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Educación liberadora del oprimido




Enviado por liliunica



    1. Biografía
    2. Contexto
      histórico
    3. Una educación que brota
      de la práctica.
    4. Método
    5. Algunos términos
      claves.
    6. Conclusión

    Presentación:

    El trabajo que realizaremos sobre Paulo Freire
    está motivado por un interés
    especial que nos despierta su personalidad.
    Para nosotros, se presenta como un hombre capaz
    de vivir intensamente su época, de formular un análisis serio de la realidad que le toca
    vivir junto a su pueblo, análisis que se puede o no compartir, de
    dar a su vida un sentido social y de servicio a los
    más necesitados, es decir, de vivir activamente,
    crítica y racionalmente como un hombre situado
    que busca una verdadera liberación, concreta y
    real.

    Freire es el tipo de hombres que saben reconocer el
    valor de lo
    humano y de lo propio. Es el tipo de personalidad
    que logra descubrir el misterio que encierra el hombre con
    su complejidad que lo dinamiza y con su ser inacabado, siempre en
    búsqueda y auto-construcción. Tiene la claridad para
    reconocer que, a pesar de su capacidad personal,
    el hombre no
    está sólo en el mundo, sino que es un ser
    eminentemente relacional. Por estos motivos, y por otros que por
    razones de tiempo y espacio
    no podremos profundizar, nos atrevemos a intentar un acercamiento
    limitado a Paulo Freire y a su obra.

    El trabajo comienza con una contextualización de
    Freire. Ésta tiene por objetivo
    mostrarnos la situación en que vivió el autor y
    cuáles fueron las circunstancias que motivaron la
    creación de su respuesta educativa. En un segundo momento
    intentaremos mostrar cómo la obra de Freire es un intento
    de respuesta práctica y culturalmente situada que busca
    hacer reconocer al hombre su propia dignidad, y la fuerza que
    ella contiene una vez que es descubierta.

    El tercer momento es la presentación del método
    creado por Freire: aquí no entraremos en muchos detalles,
    ya que el tema del método
    corresponde al trabajo de otro grupo en forma
    especial. Lo que intentaremos es mostrar las lineas gruesas que
    mueven la metodología de Freire, para luego dar un
    breve ejemplo de su aplicación concreta. En el
    último momento del trabajo intentaremos hacer una
    conexión entre el pensamiento de
    Freire y lo que en la actualidad se cree que debe ser la educación. Para
    ello utilizaremos los apuntes de clases y especialmente dos de
    los escritos más importantes del autor; "La pedagogía del oprimido" y "educación para la
    libertad".

    Biografía
    :

    Paulo Freire nació un 19 de Septiembre de 1921,
    en Recife Brasil.Su padre
    Joaquín Freire, era oficial de la policía militar
    de Pernambuco. Su madre Edeltrudis Neves Freire, también
    era oriunda de Pernambuco. Freire vivió en un ambiente
    hogareño bastante cálido donde, según
    él mismo, aprendió la forma de trabajar, que
    más tarde podrá desarrollar con su propia familia.
    También reconoce haber aprendido en su familia de
    origen, el respeto y la
    importancia de la opinión de los demás. Esta
    conducta se ve
    reforzada por la actitud de su
    padre quien respetaba la creencia religiosa de su madre a pesar
    de no compartirla. Más tarde, Freire realiza su propia
    opción religiosa inclinándose por el catolicismo,
    decisión que también es respetada por su
    padre.

    En 1931, por dificultades económicas, la familia
    Freire se ve obligada a trasladarse a Jaboato, lugar donde
    fallece su padre. Con esto la vida de Freire se complica
    bastante, conoció el hambre y el sufrimiento, situaciones
    que lo llevaron a madurar a temprana edad. Por su experiencia
    personal,
    comenzó a descubrir la singularidad de la sociedad moderna
    y esto lo llevó a buscar el método adecuado para
    buscar la transformación de los males de esta sociedad que
    oprimía al hombre y no lo dejaba ser cada vez más
    hombre, más digno.

    A pesar de haber tenido algunos problemas en
    la secundaria Freire pudo realizar estudios de derecho,
    filosofía e iniciarse en la psicología del
    lenguaje.
    Además se desempeñó como profesor de
    portugués en la escuela
    secundaria. Este trabajo le permitió ayudar
    económicamente a sus hermanos mayores y a la vez, lo
    introdujo en la problemática educacional, vocación
    que comienza a descubrir. En relación a su vida de fe se
    conoce la existencia de algunas crisis
    provocadas en su mayoría por la situación de
    incoherencia que vivía la Iglesia de
    aquel entonces cuando predicaba una cosa y abiertamente
    hacía lo contrario. Su vida de fe se consolida gracias a
    la lectura de
    autores tan importantes como Maritain y otros. En 1944 contrae
    matrimonio con
    Elsa María, una obrera de Recife, con quien tiene cinco
    hijos. En su hogar intenta desarrollar el mismo ambiente de
    diálogo
    que vivió en la casa paterna durante su infancia. Su
    esposa quien era profesora llegó a ejercer el cargo de
    directora de un colegio, lo que influyó positivamente en
    que Freire se interesara por la
    educación.

    En 1946 y 1954 realizó las primeras experiencias
    que llevaron a iniciar su método de
    analfabetización. En 1961, participa en el movimiento de
    cultura
    popular de Recife donde es considerado uno de sus fundadores.
    Desarrolla un método de alfabetización que no se
    conforma con enseñar a leer y a escribir, sino que busca
    producir un cambio
    efectivo y real en el hombre y en su autocomprensión
    personal y en la del mundo que lo rodea. Se plantea como un
    método participativo que se auto gesta en la medida en que
    el hombre se compromete con él.

