En esta monografía
me refiero a algunos de los inmigrantes que llegaron a la
Argentina entre 1850 y 1950 y se destacaron como traductores.
Entre ellos, figuran quienes virtieron el Martín Fierro a
los idiomas de sus países de origen; al respecto,
transcribo parcialmente varios artículos, entre los que se
destacan el de Marion Kaufmann y el de Esteban Turcatti. Aunque
no es inmigrante, incluyo a Luis Alposta, quien realizó
traducciones al lunfardo, jerga surgida de la inmigración, y transcribo su versión
de la "Cantiga do neno da tenda", de Federico
García Lorca, en la que se evoca a la
inmigración gallega en Buenos Aires. Me
refiero, asimismo, al traductor como personaje literario, evocado
por Syria Poletti en Gente conmigo, novela que obtuvo
el Premio Internacional de Novela convocado por la Editorial
Losada y el Segundo Premio Municipal, y fue adaptada al cine y
la
televisión.
"La traducción consiste en determinar el
significado de un texto y
expresarlo con el mismo sentido, en otro idioma; es el enlace
entre dos culturas, dos mundos –todos los mundos-, para que
puedan comunicarse y convivir. (…) Los argentinos
debiéramos tomar conciencia de que
además de hacer posible la
comunicación, una lengua cumple
con la función de
‘transportar’ la cultura, las
creencias, la economía, la
concepción política y el
folklore de
una sociedad"
(1).
Entre los inmigrantes, hubo quienes se dedicaron a la
traducción. Tradujeron documentos,
ensayos y
obras literarias, de otros idiomas al castellano, y del
castellano a otras lenguas; posibilitaron la inserción de
otros inmigrantes en nuestra sociedad y la difusión de la
cultura argentina y las de otros países.
Antonio Aliberti, poeta y traductor, nació en
Italia el 15 de
diciembre de 1938; falleció en la Argentina en 2000. "Fue
poeta, narrador, traductor y crítico literario.
Colaboró en diversos suplementos literarios argentinos y
fue corresponsal de tres revistas italianas. Fue asesor
editorial". Publicó dieciocho libros de
poesía,
entre los que se cuentan Límites
posibles, Cuartos contiguos, Todos recordaron a Casandra (1987,
Primer Premio 20° Aniversario de la Fundación
Argentina para la Poesía), Delicado equilibrio e
Incierta vocación. "Publicó cinco libros de ensayos
y varias antologías. Obtuvo algunos de los mayores premios
que se otorgan en el país y en el exterior. Ha sido
traducido a varios idiomas. Tradujo alrededor de treinta libros
de narrativa y poesía italianas y argentinas"
(2).
Acerca de su labor como traductor, escribió
José Isaacson: "Poeta en el lato sentido del vocablo,
Antonio Aliberti se relaciona con el mundo a través de la
poesía. La propia, que emerge del cotidiano ejercicio de
testimoniar la vida con palabras que no admiten sinónimos
posibles, y también la de los otros. Esta última
generosidad la manifiesta en sus trabajos críticos y, muy
especialmente, en sus traducciones. Un ejemplo
‘ejemplar’ de esa capacidad de entrega literaria lo
constituyen sus versiones de ‘La poesía argentina
contemporánea’ y de los poemas de Dino
Campana. En una composición que dedica al poeta de
Marradi, escribe Aliberti: ‘… si dudaron de su cordura/
fue porque vio más allá del ojo’.
Líneas que resumen la poética de quienes se atreven
a enfrentar la realidad con la aparente fragilidad de la
poesía. Antonio Aliberti es un permanente explorador de
una elocución poética enemiga de expresiones
rígidas. Lo confirma el acápite de ‘Incierta
vocación’: "Ser en la ausencia,/siempre en fuga:/en
todas partes, /nunca". En un mundo borroso, la incertidumbre
dibuja nítidamente el perfil de la realidad"
(3).
Elsa Tabernig de Pucciarelli nació en
Montemorency, Francia, en
1912. Fue profesora universitaria, ensayista y traductora.
"Cursó estudios en la Facultad de Filosofía y
Letras de la UBA y de francés en el Instituto Nacional
Superior del Profesorado en Lenguas Vivas. Inició su labor
docente en la Universidad de
Tucumán, en 1938, y la continuó en las
Universidades de La Plata (1948-1967) y Buenos Aires (1976-1981).
También dictó cátedras en el Instituto del
Profesorado de Buenos Aires. Fue directora de enseñanza artística de la Provincia
de Buenos Aires entre 1963 y 1966, directora del Departamento de
Lenguas Modernas de la Facultad de Humanidades de La Plata entre
1961 y 1967 y directora del Departamento de Francés del
Instituto Nacional del Profesorado de Buenos Aires entre 1964 y
1967. Fue becaria del gobierno de
Alemania
Federal en 1962 y del de Francia (bourse de marque) en 1963.
Participó en seminarios sobre lengua, literatura y metodología en las Universidades de Cuyo y
Tucumán, en Asunción del Paraguay y de la
UNESCO en Villa Ocampo. Dictó cursos,
conferencias y cursillos en Brasil, Venezuela,
Puerto Rico,
Paraguay y en la Universidad de Heidelberg, Alemania, en
universidades argentinas y otros centros de estudios.
Dictó cursos de posgrado en la Facultad de
Filosofía y Letras de Buenos Aires. Fue miembro de jurados
literarios y para la provisión de cátedras. Preside
el Consejo de Mujeres de la República Argentina e integra
la comisión directiva de entidades culturales y de
profesionales. Publicó los libros El clasicismo, 1968, y
Qué es la traducción, 1970, y numerosos
artículos, reseñas y notas en revistas
especializadas y en los diarios La Prensa y La
Gaceta de Tucumán. Tradujo libros del francés y el
alemán, entre ellos obras de Karl Vossler, en
colaboración con Raimundo Lida y Amado Alonso. Está
casada con Eugenio Pucciarelli"" (4).
Jean Authievre nació en Francia. "Egresó
de la Escuela Nacional
de Bellas Artes de Toulouse, y fue profesora de francés en
colegios de Turín y Bolonia, y de la Alianza Francesa de
Las Palmas, Islas Canarias. Desde 1935 fue traductora oficial de
castellano, francés, italiano, inglés
y portugués de Química Rhodia
Argentina, en Buenos Aires. Publicó los libros Ritual del
corazón, pensamientos y poemas, y Flores de
amancay y jacarandá, cuentos y
leyendas,
1966" (5).
Marion Herrscher de Kaufmann nació en
Berlín, Alemania, en 1926 y llegó a la Argentina en
1937. Es colaboradora permanente del Argentinisches Tageblatt
(diario argentino en alemán). En La Prensa publicó
numerosas notas de viajes en la
desaparecida sección de fotograbado; colaboró en
Buenos Aires Herald y Clarín. "Domina varios idiomas y ha
traducido al alemán cuentos de autores argentinos
publicados en edición bilingüe. Tradujo las piezas La
curva, de Tankred Dorst, y El proceso por la
sombra del burro, de F. Dürrenmatt" (6).
La traductora aporta más datos sobre su
trayectoria: "He traducido al alemán para la editorial dtv
(Deutscher Taschenbuch Verlag), de Munich, (ediciones
bilingües), dos tomos de cuentos de autores argentinos, uno
con autores ecuatorianos, y otro de escritores chilenos. Siempre
cuentos cortos. De vez en cuando publican alguno de esos cuentos
en antologías nuevas. Actualmente traduzco
películas y videos del alemán, para una empresa de
doblajes" (7).
Margarita Arsamasseva nació en Kursk, Ucrania, el
4 de octubre de 1893. "Su nombre completo era Eugenia
Tatchtamirova viuda de Arsamassev y de Houtman. Estudió
derecho y humanidades en la Universidad de Moscú. En 1912
vino a la Argentina en viaje de placer y se radicó
aquí, contrayendo segundas nupcias con un profesional
holandés. Su primer libro fue El
brazalete de zafiros, y en él ensayó el idioma que
aún le resultaba extraño, dificultad pronto vencida
pues estaba dotada para aprender lenguas extranjeras, como lo
demostró en sus traducciones del inglés,
francés y ruso, que efectuaba simultáneamente con
su labor de escritora. Después de la novela, que
apareció en 1924, publicó Clarisa, 1925; Lobos,
1926; Sugestión, 1927; Yeremey el bolchevique, 1929;
Yenia, 1930; El nieto, 1931; Cicatriz, 1933; Alejandra, 1936 y
Tiempo turbio,
1939, obras pertenecientes al género de
ficción. Fue cofundadora de la Sociedad Argentina de
Escritores y colaboradora de La Nación
y otras publicaciones del país. Murió en Buenos
Aires el 16 de mayo de 1968" (8).
