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El efecto placebo




Enviado por sergumor



    antecedentes y su
    cuantificación en patología osteomuscular asociado
    a la columna vertebral

    1. Definiciones
    2. Antecedentes
    3. Primer sondeo: Estudio del
      efecto placebo en patología osteomuscular asociado a la
      lumbalgia
    4. Evaluación del efecto
      placebo en patología osteomuscular asociado a la columna
      vertebral

    Parte primera

    Definiciones:

    El dolor se puede definir como la respuesta a un
    estímulo ofensivo sobre la terminación nerviosa o
    la neurona
    receptora, expresándose en el hombre por
    una sensación desagradable a nivel del territorio
    excitado; pero este fenómeno doloroso lleva consigo, al
    propio tiempo, la puesta
    en funcionamiento de un mecanismo de alerta con reacciones
    motoras sobre los sistemas
    neuromuscular y vegetativo. Por lo tanto, la expresión del
    dolor, es un complejo en el que van imbricados todos los sistemas
    neurofisiológicos, bioquímicos y psíquicos
    de nuestro organismo, dependiendo bien de lesiones reticulares o
    corticales, bien de alteraciones funcionales o
    psíquicas.

    En general, el efecto placebo,: "Es la
    modificación inducida de síntomas, signos u otros
    indicadores,
    que experimenta el organismo, que no es atribuible al mecanismo
    de acción específico de una terapéutica, ya
    sea mecánica, farmacológica,
    quirúrgica, ambiental o debida a cualquier

    otra situación curativa". Y en lo que se refiere
    particularmente a la asociación efecto
    placebo/dolor, se puede definir, sin tener en cuenta algunos
    matices como: "un fenómeno generado en la psique del
    paciente por el que se reduce ostensiblemente su intensidad del
    dolor sentido o percibido, sin la mediación de
    ningún método
    terapéutico ya sea físico, químico o
    psicológico o cuya influencia se perciba más
    allá de la eficacia propia
    de una molécula bioactiva o de un principio
    farmacológico ".

    Para que se produzca analgesia frente al dolor originada
    por el efecto placebo debe suponerse que la compleja subjetividad
    del paciente genera un mecanismo de secreción de
    polipéptidos del grupo
    mórfico, tales como la leuencefalina, la metencefalina,
    la b endorfina y
    muy probablemente otros opiáceos endógenos como
    otras endomorfinas, sustancias que tienen su origen en el factor
    precursor hipotalámico preopio-melano-cortina, P.O.M.C.,
    liberando anestésicos naturales cuando entran en función
    albúminas heterólogas en la hipófisis
    anterior. Al mismo tiempo,
    desempeña un rol importante como analgésico la
    hormona serotonina, que tiene como molécula precursora el
    amino l- triptófano y que es liberada, igualmente, por la
    hipófisis anterior, que a su vez estimula directamente a
    la glándula suprarrenal y consecuentemente a sus hormonas
    inhibidoras/estimuladoras, tales como la adrenalina, el cortisol,
    la epinefrina y la aldosterona. Por lo tanto, debe suponerse que
    el efecto placebo genera situaciones benéficas frente al
    dolor y la inflamación al estimular la secreción de
    opiáceos endógenos y hormonas
    catecolamínicas.

    Antecedentes

    La primera aproximación nos lleva a objetivarlo
    como un efecto y el que se trate de una modificación
    inducida significa que ciertas circunstancias del entorno del
    paciente son determinantes para provocar la aparición de
    dicho efecto. A estas circunstancias se las puede calificar como
    generadoras de una situación curativa.

    Por situación curativa se puede entender el
    peculiar conjunto de relaciones psicosociales que tiene lugar
    entre un paciente con un malestar de cualquier índole que
    desea ser aliviado y un cierto entorno, habitualmente
    representado por el médico o terapeuta, del que se percibe
    la intención curativa, esperando que proporcione el alivio
    deseado. Se puede comprender fácilmente, por un lado, que
    las variaciones en grados y matices que ocurren en diversas
    situaciones curativas son grandes, y por otro, las enormes
    diferencias existentes en las formas de percepción
    subjetivas de cada paciente. Todo ello origina la enorme
    variabilidad del efecto placebo.

    Por lo tanto, en cualquier maniobra curativa existe la
    presencia inherente del efecto placebo, al margen del mecanismo
    de acción de dicha maniobra. Esto no significa que el
    efecto placebo sea consustancial con todos los resultados
    favorables que intervienen en el alivio o resolución de
    problemas
    patológicos directos o derivados, ya que en unos casos su
    presencia puede ser exigua, en otros inexistente, en algunos
    casos de efectos negativos y en otros predominante, tal como se
    demuestra más adelante en el estudio de la
    cuantificación del efecto placebo respecto a diferentes
    variables.

    La consecuencia más conocida del efecto placebo
    es su acción antiálgica en diferentes tipos de
    dolor, tales como:

    1. Postraumático.
    2. Isquémico.
    3. Postoperatorio
    4. Vascular.
    5. Inflamatorio.
    6. Espasmódico, y,
    7. Asociado al cáncer.

    Por ello, se puede considerar la aparición del
    efecto placebo en:

    1. Farmacoterapia.
    2. Cirugía.
    3. Administración de placebos o sustancias
      farmacológicas inertes en forma de
      medicamentos.
    4. Psicoterapia a nivel individual o de grupo.
    5. Algunos grados de sugestión, hipnosis y cura
      de sueño.
    6. Acupuntura.
    7. Homeopatía.
    8. Condicionamiento de personalidad
      y conducta.
    9. Maniobras mecánicas tales como las de
      rehabilitación y osteopatía.
    10. Bioretroalimentación.
    11. Y cualquier otro contexto que genere una
      situación curativa.

