, los resultados no mostraron tal evidencia.
    Además, es importante recordar que no solo es un nutriente
    el que influye en la protección
    bucodental.

    La caries dental es una alteración de los
    tejidos duros
    del diente de una alta prevalencia en Colombia: el 57%
    de la población escolar a los 12 años presenta
    caries dental según el último estudio de morbilidad
    oral colombiano de 1998 (ENSAB III), y la prevalencia de caries
    según este estudio tiende a aumentar con la edad.
    Según el I estudio de Morbilidad Oral y factores de
    riesgo en
    escolares de Manizales en el año 2000, el 23% de los
    escolares de tienen historia de caries en su
    dentición permanente y el 14% presentan lesiones activas
    de esta patología.

    La caries es una entidad de origen multifactorial en la
    que hay una compleja interrelación entre los factores del
    huésped, la placa bacteriana de los dientes, la dieta y el
    tiempo. La
    dieta hace referencia al consumo habitual de sólidos y
    líquidos tomados por una persona
    día a día. La dieta puede ejercer un efecto local
    sobre la caries al reaccionar con la superficie del esmalte y al
    servir como sustrato para los microorganismos
    cariogénicos.

    Sin embargo, en la dieta hay que tener en cuenta que en
    su composición se pueden hallar contenidos inductores de
    caries y protectores, por ello la presente investigación tuvo como objetivo
    caracterizar la dieta de una muestra de
    escolares de la ciudad de Manizales y establecer si
    existía alguna dependencia de esta con algunas variables
    sociodemográficas y el estado
    dental.

    • El estudio es atemporal, nunca se investigo en la
      muestra sobre el tiempo que
      llevaba consumiendo determinada dieta.
    • Atemporalidad en los datos de la
      salud oral, tiempo del problema en salud oral

    2. Materiales y
    metodos

    Para dar cumplimiento a los objetivos del
    estudio se realizó un muestreo
    probabilístico aleatorio con un nivel de confiabilidad del
    95% y un error de muestreo del 5%.
    Para determinar el tamaño de la muestra de la
    población escolar (38.178), se utilizó un valor p de
    0.72 para caries dental y un valor p de
    0.92 para Gingivitis, valores que
    fueron tomados de los resultados del "ENSAB III". Se tuvo en
    cuenta además la distribución de la población
    estudiada según los estratos socioeconómicos. La
    muestra seleccionada, incluyendo el factor de ajuste, fue de 372
    escolares.

    Se utilizaron como instrumentos: 1. Para caracterizar la
    dieta, un registro de frecuencia de consumo de alimentos
    semicuantitativo. El cuestionario
    empleado reunió información sobre a) la ingestión de
    alimentos
    más comunes en la región clasificados en los
    grupos de:
    lácteos, carnes y otros, leguminosas,
    cereales, plátano y tubérculos, verduras, frutas,
    dulces y postres, azúcares, bebidas y grasas; b) sobre la
    frecuencia diaria, semanal u ocasional que se hace de estos
    alimentos, presentando una columna de las cantidades
    estandarizadas de cada alimento teniendo en cuenta la lista de
    intercambios de alimentos realizada por García, Manjarrez
    y otros. El instrumento tiene establecidas cantidades
    estándares determinadas por los intercambios manejados
    según tabla de García, Carusso y otros. Para evitar
    sesgos en la información recolectada se mostraron
    módulos de los alimentos al encuestado, que representaban
    el tamaño real de las porciones. Los aportes fueron
    cuantificados según la lista de intercambios de
    García, Manjarrez y otros, que contenía la
    información del aporte de calorías y nutrientes de cada alimento
    según las cantidades y tamaño de la porción
    que aparecen en el instrumento de recolección. La
    información semanal se transformó a promedio
    día dividiendo el aporte en 7 días de la semana
    para obtener la ingesta promedio diaria, la cual se ha validado
    para este tipo de estudios. Se empleó también la
    guía oficial del ICBF respecto a las recomendaciones
    vigentes de consumo diario de calorías y nutrientes para
    la población colombiana. Además, se empleó
    la tabla de recomendaciones de Ramos Galván para
    determinar si el consumo de cada grupo de
    alimentos era adecuado, subadecuado o sobreadecuado.

    Tabla 1- Cantidad de nutrientes recomendada para
    escolares en Colombia,
    ICBF

    VIT C

    38.4 mg

    PROTEINAS

    38.1 gr

    GRASA

    59.2 gr

    CALORIAS

    1880 cal.

