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El sentido del gusto




Enviado por refugio3000



    1. Definición
    2. Relaciones entre el gusto y
      olfato
    3. Sensaciones rápidas
      primarias
    4. El arte de degustar
      (ejemplo)
    5. Fases de análisis del
      gusto
    6. Órgano principal: la
      lengua
    7. La boca
    8. El sabor no es sólo lo que
      parece
    9. La evolución del gusto con
      la edad
    10. Un suculento
      consejo
    11. Consejos, trucos y
      técnicas con sabor
    12. Trastornos en el sentido del
      gusto

    1. Introducción.-

    Todos los niños
    vienen al mundo con la habilidad de comunicar sus sabores
    preferidos a sus cuidadores.

    Cuando se les da un líquido dulce en vez de
    agua, los
    recién nacido succionan durante periodos de tiempo más
    largos y con menos pausas, indicando que prefieren lo dulce, e
    intentan saborear su alimento favorito.

    Las expresiones faciales rebelan que los bebés
    pueden distinguir varios sabores básicos:

    relajan los músculos de la cara como respuesta a
    lo dulce,fruncen los labios cuando el sabor es agrio y abren la
    boca en forma de arco cuando es amargo.

    En éste sentido son parecidos a los
    adultos.

    Estas reacciones son importantes para la supervivencia,
    ya que el alimento ideal para apoyar el crecimiento temprano del
    niño es el sabor dulce de la leche
    materna.

    El sabor salado se desarrolla de forma diferente al
    dulce, agrio o amargo.

    Al nacer, los niños
    son indiferentes o rechazan las soluciones
    saladas, A los 4 meses prefieren el sabor salado, un cambio que les
    puede preparar para aceptar los alimentos
    sólidos.

    2.
    Definición.-

    El gusto es función de
    las papilas gustativas en la boca; su importancia depende de que
    permita seleccionar los alimentos y
    bebidas según los deseos de la persona y
    también según las necesidades nutritivas. El gusto
    actúa por contacto de sustancias químicas solubles
    con la lengua. El ser
    humano es capaz de percibir un abanico amplio de sabores como
    respuesta a la combinación de varios estímulos,
    entre ellos textura, temperatura,
    olor y gusto.
    El sentido del gusto depende de la estimulación de los
    llamados "botones gustativos", las cuales se sitúan
    preferentemente en la lengua, aunque
    algunas se encuentran en el paladar; su sensibilidad es
    variable.

    Los nervios (principalmente faciales) conectados con las
    papilas gustativas transmiten impulsos al centro nervioso situado
    en el bulbo raquídeo (continuación de la
    médula allí donde empieza la columna vertebral); de
    aquí, los impulsos se transmiten a las caras superior e
    interna del lóbulo parietal, en íntima
    relación con el área del cerebro
    relacionada con el olfato.

    A partir de los estudios psicológicos, se piensa
    en general que existen cuando menos cuatro sensaciones
    sápidas primarias: ácido, salado, dulce y amargo;
    pero sabemos que una persona puede
    percibir cientos o miles de sabores diferentes. Se supone que se
    trata de combinaciones de las cuatro sensaciones primarias, de la
    misma manera que todos los colores del
    espectro son combinaciones de tres sensaciones coloreadas
    primarias. Sin embargo, podría existir otra clase o
    subclase de sensaciones primarias, menos evidentes.

    Las casi 10.000 papilas gustativas que tiene el ser
    humano están distribuidas de forma desigual en la cara
    superior de la lengua, donde forman manchas sensibles a clases
    determinadas de compuestos químicos que inducen las
    sensaciones del gusto. Por lo general, las papilas sensibles a
    los sabores dulce y salado se concentran en la punta de la
    lengua, las sensibles al ácido ocupan los lados y las
    sensibles al amargo están en la parte posterior

    Los compuestos químicos de los alimentos se
    disuelven en la humedad de la boca y penetran en las papilas
    gustativas a través de los poros de la superficie de la
    lengua, donde entran en contacto con células
    sensoriales. Cuando un receptor es estimulado por una de las
    sustancias disueltas, envía impulsos nerviosos al cerebro. La
    frecuencia con que se repiten los impulsos indica la intensidad
    del sabor; es probable que el tipo de sabor quede registrado por
    el tipo de células
    que hayan respondido al estímulo.

    Relaciones entre el
    gusto y olfato

    – Las múltiples sensaciones gustativas que
    apreciamos no corresponden solamente al sentido del
    gusto.

    – La mayoría se percibe gracias al trabajo
    complementario del olfato y el gusto.

    Esto queda en evidencia, por ejemplo, cuando estamos
    resfriados, Los alimentos parecen insípidos, porque los
    receptores olfativos quedan aislados por la mucosidad
    nasal.

    3. Sensaciones
    rápidas primarias.-

    Los fisiólogos han identificado los cuatro
    sabores elementales y los han codificado en los siguientes
    términos:

    • La sensación denominada dulce.
    • La sensación denominada
      ácida
    • La sensación denominada salada
    • La sensación denominada amarga

     Sabor
    dulce.-

    No depende de ninguna clase aislada de productos
    químicos. Una lista de algunos productos
    químicos que causan este sabor es la siguiente:
    azúcares, glicoles, alcoholes,
    aldehídos, cetonas, amidas, ésteres,
    aminoácidos, etc. Obsérvese específicamente
    que casi todas las sustancias que causan sabor dulce son
    productos químicos orgánicos.