    Desde la perspectiva del paciente, todo ello depende, en
    gran medida, de aspectos generales tales como:

    1. Fácil acceso a la estructura
      sanitaria.
    2. Oportunidad médica.
    3. Sensación de atención específica muy
      personalizada.
    4. Procedimientos médicos no
      cruentos.
    5. Cumplimiento de normas que el
      paciente percibe como necesarias y/o justas.
    6. Trato correcto y respetuoso.
    7. Resultados anteriores óptimos obtenidos de la
      atención
      médico/sanitaria.
    8. Sentido social y humanitario.
    9. Percepción de que el terapeuta se ha puesto en
      su lugar.
    10. Sensación de que el terapeuta se encuentra
      absolutamente convencido de los beneficios del tratamiento que
      se le ha prescrito, y por tanto,
    11. Entiende la situación como de "no
      experimental".

    Una situación contraria a cualquiera de los
    puntos referidos anteriormente genera en la psique del paciente
    una situación curativa negativa.

    Por lo expuesto, el efecto placebo no es una respuesta
    del todo o nada, sino que presenta una gran variabilidad
    interindividual. Además de ser el acompañamiento
    inseparable de lo que habitualmente se consideran como maniobras
    terapéuticas orientadas a una acción
    específica, farmacológica, quirúrgica u
    otras, puede ser provocado en otras circunstancias a
    condición de que se presenten en una situación
    curativa. Sin embargo, el efecto placebo no siempre es
    beneficioso; el uso de sustancias farmacológicas
    inertes, así como algunas situaciones personales de
    interrelación terapéutica/estructura
    sanitaria/paciente pueden producir, en ocasiones, efectos no
    deseados (Gowdey C.W., 1983).

    Paciente

    Centro sanit. Clínicos

    Las perspectivas de los actores en la prestación
    de la atención médica tienen enfoques diferentes;
    no obstante, en el esquema se pone de manifiesto que las
    coincidencias son importantes. Por ello, cuanto mayor sea la zona
    central coincidente (la estrella representa la situación
    curativa), mayor será la calidad y
    eficiencia con
    que se otorguen los servicios y la
    satisfacción de las expectativas de los tres participantes
    en el sistema
    sanitario, que redundará, consecuentemente, en una mayor
    presencia de efecto placebo.

    El efecto placebo, por su misma naturaleza
    subjetiva, no puede ser accesible a la investigación in vitro y representa uno de
    los ejemplos más concluyentes en contra de la creencia de
    que la investigación de las interacciones
    químicas es la única dirección para progresar en el tratamiento
    de las enfermedades.

    Diversas observaciones sugieren que la eficacia del
    efecto placebo depende de la intensidad y cualidad de la
    sugestión (Evans F.J., 1981), es decir, del
    conjunto de elementos que inducen a la curación, que a su
    vez se asocian a la satisfacción de la expectativa de
    curación del paciente. De aquí derivan la
    indeterminada cantidad de factores que influyen para que se
    dé el efecto placebo, tales como los que derivan de los
    diferentes estados socioeconómicos, culturales,
    ideológicos, raciales, sexo, edad,
    ambientales, inseguridad y
    timidez, angustia, miedo al dolor, etc., a los que se deben sumar
    las experiencias precedentes de cada sujeto en otras situaciones
    similares.

    Las expectativas del paciente se pueden relacionar
    con:

    1. Lo que parece influir en mayor medida es lo que se
      refiere al prejuicio del paciente respecto al terapeuta en
      general, a la institución donde trabaja el facultativo
      o ambos. Este prejuicio puede ser muy favorable o
      acentuadamente desfavorable, pasando por diversas
      combinaciones ambivalentes que provienen de su experiencia
      personal o de
      informaciones que le llegan de otros pacientes, de sus
      allegados u otras fuentes,
      acerca de la situación curativa que habrá de
      enfrentar, tales como si el médico y/o enfermera
      tienen o no buena presencia, prestigio, buen trato,
      prescripción o no farmacológica u otras medidas
      higiénicas o de rango administrativo, etc.

    2. El médico, terapeuta o su equivalente en otras
      culturas tales como curanderos, brujos o chamanes (Evans F.
      J.
      , 1981; Wheatley D., 1968):
    3. El ambiente
      físico/estructural de la situación
      curativa:

    Para algunos pacientes una especial
    escenografía puede ser decisiva, para otros, su
    expectativa se relaciona mucho más con la limpieza, el
    orden, la puntualidad de la
    entrevista, la comodidad de las sillas de la sala de
    espera, la amplitud de la habitación, el color de la
    pintura de
    las paredes y de las cortinas, visillos o persianas, la
    interrelación con otros enfermos, lo que sugieren los
    cuadros abstractos colgados en las paredes, el color de las
    flores, aspecto general de la consulta, número de
    escalones del Centro, la amplitud del ascensor, dificultad para
    acceder al terapeuta dentro del Centro, edificio sanitario
    extraviado o mal comunicado, comodidad de la camilla,
    luminosidad fuerte o débil, mucha o poca instrumentación de ayuda así como
    su aspecto, tamaño y color e incluso, la posible
    influencia que ejerce en el paciente un cierto día de la
    semana y/o una hora determinada.

    3. La maniobra terapéutica:

    3.1.- Existen estudios de la enorme intensidad de
    efecto placebo conseguida mediante una intervención
    quirúrgica simulada (Cobb L.A., Thomas G.I., Dillard
    D.H., Merendino K.A., Bruce R.A
    ., 1985), tales como la que
    practican los curanderos conocidos como "cirujanos
    psíquicos".

    3.2.- La vía de administración de un medicamento
    (Lasagna L., 1955). Es habitual el paciente que
    está convencido de la superioridad de una
    "inyección" sobre una "pastilla".