    El golpe militar de estado que se
    produce en Brasil en 1964,
    además de detener el proceso de
    educación de adultos y de la cultura
    popular en general, lleva a la cárcel a Paulo Freire por
    cerca de 70 días, luego de ser interrogado es trasladado
    al I.P.N. de Rio. Freire logra refugiarse en la embajada de
    Bolivia en
    Septiembre de 1964. Las acusaciones por las que se le quiere
    juzgar se basan fundamentalmente en las siguientes: "subversivo
    internacional". "traidor de Cristo y del pueblo brasileño;
    etc".Estos datos han sido
    recogidos a partir de una autobiografía . En ella Freire
    recuerda su detención con las siguientes
    palabras:

    "Lo que parecía muy claro en toda esta
    experiencia, de lo que salí sin odio ni
    desesperación, era que una ola amenazante de
    irracionalidad nos había invadido forma o
    distinción patológica de la conciencia
    ingenua, peligrosa en extremo a causa de la falta de amor que la
    alimenta, a causa de la mística que la anima".El sentido
    de exponer brevemente una biografía de Freire
    es el de hacer notar que no se trata de ningún hombre
    extraordinario, sino más bien de un hombre que realmente a
    tomado en serio su historia, la historia de su pueblo, su
    vida y la vida de su pueblo, especialmente la del pueblo pobre y
    marginado por la sociedad, como algo dinámico y no
    terminado. Su construcción se plantea como tarea del
    propio hombre.

    CONTEXTO
    HISTORICO:

    Para poder
    comprender lo que significa Freire y lo que propone como
    educación, es fundamental conocer el contexto que ha
    vivido, ya que es a partir de él que surgen sus
    propuestas. Freire es un autor que plasma sus influencias
    intelectuales, llenándolas de un contenido nuevo, donde se
    va esbozando su particular manera de ir dialogando con la
    realidad. La obra de Freire contiene las ideas nuevas y
    revolucionarias que surgen en América
    Latina en los años ‘60. Por una parte, da cuenta
    de su formación católica imbuido del lenguaje
    liberacionista proveniente de las corrientes progresistas del
    catolicismo, que hacen surgir la teología de la
    liberación. Su filiación existencial cristiana es
    explícita y, además, utiliza elementos de la
    dialéctica marxista que le entregan una pauta de
    visión y comprensión de la historia.

    En el período en que escribe, contempla los
    traumas y dificultades por los que atraviesa la gran
    mayoría de los hombres campesinos del norte de Brasil
    (nordeste), producto de
    una educación alienante que lleva al pueblo a vivir su
    condición de miseria y explotación con una gran
    pasividad y silencio. La cultura del pueblo nordestino ha sido
    considerada como una visión sin valor, que
    debe ser olvidada y cambiada por una cultura, la de las clases
    dominantes, valorada como buena, y que es transmitida por todos
    los medios
    disponibles. El pueblo pobre es tratado como ignorante y es
    convencido de ello, lo que produce y explica la pasividad con que
    se soporta la situación de esclavitud en que
    se vive. Ante esta realidad, Freire plantea que el hombre debe
    ser partícipe de la transformación del mundo por
    medio de una nueva educación que le ayude a ser
    crítico de su realidad y lo lleve a valorar su vivencia
    como algo lleno de valor real.

    Brasil es un país que a lo largo de toda su
    historia ha estado
    sometido bajo influencias de otras culturas. El hombre no
    había desarrollado una capacidad de crítica que le
    permitiera liberarse de su sometimiento cultural. En Brasil, la
    colonización tuvo características marcadamente depredadoras,
    lo que produjo una fuerte explotación
    convirtiéndola en una gran "empresa
    comercial", donde el poder de los
    señores dueños de las tierras sometía a la
    gran masa campesina y nativa del lugar, otorgándoles trato
    de esclavos. La educación de los colonizadores
    pretendía mostrar a los aborígenes la indignidad de
    su cultura y la necesidad de aplicar un sistema educativo
    cultural ajeno, que mantuviera esta situación de
    explotación e indignidad humana.

    El hombre brasileño fue creciendo en un ambiente
    de autoritarismo y proteccionismo, con soluciones
    paternalistas que surgen del mutismo brasileño, conciencia
    mágica, donde en la sociedad no existe el diálogo ni
    la capacidad crítica para relacionarse con la realidad.
    Las relaciones sociales están divididas por las
    diferencias económicas, creándose una
    relación de amo y señor. El mutismo
    brasileño está marcado por la falta de vivencia
    comunitaria y por la falta de participación social. Ya que
    no había conciencia de pueblo ni de sociedad, la autoridad
    externa era el señor de las tierras, él era el
    representante del poder político y todo lo administraba.
    Esta forma de dominación impedía el desarrollo de
    las ciudades: el pueblo era marginado de sus derechos cívicos y
    alejado de toda experiencia de autogobierno y de diálogo.
    Este es el pasado de Brasil que va a motivar al autor a crear una
    educación que pueda ayudar al hombre a salir de su
    experiencia anti-democrática, experiencia anti- humana que
    no permite al hombre descubrirse como re-creador de su mundo,
    como un ser importante y con poder de mejorar las
    cosas.

    Freire busca hacer efectiva una aspiración
    nacional que se encuentra presente en todos los discursos
    políticos del Brasil desde 1920: la alfabetización
    del pueblo brasileño y la ampliación
    democrática de la participación popular. El
    régimen oligárquico, imperante en Brasil hasta
    1930, tomó el tema del analfabetismo
    y lo convirtió en tema de sus discursos,
    transformando la analfabetización en un verbalismo
    vacío, carente de acción concreta. El
    régimen que viene luego del régimen
    oligárquico continúa en la misma línea
    demagógica que no busca, en la práctica, un
    cambio real y
    efectivo, la liberación del hombre, sino más bien
    la elaboración de un discurso
    atrayente y de moda en su
    época.