En "Martín Fierro, espejo de oprimidos y
estímulo de trujamanes", escribe Fernando Sorrentino:
"Mientras buscaba otra cosa entre mis médanos de
caóticos papeles, el azar exhumó un recorte
amarillento: en la edición del 27 de abril de 1991, el
Argentinisches Tageblatt, de Buenos Aires, incluye el
artículo «Martín Fierro und seine
Übersetzer» (el Martín Fierro y sus
traductores), que firma Marion Kaufmann".
Sorrentino concluye su artículo con estas
palabras: "Al Martín Fierro Borges
(«Biografía de Tadeo
Isidoro Cruz», El Aleph) lo llamó libro insigne:
«un libro cuya materia puede
ser todo para todos (I Corintios 9:22), pues es capaz de casi
inagotables repeticiones, versiones, perversiones»
.
"De esa riqueza literaria, de ese constante
estímulo del pensamiento,
que el Poema ramifica hacia lo profundo y hacia lo alto, son
pruebas estos
desvelos de tantas personas de otras culturas" (9).
Habiendo leído esta nota de Sorrentino,
pedí al escritor el artículo completo de Marion
Kaufmann (10). En ese trabajo –publicado hace doce
años-, se refiere a treinta y cuatro de las traducciones;
en la actualidad –me dice- ya son cincuenta y
seis.
Transcribo parcialmente el artículo:
"El ‘Martín Fierro’, la
extraordinaria obra poética José Hernández,
escrita entre 1872 y 1879, ‘más que una
colección de cantos populares, más que una obra
literaria, es un profundo estudio de filosofía moral y
social".
" ‘Martín Fierro no es un hombre, es una
clase, una raza, casi un pueblo, es una época de nuestra
vida, es la encarnación de nuestras costumbres, instituciones,
creencias, vicios y virtudes, es el gaucho luchando contra las
capas superiores de la sociedad que lo oprimen, es la protesta
contra la injusticia, es el reto satírico contra los que
pretenden legislar y gobernar, sin conocer las necesidades del
pueblo, es el cuadro vivo, palpitante, natural,
estereotípico, de la vida de campaña desde los
suburbios de una gran capital hasta
las tolderías del salvaje…’ ¡Qué
actuales estas palabras de Pablo Subieta, un escritor boliviano,
que las escribió en 1881!"
"Esta lucha contra un destino implacable, esta
sensación de impotencia, las injustas persecuciones, la
pérdida de bienes y seres
queridos, fueron las motivaciones fundamentales que introdujeron
a la mayoría de los traductores a verter esta obra a su
lengua materna".
" ‘Casi todos los traductores del
‘Martín Fierro’ fueron extranjeros, y de ellos
a su vez una gran parte (83 %) eran extranjeros residentes en
Buenos Aires —profesores, empresarios, literatos— que
se habían sentido atraídos por el texto de
José Hernández. Casi todos constataron que esta
obra reflejaba en gran parte su propio destino: la
opresión por los poderosos, la sensación de
impotencia, las persecuciones, la huida. Esto fue lo que los
sedujo de este personaje. A medida que se sumergían en la
obra, se identificaban cada vez más con sus problemas,
hasta que surgió el deseo de traducir la obra y enviarla a
su país de origen, para que la gente allá viese que
aquí existían destinos trágicos
parecidos’ ".
"El que me dice esto, el Dr. Alberto Gómez
Farías, es el presidente del ‘Círculo de
Traductores de Martín Fierro’, fundado en 1983, en
cuyos estatutos se puede leer: ‘Art. 1 –Con el nombre
de ‘Círculo de Traductores del Martín
Fierro’ se constituye una sociedad cultural, sin fines de
lucro, cuyo objetivo
fundamental es nuclear a los traductores de la Obra a los
distintos idiomas, difundiendo en el país y
particularmente en el exterior los valores
contenidos en la manifestación más elevada de la
poesía gauchesca’ ".
"El Dr. Gómez Farías es un
científico, dedicado a estudios interdisciplinarios de
Asia y
Africa, en la
Universidad de Buenos Aires. Además es coordinador de la
Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y Africa;
Presidente Organizador de la Sociedad Mundial de Estudios del
Este Asiático y presidente de la Sociedad Argentina de
Estudios Confucianos" Casi entre paréntesis menciona que
ha realizado numerosos viajes a esas regiones y que naturalmente
domina los idiomas respectivos. El tradujo (conjuntamente con el
Rev. Alberto Chao) el Martín Fierro al chino, en una
edición bien presentada, profusamente
ilustrada".
"34 idiomas –desde el árabe hasta el
ucranio"
"Hasta ahora, el ‘Martín Fierro’ fue
traducido a 34 idiomas, a saber: al italiano, inglés,
húngaro, alemán, rumano, guaraní, quichua,
catalán, checoslovaco, francés, árabe,
lituano, sueco, japonés, armenio, hebreo, ruso, esperanto,
esloveno, griego, portugués, vasco, serbio, croata,
gallego, idish, chino, eslovaco, polaco, ucraniano,
calabrés, coreano e hindú y también existe
una versión Braille".
"La primera traducción se realizó en 1919.
De algunos idiomas (por ejemplo del inglés, italiano,
portugués, etc) se publicaron varias versiones. Algunas
fueron editadas más de una vez (la versión inglesa
se editó 15 veces, la italiana nueve veces, la portuguesa
tres veces, etc)".
"Actualmente se está trabajando en la
traducción al sardo (en la Argentina, por Antonio Variu);
en Turquía, Mukkader Yaycioglu está concluyendo la
versión al turco y en Zaire se está realizando la
traducción al swaheli (la primera lengua de Africa negra).
En el programa de
tareas para 1991 figuran las traducciones al Batsa (Indonesia) y
al Yoruba (la segunda lengua de Africa Negra); en Pretoria
(Sudáfrica) se comenzó la versión al
afrikaans. ¿Y qué idiomas faltan todavía? El
noruego, el finlandés y el bantú…".
Los traductores tienen la palabra
Esta atracción de una obra sobre personas que
vienen de un ambiente tan
distinto, es realmente sorprendente. Una atracción, que
los induce a realizar una tarea difícil, cansadora, que
nadie les ha pedido: la traducción de una obra literaria,
que para los argentinos ya es casi parte de la vida cotidiana,
pero que a ellos los conmueve profundamente…".
"Lamentablemente, es casi imposible charlar con los
traductores acerca de su trabajo, porque la mayoría ha
fallecido ya; otros viven, pero en el extranjero. Sin embargo,
pude encontrar en una vieja edición del diario ‘La
Nación’ (del 5 de noviembre de 1972), la reproducción de las conversaciones con
cuatro de estas personas, para las que la traducción del
Martín Fierro casi se convirtió en algo como el
sentido de su vida".
"Jorge C. Primbas, un griego 1906. Su destino fue muy
parecido al de Martín Fierro: participó en la
Primera Guerra
Mundial, fue enviado al frente, conoció la vida de
soldado. Allí perdió, igual que Martín
Fierro, a su mejor amigo. Y también él solía
recordar allí los felices tiempos de antes –como
Martín Fierro. Emigró a la Argentina, quedó
admirado por la hospitalidad, por la calidez de la gente;
descubrió la pampa, y con ella, al Martín Fierro. Y
también descubrió el parecido de su vida con la del
héroe de José Hernández. La
traducción le llevó cuatro años".
"Sissag Kalaidjian, un armenio. Vino a la Argentina de
chico, en 1937. Siempre le había gustado la lectura;
cuando se sumergió en el ‘Martín
Fierro’, enseguida tuvo el deseo de traducir la obra. Lo
que lo motivó en primer término fue la
comprobación de hallarse ante una verdadera obra maestra,
que contenía la problemática del hombre en todos
sus aspectos. Necesitó casi once años para la
traducción".
"Abraham Azriel, un rumano, 1890. Vino a la Argentina en
1913, adoptó la ciudadanía, fue propietario de un
pequeño negocio en Rosales (Córdoba).
Trabajó durante cuarenta años en la
traducción del Martín Fierro, la historia del gaucho
‘que sobrevive en todos los argentinos’. El poema
evocó recuerdos de su niñez en Rosiari de Vede; le
llamaron la atención las semejanzas de las costumbres,
de la pureza de sentimientos de la gente de campo, cuyo sentido
José Hernández supo captar tan bien’. Otro de
los motivos –así lo manifestó en aquella
entrevista
–fue el amor y el
agradecimiento para con la Argentina".