    3.3.- La presentación del medicamento por
    vía oral en cuanto a forma, tamaño y color
    (Lasagna L. 1955; Blackwell B., Bloomfield S.S.,
    Buncher C.R.
    1972; Shapira K., McClelland H.A. Griffiths
    N.R., Newell D.J.
    , 1970). Existen pacientes que tienen
    tendencias hacia un color, por lo que sólo éste
    les podrá curar definitivamente. Es común que un
    paciente refiera el color de una gragea o cápsula que le
    curó y sin embargo, no recuerde el nombre del
    medicamento.

    3.4.- La mayor o menor satisfacción de las
    expectativas del paciente representa una de las vertientes de
    la situación curativa, la otra se encuentra constituida
    por el mensaje del terapeuta, verbal o no verbal, es decir, lo
    que el paciente percibe que le dice el médico, no
    necesariamente lo que éste le dice. En este sentido,
    cuanto más convencido esté el terapeuta de la
    eficacia del tratamiento que prescribe, tal convicción
    parece constituir el mensaje más efectivo para despertar
    en el ánimo del paciente la confianza en su alivio o
    curación (Lyerly S.B., 1964; Gibbons F.X.,
    Hormuth S.E.
    , 1981). Es decir, el convencimiento del
    terapeuta actúa como el factor de sugestión
    más eficaz. Se alcanzaría el fenómeno
    contrario ante la percepción de una situación
    curativa sólo experimental. Además de la
    convicción, la sugestión se puede reforzar a
    través de un lenguaje
    positivamente sentencioso y apropiado a las características culturales del paciente,
    o sugiriendo ciertos horarios y condiciones para la toma del
    medicamento u otro tratamiento, que en algunos enfermos puede
    ser de enorme influencia.

    3.5.- Mientras mayor sea el convencimiento del
    paciente del buen éxito
    del tratamiento mayor posibilidad de aparición del
    efecto placebo y desde luego, de la propia eficacia del
    medicamento indicado; especialmente en aquellos pacientes que
    ya tienen experiencia anterior en la resolución de una
    patología que presentó síntomas similares
    a los actuales. Aunque el diagnóstico sea diferente.

    3.6.- Además de la sugestión, la
    modificación de la ansiedad es un importante componente
    del efecto placebo (Evans F.J., 1981), lo que
    probablemente significa que una disminución de la
    ansiedad facilita la sugestión, y recíprocamente,
    el proceso de
    la sugestión disminuye la ansiedad. La ansiedad
    representa para el paciente un malestar que se manifiesta por
    una espera inquieta frente a un peligro impreciso. No se debe
    confundir ansiedad con depresión, puesto que esta última,
    aún teniendo algún síntoma común
    como es la tristeza, se diferencia de aquella en que el entorno
    y el ambiente no
    le aportan ayuda, no desea nada, y sobre todo, no concibe que
    sea posible nada mejor puesto que vive en un pesimismo que
    considera crónico. No obstante, no se debe descartar la
    posible actividad beneficiosa del efecto placebo.

    Igualmente, hay que considerar la influencia del
    efecto placebo en la ansiedad neurótica, caracterizada
    tanto por las neurosis de
    angustia como por las neurosis
    estructuradas tales como las fóbicas, obsesivas e
    histéricas (Chauveau, 1989). Especial
    hincapié debe hacerse al mencionar las neurosis
    histéricas ya que se expresan somáticamente
    aún careciendo de una base orgánica real.
    El lenguaje
    coloquial la describe, equivocadamente, como simulación. En este tipo de neurosis es
    extremadamente beneficioso un "bien conducido" efecto placebo
    mediante una controlada sugestión.

    3.7.- El nivel cultural del paciente parece influir de
    una manera determinante en el grado de intervención del
    efecto placebo. Se supone que un paciente no escolarizado se
    dejará influir por la autoridad
    del médico y el entorno, en mayor medida que un
    universitario.

    4.- Todos estos fenómenos como componentes del
    efecto placebo se pueden agrupar y resumir en:

    4.1.- La agrupación o propiedad
    inherente a los seres vivos de relacionar en la
    dimensión espacio-tiempo, la enorme diversidad de
    factores de su entorno con sus respectivos componentes
    fisicoquímicos, biológicos y psicosociales. Todas
    las formas de aprendizaje
    implican asociaciones. Se vinculan ciertas experiencias con
    situaciones de bienestar o malestar.

    4.2.- La unificación como otra propiedad
    consustancial con el ser humano, que incorpora a las
    asociaciones como integrantes de pautas, comportamientos o
    conductas de complejidad diversa. Los reflejos condicionados,
    el dominio de
    destrezas psicomotoras, el efecto placebo analgésico
    evocado por el color y/o el tamaño de una pastilla, son
    ejemplos de integración.

    4.3.- La posición por antelación o
    propiedad peculiar del ser humano de alcanzar grados diversos
    de facilitación hasta adelantar el desencadenamiento de
    ciertas pautas, comportamientos y conductas, antes de la
    aparición y aún en ausencia de las condiciones
    que en un principio fueron determinantes para desencadenar su
    iniciación (por ejemplo, el dolor del miembro fantasma).
    Las expresiones: "… en cuanto he llegado al Centro de
    Salud se me ha
    aliviado el dolor", o aquella otra: "… en cuanto le he visto
    a Vd. se me ha quitado el dolor", traduce la
    anticipación del efecto placebo.

    4.4.- La afinidad, que construye una excelente
    relación con el terapeuta, especialmente si se
    fundamenta en conceptos de amistad, o que
    define la atención sanitaria por sexos. El caso
    ordinario de mujeres con problemas
    ginecológicos que prefieren ser atendidas por una
    médico o de hombres con patología
    urológica que desean ser atendidos por médicos de
    su mismo sexo, son
    casos claros de afinidad.