    Desde una perspectiva histórica, nos encontramos
    frente al momento en que comienza la decadencia de la sociedad
    capitalista brasileña, dedicada fundamentalmente a la
    producción agraria exportable. La gran
    crisis
    económica mundial de 1929 y la redefinición del
    mercado
    internacional, aceleraron el proceso de
    transformación de las estructuras,
    lo que en el fondo significa: mayor urbanización e
    industralización, con el consiguiente aumento de las
    migraciones populares hacia las grandes ciudades; desde la
    economía
    agraria, en el plano hacen su aparición las clases
    populares urbanas, se redefinen las alianzas de las clases
    sociales a nivel de estado, lo que produce una gran crisis a
    nivel de las élites. A pesar de que, desde 1930, se ha
    producido la desestructurización del régimen
    oligárquico, esto no significa que ha perdido el poder
    político y económico, ya que el poder local y
    regional de los grandes latifundios sigue siendo una base de
    decisión fundamental para la mantención y la
    estabilidad del poder nacional.

    Hace su aparición en el escenario nacional la
    clase popular urbana, sin embargo, las clases rurales, que son
    mayoría ya que "abarcan la mitad de la población brasileña",
    continúan siendo marginadas del proceso social,
    político y económico, etc…, es decir, no
    participan de ninguna de las decisiones importantes para el
    país.El trabajo de
    Pablo Freire está críticamente ligado a este
    incipiente proceso de ascensión popular. Su praxis
    político-educativa, se desarrolla en Brasil, en medio de
    un esquema clásico de dependencia y subdesarrollo.

    Freire es quien crea el movimiento de
    educación popular en Brasil: con él busca sacar al
    hombre analfabeto de su situación de inconsciencia, de
    pasividad y falta de criticidad. Su esfuerzo por buscar
    contribuir a la liberación de su pueblo se inscribe en una
    época en que son muchos los que están buscando algo
    similar. En este período podemos identificar numerosos
    procedimientos
    de naturaleza
    política,
    religiosa, social y cultural, para movilizar y concientizar al
    pueblo, desde la participación popular creciente, por
    medio de votos, hasta el movimiento de cultura popular organizado
    por los estudiantes. Se desarrolla también todo un
    movimiento del sindicalismo
    rural y urbano. Aparecen instituciones
    como la SUPRA, que agrupaba a clases campesinas para la defensa
    de sus intereses, provocando grandes repercusiones políticas.

    El movimiento de educación de Freire comienza en
    1962, en el nordeste de Brasil, una de las regiones más
    pobres. De veinticinco millones de habitantes, quince eran
    analfabetos. Durante cuarenta y cinco días él
    trabaja con trescientos trabajadores aplicándoles su
    método de alfabetización; los resultados
    impresionan, por el éxito
    alcanzado, profundamente a la opinión
    pública. Su método es aplicado en todo el
    territorio nacional. La reacción de las élites no
    se deja esperar. Los grupos
    dominantes, unidos a una Iglesia
    católica conservadora, no pueden comprender cómo un
    educador católico puede hacerse un portavoz de los
    oprimidos, poniendo en peligro, los privilegios de los que han
    gozado desde siempre. Desde aquí surgen las acusaciones
    que se hacen a Freire de agitador político, comunista y
    agitador de las masas al hacerlas tomar conciencia de su
    realidad, lo que pone en peligro la estabilidad y la seguridad de la
    sociedad fundada sobre los principios
    excluyentes de una sociedad opresora.

    Este proceso de liberación popular, a
    través de una educación para la libertad, fue
    detenido a causa del golpe de estado
    hecho por los militares, situación que impide la
    realización del primer plan nacional de
    educación popular. No sólo a causa de sus ideas,
    sino sobre todo porque quiso ayudar al hombre a liberarse, Pablo
    Freire es exiliado, continuando su búsqueda en torno a la
    educación popular en otros países de América
    Latina. Con esto nos queda bastante claro que el pensamiento de
    Pablo Freire brota desde la misma realidad que le toca vivir en
    el nordeste brasileño, que él intenta comprenderla
    y liberar al hombre de ella, devolviéndole la capacidad de
    reconocer su fuerza
    transformadora: fuerza que brota desde los mismos oprimidos,
    único camino de liberación real posible.

    UNA EDUCACION QUE
    BROTA DE LA PRACTICA.

    Pablo Freire es un pensador comprometido con la vida, no
    piensa en ideas abstractas, sino que piensa partiendo de la
    existencia concreta. Su proyecto
    educativo, que parte de la praxis, apunta a crear
    humanización, a liberar al hombre de todo aquello que no
    lo deja ser verdaderamente persona. Es
    consciente de que la sociedad que le toca vivir posee una
    dinámica estructural que conduce a la
    dominación de las conciencias, lo que se traduce en una
    pedagogía que responde a los intereses de
    las clases dominantes. Los métodos
    que esta pedagogía utiliza no pueden servir a la
    liberación de los oprimidos, sino que más bien
    pretenden impartir entre éstos, la ley del
    temor.

    Frente a esta situación reacciona afirmando la
    necesidad de la humanización del oprimido que debe partir
    desde él mismo: es decir es el propio oprimido quien debe
    buscar los caminos de su liberación, ya que ésta no
    puede venir de aquellos que lo mantienen en esta situación
    . "Si admitiéramos que la deshumanización es
    vocación histórica de los hombres, nada nos
    quedaría por hacer…, la lucha por la liberación
    por el trabajo
    libre, por la desalienación, por la afirmación de
    los hombres como personas, no tendría significación
    alguna. Ésta solamente es posible porque la
    deshumanización, aunque siendo un hecho concreto en la
    historia, no es, sin embargo, un destino dado, sino resultado de
    un orden injusto que genera la violencia de
    los opresores y consecuentemente el ser menos" .