    Si degustamos un vaso de agua al cual
    se le ha agregado azúcar
    alimentaria (sacarosa), se crea una impresión característica en la punta de la lengua que
    es la zona fundamental de reconocimiento de este sabor,
    también sobre los labios, la mucosa de la boca a nivel de
    las encías inferiores. Ellas hacen secretar una saliva
    espesa y viscosa. La mayor parte de los vinos son secos y no
    contienen azúcar
    (excepto algunos blancos y licorosos). Sin embargo, a veces se
    perciben de esta manera, sustancias cono las ya citadas,
    correspondientes al alcohol,
    glicerol o trazas de fructuosa y de pentosa.

    Sabor ácido.-

    Está causado por ácidos, y
    la intensidad de la sensación gustativa es aproximadamente
    proporcional a la concentración de iones hidrógeno.
    En otras palabras, cuanto más fuerte es el ácido,
    más intensa la sensación.

    Se puede reconocer este sabor, agregando una gotas de
    ácido orgánico natural, como el cítrico a un
    vaso de agua.

    Esta sensación afecta las zonas laterales de la
    lengua, por debajo de la zona donde se perciben los sabores
    salados. Este sabor irrita ligeramente las mucosas y se produce
    secreción de gran cantidad de saliva bien
    fluida.

    Este sabor es fácil de reconocer, porque se
    asocia a los frutos verdes o al vinagre.

    El vino es rico en diversos ácidos,
    que en su conjunto otorgan la característica ácida en una amplia
    gama.

    Sabor salado.-

    El gusto salado depende de sales ionizadas. La calidad del gusto
    varía algo de una sal a otra, porque las sales
    también estimulan otros botones gustativos en grado
    variable.

    Si a un poco de agua le agregamos un poco de sal de
    cocina, percibimos una sensación particular, sobre todo en
    los bordes laterales de la lengua, que es acompañado por
    una secreción fugaz de saliva.

    Este sabor es casi inexistente en los vinos, pero no se
    debe ignorar.

    Sabor amargo.-

    El sabor amargo, como el dulce no depende de un solo
    tipo de agente químico. Aquí también, las
    sustancias que dan sabor amargo son casi todas de tipo
    orgánico.

    El sabor amargo puede percibirse particularmente en los
    vinos tintos aún sanos, por su riqueza
    polifenólica, sobre todo en taninos. Es conocido que los
    taninos tienen la particularidad de combinarse con las proteínas.

    En los vinos tintos jóvenes, ricos en sustancias
    tánicas, estos cuerpos se combinan con las proteínas
    de la saliva, secando la boca. Produciendo al mismo tiempo una
    sensación rasposa sobre dientes y encías. A veces
    en el fondo de la lengua dejan una sensación de
    astringencia.

    A medida que el vino tinto madura y envejece, los
    taninos se van acomplejando más y más, para
    terminar suavizándose.

    El ligero amargor de los taninos, que se pierde con el
    tiempo, no debe confundirse con el amargor de un vino enfermo por
    ataque bacteriano o su contenido en glicerol.

    Así es como las sensaciones de astringencia y
    amargor no se revelan en los vinos blancos y rosados. Si ello
    ocurriera se debe a anomalías de carácter
    físico- químico y biológico, extrañas
    a la calidad elemental
    que debe caracterizar a los mismos.

    En laboratorio se
    puede crear la sensación amarga con algunos miligramos de
    sal de quinina en un litro de agua.

    A continuación podemos observar tres gráficos de los cuatro sabores
    elementales:

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

      

    El arte de degustar
    (ejemplo)

    El gusto propiamente dicho, su evolución y persistencia.

    Finalmente el vino llega a la boca para proporcionarnos
    la información final y definitiva. El gusto se
    encuentra en las papilas gustativas de la lengua. Estos
    órganos detectan cuatro gustos elementales: dulce,
    ácido, salado y amargo.

    Las sustancias con sabor dulce son elementos de la
    ligereza, del cuerpo y de la suavidad del vino. El sabor
    ácido es debido a los ácidos orgánicos que
    se encuentran en su seno, de los que cabe destacar el
    tartárico, láctico y acético, que trasmiten
    la sensación de frescor.
    El vino contiene de dos a cuatro gramos por litro de
    sustancias con gusto salado, que participan del sabor del vino y
    le dan la estructura.
    Las sustancias con sabor amargo pertenecen a la familia de
    las materias tánicas (piel de la
    uva). La sensación amarga viene acompañada
    generalmente de astringencia y lo amargo se percibe mejor en
    vinos poco ácidos. Los vinos deben a éstos
    elementos su color y en gran
    medida su sabor. Es de destacar que éstas sustancias
    evolucionan durante el envejecimiento y transforman los vinos
    durante su conservación.

    FASES DE ANALISIS DEL
    GUSTO
    .

    En su evolución el gusto cubre diversas etapas,
    en las que las sensaciones van cambiando, llegando a ser cada vez
    más complejas y susceptibles de análisis. Estas etapas son: el ataque, la
    evolución, el gusto final y la persistencia, que es muy
    importante.