    CHO

    266.7 gr

    VITAMINA A

    2093 UI

    FÓSFORO

    742.9 mg

    CALCIO

    742.9 mg

    2. El estado de salud dental se estableció
    según los parámetros utilizados para la toma de los
    índices ceo-d (cariados, exodoncia indicada y obturados,
    dentición temporal) y COP (cariados, obturados y perdidos,
    dentición permanente). A través de ellos se
    estableció si había o no caries activa en la
    dentición temporal y permanente. El procesamiento y
    análisis de los datos se
    realizó con los programas
    estadísticos SPSS y SPAD-N. Sin embargo, para el procedimiento de
    este análisis la muestra se clasifico en
    niños con antecedente de salud oral y sin antecedentes de
    salud oral. Todo niño que tenia algún componente de
    salud oral quedo marcado como niño con antecedente de
    salud oral.

    Para realizar el análisis nutricional se
    procesaron los datos en el programa
    estadístico EPIINFO 6.04, en donde se
    incluyó:

    1. La frecuencia relativa de cada una de las variables:
      niños con antecedentes de problemas de
      salud oral y niños sin antecedentes,
      cualificación de la dieta (adecuada, subadecuada,
      sobreadecuada), comportamiento de la misma según las
      variables sociodemográficas (edad y estrato
      socioeconómico).
    2. Se calculó el promedio y la desviación
      estándar del consumo de vitaminas A
      y C, calorías, proteínas, grasas, fósforo,
      calcio y carbohidratos y se estableció la significancia
      de las diferencias en la ingesta entre niños con
      antecedentes de problemas de
      salud oral y niños sin antecedentes.

    3. Resultados

    El estudio permitió analizar el consumo de la
    vitamina A y C, el calcio, el fósforo las grasas y las
    proteínas como elementos con posible potencial protector
    contra la caries dental, y el consumo de carbohidratos como
    alimento con potencial inductor de esta
    patología.

    El consumo de vitamina A fue sobreadecuado para el 67.2%
    de los escolares, seguido de un consumo subadecuado en el 26.9%
    de la muestra total, y el 5.9% restante registraron un consumo
    adecuado. El consumo de la vitamina C fue sobreadecuado en el 97%
    de los niños, el 1.6% registró un consumo adecuado
    y un 1.3% subadecuado. No se encontró dependencia entre
    las frecuencias del consumo de las vitaminas A
    con las variables consideradas en el estudio. Se encontró dependencia entre el
    consumo de vitamina C y la variable estado dental, debido a que
    el 60% de los jóvenes que consumían adecuadamente
    esta vitamina, no presentaban antecedentes de problemas
    bucodentales demostrando la evidencia de su factor protector en
    relación con las piezas dentarias. (Ver tabla
    2)

    Tabla 2- consumo de vitaminas A y C en escolares de
    Manizales, año 2000

    El consumo de carbohidratos fue sobreadecuado en el
    46.8% de los escolares, adecuado en el 28.5% y subadecuado en el
    24.7% de la muestra total. Según los resultados no se
    registró una dependencia entre el consumo de carbohidratos
    y el estrato socioeconómico. El consumo subadecuado es
    mayor al disminuir el estrato así: en el estrato 1 y 2
    (25.8%), en el 4 (24.6%), y en 5 y 6 (21.2%). Los estratos 5 y 6
    registraron la mayor proporción de niños con un
    consumo sobreadecuado de carbohidratos (50%) frente a los
    estratos 1 y 2 con un 46.9% y los estratos 3 y 4 con un
    45.2%.

    El consumo de fósforo fue sobreadecuado en el
    94.6% de los escolares, adecuado en el 3.8% y subadecuado en el
    1.6% de esta población. Las variables
    socioeconómicas y la variable estado dental resultaron ser
    independientes del consumo de fósforo. Sin embargo, el 66%
    de los niños sin antecedentes de salud oral presentan un
    consumo sobreadecuado de fósforo, lo cual nos lleva a
    pensar que su consumo en exceso puede proteger las piezas
    dentarias, contrariando los diversos estudios que afirman un
    factor protector con un consumo adecuado de este mineral. (Tablas
    3)

    Tabla 3-Consumo de carbohidratos y fósforo en
    escolares de Manizales, año 2000.