    Freire es muy claro en plantear que la situación
    de deshumanización que vive el hombre actual no es la
    verdadera vocación a la que está llamado. Su
    vocación es la de la humanización y ésta
    debe ser conquistada a través de una praxis que lo libere
    de su condición actual. "Ahí radica la gran tarea
    humanista e histórica de los oprimidos: liberarse a
    sí mismos y liberar a los opresores. … sólo el
    poder que renace de la debilidad de los oprimidos será lo
    suficientemente fuerte para liberar a ambos". La
    liberación necesaria que logre humanizar al hombre, no
    caerá desde el cielo, sino que, necesariamente,
    será fruto del esfuerzo humano por lograrla. En esta
    perspectiva es en la que Freire plantea su proyecto
    educativo basado en la praxis concreta y transformadora de la
    realidad.

    La pedagogía del oprimido es aquella que debe ser
    elaborada por el propio oprimido, ya que la práctica de la
    libertad sólo puede encontrar adecuada expresión en
    una pedagogía en que el oprimido tenga la condición
    de descubrirse y conquistarse, en forma reflexiva, como sujeto de
    su propio destino histórico . "La pedagogía del
    oprimido, como pedagogía humanista y liberadora
    tendrá, pues, dos momentos distintos aunque
    interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van
    desvelando el mundo de la opresión y se van
    comprometiendo, en la praxis, con su transformación, y, el
    segundo, en que, una vez transformada la realidad opresora, esta
    pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la
    pedagogía de los hombres en proceso de permanente
    liberación"

    METODO
    :

    El método de Freire es fundamentalmente un
    método de cultura popular, que, a su vez, se traduce en
    una política
    popular: no hay cultura del pueblo sin política del
    pueblo. Por este motivo, su labor apunta principalmente a
    concientizar y a politizar. Freire no confunde los planos
    político y pedagógico: ni se absorben, ni se
    contraponen. Lo que hace es distinguir su unidad bajo el
    argumento de que el hombre se historiza y busca reencontrarse; es
    el movimiento en el que busca ser libre. Ésta es la
    educación que busca ser práctica de la libertad. El
    método de Freire está enraizado sobre su
    concepción del hombre. El hombre es como un ser en el
    mundo y con el mundo. Lo propio del hombre, su posición
    fundamental, es la de un ser en situación; es decir, un
    ser engarzado en el espacio y en un tiempo que su
    conciencia intencionada capta y trasciende. Sólo el hombre
    es capaz de aprehender el mundo, "de objetivar el mundo, de tener
    en éste un "no yo" constituyente de su yo que, a su vez,
    lo constituye como un mundo de su conciencia" .

    "La conciencia es conciencia del mundo: el mundo y la
    conciencia, juntos, como conciencia del mundo, se constituyen
    dialécticamente en un mismo movimiento, en una misma
    historia. En otras palabras: objetivar el mundo es historizarlo,
    humanizarlo. Entonces, el mundo de la conciencia no es
    creación, sino elaboración humana. Ese mundo no se
    constituye en la contemplación sino en el trabajo" El
    método de concientización de Freire busca rehacer
    críticamente el proceso dialéctico de la
    historización. No busca hacer que el hombre conozca su
    posibilidad de ser libre, sino que aprenda a hacer efectiva su
    libertad, y haciéndola efectiva, la ejerza. Esta
    pedagogía acepta la sugestión de la antropología que va por la línea de
    la integración entre el pensar y el vivir, "se
    impone la educación como práctica de la libertad".
    Pero el hombre no sólo está en el mundo, sino que
    también está con el mundo. Estar con él, es
    estar abierto al mundo, captarlo y comprenderlo; es actuar de
    acuerdo con sus finalidades para transformarlo. El hombre
    responde a los desafíos que el mundo le va presentando, y
    con ello lo va cambiando, dotándolo de su propio
    espíritu. En este sentido no se trata de cualquier hacer,
    sino de uno que va unido a la reflexión.Si el hombre es
    praxis, no puede, por lo tanto, reducirse a mero espectador, o a
    un objeto. Esto sería ir contra su vocación
    ontológica: "un ser que opera y operando transforma el
    mundo en el que vive y con el que vive" .

    El hombre y el mundo están en constante
    interacción: no pueden ser entendidos fuera de esta
    relación, ya que el uno implica al otro. "Como un ser
    inconcluso y consciente de su inconclusión, el hombre es
    un ser de la búsqueda permanente. No podría existir
    el hombre sin la búsqueda, como tampoco existiría
    la búsqueda sin el hombre" . Solamente manteniendo esta
    interacción se puede apreciar la verdad del mundo y del
    hombre, y a la vez comprender que la búsqueda real
    sólo se lleva a cabo en comunión, en diálogo
    y en libertad . La metodología utilizada por Freire sigue la
    misma línea dialéctica: teoría
    y método. La metodología surge de la
    práctica social para volver, después de la
    reflexión, sobre la misma práctica y transformarla.
    De esta manera, la metodología está determinada por
    el contexto de lucha en que se ubica la práctica
    educativa: el marco de referencia está definido por lo
    histórico y no puede ser rígido ni universal, sino
    que tiene que ser construido por los hombres, en su calidad de
    sujetos cognoscentes, capaces de transformar su
    realidad.