    4.5.- La sugestión curativa, que es el proceso que
    se inicia en el arreglo asociativo/grupal de todo ese conjunto
    de componentes propios de la situación curativa, el
    mismo que se integra como una movilización
    armónica del organismo cuya extraordinaria selectividad
    se encuentra rigurosamente dirigida por la
    autopercepción del malestar, con efectos que
    varían desde la desaparición del malestar hasta
    la nulidad del efecto, pasando por todos los grados y matices
    de modificación del malestar. Del arreglo asociativo,
    del deseo de alivio por parte del paciente, del cumplimiento de
    sus expectativas y de la cualidad del mensaje del terapeuta,
    depende, críticamente, el poder
    curativo de la sugestión.

    Mientras en el efecto farmacológico la
    modificación se promueve a nivel de las interacciones
    químicas (nivel molecular), en el efecto placebo la
    modificación se genera a nivel de la base material de la
    agrupación, la unificación, la antelación,
    la afinidad y la sugestión, en el sistema nervioso
    central (Uribe M., 1985). He aquí una
    diferencia sustancial que no ha sido adecuadamente entendida y
    mucho menos que haya representado un terreno fértil para
    la investigación terapéutica. Además de
    explorar nuevas interacciones químicas del efecto placebo,
    no se puede ignorar que existen otros niveles de organización e integración susceptibles de
    modificación por intermedio de estímulos cuyas
    propiedades no se basan en su estructura química.
    Similarmente, ¿es lógico, por ejemplo, comparar los
    beneficios de un fármaco frente a los efectos de
    diferentes niveles de sensación de vértigo por
    diferentes alturas?. Es absurdo. Se trata de situaciones que por
    ser cualitativamente diferentes no son comparables.

    Así mismo, el placebo, cualquiera que sea
    éste, no debería utilizarse sin antes estudiar las
    características individuales, amplias y
    diferenciadoras de cada sujeto de la muestra. No cabe
    la uniformidad que se pretende en un estudio controlado. En un
    experimento terapéutico clásico (un fármaco
    u otro tratamiento o sistema
    terapéutico vs placebo), veremos cómo se trata de
    equiparar, ilusoria y forzadamente, para todo el grupo de
    pacientes en estudio, la situación curativa, pero ignora o
    deja de lado ese espacio tan extraordinariamente cambiante de los
    reacomodos asociativos que tienen relación con el efecto
    placebo y no con el efecto farmacológico.
    Además, esos mismos pacientes evolucionan en el tiempo y
    en el espacio. La aseveración: "… este fármaco es
    superior al placebo" es francamente inapropiada porque
    desconocemos en qué medida la mejoría alcanzada es
    atribuible al efecto placebo del propio fármaco. Por otro
    lado, en investigaciones
    comparativas, los placebos o sustancias inertes se utilizan como
    si fueran vehículos exclusivos del efecto placebo, lo cual
    es absolutamente erróneo. Además, no se tiene en
    consideración que la enfermedad no es lineal sino
    multifactorial por lo que los estudios a doble ciego deben ser
    planteados en base a conceptos integrales del
    individuo y no como un solo concepto lineal.
    Hemos visto (incluso en ensayos
    clínicos) cómo se han empleado placebos que en
    realidad no lo eran (Anderson, Jamieson y Man, 1974;
    Lewith, Field y Machin, 1983; Lundeberg,
    1984; Kreczi y Klingler, 1986; Langley,
    Sheppeard, Johnson
    y Wigley, 1984; Stern, Brown,
    Ulett
    y Sletten, 1977; Knox, Handfield-Jones y
    Shum, 1979; Berlin, Bartlett y Black, 1975;
    Thorsteinsson, Stonnington, Stillwell y Elveback,
    1977) . Sin embargo, hay que reconocer la importancia de emplear
    sustancias farmacológicamente inertes en
    comparación con fármacos (en diseños
    controlados) lo que permite una mejor valoración de la
    "acción lineal química" de
    éstos confiriendo a la investigación
    terapéutica cierto rigor metodológico, a
    condición de que el placebo utilizado lo sea real y
    "eficazmente", y se hayan tenido en cuenta los efectos placebos
    inherentes a los propios fármacos, lo que no se hace
    nunca. Se da todo el valor al
    fármaco y ninguno a su efecto placebo.

    En investigaciones
    que llevan aparejadas la posibilidad de presencia de efectos
    placebos se deben incluir de forma detallada las experiencias
    previas del paciente en otras situaciones curativas,
    especialmente en cuanto a las asociaciones integradas y
    facilitadas que puedan favorecer o entorpecer el éxito
    del futuro tratamiento. Se deben tener en cuenta sus preferencias
    o reticencias (es clave la opinión del sujeto de la
    muestra
    respecto a los tratamientos empleados); así mismo, los
    posibles efectos secundarios que el paciente asocia con una
    determinada vía de administración, con un cierto principio
    activo o con una particular presentación. Puede ser
    importante para los resultados del tratamiento la
    identificación de parámetros de asociaciones
    favorables que se intentaría reforzar o desfavorables que
    se deberían evitar.

    Otro aspecto trascendente en el inicio de cualquier
    tratamiento, tal como ya quedó expresado anteriormente, es
    la convicción del terapeuta respecto al efecto favorable
    de su terapéutica; el ingrediente fundamental aquí
    es que el médico utilice el método que
    a su juicio es el más apropiado y eficaz para el
    tratamiento del paciente; tal situación será
    consecuente con un mensaje de confianza acerca del éxito
    del tratamiento utilizado y un estímulo que puede ser
    decisivo para la inducción del efecto placebo. Si las
    condiciones anteriores se reúnen, es altamente probable
    que el paciente experimente algún tipo de alivio a sus
    molestias. Si después de los primeros tratamientos no se
    alcanzan los beneficios esperables, el efecto placebo que
    supuestamente debe acompañar probablemente se reduzca al
    mínimo, incluso pueda tener una acción negativa y,
    en estos últimos casos, el tratamiento tenga poco
    éxito.