"Dr. Tine Debeljak, esloveno, historiador de las lenguas
eslavas, miembro de academias y grupos
literarios, periodista y profesor universitario nacido en Skofja
Loka. Consideró al Martín Fierro ‘como una
obra fundamental para comprender el carácter
argentino’. Para él, la traducción fue
‘una contribución de todo los eslovenos residentes
aquí, para honrar a este país. Esto se comprende al
leer quién más colaboró en la tarea; el
traductor, un esloveno; el diagramador, un esloveno; las
ilustraciones y viñetas realizadas por artistas eslovenos;
la impresión, financiada por la comunidad
eslovena…".
"Kehos Kliger, nacido en Ucrania en 1904, llegó a
la Argentina en 1936. Con un viejo violín bajo el brazo, y
unas hojas amarillentas con sus primeras poesías, escritas en Berlín.
Había dejado tras de sí el terror, las
persecuciones, la ocupación polaca durante la Primera
Guerra
Mundial. En el ‘Martín Fierro’, en ese
pobre campesino, que perdió todo lo que tenía, que
fue llevado arbitrariamente a los fortines y perseguido,
halló su propia historia, su propio destino. Sintió
que debía traducir esta obra al ídish- el idioma en
el que solía escribir".
" ‘El problema -afirmó en un reportaje que
apareció en el diario ‘Clarín’ el 19 de
junio de 1980-, fue adaptar las palabras al ritmo
octosilábico del poema. Además faltaban las
palabras adecuadas para ‘gaucho’,
‘pingo’, ‘gringo’,
‘pulpería’, etc. Por eso las dejé en
castellano y así se respetó el sentido de la
obra’ ".
"Que la ‘melodía’ del original
quedó conservada, ya se nota en el comienzo: ‘Do
zetz ij mij anider/ tzum takt fun der guitare singue/ vail on
schloj, a mench mit bloie ringuen,/ vos a pain tut schtark im
presn/ vil der voiguel, einzam, farguesn/ funem singuen vert im
gringuer’.
"El traductor (entretanto fallecido), también
tradujo otras obras al idish, por ejemplo de Borges, Alfonsina
Storni y Walt Whitman".
"Pero, por suerte algunos traductores aún viven,
y se les puede entrevistar, por ejemplo:"
"Heriberto Haber, 1930, nacido en Viena, llegó a
la Argentina en 1938. En 1971 se radicó en Israel. Domina
perfectamente el alemán, el castellano y el hebreo. Es el
autor de la traducción del Martín Fierro al
hebreo".
" ‘Mi Martín Fierro al hebreo
–así me contó-, se publicó por primera
vez en La Paz (Bolivia),
donde viví un tiempo y donde fui director de una escuela
judía. Era una edición de la primera parte
(‘La ida’), de 200 ejemplares, fotocopiada. Dos
años después apareció, también en La
Paz, una edición muy rudimentaria (el dinero no
me alcanzaba para algo mejor…) mimeografiada, pasada a mano con
rodillo, del ‘Martín Fierro’ entero
(‘Ida y Vuelta’), en 100 ejemplares. Ambas ediciones
con prólogos míos, y notas marginales que explican
los pasajes difíciles del texto’. En 1988
salió en Israel una nueva edición, ilustrada por
Alba Dermer. Ambas ediciones fueron financiadas por él, y
poco ejemplares llegaron a las librerías –Haber
regaló muchos a universidades, a bibliotecas, ex
maestros y amigos. Hoy están agotadas. ‘La
traducción guarda –acota Haber- casi siempre la
misma estructura del
verso, métrica, rima y ritmo del original".
"Por qué Heriberto Haber se dedicó, en su
escaso tiempo libre, a una tarea tan difícil? Su respuesta
coincide con la de otros traductores: ‘… Constituye
‘el homenaje de gratitud del traductor a su patria
adoptiva, la República Argentina, que le dio albergue y
educación,
trabajo, sustento y una nacionalidad, en los días de la
hecatombe que asoló al pueblo judío y a toda la
humanidad’. Así consta (en castellano) en el
prólogo de su traducción".
"Henryk Mackiewicz, nacido en Wilna (entonces Polonia),
hace 75 años. Vino a la Argentina en 1948, desde Inglaterra, donde
había participado de la guerra, bajo
el general Anders. ‘Acá me desempeñé
primero en diferentes profesiones, luego trabajé como
contador. Cuando me jubilé, en 1985, empecé con la
traducción del ‘Martín Fierro’. Fue un
verdadero desafío: desde el día en que
llegué al país, siempre he escuchado dos nombres de
mis compañeros de trabajo: Carlos Gardel y Martín
Fierro. Apenas dominé el castellano, leí esta obra
de José Hernández –fue amor a primera
vista! Quedé impresionado por la fuerza, la
virilidad, el alegato social del poema’ ".
" ‘Así que comencé la
traducción, para que mis compatriotas pudieran conocer la
obra. Empecé en 1981 con el ‘Primer Canto’,
que salió publicado en el semanario polaco de Buenos
Aires; en 1984 terminé ‘La Ida’ y dos
años más tarde la segunda parte’. Al igual
que H. Haber, también H. Mackiewicz financió
él mismo los libros mecanografiados…".
"Como anécdota, H. Mackiewicz cuenta cómo
se enteró por la televisión
que el presidente Menem
había llevado varios ejemplares encuadernados en cuero del
‘Martín Fierro polaco’ cuando viajó a
Polonia el año pasado. (Mackiewicz ni siquiera
sabía, que alguien había encargado una
edición de lujo de su traducción…) El Papa
recibió un ejemplar, otro el entonces presidente
Jaruselsky. Uno de los acompañantes del presidente Menem
contó después al traductor:, que Menem le
había aconsejado a su colega polaco ‘leer algunos de
los Consejos del Viejo Vizcacha, porque contienen tanta
sabiduría’. A la mañana siguiente, Jaruselsky
dijo ‘que había pasado toda la noche leyendo el
Martín Fierro’. Hay que destacar, también,
que el presidente Menem redactó el prólogo de la
traducción".
‘Aquí me pongo a
cantar’
La versión alemana del ‘Martín
Fierro’, de Adolf Borstendörfer, apareció en
1945. ¡Debe de haber sido el único traductor que
recibió un encargo formal para esta tarea! El dice en su
prólogo, que la Editorial Cosmopolita lo había
animado a traducir al alemán esta obra maestra del poeta
argentino José Hernández. ‘Yo sabía
–escribió- que mi tarea no sería solamente
difícil, sino también grata. Los versos dan un
efecto de ser inmediatos, casi ópticos, nos describen un
paisaje cuya extensión, amplitud e intangibilidad son
únicas. En este paisaje viven hombres puros, no
deformados, amplios también ellos en su forma de encarar
la vida. Nada es artificioso en ellos, son sencillos,
hospitalarios, alegres y amantes del canto. Son niños
que todavía reconocen de buena gana, que la naturaleza es su
madre. En ellos se manifiesta el gran alma del pueblo argentino,
y también el alma de ese amplio, hermoso país, que
se extiende desde los glaciares patagónicos hasta los
palmares del norte. Por eso, el ‘Martín
Fierro’ me parece ser la encarnación de este alma
argentina, que se encuentra absolutamente en la gran
extensión de su paisaje",
"También Borstendörfer tradujo los versos de
José Hernández de acuerdo al sentido, y no
literalmente, ‘porque el poema tiene que llegar al lector
de habla alemana. Por supuesto, se conservan el sentido y el
ritmo’ ".
"Como ejemplo, los dos primeros versos:"
Aquí me pongo a cantar,/
Al compás de la vigüela;/
Que el hombre
que lo desvela,/
Una pena extraordinaria,/
Como ave solitaria/
Con el cantar se consuela.
Hier steh’ ich. Fang zu singen an!/
Will meine Laute schlagen!/
Ein armer, schmerzgeprüfter Mann/
Kann nur sein Leid ertragen,/
Wenn er, einsamen Vögeln gleich,/
Kann flüchten in des Sanges Reich.
Pido a los santos del cielo/
Que ayuden mi pensamiento;/
Les pido en este momento/
Que voy a contar mi historia,/
Me refresquen la
memoria/
Y aclaren mi entendimiento.