    PRIMERA FASE ( el ataque ): introducir el vino en la
    boca y analizar los gustos básicos, dulce, ácido,
    salado y amargo. El equilibrio de
    sabores vendrá dado por la balanza entre todos ellos.
    Recordemos que en vinos secos existe algo de sabor dulce debido a
    los alcoholes y
    azúcares residuales, por lo que dá una
    sensación equívoca que no debe llevarnos a
    confusión.
    Las sustancias con sabor ácido pueden estar presentes ya
    en la uva o pueden producirse en el proceso de
    fermentación. El ácido
    acético (vinagre) es volátil, es decir,
    también se percibe por el olfato y es el causante del
    picado del vino; en la boca se reconoce muy bien por su similitud
    con el vinagre. El gusto salado lo proporcionan diversas sales
    (sulfatos, cloruros, tartratos) procedentes de la tierra y de
    los ácidos metabolizados de la uva. Los polifenoles y
    taninos aportan el sabor amargo. Son los responsables del
    color y de la
    astringencia del vino.

    SEGUNDA FASE ( la evolución): estudio de las
    sensaciones gustativas de orígen primario, el aroma de
    boca. Estudio de la potencia en
    alcohol, el
    cuerpo del vino, el tanino y su intensidad, la calidad y naturaleza o
    procedencia de los aromas de orígen secundario.

    TERCERA FASE (el gusto final y la persistencia ):
    estudio de los sabores adquiridos en bodega, que pueden ser de
    oxidación o de reducción, aromas terciarios;
    accidentales, debidos a gustos de la tierra por
    ejemplo, enfermedades
    del vino; o posteriores y no achacables a la elaboración
    ni conservación por el productor.

    Cuando tomamos el vino la sensación que permanece
    en la boca dura unos segundos, es lo que llamamos la
    persistencia. Impregna toda la boca y se debe valorar
    positivamente, si es prolongada y agradable, y penalizarla ,si el
    sabor final deja un mal recuerdo. sentidos son las partes de tu
    cuerpo que te indican lo que pasa a tu alrededor.
    Ves con tus ojos, oyes con tus oídos, sientes con tu
    piel, saboreas
    con tu lengua, y hueles con tu nariz. Los sentidos
    trabajan junto con el cerebro para que puedas saber lo que sucede
    afuera de tu cuerpo.

    ¿Quiénes controlan mis
    sentidos?

    El control central
    de todos tus sentidos- gusto, olfato, oído,
    vista, tacto- es tu cerebro. Por ejemplo, tus ojos captan la
    luz, pero es
    tu cerebro que realmente le da forma a lo que estás
    viendo. Muchas veces el cerebro es comparado con una computadora,
    pero no es así. ¡El es mucho más
    inteligente!

    El cerebro y la lengua trabajan juntos para ayudarte a
    saborear los alimentos.
    La lengua está cubierta por pequeños "pocitos".
    Estos pocitos contienen papilas gustativas, que son los
    órganos del gusto, en la boca hay miles de estas papilas
    gustativas.

    ¿Cuántos gustos diferentes puedo
    saborear?

    Tu lengua puede diferenciar cuatro gustos sin la ayuda
    de la nariz: dulce, ácido, salado y amargo.
    La mayoría de los sabores de los alimentos son
    combinaciones de estos gustos. Las papilas gustativas trabajan
    juntas para ayudarte a reconocer estos gustos
    combinados.

    ¿Qué le da gusto a los
    alimentos?

    El sabor, el olor, la temperatura y
    la textura de un alimento se combinan para darle un gusto
    especial.
    Para reconocer un sabor y hacer que lo disfrutes, el cerebro
    necesita información proveniente de tu nariz y tu
    lengua. Hay dos clases diferentes de nervios que llevan los
    mensajes de la lengua al cerebro. Una clase solamente lleva
    información acerca del sabor. La otra envía
    mensajes acerca de la temperatura y la
    "sensación".

    4. Órgano
    principal: la lengua

    Órgano musculoso de la boca, asiento principal
    del gusto y parte importante en la fonación y en la
    masticación y deglución de los alimentos. La lengua
    está cubierta por una membrana mucosa, y se extiende desde
    el hueso hioides en la parte posterior de la boca hacia los
    labios. La cara superior, los lados y la parte anterior de la
    cara inferior son libres. El resto está unido a la cavidad
    bucal. Los músculos extrínsecos fijan la lengua a
    distintos puntos externos y los músculos
    intrínsecos, que discurren de forma vertical, transversal
    y longitudinal, permiten muchos y diversos movimientos. La cara
    superior presenta pequeñas excrecencias que proporcionan a
    la lengua una textura rugosa, son las papilas gustativas y en
    ellas reside el sentido del gusto. El color de la lengua suele
    ser rosado, lo que indica un buen estado de
    salud; cuando
    pierde color es síntoma de algún
    trastorno.

    Como principal órgano del gusto, la lengua tiene
    papilas gustativas que contienen los receptores gustativos y se
    encuentran dispersas por toda su superficie. Los distintos
    receptores aparecen concentrados en determinadas zonas de la
    lengua; de esta manera, los sabores dulce y salado son detectados
    en la parte anterior de la lengua; el ácido o agrio en los
    lados, y el amargo en la parte posterior dorsal. En la
    masticación, la lengua empuja los alimentos contra los
    dientes; en la deglución, lleva los alimentos hacia la
    faringe y más tarde hacia el esófago, cuando la
    presión
    que ejerce la lengua provoca el cierre de la tráquea.
    También contribuye, junto con los labios, los dientes y el
    paladar duro, a la articulación de palabras y
    sonidos.