    El consumo de calcio fue sobreadecuado en el 58.1% de
    los escolares, en el 23.9% fue subadecuado y en el restante 18%
    fue adecuado.
    No se encontró dependencia entre el consumo de calcio con
    las variables consideradas en el estudio. (ver tabla
    4)

    Tabla 4- Consumo de calcio y calorías en los
    escolares de Manizales, año 2000

    CALCIO

    VARIABLES

    Adecuado

    Sub-Adecuado

    Sobre-Adecuado

    TOTAL

    ESTRATO

    n

    %

    n

    %

    N

    %

    n

    %

    1- 2

    31

    16

    50

    25.8

    113

    58.2

    194

    100

    3- 4

    28

    22.2

    25

    19.8

    73

    57.9

    126

    100

    5- 6

    8

    15.4

    14

    26.9

    30

    57.7

    52

    100

    Niños con caries

    37

    55.2

    60

    67.4

    144

    67.3

    Niños sanos

    30

    44.8

    29

    32.6

    70

    32.7

    El 70.4% de los escolares incluidos en el estudio
    presentaban un consumo subadecuado de grasa, el 18.5% adecuado y
    el 11% sobreadecuado.
    Los resultados respecto al consumo de proteínas indicaron
    que el 87.4% presentan un consumo sobreadecuado, el 6.5%
    subadecuado y el 6.2% adecuado. No se encontró
    relación de dependencia entre las variables
    socioeconómicas y el estado dental con respecto al consumo
    de proteínas. (Tabla 5)

    Tabla 5- Consumo de grasa y proteínas en
    escolares de Manizales, año 2000.

    4.
    Discusión

    En el desarrollo de
    la caries interviene un complejo de factores, como el contenido
    inductor de caries y componentes protectores en los alimentos,
    patrones en la toma de alimentos, cantidad y calidad de la
    placa, cantidad y composición de saliva, la
    susceptibilidad de la superficie del diente, y la
    concentración de fluoruros en el ambiente. La
    investigación de la cariogenicidad de los alimentos es
    difícil por la discriminación de los alimentos, la validez
    de las pruebas para
    probar su cariogenicidad, la integración de los métodos y
    la aceptación para usar uno o más métodos
    simultáneamente. La composición de la dieta influye
    en la acumulación de placa sobre el diente, facilitando su
    acumulación en presencia de la matriz
    extracelular, la cual la hace de más difícil
    remoción de la superficie del diente durante los procedimientos de
    higiene oral.
    La presencia de sucrosa y otros carbohidratos facilitan la
    formación de polisacáridos extracelulares por
    bacterias que
    incluyen Streptococcus, Neisserias y Actinomyces.

    Aunque este estudio no encontró dependencia entre
    la frecuencia del consumo de carbohidratos y el estado dental
    respecto a caries, la caracterización de la dieta
    indicó que casi la mitad de los niños tenían
    un consumo sobreadecuado de carbohidratos (46.8%).La sucrosa se
    considera el más importante de todos los carbohidratos
    cariogénicos fermentables por su función
    específica como substrato para la síntesis
    extracelular del glucano por el streptococcus. El glucano
    extracelular cambia la matriz de la
    placa dental aumentando su habilidad para descender el pH en las
    capas más profundas .La placa formada en presencia de
    glucosa serán más cariogénica debido a su
    porosidad incrementada de matriz rica en glucano lo que determina
    su alta difusión de sustrato a la superficie del
    esmalte

    Esta investigación encontró dependencia
    entre el consumo de carbohidratos y el estrato social. Entre
    más alto es el estrato socioeconómico mayor es el
    consumo sobreadecuado de carbohidratos. Los estratos 5 y 6
    registraron la mayor proporción de niños con
    consumos sobreadecuados en carbohidratos. El concepto de la
    relación de la caries con el consumo de azúcar
    ha sido cuestionado últimamente. El nivel de salud dental
    se ha mejorado en los países industrializados sin mayores
    cambios en el consumo de azúcar
    . La correlación es muy débil en los estudios
    recientes y en algunos estudios longitudinales . Esta
    relación parece ser fuerte solamente en poblaciones con
    alta incidencia de caries.

    La composición inorgánica y las
    concentraciones de Ca y P de la placa disminuyen cuando se forma
    en presencia de sucrosa , estas concentraciones son importantes
    porque han registrado una relación inversa con la
    presencia de caries . La presencia de calcio y fósforo ha
    demostrado influir en la cariogenicidad de los alimentos, el
    efecto, sin embargo se restringe a la comida que contiene los
    minerales, El
    grupo escolar
    objeto de esta investigación tuvo en su mayoría, un
    consumo sobreadecuado de fósforo, lo que podría
    estar actuando como factor protector frente al consumo
    sobreadecuado de carbohidratos de los niños.