    Se encuentra en este campo un gran espacio para la
    investigación terapéutica donde podríamos
    conocer, por ejemplo, hasta qué punto una buena, regular o
    mala respuesta inicial al tratamiento es decisiva en los
    resultados posteriores, o valorar la posible asociación
    entre una urgente o rápida preparación de la
    decisión terapéutica inicial y el éxito
    ulterior. He aquí uno de los mayores y más
    prometedores espacios de la investigación
    terapéutica que todavía está en espera de
    ser incursionado definitivamente en todos sus aspectos. Nosotros
    hemos realizado una primera cuantificación del efecto
    placebo asociado a diversas variables y
    que presentaremos más adelante en este mismo
    estudio.

    Hasta ahora, gran parte de las investigaciones que se
    han realizado tendentes a profundizar en el
    conocimiento del efecto placebo, han seguido una dirección análoga a la de la
    mayoría de las investigaciones biomédicas de
    nuestro tiempo, es decir, se esfuerzan por encontrar los
    mediadores bioquímicos de tal efecto (Grevert P.,
    Albert L.H., Goldstein A
    ., 1983; Levine J.D., Gordon N.C.,
    Fields H.L.
    , 1978). Este tipo de investigaciones pueden tener
    importante trascendencia, sin embargo, no basta la
    diferenciación de los mecanismos para comprender el por
    qué de las observaciones, siendo éstas "… las
    únicas que pueden aportar conocimientos reales
    (Einstein, 1915)". Lo que se requiere son los
    conocimientos conceptuales descriptivos que nos permitan entender
    esas observaciones y abrir nuevos senderos a la
    investigación.

    Parte segunda:

    Primer sondeo:
    Estudio del efecto placebo en patología osteomuscular
    asociado a la lumbalgia.

    RESUMEN

    Con el objetivo de
    aclarar cuestiones tales como cuándo medir el dolor y
    cuándo considerar el alivio del mismo, para el diseño
    de un ensayo
    clínico con tratamientos alternativos sobre la lumbalgia,
    se realizó un pequeño y primer sondeo sobre 76
    pacientes, que condujo, inesperadamente, a descubrir la magnitud
    del efecto placebo en las consultas de médicos de Centros
    de Salud de
    Atención Primaria. El 60% de los pacientes sintieron su
    dolor aliviado tras la consulta y en un 31% ese alivio produjo
    una reducción en el rango del 40-50% sobre el dolor
    sentido antes de entrar al consultorio.

    Estos resultados condujeron a la realización de
    un segundo sondeo más amplio y complejo, que aportase, a
    ser posible, datos definitivos
    sobre la cuantificación del efecto placebo y su
    asociación a diferentes y múltiples
    parámetros.

    PRIMER SONDEO

    INTRODUCCIÓN

    Durante el diseño
    de un ensayo
    clínico cuyo objetivo es
    evaluar la eficacia de tres métodos
    alternativos de tratamiento del dolor por lumbago, se propone
    emplear como una de las variables de efecto la rapidez en
    alcanzar un alivio sustancial (un porcentaje relevante de
    reducción) y sostenido (durante un tiempo suficientemente
    prolongado) de la intensidad referida de dolor sentido. Esta
    intensidad la evalúa por autoadministración el
    propio paciente sobre una escala visual
    analógica, de forma diaria, durante 30 días. En la
    valoración del alivio del dolor definido de esa forma
    surgen tres preguntas claves:

    1. ¿Cuál debe ser el porcentaje de
    disminución del dolor para considerarlo
    "sustancial"?;

    1. ¿Cuánto tiempo debe mantenerse esa
      reducción de la intensidad del dolor para considerarlo
      "sostenido"?, y,
    2. ¿Qué medición del dolor tomar como referencia
      (basal)?

    La última de las cuestiones, el dolor de
    referencia, se encuentra relacionada con el momento de medir el
    dolor sentido por el paciente antes de que comience su
    tratamiento, cuando, al cumplir los criterios de selección
    y dar su consentimiento a participar, es incluido en el ensayo. Tal
    momento no es único. Puede ser justo antes de entrar al
    consultorio, ante el médico que le atiende, justo al
    salir, o, por ejemplo, esa noche en su casa. Sospechamos que la
    referencia de intensidad de dolor sentido puede variar
    sustancialmente de una a otra situación. Como esa medición servirá posteriormente para
    valorar los cambios diarios observados en la intensidad del dolor
    sentido por el paciente y decidir el momento en que se alcanza el
    "alivio sustancial y sostenido", así como la
    pérdida de tal condición (recaída) y otros
    efectos para valorar la eficacia de los tratamientos comparados,
    su definición exacta parece ser importante. O, realmente,
    ¿son tan diferentes estas valoraciones, dado el poco
    margen de tiempo que hay entre ellas, como para considerar que el
    cambio de
    momento puede inducir a sesgos en una u otra dirección en
    la valoración de ese efecto de los tratamientos?. Para
    responder a esta pregunta se realizó este
    sondeo.

    MATERIAL Y MÉTODOS

    Se realiza un primer sondeo entre 76 pacientes que
    acuden del 2 al 8 de marzo de 1999 a seis Centros de Salud de la
    Atención Primaria de Tenerife, en diferentes momentos del
    día y cuyo motivo principal de demanda de
    atención era la lumbalgia. Entrevistadores entrenados e
    independientes del equipo de investigación, después
    de identificar a los pacientes que acudían al centro con
    lumbalgia como motivo de consulta, antes de que entrasen al
    consultorio, les preguntaban si era la primera vez que
    asistían por ese dolor o si ya lo habían hecho
    antes, y les pidieron plasmaran sobre la escala visual
    analógica (EVA) la intensidad del dolor sentido. Al salir
    de la consulta les pidieron volviesen a referir el dolor sentido
    sobre la escala, sin mostrarles la intensidad que habían
    referido antes de entrar. También se recogieron otros
    datos del
    paciente, como su sexo y edad.