    A continuación observaremos un
    gráfico con algunos órganos dela lengua:

      

      Durante la deglución (consumo de
    alimento) la lengua se mueve arriba y atrás, la laringe se
    eleva, la epiglotis cierra la entrada de la tráquea y
    el paladar blando separa la cavidad nasal de la faringe. La
    saliva, secretada desde tres pares de glándulas salivales,
    lubrican los alimentos facilitando la deglución;
    también comienza la descomposición química de los
    alimentos y favorece la degustación.

    En la lengua se encuentran las papilas gustativas que
    tienen forma de hongo, de cáliz o de hilos. Las papilas
    contienen los cálices gustativos, formaciones
    microscópicas en las cuales se encuentran las
    células especializadas, los receptores, capaces de
    percibir los sabores. 

    Las moléculas del alimento, se disuelven en la
    saliva para poder penetrar
    en la papila y entrar en contacto con los receptores que
    están unidos al cerebro. El cerebro interpreta las
    señales de los receptores permitiendo sentir los
    sabores. 

    Cada grupo de
    papilas perciben diferentes sabores. Las papilas que perciben lo
    amargo se encuentran en la zona posterior de la lengua, las que
    advierten los sabores dulces y ácidos están
    concentradas sobre la punta y las sensibles a lo salado
    están distribuidas en toda la superficie.

    LA LENGUA

    Órgano muscular móvil insertado
    en el suelo de la
    boca y recubierto de una mucosa donde residen los
    órganos del gusto.

    Lengua con pelos

     Parte que se ubica debajo de la
    lengua

    Lengua rectangular

     4.1. Papilas.-

    Pequeña prominencia de tejido en una superficie
    anatómica. Se definen papilas, por ejemplo, en lengua,
    piel, riñón, duodeno, mama y ojo.

     Las papilas linguales son los abultamientos de la
    mucosa de la lengua. Pueden tener terminaciones nerviosas
    táctiles y función
    mecánica lamedora (papilas filiformes) o
    terminaciones nerviosas gustativas (papilas fungiformes y
    caliciformes). Las papilas renales o vértices de las
    pirámides de Malpigio son las proyecciones de la medular
    renal (formada por los túbulos procedentes del
    glomérulo) en el interior de los cálices renales
    (zonas colectoras de orina que acaban confluyendo en la pelvis
    renal, de la cual nacen los uréteres). La papila del ojo
    es la zona de retina donde sale el nervio óptico (mancha
    amarilla). La papila duodenal es la desembocadura en el duodeno
    de la ampolla de Vater, fusión de
    los conductos biliar y pancreático.

    5. La
    boca.-

    Orificio presente en la mayoría de los animales, a
    través del cual se ingiere el alimento y se emiten sonidos
    para comunicarse. Muchos protozoos, como las amebas, ingieren el
    alimento envolviéndolo e incluyéndolo en su
    interior. Otros protozoos, como el paramecio, tienen varias
    aberturas bien delimitadas en las que el alimento se introduce
    por corrientes, provocadas por los cilios. La estructura de
    la boca comienza a ser más compleja a la par que se
    desarrolla el tracto digestivo. Como los invertebrados no
    realizan digestión oral, la boca no es un órgano
    muy especializado, es sólo una pequeña abertura.
    Sin embargo, la boca de los vertebrados se caracteriza por la
    presencia de los labios o pliegues carnosos que bordean la
    entrada, los dientes y la lengua. En los seres humanos, la boca
    está formada por dos cavidades: la cavidad bucal, entre
    los labios y mejillas y el frontal de los dientes, y la cavidad
    oral, entre la parte interior de los dientes y la faringe. Las
    glándulas salivares parótidas vierten en la cavidad
    bucal y las demás glándulas salivares en la cavidad
    oral. El paladar de la cavidad oral es de hueso, es duro en la
    parte frontal y fibroso y más blando en la parte
    posterior. El cielo de la boca termina por detrás, a la
    altura de la faringe, en varios pliegues sueltos y
    membranosos.

    La boca se encuentra rodeada por unos pliegues de la
    piel, llamados labios. Dentro de la boca se encuentran los
    dientes cuya función es cortar, trozar y triturar los
    alimentos (digestión mecánica). En la boca encontramos
    también la lengua -con gran cantidad de papilas
    gustativas-, cuya función es la de mezclar los alimentos y
    facilitar su tránsito hacia el esófago. En la
    cavidad bucal desembocan las glándulas salivales, que
    secretan la saliva, cuyas funciones
    son:

    – Actuar como lubricante.

    – Destruir parte de las bacterias
    ingeridas con los alimentos.

    – Comenzar la digestión química de los
    glúcidos mediante una enzima -proteína que acelera
    un cambio
    químico- llamada amilasa o ptialina, la cual cataliza el
    almidón (hidrato de carbono
    presente en los vegetales) y lo transforma en maltosa, un tipo de
    azúcar que se produce como consecuencia de esta
    degradación.