Die Heiligen bitt’ ich inniglich,/
Sie mögen stärken mein Wollen,/
Da ich mit Demut und feierlich/
Mein Planen will entrollen./
Sie mögen mir gute Erinnerung geben,/
Um schildern zu können mein wahres
Erleben.
"O sino:"
Aquello no era trabajo,/
Más bien era una junción;/
Y después de un güen
tirón/
En que uno se daba maña,/
Pa darle un trago de caña/
Solía llamarlo el patrón.
Das war ja schon keine Arbeit mehr -/
Ein Wetten aus freiem Willen -/
Und alle gaben das Letzte her,/
Die Lust am drängenden Werke zu
stillen./
Dann rief uns wohl auch der Patron herein/
Und schenkte uns brennende ‘caña’
ein.
Tuve en mi pago en un tiempo/
Hijos, hacienda y mujer;/
Pero empecé a padecer./
Me echaron a la frontera,/
Y qué iba a hallar al volver!/
Tan sólo hallé la tapera.
Vor Zeiten lebt ich in einem Gau,/
Vieh hatt’ ich, auch Kinder. Und eine
Frau./
Da wurde ich Armer –Gott sei es
geklagt/
Ganz grundlos über die Grenze gejagt./
Als ich zurückkam, mein Heim zu holen/
Fand ich nur halbverkohlte Bohlen…
"Max Tepp, o: El hijo de Wilhem Meister en la
Argentina
"Antes del versión alemana del Martín
Fierro de A. Borstendörfer ya hubo otra, de Max Tepp. Tepp,
nacido en Hamburgo, en 1891, se radicó en 1924 en la
Argentina, donde fundó una escuela alemana en la Patagonia, y
dirigió el colegio alemán en Bariloche. Fue
director de la Goethe-Schule y luego del Colegio Pestalozzi.
Editó revistas y publicó numerosos artículos
sobre el paisaje y la botánica argentinos y sobre pedagogía. (…) Lamentablemente, la
traducción de Max Tepp nunca llegó a ser
publicada".
Marion Kaufmann termina su nota con la alusión a
una edición polilingüe del poema, "publicada en 1973
por Ediciones Latinoamericanas de Buenos Aires", e incluye
"algunos versos de la obra citada, con versiones inglesa,
francesa, italiana y también la alemana de A.
Borstendörfer".
Transcribimos una de las estrofas incluidas por
Kaufmann, y sus traducciones:
Yo he conocido esta tierra
En que el paisano vivía
Y su ranchito tenía
Y sus hijos y mujer.
Era una delicia ver
Cómo pasaba sus días.
En italiano:
Altri tempi, e in questa terra
Miglior vita si viveva:
La capanna il creolo aveva,
I suoi figli, la sua sposa.
In che guisa deliziosa
I suoi di passar soleva!
En francés:
J’ai bien connu ces campagnes
Ou vivait le paysan.
Il avait son petit ranch,
Ses enfants et sa compagne.
C’etait bon de voir comment
Il savait passer son temps.
En inglés:
There was a time when I knew this land
As the gaucho’s own domain
With children and wife, he had joy in life,
And law was kept by the ready knife.
Far better than now; alas, no more
That time shall come again.
En alemán:
Dies Land –ich habe es gut gekannt,
Darin noch der Bauersmann wohnte.
Der hat eine Hutte sein eigen genannt
Sein Dasein wahrhaftig sich lohnte.
Es war eine Wonne, die Tage zu sehn,
Wie sie sonnig begannen, um freundlich zu
gehen.
En Mar del Plata, en noviembre de 2000, el diario La
Capital publicó una nota de Esteban Turcatti titulada "El
gaucho que conquistó el mundo". En ella leemos: "El
Martín Fierro tuvo difusión mundial y es
lógico que así fuera, por el genio de su autor y
por los motivos fundamentales que lo movilizan que son valores de
carácter universal, la libertad del
hombre frente a la omnipotencia de los poderosos. La obra lleva
más de treinta y cinco traducciones, y en algunos idiomas
las versiones se multiplican. Las ediciones suman más de
seis mil en el orden mundial".
"En el año 1983 se constituyó en la ciudad
de Buenos Aires, el Círculo de Traductores del
‘Martín Fierro’. Su presidente fue Alberto
Gómez Farías, traductor del poema al idioma chino y
su secretario Bernaldo Souto, que lo tradujo al gallego. Sus
otros miembros y traducciones fueron: Pero Tutavac, croata,
Stanislav E. Jancarik, eslovaco, Jorge C. Primbas, griego, Tine
Debeljak, esloveno, Ladislao Szabó, húngaro, Kehos
Kriger, yiddish, Yauad J. Nader, árabe, Enrik Magkiewicz,
polaco, Serafín Grecco, calabrés, Txomin
Takakortexarena, vasco, Enric Martí Muntaner,
catalán".
"Bernaldo Souto, poeta gallego, había traducido
el Martín Fierro a ese idioma en el año 1980.
Establecido en la Argentina desde hace muchos años,
regresó recientemente de su tierra natal,
Galicia, donde es muy conocido por su obra literaria y
periodística. Allá brindó una serie de
conferencias y presentó tres libros de poesías bajo
el título ‘Luz y
sombras’. Pero su mayor satisfacción fue enterarse
que en fecha próxima, su traducción gallega del
Martín Fierro será publicada por la Xunta de
Galicia, en una edición bilingüe de lujo".
En la contratapa del libro, Souto hace su crítica
del poema: ‘la obra supera el marco costumbrista de la
poesía gauchesca para proyectarse en valores de calidad
ecuménica. Martín Fierro representa un pueblo con
sus defectos y virtudes que constituye el seguro perenne
del hombre, en su incertidumbre ontológica (…) En su
lucha contra la sociedad injusta y cínica, configura al
hombre en la perpetua contienda por la libertad, que alcanza a
darle un sentido a su vivir, solitario y desvalido"
(11).
Ilustran la nota algunas estrofas traducidas por
Souto:
Póño-me eiquí cantar
Ao toque da miña viola,
Ao home que o desvela e isola
Unha pena magoeira,
O mesmo que a ave senlleira
Co seu cantar se consola.
Prégo-lle aos santos do ceo
Den vóo ao meu pensamento;
Prégo-lle neste momento
Que ao contar a miña historia
Avivícen-me a memoria
I-acláren- me o entendimento.
Veñan santos milagreiros,
Todos ao meu estro acudan,
Que a miña lingua se anuda
E xa anuba-se-me-a vista;
A Deus prego que me asista
En circunstancia tan ruda.
Eu olléi moitos cantores
Con sonas moi ben outidas,
Que despóis de adequiridas
Deixáro-nas de alentar:
Semellaban sen largar
Estar cansos en sortidas.
Onde outro crioulo pasa
Eu tamén hei de pasar;
Que ninguéin me fai recuar
Nin as pantasmas m-espantan,
E dende que todos cantan
Martín Fierro quer cantar.
E cantando hei de morrer,
Cantando han de m-enterrar,
Coa cantiga hei de chegar
A carón do Eterno Pai:
Do centre da miña nai
Viñen ao mundo a cantar.
Miña lingua se non trabe
Nin me traicioe a palabra;
O cantar a gloria labra
E xa póndo me a cantar
Cantando han de me atopar
aunque a mesma terra se abra.
Sínto-me no rol dun baixo
Que entoa sabido argumento;
O mesmo que o xiado vento
Fago aterecer os pastos.
Con ouros, copas e bastos
xoga alí o meu pensamento.
En "Literatura de exilio como memoria cultural.
El caso de los croatas en la Argentina", Elena Duplancic de
Elgueta se refiere al traductor del poema al croata: "Otra
actividad fundamental para la comunidad croata en la Argentina
fue la traducción. Muchos croatas son traductores de
reconocido prestigio en la Argentina (18). En el campo literario
la tarea de Vinko Nikolic como traductor y reseñador de
poetas argentinos es importante, así como las continuas
versiones castellanas de textos croatas en Studia Croatica. Un
esfuerzo digno de ser destacado es la traducción de
Martín Fierro, al dialecto croata ikavica, por parte de
Pero Tutavac en 1976. A través de todas estas actividades
esta generación de croatas ha dado forma, preservado y
transmitido su identidad
nacional. Pero al mismo tiempo, ha reflejado la identidad de
la sociedad huésped argentina. Esta acción de
reflejar tiene diferentes modos. En primer lugar llama nuestra
atención el especial interés de
estos exiliados croatas en mostrar a la Argentina desde el punto
de vista geográfico, histórico, demográfico
y cultural. Así por ejemplo el primer capítulo del
libro arriba mencionado de Marko Sinovcic es una vista
panorámica de la Argentina. Ivo Rojnica dedica 150
páginas de su libro Prikaz povijesti argentini i doprinos
Hrvata (19) a la historia
argentina".