    RESULTADOS DEL PRIMER SONDEO

    El 69% de los pacientes sienten alivio tras la consulta,
    con las reducciones en los rangos que se muestran en la Tabla I.
    Se estratifican estos resultados por pacientes que asisten a
    consulta por primera vez motivados por ese dolor y los que
    repetían. Dos pacientes no recordaban si habían
    asistido antes por ese mismo dolor. No se detecten diferencias
    estadísticamente significativas, a un nivel
    a =0.05, entre ambos
    grupos. Este
    análisis está motivado por la
    suposición de que la disminución del dolor sentido
    sería mayor entre los pacientes de primera consulta por
    ese dolor. Los resultados de la estratificación se exponen
    en la Tabla II.

    DISCUSIÓN

    Considerando que durante la breve consulta al
    médico del Centro de Salud no había ocurrido
    más que el proceso habitual de entrevista,
    diagnóstico clínico e
    indicación de tratamiento (o su continuación o
    cambio), las
    preguntas que motivaron el sondeo, tras sus resultados, pueden
    ser contestadas así:

    1. El alivio "sustancial" del dolor debe situarse en el
      rango de reducción mayor al 60% respecto al inicial,
      para evitar un solapamiento con el efecto placebo.
    2. El alivio "sostenido" del dolor debe situarse en el
      rango de más de tres días.
    3. El momento para la medición basal del dolor
      sentido no podía situarse después de la consulta.
      A pesar de su dificultad operacional, la medición
      inicial de referencia debe hacerse antes de la entrada del
      paciente al consultorio.

    Dado que la medición de la intensidad del dolor
    sentido antes de la consulta se realiza en el contexto del centro
    asistencial, en espera de atención por el facultativo, se
    puede plantear la duda razonable de si la magnitud observada en
    la reducción del dolor referido no estará sesgada
    por la influencia de una sobrevaloración
    (exageración) del dolor sentido con el objetivo
    inconsciente de demandar una mayor atención sobre el
    problema de salud por parte del personal
    asistencial.

    Por otra parte, el hecho de que no se haya detectado una
    diferencia significativa en las frecuencias relativas de
    reducción del dolor, según los pacientes asistan o
    no por primera vez motivados por ese dolor, no es concluyente en
    el sentido de que tal diferencia puede existir en la población y no ha sido detectada en el
    sondeo debido al pequeño tamaño de la muestra
    empleada.

    Al margen del propósito de este primer sondeo y
    la solución hallada al dilema que le originó, el
    hecho que ha impelido a la
    comunicación de sus resultados estriba en la
    sorprendente magnitud del efecto placebo hallada.

    Según la experiencia de varios médicos
    generales, recogida por nosotros, los tratamientos
    farmacológicos de la lumbalgia producen una
    reducción de la intensidad del dolor en el 60% de los
    casos. No se requiere de procedimientos
    estadísticos para constatar la similitud entre el efecto
    de tales tratamientos y el del placebo. De aquí la
    importancia de demostrar que un método de tratamiento
    supere de forma relevante (que no sólo estadística) los beneficios del placebo, o
    los de otro método de tratamiento en uso, como suele ser
    habitual en muchos ensayos
    clínicos, amparados en un dudoso principio
    ético.

    Por otra parte, el efecto placebo como causante real de
    la mejoría de los síntomas de un padecimiento, no
    se encuentra exclusivamente circunscrita a la buena
    práctica médica. La explotación consciente o
    inconsciente del efecto placebo, puede ser la base del alivio
    obtenido no sólo con métodos
    esotéricos, de curanderos, chamanes, sanadores, magos,
    brujos y similares, sino de algunos métodos de la misma
    medicina
    alopática y complementaria, que carecen de los fundamentos
    científicos que brindan la prueba y la
    demostración.

    Los resultados aquí mostrados son, a pesar de su
    sencillez y más allá del propósito
    originalmente perseguido en su obtención, la exposición
    cuantitativa de la manifestación de un fenómeno
    conocido, casi nunca medido e inadecuadamente tenido en
    consideración.

    Diagramas del primer sondeo:

     

    Parte tercera:

    EVALUACIÓN DEL
    EFECTO PLACEBO EN PATOLOGÍA OSTEOMUSCULAR ASOCIADO A LA
    COLUMNA VERTEBRAL

    RESUMEN

    INTRODUCCIÓN

    El fenómeno del efecto placebo es conocido desde
    la Antigüedad, pero su naturaleza
    precisa aún de esclarecimiento. La influencia de la psique
    sobre la percepción de la enfermedad y sus síntomas
    es un tema complejo e insuficientemente investigado, que resulta
    de crucial importancia en la praxis médica. Ello hizo que
    propusiéramos un segundo estudio más amplio,
    apoyándonos en la evaluación
    de determinadas variables que suponemos ampliamente influyentes
    en la acción antiálgica de dicho efecto placebo,
    basándonos expresamente en los antecedentes
    teóricos expuestos en la parte primera de este
    estudio.

    MATERIAL Y MÉTODOS

    Se entrevistaron a 1601 pacientes en 16 Centros de Salud
    de Tenerife, Islas Canarias, entre los meses de Febrero del 2001
    y Febrero del 2002.

    Todos los pacientes fueron elegidos al azar con la
    única condición de que, como primer motivo de
    visita, solicitaran atención médica por padecer una
    patología osteomuscular asociada a la columna vertebral y
    que cursase con dolor.

    Se entrenaron debidamente a los entrevistadores para que
    no influyeran en las respuestas de los pacientes.