    Anatomía de la boca

    En los seres humanos, la boca es parte integral de la
    digestión, el habla y la respiración. La comida entra en la boca y
    es triturada por los dientes (digestión mecánica) y
    por las enzimas
    secretadas por las tres glándulas salivares que aparecen
    en la
    ilustración (digestión química). Junto
    con la lengua y la cavidad nasal, la boca modifica las ondas sonoras que
    se originan en la laringe para producir los sonidos del habla. El
    aire se inhala y
    se exhala a través de la cavidad oral y de la cavidad
    nasal.

    5.1. Glándulas salivares.-

    Glándulas que segregan saliva. La saliva es un
    líquido ligeramente alcalino que humedece la boca, ablanda
    la comida y contribuye a realizar la digestión. Las
    glándulas submaxilares son las más grandes,
    están localizadas debajo de la mandíbula inferior y
    desembocan en el interior de la cavidad bucal; las
    glándulas sublinguales se encuentran debajo de la lengua,
    y las parótidas están colocadas frente a cada
    oído. Las
    glándulas bucales también segregan saliva y
    están en las mejillas, cerca de la parte frontal de la
    boca. La saliva de la glándula parótida contiene
    enzimas llamadas
    amilasas, una de las cuales, conocida como ptialina, participa en
    la digestión de los hidratos de carbono.

    Las glándulas salivares de los seres humanos, en
    especial la parótida, se ven afectadas por una enfermedad
    infecciosa específica, las llamadas paperas.

    5.2. Los dientes.-

    Estructuras duras, calcificadas, sujetas al maxilar
    superior e inferior de los vertebrados y algunos animales
    inferiores, cuya función principal es la
    masticación. En algunos animales los dientes tienen
    también otros cometidos, como roer, cavar o ser utilizados
    en la lucha. En el curso de la evolución se han
    desarrollado distintas formas de dientes, desde las simples
    hileras escalonadas de dientes cónicos que poseen los
    tiburones hasta las estructuras
    más complejas habituales en los mamíferos.

    Para ver el gráfico seleccione
    la opción "Descargar" del menú
    superior

    Estructura de un
    diente
     

    5.2.1 Dentadura humana.-

    En el ser humano, además de en la
    masticación, los dientes están implicados de forma
    directa en la articulación del lenguaje,
    actuando como punto de apoyo contra el que la lengua hace
    presión
    para emitir ciertos sonidos. Los dientes afectan también a
    las dimensiones y a la expresión de la cara, cuya
    apariencia puede resultar modificada de forma desagradable por la
    pérdida de una pieza dentaria o por cualquier
    irregularidad en su crecimiento o coloración.

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    Anclaje de los dientes

    Los dientes están anclados en la
    mandíbula por sus raíces, que se ajustan en el
    interior de huecos del hueso esponjoso. En un niño en
    edad de crecimiento, las raíces de los dientes de
    leche son
    absorbidas de forma gradual por el hueso. Cuando un diente de
    leche se cae, en realidad sólo se pierde la corona,
    desalojada por el nuevo diente definitivo que emerge de la
    encía. De izquierda a derecha están los dientes
    incisivos, los caninos, los premolares y los
    molares.

    5.3. El paladar.-

    Techo de la boca; consta de dos porciones: el paladar
    duro o bóveda palatina y el paladar blando o velo del
    paladar, situado por detrás del anterior. El paladar duro
    está formado por periostio revestido de membrana mucosa;
    forma un arco que une los laterales y la porción anterior
    de la encía superior y que constituye el suelo de la
    cavidad nasal. El paladar blando es un pliegue móvil de
    una membrana mucosa que envuelve un haz de fibras musculares; los
    lados se fusionan con la faringe, pero el borde inferior queda
    libre y cuelga del extremo posterior del paladar óseo para
    formar un tabique incompleto que separa la boca de la faringe y
    que se eleva para obstruir la entrada a las vías nasales
    durante la deglución, y en la salida de aire hacia la
    nariz durante la emisión de determinados
    sonidos.

    La úvula o campanilla es una pequeña
    estructura cónica que cuelga del borde inferior del velo
    del paladar. El espacio que queda entre los laterales del paladar
    se llama istmo de las fauces; está delimitado por el borde
    libre del velo del paladar por arriba, por la lengua por abajo, y
    por los pilares del velo del paladar y las amígdalas por
    los lados.

    La malformación llamada paladar hendido es una
    deficiencia del desarrollo
    embrionario; en ella, las cavidades bucal y nasal aparecen
    comunicadas como resultado de la fusión
    incompleta de las partes que forman el paladar. La fusión
    se produce en la línea media del techo de la boca; puede
    ser parcial o no producirse, por lo que la malformación
    aparece en distintos grados de gravedad. En todos los casos el
    tratamiento es quirúrgico.

    6. El sabor no es
    sólo lo que parece.-

    Lo que comúnmente denominamos "gusto" es en
    realidad el "sabor", que resulta de la interacción de
    los sentidos
    del gusto y el olfato. Las demás sensaciones que nos
    proporciona la comidae, el penetrante sabor de una menta fuerte o
    la efervescencia de las bebidas gaseosas, al igual que la
    textura, la temperatura y la presentación, también
    forman parte de la experiencia de saborear.

    El 80% de lo que percibimos como gusto, es en realidad
    aroma. El ser humano es capaz de distinguir unos 20.000 olores
    diferentes, cada uno de ellos con 10 o más grados
    distintos de intensidad. El sentido del olfato se activa cuando
    los olores alcanzan los receptores olfativos de la cavidad nasal,
    a través de dos vías: la inhalación por las
    fosas nasales y atravesando la zona interna de la boca, al
    masticar y tragar.