"Un segundo aspecto, tan significativo como aquel es la
constante referencia a personalidades de origen croata que hayan
desempeñado roles destacados en la vida argentina. La
segunda parte del libro de Rojnica recién mencionado se
focaliza precisamente en las contribuciones de los croatas a la
Argentina. En artículos como el de Maja Lukac-Stier
"Aportes de la colectividad croata a la República
Argentina" (20) al mismo tiempo que se menciona al croata y su
colaboración se enuncia el contexto
histórico-cultural argentino en el que se
desenvolvió. Así por ejemplo, del siglo pasado se
recuerda a Nicolás y Miguel Mihanovic fundadores de la
marina mercante argentina o al mayor Buratovic que actuó
en la campaña contra los indios al sur de Buenos Aires e
instaló allí el telégrafo".
"Las revistas croatas se han hecho eco de las fechas
patrias argentinas saludando al pueblo argentino en esas
oportunidades e incluso con mención del himno nacional o
de alguna canción patriótica y con comentarios
sobre su sentido de independencia
y amor patrio, sentimientos con los que se identificaban
plenamente. Otras veces han ilustrado sus páginas con
ilustraciones de lugares argentinos de importancia
histórica".
"Algunos autores argentinos han sido traducidos al
croata. Vinko Nikolic tradujo a algunos poetas de este siglo como
Alfonsina Storni. La versión croata del Martín
Fierro de Pero Tutavac recibió el aplauso de la prensa
local. Más recientemente Studia Croatica reporta el trabajo de
Milivoj Telecan quien trabajara en Croacia, en la
traducción de las Obras Selectas de Borges al croata.
Tanto el Martín Fierro, nuestra epopeya gaucha del siglo
pasado, como los relatos de Borges de este siglo son sin duda
símbolos de la identidad literaria argentina que se ven
así reflejados por la actividad de la comunidad de
exiliados croatas" (12).
Bojan Grobovsek, embajador de la República de
Eslovenia en Argentina, manifestó: a sus compatriotas
emigrados, "la inserción en la sociedad Argentina los puso
en contacto directo con la cultura hispanoamericana y sus frutos
fueron inmediatos: en 1927 se publicó en Argentina el
primer método
esloveno para el aprendizaje
del castellano; en 1957 había treinta publicaciones
periódicas en lengua eslovena; en 1970 el Dr. Tine
Debeljak traduce y publica el Martín Fierro. Hasta hoy
contabilizamos trescientos sesenta libros publicados en la
Argentina. Los inmigrantes se convirtieron en buenos argentinos,
pero no abandonaron su condición de eslovenos. Con su
laboriosidad y con su trabajo retribuyeron la generosidad con que
los había acogido la nueva patria. Su actividad literaria,
periodística, de traducción y artística,
enriqueció el patrimonio
cultural argentino" (13).
Fernanda Abad se refiere a la traducción al
árabe: "Un poeta árabe hablando de tango, otro
traduciendo el "Martín Fierro", uno más
estableciendo un paralelo entre el gaucho y el beduino. El
particular espíritu creador del artista árabe
llegó a Argentina con los conquistadores
españoles". Noticias acerca de este traductor se pueden
encontrar en Arabes 1. Poemas, crónicas y relatos en
Sudamérica, una antología con prólogo y
selección del periodista Lautaro Ortiz,
quien "rescata textos de literatura árabe desde 1860 hasta
1950, reflejando un imaginario y una historia propia, en
consonancia con la cultura vernácula" (14).
Al lunfardo tradujo Luis Alposta los seis poemas
gallegos de Federico García Lorca (15), entre los que se
encuentra la ‘Cantiga del neno da tenda’, texto que
evoca a un gallego que, en Buenos Aires, añora su
tierra.
Antonio Pèrez-Prado señala que "Los Poemas
Galegos fueron publicados en 1935 por Anxel Casal, editor pobre y
domèstico, quien solventò la malandanza de su
imprenta con los aportes de su mujer, costurera. Un año
màs tarde, aquel negro año de 1936, Anxel Casal, en
Galicia, y Federico Garcìa Lorca, en su Granada, fueron
fusilados" (16).
En su Diccionario
lunfardo y de otros tèrminos antiguos y modernos usuales
en Buenos Aires, Josè Gobello define al lunfardo como "el
repertorio de voces traìdas por la inmigraciòn,
imitadas festivamente por el compadrito e incorporadas luego al
lenguaje
popular de Buenos Aires. Lo delictivo puede ser lunfardo o no
serlo –agrega- y otro tanto ocurre con el lenguaje de
la vida airada, que es el de los rufianes y sus pupilas"
(17).
Antonio Pèrez-Prado afirma que "el lunfardo es
jerga burguesa, de gran ciudad cosmopolita". Sobre el origen de
esta jerga, señala: "El lunfardo porteño tiene
aspectos comunes a los argots, slangs, cockneys y otras jergas;
por ejemplo, en la mecànica de invenciòn de
palabras. A estos recursos del tipo
de las proteicas inversiones o
transposiciones silàbicas y de los juegos
paranomàsticos e hipocorìsticos, deben
añadirse como propias del lunfardo las masivas
aportaciones de tèrminos inmigratorios".
Entre estos tèrminos, percibe una notoria
diferencia de cantidad segùn su procedencia: "Por cierto
que los de origen italiano, sobre todo dialectal, forman el
grueso. Las gallegas, en cambio, son
pocas y contaminadas por una sospecha: la de que se trata de
portuguesismos. Nunca es fàcil y generalmente no es
posible decidir si algunas voces cruzaron el Atlàntico con
la emigraciòn gallega o se limitaron a cruzar el
Rìo de la Plata, hace un par de siglos, cuando la Colonia
del Sacramento era plaza de habla portuguesa. Ademàs, si
nos olvidamos de la fonètica, el gallego y el
portuguès tienen fraternal semejanza".
Relata que "El profesor Xesùs Alonso Montero, de
la Universidad de Santiago de Compostela, Galicia,
organizò en abril de 1993 un primer Congreso de Poetas
Alòfonos en Lengua Gallega. Es decir, de poetas que usaron
el idioma sin tenerlo como lengua materna. El ejemplo
clàsico es Lorca, quien nos dejò seis
magnìficos Poemas Galegos, impresos en 1935".
"Al invitarme al Congreso, el sorprendente Alonso
Montero me sorprendiò con un pedido: querìa poner
esos poemas de Lorca en muchas lenguas, vivas o muertas.
¿Podrìa yo –por ejemplo- conseguir
traductores buenos al guaranì, al quechua, al mapuche?
¿Y al lunfardo? No tuve suerte con aquellas lenguas
indoamericanas, pero la tuve con el arte lunfardesco
de mi colega y amigo Luis Alposta. No tardè en convencerlo
de lo que a mì no me terminaba de convencer,
ìntimamente: de la posibilidad de llevar la poesìa
de Lorca, en gallego, a esa jerga confianzuda y traviesa que
llamamos lunfardo y no acabamos de definir con certeza o
acuerdo".
"Cuando Antonio Pèrez-Prado me hablò de
los poetas alòfonos por telèfono, me llevò
unos minutos reaccionar –dice Alposta, en el pròlogo
a su traducciòn- y luego, ya repuesto, me tentò la
idea de poder
incorporar estos poemas gallegos a la literatura lunfarda"
(18).
El lunfardo es una inquietud de hace muchos años
para Alposta, poeta y ensayista, autor de la Antologìa del
soneto lunfardo y El lunfardo y el tango en la medicina, entre
otras obras, y miembro de nùmero, desde 1968, de la
Academia Porteña del Lunfardo, en la que ocupa el
sillòn puesto bajo la advocaciòn de Felipe
Fernàndez, "Yacarè".
En el pròlogo, Alposta se refiere al problema que
enfretò al abocarse a su tarea: "Tuve que decidir
–recuerda- si debìa aproximarlo a Lorca a los
porteños, cambiando suficientemente sus palabras para
hacerlo inteligible, aùn a costa de sacrificar el estilo,
la belleza y los giros del lenguaje gallego, o si, por el
contrario, debìa valerme de mi conocimiento
del lunfardo para que fuèsemos nosotros quienes nos
aproximàramos a èl".