    La manera en que Freire concibe la metodología
    quedan expresadas las principales variables que
    sirven de coordenadas al proceso educativo como acto
    político y como acto de conocimiento;
    éstas son: la capacidad creativa y transformadora del
    hombre; la capacidad de asombro, que cualquier persona tiene,
    sin importar la posición que ocupe en la estructura
    social; la naturaleza social
    del acto de conocimiento y
    la dimensión histórica de éste. Otras
    características del método de Freire
    son su movilidad y capacidad de inclusión. Por ser una
    pedagogía basada en la práctica, ésta
    está sometida constantemente al cambio, a la evolución dinámica y reformulación. Si el
    hombre es un ser inacabado, y este ser inacabado es el centro y
    motor de esta
    pedagogía, es obvio que el método tendrá que
    seguir su ritmo de dinamicidad y desarrollo
    como una constante reformulación.

    Transformación de la relación
    pedagógica:
    Según Freire, la educación
    debe comenzar por superar la contradicción educador-
    educando. Debe basarse en una concepción abarcadora de los
    dos polos en una línea integradora, de manera que ambos se
    hagan a la vez "educadores y educandos". Es imprescindible que el
    educador humanista tenga una profunda fe en el hombre, en su
    poder creador y transformador de la realidad. El educador debe
    hacerse un compañero de los educandos. Es necesario
    comprender que la vida humana sólo tiene sentido en la
    comunión, "que el pensamiento del educador sólo
    gana autenticidad en la autenticidad del pensar de los educandos,
    mediatizados ambos por la realidad y, por ende, en la
    intercomunicación" . El pensamiento sólo encuentra
    su fuente generadora en la acción sobre el mundo, mundo
    que mediatiza las conciencias en comunión. De este modo,
    se hace imposible pensar la superación de los hombres
    sobre los hombres.

    De esta manera, la educación "… ya no puede ser
    el acto de depositar, de narrar, de transferir conocimientos y
    valores a los
    educandos, menos pacientes, como lo hace la educación
    "bancaria", sino ser un acto cognoscente. Como situación
    gnoseológica, en la cual el objeto cognoscible, en vez de
    ser el término del acto cognoscente de un sujeto, es el
    mediatizador de sujetos cognoscentes, educador, por un lado;
    educandos, por otro, la educación problematizadora
    antepone, desde luego, la exigencia de la superación de la
    contradicción educador-educandos. Sin ésta no es
    posible la relación dialógica, indispensable a la
    cognoscibilidad de los sujetos cognoscentes, en torno del mismo
    objeto cognoscible" .

    De esta manera, el educador ya no es sólo aquel
    que educa, sino también aquel que es educado por el
    educando en el proceso de educación, a través del
    diálogo que se sostiene. Tanto el educador como el
    educando son a su vez educando y educador en un proceso
    dialéctico. Es así como ambos se transforman en
    sujetos centrales del proceso en un crecimiento mutuo;
    aquí la autoridad
    requiere estar al servicio,
    siendo con las libertades y en ningún caso contra ellas.
    "Ahora, ya nadie educa a nadie, así como tampoco nadie se
    educa a sí mismo, los hombres se educan en
    comunión, mediatizados por el mundo" .

    A su vez, los educandos no son dóciles
    receptores, tipo depósitos de almacenaje, sino más
    bien se transforman en personas activas, investigadores
    críticos, siempre en diálogo con el educador, quien
    a su vez es también un investigador crítico. El
    papel del
    investigador crítico es el de proporcionar, siempre unido
    a los educandos, las condiciones para que se de la
    superación del conocimiento al nivel de la doxa por
    el
    conocimiento verdadero.Es fundamental para realizar una
    educación como práctica de la libertad negar la
    existencia del hombre abstracto, aislado, suelto, desligado del
    mundo, y de la misma manera negar la realidad del mundo separada
    de los hombres. Como ya dijimos anteriormente, el hombre
    sólo puede ser comprendido verdaderamente como un hombre
    situado.

    A través de una educación para la libertad
    "los educandos van desarrollando su poder de captación y
    de comprensión del mundo que, en sus relaciones con
    él, se les presenta, no ya como una realidad estática,
    sino como una realidad en transformación, en proceso. …
    La tendencia entonces, tanto del educador-educando como la del
    educando-educador, es la de establecer una forma auténtica
    de pensamiento y acción: pensarse a sí mismo y al
    mundo, simultáneamente, sin dicotomizar este pensar de la
    acción. La educación problematizadora se hace
    así un refuerzo permanente a través del cual los
    hombres van percibiendo, críticamente, cómo
    están siendo en el mundo en que y con que están"
    .Claramente aparece lo inacabado del proceso de la
    educación como algo propio y único del hombre que
    corresponde a su condición de ser histórico y de
    historicidad. Sólo si el educando puede tomar conciencia
    de su verdadera condición puede apropiarse de su realidad
    histórica y transformarla. Se trata de una búsqueda
    que va en la línea de "ser cada vez más", de
    humanizar al hombre. Esta búsqueda de "ser más"
    debe ser realizada en comunión con los otros hombres, en
    solidaridad
    situada. 

    La alfabetización como camino de
    liberación:
    El ser persona en historia, sociedad y
    cultura y el descubrir que su vida se hace historia en cuanto es
    sujeto, va entrañando poco a poco el sentido más
    exacto de la alfabetización: el sujeto paulatinamente
    aprende a ser autor, testigo de su propia historia; entonces es
    capaz de escribir su propia vida, es decir, biografiarse,
    existenciarse e historizarse. El método de la
    alfabetización se ve animado por la dimensión
    humana de la educación como práctica de la
    liberación. La educación como una dimensión
    de la acción cultural, que se inicia en la
    alfabetización, se realiza en el reencuentro de las formas
    culturales propias del individuo y en la retotalización de
    éstas a través de la acción definida como
    interacción, comunicación, transformación. En
    definitiva, la idea es que la educación reproduce en su
    propio plano la estructura
    dinámica y el movimiento dialéctico del proceso de
    producción del hombre. De esta manera se
    entiende la gran riqueza que para Freire contiene el proceso de
    alfabetizarse: "… el aprendizaje y
    profundización de la propia palabra, la palabra de
    aquellos que no les es permitido expresarse, la palabra de los
    oprimidos que sólo a través de ella pueden
    liberarse y enfrentar críticamente el proceso
    dialéctico de su historización".