    El gusto propiamente dicho se percibe en la lengua.
    Nacemos dotados de 10.000 papilas gustativas, ubicadas en la
    parte superior, los lados y la punta de la lengua, en el paladar
    y en la garganta. Cuando las células receptoras de las
    papilas reciben un estímulo químico, detectan cinco
    sabores primarios: dulce, ácido, salado, amargo y "umami",
    el sabor característico del gluta-mato, propio de los
    alimentos proteicos y el glutamato monosódico.

    7. La
    evolución del gusto con la edad.-

    Las papilas gustativas aparecen en los fetos de siete u
    ocho semanas de vida y se activan a partir del tercer trimestre
    de embarazo. A
    través del líquido amniótico, se transmiten
    al feto diversos gustos y sabores. Parece ser que los
    bebés perciben los sabores primarios en diversos grados.
    Los lactantes experimentan desde muy temprana edad una gran
    variedad de sabores, ya que la leche materna tiene el gusto de la
    comida y las especias que ingiere la madre. Todavía se
    está investigando si estas y otras experiencias gustativas
    precoces ejercen alguna influencia más adelante en las
    preferencias del individuo.

    8. El gusto pierde intensidad con la
    edad.-

    A partir de los 60 años, más o menos,
    hasta las personas más sanas comienzan a advertir una
    pequeña merma en la percepción
    de los sabores y un declive bastante mayor del olfato.

    El debilitamiento del gusto y el olfato suele derivar en
    una disminución del apetito, lo que incrementa en los
    ancianos el riesgo de
    desnutrición y pérdida de peso, y
    aumenta su propensión a la enfermedad. Para estimular el
    apetito de nuestros mayores y conseguir así que
    estén bien alimentados y que mantengan su sistema
    inmunológico en buenas condiciones, podemos realzar el
    sabor de la comida con especias, hierbas y zumos de fruta (por
    ejemplo, zumo de limón), así como tratar de que los
    alimentos presenten una textura agradable.

    9. Un suculento
    consejo.-

    "La gente no suele comer alimentos que no le gustan",
    señala Renate Frenz, experto en dietética y
    Presidente Honorífico de la Federación Europea de
    Asociaciones de Dietistas (EFAD, en sus siglas inglesas). "Todos
    tenemos preferencias con respecto a la comida y no la apreciamos
    necesariamente de la misma manera. Por eso, es importante conocer
    los gustos de cada individuo a la hora de aconsejarle.

    Para ofrecer recomendaciones dietéticas
    individualizadas que resulten efectivas es indispensable tener en
    cuenta las necesidades alimentarias, el estilo de vida y los
    gustos personales. Encontrar alimentos a la vez sanos y
    apetitosos es fundamental para garantizar el éxito a
    largo plazo de una dieta sana".

    10.Consejos,
    trucos y técnicas
    con sabor.-

    Los asesores en nutrición pueden
    maximizar la eficacia de sus
    recomendaciones añadiendo las siguientes
    sugerencias:

    • Planifique comidas que sean atractivas a la vista,
      con una amplia gama de colores y
      formas, y al paladar, con diversas texturas y
      temperaturas.
    • Realce los platos añadiendo pequeñas
      dosis de ingredientes con mucho sabor, como hierbas frescas,
      especias y zumos de fruta (por ejemplo, zumo de
      limón).
    • Anime a los mayores a alternar en las comidas bocados
      con distinto sabor, temperatura y textura.
    • ¡Atrévase a ampliar sus gustos para
      poder
      disfrutar de una gran variedad de platos!

    11. Trastornos en el
    sentido del gusto.-
    Las alteraciones en el sentido
    del gusto son problemas que
    por lo general han recibido poca atención de la comunidad
    médica, por una parte el diagnóstico es complicado, y por otra no
    existe un tratamiento estandarizado. Se enfatiza la necesidad del
    estomatólogo para profundizar sobre estos trastornos, para
    formar parte del equipo multidisciplinario que se requiere en
    este tipo de pacientes.

    11.1.Enfermedades que afectan
    al sentido del gusto.-

    Estomatitis:

    Existen infecciones muy benignas en niños, pero a
    la vez muy molestas por los síntomas que producen y por su
    duración, perteneciendo a este grupo un tipo
    de infecciones en la boca que se conocen como estomatitis, o
    "aftas" para usar un término más
    popular.

    La más común de ellas es la llamada
    estomatitis herpética aguda, causada por el virus Herpes
    simplex tipo I.

    Se presenta sobre todo en niños entre 1 y 5
    años de edad, y se caracteriza en general por un
    período previo con fiebre alta y malestar general; los
    niños rechazan la comida y presentan salivación
    excesiva.

    Después de 1 o 2 días aparecen las
    lesiones en el interior de la boca, con enrojecimiento, en forma
    de pequeñas vesículas que se rompen
    rápidamente y forman las pequeñas úlceras o
    aftas, muy dolorosas sobre todo cuando el niño trata de
    comer algo.

    Aún cuando esta es una enfermedad benigna, el
    problema lo constituye el dolor, la dificultad para comer, lo que
    hace que el niño se sienta mal y pierda peso. La
    enfermedad dura alrededor de siete días, sin importar el
    tratamiento que usemos lo que desespera a los padres aún
    más pacientes.