    El calcio ha sido considerado un elemento protector, de
    efecto local La concentración de iones de calcio en la
    placa parece ser de importancia crítica en la
    determinación del rango de la desmineralización del
    esmalte seguida a la ingestión de carbohidratos
    fermentables. . La adición de sales de calcio a los
    alimentos resulta en una reducción efectiva en el
    potencial desmineralizante de una variedad de alimentos,
    inclusive las golosinas El 23.9% de los escolares incluidos en
    esta investigación registraron un consumo subadecuado de
    calcio, podría considerarse que este grupo de
    población no está incluyendo un alimento protector
    que podría ser importante en los procesos de
    remineralización fisiológica del
    esmalte.

    Las proteínas han sido asociadas a una actividad
    baja de caries. Además, han sido asociadas con la
    formación de una cubierta protectora sobre el esmalte y
    con la detención del proceso de
    disolución del mismo . Una dieta rica en arginina o en
    prolina puede hacer que se eleve rápidamente el pH de la
    placa. El 87.4% de los escolares de Manizales registraron un
    consumo sobreadecuado de proteínas y el 6.2% adecuado, por
    lo que sería posible que este elemento pudiera actuar como
    factor protector contra la caries dental en la dieta de estos
    niños.

    El 70.4% de los escolares de Manizales
    registraron un consumo subadecuado de grasa. La variable consumo
    de grasa resultó no ser dependiente con el estado dental,
    aunque diversos estudios comprueben su eficacia.

    La asociación de la grasa con un bajo nivel de
    caries puede estar relacionada a factores que incluyen un
    incremento en el metabolismo de
    los alimentos, el cubrimiento protector de la superficie del
    esmalte y posibles efectos antimicrobianos.

    La presencia de grasas en dietas experimentales ha
    mostrado afectar la cariogenicidad de las mismas. Varios ácidos
    grasos (oleico y linoleico) en bajas concentraciones inhiben el
    crecimiento del Streptococcus mutans. La lauricidina, el
    monoglicérido del ácido laúrico es
    también altamente efectivo contra los organismos
    gram-positivos El contenido graso de los alimentos llega a
    influir más en el potencial de decalcificación que
    el contenido de carbohidratos. Sin embargo, el solo contenido de
    proteínas y grasas en los alimentos no puede ser usado
    para predecir una baja cariogenicidad. En esta
    investigación, el 63.8% de los niños con caries
    presentaban consumo subadecuado de grasas, por lo que
    podría considerarse posible que la ausencia de la cantidad
    suficiente de este elemento estuviera contribuyendo en alguna
    forma a la susceptibilidad a la caries dental. Presumiblemente
    sólo algunas proteínas y grasas específicas
    pueden tener la capacidad para proporcionar alguna
    protección contra la caries .

    Existe poca evidencia que sustente una relación
    estadística entre la ingestión
    calórica y la presencia o ausencia de caries dental Esta
    relación es multifactorial y complicada y el consumo de
    calorías no puede explicar por sí sola los
    hallazgos dentales, sin embargo, una ingestión
    calórica según lo requerido parece relacionarse con
    los individuos libres de caries o con baja prevalencia de esta
    patología.

    El efecto inductor de la caries de los carbohidratos es
    modificado de varias maneras por otros componentes de los
    alimentos. Teóricamente a algunas leguminosas y muchas
    frutas que contienen vitamina A, se les atribuye, desde la
    teoría,
    propiedades para inhibir la adherencia microbiana de la placa
    dental, en este sentido podrían ser alimentos protectores,
    aunque es difícil determinar con precisión su
    efectividad y seguridad.. El
    consumo de vitamina A fue sobreadecuado en el 67.2% de los
    escolares por lo que se pensaría que cuentan con este
    elemento protector en su dieta.

    Los resultados de este estudio podrían haber sido
    alterados por varios sesgos en la información reportada
    por los investigadores ya que no existen en la actualidad
    instrumentos para obtener información sobre alimentos y
    hábitos alimentarios en población infantil, por lo
    que el instrumento empleado corresponde a una adaptación
    del cuestionario
    de frecuencia de consumo empleado en adultos. Aunque la
    información obtenida es útil, es importante
    reconocer las limitaciones de los datos. La presencia de un
    encuestador tiende a influir en la respuesta del entrevistado,
    máxime si este es un niño, así mismo, muchas
    personas no pueden recordar fácilmente lo que comen, esto
    depende de la memoria, el
    ánimo, la atención, la importancia con que perciben
    las personas la información y la frecuencia de exposición
    al proceso.