    La constante de fondo es el problema de la correcta
    interpretación de la realidad. En apoyo de esta labor
    viene precisamente el método de la concientización
    que busca, mediatizada por la praxis educativa, existenciar las
    condiciones del mundo humano, contradicciones que imprimen al
    mundo su movimiento y que, al ser percibidas como tales, impiden
    la adaptación del hombre a una realidad que los aplasta en
    sus potencialidades creadoras. Es entonces, este planteamiento
    dialéctico el que permite la esperada
    interpretación correcta de la realidad. Luego la
    criticidad de los hombres sobre su realidad y su esfuerzo
    transformador se encuentran en una directa proporcionalidad.
    Freire entiende el quehacer humano como acción y
    reflexión, teoría
    y praxis. La delimitación de sus objetivos y de
    sus métodos y
    la determinación de su fuerza de acción vienen
    dadas por la teoría que lo informa; es el marco
    teórico que informa las modalidades de acción
    liberadora y opresora. Surge entonces la teoría de la
    acción liberadora desde una matriz
    dialógica tendiente a conseguir la humanización de
    los hombres; promueve una auténtica formación
    valórica que genere un auténtico cambio cultural.
    Y, como ya hemos señalado, el punto de partida de la
    educación se encuentra en el hombre –
    mundo. 

    Fases del método: Con Freire, nuestro
    siglo ve el surgimiento de una nueva metodología
    educacional, la de la alfabetización, realizada a
    través de un proceso de concientización, es decir,
    el proceso mediante el cual el hombre desarrolla más y
    más su conciencia crítica, en busca del
    afloramiento de la verdadera conciencia reflexiva de la cultura,
    la cual aparece en el preciso instante en que el hombre se
    historiciza, en que se constituye como conciencia
    histórica.

    En esta dimensión crítica, podemos
    entender la alfabetización como la conquista que hace el
    hombre de su palabra, lo que ciertamente conlleva la conciencia
    del derecho de decir la palabra. En una de sus obras, Freire
    propone el cuestionamiento de los déficit cuantitativos y
    cualitativos de la educación en Brasil. La
    situación era ciertamente crítica, pues, "el
    número de niños
    en edad escolar sin escuela, es
    aproximadamente de cuatro millones; el de analfabetos, de catorce
    años en adelante, es de dieciséis millones; a lo
    que se junta la inadecuación de nuestra educación
    ya referida" .

    Pero, ¿qué método podía
    utilizarse para la superación de las actitudes
    mágicas o ingenuas del hombre de pueblo frente a su
    realidad?, ¿cómo llevar a este hombre a descubrirse
    como creador de cultura?, etc…Sin lugar a dudas, el
    método a seguir debía ser activo dialogal,
    crítico y critizador. No se trata de enseñarles a
    repetir palabras, ni tampoco se restringe a desarrollar la
    capacidad de pensarlas según las exigencias lógicas
    del discurso
    abstracto: simplemente coloca al alfabetizando en condiciones de
    poder reexistenciar críticamente las palabras de su
    mundo.

    La experiencia de los así llamados
    círculos de cultura, patentiza este hecho, ya que el
    alfabetizando, al comenzar a escribir libremente, no copia
    palabras, sino que expresa juicios. Por ejemplo en Angicos un
    participante escribe: "… el pueblo va a resolver (corruptela
    por resolver) los problemas (por
    problemas) de Brasil votando conscientemente". Cinco fases
    componen este proceso de alfabetización. Antes de comenzar
    el grupo "
    descodifica varias unidades básicas, codificaciones
    sencillas y sugestivas, que dialógicamente descodificadas
    van redescubriendo al hombre como sujeto de todo proceso
    histórico de la cultura letrada", es decir, se dialoga
    para conseguir la aprehensión del concepto de
    cultura.

    1º Fase: Levantamiento del universo
    vocabular de los grupos con los
    cuales se trabaja. Exploración, mediante encuestas
    informales, del universo de las
    palabras habladas en el medio cultural del alfabetizando,
    extrayendo aquellos vocablos de más ricas posibilidades
    fonéticas y de mayor carga semántica, que
    además están cargados de sentido existencial y
    contenido emocional. Las entrevistas
    traslucen anhelos, frustraciones, incredulidades, esperanzas,
    ímpetus de participación, como así mismo
    ciertos momentos altamente estéticos en el lenguaje
    del pueblo.

    2º Fase: Elección de las palabras
    seleccionadas del universo vocabular investigado. Las palabras
    extraídas del universo vocabular del alfabetizando, una
    vez transfiguradas por la crítica (reflexión),
    retornan a él en acción transformadora del
    mundo.

    3º Fase: Creación de situaciones
    existenciales típicas del grupo con el que se va a
    trabajar. Las palabras utilizadas reciben el nombre de
    generadoras, ya que a través de la combinación de
    sus elementos básicos propician la formación de
    otras. Como palabras del universo vocabular del alfabetizando,
    son significaciones constituídas en sus comportamientos,
    que configuran situaciones existenciales.

    4º Fase: Elaboración de guías
    que auxilien a los coordinadores de debate en su
    trabajo. Estas guías deben ser meras ayudas para los
    coordinadores, jamás rígidas prescripciones que
    habrán de obedecer y seguir.