    Como todas las enfermedades, en unos niños se
    presenta la enfermedad en forma muy leve, con unas pocas lesiones
    y a veces sin fiebre, y en otros se presenta en forma más
    severa, pudiendo incluso presentarse deshidratación como
    complicación por la falta de ingesta de líquidos y
    la fiebre alta. Alrededor del 90% de los adultos tienen
    anticuerpos contra el virus, lo que
    indica que en algún momento tuvieron la
    enfermedad.

    Una vez que se cura la infección, el virus
    permanece "dormido" en la boca, y puede reactivarse hasta en un
    40% de los pacientes, lo que significa que la infección
    puede volver a presentarse, en forma mucho más leve, sobre
    todo cuando por alguna razón bajan los mecanismos de
    defensa del organismo: en presencia de otras infecciones, en
    situaciones de tensión, después de asolearse en
    exceso, etc.

    Existen otras infecciones en la boca que pueden
    confundirse con la estomatitis herpética, por lo que es
    importante que el médico examine al niño y confirme
    el diagnóstico.

    Cómo prevenir la infección? : La
    infección se transmite a través de la saliva y por
    contacto cercano con personas que tienen el virus, por lo que es
    necesario mantener aislados a los pacientes, tener cuidado
    especial con los utensilios y lavarse muy bien las manos, con
    frecuencia, sobre todo si se van a atender otros
    niños.

    Estomatitis aftosa recidivante. FORMAS
    CLÍNICAS:

    Las características clínicas de la EAR son
    de importancia esencial dado que no existe ningún método de
    diagnóstico de laboratorio
    fiable. Estas características son la recurrencia de una o
    varias úlceras orales, dolorosas, superficiales y
    redondeadas a intervalos de unos pocos meses a unos pocos
    días.

    La primera descripción clínica de EAR fue
    publicada por Mickulicz y Kummel en 1898 (21), y describió
    la variedad que hoy se conoce como aftas menores.

    Desde entonces han sido numerosos los intentos para
    clasificar las diferentes variedades de EAR, pero debido,
    generalmente , a la confusa nomenclatura
    empleada (aftas, aftoides, aftosis, aftas benignas, malignas ,
    etc.) no han tenido mucho seguimiento (13-15,24), y actualmente
    la clasificación más difundida y aceptada es la que
    propuso Lehner en 1968 (19,20), modificada posteriormente por
    Cooke (8), y que ha sido utilizada por numerosos autores como
    referencia en posteriores trabajos (7,26).

    Según esto, las EAR se clasifican en tres
    variedades:

    –Aftas menores, que es la forma más
    común, aproximadamente en el 80 % de los casos. Tienen un
    tamaño inferior a un cm de diámetro y se agrupan de
    una a cinco lesiones, curando en 10-14 días sin secuelas.
    Generalmente aparece en la mucosa labial y bucal y en el suelo de
    la boca; pero son poco frecuentes en la encía, paladar y
    dorso de lengua

    -Aftas mayores,
    también conocida como enfermedad de Sutton o Periadenitis
    mucosa necrótica recurrente, que corresponde
    aproximadamente al 10 % de los casos; se caracteriza por la
    aparición de úlceras de un tamaño superior a
    un cm de diámetro, que de hecho pueden acercarse a los
    tres cm. Tiene predilección por los labios, paladar blando
    e istmo de las fauces, pero puede afectar a cualquier lugar. Las
    úlceras de persisten unas seis semanas y frecuentemente
    curan con cicatrización. Tiene su instauración
    después de la pubertad y tiene un curso crónico,
    persistiendo durante veinte años o más.

    –Aftas o úlceras herpetiforme (UH), que
    corresponde al 10 % restante, caracterizada por la
    aparición de múltiples, incluso a veces más
    de 100 úlceras, de un diámetro aproximado de 1-2
    mm. El tiempo de cicatrización de las lesiones
    individuales oscila entre 7 y 10 días, aunque en ocasiones
    tiende a agruparse, con lo cual se alarga el tiempo de
    cicatrización. La UH tiene predilección por el
    sexo femenino,
    con una edad de instauración más posterior que los
    otro tipos de EAR.

    Bagán y cols. en 1991 (2), en un estudio sobre 93
    pacientes describe un 71% de EARMi, 21.5% de EARMa y 7.5% de UH.
    El número de recurrencias es mayor en los casos de UH,
    aunque las diferencias no son estadísticamente
    significativas; si existía en cambio, significación
    en cuanto a la duración de las lesiones, siendo
    máxima en la EARMa.

     Las aftas asientan sobre superficies de mucosa no
    queratinizada: Mucosa labial y bucal, superficies lateral y
    ventral de la lengua, suelo de la boca, paladar blando y mucosa
    orofaríngea. No obstante, ocasionalmente, pueden empezar
    en mucosa no queratinizada, para posteriormente extenderse a la
    encía, bermellón labial, dorso de la lengua o
    paladar duro.

    Además de los casos de EAR descritos
    anteriormente, las aftas pueden presentarse como un signo
    más dentro del cuadro clínico de una enfermedad.
    Por este motivo, autores como Cohen en 1980 (7) propusieron
    añadir un cuarto grupo al cuadro general para el caso
    particular de las aftas que aparecen en el síndrome de
    Behçet.