    Otro factor importante de sesgo en el reporte de la
    información, se evidencia en la transformación de
    los datos de ingestión a nutrientes específicos. A
    pesar, de que la tabla de intercambios utilizada para este fin es
    la más actualizada en el país, no contiene
    información sobre todos los posibles alimentos existentes
    y muy poca referente a alimentos industrializados o procesados.
    En el caso de alimentos procesados, debe partirse de la
    información de los fabricantes, algunos de los cuales,
    pueden utilizar técnicas
    diferentes de análisis, a las empleadas por la tabla de
    intercambios elegida. Por otra parte, es común que la
    variedad bioquímica
    difiera entre los mismos alimentos obtenidos de distintas
    fuentes o que
    se cosecharon en distintas épocas. La biodisponibilidad de
    nutrientes también puede variar en relación con la
    dieta. En general, se estima que los datos sobre la
    ingestión de nutrientes sólo son precisos en un
    10%.

    La disminución de la prevalencia de caries en la
    mayoría de los países se ha relacionado con el uso
    de fluoruros y con el mejoramiento de la higiene oral
    más que con la reducción en el consumo de
    azúcares. Según esto, la educación en salud
    oral debería centrarse en la higiene y en el uso de
    fluoruros, ya que el cambio en los
    hábitos alimenticios es difícil y podría
    tener un menor costo/efectividad
    en la prevención de la caries. Sin embargo, la
    intervención en edades tempranas de la higiene y de la
    dieta ha demostrado tener altos beneficios para la salud dental.
    Es necesario advertir a los padres de la importancia del control de las
    golosinas y dulces, y de llevar una dieta balanceada en los
    niños como parte de un programa integral
    de prevención oral.

    5. Conclusiones y
    recomendaciones

    • El consumo de grasa fue subadecuado en la
      mayoría de los escolares tenidos en cuenta en el
      estudio, con una proporción del 70.4%.
    • El consumo de proteínas, vitamina A y C,
      fósforo y calcio fue sobreadecuado en la
      población escolar. El 87.4% de esta población
      tenía un consumo sobreadecuado de proteínas, el
      67.2% de Vitamina A, el 97% de vitamina C, el 94.6% de
      fósforo y el 58.1% de calcio.
    • Respecto al consumo de carbohidratos, el 75.3% de los
      escolares tenían un consumo entre adecuado y
      sobreadecuado, discriminado así: el 28.5% adecuado y el
      46.8% sobreadecuado.
    • Se encontró relación de dependencia
      entre la frecuencia de las variables consumo de carbohidratos
      con las variables estrato y tipo de establecimiento. A medida
      que aumentaba el estrato, aumentaba el consumo sobreadecuado de
      carbohidratos. El consumo sobreadecuado de carbohidratos es
      mayor en los establecimientos privados que en los
      públicos.
    • La variable consumo de grasa no registro
      relación de interdependencia con la variable estado
      dental. La mayor proporción de niños con un
      consumo adecuado y sobreadecuado de grasa presentaban un mayor
      porcentaje de caries dental.

    Recomendaciones

    • Es recomendable en futuras investigaciones
      emplear simultáneamente con el cuestionario de
      frecuencia de consumo un recordatorio de 24 horas, que puede
      ayudar a comprobar la confiabilidad de los datos y a aclarar el
      patrón real de consumo de la población. Otros
      métodos que también podrían ser
      útiles incluyen la historia dietética,
      el registro diario de alimentos y la observación directa, aunque estos son
      mucho más costosos y dispendiosos.
    • Respecto al método
      se sugiere correlacionar la información suministrada por
      el niño con la información proveniente de la
      madre o la persona
      responsable del mismo.
    • Es aconsejable llevar a cabo estrategias
      educativas y asistenciales que contribuyan a corregir los
      errores observados y haga posible cumplir los objetivos
      nutricionales en este grupo de población.

     

     

    Autor:

    Dra. Johana Marcela Márquez Álvarez, Nutricionista
    Dietista egresada de la Universidad
    Católica de Manizales, Colombia.

    Dra. Luisa Fernanda Naranjo Duque, Nutricionista Dietista
    egresada de la Universidad
    Católica de Manizales, Colombia.
    .

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