    El cuestionario
    presentado a los pacientes fue construido teniendo en cuenta los
    antecedentes teóricos citados en la primera parte de este
    estudio monográfico. Se dividió en 11 bloques de
    preguntas, cada uno de los cuales se supone representa un grupo
    diferente de afectación e influencia:

    Grupo I. Datos generales del paciente.

    Grupo II. Localización, sensación y
    primera autoevaluación de la intensidad del dolor sentido
    y otros datos de interés.

    Grupo III. Nivel cultural del paciente.

    Grupos IV y V. Situación laboral, bajas
    o/y altas laborales, y segunda autoevaluación de la
    intensidad de dolor percibida.

    Grupo VI. Interrelación con los técnicos
    sanitarios.

    Grupo VII. Opiniones generales sobre medicamentos,
    colores y otros
    de interés.

    Grupo VIII.- Opinión sobre el Centro de Salud,
    estructura y organización sanitaria en
    general.

    Grupo IX. Opinión sobre incorporación de
    nuevas técnicas.

    Grupo X. Opiniones personales sobre temas
    vivenciales.

    Grupo XI. Calidad de
    vida del paciente.

    El paciente se autoadministró este cuestionario,
    utilizándose, al igual que en el primer sondeo, la Escala
    Visual Analógica, EVA, antes y después de entrar en
    consulta. Los entrevistadores tuvieron especial cuidado en que el
    paciente no viera su primera autoevaluación de la
    intensidad de su dolor cuando se autoevaluó la segunda
    EVA.

    RESULTADOS

    (EN ESTUDIO)

    DISCUSIÓN

    Tratándose de pacientes de Atención
    Primaria, es patente la importancia que el enfermo da a tres
    elementos esenciales para que se genere el efecto placebo, en
    cualquier condición, estructura, interrelación y
    personalidad.
    El terapeuta debe comentarle, sin mayor énfasis y sin dar
    la menor importancia, lo siguiente:

    Su patología es muy común.

    1. Se curará en muy poco tiempo, y,
    2. Esta afección no le dejará secuelas en
      el futuro.

    Diagramas del estudio

    CUESTIONARIO DE EVALUACIÓN
    DEL E. P. (Efecto Placebo) EN PATOLOGÍA OSTEOMUSCULAR
    ASOCIADO A LA COLUMNA VERTEBRAL

    Observaciones:

    1. Si Vd. cree que debe responder a una pregunta con
      más de una respuesta, hágalo.
    2. No olvide que se deben responder todas las
      preguntas.
    3. Este cuestionario tiene la finalidad de incrementar
      la calidad de
      vida general de los pacientes, por lo que es muy importante
      que responda con sinceridad.
    4. Las respuestas a este cuestionario no implican
      diferencia alguna en el trato entre el personal del Centro y
      Vd. puesto que se realiza anónimamente.

    ANTES DE ENTRAR EN CONSULTA:

    I.- Generales:

    V ; H ; Edad _____ años; Casado: ____; Separado:
    ____;

    Soltero:____.

    Hora//____/____//; Día de la semana:__________;
    Fecha: //_____/_____/________//.

    Cervicalgia

    Dorsalgia

    II.- Localización del dolor:

    Lumbalgia

    Sacralgia

     ¿Ha sufrido antes este mismo dolor?:
    Sí ___; No ___.

    Ansiedad ____;

    Miedo ____;

    ¿El dolor que Vd. tiene le produce: Inseguridad
    ____.

    Cierto malestar ____;

    Indiferencia ____.

    Sin dolor Dolor insoportable

    (Por favor, ponga una cruz sobre la línea
    horizontal dependiendo de la intensidad

    de dolor que Vd. siente en este momento)

    III.- Nivel cultural: Sin escolarizar ; Primaria ;
    Bachiller ;

    FP/Diplomado ; Lic ; Dr. ; Ciencias ;
    Letras ; Humanidades ; Técnicas

    IV.- ¿Actualmente se encuentra de baja laboral?:
    Sí ___; No ___.

    Ama de casa

    Estudiante

    Situación laboral: Jubilado_______;

    Trabajador por cuenta ajena_______;

    Trabajador por cuenta propia_______;

    En situación de paro laboral_______;

    INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE SALIR DE
    CONSULTA:

     Sin dolor Dolor insoportable

    (Por favor, ponga una cruz sobre la línea
    horizontal dependiendo de la intensidad

    de dolor que Vd. siente en este momento)

     V.- ¿Le han dado la baja laboral?:
    Sí ____; No ____.

    Si se encontraba de baja laboral, ¿le han dado el
    alta?: Si ____; No ____.

    VI.- ¿Conoce el nombre y apellido del
    médico que le atendió?: Sí____;
    No____.

    ¿Ha esperado mucho tiempo para entrar a
    consulta?: No ____; Si ____

    Normal ___.

    ¿Cree Vd que el médico que le
    atendió está convencido de que le va a
    curar?:

    Si ___; No ___; No lo sé ___.

    El médico que le atendió: ¿Es su
    médico? ____; ¿O un sustituto?: ____.

    ¿El médico le ha explicado con detalle
    qué causa su enfermedad?:

    Si ____; No ____.

    ¿Vd. cree que se va a curar?: Si ___; No ___; No
    lo sé ___.

    En pocos días ____;

    Si:

    ¿Le ha dicho en cuántos días se va
    a curar?: En demasiados días ____.

    No ___.

    Análisis ____;

    Rayos X ____;

    ¿Le pidió pruebas
    suplementarias?: Scanner
    ____;

    Otros ____.

    Común?___;

    ¿El médico le dijo si su enfermedad es:
    Rara? ____;

    No me comentó nada ____.

    ¿El médico le explicó si su
    enfermedad le va a dejar secuelas?: Si ___; No ____.