     Este cuadro fue descrito por el
    dermatólogo turco Hulusi Behçet en 1937 (4), que
    investigó sobre la individualidad clínica de un
    cuadro que había sido observado con anterioridad y que se
    caracterizaba por aftas bucales más frecuentemente
    bucogenitales, asociadas a manifestaciones sistemáticas
    diversas, y que él creyó producido por
    virus.

     Tradicionalmente se ha considerado una entidad
    anatomoclínica compleja caracterizada por tres grupos de
    síntomas principales:

    • Ulceras orales, que es el hallazgo más
      constante y la manifestación inicial en el 60% de los
      casos
    • Ulceras genitales en pene, escroto, vulva,
      periné, cara interna de muslo, etc., y Lesiones oculares
      sobre todo uveitis recurrente con hipopion, y a veces
      queratitis, conjuntivitis, retinitis, etc.

    Glosistis:

    Inflamación de la lengua. Existen diversos tipos
    la mayoría de los cuales provocan alteraciones en el
    sentido del gusto. Algunas de ellas son:

    Glosistis atrófica:

    Lengua roja, dolorosa, brillante y lisa que se observa
    en las anemias

    Glosistis de Hunter:

    Aparece en la anemia perniciosa y en este caso se
    acompaña de pérdida parcial del sentido del gusto y
    sensación de quemazón.

    Glosistis exfoliativa
    marginada:

    Inflamación del dorso de la lengua en que
    aparecen brotes de manchas rojas repapiladas rodeadas de un borde
    blanco.

    Glosofítia:

    Lengua seudonegra producida por una infección por
    hongos en la
    que los micelios forman filamentos que semejan a pelos. En la
    lengua aparece una neoformación neopardusca de las papilas
    filiformes.

    Lectura I

    Si pruebas
    algún alimento y compruebas que está salado,
    inmediatamente haces un gesto arrugando toda la cara. En cambio
    se te hace agua la boca si ves tu plato favorito. El responsable
    de esto es el sentido del gusto por el que percibimos el sabor de
    las cosas.

    La lengua es el órgano del sentido del
    gusto.

    A. La lengua.-

    Es un órgano musculoso recubierto por una
    mucosa.

    En su cara superior hay millares de salientes llamadas
    papilas. Las papilas linguales son:

    unas táctiles y otras gustativas. Las papilas
    gustativas son para percibir los sabores.

    Las papilas táctiles sirven para percibir el
    calor y el
    contacto.

    B. ¿ Cómo funciona el sentido del gusto
    ?

    Para apreciar el sabor de un cuerpo es necesario que sea
    disuelto por la saliva.

    Las partículas del cuerpo, al impresionar las
    terminaciones nerviosas de las papilas gustativas producen una
    corriente nerviosa que es transmitida al cerebro. Entonces
    percibimos el sabor.

    Hay cuatro sabores puros: dulce, salado, amargo y
    ácido.

    C. Higiene del
    sentido del gusto.-

    Para que el sentido del gusto funcione bien observa las
    siguientes recomendaciones:

    • No ingerir comidas picantes, ni tomar alcohol ni
      fumar.
    • Evitar las comidas muy calientes. Todo esto irrita a
      las papilas linguales y a la mucosa bucal.
    • Lavarse la boca todos los días y cepillarse
      los dientes después de cada comida.

    Lectura II

     El sentido del gusto, quizás
    el más íntimo de nuestros cinco sentidos, ha sido
    tradicionalmente considerado como poco adecuado para analizarlo
    con una cierta seriedad: demasiado físico, demasiado
    particular y personal. No
    obstante, además de provocar placer físico, comer y
    beber son acciones que
    atesoran un valor
    simbólico y estético en la vida de las personas, e
    inspiran continuamente a escritores y artistas. Carolyn Korsmeyer
    explica cómo ha llegado el gusto a ocupar un lugar tan
    bajo en la jerarquía de los sentidos y por qué
    merece una mayor atención y respeto.

    Korsmeyer comienza con los grandes pensadores griegos,
    que clasificaron el gusto como un sentido inferior y meramente
    físico. Luego aborda los paralelismos entre los conceptos
    de gusto estético y percepción
    gustativa que encontramos en el origen de las teorías
    estéticas modernas. A continuación, presenta una
    visión científica del funcionamiento real del gusto
    e identifica múltiples componentes en las experiencias
    gustativas. Centrándose en los objetos del gusto -la
    comida y la bebida-, observa los diferentes significados que han
    adoptado en el arte y en la
    literatura,
    así como en la vida cotidiana, y propone un acercamiento
    al valor
    estético del gusto que reconozca el papel
    representativo y expresivo de la comida. La consideración
    de Korsmeyer respecto al arte incluye obras que utilizan la
    comida en contextos sagrados o profanos, que buscan estimular el
    apetito o bien reprimirlo. Su selección
    de pasajes literarios reúne narraciones de festines
    macabros e historias de afinidades surgidas en torno a una
    mesa.

    Con sus espléndidas ilustraciones y su prosa
    clara y atractiva, El sentido del gusto es un aperitivo para
    todos aquellos que sientan curiosidad por conocer el verdadero
    significado de una experiencia de los sentidos tan universal como
    profundamente personal.

     

     

    Autor:

    Hugo Jesús Montenegro Ruiz

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