La respuesta surgiò clara: "A mi juicio, esta
ùltima es la ùnica forma de hacer que la
traducciòn pueda ser leìda en la lengua a la que se
traduce conservando la frescura, la pureza, los giros
estilìsticos y la originalidad del poeta. No cabe duda de
que esto es lo ideal; elevar al lector para que cualquiera que
sea su idioma, llegue a percibir la belleza del lenguaje en que
fue escrito originalmente el poema. Despuès, la tarea
resultò ser algo màs que un mero ejercicio
intelectual, una diversiòn circunstancial o un
entretenimiento de ratos perdidos".
"Fui consciente del riesgo que
corrìa –agrega. El riesgo de llegar a envilecer la
poesìa de Lorca. No intentè, entonces, ni la
versiòn ni la paràfrasis. Simplemente, optè
por la traducciòn casi literal, buscando interpretar cada
uno de estos poemas y llevarlos al lunfardo sin morir en el
intento. Y esto, porque lleguè a comprender que la parla
nuestra de cada dìa, con sòlo ser utilizada sin
alardes, se nos puede mostrar dòcil y musical para llegar
a expresar con ella todos los estados del alma. Y me
resultò fàcil, porque Lorca, ademàs, me
estaba dando todo: la inspiraciòn, el asunto, el fondo y
la forma. Sòlo era cuestiòn, entonces, de llegar a
sentirme un poco èl, aunque hubiese sido imperdonable
ingenuidad de mi parte llegar a creerme èl mismo, dado que
toda traducciòn, sin necesidad de tener que recurrir a un
estudio genètico, debe comenzar siempre por reconocer a su
padre".
Pèrez-Prado, quien vivò de cerca este
proceso, da cuenta de los avatares del mismo: "El traductor poeta
no hallaba palabras adecuadas. Faltan en el lunfardo
–repetìa- esas voces perfumadas y cariñosas,
de afecto y ternura. Lo decìa èl, autor de una obra
de lujosa poesìa lunfardesca donde nada falta, y menos
esos sentimientos y actitudes
bàsicas".
Desde que Alposta, poeta y traductor, virtiò los
versos gallegos al lunfardo, Ramòn de
Sismundi ya no està triste, sino "depre" y la "Quintana
dos mortos" se ha transformado en la "quinta del
Ñato".
Alposta presenta a los lectores el fruto de su labor con
estas palabras: "En los originales, el lenguaje y el vocabulario
son de una autenticidad ejemplar: los giros, palabras e
imàgenes son las del pueblo gallego, y resumen un sabor
caracterìstico que hace reconocer de
inmediato el estilo inconfundible de Lorca. Ahora, los
veràn ustedes con ropaje lunfardo".
Cantiga do neno da tenda
Bos Aires ten unha gaita
Sobro do Río da Prata,
Que toca o vento do norde
Coa súa gris boca mollada.
¡Triste Ramón de Sismundi!
Aló, na rúa Esmeralda,
Basoira que te basoira
Polvo d’estantes e caixas.
Ao longo das rúas infindas
Os galegos paseiaban
Soñando un val imposibel
Na verda riba da pampa.
¡Triste Ramón de Sismundi!
Sinteu a muñeira d’ágoa
Mentre sete bois da lúa
Pacían na súa lembranza.
Foise para veira do río,
veira do Río da Prata.
Sauces e cabalos múos
Creban o vidro das ágoas.
Non atopou o xemido
Malencónico da gaita,
Non viu o imenso gaitero
Coa boca frolida d’alas;
Triste Ramón de Sismundi,
Veira do Río da Prata,
Viu na tarde amortecida
Bermello muro de lama.
Canción del muchacho de la
tienda
Buenos Aires y una gaita
Junto al Río de la Plata,
Que llora gaitas ausencias
Por su boquilla mojada.
¡Depre Ramón de Sismundi!
Allá, en la yeca Esmeralda,
Meta barrer y limpiar
Grela de estantes y cajas.
Por calles grises y lungas
El gallegaje alternaba
Embolsicando ilusiones
De costalete a la pampa.
¡Depre Ramón de Sismundi!
Con la muñeira en el alma
Junaba bueyes de luna
Entre cachitos de infancia.
Rumbió hacia la Costanera,
la del Río de la Plata,
Y allí se quedó hecho bolsa
Fichando muy fijo el
agua.
Todo pasó a ser silencio.
Se le hizo humo la gaita,
se tomó el piro el gaitero
y la mufiña echó alas.
¡Depre Ramón de Sismundi!
Junto al Río de la Plata.
La tarde se ha puesto fule.
¡La orilla es de barro y latas!
Syria Poletti nació en Pieve di Cadore, Italia,
en 1919. "Se graduó como pedagoga en Venecia. En 1945
llegó a la Argentina como directora de la
Asociación Dante Alighieri en Santa Fe. Cursó el
profesorado de Castellano e italiano en la Universidad Nacional
de Córdoba y se radicó en Buenos Aires.
Publicó cuentos en La Nación y la revista Vea y
Lea. En 1954 fue seleccionada para el Premio Kraft con dos
cuentos, que aparecieron en el volumen Veinte
cuentos infantiles, 1955. En 1961 ganó el premio
internacional Losada con la novela Gente conmigo (1962), 10
ediciones, 2° premio municipal y en 1964 adaptada al cine y
premiada en el Festival de Locarno. Publicó luego
Línea de Fuego, 1964, e Historias en rojo, 1969, cuentos;
Extraño oficio, 1972, novela; La gente, 1976,
selección de su obra para estudiantes; Taller de
imaginería, 1977, cuentos y autorreportajes; Amor de alas,
1981, con óleos de Raúl Soldi. Estos libros fueron
varias veces reeditados. Para niños y adolescentes
publicó Botella al mar, 1965, España;
Reportajes supersónicos, ilustrado por Vilar, 1972; El
juguete misterioso, 1977; El misterio de las valijas verdes,
1978, varias ediciones; Marionetas de aserrín, 1980; El
rey que prohibió los globos, 1982; Inambú busca
novio, 1983; Enanito siete, 1984, cuentos y poesías, en
colaboración con Dora Fornaciari; El monito Bambín,
1984; Alelí y el payaso, 1984. Además de los
mencionados, obtuvo el premio Internacional ‘Doncel’
por Botella al mar; 1° municipal por el cuento
‘Aprender a vivir’; 1° municipal por Historias en
rojo; recomendación de la Biblioteca
Infantil-juvenil de Munich, Alemania, a Reportajes
supersónicos para su traducción a todos los
idiomas, el Premio IBBY otorgado por la UNESCO; del Consejo
Nacional de Educación y Faja de Honor de la SADE;
nominación de Extraño Oficio para el premio
nacional de literatura; recomendación de la
Asociación Argentina de Lectura para
Inambú busca novio; Premio Año 1983 de la
Cámara Argentina de Publicaciones a El rey que
prohibió los globos. Varios de sus libros fueron
recomendados por el Consejo Nacional de Educación como
textos auxiliares. En 1966 fue becada por el Fondo Nacional de
las Artes, y en 1968-89, invitada por el gobierno de Italia para
dictar conferencias en ese país, lo mismo que por el
Instituto de Cultura Hispánica en España, visitando
también Francia y Alemania. Fue invitada en 1973 a la
Feria del Libro Infantil en Bologna, Italia, cuyo gobierno le
otorgó el título de Gran Caballero de la Estrella
de la Solidaridad. En
1975 fue distinguida por la Dirección Nacional de Migraciones, la
Asociación Internacional para el Desarrollo la
designó Mujer del Año en el Año
Internacional de la Mujer y el
Club de Mujeres de Prensa la premió por su aporte a las
letras. En 1978, invitada por la Universidad de Los Angeles, EUA,
dictó cursos de literatura y fue declarada Profesora
Distinguida. La Academia de la Lengua Española de
Sacramento la designó Miembro de Honor y recibió
Diploma de Honor del Instituto Literario y Cultural
Hispánico de Westminster, California. La Federación
Argentina de Mujeres de Negocios y
Profesionales le confirió la ‘Estrella de
Nieve’ en 1982. Participó en ferias de libros
nacionales e internacionales y en congresos de literatura como
invitada. Sus cuentos y novelas fueron
adaptados para TV y radio y
traducidos. Escribió especialmente para TV las obras
Experta en amor y Adiós invulnerable. Integra
antologías, ha publicado trabajos sobre el Friuli y la
inmigración italiana y dio conferencias y cursos en
países de América
del Sur, Estados Unidos,
Europa, Caribe e
Israel. Colaboró en diarios y revistas, escribió y
dirigió programas de
literatura
infantil-juvenil en radio y TV, dirigió colecciones de
libros para niños y ha orientado y dirigido talleres
literarios. Su obra ha sido estudiada en ensayos críticos
en el país y el exterior. En 1984 recibió el Premio
Estatuilla de Platino de la Fundación Konex por literatura
infantil y el Premio Nacional ‘Sixto Pondal
Ríos’ de la Fundación Odol" (19).