    5º Fase: Descomposición de las
    familias fonéticas correspondientes a los vocablos
    generadores. Se refiere a la codificación plástica
    en cuadros, "slides", filminas, etc. , que correspondan a las
    respectivas situaciones que, de la experiencia vivida por el
    alfabetizando, pasan al mundo de los objetos. El alfabetizando
    ahora, "ad-mira", ya que ha ganado distancia para ver su propia
    experiencia. Es en este momento cuando él comienza a
    descodificar.

    Aplicación concreta del método
    (ejemplo):
    Utilizaremos la palabra "tijolo" (ladrillo) como
    primera palabra "generadora", colocada en una situación de
    trabajo de construcción. Una vez que se tienen las
    palabras más significativas, se somete al proceso de
    reflexión, en búsqueda de mayor objetividad, de los
    "círculos culturales". Discutida la situación en
    sus aspectos posibles, se realizaría la vinculación
    semántica entre la palabra y el objeto que denomina (la
    palabra se nombra junto al objeto dicho: lo que se busca es la
    asociación de la palabra con el objeto). Visualizada la
    palabra dentro de la situación, es, posteriormente,
    presentada sin el objeto: "tijolo".

    Luego viene la pronunciación de la palabra en
    forma cortada: ti – jo – lo. Inmediatamente se visualizan los
    pedazos y comienza el reconocimiento de las familias
    fonéticas.A partir de la primera sílaba "ti" se
    ayuda al grupo a conocer toda la familia
    fonética que resulta de la combinación de la
    consonante inicial con las demás vocales. El segundo paso
    es llevar al grupo a conocer la segunda familia, mediante la
    visualización de "jo" (se repite la misma
    operación), para llegar finalmente a conocer la tercera
    familia "lo".Cuando se proyecta la familia fonética, el
    grupo reconoce la sílaba de la palabra visualizada; ta –
    te – ti – to – tu ; ja – je – ji – jo – ju ; la – le – li – lo –
    lu .

    Una vez reconocido el sonido "ti" de la
    palabra generadora tijolo se propone al grupo que lo compare con
    las otras sílabas, lo que hace descubrir que comienzan
    igual pero terminan en forma diferente. De esta manera se
    descubre que no todos se pueden llamar "ti". Con las dos
    restantes sílabas "jo – lo" se sigue idéntico
    procedimiento.
    Luego del conocimiento de cada familia fonética, se hacen
    ejercicios de lectura para
    fijar las nuevas sílabas.

    El momento central del proceso lo constituye cuando se
    presentan las tres familias fonéticas: ta – te – ti – to –
    tu ; ja – je – ji – jo – ju ; la – le – li – lo – lu. Lo que se
    denomina "ficha del descubrimiento". Luego de realizar una
    lectura
    horizontal y otra vertical, en la cual se ubican los sonidos
    vocales, comienza el grupo, y no el coordinador, a realizar la
    síntesis oral. De uno en uno van todos
    haciendo palabras nuevas con las posibles combinaciones a su
    disposición. Este proceso va creando conocimientos de
    palabras que enriquece la posibilidad de decirse diciendo su
    mundo. Con este método, la persona cambia su manera de ver
    el mundo, se siente partícipe de él y
    artífice de su propia vida. Surge lo que Freire llama la
    conciencia que no es tan sólo el reconocer la
    situación que se vive, sino el compromiso y proceso de
    transformación. Es un método que en ningún
    caso intenta decir a la persona lo que debe y lo que no debe
    hacer, aprender o decir, sino que, por el contrario, transforma
    al sujeto que aprende en responsable central de su propio proceso
    de liberación y construcción de su propia cultura
    (forma de vivir)

    Algunos
    términos claves.

    Para poder entender bien lo que el autor nos quiere
    transmitir es necesario explicar algunos conceptos
    claves:

    1) Sociedad cerrada: organización de la sociedad que busca
    mantener los privilegios de las clases dominantes (elites), a
    través de diferentes medios que
    cumplan la función de
    alienar a la gente. En este tipo de sociedades no
    se permite la participación, ni la verdadera democracia, ni
    el diálogo liberador que promueve el método de
    alfabetización.

    2)Sociedad en transición: es el proceso
    que vive una sociedad cuando intenta el cambio. Implica una
    marcha acelerada que lleva a la sociedad a una búsqueda de
    nuevos temas y de nuevas tareas. Paulo Freire no se refiere a
    cambios materiales,
    sino que apunta.

    3) Democratización fundamental: Son los
    principios
    básicos que hay que desarrollar en una sociedad para que
    ella pueda llagar a la democracia
    verdadera, propia de la sociedad abierta. Es el proceso de
    participación de todos los hombres en todos los niveles de
    la sociedad.

    4 )Radicalismo: Es la opción de
    enrraizamiento del hombre que toma una opción positiva y
    crítica, donde no se pierde la libertad. Se trata de
    hombres abiertos al diálogo, que aceptan el radicalismo de
    otros hombres con posturas diferentes.

    5)Conciencia intransitiva: Es la conciencia que
    no presenta un compromiso del hombre con su propia
    existencia.

    6)Conciencia ingenua o mágica: Tiende a
    olvidarse de la realidad y a prescindir de ella, limitando
    seriamente a la libertad. El hombre con esta conciencia no logra
    llegar a la raíz profunda de la realidad, no conoce sus
    causas profundas y su explicación de la realidad es de
    tipo fantástico.

    7)Conciencia crítica: Es la profunda
    interpretación de la verdadera realidad, conociendo sus
    causas más reales y su funcionamiento. Quien posee esta
    conciencia, posee una capacidad de razonamiento y de
    diálogo fecundos, tratando siempre de buscar la verdad
    para comprometerse en la construcción del
    hombre.

    8)Concientización: Es el proceso por el
    cual el hombre no sólo toma conciencia de su realidad,
    sino que lo hace en forma crítica comprometiéndose
    con su cambio concreto.