    Si ____;

    Poco tiempo __;

    ¿Se encuentra satisfecho de su entrevista con
    el médico?: No: No se interesó ____;

    Poco cortés ____;

    Rutinario ____.

    ¿El médico que le atendió es un
    profesional de prestigio?: Si ____; No ____.

    ¿Y tiene buena presencia?: Si ____; Regular ____;
    No ____; No contesta ____.

    En todas sus consultas, ¿siempre le han prescrito
    medicamentos?:

    Si ____; No ____.

    Pastillas ____;

    VII.- ¿Para Vd. qué es más eficaz?:
    Supositorios ____;

    Inyecciones ____;

    Enemas ____;

    Otros ____.

    ¿Y qué le ha recetado hoy el
    médico?: Pastillas ____, Supositorios ____,

    Inyecciones ____, Enemas ____, y/u otros
    ____.

    ¿Cuál es el color favorito de sus
    pastillas y cápsulas?:

    El color es el ________________; Me es indiferente
    _______.

    VIII.- ¿La consulta se encuentra limpia y
    ordenada?:

    Si ____; Regular ____; No ____.

    ¿Son cómodas las sillas de la sala de
    espera?: Si ____; Regular ____; No ____.

    ¿Le gusta el color de la pintura del
    Centro de Salud?:

    Si ____; Regular ____; No ____.

    Le cuesta mucho ____;

    Ir al Centro de Salud: Es fácil ____;

    Muy extraviado ____.

    Es amable ____;

    El personal administrativo del Centro: Es eficaz
    ____;

    Es indiferente ____.

    El Centro se encuentra: Muy iluminado ____; Iluminación normal ____;

    En penumbra ____; Oscuro ____.

    ¿En general, se encuentra Vd. personalmente
    satisfecho de la atención que recibe del Servicio
    Canario de Salud?:

    Muy satisfecho ____; Satisfecho ____; Poco satisfecho
    ____; Insatisfecho ____.

    IX.- ¿Qué otras nuevas técnicas
    desea se incorporen a los Centros de Salud?:

    Acupuntura ____; Homeopatía ____;
    Naturopatía ____; Osteopatía ____; Nutrición
    ____..

    ¿Ha sido Vd. tratado satisfactoriamente en un
    Centro de Salud por alguna de ellas?:

    Si ____; No ____.

    ¿En caso afirmativo, por cual de ellas?:
    __________________, _________________.

    X.- Políticamente es Vd.: Socialista ____; Part.
    Popular ____; Comunista____;

    Nacionalista ____; Apolítico ____; Otros ____; No
    contesta ____.

    Es Vd. religioso: Practicante ____; No practicante ____;
    No creyente ____;

    Indiferente ____; No contesta ____.

    ¿Cree que los extranjeros que están
    llegando a estas Islas:

    1.- ¿Resolverán nuestros problemas de
    escasez laboral?: Si ____; No ____.

    2.- ¿Deberían resolver sus problemas en su
    propio lugar de origen?: Si ____; No ____.

    3.- ¿Contribuirán a sostener nuestra
    situación de bienestar social?: Si ___; No ___.

    4.- Sinceramente, ¿le gustaría que un/a
    hijo/a suyo/a se casara con una/un negra/o o una/un
    oriental?:

    Si ____; No ____; Me da igual ____.

    5.- ¿Y con un europeo?: Si ____; No ____; Me da
    igual ____.

    XI.- ¿Está Vd. satisfecho con su calidad de vida?:
    Si ___; No ___.

    ¿Dados sus conocimientos y su trabajo, se
    encuentra Vd. satisfecho de su situación

    económica actual?: Si ____; No ____.

    Contaminado ____;

    El lugar donde vive se encuentra: Poco contaminado
    ____;

    Sin contaminación ____.

    ¿En su casa tienen automóvil?: Si ____; No
    ____.

    En caso afirmativo, ¿cuántos tiene?
    ______.

    ¿Tiene teléfono móvil?: Si ____; No ____;
    ¿Cuántos? ____.

    ¿Se encuentra dado de alta en algún canal
    digital de TV de pago?:

    Si ____; No ____.

    En una casa ____;

    En un piso ____;

    ¿Vive Vd: Pequeño apartamento;

    En un chalet ____;

    Otros ____.

    ¿Es Vd feliz?: Si ____; No ___; A ratos ___;
    Nunca ___; No contesta ____.

    Muy cerca de su domicilio tiene Vd.: Parque ____; Plaza
    ____; Polideportivo ____;

    Teatro ____; Cine ____;
    Super o hipermercado ____; Piscina ____; Playa ____;

    Colegio ____; Instituto ____; Facultad universitaria
    ____; Centro de Salud ____;

    Clínica privada ____; Hospital ____.

    ¿Es Vd. miembro de alguna sociedad
    deportivo/cultural?: Si ___; No ___.

    ¿Para las labores cotidianas de la casa recibe
    ayuda externa?: Si ____; No ____.

    ¿Cuántas personas viven con Vd.?: _______
    personas.

    ¿Cuántos dormitorios tiene su casa?:
    ______ dormitorios.

    EL GRUPO DE INVESTIGACIÓN LE ESTÁ MUY
    AGRADECIDO POR SU COLABORACIÓN. GRACIAS.

    Centro de Salud ______________________; Cuest. Nº
    _____________.

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    Sergio A. R. Gutiérrez Morales

    Epidemiólogo, Investigador en AP del SCS,
    Tenerife, Islas Canarias.

    José M. Garrido Babio,

    Servicio de Neurofisiología, Hospital Candelaria,
    Tenerife, Islas Canarias.

    Armando Aguirre Jaime

    Unidad de Investigación, Hospital Candelaria,
    Tenerife, Islas Canarias.

    Miguel A. Benítez del Rosario

    Unidad de Cuidados Paliativos, Hospital Candelaria,
    Tenerife, Islas Canarias.

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