Falleció en Buenos Aires el 12 de abril de 1991. Sus
restos fueron velados en la Sociedad Argentina de Escritores y
yacen en el cementerio de la Chacarita.
En el año 1961, Gente conmigo (20) fue
distinguida con el Premio Internacional de Novela convocado por
la Editorial Losada. Al año siguiente, dicha obra
mereció el Segundo Premio Municipal de Buenos Aires y fue
seleccionada entre las diez mejores novelas sudamericanas por la
editorial Alan Williams de Nueva York. Fue traducida al
inglés, alemán y ruso, y se realizó una
adaptación cinematográfica y otra
televisiva.
Al preguntársele a la escritora acerca de las
razones por las que creó este libro, respondió: "Un
libro que se escribe desde adentro, nace porque debe nacer. Hay
fuerzas oscuras que impulsan toda creación
auténtica. Pienso que toda mi vida no fue más que
una larga gestación de Gente conmigo y de Extraño
oficio. Esa gestación entrañable, misteriosa,
debía plasmarse y salir a luz. Pero creo que nació
y maduró en la fragua candente de un sentimiento de
asombro y rebeldía frente al absurdo de ciertas
situaciones humanas: el desconcierto de la mujer inteligente ante
la mediocridad del hombre de nuestro tiempo y de nuestro medio;
la soledad de quien está preñado de trascendencia;
el abismo entre generaciones; el desarraigo del inmigrante; la
injusticia de los convenios establecidos entre América y
los países emigratorios, convenios que, en la actualidad,
además de despiadados, resultan anacrónicos. Por
ejemplo, el casamiento por poder entre una pareja de desconocidos
o el veto de ingreso al país a los disminuidos
físicos" (21).
En su estudio Syria Poletti, Mujer de dos mundos (22),
Walter Gardini nos habla del aspecto autobiográfico de la
novela: "La descripción literaria del mundo argentino
está vinculada con la emigración italiana. Otra vez
es una transcripción artística de una vivencia suya
de la ‘gente’ emigrada que está con ella. El
texto base es, esta vez, la novela Gente conmigo (…) cuya
protagonista, Nora Candiani, es la proyección de
Syria".
El ensayista recuerda palabras de la escritora sobre su
profesión, la misma que ejerce Candiani: " ‘Los
problemas de los inmigrantes fueron el pan cotidiano que me
procuró mi oficio’, el de traductora pública.
‘Vi llegar a los arrojados de Europa con sus bagajes de
rencores, de miedo y de trampas. A través del
aluvión que llegó después del 43, yo pude
entender el anterior que también había desbordado
aquí como resaca, empujado por la dispersión desde
el 18 en adelante. Yo vi de qué fuerzas oscuras
están compuestos los aluviones".
En un reportaje, Poletti explicó por qué
había abandonado la profesión: "Para un escritor el
idioma es el instrumento clave: debe saber afinarlo al
máximo para plegarlo a sus deseos, respetando sus estructuras
originarias. La adquisición del idioma fue una conquista
lenta, terca y cotidiana. Casi una obsesión. Cuando
llegué a Buenos Aires, traía mi vocación.
Nada más. No conocía el castellano. Pensé
que si quería escribir y publicar, debía hacerlo lo
mejor posible. Era el tributo mínimo que debía
pagar como extranjera. Derecho de piso. Durante los años
de mi aprendizaje,
renuncié a hablar y leer en italiano. Había
observado que los que escriben simultáneamente en dos
idiomas similares, acaban confundiendo matices o
imponiéndose cierta rigidez. Opté por desterrar el
italiano; dejé las cátedras; renuncié a
traducciones. Cuando un instrumento se nos vuelve imprescindible,
todos los sacrificios que hacemos para conquistarlo, nos parecen
pocos. Creo que me sirvió mucho el
conocimiento del latín. Pero lo determinante fue el
hecho de pensar y sentir en castellano" (23).
Cuanto escribe acerca del veto de ingreso a los
disminuidos físicos, no parece estar basado sólo en
su experiencia laboral. Lo que
conocemos acerca de su biografía nos permite inferir que
fue también su propio sufrimiento el que dio origen a la
novela. "Un mazazo –dijo a Walter Gardini. Una imprevista
enfermedad en la columna partió en dos mi vida". Se
trataba de una escoliosis deformante. Fue enviada a un hospital
de Venecia para intentar una cura. ‘Nunca vi una lucha
más denodada. Cada veinte días me ponían un
nuevo yeso que ceñía mi tronco. El más
célebre de los ortopedistas italianos, Delitala,
luchó durante más de un año para devolverme
la movilidad’. Todo fue inútil y Syria tuvo que
llevar esta deformidad, como una marca indeleble,
a lo largo de toda su vida".
Quizás haya sido ella la auténtica
protagonista del trance que hace vivir a Nora Candiani: "Entramos
a un salón vasto y desnudo. Era el lugar reservado a la
revisión sanitaria. Junto a unas mesas, los médicos
revisaban a mujeres y chicos con ráoida indiferencia. Pase
usted, pase usted, adelante, otra, rápido. Y las mujeres
esperaban pacientemente, con la ropa a medio quitar y los
críos berreando". El médico le niega el permiso
para emigrar, a causa de una malformación en la
espalda.
Comienza entonces el peregrinar de la hermana mayor, que
debió emigrar sola, y no se resigna a que Nora quede en
Italia, cuando ya están todos en América: "Paso
tras paso, con su carga de trabajo y el agobio de apuntalar a una
familia
dispersa, Bertina consiguió arrancar el permiso de
embarque. Eso no invalidaba el fallo adverso emitido en Trieste;
era una concesión, una dádiva lograda a fuerza de
recursos, de cuña y obstinación. (…) Mi viaje a
América se resolvió así en una suerte de
contrabando: yo era como un producto
deteriorado que debía pasar inadvertido, entremezclado con
los productos
destinados a la exportación: los emigrantes aptos. Yo era
el polizón que logra trepar al barco. Luego, la piedad me
admitiría. De todos modos, lo importante era viajar. La
vida impone las leyes y la vida
enseña las trampas. Sólo que las trampas
arañan". La protagonista reflexiona: "Es paradójico
que la deformidad constituya una culpa imperdonable".
Al enterarse de la imposibilidad de viajar de un
compatriota con un problema parecido al suyo, la traductora
reafirma su convicción: "Es inútil, me dije, la
deformidad física no es un
problema que puedan resolver los hombres. Sigue existiendo el
Monte Taigeto. El mundo no cambia". Pero hay en ella algo mucho
más doloroso que no poder viajar, que no poder reunirse
con la familia:
"Quizás ya sabía, con la cruda presciencia de los
desdichados, que le estaba negado lo único realmente
imprescindible para vivir: el amor. Este veto era mucho
más cruel que el lanzamiento en el vacío. Ese era
el precipicio abierto ante él a lo largo de toda la
existencia".
No era la protagonista la única víctima de
esta selección. Cuando intenta en vano emigrar con
Bertina, puede observar otro episodio desgarrador: "A nosotras
nos llevaron a un sombrío corredor de espera. Allí
había un hombre y una mujer, los dos mudos, como nosotras.
Y los dos se apretaban contra un chico que miraba estupefacto,
sin entender. El es un poquito rengo… –explicó la
mujer con la súbita camaradería que inspira la
desgracia-. ¿Y tú? No contesté. Hubiese
querido borrar esa presencia, esa evidencia. Quemarla. Ante
mí acababa de abrirse el abismo temido desde la infancia.
Y permanecí dura, con los ojos, secos y la garganta seca,
apretando fuertemente las mandíbulas para mantener la
rigidez del semblante".
Ya en América, conoce a una empleada que ha
padecido la separación de su hija, también por
discriminación. Hablando de su marido, la
mujer comenta a la traductora: "Vinimos juntos, hace veinticinco
años… Pero después él volvió a
Italia porque allí teníamos una nena,
paralítica, pobrecita. La habíamos dejado con mi
madre… (…) Porque no nos dejaron viajar con ella, por sus
piernitas flojas… Por eso mi marido volvió a Italia a
buscarla. Y yo me quedé aquí para trabajar. Fue en
el 39… Usted sabe: allí estalló la guerra.