    9)Educación liberadora: La que toma en
    cuenta al hombre verdadero y real, que parte de él y busca
    llevarlo a su plena humanización. El hombre no se libera
    sólo, ni es liberado por otro, sino que se libera en
    comunión y partiendo desde su realidad.

    10)Alfabetización: Método a
    través del cual el hombre "se dice" y al hacerlo se
    reconoce como cocreador de su vida y de su mundo. Es el momento
    en que el hombre se reconoce como lo que realmente es y se
    compromete con su humanización.

    11)Educación bancaria: Educación
    tradicional que no reconoce la dignidad de los hombres, sino que
    más bien los cosifica como meros receptores y
    repetidores.

    12) Educación problematizadora:
    Educación que toma en serio al hombre y reconoce el real
    proceso educativo del hombre como un diálogo continuo y
    respetuoso, donde no hay maestros "y" estudiantes, sino que
    solamente existen maestros – estudiantes y estudiantes maestros,
    es decir, donde el proceso educativo es una relación
    dialéctica constante.

    Freire se sabe de una sociedad en transición que
    viene saliendo de una situación de sociedad cerrada, que
    poseía una conciencia intransitiva, donde no
    existía el diálogo a causa del mutismo propio de
    las relaciones "Señor – siervo". Este tipo de relaciones
    es la que intenta romper el método de Freire
    enseñando al hombre a reconocer su propia dignidad y la
    posición que cada uno está llamado a ocupar en la
    construcción de la liberación y recreación
    de la realidad.

    Conclusión:

    Al finalizar la investigación que hemos realizado en torno
    a Paulo Freire, consideramos, en líneas generales, que
    hemos podido cumplir los desafíos que nos propusimos en la
    introducción del trabajo, ya que hemos dado
    cuenta de quién es Freire, del contexto en que
    vivió y que lo motivó a desarrollar su
    metodología de alfabetización, además de
    ideas generales que nos plantean el método y las
    líneas que lo orientan. Una de las conclusiones
    principales a las que hemos podido llegar es que al interior de
    la teoría de Freire se presentan con viveza los principios
    que sustentan la educación en la actualidad. No
    está demás señalar que nos fue posible
    visualizar aquellos principios por el estudio previo que de ellos
    realizamos en el curso.

    El principio de la individualización se presenta
    en Freire a través de la valoración del individuo
    como ser único, irrepetible, necesario y valioso para el
    proceso educativo centrado en el diálogo. En
    relación al principio de autonomía, el
    teórico hace bastante hincapié en la necesidad del
    hombre de alcanzar su libertad y desde ella proyectarse hacia su
    perfección, Paulo Freire desarrolla toda su
    metodología sobre el eje de la real liberación del
    hombre, que no es otra cosa que su humanización
    dinámica (en proceso inacabado).

    Respecto del principio de socialización, Freire asume verdadera y
    honestamente el contexto en que le toca vivir (contexto de
    injusticia y marginación de los más por los menos)
    y desde él parte la formulación de una
    metodología que busca transformar la realidad social en
    algo integrador e incluyente, es decir, en un lugar en que el
    individuo pueda asumir concretamente su ser y su ser situado para
    poder liberarse de todo aquello que no le permita ser cada vez
    más hombre.

    En este sentido es decidora la frase de Freire en que
    señala que el hombre no se libera sólo sino en
    comunión con los demás. La creatividad,
    principio tan difícil de lograr en la actualidad, queda
    salvaguardado por la novedad del método de
    alfabetización propuesto por el autor. Éste formula
    novedosamente una respuesta apropiada para este contexto
    específico con sus necesidades también
    específicas. Desde esta metodología se desprende
    con claridad la presencia del principio de la actividad ya que es
    el propio sujeto quien y desde quien se reconstruye la realidad
    que se vive. El sujeto a quien se dirige el método es
    aquel que en la realidad hace posible este proceso.

    Nos parece que la propuesta de Freire logra ser eficaz
    gracias a que este hombre pudo captar la unidad indivisible que
    se da entre lo que llamamos la teoría y la
    práctica. Fue capaz de desarrollar todo su esfuerzo desde
    la propia realidad que vivía su pueblo, realidad concreta
    y dolorosa, y proyectar una metodología capaz de responder
    educacionalmente a los desafíos que ésta le
    planteaba. Su esfuerzo no parte de necesidades supuestas por los
    intelectuales o por aquellos que muchas veces creemos saberlo
    todo, sino que por el contrario, parte desde la
    manifestación concreta de la realidad, que es la
    manifestación concreta de los necesitados.

    No podemos dejar de destacar el profundo interés
    que descubrimos en P. Freire por el ser humano. Todo su esfuerzo
    educativo se ve plasmado por un gran humanismo, un
    humanismo
    cristiano que sabe preocuparse por aquellos que más lo
    necesitan por los que son excluidos de todo, incluso de su propia
    condición de excluidos.

    Esto queda explícito en su opción por
    lograr que el hombre alcance su libertad, su verdadera libertad,
    y así pueda ser autor y constructor de su vida teniendo
    como substrato de toda este obrar la alfabetización, que
    es mucho más que un simple enseñar a leer y a
    escribir, ya que busca que el hombre pueda llegar a ser persona.
    Estas consideraciones nos muestran el referente filosófico
    que las sostiene e impulsa; "el hombre siendo y con el mundo"
    .Todos estos elementos han ayudado a nuestro enriquecimiento
    personal ya que nos ayuda a ampliar la visión de
    educación que vamos formándonos como
    preparación para nuestra futura labor docente.

    Espero les sea de utilidad.

    Docente:

    Liliana Martínez-

    Morón. Bs.As. – Argentina-

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