¡Antoniello cayó justo en la boca del lobo! Tuvo que
ir al frente. Y volvió sin las piernas. Ahora es mutilado
de guerra…".
Una familia de italianos viene a pedirle que altere un
documento. Le piden que facilite así que su hijo llegue a
la Argentina: "¡Es Rafael! ¡El hijo mío!
¡Tiene doce años y es lindo como un ángel! No
sé por qué nació así… Una
jorobita… Muy chica… ¿Sabe? Y ahora dicen que tiene
pus… (…) ¡No lo dejaron subir al barco! Yo lo llevaba
de la mano y me lo sacaron. Me dijeron que lo iban a poner en un
hospital por unos días, y que
después…".
La revisión médica no afecta sólo a
los menores; veda el ingreso asimismo a personas de la tercera
edad. La madre de Rafael dice: "-Yo tengo una parienta que vive
en Zárate y que no puede viajar a menudo a Buenos Aires. Y
la pobre necesita permiso para traer de Italia a la madre. La
madre es muy viejita… Quedó allí sola…
¿sabe? Todos vinieron aquí. Y ahora quieren traerla
también a ella… (…) Le mandaron el dinero y los
papeles para el pasaje, pero en Nápoles no la dejaron
embarcar porque la viejita mueve siempre la cabeza. Hace
así… Y Magdalena movió la cabeza de un lado a
otro como si padeciera de un tic nervioso. (…) ¡No le
pude hacer daño a nadie que una viejita mueva la cabeza!
¿No? ¡No va a contagiar a nadie!".
El casamiento por poder es otra de las realidades contra
las que la escritora arremete. Aunque otro personaje
señala las ventajas de la costumbre, la traductora no se
deja convencer: "Jamás pueden llevarse bien los que no se
conocían de antemano y resuelven casarse por poder como
quien resuelve entre dos males: o eso o la miseria (…). Es una
escapatoria; no una elección. Todas esas muchachas que
llegan aquí casadas por poder y se enfrentan con la
incógnita de un marido desconocido me dan la
impresión de seres arrojados por algún
éxodo… No sé… Una especie de aluvión
acosado por fuerzas oscuras que desborda por el mundo a tontas y
a ciegas…".
Existen otras situaciones; por ejemplo, cuando la pareja
ya estaba de novia en Italia y acuerda emigrar. Considera que ni
siquiera en este caso es aceptable el casamiento por poder y,
para demostrarlo, narra lo sucedido a un matrimonio que
vivió una desgracia: "El llegó primero;
trabajó duro y construyó la casa. Entonces se
casaron por poder y ella tomó el barco. Un barco hacia
América, hacia él, hacia el nuevo hogar. Durante la
travesía la contagió el tracoma y no pudo
desembarcar. Las prescripciones sanitarias no lo permitieron. Y
él tampoco pudo subir a la nave. Debió conformarse
con agitar el pañuelo desde el muelle cuando el buque
zarpó de regreso a Italia". La narradora sabe bien por
qué sucedió eso a la infortunada pareja de
emigrantes: "Ella había contraído el tracoma por
viajar junto a algún enfermo clandestino. Un enfermo a
quien alguien –un médico o un traductor-
habría posibilitado el embarco eludiendo o alterando un
diagnóstico".
Syria Poletti defendía el derecho a mostrar a
través de la literatura realidades que debían ser
cambiadas, por eso dijo: "Toda obra de arte entraña un
mensaje social y mucho más cuando está escrita
desde adentro. Inclusive, desde el punto de vista
temático, mi novela podría significar una punta de
lanza para la revisión de algunos convenios inmigratorios
que resultan escarnecedores, por ejemplo, el rechazo de los
disminuidos físicos. Y toda la novela plantea dramas;
dramas que nacen de las injusticias sociales. Sin embargo,
inclusive como mensaje social, esto no es lo más
importante: lo más importante está implícito
en el amor y en la adhesión que los personajes pueden o no
suscitar en el lector. La eficacia del
‘mensaje’ depende de la carga de vivencias y de
poesías que entraña una obra".
En 1965 Jorge Masciángioli adapta para cine Gente
conmigo. "La película es dirigida por Jorge Darnell e
interpretada por Milagros de la Vega, Norma Aleandro, Alberto
Argibay y otros actores. Esta versión fílmica es
elegida para el Festival Internacional de Venecia por el
Instituto Nacional de Cinematografía, y obtiene una
importante distinción en el Festival
Cinematográfico Internacional de Locarno (Suiza)"
(24).
…..
Quienes se establecieron en la nueva tierra y ejercieron
la traducción, realizaron una valiosa labor social y
contribuyeron al engrandecimiento de la cultura argentina. Entre
ellos se destacan los traductores del Martín Fierro, obra
en la que vieron reflejado su propio destino. La
traducción al lunfardo evidencia la importancia de esa
jerga surgida del aluvión que llegó a nuestro
país y nos legó sus historias y costumbres. El
traductor como personaje literario es evocado por Syria Poletti,
quien, aunque renunció a esa profesión, obtuvo de
ella vivencias que plasmó en la novela
laureada.
- S/F: "Día Internacional del Traductor", en
www.publicasonline.com. - S/F: "Antonio Aliberti", en .
- Isaacson, José: en
www.poeticas.com.ar. - Sosa de Newton,
Lily: Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas.
Buenos Aires, Plus Ultra, 1986. - ibídem
- ibídem
- Kaufmann, Marion: Mail enviado a MGR en octubre de
2003. - Sosa de Newton, Lily: op. cit.
- Sorrentino, Fernando: "Martín Fierro, espejo
de oprimidos y estímulo de trujamanes", en El
trujamán, Centro Virtual Cervantes, Instituto Cervantes
(España), 9 de octubre de 2003 - Kaufmann, Marion: "El Martín Fierro y sus
traductores" (traducción), Argentinisches Tageblatt,
Buenos Aires, 27 de abril de 1991. - Turcatti, Esteban: "El gaucho que conquistó el
mundo", en La Capital, Mar del Plata, 5 de noviembre de
2000. - Duplancic de Elgueta, Elena: "Literatura de exilio
como memoria cultural. El caso de los croatas en la Argentina",
en Studia Croatica, N° 137. 1998. www.studiacroatica.com. - Grobovsek, Bojan: "La inmigración eslovena en
Argentina", en el folleto de la muestra
homónima, Museo Nacional de la Inmigración, 5 al
21 de septiembre de 2003. - Abad, Fernanda: "La cultura árabe entre
nosotros", en www.eltribuno.com, 27 de julio de
2003. - Alposta, Luis: Lorca en lunfardo. Los "Seis poemas
galegos" en ediciòn bilingûe. Traducciòn de
Luis Alposta. Estudio preliminar de Antonio Pèrez-Prado.
Buenos Aires, Corregidor, 1996. - Pèrez-Prado, Antonio: "A Lorca le hubiera
gustado", en Alposta, Luis: Lorca en lunfardo. Los "Seis poemas
galegos" en ediciòn bilingûe. Traducciòn de
Luis Alposta. Estudio preliminar de Antonio Pèrez-Prado.
Buenos Aires, Corregidor, 1996. - Gobello; Josè: Diccionario lunfardo y de otros
tèrminos antiguos y modernos usuales en Buenos Aires.
Buenos Aires, A. Peña Lillo Editor, 1975. - Alposta, Luis: "Prólogo" a Lorca en lunfardo.
Los "Seis poemas galegos" en ediciòn bilingûe.
Traducciòn de Luis Alposta. Estudio preliminar de
Antonio Pèrez-Prado. Buenos Aires, Corregidor,
1996. - Sosa de Newton, Lily: Diccionario Biográfico
de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra,
1986. - Poletti, Syria: Gente conmigo. Buenos Aires, Losada,
1972. - Fornaciari, Dora: "Reportajes periodísticos a
Syria Poletti", en Taller de imaginería. Buenos Aires,
Losada, 1977. - Gardini, Walter: Syria Poletti, Mujer de dos mundos.
Buenos Aires, Asociación Dante Alighieri,
1992. - Fornaciari, Dora: op. cit.
- S/F: "Biobibliografía de Syria Poletti", en
Poletti, Syria: Taller de imaginería. Buenos Aires,
Losada, 1977.
Trabajo enviado por
María González Rouco
Licenciada en Letras UNBA, Periodista Profesional
Matriculada